Es difícil concentrarse en un tema dentro de tantas ideas, transmitirlo en la mejor combinación

de palabras también representa un reto, tomando en cuenta que el lector de tus letras te
regalará algo tan valioso que nunca recuperará: “el tiempo”, de allí el compromiso de hacer
que mis letras escritas valgan ese precioso tiempo que me regala el lector.

Empezar de nuevo.

Cada experiencia es una oportunidad única, sea cual sea, las infinitas posibilidades que
condicionan una situación nunca permitirá que un evento de nuestra vida se repita. ¿Qué
hacemos cuando algo que hemos logrado con nuestro esfuerzo y dedicación por algún motivo
nos da un resultado que no esperábamos (negativo) o lo perdemos? ¿Nos rendimos y lo
olvidamos? O ¿Empezamos de nuevo?

“Con cada evento ganamos o aprendemos, y nunca perdemos”.

Lo que nos da miedo y a la vez impotencia de tal situación es sentir que hemos perdido el
tiempo, que todo a nuestro alrededor avanza y nosotros dimos un paso atrás. Es un pesar tan
desalentador que nos quita las ganas de salir al mundo y creamos una coraza y una zona de
confort que nos aísla, en donde decidimos no volver a hacer nada para no salir heridos, esto
nos mantiene seguros y tranquilos, pero tal tranquilidad es relativa, seguramente nos
preocuparemos y nos arrepentiremos de no hacer nada por recuperar lo perdido, es decir, que
tal tranquilidad no es sinónimo de felicidad.

El rompimiento de una relación de pareja, de una relación familiar, de amistad, una carrera,
una competencia, un proyecto, el robo de algo material, en fin, son tantas situaciones a las que
como seres humanos y sociales estamos expuestos, que resulta inútil crear una coraza que nos
aísle de este mundo tan maravilloso en donde además de existir la posibilidad de que ocurran
cosas que no deseemos, también existe la posibilidad de que cosas que nos llenen y superen
nuestras expectativas sucedan.

Realmente no empezamos desde un cero absoluto, la experiencia obtenida representa esa

ganancia que nos permitirá tener un antecedente en el momento de tomar nuevas decisiones
ante una situación similar, “no cometeremos ese mismo error”. Además tenemos un punto de
comparación vivido que nos hace valorar más ese tiempo que invertimos en lograr lo que
queremos y en disfrutar más nuestro premio.

Lo principal es aprender a analizar lo que hicimos y lo que podemos cambiar ahora para
mejorar nuestra condición, teniendo presente que las cosas nos suceden porque queremos
que nos sucedan, porque prestamos atención en el fin y no en los medios, porque no
prestamos atención a esos pequeños detalles que hacen una gran diferencia.

Dedicarle un “te quiero”, “te amo”, “gracias” a ese ser querido, la advertencia de una situación
peligrosa por la que podríamos pasar, no dormirnos en un triunfo, ser agradecidos con quienes
nos ayudan, seguir nuestro instinto cuando nos pone alerta, son algunas de las muchas cosas
que deberíamos analizar antes de empezar. “Aunque no nos demos cuenta, el barbas nos dio
el poder para decidir qué cosas buenas nos sucedan”.

Cada día empezamos de nuevo, al ser conscientes de que despertamos y estamos vivos, que
tenemos una nueva oportunidad para caminar entre decisiones acertadas para nuestra
felicidad. Como expresé al principio cada experiencia es única, sea buena o mala, y representa
siempre un enriquecimiento a esta grandiosa y única travesía llamada vida. En particular
siempre elijo empezar tantas veces sea necesario pues es la única vida que tengo y la única
historia que estoy escribiendo.