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I. MATERIA DE IMPUGNACIÓN:
La sentencia contenida en la resolución número 10 de fecha 23 de agosto de 2021 que
declara infundada la demanda interpuesta de fojas 07 a 10, subsanada por escrito de
fojas 16, interpuesta por el demandante Felipe Gregorio Aranda Valverde contra la
Municipalidad Provincial de Huaraz sobre acción contenciosa administrativa, con lo
demás que contiene.
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contestar la demanda no niega la existencia del vínculo laboral menos al autenticidad
de las constancias, pues sólo señaló que no contaba con documentales que acrediten
la modalidad contractual prestada, es decir, sólo cuestionó la subordinación; d) no se
puede restar mérito probatorio a documentales que no han sido tachados; e) la
prestación efectiva a favor de una institución pública no requiere acreditar el ingreso
mediante concurso público, pues en el presente caso, dicha prestación ya se
consumó; f) la pretensión no tiene como finalidad el reconocimiento como servidor,
sino el reconocimiento de tiempo de servicios y el pago de aportes previsionales
correspondientes; g) no es de aplicación el precedente Huatuco; h) es de aplicación el
artículo 19 de la NLPT.
III. ANTECEDENTES:
Vía administrativa:
a) mediante escrito del 19 de junio de 20171, Felipe Gregorio Aranda Valverde, solicita
a la Municipalidad Provincial de Huaraz, el reconocimiento de su tiempo de servicios y
aportes previsionales, señalando que: i) ingresó a laborar a favor de la municipalidad
desde el 06 de junio de 1996; ii) recién desde setiembre de 2005 se realizaron los
aportes previsionales, conforme la resolución de alcaldía N° 394-2016-GPH-A; iii) se
le adeuda el reconocimiento de su tiempo de servicios desde el 06 de junio de 1996
hasta el 31 de mayo de 2001.
Vía judicial:
1
De fojas 04 a 06
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Fundamenta su demanda: i) ingresó a laborar a favor de la demandada el 06 de junio
de 1996, hasta el 31 de mayo de 2001, bajo el régimen del Decreto Legislativo N° 276,
para continuar laborando luego de la indicada fecha, pero al amparo del Decreto
Legislativo N° 728, esto en mérito a la Ley Orgánic a de Municipalidades; ii) a fin de
acreditar la existencia de su vínculo laboral presenta el certificado de trabajo suscrito
por el Director General de Promoción de Estudios y Ejecución de Obras, el certificado
expedido por el Director General de Servicios Públicos, la credencial emitida por el
Director General de Servicios Públicos, entre otros; iii) recurre a la vía judicial toda
vez que, su solicitud a nivel administrativo no fue atendida, acogiéndose al silencio
administrativo negativo.
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certificado que corre a fojas 02 de autos suscrito por el Ing. José Vargas García con un
sello que no es totalmente legible (al parecer diría “Director General Promsa”); y,
mediante el certificado que en copia certificada corre a fojas 03, suscrito por los
señores Marco Macedo Chávez y Marcos Bedón Rondan, en donde se deja
constancia que el demandante habría prestado servicios como responsable de
mantenimiento de parques y jardines desde el 02 de enero del 1999 “a la fecha”, sin
que se haya indicado en ese documento una fecha específica sino solamente la
referencia “diciembre del 2002”; ii) de las copias certificadas del expediente N° 00799-
2015, se evidencia que, en dicha demanda el accionante menciona de manera
reiterada solicitar el reconocimiento de las labores realizadas entre el 01 de julio del
año 2001 y el 30 de julio del año 2005, sin mencionar en ningún momento haber
prestado servicios laborales con anterioridad a las fechas mencionadas; iii) en aquella
demanda, el tiempo de servicios cuyo reconocimiento reclama el demandante se
encuentra sustentada en numerosos contratos de diversa naturaleza, a diferencia de la
demanda de autos, en los cuales no se ha acompañado ningún otro documento
distinto a las certificaciones mencionadas; iv) los medios probatorios ofrecidos por el
demandante son insuficientes para acreditar que el demandante haya prestado
servicios en el período que del 06 de junio de 1996 y el 31 de mayo del año 2001 y
menos aún en el régimen laboral del Decreto Legislativo N° 276; v) los certificados
presentados por el demandante no han sido emitidos por la oficina de personal o de
recursos humanos sino por funcionarios que no tienen entre sus funciones certificar la
prestación de servicios en nombre de la Municipalidad Provincial de Huaraz; vi) en el
segundo de dichos certificados, emitido supuestamente en el año 2002, se ha
consignado como membrete “año internacional de las montañas”, lo que no coincide
con la denominación oficial de ese año que fue “Año de la Verdad y la Reconciliación
Nacional”, circunstancia que resta verosimilitud de la veracidad de dicho certificado y,
por lo tanto, a su contenido; vii) el ingreso a la Administración Pública en la condición
de servidor de carrera o de servidor contratado para labores de naturaleza permanente
se efectúa obligatoriamente mediante concurso, lo que no ha sido acreditado en la
presente causa; viii) es de aplicación el artículo 200 del Código Procesal Civil que
señala, si la parte no acredita con medios probatorios los hechos que ha afirmado en
su demanda o reconvención, estos no se tendrán por verdaderos y su demanda será
declarada infundada.
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La cuestión se centra en determinar: a) si los medios probatorios consistentes en los
certificados de trabajo que obran de fojas 02 a 03 han sido materia de tacha que reste
su validez y/o credibilidad; b) si corresponde reconocer el tiempo de servicios a favor
del demandante del periodo comprendido desde el 06 de junio de 1996 hasta el 31 de
mayo de 2001 dentro del régimen del Decreto Legislativo N° 276, sólo para fines de
pago de aportes previsionales a la ONP.
1.2 Según lo dispuesto por el inciso 6 del artículo 139 de la Constitución Política del
Estado, concordante con el artículo 11 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, el derecho al que nos hemos hecho referencia es una garantía del
debido proceso y se materializa cuando el justiciable tiene la posibilidad de impugnar
una decisión judicial ante el órgano jurisdiccional de mayor jerarquía, con las
facultades de dejar sin efecto lo originalmente dispuesto, tanto en la forma como en el
fondo.
1.3 El artículo 364 del Código Procesal Civil, aplicable supletoriamente a la presente
causa3, señala que: “El recurso de apelación tiene por objeto que el órgano
jurisdiccional superior examine, a solicitud de parte o de tercero legitimado, la
resolución que les produzca agravio, con el propósito de que sea anulada o revocada,
total o parcialmente”; para lo cual el Juez Superior debe resolver en función a los
agravios, los errores de hecho y de derecho que sustentan la pretensión impugnatoria;
2
Expediente número 05410-2013-PHC/TC LA LIBERTAD - Roberto Carlos Flores Paiva.
3
Primera disposición final de la Ley número 27584, Ley que Regula el Proceso Contencioso Administrativo.
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por cuanto, el recurso de apelación busca garantizar que las personas que participan
en un proceso judicial tengan la oportunidad de que lo resuelto por un órgano
jurisdiccional sea revisado por un órgano superior de la misma naturaleza, siempre
que se haya hecho uso de los medios impugnatorios pertinentes, formulados dentro
del plazo legal.
2.2 Al respecto Ramón Huapaya Tapia precisa que: “(…) la Ley del Proceso
Contencioso Administrativo supone una singular y novedosa ordenación en nuestro
país, sumamente innovadora y, en realidad, unificadora de las normas existentes
sobre la materia en nuestro ordenamiento. Se encuentra estructurada sobre la base de
la doble finalidad que tiene el proceso contencioso administrativo en nuestro país; de
un lado, el aspecto subjetivo de la JCA que se expresa en que la finalidad del PCA es
la de satisfacer las pretensiones procesales deducidas por los administrados frente a
la Actuación de la Administración Pública, y, de otro lado, el aspecto o finalidad
objetiva del proceso contencioso-administrativo, cual es la de servir de un instrumento
principal de control jurisdiccional de la actuación de la Administración Pública sometida
al Derecho Administrativo”4.
2.3 Sobre esta finalidad objetiva que señala la doctrina, resulta pertinente indicar que
la finalidad del órgano jurisdiccional en un proceso contencioso administrativo, no solo
4HUAPAYA TAPIA, Ramón A.: “Administración Pública, Derecho Administrativo y Regulación, Estudios y
Cuestiones”. Primera Edición. ARA Editores. Segunda Edición. 2013. Pág. 415-416.
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se debe limitar al pronunciamiento sobre el fondo del asunto respondiendo las
alegaciones de las partes en conflicto, sino además debe verificar y hacer un control
sobre la legalidad de la actuación de la administración en el decurso del proceso
administrativo, para luego poder determinar si es que resulta válido emitir
pronunciamiento de fondo.
5
RIOJA BERMUDEZ, Alexander. Cuestiones a tener en cuenta en la tacha de un documento. Visto en
http://blog.pucp.edu.pe/blog/seminariotallerdpc/2009/10/24/cuestiones-a-tener-en-cuenta-en-la-tacha-de-un-documento/ el
04/07/2019.
6
LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Gaceta Jurídica, Tomo I, 5ta edición, Lima, 2015,
pág. 777-778.
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pronunciamiento jurisdiccional que destruya el valor probatorio del contenido del
documento. Con el incidente, el cuestionamiento se hace mediante la tacha y para que
ella proceda debe existir un proceso principal y debe orientarse a destruir la eficacia de
un documento agregado al proceso como medio probatorio7.
7
Ibíd. pág. 667.
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correctos (STC N° 01557-2012-PHC/TC de fecha 4 de j unio de 2012, Fundamento
Jurídico 2).
8
Visto en
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/ef2060804f0af4a6ad22bdcae6e06e52/Basada+en+la+l%C3%B3
gica%2C+la+sana+critica%2C+la+experiencia+y+el+proceso+civil.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=e
f2060804f0af4a6ad22bdcae6e06e52
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prueba, él debe determinar cuál de las partes debe sufrir las consecuencias de no
haber probado un hecho, y que, por el principio de imparcialidad en la dirección y
apreciación de la prueba, su valoración debe ser racional, proporcional y razonable.
5.2 Por su parte el juez de primera instancia, sobre el tema en ciernes ha referido
que, i) el demandante acreditaría el tiempo de servicios prestados del 06 de junio de
1996 al 31 de mayo del año 2001 mediante, el certificado que corre a fojas 02 de
autos suscrito por el Ing. José Vargas García con un sello que no es totalmente
legible (al parecer diría “Director General Promsa”); y, mediante el certificado que en
copia certificada corre a fojas 03, suscrito por los señores Marco Macedo Chávez y
Marcos Bedón Rondán, en donde se deja constancia que el demandante habría
prestado servicios como responsable de mantenimiento de parques y jardines desde
el 02 de enero del 1999 “a la fecha”, sin que se haya indicado en ese documento una
fecha específica sino solamente la referencia “diciembre del 2002”; ii) de las copias
certificadas del expediente N° 00799-2015, se evide ncia que, en dicha demanda el
accionante menciona de manera reiterada solicitar el reconocimiento de las labores
realizadas entre el 01 de julio del año 2001 y el 30 de julio del año 2005, sin
mencionar en ningún momento haber prestado servicios laborales con anterioridad a
las fechas mencionadas; iii) en aquella demanda, el tiempo de servicios cuyo
reconocimiento reclama el demandante se encuentra sustentada en numerosos
contratos de diversa naturaleza, a diferencia de la demanda de autos, en los cuales
no se ha acompañado ningún otro documento distinto a las certificaciones
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mencionadas; iv) los medios probatorios ofrecidos por el demandante son
insuficientes para acreditar que el demandante haya prestado servicios en el período
que del 06 de junio de 1996 y el 31 de mayo del año 2001 y menos aún en el régimen
laboral del Decreto Legislativo N° 276; v) los certificados presentados por el
demandante no han sido emitidos por la oficina de personal o de recursos humanos
sino por funcionarios que no tienen entre sus funciones certificar la prestación de
servicios en nombre de la Municipalidad Provincial de Huaraz; vi) en el segundo de
dichos certificados, emitido supuestamente en el año 2002, se ha consignado como
membrete “año internacional de las montañas”, lo que no coincide con la
denominación oficial de ese año que fue “Año de la Verdad y la Reconciliación
Nacional”, circunstancia que resta verosimilitud de la veracidad de dicho certificado y,
por lo tanto, a su contenido.
5.4 Es así que, respecto al certificado de fojas 02, el juzgador de primera instancia lo
desestima señalando que está suscrito por el Ing. José Vargas García con un sello
que no es totalmente legible (al parecer diría “Director General Promsa”); lo que en
efecto es cotejado por este colegiado; sin embargo, del mismo contenido de dicha
documental también se advierte que contiene los distintivos de la Municipalidad
Provincial de Huaraz, y dos sellos plasmados que también pertenecen a dicha
municipalidad, es más respecto al timbre al que hace referencia el juzgador si bien en
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la parte inferior no resulta del todo claro; no obstante, de la parte superior, se puede
observar sin esfuerzo alguno que dice Municipalidad Provincial de Huaraz, con el
añadido que inclusive se trata de un documento que ha sido debidamente certificado
por un notario público, es decir, se trata de la copia del original; por lo que,
definitivamente el argumento glosado por el juez de primera instancia no resulta
suficiente a criterio de este colegiado para desestimar un medio de prueba que no
sólo, no ha sido tachado, sino que además contiene datos legibles que permiten su
identificación concreta y exacta.
5.6 Mención aparte, merecen las copias certificadas del expediente N° 00799-2015,
que fueron admitidas como medio probatorio de oficio, conforme se tiene de la
resolución N° 08 de fojas 126 a 127, pues ya la sen tencia cuestionada ha hecho
referencia a que de las copias certificadas del expediente N° 00799- 2015, se
evidencia que, en dicha demanda el accionante menciona de manera reiterada
solicitar el reconocimiento de las labores realizadas entre el 01 de julio del año 2001 y
el 30 de julio del año 2005, sin mencionar en ningún momento haber prestado
servicios laborales con anterioridad a las fechas mencionadas; sin embargo, de
ninguna manera puede utilizarse un proceso judicial en el que se debatió el
otorgamiento de derechos laborales en un periodo distinto al demandado en la
actualidad, pues claramente de la sentencia emitida en aquel proceso judicial
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primigenio y cuyas copias certificadas obran de fojas 207 a 220, se tiene que declaró
fundada la demanda interpuesta por Felipe Gregorio Aranda Valverde sobre
desnaturalización de contratos de locación desde el 01 de julio de 2001 hasta el 30
de julio de 2005, excepcionando el mes de diciembre de 2002, mientras que en
proceso que nos convoca el periodo demandado es del 06 de junio de 1996 hasta el
31 de mayo de 2001, con el añadido que ya en la demanda el accionante manifestó
que laboró en 2 regímenes distintos y por ende 2 periodos distintos, máxime si la
demanda tramitada en el proceso signado con el expediente N° 00799-2015 es una
de naturaleza laboral bajo los alcances de la Nueva Ley Procesal del Trabajo,
mientras que la presente es una de naturaleza contenciosa administrativa, justamente
por la diferencia de regímenes a los que hizo alusión el demandante; por lo que,
siendo ello así, el hecho que el accionante no haya mencionado en el proceso judicial
00799-2015 haber prestado labores anteriores al periodo demandado, de ninguna
manera implica que las mismas no se hayan realizado, máxime si subsisten los
certificados de fojas 02 a 03, que evidentemente hacen presumible la prestación de
servicios a favor de la demandada por parte del demandante.
5.7 De otra parte la sentencia apelada, reiterando en las piezas procesales del
proceso primigenio señala que en aquella demanda, el tiempo de servicios cuyo
reconocimiento reclama el demandante se encuentra sustentada en numerosos
contratos de diversa naturaleza, a diferencia de la demanda de autos, en los cuales
no se ha acompañado ningún otro documento distinto a las certificaciones
mencionadas; sin embargo, este colegiado reitera que no se puede comparar aquel
proceso anterior con el actual, toda vez que contienen pretensiones distintas y por
periodos también distintos, y si bien en aquel proceso se presentaron contratos y
senda documentación respecto a las labores realizadas por el demanda, también es
verdad que de la revisión del mismo no se advierte que el demandante haya negado
o que el juez de aquel entonces se haya pronunciado sobre la insistencia de labores
previo al periodo demandado.
5.8 Del mismo modo, el juez de primera instancia refiere que los certificados
presentados por el demandante no han sido emitidos por la oficina de personal o de
recursos humanos sino por funcionarios que no tienen entre sus funciones certificar la
prestación de servicios en nombre de la Municipalidad Provincial de Huaraz; al
respecto, este colegiado considera que este punto sí puede ser dilucidado
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perfectamente por las piezas procesales certificadas del expediente N° 00799-2015,
pues de la sentencia de fojas 207 a 220, se tiene que ya la juez de dicha causa,
sobre el órgano facultado para otorgar certificados señaló que: la parte demandada
manifiesta que no se ha emitido por un órgano competente, siendo el órgano
facultado otro, y ofrece como medio probatorio la Resolución de Gerencia N° 612-
2013-MPH-GM, de fojas 59 el cual resuelve aprobar la directiva de otorgamiento de
certificados a la Unidad de Personal, pero debemos de tener en cuenta que dicha
resolución data del 30 de abril de 2013 y la credencia es de fecha 31 de enero de
2002, esto es, de fecha anterior, por ende no se puede aplicar un reglamento en
forma retroactiva; por lo que, la tacha debe ser desestimada. Bajo este análisis, el
juez de primera instancia en la presente causa ha desestimado los certificados
presentados por el demandante, aduciendo que no fueron emitidos por la oficina de
personal, empero no subsiste una directiva administrativa que ampare dicha
observación, pues ya en el proceso primigenio se determinó que recién desde el 30
de abril de 2013 en adelante era el jefe de personal quien indubitablemente debía
emitir los certificados de trabajo; por lo que, el argumento esbozado por el juzgado de
primera instancia no tiene asidero legal y menos fáctico, pues las constancias
presentadas en la presente causa datan del año 1998 y 2002.
5.9 Finalmente, sobre el tema de los certificados, la sentencia apelada refiere que, en
el segundo de dichos certificados, emitido supuestamente en el año 2002, se ha
consignado como membrete “año internacional de las montañas”, lo que no coincide
con la denominación oficial de ese año que fue “Año de la Verdad y la Reconciliación
Nacional”, circunstancia que resta verosimilitud de la veracidad de dicho certificado y,
por lo tanto, a su contenido; al respecto, ya el accionante en su apelación refiere que
respecto al año, se consignó en las documentales el año internacional y no nacional,
en efecto, el Día Internacional de las Montañas se celebra a iniciativa de las Naciones
Unidas, cuya Asamblea General declaró 2002 como Año Internacional de las
Montañas, llevando a la celebración del primer Día Internacional de las Montañas en
20039.
5.10 En este orden de ideas, evidentemente las pruebas ofrecidas por el accionante
generan convicción respecto al derecho reclamado por el accionante, no sin antes
precisar que, si bien la demanda interpuesta pretende el reconocimiento de tiempo de
9
Ver https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N98/776/26/PDF/N9877626.pdf?OpenElement
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servicios del periodo comprendido desde el 06 de junio de 1996 hasta el 31 de
mayo de 2001 dentro del régimen del Decreto Legislativo N° 276, en su condición de
empleado municipal; sin embargo, de los certificados de fojas 02 a 03 se tiene que el
demandante laboró desde el 06 de junio de 1996 hasta el 17 de noviembre de 1998 y
luego desde el 02 de enero de 1999 hasta diciembre de 2002, evidenciándose
interrupción de 01 mes, esto es, diciembre de 1998; siendo ello así, el derecho debe
ser concedido considerando el corte que este colegiado ha advertido.
5.11 Mención aparte, resulta importante, también a modo ilustrativo, realizar una
síntesis cronológica respecto a las normas que regularon el régimen laboral de los
obreros municipales, pues de los certificados presentados por el demandante es
evidente que su labor era la de un obrero:
• Sin embargo, dicho artículo fue modificado por la Ley N° 27469, publicada el 1
de junio de 2001, en el extremo referido a los obreros de las municipalidades,
de modo tal que se estipuló su condición de servidores públicos sujetos al
régimen laboral de la actividad privada, reconociéndoles los derechos y
beneficios inherentes a dicho régimen.
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• Con fecha, fecha 27 de mayo de 2003, se publicó la vigente Ley N° 27972,
Ley Orgánica de Municipalidades, quedando derogadas las Leyes N° 23853 y
N° 27469, de acuerdo al artículo 37 de la Ley N° 27 972, los funcionarios y
empleados de las municipalidades se sujetan al régimen laboral general
aplicable a la Administración Pública, conforme a ley; mientras que los obreros
que prestan sus servicios a las municipalidades son servidores públicos
sujetos al régimen laboral de la actividad privada, reconociéndoles los
derechos y beneficios inherentes a dicho régimen.
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Cuando se trate de trabajadores al servicio del Estado señalados en la Primera
Disposición Complementaria Final de la Ley número 30057, Ley del Servicio Civil. f)
Cuando se trate de funcionarios, políticos, funcionarios de dirección o de confianza a
que se refiere el artículo 40 de la Constitución Política del Perú.
5.16 Finalmente, es preciso acotar que según el artículo 11° del Decreto Ley N°19990
establece la obligación de los empleadores de retener las aportaciones de los
trabajadores asegurados obligatorios respecto del pago de sus remuneraciones y a
entregarlas al Seguro Social (o de ser el caso a la Oficina de Normalización
Previsional), precisando que si las personas no obligadas no retuvieren en la
oportunidad indicada las aportaciones de sus trabajadores, responderán por su pago
sin derecho a descontársela a éstos; asimismo, el artículo 70° del mismo cuerpo
normativo, prevé que para los asegurados obligatorios son periodos de aportación los
meses, semanas o días en que presten o hayan prestado servicios que generen la
obligación de abonar las aportaciones. Así en el caso de autos, se deberá de ordenar
a la demandante el pago de los aportes previsionales por el periodo anteriormente
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señalado que en su momento no se cumplió conforme a ley.
Este colegiado previo a emitir el pronunciamiento respecto, advierte que a fojas 275
obra la razón emitida por la asistente judicial del Juzgado Civil Transitorio de Huaraz,
en el que señala que la presente causa no fue elevada en la fecha establecida; en
efecto, de fojas 274 se evidencia que la resolución N° 11 que concedió el recurso de
apelación fue notificado a través de sus casillas electrónicas a las partes el 29 de
setiembre de 2021; sin embargo, el oficio de elevación de fojas 276 recién data del 15
de diciembre de 2022, es decir, más de un año; por lo que, a fin de deslindar
responsabilidades, resulta imperativo que se remitan copias al Órgano
Desconcentrado de Control de la Magistratura, a razón de la demora irracional
incurrida en el trámite de la presente causa.
SEPTIMO: Conclusión:
Por los fundamentos señalados los Magistrados de la Sala Laboral consideran que: a)
los medios probatorios consistentes en los certificados de trabajo que obran de fojas
02 a 03 no han sido materia de tacha; por lo que, no se puede restar su validez y/o
credibilidad; b) sí, corresponde reconocer el tiempo de servicios a favor del
demandante empero por los siguientes periodos: del 06 de junio de 1996 hasta el 17
de noviembre de 1998 y luego desde el 02 de enero de 1999 hasta diciembre de 2002,
dentro del régimen del Decreto Legislativo N° 276 y sólo para fines de pago de aportes
previsionales a la ONP. Luego entonces, corresponde declarar la nulidad de la
resolución ficta recaída por aplicación del silencio administrativo negativo ante la
solicitud realizada mediante escrito de fecha 19 de junio del 2017, y concederle el
derecho reclamado.
V. DECISIÓN:
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acción contenciosa administrativa, con lo demás que contiene; y,
reformándola,
SS.
RODRÍGUEZ SOTO.
TARAZONA LEÓN.
ERRIVARES LAUREANO.
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