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INFORME DE LECTURA TEOLOGÍA Y CULTURA

FREDDY ARMANDO BARRIOS PADILLA

VIII TEOLÓGIA UNIREFORMADA

Referencia bibliográfica completa del texto

Gibellini Rosino. (1994). La Teología del siglo XX Santander: Editorial SAL TERRAE

1. En la línea divisoria

Transformándose en uno de los principales exponentes del socialismo religioso fue uno
de los que propuso que hay igualdad entre cristianismo y socialismo, no sólo como
contextos de reflexión comparado entre significados, sino tambien como un carácter o una
verdad creadora, una profundización en la enormidad de espacios por definir.

Puntualiza que la historia de la revelación, cuyo centro es Cristo –comienza por una
migración o un primer cambio y traslado.

Esta migración es una línea divisoria, cultural y espiritual: lo que no significa sólo estar
entre dos continentes, sino que a la vez, es estar entre dos mundos y estar entre dos tiempos.
Estar en medio de la tensión y estar en medio del movimiento. En este estado se hace
crucial no cerrarse a un solo partido sino permanecer en el diálogo para adquirir
conocimiento.

2. Entre religión y cultura

El teólogo Paul Tillich, sabe que la discordia siempre ha estado entre la religión y la
cultura secular, y que durante los últimos 200 años la teología a estado siendo enfrentada,
pero al final debe mantenerse en la pelea ya que ella es el principio y fin de todo, porque la
anima el espíritu. De esto nacen las tareas de a) definir el concepto de religión y b) mostrar
la interdependencia entre religión y cultura.
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La dimensión de la profundidad

Todos los filósofos coinciden que la religión es una parte importante en la


espiritualidad del hombre, pero delimitan que dicha revelación depende solo de la relación
entre la deidad y dicho hombre.

Para la filosofía moderna la religión es una parte transitoria de la espiritualidad del


hombre, es decir que la espiritualidad siempre ha estado y la religión es la casa donde
quiero depositar esa espiritualidad que ya tengo por naturaleza.

Sumado a lo anterior podemos encontrar que la religión se presenta como la


colectividad moral y común de parámetros y éticas sociales transformando esta colectividad
en conocimiento, la religión es la sustancia, el fundamento y la profundidad de la vida
espiritual del hombre.

Ser religiosos significa interrogarse apasionadamente sobre el sentido de nuestra


vida y estar abiertos a las respuestas, aunque éstas nos zarandeen profundamente. Tan
profunda es la religión que hace de los símbolos unos entes de exigencia incondicionada,
como por ejemplo el mandamiento: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda
tu alma y con toda tu mente. Alli no hay condición allí hay totalidad.

La religión tiene un interés subjetivo y un interés objetivo, subjetivo porque es


personalizado según los estándares y necesidades íntimos de cada persona y objetivo
porque busca trascender ese vacío del corazón de todas las personas conscientes que le hace
falta algo para llenar el corazón humano.

Paul Tillich también nos dice que en la religión hay signos y símbolos y se hace una
distinción entre ellos: el símbolo es la parte material o estética qué representa un
sentimiento como la bandera a l nacionalidad, mientras que el signo es una acción qué está
colectivamente asociada a un símbolo, Como por ejemplo las luces de los semáforos las
cuales son un símbolo y las acciones que determinamos frente al semáforo son los signos
de nuestra realidad.
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Por una cultura teónoma

Para Tillich la religión en cuanto interés último es la sustancia que-da-sentido a la cultura,


y la cultura es la totalidad de las formas a través de las cuales se expresa el interés básico de la
religión. Es decir que una persona ha podido quedar maravillada por la Capilla Sixtina sin embargo
esto es una expresión cultural que por muy debajo de ella ha sido movida por la religión.

La cultura por el hombre es autónoma ya que su experiencia la hace racional por la historia
vivida. La cultura también es heteronimia porque es incapaz el hombre a veces de racional
universalmente por lo que necesita una ley superior a él. La teonomía es la necesidad Insaciable del
hombre de encontrar ese sentido de la naturaleza el cual le dice en su instinto que necesita de un
Dios como fundamento espiritual.

Paul Tillich: «Teología sistemática» (1951-1963)

La teología sistemática no pretende tener un resumen directamente relacionado con ella


misma, pues todas las preguntas reales de la teología trascienden más allá de un género literario. Lo
que en realidad pretende es ayudar a dar respuestas a una serie de problemas que aquejan a la
humanidad con circunstancias especiales requieren una respuesta.

La reflexión teológica sistemática, se desarrolla entre dos extremos, el mensaje cristiano y


la interpretación de esta verdad, considerando la situación en la que se encuentra el destinatario del
mensaje. La situación del destinatario es su condición psicológica o sociológica, pero su ciencia y
sus formas artísticas, economía, expresar su política y ética [individual y grupal] le dan explicación
de su existencia.

La teología kerygmática no se comporta como una respuesta a la resolución del problema


específico, pero enfatiza la separación con el contraste de la situación, mientras que la teología
apologética intenta sintetizar, utilizando métodos de correlación como herramientas de reporte de
información a la situación.

La razón salvada

Es común escuchar que la revelación destruye la razón, pero la razón en cambio sí plantea
la cuestión de la revelación. La razón no se opone a la revelación, sino que la cuestiona porque
implica la reintegración de la razón.
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La inteligencia humana es limitada. Kant es ciertamente un testigo de las limitaciones de la


razón. Mientras que Tillich es capaz de abordar la cuestión planteada por la filosofía crítica de Kant,
que concluye que la razón humana no es accesible a la existencia misma, la teoría de Kant es que la
razón es proporcional a finitud humana.

La razón es limitada e incierta: si se vuelve autónoma, pierde profundidad; si se vuelve


heterónoma, pierde su capacidad crítica: "La revelación supera el conflicto entre autonomía y
heteronomía, restaura la unidad esencial de las dos"

La potencia del ser

La segunda parte de la teología sistemática desarrolla la conexión entre la existencia y Dios.


El hombre cuestiona la existencia y ve la finitud como una amenaza a la inexistencia. El dolor
ontológico es la conciencia de la finitud. “La finalidad es la posibilidad de perder la propia
estructura ontológica y, por tanto, el propio yo. Ser limitado es estar en peligro. Dios es la respuesta
a la pregunta que surge de la finitud del hombre; es el nombre de lo que en última instancia interesa
al hombre. “Dios está 'en sí mismo.

El Nuevo Ser

La tercera parte de la teología sistemática desarrolla la conexión entre la naturaleza y


Cristo. Tillich argumenta que la sustancia cristológica tradicional debe ser preservada, pero al
mismo tiempo expresada de una manera nueva, siguiendo métodos relevantes que van más allá de
los métodos neo-ortodoxos, repitiendo la fórmula calcedonia en la cristología, etc. También existe
la libertad de abandonar los dogmas. Enfoque doctrinal porque helenizaría el mensaje cristiano
original. En la realidad histórica, el hombre se encuentra en un estado de alienación de la base de su
existencia, de su propia existencia y de otras existencias, debe ser clasificado como un pecado, la
condición humana es enajenación, y la enajenación es pecada.

El cristianismo ofrece el símbolo religioso "Cristo" como medio de redención. El nombre


cristiano del contenido dogmático sintético que, según la ley de asociación, es la respuesta decisiva
a la cuestión de la existencia del hombre enajenado, es la "nueva criatura".

Vida realizada

Todos los seres vivos buscan realizar total y finalmente su potencial; pero sólo como
portador del espíritu puede uno ser consciente, y sólo con el don del espíritu puede el hombre
realizarse plenamente, incluso en partes, Alcanzar antes del tiempo. La Iglesia es una "comunidad
espiritual", una comunidad inspirada por el Espíritu Santo. En él viene la experiencia del
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"renacimiento", es decir, la participación en una nueva existencia; Situado en el importante proceso


de transformación real: “Cada miembro de la Iglesia no es una figura religiosa, sino un
representante bienvenido de la nueva realidad, como un nuevo ser de personalidad”

El sentido de la historia

Nos podríamos preguntar ¿cuál es el sentido de la historia? Aparte de las reacciones negativas
que son irrelevantes para la historia misma, como es el caso de las religiones orientales que se
refugian en el extremo, y las profanas reacciones positivas que destacan la historia en el curso
interminable de la historia. La importancia de la individuación, o en una comunidad interna
histórica sin clases: el cristianismo ofrece un símbolo religioso del reino de los cielos, que tiene una
dimensión tanto histórica como intrahistórica.

3. Cristo y la cultura

En Christ and Culture (1956), el teólogo estadounidense Richard Niebuhr identificó cinco tipos
básicos que expresan la relación entre cristianismo y cultura de diferentes maneras: una relación que
surge de la historia cristiana:

• a) La primera se expresa en la fórmula "Cristo contra la cultura", expresando la oposición


radical y airada entre naturaleza y gracia: Tertuliano es un ejemplo típico de tal actitud;

• b) El segundo tipo es opuesto al primero y se manifiesta como un "Cristo cultural" porque


tiende a combinar valores cristianos y culturales: los gnósticos cristianos Abelardo y
Albrecht Ritschl pertenecen a esta línea, que creó la corriente protestantismo libre con
quien empieza.

c) El tercer tipo busca una síntesis entre la radicalidad del primer tipo y la armonía del
segundo tipo, ofreciendo "Cristo sobre la cultura", perfeccionando los axiomas de la
naturaleza según la gracia: en esta tipología;

• d) Otro tipo es la paradoja de la dualidad, expresada en la fórmula "Paradoja de Cristo y la


cultura", según la cual no es posible una síntesis entre Cristo y la cultura, porque forma el
reino del pecado y la corrupción, sino la condenación de Dios. . Recae sobre la cultura, la
autoridad divina nos manda a participar: esta sería la posición de Lutero y su enseñanza
sobre los dos reinos;
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e) El último tipo se expresa en la fórmula "Cristo es un cambiador de cultura", enfatizando


la discontinuidad de la cultura y la gracia y la posibilidad de que esta última recupere la
primera cambiando y transformando la obra humana: S. Agustín entrará. Un género que
combina el pesimismo sobre el trabajo humano con el optimismo que viene de la gracia.
Según el teólogo católico Carl Armbruster, la síntesis de Tillich no se encuadra en ninguno
de los cinco tipos propuestos y analizados por Richard Niebuhr, aunque se relaciona con el
tercero. Hay similitudes entre los dos tipos, ya que el último fomenta una síntesis entre el
cristianismo y la cultura, que el quinto tipo, con su aguda conciencia de la ambigüedad
cultural, debe sanar y superar.

Idea principal del texto

El teólogo germano-americano Paul Tillich publicaba un libro singular, Teología de


la cultura, que expresa a un tiempo la caracterización más apropiada de su modo de hacer
teología y una perspectiva original en el contexto de la teología contemporánea.

Ideas secundarias

Dios es «el ser en sí». Tillich recupera, en primera instancia, esta afirmación de la
teología medieval y, en sustancia, los principales atributos de los tratados teológicos,
utilizando la analogía entis, no como vía metafísica, sino sólo como método para hablar de
Dios.

El hombre es la pregunta, no la respuesta: el hombre puede darse respuestas, pero


éstas no serían una experiencia-de-revelación. Las respuestas teológicas hay que buscarlas
en los hechos reveladores y deben ser formuladas como respuestas en relación a las
preguntas existenciales.

Comentario crítico
El texto es muy bueno y académico para poder comprender los puntos de vista del
teólogo.
Paul Tillich nos pone de manifiesto que la cultura y la teología siempre van de la
mano y son difíciles de separar, la cultura está ligada a las circunstancias históricas donde
se ha desarrollado el hombre, mientras que la teología y la religión son parte inherente del
existencialismo del ser humano, es decir que el hombre en su más profundo instinto siente
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la necesidad de ser llenado espiritualmente y acude a la religión para dialogar con ese
instinto muy íntimo.
Por otro lado, podemos ver que la cultura se comporta como una herramienta
estética de la expresión de esa religión, no importando el contexto geográfico o tradicional
de la sociedad, lo importante es que cada comunidad busca la forma de representarse a sí
mismo y representar a Dios en medio de sus formas de artes.

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