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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA CUSCO - Sistema

de Notificaciones Electronicas SINOE


AV. EL SOL S/N CUSCO,
Secretario:PEREZ SORIA Miguel Angel FAU 20159981216 soft
Fecha: 31/12/2019 10:46:25,Razón: RESOLUCIÓN JUDICIAL,D.Judicial:
CUSCO / CUSCO,FIRMA DIGITAL

Segunda Sala Penal de Apelaciones de Cusco

Sentencia de Vista
Expediente : 03287-2018-89-1001-JR-PE-06
Imputado : Huarancca Rojas, Martin.
Agraviado : Menor de iniciales SRHT
Materia : Penal: Violación Sexual de menor de edad.
Procede : Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial de Cusco.
Ponencia : Velásquez Cuentas.

Resolución Nº 15

Cusco, 31 de diciembre de 2019.

Visto y oído en audiencia privada de apelación por los señores Jueces


Superiores integrantes de la Segunda Sala Penal de Apelaciones de Cusco;
interviniendo la defensa técnica del imputado Martin Huarancca Rojas,
abogado Edwin Quiroz Cauna, como apelante; y el representante del
Ministerio Público Yaneth Mónica Merma Molina; se emite la presente
resolución por unanimidad.

I. OBJETO DE APELACIÓN:

La sentencia contenida en la resolución número 10, del 27 de setiembre


de 2019 (folio 86), que RESUELVE:

“CONDENAR al acusado MARTIN HUARANCCA ROJAS; cuyas generales


de ley obran en la parte expositiva de esta sentencia, como AUTOR de la
comisión del delito Contra la Libertad, en la modalidad de Violación de
la Libertad Sexual, sub tipo VIOLACIÓN SEXUAL DE MENOR DE
EDAD en grado de consumado, ilícito penal previsto en el numeral 2)
del artículo 173 “si la victima tiene entre diez años de edad y menos
de catorce” con la agravante del último párrafo del artículo en mención
“en el caso del numeral 2, la pena será de cadena perpetua si el
agente tiene cualquier posición, cargo o vínculo familiar que le dé
particular autoridad sobre la víctima o le impulse a depositar en él
su confianza”, en agravio de la menor de iniciales S.R.H.T.
representada por su progenitora Soraida Tacca Noa. En consecuencia,
estando a la configuración de un delito continuado, se le impone como
pena: CADENA PERPETUA; pena que la cumplirá en el Establecimiento
Penitenciario que determine el Instituto Nacional Penitenciario.
2. FIJAR la suma de CINCO MIL con 00/100 soles (S/. 5,000.00), por
concepto de reparación civil a favor de la menor agraviada de iniciales
S.R.H.T. representada por su progenitora Soraida Tacca Noa monto que
el sentenciado MARTIN HUARANCCA ROJAS deberá pagar en ejecución
de sentencia”.

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II. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA:

La abogada defensora del imputado Nestor Huamán Ccollatupa,


impugna la sentencia por escrito ingresado el 23 de setiembre de 2016
(folio 202 a 205), solicitando se declare su nulidad.

FUNDAMENTOS.

Los alegatos.

1. El abogado defensora del imputado Martin Huarancca Rojas,


sustenta su tesis impugnativa en los siguientes aspectos:

− La sentencia es vulneratoria de la tutela procesal efectiva y a la


prueba.
− Señala que no existe medio de prueba objetivo que acredite sobre la
calificación jurídica postulada por el Ministerio Público, configurada
en el artículo 173.2 del Código Penal.
− Durante el plenario no se ha llegado a acreditar que el apelante
haya abusado sexualmente vía vaginal a la menor agraviada, sin
embargo en la sentencia se sostiene un juicio de culpabilidad,
atribuyéndole abuso sexual desde los 11 años de edad hasta el 1 de
febrero de 2018, lo que sustenta con los elementos que describe;
señala que ninguna de esas pruebas oralizadas y actuadas en el
plenario acredita que el apelante haya introducido su miembro viril
(pene), en la cavidad vaginal de la menor agraviada; sino que
únicamente se ha actuado el examen de la perito psicóloga Verónica
Rozas Chamorro quien en el plenario se ratificó sobre la pericia N°
0003559-2018 y a decir del colegiado estaría respaldada con la
testimonial de su señora madre Sorayda Tacca Noa.
− Por otro lado, señala que tampoco es cierto que la última vez que
ocurrieron los hechos el 1 de febrero de 2018 en horas de la mañana
y en las circunstancias que se narran; pues no existe ningún medio
de prueba ni mucho menos al declaración de la menor agraviada,
pero sin embargo en la sentencia impugnada en el extremo de
culpabilidad se señal que el sujeto activo ha realizado sobe la menor
de edad, introduciendo su pene en la cavidad vaginal de la menor,
desde los 11 años de edad hasta el último hecho que se dio en la
fecha señalada; consiguientemente no se ha acreditado la
culpabilidad y la consiguiente responsabilidad del acusado.
− Se ha vulnerado el derecho a la prueba, señala al respecto que uno
de los derechos fundamentales del acusado es de recibir una

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sentencia condenatoria fundada en derecho, el mismo que deberá


ser debidamente motivada, la que deberá ser congruente, con un
razonamiento lógico, exhaustivo y pormenorizado.
− Si bien estamos frente a un delito clandestino, la única prueba es la
declaración de la menor agraviada, la que requiere de la presencia
de datos periféricos de carácter objetivo que corroboren su versión;
si en el presente caso se trata de abuso sexual, la prueba idónea
será un certificado médico legal, que acredite la penetración del
pene a la cavidad vaginal de la menor y en el presente caso, este
hecho no está probado con ningún medio de prueba.

Materia de análisis.

2. Se busca se reexamine la valoración de los medios probatorios


actuados que incriminan al sentenciado como responsable del
delito, es decir, lo que se pretende es determinar si el análisis de
los medios de prueba ha llevado a la convicción de los jueces del
Colegiado, de que el delito contra la libertad sexual, en agravio de
la persona de iniciales S.R.H.Y., se ha realizado y que el autor
intencional del mismo es el acusado. Igualmente debe analizarse si
se ha vulnerado el principio de la debida motivación de las
resoluciones judiciales.

Análisis de los hechos.

3. Resulta conveniente al análisis determinar cuáles fueron los hechos


históricos conforme a la teoría del caso de la Fiscalía, a fin de
ubicarnos en el escenario del delito y que ha sido reproducido en la
sentencia, en los términos siguientes:

"De los hechos postulados en la acusación fiscal, se señala que la menor


agraviada de iniciales S.R.H.T. (14), es hija del ahora imputado Martin
Huarancca Rojas y de Soraida Tacca Noa, ambos progenitores nunca
convivieron, por ende la madre llevaba una vida de madre soltera,
circunstancia que conllevó a que el imputado con acuerdo de la
progenitora de la menor cumpla con visitar y sacar a la agraviada
para establecer los vínculos paterno filiales es por esta razón que
desde que tenia nueve años de edad la menor, este mensualmente o
a veces cada dos meses buscaba a la menor para sacarla de su
casa.

La menor cursaba el tercer año de nivel secundario y que la noche del 05


de febrero de 2018 cansada de las constantes peleas entre su madre y su
conviviente, huyó de su casa aprovechando que su madre y su actual
pareja dormían, dejando una nota en la cual narraba todos los hechos
suscitados relacionados a los actos de abuso sexual que ésta sufría por
parte de su progenitor.

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Es así que en fecha 06 de febrero de 2018 siendo las 20:00, se


recepcionó la denuncia interpuesta por Soraida Tacca Noa con la
presencia de su menor hija de iniciales S.R.H.T. (14) la misma que refiere
que en horas de la mañana 8:00, al encontrarse en su domicilio se
levantó y llamó a su menor hija, al no responder, esta fue a su
habitación para buscarla, no encontrándola por lo que llamó al
padre de su hija vía celular quien viene a ser el señor Martin
Huarancca Rojas, al celular 993-256879 preguntándole si su
menor hija se encontraba con él, y este contestó que no, y que en
todo caso revisara su habitación pues tal vez haya dejado alguna
carta.

En esas circunstancias, la madre de la menor retornó a la habitación de


su menor hija y encontró una nota, donde refería que uno de los motivos
por lo que se iba de su casa era que no aguantaba la convivencia con su
familia y el segundo motivo que su padre había abusado sexualmente de
ella y que no podía esperar que él venga a su casa cada vez que tenga
deseos de satisfacer sus bajos instintos y abuse de ella, al leer esto la
progenitora se comunicó con su ex pareja (padre de la menor), y al
encontrarse con él, le mostró la nota para lo cual él negó todo el contenido.

Siendo ya las 15:00 horas aproximadamente la madre recibió una


llamada de un familiar de nombre Jordan Noa Quispe (primo) el cual le
comunicó que su menor hija se encontraba en su domicilio desde hace dos
horas, constituyéndose la madre a dicho lugar, al llegar a la casa de su
primo, la madre se entrevistó con su menor hija; confirmándole lo que
había plasmado en la nota, es así que la madre advirtió que su menor hija
había sido víctima de violación sexual por parte de su progenitor en
reiteradas oportunidades desde los 9 años de edad.

De acuerdo al relato de la menor se tiene que desde los nueve años, el


imputado sacaba a la menor con el pretexto de hacerle pasear y
enseñarle a manejar su auto, circunstancia en que aprovechaba
para realizar tocamientos indebidos, quien le hacia manoseos,
para tal efecto el imputado llevaba a la menor agraviada al campo en
donde la abrazaba, besaba en la boca, tocaba su vagina y senos, luego de
ello le daba plata y le decía que no cuente nada de lo sucedido a nadie,
incluso la llegó a amenazar. Posteriormente ya cuando tenia 12 años la
menor, este empezó a abusarla sexualmente, esto es penetración
por vía vaginal, es así que en ocasiones, el imputado llevaba a la menor
al sector denominado Tancarpata a donde se ingresa por el paradero
Kiosko de la Av. Alejandro Astete, para llegar a dicho lugar, el imputado
utilizaba su vehículo de placa de rodaje X2K-104, marca Toyota, modelo
Yaris, color rojo, en dicho lugar existen sembríos de maíz y papa y allí el
imputado tomaba una manta color plomo, la echaba en el suelo, recostaba
a la menor en dicha manta y le quitaba el pantalón y prenda interior y
luego de colocarse un preservativo, consumaba el acto sexual; asimismo,
en otras ocasiones la hacia pasar al lado posterior del asiento de
su vehículo, donde también le hacia sufrir el acto sexual vía
vaginal, las violaciones ocurrían una vez por mes. También se tiene
que la menor agraviada ha sido víctima de violación sexual por última
vez, el 01 de febrero de 2018, en horas de la mañana en circunstancias
que el padre de la menor se constituyó al domicilio de la menor agraviada
y al notar que esta se encontraba sola, la condujo a su dormitorio en
donde recostó a la menor en su cama y despojándole de su pantalón y
prenda interior, procedió a abusar sexualmente de ella, usando como de

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costumbre un preservativo, estos hechos se han venido dando


sistemáticamente, habiendo abusado el imputado a su menor hija
hasta aproximadamente 50 veces.

La menor fue evaluada por el médico legista del Instituto de Medicina


Legal, habiéndose expedido el Certificado Médico Legal Nº 002466-
CLS, el mismo que concluye 1. Presenta signos de himen
complaciente. 2. No presenta actos contra natura. De igual forma
ante la entrevista de Cámara Gessell, dicha menor ha narrado de manera
detallada todo lo acontecido a razón del abuso sexual sufrido por su
progenitor. Del mismo modo la menor ha sido evaluada por el perito
psicólogo del Instituto de Medicina Legal, cuyas conclusiones refiere: 1. A
momento de evaluación se evidencia indicadores de afectación emocional
como respuesta a hechos narrados. 2. Sugerencias: orientación y
consejería psicológica a menor y entorno familiar. (transcripción de la
acusación fiscal)"

4. Esta conducta ha sido tipificada como delito Contra la Libertad, en


la modalidad de Violación de la Libertad Sexual, sub tipo Violación
Sexual, en grado consumado, en agravio de menor de edad, ilícito
penal previsto en el numeral 2) del artículo 173° del Código Penal
con la agravante del último párrafo del artículo en mención.

5. Los Jueces del Juzgado Penal Colegiado Supraprovincial del Cusco


han llegado a establecer que, "(…) en el presente proceso, se ha
demostrado plenamente la participación del acusado en los hechos
que son materia de juzgamiento, puesto que las pruebas actuadas
en juicio han quebrado la garantía de la presunción de inocencia,
siendo suficientes para establecer culpabilidad de éste por el delito
postulado"; decisión que ha sido cuestionada en la apelación,
señalando principalmente que no se habría valorado en forma
adecuada la prueba actuada en el juicio oral; nuestro análisis parte
por ese extremo. Veamos.

6. En principio, el artículo 425.2 del Código Procesal Penal es


categórico cuando establece que: “2. La Sala Penal Superior sólo
valorará independientemente la prueba actuada en la audiencia de
apelación, y las pruebas pericial, documental, preconstituida y
anticipada. La Sala Penal Superior no puede otorgar diferente valor
probatorio a la prueba personal que fue objeto de inmediación por el
Juez de primera instancia, salvo que su valor probatorio sea
cuestionado por una prueba actuada en segunda instancia”; norma
que hace concluir que al no haberse actuado en esta instancia
prueba personal distinta ni nueva que refute la actuada en el juicio
oral, no procede otorgarle un valor distinto; como veremos más
adelante, su adecuada valoración resulta fundamental para
concluir por la culpabilidad del acusado.

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7. El apelante cuestiona la valoración de la prueba actuada en el


proceso para arribar a la condena, señalando que no existe ningún
medio de prueba objetivo para haber concluido en el sentido
indicado; así no existe medio probatorio que acredite el abuso
sexual que se le atribuye desde que la menor tenía 11 años de
edad, tampoco que la última vez haya sido el 1 de febrero de 2018,
no siendo suficientes la declaración de la menor ni el examen de la
menor agraviada por la perito Psicóloga Verónica Rozas Chamorro,
quien ha ratificado en el plenario el informe pericial emitido; todo lo
que vulneraría el derecho de prueba.

8. En el proceso es causa de controversia a partir de la apelación, que


la menor agraviada haya sido víctima de abuso sexual y, si el
imputado Martín Huarancca Rojas es o no el autor de tal hecho.
Siendo así, analizaremos los cuestionamientos a la prueba actuada,
que constituyendo como prueba principal la declaración de la
menor en cámara Gesell y los elementos probatorios periféricos que
han sido explicados en la sentencia, cuyo valor se cuestiona.

En el proceso, no ha sido punto controvertido la edad de la menor


agraviada, quien conforme a la ficha RENIEC actuada en el juicio
oral (audiencia del 16 de julio de 2019), ésta ha nacido el 1 de
febrero de 2004), teniendo a la fecha de los hechos 12 años de
edad.

9. Esta declaración es valorada a partir del Acuerdo Plenario N° 2-


2005/CJ-116 del 30 de septiembre de 2005 cuyos presupuestos
también han sido explicados en la Casación N°1394-2017 - Puno,
sobre la declaración de testigos y víctimas; precisamente porque ha
sido objeto de cuestionamiento, y porque al tratarse de un delito de
violación sexual que se produce en un ámbito de clandestinidad,
generalmente se cuenta únicamente con la declaración de la
agraviada como único testigo de los hechos por lo que tiene una
especial relevancia, como es en el presente caso; más aún cuando a
partir de su análisis permite evaluar igualmente los demás medios
probatorios que también han sido cuestionados en la apelación.

10. A través del Acuerdo Plenario y la jurisprudencia en análisis, las


Salas Penales Supremas han considerado que este tipo de
declaraciones "tiene[n] entidad para ser considerada prueba válida
de cargo y, por ende, virtualidad procesal para enervar la presunción
de inocencia del imputado, siempre y cuando no se adviertan

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razones objetivas que invaliden sus afirmaciones"; para ello, esta


declaración debe estar dotada de garantías de certeza que han sido
definidos en el propio Acuerdo Plenario, y que son:

a) Ausencia de incredibilidad subjetiva. Es decir, que no


existan relaciones entre agraviado e imputado basadas en el
odio, resentimientos, enemistad u otras que puedan incidir
en la parcialidad de la deposición, que por ende le nieguen
aptitud para generar certeza.

En el caso de autos no se ha probado que al momento de


ocurridos los hechos haya existido entre agraviada e
imputado ningún tipo de relación de enemistad o
resentimiento; contrariamente, aun cuando el apelante ha
señalado en su declaración que se trataría de un acto de
venganza de parte de la madre de la menor agraviada como
consecuencia de que éste no cumplía con la prestación
alimentaria; no existe medio probatorio actuado por el
sentenciado que acredite tales hechos; a pesar de que éste
señaló que sospechó que la niña no era su hija, lo que
habría sido comprobado en el presente proceso.

En efecto, en el proceso el apelante no ha podido acreditar de


modo alguno que los problemas que se enuncian hayan
generado una situación de venganza o revancha por la que
haya sido objeto de denuncia o que por lo menos existan y
tengan tal trascendencia que ocasionen los sentimientos
señalados; mas aun cuando la denuncia, según reconoce la
propia menor, ha sido interpuesta por su madre, pero a
consecuencia de la carta dejada por ésta, cuando decidió
abandonar su hogar al no sentir el apoyo de su madre frente
a los problemas que ésta atravesaba. Ese hecho corrobora
aquello que el propio sentenciado manifestó cuando fue
evaluado con la perito psicóloga Elizabeth Estrada Vásquez,
quien al explicar el Protocolo de Pericia Psicológica N° 9561-
2018 del 21 de mayo de 2018 (Cf. La sesión del audiencia del
4 de julio de 2019), señaló que es el propio sentenciado
quien señaló voluntariamente que “(…) he cometido un error y
estoy arrepentido por haber violado a una niña de 14 años
que viene a ser mi hija Sandra”; narrando así los hechos
sucedidos y la relación de confianza que tenía con la menor,
situación que aprovechó para obligarla a tener relaciones
sexuales, llegando a referir que: “(…) me siento arrepentido

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de lo que hice, estoy asumiendo mi responsabilidad de


acuerdo a ley”; es en esa oportunidad que igualmente ha
reconocido estar diciendo la verdad.

No existe por tanto ningún medio de prueba que acredite la


existencia de móviles espurios para incriminar al encausado;
quedando por tanto desvirtuado, cualquier cuestionamiento
con relación a este presupuesto.

b) Verosimilitud, que no sólo incide en la coherencia y


solidez de la propia declaración, sino que debe estar rodeada
de ciertas corroboraciones periféricas, de carácter objetivo
que le doten de aptitud probatoria.

Si bien se ha cuestionado la solidez de las declaraciones


vertidas por la menor; este Tribunal es de distinto criterio, en
tanto y en cuanto, analizada la entrevista en Cámara Gesell
efectuada a la menor el 16 de febrero de 2018, el acta de
registro de la misma (folio 16), así como el documento
denominado "Psicológico por Delito Contra la Libertad Sexual
N° 003559-2018-PS-CLS" (folio 66) todos incorporados en
audiencia el 22 de agosto de 2019, así como también de los
términos en los que fue redactada la carta del folio 7, se
aprecia que la declaración de la menor es coherente y sólida,
que incluye detalles en cada episodio; lo que ha sido
ratificado por la perito psicóloga Verónica Rozas Chamorro,
que al ser interrogada en el juicio oral con relación a la
declaración de la menor ha sostenido que la menor no ha
entrado en contradicciones, así como que el relato de la
menor es congruente con los resultados de que la menor
presenta rasgos compatibles con experiencia negativa,
además que el relato fue verídico, espontáneo, sincero y
libre, y que como consecuencia, la menor evidencia
indicadores de afectación emocional como respuesta a
hechos narrados; lo que resulta de trascendental
importancia en el proceso; pues, no solo es incriminatoria al
apelante la sola declaración coherente de la menor, sino que
se encuentra corroborada por corroboraciones periféricas de
carácter objetivo, como es la referida condición psicológica
que presenta la menor.

Es indudable que el referido informe emitido por la Psicóloga


Rozas Chamorro constituye una corroboración periférica de

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carácter objetivo, en el que se enfatiza la actitud personal de


la menor, en sus propias palabras, quien dice: "(…) mi papá
está muy mal y que no debe de hacer daño a nadie y que no
debe abusar de nadie y que tiene su hijo a parte y son
mayores que yo, no sé pero que hizo esas cosas conmigo y
creo que no se sentía bien con su mujer… quero que mi papá
no haga daño a nadie y si tiene que irse que se vaya y que no
haga daño a nadie, que mi papá entienda lo dolida que estoy
y todo lo que me hizo se va a saber y las cosas que haga a
otras personas lo van a saber… me siento mal porque todo lo
que mi papá me hizo no se va a poder borra ni retroceder el
tiempo, si no hubiera pasado esto no pasaría por esto ni
estaría triste"; este sentimiento ha sido trasuntado en
términos profesionales, al describir el área socio emocional
de la menor, en la que la psicóloga en mención, ha dicho:
"(…) Emocionalmente sensible dependiente con sentimientos
de inseguridad y una baja autoestima, denota necesidad de
afecto y de atención, tendencia a la extroversión siendo
emotiva y deseosa de comunicarse con los demás con
facilidad para sus relaciones interpersonales, expresa sus
necesidades y sentimientos con facilidad, vive en conflicto con
el medio que lo rodea, tendencias obsesivas y agresivas.
Actitud defensiva, se muestra cautelosa, desconfiada,
insegura de carácter cambiante por la pérdida de algún apoyo
afectivo, frente a situaciones conflictivas se ve sin
mecanismos de protección, sentimientos de culpa, busca la
aprobación de los demás"; por ello concluye con la existencia
de afectación emocional, tal como lo ha explicado en la
audiencia.

No se debe perder de vista igualmente, que el bien jurídico


protegido por este delito es la indemnidad o intangibilidad
sexual de los menores de catorce años de edad; afectación
que a futuro, afecta el desarrollo de su personalidad llegando
a producir inclusive alteraciones importantes que incidan en
su vida o su equilibrio psíquico, lo que también debe ser
valorado en el caso materia de autos.

Ahora, la pericia en análisis debe ser valorada conforme a los


lineamientos establecidos en el Acuerdo Plenario N° 4-
2015/CIJ-116, en el que en su fundamento jurídico 28,
señala:

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"(…) Una de las pruebas que se puede utilizar al acontecer delitos


contra la libertad sexual es la pericia psicológica sobre la
credibilidad del testimonio. Ésta se encuentra orientada a establecer
el grado en que cierto relato especifico respecto de los hechos
investigados cumple, en mayor o menor grado, con criterios
preestablecidos que serían característicos de relatos que dan cuenta
de forma fidedigna respecto de cómo sucedieron los hechos".

Se recomienda por tanto que la valoración de este medio de


prueba pericial, debe realizarse de forma rigurosa, evaluando
los aspectos que enumera en el fundamento 29; no
habiéndose desvirtuado en el proceso que la agraviada no
tenga capacidad para testimoniar, ya que ésta ha aportado
su testimonio exacto y detallado sobre los hechos objeto de
investigación; no existe indicio de que haya sido inducida a
prestar un relato inexacto o que contenga hechos falsos. Se
ha comprobado que la agraviada tiene capacidad y
discernimiento para comprender lo que se le pregunta, pues
este hecho no ha sido cuestionado de modo alguno.

A ello debe agregarse lo resuelto en la casación Casación


N°1394-2017 – Puno, cuando con relación a este
presupuesto señala: “En la sentencia de vista se indicó que la
víctima no precisó el número de veces que fue violada por el
imputado, pero es patente que cuando la niña anotó: “todas
las veces que agarró se refería a una pluralidad de agresiones
sexuales”. Exigir a una adolescente la precisión del número de
veces y una detallada indicación de la forma en que fue
ultrajada, es un requerimiento impropio que no tiene en cuenta
el conjunto de traumas que una violación genera y la
intensidad de la afectación síquica que produce, en la que
tiene una importancia decisiva la estructura de la
personalidad de la víctima y el contexto socio cultural. La
coherencia interna del testimonio, por tanto, no puede
negarse. Por lo demás, no se ha cuestionado que el relato es
fantástico, contradictorio o con lagunas esenciales”.

Resulta fundamental señalar que corrobora la declaración de


la menor, el Protocolo de Pericia Psicológica N° 9561-2018
realizada al acusado Martín Huarncca Rojas, el 21 de mayo
de 2018, por la Perito Psicóloga Elizabeth Estrada Vásquez,
incorporado al juicio oral en fecha 4 de julio de 2019, en la
que es el propio sentenciado quien reconoce en forma
expresa que: "(…) he cometido un error y estoy arrepentido

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por haber violado a una niña de 14 años que viene a ser mi


hija Sandra (…)". Reconoce que desde los 9 años empezó a
tocarla; así señala: "(…) le tocaba las piernas, le tocaba sus
partes íntimas, a veces le iba a recoger al colegio, le llevaba a
otros lugares donde le daba besos caricias (…) a los 12 años,
refiere, que un día la sacó del colegio y le llevó a Tancarpata
donde fue la primera vez que abusó de la niña, refiere que
posteriormente fueron varias veces las que abuso de la niña,
la llevaba a varios lugares, esto sucedió hasta cuando tenía
14 años, refiere que la inicio él la obligaba a tener relaciones
sexuales y posteriormente la niña no le decía nada, refiere
que ya era consentido (…)". Finalmente dice: "(…) me siento
arrepentido de lo que hice, estoy asumiendo mi
responsabilidad de acuerdo a la ley, estoy diciendo la verdad,
estoy colaborando con la justica, qué puedo hacer, ya lo hice
(…)". La perito psicóloga concluye que al momento del
examen "(…) no presenta psicopatología que le impida evaluar
adecuadamente la realidad, personalidad de rasgos pasivo
agresivo disocial, reacción ansiosa situacional".

Se puede apreciar con esta declaración voluntaria,


espontánea (no inducida) del sentenciado, que éste ha
reconocido los hechos ante la perito en mención, quien ha
determinado que no existe ninguna psicopatología que sea
obstáculo para evaluar la realidad; lo que se encuentra
corroborado con los exámenes psiquiátricos a los que fue
sometido por el médico psiquiatra Jorge Luis Cabezas
Limaco, quien ha incorporado las pericias correspondientes
en la sesión de audiencia del 21 de junio de 2019;
consecuentemente, su negativa en su declaración en juicio
oral y en esta instancia, se ve enervada ante dicha
declaración, más aún cuando se ha determinado que se trata
de una persona con tendencia a manipular y a reaccionar
agresivamente; quien también negó tener contacto con la
menor, lo que fue contradicho con la prueba actuada sobre
su equipo celular (Cf. Acta de Visualización de equipo
celular, actuado en el juicio oral el 26 de julio de 2019),
documento que da cuenta de la familiaridad y confianza de
trato con la menor, tal como se ha puntualizado en la
sentencia apelada.

Corrobora los hechos denunciados, la declaración de la


madre de la menor ocurrida en el juicio oral el 4 de julio de

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2019, en el que narra cómo es que se enteró de los hechos,


cómo es que su menor hija relató los hechos, cómo es que
tomó conocimiento de abuso sexual fue a partir de la carta
que fue dejada al escapar de su hogar; narrando los hechos
entre sollozos, confirmando que este hecho dio origen a la
denuncia que motivó la presente investigación. Señala que a
partir de dicha carta llega a conocer los sentimientos de su
hija y se explica por qué quiso cortarse las venas, por qué
señala que no quiere ver a su padre, que si se queda siempre
la encontrará, entre otras frases que dan cuenta del abuso
sexual.

Debe agregarse finalmente, que resulta prueba periférica el


Informe Pericial Biológico N° 957-959/18, incorporado al
juicio oral por su emitente, la perito bióloga Addy Marya
Rojas Vergara (Cf. audiencia del 26 de junio de 2019), en la
que dicha profesional ha explicado cómo es que en las
muestras obtenidas (asiento trasero del vehículo de
propiedad del imputado y las mantas que se encontraron en
el mismo), a los reactivos utilizados se ha encontrado líquido
seminal, habiendo explicado la perito cómo es que pudo
conservarse dicha muestra y cuáles fueron los reactivos
utilizados y la finalidad de los mismos.

Como se aprecia, este cúmulo de prueba no ha sido rebatido


en la apelación, quedando desvirtuado el cuestionamiento al
respecto.

c) "Persistencia en la incriminación, con las matizaciones


que se señalan en el literal c) del párrafo anterior". Al
respecto, en la Casación N° 678-2017 Cusco, antes referida,
al igual que para los otros presupuestos señala que en la
sentencia de primera instancia se concluyó: "(…) la menor
sindicó al acusado ante el médico legista, reiterados ante la
psicóloga y el juicio oral, habiendo mantenido incólume la
incriminación en contra del procesado, con algunas
diferencias en cuanto a circunstancias que se encuentran
justificadas por su edad y su grado de instrucción, pero sus
versiones incriminatorias no variaron sustancialmente (…)".

Esta conclusión es la que corresponde a la valoración de la


prueba actuada en el proceso, pues, la agraviada y ha sido
persistente en su incriminación, de manera coherente, como

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se tiene señalado, incriminación que se remite como primera


oportunidad a la narración efectuada en la entrevista en
cámara Gesell; la que se encuentra corroborada con la carta
que en manuscrito dejó a su madre dando a conocer los
hechos; la forma y modo cómo es que narró los hechos a su
madre, quien da cuenta de los mismos en su declaración en
juicio oral.

Esta misma versión pero con más detalle ha sido sostenida


ante la psicóloga, como se puede leer del informe del folio
66, en la que no ha variado su versión, precisando el lugar,
la forma entre otros detalles.

Este último punto ha sido aclarado en el Acuerdo Plenario 1-


2011-CJ-116 emitido el 6 de diciembre de 2011, flexibilizado
la exigencia de la solidez y coherencia del relato, cuidando
sin embargo, que no sea fantasiosa o increíble; así se ha
determinado:

“24. (…) A los efectos del requisito de (v) uniformidad y firmeza


del testimonio inculpatorio, en los delitos sexuales ha de
flexibilizarse razonablemente. Ha de tenerse en cuenta que la
excesiva extensión temporal de las investigaciones genera
espacios evolutivos de sentimientos e ideas tras la denuncia,
pues a la rabia y el desprecio que motivó la confesión de la
víctima se contraponen sentimientos de culpa por denunciar a
un familiar, o a una persona estimada. La experiencia dicta que
no es infrecuente reproches contra la víctima por no cumplir con
el mandato de mantener unido al grupo familiar, así como
vivencias, en algunos casos, de las dificultades por las que
atraviesa la madre para sostener económicamente a los
miembros de la familia. Todo ello genera una sensación de
remordimiento de la víctima por tales consecuencias, a lo que se
suma, en otros casos, la presión ejercida sobre ésta por la
familia y por el abusador, todo lo cual explica una retractación
y, por tanto, una ausencia de uniformidad. 25°.Por tanto, en
esta línea la persecución de los delitos sexuales escapa de la
esfera privada. La voluntad familiar no puede impedir o limitar
la intervención penal, pues las consecuencias de estos delitos
trascienden dicho ámbito y su tratamiento es de autonomía
pública. Lo propio ocurre si el agente es también cercano a la
víctima por motivos de confianza – vecino-, o haber tenido una
relación de autoridad -padrastro, profesor, instructor, etcétera-;
o también por móvil de temor a represalias en caso de
residencia próxima del agente respecto de la víctima”.

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Segunda Sala Penal de Apelaciones de Cusco

En el presente caso puede claramente advertirse que la


agraviada no solamente ha sido coherente en su declaración,
sino que está en una condición especial que la hace
susceptible de ser vulnerada; y si bien, al momento de haber
declarado se hayan podido generar algunas narraciones
incompletas, pero de su análisis, no les ha faltado
coherencia y son ajenas a la fantasía, como bien lo han
entendido los jueces en la sentencia.

11. Ahora, en la apelación sostiene el apelante que, la prueba idónea


para este tipo de delitos, sería un certificado médico legal, el que no
existe; si bien es cierto, que no existe dicho medio de prueba,
debido a que del análisis de las pruebas se advierte que se trata de
una menor que presenta un himen complaciente, que no permite
apreciar desfloración alguna; no menos cierto es que existe
suficiente prueba que acredita el hecho cuestionado, más aún
cuando la menor agraviada en su declaración ha demostrado
diferenciar claramente lo que es un acto sexual a diferencia de los
tocamientos; lo que también habría sido precisado a su madre,
cuando fue interrogada por ésta, antes de poner la denuncia; por
tanto, resulta irrelevante el cuestionamiento al respecto.

12. Ha surgido asimismo como un punto materia de debate, la


existencia de la prueba de ADN admitida y actuada en el juicio oral
(Cf. sesión de audiencia del 5 de septiembre de 2019), así como el
acta de continuación de actuación y declaración judicial en prueba
anticipada del 15 de abril de 2019; en la que abierto el sobre de la
prueba de ADN, practicada en muestras de la menor con las del
sentenciado y su madre, se ha llegado al resultado siguiente: "(…)
MARTIN HUARANCCA ROJAS, NO ES PADRE BIOLÓGICO DE
SANDRA ROSMERY HUARANCCA TACCA".

Téngase presente que esta prueba ha sido practicada y conocida


recién el 5 de septiembre del presente año; lo que permite concluir
que el apelante no es el padre biológico de la menor; sin embargo,
los hechos ocurridos y por los que se ha encontrado
responsabilidad al acusado, ocurrieron cuando la menor tenía 12
años (2016) y la última vez el 1 de febrero de 2018; es decir mucho
antes de este resultado. Este análisis permite concluir que al
tiempo de la comisión de los hechos el trato entre el sentenciado y
la menor agraviada era como si existiera la relación filial entre
ambos, y así lo han demostrado los medios de prueba que han sido

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Segunda Sala Penal de Apelaciones de Cusco

objeto de análisis, por tanto, la agravante por la que ha sido


impuesta la pena de cadena perpetua al apelante, es plenamente
aplicable, mas aún cuando el artículo 173.2 en su último párrafo,
vigente a la fecha de los hechos, señalaba:

"(…) En el caso del numeral 2, la pena será de cadena perpetua si el


agente tiene cualquier posición, cargo o vínculo familiar que le dé
particular autoridad sobre la víctima o le impulse a depositar en él su
confianza."

No habiéndose desvirtuado la posición de particularidad autoridad


que el sentenciado tenía sobre la víctima, quien por esa razón
depositó su confianza en él, debiendo tenerse en cuenta este
aspecto con fines de la imposición de la pena.

13. En esas circunstancias, este Tribunal concluye que no existe duda,


como refiere el apelante, que haya determinado la aplicación del
principio del in dubio pro reo para la absolución del acusado; por el
contrario, los hechos y la responsabilidad penal han quedado
debidamente establecidas, quebrándose por tanto la presunción de
inocencia con la que estuvo debidamente protegido hasta la dación
de la sentencia.

Al respecto el Tribunal Constitucional ha señalado (1):

5. Se ha señalado en anterior oportunidad (cf. STC 0618-2005-


PHC/TC, fundamentos 21 y 22) que el derecho fundamental a la
presunción de inocencia, en tanto que presunción iuris tántum,
implica que “(...) a todo procesado se le considera inocente mientras
no se pruebe su culpabilidad: vale decir, hasta que no se exhiba
prueba en contrario. Rige desde el momento en que se imputa a
alguien la comisión de un delito, quedando el acusado en condición
de sospechoso durante toda la tramitación del proceso, hasta que se
expida la sentencia definitiva”. De igual forma, se ha dicho (vid. STC
2915-2004-PHC/TC, fundamento 12) que “la presunción de
inocencia se mantiene ‘viva’ en el proceso penal siempre que no
exista una sentencia judicial que, como corolario del cauce
investigatorio llevado a cabo con las garantías inherentes al debido
proceso, logre desvirtuarla (...)”.

14. En cuanto a su contenido, se ha considerado que el derecho a la


presunción de inocencia (cf. STC 0618-2005-PHC/TC, fundamento

1 STC 01768-2009-AA/TC

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Segunda Sala Penal de Apelaciones de Cusco

22) comprende: “(...) el principio de libre valoración de la prueba en


el proceso penal que corresponde actuar a los Jueces y Tribunales;
que la sentencia condenatoria se fundamente en auténticos hechos
de prueba, y que la actividad probatoria sea suficiente para generar
en el Tribunal la evidencia de la existencia no sólo del hecho punible,
sino también la responsabilidad penal que en él tuvo el acusado y
así desvirtuar la presunción”.

Conforme al desarrollo del análisis y valoración de la prueba en


el presente proceso, ha quedado debidamente demostrado que la
actividad probatoria ha sido suficiente para generar en el órgano
jurisdiccional la evidencia de la existencia de la violación de la
menor de iniciales SRHT como la responsabilidad del acusado
Martín Huarancca Rojas por tanto ha quedado desvirtuada la
presunción en referencia.

15. En esas circunstancias, este Tribunal considera que debe


confirmarse la sentencia apelada, teniendo en cuenta que no ha
sido objeto de cuestionamiento de la reparación civil; sin embargo a
criterio de este Tribunal ha sido proporcionalmente establecida con
relación a la gravedad del hecho investigado, cual es violación
sexual de persona menor de 14 años, por tanto la reparación civil
se encuentra acordada a lo previsto por el artículo VIII del Título
Preliminar del Código Penal concordando en lo demás con lo
analizado por el Juzgado Penal Colegiado sobre este aspecto.

16. Precisión Final. No se han agregado al proceso las pericias médica,


psiquiátrica ni biológica que han sido introducidas al proceso por
los órganos de prueba; por lo que debe recomendarse a los
auxiliares jurisdiccionales encargados de la formación del
expediente, tener mayor diligencia al agregar al expediente los
medios probatorios.

De otro lado, se constata que es frecuente que tampoco se revisa la


foliatura de los expedientes, de modo tal que no se puede citar
adecuadamente el folio en el que se encuentra algún acto procesal;
lo que a la larga dificultará la revisión de la sentencia. Se debe por
tanto, corregir la foliatura que en las primeras 41 hojas se ha
añadido números errados e indebidamente a continuación se coloca
el número 186, a partir del que se ha foliado el cuaderno, lo que
induce a error.

Por estos fundamentos, SE RESUELVE:

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Segunda Sala Penal de Apelaciones de Cusco

CONFIRMAR la sentencia contenida en la resolución número 10, del 27


de setiembre de 2019 (folio 86), que RESUELVE:

“CONDENAR al acusado MARTIN HUARANCCA ROJAS; cuyas generales


de ley obran en la parte expositiva de esta sentencia, como AUTOR de la
comisión del delito Contra la Libertad, en la modalidad de Violación de
la Libertad Sexual, sub tipo VIOLACIÓN SEXUAL DE MENOR DE
EDAD en grado de consumado, ilícito penal previsto en el numeral 2)
del artículo 173 “si la victima tiene entre diez años de edad y menos
de catorce” con la agravante del último párrafo del artículo en mención
“en el caso del numeral 2, la pena será de cadena perpetua si el
agente tiene cualquier posición, cargo o vínculo familiar que le dé
particular autoridad sobre la víctima o le impulse a depositar en él
su confianza”, en agravio de la menor de iniciales S.R.H.T.
representada por su progenitora Soraida Tacca Noa. En consecuencia,
estando a la configuración de un delito continuado, se le impone como
pena: CADENA PERPETUA; pena que la cumplirá en el Establecimiento
Penitenciario que determine el Instituto Nacional Penitenciario.
2. FIJAR la suma de CINCO MIL con 00/100 soles (S/. 5,000.00), por
concepto de reparación civil a favor de la menor agraviada de iniciales
S.R.H.T. representada por su progenitora Soraida Tacca Noa monto que
el sentenciado MARTIN HUARANCCA ROJAS deberá pagar en ejecución
de sentencia”. (…)”. Devuélvase.
S.S.

ÁLVAREZ DUEÑAS VELÁSQUEZ CUENTAS TTITO


QUISPE

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