Síntesis - Teoría de las Religiones. Xavier Pikaza.

Por Humberto Aguilar

Hay en el Hombre elementos que le definen o lo diferencian del resto de las

demás criaturas: trabajo, pensamiento, lenguaje, consciencia de la propia muerte.
Este último punto da paso a reconocer el elemento religioso, lo religioso es la
capacidad del “amor gratuito” o por otro lado tiene que ve con la “violencia” y la
“superación” de la violencia; se puede entender también, tomando en cuenta el
pensamiento de Freud, como “una ley para no matar y para respetar la mujer del
otro”. La visión anterior tiene que ver con una concepción paterna de la religión,
estamos bajo la tutela de un Padre, estricto que legisla, en contraposición a esta
se presenta la religión como una experiencia materna, estamos refugiados en los
brazos de una gran madre, la madre tierra o la madre realidad.

Se hace entonces la confrontación entre la cultura y la religión; pudiendo ver a la

religión como la matriz de la cultura, o también podemos concluir que cultura y
religión son lo mismo, donde la religión es simplemente la ética, los diversos
elementos de una cultura elevada, pudiendo con facilidad en la actualidad
desechar esos elementos y quedarnos con los hechos concretos de la cultura
despojándolos de cualquier ámbito religioso. Según Comte el mundo se a
desarrollado en función de tres etapas: Mítico-religiosa, Filosófico-racional y la
positivo-científica; siendo esta última la que impera actualmente, abandonando las
dos anteriores como etapas superadas.

No podemos conciliar un esquema único de las conductas humanas, tenemos un

esquema ético y por otro lado un esquema religioso, los cuales no se comunican
entre sí. Xabier Zubiri dijo que la religión hay que verla desde la “raíz”, esa raíz es
de donde venimos, estamos arraigados en ella, no somos como piedras
abandonadas, como lo postulaba M. Heidegger. Una de las pruebas de la
existencia de Dios es como a lo largo de los siglos la humanidad continúa
avanzando, a pesar de tener la capacidad de acabar con nuestra existencia en
cualquier momento. Tenemos una Misión, una vocación que nos viene
externamente; llevamos dentro lo sagrado, vivimos sumergidos en lo divino. Al
final el hombre no lo define el origen, sino la “meta”.

Así la religión es tradición y esta es la única fuerza real de vinculación humana y

cohesión social que ha existido. El esfuerzo por acabar con ella podría significar la
erradicación de la humanidad misma. Podemos definir la religión de forma
romántica, la religión es sentimiento, que nos lleva a encontrar la dulzura y belleza
de la vida. Es posible alcanzar un mundo en que los hombres dialoguen y bajen
las armas y podamos vivir en un mundo pacífico y en armonía. Ante esto Hegel se
pronuncia diciendo que la religión es experiencia de creatividad y esfuerzo
dialectico: tesis, antítesis, síntesis.

Es impactante la sentencia de Max Weber “este mundo tal como está no tiene
salida, hasta ahora las religiones han mantenido al mundo con cierto sentido
individual y social, ahora el mundo tal como está saliendo (Norteamérica y Rusia)
es una caja de hierro en donde nos van a meter a todos, en manos del capital o
de una planificación estatal, a no ser que salgan nuevos profetas”. Esta expresión
de Weber es aplicable a la actualidad, estamos sujetos cada vez más bajo el yugo
de la política exterior, ya la identidad de una nación esta diluida entre el mar de
cosas que nos ofrece el materialismo de hoy, no son solo las modas, sino las
ideologías, formas de pensamiento, movimientos organizados, etc. cuyos fines
particulares quieren que sean universales, esa es la caja de hierro de hoy.
Considero, igual que Weber, que aun no se asoma ningún nuevo profeta, aunque
el catolicismo continúa siendo hoy por hoy una voz influyente en el mundo
entero, y la mayoría de las veces es el que toma la iniciativa de promover cambios
en la sociedad, pero no son “cambios” como los que la caja de hierro pretende, se
continúa viendo a la Iglesia Católica como la gran enemiga del progreso. Otra
candidata para el “museo de las religiones”.

¿Puede la religión superar la imagen de dominio político que resalto en la historia

de la humanidad? Personalmente, considero válido el reproche que se hace a la
Iglesia católica en particular sobre este aspecto, aunque lo comparte con algunas
otras religiones que también se valieron del hecho religioso para someter al
pueblo. Sin embargo, es evidente también que hubo contextos precisos que
denotan estas etapas de la historia donde el poder político estaba casado con el
poder eclesial, siendo este último incluso mayor por su condición religiosa. Por tal
motivo en cuanto a cuestiones humanas los reyes se servían de la religión para su
beneficio, más la religión en cuanto experiencia interior, nunca se a servido del
poder humano, y si hay quienes lo han hecho, evidentemente no es por cuestiones
religiosas, es decir, el contenido de la religión en cuanto revelada va mucho más
allá del poder humano, aunque estos ostenten la garantía de dicho poder en la
tierra para gobernar. En efecto, este no es un tema sencillo de abordar, aunque
por lo general lo que motiva su abordaje es el deseo exacerbado de acabar con la
religión a través del desprestigio, apuntando a momentos oscuros de su historia.