La clasificación de los tipos de habeas corpus es un tema que la doctrina constitucional ha contemplado
en nuestro país a través de la sentencia – HC/TC, la cual puede ser leída
en http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2004/02663-2003-HC.html.
Su importancia es notoria pues desarrolla las modalidades del habeas corpus, los cuales son sumillados
en la siguiente forma:
6. Tal como expone Néstor Pedro Sagües -Derecho Procesal Constitucional- Hábeas Corpus. Buenos
Aires: Astrea, 1988 pág. 143- “en su origen histórico surge como remedio contra una detención. Sin
arresto, el hábeas corpus parecería no tener razón de ser, ya que es un remedio, precisamente, contra
aprehensiones ilegales. Su meta natural, por los demás estriba en disponer una libertad.
Sin embargo, el desarrollo posterior del instituto […] lo ha hecho proyectarse hacia situaciones y
circunstancias que si bien son próximas a un arresto, no se identifican necesariamente con él”.
De ahí que se reconozca que “algunas figuras del hábeas corpus […] abandonan los límites precisos de
la libertad física para tutelar derechos -constitucionales también – aunque de índole distinta”
Al respecto, en la Opinión Consultiva OC-9/87 N.° 29, la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
se justificó y convalidó la ampliación de los contornos del hábeas corpus al manifestarse que “es esencial
la función que cumple el hábeas corpus como medio para controlar el respeto a la vida e integridad de
la persona, para impedir su desaparición o la indeterminación de su lugar de detención, así como para
protegerla contra la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes”.
En función a este ensanchamiento del carácter y contenido del hábeas corpus, la doctrina ha elaborado
una tipología, de la cual resumidamente damos cuenta:
Dicha modalidad se utiliza cuando se produce la privación arbitraria o ilegal de la libertad física como
consecuencia de una orden policial; de un mandato judicial en sentido lato -juez penal, civil, militar-;
de una decisión de un particular sobre el internamiento de un tercero en un centro psiquiátrico sin el
previo proceso formal de interdicción civil; de una negligencia penitenciaria cuando un condenado
continúe en reclusión pese a haberse cumplido la pena; por sanciones disciplinarias privativas de la
libertad; etc.
En puridad, el hábeas corpus reparador representa la modalidad clásica o inicial destinada a promover
la reposición de la libertad de una persona indebidamente detenida.
Entre otros supuestos, cabe mencionar la prohibición de acceso o circulación a determinados lugares;
los seguimientos perturbatorios carentes de fundamento legal y/o provenientes de órdenes dictadas
por autoridades incompetentes; las reiteradas e injustificadas citaciones policiales; las continuas
retenciones por control migratorio o la vigilancia domiciliaria arbitraria o injustificada, etc.
En efecto, en el caso Alejandro Rodríguez Medrano vs. la Presidencia del Instituto Nacional
Penitenciario y otro (Exp. N.° 726-2002-HC/TC), el Tribunal Constitucional señaló que:
“Mediante este medio procesal puede efectuarse el control constitucional de las condiciones en las que
se desarrolla la restricción del ejercicio de la libertad individual, en todos aquellos casos en que éste se
haya decretado judicialmente”
Así, procede ante la amenaza o acto lesivo del derecho a la vida, la integridad física y psicológica, o del
derecho a la salud de los reclusos o personas que se encuentran bajo una especial relación de sujeción
internados en establecimientos de tratamiento públicos o privados (tal el caso de personas internadas
en centros de rehabilitación y de menores, en internados estudiantiles, etc.). Igualmente, es idóneo
en los casos en que, por acción u omisión, importen violación o amenaza del derecho al trato digno o
se produzcan tratos inhumanos o degradantes.
Es también admisible la presentación de esta modalidad en los casos de arbitraria restricción del
derecho de visita familiar a los reclusos; de ilegitimidad del traslado de un recluso de un establecimiento
penitenciario a otro; y por la determinación penitenciaria de cohabitación en un mismo ambiente de
reos en cárcel de procesados y condenados.
Éste podrá ser utilizado en los casos en que, no habiéndose concretado la privación de la libertad, existe
empero la amenaza cierta e inminente de que ello ocurra, con vulneración de la Constitución o la ley
de la materia..
Al respecto, es requisito sine qua non de esta modalidad que los actos destinados a la privación de la
libertad se encuentran en proceso de ejecución; por ende, la amenaza no debe ser conjetural ni
presunta.
En efecto, en el caso Patricia Garrido Arcentales y otro contra el capitán PNP Henry Huertas (Exp. N.°
399-96-HC/TC), el Tribunal Constitucional precisó:
“Que, en cuanto a las llamadas telefónicas a través de las cuales se amenazaría con detener a los
recurrentes, según afirman, este Tribunal considera que no se han dado los supuestos para que se
configure una situación que constituya amenaza a la libertad personal que haga procedente la acción
de Hábeas Corpus, es decir, tal y como lo consagra el artículo 4° de la Ley N.° 25398, se necesita que
ésta sea cierta y de inminente realización; se requiere que la amenaza sea conocida como verdadera,
segura e indubitable, que se manifieste con actos o palabras que no dejen duda alguna de su ejecución
y propósito e inminente y posible, esto es, que no deje duda sobre su ejecución en un plazo inmediato
y previsible”.
Es empleado para denunciar mora en el proceso judicial u otras graves violaciones al debido proceso o
a la tutela judicial efectiva; es decir, cuando se mantenga indebidamente la privación de la libertad de
una persona o se demore la determinación jurisdiccional que resuelva la situación personal de un
detenido.
César Landa Arroyo, Teoría del Derecho Procesal Constitucional, Editorial Palestra, Lima 2003, pág.
116, refiere que en este caso “se busca proteger la libertad o la condición jurídica del status de la
libertad de los procesados, afectados por las burocracias judiciales […]”.
En efecto, en el caso Ernesto Fuentes Cano vs. Vigésimo Cuarto Juzgado Penal de Lima (Exp. N.° 110-
99-HC/TC), el Tribunal Constitucional textualmente señaló lo siguiente:
“Que, el tercer párrafo del artículo 9° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, aprobado
mediante Decreto Ley N.° 22128, dispone que toda persona detenida o presa a causa de una infracción
penal tiene derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad y, en el caso
de autos, se inicia el proceso en marzo de 1993, y en diciembre de 1997 se encontraba en el estado de
instrucción, por haber sido ampliada ésta; y el hecho de no haberse completado la instrucción no
justifica que se mantenga privada de su libertad a una persona que ya lo había estado por más de
veinte meses, no dándole cumplimiento así al artículo 137° del Código Procesal Penal, en caso de
efectivizarse esta nueva orden de captura”.
Esta modalidad podrá ser utilizada cuando no sea posible ubicar el paradero de una persona detenida-
desaparecida. Por consiguiente, la finalidad de su interposición es no sólo garantizar la libertad y la
integridad personal, sino, adicionalmente, asegurar el derecho a la vida, y desterrar las prácticas de
ocultamiento o indeterminación de los lugares de desaparición.
En efecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Ernesto Castillo Páez vs. República
del Perú, (párrafo 84 de la sentencia del 3 de noviembre de 1997), estableció lo siguiente:
“Habiendo quedado demostrado como antes se dijo (supra, párrafo 71), que la detención del señor
Castillo Páez fue realizada por miembros de la Policía del Perú y que, por tanto, se encontraba bajo la
custodia de éste, la cual lo ocultó para que no fuera localizado, la Corte concluye que la ineficacia del
recurso de hábeas corpus es imputable al Estado, configurando con ello una violación del artículo 25°
de la Convención en relación con el artículo 1.1.”.
Procede cuando, pese a haber cesado la amenaza o la violación de la libertad personal, se solicita la
intervención jurisdiccional con el objeto de que tales situaciones no se repitan en el futuro, en el
particular caso del accionante.
Al respecto, Domingo García Beláunde [Constitución y Política, Eddili, Lima 1991, pág.148], expresa
que dicha acción de garantía “debe interponerse contra la amenaza y la violación de este derecho, aun
cuando éste ya hubiera sido consumado”. Asimismo, César Landa Arroyo [Tribunal Constitucional,
Estado Democrático, Editorial Palestra, Lima 2003, pág. 193], acota que “… a pesar de haber cesado la
violación de la libertad individual, sería legítimo que se plantee un hábeas corpus innovativo, siempre
que el afectado no vea restringida a futuro su libertad y derechos conexos”.
Cabe utilizarse cuando se presentan situaciones no previstas en los tipos anteriores. Tales como la
restricción del derecho a ser asistido por un abogado defensor libremente elegido desde que una
persona es citada o detenida; o de ser obligado a prestar juramento; o compelido a declarar o reconocer
culpabilidad contra uno mismo, o contra el o la cónyuge, etc.
Es decir, si bien no hace referencia a la privación o restricción en sí de la libertad física o de
la locomoción, guarda, empero, un grado razonable de vínculo y enlace con éste. Adicionalmente,
permite que los derechos innominados –previstos en el artículo 3° de la Constitución– entroncados con
la libertad física o de locomoción, puedan ser resguardados.
Esta Tipología ha sido elaborada de modo casuístico, en atención a la continua evolución que ha
experimentado este proceso constitucional, por lo que no puede ser tomada como un numerus clausus.
No obstante lo extenso de la cita, nos remitimos a la parte final de la precisión que hace el Tribunal
Constitucional, en cuanto la presente clasificación del habeas corpus no es cerrada. No solo la
legitimidad activa del habeas corpus es sumamente abierta sino su mismo ámbito de acción es amplio:
no olvidemos que el habeas corpus puede ser interpuesto sin firma de abogado, verbalmente o por fax,
entre otras amplias opciones, en tanto la protección del derecho fundamental a la libertad personal no
debe ser objeto de restricción alguna.
Líneas puntuales de interés merece el habeas corpus innovativo, el cual permite se declare fundada
una demanda, no obstante la sustracción de la materia que implicaría un cese tangible de la amenaza.
El objetivo parece apuntar a que puedan determinarse responsabilidades posteriores, inclusive
patrimoniales, en casos de afectaciones comprobadas, las cuales, en caso de cese de la amenaza, bien
podrían quedar sin respuesta de tutela constitucional.
HABEAS CORPUS
INTRODUCCIÓN
El derecho a la Libertad, como parte del conjunto de derechos y garantías individuales, tiene ubicación importante
dentro de nuestro texto constitucional y en casi todos los textos constitucionales del mundo, en especial
de Latinoamérica, pudiendo apreciarse el grado de importancia que el legislador le ha dado a lo largo de
la historiaconstitucional.
La libertad es un derecho esencial del ser humano, si bien es cierto no absoluto; si esencial, por cuanto “derecho
fundamental” o “derecho humano” o de la “personalidad“, no nace del hecho de pertenecer a un Estado parte en
alguna Convención de Derechos Humanos, sino que tiene como fundamento los atributos de la persona humana y
que además, como lo estableció la Convención Americana de Derechos Humanos de 1969, en cuyo preámbulo se
dijo: “los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser nacional de determinado Estado, sino que tienen
como fundamento los atributos de la persona humana. (…) sólo puede realizarse el ideal del ser humano libre, exento
del temor y de la miseria, si se crean condiciones que permitan a cada persona gozar de derechoseconómicos,
sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos”. Y es que, como derecho inherente de la persona
humana, debe ser objeto de protección de todos los Estados, más aún si éstos son Estados democráticos – como los
latinoamericanos – protección que los Estados deben brindar a toda persona, incluyendo claro está, a quienes son
sometidos al sistema jurídico penal en condición de acusados o procesados por un supuesto hecho delictivo.
Como es sabido, el derecho a la libertad como garantía fundamental no tiene carácter absoluto e irrestricto, pues se
admite que en ciertas circunstancias pueda ser restringido, en contraposición a intereses sociales más importantes,
y por ello nuestra Constitución Política y la propia Convención Americana de Derechos Humanosestablecen los casos
o situaciones en que puede restringirse el disfrute de la libertad y la forma como debe darse como supuestos de
excepción en el ámbito penal y procesal penal.
Es cuando la privación de libertad se convierte en arbitraria, el Hábeas Corpus cumple una importante función, que
es la de cesar la violación y reponer las cosas al estado anterior a la misma. En nuestro país,
importante función cumple esta institución, y, más aún con la dación del Código Procesal Constitucional, cuyas
disposiciones dan gran importancia al Proceso de Hábeas Corpus, como lo veremos en el desarrollo de estas líneas.
Antecedentes históricos del Habeas Corpus
A decir por Domingo García Belaunde, el Habeas Corpus, como garantía constitucional de la libertad, es una
institución muy antigua cuya aparición en Inglaterra parece remontarse al siglo XII. Aunque, más antes, se conocía
de ésta figura en la antigüedad griega y en Roma. Pero, es en Inglaterra del siglo XII en que se reconoce una serie
de derechos y libertades; ejemplo que más tarde seguirían nuestros pueblos americanos. El primer país que introdujo
la figura del Hábeas Corpus en nuestra región fue Brasil en su Código Penal de 1830 y más concretamente en
su Código de Procedimientos Penales de 1832.
Sin embargo, es importante hacer referencia a la antigüedad, pues lo encontramos en las leyes de Solón, en el
Decreto de Erucrates, en el Juramento de Andocides e incluso más propiamente en el famoso instituto romano
del Homini Libero Exhibendo, que era una acción civil privilegiada para los ciudadanos romanos libres. También
rastrea esta institución a favor de la Libertad en la edad media y moderna, así lo vemos en las cartas de los Fueros de
León, Castilla, Navarra, Vasconia, Cataluña y Aragón en los siglos XI y XII; especialmente se encuentran en las
exigencias que hicieron los barones ingleses a favor de sus derechos al tiránico Juan Sin Tierra en la célebre Carta
Magna de 1215, cabe decir que este documentos es uno de los más importantes y reconocidos históricamente,
aunque no por ello deba olvidarse a la Bula de oro de 1222, del rey de Hungría Andr´s II; a la primera carta de Baviera
de 1311; a la Gran Ordenanza de los Estados Generales de Francia en el año 1357, todas ellas prepararon la
célebre Petition of Rights de 1628 y el Agreement of the People de 1647, que no eran otra cosa que la reafirmación
de los derechos de libertad de la nobleza extendida ya a la burguesía; estos documentos culminaron finalmente en la
reglamentación que el Rey Carlos III de Inglaterra llevó a cabo en el año 1679 por medio del Acta de Hábeas
Corpus en la cual los súbditos ingleses obtuvieron garantías de libertad para sus personas, las mismas que serían
detalladas luego de diez años, en la denominada Bill of Rights de 1689, que abrió camino a las Declaraciones de
Derechos de las Colonias Americanas y sobre todo a la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano de 1789. Y desde entonces el resto es historia conocida.
Conclusiones.
7. La Institución del Hábeas Corpus, como garantía constitucional de la libertad, se adopta en el Perú por ley del
21 de Octubre de 1897; es decir que su nacimiento es eminentemente legal. Posteriormente, el tratamiento
al habeas corpus es enriquecido por las leyes 2223 y 2253 de 1916, para tener consagración
constitucional recién en la Constitución de 1920
8. El Hábeas Corpus es un instituto de Derecho Público y Procesal, por tener origen y fundamento en la
Constitución misma y estar destinado a la protección de la garantías conocidas en la doctrina como derechos
públicos subjetivos
9. Si bien es cierto el derecho a la libertad individual es un derecho esencial e importante, no es absoluto pues
puede ser limitado en su ejercicio por contraponerse a valores de mayor nivel para la sociedad. Los límites al
ejercicio de este derecho pueden ser “Intrínsecos”, si se deducen directamente de la propia naturaleza y
configuración del derecho en cuestión; o, “Extrínsecos”, si se deducen de la inserción de los derechos en el
ordenamiento jurídico, y su fundamento reside en la necesidad de proteger otros bienes o derechos
constitucionales
10. La detención judicial, limitativa del derecho a la libertad individual no debe ser la regla general dentro de
un proceso. Esta se debe dictar en situaciones excepcionales y ajustándose estrictamente a la naturaleza
y objeto del proceso
11. Lo razonable es contrario a lo arbitrario y la razonabilidad le informa al juez de su obligación de justificar por
qué ordena una detención preventiva y no otra medida cautelar.
12. La detención judicial preventiva debe ser una medida provisional o temporal; es decir que se mantenga
mientras permita lograr los fines del proceso y mientras no hayan desaparecido los motivos o razones que
sirvieron para su dictado.
13. El Hábeas Corpus no consiste en determinar la responsabilidad penal de la persona a favor de quien
se interpone, como dijimos, por medio de este proceso sólo se verifica si existe amenaza o afectación de la
libertad individual y, en caso que esta se verifique, ordenar se repongan las cosas al estado anterior de la
violación o amenaza de violación.
14. El Proceso de Habeas Corpus contra Resoluciones Judiciales toma en la actualidad importancia en nuestro
contexto, sobretodo con ocasión de procesos penales instaurados en contra de ex – funcionarios estatales a
quienes, en muchos casos, se les priva del derecho a la libertad personal y que no en pocos casos, cuestionan
las decisiones judiciales en su contra por considerarlas arbitrarias.
15. La libertad de un procesado se ve afectada cuando, entre otros motivos, es privado de ésta por una resolución
judicial arbitraria. Es arbitraria porque no respetó un debido proceso penal, lo cual hace al mismo,
un proceso irregular.
16. El Juez Constitucional tiene la delicada responsabilidad de defender la libertad como derecho fundamental
inherente a la persona humana sobre cualquier juez que ve en la detención el único medio existente para
asegurar los fines de un proceso.
El Código Procesal Constitucional, recientemente promulgado el 28 de Mayo del 2004, constituye un paso
importantísimo en la defensa de los derechos fundamentales por quienes imparten justicia en el Perú.
El Código hace una distinción en cuanto al trámite del Hábeas Corpus en caso de detención arbitraria (Artículo
30º) y en “casos distintos” (artículo 31º). En este punto, consideramos que el término “detención arbitraria”
podría traer algunos problemas de interpretación por el Juez, en el sentido de qué tipo de detención es arbitraria
y cuál no es detención arbitraria?. En que casos estamos ante una detención arbitraria? Y, por último, quién y con
qué criterio se diferenciará los supuestos de “casos distintos” a detención arbitraria?.
17. El Juez que conoce del Hábeas Corpus debe verificar el cumplimiento de requisitos de orden
sustantivo (supuestos de peligro criminal) y procesal (supuestos de peligro procesal) para que la detención
no sea arbitraria o ilegal. Asimismo, el Juez debe verificar la concurrencia de las características propias de la
detención (Excepcionalidad, Subsidiaridad, Proporcionalidad y Provisionalidad o temporalidad), pues si estas
no se cumplen la detención es ilegal también, no tendría razón de mantener vigente una detención ya que de
esta manera se vulnera el derecho a la libertad individual.
18. El hecho que un juez emita una resolución judicial en la que se priva de su libertad a una persona, no significa
que esta decisión no pueda ser objeto de control constitucional alguno, esta condición también conforma a la
garantía del debido procede.