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Les invitamos a ver el siguiente video para reflexionar sobre algunas de las cuestiones en las que intentaremos
profundizar: https://www.youtube.com/watch?v=GCwxOPpM8Xw En esta escena del film Corazón Valiente
(1995) podemos observar cómo un conjunto de personas acuerdan tácitamente (de manera implícita)
comportarse -luchar- en función de un ideal común -la libertad-, pese a las condiciones externas desfavorables
de las que son conscientes -ejército del enemigo más numeroso-.
Sin conversar entre ellos acuerdan arriesgar su vida en pos de ese “objetivo” que parece estar encarnado en
William Wallace.
¿Qué los lleva a asumir este riesgo por algo que desde la lógica parecería ser inviable? ¿Qué mecanismos
psíquicos intervienen para este fin? ¿Qué características tienen? Una vez constituidos estos mecanismos, ¿se
mantienen de la misma manera? Como mencionamos al comienzo de este escrito, tomaremos los conceptos que
Freud formula en su escrito de 1921 “Psicología de las Masas y Análisis del yo”.
En este texto realiza un estado del arte sobre el estudio de los fenómenos de masa, desde Le Bon a McDougall,
recogiendo las explicaciones y fundamentos que utilizan los dos autores para caracterizar a las masas
(agrupamientos).
La propuesta de Freud será la de aportar la conceptualización de los mecanismos inconscientes que intervienen
en su formación.
Discute con ambos autores criticando la hipótesis de que los individuos están unidos por la sugestionabilidad
recíproca y el contagio.
Antes de avanzar con la hipótesis de Freud, retomaremos algunos conceptos psicoanalíticos que seguramente
han trabajado a lo largo de la carrera, pero que es importante revisar para poder construir cimientos sólidos para
trabajar el nivel latente en las organizaciones.
Ellos nos ayudarán a comprender de mejor manera los desarrollos presentes en Psicología de las Masas y
Análisis del yo.
Libido: energía en tanto substrato de las transformaciones de la pulsión sexual.
Freud la definía ante todo como una magnitud cuantitativa.
El lazo libidinal es el vínculo de amor, tierno o sensual, que se establece con un objeto a partir de ser investido
por esta energía.
Pulsión: empuje, tensión que tiene su fuente en zonas corporales excitables e impone una exigencia de trabajo
psíquico.
Es por esto que se la define como un concepto limítrofe entre lo somático y lo psíquico.
A partir de la reconceptualización que Freud hace en Más allá del principio de placer, el dualismo pulsional
queda definido por la oposición entre pulsiones de vida y pulsión de muerte.
Ideal del yo: instancia psíquica, diferenciada del yo, postulada en la segunda teoría del aparato psíquico
formulada por Freud.
En ella convergen las identificaciones con los padres, con sus sustitutos y con los ideales colectivos.
Constituye un modelo al que el sujeto intenta adecuarse.
En Psicología de las Masas y análisis del yo le da centralidad a esta instancia y a su papel en la constitución de
los grupos humanos.
Identificación: proceso psicológico mediante el cual un sujeto asimila un aspecto o una propiedad, un atributo
de otro y se transforma total o parcialmente sobre el modelo de este.
La personalidad se constituye por una serie de identificaciones.
Existen distintos tipos de identificaciones.
La identificación al otro tomado como modelo se corresponde con las identificaciones más tempranas del sujeto
que son resultado de haber tomado al otro como delo.
En este caso el sujeto incorpora un rasgo de otro que es alguien que ocupa el lugar de su ideal: el otro es lo que
uno querría ser.
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En el caso, por ejemplo, del TAP, todos los diálogos, situaciones, intercambios entre las personas serán material
que nos permitan este análisis, si bien no los estamos entrevistando, estamos registrando y analizando sus
dichos.
FANTASÍA E HISTORIA
Una vez que la estructura libidinal está constituida, dando lugar a la unidad de un grupo, ella comienza una
historia, es decir, una serie de transformaciones o atravesamientos por distintos momentos.
Esto es lo que Ricardo Malfé conceptualiza en Fantasía e Historia, retomando los planteos freudianos.
Propondrá que esa historia constituirá el objeto de interés de la Psicología Institucional Psicoanalítica.
¿Qué implica esto? Que la Psicología Institucional desde esta perspectiva buscará rastrear los momentos de esa
estructura investigando la historia libidinal del grupo a través del relato.
Lo que debe ser interpretado o reconstruido por el psicólogo institucional es la FANTASÍA, que tiene forma de
argumento.
Los deseos expresados en fantasías son el argumento de la estructura libidinal.
Malfé va a plantear que las vicisitudes de la estructura libidinal se pueden plasmar en distintos momentos
lógicos.
Es decir, estos momentos no necesariamente suceden uno al otro, sino que pueden ser resultado de distintos
procesos yuxtapuestos.
Estas transformaciones se darán de acuerdo a cómo sea la afirmación del ideal en cada momento.
Podemos decir que cuando la estructura libidinal se conforma es el momento de Con-versión, del ideal común,
de la convergencia libidinal en el líder o idea.
Hay una versión libidinal común, por ejemplo, en la escena de Corazón Valiente, será bajo el ideal de libertad.
Previo a la conformación de la estructura libidinal podemos suponer un momento mítico, momento de A-
versión, donde no existe grupalidad, no hay ideal común ni lazos libidinales que conformen un colectivo
cohesionado.
Como es mítico no podemos teorizar su existencia, ni rastrearlo, solo podemos suponer que existió.
Como mencionábamos, una vez instaurada la estructura comienza una historia compartida, pero el ideal puede
no tener la misma afirmación en un determinado momento.
Será cuando comiencen a circular otras versiones libidinales, diferentes a la oficial, a la que mantiene unido a
ese grupo.
Es el momento de la Sub-versión.
Hay un cuestionamiento del ideal que produce angustia colectiva -angustia señal-.
No tenemos que pensar este momento como negativo necesariamente, sino como el modo de que se produzcan
cambios en un colectivo, que se consagrarán a nivel formal.
Como salidas a la sub-versión, Malfé plantea que una de ellas puede ser la alianza fraterna, donde priman los
lazos de amor y se reconvierte el ideal en nuevas figuras unificadoras -nuevos pactos de unión-.
Otra posibilidad es la guerra fratricida: lucha de todos contra todos, peligro de disolución del agrupamiento y
vuelta a la a-versión.
La reconstrucción de las vicisitudes de la estructura es lo que Malfé propone que la Psicología Institucional
buscará rastrear a través de la escucha analítica en la organización.
Por este motivo plantea que “la práctica de la psicología institucional psicoanalítica consiste en una
intervención esencialmente discursiva” en ámbitos psicosociales de la vida cotidiana.
Se trata de reconstruir esas fantasías inconscientes que se asocian a los vínculos libidinales que cohesionan al
colectivo.
Esas fantasías son soportadas por el discurso, por los relatos, por representaciones que quedan plasmadas en el
devenir discursivo.
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