En nuestra especie, el más grande de ellos y el que a su vez genera mayor investigación es el lóbulo frontal, del
cual una de las partes más relevantes es la corteza prefrontal, que participa activamente en permitir la conducta
adaptativa del individuo e incluso el establecimiento de características concretas de la personalidad.
Bases históricas sobre el área prefrontal
Los estudios que sentaron las bases de las ideas
actuales sobre el lóbulo frontal (o corteza
prefrontal) y la mente se iniciaron en la segunda
mitad del siglo XIX.
El caso de Phineas Gage (1848)
despertó gran interés, ya que luego
de una lesión de gran magnitud del
lóbulo frontal, sufrió serios
trastornos en su personalidad y su
desenvolvimiento social.
En 1904, Hitzig, que estaba
tratando de delimitar la corteza
motora mediante estimulación eléctrica, observó
que la estimulación de la región prefrontal producía
alteraciones conductuales en atención, aprendizaje
y memoria espacial. Hitzig propuso que el lóbulo
frontal era el sitio donde yacía la inteligencia.
Estos estudios tempranos culminaron en la
descripción de la función ejecutiva del lóbulo
frontal, y del síndrome del lóbulo frontal que se
caracteriza por cambios de personalidad,
perseverancia, impulsividad, falta de iniciativa, y
una inercia hacia el cumplimiento de reglas y
normas sociales que, junto a una inhabilidad en la
ejecución de planes y estrategias, llevan a un pobre
desenvolvimiento social.
Corteza prefrontal: localización
La corteza prefrontal humana se caracteriza por
estar compuesta por una serie de áreas asociativas,
localizadas en el lóbulo frontal.
Corteza Prefrontal
En el último siglo se han reportado varios mapas
citoarquitectónicos en referencia a la corteza
prefrontal, uno de ellos fue propuesto por
Brodmann que acuñó el término de “área
prefrontalis”. En la actualidad, la corteza
prefrontal comprende las áreas de Brodmann 8, 9,
10, 11, 44, 45, 46 y 47.
La corteza prefrontal tiene importantes conexiones
con una gran cantidad de regiones cerebrales tanto
corticales como subcorticales, como por ejemplo el
sistema límbico, los ganglios basales, el hipocampo,
el tálamo y el resto de lóbulos cerebrales.
Es por ello que influye en y se ve influida por una
gran cantidad de informaciones provenientes de
muy diversas regiones, resultando imprescindible
para la correcta gestión de la conducta y de
nuestros recursos.
Subdivisiones del área prefrontal
Para poder estudiar desde el punto de vista
neuropsicológico, es importante dividir esta área en
tres regiones importantes:
Corteza orbitofrontal. Controla las respuestas que
damos socialmente, así como a inhibir conductas
poco aceptables y al control de la agresividad.
Corteza dorsolateral. Procesa información
cognitiva y se vincula con las funciones ejecutivas
que nos permiten planificar, solucionar problemas,
memorizar o formarnos ideas.
Corteza ventromedial. Vinculada a la percepción y
expresión de emociones, así como a la capacidad de
motivación, el control o inhibición de las respuestas
y la capacidad creativa.
Funciones principales de la CPF
Los neurocientificos han logrado con cierta
exactitud asociar funciones con una o más áreas,
pero delimitarlas dadas las funciones asociativas de
esta corteza no es prudente, ya que su éxito se basa
en la interrelación constante de la información que
procesan, incluso con otras zonas cerebrales.
Las funciones de esta región cerebral están
conformadas por:
 Corteza prefrontal: funciones
Atención,
Funciones
memoria e Conducta social Motivación Emocionalidad Personalidad
ejecutivas
inteligencia
Conjunto de
habilidades y Permite el
Establece
aptitudes La fijación de la control
Relaciona las patrones de
cognitivas que atención se Vincula la consciente de
interacciones conducta en los
permiten la relaciona con la emoción y la las emociones,
del entorno y el diversos
adaptación al memoria y la cognición. pues se
aprendizaje. aspectos de la
medio y la inteligencia. relaciona al
vida.
resolución de sistema límbico.
problemas.

Palabras clave

Toma de Memoria Inhibición Consecución de Regulación

Inhibición.
decisiones declarativa conductual. objetivos. emocional.

Planificación- Memoria de Conducta Expresión

Empatía. Timidez.
organización. trabajo dirigida. emocional.

Área dorsolateral Área orbitofrontal Área ventromedial

Cognición-adaptación Conducta-impulso Emoción-motivación

Divisiones de la corteza prefrontal

Dorsolateral Orbitofrontal Ventromedial

 Participa en el monitoreo y
 Regulación de aspectos
manipulación de las
motivacionales y emocionales
actividades que realiza la
relacionados a un nuevo
memoria operativa.
estímulo y asociado a la
regulación del
 Permite que las acciones
comportamiento y respuesta
planeadas sean llevadas a
autonómica (visceral y
cabo siguiendo un objetivo
endocrina).
ideado.
 Participan en la memoria
 Encargado de la planeación
declarativa, en la evaluación
secuencial de actividades y
de información nueva con el
de la toma de decisiones.
objetivo de regular las
respuestas del organismo a la
 Organiza, codifica, verifica
misma, además de
y evalúa la información que
involucrarse en el control
se trae de la memoria a
emocional.
largo plazo.
Síndrome prefrontal
Las funciones ejecutivas nos
permiten gestionar los problemas
y las tareas que debemos realizar,
donde se incluyen la comprensión
y evaluación, tanto de la situación
como de nuestras fortalezas y
debilidades, planear las acciones
a realizar y mantener la atención para realizarlas, y
finalmente evaluar todo el procedimiento para
cambiar los patrones de conducta que no hayan
funcionado.
El síndrome prefrontal hace referencia a un
conjunto de síntomas y trastornos neurológicos que
resultan del daño o disfunción en la corteza
prefrontal del cerebro. Desde la etiología, este
síndrome y sus divisiones se deben principalmente
a accidentes cerebrovasculares, traumatismos
craneoencefálicos, tumores cerebrales y otras
enfermedades neurodegenerativas.
El síndrome prefrontal es un problema que puede
presentar distintos tratamientos según el tipo de
fenómeno que lo causa. No presenta un tratamiento
curativo, pero sí se puede trabajar desde una
perspectiva multidisciplinar los distintos síntomas.
Generalmente el tratamiento se basa en recuperar
en la medida de lo posible las habilidades perdidas,
paliar los déficits generados por las lesiones,
potenciar las habilidades preservadas y buscar vías
alternativas que permitan compensar los posibles
déficits que presenten.
La estimulación o entrenamiento de funciones
ejecutivas es muy importante, con lo que suele
requerirse de terapia ocupacional que permita el
ejercicio mental y la recuperación de las funciones.
Afectación en diferentes áreas vitales
El impacto de la disfunción prefrontal perturba en
mayor o menor medida todas las esferas de la vida
del paciente y puede enfrentarse incluso hasta a la
incapacitación de su propia funcionalidad o utilidad
en los diferentes ámbitos en lo que éste convive,
como los siguientes:
Ámbito social
La impulsividad o pasividad, y en un posible
aumento de la irritabilidad puede provocar que su
entorno termine alejándose poco a poco,
quedándose el sujeto aislado.
Si bien en ocasiones se vuelven más seductores, no
es infrecuente que les cueste hacer nuevas
compañías que vayan más allá de lo superficial y
que sean significativas para ellos. Además, pueden
surgir problemas de memoria que dificultan el
reconocimiento de sus seres queridos.
Ámbito laboral
Es común que resulte desempleado al manifestar un
comportamiento infantil o irresponsable, por no
poder planificar y seguir un curso de acción
determinado de antemano o bien por no poder
adaptarse a los cambios. Es común que dependan
de los demás para poder realizar sus funciones.
Ámbito académico
Pueden aparecer problemas, existiendo posibles
trastornos del aprendizaje derivados de las lesiones
y las dificultades para mantener la concentración.
Evaluación de funciones ejecutivas
En la actualidad se cuenta con el apoyo de las
pruebas neuropsicológicas físicas, también con
pruebas computarizadas, las cuales permiten tener
información acerca de las latencias, variable que
permite diferenciar entre lo que es normal y lo que
es patológico.
Los pacientes con
daño en la corteza
prefrontal muestran
diferentes patrones
clínicos en relación
con su localización y
extensión.
La evaluación efectiva, eficaz y pertinente de las
funciones ejecutivas es, en la actualidad, un reto
para la neuropsicología, debido a su carácter
multidimensional.
Cada día se reconoce la importancia de realizar una
evaluación precisa de las funciones ejecutivas
afectadas en cada paciente.
La literatura científica denota la importancia de
establecer un modelo claro de evaluación que
identifique las funciones neuropsicológicas que se
encuentran afectadas.
Se pueden distinguir tres síndromes prefrontales
diferentes y definidos por las zonas en las que se
encuentran involucradas y afectadas:
Síndrome prefrontal dorsolateral
Las áreas de Brodmann afectadas en este síndrome
son la 46 y la 10. Considerado síndrome
pseudodepresivo, se caracteriza afectar las
funciones ejecutivas y por generar en el paciente
un alto grado de desorganización.
Manifestaciones clínicas
 Pacientes con trastornos cognitivos,
especialmente rigidez cognitiva, se refleja en
conductas perseverativas, alteración de fluidez
verbal y gran variabilidad de respuestas.
 Deterioro de la atención, tanto selectiva como
excluyente y pobre control de interferencia.
 Déficit en la memoria de trabajo, planificación
e integración temporal de la conducta.
 Los pacientes muestran poca iniciativa y
abandonan la tarea propuesta sin lograr nada.
Evaluación neuropsicológica
Una de las más importantes en la evaluación de este
síndrome prefrontal es el test de clasificación de
tarjetas de Wisconsin (WCST), se encarga de
evaluar la capacidad de abstracción y la formación
de conceptos. A modo general, es una de las más
utilizadas en la evaluación de la flexibilidad
cognitiva (pasar de una tarea a otra).
La versión computarizada del WCST de la batería
neuropsicológica MCC-94, además de brindar
información acerca de los errores simples y
perseverativos, ofrece información acerca del
tiempo de latencias para las respuestas correctas,
permitiendo identificar el nivel de procesamiento
cognitivo complejo de cada paciente.
Otro test de notable importancia es la torre de
Hanói, encargada de evaluar la capacidad de
planificación del sujeto para resolver problemas
complejos, haciendo uso del razonamiento y de los
bloques de memoria y de atención.
Este test tiene como
normas principales
que solo se puede
mover una ficha a la
vez y que la ficha más
pequeña debe ir en la
parte de arriba.
También tenemos a la figura compleja de Rey
provee información relevante del estado de la
memoria visual y también permite evaluar la
organización perceptual, la capacidad de
organización y planificación de estrategias para la
resolución de problemas, y la capacidad
visuoconstructiva, por medio del dibujado.
Tanto la subprueba de
senderos de la ENFEN
como el Trail Making Test
aportan datos relevantes
del funcionamiento de la
atención sostenida y la
flexibilidad cognitiva.
La fluidez verbal, relacionada con el lenguaje y las
funciones ejecutivas, se puede evaluar por medio
del test de fluidez verbal FAS o de la subprueba
de fluidez fonológica y semántica de la ENFEN.
El test de memoria auditiva verbal de Rey; arroja
datos importantes acerca del aprendizaje, y
permite identificar la producción y desempeño
mnésico (curva de memoria) del paciente.
Estas pruebas permiten evaluar:
 Las funciones ejecutivas de planificación.
 Supervisión y solución de problemas.
 La capacidad de anticipación secuencial de
forma progresiva como regresiva.
 La capacidad de planear una serie de acciones
y secuencias que tienen una meta específica.
En la evaluación de este síndrome es importante la
evaluación de los procesos mnésicos, racionales y
atencionales visuales y auditivo-verbales.
Tratamiento neuropsicológico
Para trabajar en beneficio del entrenamiento de
este síndrome, se propone utilizar los módulos de
trabajo del programa Entrenamiento de Funciones
Ejecutivas (EFE).
Ojo: El entrenamiento cognitivo se enfoca en mejorar el
rendimiento cognitivo en general, mientras que la
rehabilitación cognitiva se enfoca en la recuperación o
mejora de habilidades cognitivas específicas que han sido
afectadas por una lesión o enfermedad.
1° módulo. Estimula la orientación visuoespacial,
la planificación secuenciada, la simetría, la
anticipación, las estrategias de construcción y la
orientación en el plano gráfico.
2° módulo. Se basa en el mecanismo cerebral
trigger, actúa como disparador automático de su
siguiente inmediato; por ejemplo, si se presenta el
número uno, el cerebro ya está preparado para
responder el número dos. Entrena el razonamiento,
asociaciones y seriaciones lógicas. Se brindan al
paciente secuencias incorrectas o faltantes para
que descubra un orden lógico.
3° módulo. Propone tareas en las cuales se
estimula la ubicación según ejes cartesianos.
Algunas de las tareas son sopas de letras, que
buscan en primer lugar estimular en el paciente
sistematicidad, organización y planificación en la
búsqueda de palabras.
Síndrome prefrontal ventromedial
Las áreas de Brodmann afectadas en este síndrome
son la 24 y 32. El síndrome ventromedial produce
alteraciones de la regulación emocional, la
memoria emocional, en las tareas de supervisión
atencional y en la toma de decisiones.
Manifestaciones clínicas
 Pacientes con presencia de desmotivación,
irritabilidad, apatía, pasividad e inercia.
 Cambios emocionales y conductas descaradas.
 Dificultades en la toma de decisiones.
 Conducta ligada al estímulo presente y
desligada de experiencias pasadas.
 Afectación del sistema atencional.
Evaluación neuropsicológica
Entre los tests más utilizados para el estudio de este
síndrome se encuentran:
El Continuous Performance Test (CPT) es una
prueba para evaluar la atención sostenida o
vigilancia. El sujeto debe prestar atención durante
varios minutos a una serie de estímulos discretos
que aparecen en una pantalla o monitor.
El Selective Attention Test (SAT) es una prueba
que se utiliza para evaluar la capacidad de una
persona para enfocar su atención selectivamente en
un estímulo particular, mientras ignora los
estímulos irrelevantes.
El Reaction Time Test es ideal para la evaluación
de los tiempos de reacción auditiva, visual y global.
Otros tests para la evaluación de este tipo de
síndrome son el test D2, el test de caras y las
subpruebas de la Nepsy de atención auditiva y
actitud de respuesta, y atención visual.
Tratamiento neuropsicológico
Se recomiendan ejercicios que estimulen el
desarrollo de las habilidades atencionales,
especialmente programas que estimulen la
reducción de los tiempos de reacción (visuales y
auditivos) y que entrenen los mecanismos
sensoriales visual, discriminación visual y
monitorización mnésica de corta latencia.
Para ello, es importa considerar los siguientes
módulos del programa EFE:
4° módulo. Se desarrolla a partir de la lectura de
textos entre líneas, procesos de abstracción, la
búsqueda mental de los detalles faltantes de las
letras (cierre de la Gestalt), la comprensión y la
búsqueda de significados.
5° módulo. Busca, a partir de la traducción de
símbolos, estimular procesos de abstracción,
asociación e interpretación de símbolos. En este
módulo, además de estimular el registro ocular
sistemático y planificado, se entrena también la
utilización de estrategias lógicas siguiendo pistas.
6° módulo. Estimula la discriminación atencional a
partir de la búsqueda de ocho diferencias que hay
entre dos imágenes.
7° módulo. Estimula los procesos de análisis y
síntesis; a partir de ejercicios de lectura
comprensiva, el paciente debe buscar pistas para
resolver un caso.
8° módulo. Estimula la discriminación atencional,
la planificación secuenciada, y la monitorización
pre y posfuncional.
Síndrome prefrontal orbitofrontal
Las áreas de Brodmann afectadas en este síndrome
son la 47 y la 11. Conocido como síndrome
pseudopsicopático, se manifiesta como un
comportamiento desinhibida, pueril, alta tasa de
impulsividad y una conducta antisocial.
Manifestaciones clínicas
 Pacientes con escaso control inhibitorio
(ausencia o pobre control de espera, control de
impulsos y control de interferencia) asociado a
una conducta antisocial.
 Los pacientes afectos pueden ser hiperactivos
y parecen tener energía ilimitada, la cual
dirigen de forma desorganizada.
 Propensos a conducta imitativa y de
utilización, asimismo, se suele evidenciar
déficits en la atención.
 Expresan poca o nula preocupación por las
convicciones sociales y éticas.
 Demuestra poca preocupación por las
consecuencias que pueda acarrear su conducta
sobre otras personas, al punto de desarrollar y
manifestar conductas sociopáticas.
 Impacta sobre los mecanismos de cognición
social y de conducta prosocial.
Evaluación neuropsicológica
Para la evaluación de este síndrome tenemos que
tener en cuenta lo siguiente:
 Control inhibitorio. Es la capacidad de inhibir
o detener una respuesta automática o
prepotente en función de la situación.
 Control de impulsos. Es la capacidad de resistir
a una respuesta impulsiva o automática ante un
estímulo o una situación.
 Control de interferencia. Es la capacidad de
filtrar información irrelevante o distractora y
enfocarse en la información relevante para la
tarea en cuestión.
El control de impulsos verbal se puede evaluar por
medio del test Hayling, el cual evalúa la función
ejecutiva, específicamente el control inhibitorio y
la capacidad de generar respuestas verbales.
Este test se compone de dos partes: en la primera
parte, el examinador lee en voz alta una serie de
oraciones incompletas y el participante debe
completarlas con una palabra que tenga sentido en
el contexto de la oración. En la segunda parte, el
examinador lee una serie de oraciones completas y
el participante debe generar una palabra que no
tenga sentido en el contexto de la oración.
El control de interferencia, se evalúa por medio del
test de Stroop, tanto en la versión tradicional
(papel y lápiz) como en la versión computarizada.
Este test se utiliza para evaluar la función
ejecutiva, específicamente la capacidad de
inhibición y el control atencional selectivo.
El test consiste en nombrar el
color de las palabras impresas en
una página, algunas de las
palabras están escritas en un
color diferente al que nombra
(palabra "azul” escrita en rojo).
Este mecanismo también es posible evaluarlo a
través del paradigma go/no go.
Las pruebas Go/No-Go son un tipo de tarea
psicológica diseñada para evaluar la capacidad de
control inhibitorio de un individuo. Los estímulos
"Go" requieren una respuesta rápida y precisa,
mientras que los estímulos "No-Go" requieren que el
participante inhiba su respuesta y no haga nada.
Tratamiento neuropsicológico
El área orbitofrontal evidencia una importante
participación en la autorregulación del
comportamiento, en la interpretación de escenarios
de acción y en la toma de decisiones, así como en
la adquisición y uso de la teoría de la mente.
El control de impulsos se esperaría que se logre a
los 4 años, y que con esto llegue, la capacidad de
seguir reglas. Este proceso sería necesario para que
emerjan actividades ejecutivas complejas, como el
control inhibitorio, la autorregulación
comportamental, el sostenimiento atencional, la
teoría de la mente y la solución de problemas.
La inhibición cognitiva permite la eliminación de la
información irrelevante y de la interferencia de los
estímulos distractores, permitiendo la selección de
representaciones y acciones relevantes.
Por eso, un fallo en la inhibición de una respuesta
no apropiada lleva a un funcionamiento cognitivo
inadecuado. Una baja capacidad de inhibición
repercute negativamente en las funciones
ejecutivas, que se manifiesta en las tareas go/no go
y en la alteración en el tiempo de reacción, por lo
que las respuestas están desajustadas al contexto.
Conclusiones
Las funciones ejecutivas son las que permiten y
hacen posible que el hombre se adapte a su
ambiente, ya que estas le hacen posible integral
todas las informaciones que les brinda el exterior.
Cada uno de estas evaluaciones neuropsicológicas
brinda información particular y detallada de cada
una de las habilidades cognitivas que componen las
funciones ejecutivas. Asimismo, han permitido
hasta el momento desarrollar estudios
investigativos de trastornos, tanto del
neurodesarrollo como del adulto, y en la actualidad
brindan información fundamental para la
estructuración de protocolos específicos para el
tratamiento neuropsicológico de las funciones
ejecutivas.