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Elementos esenciales y accidentales

En la siguiente lectura abordaremos los elementos esenciales de los contratos en


general y los elementos accidentales de los mismos.

Elementos esenciales y accidentales

Elementos naturales de los contratos

Elementos accidentales

Video conceptual

Referencias
LECCIÓN 1 de 5

Elementos esenciales y accidentales

Para poder abordar los distintos elementos de los contratos en general, te


invito a conocer el siguiente fallo que relata la situación de conflicto
planteada entre las partes de un contrato de locación cuyo plazo se ha
cumplido.

Los alquileres que se pagaron vencido el contrato no lo


prorrogan.pdf
556.4 KB

Fuente: Redacción de Comercio y Justicia. (2019, mayo 07). Los alquileres que se pagaron vencido el contrato no

lo prorrogan. Publicado en Comercio y Justicia. Recuperado de https://comercioyjusticia.info/blog/justicia/los-

alquileres-que-se-pagaron-vencido-el-contrato-no-lo-prorrogan/

El fallo recorre los extremos de un contrato de locación, en el cual


observamos la disposición de un plazo. Concretamente, las partes se han
vinculado a través de este contrato por un plazo de 2 años y operado el
vencimiento del contrato, una de las partes pretendía la prórroga del contrato
por haber cumplido con el pago de alquileres fuera del periodo de vigencia
del contrato. 
Este caso nos permitirá analizar los elementos de los contratos en general,
los que se clasifican en elementos esenciales, naturales y accidentales.

Los elementos esenciales son aquellos que no pueden faltar, que son
imprescindibles para la existencia de un contrato: los sujetos, la forma, el
objeto y la causa. Son los elementos que hacen al contrato en sí.

SU J E TOS O BJ E T O C A U SA FO RM A

Son las personas humanas o jurídicas que brindan su consentimiento y que negociarán acerca del objeto
contractual. Deben tener: capacidad de derecho, capacidad de ejercicio para celebrar ese contrato en
particular y obrar con voluntad, es decir, con intención, discernimiento y libertad.

En el contrato del fallo, los sujetos se denominan el locador y el locatario.

Consentimiento: es el vínculo generador de obligaciones para las partes conformado por el acuerdo de
voluntades.

SU J E TOS O BJ E T O C A U SA FO RM A

Es aplicable lo dispuesto para el objeto de los actos jurídicos. Como ya se vio anteriormente, el objeto de los
actos jurídicos se integra por cosas que estén en el comercio o que, por un motivo especial, no se hubiese
prohibido que sean objeto de algún acto jurídico. Tampoco podrán ser objeto de los actos jurídicos hechos
imposibles o prohibidos. Los actos jurídicos que tengan por objeto algo prohibido se consideran nulos, se
los equipara a actos sin objeto, por lo tanto, carecen de este elemento esencial y se les priva de sus efectos
propios como consecuencia de la nulidad.
SU J E TOS O BJ E T O C A U SA FO RM A

Es la fuente generadora del vínculo jurídico, es el antecedente necesario legal para que exista. Esa causa
debe ser eficiente para crear el derecho. El contrato resulta ser la causa principal de las obligaciones.

SU J E TOS O BJ E T O C A U SA FO RM A

El Código Civil y Comercial de la Nación y leyes específicas, en algunos casos, exigen que ciertos contratos
cumplan con una forma particular para que el contrato sea válido, es decir, produzca efectos jurídicos. Son
una serie de solemnidades que hacen a la oponibilidad del acto frente a terceros y a la esencia misma del
acto, por ejemplo, para la compra de un inmueble debe realizarse la correspondiente escritura pública
(solemnidad absoluta), que hace a la esencia del acto y, a su vez, para ser oponible frente a terceros, se
exige que sea inscripto en el registro.

Luego de analizar la capacidad para contratar, es importante relacionar el


tema “sujetos” con la formación del consentimiento. El principio general es
que nadie puede contratar en nombre de un tercero, salvo que cuente con la
autorización de este o que, por ley, tenga su representación.
El contrato celebrado a nombre de otro, cuando no exista autorización,
solo vale si el tercero lo ratifica o ejecuta.

Ahora bien, ¿qué es el consentimiento? Cuando se habla del consentimiento,


se habla de la principal función que tienen las partes en el momento de
contratar y negociar sobre esta causa fuente de obligaciones.

Cuando nos referimos a este elemento esencial es necesario


estudiar un proceso de formación de este consentimiento, que
requiere el envío de una oferta y cuya aceptación debe ser
expresada por el destinatario en forma expresa, por un
comportamiento conclusivo que dé cuenta de la conformidad
del aceptante o aun, en determinadas circunstancias, por medio
del silencio. Si se trata de un contrato celebrado entre
presentes, queda perfeccionado por la manifestación de la
aceptación, y si es celebrado entre ausentes, cuando dicha
aceptación es recibida por el proponente durante el plazo de
vigencia de la oferta (Lorenzetti, 2014, p. 600).
En materia de consentimiento, el proceso de formación de los contratos en
los que las partes tienen igualdad de condiciones, denominados paritarios
discrecionales. En caso de contratos por adhesión a cláusulas predispuestas,
se aplican los artículos 984 a 989 del Código Civil y Comercial de la Nación, te
invito a profundizar en esto abordando los comentarios del Código en dichos
artículos, ya que es la bibliografía básica.

Formación del consentimiento

Artículo 971 del Código Civil y Comercial de la Nación

“Los contratos se concluyen con la recepción de la aceptación de una oferta o


por una conducta de las partes que sea suficiente para demostrar la

existencia de un acuerdo”1.

[1] Artículo 971.Ley 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación
Argentina.

El consentimiento puede ser definido como la declaración


de voluntad común, que surge del entrelazamiento de una
oferta y una aceptación, con aptitud para producir
obligaciones. Es producto del encuentro de voluntades
coincidentes de las partes, expresado por la reunión de una
oferta y una aceptación, que guarda relación de
correspondencia; pues si esta no expresa plena
conformidad con la oferta, el contrato no queda concluido.

En el fallo que presentamos en los primeros párrafos se expuso el caso de un


contrato de locación, un contrato que requiere la oferta por parte del locador
de otorgar el uso y goce de la cosa a favor de quien acepta que es el
locatario.

Es necesario distinguir dos supuestos diversos, de acuerdo a si el proceso de


formación del consentimiento se inicie con una oferta formulada a una
persona determinada o determinable o bien que principie por una propuesta
a persona indeterminada.

Consentimiento perfeccionado a partir de una oferta dirigida a


persona determinada o determinable: en este caso, el proceso de
formación del consentimiento se halla normado en varios artículos.
El comienzo de este proceso está dado por una oferta formulada
por una de las partes2 y es necesaria la recepción de la aceptación
para que concluya3 o, también, se da la posibilidad de que una de
las partes realice una conducta que admite el silencio, por ejemplo,
que sea idónea para probar que existe un acuerdo.4

[2]Artículo 972. Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación
Argentina. 
[3] Artículo 983. Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación
Argentina. 

[4] Artículo 979.  Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación
Argentina. 

Si el destinatario de la oferta propone una modificación, se


considera una nueva oferta o contraoferta que lleva al reinicio del
ciclo de elaboración del consentimiento; y si el oferente inicial la
acepta, queda concluido el contrato.

Consentimiento perfeccionado a partir de una oferta dirigida a


personas indeterminadas: en este caso, el régimen de formación
se ajustará a lo establecido en el artículo 973. Se considera que el
rol de oferente es ocupado por quien recibe la propuesta inicial. Se
entiende, en este supuesto, que se produce una inversión
conceptual del establecimiento del vínculo. “A partir de la
determinación legal de cuál de las futuras partes del contrato debe
ser considerada oferente, resultan de aplicación las reglas
establecidas para la oferta a persona determinada” (Lorenzetti,
2014, p. 601).

A continuación, analizaremos los conceptos de oferta y aceptación. La


oferta, que será uno de los puntos fundamentales frente al momento de
prestar el consentimiento, es “la manifestación dirigida a persona
determinada o determinable, con la intención de obligarse y con las
precisiones necesarias para establecer los efectos que debe producir de ser

aceptada”5.
[5] Artículo 972.  Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación Argentina.

La oferta

Acto jurídico prenegocial unilateral y recepticio que deberá tener las siguientes
características.

Formulación

Debe ser formulada con la intención de obligarse y contener una manifestación
de voluntad seria, destinada a crear, modificar o extinguir un contrato.

Destino

Debe estar destinada a persona determinada o determinable, porque su carácter
recepticio impone que sea transmitida a terceros. Asimismo, cuando la oferta se
realiza a personas indeterminadas, “es considerada como invitación para que
hagan ofertas”6.

[6] Artículo 973. Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación Argentina.

Este es el caso de las ofertas realizadas al público general como podría ser la
publicación de un aviso clasificado para vender una cosa. La invitación a ofertar
se identifica con una declaración unilateral de voluntad de una persona, pero que
se dirige al público en general e invita a los destinatarios a iniciar tratativas o a
formular una oferta. Este tipo de ofertas obliga al que las realiza solo en el ámbito
de los contratos de consumo y no en los paritarios discrecionales, objeto de
nuestro estudio.

Completa

Debe ser completa: esto es, con todos los antecedentes constitutivos de los
contratos, para que aquellas personas a quienes esté dirigida puedan entender
con claridad qué se les está ofreciendo.

Vinculante

Implica que esté lo suficientemente completa la oferta, de forma tal que, si la
persona a quien va dirigida acepta, desde ese momento se “vinculen” las partes
contractualmente.

“La oferta dirigida a persona determinada puede ser revocada,


siempre que la comunicación de su retiro sea recibida por el
destinatario antes o al mismo tiempo que la oferta”.7

[7] Artículo 975.  Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación Argentina.
De esta forma, el oferente interrumpe el proceso de gestación del
consentimiento al que dio inicio con la emisión de la oferta. En relación con
este tema, el Código Civil y Comercial de la Nación adopta el sistema de la
recepción como parámetro para establecer el punto de no retorno del
proceso de construcción del vínculo contractual.

Frente a la oferta, encontramos la aceptación, se trata de una declaración de


voluntad unilateral de la persona a quien va dirigida la oferta, es decir, de la
persona aceptante de la oferta; y recepticia, dirigida a los términos de la
oferta, por medio de la cual el aceptante acuerda estos términos y, por lo
tanto, ambas partes quedan obligadas por este contrato que ha nacido. Al
respecto, hay que recordar que cuando el destinatario modifica la oferta
realizando una contraoferta, importa una nueva oferta.

La aceptación debe estar de acuerdo con todos y cada uno de los elementos
de la oferta, ya que, de lo contrario, con el solo hecho de modificar alguno de
sus elementos, estamos frente a una contraoferta, por lo que para celebrar el
contrato, esa nueva oferta debe ser aceptada en todos sus términos por el
primer oferente, que ahora es el “aceptante”.

Para comprender con mayor detalle este tema, te invito a analizar el


siguiente ejemplo. Una persona llamada Nicolás quiere vender su automóvil
Peugeot 206 en la suma de pesos $ 35.000. Decide entonces publicar un
aviso en el diario. Lo llama una persona, Camila, y le dice que se encuentra
muy interesada en comprarle el auto, pero como no tiene todo el efectivo que
él le exige, le ofrece su moto más $ 30.000. Ahora analizamos el ejemplo:
Nicolás: realizó una oferta: vender su auto a $ 35.000. Camila: no aceptó
(porque modificó algunos de los términos de la oferta). Camila: realizó en
realidad una nueva oferta (contraoferta), ya que estipuló que el precio será
pagado con dinero ($30.000) y con una moto (contrato de permuta). Para
que el presente contrato se perfeccione, es esencial que Nicolás acepte la
oferta propuesta por Camila, en caso contrario, el contrato de compraventa
no se perfecciona.

Para que la aceptación tenga efectos deberá reunir las siguientes


características:

Debe ser lisa y llana, para concluir el contrato debe limitarse a


admitir los términos de la oferta recibida, expresando plena
conformidad con ella.

Debe ser oportuna, pues debe producirse durante el lapso de


vigencia de la oferta; ello sin perjuicio de la posibilidad de
considerar a la aceptación tardía como una oferta formulada por el
destinatario de la propuesta anterior.

A continuación, analizaremos las diferentes modalidades de contratación,


según el momento en el cual se presta el consentimiento de las partes, dicho
de otro modo, de acuerdo con el momento en el cual la oferta y la aceptación
se unen para dar nacimiento a la relación jurídica contractual. 

En principio, se puede afirmar que la aceptación puede ser:


Expresa

Cuando se produce por la manifestación verbal, por escrito o por signos
inequívocos que dan cuenta de una declaración afirmativa.

Tácita

Cuando el destinatario lleva adelante una conducta compatible con la aceptación
de la oferta e incompatible con su rechazo. Por ejemplo, una de las partes ejecuta
un acto y la otra recibe.

Aceptación por el silencio



Cuando el destinatario guarda silencio en principio, no es considerado como
aceptación, salvo que, la relación existente entre las partes, o de la vinculación
entre el silencio actual y las declaraciones precedentes, tuviera el receptor de la
oferta el deber de expedirse (Lorenzetti, 2014, p. 625).

El perfeccionamiento del consentimiento varía si el contrato es entre


presentes o entre ausentes.
C O N T RAT O S E N T RE PRE S E N T E S C O N T RAT O S E N T RE A U S E N T E S

En esta modalidad de contratación, la manifestación de voluntad, respecto a la


aceptación, ocurre inmediatamente después de presentada la oferta. Esta
modalidad no implica que las partes se encuentren cara a cara, sino que la
respuesta es inmediata, por ejemplo, en una compraventa telefónica, la
aceptación que venga inmediatamente después de la oferta, perfecciona el
contrato y ocasiona todos los efectos que de ello se desprende. Cualquier
demora en la aceptación se interpreta como un rechazo de esta.

C O N T RAT O S E N T RE PRE S E N T E S C O N T RAT O S E N T RE A U S E N T E S

En esta modalidad existe una oferta, pero, para su aceptación, se estipula un plazo
de tiempo, es decir, no existe el rasgo de inmediatez, como ocurría en la
modalidad anterior. Esta modalidad de contratar puede darse por medio de un
agente o nuncio, que será la persona que actuará como interlocutor entre ambas
partes, quien en este caso deberá volver al oferente con la aceptación de la otra
parte; de lo contrario, se entenderá como rechazada la oferta.

Lo esencial, entonces, para distinguir los contratos entre presentes de los


contratos entre ausentes, es determinar si entre la oferta y la aceptación
debe o no mediar un espacio de tiempo. Dentro de la categoría de los
contratos entre ausentes hay distintas teorías que se aportan para ver
cuándo quedaría perfeccionado el contrato:

El acuerdo se perfecciona
cuando el destinatario de la
Teoría de la declaración
oferta “redacta” la carta de
respuesta en su domicilio. 

Cuando el aceptante
Teoría de la expedición despacha esa carta en el
correo. 
Cuando la carta llega
Teoría de la recepción
finalmente al oferente. 

Cuando el oferente se entera


Teoría del conocimiento del contenido de la carta y se
informa de la aceptación. 

El Código Civil y Comercial argentino se enrola en postura de la teoría de la


recepción.

Analicemos las características del objeto de los contratos. El objeto se


encuentra caracterizado por el interés que tuvieron las partes en el momento
de contratar; son aquellas obligaciones contraídas por las partes por medio
del contrato. Recordemos los requisitos que debe reunir el objeto de un
contrato:

Posibilidad

Debe ser posible jurídica y materialmente (no se pude vender una cosa que no es
propia, y mucho menos algo materialmente imposible, por ejemplo, no puedo
vender una ruta, porque es propiedad del Estado, o pretender comprar un planeta).

Lícito

Implica que no sea contrario al ordenamiento jurídico, la moral, las buenas
costumbres, etc. Está prohibido contratar sobre algunas prácticas que son lícitas
en otros países, pero aquí se prohíben como, por ejemplo, alquilar el útero de una
mujer, comprar y vender órganos humanos, entre otros.

Determinado o susceptible de ser determinado



La posibilidad de ser determinado por un tercero hace referencia a la
susceptibilidad de ser determinado. Si el tercero, oportunamente, no realizara la
determinación, el juez podrá hacerlo por sí o por medio de peritos si fuese
necesario.
Estar valuado económicamente, independientemente del interés de las partes

La prestación, objeto de un contrato, puede consistir en un dar, un hacer o un no
hacer. Siempre nos referimos a un hecho positivo o negativo susceptible de una
apreciación pecuniaria.

No pueden ser objeto de los contratos

La entrega de cosas como existentes, cuando estas aún no


existan. Si se promete una cosa futura, “la promesa de trasmitirlos
estará subordinada a la condición de que lleguen a existir, excepto
en los contratos aleatorios”.8

[8]Artículo 1007. Ley 26.994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación
Argentina. 

La herencia futura.

Los derechos hereditarios eventuales sobre objetos particulares.

Otro de los elementos esenciales de los contratos es la causa, ¿qué


entendemos por causa? 

Entendemos a la causa como aquello que llevó a las partes a


contratar, la razón de ser del contrato.
Cada parte pretende satisfacer un interés al momento de celebrar contratos,
por ejemplo, el que quiere vender es porque necesita percibir el precio, y el
que quiere comprar es porque necesita la cosa para algún fin.

Ahora te invito a analizar la forma, como otro de los elementos esenciales.


La regla general es que los contratos se rigen por el principio de la
“autonomía de la voluntad”, es decir que las partes libremente eligen la forma
que quieran para instrumentar su contrato. Sin embargo, el Código establece
los siguientes criterios:

1 En los contratos entre presentes, la forma será juzgada por las


leyes y usos del lugar en que se han concluido. 

2 En los contratos entre ausentes, la forma dependerá: si fueren


hechos por instrumento particular firmado por una de las partes,
será juzgada por las leyes del lugar indicado en la fecha del
instrumento; en cambio, si fuesen hechos por instrumentos
particulares firmados en varios lugares, o por medio de agentes, o
por correspondencia epistolar, su forma será juzgada por las leyes
que sean más favorables a la validez del contrato.

En cuanto a la forma, puede ser ad probationem y ad solemnitatem. Son ad


probationem aquellos cuya formalidad se exige solo a los fines probatorios.
Son ad solemnitatem  aquellos cuya formalidad se exige como requisito de
validez.

Instrumentos públicos
En algunos supuestos, el Código exige una cierta formalidad, ya sean
celebrados por escrito, por ejemplo, el contrato de cesión de derechos, o
formalidades ad solemnitatem. Cabe mencionar, en este caso, aquellos
contratos que deben celebrarse por escritura pública. La escritura pública es
un documento público, realizado ante escribano, por ejemplo, para la
compraventa de un inmueble, cumple un requisito fundamental como el
traspaso de dominio del objeto.

De acuerdo al artículo 1017 del Código Civil y Comercial, deben ser hechos en
escritura pública:

1 Los contratos que tienen por objeto la adquisición, modificación o


extinción de derechos reales sobre bienes inmuebles. Quedan
exceptuados los casos en que el acto es realizado mediante
subasta proveniente de ejecución judicial o administrativa.

2 Los contratos que tienen por objeto derechos dudosos o litigiosos


sobre inmuebles.

3 Todos los actos que sean accesorios de otros contratos otorgados


en escritura pública. Los demás contratos que, por acuerdo de
partes o disposición de la ley, deben ser otorgados en escritura
pública.9

[9] Art. 1017. Ley 26.994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación
Argentina. 

Además, el mismo artículo refiere a los demás contratos que por disposición
de la ley que deben ser otorgados por escritura pública. Entre ellos, podemos
mencionar los siguientes ejemplos:

Las particiones extrajudiciales de herencias.

Los contratos de sociedad civil.

Las convenciones matrimoniales por ejemplo de elección de


régimen patrimonial matrimonial.

La constitución de renta vitalicia.

La cesión, repudiación o renuncia de derechos hereditarios.

Los poderes especiales.

La cesión de acciones o derechos procedentes de actos


consignados en escritura pública10.

[10] Art. 1017. Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación
Argentina. 
En aquellos contratos que, deberían ser realizados por escritura pública y no
lo son, se entiende que las partes se han obligado a hacer escritura pública.
Como estuvimos viendo precedentemente, los contratos tienen libertad de
forma, salvo casos muy puntuales, en los cuales la ley exige una forma
determinada para su solemnidad.

Instrumentos privados
Es aquel documento firmado entre partes, como puede ser un contrato, por
ejemplo, el cual debe tener fecha cierta, firma de partes, y tantas copias
como partes haya (doble ejemplar). Se diferencia de los instrumentos
públicos porque no tienen el mismo efecto. Además, en el caso de los
instrumentos privados, es necesario, para mayor seguridad jurídica, que los
contratos celebrados cumplan con las siguientes condiciones para tener
validez:

Firma: de las partes, fundamental para la existencia del documento privado.

Doble ejemplar: tantos ejemplares como partes haya en el contrato.

Fecha cierta.

La eficacia probatoria de los instrumentos privados reconocidos se extiende


a los terceros desde su fecha cierta. Adquieren fecha cierta el día en que
acontece un hecho del que resulta como consecuencia ineludible que el
documento ya estaba firmado o no pudo ser firmado después. La prueba
puede producirse por cualquier medio, y debe ser apreciada rigurosamente

por el juez.11

[11] Artículo 317. Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación Argentina.
LECCIÓN 2 de 5

Elementos naturales de los contratos

Son aquellos elementos que son impuestos por la ley de manera supletoria,
pero que las partes pueden renunciar a ellos expresamente en el contrato.
Deben renunciar a ellos por cláusula expresa, de lo contrario, se los tendrá
como incluidos en el contrato.

Algunos supuestos de elementos naturales de un contrato oneroso son la


garantía de evicción, los vicios ocultos y la cláusula resolutoria implícita.

Garantía de evicción
En todo contrato bilateral, y que sea por título oneroso, el que transmitió
derechos los asegura a través de esta garantía.

Es una garantía del enajenante.

Funciona cuando el adquirente por título oneroso es privado del derecho que adquirió por una
turbación de derecho, es decir, fundado en una sentencia que le adjudica a un tercero un mejor
derecho.
Las partes pueden modificar e incluso suprimir esta garantía,
siempre que no sea de mala fe. Respecto a la evicción, el Código
Civil y Comercial en su artículo 1044 dice: La responsabilidad por
evicción asegura la existencia y legitimidad del derecho
transmitido, y se extiende a: a) Toda turbación de derecho, total o
parcial, que recae sobre el bien, por causa anterior o
contemporánea a la adquisición; b) Los reclamos de terceros
fundados en derechos resultantes de la propiedad intelectual o
industrial, excepto si el enajenante se ajustó a especificaciones
suministradas por el adquirente; c) Las turbaciones de hechos
causadas por el transmitente.12

[12] Artículo 1044. Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la
Nación Argentina. 

Para conocer la aplicabilidad de los vicios ocultos, como elementos naturales


de los contratos, te invito a analizar los extremos del fallo sobre una
demanda colectiva a una empresa fabricante de automotores, debido a los
vicios ocultos que recaen sobre las unidades.

Demanda colectiva por las fallas de la Fiat Toro.pdf


584.2 KB

Fuente: Bazterrechea, S. (2018, marzo 20). Demanda colectiva por las fallas de la Fiat Toro. Publicado en

Comercio y Justicia. Recuperado de https://comercioyjusticia.info/blog/justicia/demanda-colectiva-por-las-fallas-

de-la-fiat-toro/
Son vicios redhibitorios los defectos ocultos de la cosa, es decir, vicios
que recaen sobre la materialidad y ya no sobre el derecho transmitido.

Estos defectos deben ser graves a tal punto que hagan a la cosa impropia
para su destino y deben existir al tiempo de la adquisición. 

Sobre los vicios redhibitorios, el Código Civil y Comercial de la Nación


establece en el artículo 1051 lo siguiente: 

La responsabilidad por defectos ocultos se extiende a: a) Los


defectos no comprendidos en las exclusiones del Artículo 1053;
b) Los vicios redhibitorios, considerándose tales los defectos
que hacen a la cosa impropia para su destino por razones
estructurales o funcionales, o disminuyen su utilidad a tal
extremo que, de haberlos conocido, el adquirente no la habría
adquirido, o su contraprestación hubiese sido significativamente

menor.13

[13] Artículo 1051. Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la

Nación Argentina.

A su vez el artículo 1052 del Código Civil y Comercial de la Nación establece


que se considera que un defecto es vicio redhibitorio:
Si lo estipulan las partes con referencia a ciertos defectos
específicos, aunque el adquirente debiera haberlos conocido; b)
Si el enajenante garantiza la inexistencia de defectos, o cierta
calidad de la cosa transmitida, aunque el adquirente debiera
haber conocido el defecto o la falta de calidad; c) Si el que
interviene en la fabricación o en la comercialización de la cosa
otorga garantías especiales. Sin embargo, excepto estipulación
en contrario, el adquirente puede optar por ejercer los derechos
resultantes de la garantía conforme a los términos en que fue

otorgada.14

[14] Artículo 1052. Ley 26994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la

Nación Argentina. 

Otro de los elementos naturales que abordaremos es la cláusula resolutoria


implícita. En los contratos con prestaciones recíprocas se entiende implícita
la facultad de resolver el contrato fundado en el incumplimiento de una de las
partes. Es decir, por ejemplo, si en una compraventa el vendedor no entrega
la cosa que se vendió, el comprador no está obligado a pagar el precio. Las
partes podrán pactar expresamente que la resolución se produzca en caso
de que alguna obligación no sea cumplida con las modalidades convenidas;
en este supuesto, la resolución se producirá de pleno derecho. 

En este supuesto estamos en presencia de una cláusula resolutoria expresa.


La parte que haya cumplido con su prestación podrá optar por exigir a la
incumplidora la ejecución de sus obligaciones con daños y perjuicios. Es la
cláusula implícita la que identificamos como un elemento natural de los
contratos.

Al respecto el artículo 1088 del Código Civil y Comercial de la Nación


regula los requisitos para que proceda la cláusula resolutoria
implícita.15

[15] Artículo 1088. Ley 26.994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la Nación Argentina.

I N C U M PLI M I E N T O M O RA D E L D E U D O R I N T E RPE LA C I Ó N

Un incumplimiento en los términos del artículo 1084. Si es parcial, debe privar


sustancialmente de lo que razonablemente la parte tenía derecho a esperar en
razón del contrato.

I N C U M PLI M I E N T O M O RA D E L D E U D O R I N T E RPE LA C I Ó N

Que el deudor esté en mora.


I N C U M PLI M I E N T O M O RA D E L D E U D O R I N T E RPE LA C I Ó N

Que el acreedor emplace al deudor, bajo apercibimiento de la resolución total o


parcial del contrato, a que cumpla en un plazo no menor de quince días, excepto
que, de los usos, o de la índole de la prestación, resulte la procedencia de uno
menor. La resolución se produce de pleno derecho al vencimiento de dicho plazo.
Dicho requerimiento no es necesario si ha vencido un plazo esencial para el
cumplimiento, si la parte incumplidora ha manifestado su decisión de no cumplir o
si el cumplimiento resulta imposible. En tales casos, la resolución total o parcial
del contrato se produce cuando el acreedor la declara y la comunicación es
recibida por la otra parte.16
[16] Artículo 1088. Ley 26.994. (2014) Código Civil y Comercial de la Nación Argentina. Congreso de la Nación
Argentina. 
LECCIÓN 3 de 5

Elementos accidentales

Son aquellos elementos que por la misma autonomía de la voluntad de las


partes pueden incluirlos en un contrato para que surtan sus efectos en él.

C OND IC IÓN C A RG O PLA Z O

La condición consiste en subordinar la adquisición o extinción de un contrato a un


acontecimiento futuro e incierto, que puede o no ocurrir. 

La condición que se estipula puede ser una de las siguientes: 

Condición suspensiva: se subordina la adquisición del derecho al


acontecimiento futuro e incierto, es decir que, mientras este no ocurra, el
derecho no se adquiere, por ejemplo, “el día que te recibas de martillero
público, te dono mi biblioteca personal”.

Condición resolutoria: se subordina la extinción del derecho al


acontecimiento futuro e incierto, es decir, el derecho se adquiere, pero si
acontece el suceso previsto, el derecho se extingue, por ejemplo, “te dono mi
biblioteca para tus estudios, pero si transcurren cinco años y no te recibes, te
la quito”.

Lo más importante de la condición tanto suspensiva como resolutoria es que el


suceso futuro puede o no ocurrir, es lo que lo distingue del plazo.
C OND IC IÓN C A RG O PLA Z O

Es una obligación que se impone, en forma accesoria, a quien adquiere un


derecho. Es muy común usar este tipo de elemento accidental en las donaciones,
en las cuales se dona algo, pero con el “cargo” de determinada obligación para el
aceptante. Por ejemplo, “te donaré mi casa, pero con el cargo de que construyas
una fundación en ella”. El cargo no debe ser muy oneroso y si este no se cumple,
puede dejarse sin efecto el acto principal, en este caso la donación.

C OND IC IÓN C A RG O PLA Z O

Se posterga en el tiempo el ejercicio de un derecho hasta que dicho plazo se


efectivice. A diferencia de la condición, el plazo fatalmente va a ocurrir, quizás no
se sepa con certeza cuándo, pero ocurrirá. 

El plazo puede ser: 

Cierto: cuando se sabe con precisión cuándo acontece, ya sea designando


fecha exacta, por ejemplo, “el contrato será exigible a partir del 11 de
septiembre de 2009”, o designando un hecho, por ejemplo, “la próxima
navidad”. 

Incierto: a diferencia del anterior, no se sabe cuándo va a ocurrir, por ejemplo,


“El contrato será exigible el día en que fallezca ‘X’ persona”. En estos
supuestos, el acreedor deberá interpelar al deudor para cuando la obligación
se torne exigible.

Interpretación de los contratos

Interpretar es desentrañar el contenido del contrato, es descubrir el sentido


de una manifestación de voluntad. Es de utilidad conocer de la interpretación
de los contratos porque evitamos cláusulas que expresen condiciones
ambiguas u oscuras. 

La interpretación de un contrato consiste en determinar el alcance de lo que


las partes pactaron. Por lo general, son las partes, cuando cumplen
espontáneamente con sus obligaciones, quienes interpretan sus propias
palabras. Pero puede ocurrir que las partes no concuerden entre sí, respecto
a las cláusulas que han firmado o a las cuales se han sometido. Ante esto,
muchas veces, deben acudir a un juez árbitro o mediador, en el mejor de los
casos, para que analicen e interpreten las cláusulas en cuestión.

Interpretar es analizar el sentido y alcance de los elementos existentes en el


contrato. Los contratantes son los intérpretes necesarios del contrato, en
cuanto los destinatarios de las previsiones que contiene; el magistrado
interpreta cuando debe resolver los conflictos que surjan como consecuencia
de su ejecución. 

Tipología de interpretación:
Auténtica

Es la que efectúan las partes contrayentes, es la interpretación natural que deben
efectuar los estipulantes de las previsiones contractuales; la cual puede
efectuarse antes, durante o después de extinguida la relación contractual.

Judicial

Es la interpretación que realiza un magistrado, luego de que las partes por sí
solas no hayan logrado un acuerdo. El juez es intérprete del contrato y no solo
deberá determinar el alcance de este, sino que también deberá, en muchos casos,
integrarlo, completarlo.

Doctrinal

Es la interpretación que hacen los estudiosos del derecho en función de la
generalidad de los casos, logran dilucidar qué quisieron decir las partes al incluir
tal o cual cláusula contractual. Para ello, se han establecido reglas claras de
interpretación. Cuando resulta necesario interpretar la cláusula de un contrato,
servirán para la interpretación las bases siguientes: 

Si existe ambigüedad en las palabras, debe buscarse más bien la intención


común de las partes que el sentido literal de los términos. 

Las cláusulas equívocas o ambiguas deben interpretarse por medio de los


términos claros y precisos empleados en otra parte del mismo escrito, con
cuidado de darles no tanto el significado que en general les pudiera convenir
cuanto el que corresponda por el contexto general. 

Las cláusulas susceptibles de dos sentidos, de uno de los cuales resultaría la


validez y del otro la nulidad del acto, deben entenderse en el primero. Si
ambos dieran igualmente validez al acto, debe tomarse en el sentido que más
convenga a la naturaleza de los contratos y a las reglas de la equidad. 

Los hechos de los contrayentes, subsiguientes al contrato, que tengan


relación con lo que se discute serán la mejor explicación de la intención de
las partes al tiempo de celebrar el contrato. 

Los actos de los comerciantes nunca se presumen gratuitos.

El uso y práctica generalmente observados en el comercio, en casos de igual


naturaleza, y, especialmente, la costumbre del lugar donde debe ejecutarse el
contrato, prevalecerán sobre cualquier inteligencia en contrario que se
pretenda dar a las palabras. 

En los casos dudosos, que no puedan resolverse según las bases


establecidas, las cláusulas ambiguas deben interpretarse siempre en favor
del deudor, o sea, en el sentido de liberación (Ghersi, 1998, p. 298).
LECCIÓN 4 de 5

Video conceptual
LECCIÓN 5 de 5

Referencias

Bazterrechea, S.  (2018, marzo 20). Demanda colectiva por las fallas de la
Fiat Toro. Publicado en Comercio y Justicia. Recuperado de
https://comercioyjusticia.info/blog/justicia/demanda-colectiva-por-las-fallas-
de-la-fiat-toro/

Ghersi, C. (1998). Contratos 3. Contratos: problemática moderna, nulidades


contractuales y cláusulas abusivas. Mendoza, AR: Ediciones Jurídicas Cuyo. 

Ley N° 26.994. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Congreso de la


Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-
239999/235975/norma.htm

Lorenzetti, R. (2014). Código Civil y Comercial de la Nación comentado. Tomo


1. Argentina: Rubinzal-Culzoni.

Redacción de Comercio y Justicia. (2019, mayo 07). Los alquileres que se


pagaron vencido el contrato no lo prorrogan. Publicado en Comercio y
Justicia. Recuperado de https://comercioyjusticia.info/blog/justicia/los-
alquileres-que-se-pagaron-vencido-el-contrato-no-lo-prorrogan/

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