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Capítulo 4 - Los gobiernos peronistas (1946-1955)

4. La evolución política: El primer gobierno (1946-1952).

El nuevo presidente decidió asegurar su éxito electoral apoyándose en el respaldo


mayoritario que le habían dado los sectores populares y, en particular, los trabajadores.
Consideraba que su conducción debía desempeñar un rol central que impidiera la
desarticulación y la polarización de las distintas fuerzas sociales. Por otra parte, el bloque
político que lo acompañaba que aún era frágil y por la constante presión de la oposición, lleva
a Perón, en 1946, a la disolución de los partidos que lo acompañaban para la creación de un
partido provisorio denominado Partido Único de la Revolución Nacional, y más tarde, en
1947, creó el Partido Peronista.

El control de la justicia se constituyó en otro objetivo del gobierno peronista Ya que el


Poder Judicial estaba vinculado a miembros del antiguo régimen conservador, el presidente
de la Nación consideró que la justicia debía acompañar el desenvolvimiento social por lo que
promovió el juicio político con la intención de remover a los jueces de la Corte.

Fue así que se despertó la protesta de la oposición en las áreas de asociaciones


profesionales y colegios de abogados. Pero en 1947, luego que el proyecto pasó por el
Congreso, culminó con la destitución de cuatro jueces y del procurador general de la Nación.
Luego de este proceso se destituyeron a muchos otros jueces. El gobierno se aseguró, de esta
manera, la lealtad política de la justicia. El propósito de acentuar la centralización
institucional del aparato gubernamental afectó a las frágiles autonomías provinciales (Durante
1946-1955 se realizaron quince intervenciones federales).

Con triunfo electoral de 1946, además de poseer una mayoría de representantes en las
Cámaras del Congreso, permitió que a partir de 1948, en particular en 1951, se produzca una
burocratización del parlamento, donde el Poder Ejecutivo acentuó su control sobre el
Congreso, fue así que proyectos de ley eran elaborados y revisados en diversos
ministerios para ser presentados luego en el Congreso.
La intensa actividad estatal en los primeros años contribuyó a superar la crisis de
legitimidad política heredada por el régimen conservador. El gobierno consideró que para
legitimar el intervencionismo económico y social era necesaria la reforma de la Constitución
Liberal de 1853. Es así que, a la culminación de esta fase intervencionista comenzó la
convocatoria de una Convención Nacional Reformadora.

Entre los puntos de las reformas se encuentran:

● En lo político: consagraron a un Estado de características autoritarias que extendió sus


potestades deteriorando así los derechos individuales y de la autonomía de los
movimientos sociales. Por otro lado, se institucionalizaron principios de la
jurisprudencia penal, como el de la aplicación de la ley más favorable al imputado, y
recursos procesales, como el hábeas corpus.

● En lo social: se perfiló un Estado de corte igualitarista. Se impulsaba la redistribución


de la riqueza a favor de los sectores asalariados. A su vez, se incorporaron cláusulas
que establecen los derechos especiales del trabajador, de la familia, de la ancianidad,
de la educación y cultura. Se institucionalizó un conjunto de organismos y de
dispositivos sociales, sindicales, salariales, previsionales, etc., que regulan el mercado
de trabajo. Pero, entre los derechos sociales se excluyó el de la huelga.

Con la reforma constitucional se plasmo un Estado económicamente nacionalista e


intervencionista en temas de distribución, comercialización y servicios. Fue así que, hubo
monopolios estatales del comercio de importación y exportación, y la explotación de los
servicios públicos.

El control político buscó reducir la influencia de las fuerzas políticas y sociales opositoras.
Con ello se incentivó la división entre peronistas y antiperonistas. El gobierno concentró los
medios de comunicación e información a favor de la imagen de Perón. En la relación entre
los militares y el gobierno peronista se distinguen dos fases. La primera en la que el gobierno
trató de neutralizarlas políticamente intentando reavivar el sentido de profesionalismo y
restaurar la disciplina. Pero la vinculación entre las autoridades y el ejército comenzó a
agrietarse durante la crisis económica de 1949.
La fuerza política que había obtenido Eva Perón, llevó a presiones militares en contra de
Eva Perón, en relación con su pasado dudoso, que postulaban los militares. Perón se
comprometió a limitar las actividades de su esposa en el ámbito social.

Hacia 1950, se produjo una gran sensación de malestar en las fuerzas armadas debido a
que Evita estaba postulada como acompañante de fórmula de Perón para las elecciones de
1951. Dos grupos de oficiales rivalizaban para conducir un golpe militar. Ellos eran los
generales Eduardo Lombardi y Benjamín Menéndez. Ambos jefes no pudieron coordinar sus
acciones debido a diferencias.

El golpe se realizó antes de las elecciones presidenciales de 1951, pero fracasó por
distintas razones: la renuncia de Evita a su candidatura, el descontento de algunos militares,
la planificación inadecuada y la ejecución deficiente del golpe.

Para las elecciones presidenciales de 1951, la fórmula de Perón-Quijano derrotó a la


fórmula opositora del radicalismo de Balbín-Frondizi. Un hecho novedoso, fue la
participación de la mujer en el voto, a través de la ley de 1947 que les permitía participar en
elecciones. Fue así, que Evita organizó el Partido Peronista Femenino, que ayudó a reforzar
el apoyo a Perón para las elecciones de 1951.

4.1 El movimiento obrero y los partidos políticos.

4.1.1 El movimiento obrero.

El crecimiento del sindicalismo vivió su momento más dinámico durante el gobierno


peronista. Desde la Secretaria de Trabajo y Previsión, Perón tuvo éxito en el estímulo de la
creación de nuevos sindicatos. Una vez en el gobierno, el peronismo estimuló el papel
económico y político del movimiento obrero, las organizaciones sindicales y el alto grado de
movilización de los trabajadores debido al incremento de las tasas de sindicalización a partir
de 1945. Hacia 1947-1948, fueron los años de mayor adhesión a los sindicatos,
especialmente de los trabajadores urbanos.

La masiva sindicalización de la clase obrera después de 1946, respondió a varios factores:


● El aporte del estado en crear un marco institucional para las relaciones laborales
● El dinamismo de los sindicatos y la capacidad organizativa de los líderes sindicales.
● El alto grado de movilización obrera.

La estructura de poder del movimiento sindical estaba muy centralizada. La relativa


autonomía que poseían las secciones locales fueron con el tiempo absorbidas por los
sindicatos nacionales y a su vez estos por la CGT, con lo que se extremó la centralización del
poder a nivel nacional. También se modificó el rol de la CGT, la cual asumió la función de
mediadora entre los sindicatos y el Estado.

4.2 Las organizaciones empresariales, el Estado y la sociedad civil.

4.2.1 El Estado y la sociedad civil.

El Estado justicialista surgió para solucionar la crisis de la hegemonía oligárquica. Debió


solventar el vacío de poder generado por la incapacidad de los grupos tradicionales. El nuevo
Estado asentó su estrategia en la movilización política y social de los trabajadores
incorporándose al sistema político, ampliando su participación e integrándose a nuevas
formas de consumo.

No sólo midió las relaciones entre los trabajadores y las organizaciones patronales, sino
que también asumió una función reguladora de las necesidades de los sectores empresariales.
Tanto el sector industrial emergente como el tradicional se beneficiaron en parte con la
política económica implementada, aunque ambos resistieron o rechazaron la actividad
sindical y los costos de las políticas salariales y el de bienestar social.

La industrialización promovida por el Estado justicialista, se basa en parte por la


ampliación del mercado interno mediante una fuerte redistribución del ingreso a favor de los
asalariados.

Este proceso se debió a tres factores:


● La creciente división entre la expansión del mercado interno y el nivel de consumo de
masa.
● La ausencia de leyes laborales que garanticen mejores condiciones de vida y de
trabajo.
● El importante grado de intervención estatal del Estado en la economía con la
consiguiente ampliación del aparato burocrático.

El fortalecimiento del Estado, basado en una acumulación de capitales orientada hacia el


mercado interno y sin recurrir, hasta los últimos años, al capital extranjero, le permitió
también al gobierno sostener una política internacional con mayores márgenes de autonomía
frente a las grandes potencias.

4.3 Población, política social y condiciones de vida.

4,3,1. Política social y condiciones de vida.

La política social del peronismo contribuyó especialmente al sector popular, en especial a


la clase obrera. La justicia social significaba la redistribución del ingreso a favor de los
sectores más desposeídos. Esta forma de redistribución se dio en algunos casos a través del
gasto social, como la creación de un conjunto de instituciones benéficas, como la Fundación
Eva Perón, la ampliación del acceso a la vivienda propia, y la elevación general de la
dotación sanitaria y educativa.

También operó una política estatal de subsidios a los alimentos, de tarifas de servicios
públicos, de congelamiento de los alquileres urbanos, etc. Los salarios reales experimentaron
un crecimiento, particularmente, se vieron favorecidos los asalariados urbanos.

Una contribución al mejoramiento de la calidad de vida, fue la generalización del sistema de


jubilación, y en 1948, con la ley 13478, se estableció un fondo para pensionar a personas de
escasos recursos, mayores de 70 años que no tuvieran jubilación. La atención social a los
desprotegidos estuvo a cargo de la Fundación Eva Perón.
La asistencia social abarcó diversos aspectos, como la atención a las necesidades individuales
(indumentaria, textos escolares, elementos de hogar, etc.). También se crearon distintas
instituciones, como hogares para la atención y orientación de mujeres y niños abandonados.
Con el fin de atender a la asistencia a la niñez y a la juventud en general, se crearon
comedores escolares y hogares escuelas. A su vez se creó la Escuela de Enfermeras (1950),
orientada a la especialización en la atención médica y social.

Dado el resultado del Censo Escolar, del Analfabetismo y de la Vivienda en 1943, mostró
que el hacinamiento era unos de los más graves problemas de índole social y moral, por lo
que se transformó en unos de los objetivos sociales prioritarios para la gestión de las
autoridades que asumieron en 1946. Un instrumento importante para la política de vivienda
del peronismo fue la nacionalización del Banco Central, el cual facilitó gran parte de recursos
al Banco Hipotecario Nacional, para el otorgamiento de créditos con bajos intereses. La
política de viviendas fue una de las realizaciones más significativas del gobierno peronista.

Durante la gestión de Perón también se desarrolló la política de salud. La atención sanitaria


tuvo su principal inspirador en el primer ministro de Salud Pública de Perón, R. Carrillo. En
pocos años la infraestructura hospitalaria creció logrando duplicar las camas. También se
destacan la creación de los policlínicos.

Los recursos destinados a la educación también crecieron, especialmente a través de la


construcción de escuelas primarias y secundarias. Hubo un énfasis especial en la enseñanza
técnica, para lo que se crearon las escuelas fábricas, escuelas de capacitación obrera para
adultos, etc. También la educación universitaria tuvo la atención del gobierno, como la
construcción de edificios en las facultades de Medicina, Odontología y Derecho, a su vez se
creó la U.T.N. Perón aspiraba a integrar todos los niveles de educación en un sistema único
bajo el control directo del Estado.

4.4. La política económica peronista.

4,4,1. El primer Plan Quinquenal de Gobierno (1947-1951).

Al llegar a la presidencia, Perón y sus colaboradores no tenían un plan orgánico de gobierno,


pero años antes, habían comenzado a formular el Plan Quinquenal de Gobierno, el cual debía
establecer la orientación económica del país en el período 1947-1951, teniendo en cuenta
ciertas pautas:
I. Determinar las necesidades previsibles de materias primas de origen nacional,
combustibles, energía, maquinarias, transporte, etc.
II. Establecer un programa mínimo de cinco años de las obras de inversiones y
necesarias para asegurar un suministro adecuado de materias primas, combustibles,
equipos mecánicos y desarrollar racionalmente la industria y la agricultura.
III. Descentralizar la industria, formando nuevas zonas, diversificar la producción y
emplazar dichas zonas adecuadamente en función de las fuentes naturales de energía,
vías de comunicación, transporte, etc.

El Primer Plan Quinquenal estableció objetivos ambiciosos, que cumplió de manera parcial:
1. La transformación de la estructura económica-social por la expansión industrial.
2. La reducción de los factores de vulnerabilidad externa a través del rescate de la deuda
externa pública y privada y la nacionalización de los servicios públicos.
3. La elevación del nivel de vida de la población mediante una redistribución de la
riqueza y un plan general de obras y servicios públicos referidos a sanidad,
educación, y vivienda.
4. El empleo de parte de las ganancias generadas por términos de intercambio muy
favorables de que gozaba el país, junto con las reservas de oro y divisas acumuladas
durante la guerra, para la financiación del programa.
5. EL mantenimiento de una política nacionalista frente a los organismos internacionales
de la posguerra, aprovechando la coyuntura favorable.
6. Una amplia movilización de los recursos nacionales, la aceleración de la
capitalización industrial, el fomento de la creación de un importante mercado interno
y máxima utilización de la fluidez brindada al sistema bancario, para independizarse
de las fluctuaciones de la balanza de pagos.

Por primera vez, un proyecto gubernamental se pronunció enfáticamente a favor de la


industrialización del país. Pero el proyecto carecía por completo de prioridades y su
dinamismo recae sobre el sector de la industria liviana y sobre el mercado interno, en esta
estrategia se encontraba la clave de la expansión económica de los primeros años, pero a su
vez jugaría un papel importante en la crisis de 1949.
4,4,2. La expansión del Estado como proveedor de servicios públicos.

La nacionalización de múltiples empresas tuvo un papel muy importante sobre la evolución


del sector público y del conjunto de la economía. Este proceso generó el agotamiento de
algunos fondos, a la vez que produciría su impacto a largo plazo por distintas razones: la
ampliación y mejora de los servicios públicos pasaba a depender por completo de las
decisiones del gobierno, por el poderosos efecto inductor o disuasivo de la inversión pública
sobre la inversión privada y por la influencia directa que cobraba el Estado en la evolución de
los agregados macroeconómicos , en la distribución del ingreso y en la generación de empleo.

Uno de los ejemplos más tempranos de nacionalización fue el de las empresas de gas, proceso
comenzó en 1945. También fue nacionalizado el sector telefónico, en 1946. Entre otras
empresas estaban la de los Ferrocarriles franceses y las de origen inglés.La compra de
empresas por parte del Estado no fue considerado un proceso compulsivo, sino que las
propias empresas extranjeras estaban interesadas en desprenderse de sus activos en la
Argentina.

4,4,3. El problema de las libras bloqueadas y la nacionalización de los ferrocarriles.

Las llamadas “libras bloqueadas” fueron los créditos que había tomado Inglaterra a partir de
1939. Estos créditos tienen garantía en oro en el Banco de Inglaterra, no disponibles en lo
inmediato e inconvertibles en otras divisas. En el caso de Argentina entre 1940-1945 logró
tener de esta manera un balance comercial bilateral favorable ante Gran Bretaña, por hacerse
cargo de los Frigoríficos y las exportaciones.

El fin de la guerra encontró a Gran Bretaña en un estado de extrema debilidad, debido a


problemas con los créditos que le otorgaba los Estados Unidos, lo que generó una
depreciación de la libra, que a vez hizo quebrar su convertibilidad. En este contexto de
escasez de dólares y una aguda crisis en la balanza de pagos, el Reino Unido no
estaba dispuesto a desbloquear las libras adeudadas y procuró buscar distintas soluciones.

Perón tuvo que afrontar el problema de las “libras bloqueadas”, por lo que fue uno de sus
primeros pasos comenzar las negociaciones de dicha deuda. En 1946, se reunieron
representantes de ambos países, para solucionar distintas cuestiones que había entre
Argentina e Inglaterra.

4.5. La nacionalización del Banco Central y la política monetaria.

Otro aspecto importante de la política económica del peronismo fue la nacionalización del
Banco Central. Se adoptaron de inmediato una serie de disposiciones orientadas a canalizar el
crédito a través de bancos especializados, como el Banco de Crédito Industrial, Banco Nación
Argentina (orientado a actividades agrarias y comerciales) y el Banco Hipotecario Nacional.

Se estableció la garantía del Estado de todos los depósitos efectuados tanto en bancos
oficiales como privados. Fue así que, orientaron la política crediticia hacia las actividades que
el Estado consideraba prioritarias y reducir el costo del dinero mediante la disminución de las
tasas de interés. Los resultados en su comienzo fueron buenos, obteniéndose un control
eficaz. La política monetaria flexible y selectiva a favor de la nacionalización de la economía
favoreció el financiamiento bancario a rubros como los transportes, la construcción y la
producción de caucho y metales.

El incremento de la circulación monetaria se debió al peso de las demandas del sector


público, el financiamiento industrial y el rescate de la deuda externa sumada a la inflación de
posguerra que vivía la economía mundial. El IAPI realizó la tarea de absorber el 30% del
total de los créditos, la nacionalización de las empresas, la financiación de las economías
provinciales y solventar el déficit público.

4. 6 La evolución del agro y la creación del IAPI.

4,6,1. La política agraria y la creación del IAPI.

La política económica puesta en marcha a partir de 1946 introdujo importantes innovaciones


en la organización tradicional de la producción y el comercio agropecuario. El organismo de
efectivizar esa política fue el IAPI, el cual absorbió las funciones de la Junta Reguladora de
Granos y encaró los problemas específicos que creaba la comercialización externa de las
cosechas argentinas. Fue así que el gobierno controló la producción total del país y el ahorro
nacional. La institución fue creada para afrontar las coyunturas internacionales, a la vez que
tenía que ser ágil en la compra, venta, distribución y comercialización de los productos
protegiendo los intereses nacionales. A través de este organismo el Estado fijaba los precios
de adquisición de la producción, y luego separar para el consumo interno y aumentar los
saldos exportables.

El IAPI fue un verdadero instrumento de contención inflacionaria, que ayudó a subvencionar


los precios del azúcar, la harina, el aceite de combustible, etc. con la intención de mantener el
poder adquisitivo de los asalariados. A través del IAPI, la Argentina produjo una relación
excepcionalmente favorable de los términos de intercambio, que fue aprovechada por el
gobierno peronista para consolidar otras actividades económicas.

4.7 La política industrial y el proceso de industrialización.

4,7,1. La política industrial.

La industria ocupaba un lugar central en la concepción económica del peronismo. Su


crecimiento era tomado como la base sobre la que se podría avanzar en la redistribución del
ingreso, en el logro del pleno empleo y en la independencia del abastecimiento interno. Fue
así que, por primera vez se observa en un gobierno argentino una posición firmemente
industrial.

En la formulación del Primer Plan Quinquenal se hacía hincapié en el desarrollo de las


industrias livianas, en especial a aquellas vinculadas a la utilización de insumos
agropecuarios. A este tipo de industrias se le reconocían diversas ventajas: La industria
liviana no necesitaba gran ayuda tecnológica desde el exterior y no necesitaba grandes
aportes de capital.

Los instrumentos de política industrial utilizados apuntaban en especial hacia la restricción de


las importaciones, la concesión de subsidios y desgravaciones impositivas. Un aspecto
destacable en materia arancelaria fue la eliminación de las listas de aforos a partir de 1947,
como medida proteccionista. La protección frente a la competencia externa no sólo emanaba
de los aranceles aduaneros, sino también del régimen de control de cambio, que exigía
permisos previos de importación y establecía preferencias para la compra de materias primas
y bienes de capital, etc.
Los subsidios también tuvieron incidencia en el crecimiento del sector industrial. Se
otorgaron subsidios directos para beneficiar especialmente a las grandes empresas. Sin
embargo, el elemento más novedoso del peronismo fue la ejecución de una política crediticia
específica para el sector industrial.

4,7,1. El Banco de Crédito Industrial.

Uno de los aspectos destacados de la política industrial fue el otorgamiento de una importante
corriente de créditos al sector industrial. Estos préstamos fueron adjudicados en su mayor
parte por el Banco de Crédito Industrial (BCIA). En este contexto, y de acuerdo con los
propósitos iniciales de la institución, las pequeñas y medianas empresas fueron favorecidas
con créditos baratos para distintos fines. Las sociedades anónimas y diversas compañías
estatales absorbieron durante todo el período una alta proporción de los préstamos del Banco.
Los sectores industriales que recibieron mayor apoyo fueron los de alimentos, bebidas,
tabaco, textiles, confección, etc.

4.8 La evolución política: El segundo gobierno (1952-1955).

La política de agitación del peronismo adquirió un tono marcado de nacionalismo y


antioligárquico. A partir de 1953, la situación política se tornó muy inestable.
La reorientación de las políticas económicas, la necesidad de inversiones extranjeras, el
propósito de mejorar las relaciones con Estados Unidos y la necesidad de asegurar la
estabilidad política interna, llevaron al gobierno a promover una conciliación política.

El gobierno convocó a elecciones para reemplazar al fallecido vicepresidente y para elegir


representantes al Congreso. En estas elecciones participaron los radicales, aunque el gobierno
logró un nuevo triunfo, contando con un considerable apoyo popular.

Las relaciones del peronismo con la iglesia se habían desarrollado en un marco de


cordialidad, especialmente entre 1944-1946. Pero en 1954, se inició un severo
enfrentamiento. El conflicto tuvo connotaciones ideológicas y políticas.
En 1954, se funda el Partido Demócrata Cristiano integrado por fuerzas heterogéneas como
nacionalistas, liberales, clericales, derechistas, izquierdistas, etc. En busca de una mayor
cohesión de sus fuerzas y de obtener consenso para los nuevos rumbos de la política
económica, el gobierno respondió al cerco político opositor con una serie de medidas
repudiadas por la iglesia, como el divorcio absoluto, la equiparación de hijos legítimos y
extramatrimoniales, etc.

4.9 Movimiento obrero, organizaciones empresariales y partidos políticos en el segundo


gobierno peronista .

4.9.1. El movimiento obrero.

Hacia 1954, las organizaciones obreras habían cuadruplicado su tamaño abarcando a la


mayoría de los gremios localizados fuera del sector agrícola. Junto a la creación de gran
número de sindicatos de masa, la institucionalización de las relaciones obrero-patronales,
promovida por el peronismo, estímulo una considerable burocratización de las organizaciones
sindicales.

Desde 1952, se incrementó la participación de los trabajadores hacia el sindicato. Los


trabajadores no consideraron la nueva actividad huelguista como un ataque a Perón, sino que
se trataba de un enfrentamiento con los patrones y se estaba muy lejos de una ruptura entre el
régimen y el movimiento obrero.

4.10. La tercera posición y la política internacional del peronismo.

4,10,1. Hacia una política exterior autónoma.

El gobierno peronista debió diseñar su política exterior en un contexto poco propicio. Así fue
diseñada la “tercera posición”, por la cual significa un alineamiento automático con los dos
bloques (rechaza toda subordinación a los intereses con los Estados Unidos), se afirmaba la
no intervención en los asuntos internos de otros países, la integración con los países vecinos y
la necesidad de la unidad latinoamericana y la no participación en conflictos bélicos y/o
económicos que comprometen la seguridad argentina.
Con esta doctrina, la política económica aspiraba a la diversificación de los mercados
compradores y vendedores. El objetivo del gobierno a mediano plazo era el fortalecimiento
del comercio con los países del Cono Sur. Se desarrollaron nuevos ejes en el posicionamiento
internacional del país, tales como el impulso a las relaciones económicas con la URSS, otras
naciones del este europeo y las iniciativas de unidad regional en América Latina.

4.10.2. Las relaciones con América Latina.

Desde 1946, el gobierno peronista desplegó una serie de propuestas hacia los países
iberoamericanos. Entre ellas la conformación de una unión aduanera Sudamericana, se
abrieron embajadas, se intensificó el intercambio de misiones militares, etc. Todas estas
acciones se realizaron con el fin de oponerse a la posición de los Estados Unidos.

Los convenios argentinos con América Latina abarcaron dos períodos: 1946-1948 y 1953-
1955. El primer período se desarrolló durante el primer gobierno peronista, que se negoció
convenios con casi todos los países de América del Sur, especialmente para obtener de ellos
los insumos básicos requeridos por la industrialización propuesta por el Plan Quinquenal. El
segundo período comenzó con un tratado con Chile en el cual se asentaron las bases para una
política de complementación económica entre los dos países. A partir de entonces se
reanudaron las relaciones con otros países de la región para el desarrollo de la expansión de
los intercambios comerciales, el fomento del transporte, comunicación y la propuesta de
establecer uniones aduaneras.

4.10.3. Las relaciones con los Estados Unidos.

Para la concreción de sus objetivos, las relaciones del gobierno peronista con los Estados
Unidos resultaron decisivas. A través de la Tercera Posición, la política peronista trató de
equilibrar el peso del país del norte en lo económico y diplomático.

En lo económico, intentó el viejo esquema triangular en función de la industrialización


Argentina. Exportar hacia Gran Bretaña y Europa a fin de obtener las divisas necesarias para
la compra de bienes y equipos que, por entonces, sólo podían ser provistos por los Estados
Unidos. En el terreno diplomático, el gobierno peronista debió enfrentar el hostigamiento de
ciertos sectores del gobierno de los EE.UU. Para contrarrestar la situación se intensificó el
comercio bilateral, normalizando los vínculos diplomáticos con Washington. No obstante, las
divergencias siguieron existiendo, y hacia fines de los años ́ 40 las relaciones con los EE.UU.
no se habían recompuesto totalmente.

Con el desarrollo de la Guerra Fría, la situación internacional favoreció el acercamiento de


las relaciones entre Buenos Aires y Washington, en la cual se impulsó el fortalecimiento del
sistema interamericano e incorporar a la Argentina al mismo dado su ubicación estratégica.
Por el lado argentino jugaban diversos hechos y tendencias a favor del acercamiento. Esto
sucedió con el quiebre del triángulo argentino-norteamericano-británico. Lo que llevó a un
momento favorable para concluir un nuevo tratado de amistad, navegación y comercio para
asegurar condiciones de seguridad a los inversores privados norteamericanos.

4.11. El Segundo Plan Quinquenal.

El Segundo Plan Quinquenal planteaba:


1. Mantener el equilibrio de precios y salarios, y estimular el desarrollo económico
general.
2. Un programa de inversiones estatales y privadas destinado a resolver las necesidades
básicas del país en lo referente a materias primas, energía y transporte, y bienes de
capital.
3. Proseguir la política de sustitución de importaciones.
4. Fomentar el incremento de la productividad agrícola-ganadera.
5. Conceder un papel complementario al capital y al crédito extranjero como factores de
cooperación y estímulo al desarrollo económico.
6. Aumentar la capacidad de importación del país a partir de una decidida política de
exportaciones que generara las divisas necesarias.
7. Coordinar la participación de empresarios y trabajadores en la planificación y
ejecución de la política económica del país, determinar el papel de la empresa privada
frente al intervencionismo estatal, consolidar el cooperativismo y frenar la
intermediación artificial en las actividades primarias.
En el agro se trató de estimular el aumento de la producción a través de la modificación de la
aplicación del impuesto a los réditos, que se determinaba en función de la productividad y no
de la renta real.La ganadería resultaba especialmente estimulada a fin de incrementar las
áreas destinadas a esta actividad compensando así la reducción del área sembrada con
cereales.

4.12. La caída de Perón.


Consciente de la persistencia del clima conspirativo, Perón, bajo la presión del Ejército,
intentó una política de conciliación. Autorizó las actividades políticas opositoras, anunció el
fin de su liderazgo revolucionario y manifestó el propósito de convertirse en presidente de
todos los argentinos. La llamada pacificación fue rechazada por la oposición, mientras que
comandos civiles integrados por jóvenes del ambiente político y universitario efectuaron
atentados terroristas y se aprestan a colaborar con una inminente sublevación militar. Perón
decidió recuperar la iniciativa.

El peronismo fue convocado a ganar la calle y retomar la lucha. El presidente ofreció su


“retiro” al Partido Peronista y a la CGT con el propósito de movilizar a los trabajadores en su
apoyo y ampliar su espacio político a expensas de los opositores. Fue así que la CGT declaró
un paro general y convocó a los trabajadores a la Plaza de Mayo para pedir al presidente la
continuidad en el cargo. La amenaza pública, destinada a atemorizar a sus adversarios y a la
conspiración en marcha, parece conducir a una guerra civil. La respuesta de los conspiradores
fue acelerar los preparativos del nuevo golpe militar.

El gobierno no adoptó ninguna medida efectiva para reprimirlos. Una oferta cegetista al
ministro de guerra para que conformara una reserva armada de trabajadores fue rechazada.
El 16 de septiembre de 1955 un golpe de Estado, autodenominado “Revolución Libertadora”,
derrocó a un gobierno legitimado por cuenta compulsa electoral tuvo lugar desde 1946.

Varios factores contribuyeron al éxito golpista:

1. Los conspiradores se persuadieron de que Perón no apelará a la movilización de sus


partidos para enfrentar una sublevación militar.
2. Perón confió en las Fuerzas Armadas para defender su gobierno. Si bien la mayoría de
la oficialidad mantuvo su lealtad al presidente, una minoría decidida impulsó el golpe
y otra parte considerable se mantuvo neutral, favoreciendo los planes golpistas.
3. La cambiante política del gobierno peronista, orientada a buscar un compromiso con
la oposición política y las clases dominantes, resultó un fracaso. Golpistas y
opositores interpretaron acertadamente, que esa política denotaba signos de debilidad,
pérdida de iniciativa política y expresaba una desorientación susceptible de ser
aprovechada para derrocar al presidente.

El golpe reflejaba la necesidad de los círculos económicos dominantes de acentuar la


reorientación del rumbo económico adoptado por el gobierno a partir de 1952. Debía
favorecer la apertura del comercio exterior y entrada irrestricta de capitales, buscar una
acercamiento con los Estados Unidos. Debían eliminarse las regulaciones estatales y
subordinar la base social del peronismo a los objetivos de nuevas formas de acumulación.

4.13. El peronismo.

4.13.1 Oficialismo, oposición y centralización político- administrativo.

Desde finales del siglo XX, investigadores como César Tcach han señalado que en Córdoba y
otras latitudes del interior de Argentina, el peronismo no tuvo en sus orígenes al movimiento
obrero como columna vertebral y a la oligarquía como sus enemigos naturales, y la
inmigración reciente no ha jugado un papel relevante. De lo contrario, entre sus elementos
tradicionales internos, se puede decir que es una matriz conservadora.

Nos referimos a un claro apoyo político e institucional: los líderes del Partido Demócrata en
la provincia, Radicales nacionalistas y no liberales y la propia iglesia, Fundamentalmente, fue
la acción de la Asociación Católica de Laicos.

La entrada del peronismo en el gobierno provincial abrió un período caracterizado por crisis
políticas basadas en la incapacidad del partido gobernante. Y oponerse a acordar los términos
del juego político.

Dado que el apoyo a la candidatura de Perón provino de distintos sectores. El hecho de que la
construcción del partido político se hiciera ya siendo gobierno y disponiendo del aparató del
Estado hizo que los distintos sectores compiten por encabezar el partido y ocupar cargos
estatales.
En Córdoba, el conflicto provocó enfrentamientos entre el gobernador Argentino Auchter y
el vicegobernador Ramón Asís, así como entre la administración provincial y el legislativo
cordobés. La crisis terminó con la intervención de la provincia en junio de 1947. Córdoba ha
atravesado un proceso de centralización político-administrativa, cuya manifestación más
evidente es la ausencia de elecciones municipales y la concentración de funciones en
distintos organismos centralizadores que se sucedieron entre 1943 y 1955.

Recién en noviembre de 1951, en forma coincidente con las elecciones provinciales y


nacionales, se realizaron comicios en las localidades de la provincia de Córdoba. En casi
todas ellas ganó el peronismo, con la única excepción de Bell Ville, donde
triunfó la UCR, pero la municipalidad fue intervenida poco después de la
asunción de las autoridades. En Córdoba, durante el gobierno del General de Brigada San
Martín, la doctrina del judicialismo se estableció como un curso obligatorio en todas las
escuelas de la provincia; en 1953, se completó modificando el cuadro El "Reglamento"
también estipulaba en su artículo 9 que para impartir docencia en la provincia era requisito
estar identificado con la doctrina nacional justicialista. Al mismo tiempo, se impusieron
restricciones y un mayor control a la oposición política.

4.13.2. Transformaciones en el Estado.

El peronismo constituye el árbitro y negociador nacional de la materia laboral, apoya las


políticas sociales a nivel normativo, los organismos reguladores de las relaciones sociales y la
legislación de protección integral del trabajador, y otorga una serie de garantías a través de
aumentos salariales, prestaciones laborales y seguridad social. Esto ha llevado a la creación
de un estado de compromiso social orientado a orientar las necesidades sociales.

A través de los dos planes quinquenales se buscó fortalecer al Estado mediante un aumento
del gasto público que lo convirtiera en articulador y orientador de la vida nacional. Eran
programas de cinco años que estaban pensados para el fomento de la
industria como una forma de lograr la independencia económica, bandera del
justicialismo.
Las Banderas del Justicialismo eran:
● La justicia social se refiere a una distribución justa de los ingresos, que permitan no
solo satisfacer las necesidades básicas, sino también el acceso a bienes y servicios
como educación, turismo, esparcimiento, etc.
● La independencia económica implica el desarrollo de una economía que no esté atada
a los designios del mercado mundial.
● La soberanía política significa la plena autonomía en la toma de decisiones
gubernamentales, sin la intervención de países extranjeros.

En 1952, la industria de la aviación y mecánicas del Estado (IAME) es un hito en la


expansión industrial de Argentina, con productos reconocidos como vehículos utilitarios
Rastrojero, motocicletas Puma y tractores Pampa. IAME fue la base del desarrollo de la
fabricación de Córdoba, y pronto se agregó la instalación de las fábricas de automóviles.

En cualquier caso, con el establecimiento de la fábrica de aviones militares en 1927


impulsado por el peronismo, Córdoba ya tiene cierta tradición tecnológica e industrial. Esta
industria ha creado el perfil de la industria de la provincia, firmado por el avance de estos
sectores y el posicionamiento de Córdoba en el centro urbano altamente industrializado del
país.

4.13.3. La urbanización en Córdoba entre 1947 y 1955.

Hacia finales de la década del cuarenta, se abrió un nuevo ciclo urbano en Córdoba que se
extendió hasta los setenta, en el que la ciudad duplicó su población, densifica su área central,
consolidó sus barrios intermedios y vivió un crecimiento exponencial de su periferia.

En 1949 la Fundación Eva Perón, como parte de su política nacional centrada en la


enseñanza, la salud y la vivienda, empezó la construcción de la “Ciudad Universitaria de
Córdoba” destinada a alojar estudiantes y docentes así como algunas actividades académicas.
Al momento del golpe de septiembre de 1955, el predio estaba en plena construcción.

4.13.4. El movimiento obrero y el peronismo.


En 1943, hubo un golpe de estado militar contra el gobierno de Ramón Castillo, tras el cual
intervinieron los gobiernos provinciales como medidas de control político. En Córdoba, esta
intervención federal disolvió los poderes ejecutivo y legislativo. La actividad gremial, en
correspondencia con lo que sucedía en todo el país, fue reprimida a través de la intervención
de la CGT local, liderada por los socialistas, la clausura de todas las entidades sindicales y la
suspensión de asambleas, reuniones públicas y comisiones directivas.

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