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Sumilla: 

Corresponde emitir sentencia absolutoria, en razón que los medios


probatorios de cargo no son suficientes para establecer la culpabilidad del
acusado, en la producción del accidente de tránsito, que tuvo como resultado la
muerte del agraviado. El Ministerio Público no pudo acreditar en juicio el hecho
sustancial de la conducción del automóvil de placa de rodaje T1C-169 por el
acusado a una velocidad no prudente ni tampoco que haya pasado la luz roja del
semáforo como factor determinante del accidente de tránsito con resultado fatal.
Por el contrario, ha quedado acreditado el ámbito de responsabilidad de la
víctima (imputación a la víctima), al contribuir de manera decisiva a la
realización del riesgo no permitido; es decir, la creación del riesgo en el presente
este caso ha recaído en el mismo sujeto pasivo, al conducir la motocicleta de
placa de rodaje 8135-5P prestando servicio de transporte público de mercancías
en estado de ebriedad (0.56 gramos-litro de alcohol en la sangre).

 Lea también: [VÍDEO] ¿Cómo cuestionar una pericia de accidente de


tránsito? Giammpol Taboada en diplomado de LP

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD


TERCERA SALA PENAL SUPERIOR

EXPEDIENTE 4748-2016-89
SENTENCIA DE APELACIÓN

RESOLUCIÓN NÚMERO VEINTIUNO

Trujillo, doce de agosto del dos mil diecinueve

 Imputado: Elmer Bernardo Juárez Sánchez


 Delito: Homicidio culposo
 Agraviado: Paul Larry Vejarano Giménez
 Procedencia: Tercer Juzgado Penal Unipersonal de Trujillo
 Impugnantes: Imputado y actor civil
 Materia: Apelación de sentencia condenatoria
 Especialista: Elizabeth Neri Arqueros
VISTOS: Los recursos de apelación interpuestos por el imputado Elmer
Bernardo Juárez Sánchez y el actor civil en la persona de Luis Alberto
Vejarano Benites y Llerme Giménez Murayari contra la sentencia
condenatoria contenida en la resolución número trece de fecha diecisiete
de diciembre del dos mil dieciocho, emitida por el Juez Carlos Germán
Gutiérrez Gutiérrez del Tercer Juzgado Penal Unipersonal de Trujillo. La
audiencia de apelación se realizó el día veinticinco de julio del dos mil
diecinueve, en la sala de audiencias de la Tercera Sala Penal Superior de
la Corte Superior de Justicia de La Libertad, con la presencia de los
Jueces Superiores Sara Angélica Pajares Bazán, Giammpol Taboada
Pilco (Director de Debates) y Noé Virgilio López Gastiaburu (interviene
por vacaciones del Juez Superior Carlos Merino Salazar); el Fiscal
Superior Fernando Enrique Carrasco Landeras, el abogado Nimio Hidalgo
Sánchez por el acusado, el abogado Neil Omar Lizarraga Pinillos por el
actor civil, con la participación del acusado Elmer Bernardo Juárez
Sánchez y el actor civil Llerme Giménez Murayari.

Interviene como ponente el Juez Superior Giammpol Taboada Pilco.

ANTECEDENTES

Acusación

1. Con fecha veinte de abril del dos mil diecisiete,  la Fiscal Rosa de María
Niño Mendiola de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de
Trujillo, formuló acusación ante el Juez del Quinto Juzgado de
Investigación Preparatoria de La Esperanza; contra el imputado Elmer
Bernardo Juárez Sánchez como autor del delito contra la vida, el cuerpo y
la salud en la modalidad de homicidio culposo, tipificado en el artículo
111, tercer párrafo del Código Penal, en agravio de Paul Larry Vejarano
Giménez, solicitando cuatro años de pena privativa de libertad, más una
reparación civil de S/ 40,000.00 (cuarenta mil soles) a favor de la
sucesión intestada en las personas de Llerme Giménez Murayari y Luis
Alberto Vejarano Benites.

 Lea también: [VÍDEO] ¿Cómo cuestionar una pericia de accidente de


tránsito? Giammpol Taboada en diplomado de LP
2. La acusación se resume en que el día dieciséis de febrero del dos mil
dieciséis, efectivos de la Comisaria de la Policía Nacional del Perú de la
Noria, fueron alertados de la comisión de un accidente de tránsito
ocurrido a las trece horas con cuarenta minutos a la altura de la avenida
América Norte e intersección con la avenida Santa de la ciudad de
Trujillo, departamento de La Libertad. Al constituirse la policía en el lugar
del accidente de tránsito, constató la presencia del vehículo (automóvil)
de placa de rodaje T1C-169, marca Nissan, clase Station Wagon, modelo
AD-VAN, color blanco, conducido por Elmer Bernardo Juarez Sánchez de
cuarentiocho años de edad (acusado), quien manifestó haber estado
conduciendo en el vehículo de oeste a este, y que al girar hacia el lado
izquierdo (avenida Santa) impacto con el vehículo (motocicleta) de placa
de rodaje 8135-5P, marca BAJAJ, color rojo, modelo Discover 125 ST,
conducido por Paul Larry Vejarano Giménez (agraviado) de veintitrés
años de edad, quien transitaba de este a oeste por la avenida América
Norte. Como consecuencia del choque el conductor de la motocicleta
sufrió lesiones graves, siendo trasladado de emergencia al Hospital Belén
de Trujillo, donde le diagnosticaron TEC severo poli traumatizado,
falleciendo en dicho nosocomio a las dos horas con treinta minutos
debido a un TEC grave.

3. El Dictamen Técnico Pericial N° 125-2016-RPLLL-


DEPTRASECCIAT concluyó como factor determinante: la acción
operativa negligente e imprudente de Elmer Bernardo Juárez Sánchez,
conductor de la UT2, automóvil de placa de rodaje T1C-169, quien el día
del accidente cruzó el área de intersección de norte a este de forma
irresponsable y temeraria interponiéndose en la circulación de la UT1,
motocicleta de placa de rodaje 8135-5P, sin considerar que no le asistía
el derecho de paso, originando que el conductor de la motocicleta no
tuviera tiempo ni espacio para realizar maniobra alguna y así evitar el
accidente; desplazamiento que lo realiza el conductor de la segunda
unidad sin el debido cuidado y prevención y sin considerar las
condiciones de transitabilidad existentes en la vía con respecto a
vehículos y peatones siendo su desplazamiento en la conducción de la
UT1, un riesgo latente para los usuarios en la vía, demostrando con su
accionar su irresponsabilidad ante las formas de circulación, a la
seguridad y al deber de la prevención. Por lo tanto, se atribuye al acusado
Elmer Bernardo Juarez Sánchez haber ocasionado la muerte de Paul
Larry Vejarano Giménez, por haber conducido de manera negligente e
imprudente su vehículo de placa de rodaje T1C -169, provocando el
accidente en el que perdería la vida el referido occiso.

Sentencia de primera instancia

4. Con fecha diecisiete de diciembre del dos mil dieciocho, mediante


resolución número trece, el Juez Carlos Germán Gutiérrez Gutiérrez del
Tercer Juzgado Penal Unipersonal de Trujillo, emitió sentencia
condenatoria contra el acusado Elmer Bernardo Juárez Sánchez por el
delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio
culposo, tipificado en el artículo 111, tercer párrafo del Código Penal en
agravio de Paul Larry Vejarano Giménez, le impuso cuatro años de pena
privativa de libertad suspendida en dos años debiendo cumplir reglas de
conducta y fijó la reparación civil en S/ 20,000.00 (veinte mil soles) que
deberá pagar el sentenciado en el plazo de diez meses a favor de la
sucesión intestada del agraviado compuesto por Llerme Giménez
Murayari y Luis Alberto Vejarano Benites.

Recurso de apelación

5. Con fecha tres de enero del dos mil diecinueve,  el imputado Elmer


Bernardo Juárez Sánchez presentó recurso de apelación contra la
sentencia condenatoria, solicitando que sea revocada y se le absuelva de
la acusación fiscal, argumentando que el factor determinante del
accidente de tránsito con resultado fatal fue el estado de ebriedad en que
se encontraba el agraviado al conducir el vehículo lineal de placa de
rodaje 8135-5P, quien además no tenía puesto el caso de seguridad;
mientras que el actor civil representado por Llerme Giménez Murayari y
Luis Alberto Vejarano Benites, presentó recurso de apelación contra la
sentencia condenatoria en el extremo de la reparación civil, solicitando
que sea revocada y reformándola se aumente el monto de S/ 20,000.00
(veinte mil soles) a S/ 500,000.00 (quinientos mil soles), argumentando
que se ha frustrado el proyecto de vida del agraviado occiso.
6. Con fecha cuatro de enero del dos mil diecinueve, mediante resolución
número catorce el Tercer Juzgado Penal Unipersonal de Trujillo, concedió
los recursos de apelación interpuesto por el acusado y el actor civil;
elevando lo actuado al Superior en grado. Luego, con fecha treinta y uno
de enero del dos mil dieciocho,  la Tercera Sala Penal Superior de La
Libertad, corrió traslado de los recursos de apelación por el plazo de
cinco días a los demás sujetos procesales, sin que hayan procedido a
absolverla, así como tampoco se ofrecieron nuevos medios de prueba.
Finalmente, con fecha veinticinco de julio del dos mil diecinueve se realizó
la audiencia de apelación de sentencia, habiendo el acusado recurrente
ratificado su pretensión impugnatoria de revocatoria, el Ministerio
Público solicito la confirmatoria de la sentencia y el actor civil recurrente
solicito la modificación de la sentencia en cuanto al incremento de la
cuantía de la reparación civil, señalándose el día doce de agosto del dos
mil diecinueve la expedición y lectura de sentencia.

CONSIDERANDOS

7. El delito de homicidio culposo regulado en el artículo 111 del Código


Penal reprime al que por culpa ocasiona la muerte de una persona; es
decir, estamos frente a un delito imprudente —por negligencia— donde se
transgrede el deber de cuidado. El tipo penal en mención se genera
cuando el sujeto activo ocasiona la muerte del sujeto pasivo mediante
acciones no dolosas, que se llevaron a cabo por negligencia, vulnerando
el deber de cuidado  necesario que se le exige según su rol [Casación Nº
912-2016-San Martín, de once de julio del dos mil diecisiete, fundamento
7]. Es una circunstancia agravante del delito de homicidio culposo,
cuando la muerte resulta de la inobservancia de las reglas técnicas de
tránsito (tercer párrafo). Respecto a las reglas de tránsito, el Reglamento
Nacional de Tránsito establece para los conductores una serie de
prescripciones relacionadas a la conducción, a los dispositivos de
control, de seguridad, de velocidad, de estacionamiento y detención, entre
otros. En todos estos casos el resultado, a efectos de configurar esta
agravante, debe ser producto del riesgo creado debido a la inobservancia
de estas reglas técnicas de tránsito [Recurso de Nulidad Nº 2145-2013-
Huancavelica, de dieciséis de agosto del dos mil trece, fundamento 4].
8. La sentencia recurrida concluyó que existen suficientes pruebas de
cargo que demuestran la comisión del delito de homicidio culposo
tipificado en el artículo 111, tercer párrafo del Código Penal que reprime
al que por culpa ocasiona la muerte de una persona cuando el delito
resulte de la inobservancia de las reglas técnicas de tránsito. El Juez a
quo consideró que el acusado incumplió el artículo 38 del Código de
Tránsito, no respetó las señales del semáforo que se encontraba en luz
verde para los que transitaban en la avenida América Norte, cuando no le
correspondía al acusado ingresar hacia la avenida Santa trasgrediendo el
artículo 183 del Código de Tránsito, pues debía dar preferencia de paso a
los demás vehículos ya que ingresaba a la avenida América. Asimismo,
infringió el artículo 184 porque estaba reiniciando la marcha, además
cambiaba de dirección y sentido de circulación y debía dar preferencia de
paso a los demás vehículos en este caso a la motocicleta del agraviado
que venía por la avenida América. Finalmente el acusado estaba girando
a la izquierda y debía ceder el derecho de paso a los demás vehículos,
por ello es que infringió el artículo 195 del Código de Tránsito la cual es
una regla general de tránsito que ha inobservado el acusado al conducir
su vehículo, causando el cierre del paso del agraviado quien conducía su
motocicleta y producto del choque se produjo su muerte inmediata.

9. En el presente caso, no ha sido punto controvertido en juicio la


producción del accidente de tránsito (colisión de vehículos) ocurrido el
dieciséis de febrero del dos mil dieciséis, cuando el acusado Juárez
Sánchez Elmer Bernardo (48 años de edad), conducía el automóvil marca
Nissan de placa de rodaje T1C-169, clase Station Wagon por la avenida
América Norte de la ciudad de Trujillo, colisionando con la motocicleta de
placa de rodaje 8135-5P, marca Bajaj, conducido por el agraviado Paul
Larry Vejarano Giménez (23 años de edad), ocasionándole lesiones con
resultado muerte como se describe en el Protocolo de Autopsia N° 44-
2016 de fecha diecinueve de abril del dos mil dieciséis. El punto
controvertido en juicio fue determinar la actuación culposa del acusado
al conducir el automóvil interponiéndose en el eje de circulación de la
motocicleta, sin asistirle el derecho de paso al automóvil, como factor
determinante (causa relevante jurídico-penal) del accidente de tránsito
con resultado fatal (muerte) para el conductor de la motocicleta
(agraviado).
10. La sentencia recurrida concluyó con la responsabilidad del acusado
en el homicidio culposo derivado del accidente de tránsito, asumiendo
llanamente las conclusiones del Informe Técnico Pericial N° 125–2016–
RPLL–DEPTRA–SECCIAT de fecha veintiséis de junio del dos mil
dieciséis, elaborado por el SOT1 PNP Germán Willian Huamán Farfán, al
señalar entre sus conclusiones como factor determinante:  La acción
operativa negligente e imprudente de Elmer Bernardo Juárez Sánchez,
conductor de la UT-2 (automóvil de placa de rodaje T1C-169), quien el día
del accidente procede a cruzar el área de intersección de norte a este, de
forma irresponsable, antirreglamentaria y temeraria, interponiéndose en
el eje de circulación de la UT-1 (motocicleta de placa de rodaje 8135-5P)
y sin considerar que no le asistía el derecho de paso, originando que el
conductor de la motocicleta no tuviera tiempo ni espacio para realizar
maniobra alguna y así evitar el accidente; desplazamiento que lo realiza
el conductor de la segunda unidad sin el debido cuidado y prevención y
sin considerar las condiciones de transitabilidad existentes en la vía con
respecto a vehículos y/o peatones, siendo su desplazamiento en la
conducción de la UT-1 un riesgo latente para los usuarios de la vía,
demostrando con su accionar su irresponsabilidad ante las normas de
circulación, a la seguridad y al deber de previsión. El Juez a quo ha
asumido acríticamente las conclusiones de la pericia oficial, sin realizar
siquiera un análisis de logicidad y consistencia entre las premisas (datos)
sobre el factor determinante del accidente de tránsito, estando los
Jueces ad quem facultados para otorgarle una valoración
independiente por tratarse de una prueba pericial, como lo autoriza el
artículo 425.2 del Código Procesal Penal.

 Lea también: Valoración de la prueba pericial en delitos de violación


sexual [Acuerdo Plenario 4-2015/CIJ-116]
11. El Acuerdo Plenario N° 4-2015/CIJ-116 del dos de octubre del dos
mil quince, ha establecido como reglas generales sobre la valoración de
la prueba pericial  que, las opiniones periciales no obligan al Juez y
pueden ser valoradas de acuerdo a la sana crítica; sin embargo, el juez no
puede “descalificar” el dictamen pericial desde el punto de vista
científico, técnico, artístico ni modificar las conclusiones del mismo
fundándose en sus conocimientos personales. En consecuencia, el Juez
deberá fundamentar coherentemente tanto la aceptación como el
rechazo del dictamen, observando para ello las reglas que gobiernan el
pensamiento humano, lo que generará, asimismo, la posibilidad de un
control adecuado de sus decisiones. El Juez, en suma no está vinculado
a lo que declaren los peritos; él puede formar su convicción libremente
[fundamento 17]. El enfoque de un Tribunal no debe ser sobre las
conclusiones alcanzadas por el perito, sino sobre la metodología
empelada para llegar a estas conclusiones. Y en caso que la conclusión
no se desprenda de los datos que señalan en su dictamen, el Tribunal
tiene la libertad de determinar que existe un análisis inaceptable entre
premisas y conclusión [fundamento 18].

12. El Informe Técnico Pericial N° 125-2016-RPLL-DEPTRA-SECCIAT en la


parte de análisis integral señalo: “El conductor de la UT-2 al ingresar al
área de intersección (norte a este), lo ha realizado de forma
antirreglamentaria y a una velocidad no apropiada para la clase debía
(intersección) y zona (urbana) al querer ganar el paso a los vehículos que
circulaban por la calzada este (sur a norte) lo que motivo que el
conductor de la UT-1 (motocicleta de placa de rodaje 8135-5P), no tuviera
tiempo ni espacio para realizar alguna maniobra evasiva y así evitar el
accidente de tránsito (…)”. No obstante lo expuesto, en el mismo Informe
Técnico Pericial en la parte referente a la velocidad, el perito señalo: “No
fue posible calcular en cifras mediante formula física a velocidad mínima
probable a la que haya sido desplazada la UT-2 (automóvil de placa de
rodaje T1C-169) por su conductor momentos previos al accidente, por
falta de evidencia explorables al respecto como huellas de frenada y
otras”.

13. El Manual de Normas y Procedimientos para la Intervención e


Investigación de Accidentes de Tránsito, establece que el Informe
Técnico Policial debe contener el cálculo y determinación de la velocidad.
Se calcula la velocidad mínima probable de cada uno de los vehículos
motorizados, básicamente por la huella de frenada. En caso de no
encontrarse huella de frenada u otro elemento que haga posible el
cálculo, se hará referencia a la velocidad manifestada por los
conductores con un análisis que ratifique o desvirtúe lo expuesto por
ellos. Independientemente de la cuantificación en valores numéricos,
deberá evaluarse en términos cualitativos, a fin de determinar si la
velocidad desarrollada estuvo en función de los riesgos objetivos que
debieron ser percibidos por el conductor. Así pues, el Informe Técnico
Pericial pese a que no pudo calcular mediante fórmula física la velocidad
mínima probable del automóvil conducido por el acusado por falta de
evidencias; concluyó de manera ilógica e inconsistente que dicha unidad
iba a una velocidad que resultó no ser razonable ni prudente, pero sin
seguir el procedimiento establecido en el Manual de Normas y
Procedimientos para la Intervención e Investigación de Accidentes de
Tránsito, en cuanto a que, en caso de no encontrarse huella de frenada u
otro elemento que haga posible el cálculo, se hará referencia a la
velocidad manifestada por los conductores con un análisis que ratifique
o desvirtúe lo expuesto por ellos, lo cual no fue analizado por el perito
oficial, como se desprende de la literalidad del mencionado dictamen
técnico pericial, quedando de esta manera descartada la “velocidad no
apropiada” en que se desplazaba la UT-2 (automóvil de placa de rodaje
T1C-169) conducida por el acusado como factor determinante del
accidente de tránsito con resultado fatal, por no tener corroboración
objetiva la opinión del perito.

14. La sentencia recurrida —específicamente en el fundamento 22—


siguiendo el contenido del Informe Técnico Pericial concluyo: “El acusado
venía por la avenida América, se desplazaba estando el semáforo en
color verde para los que circulaban por la avenida América, tanto del
cuartel hacia el hospital como viceversa, así lo señaló el mismo acusado,
es decir está probado que el semáforo estaba en verde y a su vez en rojo
para el tránsito del vehículo que estaba en avenida Santa que es
perpendicular a la avenida América, ello está probado porque el acusado
en su versión manifestó que como sobreparo en el semáforo para cruzar
la avenida América para ir por la avenida Santa hacia El Porvenir, según
indica el acusado cedió el paso a una bicicleta que venía por la avenida
América pero no fue acreditado, sin embargo ello guarda relación con las
señales del semáforo porque la bicicleta tenía preferencia al paso por
estar circulando en verde según el semáforo, pero inmediatamente
reiniciando su marcha el acusado cruza la avenida América cuando aún
estaba en verde para quienes venían por la avenida América, siendo esta
la vía de circulación de la motocicleta conducida por el agraviado, quien
estando en el carril derecho fue cerrado su paso e impacto frontalmente
al vehículo del acusado”.

15. Como se advierte de la sentencia apelada, el segundo elemento que


tuvo en cuenta el Juez a quo para determinar la culpabilidad del acusado
en la producción del accidente de tránsito ha sido que el semáforo
estaba en rojo para la circulación de la UT-2 (automóvil de placa de
rodaje T1C-169) y estaba en verde para la circulación de la UT-1
(motocicleta de placa de rodaje 8135-5P), lo cual es deducido de la
declaración del propio acusado en el juicio de primera instancia y que
ante el examen en segunda instancia ha declarado de manera categórica
que el semáforo estaba en verde para él cuando estaba en la avenida
Santa. Sin embargo, ninguna de las versiones dadas por el acusado, se
encuentra corroborado por otro u otros medios de prueba actuados en
juicio, siendo por consiguiente, ante el estado de duda sobre un hecho
sustancial de la acusación para concluir sobre la responsabilidad culposa
del acusado, corresponde aplicar el artículo II del Título Preliminar del
Código Procesal Penal: “En caso de duda sobre la responsabilidad penal
debe resolverse a favor del imputado”.

16. En el caso de autos, ha quedado acreditado en juicio que el agraviado


Paul Larry Vejarano Giménez al momento de la producción del accidente
de tránsito se encontraba en estado de ebriedad, como consta del
Protocolo de Análisis N° 0142-16 del Laboratorio de Toxicología de la
División Médico Legal del Ministerio Público concluyo que la muestra
analizada contiene 56 gramos-litro  de alcohol etílico, es decir, el
agraviado al conducir en la vía pública la motocicleta de placa de rodaje
8135-5P se encontraba en estado de ebriedad, subsumiéndose su
conducta en el presunto delito de conducción de vehículo en estado de
ebriedad en su modalidad agravada, tipificado en el artículo 274, segundo
párrafo del Código Penal que reprime al agente que: “Presta servicio de
transporte público de pasajeros, mercancías o carga en general en
estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la sangre en proporción
superior a 0.25 gramos-litro”. El acusado en la fecha del accidente de
tránsito estaba realizando un servicio de entrega de delivery a través de la
conducción de la motocicleta de placa de rodaje 8135-5P, como lo refirió
el testigo Mauricio Rafael Aredo Vásquez quien era su empleador.
Asimismo, dicha conducta también califica como presunta infracción
administrativa como lo prescribe el Decreto Supremo Nº 16-2009-MTC
Texto Único Ordenado del Reglamento Nacional de Tránsito – Código de
Tránsito, tipificado como muy grave con el código M.1  consistente en:
“Conducir con presencia de alcohol en la sangre en proporción mayor a lo
previsto en el Código Penal, o bajo los efectos de estupefacientes,
narcóticos y/o alucinógenos comprobado con el examen respectivo o por
negarse al mismo y que haya participado en un accidente de tránsito”.

17. La norma penal y la norma administrativa han equiparado el estado


de ebriedad para efectos de la conducción de vehículos motorizados con
una determinada tasa de alcoholemia. La cuantificación legal de
presencia de alcohol en proporción mayor a 0,5 g/l ha sido considerada
en el Cuadro de Alcoholemia aprobado por Ley 27753, de 9/6/2002,
dentro del segundo período de 0,5 a 1,5 g/l,  como de ebriedad, que
produce los siguientes síntomas en el conductor: “Euforia, verborragia y
excitación, pero con disminución de la atención y pérdida de la eficiencia
en actos más o menos complejos y dificultad en mantener la postura.
Aquí está muy aumentada la posibilidad de accidentes de tránsito, por
disminución de los reflejos y el campo visual”. El agraviado tenía en su
organismo 56 gramos-litro  de alcohol en la sangre según el Protocolo de
Análisis N° 0142–16 del Laboratorio de Toxicología de la División Médico
Legal del Ministerio Público, cuando se encontraba conduciendo la
motocicleta de placa 8135-5P, haciendo labores de entrega de delivery,
esto es, realizado un servicio de transporte público de mercancías,
supuesto en que la tasa máxima legal disminuye a 0.25 gramos-litro de
alcohol en la sangre, por tanto, resulta válido suponer que la condición
etílica del agraviado aumento la posibilidad del accidente de tránsito, por
disminución de los reflejos y el campo visual como lo señala la Ley Nº
27753; por el contrario, el acusado según el certificado de dosaje etílico
Nº 0029-0001356 tenía 0.00 gramos-litro y además contaba con licencia
de conducir vigente. De otro lado, deviene en un tema irrelevante para
efectos del tipo penal de homicidio culposo, si el agraviado tenia puesto
el caso de seguridad, lo cual quedo acreditado y aclarado en juicio por la
testigo-policía Mary Carmen Quispe Ojeda, quien elaboró el acta de
entrega de especies, consignando el casco, pero no lo consignó en el
acta de intervención porque “considero que estaba de más”. Asimismo,
los testigos Luis Alberto Vejarano Benites (padre) y Mauricio Rafael
Aredo Velásquez (empleador) coincidieron en señalar que ese día el
agraviado salió en su motocicleta con el casco.

18. Por lo expuesto, conforme al artículo 398.1 del Código Procesal


Penal, deberá revocarse la sentencia condenatoria y reformándola
corresponde emitir sentencia absolutoria, en razón que los medios
probatorios de cargo no son suficientes para establecer la culpabilidad
del acusado Elmer Bernardo Juárez Sánchez, en la producción del
accidente de tránsito de fecha dieciséis de febrero del dos mil dieciséis
en la intersección de las avenidas Santa y América Norte de la ciudad de
Trujillo, que tuvo como resultado la muerte del agraviado Paul Larry
Vejarano Giménez. El Ministerio Público no pudo acreditar en juicio el
hecho sustancial de la conducción del automóvil de placa de rodaje T1C-
169 por el acusado a una velocidad no prudente ni tampoco que haya
pasado la luz roja del semáforo como factor determinante del accidente
de tránsito con resultado fatal. Por el contrario, ha quedado acreditado el
ámbito de responsabilidad de la víctima (imputación a la víctima), al
contribuir de manera decisiva a la realización del riesgo no permitido; es
decir, la creación del riesgo en el presente este caso ha recaído en el
mismo sujeto pasivo, al conducir la motocicleta de placa de rodaje 8135-
5P prestando servicio de transporte público de mercancías en estado de
ebriedad (0.56 gramos-litro de alcohol en la sangre).

19. El Acuerdo Plenario Nº 5-2011/CJ-116, de seis de diciembre del dos


mil once, precisa que si bien se está frente a una pretensión de índole
resarcitoria, la Ley procesal exige que el perjudicado —que ejerce su
derecho de acción civil— precise específicamente
el quantum  indemnizatorio que pretende. Ello conlleva a que individualice
el tipo y alcance de los daños cuyo resarcimiento pretende y cuánto
corresponde a cada tipo de daño  que afirma haber sufrido. Con esta
medida la norma procesal persigue dar solución a un problema
sumamente grave en nuestro ordenamiento judicial pues con el
transcurrir del tiempo la práctica tribunalicia revela que los montos
dinerarios que se establecen por concepto de reparación civil en sede
penal son relativamente menores y no guardan relación ni proporción con
el hecho que forma parte del objeto procesal [fundamento 15].
20. Conforme al artículo 12.3 del Código Procesal Penal, no se impone el
pago de reparación civil peticionada por el actor civil, al no haberse
cumplido con la carga probatoria de acreditar la concurrencia copulativa
de los elementos de la responsabilidad civil, consistente en el hecho
ilícito, el daño ocasionado, la relación de causalidad y los factores de
atribución; así como tampoco ha individualizado el tipo y alcance de los
daños cuyo resarcimiento pretende como lo exige el Acuerdo Plenario Nº
5-2011/CJ-116. En el auto de enjuiciamiento se aprecia que aprecia que
solo se admitió como prueba del actor civil el examen del perito SOT1
PNP Germán Willian Huamán Farfán Germán sobre el Informe Técnico
Pericial N° 125-2016-RPLL-DEPTRA-SECCIAT de fecha veintiséis de junio
del dos mil dieciséis, lo cual resulta manifiestamente insuficiente para
acreditar la pretensión civil.

21. Finalmente, conforme a los artículos 504.2 y 505.1 del Código


Procesal Penal, no corresponde imponer costas en segunda instancia a
cargo del acusado, al haber interpuesto un recurso con éxito, por el
contrario, se impone costas al actor civil por interponer un recurso sin
éxito.

DECISIÓN

Por estos fundamentos, por unanimidad:

1. REVOCARON la sentencia contenida en la resolución número trece de


fecha diecisiete de diciembre del dos mil dieciocho, expedida por el Juez
Carlos Germán Gutiérrez Gutiérrez del Tercer Juzgado Penal Unipersonal
de La Libertad, que condenó  al acusado Elmer Bernardo Juárez Sánchez
como autor del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad
de homicidio culposo, tipificado en el tercer párrafo del artículo 111 del
Código Penal, en agravio de Paul Larry Vejarano Giménez, imponiéndole
cuatro años de pena privativa de la libertad suspendida en dos años,
fijando el pago de una reparación civil de veinte mil soles a favor del
agraviado; con todo lo demás que contiene. MODIFICANDOLA,
absolvieron al acusado Elmer Bernardo Juárez Sánchez como autor del
delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio
culposo, tipificado en el tercer párrafo del artículo 111 del Código Penal,
en agravio de Paul Larry Vejarano Giménez. DECLARARON, infundada la
pretensión de pago de reparación civil peticionada por el actor civil en las
personas de Llerme Giménez Murayari y Luis Alberto Vejarano
Benites. DISPUSIERON se anulen los antecedentes penales, judiciales y
policiales que se hubieren generado del presente proceso para el
absuelto.

2. EXONERARON el pago de costas en segunda instancia al absuelto


Elmer Bernardo Juárez Sánchez.

3. IMPUSIERON el pago de costas en segunda instancia al actor civil en


las personas de Llerme Giménez Murayari y Luis Alberto Vejarano
Benites.

4. DISPUSIERON que se dé lectura a la presente sentencia en audiencia


pública; y acto seguido se notifique a las partes. DEVUÉLVASE los autos
al órgano jurisdiccional de origen.-

S.S.

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