Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Reseña:
Región: Inglaterra (programa a nivel nacional implementado en aproximadamente 150 gobiernos locales).
Existen planes por parte de la Organización Mundial de la Salud de utilizar los principios de este
programa que faciliten un modelo de replicación en otros países menos desarrollados (teniendo en cuenta
las necesarias adaptaciones de acuerdo al contexto local).
Duración: El programa se implementó entre 2000-2010 (10 años), aunque cuenta con elementos a nivel
local que fueron mantenidos de manera sostenible luego de este período.
Beneficiarios: Todos los adolescentes menores de 18 años de edad a nivel nacional (con mayor énfasis en
aquellas áreas donde la prevalencia de embarazo adolescente era de mayor magnitud).
Resultados: A partir de un estudio observacional donde, Wellings et al. (2016) realizaron una evaluación
independiente de largo plazo del programa. Utilizando una metodología de meta-regresiones y random
effects, este estudio analizó datos de 148 localidades en Inglaterra para modelar los cambios en
concepciones, abortos, y tasas de natalidad en menores de 18 años en relación con variables que medían
el estado de financiación del programa a nivel local, niveles socioeconómicos y la región entre los
períodos de 5 años inmediatamente anterior (1994-1998) y posterior (2009-2013) a la implementación del
programa. Adicionalmente, el estudio utilizó datos de la Encuesta Nacional de Actitudes Sexuales y
Estilos de vida (“Natsal”, por sus siglas en inglés) para evaluar los cambios en factores de riesgos
asociados con la concepción en niñas menores de 18 años, así como la prevalencia de la participación de
madres jóvenes en educación, trabajo y capacitación durante el período de implementación. Los autores
de este estudio estimaron que por cada £100 (aproximadamente unos US$ 156) per cápita invertidos en el
programa se produjo una baja de entre 11,4 concepciones y 8,2 concepciones (cuando los datos eran
ajustados por variables socioeconómicas y la región) por cada 1000 mujeres entre 15-17 años.
Costos: Se estima que el gobierno británico ha invertido entre £250 y £340 millones (aproximadamente
unos US$390 millones y US$ 530 millones, respectivamente, al tipo de cambio de 1,56 USD/GBP al 31
de Diciembre de 2010) entre 1998 y 2010 para financiar el programa (Lemos, 2009). Skinner y Marino
(2016) afirman que la inversión del programa se traduce en aproximadamente £8.700 (US$ 13.572) y
£12.200 (US$ 19.032) de costo por prevenir una concepción, de acuerdo a los resultados obtenidos en
Wellings et al (2016). A pesar de ser un programa relativamente caro, los defensores del programa
explican que el mismo representa menos de una cuarta parte del costo de subsidio para manutención
1
Cabe destacar que Allison Hadley, coordinadora principal del programa en el Reino Unido durante los años de
implementación y coordinadora principal del gobierno en la actualidad sobre temas de embarazo adolescente, ha
fundado una vez finalizada su ejecución el departamento de “Teenage Pregnancy Knowledge Exchange” en la
Universidad de Bedfordshire, de manera a mantener un repositorio de toda la experiencia adquirida durante los 10
años, además de seguir realizando nuevos aportes con relación al tema del embarazo adolescente.
infantil que recibirían la potencial madre adolescente y su hijo dado el alto riesgo de dependencia de
asistencia social por toda la vida que posee este tipo de población2.
Ante la evidencia de que programas de larga duración que incluyen múltiples estrategias son
aquellos que han obtenido mejores resultados en la reducción del embarazo adolescente, la
intervención combinó elementos de educación en sexualidad y relaciones (“SRE”, por sus siglas en
ingles), acceso a métodos de anticoncepción y estrategias de inclusión social como los pilares
fundamentales en los que se basó el diseño.
Específicamente, el programa contaba con tres componentes estratégicos. El primer componente se basó
en un enfoque amplio de gobierno respecto a la administración que permita una línea de acción
coordinada hacia todos los niveles, encabezado por un grupo de trabajo interministerial que abarcó
los Departamentos/Ministerios de Salud (“DH”, por sus siglas en inglés), Educación y Empleo (“DfEE”,
por sus siglas en inglés), supervisado por un grupo independiente de asesoría a nivel nacional, e
implementado por coordinadores de servicios a nivel regional y comunitario (abarcaba 150 gobiernos
locales) y comités de asociación local financiados por el programa. El segundo componente consistía en
la mejora de los esfuerzos de prevención incluyendo: a) educación de alta calidad sobre SRE en las
escuelas; b) un mejor acceso a métodos anticonceptivos eficaces y adecuados; c) mayores esfuerzos
focalizados hacia los grupos de mayor riesgo y los jóvenes varones; y d) una campaña impresa y a
través de los medios de difusión masiva con mensajes diferenciados para jóvenes y padres. El tercer
componente se centró en la mejora del apoyo y atención de las madres embarazadas y los padres
adolescentes que asegure la terminación de la educación y el acceso a una vivienda segura con apoyo en
el hogar para las madres y sus hijos.
La administración del programa se llevó a cabo a través de equipos a nivel nacional, regional y local. Para
tal efecto se estableció una Unidad Nacional de Embarazo Adolescente (de ahora en más “Unidad”)
2
Se calcula que la ayuda de asistencia neta por parto en la adolescencia durante los 16 años que la familia sería
elegible para recibir beneficios relacionados con la manutención seria de aproximadamente £61.947 en 2016
(Skinner y Marino, 2016).
dependiente del DH, Coordinadores Regionales de Embarazo Adolescente (“coordinador regional”) y
Coordinadores Locales de Embarazo Adolescente (“coordinador local”). A nivel local se estableció
además un Comité/Directorio de Asociación Local de Embarazo Adolescente (“directorio”) para trabajar
con el coordinador local de manera a diseñar e implementar la estrategia local de embarazo adolescente,
siguiendo la guía de documentos distribuidos por la Unidad3. Fondos gubernamentales del programa
fueron asignados a cada gobierno de administración local, a través de una estrategia de subsidio de
implementación que responden a actividades de estrategia nacional. Tanto el financiamiento como
los equipos de administración se mantuvieron a lo largo de los 10 años del programa. Un grupo
independiente de asesoramiento sobre Embarazo Adolescente (“Grupo de Asesoría”) fue designado para
supervisar el progreso y asesorar a los ministros.
Adicionalmente, el programa contó con un amplio sistema de monitoreo para la generación y el reporte de
información a todos los niveles, lo cual resultó fundamental, entre otros, para adoptar un enfoque más
intensivo en aquellas localidades con menores resultados de manera a que las metas iniciales sean
alcanzadas4.
Más específicamente, la coordinación de esfuerzos a nivel nacional, regional y local para la reducción del
embarazo adolescente implicó las siguientes líneas de acción en términos de administración:
3
Estas guías eran acompañadas con herramientas de autoevaluación, que eran publicadas para ayudar a los
gobiernos locales en la identificación y abordaje de las deficiencias en las estrategias locales diseñadas.
4
Por ejemplo, en el 2005 una revisión de medio término del programa se realizó para explorar la amplia variación
existente en la reducción de embarazo adolescente a nivel local. Esta revisión fue dirigida por la Unidad Nacional
con el apoyo del gobierno de alto nivel y se compararon tres áreas locales con tasas decrecientes con tres áreas de
niveles socioeconómicos similares donde las tasas eran estáticas o en aumento. Los resultados de esta revisión
demostraron que las áreas con mejores reducciones habían desarrollado sus estrategias totalmente en línea con los
documentos/guías distribuidos por la Unidad, involucraban a todas las agencias/actores en la implementación, y
tenían un fuerte liderazgo de alto nivel para dar prioridad a la estrategia, dar uso de los recursos y monitorear el
progreso. Las zonas con resultados más pobres solamente ponían en práctica algunos aspectos de la guías,
confinaban sus esfuerzos en ubicaciones geográficas pequeñas o grupos objetivos específicos, y habían asignado el
liderazgo del programa a funcionarios de menor antigüedad e influencia sobre las decisiones y los recursos. Esto
permitió que el problema sea subsanado a tiempo en áreas con menores resultados, donde el liderazgo local fue
fortalecido a través del compromiso ministerial directo con líderes seniors y soporte adicional a los equipos de
administración.
conjunto con la autoridad local de salud identifiquen y contraten un coordinador local que trabaje a
partir de los Programas de Mejora de Salud en las siguientes actividades: a) identificación del
patrón de embarazo adolescente focalizándose en áreas particulares, grupos y escuelas en
situación de riesgo; b) auditoria de la provisión de servicios; c) involucramiento de actores y
agencias locales en el desarrollo e implementación de los planes de acción dirigidos al cumplimiento
de las metas nacionales; d) asociación con otras iniciativas (privadas y públicas) locales relevantes en
el área de salud, protección social, empleo y salud. Aquellas áreas locales que presentaban mayores
desafíos (p. ej.: localidades con tasas de embarazo adolescente más elevadas) eran, siempre y cuando
presenten un plan satisfactorio a la Unidad, elegibles a recursos de un Fondo de Implementación
Local para coordinar actividades de desarrollo de esquemas integrales e innovadores como tutoría
entre pares, capacitación a padres y consejería adicional sobre métodos anticonceptivos. La Unidad
de implementación se encargaba de preparar los documentos/guías en los que se basaban el diseño de
los planes de acción a nivel local. De todos modos, cabe destacar que los planes de acción se
desarrollaban y resolvían a nivel local, de modo tal a tener en cuenta las características
particulares sobre el fenómeno de embarazo adolescente del lugar.
5- Apoyo a los coordinadores: La Unidad de implementación, a través de sus oficinas regionales del
DH acordó cotas de referencias (“benchmarks”) en dialogo con los coordinadores locales para
comparar el progreso del programa. La Unidad además proveyó apoyo logístico y operacional a
las áreas locales de implementación.
6- Monitoreo del avance: La Unidad de implementación identificó cotas de referencias y metas para el
avance de la estrategia a nivel nacional y el Sistema Nacional de Salud (NHS) en conjunto con las
autoridades locales produjeron reportes anuales para el DH sobre los resultados de avance a nivel
local. El Grupo de Asesoría publicó reportes independientes anuales sobre el progreso del programa
incluyendo un resumen sobre indicadores nacionales y locales. Adicionalmente, la Unidad comisionó
trabajos de investigación para obtener mayor información, así como evaluó algunas de las estrategias
locales.
7- Difusión y comunicación: El gobierno en conjunto financió una campaña mediática a nivel nacional
para reforzar los mensajes principales de la estrategia. Adicionalmente, el gobierno trabajó con el
sector privado para profundizar la difusión de la estrategia.
La evidencia encontrada por la Unidad de Exclusión Social creada por el gobierno identificó que una de
las grandes causas de la problemática se encontraba en la forma en que las escuelas y las familias
educaban a los jóvenes sobre salud sexual y reproductiva y la dinámica de las relaciones. Antes de la
implementación de la estrategia, la mayoría de las escuelas brindaban educación sobre salud sexual y
reproductiva como parte de un currículo más amplio denominado “Educación Personal, Social y de
Salud” (“PSHE”, por sus siglas en inglés). De todas maneras, esta educación no formaba parte del plan de
estudios nacional oficial, la disciplina se consideraba relativamente nueva y no existía calificación
especializada para impartir la misma. Por lo tanto, el programa impulsó una educación de calidad en
las escuelas para que los jóvenes se encuentren mejores preparados de manera a poder resistir las
presiones de iniciarse sexualmente a tan temprana edad, lidiar con las emociones y las relaciones de
pareja y utilizar métodos anticonceptivos si finalmente deciden tener relaciones sexuales. Más aun,
la estrategia promovió que los jóvenes varones sean también considerados como actores principales
dentro del programa, así como se promovió un mayor apoyo logístico y de capacitación a los maestros y
autoridades estudiantiles.
Específicamente, se tomaron en cuenta las siguientes líneas de acción referente a este subcomponente
de prevención:
1- Desarrollo de una nueva orientación en términos de educación sexual en los colegios: El
gobierno a través del Departamento/Ministerio de Educación y Empleo (DfEE) emitió una
resolución donde se reformó el currículo relacionado con la educación sexual en las escuelas.
Algunos de los principales elementos de esta nueva orientación incluían: a) en las escuelas
primarias, se estableció una política sobre SRE adecuada a la edad y madurez de los niños, pero
se aseguró que tantos niñas como varones entiendan sobre pubertad y como un bebe es
concebido; b) en las escuelas secundarias, se debían seguir buenas prácticas en la enseñanza sobre
el relacionamiento de pareja y las responsabilidades que implican tener relaciones sexuales y ser
padre/madre, centrándose la educación en los alumnos varones al menos igual o más que en las
mujeres, involucrando a actores externos como enfermeras, usando a jóvenes como mentores
pares y siendo precisos sobre fuentes locales donde se podían obtener métodos anticonceptivos o
consejería personalizada sobre sexualidad y reproducción; c) todas las escuelas debían consultar
regularmente a los padres y las comunidades para construir evidencia sobre lo que estaba
funcionando en torno a esta educación; d) los maestros debían disponer de guías/documentos
confiables sobre cómo actuar en caso de enterarse de que alguno de sus alumnos/as tenían
relaciones sexuales o planeaban hacerlo (esto último se denominaban los “aspectos pastorales”
por el programa). La implementación de una nueva orientación sobre educación sexual en las
escuelas que siga estas líneas de acción era una condición necesaria para que las comunidades
puedan obtener recursos de la estrategia.
2- Enlazar la educación sexual con un amplio más amplio sobre educación personal: La SRE fue
apoyado por el currículo más amplio implementado en las escuelas sobre PSHE. El gobierno
publicó un informe sobre PSHE donde estableció las guías para relacionar la educación sobre
sexualidad y temas tales como drogadicción, alcoholismo y tabaco.
3- Capacitación y acreditación de maestros en SRE: La agencia del gobierno denominada Agencia
de Capacitación de Maestros (TTA, por sus siglas en inglés) se encargaba de revisar el contenido
y la calidad de todos los cursos de formación inicial para asegurar que los aspectos pastorales y la
SRE eran cubiertos adecuadamente por todos los maestros. La TTA además presentó propuestas
para la acreditación de maestros especializados en SRE. Adicionalmente, el DfEE diseñó y
diseminó guías de buenas prácticas para una adecuada capacitación de los maestros de escuelas
especializados en SRE. Por último, se generaron reportes sobre este proceso de capacitación
dentro del Departamento de Educación y Empleo.
4- Inspección: La Oficina de Normas de Educación, Servicios y Habilidades para Niños (OFTED,
por sus siglas en ingles), que consiste en una agencia independiente del DfEE, se encargó de
inspeccionar que los establecimientos, la implementación y el monitoreo de las políticas de SRE
eran las adecuadas. El OFTED recogió datos sobre la práctica de SRE a través de encuestas en un
número significante de escuelas, incluidos aquellos con buen y mal actuar en relación a la
implementación del programa, y produjo, en conjunto con el DfEE y el Grupo de Asesoría, una
guía de buenas prácticas sobre aquellos que funciona para niños y niñas en el sistema
educativo. Adicionalmente, el OFTED se aseguró que los inspectores seleccionados erar
acordemente capacitados sobre los programas de SRE.
Se partía de la idea de que los niños de familias donde se habla libremente sobre sexo son propensos a
iniciar relaciones sexuales a más tardía edad. Antes de la implementación del programa, la evidencia
demostró que los padres en Inglaterra tenían menos probabilidades que en algunos otros países de hablar
con sus hijos sobre sexo, que se les apoyaba muy poco en este sentido, y que muchos sentían que no
sabían lo suficiente sobre que aprendían sus hijos en la escuela sobre este tema. Tomando en cuenta estos
aspectos, la estrategia definió la siguiente línea de acción:
1- Apoyo a padres para que puedan hablar con sus hijos sobre sexualidad y relaciones de pareja:
El DH puso en marcha una campaña nacional para ayudar a los padres a hablar con sus hijos e
hijas sobre sexo. Adicionalmente, el DfEE ofreció un paquete estándar de información para
aquellos padres que no desean que sus hijos reciban educación sexual en la escuela. El
coordinador local también fomentará el uso de las escuelas primarias y secundarias y otros
centros de la comunidad como base para apoyar a los padres a hablar con sus hijos sobre estos
temas. Finalmente, la Unidad de implementación difundirá buenas prácticas para las áreas locales
sobre enfoques prometedores para la prevención, incluyendo, por ejemplo, modelos que son
eficaces para los niños varones o aquellos que capacitan a padres y madres para asesorar y educar
a otros padres.
Antes del programa, la evidencia también demostró que los adolescentes no son buenos usuarios de
métodos de anticoncepción. Aunque no se recomienda el sexo a menores de edad, la ley inglesa permite
a los adolescentes tener asesoramiento y tratamiento anticonceptivo en determinadas circunstancias y
además tienen el derecho de discutir esto de manera confidencial. Como parte de la estrategia nacional de
Salud Sexual, se desarrollaron criterios para la prestación de servicios eficaces y responsables de salud
sexual para jóvenes, incluido el asesoramiento, la consejería/orientación y la provisión de servicios de
anticoncepción. Además, le programa estableció una línea telefónica de ayuda a nivel nacional y realizó
una campaña de publicidad para informar a los adolescentes sobre sus derechos de buscar ayuda en
confidencialidad.
El programa considera que los jóvenes varones son la mitad del problema y la solución. Por lo tanto,
se aboga que la educación en sexo y relaciones dentro y fuera de la escuela deben adaptarse mejor a esta
noción. Los jóvenes varones deben ser focalizados con información acerca de las consecuencias del sexo
y la paternidad, incluyendo su responsabilidad financiera para apoyar a los hijos en caso de convertirse en
padres. Por lo tanto, el programa prestó principal atención a aquellos padres de niños nacidos de madres
adolescentes por la Agencia de Manutención de Niños del gobierno británico para reforzar el mensaje de
que este grupo, independientemente de su edad, debía ser financieramente responsable de sus hijos.
La evidencia explica lo difícil y poco común que es para los padres/madres adolescentes que terminen su
educación. Para muchos, el daño comienza durante el embarazo, donde el apoyo es pobre y poco
coordinado. El programa aboga a que los padres menores de 16 años deberían estar obligados a
terminar su educación y recibir ayuda/subsidio para el cuidado de estos niños de manera a que
puedan lograrlo. Adicionalmente, los padres de 16-17 años también deberían recibir un ayuda en la
manutención de sus hijos de manera a que puedan volver al colegio, puedan capacitarse o conseguir
un trabajo. El programa abordó este componente a partir de pilotos innovadores de apoyo intensivo en
20 áreas apoyándose en el programa de acompañamiento familiar para familias vulnerables “Sure Start” y
una serie de otras medidas que se aplicaron a nivel nacional.
H. Servicios de alojamiento/vivienda
Acceso a la vivienda
Reinserción escolar/laboral de
madres/padres adolescentes
Referencias bibliográficas:
Department for Children, Families and Schools & Department of Health. (2010). Teenage pregnancy
strategy: Beyond 2010.
Hadley, A. (2014). The teenage pregnancy strategy for England: concerted effort can make a difference.
Entre Nous, 80, 28-29.
Hadley, A., Chandra-Mouli, V., & Ingham, R. (2016). Implementing the United Kingdom Government's
10-Year Teenage Pregnancy Strategy for England (1999–2010): Applicable Lessons for Other
Countries. Journal of Adolescent Health.
Lemos, G. (2009). Freedom’s Consequences: Reducing teenage Pregnancies and their negative effects in
the UK.
Skinner, S. R., & Marino, J. L. (2016). England's Teenage Pregnancy Strategy: a hard-won success. The
Lancet.
Social Exclusion Unit (1999). Teenage Pregnancy Presented to Parliament by the Prime Minister by
Command of Her Majesty. The Stationary Office, London, June.
Teenage Pregnancy Independent Advisory Group. (2010). Teenage pregnancy: Past successes - future
challenges (Final Report)
Weale, S. (2016, May 23). England's teenage pregnancy strategy to become global blueprint. The
Guardian. Retrieved from: https://www.theguardian.com/society/2016/may/24/england-teenage-
pregnancy-strategy-global-blueprint.
Wellings, K., Palmer, M. J., Geary, R. S., Gibson, L. J., Copas, A., Datta, J., ... & Macdowall, W. (2016).
Changes in conceptions in women younger than 18 years and the circumstances of young mothers in
England in 2000–12: an observational study. The Lancet.