“Año del fortalecimiento de la Soberanía Nacional”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO

ABAD DEL CUSCO
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

LOS DIEZ MANDAMIENTOS EN EL SIGLO XXI

CUADRO COMPARATIVO

Docente:
Dr. Franz Chevarria Montesinos

Trabajo académico de la asignatura:

Deontología Jurídica

Presentado por:
Samuel Condory Espinoza

Código de Alumno:
200456
Semestre Académico:
2022-II

CUSCO – PERÚ

2022
FERNANDO SAVATER
El cumplimiento de este mandamiento exigía
necesariamente una dimensión monoteísta,
eliminando consecuentemente cualquier
rasgo de tolerancia respecto a las demás
religiones y dioses. Es menester mencionar
que el paso a un Dios abstracto, ideal y
omnipresente tuvo repercusión tanto de
manera positiva como negativa. Significaba la
transición de un dios visto como cosa e ídolo a
uno que es idea abstracta y primordialmente
universal, sin embargo, significó también la
ruptura entre la relación hombre naturaleza
que había primado desde hace muchos años
Este mandamiento en la actualidad se ha
presentado con diferentes caretas y distintos
aspectos, pero dichas máscaras solo ocultan
un mismo y fatal mensaje. Se pasó de amar a
Dios sobre todas las cosas a amar una nación,
raza, ideología y pensamiento sobre todas las
cosas, incluso por sobre la vida. La realidad es
que en la actualidad se han creado ídolos que
exigen y enarbolan esa prioridad por encima
de todo, y peligrosamente por encima de la
libertad. Caer en estos discursos simplistas
pero hipnotizadores, es aceptar la necesidad
de un pensamiento único, una sola óptica,
nada más erróneo.
Inicialmente lo que nos pedía este
mandamiento es el mayor de los respetos a la
figura que significa Dios. El ponerlo presente
en un juramento solo podía realizarse en un
caso de tal magnitud y grandeza. Jurar en
nombre de Dios era una de las garantías más
respetadas y admiradas, debía poseerse tal
grado de valentía y convicción para hacer
presente a Dios en un juramento. Esto, por
supuesto, es un arma de doble filo, ya que
nadie puede evaluar absolutamente si el
juramento no tiene como base una mentira.
Era únicamente una relación o contrato entre
Dios y uno mismo.
Hoy en día, gracias a su constante y rutinario
uso se ha banalizado y desnaturalizado el
mencionar a Dios en una oración. Se puede
decir que el término "Dios" ha perdido peso,
jurar en la actualidad no constituye ningún
contrato con tu conciencia ni con tu moral, es
decir se jura sin mayor remilgo. Este
mandamiento está íntimamente relacionado
con la necesidad subjetiva de ser objeto de
mentiras, las cuales aceptamos en ocasiones
conscientemente, puesto que la franqueza, en
determinados momentos, es lo último que
buscamos, debido a que su contenido muchas
veces no nos favorece.
Lo que originalmente demanda dicho
mandamiento, es obligatoriamente reservar
un día de la semana a la adoración y
reverencia al ser creador. Tenemos que
señalar que el día elegido para estas acciones
trae controversias, puesto que algunos
procesan que tal día es el viernes, otros el
sábado, pero generalmente se acata el día
domingo como el elegido. Este mandamiento
de igual manera mantiene una relación con el
trabajo, y debido a los diferentes momentos
históricos que pasó el hombre la connotación
del mandamiento varía.
Descansar de una ardua semana de trabajo y
tomar un día de la semana para ensalzar el
nombre de Dios suena bien, sin embargo, en la
actualidad este mandamiento queda atado de
complejidades socioeconómicas. Descansar de
no encontrar trabajo, un descanso que cansa
paradójicamente, se vive en la actualidad.
Descansar en estos tiempos constituye gastar,
o mejor dicho gastar bien, todo lo ganado a
través del trabajo. Este mandamiento apertura
dimensiones relacionadas con el ocio, trabajo y
por supuesto la familia. Santificar el día del
señor hoy en muchos casos no es posible,
porque muchos viven para trabajar.
Este parece ser un mandamiento que no
constituye controversia alguna, sin embargo,
en la antigüedad, y no es ninguna revelación,
las familias comprendían un órgano machista.
El honrar a tu padre y madre se confundía con
una suerte de autoritarismo y absolutismo por
parte del patriarca de la familia. No se
comprendía o aceptaba que la autoridad
estaba vinculada al crecimiento en busca de la
autonomía. Educar bien significa, en palabras
de Savater, quedarse solo. Esa es la esencia
que alimenta este mandamiento, o que
debería.
Honrar a tu padre y madre en la actualidad,
necesariamente, según el autor, trae atado el
derecho de poseer un padre y madre para
honrar. Es decir, no se debe permitir dejar
"intencionalmente" huérfano a un niño, ya sea
de padre o madre. De igual manera, nos
encontramos en un proceso de juvenalización
de la sociedad, razón por la cual
presenciamos una actitud y accionar de
desprecio e indiferencia respecto a la
sabiduría, experiencia, es decir ha recaído o
perdido valor e influencia las personas de
anteriores generaciones, en parte debido a la
primacía de la técnica y lo cuantitativo.
Este mandamiento parece ser, en primer
momento, tajante y claro, sin embargo, la
historia nos muestra que está lleno de
relativismos. Antiguamente el matar estaba
condenado tanto por Dios y por las penas que
el hombre creaba, pero existían determinadas
excepciones donde podía ser permitido tal
acción. Se dice que se predica con el ejemplo,
paradójicamente no ha existido un dios, sino
mal recuerdo, que se le adjudique tantos
muertos, como es el dios que se nos muestra
en el antiguo testamento. La biblia y en
específico el libro de Deuteronomio muestra
el carácter más fatalista de Dios.
La matanza y en consecuencia la muerte,
constituye en la actualidad uno de los dilemas
más ácidos y complejos. Las guerras y sus
innumerables muertes han causado en
nosotros, no comprender la real significancia
de dichas defunciones. Es decir, todos esos
grandes números no son más que humo en la
imaginación. Establecer parámetros que
indiquen si alguien está muerto, permitir un
suicidio asistido, abortar un "feto" y entre
otros casos, son meros ejemplos de lo
espinoso que es el tema. La tortura y sus
manifestaciones también entran en esta
discusión.
Este mandamiento constituye una de los más
revolucionarios para su época, tenemos que
indicar que está moralidad sexual que exige
Dios está vinculado con el factor de la
propiedad y la herencia. Las familias
opulentas de la antigüedad y en particular los
"hombres de la casa" guardaban con gran
recelo a sus mujeres, puesto que buscaban
que sus herederos fueron hijos legítimos. El
varón por otra parte no cargaba con ese peso
de fidelidad, por el contrario, era normal que
en mucha de sus ausencias "peque" con otra
mujer.
Matrimonio en nuestros días no comprende ya
la acepción que menciona Kant: "Contrato de
usufructo exclusivo de los órganos sexuales
de dos personas". Es decir, la primacía del
aspecto fisiológico como base del amor, ha
sido dejado de lado. Por ende, lo entendido
como adulterio ha cambiado de connotación
en nuestros tiempos. La prominencia del
deseo sexual aperturó parejas más abiertas,
donde el sexo por placer con otra persona no
es considerado adulterio. La homosexualidad
y la cultura de "casarse envejece" se ha
establecido con gran fuerza.
 El robar en la actualidad está referido
primordialmente a aspectos materiales, sin
El innato mensaje que dejaba este
embargo, también existen robos de ideales. El
mandamiento estaba referido al robo como
mundo de hoy ha puesto el robo en contextos y
rapto, es decir el secuestro. Abstener a una
circunstancias muy debatibles. Robar al que le
persona de su libertad y transgredir su
sobra y primordialmente robar por la necesidad
dignidad constituye el significado de robar en
de vivir son alguno de los ejemplos más
su inicial concepto. Era común en los tiempos
llamativos. De igual manera el robo relacionado
de Moisés la venta y compra de esclavos, un
a la propiedad intelectual ha acrecentado
pecado que tranquilamente se encuentra a la
dilemas. El hombre tiene un recelo superior
par del asesinato.
cuando se trata del Estado, ya que no se
permite que el ente que juro protegerlo le esté
robando. El robo al igual que muchos de estos
mandamientos son cosa de matices.
Este mandamiento, en su sentido original, no
escucha Peros y de igual manera Dios no
permite escusas. La mentira carcome y mata
tu alma. Es un sentido extremista pero la
mentira en aquellos tiempos no se aceptaba
en ninguna de sus modalidades.
La mentira, como todos los temas de carácter
social, se evalúan en relación a la
circunstancia. Mentiras bondadosas no son
tema de discusión, debido a su insignificante
trascendencia. Caso contrario a aquellas que
van a determinar aspectos fundamentales de
las personas. Es razonable buscar una
sociedad donde la mentira esta extinta, pero
siendo lo más objetivo posible, esta sociedad
sin mentiras se caería a pedazos. Si todos
dijésemos la verdad, se emanaría un olor tan
putrefacto que sería imposible respirar.
Este mandamiento, a diferencia de algunos
anteriores no tiene una dimensión absoluta,
sino mas bien un carácter permisivo. Eso
queda evidenciado en la biblia y sus
diferentes relatos, tal es el caso de Abraham y
el nacimiento de Ismael.
Uno de los factores que potencia el
incumplimiento de este mandamiento es la
envidia, la cual se origina debido a nuestro
innato carácter gregario. Anhelamos lo que no
poseemos, y en ese anhelo puede encontrarse
la mujer del prójimo. Hoy no tiene relevancia
este mandamiento porque dicha mujer no le
pertenece al prójimo ni a nadie. Las olas de
reivindicación de la mujer han fortalecido la
imagen de una mujer que es de ella y para
ella.
Está es solo una extensión del anterior
Los bienes, al igual que el anterior
mandamiento y demanda el respeto de lo
mandamiento se relaciona con la envidia, un
ganado justamente. El bien personifica el
deseo de apropiarse de bienes que por
punto culmen del esfuerzo realizado de una
avatares de la vida no le han correspondido a
persona.
uno invade el alma de un hombre en sociedad.
Lo tangible en la actualidad define tu valor. Lo
ideal y subjetivo ha quedado relegado. Que te
tengan envidia en la actualidad hasta cierto
punto es un objetivo. Un síntoma de un
aparente éxito.