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El defecto más generalizado la que se enfrentan los lectores más jóvenes es un excesivo análisis de
las palabras o la lectura palabra por palabra. A veces esta costumbre se acompaña por movimientos
de labios y de boca. Una lectura rápida no solo se consigue con un movimiento adecuado de los ojos,
se debe ampliar el vocabulario y la capacidad de la comprensión mediante una lectura inteligente.
La lectura rápida solo es posible cuando estamos muy familiarizados con el lenguaje y su contenido.
Te damos algunos consejos adicionales para mejorar la comprensión de la lectura y la velocidad.
4. Cada semana, cronométrate leyendo un capítulo de uno de tus libros y mide el número de
páginas por hora puedes leer.
Sabías que....
Sentarse en la primeras filas es muy productivo.... tomarás mucho mejor tus apuntes.
Los apuntes ayudan a reforzar tu atención sobre lo que dice el profesor. La propia acción de
tomar unas notas refuerza nuestra capacidad de prestar atención.
Aprendemos a fijarnos en detalles que más tarde seremos capaces de recordar a través de
nuestros apuntes.
Sabremos la importancia que le concede un profesor a un tema, una cuestión... Más allá de lo
que recogen nuestros libros.
Los alumnos que toman apuntes y los toman bien tienen garantizado el éxito en un porcentaje
muy elevado respecto de los que no los toman (o lo hacen de forma muy deficiente...)
El método 5R ó 6R
Cada hoja para tomar apuntes se divide en tres zonas: la columna de apuntes columna de
observaciones y parte de abajo destinada a un resumen.
El subrayado es normalmente uno de los primeros formatos de síntesis que utilizamos ante
un texto, e implica resaltar (a partir de una regla y diversos tipos de guiones –simples, dobles,
ondulantes-, de resaltadores, bolígrafos de diferentes colores, etc.) conceptos, ideas claves y/o
párrafos breves. Hay que aclarar que uno NO PUEDE SUBRAYAR TODO porque la idea de este
formato es que al retornar al texto subrayado podamos reconocer dónde se encuentran las ideas
principales y secundarias. Las primeras, son afirmaciones amplias que incluyen a las otras y es
importante destacar que sin ellas el texto quedaría incompleto; por su parte, las ideas secundarias
complementan y comprueban las anteriores, su supresión no implica un cambio en el sentido del
texto.
El subrayado debe ser el resultado de al menos una lectura previa, es decir, debemos evitar
la tentación de marcar el texto durante la primer lectura ya que es recomendable tener una idea
general de éste antes de adentrarnos en el subrayado.
El siguiente meme nos muestra lo que NO DEBEMOS HACER al utilizar la técnica del
subrayado:
El texto “La oposición al régimen: radicales, socialistas y anarquistas” con el cual estamos
trabajando ya posee palabras claves en negrita que nos permiten poner el foco en
ciertos temas (Unión Cívica Radical, primer partido político moderno, Hipólito Yrigoyen, etc.) lo
cual facilita el trabajo para reconocer dónde debemos detenernos. Tomando como ejemplo
entonces al texto propuesto, haríamos el siguiente ejercicio de subrayado.
Para que el subrayado sea efectivo como método rápido y preciso de evocación del contenido
Ieído hay que subrayar exclusivamente lo fundamental. Subrayar sólo las ideas claves de cada párrafo
y las palabras técnicas o específicas.
Entonces:
¿Cuánto subrayar?: Cada lector establece la cuota de subrayado que necesita.
¿Cuándo subrayar?: los lectores ya entrenados en lectura comprensiva subrayan durante la
segunda lectura, cuando ya conocen la estructura general del texto y el entramado básico de
los contenidos. Los estudiantes poco entrenados deberían efectuar el subrayado durante la
tercera lectura y párrafo por párrafo.
¿Qué textos subrayar?: únicamente los propios. Si se trata de libros ajenos o pertenecientes a
alguna biblioteca usted no podrá aplicar esta técnica. Si el texto es de su propiedad o se trata
de fotocopias, material de apuntes, guías, etc. realice el subrayado que considere más
apropiado.
¿Con qué subrayar?: El lápiz de mina blanda es el instrumento de trazado que inflige menores
daños a los textos; los resaltadores de colores, con el tiempo, deterioran la legibilidad de los
textos; la tinta de los bolígrafos deteriora el papel.
SUBTITULADO
Este formato de síntesis nos permite demarcar los temas e ideas principales del texto sobre
todo cuando éste carece de títulos y subtítulos en su cuerpo. Recordemos que la función de un
título y subtítulo es informativa y debe resumir en una oración breve el tema del texto. Una buena
estrategia es proponer subtítulos a cada párrafo lo cual también nos permitiría reconocer la
progresión temática, es decir, con qué tema se inicia el texto y cómo se va modificando hasta el
final.
"Lectura y más lectura es lo que cuenta en este momento, pero hecha de manera inteligente.
No podemos leer los libros de cabo a rabo; vamos persiguiendo una presa, y a ella nos
dirigimos. El investigador experto hace una lectura selectiva del libro; no lee; ve las páginas
del libro, defendiéndose de la fatiga; su mente no se fija sino en el momento en que salta la
presa entonces, con cuidado y con toda su atención, absorbe el contenido de los párrafos y va
anotando, en sus tarjetas de trabajo, aquello que necesita y juzga adecuado para su tema.
Por ello, los libros anotados en la bibliografía arrojan unas cuantas fichas, y el resto del libro
sólo se hojea para ver que nada se pierda entre sus páginas. Así, con paciencia de cazador, y a
la vez con precisión, el investigador avanza con rapidez a través de las páginas de los libros,
que unas veces requieren de lectura cuidadosa de todas ellas, otras la lectura con atención de
un capítulo o de algunos párrafos. Otras sólo se hojean, y se desechan porque no se relacionan
verdaderamente con el tema. En esta forma, al acostumbrarse a leer selectivamente, la lectura
puede abreviarse de manera considerable. Sin embargo, la rapidez no debe ir en detrimento de
la asimilación, y debe procurarse registrar todos los conceptos importantes, que a veces son
fundamentales.
Programa y organización
de la UCR
Estrategias de la UCR
La UCR y la nueva
dirección de Hipólito
Yrigoyen
La lucha contra el
régimen electoral
fraudulento
ESQUEMA
El esquema es el resultado de todos los demás formatos de síntesis previos y nos permite
ordenar jerárquicamente las ideas principales y secundarias, complejizando la progresión temática
que logramos con el subtitulado. Hay distintos tipos de esquemas: de llaves, de letras, números,
combinados, etc.
A continuación les mostraremos un esquema de números basándonos en las ideas
principales que reconocimos en el subtitulado y agregando las correspondientes ideas secundarias.
Las ideas principales y secundarias deben ser redactadas de modo breve, preferentemente deben
ser oraciones y/o coordinadas.
MAPA CONCEPTUAL
Este formato de síntesis nos permite organizar jerárquicamente las ideas claves del texto, las
cuales pueden estar encerradas en cuadros, círculos u otros paratextos. En el caso del ejemplo,
distinguimos distintos colores –negro, verde, azul y naranja– que van a indicar la jerarquización
entre ellas. De este modo, el encabezado del mapa debería exhibir la información primordial y de
allí se desglosarían los demás conceptos, los cuales pueden conectarse a partir de verbos o
preposiciones (por ejemplo, al principio de nuestro mapa aparece un conector –surge de...– y
podríamos agregar otros entre los distintos recuadros). Recordemos entonces, que las ideas claves
deben ser breves y estar compuestas por sustantivos y adjetivos, no por verbos ya que estos deben
cumplir la función de conectores.
Por lo tanto, el mapa conceptual direcciona nuestra lectura por lo que no podemos
perdernos en la interpretación de este formato debido a que las flechas y los conectores nos
indican cómo debemos leerlo.
RED CONCEPTUAL
La red conceptual también presenta las ideas claves en recuadros o con paratextos
particulares y puede poseer asimismo conectores, pero a diferencia del mapa conceptual no
direcciona nuestra lectura ya que nos permite hacer diversos recorridos. Los conceptos claves se
conectan entre sí desde distintos lugares a partir de flechas o simplemente hilos, de este modo el
lector puede entrar y salir de la red conceptual según su criterio. Aquí la información no se
encuentra jerarquizada.
OBJETIVOS
Régimen electoral
PROGRAMAS Sociedad igualitaria
POLÍTICOS
OPOSICIÓN AL
RADICALES SOCIALISTAS
RÉGIMEN
TRANSFORMACIÓN
ORGANIZACIÓN
ANARQUISTAS
Reformas en la
jornada
laboral
CUADRO COMPARATIVO
En primer lugar, debemos aclarar que no todo texto es apto para realizar un cuadro
comparativo, debe haber en él puntos de comparación y de contraste posibles. El cuadro
comparativo, entonces, nos permite establecer relaciones de similitud y diferencia, para ello
debemos distinguir qué compararemos y en base a qué.
A partir del ejemplo trabajado construimos el siguiente cuadro comparativo, en él
observamos dos columnas, una horizontal donde está el qué –es decir, los diferentes grupos de
oposición al régimen- y en la columna vertical está el en base a qué –composición, organización y
objetivos. Estas columnas pueden ser asimismo invertidas, pero lo importante es reconocer los
criterios a partir de los cuales contrastaremos los aspectos escogidos.
OPOSICIÓN AL RÉGIMEN
DIAGRAMA
El diagrama nos permite desplegar las ideas claves del texto a partir de un formato donde se
ponen en juego aspectos más gráficos e icónicos, de este modo es un formato más libre y creativo.
RESUMEN Y SÍNTESIS
Podemos pensar en el resumen como el resultado de todos los formatos de síntesis previos;
para realizarlo, es necesario que reconozcamos las ideas principales y secundarias para
condensarlas en un escrito, tomando en cuenta las expresiones del autor del texto.
La síntesis por otro lado, requiere una mayor apropiación del texto por parte del lector y
precisa de una redacción en la cual se ponga en juego no solamente el qué se dice sino también el
cómo, por ejemplo no es necesario en una síntesis que iniciemos como lo hace el autor, podemos
relacionar e incorporar ideas que se despliegan al final del texto e incorporarlas en la
introducción.
El resumen y la síntesis implican estrategias complementarias pero diferentes, debemos ser
capaces de realizar un resumen para luego adentrarnos en la síntesis, es decir, debemos reconocer
las ideas del autor para luego poder redactar un escrito donde interpretemos y comentemos el
texto fuente e incorporemos nuestras propias ideas.
Texto para trabajar en clase:
Los estudiantes que sobresalen no suelen ser los más inteligentes, sino alumnos muy motivados, que
confían en sus posibilidades, que se toman el trabajo en serio, que lo planifican y que utilizan un
eficaz método de estudio.
El éxito en los estudios depende en gran medida de una buena planificación.
Los estudiantes que destacan no son habitualmente los más inteligentes, sino aquellos que saben
planificar su trabajo, aplican un buen método de estudio, están motivados y tienen mucha confianza
en si mismo.
La planificación del estudio permite obtener mejores resultados y hacer más llevaderos los estudios,
evitando en gran medida los temidos momentos de agobio.
No es lo mismo llevar al día las asignaturas y en época de exámenes dedicarse a repasar, que perder
el tiempo durante el curso y cuando llegan los exámenes tratar de hacer lo que no se ha hecho antes,
con jornadas de estudio maratonianas, agotadoras, con una enorme ansiedad y con muchas
probabilidades de que esa gran "paliza" final no sirva para nada (ni para aprobar, ni por supuesto para
aprender).
Planificar el estudio es sencillamente organización y para ello el estudiante debe responder a las
siguientes preguntas:
¿Qué material hay que dominar perfectamente de cara a los exámenes?
¿Qué esfuerzo hay que realizar para lograr este nivel de conocimiento?
¿De cuánto tiempo se dispone?
Y en función de las respuestas a las preguntas anteriores:
¿Qué esfuerzo diario hay que realizar para llegar a los exámenes bien preparado?
Con ello se trata de determinar el ritmo de estudio diario ("velocidad de crucero") que hay que
establecer desde el primer día de curso (y no desde el segundo).
Cuando éste comienza el estudiante no dispone de toda la información necesaria para precisar el
esfuerzo diario que debe realizar, pero a medida que el curso avanza sí es posible determinar cuántas
horas necesita uno estudiar diariamente.
A principios de curso es preferible ser precavido y establecer un ritmo diario de estudio más duro.
A medida que va avanzando este ritmo se irá ajustando, aumentándolo o disminuyéndolo según
proceda.
Si en alguna asignatura uno se va quedando retrasado pueden utilizar los fines de semanas para darles
un "empujón" y ponerlas al día.
La mejor manera de ir asimilando las asignaturas es trabajarlas con continuidad.
De nada sirve un gran esfuerzo final para intentar aprobar un examen cuando no se ha hecho nada
durante el curso. Con suerte se podría llegar a aprobar, aunque hay muchas probabilidades de que no
sea así. Además, el nivel de asimilación de la materia sería muy bajo y en pocos días se habría
olvidado.
Si uno tiene que realizar diferentes tareas es bueno comenzar por una que tenga una dificultad media
(para entrar en calor), seguir por la que más cuesta (cuando se rinde más) y terminar por la más fácil
(cuando uno está ya cansado).
Al estudiar es conveniente establecer periodos regulares de descanso. Es una manera de despejar la
mente y de tomar nuevos bríos para seguir adelante.
La planificación diaria hay que cumplirla con rigurosidad: si uno ha establecido comenzar a estudiar
a las 4,30 de la tarde debe ponerse con los libros justo a esa hora y no media hora más tarde. Mientras
antes se empiece antes se termina.
Una vez leído el material las veces necesarias, se podrá proceder a la elaboración de un resumen con
el cual el estudiante dará diversos repasos hasta considerar que domina la lección. Sólo entonces
estará en disposición de pasar a la siguiente etapa.
Hay que tener muy claro que ésta es una de las posibles metodologías de estudio, pero no la única.
Cada estudiante puede tener su propio método de estudio; lo importante es que sea un método que
funcione y que resulte eficaz.
Un método que utilizan muchos estudiantes y que no suele funcionar es releer muchas veces la
lección, sin profundizar.
Es una forma de estudiar "light" que exige menos esfuerzo pero que no da resultados.
Otro método que no es eficaz es el que se basa en la repetición mecánica: se basa en repetir la lección
una y otra vez hasta que queda grabada.
El estudiante no se preocupa por entenderla, busca simplemente ser capaz de repetirla.
Cuando el material de estudio está trabajado, organizado y bien estructurado se aprende más
fácilmente.
Nuestro cerebro funciona mucho mejor si primero trabamos la información y luego la memorizamos.
Para tener un buen material de estudio hay que empezar por acudir a clase con regularidad y tomar
uno sus propios apuntes.
No es lo mismo trabajar uno con sus apuntes que con los apuntes fotocopiados de algún compañero.
Una vez tomados los apuntes lo primero que hay que hacer es revisarlos, si es posible esa misma
tarde: comprobar si están completos y se entienden. En caso contrario habrá que subsanar a la mayor
brevedad esas deficiencias. Algunos estudiantes pasan sus apuntes a limpio, labor que requiere
mucho tiempo. No obstante, poniendo un poco de cuidado a la hora de tomarlos no será necesario y
se podrá utilizar ese tiempo en avanzar en su estudio.
Los apuntes se deben completar en casa con el libro de texto, y si es posible con algún otro libro de
consulta recomendado por el profesor.
Una vez ya en pleno aprendizaje, y tras un primer estudio comprensivo, resulta muy útil elaborar
unas fichas resumen en las que se recojan los datos principales de la lección:
La simple elaboración de estas fichas supone ya un importante esfuerzo de aprendizaje ya que
requiere un ejercicio de síntesis muy útil que facilitará posteriormente su memorización.
Estas fichas resúmenes se pueden repasar en tiempos sueltos (por ejemplo, esperando el autobús, en
el vagón del metro, en la cama antes de costarse...), de modo que nos ayude a mantener frescos los
conocimientos adquiridos.
En la elaboración de estas fichas se puede utilizar la metodología de los mapas y redes mentales:
Se extrae la idea principal de la lección y se escribe en el centro del folio. De ahí salen ramificaciones
donde se recogen otras ideas relevantes y secundarias. En el mapa mental se recogen de forma muy
escueta, fechas, ideas o pequeñas frases que ayuden a recordar la lección. En la elaboración de estos
mapas mentales se pueden utilizar 2 colores, dejando el rojo para destacar aquellos datos más
relevantes.
El mapa mental permite tener una visión global de la asignatura. Además junto a los conceptos
memorizados tendremos grabados en la mente una imagen del esquema-resumen lo cual nos facilitará
su recuerdo.
Otro método practico es el del subrayado, un buen subrayado, acompañado de notas a los márgenes,
puede ahorrar mucho tiempo de estudio (y mucho esfuerzo), mientras que un mal subrayado no sólo
no ayuda sino que puede ser contraproducente.
No se resaltan datos relevantes que al no estar subrayados pasan posteriormente desapercibidos.
A veces se subraya prácticamente todo el texto lo que induce posteriormente a una memorización
literal, mecánica, sin distinguir cuales son las ideas principales.
El subrayado exige concentración ya que hay que diferenciar lo fundamental de lo accesorio.
Se debe subrayar una cantidad reducida de información (palabras o frases claves) que permita
posteriormente con un simple vistazo recordar de que trata el texto.
Si uno presta atención a esta información y la elabora (analiza, comprende, relaciona con otras ideas)
puede pasar de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.
La memoria a largo plazo es prácticamente ilimitada tanto en capacidad como en duración.
El proceso de memorización implica tres fases: registrar, retener y recuperar a) Registro Mientras
mejor registremos la información, más fácil nos resultará su memorización, la retendremos por más
tiempo y la recuperaremos mejor cuando la necesitemos.
Es fundamental trabajar bien la información: ser conscientes de lo que estamos haciendo, prestar la
máxima atención, evitar interferencias (otras informaciones que estamos recibiendo al mismo tiempo,
por ejemplo ruidos del ambiente, imágenes, sensaciones corporales, etc.) que distraen nuestra
atención.
En la fase de registro influyen diversos factores: atención, motivación, capacidad de análisis,
creatividad, pensamiento lógico, dominio de las emociones, relajación, etc.
Elegir un método u otro dependerá de cada estudiante (algunos se sentirán más cómodo con una
memorización global y otros con una memorización por partes) pero normalmente funciona mejor el
segundo método de estudio.
Se puede desarrollar y mejorar la memoria. Existen técnicas de memorización que funcionan muy
bien. Empezaremos describiendo diversos "trucos", algunos de los cuales ya se han mencionado:
1.- Asociación: cuantas más conexiones se establezcan mentalmente entre los conceptos nuevos y los
que ya se poseen más fácil resultará la memorización.
Cuanto más se sabe sobre una materia más fácil resulta adquirir nuevos conocimientos sobre la
misma ya que uno tiene muchos referentes con los que relacionar la nueva información.
Hay diversas maneras de asociar:
a) Comparar o contrastar: nos acordamos de algo porque se parece o se diferencia de algo que
conocemos.
Por ejemplo, la 2ª Guerra Mundial comenzó el año en el que nació mi padre.
b) Asociar con ejemplos: por ejemplo estudiamos el significado de una palabra utilizando una frase
en la que se emplea.
c) Analogías: buscamos parecidos.
Por ejemplo el nombre de una persona nos recuerda al de un famoso tenista.
d) Asociaciones ilógicas: tratamos de memorizar una lista de objetos realizando asociaciones sin
sentido.
Por ejemplo, una lista de compra (leche, galletas, tomate, pan y cebolla).
"Una galleta se fue a bañar en un vaso de leche, pero cuando se fue a tirar vio que estaba roja del
color del tomate, flotando había un trozo de pan jugando con una cebolla."
2.- Trocear la información:
Por ejemplo, si queremos recordar un número de teléfono nos resultará más fácil si lo dividimos:
"91-710-40-26"
En lugar de:
"917104026"
3.- Agrupar la información: es el caso contrario al anterior y se emplea cuando la información viene
muy fraccionada; en estos casos resulta más fácil agruparla en pequeños grupos.
Por ejemplo, la siguiente cadena de número:
3-3-4-7-3-7-9-0-9-0-8
Resulta más fácil de memorizar si se agrupa:
334 - 737 - 909 - 08
4.- Exageración: la memoria es más receptiva ante algo absurdo. La singularidad facilita la
memorización: cuanto más original sea una información mejor se retendrá.
5.- El ritmo y la rima facilita la memorización. Ponerle música a un texto, recitarlo como si de una
poesía se tratara. Crear unos pequeños versos con las palabras que uno tiene que memorizar.
6.- Recordar el contexto: a veces resulta más fácil recordar algo si uno trata de visualizar el momento
en que el que estaba estudiando esa lección.
Estaba en mi habitación, era sábado por la tarde, recuerdo que estaba oyendo música de Elton John,
tenía puesta una camisa roja, ...
Construcción y manejo de citas y bibliografía
A lo largo de la Escuela Secundaria los alumnos producen discursos que van creciendo en
complejidad; como sabemos, particularmente en el último año hay una abundante elaboración de
monografías, informes, ensayos, etc., es decir de producciones que requieren de parte del alumno,
por un lado, la lectura de fuentes de áreas del conocimiento diversas y, por otro, la toma de la
palabra ajena a través de las citas.
La importancia del desarrollo de estas competencias, hacen que el docente necesite
introducir los conceptos de cita y asiento bibliográfico que a su vez serán procedimientos
utilizados con frecuencia por los alumnos a lo largo de los estudios superiores. En relación con los
asientos bibliográficos cabe señalar que actualmente el acceso a las fuentes no sólo se da a través
de materiales impresos sino también a través de materiales digitalizados a disposición en el
espacio virtual. En este sentido los formatos de las menciones bibliográficas han sufrido
modificaciones que tienen que ver con estas nuevas características.
Teniendo en cuenta todo lo expuesto, les acercamos posibilidades de asientos bibliográficos
y opciones de utilización de citas en las producciones de discursos complejos.
Ejemplo:
Wilde, Oscar. (2000). El ruiseñor y la rosa y otros cuentos. Buenos Aires: Univ. Planeta,
2001.
- LIBRO ELECTRÓNICO
Apellido, Nombre del autor. (Año de publicación).Título del libro. Disponible en: (URL).
Consultado el: (fecha).
Ejemplo:
Martín, Amanda - compiladora. (2011). Historia. Serie para la enseñanza en el modelo 1 a 1.
Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación. Disponible en:
http://bibliotecadigital.educ.ar/uploads/contents/M-Historia.pdf Consultado el 27/08/15.
- CAPÍTULO DE LIBRO
Apellido, Nombre del autor. (Año de 1º edición). “Capítulo” en Título del libro. Lugar:
Editorial, Año (año de edición que se maneja). Págs. (n° a n°).
Ejemplo
Basombrío, L – De Marsilio, H. (1974). "El pensamiento infantil" en Orientación para
padres. Buenos Aires: Ruy Díaz. Págs. 111-121.
- ARTÍCULO DE REVISTA
Apellido, Nombre del autor. (Año de publicación). “Título del artículo” en Título de la
revista. Volumen, Número. Lugar: Editorial. Págs.(n° a n°).
Ejemplo:
Parada, Alejandro. (2006). “La historia de la lectura como laberinto y desmesura” en Rev.
Páginas de Guarda. Nº 1. Buenos Aires: FFyL – UBA. Págs. 89 a 100.
- ARTÍCULO DE DIARIO
Apellido, Nombre del autor. (Día/mes/año de publicación). “Título del artículo” en Título del
diario. Lugar. Pág/s.(n° a n°).
Ejemplo:
Novau, Raúl (30/09/2002). “Escribir es una levadura que depende del calor humano” en
Diario Primera Edición. Posadas, Misiones. Pág. 22.
- PÁGINAS DE INTERNET
Título de la página. Lugar. Disponible en: (URL). Consultado el: (fecha).
Ejemplo:
Editorial Universitaria de la UNaM. Disponible en: www.editorial.unam.edu.ar. Consultado
el: 02/07/15.
10
Las mayúsculas son nuestras.
Discurso directo Cita textual, generalmente entrecomillada.
El enunciador (hablante y/o escritor) reproduce/ repite el discurso de
otro.
Ejemplo:
“La semiosfera es el espacio semiótico fuera del cual es imposible la existencia misma de la
semiosis” (Lotman, 1996: 24).
Por otro lado, el discurso indirecto es la reformulación de alguna parte del texto que nos
parezca relevante, y para indicar que esta idea/concepto lo tomamos de un texto ajeno debemos
utilizar distintos verbos del “decir” – modalizadores que remitan a la palabra del otro.
Ejemplo:
Lotman sostiene que existe un espacio, denominado semiosfera, fuera del cual la semiosis no
podría producirse (Cfr. Lotman, 1996: 24).
Formas del “decir”- modalizadores: dice, enuncia, expone, manifiesta, explica, argumenta,
asegura, describe, sostiene, considera, opina, interroga, expresa, informa, comunica, señala,
advierte, indica, remite, refiere, reitera, etc.
3) Tipos de Citas
Si la cita posee MENOS DE TRES RENGLONES, puede continuar integrada al discurso
citante, pero debe distinguírsela claramente con cursiva o comillas:
Ejemplo:
Lotman afirma que “el diálogo precede al lenguaje y lo genera” (Lotman, 1996: 35) ya que es
el mecanismo semiótico fundamental de la cultura.
Si la cita posee MÁS DE TRES RENGLONES, se utilizan márgenes más grandes (2 cm.
aprox.) para separarla del discurso citante y se suele poner interlineado sencillo y disminuir un
punto el tamaño de la tipografía. Ejemplo:
Lotman continúa explicando:
La frontera semiótica es la suma de los traductores-filtros bilingües pasando a través de los
cuales un texto se traduce a otro lenguaje (o lenguajes) que se halla fuera de la semiosfera
dada. El carácter cerrado de la semiosfera se manifiesta en que ésta no puede estar en contacto
con los textos alosemióticos o con los no-textos [es decir, los textos que no poseen
significación]. (Lotman, 1996: 24).
Se recomienda el uso de la cita americana, es decir, la aclaración entre paréntesis del autor,
año de edición y número de página en la cual se encuentra el fragmento citado. Este tipo de cita se
utiliza con más frecuencia debido a que el asiento bibliográfico en la nota al pie muchas veces
“molesta” la lectura, sobrecargando con información la página y, de todos modos, la bibliografía
completa deberá aparecer al final del trabajo.
En el caso de tener que reiterar la mención de una bibliografía ya sea en la misma página o en
otra, se utilizan las siguientes abreviaturas:
- Ídem, ibídem (ibíd.), ob. cit. (u op. cit. en latín): significan “obra citada” anteriormente;
puede variar la página, por ejemplo: ob. cit. 16. Si la obra fue citada varias páginas antes de dicha
cita, por lo menos deberá reiterarse el autor para facilitar la identificación del lector.
Cuando se suprime algún fragmento del discurso citado, se utilizan los puntos suspensivos, ya
sea al comienzo o al final, o en el medio de una cita agregando paréntesis “(...)”.
Si se desea agregar alguna aclaración personal “dentro” de la cita, se utilizan los corchetes
como en el ejemplo anterior.
Institución:
Cátedra/materia:
Profesor/a:
Trabajo N°:
Título:
Alumno/:
Lugar y fecha:
¡Bienvenido al taller sobre oralidad!
En este taller, aprenderás sobre la importancia de la oralidad y cómo mejorar tus habilidades de
comunicación oral.
¿Qué es la oralidad?
Practica hablar en público: La práctica hace al maestro. Hablar en público puede ser intimidante,
pero cuanto más lo hagas, más cómodo te lucirás. Busca oportunidades para hablar en público,
como presentaciones en el trabajo, discursos en eventos sociales o presentaciones en la escuela.
Prepara tus pensamientos: Antes de hablar en público, tómate el tiempo para organizar tus
pensamientos. Haz una lista de los puntos principales que deseas comunicar y asegurarte de que
están en un orden lógico.
Las técnicas de oralidad se refieren a las habilidades y herramientas necesarias para comunicarse
efectivamente en un entorno oral. Algunas técnicas de oralidad incluyen:
Hablar con claridad y fluidez: es importante hablar con claridad y en un ritmo adecuado para que
el mensaje sea fácil de entender.
Hacer contacto visual: mirar a la audiencia a los ojos ayuda a establecer una conexión emocional
ya mantener su atención.
Uso de gestos y expresiones faciales: los gestos y las expresiones faciales pueden ayudar a
transmitir la emoción y el significado detrás de las palabras.
Modular la voz: variar el tono, la velocidad y la intensidad de la voz puede ayudar a mantener la
atención de la audiencia y resaltar puntos clave.
Uso de pausas y silencios: las pausas y los silencios pueden ayudar a enfatizar ciertos puntos,
crear suspenso y permitir que la audiencia reflexione sobre lo que se está diciendo.
Usar la repetición veces: repetir un punto clave varias veces puede ayudar a reforzarlo en la
mente de la audiencia.
Hacer preguntas y escuchar respuestas: hacer preguntas puede ayudar a involucrar a la audiencia
y fomentar la participación activa. Escuchar atentamente las respuestas también es importante
para mantener el diálogo y demostrar interés en las perspectivas de los demás.
Escuchar y repetir: Escuchar a hablantes nativos y repetir lo que dicen puede ayudarte a mejorar
la pronunciación y la fluidez. También puedes escuchar programas de radio, podcasts o videos
en línea para mejorar tu comprensión auditiva.
Leer en voz alta: Leer en voz alta puede ayudar a mejorar la pronunciación y la fluidez. Puedes
leer libros, artículos o noticias en el idioma que deseas mejorar.
Grabarse a sí mismo: Grabarse a sí mismo mientras habla puede ayudarte a identificar errores de
pronunciación o de gramática, y te permite ver tu progreso a lo largo del tiempo.
Uso de recursos en línea: Existen numerosos recursos en línea que pueden ayudarte a mejorar tu
habilidad oral, como aplicaciones para practicar la pronunciación, ejercicios de conversación en
línea, y tutoriales en video.
Tomar clases de conversación: Las clases de conversación son una excelente manera de mejorar
la habilidad oral. Puedes tomar clases en línea o en persona con un profesor nativo.
En general, lo más importante es practicar regularmente y tener una actitud positiva hacia la
mejora de la habilidad oral.