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Vincular la recuperación al bienestar de las nuevas generaciones

La COVID-19 afectó especialmente a los jóvenes que no acceden a un sistema de


protección social y que desde antes de iniciado pandemia ya tenían la necesidad de
afrontar fuertes desigualdades sociales. Si bien es cierto que la pandemia afectó a todas
las personas, los más afectados fueron los jóvenes que ya arrastraban carencias
educativas y económicas. Estos jóvenes, también, se vieron afectados de manera
negativa en su desarrollo intrapersonal debido al confinamiento.

El uso de recursos y el sistema de producción se van a ver afectados para generaciones


futuras, que tendrán que preparar sociedades más inteligentes y hacer frente a la
recuperación de sus acciones. El impacto que tuvo la pandemia y las medidas que
tomaron los gobiernos para hacer frente a este, demostraron que no estaban preparados
para algo así. Del mismo modo, los gobiernos debieron recurrir a deudas muy grandes y
quienes pagarían serian sus generaciones futuras. 

Existen tres ámbitos donde se producen desigualdades que se asocian a los orígenes y a
las políticas, en especial si se toma en cuenta a los jóvenes o a las generaciones futuras.
En primer lugar, la educación en todos los niveles, desde los primeros años de vida
hasta la universidad. Una educación de calidad que sea accesible para todos los niveles
socioeconómicos, con la necesidad de inversiones públicas adecuadas. En segundo
lugar, la accesibilidad a un trabajo bien remunerado, donde jóvenes de las clases más
desfavorecidas por necesidad acceden a trabajos mal remunerados o precarios. La
inclusión laboral de jóvenes mediate servicios de orientación, formación profesional u
otras medidas facilitadoras. Por último, la seguridad económica para aquellos que tienen
o tuvieron un entorno socioeconómico menos favorecido.

Por ejemplo, se puede decir que en muchos países el impacto sobre el desempleo fue
muy grande, ya que muchos jóvenes perdieron su trabajo o conseguir uno era cada vez
más dificultoso. Un tema muy similar pasa com las mujeres que no solo se ve
enfrentado a obstáculos que enfrentan día a día, sino que ahora se enfrenta a problemas
que la pandemia ha agravado. 
Asimismo, la calidad de los empleos se vio afectada por la existencia de una menor
experiencia laboral; además: de un deterioro en la reinserción laboral. La tasa de
desempleo no solo aumento para los jóvenes, sino para también las mujeres que en su
mayoría se vieron afectas porque tuvieron que quedarse en casa a realizar tareas del
hogar o el cuidado de los hijos. Por otro lado, la existencia de un aumento en la tasa de
informalidad producto de la baja experiencia laboral, las pocas posibilidades a un
trabajo de calidad y otros factores están comprometiendo la calidad de trabajo a futuras
generaciones.

De esta manera se puede dar sentido a las palabras “equidad” para que exista una
igualdad de oportunidades para todos, “sostenibilidad” para garantizar un equilibrio a
nuevas generaciones y la “resiliencia” para poder afrontar y superar ciertas
circunstancias. Además, de poder trazar nuevos horizontes para generaciones futuras. 

Covid-19 y desigualdad: ¿Se agrandarán las brechas sociales en América

Latina y el Caribe? (22 de diciembre de 2021). CAF.

https://www.caf.com/es/conocimiento/visiones/2021/12/covid19-y-

desigualdad-se-agrandaran-las-brechas-sociales-en-america-latina-y-el-

caribe/
retroceder y ampliar las alianzas dinamizadoras

La pandemia de la COVID-19 ha generado desigualdades de género en la lucha contra


la pobreza, las violencias y las desigualdades. Se sabe que más de la mitad de la
población son mujeres y que estas han sido afectadas por las desigualdades, se piensa
que las niñas y mujeres son una minoría vulnerable. Los derechos a las mujeres o la
igualdad de derechos en las mujeres en muchas naciones es la “llave” para abrir camino
a otro tipo de condiciones de vida, cambiar la democracia y ser más inclusivos. 

En América Latina se han logrado grandes avances en la lucha contra la violencia de


género y los feminicidios. A comparación con años anteriores se ha logrado
significativamente reducir los niveles de pobreza; además, se ha podido elevar el nivel
educativo y se iniciaron cambios hacia el desarrollo sexual y reproductivo. A diferencia
de épocas pasadas, actualmente, grupos sociales como los feministas exigen a la
sociedad civil democracia y hacen frente a las desigualdades.

Por otro lado, la pandemia de la COVID-19 ha agudizado todas las dificultades ya


existentes y generado un enorme retroceso y casi todos los campos, pero en especial em
el campo socioeconómico. Es más, se podría decir que el impacto presentado seria el
más grande de la década. Se hablaría de treinta años de retroceso. 

Se registraron cuatro tipos de impactos negativos durante el confinamiento:


1. El aumento brusco en las violencias de género en especial en las parejas y las
familias. 
2. El retorno masivo de las mujeres a las tareas del hogar.
3. El aumento de las desigualdades laborales
4. La convivencia de las víctimas de agresión con sus agresores por el
confinamiento.
Las denuncias digitales, las muevas formas de refugio, compartir las tareas del hogar, el
uso de las tecnologías como un medio informativo y las nuevas redes humanas servirán
para generaciones futuras como nuevos recursos para afrontar todos los problemas que
se esta generando en diversas partes del mundo. Construir redes globales, sociedades
más resilientes que sean mas participativos en el área político, social, educativo y
económico.

Por su parte, se espera que autoridades reconozcan la importancia de la igualdad de


derechos entre hombres y mujeres, los niveles de violencias de genero reduzcan, el
acceso a servicios de asistencia aumente y disminuyan los niveles de desigualdades
laborales para poder crear mejores oportunidades a generaciones futuras.

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