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Introducirnos en este ejercicio partió de la pregunta: ¿Si sabes a qué te metes?

, la cual,
surgió de la entrevista realizada para ingresar al Doctorado en Antropología de la
Universidad del Cauca. Esta, se convirtió en el punto de partida de la necesidad de hacer
una autoreflexión, que se remite al lugar que ocupamos en el mundo académico, esto, lleva
consigo pensar el para qué nos educamos, qué es lo que recibimos como educación y qué es
lo que enseñamos, acaso, ¿la educación es en realidad esa mejor herencia que nos dejan
nuestros padres?

Así, nació el objetivo de esta reflexión, que busca construir una reflexión teórica que revise
el lugar de enunciación de un docente, quien desde su experiencia empírica asiste a un
debate crítico, que alude un lugar ‘otro’, que, a la vez, constituye una puesta política en el
espacio educativo. Esto, lleva a una revisión teórica en busca de la posibilidad de ver la
educación como un campo de lucha, en el cual, el docente debe poner de presente una
postura crítica desde la que asume el acto de compartir el conocimiento, por tanto, la
educación más allá de simplemente impartir clases, es un don de dar y recibir, genera una
afectación personal y una influencia íntima hacia los involucrados. Esto supone,  que es
menester crear espacios educativos susceptibles de transformaciones, para crear conciencias
críticas, propositivas y argumentativas más allá del aula, en la vida misma y a futuro, en lo
que se revise el lugar colonialista del que hemos sido objeto en muchos contextos, como en
el caso educativo colombiano.

Metodológicamente este es un ejercicio cualitativo, en el que se acude a la historia de vida


como herramienta de reflexión, la cual, va de la mano con una investigación acción
participativa, en la que, asumimos una estrategia de intervención que plasma prácticas
creativas, en las que, los participantes toman un lugar activo en la construcción de su propio
saber, proponen, dialogan y, a partir de reconstrucciones auto etnográficas, se genera una
consciencia política ante la manera cómo se asume el espacio educativo.

Dicha meta, toma como base de discusión a autores como A.R Radcliffe-Brown, Grosso,
Mauss, Bourdieu, entre otros, quienes, desde sus postulados nos permiten repensar el ser, el
hacer y el saber, tomar conciencia crítica de la forma cómo se han agenciado las
instituciones y estructuras en que vivimos y que hemos naturalizado, marcadas por fuerzas
de poder que nos determinan y en múltiples casos nos subalternizan.

Por tanto, como parte de los resultados, aquí se llega a una reflexión teórica con enfoque
decolonial, que brinda una mirada hacia un lugar ‘otro’, de empoderamiento hacia la labor
educativa, hacia una deconstrucción de formas hegemónicas que se nos han impuesto.
Como parte de sus resultados, se condensa un catálogo docente, en el que la educación esta
llamada a innovar, como lugar de creación, encuentro e inclusión. Desde la vivencia y la
praxis escritural, se problematiza la historia de vida en relación con las teorías y lo humano.

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