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PREVALENCIA DE LA VIOLENCIA CONTRA LA

MUJER EN TEGUCIGALPA EN 2023

Equipo de investigación
Nombre No. Cuenta
Yesenia Isabel Andino 20121014514
Arlin Andrianela Andrade Vásquez 20141013094
Douglas José Pineda Peña 20191032317
Iksy Yohana Castro Barahora 20211021910
Kenia Yarihtza Rodriguez Rodriguez 20211020327

Espacio de aprendizaje:
TSE- 213 – Investigación Cuantitativa
Sección: 1900
III - PAC-2023
Profesora:
Doctora María Victoria Ponce M.

Tegucigalpa, M.D. 2 de abril del 2023


Prevalencia de la violencia contra la mujer
Antecedentes.
En Honduras, las mujeres se ven afectadas por una espiral de delitos que atentan contra su
integridad y sus vidas. Esto se puede ver agravado por contextos de crisis.

La Subsecretaría de Seguridad en Asuntos Policiales de la Secretaría de Seguridad en Honduras,


presentan el análisis “Violencia contra las mujeres a lo largo del ciclo de vida, Honduras 2021”
junto con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Agencia
de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), a través del Proyecto Regional
Infosegura.

A partir de la evidencia, este análisis permite visibilizar y reconocer la situación de la violencia


contra las mujeres en Honduras, también revela los avances, como las medidas para responder a
los rezagos, retrocesos y desafíos que se den en materia de gestión de información y políticas
públicas sobre la Violencia contra las Mujeres y las Niñas en Honduras.

La violencia afecta de manera diferenciada a mujeres y hombres según la edad. Las denuncias de
mujeres en Honduras son en su mayoría por delitos sexuales, violencia doméstica e intrafamiliar.
Entre más jóvenes, las niñas y mujeres denuncian en mayor medida delitos sexuales. A medida la
edad incrementa, la violencia doméstica e intrafamiliar acumulan la mayor cantidad de
denuncias, 86 de cada 100 víctimas de delitos sexuales son mujeres.

En 2021, el sistema de llamadas emergencia 911 superó las 100 mil llamadas por violencia
doméstica y maltrato familiar.  En 2021 se contabilizaron 3,730 denuncias por delitos sexuales el
54% de las víctimas fueron menores de 18 años. Las denuncias inician a incrementarse luego de
la flexibilización de las medidas de confinamiento y en 2021, superan al número de 2020 y 2019.

Las muertes violentas de mujeres, por homicidio, continúan experimentando una reducción más
lenta en comparación con la tasa de hombres. Mientras que a 2021 la tasa de muertes violentas
de hombres se redujo a menos de la mitad respecto a la tasa de 2011, la tasa de las mujeres no
presenta la misma reducción ya que no ha disminuido ni a la mitad de 2011.

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Las jóvenes son el principal blanco de muertes violentas en Honduras. Más de la mitad (54%) de
las mujeres que fueron víctimas de muertes violentas tenían menos de 30 años.

En 2021, 6 de cada 10 muertes violentas de mujeres ocurrieron el área urbana. Las muertes
violentas de mujeres disminuyeron 5.4% en el área rural (14 víctimas menos) y aumentaron
27.7% en el área urbana (91 víctimas más) respecto al año 2020.

La mayor parte de las muertes violentas de mujeres se concentra en la zona norte y la zona
central del país, especialmente en los municipios de Distrito Central, San Pedro Sula, Choloma y
Catacamas.

Entre 2013 y 2020, 6 de cada 10 muertes violentas de mujeres fueron tipificadas como
femicidios según el Observatorio de Violencia del IUDPAS/UNAH. En 2020, se registró un total
de 328 muertes violentas de mujeres (Homicidios), de las cuales 222 fueron tipificados como
femicidios.

Es necesario usar la evidencia oficial que existe en el país a fin de diseñar lineamientos
estratégicos de coordinación interinstitucional para la aplicación de la Política Nacional de la
Mujer y el II Plan de Igualdad y Equidad de Género de Honduras 2010- 2022 (II PIEGH), que
contiene las principales necesidades y demandas de las mujeres como titulares de derechos, para
reforzar los logros y avanzar en forma sostenida hacia la igualdad.

Desde el PNUD, nos esforzamos por promover abordajes integrales para erradicar la violencia y
para garantizar los derechos de las mujeres y las niñas, ayudándolas a ser libres de violencia, que
es condición básica para avanzar hacia la igualdad de género y un desarrollo sostenible.
(Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2022)

El problema de violencia contra las mujeres por razones de género en Honduras es de reciente
visibilización y su atención es resultado, fundamentalmente, del accionar de grupos sociales de
mujeres y feministas que al inicio de la década de los noventa con mucho esfuerzo inician
acciones para denunciar la existencia del problema, animar a las víctimas en la denuncia y
promover cambios formales en el marco jurídico y de políticas públicas. Además, a través de

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estos años se ha procurado contribuir a construcción. Construir una conciencia social sobre este
fenómeno.

“Ley contra la Violencia Doméstica” desde 1998 11 y el avance en el reconocimiento de la


violencia contra las mujeres como resultado del status de desigualdad y del ejercicio de poder
del hombre, todavía prevalecen concepciones reduccionistas, misóginas y patriarcales en la
interpretación y en el tratamiento de la violencia contra las mujeres.” En la Encuesta de
Epidemiología y Salud Familiar18 (ENESF) realizada en el 2002, el 15.8% de las mujeres
mayores de 14 años informó haber recibido alguna vez maltrato físico. Si se pondera este dato
a la población total en esas edades, se puede afirmar que al menos 234,216 mujeres
hondureñas reconocen haber sido maltratadas físicamente alguna vez en su vida.
En el área urbana la proporción se eleva al 17.5% y en el área rural es un poco menor, 14.1%.
La proporción aumenta a 17.8% en las mujeres casadas y llega a un 24% en mujeres
separadas y divorciadas, con lo que se podría agregar la violencia contra las mujeres como
una importante causa de ruptura de las parejas.
Del total de mujeres de 15 años y más que, al menos una vez, han sido maltratadas
físicamente, en el 67% de los casos la violencia fue perpetrada por su propio compañero de
hogar, esposo o por su novio; en el 27% fue perpetrada por otro miembro de la familia y en el
6% fue llevada a cabo por otra persona, conocida o desconocida. (Centro de Derechos de
Mujeres CDM, 2005)

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