Está en la página 1de 4

DERECHOS QUE ESTABLECIO LA CONSTITUCIÓN DE CADIZ DE 1812

Si se la compara con las declaraciones de derechos y constituciones americanas y francesas que la


precedieron y, mucho más, si se la coteja con nuestra Constitución vigente, la de Cádiz sorprende
por la falta de sistemática de los derechos consagrados. La técnica de positivación empleada
conjuga el método de cláusula general utilizado por su artículo 4 (que proclama la obligación
nacional de: «conservar y proteger por leyes sabias y justas la libertad civil, la propiedad y los
demás derechos legítimos de todos los individuos que la componen»). Así, el derecho de sufragio
activo y pasivo viene reconocido al reglamentarse la condición de los ciudadanos españoles; él
derecho a la jurisdicción se halla incluido en los principios que establecen la organización de los
Tribunales; las garantías procesales y penales de la libertad y seguridad personal con la acogida de
un sistema del habeas corpus.

Asi mismo, tenemos proclamados en el capítulo referente a la administración de justicia en lo


criminal; la libertad de expresión sin censura previa se reconoce en el título dedicado a la
instrucción pública, donde también se consagra el derecho a la educación. Es importante advertir
que la Constitución doceañista no se delimita a proclamar el derecho a la enseñanza en términos
de una libertad individual, sino que al propio tiempo puede prevenirse en el texto una atención
hacia los aspectos sociales y culturales que concurren en el derecho a la educación. Haciéndose
eco de la dimensión institucional del derecho a la educación la Constitución proclama que: «Las
Cortes, por medio de planes y estatutos especiales, arreglarán cuanto pertenezca al importante
objeto de la instrucción pública» (art. 370). Al propio tiempo, se reconoce el derecho a la
enseñanza primaria «en todos los pueblos de la Monarquía» (art. 366); se consagra la
uniformidad del plan general de enseñanza con obligación expresa de que se explique la
Constitución en «todas las universidades y establecimientos literarios donde se enseñen las
ciencias eclesiásticas y políticas» (art. 368); y la creación de una Dirección General de Estudios,
así como la de una Inspección de la enseñanza pública (art. 369).

Sin embargo, no hay duda de que las garantías sociales y económicas son limitadas. Además, los
legisladores de Cadis han sido acusados de construir el futuro de España sin cambiar las
situaciones económicas y sociales para que las reformas tengan raíces. No obstante, sí se
proclamó el principio de la igualdad fiscal, traducido en el deber general de contribuir, sin
distinciones, excepciones o privilegios, proporcionalmente al sostenimiento de los gastos públicos.
Esta obligación de los ciudadanos se consagra en el capítulo dedicado al estatuto de los españoles
y, asimismo, en el título dedicado a reglamentar las contribuciones. (Luño, 2014)

Frente a este amplio sistema de derechos y libertades, la Constitución de Cádiz niega


explícitamente el derecho a la libertad religiosa, al tiempo que especifica (en los artículos. deudor,
servicio doméstico o no trabajo, ocupación u oficio) o un estilo de vida definido. Es especialmente
difícil para los poderosos de nuestro tiempo comprender cómo, en un texto de decisiva
importancia progresista, el tratamiento de la cuestión religiosa puede constituirse en términos de
condiciones tan restrictivas e intolerantes. Nótese que el artículo 12 de la Carta de Cádiz es
jurídicamente vinculante: “La religión de la nación de España es y será siempre católica, apostólica,
romana, religión verdadera. La nación lo protege con leyes sabias y justas y prohíbe todo lo demás.
Sería injusto achacar este artículo a la despreocupación, insensibilidad o apego de las mentes más
liberales y progresistas. Agustín de Argüelles nos brinda una completa explicación de las
condiciones que se le impusieron. Nos dijo: “Religiosamente, se ha cometido un grave y fatal error,
fuente de un gran pero inevitable pecado. La intolerancia religiosa ha sido santificada
nuevamente, y lo peor es que, a conocimiento de muchos, aprobaron el artículo 12 con el más
profundo dolor. con toda la violencia y furor teológico del clero, cuyas consecuencias se sintieron
dentro y fuera de las Cortes. (Arjona, 2013)
REPRESENTANTES DE LA COMISIÓN CONSTITUCIONAL

En las Cortes de Cádiz había tres tendencias constitucionales: una, la que conformaban los
Diputados realistas; otra, los americanos, y una tercera, los liberales. Estas tres tendencias
mostraban entre sí una común y principal contextura doctrinal, que permitía diferenciarlas
con nitidez, sin perjuicio de las disensiones individuales que se manifestaron en su seno a
la hora de discutirse determinadas cuestiones constitucionales. Fijamente, los Diputados
liberales, que formaban la única tendencia constitucional que aquí interesa examinar,
pese a no estar agrupados en un partido político, presentan una básica identidad doctrinal
y además una indudable cohesión política. Una identidad y una cohesión mucho mayores,
desde luego, que las de las otras dos tendencias constitucionales. (Sánchez Recio)

Asi mismo en 1810, Morales Duárez llegó a Cádiz al frente de la delegación de UNMSM_ y
participó, como diputado por Lima, en los debates sobre la soberanía del pueblo y la
igualdad de los americanos. Fue un aclamado orador y miembro de la comisión que
escribió la Constitución de 1812.

Desde luego, se convirtió en un fuerte portavoz para los derechos americanos, guió a los
diputados criollos a las Cortes para dar a conocer once proposiciones el 16 de diciembre
de 1810. A pesar de apoyar la igualdad legal de los indios, por lo que fue considerado un
liberal.

La novedad de la Asamblea de Cádiz fue que reunió por primera vez a las provincias de
América y Asia con representantes por diputados procedentes de todas sus
administraciones, algunos de los cuales participaron en la elaboración de la constitución.

El nombramiento de los miembros de la Comisión se verificó el 23 del mismo mes De ellos,


diez eran elegidos por votación, es decir, Propietarios: Francisco Salazar Carrillo, José
Navarrete, José Joaquín Olmedo, José Bermúdez, Pedro García Coronel, Juan de Andueza,
Mariano Rivero, Tadeo de Gárate, Domingo Alcaraz y Mariano Rodríguez de Olmedo.
(cultura, 2019)

Debido a la distancia y a la dificultar de llegar a Cádiz se nombraron, entre los peruanos


residentes en España, cinco representantes interinos o suplentes: Ramón Olaguer Feliú,
Blas Ostoloza, Antonio Zuazo y Dionisio Inca Yupanqui.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Arjona, M. R. (2013). DERECHOS, LIBERTADES Y DEBERES EN LA CONSTITUCIÓN DE 1812. Revista


Aequitas, 226-234.

cultura, M. d. (20 de Marzo de 2019). Bicentenario de Perú. Obtenido de


https://bicentenario.gob.pe/como-fue-la-participacion-del-peru-en-las-cortes-de-cadiz/
#:~:text=En%201810%2C%20Morales%20Du%C3%A1rez%20lleg%C3%B3,escribi
%C3%B3%20la%20Constituci%C3%B3n%20de%201812.

Luño, A.-E. P. (2014). Derechos y libertades de la constitución de Cadiz. Revista Historiografica, 29 .

Sánchez Recio, G. (s.f.). Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Obtenido de


https://www.cervantesvirtual.com/portales/constitucion_1812/contexto_historico7/

También podría gustarte