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Capítulo 8: CONCEPTUALIZACIÓN

Ciclo de los negocios


El ciclo de negocios en macroeconomía se refiere a la fluctuación periódica de la
actividad económica a lo largo del tiempo. Estos ciclos consisten en una serie de
fases que se repiten, incluyendo la expansión, la recesión, el auge y la depresión.
La fase de expansión se caracteriza por un aumento en la producción, el empleo,
los ingresos y el gasto de los consumidores. Durante este periodo, la economía
crece a un ritmo saludable y las empresas tienen un buen desempeño.
La fase de recesión, también conocida como contracción, se produce cuando la
economía se desacelera o se contrae. La producción, el empleo, los ingresos y el
gasto de los consumidores disminuyen durante esta fase. Las empresas tienen
dificultades para mantenerse a flote y muchas veces se ven obligadas a reducir
sus costos y despedir empleados.
La fase de auge es una extensión de la fase de expansión, donde la economía
alcanza un pico en su crecimiento. Durante esta fase, los precios suben y la
demanda de bienes y servicios es alta. Las empresas experimentan altos niveles
de rentabilidad y los consumidores tienen más ingresos disponibles.
La fase de depresión, también conocida como recesión profunda, es una
extensión de la fase de recesión, donde la economía experimenta una fuerte
disminución en la producción, el empleo y los ingresos. Durante esta fase, las
empresas tienen dificultades para sobrevivir y los consumidores tienen menos
ingresos disponibles.
El ciclo de negocios es un fenómeno recurrente en la economía y puede ser
influenciado por factores internos y externos, como la política fiscal y monetaria,
las fluctuaciones del mercado internacional, y los cambios en la demanda y oferta
de bienes y servicios. Comprender el ciclo de negocios es importante para la toma
de decisiones económicas, tanto a nivel empresarial como gubernamental.

Fluctuaciones no cíclicas
Las fluctuaciones no cíclicas en macroeconomía se refieren a los cambios en la
actividad económica que no están asociados con el ciclo de negocios típico y que,
por lo tanto, no tienen una periodicidad regular.
Estas fluctuaciones pueden deberse a factores externos o internos a la economía,
como eventos geopolíticos, desastres naturales, cambios en la tecnología,
choques de oferta o demanda, entre otros. Estas fluctuaciones pueden tener un
efecto significativo en la economía y pueden ser tanto positivas como negativas.
Por ejemplo, un desastre natural como un terremoto o un huracán puede tener un
efecto negativo en la economía al destruir la infraestructura y las propiedades,
interrumpir el suministro de bienes y servicios y desplazar a los trabajadores. Por
otro lado, una innovación tecnológica puede impulsar la economía al generar
nuevas oportunidades de negocios, aumentar la productividad y mejorar los
productos y servicios.
Es importante tener en cuenta que las fluctuaciones no cíclicas pueden afectar
diferentes sectores de la economía de manera diferente y, por lo tanto, pueden
tener un impacto heterogéneo en la población y en las empresas. Los
responsables de la política económica deben estar atentos a estas fluctuaciones y
tomar medidas adecuadas para minimizar su impacto negativo y aprovechar sus
oportunidades positivas.

Impacto cíclico: bienes durables y no durables


Los bienes durables y no durables pueden verse afectados de manera diferente
por el impacto cíclico de los ciclos económicos.
En la fase de expansión del ciclo, se espera que los bienes durables tengan un
buen desempeño, ya que los consumidores tienen más ingresos disponibles y
están dispuestos a gastar en productos de mayor valor. Los bienes durables,
como los automóviles, los electrodomésticos y los muebles, se compran con
menos frecuencia que los bienes no durables y, por lo tanto, los consumidores
tienden a posponer su compra en tiempos de incertidumbre económica. Durante la
fase de expansión, las empresas de bienes durables pueden experimentar un
aumento en la demanda y, por lo tanto, una mayor rentabilidad.
Por otro lado, los bienes no durables, como los alimentos, la ropa y los
medicamentos, son productos que se compran con más frecuencia y son menos
sensibles a las fluctuaciones del ciclo económico. Los consumidores tienden a
seguir comprando estos productos incluso en tiempos de recesión, aunque puede
haber una disminución en la cantidad que se compra. Las empresas de bienes no
durables pueden experimentar una disminución en la rentabilidad durante la fase
de recesión del ciclo económico debido a la disminución de la demanda.
En general, los bienes durables son más sensibles a las fluctuaciones cíclicas de
la economía que los bienes no durables. Sin embargo, el impacto puede variar
según el tipo de bien o servicio y la situación económica específica.

que es el desempleo y los tipos de desempleo en macroeconomía


El desempleo se refiere a la situación en la que las personas que están dispuestas
y capaces de trabajar no pueden encontrar empleo. Es uno de los principales
indicadores económicos que se utilizan para medir la salud de una economía y se
mide como la proporción de la fuerza laboral que está desempleada.
En macroeconomía, existen diferentes tipos de desempleo que se clasifican de
acuerdo con las causas subyacentes del desempleo. Estos tipos incluyen:
Desempleo friccional: Este tipo de desempleo se produce cuando los trabajadores
buscan nuevos empleos o están en transición entre empleos. Puede ser causado
por factores como la falta de información sobre oportunidades de trabajo, la falta
de habilidades necesarias para ciertos trabajos o la preferencia de los
trabajadores por ciertos tipos de trabajos.
Desempleo estructural: Este tipo de desempleo se produce cuando hay una falta
de empleo en ciertas industrias o sectores debido a cambios en la estructura de la
economía. Puede ser causado por la obsolescencia de ciertas habilidades o la
falta de formación necesaria para los nuevos trabajos.
Desempleo cíclico: Este tipo de desempleo se produce cuando hay una
disminución en la demanda de bienes y servicios en la economía, lo que lleva a
una disminución en la producción y, por lo tanto, una disminución en el empleo.
Este tipo de desempleo está relacionado con el ciclo de negocios de la economía
y puede ser causado por factores como las recesiones económicas o las crisis
financieras.
Desempleo estacional: Este tipo de desempleo se produce cuando la demanda de
ciertos tipos de trabajo varía según la temporada. Por ejemplo, los trabajos en la
industria turística pueden ser más comunes durante los meses de verano y menos
comunes durante los meses de invierno.
En general, el desempleo es un problema importante en la macroeconomía y
puede tener efectos negativos en la economía y en la sociedad. Es importante que
los responsables de la política económica comprendan los diferentes tipos de
desempleo y tomen medidas adecuadas para abordar las causas subyacentes del
desempleo.

Definición de “pleno empleo”


El pleno empleo es un concepto en macroeconomía que se refiere a la situación
en la que todas las personas que están dispuestas y capaces de trabajar pueden
encontrar empleo en la economía. Esto implica que la tasa de desempleo es baja
y que la mayoría de las personas que buscan trabajo pueden encontrarlo
fácilmente.
En el contexto del pleno empleo, la tasa de desempleo no es igual a cero, ya que
siempre habrá una pequeña cantidad de personas que están entre trabajos o que
han decidido voluntariamente no trabajar en un momento dado. Sin embargo, en
general, el pleno empleo se considera una situación en la que el desempleo es
bajo y estable, y se espera que cualquier desempleo que ocurra sea temporal y no
estructural.
El pleno empleo es un objetivo importante para los responsables de la política
económica porque puede tener varios efectos positivos en la economía y en la
sociedad. En primer lugar, puede aumentar la producción y el crecimiento
económico, ya que las empresas tienen acceso a una mayor cantidad de
trabajadores y pueden aumentar su producción. En segundo lugar, puede reducir
la pobreza y la desigualdad, ya que las personas tienen acceso a empleos bien
remunerados y pueden mejorar su situación económica. Además, el pleno empleo
también puede mejorar la estabilidad social y política, ya que las personas tienen
menos preocupaciones económicas y están más satisfechas con su situación
laboral.
En resumen, el pleno empleo es un objetivo importante en la macroeconomía, ya
que puede tener varios efectos positivos en la economía y en la sociedad. Los
responsables de la política económica deben trabajar para lograr y mantener el
pleno empleo mediante políticas que fomenten la creación de empleo y la
inversión en la economía.

Medición del desempleo


En macroeconomía, el desempleo se mide mediante la tasa de desempleo, que se
calcula dividiendo el número de personas desempleadas por la fuerza laboral total
(suma de personas empleadas y desempleadas) y multiplicando por 100. La
fórmula es la siguiente:
Tasa de desempleo = (Número de personas desempleadas / Fuerza laboral total)
x 100
La fuerza laboral total incluye a todas las personas que tienen o buscan trabajo, es
decir, las personas empleadas y las personas desempleadas que están buscando
activamente trabajo.
El desempleo se divide en varios tipos, incluyendo el desempleo friccional, el
desempleo estructural y el desempleo cíclico. Cada tipo de desempleo se mide de
manera diferente y se utiliza para evaluar la salud general del mercado laboral.
Es importante tener en cuenta que la tasa de desempleo puede no ser una medida
perfecta del estado del mercado laboral. Por ejemplo, algunas personas pueden
dejar de buscar trabajo y no se cuentan como desempleadas, lo que puede
subestimar la tasa de desempleo real. Además, algunas personas pueden estar
trabajando en empleos a tiempo parcial o en trabajos que no coinciden con sus
habilidades y calificaciones, lo que se conoce como subempleo, lo que puede no
estar reflejado en la tasa de desempleo.
En resumen, la medición del desempleo en macroeconomía se basa en la tasa de
desempleo, que se calcula dividiendo el número de personas desempleadas por la
fuerza laboral total. La tasa de desempleo se utiliza para evaluar la salud general
del mercado laboral y se divide en varios tipos de desempleo, cada uno con su
propia medida y significado.

Costos económicos del desempleo


El desempleo tiene costos económicos significativos que afectan tanto a las
personas desempleadas como a la economía en su conjunto. Algunos de los
costos económicos del desempleo son los siguientes:
Costos para las personas desempleadas: Las personas desempleadas a menudo
experimentan una reducción en sus ingresos y una disminución de su calidad de
vida, lo que puede llevar a problemas de salud y bienestar. Además, el desempleo
prolongado puede reducir la empleabilidad futura de una persona, lo que dificulta
su capacidad para encontrar trabajo en el futuro.
Costos para las empresas: El desempleo puede afectar a las empresas al
disminuir la demanda de bienes y servicios, lo que puede llevar a una reducción
de los ingresos y los beneficios. También puede afectar la productividad y la
innovación de las empresas al disminuir la capacidad de contratar y retener
empleados talentosos.
Costos para el gobierno: El desempleo puede aumentar los gastos del gobierno en
programas de asistencia social, como el seguro de desempleo y los programas de
ayuda alimentaria. También puede reducir los ingresos del gobierno debido a una
disminución de la recaudación de impuestos.
Costos macroeconómicos: El desempleo puede tener un impacto negativo en la
economía en su conjunto al disminuir la producción y el crecimiento económico, lo
que puede llevar a una recesión económica. Además, el desempleo puede
aumentar la desigualdad económica y reducir la cohesión social y política.

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