Está en la página 1de 1

Como es posible que en un vida rebalsada de buenos momentos sigamos sintiendo que hay

algo que nos queda por hacer. Una angustia que nos apreta el corazón. ¿Es que la vida nos
queda grande? ¿O es que el tiempo se nos deshace en las manos y nos parece que esta vida es
un tramo muy pequeño.

Es que estamos destinados a rendirle cuentas al tiempo por lo que el tiempo dure. Caducamos.
Y aunque no sabemos la fecha ni la hora; sabemos que no somos para siempre.

Entonces. O aprovechamos el tiempo al máximo, o hay cosas que no merece el


tiempo perder. Somos unos déspotas del tiempo o lo tratamos con cariño como
algo que se quiebra facilmente.

No estamos hechos para perder. Y es que la vida nos pone en guerra con la versión más
competitiva de nosotros mismos.

Ganamos. Perdemos, y volvemos a ganar. Nos rendimos, nos herimos, perdemos


todo; pero siempre volvemos a amar.

También podría gustarte