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RÉGIMEN JURÍDICO CIVIL DE LOS ANIMALES: PRINCIPALES

NOVEDADES
Autoras: Paula Cebollada Gómez, Paola Filgaira, Petruta Grigoras y Carla López
Silvestre
Coordinadora: Dra. Aurora López Azcona
El régimen jurídico privado de los animales ha sido reformado en 2021 en virtud de la
Ley 17/2021, siguiendo la línea marcada por otros Ordenamientos jurídicos de nuestro
entorno, que han modificado sus Códigos Civiles para adaptarlos a la mayor sensibilidad
social hacia los animales existente en nuestros días y para reconocer su cualidad de seres
sintientes.

Las principales novedades de la reforma son las siguientes:

1ª. Respecto a su condición jurídica (art. 333 bis CC)

1. Los animales dejan de ser considerador bienes muebles, para ser calificados de seres
vivos dotados de sensibilidad.
2. Se impone al propietario, poseedor o titular de cualquier otro derecho sobre el
animal, el deber de ejercer sus derechos y obligaciones sobre él mismo, asegurando su
bienestar como ser sintiente conforme a las características de cada especie y respetando
las limitaciones establecidas en el Cc y demás normas vigentes (en particular, la Ley 28
marzo 2023 de protección de los derechos y bienestar de los animales).
3. Se reconoce, a favor de quien los haya pagado, una acción de repetición por los
gastos de curación y/o cuidado de un animal herido o abandonado, a ejercer contra su
propietario.
4. En caso de lesión a un animal de compañía, si la misma le genera un menoscabo
grave en su salud o la muerte, el propietario y los que conviven con el animal tendrán
derecho a una indemnización que incluya los daños morales causados.

2ª. El destino de los animales de compañía en caso de separación, nulidad o


divorcio (arts. 90, 91 y 94 bis y 92 CC)

1. En caso de nulidad, separación o divorcio de mutuo acuerdo, deberá incluirse como


nueva cláusula del convenio regulador a formalizar por los cónyuges, la referente al
destino de los animales de compañía que conviviesen con el matrimonio antes de la
ruptura; ello conforme a las siguientes pautas: el interés de los miembros de la familia y
bienestar del animal, el reparto de tiempos de convivencia y cuidado y las cargas
asociadas al cuidado del animal.
2. En caso de nulidad, separación o divorcio contencioso (sin acuerdo de los
cónyuges), corresponderá al juez, entre las medidas judiciales a adoptar, determinar el
destino de los animales de compañía, atendiendo al interés de los miembros de la familiar
y bienestar del animal, con independencia de que sea su dueño.

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En particular, el juez habrá de determinar si atribuye su cuidado a uno o ambos
cónyuges, así como el reparto de las cargas vinculadas a su cuidado. Si atribuye su
cuidado a uno solo de ellos, el juez reconocerá al otro un régimen de visitas.
3.- En relación con la custodia de los hijos menores, se incluye, como nuevo factor
determinante a tener en cuenta cara su denegación a uno de los progenitores, la existencia
de maltrato animal como medio para controlar o victimizar al otro cónyuge o los hijos.
3ª. Respecto a los derechos reales:

1. Sobre la posesión:
- Los arts. 430 (posesión natural y civil), 431 (posesión en nombre propio y ajeno),
432 (posesión en concepto de dueño y posesión en concepto distinto) y 437 (objeto de la
posesión) incorporan la distinción entre posesión de cosas y animales.
- En el art. 460 se dispone que el poseedor puede perder la posesión del animal por
abandono, cesión a título oneroso o gratuito, muerte o pérdida, y si el animal queda fuera
de comercio o por la posesión ajena durante un año.

2. Sobre la propiedad:
- El art. 348 Cc define la propiedad, distinguiendo entre cosa y animal.
- El art. 610 establece que se puede adquirir por ocupación la propiedad de los
animales sin dueño, incluidos los abandonados de caza y pesca.
- El art. 611 establece unas reglas para el hallazgo de los animales perdidos:
El que lo encuentre deberá restituirlo a su propietario o responsable, si conoce su
identidad, con derecho a ser reembolsado de los gastos derivados de su curación y
cuidado, así como a ser indemnizado de los daños y perjuicios que le haya podido
ocasionar.
Excepcionalmente no deberá restituirlo a su propietario o responsable, en caso de que
existan indicios fundados de que el animal haya sido objeto de malos tratos o abandono.
En su lugar, deberá poner en conocimiento de la autoridad competente tales hechos.
4ª. Respecto de la sucesión mortis causa (art. 914 bis)

En caso de que el dueño de un animal de compañía omita su destino en su testamento,


se entregará a los sucesores que lo reclamen.
Si son varios los que lo reclaman, en defecto de acuerdo unánime, decidirá el juez a
quien lo atribuye en atención al bienestar del animal.
Si ninguno de los sucesores quiere hacerse cargo el animal de compañía, la
Administración competente podrá cederlo a un tercero para su cuidado.

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