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Arte como pensamiento. El problema de las imágenes.

Entender el concepto y los aspectos asociados al arte a lo largo de la


historia, se ha establecido como un tema de debate para gran cantidad de
pensadores, filósofos e historiadores, esto debido a la diversidad de opiniones en
que formulan; desde pensamientos afines o del mismo modo, gran cantidad de
contrariedades entre autores que expresan entre si opiniones distantes. Esta
situación de enfrentamiento o similitud no solo ha ocasionado una disonancia en
relación a la concepción de la imagen desde su característica estilística de la cual
se hablara a lo largo de este ensayo, sino que también genera desacuerdos en el
entendimiento del discurso en el cual se presenta el arte y por tanto, llevara al
desarrollo de variantes en la construcción de la imagen desde una vertiente más
de pensamiento.

Es así como desde esta necesidad de entender la imagen se debe comprender


primero cuales fueron los aspectos iniciales en donde radica por tanto, el principio
de lo que se puede entender como historia del arte, una historia que según
distintos pensadores muere y renace, de la cual se sabe que historiadores como
Vasari vieron en la muerte del arte antiguo, el proceso de salvación gracias al
movimiento renacentista, en donde maestros como Miguel Ángel al alcanzar
según sus propios ideales la perfección que concretaba un exitoso proceso de
resurrección. No obstante, en esta historia casi cicla se vuelve a establecer una
muerte que comienza desde la restauración neoclásica fundamenta por
Wincklemann (Huberman, 2013, p. 9-10)

De este comienzo, es posible entender parte de las características que suponían


la comprensión de esta base primaria de la imagen y como desde estas misma, se
da un desarrollo progresivo hasta el fundamento de nuevos parámetros que no
solo ven al arte desde una idea de alcanzar la perfección que otros ya habían
logrado, o desde una base formalista que deja de lado los aspectos biográficos y
se concentra más en tal y como menciona Fernández (1984) en “la aportación de
esta metodología a la historia del arte como ciencia es indudable al centrar su
interés en la obra de arte como hecho estético concreto y al potenciar el arte de
las formas como lenguaje” (p.90) Sino que se hace posible el generar
planteamientos hacia una compresión en el desarrollo de la imagen más enfocada
en velar y pensar por sí misma, es decir al despliegue de una filosofía del arte que
habla de arte.

Sin embargo, es importante retomar en este pensamiento entorno a la historia del


arte, que la imagen, como explica Huberman (2009) “es el resultado de
movimientos que provisionalmente han sedimentado o cristalizado en ella” es
decir, que se mantiene en una expansión progresiva en donde diversos agentes
intervinieron y siguen haciéndolo en el desarrollo y formulación de los aspectos
asociados a sí misma y que sin este enfoque no hubiera sido posible la
construcción de ideas desde el arte antiguo hasta el desarrollo de las
características del arte contemporáneo.

Ahora bien, se debe destacar que uno de los aspectos determinantes de la historia
de la imagen, se debe a desde donde se posiciona su construcción y su
pensamiento, en otras palabras desde cual era el ideal alcanzable dependiendo
del momento en donde se desarrollaba, por lo que es posible decir que “mientras
Giotto y Miguel Ángel pertenecen a la misma historia, ninguno de ellos tiene que
ver con Matisse y Picasso” (Danto, 2003 p.469) de esta idea se podría argumentar
que los artistas más importantes, poniendo como caso más determinante según
los principios de Vasari a Miguel Ángel tuvo su aparición en el momento exacto en
el que era necesitado, llegando a ofrecer con su obra una vista más concreta de
los estudios que se venían desarrollando a modo de investigación de esos
conceptos que se buscaban alcanzar.

Por lo que, se deja en claro como explica Danto (2003) que “pertenecer a la
misma historia significaría que artistas anteriores podrían lograr lo que artistas
posteriores lograría pero sin el trabajo de investigación que ello implica una vez
tuvieran el ejemplo” (p.469) Por tanto, se entiende que las características
asociadas a cada imagen que se formula a lo largo del tiempo tiene relación en la
búsqueda de aspectos determinantes que le permitieron una transformación
profunda desde su base estilística y narrativa, la cual es posible gracias al estudio
de lo que buscaban alcanzar, de los movimientos posteriores a sí misma, o de las
rupturas con los conceptos ya preexistentes.

Estos principios permitían ver como la imagen a lo largo de su historia se fue


situando en diversos estadios a modo de constante evolución en los cuales,
grupos de artistas establecieron particularidades en común en base a estudios que
les ayudaban a definir los aspectos más relevantes que buscaban destacar como
productores de la obra de arte, de esta idea es como Fernández (1948) explica
que “si cada época tiene su estructura, su propia visión del mundo, quiere decir
que no hay una época mejor que otra, sino simplemente distinta” (p.93) de modo
que, se entiende y refuerza esa noción de que los movimientos o estilos artísticos
que definían los propósitos transitorios de la imagen no hubieran sido posibles sin
el estudio y desarrollo de una estructura común que mantuviera a todos sus
miembros en una misma línea de pensamiento, hasta la llegada de otro grupo que
cuestionara y buscara nuevos ideales o principios a investigar, sin embargo
tomando en cuenta que esa búsqueda de definición de principios no planteaba
una relación respecto a ser superior que las demás, sino a la proposición de un
nuevas configuraciones de la imagen.

Así pues, es como se entiende que la llegada del periodo de la edad moderna
significo un momento de quiebre y cambio total que genero una discontinuidad
radical en las funciones de ver el arte más allá de una concepción visual, en donde
Danto (2003) explica que las obras de arte moderno se vieron en la necesidad de
establecer y fundar nuevos principios y estrategias explicativas que le dieran razón
a su desarrollo dentro de aquello lo cual era considerado arte. De modo que, se
llegó por medio de este periodo a la autoconciencia, a la explicación de la pintura
desde un entendimiento de sí misma, como una especie de reflexión sobre los
aspectos que la constituían e impactaban en su identidad como imagen, en donde
se emancipara de las cualidades posteriores y fuera únicamente comprendida
desde su propia filosofía.

Es así como, cada vez más producciones artísticas dentro de la edad moderna
fueron incluidas como parte de la historia de la imagen, dejando de lado los
cánones y barreras establecidas en el pasado, aspecto que sin duda genero una
discordancia en el entendimiento de su definición y llevo a la generación del
problema de que exactamente se entiende por objeto artístico y cuáles serían las
características que lo definen como Danto menciona “la historia del arte moderno
fue la historia de los escándalos que se sucedieron uno tras otro, de obras de arte
que chocaron con algún criterio apreciado de la definición de arte (p.475) Por
consiguiente, con esta ruptura se da razón de que con la llega del arte
contemporáneo, ya no se buscaba argumentar una validez en la belleza o en las
instituciones asociadas a esta comprensión, debido a que objetos cotidianos ya
podían ser presentados como obras de arte dentro de distintos parámetros que los
caracterizaran y les otorgaban la función de objetos artísticos.

De esta forma, es como manteniendo el pensamiento de Danto la obra artística


presenta un cambio en dos cualidades respecto a la definición de su concepto las
cuales se corresponde a la extensión y la intensión, entendiéndose la primer como
aquellas cosas ligadas al concepto y la segunda a las características dentro del
mismo. En donde las producciones artísticas de la era modernos poseían
variaciones dentro del concepto que forman una disputa con la intensión
provocando así la integración de nuevos principios que afectaría a la formulación
de nuevas cosas que podrían entrar a pertenecer al arte. Sin embargo retomando
al cuestionamiento central que da pie a lo que se correspondería al problema de la
comprensión del arte y continuando con los principios planteados por Danto, para
él resultada un desacuerdo pensar que cualquier cosa que se promulgue como
arte lo fuera, como menciona “simplemente parece inaceptable que los miembros
de la clase de las obras de arte se caractericen solamente por el hecho de que
alguien las llamo arte para obtener el permiso de esta en dicha clase” (p.479)

No obstante, el mismo convenía en que la producción artística se había enlazado


y sido perpetuada por una constante más filosófica de la que considera, ya no se
es capaz proseguir debido a la desarrollo de la auto comprensión. De tal manera
que retoma que el alcance de esta posición, se debe a una constante evolución
objeto artístico que tránsito a lo largo de la historia del arte hasta lograr llegar a la
autoconciencia y el desarrollo total de la mimesis narrativa.

De lo cual a modo de conclusión, convengo que es importante señalar desde mi


punto de vista que concuerdo con la idea de que el “dominio” o entendimiento de
técnicas y diversos ideales argumentativos y estilísticos permitió el desarrollo de
nuevos pensamientos entorno a la imagen, de manera que, esta no quedara
dentro de estricticas concepciones más tradicionales, sino que estas mismas
ayudaran como base a la formulación de nuevos paradigmas o convecciones
sobre la imagen, con el objetivo de no solo querer imitarla para continuar
perpetuando la concepción de ideal, sino que pudieran desarrollarse rupturas o
hasta discordancia que formularan nuevas formas de poder preguntarse qué
entendían por la imagen y que la características la definían. También convengo en
la idea que debido al desarrollo de estos nuevos movimientos, sumado con los
anteriores supone una difícil implantación definitiva a la definición de arte, ya que
en todo caso se debe buscar realizarse un concepto que permita fielmente la
integración de todas las vertientes que la componen y que hasta hoy en día
desarrollan evoluciones constantes.

Por lo cual también considero, que la historia del arte hasta como se conoce hoy
no fue el resultado de muertes y renacimientos, sino que se formó en base al
estudio de distintas características según el contexto sociocultural en donde se
desarrollaba y que buscaban generar nuevas ideas y conceptos de lo ya
prestablecido hasta lo que en este momento se entiende por arte contemporáneo
que aun dispone de la formulación de nuevos diálogos y esquemas que le
permitan generar experiencias entorno al entendimiento del arte.

Bibliografía

DANTO, Arthur (2003) La Madonna del futuro: Ensayos en un mundo del arte
plural. Barcelona:Paidós
FERNÁNDEZ, J. (1984) Teoría y Metodología de la Historia del Arte, Anthropos,
Editorial del Hombre, Barcelona, España.

HUBERMAN, GEORGE- DIDI (2013) La imagen superviviente. Historia del arte y


tiempo de los fantasmas según Aby Wargurg. Abada Editores, México

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