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Análisis del libro cristianismo y postmodernidad

Algo que Lucas Magnin dijo en el libro que me llamo mucho la atención lo cual es:

*Si somos discípulos del Dios que se hizo carne, lo menos que podemos hacer es encarnarnos en nuestra
realidad*

Todos debemos preguntarnos: ¿Qué está pasando con la modernidad, la posmodernidad y el desafío de
la iglesia hoy?

Es importante saber que todo lo sólido se derrite en el aire; todo lo sagrado es profanado, y las personas
finalmente se ven obligadas a ser serenas sobre sus condiciones de existencia y sus relaciones entre sí.

En cuanto al posmodernismo, Sabemos que Es cierto que el posmodernismo rompe con algunos
elementos modernos, pero también es cierto que profundiza en otros; hay ruptura en algún punto, pero
quizás continuidad en sus elementos más importantes.

Estrictamente hablando, ahora vivimos en un clima moderno tardío porque el principio básico de
nuestro tiempo era la autonomía individual y la libertad individual por encima de las demandas de la
tradición, la religión, la familia y la comunidad. Probablemente sea más exacto decir. Esto es
ciertamente lo que tenemos. hoy, pero mejorado

Por eso mismo Las utopías mueren y por tanto sólo queda el hedonismo: vivir al máximo mientras dure
la experiencia; "Las emociones cambiantes conforman nuestras creencias sin principios, nuestro sistema
filosófico sin filosofía". La desaparición de grandes historias también significa que cada vez es más difícil
comunicar.
Lo cierto es que desconfiar de la validez de las grandes historias es también una actitud profundamente
cristiana: es una protesta contra la idolatría para adorar los proyectos humanos. Se me ocurre que es
Dios mismo quien despierta estos giros bruscos de la historia para sacudir nuestra fe y fijar nuestra
mirada en Él. Allí nos encontramos con el Dios desconocido al que tememos descubrir.

Encontrar ese equilibrio extravagante es el objetivo de este libro. Procuraremos no poner nuestras
esperanzas en el respeto que inspiran las viejas definiciones, ni en la fascinación de los nuevos
espejismos. Intentaremos analizar los paradigmas pasados y actuales con la esperanza de que en algún
lugar de este viaje encontremos el ancla que necesitamos.

Ya que Si somos discípulos de Dios encarnado, lo mínimo que podemos hacer es encarnarnos en nuestra
realidad. Encarnarse significa vivir en el tiempo y comprometernos hasta la médula con la cultura que
nos rodea, así como Jesús se ocupó de la cultura de su pueblo durante más de treinta años.

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