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Señor Juez
LABORAL DE PEQUEÑAS CAUSAS DE CÚCUTA
E.S.D.

REFERENCIA: Ordinario Laboral


DEMANDANTE: GUMERCINDO JERÉZ GÓMEZ y OTRO.
DEMANDADO: COLPENSIONES
RADICADO: 2015-0357-00
RADICADO ÚNICO: 54-001-31-05-003-2015-00340-00
Incrementos Pensionales

ROCIO BALLESTEROS PINZON, mayor de edad y vecina de esta ciudad, identificada


con la cédula de ciudadanía número 63.436.224 de Vélez, abogada en ejercicio, portadora
de la T. P. No. 107.904 C. S. J., en ejercicio del poder que me fuera conferido por
COLPENSIONES, según el artículo 1 del Decreto 4121 de 2011, es una Empresa
Industrial y Comercial del Estado, al de Empresa Industrial y Comercial del Estado
organizada como entidad financiera de carácter especial, vinculada al Ministerio de
Trabajo, para que ejerza las funciones señaladas en el presente decreto y en las
disposiciones legales vigentes, con la finalidad de otorgar los derechos y beneficios
establecidos por el sistema general de seguridad social consagrado en el artículo 48 de la
Constitución Política. Acudo ante su Despacho, para presentar la CONTESTACIÓN A LA
DEMANDA en los siguientes términos:

La presente contestación se adelanta, con la finalidad que se considere declarar la


Notificación por Conducta Concluyente de mi Defendida COLPENSIONES, teniendo en
cuenta que, a través de reiterados Incidentes de Nulidad, se han manifestado las
irregularidades sustanciales que afectan el Debido Proceso, en cuanto a la INDEBIDA
NOTIFICACION DE COLPENSIONES.

Considerando la nulidad que existe en el presente proceso y que fue promovida en su


oportunidad, respetuosamente solicito se declare la notificación por conducta concluyente y
se proceda por el trámite correspondiente, teniendo en cuenta los principios de economía y
celeridad procesal, que deben reinar en todos los procesos.

EN CUANTO A LOS HECHOS:

AL PRIMERO: NO ES CIERTO, Toda vez que lo expresado en este numeral,


contraviene lo estipulado en el artículo 25, numerales 6 y 7 del Código Procesal Laboral:

ARTICULO 25. FORMA Y REQUISITOS DE LA DEMANDA. <Artículo modificado por


el artículo 12 de la Ley 712 de 2001. El nuevo texto es el siguiente:> La demanda deberá
contener:

1. La designación del juez a quien se dirige.


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2. El nombre de las partes y el de su representante, si aquellas no comparecen o no pueden


comparecer por sí mismas.

3. El domicilio y la dirección de las partes, y si se ignora la del demandado o la de su


representante si fuere el caso, se indicará esta circunstancia bajo juramento que se
entenderá prestado con la presentación de la demanda.

4. El nombre, domicilio y dirección del apoderado judicial del demandante, si fuere el caso.

5. La indicación de la clase de proceso.

6. Lo que se pretenda, expresado con precisión y claridad. Las varias pretensiones se


formularán por separado.

7. Los hechos y omisiones que sirvan de fundamento a las pretensiones, clasificados y


enumerados.

8. Los fundamentos y razones de derecho.

9. La petición en forma individualizada y concreta de los medios de prueba, y

10. La cuantía, cuando su estimación sea necesaria para fijar la competencia.

AL SEGUNDO: NO ES CIERTO. Por cuanto para la entrada en vigencia de la Ley 100 de


1993, se dispuso que el para los beneficiarios del régimen de transición del artículo 36 de la
Ley 100 de 1993, que establece el régimen de transición para las personas que a la fecha de
entrada en vigencia de la Ley en mención acrediten 35 o más años de edad en el caso de las
mujeres y 40 o más años en el caso de los hombres; o más de 15 años de servicio,
permitiendo aplicar la edad para pensionarse, el número de semanas o tiempo cotizado y el
monto pensional del régimen anterior al que venía afiliado, que para el presente caso es el
del artículo 12 del Acuerdo 049 de 1990, aprobado por el Decreto 758 de 1990, el cual
exige para acceder a la pensión de vejez acreditar 55 o más años de edad en el caso de las
mujeres o 60 o más años de edad en el caso de los hombres y un mínimo de 500 semanas
cotizadas al Seguro Social en los 20 años anteriores al cumplimiento de la edad o un total
de 1000 semanas cotizadas en cualquier tiempo. Las demás condiciones para el
reconocimiento de la pensión se rigen por la Ley 100 de 1993.

AL TERCERO: NO ES UN HECHO es una apreciación normativa, por medio de la cual


el apoderado de la parte demandante aduce le asiste un derecho pensional a su defendido,
sin embargo la mismas no tiene relevancia en el sub lite, toda vez que hay que poner de
presente que los incrementos solicitados, no hacen parte de la mesada pensional, y que
dejaron de existir en la vida jurídica, a la entrada en vigencia de la Ley 100 de 1993.

AL CUARTO: NO ES CIERTO Por cuanto no le consta a COLPENSIONES, las


situaciones personales del demandante ni mucho menos las familiares. En aplicación del
art. 177 del C.P.C. le incumbe a las partes probar los supuestos de hecho que pretenda hacer
valer en el pleito, y es al demandante al que le corresponde soportar la carga probatoria.
Que se pruebe con los documentos idóneos que la señora ROSA MARIA CORREA
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VILLAMIZAR no está pensionada y que depende económicamente del señor


GUMERCINDO JEREZ GOMEZ.

Igualmente las declaraciones extra juicio, ni los registros civiles de matrimonio, constituyen
prueba idónea para demostrar convivencia y dependencia económica.

AL QUINTO: ES PARCIALMENTE CIERTO. Cierto en el sentido que el apoderado de


la parte demandante si presentó reclamación administrativa, por cuanto obra en el
expediente administrativo copia simple de la misma, en fecha 24 de julio de 2015. No es
cierto toda vez, que los incrementos a que hace referencia el artículo 21 del acuerdo 049 de
1990, aprobado por el Decreto 758 del mismo año, fueron extinguidos de la vida jurídica a
la entrada en vigencia de la Ley 100 de 1993.

AL SEXTO: ES CIERTO Conforme en el traslado de la demanda obra el oficio


BZ2015_6650010-1947163 de fecha 24 de JULIO de 2015 dentro del cual
COLPENSIONES le explica al demandante las razones por las cuales no le asiste el
derecho a reclamar incremento de su pensión de vejez, por cuanto la prestación solicitada
se extinguió con la entrada en vigencia de la Ley 100 de 1993 en remisión al Decreto 758
de 1990, dentro de la cual se estableció que para los pensionados bajo el régimen de
transición del artículo 36 de la ley 100 de 1993, solo se respetaría edad, semanas de
cotización y monto de la pensión.

AL SÉPTIMO Y AL OCTAVO: NO SON HECHOS, son apreciaciones jurisprudenciales


que el apoderado de la parte demandante trae a colación con el fin de hacer creer que a su
prohijado le asiste el derecho a reclamar los incrementos solicitados, los mismos no tienen
relevancia en el sublite, por cuanto ya se expresó con anterioridad que los incrementos
pensionales que aduce la parte demandante tiene derecho a reclamar, se extinguieron de la
vida jurídica al entrar en vigencia la ley 100 de 1993, y que para los beneficiarios del
régimen de transición del art 36 de la Ley 100 de 1993, solo se respetaría edad, semanas
cotizadas y monto de la pensión.

AL NOVENO: No es un hecho.

DEL DÉCIMO AL DÉCIMO SEGUNDO: NO SON HECHOS, son apreciaciones


jurisprudenciales que el apoderado de la parte demandante trae a colación con el fin de
hacer creer que a su prohijado le asiste el derecho a reclamar los incrementos solicitados,
los mismos no tienen relevancia en el sublite, por cuanto ya se expresó con anterioridad que
los incrementos pensionales que aduce la parte demandante tiene derecho a reclamar, se
extinguieron de la vida jurídica al entrar en vigencia la ley 100 de 1993, y que para los
beneficiarios del régimen de transición del art 36 de la Ley 100 de 1993, solo se respetaría
edad, semanas cotizadas y monto de la pensión.

AL DÉCIMO TERCERO: No es un hecho.

A LAS PRETENSIONES:
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Como apoderada de COLPENSIONES manifiesto respetuosamente al despacho que ME


OPONGO a todas y cada una de las pretensiones y por ende a que se declare el
reconocimiento de incremento pensional al Demandante por persona a cargo, por cuanto no
se cumple con los requisitos de ley para tal reconocimiento, y porque no está probada la
dependencia económica de acuerdo a los siguientes planteamientos:

A LAS DECLARACIONES me opongo:

Las peticiones de la demanda son improcedentes, entre otras razones por las siguientes.

A LA PRIMERA: Me opongo, esta pretensión desde ya manifiesto que debe tipificarse


como INEPTA, toda vez que en dicha petición no se enuncia lo que se pretende, valga la
redundancia con precisión y claridad, tal y como lo dispone el Artículo 25 del CPT y que
más adelante se explicará en el acápite correspondiente.

Es igualmente INEPTA, por una indebida acumulación de pretensiones, al acumular


pretensiones –valga la redundancia- que tienen diferentes causas, diferentes pruebas, actos
administrativos de reconocimiento pensional, circunstancia que lo prohíbe expresamente el
Código Procesal del Trabajo.

Del mismo modo me opongo, por cuanto al Sr. GUMERCINDO JERÉZ GÓMEZ, no le
asiste el derecho de reclamar incremento pensional por persona a cargo, toda vez que dicha
prestación no forma parte de la mesada pensional, como expresamente lo advierte el
Decreto 758 de 1990. Por cuanto al entrar en vigencia la ley 100 de 1993, más exactamente
en el artículo 21 del Acuerdo 049 de 1990, aprobado por el Decreto 758 de 1990,
desaparecieron de la vida jurídica a partir del 1 de abril de 1994 los incrementos
pensiónales, en primer lugar por no hacer parte de las prestaciones contempladas en el
nuevo régimen pensional y en segundo lugar por no estar contemplados entre los derechos,
que excepcionalmente, en virtud de la transición del artículo 36 de la ley 100 de 1993, se
les siguieron respetando a las personas señaladas en esta misma disposición.

En igual forma ME OPONGO por cuanto no está probada la dependencia económica de la


señora ROSA MARIA CORREA VILLAMIZAR, no está allegado al proceso prueba que
establezca la convivencia, si no recibe emolumento alguno, que no son pensionados, que no
poseen bienes, ni de cómo están vinculados al sistema de seguridad social integral.

A LA SEGUNDA Y TERCERA: ME OPONGO, Toda vez que mi procurada no incurrió


en mora para reconocer pensión de vejez del demandante, por tal razón no hay lugar al
cobro indexado, ni a los intereses de mora presuntamente causados.

Así las cosas:

1. El tipo legal del artículo 141 de la citada Ley 100 de 1993, establece

“ARTÍCULO 141. INTERESES DE MORA. A partir del 1o. de enero de 1994, en


caso de mora en el pago de las mesadas pensionales de que trata esta Ley, la entidad
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correspondiente reconocerá y pagará al pensionado, además de la obligación a su


cargo y sobre el importe de ella, la tasa máxima de interés moratorio vigente en el
momento en que se efectué el pago.”

2. En el presente proceso, igualmente en una eventual condena, también mi Defendida


estará exonerada de dichos pagos, teniendo en cuenta que el sustento de la negación,
tuvo un fundamento razonable en la aplicación de las normas que rigen el Sistema
Pensional y en la Constitución Nacional y al respecto ha dicho la Corte Suprema de
Justicia, en reiteradas oportunidades:

La defensa está sustentada en la sentencia que cambió el criterio jurisprudencial de


la alta Corte, que consideró que no existe la obligación de dicho reconocimiento,
cuando se ha actuado de acuerdo a los parámetros legales y pruebas aportadas al
proceso, en sentencia dictada bajo Radicación SL 787-2013 del seis (6) de
noviembre de dos mil trece (2013), teniendo como Magistrado Ponente al Dr.
JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ, expuso:

“La Sala como consecuencia de su nueva integración ha considerado pertinente


moderar esta posición jurisprudencial, para aquellos eventos en que las actuaciones
de las administradoras de pensiones públicas o privadas, al no reconocer o pagar las
prestaciones periódicas a su cargo, encuentren plena justificación bien porque
tengan respaldo normativo, ora porque su postura provenga de la aplicación
minuciosa de la ley, sin los alcances o efectos que en un momento dado puedan
darle los jueces en la función que les es propia de interpretar las normas sociales y
ajustarlas a los postulados y objetivos fundamentales de la seguridad social, y que a
las entidades que la gestionan no les compete y les es imposible predecir.

Entiende la Corte que la jurisprudencia en materia de definición de derechos


pensionales ha cumplido una función trascendental al interpretar la normativa a la
luz de los principios y objetivos que informan la seguridad social, y que en muchos
casos no corresponde con el texto literal del precepto que las administradoras en su
momento, al definir las prestaciones reclamadas, debieron aplicar por ser las que en
principio regulaban la controversia; en esas condiciones, no resulta razonable
imponer el pago de intereses moratorios porque su conducta siempre estuvo guiada
por el respeto de una normativa que de manera plausible estimaban regía el derecho
en controversia. Máxime que en Colombia el control difuso que es el que opera en
las excepciones de inconstitucionalidad está a cargo de los jueces y no de las
administradoras.

En el sub lite procede entonces la exoneración de los intereses moratorios del


artículo 141 de la Ley 100 de 1993, pues la concesión de la pensión de invalidez,
obedeció al cambio de jurisprudencia operado entre otras en sentencia de 1° de
agosto de 2012, rad. N° 41043, criterio de acuerdo con el cual en materia de
seguridad social, la norma regresiva debe ser inaplicada por el operador judicial
cuando se constituya en un obstáculo para la obtención del derecho, incluso en el
lapso que va entre su entrada en vigencia y la ejecutoria de la respectiva sentencia
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declaratoria de inexequibilidad, aún en los eventos en que la Corte Constitucional


no le dé efectos retroactivos, como se dejó suficientemente explicado con ocasión
de los cargos precedentes.

En consecuencia, se dio la denunciada aplicación indebida del artículo 141 de la


Ley 100 de 1993, el cargo prospera y habrá lugar a casar parcialmente el fallo del
Tribunal, en cuanto gravó al Instituto con el pago de dichos intereses moratorios y
absolvió de la indexación.”

De otra parte el máximo Tribunal Supremo Laboral, ha estudiado sobre la improcedencia


del reconocimiento de intereses moratorios e indexación, en sentencia del veintidós (22)
de agosto de dos mil doce (2012), bajo radicación 42477, teniendo como Magistrado
ponente: ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERON, explicó:

“Así las cosas, debe decirse que impuesta la condena por concepto de
intereses moratorios, no cabía la indexación de las mesadas, por ser incompatibles,
en cuanto ambas cargas económicas tienen una misma finalidad, esto es, paliar los
efectos adversos producidos por la mora del deudor en el cumplimiento de las
obligaciones, además, que en la fijación de los intereses de mora del artículo 141 de
la Ley 100 de 1993, ya está involucrado el componente inflacionario que afecta el
poder adquisitivo del dinero.
Ahora bien, aun cuando es cierto que la Corte en sentencia del 1º de diciembre de
2009, radicación 37279, precisó que eran compatibles la indexación y los intereses
moratorios de Ley 100 de 1993, tal como lo afirma el opositor, dicho criterio fue
rectificado en la sentencia del 6 de diciembre de 2011, radicación 41392, en la que se
acogió lo precisado por la Sala de Casación Civil de la misma Corporación el 19 de
noviembre de 2001, expediente 6094.
En atención, al referente jurisprudencial que ahora se reitera, es claro que el Tribunal
sí incurrió en la violación de las normas denunciadas y, por ende el primer cargo tiene
éxito; por ello queda relevada la Corte del estudio del segundo que tiene el mismo
alcance.
En instancia, las mismas consideraciones que se hicieron para despachar el cargo, son
suficientes para concluir la improcedencia de la indexación de las mesadas
pensionales ante la prosperidad de los intereses moratorios de que trata el artículo 141
de la Ley 100 de 1993, teniendo en cuenta que estos se formularon como pretensión
principal. De ahí que se modificará la decisión de primer grado, en cuanto condenó a
la indexación de las mesadas atrasadas, para en su lugar, absolver de dicha
pretensión.”

En consecuencia, sin hesitación alguna, como se dijo anteriormente, en el hipotético evento


de una condena es improcedente la condena de intereses moratorios e indexación.

La sola indexación, tampoco da lugar a la condena, teniendo en cuenta que no hay lugar al
reconocimiento por personas a cargo, e igualmente me opongo.

A LA CUARTA: NO ES UNA PRETENSIÓN, hace referencia a los hechos de la


demanda, por ende debe estar relacionado en el acápite correspondiente.
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A LA QUINTA: ME OPONGO, por todos los argumentos señalados en los numerales


anteriores, porque el Régimen de Transición no estableció que los incrementos por
personas a cargo, se conservara en el Régimen de Transición de la Pensión de Vejez,
porque se estableció cuáles eran los requisitos que se respetaban, como lo son edad,
semanas de cotización y monto de la pensión, porque los demás requisitos se rigen por la
Ley 100 de 1993 y las normas que la modifican y los decretos que la reglamentan.

A LA SEXTA: Lo que el Despacho disponga en derecho.

RAZONES Y FUNDAMENTOS DE DERECHO

La pensión de vejez a cargo del seguro social se causa cuando se reúnen los requisitos de
edad y el mínimo de cotizaciones contemplado en el reglamento. Sin embargo, debido a
los constantes cambios normativos sobre la materia, cuando se pretenda establecer el
derecho a esta prestación será necesario determinar, en cada caso, la norma vigente en el
momento en que se reunieron los requisitos de edad y cotizaciones que contempla el
seguro.

El incremento peticionado por la parte demandante no fue tomado en consideración por la


ley 100 de 1993 y por tal razón los beneficiarios, no pueden aducir que tienen derecho a
que se le reconozcan estos incrementos pensionales al liquidarles la pensión de vejez.

Es así como el Tribunal Superior de Santander sala laboral en un caso de incrementos


señalo: “En lo que tiene que ver con los incrementos del artículo 21 del acuerdo 049 de
1990, sólo podrían ser aplicados a la pensión, si estuviesen contemplados en la nueva
legislación de manera expresa, derecho que en parte alguna reguló la ley 100 de 1993,
de donde resulta válido negar el incremento a pensión objeto de censura como lo
dedujo el sentenciador de primer grado, bajo el entendido de la derogatoria tácita de
dicho artículo al tenor de la normatividad vigente, para aquellas personas que antes
de la entrada en vigencia del actual sistema de seguridad social, no lograron
consolidar los requisitos exigidos por el régimen anterior, para la obtención de la
prestación de vejez del ISS”

Afirmó de manera categórica que los incrementos pensionales que establecía el art. 21 del
acuerdo 049 de 1990 desparecieron basándome en lo que el art 22 del acuerdo disponía de
respecto de la naturaleza de esos incrementos pensionales, pues esta forma del reglamento
general del seguro social obligatorio de invalidez, vejez y muerte establecía que los
incrementos “no forman parte integrante de la pensión de invalidez o de vejez que
reconoce el Instituto de Seguros Sociales” .

El art. 31 de la ley 100 de 1993 estableció que al régimen de prima media con prestación
definida le son aplicables las disposiciones vigentes para los seguros de invalidez, vejez y
muerte a cargo del ISS, pero “con las condiciones, modificaciones y excepciones
contenidas en esta ley” .
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Basta leer los artículos 34 y 36 de la ley 100 de 1993 para convencerse de que el monto de
la pensión de vejez se determina según el número de semanas de cotización en los
porcentajes fijados en la primera de estas normas y para quienes se aplica el régimen de
transición lo que se conserva es la edad para acceder a la pensión de vejez, el tiempo de
servicios o el número de semanas cotizadas y “el monto de la pensión de vejez”, monto de
la pensión dentro del cual no están incluidos los incrementos que preveía el art 21 del
acuerdo 049 de 1990, taxativamente señalado por éste.

Solo hay que leer el art. 22 del acuerdo 049 de 1990 y los artículos 31, 34 y 36 de la ley 100
de 1993 para concluir que los incrementos a las pensiones por riesgo común y de vejez, por
razón de los hijos, el cónyuge, el compañero (a) permanente, no hacen parte de la
pensión de vejez que debe pagar el ISS, pues en el régimen vigente no aparecen
mencionados y en el anterior expresamente se señalaba que no eran parte integrante de la
pensión de invalidez o de vejez.

La cuestión jurídica es sumamente clara, pues la solución resulta de la sola lectura de


normas que no adolecen de ambigüedad alguna, considero que al atenernos al claro tenor de
la ley y no aduzca supuestas oscuridades, para variarle el contenido a las normas so
pretexto de consultar su espíritu, el único sentido que tiene el art. 22 del acuerdo 049 de
1990 es el de que los incrementos de que trata el art. 21 del mismo “no forman parte
integrante de la pensión de invalidez o de vejez que reconoce el ISS”, por lo que no tiene
fundamento legal el pago de esos incrementos.

La ley 100 de 1993 en su artículo 289 derogó todas las disposiciones que le fueran
contrarias, y expresamente dispuso esa ley en el art. 31 que continuaran aplicándose las
disposiciones vigentes para los seguros de invalidez, vejez y muerte a cargo del ISS en el
régimen de prima media con prestación definida, que es el caso que administra el Instituto,
en cuanto no hubieran sido adicionadas o modificadas, por lo que al haberse establecido en
el art 34 como se determina el monto de la pensión de vejez, es forzoso concluir que los
incrementos pensionales desparecieron, puesto que no están previstos en el actual régimen
de prima media con prestación definida y nunca dichos incrementos hicieron “parte
integrante de la pensión de invalidez o de vejez que reconoce el ISS” de conformidad con
lo claramente establecido en el art. 22 del acuerdo 049 de 1990.

El art 21 del decreto 758 de 1990 reza:

“las pensiones de invalidez y de vejez se incrementarán así:

a. en un siete por ciento (7%) sobre la pensión mínima legal por cada uno de los hijos
o hijas menores de 16 años o de dieciocho (18) años si son estudiantes o por cada
uno de los hijos inválidos no pensionados de cualquier edad que dependan
económicamente del beneficiario y,
b. En un catorce por ciento (14%) sobre la pensión mínima legal por el cónyuge o
compañero (a) permanente del beneficiario que dependa económicamente de éste y
no disfrute de una pensión
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Los incrementos pensionales de las pensiones de invalidez y vejez por estos conceptos, no
podrá exceder del cuarenta y dos por ciento (42%) de la pensión mínima legal “

Mi apreciación jurídica se sustenta en todo lo señalado con anterioridad y en los siguientes


argumentos de orden legal:

El inciso segundo del art. 31 de la ley 100 de 1993, al tratar sobre el régimen de prima
media con prestación definida, señalan que serán aplicables a este régimen las
disposiciones vigentes para los seguros de invalidez, vejez y muerte a cargo del ISS con las
adiciones, modificaciones y excepciones contenidas en la citada ley. Considero que esta
disposición no debe aplicarse en forma aislada, sino, en forma contextualizada, por tanto, se
debe armonizar con el resto de la norma, es decir, con el inciso primero de esta misma
disposición y posteriormente con lo dispuesto en el inciso segundo del art 36 de la misma
ley 100 de 1993, modificado por el art 18 de la ley 797 de 2003.

El inciso primero del art. 31 de la ley 100 de 1993, dispone que el régimen de prima media
con prestación definida es aquel mediante el cual los afiliados o sus beneficiarios obtienen
una pensión de vejez, invalidez o de sobrevivientes o una indemnización previamente
definidas de acuerdo con lo previsto en el presente título. Nótese que esta norma, se refiere
en forma taxativa a las prestaciones del régimen de prima media, reiterando que estas se
reconocen de acuerdo con lo previsto en el presente título, es decir, en la ley 100 de 1993.

En armonía con lo dispuesto en la anterior disposición, encontramos que el art. 10 de la


precitada ley 100 de 1993, al desarrollar el Sistema General de Pensiones señala: “el
Sistema General de Pensiones tiene por objeto garantizar a la población el amparo contra
las contingencias derivadas de la vejez, la invalidez y la muerte mediante el reconocimiento
de las pensiones y prestaciones que se determinan en la presente ley…”

De suerte tal que el Sistema General de Pensiones y más exactamente el régimen de prima
media con prestación definida, garantiza en forma exclusiva, el amparo de las prestaciones
contempladas en la ley 100 de 1993, en donde no se encuentran los incrementos
pensionales a que nos hemos referido.

De otro lado, el inciso segundo del art. 36 de la misma disposición legal modificado por el
art. 18 de la ley 797 de 2003, señala que la edad para acceder a la pensión de vejez de las
personas que al momento de entrar en vigencia el sistema tengan 35 o más años de edad si
son mujeres o 40 o más años de edad si son hombres, será la establecida en el régimen
anterior al cual se encuentren afiliados. Agrega la norma que las demás condiciones,
requisitos y monto para acceder a la pensión de vejez, se regirán por las disposiciones
contenidas en el numeral 2º del art. 33 y 34 de esta ley.

De acuerdo con lo anterior, el legislador no le está garantizando a las personas que cumplan
los requisitos de edad y tiempo antes mencionados, la aplicación de la totalidad de las
disposiciones que conforman el régimen pensional anterior a la vigencia de la ley 100 de
1993, sino que lo limitó única y exclusivamente, en lo que tiene que ver con el requisito de
la edad.
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En este orden de ideas, para establecer si en virtud de la transición se respeta el derecho a


los incrementos, encontramos que el mismo estatuto legal que contempla los incrementos
(acuerdo 049 de 1990 aprobado por el decreto 758 de 1990), prevé en su art 22 que éstos
no hacen parte de la pensión al definir su naturaleza.

En consecuencia cualquier prestación diferente a las señaladas en los artículos 10 y 31 de la


ley 100 de 1993, definidas en el título 4º de la misma norma o a las que tengan derecho, en
virtud de la transición de esta misma ley, se encuentran derogadas por el artículo 289 de la
ley 100 de 1993, por ser contrario a lo dispuesto en este mismo estatuto.

Con todo, se hace oportuno citar el concepto No. 1001000 OAJ-72 emitido el 30 de enero
de 2005 por la jefatura de la oficina jurídica del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social,
al establecer que el art. 21 del decreto 758 de 1990 fue derogado por la ley 100 de 1993, en
donde resaltó:

“… Se observa que la ley 100 de 1993 al señalar las prestaciones que reconoce el régimen
de prima media con prestación definida, no contempla incrementos por personas a cargo,
pues el esquema financiero del sistema pensional fue concebido sobre la base de que cada
persona construye su pensión con los aportes que de su salario realmente realiza.

A sí mismo es necesario en el evento de pretender este reconocimiento que el demandante


pruebe la convivencia con la señora ROSA MARIA CORREA VILLAMIZAR, que
dependa económicamente del demandante si no recibe emolumento alguno, que no es
pensionada, que no posee bienes, ni de cómo está vinculada al sistema de seguridad social
integral.

EXCEPCIONES

INEPTA DEMANDA POR INDEBIDA ACUMULACIÓN DE PROCESOS

Para el efecto, el Código de Procedimiento Civil, regula:

“ARTÍCULO 157. PROCEDENCIA DE LA ACUMULACION. <Artículo


modificado por el artículo 1, numeral 88 del Decreto 2282 de 1989. El nuevo texto es
el siguiente:> Podrán acumularse dos o más procesos especiales de igual
procedimiento o dos o más ordinarios, a petición de quien sea parte en cualquiera de
ellos, siempre que se encuentren en la misma instancia:
1. Cuando las pretensiones formuladas habrían podido acumularse en la misma
demanda.
2. Cuando el demandado sea el mismo y las excepciones propuestas se
fundamenten en los mismos hechos, salvo que aquéllas tengan el carácter de
previas.
3. Cuando existan varios procesos de ejecución en los cuales se persiga
exclusivamente la misma cosa hipotecada o dada en prenda.
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4. Cuando en los procesos de qué trata el numeral anterior, todos los acreedores que
hayan concurrido convengan en que se acumulen a un ejecutivo quirografario que
contra el mismo deudor se adelante por otros acreedores.” (El resaltado es fuera de
texto)
Lo dicho anteriormente, es muy claro que se debe proceder a declarar la INDEBIDA
ACUMULACIÓN DE DEMANDAS, confrontándolo con los aspectos fácticos del proceso
bajo estudio, en los siguientes términos:

- Las pretensiones que se debaten en el proceso son completamente diferentes, por


cuanto corresponden al reconocimiento de incrementos por personas a cargo, que
son independientes para cada Demandante.
- Si bien el demandado es el mismo, las excepciones que se presentan, se sustentan en
diferentes hechos, por cuanto son diferentes asegurados, la radicación de las
solicitudes de reconocimiento de incremento por personas a cargo, son diferentes.
- No se sirven de las mismas pruebas, porque son diferentes testigos, diferentes actos
administrativos de reconocimiento pensional, etc.
- El presente proceso, es un ordinario laboral, no corresponde entonces al requisito de
que el proceso corresponda a un ejecutivo.

- INDEBIDA ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES

En el presente procesos nos encontramos, frente a una INEPTA DEMANDA POR


INDEBIDA ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES, por cuanto no reúne los parámetros
establecidos en el Artículo 25 A del Código Procesal del Trabajo, que a la letra dicta:

“ARTICULO 25-A. ACUMULACION DE PRETENSIONES. <Artículo modificado


por el artículo 13 de la Ley 712 de 2001. El nuevo texto es el siguiente:> El
demandante podrá acumular en una misma demanda varias pretensiones contra el
demandado, aunque no sean conexas, siempre que concurran los siguientes requisitos:
1. Que el juez sea competente para conocer de todas.
2. Que las pretensiones no se excluyan entre sí, salvo que se propongan como
principales y subsidiarias.
3. Que todas puedan tramitarse por el mismo procedimiento.
En la demanda sobre prestaciones periódicas, podrá pedirse que se condene al
demandado a las que se llegaren a causar entre la presentación de aquella y la
sentencia de cada una de las instancias.
También podrá acumularse en una demanda pretensiones de varios demandantes
contra el mismo o varios demandados cuando provengan de igual causa, o versen
sobre el mismo objeto, o deban servirse de las mismas pruebas aunque sea diferente
el interés jurídico.
En las demandas ejecutivas podrán acumularse las pretensiones de varias personas
que persigan, total o parcialmente, unos mismos bienes del demandado.
Cuando se presente una indebida acumulación que no cumpla con los requisitos
previstos en los incisos anteriores, pero sí con los tres numerales del inciso primero,
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se considerará subsanado el defecto cuando no se proponga oportunamente la


respectiva excepción previa.” (El subrayado es fuera de texto).

En este orden de ideas la excepción propuesta se constituye, porque la única identidad


que existe en los casos enunciados, es que es el mismo Demandado, como lo es la
ADMINISTRADORA COLOMBIANA DE PENSIONES –COLPENSIONES-, por
cuanto, los Demandantes poseen requisitos, causaciones diferentes, prescripciones
distintas, que y por lo tanto, no existe una misma causa que amerite el
reconocimiento pensional.

El objeto, es la solicitud de reconocimiento de pensiones de vejez, pero teniendo en


cuenta diferentes normas para cada cual, como lo es el Decreto 758 de 1990, La Ley
100 de 1993, entre otros, pero se reitera, con causas diferentes, reglamentaciones
diferentes, en fin sin ningún objeto similar que así lo amerite.

Esta clase de procesos, se torna inmanejable tanto para los Apoderados Defensores y
para los mismos administradoras de la justicia, porque cada caso tiene sus
particularidades, es decir, la única identidad entre los mismos, no es más que la
demanda se adelanta contra COLPENSIONES y por lo tanto, esta clase de procesos,
atenta contra el Derecho a la Defensa y el Debido Proceso que debe reinar en todas
las actuaciones judiciales y administrativas, máxime, cuando los operadores
judiciales, solo están obligados al cumplimiento de la ley.
El Consejo de Estado, adelantó pronunciamiento sobre el auto que rechazó por
improcedente la acumulación de Demandas y que fue adoptado por el Juzgado
Octavo Administrativo de Bucaramanga, Auto bajo radicado No. 23-31-000-2004-
00979-01(7865-05) teniendo como Consejero Ponente al Dr. GUSTAVO
EDUARDO GOMEZ ARANGUREN, en el cual a la letra consideró:
“Dispone el inciso 3° del artículo 82 del C.P.C.P. que pueden formularse en una
misma demanda pretensiones de varios demandantes o contra varios demandados,
siempre que éstas provengan de la misma causa, o versen sobre el mismo objeto, o se
hallen ente si en relación de dependencia, o deban servirse específicamente de unas
mismas pruebas. Como puede observarse, aún cuando se trata de los mismos actos
administrativos, éstos producen efectos individuales para cada uno de los actores,
por lo que no puede decirse que sus pretensiones tengan una causa común;
tampoco existe dependencia entre las pretensiones de uno y otro demandante, ni las
pruebas son comunes, pues en cada caso deberán probarse los vicios que se le
endilgan al acto y las circunstancias del restablecimiento del derecho pretendido
que son particulares y específicas sin relación alguna entre sí. Así mismo, el
vínculo que une a cada uno de los peticionarios con la administración es particular
y concreto; los servicios prestados por cada cual son personales y generan derechos
individuales; y el hecho de que se invoquen como vulneradas, unas mismas
normas,, no significa que exista unidad de causa, pues la causa de la pretensión la
integran los hechos constitutivos (no accesorios, circunstanciales o
complementarios) de la relación sustancial debatida. Pero además, existen
pretensiones económicas que en el evento de prosperar tienen connotación
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diferente para cada uno de los peticionarios, dependiendo del salario, tiempo de
servicios y demás circunstancias que se toman en consideración bajo un régimen
normativo específico, lo que no deja duda acerca de que el objeto de las demandas
no es el mismos y que hay imposibilidad legal de acumular pretensiones dentro de un
mismo proceso. No queda duda entonces de que no se dan los requisitos exigidos por
el artículo 82 del Código de Procedimiento Civil, que permitan estudiar bajo una
misma cuerda las pretensiones acumuladas. En consecuencia, estima la Sala que
cada uno de los demandantes debió promover por separado su respectiva acción,
para obtener el restablecimiento particular y concreto, pues al hacerlo de una
misma demanda se incurrió en indebida acumulación de pretensiones, (…)
(subrayado y resaltado fuera de texto)”

En consecuencia, debe considerarse la terminación del mismo y que se ordene al


Demandante, presentar independientemente las dos (2) demandas del presente proceso,
porque no reúne los requisitos sustanciales y procedimentales de la misma.

Se reitera que en el Distrito Judicial de Cúcuta, es el único en el país que acepta esta
clase de prácticas indebidas, porque no existe ninguna posibilidad legal que, se
acumulen esta clase de procesos, porque atenta contra el Debido Proceso, Derecho a la
Defensa, Acceso a la Justicia, al Juez Natural, porque no está avocando el
conocimiento el juez definido para el efecto y para rematar, las demandas se
presentan en total desorden y sin los mínimos requisitos para la admisión.

EXCEPCIONES DE FONDO:

PRESCRIPCION:

Sin que su interposición implique reconocimiento de los conceptos demandados solicito


que se declare la prescripción del derecho que reclama el demandante, con tres (03) años
anteriores a la solicitud del incremento pensional.

Lo anterior de conformidad con el artículo 151 del C.P.L., que señala que las acciones que
emanen de las leyes sociales prescriben en tres años que se contarán desde que la respectiva
obligación se haya hecho exigible.

La declaratoria de la PRESCRIPCION se adelanta de acuerdo a lo previsto En


sentencia C.S.J. Sala Laboral Casación laboral, sentencia del 12 de diciembre de 2007,
M.P. Elsy del Pilar Cuello Calderón RAD: 27923.

INEXISTENCIA DE LA OBLIGACIÓN:

Cualquier prestación diferente a las señaladas en los artículos 10 y 31 de la ley 100 de


1993, definidas en el título 4º de la misma norma o a las que tengan derecho, en virtud de
la transición de esta misma ley, se encuentran derogadas por el artículo 289 de la ley 100 de
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1993, por ser contrario a lo dispuesto en este mismo estatuto, por lo tanto no existe la
obligación de COLPENSIONES de reconocer dicha prestación, INCREMENTOS
PENSIONALES por cuanto la misma fue derogada al entrar en vigencia la ley 100 de 1993.

Así mismo no está probado que la señora ROSA MARIA CORREA VILLAMIZAR
dependa económicamente del pensionado GUMERCINDO JEREZ GOMEZ.

COBRO DE LO NO DEBIDO

Así las cosas, podemos afirmar que los incrementos pensionales no hacen parte de la
pensión y son una prestación diferente a la misma, que no fue contemplada dentro de los
derechos que conservan vigencia con posterioridad a la entrada en vigencia de la ley 100
de 1993, en virtud de la transición del artículo 36 de la misma ley, por tanto debemos darle
aplicación a lo señalado en la parte final del inciso 2º de este artículo (modificado por el
art. 18 de la ley 797 de 2003), según el cual las demás condiciones, requisitos y monto
aplicables a las personas amparadas por el régimen de transición, se regirán por las
disposiciones contenidas en el numeral 2º del art. 33 y art. 34 de la ley 100 de 1993,
modificados, a su vez, por los arts. 9º y 10º de la ley 797 de 2003.

Así mismo no está probado que ROSA MARIA CORREA VILLAMIZAR dependa
económicamente del pensionado GUMERCINDO JEREZ GOMEZ.

Por lo tanto al DEMANDANTE no le asiste derecho de reclamar los incrementos salariales


para su cónyuge o compañera, por lo expuesto anteriormente.

BUENA FE

El principio de la buena fe es también principio del derecho laboral, y éste ha sido


respetado por el ISS – ahora COLPENSIONES para el reconocimiento de la pensión del
señor GUMERCINDO JEREZ GOMEZ dicho derecho se reconoció con base en la
normatividad vigente, y la reclamación de los incrementos salariales no fue contemplada
dentro de los derechos que conservan vigencia con posterioridad a la entrega en vigencia de
la ley 100 de 1993.

FALTA DE TITULO Y CAUSA

De las peticiones del demandante, por cuanto estos emolumentos no estas previstos en la
ley 100 de 1993.

GENERICA

Solicito declarar todo medio exceptivo, cuyo fundamento fáctico se demuestre en el


proceso.

DERECHO:
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Como fundamento de derecho invoco art. 21 del acuerdo 049 de 1990, y el artículo 22
donde señala que éstos no hacen parte de la pensión al definir su naturaleza, ley 100 de
1993 artículo 36, parte final del inciso 2º de este artículo (modificado por el art. 18 de la
ley 797 de 2003), según el cual las demás condiciones, requisitos y monto aplicables a las
personas amparadas por el régimen de transición, artículos 21,33 y 34 de la ley 100 de
1993.

PRUEBAS:

-Expediente administrativo del demandante en CD.

Solicito que se decreten y practiquen las siguientes pruebas:

TESTIMONIO:

Solicitó al Juzgado que se cite a la señora ROSA MARIA CORREA VILLAMIZAR para
que bajo la gravedad de juramento declare si recibe pensión por parte de Caja de previsión
del sistema general de pensiones, de fondos de Pensiones o del ISS-COLPENSIONES, para
que así mismo afirme si depende económicamente del DEMANDANTE, además si le
suministra toda su manutención, alimentación, vestuario y vivienda y si tienen bienes
muebles o inmuebles a su nombre y si su sociedad conyugal se encuentra vigente y desde
cuando se constituyó, a que actividad laboral se dedica, cuál es su vinculación y en qué
calidad con el sistema general de seguridad social, y todas aquellas que controviertan la
supuesta dependencia económica con el demandante.

Se adelante la ratificación de testimonios, según lo señala el artículo 229 del C.P.C., a las
declaraciones aportadas por el demandante de los señores HUGO ARIEL PUELLO
JIMENEZ y OSCAR AUDIN GUTIERREZ mencionados en el acápite de pruebas
documentales, por cuanto, se desconoce su valor probatorio, y no puede tenerse como
prueba para el reconocimiento de las pretensiones debatidas en el proceso.

De igual forma, solicito al Despacho se libre oficio para que comparezca la parte actora en
la fecha y hora programada para la diligencia.

INTERROGATORIO DE PARTE:

De la misma forma solicitó al Juzgado que requiera al señor GUMERCINDO JEREZ


GOMEZ para que bajo la gravedad de juramento declare quienes y porque dependen
económicamente de él, si convive con la Sra. ROSA MARIA CORREA VILLAMIZAR,
Y si ella depende económicamente de él, si tiene bienes muebles o inmuebles a su nombre,
que emolumentos recibe, para que manifieste que otros ingresos percibe y todas aquellas
que controviertan la supuesta dependencia económica de la señora ROSA MARIA
CORREA VILLAMIZAR.

De igual forma, solicito al Despacho se libre oficio para que comparezca la parte actora en
la fecha y hora programada para la diligencia.
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OFICIOS

1. Solicito se Oficie a instrumentos públicos de Cúcuta, y a la oficina de tránsito de


Cúcuta para informen al Despacho si ROSA MARIA CORREA VILLAMIZAR,
la cual debe ser identificada en la diligencia de declaración, posee bienes a su
nombre y de poseerlos que bienes se registran a su nombre.
2. A la UGPP, COLPENSIONES, ARL POSITIVA COMPAÑÍA DE SEGUROS, por
ser las entidades públicas del sistema de seguridad social integral, para que
informen si ROSA MARIA CORREA VILLAMIZAR, la cual debe ser
identificada en la diligencia de declaración, recibe pensión alguna.
3. A la Secretaria de Hacienda Municipal de Cúcuta para que certifique si ROSA
MARIA CORREA VILLAMIZARla cual debe ser identificada en la diligencia
de declaración, declara el impuesto de industria y comercio.
4. A la Cámara de Comercio de Cúcuta para que informe si ROSA MARIA
CORREA VILLAMIZAR, la cual debe ser identificada en la diligencia de
declaración, registra algún establecimiento a su nombre.
5. A la EPS a la cual se encuentre afiliado el señor GUMERCINDO JEREZ
GOMEZ.

ANEXOS

Los documentos relacionados en el acápite de pruebas.

NOTIFICACIONES:

Las personales las recibiré en su despacho y/o en COLPENSIONES ubicada en la carrera


15 No, 41-01 esquina de Bucaramanga. y/o en la calle 34 No. 10-29 Oficina 401 Centro
Empresarial de Bucaramanga. Cel 3144137331. Correo electrónico
colpensionesballesteros@gmail.com

Atentamente.

ROCIO BALLESTEROS PINZON


C.C. 63.436.224 DE VELEZ
T.P.107.904 DEL C.S DE LA J.

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