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Texto documental Ricardo Anwandter

Valdivia, desde sus inicios y, a través de su historia, ha sido


favorecida por la naturaleza y la biodiversidad natural y cultural,
siempre inmersa en su río y la lluvia, elementos que han forjado
el ADN de los valdivianos y que se ven reflejados en todo tipo de
expresiones artísticas como la pintura, las artes visuales y las
artes escénicas, gracias al talento y sensibilidad de un gran
número de creadores y creadoras que han ido dando forma a la
identidad local. Entre ellos, uno de los más destacados fue el
acuarelista Ricardo Anwandter.

Ricardo Andwanter von Salis-Soglio, nace en Valdivia el 15 de


noviembre de 1919, y fallece el 14 de noviembre de 1993 en su
ciudad natal. Hijo de Victoria Andwanter Echenique, nieto de
Carlos Adwanter y de Judith von Salis-Soglio Riedemann.

Ricardo Andwanter es el pintor más relevante y el orgullo que ha


tenido la ciudad de Valdivia. Fue contemporáneo de la
Generación Artística de 1940 de Chile.

Desde la pre-adolescencia comienza a pintar sus primeras obras


al óleo, demostrando ya sus dotes innatas por el arte pictórico.
Se sintió cautivado por la acrisolada naturaleza valdiviana, sus
flores, los copihues, los vapores, el ferrocarril, el irresistible
mosaico otoñal y la esquiva primavera sureña.
En su obra se aprecian distintas etapas: en un comienzo, de mucho
color, sobre todo en las flores; más tarde, la gama de grises y la
neblina responsable de formas lejanas y misteriosas, locomotoras
de trenes antiguos avanzando y dejando grandes bocanadas de
humo. Ante el avance de las estaciones, el paisaje otoñal era el
más esperado; en él se encontraba definitivamente con el color. Le
encantaba descubrir mezclas de pigmentos que fueran exactos a
los que aparecían entre campos, cerros, aguas de ríos y de mar
El maestro Andwanter es parte de Valdivia, quizás podríamos
afirmar que él “crea a Valdivia” en sus obras. Considerado el
mejor paisajista nacional en el arte de la acuarela, sus trenes y
ferrocarriles quedaron estampados en muros y rocas del litoral.

Hay coincidencia de que Andwanter sentía verdadero amor por


Valdivia e inmortalizó en sus lienzos el río y los paisajes rurales
con refinamiento, finísima percepción del color, una riqueza
cromática única y su ” cuidada y depurada técnica”.

Sus obras armónicas, elegantes y cargadas de poesía, sin dudas,


lo erigen como el maestro de la acuarela chilena e inspirador de
varias generaciones de artistas plásticos valdivianos.

En 1988 fue declarado “Hijo Ilustre de Valdivia”.

Muchas de sus obras están en manos privadas, en instituciones


como Corporaciones Culturales de varias ciudades chilenas,
Pinacoteca de la U. de Concepción, en el Congreso Nacional y en
varias Embajadas.

Ricardo Andwanter nació en noviembre y se despidió una tarde


de noviembre de 1993, dejando una huella imborrable en la
retina y en los corazones de todos y todas los que habitamos
esta bella ciudad.

“Ricardo Andwanter hiciste un gran camino al andar”

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