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Klaus Kinski en el papel de Fitzcarraldo.

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© unai aranzadi
iendo quien es, su modesto despacho tendría que Sí, yo terminé antropología y enseguida seguí viajando
estar en pleno Centro Histórico de Cusco, aunque con una cámara muy viejita que me compré. Digo que seguí
para evitar riesgos lo tiene algo lejos de la plaza de viajando porque desde los catorce años yo siempre he viaja-
Armas en la que los conquistadores españoles ejecu- do por el Amazonas. Soy un antropólogo que tiene el que-
taron al caudillo indígena Túpac Amaru. Protegido chua cusqueño como idioma materno. Lo domino como
como está por una legión de vendedoras ambulantes que te el español. ¿Sabe usted el poder que eso da selva adentro?
mandan en dirección contraria porque jamás revelarían a un Además, me crié en la ciudad de Andahuaylas, en el depar-
extraño dónde se sitúa la oficinita del señor César Vivanco, tamento de Apurímac. Han sido muchas aventuras, unas
dar con su paradero es un placer para los sentidos, pues, con éxito y otras no tanto. La Amazonía es así, no se puede
entre otras muchas maravillas, toca atravesar el mercado predecir todo. Una vez quisimos ir por río desde el Bajo
de San Pedro, en cuyos aledaños aún se pueden ver cam- Urubamba hasta Iquitos. ¿Sabe usted la barbaridad que es
pesinas con ponchos de vicuña vendiendo cacao en grano. eso? Navegamos durante semanas, pero no pudimos llegar.
Y así, tras un embriagador vaivén de intrigas, pesquisas y ¿Por qué? Pues porque no podíamos descansar en tierra.
derrotas, se termina encontrando el viejo edificio en el que Cuando llevas ya tantas semanas de viaje por aguas bravas,
este peruano de 83 años comparte espacio con un fantásti- te mareas cada noche en tierra firme, te agotas y tienes que
co elenco de sacamuelas, profesores de guitarra, sastres y abandonar la empresa. Pero hay que intentarlo. Hacer lo
especialistas en el tratamiento de enfermedades venéreas. que te dicen que no se puede hacer. Eso es la aventura.
No, nada podría ser más ilustrativo de lo que han sido sus
intereses antropológicos que este cosmos en el que él es la Y usted cree que esa fama que adquirió con sus descubrimien-
gran estrella. Y como colofón de la aventura que supone tos, viajes y fotografías fue lo que despertó el interés de Werner
llegar al tercer piso donde se atrinchera, nos encontramos Herzog.
una inquietante nota escrita a lápiz en su puerta: “Estoy
dentro”. Así es. Yo jamás lo busqué, fue Herzog quien vino a mí
en 1969, cuando llegó al Perú. Yo había adquirido cierta
Señor Vivanco, usted se hizo conocido gracias al descubrimien- fama porque, al regresar de la expedición donde dimos con
to de una tribu amazónica. ¿Cómo supo de su existencia? los kugapakoris, el periodista Efraín Paliza Nava hizo una
gran historia sobre nuestro viaje, y habló de mí. Herzog la César Vivanco muestra filminas de sus experiencias en la selva amazónica.
Fue gracias a los padres dominicos, que llevan casi leyó en Alemania y al llegar por acá me buscó para ser su
cuatrocientos años metidos en diferentes comunidades asesor especialista en la Amazonía. Así que un día se apa- muy grande traída de Alemania. Pero la armaron cerca de dictadura militar se sumergió de lleno en un mundo rodeado de
del Amazonas. Uno de ellos, el padre Silverio, me dijo que reció en mi casa con su productor, Walter Saxer. Allí me un área llena de serpientes, así que por su seguridad se la oscuridad, como es el de la macumba. ¿Qué descubrió allí?
habían descubierto una tribu en el río Inuya. Me mostró propusieron que trabajara con ellos para su largometra- limpiamos a machete. Al vernos, vino corriendo y casi me
unas fotos de los indígenas y pensé: “¡Pucha!, yo tengo que je Aguirre, la cólera de Dios, pero no terminé ese rodaje de hiere. Agarró a un obrero, lo derribó y por poco lo corta con De Brasil también me escapé, como antes me escapé de
estar en una expedición para descubrir una tribu”. Así que tantos líos que hubo. A mitad de la filmación me devolví a el machete. Decía que quería naturaleza alrededor, pero Chile. Le explico. En Río de Janeiro me hice amigo de una
le dije al padre que por favor me avisara cuando supieran Cusco. Ellos vinieron después a rogarme que volviera, pero cuando comprendió que había serpientes entró en pánico. alumna a la que di clases en la universidad. Un día me llevó
de alguna tribu desconocida. Dos años después se acordó no regresé. Decidí gritarle aún más fuerte de lo que nos gritaba él; en- a su casa y me presentó a su padre, quien casualmente había
de mí y me llamó para ir de inmediato a un viaje cinco días tonces al final me respetó, porque los locos solo se asustan sido macumbero y, además, antiguo militante del Partido
río arriba hasta una de las cabeceras del Timpia, un afluente ¿Y qué tal con Klaus Kinski? frente a uno todavía más loco. Desde aquel día me invitaba Comunista. Congeniamos, así que con el tiempo este señor
del Urubamba. La localización se las dio a los dominicos a fumar y a tomar whisky por las noches. me llevó a todos los centros de macumba más atrayentes de
un indígena machiringa que días antes se había perdido y Un loco. Río. Y como yo estaba muy interesado en investigar sobre
que, deambulando por el monte, vio a una tribu de hombres ¿Se hicieron amigos? la macumba como elemento de control social por parte de
desnudos en la otra orilla del río. Se asustó mucho y nos ¿Se llevó bien con él? la dictadura militar que gobernaba, él me abrió muchas
vino con la historia días después, porque los machiringas Más bien lo que le gustó fue verme con un rifle calibre puertas en ese mundo. Pero un día, unos de un centro ma-
son muy miedosos. Les pusieron el nombre de kugapako- Al principio del rodaje de Aguirre tuvimos una bronca 30 que en ocasiones llevaba encima. A él, como había he- cumbero me dijeron que llevara un gallo rojo para sacrifi-
ris, que en su idioma significa “asesinos”, por el pánico que y me quiso pegar, aunque yo también a él. Se enfadaba por cho muchos westerns, le gustaba disparar. Comenzamos carlo el domingo siguiente. Al cabo de unos días, en casa de
daban. todo y estaba obsesionado con el agua. Exigía agua embo- a hacer competencias de tiro, y yo le ganaba, pero como mi alumna, vi a su padre y le conté lo del gallo y otra serie
tellada hasta para lavarse la cara y afeitarse. Saxer ya me estaba tan loco eso le gustaba y se hacía incluso más amigo de elementos para la ceremonia de ese mismo domingo.
Y así cumplió su sueño, el sueño de un muchacho que, como había advertido que Kinski no quería contacto con nadie, mío. La gente nos miraba de lejos, extrañada, porque Kins- Quedó pasmado y me dijo: “Lo del gallo rojo es un pretexto,
usted mismo ha dicho, creció admirando las aventuras de Tarzán, así que en la hacienda donde acampábamos preparamos ki nunca dejaba que se le acercaran. y yendo tú solo a un barrio de esos te hacen desaparecer sin
Fu Manchú y el Llanero Solitario... Antes de aquello, usted había dos ambientes. Reservamos la mejor zona para él y se la el menor problema. Saben que andas investigando sobre
realizado ya unos cuantos viajes por las zonas selváticas del Perú, preparamos al detalle, pero cuando llegó y se la mostré La verdad sea dicha, a usted siempre le han atraído el riesgo y el control de la población a través de la macumba”. Como
¿verdad? empezó a gritarme porque había gente cerca. Por eso, bien lo extraño. Según tengo entendido, tras escapar del golpe de Estado lo que ahora producen las iglesias evangélicas. Así que ese
lejos de todo el equipo, levantaron una tienda de campaña en Chile, se fue a Brasil, donde además de haber sido testigo de otra mismo día, sin despedirme de nadie, me fui a Porto Alegre

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© cortesía del autor

y de ahí a Montevideo, donde estuve un par de meses antes valiosísima por los detalles inéditos, pues yo fui el único que ¿Cómo fue el rodaje?
de ir a casa de mi hermana en Buenos Aires. Perdido por conoció bien a Fidel Pereira.
los avatares de la vida, volví a Cusco en 1974, donde años Herzog se convirtió en Fitzcarraldo. En medio de la
más tarde, ya a finales de la década, Herzog vino de nuevo ¿Quién era Fidel Pereira? Amazonía terminó actuando igual que él.
a buscarme.
Era el hijo de Justo Pereira, el principal capataz de Fitz- ¿Y qué era la Amazonía para Herzog? En el documental Bur-
¿Se reconciliaron? carraldo, el personaje real, en el Bajo Urubamba. Un negre- den of Dreams, del realizador Les Blank, se recogen algunos pe-
ro extremadamente cruel que traía gente del Brasil, porque queños episodios de lo que fue aquella superproducción. Por ejemplo,
Vino a mi oficina y me dijo que no me enfadara por lo él mismo era brasileño. Este Pereira era una leyenda en la en una secuencia se aprecia el descontento de la población indígena
que pasó. Él y sus acompañantes me adelantaron que se selva porque nadie podía entrar allá sin su permiso. La única durante el rodaje y a continuación aparece Herzog prometiéndoles
trataba de una grandísima producción sobre la historia de foto que existe de su hijo la tomé yo en 1967, poco antes de tierras si continuaban colaborando con él. ¿Qué fue de todo eso?
Fitzcarraldo. Y les dije: “¡Pero esa historia es mía!”. Herzog que muriera. Había nacido en el siglo xix, en el valle de La
reconoció que yo se la había contado. Fíjese, desde que se Convención, por Quillabamba. Los Pereira desconfiaban Mantuve relación con Les Blank, un buen tipo. Me dijo
la conté la había tenido en la cabeza y anduvo años y años de los forasteros y nadie podía acercarse a Fidel. Era muy que el material que tenía y lo que se veía en él era más po-
buscando dinero. mayor y conocía como nadie las historias antiguas de la re- deroso que la propia película de Fitzcarraldo. Y claro que
gión. Me hice muy amigo suyo y él me relató la historia de hubo problemas, como se ve en el documental. Si trae na-
¿Cuándo le contó usted a Herzog la historia de Fitzcarraldo? Fitzcarraldo, cosas que nadie sabía ni sabe aún, y todos esos tivos desde el Gran Pajonal a Camisea, ¿tiene idea de cómo
detalles se los conté a estos pendejos de Herzog y Saxer. eso va a alterar su vida? Se les recibió mal de entrada porque
Cuando estábamos preparando los escenarios para preparamos camarotes para los mestizos que iban a venir a
Aguirre, la cólera de Dios hubo un derrumbe y nos queda- Entonces, si usted tuvo una mala experiencia durante el rodaje actuar y no para los auténticos indígenas. Los indígenas no
mos atrapados en una casa, Herzog, su productor Saxer y de Aguirre, la cólera de Dios, ¿por qué aceptó volver a trabajar viven así con sus familias. Para ellos las cosas funcionan de
yo. Fueron dos días enteros. ¿Y qué íbamos a hacer? Pues con ellos? otra manera. Hasta la alimentación es otra. Y eran cientos.
hablar. Pero hablaba yo casi todo el rato, ingenuamente, Herzog los utilizó.
claro. Les conté muchas historias de la selva, entre ellas Le exigí a Herzog una batería de condiciones y para mi
la de Fitzcarraldo, que no era de mi propiedad pero sí era sorpresa me dijo “adelante”. Lo cierto es que es dudoso que se vuelva a repetir algo así,
Vivanco junto a Fidel Pereira (1967). quiero decir, disponer durante meses de cientos de indígenas con
¿Qué condiciones eran esas? sus verdaderos arcos y flechas para una producción cinematográ-
© cortesía del autor

fica. ¿En qué momento tomó usted conciencia del cariz que estaba
Por ejemplo, le exigí que no tocara a un solo nativo de adquiriendo esta relación entre nativos y cineastas europeos?
ninguna tribu y me dijo que de acuerdo. Pero como él quería
indígenas en su película, le planteé una solución: que com- Pues cuando los nativos dijeron que se querían ir. Ahí
práramos cusmas auténticas, o sea ropas indígenas, y se las fue cuando Herzog les ofreció escopetas para que se queda-
pusiéramos a los mestizos que comercian en el río Ucayali. ran. ¡Carajo! ¿Sabe lo que significa en la Amazonía introdu-
Estos mestizos son gente que habla castellano y están acos- cir solamente diez escopetas? Pues les regaló como cuaren-
tumbrados a nuestro mundo. Con las cusmas puestas son ta a los jefes con los que negoció. Y por eso se quedaron los
igualitos a los verdaderos indígenas, así que compramos indígenas, ni por tierras ni por dinero. Por armas. Yo quise
como doscientos atuendos y yo pasé a otras labores. Pero en evitar todo eso, no pude y me fui.
una de esas, Saxer paró en la ciudad de Atalaya, y como toda
esa gente ya nos conocía de vernos varias veces por allá en la ¿Y cómo cree usted que terminó la relación de Herzog y Saxer
preproducción, se encontró con dos tipos que le pregunta- con los indígenas?
ron sobre la participación de los mestizos del puerto en la pe-
lícula, y le dijeron: “¡Esos no sirven!”. Le aseguraron que ellos No lo sé, pero la vuelta de los nativos armados a su te-
podían conseguirle hasta cuatrocientos nativos auténticos rritorio debió de ser terrible. ¿Qué se sabe del impacto de
del Gran Pajonal. ¡Pucha! Le aseguraron que llevarían cientos esas armas en sus comunidades y en la biodiversidad que
de nativos a Atalaya y de ahí a Camisea. Sin decirme ni una las rodea? ¡Nada! No se sabe nada y Herzog no quiere ni oír
palabra, Saxer aceptó. Cuando regresó al set de rodaje y em- hablar de ello.
pezamos a filmar, el día antes de que llegaran los indígenas,
yo le pregunté: “¿Te pasa algo? Estás medio raro”. Y me contó unai aranzadi (bilbao, españa, 1975). Periodista,
lo que había aceptado con los indígenas auténticos que iban fotógrafo y documentalista independiente. Sus documen-
a traer. Allí empezaron los problemas conmigo. Esta gente tales han sido emitidos por la bbc, Al Jazeera English y
venía al Perú y pensaban que podían hacer lo que les daba la Canal+. Sus escritos y fotografías han sido publicados por
Restos del barco de Brian S. Fitzgerald, popularmente conocido como Fitzcarraldo, en Puerto Maldonado, Perú. gana con los pueblos, con tal de sacar su película. Reuters, El País, Der Spiegel y The Washington Post.

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