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Lesiones del nervio cubital.

Integrantes:
María Camila Vergara Pérez.
María Paola quintero soto.
Edilmer José sierra Vargas.
Juan camilo petro Pereira.

MD. Fernando de Jesús Larios diaz.

Anatomía.
Medicina I semestre.
Universidad del Sinú Elías bechara zainum.
Montería-córdoba.
Anatomía del nervio cubital.

El nervio cubital es un nervio mixto originado de la cuerda medial del plexo


braquial al que contribuyen las raíces de C8 a D1, que discurre en el brazo junto
con el nervio mediano y medial a la arteria humeral, pasando a través del tabique
aponeurótico medial al compartimento posterior y siguiendo hasta el canal cubital
en el codo. El canal cubital está formado por el epicóndilo medial, el olecranon, un
techo fibroso y en la base el ligamento medial de la articulación del codo. Al llegar
al codo da las primeras ramas al músculo flexor cubital del carpo y la parte de los
dedos 3º y 4º del flexor profundo de los dedos. Pasa a través de las cabezas
humeral y cubital del músculo flexor cubital del carpo, situándose bajo el flexor
profundo de los dedos hasta la muñeca donde da una rama palmar superficial a la
piel de la eminencia hipotenar, y una rama cutánea dorsal para la piel distal y
dorsal de los dedos 4º y 5º, y entonces llega al túnel digital o canal de Guyon entre
los huesos pisiforme y ganchoso, para seguir como nervio motor. Inerva a los
músculos palmaris brevis, al abductor, flexor y oponente del 5º dedo, lumbricales
3º y 4º, interóseos, aductor del 1º y cabeza profunda del flexor corto del 1º.
Semiología de la lesión del nervio cubital proximal
al codo.
Comparte con los nervios mediano y radial las causas de compresión en la axila y
su posible afectación por trauma. Puede haber lesiones combinadas de los tres
nervios en esta localización.

Clínicamente se producirá debilidad de la flexión de las articulaciones


interfalángicas de los dedos 4º y 5º por pérdida de función del músculo flexor
común profundo de los dedos y de la flexión de metacarpofalángicas de los dedos
2º a 4º a consecuencia de la debilidad de los músculos interóseos y lumbricales.
Por ello no se podrá flexionar las articulaciones metacarpofalángicas con las
interfalángicas extendidas, para situar la mano en posición de “visera”, como
hacemos sobre la frente para protegernos del sol. También se debilita la aducción
de los dedos y abducción del 5º. La debilidad del aductor del 1º condiciona el
llamado signo de Froment en el que, al retener un papel entre los dedos 1º y 2º en
lugar de hacerlo aproximando el pulgar a la raíz del índice aduciéndolo
simplemente, compensa la paresia del aductor del pulgar colocando el primer
dedo en flexión usando el flexor largo del pulgar. (Obach Tuca; 1994)

El aspecto de la mano en la lesión cubital evolucionada es el de la garra cubital


“main en griffe” de modo que mientras quedan semiflexionados los dedos 2º a 4º
en las interfalángicas por la tracción pasiva de los tendones de flexores profundo y
superficial de los dedos quedan extendidas las metacarpofalángicas
especialmente del 4º y 5º a consecuencia de acción del extensor de los dedos no
opuesta por interóseos y lumbricales 3º y 4º. La atrofia más llamativa es de los
interóseos, sobre todo del primer espacio interóseo dorsal y de la región hipotenar.

En cuanto a la alteración de la sensibilidad ocurrirá en el 5º dedo y mitad cubital


del 4º así como la mitad cubital de la palma de la mano hasta la muñeca.
Semiología de la lesión del nervio cubital a nivel del codo
Después del síndrome del túnel carpiano es el segundo atrapamiento nervioso en
frecuencia. Los factores que contribuyen a este problema están en la hipertrofia de
las estructuras ligamentosas como la arcada aponeurótica humero cubital entre las
dos cabezas del flexor cubital del carpo, del ligamento lateral medial de la
articulación del codo y el aumento de presión en el canal con la flexión de codo.
Procesos ocupantes de espacio como gangliones, neuromas o espolones óseos
pueden facilitar el atrapamiento. Los pacientes en hemodiálisis están en especial
riesgo por la combinación del uso accesos vasculares, posiciones de inmovilidad
prolongada durante la hemodiálisis y poli neuropatía subyacente. Con frecuencia
la causa es una luxación del nervio cubital en el surco epitroclear (Mumenthaler et
al; 1974).
Además de atrapamiento, el nervio cubital puede lesionarse directamente por
traumatismos en forma directa o en forma diferida constituyendo la parálisis cubital
tardía que asienta sobre un codo que ha sufrido deformidades postraumáticas.

La clínica es similar a la descrita en lesiones proximales. A veces se preserva la


función del flexor cubital del carpo, más en relación con la severidad de la lesión
que con la topografía precisa. En las lesiones incipientes puede que solamente
exista clínica sensorial subjetiva intermitente, y cuando aparece déficit motor con
más frecuencia será en el primer interóseo dorsal y abductor del 5º dedo (Stewart
1987). Por ello uno de los signos precoces es la separación del meñique del resto
de los dedos. Es característico el dolor en el codo con o sin irradiación al borde
cubital de la mano, y el aumento de los síntomas por la noche y con la flexión del
codo o la muñeca.

En las paresias tardías debidas a luxaciones o fracturas antiguas, o por artrosis


del codo, la paresia es lentamente progresiva, siendo frecuente que el paciente
note de forma casual la atrofia del primer interóseo. En estos casos la atrofia y la
paresia suelen ser más acusadas que los trastornos sensitivos. (Mumenthaler et
al; 1974)

El hecho de que el cubital (y los demás nervios periféricos) no tengan distribuidas


sus fibras homogéneamente en su interior puede tener como consecuencia que
atrapamientos en el codo afecten los fascículos dirigidos a músculos intrínsecos
de la mano y simulen la clínica de lesiones más distales como en el canal de
Guyon.

Una lesión cerebral puede imitar una lesión del nervio cubital (parálisis
pseudocubital), por ejemplo en infartos cerebrales a nivel contralateral, localizados
en la circunvolución precentral y región anterior de la pos central puede verse
clínica motora y sensitiva sugerente de afectación cubital. Un infarto pequeño
cortical en la porción media del giro pos central puede provocar una afectación
sensitiva pseudocubital.
Semiología de la lesión del nervio cubital en el
antebrazo.

La etiología puede ser por atrapamiento en el paso por el flexor cubital del carpo o
bandas fibrosas, así como compresión por hematomas o neuropatía isquémica
secundaria a fístulas para hemodiálisis. Las fracturas de antebrazo lo pueden
dañar igualmente.

La clínica es como en lesiones proximales pero se preservará el flexor cubital del


carpo, que recibe inervación antes de pasar el cubital a su través.

El ramo dorsal sensitivo se origina desde el tronco principal del nervio a una altura
variable, pudiéndose lesionar de forma aislada. Esta lesión produce un déficit
sensitivo a nivel dorsal en la cara cubital de la mano, 5º dedo y mitad medial del 4º
dedo. 
Semiología de la lesión del nervio cubital en
muñeca y mano.
Es el segundo punto más frecuente de compresión del nervio cubital. Se suele
deber a compresión por gangliones de las articulaciones de la mano, a trauma
ocupacional, lesiones arteriales, tumores nerviosos o trauma directo incluyendo
fracturas de huesos de la muñeca. El nervio entra en la muñeca en el canal de
Guyon, que es un conducto, de unos 4 cm, delimitado, entre otras estructuras, por
los huesos pisiforme y ganchoso a los lados, por el ligamento palmar del carpo en
el techo y los tendones del flexor común de los dedos. La arteria y vena cubitales
acompañan al nervio en su paso.
Clínicamente se preserva la sensibilidad del dorso cubital de la mano y dedos 5º y
mitad del 4º ya que la rama cutánea cubital dorsal sale antes de entrar en la
muñeca. Se afectará en la lesión completa la sensibilidad de la mitad cubital
palmar de la mano y del dedo 5º, y mitad cubital del 4º. Se debilitarán los
músculos hipotenares, los cuatro interóseos dorsales y lumbricales 3º y 4º, y el
aductor y flexor del pulgar. En la lesión completa será frecuente la mano en garra,
incluso más evidente que en lesiones más proximales al conservarse los flexores
de los dedos.
Puede existir compresión de la rama motora a nivel distal, cuando ya ha dado
inervación a los músculos hipotenares, de tal forma que solo se lesiona el
abductor del primer dedo, los interóseos y los lumbricales 3º y 4º, sin trastorno
sensitivo. A este grupo pertenecen las parálisis de los ciclistas
LESIÓN DE LA RAMA CUTÁNEO DORSAL DEL
NERVIO CUBITAL.
El ramo dorsal sensitivo se origina desde el tronco principal del nervio a una altura
variable, antes de la muñeca, y se dirige al dorso de la mano bajo el tendón del
flexor cubital del carpo. Se ha descrito su lesión en traumatismos, compresión por
manguitos, pulseras o esposas, y por el movimiento repetitivo de los operarios de
cajas sobre el lector de códigos de barras.

Clínicamente se produce dolor y parestesias en el territorio cutáneo del dorso


cubital de la mano y dedo 5º y mitad del 4º.
Causas.

El daño al nervio cubital puede ser causado por:


• Presión prolongada sobre el codo.
• Fractura o dislocación del codo
• Si se golpea el codo puede ocurrir dolor temporal y hormigueo de este
nervio, produciendo la experiencia de golpear el "hueso de la risa" a la
altura de esta articulación.

Síntomas.

• Sensaciones anormales en el dedo meñique y parte del dedo anular,


generalmente en el lado de la palma
• Pérdida de coordinación de los dedos de la mano
• Entumecimiento, disminución de la sensibilidad
• Dolor
• Hormigueo, sensación de ardor
• Debilidad y torpeza de la mano
• El dolor o el entumecimiento pueden despertarlo. La afección se agrava por
actividades como el tenis o el golf.
Tratamiento.

El objetivo del tratamiento es permitir que usted utilice la mano y el brazo lo más
que pueda.

Los medicamentos pueden incluir:

Analgésicos de venta libre o con receta para controlar el dolor (neuralgia)


Otros medicamentos como gabapentina, fenitoína, carbamacepina o
antidepresivos tricíclicos como amitriptilina o duloxitina, para reducir los dolores
punzantes.
Corticosteroides inyectados en la zona para disminuir la hinchazón y la presión
sobre el nervio.

La cirugía para aliviar la presión sobre el nervio puede ayudar si los síntomas


empeoran o si hay evidencia de desgaste de parte del nervio.
Otros tratamientos pueden incluir:

Fisioterapia
• Uso de crioterapia en fase aguda.
• Electroterapia con finalidad antiinflamatoria.
• Ultrasonidos.
• Ejercicios terapéuticos para aumentar la movilidad de muñeca y dedos.
• Ejercicios terapéuticos para tonificación de la musculatura tenar.
• Uso de ortesis.
 

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