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Debido a no tener una definición exacta de que es un edificio sustentable, los intentos en el sector
por lograrlo no han sido un éxito. También se debe aclarar las diferencias que este tiene con un
edificio inteligente.
Un edificio inteligente debe ser eficiente gracias a la optimización de servicios, aunados con
elementos básicos como la estructura, sistemas, servicios y administración además de la
interrelación entre ellos. Maximizando la funcionalidad y eficacia para los residentes de este y
garantizar una mayor productividad, estimulada por un ambiente de máximo confort.
Ninguna de estas dos definiciones explica que deben ser sustentables o tener un control
ambiental. Un edificio verdaderamente inteligente debe estar optimizado con sus funciones de
seguridad, eléctrica, informática, transporte e instalaciones que se realicen en forma
automatizada. Incrementando el confort para los usuarios facilitándoles muchas operaciones y
mayor seguridad. Satisfaciendo al máximo sus requerimientos presentes y futuros.
Se debe dar gracia un diseño arquitectónico funcional, modular y flexible. Que garantice una
mayor estimulación en el trabajo y un menos impacto en el medioambiente.
Los objetivos a los que se tendrá que incorporar tendrán que ser arquitectónicos, tecnológicos,
ambientales y económicos.
Objetivos arquitectónicos
Objetivos tecnológicos
Objetivos ambientales
1. Ambiente saludable para visitantes y usuarios, para una mejor calidad de vida y menos
problemas de salud.
2. Ahorro energético, equipos especializados.
Objetivos económicos
Este debe poseer ciertas características, como flexibilidad y adaptabilidad relacionadas con los
cambios tecnológicos requeridos por sus ocupantes. Simultáneamente, deberá ser eficiente en la
optimización de sus consumos energéticos y capaces de proveer un entorno ecológico, habitable y
altamente seguro.
c. Servicios de oficina. Como su nombre lo indica, son los servicios o facilidades que habrá en el
inmueble
GRADOS DE INTELIGENCIA
El grado uno es el de la inteligencia mínima o básica, que cuenta con un sistema básico de
automatización del edificio, pero que no está integrado. En el grado dos, el sistema de
automatización se encuentra totalmente integrado y ya focaliza actividades y horarios. El grado
tres cuenta con sistemas de automatización en el edificio, actividad y telecomunicaciones por
completo integradas. Se divide, entonces, en un sistema básico de control, un sistema de
seguridad y un sistema de ahorro de energía.