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Sami Khatib
2
ningún terreno sólido en el que pueda basarse la política revolucionaria. Lo
mismo ocurre con la agencia política. El lugar de una comunidad
revolucionaria por venir, el espacio en el que esta comunidad nace, es la
interpenetración de un espacio corporal colectivo (Leibraum) y el espacio de
la imagen (Bildraum) de la acción política. Debido a su surgimiento
"inmediatamente mediato", no representacional, el colectivo político que
habita este espacio no tiene una esencia estable en sí mismo. Es muy
revelador que Benjamin nunca desarrollara una teoría de la comunidad
política, ya que la comunidad, Gemeinschaft, no es nada que pueda
plantearse de antemano, independientemente de la acción política.
***
I. Iluminación profana
Para desentrañar el intrincado argumento de Benjamin en el Ensayo sobre el
surrealismo, comenzaré con su paradójica idea de una iluminación profana,
un destello de iluminación dialéctica, Erleuchtung, cuando se suspende la
oposición entre la conciencia iluminada y la experiencia mítica. Es notable
que Benjamin se abstenga de utilizar una retórica tradicional de la Ilustración:
no Aufklärung, iluminación, sino Erleuchtung, iluminación, un término
utilizado originalmente en contextos teológicos. Pero, ¿cuál es el detonante
que enciende la luz de esta iluminación? Se lee en el Ensayo sobre el
surrealismo:
4
impenetrable, lo impenetrable como cotidiano.
Cada una de las profundas reflexiones sobre los conceptos y fenómenos
okultas, surrealistas y fantasmagóricos tiene una interpretación
dialéctica de la realidad, que no puede ser ignorada por un romántico.
Es bringt uns nämlich nicht weiter, die rätselhafte Seite am Rätselhaften
pathetisch oder fanatisch zu unterstreichen; vielmehr durchdringen wir
das Geheimnis nur in dem Grade, als wir es im Alltäglichen
wiederfinden, kraft einer dialektischen Optik, die das Alltägliche als
undurchdringlich, das Undurchdringliche als alltäglich erkennt.3
3 Ibid.
4 KarlMarx: El Capital. Kritik der politischen Ökonomie, Vol. 1, ed. por Institut für Marxismus-
Leninismus beim ZK der SED, Marx-Engels-Werke, Vol. 23, Dietz, Berlín, 1962, p. 105; en adelante
abreviado MEW, Vol.
5 Marx: Kapital I, MEW, p. 85.
6 Benjamin: Der Sürrealismus, GS II, p. 302.
7 Marx: Kapital I, MEW, p. 85.
5
8 Ibid.
9 Cf.Marx: La "cualidad oculta del valor de poder añadirse valor a sí mismo" como "huevos de oro" (ibid.
p. 169).
6
Por la misma época en que Benjamin escribió su ensayo sobre el surrealismo,
Georges Bataille, que más tarde se convertiría en amigo y bibliotecario
parisino de Benjamin, formuló una dura crítica del Segundo Manifiesto del
Surrealismo de Breton (1929) acusando a los surrealistas de una "predilección
por los valores por encima del 'mundo de los hechos'.'"10 En su ensayo sobre
El "viejo topo" y el prefijo sur en las palabras surhomme y surrealista, Bataille
criticó astutamente cualquier orientación romanticista o idealista "sur" o "por
encima" de la realidad. Para Bataille el fracaso del surrealismo consiste en la
elevación de una realidad más allá de lo que más tarde desarrolló como un
materialismo de base post-surrealista. Argumentó que "puesto que el
surrealismo se distingue inmediatamente por la adición de valores bajos (el
inconsciente, la sexualidad, el lenguaje sucio, etc.), inviste a estos valores de
un carácter elevado al asociarlos con los valores más inmateriales "11 Aparte
de la cuestión de si Bataille señala correctamente el idealismo oculto del
surrealismo, subestima la literalmente sur-realidad de lo que él llama el
"mundo de los hechos". En otras palabras, la forma-mercancía reside en el
propio prefijo "sur" - ahí reside la metafísica de la física "base" de la vida
cotidiana capitalista.
Leyendo a Bataille con Alfred Sohn-Rethel, otro amigo parisino de Benjamin,
podemos concluir que la metafísica de la física de la forma mercancía no es
una mera ilusión, sino la forma de una realidad "real-abstracta" en la que las
cosas actúan las relaciones sociales.12 Al convertirse en el medio sensual de
las relaciones materiales (aunque no sensuales, no empíricas) de dominación
social, las relaciones objetivas de las cosas pierden su grafismo material,
Anschaulichkeit. Las cosas como mercancías no son "lo que realmente son de
forma concreta": sus propiedades sociales no se derivan de su forma física ni
de su uso práctico. Por el contrario, son "lo que realmente son de forma
abstracta": la pantalla material o simbólica de relaciones sociales abstractas.
De este modo, la realidad de las mercancías supera el binario de materialidad
concreta o abstracciones meramente ilusorias; en un sentido no metafórico,
la realidad capitalista está hecha de sur-realidad, saturada de ella. Por lo
tanto, si el modo de producción espectral, gespenstige o sensual-supra-
sensual del capitalismo es a la vez surreal y real, la tarea de la política
revolucionaria no es lamentar la "falta de hogar trascendental" del
capitalismo (Georg Lukács) en nombre de valores premodernos o
experiencias místicas. En lugar de anhelar una política poética o de esforzarse
por una nueva religión estética como cuasi-religiosa re-
10 Georges Bataille: Visions of Excess. Selected Writings 1927-1939, ed. por Allan Stoekl, University
of Minnesota Press, Minneapolis, 1985, p. 33.
11 Ibídem, p. 39.
12 Sohn-Rethel desarrolló su concepto de abstracción real a mediados y finales de 1930 como parte de su lectura
trascendental kantiana de Das Kapital de Marx y su "Análisis de la forma del valor". La abstracción real del
intercambio de mercancías tiene "un carácter de forma no empírica y no surge del pensamiento" (Sohn-Rethel,
Alfred: Trabajo intelectual y trabajo manual. A Critique of Epistemology, Londres: Macmillan, 1978, p. 66).
Más bien, presenta la relación realmente abstracta de diferentes mercancías cuando se intercambian como
valores iguales (que contienen "cantidades" iguales de trabajo abstracto). En otras palabras, la abstracción real
articula una relación social y proporciona la forma cuasi-trascendental que permite la conversión categórica de
Warenform, forma de mercancía, en Denkform, forma de pensamiento. Lo que se iguala en el intercambio de
mercancías es real -es una acción real de igualación- y abstracto -realiza una abstracción del plano de las cosas
7
materiales concretas-.
y el trabajo concreto. Sin embargo, la abstracción real realmente realizada sigue siendo ciega y no empírica; no
puede "verse" puesto que "[e]n cambio la acción es social, la mente es privada" (ibíd., p. 43). Contra las
ideologías burguesas de la "mente privada" independiente, Sohn-Rethel afirma que en el capitalismo el trabajo
manual y el intelectual sólo aparentan ser esferas independientes. Sin embargo, comparten el mismo origen
histórico y la misma forma lógica;
la abstracción intelectual está condicionada por la abstracción real.
8
encantamiento del mundo, hay que percibir el mundo a través de la "óptica
dialéctica" de Marx y Benjamin. Este mundo profundamente moderno es el
mundo de la forma mercancía. Sólo este mundo del capitalismo produce una
sur-realidad que se ha convertido en parte integrante de la realidad
capitalista: una realidad encantadora ("fantasmagórica") de despiadado
desencanto.
Es el lado crítico de la "óptica dialéctica" de Benjamin que se opone a lo que
él llama una actitud romántica, una actitud que fetichiza el "lado misterioso
de lo misterioso" en lugar de reconocer sobriamente los fenómenos ocultos y
fantasmagóricos como parte integrante de la realidad como sur-realidad. Del
mismo modo, la lucha política no consiste simplemente en afirmar la
embriaguez extática inherente a la auténtica acción revolucionaria, sino en
dejar aflorar su rostro sobrio y profano. Esto es lo que se quiere decir cuando
una iluminación profana abre un espacio-imagen en medio de la acción
política. "Ganar las energías de la embriaguez para la revolución" no significa
la inmersión total del yo en una comunión colectiva de éxtasis transgresor,
sino atravesar los umbrales (Schwellengebiete) de estas experiencias, oscilar
entre la realidad y la sur-realidad, para salir de ellas y entrar en el espacio-
imagen de la política. Pero, ¿cómo concebir este proceso dialéctico de salida y
entrada?
En términos de surrealismo, Benjamin menciona el mundo surreal de los
sueños y fantasías individuales que se cruzan con la realidad política del
colectivo y sus sueños colectivos. Las experiencias de umbral oníricas no son
el objetivo final, sino una transición necesaria de la acción política para
perforar los límites del individuo capitalista, para dar lugar a una comunidad
no totalitaria, no formateada y aún por venir.
Esta embriagadora lección introductoria abre una esfera medial "donde sonido e
imagen, imagen y sonido se interpenetran con precisión automática y tal
9
13 Benjamin: Der Sürrealismus, GS II, p. 297.
10
felicidad "14 , en la que no queda espacio para el significado, el sentido y el
moralismo, en la que la acción colectiva se libera de toda política
representacional y moralismo metafórico. Antes de volver a esta esfera, a
este espacio-imagen, el Bildraum, me detendré en el concepto benjaminiano
de intoxicación, Rausch.
Como ya se ha indicado, el concepto de iluminación profana se relaciona con
la embriaguez y la religión de un modo dialéctico que ni afirma esta
experiencia ni simplemente niega su importancia e impacto. El trasfondo
teórico de esta concepción puede encontrarse en la oposición tradicional
entre el pensamiento sobriamente racional dentro de los límites de la razón y
el afecto entusiasta que siempre aspira a trascender los límites de la
racionalidad. Fue la distinción de Immanuel Kant entre Enthusiasmus y
Schwärmerei (entusiasmo y arrebato visionario) la que definió la línea
divisoria, peliaguda pero crucial, entre los juicios potencialmente universales
sobre lo sublime (des Erhabenen) y los delirios falsamente romanticistas.
14 Ibídem,
p. 296.
15 Immanuel Kant: Critique of the Power of Judgment, ed. por Paul Guyer, trad. por Paul Guyer,
Cambridge University Press, Cambridge; Nueva York, 2000, p. 157. Cf.: "Wenn der Enthusiasmus mit
dem W a h n s i n n , so ist die Schwärmerei mit dem W a h n w i t z zu vergleichen, wovon der letztere
11
sich unter allen am wenigsten mit dem Erhabenen verträgt, weil er grüblerisch lächerlich ist. Im
Enthusiasmus, als Affekt, ist die Einbildungskraft zügellos; in der Schwärmerei, als eingewurzelter
brütender Leidenschaft, regellos. Der erstere ist vorübergehender Zufall, der den gesundesten
Verstand bisweilen wohl betrifft; der zweite eine Krankheit, die ihn zerrüttet" (Immanuel Kant: Kritik
der Urteilskraft, Akademie-Ausg. [AA], Vol. 5, p. 275).
12
entusiasmo por lo abstracto16, la iluminación profana de Benjamin es entusiasmo
por lo concreto o, más exactamente, por la mediatez inmediata
(unmmitelbare Mittelbarkeit) en la que se cruzan la acción política y la
imagen. El concepto clave para entender esta concreción, que en términos
hegelianos sería una "totalidad concreta", es el espacio-imagen, una figura de
pensamiento experimental que Benjamin abandonó más tarde en favor de la
"imagen dialéctica" y su condición político-trascendental en el "ahora de la
reconocibilidad", tal y como se desarrolló en los posteriores Proyectos
Arcades. Pero, ¿cómo concebir este espacio-imagen y cómo puede adquirir
éste un cuerpo colectivo?
II. Espacio-imagen
Refiriéndose al libro de Aragon Tratado de estilo, Benjamin establece un
paralelismo entre estilo y política. Al igual que el estilo requiere una distinción
entre metáfora e imagen, lo mismo ocurre con la política. Una metáfora,
literalmente meta-phorein, decir algo de otra manera, siempre transfiere
significado a una imagen secundaria, significante - por ejemplo a través de
una comparación, Vergleich. Si las imágenes, Bilder, se emplean
instrumentalmente para designar otra cosa -un significado, una pretensión
moral, un programa político- pierden su mediación inmediata. Se convierten
en un Bilderschatz desechable, un stock de imágenes, una caja de tesoros de
imágenes (GS II, 308). Alles nur Bilder, como escribe Benjamin con respecto a
las metáforas socialdemócratas un "futuro mejor de nuestros hijos y nietos",
por el que debería esforzarse la política (ibíd.). Contra tal Bildpolitik
instrumental, política de la imagen, Benjamin se remite al concepto aragonés
de estilo según el cual las imágenes sólo se sostienen por sí mismas sin
denotar otro significado fuera de la imaginería del estilo. Y lo mismo vale para
la política, como afirma Benjamin: la tarea de la política materialista -una
política que él denomina "organización del pesimismo"- es por tanto
16 Cf.
Hegel: "Este entusiasmo era fanatismo, es decir, entusiasmo por algo abstracto - por un
pensamiento abstracto que sostiene una posición negativa frente al orden establecido de las cosas"
(Georg Wilhelm Friedrich Hegel: Vorlesungen über die Philosophie der Geschichte, ed. por Eva
13
Moldenhauer; Karl Markus Michel, Werke, vol. 12, Suhrkamp, Frankfurt a. M., 1986, p. 431, trad.
tomada de http://www.marxists.org/reference/archive/hegel/works/hi/lectures4.htm).
17 Benjamin: Der Sürrealismus, GS II, p. 308s.
14
tarea de la política como la organización del pesimismo - un pesimismo de la
creencia de que la política puede representar algo más, es decir, una moral
más alta, un programa, una teleología del progreso de la historia hacia el
socialismo o, como la ideología neoliberal de hoy lo tiene, la auto-realización
de nuestras agencias creativas para llegar a ser más eficientes, flexibles,
sostenibles, ecológicas, etc. Visto desde este ángulo, el Ensayo sobre el
surrealismo sigue el nihilismo anárquico y mesiánico temprano de Benjamin,
convirtiendo este último en una teoría antropológico-materialista de la
política. Si este espacio-imagen de la política desprovisto de cualquier
significado moral y transhistórico no puede ser medido contemplativamente, sólo
puede ser directamente representado, escenificado o encarnado por la propia
acción política. En la intersección no representable de cuerpo, imagen y
lenguaje, Leib, Bild und Sprache, Benjamin sitúa la inmediatez medial del
espacio-imagen, que interrumpe los conceptos intelectualmente mediados de
lo político.
En contraste con las críticas marxistas tradicionales a la ideología, se pregunta:
18 Ibídem, p. 308.
16
sino como su fuente misma. La fantasmagoría, las fantasías oníricas y las
imágenes oníricas colectivas pueden ser a la vez ideología limitadora y medio
inmediato para un estancamiento revolucionario, estasis. En consecuencia, el
lumen, la luz de la iluminación profana no está "hecha" de una conciencia
correcta o adecuada, de un conocimiento sobre ciertas cosas, sino que es un
medio inmediato en el que coinciden, o más exactamente, chocan, las cosas y
las palabras, la individualidad y la colectividad, la conciencia ilustrada y las
fantasías oníricas, de modo que, como escribe Benjamin, "no quedó ningún
resquicio para el centavo en la ranura llamado 'significados'". Imagen y
lenguaje
daß für den Groschen 'Sinn' kein Spalt mehr übrigblieb. Bild und Sprache
haben den Vortritt].19 Vortritt, priority, precedence before what? - Antes que
las representaciones, las Bilderschätze y el discurso metafórico,
que apunta al significado y al sentido.
Pero, ¿cómo debemos concebir este espacio y cómo puede entrar en él la
acción política? En resumen, la respuesta de Benjamin sigue siendo pesimista
y antiutópica: la entrada en el espacio-imagen, Bildraum, no puede
encontrarse intencionadamente, sino que sólo puede abrirse
involuntariamente mediante experiencias umbrales, deslices freudianos y
otras desviaciones inesperadas de la propia acción política colectiva:
19 Ibídem, p. 296.
20 Ibídem, p. 309.
18
La actualidad, más realidad actual de la que la realidad puede contener. Este
grado superior de actualidad se denomina "mundo de la actualidad universal
e integral", término que Benjamin definirá más adelante como mundo
mesiánico21.
21 Walter
Benjamin: "Paralipomena to 'On the Concept of History'", en Selected Writings, ed. por
Marcus Bollock; Michael W. Jennings, Vol. 4, Belknap Press of Harvard University Press, Cambridge,
19
Mass., 2006, p. 404; cf. GS I, p. 1239.
22 Benjamin: Der Sürrealismus, GS II, p. 309s.
23 Cf. Sarah Ley Roff: "Benjamin and psychoanalysis", en David S. Ferris: The Cambridge Companion
to Walter Benjamin. Cambridge Univ. Press, Cambridge, 2004, pp. 115-133, aquí: p. 129.
20
Sin embargo, su interés por la inervación se remonta a sus primeros esbozos de
"psicofísica "24 , una disciplina acuñada originalmente por el psicólogo alemán
Gustav Theodor Fechner. Los primeros estudios psicofísicos de Benjamin se
ocupan de la doble intersección de la dualidad teológica del soma
[Leib] y psique [Seele] y la escisión moderna entre cuerpo [Körper] y espíritu
[Geist]. En el Ensayo sobre el surrealismo añade un enfoque antropológico-
materialista.
polaridad a este problema psicofísico, es decir, la división entre el individuo y el
colectivo político. En consecuencia, la inervación concierne a las intersecciones,
interjuegos e interdependencias de (1) un individuo
corporalidad [individueller Körper] y un espíritu colectivo [Kollektivgeist] - o,
para utilizar un término marxiano de los Grundrisse: "general intellect" - y (2) un
cuerpo colectivo [Kollektivleib] y una psique individual. La referencia implícita
a Marx y a su famoso "Fragmento sobre las máquinas" de los Grundrisse -un
texto que Benjamin no podía haber leído en aquella época25- indica que la
inervación colectiva corporal y las inervaciones corporales de lo colectivo
aluden a una nueva forma de tecnología en la que un espíritu colectivo se
hace corpóreo, leiblich, tiene un cuerpo colectivo. No es de extrañar que
Benjamin citara más tarde este pasaje sobre la inervación en su ensayo más
famoso sobre "La obra de arte en
Das Kunstwerk im Zeitalter seiner technischen Reproduzierbarkeit" [La obra
de arte en la era de su reproductibilidad tecnológica] de 1935/36. En este
último ensayo, el
El entrelazamiento de la inervación individual y colectiva, por el que los cuerpos
individuales se convierten literalmente en los nervios del colectivo y viceversa,
arroja luz sobre lo que Benjamin denomina zweite Technik, "segunda tecnología",
una tecnología liberada y emancipadora cuyo objetivo ya no es el "dominio sobre
la naturaleza" como en la "primera tecnología" capitalista y explotadora, sino una
"interacción...".
[entre la naturaleza y la humanidad "26 El ensayo sobre el surrealismo
ya presenta elementos clave de este nuevo enfoque emancipador y no antropocéntrico,
y no instrumental capaz de dominar la interacción de techne, soma y physis,
tecnología, cuerpo y naturaleza. (Se podría añadir aquí que elaboraciones
más recientes como el Manifiesto Cyborg de Donna Haraway apuntan en una
dirección similar27).
Writings on Media, ed. por Michael W. Jennings; Brigid Doherty; Thomas Y. Levin, trad. por Howard
Eiland Edmund Jephcott; Rodney Livingstone, et al., Belknap Press of Harvard University Press,
Cambridge, Mass., 2008, p. 26; cf. "Das Kunstwerk im Zeitalter seiner technischen
Reproduzierbarkeit. Zweite Fassung", en GS VII, p. 350.
27 Cf. Haraway: "Un cíborg es un organismo cibernético, un híbrido de máquina y organismo, una
criatura de la realidad social, así como una criatura de ficción. La realidad social son las relaciones
sociales vividas, nuestra construcción política más importante, una ficción que cambia el mundo. [...] A
finales del siglo XX, nuestro tiempo, un tiempo mítico, todos somos quimeras, híbridos teorizados y
fabricados de máquina y organismo; en resumen, somos cyborgs. Este cyborg es nuestra ontología;
21
nos da nuestra política. El cyborg es una imagen condensada tanto de la imaginación como de la
realidad material, los dos centros unidos que estructuran cualquier posibilidad de transformación
histórica. En las tradiciones de la ciencia y la política "occidentales" -la tradición del capitalismo racista
y dominante masculino; la tradición del progreso; la tradición de la apropiación de la naturaleza como
recurso para las producciones de la cultura; la tradición de la reproducción del yo a partir de los reflejos
del otro
- la relación entre organismo y máquina ha sido una guerra de fronteras". (Donna Haraway, "A
Cyborg Manifesto: Science, Technology, and Socialist-Feminism in the Late Twentieth Century", en
Simians:
22
El nombre teológicamente cargado de Benjamin para el modo de existencia que
habita la zona de indistinción entre la política, la psicofísica y el psicoanálisis es la
"criatura", un término que destiló de las obras de Franz Rosenzweig, Karl Kraus,
Bertolt Brecht, Adolf Loos y el novelista utópico de ciencia ficción Paul
Scheerbart. La criatura articula la experiencia de un estado posthumanista del ser
desprovisto de nociones idealistas de humanidad como la creatividad, la totalidad
orgánica y el pensamiento contemplativo. En otras palabras: marca el nivel cero,
el modo más desprovisto de existencia humana. Como Benjamin señala en su
fragmento sobre la figura cómica de Mickey Mouse, la criatura designa una forma
de vida que "todavía puede sobrevivir incluso cuando se ha desprendido de todo
parecido con un ser humano".28 Mickey Mouse es una criatura de este tipo, una
criatura que socava "toda la jerarquía de criaturas que se supone que culmina en
la humanidad".29 La carga teológica del término criaturismo, por lo tanto, no se
refiere a la teología propiamente dicha, sino al descentramiento de la jerarquía
antropocéntrica moderna de criaturas. El ser humano es la criatura a la que se le
dio el lenguaje; los humanos están siendo creados en lugar de ser creadores
prometeicos. Por lo tanto, la vida de las criaturas nunca puede ser creativa en un
sentido representacional; no puede tener otro significado que el de sí misma.
Para Benjamin, un personaje de ficción como Mickey Mouse no simboliza nada,
ya sea la caída cultural de la civilización occidental o la decadencia de la cultura
burguesa, sino que realiza -sin Vermittlung reflexiva, mediación- la presentación
no simbólica de una vida creatural a la que se le han quitado sus rasgos
humanistas. Sin embargo, del mismo modo que la acción política puede
presentar "inmediatamente" su propia imagen, la criatura puede encarnar una
figuración "inmediata". El cuerpo de la criatura escenifica literalmente una
imagen, una alegoría corporal de las relaciones sociales abstractas, ya que en el
espacio-imagen la carne orgánica es penetrada por la tecnología formando una
imagen corporal, Leibraum. Esta imagen no surge de la acción revolucionaria
(como la imagen-espacio, Bildraum), sino que surge en medio de la cotidianidad
capitalista en el momento de su disolución, de su fracaso, de su
desmantelamiento. Como comenta Rainer Nägele:
Cyborgs and Women: The Reinvention of Nature, Routledge, Nueva York, 1991, pp.149-181, aquí: p.
149f.).
28 Walter Benjamin: The Work of Art in the Age of Its Technological Reproducibility, and Other
23
Writings on Media, ed. por Michael W. Jennings; Brigid Doherty; Thomas Y. Levin, trad. por Howard
Eiland Edmund Jephcott; Rodney Livingstone, et al., Belknap Press of Harvard University Press,
Cambridge, Mass., 2008, p. 338; cf. GS VI, p. 144.
29 Ibid.
24
sutiles "mediaciones" de Adorno.30
30 Rainer Nägele: "Body politics: Benjamin's dialectical materialism between Brecht and the Frankfurt
School", en David S. Ferris: The Cambridge Companion to Walter Benjamin. Cambridge Univ. Press,
Cambridge, 2004, pp. 152-176, aquí: p. 161.
31 El término "vida desnuda" fue introducido originalmente por Benjamin en su ensayo Destino y
carácter (1919) y desarrollado en La crítica de la violencia (1921). La vida desnuda o "das bloße Leben"
(GS II, p. 200; cf. ibíd., p. 175) es la vida privada de todos sus rasgos sobrenaturales, es decir, éticos y
metaéticos. Esta forma reducida de vida no debe confundirse con la vida natural, cuasi biológica. La
vida desnuda es el producto de una reducción social, una privación de lo sobrenatural a lo meramente
natural. Así pues, la vida como vida desnuda no designa un estado primigenio anterior a la sociedad
sino, por el contrario, el producto de una sociedad en la que la vida está sometida violentamente a la
ley. El término técnico de Benjamin para explicar el carácter dual de la violencia legal (violencia que
establece o constituye la ley y violencia que preserva la ley) es "violencia mítica", una violencia que se
reproduce sin cesar en el planteamiento de la ley y su aplicación a la vida desnuda. En el ensayo sobre
La crítica de la violencia, Benjamin se opone a la violencia mítica introduciendo el término "violencia
divina", que es una violencia paradójica no violenta o "pura" capaz de deshacer,
la abolición, la desposesión del poder estatal, de la ley y de las formas de violencia que la
complementan: "Porque la sangre es el símbolo de la vida desnuda [bloßen Lebens]. La disolución de la
violencia legal proviene [...] de la culpa de la vida más natural, que somete a los vivos, inocentes e
infelices, a una retribución que 'expía' la culpa de la vida desnuda -y sin duda también purifica a los
culpables, pero no de la culpa, sino del derecho. Pues con la vida desnuda cesa el imperio de la ley
sobre los vivos [den Lebendigen]. La violencia mítica es el poder sangriento sobre la vida desnuda por
su propio bien; la violencia divina es el poder puro sobre toda vida por el bien de la vida.
living" (Walter Benjamin: Selected Writings, ed. por Marcus Bollock; Michael W. Jennings, Vol. 4,
Belknap Press of Harvard University Press, Cambridge, Mass., 2002, p. 250, trad. modificada).
Inspirándose en Benjamin, Michel Foucault y Carl Schmitt, Giorgio Agamben acuñó el término "vida
desnuda" en su serie Homo Sacer, subrayando su significado social y no biológico: "No existen
primero la vida como dato biológico natural y la anomia como estado de naturaleza, y luego su
implicación en el derecho a través del estado de excepción. Por el contrario, la posibilidad misma de
distinguir vida y derecho, anomia y nomos, coincide con su articulación en la máquina biopolítica. La
vida desnuda es un producto de la máquina y no algo que la preexista, del mismo modo que el
derecho no tiene corte en la naturaleza ni en la mente divina" (Giorgio Agamben: State of Exception,
trad. de Kevin Attell, Univ. Press Chicago, Chicago; Londres, 2005, p. 87f.).
32 El término "psicoteología" de Eric Santner podría proporcionar un marco para captar este "exceso" de
vida: "El psicoanálisis se diferencia de otros enfoques del ser humano por atender al 'exceso' constitutivo
que caracteriza a la psique; la mente humana se define, podríamos decir, por el hecho de que incluye más
realidad de la que puede contener, es portadora de un exceso, un exceso de presión que no es
meramente fisiológico. Las diversas formas en que este 'demasiado', este excedente de vida del sujeto
25
humano, busca liberación o descarga en la 'psicopatología de la vida cotidiana' sigue constituyendo el foco
central de la teoría y la práctica freudianas." (Eric L. Santner: Sobre la psicoteología de la vida cotidiana.
Reflexiones sobre Freud y Rosenzweig, The University of Chicago Press, Chicago; Londres, 2001,
p. 8).
26
es una vida privada, desubjetivada, no muerta, que permanece una vez
aplastados los límites del individuo atomizado.
La política corporal revolucionaria del espacio-imagen de Benjamin es
creatural en la medida en que no alude a un carnaval de cuerpos, a una
comunión extática, sino, por el contrario, a una despotencialización o
radización (de radix, raíz), a una implosión de la totalidad orgánica, a un
"desentrañamiento "33 de las energías vinculantes, a un deshacer de todas las
esencias humanistas, ya sean físicas, metafísicas o psíquicas. En consecuencia,
el espacio-imagen como "mundo de la actualidad universal e integral" debe
pensarse como la actualidad universal e integral de la vida de las criaturas.
Este estadio integral de la actualidad no es ni un ideal superior ni una
humanidad intensificada, un Übermensch nietzscheano, sino una actualidad
reducida, despotencializada, que paradójicamente contiene más actualidad
que las potencialidades de la vida cotidiana. Esta "actualidad integral"
infinitamente abreviada y condensada sólo es real dentro del espacio del
cuerpo y de la imagen, y es en este espacio donde puede hacerse realidad un
colectivo desatado o "no trabajado", una realidad plenamente cargada de
vida creatural, una realidad que extingue todas las formas vitalistas,
humanistas e idealistas de comunidad, una realidad en la que la realidad sur y
la realidad sous acaban por cortocircuitarse. La política, por tanto, es la
"operación inoperante" que suspende todas las representaciones político-
económicas ("valor-formal") y estéticas ("fantasmagórico") sobre las que
pivota el orden simbólico del capitalismo. Es esta suspensión, cesura, por la
que "una acción propone su propia imagen" - y se convierte en un espacio-
imagen.
Bibliografía
AGAMBEN, Giorgio: State of Exception, trad. por Kevin Attell, Univ. Press Chicago,
Chicago, 2005.
BATAILLE, Georges: Visions of Excess. Selected Writings 1927-1939, ed. por Allan
Stoekl, University of Minnesota Press, Minneapolis, 1985.
BENJAMIN, Walter: Gesammelte Schriften, ed. por Hermann Schweppenhäuser; Rolf
Tiedemann, 7 vols., Suhrkamp, Frankfurt a. M., 1972ss.
BENJAMIN, Walter: "Der Sürrealismus. Die letzte Momentaufnahme der europäischen
Intelligenz", en Hermann Schweppenhäuser; Rolf Tiedemann: Gesammelte
Schriften. Suhrkamp, Frankfurt a. M., 1977, Vol. 2.
BENJAMIN, Walter: "Surrealism: the Last Snapshot of the European Intelligentsia",
New Left Review, nº 108, 1 (1978).
BENJAMIN, Walter: "Das Kunstwerk im Zeitalter seiner technischen
Reproduzierbarkeit. Zweite Fassung", en Hermann Schweppenhäuser; Rolf
Tiedemann: Gesammelte Schriften. Vol. 7, Suhrkamp, Frankfurt a. M., 1989.
BENJAMIN, Walter: "Critique of Violence", en Selected Writings, ed. por Marcus
Bollock; Michael W. Jennings, Vol. 4, Belknap Press of Harvard University Press,
Cambridge, Mass., 2002,
BENJAMIN, Walter: "Paralipomena to 'On the Concept of History'", en Selected
Writings, ed. por Marcus Bollock; Michael W. Jennings, Vol. 4, Belknap Press of
Harvard University Press, Cambridge, Mass., 2006.
27
33 Cf.
Jean-Luc Nancy: The Inoperative Community, trad. de Gisela Febel; Jutta Legueil, University of
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