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El sufragio en Guatemala surge, después de grandes luchas para poder

ejercer este derecho. Al principio fue un privilegio para un determinado


sector. Pero con el tiempo se convirtió en un derecho político y
constitucional, que tienen los ciudadanos a votar para elegir quien ejerce
los cargos públicos.

En Guatemala el sufragio universal, es un componente esencial de la


democracia, se expresa mediante el derecho al voto. Sin ninguna
discriminación por motivos: de raza, etnia, sexo, creencia, condición social
o nivel educativo. Tampoco se permite la compra del voto, las personas
eligen sus candidatos con libertad de conciencia.

Para que los ciudadanos de Guatemala pudiesen ejercer el sufragio,


primero se dieron una serie de acontecimientos acompañados de fuertes
protestas lideradizada un grupo de hombres y mujeres con un gran
espíritu democrático a principios del siglo XX.

Derecho constitucional

Posteriormente se logra plasmar en la Constitución Política de la República


de Guatemala como un derecho político. Después de un largo periodo de
debates entre los factores demandante de este derecho. Las mujeres
también entregaron parte de su vida a esta lucha.

El sufragio en la mujer

Este derecho primero fue conquistado por el hombre, posteriormente el


Sufragio Femenino es el primero de muchos pasos en la igualdad de
género, fue una conquista que se dio mediante la organización de las
mujeres en Guatemala.

Lograr el sufragio en la mujer es sin duda la primera conquista para


tener una vida justa en igualdad de oportunidades y derechos. Aunque
en los actuales momentos existen factores que no permiten dicha
igualdad.
La participación a través del voto, permite ejercer el derecho a elegir sus
autoridades, tales como el presidente, vicepresidente, diputados, alcaldes.
En una primera etapa en Guatemala se permitió el voto universal, igual,
secreto y en muchos casos obligatorio. posteriormente se realizaron una
series de reformas que subsanaron los errores.

Desarrollo historico / Caracteristicas

Una primera etapa permitió la consagración del voto universal, igual,


secreto y en muchos casos obligatorio, la que se vio perfeccionada con el
reconocimiento del voto femenino. La sanción de leyes específicas sobre
estas cuestiones extendió la incumbencia del legislador al campo
electoral. Se trata de plasmar en normas todo lo atinente a la confección
de los padrones, a la organización de las campañas y de los comicios, a
las características del escrutinio, al financiamiento de esas actividades,
entre muchos otros temas relevantes. Además, la tendencia se extiende
a la normatización de los partidos y de las actividades políticas; como así
también a su financiación. Este esquema de garantías se completa con la
consideración de la estructura institucional encargada de la
administración y fiscalización de los procesos electorales y del control de
los partidos. En este aspecto las posibilidades son variadas, tal como
pone de manifiesto su evolución, todo lo cual es objeto de desarrollo
particular en otra voz del diccionario.

Toda persona mayor de dieciocho años puede emitir su sufragio es un


derecho y obligación que tiene como ciudadano, siempre y cuando este
legalmente registrado en el padrón electoral. ¿Cómo se promueve el
sufragio en la participación de voto?
La democracia como forma de gobierno es fundamentada en el derecho
de poder elegir y ser electos. Por eso se promueve el derecho al voto de
cada ciudadano este derecho, es el de elige libremente y en secreto a las
autoridades que gobiernan por un período de cuatro años. Como es una
expresión política de la voluntad individual. Su existencia tiene por objeto la
participación del ciudadano guatemalteco en la designación de los
representantes del pueblo, de determinados funcionarios públicos, o la
aprobación o rechazo de ciertos actos de gobierno, con la finalidad de
sensibilizar y orientar a la población sobre la importancia de emitir un
voto responsable.
CAPITULO I - Régimen Político Electoral

Artículo 223 - Libertad de formación y funcionamiento de las


organizaciones políticas

Artículo 223 El Estado garantiza la libre formación y funcionamiento de las


organizaciones políticas y sólo tendrán las limitaciones que esta
Constitución y la ley determinen. Todo lo relativo al ejercicio del sufragio,
los derechos políticos, organizaciones políticas, autoridades y órganos
electorales y proceso electoral, será regulado por la ley constitucional de
la materia. Una vez hecha la convocatoria a elecciones, queda prohibido
al Presidente de la República, a los funcionarios del Organismo Ejecutivo, a
los alcaldes y a los funcionarios municipales hacer propaganda respecto
de las obras y actividades realizadas.

Durante los primeros instantes de transición democrática, se


comienza a construir un ambiente de apertura hacia los sectores
más marginales de la sociedad, dentro de los que se incluye a
las mujeres. Vemos durante este proceso de democratización
que se comienzan a conformar diferentes movimientos
feministas que buscan la inclusión de las mujeres en el ámbito
político.

Los antecedentes históricos de la participación de las mujeres


en la política los podemos dividir en tres épocas importantes:
Revolución de Octubre, Teología de Liberación (en la década
1960-1970) y transición democrática (1982-1985).

La primera oportunidad de participación de mujeres ocurrió


durante los años de la Revolución del 44, cuando se integraron
al gremio magisterial y se unieron a organizaciones y
manifestaciones a favor de sus derechos laborales. Durante la
época revolucionaria las mujeres formaron grupos y
organizaciones con fines políticos, como el Comité pro
Ciudadanía dentro de la Organización Obrera de Guatemala
(FOG). Sin embargo, con el derrocamiento de Jacobo Arbenz
(1954), varias de las organizaciones se transformaron en
clandestinas, pues eran perseguidas por su ideología subversiva.
Las únicas que permanecieron en el ámbito público fueron
algunas de las organizaciones anticomunistas.

La segunda época de participación de las mujeres en Guatemala


ocurre durante las décadas de 1970 y 1980. La participación de las
mujeres se dio como resultado de las diferentes expresiones y
circunstancias existentes de la época, como el feminismo
norteamericano impulsado por Betty Friedman y la Teoría de la
Liberación de la Iglesia Católica. A finales de los 70 y a principio de
los 80, las mujeres se visibilizan y se integran a instituciones
partidistas, como la Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG), el
Partido Revolucionario (PR), el Partido Socialista Democrático (PSD)
y el Frente Unido de la Revolución (FUR). Según el Diagnostico del
Funcionamiento del Sistema de Partidos Políticos en Guatemala,
elaborado por Asies, el conjunto de estas propuestas políticas en
1974 se reflejaron “con el Frente Nacional de la Oposición (FNO), en
el cual se organizó un bloque de mujeres de diferentes partidos
para trabajar en el proceso electoral “.

La tercera etapa de participación femenina que vemos en el país


se impulsó con la transición política del autoritarismo a la
democracia. Entre 1982 y 1985, las mujeres toman el rol activista a
favor de la lucha de los derechos humanos, conformando
asociaciones como el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) y Tierra
Viva. Durante este período es cuando las mujeres —con el
conocimiento de sus derechos humanos— comienzan a cuestionar las
ideologías de los partidos políticos. Al no encontrar un discurso
congruente con sus necesidades dentro de los partidos, las mujeres se
separan de estos y conforman organizaciones más afines a sus
necesidades.
Consecuentemente, el sector femenino busca espacios independientes de
expresión. Las mujeres buscan tener una mayor presencia dentro de los
partidos, especialmente en la distribución de cargos.

Es en este período que se forma la agrupación Acción Afirmativa, que


busca ampliar la participación de las mujeres dentro de los partidos,
especialmente en los espacios de poder. Finalmente, en 1994 se crean el
Foro Permanente de Mujeres de Partidos políticos, en el que se discute
cuál será el rol que deberá desempeñar la mujer dentro de la política
guatemalteca.

En este proceso histórico vemos la evolución de los movimientos


femeninos en la política de nuestro país. Es interesante ver las diferentes
batallas ganadas y perdidas por nuestras antecesoras, especialmente ver
los espacios que nos han abierto para tener una incidencia en la toma de
decisiones de nuestro país.

Este movimiento ha ido desarrollándose paulatinamente al igual que sus


metas e ideales. Vemos hoy un deseo no sólo de participar, sino de
encabezar procesos nacionales importantes y hoy nos encontramos con
más mujeres ocupando diputaciones en el Congreso y otros puestos
importantes. También vemos en el panorama electoral un elevado número
de mujeres optando por cargos de elección importantes.

A pesar de todos estos avances, es importante destacar que todavía


prevalecen modelos excluyentes dentro de los procesos políticos del
Estado, especialmente dentro de los partidos políticos. Es casi imposible
que las mujeres puedan participar equitativamente dentro del sistema
partidario. En particular, a las mujeres se les dificulta poder optar por un
cargo importante dentro de las estructuras partidarias.

El arma más letal que tenemos las mujeres en contra de dicha exclusión
es poner en práctica el ejercicio de nuestra ciudadanía plena. Las mujeres
debemos reconocer nuestros derechos y obligaciones dentro de la
sociedad y, por consiguiente, debemos participar activamente en todos
los procesos de esta. Ojo: esto no significa que las mujeres, por ser un
sector históricamente marginado, estamos por encima de la ley. Al igual
que el resto de la ciudadanía, debemos sujetarnos a la ley y optar por
espacios de incidencia siguiendo los procesos establecidos por la misma.
Al violar los principios y regulaciones que establece nuestra Constitución
estaremos destruyendo todos los logros que nuestras antecesoras nos
han heredado.

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