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Paralelamente, los productores independientes (conocidos en un primer momento como poverty row = “el
callejón de la miseria”) se enzarzaron en continuas demandas contra el Trust.
Adolph Zukor, Cari Laemmle, William Fox y Marcus Loew compraron salas de cine, importaron películas,
rodaron y exhibieron cintas «ilegales» con tal agresividad que en 1912 tenían suficiente material para cubrir
las necesidades de las salas. William Fox resistió frente a la MPPC y consiguió la histórica sentencia del
Tribunal Supremo de 1915 por la que el Trust era declarado ilegal. Este ascenso de los independientes se
debe a los siguientes factores:
- Se dedican al largometraje (a diferencia de Edi son que se negaba a ello). En una apuesta que,
como se había visto con las producciones his tóricas italianas, era más rentable, ampliaba el
público a sectores más cultos y consagraba el cine como espectáculo de masas.
- Contratan y potencian a las estrellas cuando ven que el largometraje necesita de un protagonista
como soporte de la acción y que surge en el público una mitomanía importante y rentable (star
system). Se ponen carteles con las figuras de los protagonistas y se fidelizan las estrellas con
contratos férreos y sueldos altos.
- Al no tener asegurada la distribución, hacen películas cada vez más diferenciadas, que el público
aprecia por el tema o las estrellas, y que eran promocionadas cuidadosamente, pues había
acabado la época en que las películas se compraban por metros a una productora o distribuidora
que garantiza el suministro.
- Importan películas con facilidad, gracias a que en el cine silente no había problemas de doblaje,
sólo se necesita traducir los rótulos.
- Cambian el sistema de distribución y estrenan en teatros.
- Junto a la expansión en el mercado norteamericano, consiguen la hegemonía mundial con la crisis
de los productores europeos debida a los efectos de la Primera Guerra Mundial.
Tradicionalmente se ha dicho que el público de los orígenes del cine era popular, de clases trabajadoras.
Hoy debemos distinguir entre un sector de clase media y trabajadores cualificados que busca el
entretenimiento, y un público burgués que busca la experiencia estética o la dimensión moral y educativa.
Noel Burch defiende que el espectáculo cinematográfico de los orígenes se sitúa más en la tradición de la
cultura popular (del melodrama, el vodevil, el teatro de variedades, el circo y las ferias) propia del
proletariado y el pequeño arte sanado urbano, que en la emergente cultura de masas de la sociedad
industrial; por ello no es de extrañar la reticencia de las clases burguesas, que también se debía a la mezcla
de público que había en las salas. En España fue un espectáculo interclasista y heterogéneo, salvo en las
pequeñas ciudades, donde era frecuentado por la clase media.
Las primeras proyecciones en Europa se desarrollaban en diversos locales de entretenimiento (cafés,
salones, casinos, music-hall, cafés concierto, teatros, restaurantes, circos...), pero pronto se establecieron
dos circuitos: los cines ambulantes y las salas fijas. Los primeros (que tuvieron importancia hasta 1910)
eran barracas de feria, con proyecciones periódicas de unos días o unas semanas, que fueron expandiendo
el cine por ciudades pequeñas y pueblos. A veces eran barracas o pabellones de hasta 500 localidades, con
cierto lujo, construidos en madera, de estilo modernista, bien iluminados y con ventiladores, de lona
impermeable por fuera y cretona y rasos en el interior. El público popular de estos barracones era el mismo
de los teatrillos, espectáculos de figuras de cera, animales, etc., por lo que no eran extraños los explicadores
que ayudaran con los rótulos y que enriquecieran la acción visualizada.
Pero los pabellones de feria no podían fidelizar al público y en la segunda década del siglo las ciudades de
más de 25.000 habitantes tienen salas estables, ordinariamente ubicadas en los lugares de ocio. Al
principio, la exhibición de películas estaba acompañada de diversas actuaciones y de proyecciones de
fotografías en sesiones de tarde y noche y, a veces, matinales para niños. En el lustro 1905-1910 hay ya un
público habitual del cinematógrafo. En las primeras salas hubo incendios debido a la inflamabilidad de la
película de nitrato, lo que sirvió de coartada para cierres y censuras propiciadas por la mentalidad
reaccionaria que consideraba al cine como un medio de perversión de costumbres, en parte por la promis-
cuidad de la sala oscura.
A partir de 1905 aparecen los nickelodeon norteamericanos; eran salas ubicadas en suburbios y barrios
populares que costaban cinco centavos de dólar (un nickel) y eran frecuentadas por emigrantes y clases
trabajadoras, aunque también había en los centros de las ciudades y eran frecuentados por las clases
medias urbanas. Los primeros se abrieron en salas de ocio, en el Medio Oeste (Pittsburgh y Chicago), lejos
de los centros de producción, con un aforo de 200 a 500 localidades, en sesiones continuas, con pases de
una hora de duración y con programas que cambiaban hasta tres veces a la semana.
Los nickelodeon van configurando un público específico, distinto de otros espectáculos, muy interclasista y
heterogéneo, creando un verdadero espacio social de ocio propio de la incipiente sociedad de masas. El
público inicial en Estados Unidos estaba formado por clases medias, amantes de espectáculos sofisticados
y miembros de agrupaciones moralistas.
A partir de 1914 surgen los palacios, salas que roban espectadores a los nickelodeon debido a que ofrecen
un espectáculo total: el largometraje viene precedido por música en vivo, noticiarios y documentales, un
corto cómico y un número de variedades. Las nuevas salas, debidas a Samuel Rothapfel (Roxy) y a la cadena
Balaban & Katz Theater, posteriormente fusionada con Paramount, se caracterizan por:
- Ubicación en lugares bien comunicados. No necesariamente en el centro de las ciudades-y
accesibles para las nuevas clases medias.
- Edificios suntuosos. Iluminados con focos y con anuncios luminosos, con vistosos carteles en las
fachadas. Son construcciones de sabor clásico y art déco, con salones de columnas, cornucopias,
vidrieras, candelabros, espejos y toda una decoración que convirtiera el hecho de ir al cine en una
experiencia singular.
- Espacios cómodos. Con buena visibilidad, servicio de guardería, acomodadores amables, aire
acondicionado, etc.
- A la película había que añadir la orquesta en vivo y un minimusical, frecuentemente inspirado en
acontecimientos de actualidad. Trabajó en Hollywood de 1923 a 1930, época en la que sobresale
(The Wind, 1928), uno de los títulos esenciales de su fil mografía.
También hay que mencionar la figura de Greta Garbo (Greta Gustafson) (1905-1990) quien, tras
hacer cuatro películas en Suecia y Alemania, desarrolló una carrera breve e intensa en Estados
Unidos.
Procedente de una familia de granjeros de Kentucky, el padre de DAVID WARK GRIFFITH (1875- 1948) había
luchado en la guerra contra México y con los confederados en la guerra civil. Comienza a trabajar como
actor en compañías de teatro y a escribir algunas piezas, como su obra (1907), que no interesa, pero servirá
para su película (1924).
Conoce bien el melodrama teatral y el trabajo de las compañías itinerantes de actores estables que viajaban
con sus decorados y montaban obras con efectos sonoros y espectaculares. En las representaciones de
pantomimas, vodeviles o melodramas, se valían de:
- La iluminación para la continuidad narrativa.
- Usaban el flashback.
- Escenificaban acciones simultáneas.
- Buscaban la sorpresa del espectador mediante trucos, desapariciones y trampas.
- Empleaban procedimientos narrativos similares a los del cine emergente.
Entre 1908 y 1912 trabaja para la Biography, rueda casi quinientas películas donde se repite el esquema de
una familia burguesa en la que surge un desequilibrio debido a la amenaza de un peligro y acaba
restableciéndose el orden. En estas películas, la base narrativa radica en la tensión creada para la resolución
del problema. También filma adaptaciones novelísticas y teatrales. Como la Biograph estaba integrada en
la MPPC, las películas de Griffith tuvieron una distribución importante.
→ Entre las obras más destacables del período está (1908), donde cuenta la historia de un hombre
que naufraga y cuando, tiempo después, regresa a casa, encuentra que su esposa se ha casado
con otro. Griffith emplea el montaje paralelo para describir la situación de la pareja protagonista.
En (1909) usa el montaje alterno para crear tensión en la salvación en el último minuto. Las entradas y
salidas de campo de los personajes ya son las del cine clásico, emplea la profundidad de campo y la
iluminación naturalista y establece la causalidad entre los planos mediante el punto de vista.
El montaje de atracciones que confiere un valor dramático a situaciones dialécticas se aprecia en (1909).
En general, la complejidad y duración creciente de los relatos exige la formalización de lo que se llamará
cine clásico (MRI): montaje analítico, de direcciones de los planos en las miradas y movimientos de los
personajes, entradas y salidas de campo, carteles explicativos, fundidos en negro, uso de iris y máscaras,
movimientos de cámara, variedad de tamaño de los planos, etc.
La tendencia al largometraje de raíz literaria le enfrenta al presidente de la Biograph, J.J. Kennedy, y firma
un contrato con la Mutual Film Corporation. Tras filmar cuatro largometrajes, se embarca en una
producción independiente, con apoyo de Aitken, presidente de la Mutual: la adaptación de la novela de
Thomas Dixon, que cuenta la Guerra de Secesión a través de dos familias enfrentadas.
En el panorama de la reestructuración de la industria cinematográfica a raíz del ascenso de los
independientes, Griffith crea con Thomas Ince y Mack Sennett la Triangle Film Corporation en 1915, donde
cada uno se especializa en la producción de un tipo de películas:
- Ince en filmes de acción y westerns.
- Sennett en comedias.
- Griffith en melodramas y grandes espectáculos.
Herido por las acusaciones de racismo tras el estreno se pone en pie un gran fresco sobre la intolerancia
que plasma en cuatro historias paralelas:
- La caída de Babilonia a manos de Ciro.
- La pasión de Cristo.
- La matanza de los hugonotes el día de San Bartolomé.
- Un episodio contemporáneo sobre un joven despedido por hacer huelga.
Intolerance (1916) costó dos millones de dólares, pero fue un rotundo fracaso porque el público no seguía
la complejidad del relato ni le interesaba el tema de fondo.
Para intentar paliar la situación, hizo nuevos montajes y estrenó los episodios por separado. Sin embargo,
fue muy difundida en la Unión Soviética y apreciada por Eisenstein y Pudovkin. Además de grandes
decorados, destacan los efectos de iluminación, movimientos de cámara, fundidos e iris y los virados en
verde, azul, amarillo o sepia que añadían dramatismo en secuencias clave.
Fracasada la Triangle, como se ha dicho, Griffith funda la United Artists con los actores Charles Chaplin,
Douglas Fairbanks y Mary Pickford. Era una rebelión contra el monopolio de la distribución y la política de
lotes de las nuevas productoras. Pero no producía por sí misma. Griffith se dedica al melodrama y realiza
(Broken Blossoms, 1919), que destaca por la fotografía pictórica y los virados que emplea para expresar
talantes acordes con las secuencias y los espacios de la acción.
Esta película influyó en el kammerspielfilm alemán. Rueda:
- Way Down East, 1920. Con menos éxito de público y (1921), que se exhibe con sonido
sincronizado.
- Orphans of the Storm, 1921. También resulta espectacular en los decorados, las secuencias de
masas, los virados y la música.
- 1930. Es su primer filme sonoro.
En 1935 los bienes de Griffith fueron subastados y sólo él pujó por los derechos de sus películas. De este
cine, bastante homogéneo a lo largo de su carrera, habría que destacar los siguientes aspectos:
- Como productor y distribuidor fue un fracaso y desde no consigue adaptarse a la dinámica
empresarial.
- Él mismo reconoce que su mayor influencia está en la literatura victoriana (Dickens y la novela
naturalista de Balzac, Zola o Tolstoi), de la que proceden elementos como el énfasis visual de la
violencia, la ruptura del movimiento, el espacio tridimensional, la imagen congelada o los planos
generales de situación.
- En Griffith contrastan las innovaciones del lenguaje fílmico “con una mentalidad tan de
cimonónica, plagada de tópicos Victorianos, sentimentalismo folletinesco y maniqueos pre juicios
racistas” (Sánchez Vidal).
- En la etapa de la Biograph el sistema de producción de Griffith resulta novedoso: trabaja en
equipo, ensaya con los actores en grupo, busca una interpretación naturalista y es meticuloso en
todos los detalles del proceso de producción. Recurre a los mismos actores (Mary Pickford, Lillian
Gish, etc.) y al mismo equipo técnico.
- Se basa en proporcionar al espectador el goce de la contemplación a través de una puesta en
escena realista y, al mismo tiempo, espectacular.
Por lo que respecta al nivel pro fílmico y compositivo, podemos señalar que el sistema de
representación griffithiano (SRG) está construido para el disfrute y goce escópico del espectador,
mediante una puesta en escena realista (y que nos acerca al horizonte del cine clásico).
Esta representación realista (rastreable en la tridimensionalidad de los decorados, la
caracterización física de los personajes, las técnicas de iluminación que favorecen la legibilidad del
espacio, la composición centrada del plano, etc.) convive, sin embargo, con una concepción
espectacular de la puesta en escena, reforzada por una iluminación marcada, una no poco
frecuente composición dinámica descentrada y el empleo de los caché que parecen proclamar la
singularidad del plano-cuadro, lo paradigmático sobre el desarrollo lineal del relato.
- Como rasgos de la narrativa estructuralmente simple de Griffith destacan el montaje alternado,
la acumulación de contrastes dramáticos, el universo delimitado de relaciones y funciones
actanciales, el esquema causal, la hipercodificación de la clausura del relato, el compromiso moral
del narrador (que le alejan de la transparencia enunciativa) y el papel de la música como elemento
de integración narrativa.
Aunque en las estructuras espaciales y temporales de Griffith encontramos elementos que lo
aproximan al modelo del cine clásico, ello no se plasma siempre de una forma nítida. Así, en la
concepción del montaje se aprecia la naturalización del espacio de representación, pero con
discontinuidades.
Durante de la segunda década del siglo xx, los «independientes» se instalan en Hollywood y crean grandes
estudios con una producción estandarizada. Las razones por las que se prefiere la Costa Oeste a Nueva
York, que hasta entonces era el centro de las finanzas y de la industria cinematográfica, son:
- Mejores condiciones para el rodaje de las películas: paisajes variados, más horas de luz solar...
- Terrenos más baratos y menores impuestos.
- Menor peso de los sindicatos.
- Proximidad a la frontera mexicana para, eventualmente, huir de los matones de la MPPC.
Las películas largas de origen literario, como los retnakes del cine histórico italiano (Quo Vadis, Los últimos
días de Pompeya, Marco Antonio y Cleopatra) que dieron dinero al productor George Kleine en 1913,
permitieron adivinar que el negocio del cine estaba en el largometraje. Se requerían fuertes inversiones y
una promoción específica para cada película, de ahí que cobraran importancia la estrellas, además de que
el largometraje exige protagonistas netos.
Las historias para estas películas fueron tomadas, inicialmente, del teatro y de la literatura; ya existía la
tradición del playlet o versiones resumidas de obras literarias. Cuando se agotaron esos argumentos se
recurrió a periodistas y novelistas para escribir guiones originales basados en sucesos contemporáneos.
La lucha de los independientes contra el Trust y la mayor importancia de los protagonistas de los
largometrajes hacen que las estrellas vayan configurando el star system. Los estudios se crean sobre la base
de las estrellas, que son el principal capital, por encima de los directores. La interpretación va
distanciándose de los modelos teatrales a medida que el montaje, la escala y la puesta en escena
proporcionan significaciones que el encuadre autárquico era incapaz de dar. Fue capital la importancia
dada por Griffith al estilo naturalista, cuidando la gestualidad del rostro en los primeros planos. Los
productores promocionaron nuevas estrellas, cuyas vidas eran profusamente divulgadas por publicaciones,
que siempre interpretaban personajes estereotipados; en 1910 se pone el nombre de los actores en los
títulos de crédito y se descubre el potencial propagandístico de las estrellas, que eran quienes
promocionaban las películas. La influencia de las estrellas era tal que se debatió su ascendencia entre niños
y jóvenes, criticándose los estilos de vida y la «amoralidad» que divulgaban.
ERICH VON STROHEIM (1885-1957)
Nacido en el seno de una familia vienesa judía de comerciantes, tras desertar del Ejército, emigra a
Hollywood en 1914 y trabaja como figurante, actor y ayudante de dirección de Griffith y Alian Dwan entre
otros.
Crea su propia leyenda atribuyéndose un origen aristocrático y cambiando su nombre; megalómano,
inconformista, crítico hasta la crueldad, parece modelar el mundo a su antojo y esa misma ficción la traslada
a su obra cinematográfica. Ya en su primera película, Corazón olvidado (Blind Husband, 1919), muestra al
tipo vulgar y vanidoso que pasa por ser un militar honorable.
Convencido de la cualidad artística del cine, sigue la senda de Griffith en sus obras realistas, que muestran
todos los registros (desde el naturalismo al romanticismo), de cuidada puesta en escena, transidas de
símbolos, con personajes que se revelan a través de una duración que parece pura contemplación del
tiempo que transcurre.
Avaricia (Greed, 1923-1925), de ocho horas de duración, es su obra cumbre, pero también son notables La
viuda alegre (The Merry Widow, 1925), adaptación de la célebre opereta, La marcha nupcial (The Wedding
March, 1926) y La reina Kelly (Queen Kelly, 1928).
Los desencuentros con la industria (películas de varias horas que han de ser cortadas, rodajes que
sobrepasan el presupuesto, secuencias censuradas y prohibición de seguir rodando) explican su breve
carrera como director: una decena de filmes en otros tantos años, varios de los cuales rechaza por no estar
de acuerdo con el montaje final.
A principios de los treinta termina esa carrera y Stroheim se ve obligado a trabajar como actor,
principalmente en Francia; entre los papeles más importantes están el del comandante alemán que
encarna en La gran ilusión (La grande illusion, Jean Renoir, 1937) y cuando viene a hacer de sí mismo, un
viejo director de cine que ha abandonado su carrera y, por amor a una actriz, se ha convertido en su
humillado mayordomo, en El crepúsculo de los dioses (Sunset Bulevard, Billy Bilder, 1950).
LUBITSCH (1892-1947)
De origen judío, comienza en su Berlín natal como actor de teatro en la compañía de Max Reinhardt y en
1913, como actor de cine encarnando a un joven empleado en una tienda de telas. Al año siguiente accede
a la dirección con dramas, sátiras y comedias, pero pronto se especializa en películas de género histórico:
Carmen (1918), Madame du Barry (1919), Ana Bolena (Anna Boleyn, 1920) y La mujer del faraón (Das Weib
des Pharao, 1921), en su etapa alemana, y Rosita la cantante callejera (Rosita, 1923), La frivolidad de una
dama (Forbidden Paradise, 1924), El príncipe estudiante (The Student Prince, 1927) y El patriota (The
Patriot, 1928) en la etapa americana. Ésta comienza cuando Mary Pickford le encarga dirigir Rosita la
cantante callejera; se caracteriza por el cultivo de un género muy específico, la comedia sofisticada, al que
Lubitsch contribuye como nadie a dotar de matices de ironía y crítica social y que hacen del director berlinés
uno de los maestros absolutos de la comedia de siempre, como ya se ha indicado anteriormente.
En esas comedias la trama suele ser casi una coartada para mostrar a tipos de la aristocracia y la alta
burguesía que se comportan públicamente según los códigos establecidos, pero cuyas motivaciones El
ángel azul reales suelen ser más prosaicas (el disfrute sexual y la voluntad de poder); las mujeres son astutas
seductoras, que hacen de la belleza y del encanto personal sus armas para conquistar a los hombres.
Todo ello en ambientes de lujo e hipocresía, que Lubitsch retrata con distancia irónica, dejando entrever
(más que revelando de forma manifiesta) el fondo amargo del asunto. Su estilo se basa en la elipsis y la
alusión de efecto cómico el famoso «toque Lubitsch», (una auténtica categoría estética) que permite al
espectador imaginarse situaciones omitidas en la pantalla o entrever el pensamiento de los personajes y
conseguir, de ese modo, mayor comicidad que si se optara por un discurso directo. En palabras de su
aventajado alumno Billy Wilder:
«El “toque Lubitsch” consistía simplemente en una manera muy concreta de elegancia mental: en la forma original
que tenía de abordar una escena, un momento o un giro de diálogo. Creo que su secreto consistía en que hacía
participar al público, proporcionándole ciertas claves y afinadas sugerencias que le convertían en cómplice suyo...
Dicho en otras palabras, no decía nunca que dos y dos son cuatro, sino que se limitaba a formular uno más tres y
dejaba que el público sumase por sí mismo, lo que le proporcionaba un gran placer».
De las cinco comedias de Lubitsch para la Warner (1924-1926) se ha escrito:
«Son comedias de costumbres. Cuentan historias con tres, cuatro, cinco [personas relacionadas sentimentalmente], en
las que las parejas son puestas a prueba de manera casi geométrica, por error, por engaño, por seducción o por
simulación de seducción. Plenamente, consciente de la censura (...) Lubitsch pone a punto una técnica irónica y da
unos toques de alusión, de litotes, de comentario indirecto. De esta manera las historias, generalmente dominadas
por las mujeres, con su sensibilidad erótica, son muy sinópticas. Funcionan como comedias de bulevar transfiguradas
por el arte de los actores y por los medios fílmicos (cámara, montaje). Los carteles son utilizados con economía: Los
peligros del flirt tiene 54, Mujer, guarda tu corazón, 42 solamente, mientras que los filmes de entonces, de media
teman al menos 100» (Hans Helmut Prinzle).
A comienzos del sonoro realiza operetas musicales, muy del gusto del público norteamericano, donde se
muestra una Europa frívola y hedonista, como El desfde del amor (The Love Parade, 1929), La viuda alegre
(The Merry Widow, 1934) y Monte Cario (1930).
La película inicial de esta etapa de madurez es la comedia sentimental Un ladrón en la alcoba (Trouble in
Paradise, 1932). En Ninotchka (1939) hace una crítica a la Rusia soviética a través del personaje de una
espía, interpretado por Greta Garbo en uno de los escasos papeles cómicos de su carrera (la publicidad
anunciaba el filme como aquel en que «Garbo ríe»). El bazar de las sorpresas (The Shop Around the Córner,
1940) está ambientada en Budapest. Quizá sea Ser o no ser (To Be or not To Be, 1942), una de las mejores
comedias de Lubitsch, al menos en la medida en que el humor y la parodia, lejos de ser gratuitos o estar al
margen de la realidad inmediata, son el fundamento para la crítica política, concretamente del nazismo.
También hay que citar Lo que piensan las mujeres (That Uncertain Feeling, 1941), El diablo dijo ¡no! (Heaven
Can Wait, 1943) y El pecado de Cluny Brown (Cluny Brown, 1946).
Se calcula que, desde 1815, unos 46 millones de personas emigraron a Estados Unidos.
La Europa convulsa del siglo XIX, con las guerras napoleónicas, las revoluciones fracasadas y la persecución
de las minorías étnicas, propició esa emigración. Entre 1900 y 1914 llegaron a Estados Unidos unos diez
millones de europeos.
Productores e industriales nacidos en Europa, de origen judío, son:
- Adolphe Zukor (Riese, Hungría, 1873), que llegó a Estados Unidos con 16 años y fue creador de la
Famous Player-Lasky y Paramount.
- Samuel Goldwyn (Goldfish) (Varsovia, 1879) emigró a los 19 años y fue productor independiente
de la MGM y de United Artists.
- William Fox (Tulchva, Hungría, 1879) llegó con 9 meses y creó la Fox, luego fusionada en
Twentieth-Century-Fox.
- Hermanos Warner. Los dos mayores nacieron en Polonia, mientras los dos menores lo hicieron en
Estados Unidos.
Entre los actores están:
- Max Linder (Francia, 1883), que trabajó en Estados Unidos entre 1916 y 1918.
- Charles Chaplin (Londres, 1889) que se forma en las compañías de variedades británicas y se
instala en Estados Unidos en 1913, aunque al final de su vida regresa a Europa.
Los principales directores de origen europeo son:
- Ernst Lubitsch (Alemania, 1892) llega a Estados Unidos a los 30 años, cuando ya era un director
consagrado.
- Erich von Stroheim (Eric Oswald Stroheim) (Viena, 1885) llega hacia 1907 y trabaja en Hollywood
en 1914.
- Maurice Tourneur (París, 1878) trabaja en Estados Unidos entre 1914 y 1926.
- Rex Ingram (Reginald Ingram Montgomery Hitchcock) (Dublín, 1892) trabajó en Hollywood desde
1915 hasta 1926, año en que se instaló en Niza.
- Fredrick W. Murnau (Alemania, 1888) trabajó allí los últimos cinco años de su vida, 1927- 1931.
- Joseph von Sternberg (Joñas Sternberg) (Viena, 1894) llegó con 7 años a Norteamérica.
- Victor Sjóstróm trabajó entre 1923 y 1930.
- Maurice Stiller estuvo tres años en Hollywood.
- Paul Fejos, húngaro que rodó varias obras entre 1923 y 1930.
Además de la aportación de personas, hay que señalar la exhibición de películas (sobre todo hasta la
Primera Guerra Mundial), entre las que destaca el catálogo de Pathé y de Méliés al principio y las películas
italianas del género kolossal en la segunda década. Éstas tuvieron una influencia decisiva en el largometraje
norteamericano de procedencia literaria y en la escenografía.