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Unidad 2 clase 3:

Nuestras prácticas culturales reproducen esas relaciones de poder en la medida en la que


están atravesadas por algo que pasaremos a llamar hegemonía.
Antonio Gramsci nos ayuda a pensar que las relaciones de poder a veces nos llevan a
confundir naturaleza con consenso, y consenso con coerción. ¿Cuál es la diferencia?
Principalmente que, como dijimos en las anteriores clases, nada es natural y toda práctica
cultural supone un proceso de negociación. El acuerdo social implica, por lo tanto, una
tensión permanente en la lucha por imponer verdades. Quien conquista el sentido común
vence, pues domina a los demás incluso en el uso de la palabra.

Cultura es poder

El poder es la capacidad del hombre para realizar una acción.Todos tenemos un grado de
poder.Esto significa que el poder no es solo una cuestión individual, se mide siempre en
relación a alguien o algo.
Max Weber: el poder es la capacidad que tiene una persona, grupo o institución de influir
total o parcialmente en los pensamientos, las decisiones y las acciones de otros. Esto no
significa que el poder sea una propiedad exclusiva de dicha persona, grupo o institución; el
poder es fundamentalmente una relación social.
el poder como una relación social no implica que estas relaciones sean iguales ni estáticas;
son siempre múltiples, heterogéneas y reversibles.Todos ocupamos diferentes posiciones
sociales.

La cultura y el poder: hegemonía.

A diferencia de la dominación que se ejerce por medio de la violencia física o simbólica, la


hegemonía se ejerce en condiciones de relativa libertad. Esto implica que los sujetos sobre
los que se ejerce el poder en términos hegemónicos, de alguna manera, aceptan o
consienten dicha relación de poder porque ven reflejados allí sus propios intereses.
Louis Althusser: Toda sociedad reproduce y a su vez genera sus condiciones de
reproducción. el mismo habla de una diferencia entre aparatos represivos (ARE) (fuerzas
armadas,poicia,etc dirigidos por el monopolio de la violencia ) y aparatos ideológicos de
Estado (AIE), que no necesariamente estan dirigidos por el Estado.
Los grandes medios de comunicación de masas que representan los intereses de los
sectores hegemónicos.

Subalternidad, resistencia y hegemonía alternativa

Gramsci define:
Hegemonia: “dirección intelectual y moral” de una sociedad que permite comprender el
modo en que un sector social particular logra representar sus objetivos propios como
aquellos que hacen posible la realización de los objetivos universales de la comunidad,
traducidos como el bienestar general.
A subes esteconcepto presume una contra- hegemonía y a posibilidad de una hegemonia
alternativa.es una construcción que por lo tanto puede ser transformable o modificable.
Gramsci utiliza el termino subalterno para clasificas los sectores marginaizados o las cases
subordinadas de as sociedades.Y sin embargo, los grupos sociales subalternos también
están en la posición de “subvertir” la autoridad de aquellos que tienen el poder hegemónico,
y por lo tanto constituir una nueva forma de hegemonía.
Y sin embargo, los grupos sociales subalternos también están en la posición de “subvertir”
la autoridad de aquellos que tienen el poder hegemónico, y por lo tanto constituir una nueva
forma de hegemonía.

Poder-Saber
La centralidad de las relaciones de poder-saber consiste en que habilitan siempre
determinados mundos posibles y obstruyen o invisibilizan otros. Nuestras ideas acerca de lo
que está bien y lo que está mal, de los modos de conocer, o de lo que uno puede hacer,
están condicionadas por el modo de estructuración de las relaciones de poder de cada
sociedad y por las formas de resistencia a ellas. De ahí la importancia de la política como
actividad humana transformadora.

Existe a su vez un tipo de poder que no se jerce de manera violenta,si no de manera


simbolica.Este esta en el plano del poder simbolico (la lengua)
Las palabras construyen el mundo social. De ahí que el conflicto por las palabras es también
la disputa por nuestros modos de nombrarnos y de nombrar el mundo que habitamos.
Nombrar la Argentina de la época de Sarmiento como barbarie ha tenido efectos genocidas
sobre las comunidades de pueblos originarios. Precisamente la distinción entre barbarie y
civilización es una de las formas de la barbarie, que ha generado en América Latina las
condiciones para el exterminio de millones de personas.

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