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SUPERAPRENDIZAJE

Nuevos métodos rk aprendizaje


rápido, sin agobios ni tensiones,
para potenciar su memmia y
mejorar su efica.ci.a
profesional y rkportiva

*
SHEILA OSTRANDER,
LYNN SCHROEDER
y NANCY OSTRANDER

SUPERAPRENDIZAJE*
Nuevos métodos t.k aprendizaje
rápido, sin agobws ni tensiones,,
,para potenciar su memoria
y mej&rar su efu:aaa
profesúmal y t.kpmtiva

autoayuda y superación
!!11~
!\iÍ:XH:O BARCELONA Hl'FNOS AIIU:S
SUPERAPRENDIZAJE
Nuevos méwdos de aprendimje rápido, sin agobios
ni tensiones, para potenciar su mmwria y rmjarar
su eficacia frrefesumal y departiva.
Título original en inglés: Siiperleami:ng
Traducción: J.M. A.lvarez Flores y Angela Pérez de
la primera edición de Delacorte and Confucian. Press,
Inc., New York, N:Y.
© 1979, Sheila Ostrander, Nancy Ostrander y Lynn Schroeder

© 1980, Edicione11 Grijalbo, S.A.


Arag6n 385, Barcelona
D.R. © 1983 por EDITORIAL GRIJALBO, S.A.
Cali. San Bartola Naucalgan No. 282
Argentina Poniente 1123
Miguel Hidalgo, México, D.F.
Este libro no puede ser reproducid-O,
total o parcialmente,
sin autorización escrita del editor.
iSBN 968-419-314-9
IMPRESO EN MEXICO

/
INDICE

SECCIÓN 1. SUPERAPRENDIZAJB

1. El coeficiente potencial 9
2. Supermemoria . 19
3. La enseñanza a reacción despega en el
Oeste 49
4. ¿Por qué es posible el superaprendizaje? • 68
5. El lado oculto . 84
6. La personalidad sin trabas 94
7. Cómo lograr un superaprendizaje . 102
8. Cómo preparar un programa propio . 116
9. Para preparar a los niños . 133
Epílogo . 141

SECCIÓN 2. SUPER·RENDIMmNTO
10. Super-rendimiento en los deportes 157
11. Un programa soviético de rendimiento
máximo 170
12. Para aminorar el dolor . 188

SECCIÓN 3. SUPERARMON1A

13. Posibilidades futuras 203


14. El barrunto ponderado en el campo pro-
fesional y en el comercial • 207
15. «Una segunda visión» . 224
16. Bioconcordancia 245
SECCIÓN 4. EJERCICIOS
17. Yoga mental y ejercicios de concentración 267
18. Ejercicios autogénicos y de visualización . 277
19. Ejercicios para niños • 296
20. Las potencialidades humanas ... ¿son ya po-
sibles? 304

APSNDICES
Recapitulación 311
Elementos pedagógicos 312
Esquema de la clase • 315

FuENTES. 320

BIBUOGRAF1A 329
SECCIÓN 1
SUPERAPRENDIZAJE
1
EL COEFICIENTE POTENCIAL

«Estamos empezando a descubrir la capacidad casi ili-


mitada de la mente», dice el doctor Jean Houston, pre-
sidente de la Asociación para una Psicología Humanís-
tica.
Un matemático, el doctor Charles Muses, lo expresa
así: «Las posibilidades de la conciencia siguen siendo
el último terrtforio asequióre aún no explorado por el
hombre. El País Ignoto.»
El doctor Frederic Tilney, uno de los especialistas
del cerebro más destacados de Francia, afirma: «Desa-
rrollaremos, mediante control consciente, centros cere-
brales que nos permitirán utilizar poderes que aún no
podemos siquiera imaginar.»
El doctor Richard Leakey investiga la historia de la
humanidad a lo largo de tres millones de años. Según
él, la capacidad potencial de la especie humana «es casi
infinita». Y George Leonard, desde su perspectiva de
especialista en educación, concluye: «La capacidad crea-
dora del cerebro puede· ser en último término, a todos
los efectos prácticos, infinita.»
Apenas hemos empezado a comprender la capacidad
de un individuo, hombre o mujer, plenamente poten-
ciado. Esta idea se oye cada vez más en las altas esferas.
La apoyan individuos tan diversos como el teólogo-cien-
tífico Teilhard de Chardin y el investigador de las drogas
psicodélicas Timothy Leary. Y estas potencialidades se
expanden en todas direcciones. Según la psicóloga Pa-
tricia Sun, estamos a punto de desarrollar «una serie
9
de potencialidades para las que ni siquiera tenemos
nombre». El doctor Manfred Clynes, neurocientffico e
ingeniero, considera, después de laboriosas investigacio-
nes científicas, que nos hallamos en condiciones de al-
canzar nuevas emociones, estados auténticamente nue-
vos nunca experimentados.
Hemos roto el capullo, nos dicen. Podemos empezar
a mover las alas; es hora de reclamar nuestros derechos
seculares. Podemos ser muchísimo más de lo que somos:
es una idea seductora. Y siempre lo ha sido, porque
casi todos tenemos un secreto, aunque pocos lo admi-
tan. Sentimos que hay algo especial en nosotros. Quizás
aún no haya brotado del todo, quizá no lo vean del todo
los demás, pero está ahí: algo especial que nos dife-
rencia. Ahora está empezando a parecer que todas esas
ideas poco prácticas y tercamente humanas son ciertas.
Somos especiales ... o quizá pudiéramos serlo. Si vamos
a alcanzar esas potencias que tenemos al parecer casi al
alcance de la mano, hemos de disponer de medios para
hacerlo. Y éste ha sido el obstáculo. Nos da un poco
de miedo parecer animales de · laboratorio a quienes
estimulan con corrientes eléctricas para que corran cada
vez más deprisa por el laberinto. La solución no es lu-
char al máximo, tal como dice la teoría tradicional.
Puede que lo sea probar por otra vía.
Necesitamos vías nuevas, más eficaces, menos ago-
tadoras, para alcanzar esas potencialidades. Tenemos
que aprender a aprender. De eso trata este libro: apren-
der a aprender mejor y sin esfuerzo. Un tipo de aprendi-
zaje que le hará gozar aprendiendo. El libro habla tam-
bién de cómo ha de aplicarse esta aptitud de aprendizaje
a diversos aspectos de la vida.
Los distintos sistemas de aprendizaje que aquí se
exponen proceden de fuentes diversas. Son consecuencia
de los descubrjmientos de 10_$ doctores Georgi L9zanov,
l;>úlgaroJ del alemán Johannes 1t·~u]g. y del hispano
Alfonso Caycedo;_ se derivan de una ciencia de probada
eficacia como el yoga, y de la fisiología y la psicología
contemporáneas. Proceden también de la experiencia
acumulada de individuos creadores y prominentes, des-
de campeones de golf y esquí, a altos ejecutivos nor-
teamericanos.
Pese a sus diferencias, todos estos sistemas compar-
ten un enfoque común, una visión holistica: ven siem-
pre al individuo como un todo. Estos sistemas, ya
10
quieras aprender francés, a jugar al tenis o a tomar
decisiones provechosas en los negocios, se basan en el
principio de que el individuo posee mente lógica, ·cueI"
po y mente creadora. Dicho de otro modo, utjljzan el
hemisferiQ ~uierdo del cerebro, el cuerpo y el hemis-
feriQ cerebral· derecho al infsmó ·uemf)O,
Lis complejas investigaciones llevadas a cabo en la
última década sobre el mecanismo del pensamiento han
originado la conocida teoría «hemisferio izquierdo /he-
misferio derecho• del cerebro. Simplificando al máximo,
esa teoría dice que el hemisferio izquierdo de nuestro
cerebro es el del pensamiento analítico, racional y lógico.
Al hemisferio derecho le corresponden la intuición, la
capacidad creadora y la imaginación. Sea cual sea la ma-
teria, los métodos de enseñanza holísticos persiguen
que el individuo no quede desencarnado ni con la mi-
tad de su capacidad cerebral bloqueada. Pretenden ante
todo impedir que el hemisferio izauierdo. el cueroo_Y
el hemisferio derecho trabajen enfrenfados y no desplie-
guen su plena capacidad. Profundizando más, el apren-
dizaje holístico pretende que actúen los tres de modo
coordinado, para que el individuo despúegue toda su
potencialidad.
Cuando el individuo se integra, pasa del aprendizaje
al superaprendizaje. Son muchos los que están descu-
briendo que en la capacidad de perfección del ser hu-
mano hay un salto cuantitativo. Este nuevo sistema,
comparado con el que se utilizó para «embutimos»
conocimientos a la mayoría, es literalmente un super-
aprendizaje.
Una .orqqesta nos da una id~a muy apmxima.c,.a~ ins-
trumenms de viento, de percusión y ele cuerda. Cuando
les corresponde actuar a las trompetas, los tambores y
los violines no intentan bloquearlas. Ni tampoco las
trompetas se salen del cauce por su cuenta. Tocan todos
en concierto. Mente .. lógica cuerpo, mente. crea.dora;
A ..

puedes centrarte en una parte pero, como eres un todo


completo, las otras partes siguen allí, están en reso-
nancia. Pueden engendrar discordancias. O pueden tocar
concertadas. Normalmente, en nuestras tentativas de
aprender nos dividimos a nosotros mismos en sectores.
ELsup.e¡ªprendizaie. pro_cura unirlo .todo de. nuevo .Pa¡a
atJ.e.. nadamos ver lo que pueae fogr.ar el iíidiv1duo m-
t~ á®. · · ·· · ·
~1 · descubrir todo lo que uno puede llegar a hacer
11
resulta casi inquietante, como pudieron comprobar un
grupo .de búlgaros al seguir un sistema de aprendizaje
que quizá sea el más impresionante y de mayor alcance
de este libro. Les explicaron que era un medio para
aprender y recordar gran cantidad de información muy
deprisa, con gran eficacia y, según decían, con menos
esfuerzo que el que todos ellos creían necesario. A me,
diados de la década de 1960, estos quince profesionales,
hombres y mujeres de 22 a 60 años, se reunieron en
una sala clara y acogedora del Instituto de Sugestología
que se alza en una sombreada callecita cerca del centro
de Sofía. Iban a participar en un experimento que no les
emocionaba lo más mínimo.
«De esto no vamos a sacar nada», se quejaba una
doctora al arquitecto que estaba a su lado, mientras el
grupo se iba acomodando en un círculo de butacas.
También otros expusieron su opinión: un ingeniero, va-
rios profesores, un juez. «Deberíamos dejarlo ya. Es
perder el tiempo.» Nadie era capaz de ofrecer esperan-
zas. Llegó la profesora. También a ella le costaba tra-
bajo librarse de la idea de que le habían pedido hacer
lo imposible.
Aun así, allí estaban y empezaron. Mientras los alum-
nos repasaban las hojas del texto, la profesora P.mpezó
a leer frases en francés con diversas entonaciones. Lue-
go empezó a oírse al fondo una majestuosa música clá-
sica. Los quince alumnos se ;retreparoJ;t en sus asientos,
cerraron los ojos y se lanzaron a alcanzar la hipermne-
sia, o, dicho con más sencillez, la supermemoria. La
profesora seguía recitando. A veces, el tono era práctico
y funcional, como si ordenase a cada uno que hiciera
su tarea; luego, el tono era suave, susurrante; de pron-
to, se volvía duro e imperativo.
Las sombras empezaron a llenar la estancia; llegaba
el crepúsculo; pero la profesora siguió, repitiendo con
un ritmo especial palabras en francés, frases hechas,
traducciones. Por fin, dejó de hablar. Aún no habían
acabado; faltaba un examen. Al final, los alumnos esta-
ban más tranquilos. Durante la sesión, su ansiedad se
había calmado, la tensión normal se había relajado. Aun
así, seguían sin muchas esperanzas de poder superar
aceptablemente el examen.
Por fin, la profesora dijo: «La media del aprovecha-
miento de la clase es del noventa y cinco por ciento.
¡Aprendieron mil palabras en un día!»
12
Mil palabras... Sabían que era casi como aprender
la mitad del vocabulario práctico de un idioma en unas
horas. Y no les había costado el menor esfuerzo. Todos
salieron del Instituto con la sensación de haber crecido
un metro, de haber asistido a un encuentro trascenden-
tal, pues los seres extradimensionales a quienes habían
conocido allí eran ellos mismos.
En estos cursos, el alumno aprende normalmente de
cincuenta a ciento cincuenta elementos de información
nuevos por sesión. En este caso, se trataba de un expe-
rimento. Y el experimento ayudó a demostrar algo que el
creador del método (doctor Geor,gi l-ozanQv) sospecha-
ba: la capacidad de aprender y recordar que posee el
ser humano es prácticamente ilimitada. Lozanov y sus
colegas de Bulgaria y de la Unión Soviética dicen que
esto es «aprovechar las reservas de la mente». Para
quienes lo han experimentado, es como si de pronto se
entrase en posesión de una gran herencia. Se ven a sí
mismos de un modo distinto. Se abren nuevas posibili-
dades. Empiezan a adquirir una noción más amplia de
quiénes son y de lo que pueden hacer.
Este método de aprendizaje rápido sirve oara asimi-
lar cualquier tipo de información práctica. Es .aprendi-
zaje del hemisferi'"o cerebral izquier!;fo. ¿Cómo es posible
que ta mente togica pueda poseer de pronto una capa-
cidad casi pasmosa? La razón es que la capacidad del
cuerpo y del hemisferio cerebral derecho están armo-
nizadas, se prestan mutuo apoyo, actúan de modo con•
certado. En todos los métodos de enseñanza de este
libro, sea cual sea la parte del todo Que se utilice (he.
misferio izquierdo, cuerpo o hemisferio derecho), inter-
vienen también las otras, armonizando y apovando. Por
eso son sistemas holísticos de aprendizaje. Estos siste-
mas sirven también para aprender a destacar en una
reunión de negocios, o para estar en excelente forma
en la pista de tenis. En el caso del doctor Hannes Lin-
demann, su único propósito era pisar tierra firme en
la costa occidental.
Una década antes de que los búlgaros llegasen a la
inquietante conclusión de que todos podían alcanzar el
nivel del «genio», Hannes Lindemann. un médico ale-
mán, se lanzó a una empresa de distinto género. Con
una barca de vela de un solo tripulante, se lanzó al
Atlántic?, en las Islas Canarias, y enfiló la proa de su
nave de lona hacia el oeste; iba al Nuevo Mundo. «Oes-

13
te•, se decía Lindemann, «oeste•. La orden resonaba y
tomaba forma hasta en sus sueños. Durante sesenta
y dos días con sus noches, siguió navegando, sentado
allí como un guisante solitario en su vaina de lona. Sólo
podía dormir a ratos, casi no tenía espacio para mo-
verse. En la cincuenta y sieteava noche, hubo una varia-
ción en su rutina: zozobró y estuvo tumbado sobre la
resbaladiza superficie de la lancha volcada hasta el ama-
necer. Unos cien hombres habían intentado ya la tra-
vesía en condiciones similares. Todos habían fracasado.
Pero Hannes Llndemann desembarcó en la costa occi-
dental de San Martín, en las Antillas y pronto apareció
sonriendo en la portada de la revista Life. No sólo so-
brevivió, sino que lo hizo en excelente forma. Había
aprendido, por ejemplo, a controlar la circulación para
proteger determinadas partes del cuerpo. En su caso, ni
siquiera se produjeron las llagas que invariablemente
causa el agua del mar en tales circunstancias.
«Triunfé -dice Lindemann- gracias al método auto-
génico.» Le había enseñado este método holfstico su
creador, el doctor Johannes H. Schultz, y cree lógica-
mente que demostró la eficacia del mismo en las cir-
cunstancias más difíciles. La autogenia y s.us diversas
aplicaciones actuales pretenden armonízar todas las
rue~s 4~ la..mente .y. eLcuerpo., de modo qµe .el ser
llumano funcione lo mejgr .posihlé. · Ayuda también a
curar cuerpo y mente y proporciona esa salud perfec-
ta de que pocos gozan y que pocos esperan conseguir ya.
No hay mucha gente dispuesta a arriesgar la vida
por un sistema de enseñanza, tal como lo hizo el doctor
Lindemann. Pero cientos de miles han utilizado estos
métodos de superaprendizaje y han conseguido el éxito
esperado en su propio campo vital. Respaldan estos
métodos abundantes pruebas científicas, pero en los
últimos años han empezado a ocurrir hechos que no
precisan ya de pruebas abstrusas para interpretarlos.
Como verá el lector, hay muchas pruebas de hechos
ciertos y comprobados. En la Unión Soviética, miles de
adultos aprendieron un idioma en veinticuatro horas.
En Suiza, los esquiadores volvieron de las olimpiadas
con medallas de oro y plata. En Bulgaria hay niños que
welven a casa de su escuela normal, por calles norma-
les, tras haber aprendido en un mes lo que normalmente
exige medio año. En Francia y en España mucha gente
normal ha descubierto que puede controlar el cuerpo
14
y regular la salud mentalmente. Algunos han aprendi-
do a liberarse del dolor sin drogas ni fármacos. Hom-
bres de negocios norteamericanos han descubierto que
la intuición puede ayudarles a tomar decisiones que du-
plicarán los beneficios. Y cuando se usaron métodos de
superaprendizaje en la rehabilitación de los ciegos, los
invidentes empezaron a decir a los videntes cosas que
éstos no podían ver.
Los métodos de superaprendizaje siempre abordan
al individuo en su conjunto, en su totalidad. Tienen
también algo en común que es difícil de explicar, por-
que no es algo directo y claro. Cuando el individuo em-
pieza a actuar más como ser total, pueden suceder cosas
aparentemente inexplicables: una mujer que estudia
francés, advierte de pronto que ha desaparecido el
trastorno nasal que padecía. Un hombre que estudia
química, percibe que ha aumentado su intuición. El
atleta que aprende técnicas de adiestramiento corporal
descubre que mejora su concentración en los exámenes
académicos. Al desapaiecer las c ~ ~ Q n e s
ob.. st.aculiza·d·.ora.s, pueden torta"lécerse todas Jas.. áreas ae
.la personailclad·. 'Es aigo pareciáo a cuando la luz al-
canza una faceta de un cristal de roca, enseguida ilu-
mina otra y otra.
Este «efecto rebote» alteró el curso de la vida de
Georgi Lozanov, médico y psiquiatra que no se proponía
ser educador. Se proponía, siguiendo el viejo adagio, es-
tudiar la naturaleza del hombre, del ser humano con
su pleno potencial. Como casi todos los demás inves-
tigadores, llegó a la conclusión de que sólo utilizamos
una mínima fracción de nuestra capacidad. Lozanov
ideó medios para abrir las reservas de la mente y, como
médico, los aplicó a sanar el cuerpo, curar la enferme-
dad mental y física. Pero al investigar lo que era capaz
de hacer un ser humano pleno, no pudo evitar que le
atrajesen los aspectos intuitivos y de creación. Luego,
al seguir investigando se convirtió, casi fatalmente, en
uno de los parapsicólogos más destacados del mundo
comunista. Al mismo tiempo, comprendió que con sus
nuevas técnicas el individuo medio podía desarrollar
supermemoria, podía asimilar información práctica con
una facilidad nunca vista.
Resulta paradójico que Lozanov sea mundialmente
famoso por crear un método de aprendizaje rápido; la
vía que emprendió en primer lugar parecía alejarse de

15
la típica fijación occidental en el pensamiento práctico.
Pero «paradójico» es término del hemisferio cerebral
izquierdo. Es paradójico para la mente lógica. Pero, des-
de el punto de vista más amplio de la concepción ho-
lística, parece razonable.
En cierto sentido, el superaprendizaje da quitando.
Los programas pretenden ayudar a eliminar el miedo,
la autocensura, las valoraciones pobres sobre uno mis-
mo y las sugestiones negativas respecto a la limitada
capacidad que poseemos. Pretenden desatar los diversos
nudos con que nos atamos y liberar la personalidad. No
es que el superaprendizaje te dé algo nuevo; te da algo
que ya tienes: a ti mismo. Por eso puede ser tan eficaz.
Ese yo centrado y sin trabas, ese yo radiante, como lo
llama el educador Jack Canfield, sabe. Parece conectado
a una conciencia más amplia, capaz de lograrlo casi todo.
El éxito en el estudio, en los deportes, en los nego-
cios y en las relaciones sociales, satisface. Además, la
gente parece encontrar otro tipo de satisfacción en el
superaprendizaje: algo que tiene más relación con hacer
que con ganar. Uno alcanza a veces un gran sentido de
armonía, de ir sobre la cresta de la ola del propio yo.
Es una satisfacción plena por sí sola, parecida a lo que
se siente cuando el bate conecta con firmeza la pelota,
cuando entiendes de verdad por primera vez un con-
cepto difícil, cuando te ves, por un instante, en total
armonía con otro individuo. Es como arder de vida,
por un instante ... es sentirse gozosamente vivo.
La alegría de aprender es algo que oyes mencionar
con frecuencia en los cursos de superaprendizaje. Para
la mayoría de nosotros, aprender jamás ha sido una ex-
periencia gozosa, estimulante. Pero quizá debiera serlo,
en realidad, porque aprender es crecer, y el crecimiento
es vida. Una de las cosas que con más frecuencia dicen
quienes participan en cursos de superaprendizaje es
que en cuanto te metes de verdad en el curso empiezas
a sentirte bien... bien contigo mismo y bien con los
demás.
Una de las razones de que te sientas bien quizá sea
que el superaprendizaje depende del coeficiente poten-
cial del individuo, no de su coeficiente intelectual. A efec-
tos prácticos, nuestra capacidad parece actualmente ili-
mitada. Cuando nos ejercitamos y somos más dueños
de nosotros mismos, empieza a parecer que el coeficien-
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te intelectual no es algo tan rígido y prefijado como
creíamos.
Arthur Young es filósofo e inventor. Charles Muses
es matemático y cosmólogo. No hace mucho, recogieron
la opinión de algunos de los individuos más notables de
nuestra época, individuos tenaces e innovadores, en un
libro titulado Consciousness and Reality (Conciencia y
realidad). Dicen en el prólogo: «Ha llegado la hora de
la verdad en la evolución de la especie, y lo que el hom-
bre haga en este período será más importante que todos
los acontecimientos anteriores.»
Como ya hemos dicho, ser más de lo que somos es
una idea antigua y atractiva, pero quizás haya una ra-
zón más profunda para que estos nuevos métodos de
aprendizaje empiecen a propagarse rápidamente por el
mundo. Esa razón se relaciona con el momento histó-
1'.ico. Estamos quedándonos sin gasolina en más de un
sentido. Parece que vamos cuesta abajo por los viejos
senderos trillados en todos los sectores sociales. Hace
unos años, llegó de la Unión Soviética la noticia de que
los rusos estaban intentando adiestrar a sus cosmonau-
tas en precognición, es decir, la facultad de preconocer,
de ver el futuro. Los cosmonautas, explicaba un cientí-
fico, viajan tan deprisa que tienen que saber de ante-
mano lo que va a pasar, para noder estar al tanto. Somos
muchos los que empezamos a tener esa sensación.
Un aprendizaje tipo diligencia, no tiene sentido prác-
tico en la era de la velocidad, de los cohetes. Si pudié-
ramos mirar desde el Olimpo, probablemente viésemos
que casi hemos empezado a dejar atrás también la era
del reactor. Queremos seguir formando parte de nues-
tro mundo, sentir que el centro no está ahí fuera, en
otro sitio, tirando de nosotros monótonamente. Para
tomar las decisiones necesarias, para poseer la ecuani-
midad y la capacidad que precisamos, es muy probable
que éste sea el momento de abrir esos circuitos perso-
• nales que apenas se utilizan.
Según nos dicen, sólo 4tilizamos . aproximadamente
un die.z.por ciento del .cerebro. El resto ha de estar ahí
por alguna razón. Como argumenta el doctor Frederic
Tilney, llegaremos a desarrollar conscientemente cen-
tros cerebrales que nos proporcionarán poderes que
hoy _no podemos siquiera imaginar.
Este libro expone algunos de los sistemas utilizados
por muchísimas personas para empezar a aprovechar
17
esas reservas mentales y corporales. La primera sección,
y la más importante, aborda el aprendizaje y la memori-
zación de datos, que son facultades del hemisferio cere-
bral izquierdo. La segunda sección trata del cuerpo, de
la preparación física y de la salud. La tercera aborda la
intuición, la capacidad creadora y las llamadas faculta-
des extrasensoriales, actividades todas ellas del hemis-
ferio cerebral derecho. El libro trata todo él de la ima-
ginación. Napoleón elaboraba su estrategia de combate
en un cajón de arena pues, según él, «la imaginación
rige el mundo».
A modo de introducción imaginad lo que podríais
hacer si vuestra capacidad de aprender y recordar fuese
de cinco a cincuenta veces mayor. Eso es lo que aborda
con detalle la siguiente sección. Se trata de una visión
holística. Si seguís esta vía del superaprendizaje para
ampliar la memoria, descubriréis que también estáis re-
cordando y recuperando algo más: a vosotros mismos.

18
2
SUPER.MEMORIA

Un individuo de tosca apariencia y cabello ceniciento,


setenta y tantos años, frente arrugada, caminaba a toda
prisa hacia el fondo de un gran auditorio atestado de
científicos. Sucedía esto en Dubna, cerca de Moscú, en
el centro de investigación atómica más importante de la
Unión Soviética, y, entre el prestigioso público, estaban
muchos de los físicos soviéticos de fama mundial.
Este hombre, Mijail Keuni, un artista, iba a enseñar
a aquellos físicos famosos a hacer cálculos matemáticos.
-Llene esa gran pizarra de círculos -le dijo a un
voluntario que estaba en el estrado, al fondo del sa-
lón-. Pueden cortarse. Pueden estar unos dentro de
otros. Trácelos como quiera.
Cuando los físicos dieron vuelta a la pizarra para
que Keuni la mirase, el público se echó a reír. Estaba
totalmente llena de círculos. Keuni no pestañeó siquie-
ra. En dos segundos, dio la cifra total: ¡167!
Los sabios más famosos de la Unión Soviética tar-
daron unos cinco minutos en hacer los cálculos necesa-
rios para verificar la respuesta instantánea y exacta de
Keuni.
Escribieron luego en la pizarra números de cuarenta
cifras y Keuni fue capaz de recordarlos y de calcular con
ellos con más rapidez que una computadora.
Después de esta demostración de brujería y memoria
numérica, Keuni recibió una carta de los científicos del
Instituto de Investigación Nuclear Conjunta: «Si no
fuéramos físicos, sería sumamente difícil ratificar que
19
el cerebro humano es capaz de lograr tales milagros.»
(Dubna, 12 de abril de 1959.)
Mijail Keuni posee el don de la supermemoria, es
decir, un don que le permite hacer cálculos matemá-
ticos instantáneos más deprisa que una calculadora. Le
permite también aprender con velocidad extraordinaria.
Si la mente de Keuni registra algo, puede repetirlo luego
por completo sin esfuerzo ni tensión. Puede evocar todo
lo percibido. Esta capacidad de superaprendizaje le sir-
ve mucho cuando recorre otros países demostrando su
insólita capacidad. Nunca le han faltado palabras. En
menos de un mes, por ejemplo, consiguió aprender flui-
damente el japonés. Y dicen que, luego, cambiaron los
planes de la gira y aprendió el finlandés en una semana.
¿Es Mijail Keuni una rareza evolutiva? ¿Tiene acaso
unas células cerebrales excepcionales? ¿Es la superme-
moria una posible cualidad humana natural? ¿Es algo
que podría iluminar, al menos en parte, cualquiera de
nosotros si supiese cómo hacerlo?
:e.sta era una de las preguntas básicas que nos hacía-
mos cuando aterrizamos en los países del bloque sovié-
tico en el verano de 1968, para asistir a la primera con-
ferencia internacional de parapsicología en Moscú. Ha-
blaríamos, entre otros, con un científico búlgaro, el
doctor Georgi Lozanov, que había estudiado a muchas
personas con facultades mentales extraordinarias, como
Keuni. Lozanov había llegado a afirmar que la superme-
moria era una facultad humana natural. No sólo podía
desarrollarla cualquiera, decía, sino que podía lograrse
con facilidad. Había al parecer miles de personas en
Bulgaria y en la Unión Soviética que estaban apren-
diendo por su cuenta a adquirir supermemoria, y que
corroboraban tal afirmación.
Tuvimos noticia por primera vez de este nuevo en-
foque del aprendizaje y de la educación por la prensa
del bloque soviético. « Un método que puede transfor-
mar la educación», «Hay can:iles ocultos en la mente•,
decían los titulares. «Es posible aprender un idioma en
un mes», decía Pravda. El Bulgarian Evening News pro-
clamaba: «La parapsicología puede aplicarse a la edu-
cación•. Al irse multiplicando los informes de prensa
y los trabajos científicos a lo largo de los años setenta,
iban resultando cada vez más increíbles. Los búlgaros
y los soviéticos estaban aprendiendo, al principio, cien
palabras de una lengua extranjera al día, según los in-
20
formes. Luego eran 201 palabras. Luego decían que al-
gunos habían aprendido quinientas palabras en un día.
Más tarde, llegaron datos de la investigación realiza~
por un equipo búlgaro según los cuales los sujetos
habían aprendido mil palabras diarias.
Y las afirmaciones no acababan ahí. Este sistema,
leímos, acelera el aprendizaje de cinco a cincuenta veces,
aumenta la retención, no exige prácticamente esfuerzo
alguno del estudiante, es eficaz tanto con los alumnos
atrasados como con .los muy brillantes, con jóvenes y
viejos, y no precisa equipo especial. Y, según atestigua-
ban los propios sujetos, no sólo habían aprendido un
idioma completo en un mes o un semestre de historia
en pocas semanas, sino que habían equilibrado su salud
y activado facultades creadoras e intuitivas mientras
aprendían.
Es muy lógico pensar que todo eso es imposible.
Una de las autoras de este libro sin embargo sabía del
tema, más que la mayoría por experiencia propia. Uno
de los títulos académicos de Sheila es de pedagogía,
estudió idiomas y también dedicó unos dieciséis años a
estudiar música (y decían que la música era un elemento
clave en este sistema de enseñanza). Las afirmaciones
de los búlgaros parecían increíbles. Sin embargo, se-
guían apareciendo, acompañadas de comentarios favo-
rables de científicos e instituciones de gran reputación.
A mediados de los años sesenta, Sheila empezó a man-
tener correspondencia con investigadores del Instituto
de Sugestología de Sofía, dirigido por el doctor Lozanov.
Empezó a traducir artículos sobre este nuevo método,
procedentes de otros países eslavos.
En estas reseñas, los autores mencionaban invaria-
blemente un concepto básico de los fisiólogos soviéticos:
apenas si utilizamos el diez por ciento de nuestra capa-
cidad cerebral, y, sin embargo, podemos aprender a
utilizar el otro noventa por ciento. Podemos, según
ellos, aprender a utilizar las reservas de la mente. Al
parecer el doctor Lozanov había descubierto algunos
de los secretos biológicos que daban acceso a tal ca-
pacidad. Los había estructurado en un sistema que per-
mitía utilizar al mismo tiempo cuerpo y mente a má-
ximo nivel de eficacia, hasta el punto de desarrollar lite-
ralmente supermemoria y con ella rapidez de aprendi-
zaje. ·
Lozanov llamó «sugestopedia» a este sistema de

21
aprendizaje. Es sólo una rama, aunque una rama bá•
s1ca, de una materia mucho más amplia que estudia
su instituto: la sugestologia. La sugestología es una
«logía» holística que utiliza una serie de técnicas que
ayudan a llegar a esas reservas de la mente y el cuerpo.
La sugestología pretende poner en funcionamiento las
facultades del cuerpo, las del hemisferio izquierdo y
las del derecho de forma conjunta, como un todo or-
questado, para que el individuo pueda hacer mucho
mejor todo aquello que se proponga. Antes de que se
aplicase en el apreñdizaje práctico, la sugestología se
utilizaba para curar enfermedades y para dominar el
dolor. Se usaba también en psicoterapia y se utilizaba
para ayudar a despertar facultades intuitivas y las lla-
madas facultades extrasensoriales del individuo.
No hacía falta ser un visionario social para imaginar
que un sistema que acelera el proceso de aprendizaje
entre cinco y cincuenta veces, constituía un avance re-
volucionario en la enseñanza básica, en los programas
acelerados, en la readaptación del individuo a una acti-
vidad nueva y en la capacidad de todo ser humano para
mantenerse equilibrado y ampliar su potencialidad de
modo global. Si es que era verdad. Si podía funcionar en
Norteamérica. Conocíamos la innata reserva de los es-
lavos a la hora de explicar prácticamente cualquier cosa
a un extranjero. Pero no nos dábamos cuenta de lo
complicado que iba a resultar reconstruir pieza por pie-
za el método de la supermemoria. Tampoco sabíamos
que habría de pasar casi una década para que llegase
a aplicarse correctamente este extraordinario sistema
en aulas norteamericanas.
Bulgaria había estado cerrada a los occidentales has-
ta principios de los años sesenta. Cuando llegamos, en
1968, nos moríamos de curiosidad por saber qué había
pasado allí. En las calles de la capital, Sofía, una ciudad
de cinco mil años de antigüedad, se entremezclan ele-
mentos del conocimiento humano del pasado y del fu-
turo. Minaretes de barrocas mezquitas hacen guardia
por encima de autobuses, taxis y apresurados peatones
que cruzan los restos de los antiguos baños romanos
y de las terrazas a nivel de la calle de iglesias subte-
rráneas secretas utilizadas durante los seiscientos años
de opresión turca. No lejos del centro de la ciudad, se
alza la inmensa Iglesia de Santa Sofía, refugio durante
catorce siglos de aspiraciones y anhelos humanos. A unas
22
manzanas de distancia, se alza un centro de aspiracio-
nes humanas muy distinto, un centro de la era espacial
de la mente, en un agradable edificio de tres plantas,
color carbón, rodeado de rosaledas: el Instituto de Su-
gestología y Parapsicología.
En un país tan antiguo, no podía ser tan difícil saltar
en el tiempo como una especie de «arqueólogo de la
conciencia» para traer al mundo contemporáneo las téc-
nicas y conocimientos perdidos de eras más antiguas.
Eso es lo que ha hecho, en cierto modo, el doctor Lo-
zanov al adaptar las antiguas técnicas de la superme-
moria a un sistema moderno y científico.
El doctor Lozanov nos recibió en su despacho. La
habitación, como las flores resplandecientes del jardín
exterior, estaba inundada de colores vívidos y brillan-
tes. Como habíamos descubierto ya en la conferencia
de Moscú, Lozanov tenía un sentido del humor «holís-
tico» y una risa «cósmica», como el famoso maharishi
de la meditación trascendente. El doctor Lozanov era
un hombre ágil, corpulento, de cálidos ojos castaños y
una gran mata de cabello rizado que empezaba a en-
canecer; podía ser tan cinético como una pelota de fron-
tón y emanar al instante siguiente una profunda sere-
nidad.
-La sugestología puede revolucionar la enseñanza
-afirmó-. En cuanto los seres humanos superen cier-
tas ideas preconcebidas de sus limitaciones, pueden ser
mucho más de lo que son. El individuo ya no está limi-
tado por la idea de que aprender es desagradable; de
que lo que aprende hoy lo olvidará mañana; de que la
capacidad de aprendizaje se deteriora con la edad -y
fue poniéndose más filosófico-: La educación es lo más
importante del mundo. La vida entera es aprendizaje ...
no sólo en la escuela y centros de enseñanza. Creo que
fomentar ese elevado impulso (como lo logra esta téc-
nica), puede ser de suma importancia para la humani-
dad.
-¿Cuál es exactamente la técnica de la sugestología?
-le preguntamos.
Para crear esta nueva «logía», Lozanov y sus cola-
boradores habían recurrido a una sobrecogedora lista
de disciplinas: yoga mental, música, aprendizaje en el
sueño, fisiología, hipnosis, ~utogenia, parapsicología y
arte dramático, por nombrar algunas. La sugestología
23
tiene sus raíces más PI'Qfundas, sin embargo, en el sis-
temar~~
-l.a sugestología no aporta nada nuevo en realidad
-explicó Lozanov-. Lo único nuevo és la aplicación.
La sugestología de Lozanov es, en esencia, la «apli-
cación• de los estados alterados de conciencia al apren-
dizaje, la curación y el desarrollo intuitivo. Los mismos
mecanismos mentales que llevan a la supermemoria (y,
en consecuencia, al aprendizaje acelerado), pueden lle-
var también a la percepción extrasensorial y al control
voluntario.
A partir de la práctica médica y del estudio de in-
dividuos de capacidad superior a la normal, como Keuni,
Lozanov llegó a la conclusión de que «tanto la historia
como los datos experimentales muestran que los huma-
nos poseen capacidades muy superiores a la que hoy
utilizan».
Durante las semanas que siguieron averiguamos más
cosas sobre Lozanov y sus fascinantes descubrimientos.
Aunque tenía entonces poco más de cuarenta años, era
uno de los médicos más destacados del país. Cree que
fue uno de los primeros psicoterapeutas de Bulgaria
después de la guerra, si no fue el primero, y fue médico
de cabecera de algunos de los miembros de la élite rec-
tora del país. Como habíamos adv~rtido ya cuando le
conocimos, parecía uno de esos médicos que son capa-
ces de hacerte sentir mejor sólo con entrar en la ha-
bitación.
Pertenecía también, por otra parte, a la vieja inte-
lectualidad. Su padre y su madre eran profesionales:
su padre profesor de historia en la universidad y su
madre abogado. Terminó su formación como médico y
psicoterapeuta en Bulgaria. Al no haber ninguna tradi-
ción psiquiátrica arraigada en el país, pudo ser inno-
vador y ecléctico en su enfoque. Fue luego a completar
sus estudios de doctorado a la Universidad de Jarjov,
en la URSS. Su tesis trataba de la sugestología y de
cómo podían aplicarsé a la educación sus descubrimien-
tos sobre supermemoria y parapsicología.*

* Aclaremos dos términos que se utilizan en este libro con


mucha frecuencia: Supermemoria es la traducción del término
t6cnico «bipermnesia>, que significa «memoria extraordinariamen-
te vívida o precisa>, o, virtualmente, memoria semifotográfica.
Superaprendizaje, utilizado específicamente, hace referencia a un

24
Teníamos infinitas preguntas que hacerle. ¿En qué
consiste la supermemoria? ¿Cómo llegó a interesarse
por ella? ¿Cómo un médico se convirtió en educador?
Lozanov reveló que había descubierto cosas fasci-
nantes respecto al origen de la supermemoria. Casi pa•
recíª__ g_ue la técnica de ampliar la memoria hubiese
sido. transnnnáa en tiempos anfiguos .c.ºmo una.'va·
~dia infai~te en ca}Cl ~- t1I] .Jlafuc.au;ilu g~r. ..
-Los yogms necesitaban hlpermnes1a -nos JO-.
Ciertos yoguis se consagraban a memorizar los textos
sagrados por si ocurría un desastre colosal y resultaban
destruidos todos los libros y desaparecían todos los co-
nocimientos registrados, de modo que, con que viviese
un solo yogui, siempre podría restaurar de memoria
todo el conocimiento perdido.
¿Era la técnica de la supermemoria un legado de una
civilización muy antigua y avanzada que había sido víc-
tima de un holocausto? Parecía haber en ella ecos de la
leyenda de la Atlántida. Las investigaciones de Lozanov
mostraban que la supermemoria se conocía también en
otros países, en las comunidades más antiguas.
-Los mahoríes de Nueva Zelanda ----diio-- enm
adiestrados tamMén enlos m1smos mcffi>dos .qc; ~per-
mem.ona u t i l ~ J?"!· l o ! ~ h1rid.ú.es. El jefe
máhorf lCaumalana, en la época moderna, podía recitar
de memoria toda la historia de su tribu, que abarcaba
cuarenta y cinco generaciones y unos mil años. Tardó
tres días en recitarla toda, y no utilizó ninguna nota.
Lozanov nos habló muy entusiasmado de un viaje
que había hecho hacía poco a la India.
-Estudié a los yoguis en varios centros distintos.
En el Instituto del Sri Yogendra de Bombay conocí al
yogui Sha, que después de hacer ejercicios diarios du-
rante un año, adquirió «supermemoria».
El yogui Sha, abogado, podía recordar instantánea-
mente varias columnas de dieciocho números, podía
:recordar sin esfuerzo el nombre y el día de la semana

sistema ecléctico de aprendizaje acelerado de datos objetivos,


resultante de t6cnicas occidentalizadas y modernizadas para desa-
rrollar supermemoria. Superaprendizaje se utiliza tambim de
modo ¡eneralizado para referirse a todos los sistemas de ense-
6anza con un enfoque holistico que buscan el desarrollo de las
reservas de la mente y del cuerpo.

25
de cualquier fecha de un siglo determinado, y recordar
fotográficamente el orden de series de objetos a los que
sólo había echado una ojeada. Lozanov nos comentó
que en la India había docenas de personas que habían
alcanzado la hiperm.nesia (supermemoria) por medio de
aquellas antiguas técnicas yoguis.
-Ha7. varios modos de lograr una supermemoria
-nos dijo-. Los ejercicios utilizados por estos yoguis
no podrían aplicarse de modo g~neralizado en las es-
cuelas.
Así que los había estudiado y, partiendo de ellos,
había creado técnicas propias. Lozanov no había tenido
que ir hasta la India para encontrar yoguis o gente que
pudiese demostrar supermenioria o hacer operaciones
matemáticas instantáneas más deprisa que una compu-
tadora. Había muchas en Bulgaria. El propio Lozanov
había practicado raja yoga durante veinte años.
La gente suele conocer el hatha yoga, que consta de
ejercicios físicos y de la práctica de determinadas pos-
turas. El rajª yoga, el yoga mental, es mucho menos
conocido. «.Rala• slgnifica regio o rector, y el raja yoga
trata del control o gobierno de. la mente. Los que lo
practican lo consideran la «ciencia de la con~nt¡¡d.ón».
y cuenta con técnicas para alterar los estados. de con-
ciencia, métodos de adiestramiento en _vj~uaUzación,
ejercicios prácticos de concentración y ejercicio..$. resJ>i-
~torios especiales. m raJa yoga afirma poseer una serie
de téciucas que permiten al individuo adquirir «siddhis»,
es decir, poderes que incluyen las diversas facultades
supranormales que dicen que todos poseemos en estado
latente dentro de nosotros: «supermemoria» fotográfica,
capacidad de cálculo instantáneo, facultades mentales
extraordinarias, dominio del dolor, y toda la serie de
facultades paranormales, desde la visión sin ojos a la
telepatía.
Lozanov decidió poner a prueba estas afirmaciones.
¿Podría encontrarles una base científica? Estudió a in-
dividuos con facultades paranormales, desde el cálculo
instantáneo a la telepatía, y llevó a muchos yoguis a
laboratorios de fisiología para examinar todos los as-
pectos de sus métodos de adiestramiento y de sus re-
sultados.
La especta<:?la! _perici~ física de l~s yoguis ~ s
(uno de cada diec1S1ete búlgaros practica yogaJ induce a
especular sobre su pericia mental. En una demostración
26
filmada, vimos a un yogui echado boca abajo sobre una
mesa. De pronto, pareció elevarse horizontalmente va-
rios centímetros en el aire y planear casi sobre la mesa.
-No es levitación -aclaró Lozanov-. Ha aprendido
a utilizar los músculos de la espalda para una especie de
salto horizontal.
Un especialista en yoga, el profesor hindú S. Goyal,
considera el Centro de Yoga de Sofía el de- más alto
nivel de todos los que conoce. Dice lo siguiente: «Se
presta la máxima atención a la respiración, al control
de la propia conciencia mediante la concentración y a
la meditación.»
Lozanov se convenció a través de sus investigaciones
de que, en cierto modo, tenemos ya supermemoria. El
problema es que no podemos recordar lo que almace-
namos. «La mente humana recuerda una cantidad co-
losal de información -dice-, el número de botones de
un traje, de escalones de una escalera, de paños de cris-
tal de una ventana, de pasos hasta la parada del auto-
bús. Estas "percepciones desconocidasn nos indican que
el subconsciente tiene poderes asombrosos.» Lozanov
cree que el cerebro, libre de todas las distracciones que
dificultan su funcionamiento, es como una esponja capaz
de absorber conocimientos e informaciones de todas
clases, ·
Las investigaciones cerebrales realizadas por el doc-
tor Wilder Penfield, del Instituto Neurológico de Mon-
treal, respaldan esta idea. Muestran que tenemos, en
efecto, una especie de «grabadora» natural incorporada
en la cabeza. Penfield realizó operaciones cerebrales a
pacientes en estado consciente, utilizando anestesia lo-
cal. Con una corriente eléctrica muy leve, el doctor Pen-
field estimuló determinadas células cerebrales durante
la operación. Todos los pacientes repitieron fielmente
cosas olvidadas hacía mucho, conversaciones, canciones,
chistes, describieron fiestas de cumpleaños de la niñez
(explicando cosas que sólo les habían dicho una vez en
toda su vida) con toda precisión. Un paciente logró re-
cordar, por ejemplo, un día que estaba a la entrada de
una casa de campo una mañana de verano. Oía la músi-
ca de la radio, percibía el olor de estiércol, sentía la
brisa.
El doctor Penfield elaboró la hipótesis de que toda
experiencia (vista, sonido, olor y sabor) se graba como
un modelo concreto en el cerebro y que este modelo
27
sigue allí mucho después de olvidar conscientemente la
experiencia.
Con el objeto de recordar cosas que intentamos
aprender, el objetivo habría de ser dar con el medio
(un medio que no sea la «corriente eléctrica suave» de
Penfield) de «activar» el recuerdo de lo que está gra-
bado en nuestra mente.
El doctor Lozanov está de acuerdo con Penfield en
que conservamos todos los datos que los sentidos nos
aportan, visión, sonido, olor y sabor. Pero va aún más
lejos. '.al cree que estamos, además, acumulando cons-
tantemente información que percibimos de un modo
intuitivo y telepático o clarividente. Las percepciones
«de nivel superior» juegan un papel en lo que recogemos
y recordamos. «No hay nada sobrenatural en lo de am-
pliar la memoria o captar información telepática», dice
Lozanov.

Supermemoria y aprendizaje durante el sueño


Parece que la capacidad existe. El arte está, por su-
puesto, en recordar, en sacar a la conciencia la informa-
ción grabada en el cerebro. ¿Por qué decidió Lozanov
elaborar un sistema propio? «Hay otras técnicas actuales
que parecen "activar" la supermemoria -le dijimos-.
Por ejemplo el aprendizaje en el sueño.»
Con el aprendizaje durante el sueño se han hecho
estudios en Norteamérica que indican la posibilidad de
dominar idiomas en un mes, de controlar toda una serie
de material práctico. Un famoso de la televisión, Art
Linldetter aprendió chino mandarín en sólo diez noches
de estudio en el sueño. Hace años, en uno de sus pro-
gramas, charló en chino con el vicecónsul de China, que
dijo que Linldetter hablaba perfectamente el elegante
dialecto mandarín.
Se ha dicho que Bing Crosby y Gloria Swanson utili-
zaron el aprendizaje en el sueño para memorizar letras
y guiones. El cantante de ópera Ramon Vinay aprendió
en el sueño la ópera Carmen a tiempo para una repre-
sentación que tenía que dar en La Scala. El aprendi-
zaje en el sueño acaparó muchos titulares en los Estados
Unidos durante un tiempo. .
Los rusos, que fueron los primeros en abordar el
aprendizaje en el sueño, llevan años utilizándolo amplia-

28
mente. El doctor Lozanov estudió también el aprendi-
zaje en el sueño. Ideó incluso algo similar para la psi-
cotera«t~ el «método del susurro». Pero rechaza el
apren · je en el sueño como vía de acceso a la super-.
memoria. ¿Por qué? En primer lugar, y fundamental-
mente, porque el alumno no está consciente y no con-
trola por completo todo lo que pasa. Además, en el
aprendizaje en el sueño, la tensión puede crear una
barrera que bloquee el aprendizaje durante semanas.
Hace.,falta un es~do JD,enta1;1,.corporal _<i.9 trcmquilidad
X sos1eg~,-ara que sea ene~ eng>'r~ en ef sueño;
pero, 1a. n'fe. suele _dormirse en tal estado de Jenslón
que que bloqueada la capaciaad ae aprendiiaJe, Ade-
más, el aprendizaje en el sueño exige mucho equipo
especial, latoso y molesto, como comentó Lozanov.
Las autoras después de tener que vérnoslas con un
laberinto de cables e instrumentos electrónicos para
ensayar el aprendizaje en el sueño, pudimos atestiguar
lo mismo. Una de ellas tuvo además otro problema.
Todas las noches desmantelaba dormida el equipo de
aprendizaje, hasta que resultó ya imposible repararlo.
La expresión «aprendizaje en el sueño» es, en rea-
lidad, engañosa. El aprendizaje no se produce durante el
sueño. La cinta grabada con el material que se quiere
aprender la pone en marcha un cronómetro durante la
fase de ensueño, justo cuando el individuo se deslli:a
en el sueño, y justo cuando está despertando. Este prin-
cipio es la base del enorme éxito del método musical de
Suzuki, por el cual aprenden a tocar bien instrumentos
musicales hasta niños pequeños. Basta ponerles, justo
antes de que se queden dormidos, un disco de la música
que se quiere que aprendan.
Pese al éxito soviético con el aprendizaje en el sue-
ño, el ampliar la memoria de este modo presentaba va-
rios inconvenientes. A algunos investigadores les parecía
peligroso para la salud. Otros se encontraban con he-
chos enigmáticos. Algunas personas necesitaban escu-
char durante semanas las cintas del sueño para empe-
zar a aprender algo. Otras tenían experiencias similares
a las ocurridas en los experimentos del doctor Penfield.
El clic de la grabadora activaba el recuerdo completo·
de una lección oída semanas atrás. No había un control
consciente del mecanismo que activa la memoria.
Una noche, Lozanov descubrió algo más del aprendi-
zaje en el sueño. Iba a reforzar con aprendizaje en el
29
sueño la lección del día en dos grupos de estudiantes.
Cuando los estudiantes dormían, Lozanov desconectó los
altavoces de un grupo. Al día siguiente, ambos grupos
dieron un rendimiento superior al promedio normal de
aprendizaje. La sola sugestión de que aprenderían más
había activado en un grupo la huella memorística.
Lozanov cree que hay una serie de eleme_ntos «s112e-
rentes~ 9ue pueden actiyar la evolución del r~q_erdo.
Su obJetivo al esturuar sistemas tates como Ia Iiipnope•
dia (aprendizaje por hipnosis) e hipnosopedia (hipnosis
más sueño), fue descubrir que un alumno puede man-
tener conciencia plena y dominar los controles que acti-
van su propia mente y su memoria.

Poderes supranormales y salud


Después de años de experimentos, Lozanov llegó a la
conclusión de que a la base de la supermemoria y de
los poderes yoguis supranormales podía denominársela
sugestión, tema bien estudiado por la psicología eslava
y que se presta además a la comprobación fisiológica.
Lozanov incluyó en la categoría de sugestión una serie
de cosas que la mayoría de nosotros no estamos acos-
tumbrados a considerar sug_estivas. El. ritm9" la respira-
ción._ la músigl y_ los esfaelos efe meditacion.;
Justo cuanao Ta «biófrealimentacíón» (biofeedback)
aclaraba los misterios de las técnicas yoguis de control
corporal en Estados Unidos, Lozanov iniciaba una in-
vestigación fisiológica para desmitificar y modernizar
las técnicas yoguis que permiten controlar la memoria
y otras facultades mentales. «Los "milagros• que logra
un yogui nacen del uso controlado del pensamiento o
sugestión -dice-. E.l yogw es. capaz de .anestesiarse
co:g el pex,.§alllientQ. l>uéde controrar coriscientemenfe
procesos corporales internos. La integración de sus pen-
samientos y su cuerpo puede significar salud, paz men-
tal y longevidad.»
Lozanov empezó, lógicamente, a utilizar la sugesto-
logía en medicina y psiquiatría, con el objeto de lograr
un control voluntario del organismo. En el Sanatorio
Sindical de Bankya, se inicia una sesión de terapia de
grupo típica en la que Lozanov explica cómo puede ia
mente ayudar al cuerpo a curarse. Con su voz tranquila
y melodiosa, Lozanov dice a unos pacientes en reposo
30
pero totalmente despiertos: «¡Relájense! Profundamen-
te, profundamente ... nada debe inquietarles. Tienen todo
el cuerpo completamente relajado. Todos los músculos
descansan.» No intenta eliminar ningún síntoma espe-
cífico sino que sigue el principio yogui de que la rela-
jación profunda borra la tensión y el miedo. Después
de unos veinte minutos de sugestión positiva, mientras
los pacientes se relajan, Lozanov concluye: «Están uste-
des bien del todo. Pueden superar cualquier dificultad.»
Luego, un cantante inicia la recitación melódica de
una poesía muy famosa. «Es importante centrarse en un
objetivo elevado que nos impulse a empresas creado-
ras», dice Lozanov. Las sugerencias curativas parecen
captar la atención de los pensamientos más íntimos del
individuo, según los pacientes. Según Lozanov: «no es .
tanto curar como enseñar el arte de vivir». Los funcio-
narios del sanatorio atestiguan que el sistema funciona
y citan numerosos historiales clínicos de individuos cu-
rados de trastornos funcionales del sistema nervioso,
neurosis y alergias.
Las primeras noticias que se difundieron sobre la su-
gestología en amplia escala se referían a su uso en el
control del dolor. En el verano de 1965, un profesor de
gimnasia de cincuenta años pidió a Lozanov que le en-
señase sugestología para poder someterse a una inter-
vención quirúrgica, debido a una gran hernia inguinal
que tenía, sin utilizar anestesia. Esta operación, que se
televisó y se filmó, se convirtió en un importante docu-
mento gráfico, y se presentó en un congreso médico
internacional en Roma en septiembre de 1967, como
prueba del poder de la sugestología. Resultó quizá de-
masiado gráfico para algunos cuando nos pasaron la
película en Estados Unidos. Los miembros del público
que no eran médicos parecían sufrir más que el pa-
ciente cuando le abrieron el vientre, mientras él seguía
allí bromeando con el tintineo de los instrumentos. La
hemorragia fue mínima y, según el director del hospital,
doctor M. Dimitrov, el paciente «se curó mucho más
rápido de lo normal». Lozanov y los auxiliares se apre-
suraron a aclarar que aquello no era hipnosis, sino una
nueva forma de control voluntario. Por eso los periódi-
cos búlgaros lo calificaron de innovación médica.
Aunque al doctor Lozanov le interesaba la capacidad
humana en términos generales, le sucedió algo en la
práctica psiquiátrica que le llevó a centrarse cada vez

31
más en la supermemoria. Acudía a consultarle gente
que padecía lo que Lozanov llegó a la conclusión de que
parecía ser una enfermedad común pero sin nombre.
Tras conocer numerosos casos, Lozanov le adjudicó un
nombre «propio». Si alguna vez te quedas atrás, puedes
alegar que padeces didactogenia, enfermedad causada
por los malos métodos de enseñanza. Los estudiantes
agobiados por un exceso de trabajo se desmayaban.
Contraían toda una gama de enfermedades y neurosis
provocadas por la tensión.
Si podía haber cirugía sin dolor y parto sin dolor,
¿por qué no lograr también que naciera el conocimiento
sin dolor? se decía Lozanov. Si las técnicas derivadas
del raja-yoga eliminaban el dolor de la intervención qui-
rúrgica y del parto. ¿por qué no ensayarlas también
para eliminar el dolor en el aprendizaje?
Se aplicó un tratamiento sugestológico a los estu-
diantes que padecían angustia causada por los exáme-
nes. Se apreció un inmediato fortalecimiento de la me-
moria y una disminución de la tensión y la fatiga. Un
soldador que asistía a la escuela nocturna informó que
después de la sugestología podía recitar un poema ente-
ro en clase sólo con leerlo una vez. «Es un milagro», le
dijo a Lozanov. Siempre le había costado mucho tra-
bajo recordar lo que aprendía.

Percepción extrasensorial, supermemoria


y aprendizaje
Lozanov se lanzó a buscar medios de abrir los circui-
tos de reserva de la mente, convencido de que cuerpo,
mente e intuición están todos holísticamente entrelaza-
dos en los procesos de aprendizajei recuerdo,.x c~lllupi-
cac.ión. ¿Por qué nos conmueve una gran actriz e íruluye
-en nosotros con tanta fuerza? ¿ Cómo nos influye un po-
lítico popular? ¿Cómo influye en nosotros un gran maes-
tro? Lozanov acabó convencido de que no sólo oímos las
palabras que dicen la actriz, el político o el maestro,
sino que percibimos también, y nos influyen, cosas que
captamos de ellos a un nivel intuitivo. Según Lozanov,
percibimos constantemente a dos niveles.
Lozanov empezaba a descubrir además que- las mis-
mas técnicas yoguis que abren la supermemoria y curan
el cuerpo, dan acceso también a otros :poderes latentes
32
de la mente, como la clarividencia y la telepatía. Si
fuese así, percibiríamos más aún que esos mensajes in-
tuitivos de los demás. En consecuencia, le pareció que
era importante saber algo de parapsicología para cual-
quier tipo de sistema de aprendizaje ampliado.
Los fenómenos parapsicológicos pueden aplicarse en
pedagogía, comunicó Lozanov al Bulgarian Evening
News en 1965. Lo que quizás hubiese parecido asombro-
so en Estados Unidos, no constituía ninguna sorpresa
en una cultura tan antigua y tan imbuida de la tradi-
ción hermética como la búlgara. Que hay un aspecto
psíquico de fa mente era algq que allí se daba por su-
puesto. Bulgaria (u~ centro dnrant,e si,g.!-os de_la tradi-
me
ción ocu;lüsla occi~al. .Sn_t.!l li].gfo _,.g~J*llQ ~ege;:
de los cataras. mov1m1ento relii1oso y1pcu1aa'o..,a)a fra-
díción...~~ca. Los gnófficos' creían que el indtv1ctt10
aebía ak:ariiar conocimiento directo, o «conciencia cós-
mica», de los principios divinos por sí mismo, y no ar-
bitrariamente a través de la iglesia y del sacerdote. Para
ello el individuo debía desarrollar lo que llamaríamos
facultades psíquicas mediante diversas técnicas secretas.
A partir del Renacimiento, el país se llenó de movi-
mientos y sociedades ocultistas dedicados al desarrollo
psíquico. Las prácticas místicas y esotéricas se han fil-
trado en la vida diaria de los ocho millones de habi-
tantes que tiene hoy Bulgaria. No puede extrañarnos,
pues, que, como dice Christian Godefroy, especialista
francés en percepción extrasensorial, Bulgaria tenga, en
proporción, más clarividentes, más curadores psíquicos,
más telépatas, más videntes que prácticamente cualquier
otra nación del mundo. :Ésta es la causa de oue los búl-
garos se interesen especialmente en comprender la base
científica de tales hechos.
«Era sólo una parte natural de nuestras vidas -nos
contaba un educador búlgaro-. Hacíamos examen de
conciencia y meditación todos los días, corno algo na-
tural.»
Con una cultura así, es lógico que fuese Bulgaria
el primer país del mundo que nacionalizó una profetisa.
La famosa oráculo ciega búlgara, Vanga Dirnitrova, fue
incluida en la nómina del gobierno como un «recurso
natural» del país. Es corno si el gobierno de Estados
Unidos nacionalizase al difunto Edgar Cayce.
A Vanga, que vive en la población de Petrich, junto
a la frontera yugoslava, la consultan a diario docenas
33
de personas, desde campesinos locales a altos funciona•
rios del gobierno. Encuentra a gente perdida, ayuda a
resolver crímenes, diagnostica enfermedades y lee el
pasado. Pero su mayor don es el de profecía. Vanga es
sobre todo famosa por saber predecir la fecha de la
muerte de una persona.
El doctor Lozanov estudió a Vanga durante más de
diez años, intentando aclarar cómo penetran enlamen-
te tales percepciones psíquicas. Instaló en Petrich un
laboratorio completo de fisiología, pagado por el gobier-
no, para estudiar todas las historias clínicas y los dife-
rentes factores que intervienen en la percepción psíqui-
ca, por qué un día es bueno y el siguiente malo. Qué
facilita el proceso y qué lo bloquea.
Intentaba aclarar el «porqué» de casos como éste:
una mujer embarazada de un pueblo del sur de Bulgaria
consultó a Vanga. «Al niño que llevas en el vientre le
matarán cuando sea poco más que un niño», le explicó
Vanga. Y describió la casa donde vivía el futuro ase-
sino.
«Y así fue -dijo Lozanov-. Y después, los milicia-
nos detuvieron al asesino en la casa que había indicado
Vanga.»
El primer encuentro de Lozanov con Vanga desveló
aspectos de la percepción psíquica que habrían de jugar
más tarde un papel en la evolución de sus ideas sobre
cómo la mente del individuo recoge y caY.ta información
en el proceso de aprendizaje. «Había 01do hablar tanto
de Vanga que cuando tenia: veintitantos años decidí ir a
verla -explica Lozanov-. Me acompañó un amigo de la
universidád de Sofía.»
Los dos jóvenes investigadores detuvieron el coche
a un lado de la carretera, en los arrabales de Petrich y
echaron a andar. No querían que nadie tuviese la me-
nor información sobre ellos. Lozanov sospechaba que
Vanga podía tener espías esparcidos por el pueblo para
vigilar a los visitantes.
-Hicimos cola con centenares de personas --conta-
ba Lozanov-, esperamos tres horas, y al fin llegamos
a la cabeza de la cola. Ni siquiera hablábamos entre
nosotros. ¿Para qué dar claves a posibles espías? Por
último, llegó nuestro turno. Primero pasó mi amigo
Sasha. Vanga le dijo su nombre propio y su apellido.
Luego le dijo dónde había nacido y describió el apar-
tamento de chaflán de un segundo piso donde vivía en-

34
tonces. Luego le dijo el nombre de su madre e identificó
la enfermedad que padecía. Luego le dijo la fecha de la
muerte de su padre e indicó la enfermedad de la que
había muerto. Le comunicó toda esta información como
si la estuviese leyendo en un libro. Luego dijo: «Llevas
casado siete años pero no tienes hijos. Tendrás un hijo
dentro de un año.» Y sucedió exactamente lo que ella
predijo.
»Luego, llegó mi tumo. Cuando crucé el umbral, Van-
ga dijo: "Georgi, ¿por qué has venido aquí? Quieres
probarme. Es demasiado pronto. Ya volverás de aquí
a unos años." Parecía indicar que el estudio científico
serio de su talento profético sólo sería posible más ade-
lante. Yo no dije nada; en vez de hablar, intenté hacer
mi primer experimento -dice Lozanov-. Utilizando
toda mi fuerza de voluntad y la escasa capacidad tele-
pática que poseo, imaginé que era otro hombre, un
hombre al que yo conocía muy bien. Ella empezó a pre-
decir, pero se equivocaba. Y así me lo indicó ella mis-
ma. Luego me dijo: "Vamos, puedo decirte cualquier
cosa."
»Que pudiese bloquear a Vanga -comenta Lozanov-
es de sumo interés. Era la primera prueba en favor de
mi hipótesis de que Vanga recogía 10 que les decía a los
visitantes de las mentes de éstos, telepáticamente.
El promedio de clarividencia de Vanga, medido a lo
largo de años, nos indica un nivel de precisión del ochen-
ta por ciento. Según los rumores, un instituto alemán
particular ofreció una suma fabulosa al gobierno búl-
garo a cambio de los servicios proféticos de esta mujer.
Han intentado consultarla celebridades de la alta socie-
dad, como Jackie Kennedy, pero ella se negó en redon-
do, pues lo que quiere es seguir trabajando con el Ins-
tituto de Sugestología.
Aunque nada se diga hoy públicamente al respeto, de-
bido a cambios de enfoque político, los búlgaros nos
dicen que este trabajo del Instituto ha seguido su curso
sin problemas. Aun hay una placa en casa de Vanga
que dice: «Colaboradora científica del Instituto de Su-
gestología».
En el Instituto para Médicos Postgraduados en que
empezó a trabajar, Lozanov dedicó la mitad de su tiem-
po a e-studios sobre telepatía, clarividencia y visión sin
ojos (la capacidad paranormal de percibir colores y ci~
fras impresas con la piel). Estudió a unos sesenta y

35
cinco individuos con facultades especiales con objeto
de descubrir cómo podían alcanzar reservas de infor-
mación más amplias que la mayoría de los seres hu-
manos. ¿Cómo hacían consciente esa información?
¿Cómo viajaban a través del tiempo?
Lozanov descubrió que cuando los individuos sensi-
bles utilizaban su capacidad paranormal, solían suceder
ciertas cosas en el organismo. Se decía que con ejer-
cicios de raja yoga se podían crear ritmos concretos del
cuerpo y de la mente que daban acceso a una conciencia
más amplia. Parecía existir una conexión entre lo que
los individuos sensibles hacían de modo natural y lo
que se decía que se lograba con el raja yoga. Lozanov
ensayó varios métodos de desarrollo psíquico. Logró
éxito con la telepatía. Luego utilizó su nuevo método
para intentar enseñar a niños ciegos a ver con la piel.
Consiguió también buenos resultados. (Ver capítulos 15
y 16.)
La sugestología «puede aumentar la capacidad pa-
rapsíquica de un individuo o de un grupo entero ... Las
facultades de telepatía y clarividencia pueden cultivarse
y desarrollarse por medio de la sugestología», informa-
ba Lozanov en 1966, en el Congreso Internacional de
Parapsicología de Moscú. Lozanov descubrió que, tal
como habían dicho los seguidores del raja yoga, deter-
minadas técnicas antiguas activaban la supermemoria,
la capacidad autocurativa y las facultades psíquicas.
Al adiestrar a otras personas en el desarrollo de estos
poderes paranormales, confirmó aún más su teoría de
que, a medida que la conciencia se expande, el individuo
recoge información intuitiva suplementaria que puede
potenciar el proceso de aprendizaje u obstaculizarlo.
Fue convenciéndose también de la importancia de
los elementos sugerentes de la cultura en el desarrollo
de estas facultades. El hecho de que la cultura búlgara
acepte todo esto, da al individuo mayor libertad para
desarrollar las facultades psíquicas, según su opinión.
El escritor y educador norteamericano George Leonard,
que dirige cursos dedicados al desarrollo psíquico de
los atletas, opina lo mismo. Según él, lo que hace, en
realidad, es crear un medio en que el individuo tenga
libertad para ejercitar sus facultades naturales.
Lozanov descubrió algo más, también, en estos ex-
perimentos. La información psíquica e intuitiva llega a
la mente con la misma rapidez y del mismo modo auto-
36
mático que los datos de la supermemoria. Daba la im-
presión de que la percepción extraseo~ial],: la supe.r-
mem~ria ªct:uab.an ¡>or. meclio. ae. m ~ mentales
parecidos.

Los principios de la sugestopedia


Hasta entonces, Lozanov había estudiado científica-
mente el raya yoga, el aprendizaje en el sueño y la parap-
sicología. Pero sus descubrimientos eran un rompecabe-
zas de métodos que debía agrupar en un sistema de
aprendizaje global y holístico. (Para una explicación
más amplia ver los capítulos 4 y 5.) El sistema que pro-
yectó tendría dos partes: una sesión destinada a activar
supermemoria en individuos totalmente conscientes y
un nuevo método de enseñanza correspondiente. El mé-
todo incluiría técnicas psicoterapéuticas como la tera-
pia de autoimagen y las afirmaciones. El conjunto del
sistema estimularía al total de la personalidad del indi-
viduo. Sería aprendizaje sin esfuerzo. Sería un método
que no perjudicaría a la salud sino que, por el contra-
rio, la fortalecería (ver Apéndice).
Según todas las pruebas, parecía posible que la gente
alcanzase supermemoria y aprendiese mucho más de-
prisa de lo normal en un estado físico ralentizado como
en la enseñanza en el sueño o hipnopedia. Hasta los que
poseían capacidad supranormal innata parecían ponerse
en ese estado de relajamiento cuando hacían sus pro-
digios. Al frenarse los ritmos orgánicos, era más eficaz
la mente. ¿ Cómo alcanzar ese estado sin hallarse al bor-
de del sueño o en trance? ¿Cómo lograrlo con plena
conciencia? El yoga y una técnica médica comunista
corriente nos dan algunas soluciones.
En los sanatorios búlgaros suele utilizarse terapia
musical. A los pacientes que tienen trastornos cardíacos
o hipertensión, por ejemplo, les tratan con una música
de ritmo muy lento y sostenido. Esto calma el cuerpo.
Se descubrió, incluso, que una grabación de clics rítmi-
cos, de cuarenta a sesenta compases por minuto, ami-
noraba el ritmo de la mente y el cuerpo. Lozanov utilizó
música para fortalecer la memoria. Empezó con movi-
mientos lentos de música barroca clásica, música que
tenía un ritmo sostenido de un compás por segundo,
aproximadamente, de sesenta compases por minuto. La

31
música, y no el sueño o la hipnosis, sosegarían el cuerpo
de forma que la mente pudiese empezar a aprovechar
sus posibilidades latentes.
Era lógico que la idea de utilizar la música como
medio de llegar a las reservas de la mente brotase en
el país del legendario músico Qrfeq d~ . l'G~ tierra
~ue es ,hoy ,p.ñk..dt:d3.q.lprla. Orfeo había utilizado la
musica para encantar tanto a la Naturaleza como a los
seres vivos.
Cuando el individuo se halla en ese estado sereno de
aprendizaje, ¿cuál es el mejor medio de introducirle la
información que quiere asimilar y recordar? Para el
yoga la solución era una forma rítmica. Lozanov halló
un ritmo específico que parecía sincronizarse bien con
los ritmos de la mente y el cuerpo. Como en el caso
del aprendizaje en el sueño, despiezó los datos en bre-
ves fragmentos o frases cortas. Se emitiría un fragmen-
to cada ocho segundos. En: el aprendizaje en el sueño,
podía:q tener que repetirse los mismos cinco minutos
de información treinta y seis veces en una noche. Los
búlgaros descubrieron que con el nuevo sistema se ne-
cesitaba poca repetición. Los profesores añadían en-
tonaciones distintas para romper la monotonía del rit-
mo constante.
Se descubrió también que una transmisión sosegada
y lenta del material era el secreto de un mejor apren-
dizaje. Lo descubrió un investigador de la UCLA, el doc·
tor Willard Madsen, que trabajando con jóvenes retar-
dados, comprobó que cuando aminoraba la velocidad
de transmisión hasta un intervalo relativamente ]argo,
los chicos de coeficiente intelectual bajo aprendían casi
con la misma facilidad que sus condiscípulos más inte-
ligentes. El ritmo parecía actuar como resincronizador
de ritmos internos desincronizados y fortalecer con ello
la memoria.
Empezaron a hacerse pequeños experimentos de
aprendizaje con el método musical de la memoria. Lo-
zanov inició a algunos estudiantes en la «desugestión»,
uno de los elementos psicológicos de su método. Se
trata de una terapia de autoimagen. «Se nos condiciona
a creer que sólo podemos aprender determinada canti-
dad con determinada rapidez, de que estamos conde-
nados a enfermar, de que ciertos limites rigidos marcan
lo que podemos hacer y lograr -les dijo--. Se nos bom-
bardea constantemente, desde que nacemos, con suge-
38
rencias limitadoras. El primer paso -añadió- es su-
perar mentalmente estas limitaciones. De ese modo, po-
demos aprender más deprisa y liberar nuestro potencial
más íntimo.»
Hizo aprender a los estudiantes ejercicios de relaja~
ción profunda para liberarse de tensiones. Aprendieron
ejercicios respiratorios de raja yoga para mejorar la
concentración. Luego se hizo cargo de la clase un pro-
fesor y dio una lección de lengua. Luego, llegó la sesión
del concierto de supermemoria, con los elementos «su-
geridores» del estado alterado, música y ritmo. Los es-
tudiantes se relajaron oyendo la majestuosa música des-
tinada a aminorar los ritmos de la mente y el cuerpo.
Por encima de la música oían frases de vocabulario
leídas a un ritmo lento y sostenido.
Al día siguiente, estos estudiantes hicieron un exa-
men. El resultado fue asombroso. Lo recordaban casi
todo. Parecían controlar la memoria. Y no había habido
que dormirles ni que hipnotizarles para conseguirlo.
Los estudiantes estaban siempre despiertos y plenamen-
te conscientes. Era un verdadero descubrimiento. El ser
humano nunca había sido capaz de alcanzar superme-
moria en estado consciente. Lozanov sabía que estaba
a punto de conseguir algo.
Tal como había supuesto Lozanov, las sesiones de
supermemoria parecían estimular de modo general la
conciencia. Los estudiantes captaban mejor ciertos sen-
timientos o actitudes del profesor. Si el profesor se
sentía deprimido, o consideraba poco inteligentes a los
estudiantes, o pensaba que el método no resultaría,
los estudiantes lo percibían, y esto afectaba a su eficacia.
Lozanov llama a esto «señales de segundo nivel», utili-
zando el lenguaje de la cibernética. Para resolver esto,
parte del método pedagógico se dedica a crear una at-
mósfera positiva animadora estimulante. Se determina
también la conducta del profesor de modo que las claves
no verbales, como gesto, tono y expresiones faciales
vayan encaminadas a aumentar el interés y la confianza
en sí mismos de los estudiantes. La relación entre es·
tudiante y profesor tiene mucha importancia. (Ver Apén-
dice.)
A principios de los años sesenta, Lozanov proclamó
públicamente que podía mejorar la memoria de un indi-
viduo en más de un cincuenta por ciento por medio de
la sugestopedia. Poco después, comunicó que con este

39
sistema pedagógico sin tensiones ni agobios, los estu-
diantes aprendían fácilmente un idioma en un mes y al
año siguiente mostraban un índice de retención muy
elevado. El sistema era válido con jóvenes y viejos, in-
teligentes y retrasados, cultos e incultos. Y el método
parecía mejorar además la salud y curar enfermedades
relacionadas con la tensión.
Era suficiente para que otros profesionales reaccio-
naran. «No existen esas reservas de memoria en los
seres humanos», protestaban los escépticos. La sugesto-
pedía integraba campos tan diversos que los especia-
listas estaban desconcertados. Los profesores no enten-
dían la psicoterapia. Los músicos no entendían el as-
pecto médico. Los médicos no seguían la parte pedagó-
gica. La polémica saltó a la prensa diaria. Lozanov fue
atacado, se le investigó. Una comisión oficial del go-
bierno se dedicó a examinar la sugestología, algo que
podía tener consecuencias inquietantes en un país como
Bulgaria.
Los miembros de la comisión se reunieron en una
gran sala de uno de los principales hoteles de Sofía.
Se habían puesto de acuerdo para probar aquel método
absurdo y eliminarlo si no funcionaba. Estaban senta-
dos en tumbonas con las luces bajas, oyendo una música
suave. No parecía un lugar apropiado para trabajar.
«Relájense. No piensen en nada -les decía el pro-
fesor-. Limítense a escuchar la música mientras yo leo.»
Al día siguiente, los miembros de la comisión descu-
brieron apresadumbrados que, aunque estaban seguros
de no haber aprendido nada, recordaban. En el examen,
pudieron leer, escribir y pronunciar con toda facilidad
de 120 a 150 términos nuevos asimilados en la sesión de
dos horas. Absorbieron, asimismo, sin esfuerzo las re-
glas gramaticales. Al cabo de unas semanas, pese a que
muchos creían firmemente que no podían aprender nada
así, sin esfuerzo, habían aprendido un idioma extranjero
que antes no dominaban. ¿ Qué informe podía dar aque-
lla comisión oficial del gobierno?
En 1966, el Ministerio de Educación búlgaro fundó
el Centro de Sugestopedia en el Instituto de Sugestolo-
gía. Con un equipo de unos 30 especialistas en educa-
ción, medicina e ingeniería el Instituto se dedicó a dar
clases normales con sugestopedia al mismo tiempo que
hacía investigaciones fisiológicas y médicas en sus la-
boratorios para descubrir cuál era la clave del apren-

40
dizaje rápido de la supermemoria. A los que pasaban
por las clases de sugestopedia se les hac1an después
exámenes. ¿Cuánto habían olvidado? ¿Persistía la me-
jora en la salud física que habían experimentado? No
sólo habían aprendido mucho más deprisa sino que
no olvidaban. Seis meses después, la retención aún era
del ochenta y ocho por ciento. Veintidós meses más
tarde, sin que hubiesen utilizado en aquel período el
nuevo idioma, la retención aún era del cincuenta y siete
por ciento. Los estudiantes volvían también por propia
iniciativa para explicar lo mucho que había mejorado
con los cursos su estado anímico.
Acudía además gente de todas las edades y de todas
las actividades profesionales a cursos nocturnos del Ins-
tituto después de una jornada completa de trabajo.
Llegaban cansados y a veces con dolor de cabeza.
«Las sesiones de meditación hacen que te sientas
maravillosamente, vigorizado, fresco», decían los estu-
diantes. «No tienes que hacer ningún esfuerzo», atesti-
guaban. «No te cansas ni mental ni físicamente.»
El equipo de control indicaba que durante la sesión
del concierto los cuerpos de los estudiantes se hallaban
en un estado similar al producido por ciertos tipos de
meditación yogui destinados a reanimar y restaurar el
cuerpo. Los procesos orgánicos se atenúan hasta el nivel
óptimo y más saludable; las ondas cerebrales bajan al
tonificante nivel alfa. Los estudiantes informaban de
que hasta sus jaquecas desaparecían en las sesiones con
el método musical de la memoria.
¿Hasta qué punto podía ampliarse la mente una vez
que empezaba a abrirse? Parecía igual de fácil aprender
cien palabras que cincuenta. Se organizaron clases de
voluntarios. En una sola sesión, aprendieron quince lec-
ciones de un libro de texto francés que significaban un
total de quinientas palabras nuevas. Inmediatamente
después, se les hizo un examen y otro tres días después.
Los resultados fueron excelentes, extraordinarios. «Ha-
bían retenido todas las palábras», dice Lozanov.
Actualmente, la media de aprendizaje es de ochenta
a cien palabras diarias en cursos intensivos. Según la
mayor escuela de idiomas del mundo, Berlitz, se consi-
dera un éxito aprender doscientas palabras después de
varios días (treinta horas) de aprendizaje intensivo
de «inmersión». Por desgracia, la tasa de olvido ha sido
casi igual de rápida en estos métodos intensivos.

41
Con el sistema búlgaro, quinientas palabras al día
era lo normal. En 1966, un grupo aprendió mil palabras
diarias, y en 1974 se comunicó un promedio de 1.800 pa•
labras al día. En 1977, informó Lozanov, algunos indivi-
duos demostraron en los exámenes que eran capaces
de aprender hasta tres mil palabras diarias.
A diferencia del aprendizaje en el sueño, en el que
puede hacerse necesario repetir hasta treinta y seis ve-
ces los mismos cinco o diez minutos de información
en la sugestopedia no hacen falta muchas repeticiones.
Se puede retener mucha más información en menos
tiempo. Al transmitir la información a una velocidad
de unos cuatrocientos fragmentos de datos por hora,
la única limitación parece ser el número de horas del
día. Cuando uno lee los informes, empieza a pensar que
en ese mismo instante, alguien, en algún lugar, debe
estar alcanzando ya una nueva cota en este campo del
aprendizaje rápido.
¿Cuáles son, pues, los límites externos de la capa-
cidad potencial de la mente humana? Según Lozanov,
cuando aprendes a abrir la mente, la capacidad de re-
cordar parece casi ilimitada, no parece haber punto de
ruptura.
El Instituto enseñó en principio idiomas, porque era
fácil medir los progresos contando palabras. Lozanov,
por supuesto, no tenía formación pedagógica. Gran parte
del trabajo con idiomas lo hizo Alexis Nobakov, desta-
cado profesor, músico y actor. :81 preparó programas
completos equivalentes a cursos de idiomas de dos y
tres años (vocabulario de seis mil palabras y gramática
completa). Los estudiantes se diplomaban en tres me-
ses. Poco a poco, se iniciaron cursos en todos los cam-
pos, desde las matemáticas a la física y la biología.
En el viaje que hicimos a Bulgaria en 1968, recorri-
mos unas aulas que eran como salones con círculos de
tumbonas, examinamos sus bien equipados laboratorios,
vimos las salas especiales con protección electromagnéti-
ca destinadas a investigar percepciones extrasensoriales
e inspeccionamos la biblioteca y el departamento de tra-
ducción. Conocimos al personal, a los científicos y a los
profesores. «Aún seguimos investigando, experimentan-
do, modificando el método», nos dijo Franz Tantchev,
encargado de información del Instituto, resumiendo lo
que otros nos habían dicho. «Todos los días descubri-
mos cosas nuevas sobre la sugestopedia.»
42
Nosotros no sabíamos cómo funcionaba exactamente
el método, pero empezábamos a convencemos de que en
Bulgaria estaba sucediendo algo real, algo verdadera-
mente emocionante, algo que era mucho más que un
nuevo método en la tecnología de la enseñanza.
Nos enteramos también de que la Unión Soviética
estaba muy interesada en la sugestopedia. Los soviéti-
cos se habían interesado ya antes por los sistemas de
aprendizaje rápido. Después de los levantamientos de
la primera guerra mundial y de la revolución rusa, los
soviéticos quisieron conseguir que su población, inculta
en su mayoría, alcanzara el nivel de los países indus-
trializados de Occidente. Recurrieron a la relaxopedia,
la hipnopedia y posteriormente al aprendizaje en el sue-
ño y a la hipnosopedia. Parecía ser que en muchos de
sus mejores centros pedagógicos se estaba utilizando
yd. la sugestopedia búlgara. Nos enteramos también de
que proyectaban utilizarla otros países del bloque so-
viético.
Cuando nos despedimos del doctor Lozanov, nos co-
mentó que tenía la esperanza de que su método de
aprendizaje rápido pudiese llegar a utilizarse también
en Norteamérica.
-Me dijo un astrólogo una vez que mi «Venecia»
está en Géminis, y que no significa buenas relaciones
con América -bromeó.
-Es «Venus» -le dijimos, con una sonrisa.
Lozanov soltó una carcajada y pasó rápidamente a
decimos que él, a diferencia de los estudiantes de su
Instituto, no había contado con la ventaja de la suges-
topedia para aprender idiomas. Estaba demasiado ocu-
pado con su trabajo y sus viajes a otros países super-
visando los centros de sugestopedia.
Dejamos Bulgaria con la impresión de que oiríamos
hablar más de aquel hombre tan consagrado a sus ta-
reas, y que creía que los beneficios de los descubri-
mientos búlgaros «debían entregarse al mundo y no
guardarse para que se beneficiasen de ellos sólo unos
pocos».
Un tiempo después de nuestra llegada a Norteamé-
rica, de pronto, en 1969, pese al hecho de que eran muy
pocos los búlgaros a quienes se permitía viajar a Occi-
dente, llegó a Nueva York el doctor Lozanov.
-¡«Venice» en Géminis! -dijo triunfalmente en el
aeropuerto Kennedy.
43
-Es «Venus» -bromeamos. Había algo, sin duda,
que actuaba en su favor.
En esta visita y en otras posteriores que hizo a Nor-
teamérica, vimos numerosas películas sobre sugestope-
dia y sugestología, leímos su tesis y varias publicaciones
suyas y vimos los ejemplares de presentación para la
UNESCO y para la Fundación Ford.
En 1970, salió a la venta en Estados Unidos y en el
extranjero nuestro libro Psychec Discoveries Behind the
Jron Curtain (Descubrimientos psíquicos tras el telón
de acero); y nuestro informe sobre Lozanov y cómo apli-
carse a la educación los poderes supranormales de la
mente movió a miles de personas de todo el mundo a
ponerse en contacto con nosotros. Profesores, estudian-
tes, hombres de negocios, particulares, acudieron a cien-
tos a Sofía para visitar el Instituto de Sugestología...
tantos, en realidad, que el gobierno búlgaro impuso li·
mitaciones.

¿Un salto evolutivo?


Han transcurrido ya dos décadas desde que el doctor
Georgi Lozanov empezó a utilizar el método musical de
la memoria para abrir las reservas de la mente y lograr
supermemoria y aprendizaje rápido. Actualmente utili-
zan la sugestopedia miles de personas en los países del
bloque soviético y está extendiéndose además con gran
rapidez en varios países occidentales. Además de los
cursos oficiales del Instituto de Sugestología de Bulga-
ria, se han ido haciendo cursos experimentales especia-
les durante este período en varios centros pedagógicos.
Y se han celebrado en numerosos países muchas confe-
rencias internacionales sobre sugestología.
En 1976 había diecisiete escuelas públicas en Bulga-
ria que habían utilizado el método Lozanov para todas
las asignaturas durante varios años. Teóricamente, según
las notas de los niños que asistían a estas escuelas búl-
garas, todos eran verdaderos prodigios. Según los infor-
mes, los alumnos de primer grado leían cuentos y rela-
tos de un nivel mucho más alto. Todos hacían dos años
de escuela en cuatro meses. Los niños aprendían a leer
en unos días. Las dudas empezaban a desvanecerse del
todo. Todos lo habían pasado bien. A todos les gustaba
aprender así. Todos eran creadores. Nadie fallaba. Los
44
niños enfermos se curaban solos con este nuevo proceso
de aprendizaje.
La doctora Cecilia Pollack, del Lehman College de
Nueva York, logró acceso a la escuela de Lozanov por
los contactos que tenía en Bulgaria con altos funciona-
rios del gobierno. Pudo presenciar las clases de la es-
cuela número 122 de Sofía, una escuela normal, de un
barrio normal. Vio que niños de nueve años resolvían
tranquilamente abstrusas ecuaciones algebraicas muy
por encima de la capacidad que normalmente se atri-
buye a los mejores alumnos de tercer grado. Todos los
cursos de la escuela habían cubierto en cuatro meses
el programa de dos años. Era un «fenómeno increíble»,
informó.
«Pero ¿y los rechazados?», preguntó, pensando en
los que se habían quedado en casa por no poder do-
minar las materias básicas. Debían tener, sin duda, apar-
te a los que eran lentos para aprender y a los suspensos.
«No los hay», contestaron los empleados de la es-
cuela. Ellos no creían que el coeficiente intelectual fue-
se algo innato o rígido. Si un niño fallaba, se le ayudaba
de inmediato a alcanzar el nivel normal. Este tipo de
educación global estimula a la totalidad del individuo.
Ne, sólo desarrolla la capacidad mental del niño mu-
cho más deprisa, según dicen, sino que además activa
la capacidad de creación y el gozo de aprender, al mis-
mo tiempo.
«Parecían escuelas sin suspensos» -informa Pollack.
Pollack volvió hablando de «prodigiosas implicaciones».
El sistema de Lozanov, según ella, ha «abierto un mun-
do de nuevas y emocionantes posibilidades de desarro-
llo humano ... Lozanov nos indica la vía que lleva a unas
posibilidades pedagógicas que permitirán una expansión
de la ciencia y del conocimiento y el enriquecimien-
to cie la personalidad humana en mucha mayor medida
que lo que consideramos hoy posible».
Si fuese cierto lo que le habían dicho, y aunque lo
fuese sólo en parte, se trata de un avance asombroso.
En 1977, en una conferencia que dio en Iowa, Lozanov
habló de nuevos progresos. Los antiguos experimentos
en que se aprendían quinientas palabras de un idioma
extranjero en un día eran ya, al parecer, prácticas regu-
lares cotidianas en ciertos cursos de idiomas. Observa-
dores del gobierno canadiense afirman que vieron cla-
ses en las que los alumnos aprendían cuatrocientas pa-

45
labras diarias. En 1976 visitaron las escuelas búlgaras
educadores suecos que confirmaron los resultados en
matemáticas: el tercer grado tenía un nivel equivalente
al sexto.
Ivan Barzakov, réciente desertor búlgaro, enseñó du-
rante un breve período en las Escuelas Lozanov y estu-
vo en el Instituto un par de meses. Afirma que los in-
formes de resultados sensacionales son ciertos. «El único
objetivo es hacer milagros en el campo de la educa-
ción», dice. Barzakov confirma la atmósfera de secreto
que rodea a los programas de expansión de la mente
en Bulgaria y en la Unión Soviética. Pocos miembros
del equipo tenían acceso a todo el programa, aunque
viesen los resultados finales. El secreto también afecta
al adiestramento de profesores en el método (ver Apén-
dice).
Con el paso de los años, ,hasta al gobierno búlgaro
le costaba trabajo creer que sus pequeños floreciesen
tan lozanamente. La sugestopedia hubo 4e pasar a lo
largo de los años por nuevas series de escaramuzas y
ataques. El gobierno volvió a movilizar sus fuerzas para
investigar. El Ministerio de Educación envió equipos
para comprobar el nivel académico.· El Ministerio de
Salud envió médicos y psicoterapeutas para que deter-
minasen el estado de salud de los estudiantes; el Minis-
terio de Cultura envió especialistas para examinar las
diversas técnicas que se utilizaban en los cursos. Eligie-
ron viejos enemigos de Lozanov para los equipos inves-
tigadores, a fin de asegurar que la investigación fuese
rigurosa.
En 1976 los funcionarios del gobierno búlgaro reve-
laron, en una gran conferencia nacional, sus informes
y su opinión. Estaban presentes el presidente de Bul-
garia y altos funcionarios del partido. La sugestopedia
producía los resultados que se decía. Había que exten-
der su uso.
«Dentro de muy poco funcionará el sistema en todo
el país», proclamó Lozanov en 1977.
Debido a informes contradictorios, sólo podemos ha-
cer conjeturas sobre la extensión del uso de la sugesto-
pedia en la URSS. Hay centros en Moscú, Leningrado,
Jarjov. Mosfilm, la principal empresa cinematográfica
soviética, hizo un documental sobre sugestopedia para
cines normales, destinado a estimular aún más el uso
generalizado de la sugestopedia. El periódico Pravda
46
destacaba ya en 1969 con grandes titulares los impre-
sionantes resultados de la sugestopedia en el prestigioso
Instituto Pedagógico de Lenguas Extranjeras de Moscú.
«Se puede aprender un idioma en un mes», afirma-
ban. Es evidente que ha de haber grandes intereses mili-
tares ligados a la sugestopedia. En la principal confe-
rencia de Moscú sobre sugestopedia, la de 1974, no se
permitió asistir a los occidentales, pero un observador
norteamericano que consiguió colarse informa que gran
parte del público era personal militar de uniforme. Al-
gunos eran, evidentemente, de la Academia Militar Frun-
ze de la República Kirgiz, junto a la frontera china.
Estudiantes de la Universidad de Norilsk, que está
en el círculo ártico, y de la universidad siberiana de
Novosibirsk utilizan sugestopedia... a un promedio
de unos diez mil estudiantes siberianos por año. Joseph
Goldin, vicepresidente de la Comisión para el Desarro-
llo del Potencial Humano de la Academia Soviética de
Ciencias, dice que se utilizará la sugestopedia con los
intérpretes de las olimpiadas de Moscú. Los centros de
Leipzig y de Berlín oriental informan de la retención
persistente de más del noventa por ciento lograda por
<;:ientos de individuos en los cursos de sugestopedia.
Aún hay más estudiantes en Hungría y en otros países
del bloque soviético. Los soviéticos están introduciendo
la sugestopedia también en Africa. -
¿ Significa esto que apunta en el horizonte un mun-
do comunista rebosante de genios? Si resultase ser un
nuevo «mundo feliz» se parecería menos, por suerte, a
la visión del futuro de Orwell y de Huxley y más a la
de Shakespeare, una visión llena de individuos como
los aventureros de La tempestad, que parecen y se ven
de pronto iluminados por una luz nueva. Quizá los estu-
diantes búlgaros aporten algún día un triunfo aún ma-
yor: mostrarnos cuál es realmente el límite humano.
En cuanto se desbarata la «conspiración» del límite, pa-
rece desbaratarse también el techo de la capacidad del
ser humano. Quizá estemos empezando a vislumbrar de
qué es capaz una personalidad sin trabas.
Uno de los mejores violinistas del mundo, Yehudi
Menuhin, que fue un niño prodigio (debutó en el Came-
gie Hall a los diez años), dice que él nunca se creyó
distinto en ningún sentido a los demás niños. Menubin,
' que practicó mucho tiempo yoga, cree que son capaci-
dades humanas normales y que surgieron en su caso

47
por pura exuberancia vital. Dice, además: «En general,
so! subestima a los niños».
El genio no es algo exclusivo de unos cuantos indi-
viduos especiales, sino común a todos, según el pandit
Gopi Krishna. «Debemos investigar las bases biofísicas
del genio», insiste este antiguo funcionario del gobier-
no, dirigente de los brahamanes kashmiri. Gopi Krish-
na ha instado a los científicos de centros como el Insti-
tuto Max Planck a analizar las técnicas ancestrales del
yoga hindú que afirman poder fundir las energías del
cuerpo y de la mente. De la fusión sale luz. Se ilumina
todo el individuo, convirtiéndose en lo que llamamos
un genio y en un ser espiritualmente desarrollado, se-
gún el pandit. Este vigoroso acto de integrarnos a noso-
tros mismos es, según Gopi Krishna y otros, el próximo
salto evolutivo de la especie.
Las técnicas que amplían la conciencia parecen ser
capaces también de abrir circuitos secundarios de la
mente que llevan a la ampliación de diversas capacida-
des humanas. Aunque estén lejos de ser una panacea,
y no sirvan para todos, bien pueden ser una solución,
una solución práctica, factible y hasta agradable para
nuestros problemas.
Si seguimos intentando abarcar los problemas mun-
diales y la «sobrecarga de información» económica y
política a escala mundial con nuestras capacidades limi-
tadas de hoy, nunca llegaremos a lograrlo, en opinión
de Lozanov. A menos que activemos circuitos adiciona-
les de aprendizaje del cerebro humano, el progreso que-
dará estancado, según su opinión.
Necesitaremos múltiples niveles de conocimiento hoy
en día para poder tomar decisiones, según dice la doc-
tora Jean Houston, que presidió en 1978 la Asociación
pro Psicología Humanista, y sin embargo la enseñanza
se ajusta al esquema del siglo diecinueve. «Necesitamos,
para resolver los problemas y dificultades de nuestra
época el uso pleno de capacidades humanas conocidas
y desconocidas -dice la doctora Houston-... el único
medio de desarrollar nuestro potencial humano es rom-
per este reducido ámbito e integrarse en un espectro
más amplio de conciencia humana.»

48
3
LA ENSERANZA A REACCIÓN DESPEGA
EN EL OESTE

Timmy, de trece años, reposaba en una cómoda alfom-


bra en el suelo de un aula de Georgia, junto con diez
compañeros de clase. Visualizaba mentalmente una se-
rie de imágenes que él había ideado para su programa
personal de relajamiento. «Tengo la cabeza como un
pastel... los ojos son como bolas ... los brazos como
espagueti ... »
Empezó a oírse al fondo música suave. Timmy oía
la voz del profesor; unas veces tenía un tono serio, otras
era un susurro, otras una orden, y recitaba rítmicamen-
te diversas palabras de una lista.
Timmy, que está ya en séptimo grado, había pasado
casi siete años aprendiendo a leer y luego había seguido
dos años en cursos suplementarios. Aún así, no sabía
leer. Sus profesores calificaban su problema con la lec-
tura de «tan insoluble como pueda imaginarse».
Y, de pronto, tras unas semanas de estas sesiones
de concierto, los exámenes demostraron que Timmy
había superado ocho meses de aprendizaje. Los estu-
diantes con problemas graves de aprendizaje del Con-
dado de DeKalb asistían a este programa y a otros si-
milares en la Escuela Elemental Huntley Hills, cerca
de Atlanta. Asimilaban más de un año de enseñanza de
lectura en menos de doce semanas. Aumentaba el ren-
dimiento en una proporción de cuatro a uno.
En la clase de ciencias de octavo grado del Instituto
de Enseñanza Media Woodrow Wilson de Des Moines,
Iowa, se desarrollaba otra escena interesante. El doctor

49
Wilbur Shurt, «famoso científico», interpretado por
Jack (un múchacho campesino de catorce años), le ex-
plicaba a un colega, «científico» y compañero de clase,
cómo lo harían para encontrar fosfatos en una peque-
ña isla del Pacífico que estaban explorando. La lección
de ciencias del día anterior, gracias a los métodos del
profesor Charles Gritton, se hacía dramáticamente viva.
Luego, la clase escuchó un disco de un conjunto de
música de cámara austríaco. Se relajaron en sus asien-
tos y respiraron rítmicamente al compás de la música:
dos inspiración, cuatro retención, dos inspiración, luego
repetir.
Gritton dijo luego, con entonaciones diversas y si-
guiendo el ritmo de la música: «Hierro. Símbolo Fe.
Fuerte como el hierro. Mercurio. Símbolo Hg. Cuando
hace más calor, sube el mercurio.» Eran cincuenta pa-
labras en total.
Jack comprobó su rendimiento en el examen que si-
guió. Descubrió un error. Pese a ser un estudiante me-
dio en otras clases, aquél era su primer error en cinco
semanas en aquella nueva ·clase de ciencias. Ninguno
de los estudiantes falló más de dos veces. Estaban emo-
cionados y orgullosos con aquella eficacia recién adqui-
rida. En otra clase, por propia iniciativa, le ofrecieron
palomitas de maíz al «peor» estudiante, para animarle
a mejorar. (Había tenido un total de tres errores.)
A los cuatro días de iniciado el curso, todos los 115
alumnos de ciencias del octavo grado de Gritton, ha-
bían logrado una media del noventa y siete por ciento ...
y seguían manteniéndola.
En un jardín persa, a la sombra de un espino albar
persa, había tres ceñudos norteamericanos comiendo.
Estaban en el restaurante autoservicio Rose-Garden.
«Qué vamos a hacer para aprender deprisa el persa», se
decían. Tenían que estar en Irán varios meses más y
resultaba duro vivir allí sin conocer el idioma.
-Tengo una idea -les dijo el tejano Doug Shaffer
a los otros dos, que eran marido y mujer y acababan
de llegar al Irán para dar clases en el departamento de
inglés de la ciudad de Mashjad.
Shaffer había oído hablar del método búlgaro de
aprendizaje rápido y acababa de recibir un folleto de
instrucciones. ¿Por qué no intentarlo?
-No funcionará en mi caso -refunfuñó la mujer-.
so
He probado con métodos de aprendizaje de idiomas de
todas clases sin resultado.
Después de mucha persuasión y con mucho escepti-
cismo, accedió a probar con unas cuantas sesiones de
autoaprendizaje. Ella y su marido se relajaron respi•
rando al ritmo de música barroca mientras Doug Shaffer
leía frases en inglés y un amigo iraní les leía ·en voz
alta su traducción al persa. Utilizaron el ritmo lento
prescrito de ocho segundos por frase.
En tres semanas «los resultados fueron realmente
espectaculares»; informaba Shaffer en 1977 desde la Uni-
versidad Firdusi de Mashjad, Irán. Habían aprendido
persa con asombrosa facilidad. «Funciona, funciona per-
fectamente», afirmaba Shaffer.
En la Universidad Estatal de Iowa, los estudiantes
aprendieron todo un semestre de español en dos sema-
nas, siete veces más deprisa de lo habitual, y además
disfrutaron aprendiendo. En Washington, D.C., los estu-
diantes aprendieron latin en una fracción del tiempo
normal de aprendizaje. En California, otros estudiantes
aprendieron un idioma eslavo tres veces más deprisa.
El centro de adiestramiento de Virginia de la flota nor-
teamericana del Atlántico informó de que había obte-
nido muy buenos resultados con un plan de aprendizaje
acelerado.
El aprendizaje «a reacción» con música ha logrado
al fin despegar en Norteamérica. En las escuelas y uni-
versidades, y por su propia cuenta, muchos occiden-
tales empiezan a apreciar algunas de las ventajas de la
supermemoria y de su propia capacidad ampliada ... ven-
tajas de que disfrutan desde hace veinte años muchos
individuos del bloque soviético.

Desentrañando el método
¿Por qué nos costó tanto tiempo? Las razones son
tan tortuosas y tienen entretejidas tantas «conspiracio-
nes» laterales como una intriga bizantina. Pero se re-
ducen a información deformada, información deforma-
mada a gran escala que nace de la política comunista
y de la ineptitud occidental. Debido a la política comu-
nista, los occidentales tuvieron grandes dificultades para
descubrir qué es exactamente el método y cómo utilizar-
lo. La ineptitud administrativa occidental hizo creer
51
erróneamente al público que el sistema no podía utili-
zarse en Norteamérica. Por desgracia, la intriga tiene
más interés que el puramente histórico porque persiste
aún y hasta parece aumentar a escala internacional.
Aunque a la mayoría nos resulte difícil entenderlo,
en los países comunistas la política influye en todo,
desde la física nuclear a los juegos de cartas. De los
cientos de occidentales que se apresuraron a trasladar-
se a Bulgaria y pidieron permiso para ver a los estu-
diantes en un aula, muchos no advirtieron que esa sim-
ple petición les situaba ya, como mínimo, en el marco
de un espionaje de ba.ia estofa. La Unión Soviética y los
países satélites se habían tomado la sugestopedia con
mucho interés. Y los militares soviéticos también pare-
cían interesados en su uso. Fue haciéndose evidente que
unos y otros querían mantener en secreto determinadas
partes del método de la supermemoria y del aprendi-
zaje acelerado.
Los gobiernos del bloque soviético pueden ponerse
muy quisquillosos en lo relativo a los superpoderes de
la mente. En 1977, por ejemplo, un científico de Moscú
entregó al corresponsal de Los Angeles Times Robert
Toth, un informe científico sobre una investigación pa-
rapsicológica realizada por los rusos. La KGB (policía
secreta soviética) detuvo inmediatamente a Toth y le
interrogó durante varios días. Fue acusado de recibir
«secretos de Estado» ... información sobre telepatía. No
le pusieron en libertad hasta que intervino el presidente
Carter. Cuando pasan cosas de este tipo en Moscú, hay
una conmoción en todo el bloque soviético, v a Bulga-
ria se le considera el satélite menos independiente de la
URSS.
Un amigo del doctor Lozanov, el doctor Milan Ryzl,
bioquímico checo, antes residente en Praga, explica ias
dificultades que suelen tener los científicos cuando in-
vestigan los poderes de la mente. Ryzl ideó un método
eficaz de adiestramiento para el desarrollo de percepcio-
nes extrasensoriales por medio de la hipnosis. El
gobierno checoslovaco enseguida se interesó mucho por
su trabajo. Rizl se dio cuenta de que le seguían cons-
tantemente agentes checos. Le robaron los informes a
máquina v los manuscritos. Por último, le pidieron en
términos bastante conminatorios que espiase a sus co-
legas científicos de otros países. Las autoridades checas
manifestaron con toda claridad que les interesaban las
52
técnicas parapsicológicas con vistas al espionaje. Ryzl
afirma que el gobierno ejercía tal control sobre su vida
que no tuvo más remedio que someterse. Por último,
comprendió que no tenía otra elección y huyó a Estados
Unidos en 1967.
El relato del doctor Ryzl es ejemplo típico de lo
que puede suceder bajo tales regímenes políticos. Cual-
quier declaración concreta que se haga a los occiden-
tales hay que analizarla muy pragmáticamente para ver
si es correcta ... no deben aceptarse las cosas sin más.
La mayoría de las instituciones que investigan las facul-
tades de la mente, todas, quizá, tienen un espía que
vigila a sus colegas. Los investigadores tienden, lógica-
mente, a ser muy reservados y no suelen hablar de lo
que están haciendo entre sí, y no digamos ya con los
occidentales. La gente no llega a ver a veces lo que ha-
cen sus colegas; no es de buen tono que confraternicen
con visitantes occidentales o que vayan a comer o a
cenar con ellos, salvo que vaya también un «observa-
dor». Cuando Lozanov dio conferencias en Occidente,
habló sobre todo del aspecto psicoterapéutico del apren-
dizaje rápido.
En 1974, Edward Naumov, un destacado parapsicó-
logo soviético, al que todos conocíamos, fue detenido y
condenado a un campo de trabajo. Su «delito» consistía
en confraternizar demasiado con los occidentales, pese
al llamado acuerdo de intercambio científico firmado
entre Rusia y Estados Unidos.
Las palabras «y Parapsicología» no figuran ya en el
nombre del Instituto de Sugestología de Sofía. En un
programa de radio al que asistió con nosotros, Lozanov
se consideró obligado a decir que no había conocido a
]a que había sido objeto de sus investigaciones, a Vanga
Dimitrova. Han procurado borrar por completo los an-
tecedentes de las relaciones de la sugestopedia con las
percepciones extrasensoriales.
Cuando Ja Unión Soviética proclamó en 1971 que
el yoga «es contrario al espíritu de nuestro país», y so-
bre todo «perjudicial para la salud», los búlgaros insis-
tieron en que el raja yoga no tenía ninguna relación
con la sugestopedia, pese a que ya había datos publica-
dos en la tesis de Lozanov. Antes de que el yoga pasase
a ser tabú políticamente, cuando nosotros estábamos
en Sofía en 1968, los investigadores del Instituto decían
ya que no habían estudiado el yoga; y eso hasta que

53
les enseñamos los informes publicados de su propia
obra. En 1977, el yoga volvió a ser aceptable, y Lozanov
babl6 de él en una conferencia sobre supermemoria en
Iowa. Hace unos años, pasó a quedar también envuelto
en el secreto un viejo método ruso, el aprendizaje en el
sueño. Los datos científicos sobre los posibles descubri-
mientos en este campo aún no han salido a la luz.
Los occidentales que buscaban afanosamente un buen
puesto de observación para analizar las clases de suges-
topedia en Bulgaria se encontraron con que había poco
que ver en apariencia. Los grupos de doce estudiantes
se sentaban en círculo en confortables tumbonas, pa-
recidas a asientos de avión. Al fondo, sonaba una músi- •
ca. El profesor hablaba en distintos tonos y cuando la
sesión terminaba, todos lo sabían todo.
Algunos decían que el secreto tenía que estar en los
asientos. Una universidad canadiense se gastó diez mil
dólares en unos butacones especiales de aprendizaje
rápido, con la esperanza de proporcionar a los estu-
diantes un instantáneo bilingüismo. No explicaron nada
en realidad a los occidentales. Lo que decían en las con•
ferencias era sumamente vago. El Suggestology Journal,
que publicaba el Instituto, dejó de circular en Occi-
dente.
Por último, y gracias, en parte, a los incansables es-
fuerzos de la doctora Jane Bancroft, profesora de fran-
cét- de la Universidad de Toronto, y vieja amiga de las
autoras de este libro, se empezó a utilizar en Occidente
un método eficaz para abrir la supermemoria.
La doctora Bancroft, especialista en idiomas, diplo-
mada en la Sorbona y en Harvard, había estudiado tam-
bién música. En 1971, nos ayudó a conseguir que el doc-
tor Lozanov fuera a Canadá a dar una conferencia en la
Universidad de Toronto. Antes, la doctora Bancroff fue
a Bulgaria a una conferencia internacional sobre suges-
tología y a realizar una investigación de cuatro sema-
nas, en que estudió ampliamente los archivos de los
autores, leyó la tesis de Lozanov, y profundizó más en
el raja yoga y en el aprendizaje en el sueño. Logró así
traer las bases esenciales del sistema, pero aún había
puntos oscuros que aclarar.
Un día que la doctora Bancroft estaba en el Insti-
tuto de Sugestología, se vio arrastrada involuntariamen-
te a una clase con un grupo de visitantes soviéticos.
Grabó aquella sesión, además de las destinadas a los

54
occidentales. Al volver a Toronto, repasó las cintas.
Como había empezado a sospechar en Sofía, las versio-
nes dadas a los rusos y a los norteamericanos eran dis-
tintas, aunque con un examen superficial resultase difí-
cil apreciarlo. Era difícil que la Unión Soviética gastase
grandes sumas de dinero en un método que sólo con-
sistiese en asientos cómodos y música agradable, co-
mentaba la doctora Bancroft. La sesión destinada a los
soviéticos debía incluir las claves que faltaban y que
necesitábamos para reconstruir correctamente el mé-
todo de Lozanov. Por lo que sabíamos de música y de
terapia musical, pudimos reconocer al oír las cintas al-
gunas de las composiciones y deducir la razón de que
se usasen. Tenían el compás lento que se utilizaba ha·
bitualmente en la terapia musical para aminorar los
ritmos mente-cuerpo.
El yoga insistía en el ritmo como vía para alcanzar
la capacidad mental supranormal. El cronómetro de la
doctora Bancroft propició un descubrimiento. El mate-
rial se leía a un ritmo,. preciso ~e. ocho ~ s .
«A los rusos les ofrecieron una sesión matemática-
mente precisa -nos explicó-. A los norteamericanos
les enseñaron los asientos, les dejaron oír la música de
fondo y les leyeron el material informativo sin el ritmo
preciso.» Dedujo así que la lectura del material con un
ritmo preciso y acompañada de una música determina-
da debía ser uno de los datos no revelados. Debía ayu-
dar a conseguir supermemoria. Las demás cosas que
hacían debían servir únicamente para intensificar el
efecto.
Nos pareció luego que el ritmo que había descubier-
to la doctora Boncroft tenía un tufillo familiar: sesenta
compases con un ciclo de :actividad de ocho a diez se-
gundos. 1En los años cincuenta, dos de los hipnotizado-
res médicos de mayor talento aplicaron esta pauta a
un plan de aprendizaje y aumento de la capacidad crea-
dora inmensamente acelerado, ampliando en el sujeto
la percepción del tiempo. El sistema era eficaz, pero
el sujeto tenía que estar en trance hipnótico profundo.
Sin embargo, los búlgaros parecían obtener resultados
positivos con alumnos en estado de control consciente.
La doctora Bancroft hizo luego una serie de visitas
a centros de sugestología de la URSS y de Hungría, se
entrevistó con especialistas y desertores comunistas re-
lacionados con el método. Obtuvo grabaciones y video-
SS
cintas de clases. Todos los diversos retazos se acoplaban
según un conjunto claramente definido. Más tarde, fuen-
tes superiores confirmaron nuestras conclusiones.
Luego sucedió algo que habría de confundir aún más
a los occidentales. Los búlgaros añadieron un segunda
sesión de concierto o de música. Había, pues, ya una
que se utilizaba durante la enseñanza, además de la
destinada a lograr supermemoria. Este concierto peda-
gógico utilizaba música completamente distinta de com-
positores románticos y se hacía con ella una lectura de
textos teatral y emotiva. Recordaba un poco un progra-
ma comercial de radio con una voz con fondo musical.
Cuando se pidió a los búlgaros una demostración de la
sesión de concierto, éstos ofrecieron el concierto peda-
gógico y no el de la supermemoria (ver Apéndice).

Resultados en Occidente
La doctora Bancroft complementó nuestros materia-
les de investigación con los suyos y publicó numerosos
artículos académicos. Acabó profundamente convencida
de las posibilidades del sistema y publicó un folleto ex-
plicativo, La clase de idiomas Lozanov (ver Apéndice),
distribuido por el Centro de Lingüística Aplicada de Vir-
ginia, que exponía algunos de los elementos clave de la
supermemoria, ocultados durante mucho tiempo. Un
amigo de la doctora Bancroft, el doctor Allyn Prichard,
director entonces del Departamento de Promoción del
Estudiante del Reinhardt College, Waleska, Georgia, fue
uno de los primeros que ensayaron, en 1975, este méto-
do de supermemoria recién estructurado, en clases su-
plementarias de enseñanza de lectura con niños retrasa-
dos y de aprendizaje lento.
~l y Jean Taylor descubrieron en la Escuela elemen-
tal de Huntley Hills, condado de DeKalb, que la clase
inicial de diez alumnos hacía unos progresos espectacu-
lares de casi un año en capacidad de lectura en sólo
unas semanas. El ochenta por ciento de la clase siguien-
te de veinte alumnos ganó un año o más de capacidad
de lectura en menos de doce semanas. Un rendimiento
cuatro veces mayor. Los demás lograron resultados algo
inferiores pero, de todos modos, espectaculares. «Era
lógico que nos sintiésemos muy estimulados», dijeron.
Prichard y Taylor descubrieron que cuanto más rela-

56
jado y tranquilo estuviese un niño durante la sesión
de concierto, mejores resultados obtenía. Muchos de los
alumnos eran hiperactivos y les resultaba dificil relajar-
se. «El dominio de una técnica cualquiera de relajamien-
to es muy probable que se convierta en parte normal de
la experiencia educativa de un niño», decían. Empezaron,
pues, a dedicar una o dos semanas a enseñar a los niños
a relajarse y a serenar la mente. Tres años después los
resultados seguían mejorando de modo constante y se
sentían plenamente optimistas. En 1978 habían logrado
resultados excelentes incluso con los niños más retra-
sados. El aprendizaje rápido funciona también en las
aulas norteamericanas, al parecer.
En 1972, Ray Benítez-Bordón, de la Universidad de
Iowa, y el doctor Donald Schuster, profesor de psico-
logía de la Universidad Estatal de Iowa, empezaron a
interesarse por la supermemoria después de leer Psychic
Discoveries. Decidieron, pues, realizar experimentos de
aprendizaje utilizando un método incompleto.
Después de recibir instrucciones de la doctora Ban-
croft, en el verano de 1975, Benítez-Bordón dirigió dos
clases de español utilizando el método completo. Los
estudiantes aprendieron más de un año entero de espa-
iiol en diez días (cuatro horas al día) ... un rendimiento
siete veces mayor. Los estudiantes estaban encantados
con un método que eliminaba la pesada rutina del apren-
dizaje de un idioma.
Los profesores de lowa estudiaron todos los elemen-
tos del método que la doctora Bancroft había descrito
para averiguar qué era exactamente lo que activaba la
supermemoria. ¿Qué función tenía cada uno de los ele-
mentos? Sus experimentos indicaban que si los estu-
diantes respiraban rítmicamente mientras oían la música
y se les leía material didáctico con una cadencia rítmica,
su capacidad de retención se elevaba en un setenta y
ocho por ciento frente a un aumento de un veinticinco
si no lo hacían. Añadir refuerzos para un aprendizaje
fácil y agradable durante la sesión de música elevaba
aún más el índice de retención.
Tal como dijimos antes, la «desugestión» o terapia de
autoimagen, es una parte muy importante del método
de enseñanza de Lozanov. El proyecto Higher Horizon
One-Hundred, de Hartfort, Connecticut, ha estudiado la
terapia de autoimagen con fines pedagógicos. Se descu-
brió que no sólo modificaba el rendimiento académico

57
de los niños sino que llegaba incluso a elevar su coefi-
ciente intelectual. Las pruebas indicaban, en Iowa, que
la terapia de autoimagen parecía actuar sinergéticamen-
te con la supermemoria, facilitando aun más que una
sesión sólo de supermemoria el proceso de aprendizaje.
Después de la experiencia de Benítez-Bordón y Schus-
ter, Charles Gritton utilizó en el Instituto de Enseñanza
Wilson de Des Moines el superaprendizaje para enseñar
ciencias a alumnos de octavo en una quinta parte del
tiempo habitual. El entusiasmo por el nuevo método
empezó a crecer a pasos agigantados por todo el país.
Fue por entonces cuando investigadores, profesores
y maestros de lowa fundaron la Asociación para el
Aprendizaje y la Enseñanza Sugestivos y Acelerados.
Esta asociación publica un diario y un boletín y da un
curso de formación de profesorado. Ha organizado tam-
bién tres conferencias internacionales sobre aprendizaje
rápido.
La gente de lowa lo mismo que ayudaron a dar con
la clave que abrió el espacio exterior, al descubrir los
cinturones de radiación de Van Allen que rodean la
Tierra (los descubrieron el doctor James Van Allen y
otros colegas de la Universidad de lowa), quizá lleguen
a figurar también con sus investigaciones sobre la ca-
pacidad de la mente humana, entre los primeros descu-
bridores de las claves del espacio interno.
A principios de 1976, Schuster convenció a educado-
res y legisladores del Estado para que financiasen ex-
perimentos a gran escala. Con una donación de cien mil
dólares, se comparó el aprovechamiento, adaptación y
creatividad de 1.200 estudiantes de diferentes escuelas
públicas a quienes dieron clases durante un año veinte
profesores adiestrados por la Asociación de Enseñanza
Sugestiva e Intensiva, con los resultados obtenidos por
otros grupos de control. Schuster califica los datos pre-
liminares de «pruebas científicas significativas».
Aunque algunos de los profesores nunca consiguieron
poner en marcha sus proyectos, entre los que lo hicieron
muchos comprobaron que el rendimiento de sus alum-
nos aumentaba considerablemente. Los estudiantes de
bachiller elemental y superior parecían beneficiarse más
del aprendizaje rápido que los estudiantes de básica.
Charles Gritton era al mismo tiempo profesor de
ciencias y entrenador de lucha libre en el Instituto Woo-
drow Wilson, centro situado en un barrio pobre. «Dabas
58
una buena lección -dice Gritton-, y luego veías que los
chavales no habían oído ni una palabra de lo que habías
dicho. Al final del día, volvías a casa con ganas de pegar-
te un tiro. Porque habías desperdiciado tu tiempo, el
suyo y un montón de energía.»
Los chavales tenían sus propios problemas por los
que preocuparse. «Cuando suena en la calle una sirena
de la policía, hay como media docena de una clase de
cincuenta chicos, que se ponen nerviosos -dice el doc-
tor Schuster-. Si alguien llama a la puerta y entra un
policía, tres críos por lo menos saltan por la ventana.
De vez en cuando no aparecen por clase. "¿Dónde estu-
viste?" .,Bueno, es que estuve unos días en la cárcel"
dicen.»
Gritton, agobiado por el pesimismo, había acabado
resignándose a obtener resultados precarios, y esto sólo
gracias a una disciplina estricta. Cuando Schuster y
Benítez-Bordón le hablaron del aprendizaje rápido, se
mostró sarcástico. «Nadie puede enseñar a los críos cin-
cuenta o cien nuevos términos de ciencias en una se-
mana, y no digamos ya en un día, y sin esfuerzo.»
Sin embargo, hizo un ensayo de aprendizaje rápido.
Al ver que sus alumnos aprendían con más facilidad,
rapidez y eficacia, empezó a disfrutar de nuevo ense-
ñando. «Todos los grupos de estudiantes consiguieron
mejores resultados porque yo me sentía más estimu-
lado a conseguir los máximos frutos.»
En 1977, con un nuevo grupo, los porcentajes medios
de las cuatro clases fueron: 98,5 por ciento, 94,0 por
ciento, 97 ,O por ciento y 100 por cien, con un porcentaje
medio global de 97,5 por ciento. «Con esos resultados,
los estudiantes se sienten mucho más estimulados a tra-
bajar.»
Al parecer, los chicos estaban entusiasmados y orgu-
llosos de aquella capacidad recién descubierta. Para mu-
chos, era lo mejor que habían hecho en su vida. Tenían
una imagen nueva de sí mismos y de su capacidad.
Gritton se convenció de que había algo distinto en el
aprendizaje rápido cuando los chicos a los que echaba
de clase al pasillo por portarse mal no se iban de la es-
cuela sino que se quedaban pegados a la puerta inten-
tando no perderse nada.
«Si la Asociación ayudase sólo a uno, merecería la
pena -dice Gritton-, pero si te encuentras con ciento
59
quince estudiantes que logran una media del 97 por
ciento, enseñar resulta de lo más divertido.»
La emoción de los chicos era contagiosa. Convirtió
a Gritton de pesimista en optimista. El «espejismo» de
que la gente tiene unas posibilidades limitadas se había
desvanecido. Probó las mismas técnicas con su equipo
de lucha y lo preparó para el campeonato de la ciudad.
Gritton valora sobre todo el cumplido de su hija: «Aho-
ra eres una persona mucho más agradable.»
Gritton añadió discos que serenaban el pensamiento
y sonidos ambientales (sonidos suaves de la naturaleza)
para suavizar la tensión y la angustia. Los chicos acu-
dían ahora a él y le decían: «Tengo dolor de cabeza»,
«Tengo un dolor», «¿No podríamos hacer una sesión
para serenarnos?» También a él le es útil, según dice.
Una chica le explicó que las sesiones destinadas a cal-
mar la mente la ayudaban en sus conflictos familiares.
Cuando su madre le gritaba, hacía un ejercicio de res-
piración y se quedaba muy tranquila.
El doctor Lozanov, en un viaje que hizo a Iowa en
1977, visitó allí centros educativos y dijo que le había
gustado mucho el trabajo que se hacía en ellos.
El doctor Owen Caskey, de la Universidad Técnica
de Texas, nos explicó que su éxito inicial con el apren-
dizaje rápido del español les animó a iniciar otros pro-
gramas. Entre ellos un programa de ventaja inicial de
un año para niños de cinco, otro de inglés para vietna-
mitas y uno especial de lectura para alumnos retrasados,
destinado al personal militar.
Los militares están interesados por el aprendizaje
rápido, no sólo por los reclutas que no saben leer, sino
también por el personal que debe aprender los muchos
datos técnicos que hacen falta para manejar el equipo
militar moderno. Aunque nos sorprendiese un poco, des-
de el momento en que aparecieron en el país informes
sobre el método, profesores y particulares aparte, los
más entusiasmados por la posibilidad de abrir la su-
permemoria eran los altos mandos militares. Como sus
colegas de la Unión Soviética, parecieron darse cuenta
de modo más inmediato de lo que podían significar la
supermemoria y el aprendizaje rápido a gran escala.
En la Costa Oeste, Charles Schmid estudió las ins-
trucciones para el superaprendizaje de la doctora Ban-
croft. Schmid, de cincuenta y un años, había sido pro-
fesor en la Universidad de Nueva York y en la Univer-

60.
sidad de Texas, Austin. Abandonó la enseñanza, dice, por
que estaba harto de métodos didácticos ineficaces. En
California estudió el movimiento de potencial humano.
Se le ocurrió la idea de combinar las técnicas de Loza-
nov con métodos gestálticos y de incremento de la con-
ciencia. Tenía formación musical y amplió las ideas de
Lozanov respecto a la música. Preparó programas de
idiomas para adultos incorporando todas sus nuevas
ideas. Schmid y Juanita Netoff-Ushtch fundaron un cen-
tro en San Francisco, Language in New Dimensions, que
enseña francés y español con la adaptación que hizo
Schmid de las ideas de Lozanov. Schmid afirma que ha
obtenido unos resultados excelentes.
Un director del programa, que se había limitado a
estar presente en los cursos, descubrió una noche en
un restaurante español que, sin darse cuenta, había ha-
blado con el camarero y le había pedido la cena en es-
pañol. Al parecer, había aprendido el idioma sin esfuer-
zo. También trabaja en San Francisco, Ivan Barzakov,
el búlgaro que colaboró en las escuelas de Lozanov. Se
ha hablado mucho en bulgaria del yoga y de la necesidad
de un control correcto, físico y mental. Barzakov insiste
en su importancia en el superaprendizaje. En el caso de
Barzakov, esta insistencia le llevó a una hazaña impre-
visible.
Estando de vacaciones en una playa yugoslava, Bar-
zakov decidió de pronto nadar hacia la libertad. «Metí
el pasaporte y la foto de mi padre en una bolsa de
plástico, metí la bolsa en el bañador y me eché a nadar.»
Nadó unos doce kilómetros, escapando por muy poco a
los focos de la patrulla fronteriza yugoslava. Llegó al
fin a la costa de Italia, pidió su equipaje y salió para
América. En su cuartel general de la Calle Market, ha
pasado a enseñar su propia versión de la sugestopedia:
Barzak Education.
Según la doctora Bancroft, una de las mejores adap-
taciones que ha visto hasta la fecha del método de Lo-
zanov es la que hace en el Liceo Voltaire de París Jean
Cureau para enseñar inglés de bachiller. Cureau, pro-
fesor bien conocido en Francia, ha combinado algunos
de los sistemas de enseñanza descritos en la Sección II
de este libro (autogenia, sofrología, etc.) con elemen-
tos de la técnica búlgara. Se adiestra primero a los
alumnos en métodos de relajamiento para aumentar la
precisión auditiva, para estimular la concentración y

61
para armonizar más al grupo. Se dan además suge-
rencias positivas para un mejor aprendizaje. Cureau
lee luego los textos de inglés con un fondo de movimien-
tos lentos barrocos. La doctora Bancroft presenció las
clases. «Los alumnos pueden recitar las frases nuevas
espontáneamente después de haberlas leído él.» Debido
al adiestramiento en la concentración, Cureau informa
que los estudiantes aprenden inglés con un acento ex-
celente.
Mientras se eludían en el extranjero los problemas
políticos, empezaban otros dentro del país. La doctora
Bancroft, con su trabajo cuidadoso, audaz y casi ince-
sante durante cinco años, fue un elemento básico en la
tarea de proporcionar a los occidentales un medio para
desarrollar su capacidad de supermemoria y de apren-
dizaje rápido. La doctora Bancroft asesoró personal-
mente a centenares de personas que nos habían escrito
preguntándonos sobre los resultados del sistema búl-
garo. Provista de sus conocimientos académicos y, afor-
tunadamente, de un profundo sentido del humor, logró
abrirse camino durante los veranos a través del labe-
rinto de la política comunista y se dedicó durante el
resto del año a defender el método ante otros académi-
cos a escala internacional. Tuvo por fin que enfrentarse
con una situación capaz de poner a prueba el sentido
de lo absurdo de cualquiera. La planteaba su propio
gobierno.
Por una u otra razón, los instrumentos nuevos que
aumentan la capacidad humana suelen provocar una
reacción muy peculiar en algunos de los especialistas
consagrados. nstos abrazan apasionadamente el nuevo
sistema y acaban matándolo por asfixia. Por ejemplo,
cuando se introdujo en Norteamérica el aprendizaje en
el sueño, los especialistas se apresuraron a ensayarlo.
Muchos ni siquiera se molestaron en descubrir cómo
operaba. Omitieron la emisión rítmica del material en
la fase esencial de duermevela, el adiestramiento en las
técnicas de relajación, las repeticiones prescritas. Se
dedicaron a emitir los cursos de noche, eón altavoces,
mientras la gente dormía, o lo intentaba, en los dormi-
torios. Luego examinaron a los agotados estudiantes.
No habían aprendido nada. Los especialistas proclama-
ron que la enseñanza en el sueño no funcionaba. La
sugestopedia empezó a deslizarse por la misma pen-
diente.

62
Varios individuos y grupos crearon programas pro-
pios que sólo por casualidad tenían algo que ver con
la sugestopedia, y los etiquetaron como «método Lo-
zanov» y empezaron a comercializarlo. Parecía que iba
a surgir en cada esquina una especie de quiosco de
aprendizaje rápido. Luego, el gobierno canadiense ini-
ció una operación a gran escala.
Tras saber de la sugestopedia por nuestro informe
de 1971, el gobierno canadiense decidió probarla en los
programas bilingües de francés de los funcionarios pú-
blicos. En 1972, llegó a Soña el primer equipo cana-
diénse al que se permitía entrar en Bulgaria para un
curso de adiestramiento, «sin saber prácticamente nada
de sugestología», según escribieron. Por desgracia, por
razones políticas o de otro género, volvieron igual que
habían ido. Ignorando, al parecer, el funcionamiento de
las versiones occidentales eficaces, fabricaron un insó-
lito engendro y le llamaron sugestopedia.
Eliminaron elementos de la supermemoria como el
estado alterado de conciencia, la música precisa, la res-
piración regularizada y prescrita y el ritmo, por citar
sólo unos pocos. Utilizaron a algunos instructores que
no sabían nada de la enseñanza de idioqias, clases sin
programar, cursos defectuosos. Tras varios años de
pruebas, no se dio ni un solo caso de supermemoria.
Según los informes en los exámenes de francés hubo
gran número de suspensos. Los profesores desertaron
y hubo protestas de muchos estudiantes.
El director, Gabriel Racle, no se amilanó ni mucho
menos y recorrió los Estados Unidos y luego muchos
otros países, dando una conferencia tras otra y predi-
cando en todas las virtudes de su versión de la suges-
topedia. En Francia y en México, en Suecia y en Sene-
gal, insistió en que los demás (los que obtenían un
rendimiento siete veces mayor) seguían un camino «equi-
vocado». Y hubo empresas norteamericanas y canadien-
ses y educadores universitarios que pensaron que el
gobierno, después de gastar millones en la sugestopedia,
tenía que saber lo que era. Siguieron la misma vía con
resultados similares. Creyeron que habían ensayado la
verdadera sugestopedia y que no funcionaba, la deja-
ron de lado. El fracaso del gobierno apartó a muchos
americanos del aprendizaje rápido.
Después de probar por los canales normales, sin nin-
gún resultado, la doctora Bancroft acabó haciendo pú-

63
blicas sus protestas en la Montreal Gazette. El manejo
absurdo y disparatado de la sugestopedia que durante
años había hecho el gobierno canadiense, afirmaba la
doctora Bancroft, había impedido a muchos occidenta-
le~ beneficiarse de su inmenso potencial. «Es un método
de posibilidades tan asombrosas que no podemos per-
mitir tranquilamente que un puñado de burócratas ne-
cios e ignorantes nos impidan aprovecharlas. La suges-
topedia es la corriente del futuro, y la necesitamos ya ... »
Ese ya se hace patente para todos. Hombres de ne-
gocios, profesores, y público en general usan ya técni-
cas eficaces para alcanzar supermemoria y aprender
con extraordinaria rapidez. Muchas personas se han
lanzado a hacerlo de modo personal y autodidacta. En
California, por ejemplo, hay informes de estudiantes
que han pasado de una media C a una media A utilizan-
do el método para hacer los deberes, y un científico
japonés nos escribió: «Aprendí inglés en siete días,
francés en quince.»
Los doctores Bancroft e Irwin, de la Universidad de
Toronto, lograron «resultados notablemente superiores»
con estudiantes de griego, limitándose a poner cintas
grabadas del curso de griego, leídas en pautas rítmicas,
con un fondo de movimientos lentos de música barroca.
Estudiantes de la Marina que utilizaban aprendizaje
acelerado, aprendieron en 1977, en la universidad esta-
tal de Iowa en la mitad del tiempo, los cursos de Sis-
temas de Armas Navales, que tienen fama de ser te-
diosos y mortalmente aburridos. E. E. Peterson informa
que los estudiantes «habían aprendido el arte de Apren-
der» con esta técnica.
Una importante empresa, Canadian Pacific, reveló
con gran entusiasmo, a principios de 1969, que sus em-
pleados habían aprendido francés en menos de la mitad
del tiempo normal con un programa organizado con el
asesoramiento de la doctora Bancroft y de Charles
Schmid.
El cuadro del final del capítulo indica dónde han
tenido lugar algunos de los cursos más recientes. Ha
habido también numerosas conferencias sobre aprendi-
zaje acelerado en California, Iowa, Washington, Otta-
wa; y habló en varias de ellas el doctor Lozanov.
El gobierno búlgaro concedió la representación co-
mercial del método a una empresa de Washington, D.C.,
Mankind Research, Unlimited, Inc. El presidente de esta

64
empresa, la MRU, doctor Carl Schleicher, cree que en
los próximos años, «se producirá una verdadera revo-
lución en nuestros métodos de enseñanza, que han per-
manecido inalterables, a todos los efectos, desde que
el hombre empezó a comunicar sus primeras palabras».
El doctor Schleicher es uno de los norteamericanos
que mejor conocen la ciencia comunista y también la
política comunista. Ha conseguido traer muchas inno-
vaciones y descubrimientos de los países del bloqueo
soviético a Occidente, y trabajó infatigablemente para
adaptarlas aquí en nuestro beneficio. El Instituto de
Enseñanza Lozanov, creado por su empresa, tiene su
sede en Silver Springs, Maryland (ver Apéndice). Se
dan en él cursos de idiomas y de formación de ins-
tructores. Siguen realizándose investigaciones y están
preparando cursos sobre otras materias. La empresa
del doctor Schleicher alquila, además, los derechos de
uso del sistema búlgaro, Se han cedido algunos y están
·previstos otros en diversas partes del país. Como es
lógico, desde que el gobierno búlgaro estableció este
acuerdo comercial, el doctor Lozanov procura trabajar
con ese grupo.
El primer centro de sugestopedia de Europa occi-
dental es el Ludwig Boltzmann Institut für Lernfors-
chung, centro especializado en educación elemental de
Viena.
En este libro, para adaptar las técnicas del super-
aprendizaje al uso personal y privado, nos hemos cen-
trado en la sesión de supermemoria más que en un
método global de enseñanza, que exige un manual pro-
pio (ver Apéndice). Como en la enseñanza en el sueño,
uno puede aprend~r por su cuenta con cintas grabadas.
Se _pueden hace. r. p.rº.·gI"?Jll··· .• as m:·opi~_.P-ª.r.ª. .. asimilar _cmu.-
qwer tntbrmud<5n_gue uno ~~ u.¡iuzane10 1as· tecni~
~-~~~º gu~ ag,mse e?C¡,onen, loWG. im estatfo
e~p~c1. ~1 •..cfc...e. r.lb:IkQs. ll!ente·/·. cu.. e~
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· · rttTe..
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.. de..... esclfctiar}.ia c1n.:..,.1:a. .~.·.·".º.•Jt·aa·
am1gp que fea el matenal al com~as de. li~ must~a. .a & un
De momento, los sistemas de aprendizaje raplclo de
material práctico se presentan en varias formas. Aun-
que se discute mucho aún cuál sea la «vía auténtica»,
es probable que sean varios los sistemas de este tipo
que funcionen en un grado u otro. Para el programa
de superaprendizaje personal «hágalo usted mismo» de
este libro, hemos utilizado tres fuentes. Recurrimos a
65
las mismas fuentes básicas en que bebió Lozanov (como
el raja yoga) y también a otras que él no menciona.
Hemos aprovechado el trabajo sumamente fecundo y
original del propio Lozanov. Hemos procurado aprové-
char, por último, la experiencia de los que han logrado
resultados positivos con el aprendizaje rápido en Nor-
teamérica. En los casos en que hay varias formas de
estructurar los elementos del superaprendizaje, hemos
escogido los más simples, una vez comprobada su efi-
cacia.
Las técnicas de la supermemoria pueden ayudar a
los alumnos de bachiller, a los universitarios y a los de
la escuela elemental a asimilar con facilidad y eficacia Ja
información que han de aprender. También en la for-
mación de profesionales, tanto en derecho como en in-
geniería y medicina, puede el superaprendizaje reducir
la carga de la memorización. Puede ayudar a cualquiera
a aprender información práctica. En una perspectiva
más amplia, si los sistemas de supermemoria siguen
demostrando su eficacia, podrían ayudarnos de nume-
rosas formas. Podrían ayudar a muchos individuos sin
formación intelectual a alcanzar el nivel adecuado en un
año o dos, en vez de en media década. Podría superarse
el enfoque «fábrica de datos» de la educación, dejando
más tiempo a los individuos para que aprendan lo que
pueden hacer con esos datos.
Podría ayudar también a modificar drásticamente la
situación que indican estos titulares, cada vez más fre-
cuentes: «Las notas de los exámenes de acceso a la
universidad descienden al nivel más bajo conocido»;
«Los bachilleres de Florida son incapaces de resolver
simples problemas aritméticos»; «El cuarenta y seis por
ciento de los alumnos de primer curso suspenden el
inglés en tres universidades canadienses».
El aprendizaje rápido podría aliviar la situación de
desempleo facilitando y dando agilidad a la readapta-
ción a otros trabajos y dando a los individuos una pers-
pectiva de futuro. Como han comprendido ya algunas
empresas, podría dar excelentes resultados en la forma-
ción del personal. Las personas de edad, podrían pasar
enseguida a nuevos campos, y los individuos superes-
pecializados podrían equilibrar la deformación que en-
traña la enseñanza excesivamente especializada. Las mu-
jeres que desean reanudar una carrera después de criar
a sus hijos, podrían ponerse al día con más rapidez.
66
Marilyn Ferguson, autora de The Brain Revolution
(La revolución del cerebro) y fundadora del Brain/Mind
Bulletin (Boletín Cerebro/Mente) dice: «Los éxitos de
la sugestología o la sugestopedia pueden parecer una
exageración, pero entran dentro del terreno de lo po-
sible e incluso de lo probable, considerando los descu-
brimientos que han logrado hacer los investigadores
sobre la capacidad del cerebro humano.» Los aspectos
fluidos, libertadores y creadores de los estados altera-
dos de conciencia pueden incorporarse a la conciencia
normal, según ella. Es «nuestro ábrete sésamo a una
vida infinitamente más rica de lo que creíamos posible».

CURSOS RECIENTES DE APRENDIZAJE RÁPIDO

Colorado State University (alemán, doctor Kay Herr);


Rutgers University, N. J., (lectura para alumnos retra-
sados, Gabe Mine); Universidad de California, San Die-
go (búlgaro, doctora Elizabeth Philipov); Pitzer College,
Claremont (hebreo, Alan Harris); Universidad de Illi-
nois; Universidad de K.ansas; Texas Tech University
(~añal, y otras materias, doctor Owen Caskey); St.
Lawrence University de Nueva York; Universidad de
Toronto (griego, doctoras Eleanor Irwin y Jane Ban-
croft); Instituto de Administración, Old Dominion Uni-
versity, Virginia (doctores H. Thorstad y W. Garry);
Sandy Spring Friends School, Sandy Spring, Md. (pro-
gramas de estudios diversos, señor y señora Peter Kli-
ne); Language in New Dimensions, San Francisco (Char-
les Schmid; francés y español); Institute for Executive
Research, Glendale, California (John Boyle); Lozanov
Learning Institute, Silver Spring, Maryland, derechos
para U.S. (idiomas, doctor Carl Schleicher); Canadian
Pacific (programa de francés); University of Iowa y
Iowa State University {esp@o\); Brigham Young Uni-
versity, Provo, Utah; Cafholic University, Washington
D. C. (Catherine Leidecker); College Condorcet, París,
Francia (Catherine Klak); Lycée Voltaire, París, Francia
(inglés; Jean Cureau); Universidad de Tübingen, Ale-
mania (español: doctora Elizabeth Philipov); Universi-
dad FirausI, lrán (inglés; Douglas Shaffer); Uppsala,
Suecia (Christer Landahl).

67
4
¿POR aue ES POSIBLE EL SUPERAPRENDIZAJE?
Muchos occidentales se preguntaban desconcertados, al
oír hablar por primera vez del método de la superme-
moria, cómo podía ser tal cosa. Probaban a poner mú-
sica, a sentarse en asientos cómodos y escuchar cin-
tas de idiomas ... y no pasaba nada. Era difícil lograr
un aprendizaje instantáneo. ¿Cómo aprender a recordar
lo percibido? se preguntaba la gente.
Los dos secretos 1.básicos .son: ~~..de relajami~n-
to. f rilmo. ~omzado, Cuando te acomodas en tu
asiento y asimilas la información estás en el centro de
Wl conjunto suavemente orquestado. Sin embargo, Lo-
zanov y otros sintetizaron elementos de campos suma-
mente distintos. Fue esta diversidad lo que llevó a
algunos especialistas a intentar descubrir, casi frenética-
mente, cómo opera esta técnica del superaprendizaje.
Fue lo que empezó a fascinar a los no especialistas. Un
vistazo a los componentes «activos» diferenciados, su
origen y sus implicaciones puede proporcionarnos algu-
nas ideas nuevas de cómo opera el individuo y cómo
opera el mundo... o quizá la palabra sea latir, cómo
laten.

Concentración relajada
El superaprendizaje es un método de educación holís-
tico; procura que cuerpo y mente, ambos, operen en
armonía. Se basa en la idea de que la mente puede
68
aprender con más rapidez y facilidad si el cuerpo fun-
ciona a ritmo más eficiente.
Los fisiólogos descubrieron, hace ya años, que si_ el
indJviduo reJajab~ la tensión musculax: _p<>día recordar
me1Qf fo que llab1a estudiado. $i pudiesemos ache_strar
eL corazón cte modo _g_ue !atiese más despacio mje.qtras
pensamos,. et trabajo mental ~ería pmcño I)las fácil.
La doctora Barbara Brown d'íce en New Mind, New
Body (Nueva mente, nuevo cuerpo): «Con un ritmo car-
díaC<? má$. lento. aumenta la capaci.druLmen:tal _cte_:fID"-
má nota'!J.Je.»
m --ritmo cardíaco más lento da al corazón, literal-
mente, unas «vacaciones». El corazón suele latir de se-
tenta a ochenta veces por minuto. Los especialistas
creen que si pui:l.~e.mcs_
.. . _aw:o,timar1;1os_;µiás. al orome-
dio de fas ~.ema,_ laJ:idos por .nriimio e~4\ií~o§ más
s@o~. i teJ1_dríamQs. ,mav9r,. <::.~ac;idad.. ~~- Se co-
nocen muchas claves biológicas para un mejor aprendi-
zaje, pero no se aplican. (Ver pág. 314.)
El doctor Lozanov descubrió algo más sobre la re-
lación mente/cuerpo durante los años en que estudió
a sujetos de capacidad supranormal, yoguis con super-
memoria e individuos capaces de hacer cálculos mate-
máticos instantáneos. Los instrumentos indicaban que
en el momento en que esos individuos realizaban haza-
ñas mentales prodigiosas su organismo se hallaba en
estado de reposo, las ondas cerebrales tenían un ritmo
alfa relajado (de siete a catorce ciclos por segundo).
Ni se esforzaban, ni forzaban a la mente a actuar. Todo
sucedía sin esfuerzo. Parecía suceder, en realidad, por-
que no había esfuerzo, ni físico ni mental.
A Lozanov esto le pareció paradójico. El relajamiento
iba acompañado de un intenso trabajo mental. Suele
admitirse que cuando una persona realiza un trabajo
mental pesado, aumenta el pulso y la presión sanguí-
nea y las ondas cerebrales se aceleran hasta el nivel
beta (de catorce ciclos por segundo en adelante).
Hay muchos métodos conocidos de relajamiento y
meditación que pueden eliminar la tensión y poner el
cuerpo en estado de relajamiento. ¿Podría haber un
medio de situar en este estado de relajamiento al cuer-
po ~e~tras que, al mismo tiempo, el cerebro resolvía
rapulls1mamente problemas matemáticos o aprendía
idiomas? Si se podía mantener el motor del cuerpo en
69
reposo en vez de acelerado, mientras actuaba la mente,
quizá pudiese ésta trabajar al máximo.
Tras muchos experimentos en su laboratorio de fi-
siología, llegó Lozanov a la conclusión de que no bas-
taba con el relajamiento físico. Si todo consistiese en el
relajamiento, los que se pasan las primeras clases de la
manana medio dormidos obtendrían unos resultados
asombrosos. Por otra parte, los que están profunda-
mente relajados nó pueden concentrarse mucho; y sin
concentración, la capacidad de aprendizaje y retención
disminuyen de forma notable. Pero luego, en cuanto la
gente intenta concentrarse, desaparece el relajamiento
y welve la tensión.
Basándose en teorías yoguis sobre música y en in-
vestigaciones psicoacústicas, el doctor Lozanov dio con
una clave importante. Descubrió que un tipo muy con-
creto de música, de ritmo muy concreto, puede inducir
un estado de relajamiento corporal ... pero con una di-
ferencia de máxima importancia. El rel$miento in-
ducjdo PQr la música deja Ja menfe ale_rta y _con ca-
pac:u:ta<I_ t;>a.r.a col3-.celltnu:se.
A dllerencia de otras formas de meditación, lo úni-
co que hacía falta era poner música. No había que estar
pendiente de la «meditación», y se podía centrar el pen-
samiento en la información prescrita. Los fisiólogos des-
cubrieron que los ritmos del cuerpo, el latido ~cardíaco,
las o:Qdas .. cer~br~, et~.~... tiende1¡ a . sihcronizarse al
~om-e,as de. Ja mµs4:a. Lozanov utmzó música ciasica,
de ntmo muy lento, majestuoso y sereno. Los ritmos
corporales de los estudiantes se adaptaron a esta ca-
dencia lenta, relajándose hasta un ritmo más eficaz y
saludable.
Durante estas sesiones de concierto, se controló a los
individuos con instrumentos fisiológicos. Los resulta-
dos fueron asombrosos. Las pautas eran las mismas que
habían detectado los investigadores norteamericanos
Wallace y Benson en cuanto a la meditación. Los lati-
dos cardíacos ralentizaban hasta por lo menos una me-
dia de cinco latidos por minuto. La presión sanguínea
descendía ligeramente. Las ondas cerebrales indicaban
una disminución de ondas beta; las ondas cerebrales
descendían hasta el ritmo alfa. (Las ondas lentas zeta
y delta tendían a disminuir, indicando que este estado
de relajación no era simple somnolencia; véase el cua~
dro que va al final de este mismo capítulo.) Pero había
70
una diferencia de importancia básica. Al mismo tiempo
que se relajaba, el individuo era capaz de realizar un
trabajo mental agotador. Los sujetos habían llegado a
aprender en un día mucho más de lo que habría sido
posible en un curso intensivo de idiomas, duro y fa-
tigoso.
Lozanov había dado realmente con un medio de que
pudiésemos conservar el pastel y además comérnoslo.
Podemos relajarnos y estar alerta mentalmente al mis-
mo tiempo.
-¡Era una paradoja! -dice.
«Trabajo intensivo (supermemoria) --+ reposo.»
Parece ser, pues, que no hay necesidad de dormirse,
que no hace falta trance hipnótico para conectar con
dimensiones suplementarias de nosotros mismos y para
aprender y memorizar en cuantía muy superior a la
normal. Podemos conseguirlo despiertos y con plena
conciencia si nos situamos en un medio musical ade-
cuado. Era algo que no podían lograr otros métodos
de aprendizaje rápido.
Esta agradable sensación de alerta relajada que pro-
picia la música es una de las causas de que la mente
empiece a iluminarse y latir con el nuevo poder del su-
peraprendizaje. El cuerpo utiliza sus energías con ma-
yor eficacia. Eso ayuda también a ~plicar el fenómeno
aparentemente insólito, de que los estudiantes se curen
de una serie de trastornos y problemas de salud con
uno de estos cursos de aprendizaje de idiomas. En rea-
lidad, el fenómeno nada tiene de sorprendente, pues
tales virtudes curativas son similares a las de muchos
cursos de meditación y relajamiento.
Lozanov no es, ni mucho menos, el primer médico
que ha utilizado técnicas de relajamiento. Tampoco es
el primer médico con buenos conocimientos de hipno-
sis que decidió buscar un medio para que los individuos
obtuviesen algunos de los beneficios de la hipnosis sin
tener que ceder el control de su propia mente. El mé-
dico alemán Johannes H. Schultz se embarcó en la mis-
ma empresa. En la década de los treinta, elaboró el
Método de Aprendizaje Autogénico, un sistema que per-
mitía un autocontrol extraordinario del cuerpo y de la
mente, muy utilizado en Europa, primero en medicina
y actualmente en los deportes (ver sección II). El doc-
tor Schult2 descubrió que el verdadero relajamiento es
un estado de conciencia ampliada, muy distinto de la

71
«Visión en túnel» de la hipnosis. Lozanov opina exacta-
mente igual, basándose en sus propios trabajos.
En las sesiones musicales, el nivel de relajamiento
varía según los individuos. Eso explica, según Lozanov,
la diversidad de material memorizado por unos y otros.
Prichard y Taylor, investigadores del estado de Geor-
gia, comprobaron que esto era cierto. Cuanto -mejor se
relajaba el estudiante, mejores eran los resultados.
En principio, se sometió a los estudiantes de Loza-
nov en Bulgaria a cuatro días de adiestramiento preli-
minar en técnicas de relajamiento. En Moscú, se adies-
tró a los estudiantes a relajarse con autogenia (ver
pág. 170}. Ahora Lozanov no considera imprescindible
el adiestramiento con estas técnicas ... y quizá no lo sea
en la apacible Bulgaria. Sin embargo, la mayoría de
los usuarios de las técnicas de superaprendizaje de Eu-
ropa; la URSS y Norteamérica que mayor éxito han
obtenido, consideran esencial el relajamiento.
Los norteamericanos que utilizaron el aprendizaje
rápido, se encontraron con que en su medio hipertenso
y agobiante hacían falta de una semana a diez días de
prácticas con técnicas de relajamiento para conseguir
relajarse de veras y beneficiarse de la música.
El relajamiento no es, para la mayoría de los nor-
teamericanos, una reacción automática sino una habili-
dad. Una vez aprendida la técnica, es fácil de lograr y
es un don para toda la vida. Pero si el individuo no
sabe relajarse, aunque oiga la orden de «¡relájate!» no
lo conseguirá. En consecuencia, incluimos una descrip-
ción de la técnica de relajamiento (ver pág. 103).

El ritmo de la memoria
El yogui Rrunacllaraka destila para nosotros la esen-
cia misma de los principios del yoga en The Science of
Breath (La ciencia de la respiración). El rit¡no, dice,
«sitúa todo el l!istema, incluido el cerebro, bajo un con-
trol petf'ecto ·y en perfecta armonía, y se logran así las
condiciones más perfectas para d.esple~;r... facultades
latente&».
El doctor Lozanov estudió el ritmo y su relación
con el aprendizaje. Si el material didáctico se transmi-
tía en intervalos rápidos de un segundo, los sujetos
aprendían sólo un veinte por ciento, más o menos, de
72
él. Con intervalos de cinco segundos, retenían un trein-
ta por ciento, aproximadamente. Con un intervalo de
diez segundos entre cada fragmento, el volumen de ma-
terial memorizado llegaba ya al cuarenta por ciento.
Esto significaba que si intentabas memorizar una
lista de palabras desconocidas, por ejemplo, y oías una
palabra nueva más o menos cada diez segundos, recor-
dabas más que si oías las palabras a un ritmo más rá-
pido.
Un r.itmo .continuo y monótonQ µe unos diez segqn-
dos acllir14,ál parecer; l.¡.. caJ?~cida4, IDentafde recóraár.
conocemos los ritmos cardíacos, pero, ¿que es stt:J..•
el ritmo de la memoria? Años antes, investigadores so-
viéticos del cerebro e investigadores del aprendizaje en
el sueño, arrojaron cierta luz sobre este curioso miste-
rio. Tras muchas investigaciones, descubrieron que una
pausa entre las unidades de datos concedía a las cé-
lulas cerebrales la posibilidad de descansar un momen-
to, de modo que tuviesen mayor capacidad para regis-
trar la siguiente información. La exposición de datos
a gran velocidad parecía obstaculizar la capacidad cere-
bral de retención. Investigadores soviéticos de la ense-
ñanza en el sueño, dividieron también su material en
fragmentos, estructurándolos con pausas.
La coordinación es básica, dicen; y en superapren-
dizaje, el ritmo demostraba ser, cada vez más, un in-
grediente «vitab.
Los búlgaros empezaron recitando los elementos cla-
ve que había que memorizar cada ocho segundos. ¿Por
qué no diez? Quizá porque querían, también, seguir el
ritmo de la música, que no se escribe, generalmente, a
un compás de «cinco por diez».
Los norteamericanos que utilizaron el sistema descu-
brieron que ampliaban la memoria subrayando elemen-
tos clave cada ocho segundos y cada doce.
El método de Lozanov tiene ltlgunas concomitancias
con los métodos para acelerar el aprendizaje y la crea-
tividad por medio de la ampliación del sentido del tiem-
po, que se iniciaron en Norteamérica. En la década de
1950, dos médicos, Lin Cooper y Milton Erikson, pres-
tigiosa autoridad en hipnosis, estudiaron un enfoque
rítmico idéntico. Pusieron un metrónomo a sesenta com-
pases por minuto y utilizaron ciclos de actividad de
diez segundos. El compás aminoraba, al parecer, los
ritmos mente/cuerpo. Oyendo el tictac del metrónomo,

73
los sujetos hipnotizados percibían subjetivamente los
compases como más lentos que el tiempo del reloj.
Para ellos se ampliaba, literalmente, el tiempo. Una
mujer, por ejemplo, fue capaz de diseñar un vestido
en unos segundos. El hipnotizador la indujo a esta
hazaña diciéndole que tenía una hora entera a su dispo-
sición. Y ella, subjetivamente, pensaba de veras que dis-
ponía de todo ese tiempo. Estaba, en cierto modo, fue-
ra del tiempo. Esto la liberaba de la sugestión de que
se tardaba varios minutos e incluso horas en concluir
una tarea así. Liberada, pudo actuar con capacidad su-
pranormal, como los que calculan operaciones mate-
máticas instantáneamente. La aportación de Lozanov
fue utilizar esos métodos rítmicos en estado de vigilia.

Entonación
Lozanov descubrió que el ritmo ayuda a memorizar.
Pero entonces surgió otro abstáculo en su búsqueda de
la supermemoria. La monotonía de la repetición rítmi-
ca distraía al sujeto. La repetición ayudaba a la memo-
ria, pero la obstaculizaba al mismo tiempo. Lozanov y
sus colegas resolvieron este problema utilizando__tres
ent9qaci.one~ gis.tintas con el material que se recitaba
rlfmicamente:
1) normal (de_eJ.w:atiYo)
2) cuchicheo suave (tono tranquilo,.ambiguo y eqµí-
yoco)
3) fuerte, voz imperativa (tono dominante)
La entonación de voz utilizada para cada frase no
tiene relación alguna con el significado de las palabras,
y el elemento «sorpresa» de las extrañas combinaciones
de tono y contenido ayuda a romper la monotonía del
ritmo constante. Las entonaciones pueden tener tam-
bién un efecto psicoterapéutico.

Respirar para aprender


Si quieres aprender, una de las primeras cosas que
has de hacer es controlar la respiración. El ritmo parece
ser algo básico en la supermemoria y lo mismo la res-
74
piración. Los investigadores de Iowa diferenciaron to- ·
dos los elementos y los estudiaron por separado. Cuan-
do los individuos respiraban con un ritmo, con material
recitado ritmicamente, sólo estas dos cosas incremen-
taban bruscamente la capacidad de aprendizaje en un
setenta y ocho por ciento.
Lo mismo descubrió Dough Shaffer, el norteamerica-
no que estaba de profesor en el Irán. JU supone que
la respiración ritmica quizá proporcione una mejor o:xi-
genaCión cerebral, y propicie así un mejor aprendizaje.
Después de todo, dicen que el cerebro necesita aproxi-
madamente tres veces más oxígeno que el cuerpo para
funcionar adecuadamente, sobre todo cuando el sujeto
trabaja sentado. Raras veces prestamos atención cons-
ciente a la respiración y, sin embargo, respiramos unos
cinco mil galones (treinta y cinco libras) de aire al día,
un consumo superior en unas seis veces al de comida
y bebida. Evidentemente, la respiración es vida.
Según varias culturas se puede respirar vida, una
vida nueva y vigorosa, no sólo para el cuerpo sino tam-
bién para nuestra capacidad mental. Si en vez de res-
pirar al azar lo hacemos a ritmo regular, la inteligencia
se agudiza automáticamente. Si sabes utilizarlo, este
ritmo respiratorio puede hacer algo más por ti. Cuando
entre inspiración y espiración retienes el aire unos se-
gundos, se estabiliza la actividad mental y el pensamien-
to puede centrarse mucho mejor en una sola cuestión
o idea.
Mircea Elíade, verdadera autoridad en yoga, afirma
que la capacidad de concentración aumenta notablemen-
te con la respiración rítmica y, sobre todo, reteniendo
el aliento. El yogui Ramacharaka revela en The Science
of Breath que «respirando rítmicamente puede situarse
el individuo en una vibración armónica con la Natura-
leza y ayudar a activar sus poderes latentes». ¿Cómo
respirar para aprender? La respiración se apoya en un
pulso humano lento. Armonizando la respiración con
el pulso, los yoguis, y otros, dicen que todo el cuerpo
capta la vibración y armoniza con la voluntad. Si uno
se sincroniza, adquiere más poder, mental y de otro
tipo. En el superaprendizaje, se respira a un ritmo que
se aproxima al latir del pulso lento. Te limitas a res-
pirar a compás con el material que se recita ritmica-
mente.
Aunque pueda ser algo nuevo para el hombre mo-

75
derno, la idea de aumentar la concentración respirando
al ritmo de palabras cantadas o recitadas se encuentra
en varias grandes culturas, en la tradición musulmana,
por nombrar una. Probablemente hayamos captado la
misma idea básica, pero a nivel de la era espacial. La
ciencia moderna de la información tiene una ley que
dice que a través de un medio suave puede transmitirse
más mformación. El doctor Win Wenger se pregunta
si no será ése el secreto de los ritmos sincronizados del
superaprendizaje. Quizá los ritmos sincronizados per-
mitan transmitir la información con una insólita sua-
vidad.
El doctor Hideo Seki, especialista japonés en teoría
de la comunicación, que ha practicado por su cuenta
el superaprendizaje, nos dijo que cree que los diversos
elementos sincronizados amortiguan corrientes de «rui-
do psicológico» en el cerebro, mejorando así la relación
señal/ruido.
El doctor Lozanov estudió la respiración con otro
enfoque y descubrió algo que también habían descu-
bierto los norteamericanos. En los laboratorios búlga-
ros descubrieron que ciertos ejercicios respiratorios
permitían controlar funciones corporales y reducir el
pulso a voluntad.
El psicofísico Jack Schwarz ha sido ampliamente es-
tudiado en los laboratorios de fisiología norteamerica-
nos para desentrañar el secreto de su control volunta-
rio de la mente, el cuerpo y el dolor. Según afirma él,
después de determinados ejercicios respiratorios, los
instrumentos indicaban que las ondas cerebrales y la
actividad ~uscular en pecho y abdomen se sincroniza-
ban. «Cabeza y cuerpo quedan alineados, armonizados»,
afirma en su libro Voluntary Controls.
Quizá pudiéramos añadir otro tipo de contaminación
a la lista actual: «La contaminación rítmica». Con todo
el barullo y el agobio que nos rodean, parece ser que
tenemos desincronizados los ritmos de la mente y el
cuerpo, lo que dificulta el aprendizaje y resta eficacia.
Respirar según una pauta rítmica concreta puede ser
uno de los medios más fáciles de ampliar la conciencia
interior, así como de armonizar y relajar el cuerpo.
«Descubrimos que el ritmo respiratorio ejercía un tre-
mendo influjo en los estados de conciencia», informa
Schwarz.
Aparte de los efectos sincronizadores de la respira-

76
ción, y de un mejor suministro de oxígeno, puede que
haya otro aspecto de la respiración de gran importan-
cia para la supermemoria (ver pág. 84).

Estados alterados de conciencia


provocados por la música
No es sólo el ritmo respiratorio lo que puede alterar
los estados de conciencia. Se ha descubierto también
que música y sonido pueden alterar la actividad de las
ondas cerebrales. Un investigador de Tokio, el doctor
Norio Owaki estudió durante diez años ciertos tipos de
pautas sónicas que pueden generar ondas cerebrales
alfa.
El que ciertas pautas sónicas pueden afectar a la
conciencia no es ninguna novedad para los conocedores
de la música. ~stos recordarán sin duda un célebre
episodio de la vida de Bach.
Era va pasada la medianoche y el embajador ruso,
conde Kayserling, se agitaba en su lecho de enfermo.
Otro ataque de insomnio, pensaba. No había manera
de que pudiera dormir de noche. Por fin le dijo a un
criado: «Llama a Goldberg». Johann Goldberg, músico,
fue levantado de su lecho y llevado ante el conde. «Oh,
amigo Goldberg, serías tan amable de tocar otra vez
para mí, por favor ... Una de mis Variaciones.»
Goldberg se acercó al clavicordio v emnezó a tocar
una composición que había escrito especialmente para
el conde Kayserling Johann Sebastián Bach.
El conde le había hablado a Bach de sus terribles
ataques de insomnio. «Quizá pudiese escribir usted una
música que me ayudase», le dijo. «Algo tranquilo pero
alegre.»
Poco después de que Goldberg interpretase aquella
música especial. el conde empezó a sentirse descansado
y menos tenso. Pidió que le tocaran aquella misma mú-
sica cada vez que tuviese insomnio. Hizo instalar a
Goldberg en una habitación próxima para tenerle a su
disposición y que tocara aquella música reparadora
cuando él lo precisase. El conde Kayserling quedó tan
complacido, de hecho, con los poderes curativos de la
música, que recompensó a Bach con un cuantioso do-
nativo en oro. La composición pasó a conocerse como

77
«Las variaciones Goldberg», en honor del servicial cla-
vicordista.
El doctor Lozanov preguntó en lowa, en 1977, a un
público de educadores lo siguiente: «¿Creen ustedes
que los grandes compositores, filósofos y poetas del
pasado conocían el yoga? ¿Que sabían del relajamiento,
de influencias distintas?»
Luego sonrió y contestó su propia pregunta. «¡Pues
claro! ¿Por qué no?»
Bueno, quizá no exactamente yoga. Según el punto
de vista de Lozanov, muchos grandes compositores, es-
critores, y filósofos del pasado tuvieron acceso, a tra- ·
vés de las tradiciones esotéricas µ.eL ~ e , a la
misma sabiduría antigua cíe la que también nace el
yoga. .
Lozanov estudió en su laboratorio la música que es-
cribió Bach para el Conde Kayserling, «Las variaciones
Goldberg» y descubrió que el aria con la que empieza
y termina, podía provocar, en concreto, un estado me-
dítativo con varios efectos físicos beneficiosos, pues
aminoraba el ritmo de los procesos orgánicos.
Se descubrió también que otras piezas de otros com-
positores del siglo XVI al XVIII, escritas en la misma
tradición musical, causan efectos similares. Según la
historia de la música, Bach se proponía con gran parte
de su obra influir en el pensamiento. Lozanov y sus
colegas advirtieron que con esta música se relajaba el
cuerpo y la mente se mantenía alerta.
La idea de que la música puede afectar al cuerpo
y a la mente no es nueva, desde luego. Hace siglos que
se duerme a los niños cantándoles nanas. Hace siglos
que la gente canta canciones marineras y de recolección
para facilitar el trabajo. Las gentes, desde Asia al Orien-
te Medio y a Sudamérica, llevan siglos utilizando mú-
sica para alcanzar estados especiales de conciencia.
La clave era descubrir con exactitud el tipo justo de
música que causaba concretamente el efecto buscado.
La música de ciertos compositores de los siglos XVI
al XVIII (Bach, Vivaldi, Telemann, Corelli, Haendel) es
la que suele denominarse música barroca. Los labora-
torios analizaron, en concreto, los movimientos lentos
(o largos) de los conciertos barrocos. (Cada concierto
tiene movimientos distintos que deben tocarse a dife-
rentes velocidades.)
En los movimientos lentos descubrimos de nuevo
78
ese ritmo familiar, y poderoso al parecer: s:senta cqIU•
pases :cm- mm11to. Esta música barroca suele tener un
bajo niuy lento, que late como un pulso humano lento.
Cuando escuchas, también tu cuerpo escucha y tiende
a seguir el ritmo.
El cuerpo se relaja y la mente se pone alerta en esta
forma de relajación, que es la más sencilla de todas.
No tienes que decirle a un músculo que se relaje, no
tienes que concentrarte y tampoco tienes que repetir
un mantra. Basta sincronizar con la música. Mientras
&.ue~ la música. 9e HaendeL ~ a. ma.riife.stuse
los, beneficios d$ Tu_ meditación simple.
El minuto sigue teniendo,. por supuesto, sesenta se-
gundos ... y quizás esto tenga más sentido que el de una
divisióDc .¡u-"b,itraria del tiempo. El psicólogo soviético
Y. K. Platonoy descubrió que un metrónomo puesto a
un compa~ tte sesenta afectaba ya al ser humano. La
mente se aferraba con más fuerza de lo habitual a lo
que se decía acompañando a esa cadencia.
Los estudiantes búlgaros hicieron cursos sin música
alguna, sólo con material recitado rítmicamente. Apren-
dían pero se quejaban también enseguida de cansancio,
tensión y angustia. ,.
Así pues, el efecto general de la música en el super-
aprendizaje es el efe un ,,m.a~ate' smrtro», al eliminar
la tensión del trabajo mental' iñTeriso-:-ui música ayuda
a centrar la atención hacia dentro, en vez de hacia fue-
ra. Se produce un estado de ensueño muy plácido de-
bido al carácter sumamente estructurado de la música.
El alumno se mantiene a lo largo del concierto con un
control completo, superalerta, lúcido y consciente de
todo lo que pasa ... incluso de cambios minúsculos en
el material recitado.
La música que se usa en el superaprendizaje es un
elemento muy importante. Si no tiene el ritmo preciso,
los estados alterados de conciencia deseados no se pro-
ducirán y los resultados serán pobres . .No es una elec-
ción personal y no tiene nada que ver con gustos mu-
sicales personales. Es una música específica (pautas só-
nicas) para un objéuvo esp!etttco" '(Ver pag. 117).
Lozanov sub-raya que i,ara obtener buenos resulta-
dos hay que utilizar sólo el tipo de música que ellos
han estudiado hasta el momento. No valen sustitutos.
En su Institución han unido una serie de movimientos
lentos de conciertos barrocos (sesenta compases por

79
minuto) a un ritmo 4/4 formando un concierto de una
media hora. La selección final que cierra el concierto
suele ser un movimiento más rápido y alegre para per•
mitir que el sujeto salga del estado de ensueño de for-
ma agradable. Este grupo de selecciones no lo adoptaría
para un programa normal de concierto ninguna orques-
ta porque hay muy poca variación en el ritmo.
Ritmas. ~tintos. prQducen gis.tiI!.ta~ e.fectos. Las em-
presas publicitarias norteamericanas investigaron la in-
fluencia de la música y el ritmo en los individuos y
descubrieron que un ritmo de setenta y dos compases
por minuto para voz, música y tambor favorece la su-
gestión. Wilson Key revela en Subliminal Seduction (Se-
ducción subliminal) que un anuncio con un ritmo de
setenta y dos compases parecía «sugerir,. al oyente que
tenía los mismos síntomas (palpitaciones y dolores de
cabeza, por ejemplo), que curaba en teoría el producto
anunciado.
Muchos norteamericanos que probaron al principio
el aprendizaje rápido se apresuraron a utilizar su pro-
pia música. Pensaron que sólo era música de fondo,
algo parecido a la música de fondo de los supermerca-
dos. Probaron con música popular, música del Oeste,
clásicos pop o piezas no recomendadas de música
barroca. Los resultados fueron, en consecuencia, pobres.
$A1o ~ pQ.ulas. armó~ y el ritmo y el sonido q:m-
_cretQ& '1c, ~ música .,particulat_,provocan un estado de
alerta serena. ·
leráp!a - musical, investigación psicoacústica .y uso
industrial de la música: todos estos campos estudian
cómo afecta la música a los seres humanos. Hay ya mú-
sica para producir un relajamiento general ... por ejem-
plo, la Suite Spectrum de Steven Halpern (aunque no
posea el ritmo adecuado para el aprendizaje). Como los
investigadores de la UCLA, Halpem, psicólogo y direc-
tor del Spectrum Research lnstitute, utilizó fotos kir-
lian para comprobar los efectos de la música sobre el
cuerpo. Este tipo de fotos muestran un halo de energía
alrededor de las cosas vivas. También nosotros lo en-
sayamos hace años. Hicimos una fotografía kirlian del
dedo de Lynn antes y durante el Tercer Concierto de
Brandenburgo. En la foto de «antesit, el halo de luz
que rodeaba el dedo tenía un aspecto mellado y difuso.
Con la música el halo adquirió una estructura «clásica»,

80
se hizo sumamente definido, con una luz estriada y per-
lada.
El uso de la música para provocar estados alterados
de conciencia se ha convertido en una de las tendencias
musicales más significativas de los años setenta, según
Robert Palmer, del New York Times: Bandas de disco-
teca, músicos de jazz, grupos electrónicos como Tange-
rine Dream «están empezando a explorar las posibili-
dades de la repetición rítmica y modal, que busca, a
través del control absoluto de medios musicales limita-
dos, provocar relajamiento, contemplación, euforia y
otros estados psicológicos, en vez de proporcionar me-
ramente vías sónicas para las personas químicamente
inducidas».
Los chamanes del Asia Central, los músicos J,aiou-
ka.,s_ del norte de .M:arrt1e.cos y ciertos músicos ÍIÍdíos. y
orientales, conocen meillos musicales para provocar es-
tados alterados que posibilitan fenómenos como el tran-
ce, el control del dolor, la capacidad para caminar des-
calzo sobre carbones al rojo sin quemarse. En el Tercer
Mundo, según Palmer, este tipo de música era la vía
no química más antigua para alcanzar el «satori» o
iluminación.
Investigaciones actuales de laboratorio muestran
que ciertos ritmos de tambor actúan como una especie
de marcapasos, regulando los ritmos de las ondas cere-
brales y la respiración, lo cual provoca cambios bio-
químicos que producen estados alterados de conciencia.
Si oyes un tamborileo distinto, ves un mundo distinto.
La idea de que diversos tipos de música ejercen
efectos enormemente distintos, unos auxiliadores y ar-
monizadores y otros no, se ajusta también a las teorías
yoguis de la música. l. K. Taimni, en The Science of
Yoga (La ciencia del yoga), dice que hay una relación
básica entre vibración y conciencia que se da en todas
las octavas.
Como cada nivel de conciencia tiene, según la teoría
yogui, una vibración concreta correspondiente, pueden
provocarse determinados estados de conciencia median-
te vibraciones sónicas armonizadas con el estado men-
tal que se desea. En este principio, se basa la medita-
ción con mantras (meditación con sonido) o entonación
mántrica. Pero esta relación entre la música y la mente
es doble, según Taimni. Cuando alteras tu estado men-
tal, cambian las vibraciones que emites y esas vibra-
81
ciones alteradas pueden afectar a su vez, a todo lo que
nos rodea, desde las plantas hasta las personas.

CAMBIOS PSICOLÓGICOS QUE SE PRODUCEN DURANTE


LAS SESIONES DE SUPERMEMORIA COMPARADOS CON
LOS QUE PRODUCE LA MEDITACIÓN TRANSCENDENTAL (MT)

Concierto de Meditación
Supermemoria Trascendental
Música barroca (Recitado de un
lenta mantra)
(60 cpm)
Durante activi-
dad mental
intensa
(aprendizaje
de 100 pala-
bras de otra
lengua)

Electroencefalo- Las ondas cere- Aumentan ondas


grama brales alfa au- cerebrales alfa
(ondas cerebra- mentan una Cierto aumento
les alfa: media del 6 % de ondas zeta
7-13 ciclos por Ondas zeta inal-
segundo terables
Ondas cerebrales
beta:
unos 13 ciclos
por segundo
Ondas cerebrales
zeta:
4-7 ciclos por
segundo)
Pulso El pulso se redu- Disminuye signi-
ce en una media ficativamente
de 5 latidos por una media de
minuto cinco latidos por
minuto.

82
Presión Disminuye leve- Tiende a dismi-
sanguínea mente (4 divisio- mrlr con fluctua-
nes de 1a colum- ciones interme-
na de mercurio dias.
de media).
Movilidad Sentado cómoda- Sentado cómoda-
corporal mente, mente,
Cuerpo relajado Cuerpo relajado

Conciencia Concentración «alerta en repo-


relajada so»

Datos extraídos de Suggestology (Sugestología), del


doctor G. Lozanov y Consciousness East and West, de
K. Pelletier y C. Garfield. La MT es uno de los métodos
de meditación que se han estudiado científicamente en
Occidente. Se ha demostrado que alivia tensiones inter-
nas, reduce la presión sanguínea, proporciona un con-
trol de la fatiga y mejora el estado físico y emocional.
Cierta música barroca parece producir los mismos re-
sultados.

83
5
EL LADO OCULTO

Aparte de lo que ha logrado descubrir hasta el momen-


to nuestra ciencia, hay razones para pensar que existen
otros factores que influyen en el proceso de ampliar
enormemente la memoria y la capacidad de aprendizaje.
Quizá sean facultades básicas, pues parecen contener
claves para alcanzar una supercapacidad general. Hay
algo, por ejemplo, en relación con la pauta respiratoria
que no mencionan Lozanov y sus colegas. Este algo
está en el núcleo mismo de todos los ejercicios respi-
ratorios tradicionales y del propio yoga. El motivo prin-
cipal de que se respire con un ritmo es, dicen, que ello
proporciona al individuo mayor cantidad de una ener-
gía muy especial. Aquí es donde empieza la polémica.
La ciencia occidental no reconoce oficialmente la exis-
tencia de tal energía. Pero la idea de esa energía está
en la raíz de los sistemas de los que se ha extraído
gran parte del superaprendizaje. Examinemos este asun-
to para ver si se trata de una metáfora o de algo más.

¿Una energía del genio?

La mayoría de las filosofías orientales sostienen que


vivimos en un mar luminoso y vital de energía. Los
yoguis llaman a esto «prana». La acupuntura oriental
acepta la existencia dé ~sta .misI11a eQe:rgía .y. le Uama
«chi». Esta energía está en ra-ati:nó'sfera y circula tam-
bten por determinados conductos del cuerpo según la
84
medicina china. Al igual que transformamos los alimen-
tos que comemos en nuestro provecho, transfoQnamos
el prana para desarrollarnos y mantenernos. La respi-
ración regulada nos permite extraer una mayor cuantía
de prana del aire. El cuerpo acumula prana igual que
acumula electricidad una batería. Esta energía, según
los yoguis, da vitalidad al cuerpo y alimenta la con-
ciencia. El prana que absorbe el cerebro es el q,ue acti-
va las facultades mentales y los poderes psíqwcos. Se
dice que el prana, como el oxígeno, nos mantiene acti-
vos, percibámoslo o no. Cuando lo percibimos, cobra-
mos conciencia de esa energía y empezamos a aprender
a dirigirla, y es entonces cuando empiezan los fuegos
artificiales.
El filósofo Gopi Krishna ha instado a centros cien•
tíficos europeos y norteamericanos a estudiar esta ener-
gía y su forma. ígnea, Kundalini. Éste es, según él, el
«secreto» que hay tras el yoga y todas las demás dis-
ciplinas espirituales y psicologías y esotéricas. Es, in-
siste, la clave del gemo, del talento artístico, de la crea-
tividad intelectual y científica, de los poderes psíquicos
y de gran longevidad con buena salud.
A esta corriente pránica la afectan, al parecer, las
emociones, los alimentos, la bebida, el ruido y la mú-
sica. ¿Existe de veras esa energía que puede ayudamos
a ser listos, inteligentes y sanos?
Una energía vital y omnipresente, llámesele prana o
como se quiera, se ha estado descubriendo y redescu-
briendo a lo largo de toda la historia de Occidente. Ha
recibido montones de nombres, desde «fuerza ódica»
a «fuerza X», desde «energía orgónica» a «fuerza eté-
rea». Actualmente, científicos de varios países estudian
de nuevo este concepto a cuya explicación no se renun-
ciará en lo sucesivo.
«El descubrimiento de una energía relacionada con
los fenómenos psíquicos será tan importante, si no más,
como el descubrimiento de la energía atómica», dijo
el doctor L. L. Vasiliev, fundador de la parapsicología
soviética. El descubrimiento de «otra» energía se con-
virtió en objetivo número uno de la investigación psí-
quica soviética actual. En 1968, los científicos soviéti-
cos proclamaron que habían descubierto un nuevo sis-
tema energético en el cuerpo humano. Mostraron pre-
ciosas imágenes de luces chispeantes, bolitas de fuego
y corrientes de energía cruzando el cuerpo y destellan-
SS
do a su alrededor como la aurora boreal. Le llamaron
energía bioplasmática. Utilizando la fotografía eléctrica
de alta frecuencia (la técnica Kirlian), fotografiaron
esta energía recorriendo las vías descritas en la acu-
puntura oriental. Fue un descubrimiento importante.
Los científicos occidentales habían menospreciado siem-
pre la acupuntura porque no podían hallar ninguna
energía, ni módulos ni conductos de ella, en el cuerpo.
Utilizando métodos occidentales, los científicos sovié-
ticos demostraron, a su satisfacción al menos, que hay
un tipo de energía que circula por el cuerpo. Sigue las
vías establecidas por la medicina china desde hace cua-
tro mil años. Lo que los soviéticos han bautizado re-
cientemente como energía bioplasmática parecía corres-
ponder al antiguo prana indio y al chi chino. Los so-
viéticos descubrieron que esta energía aumenta con la
respiración y se ve afectada por diversos factores: el
magnetismo, las manchas del sol, la luz, el sonido.
Los científicos están realizando a escala internacio-
nal, otros descubrimientos relacionados con esta energía
«distinta». Los investigadores checos la llaman ener-
gía .-p.sicotrónica». Afirman haber construido instru-
mentos· para almacenarla y utilizarla. Dicen que esta
energía interviene en las curaciones, en diversas facul-
tades supranormales e incluso en las relaciones entre
las personas. En la India, en el Instituto de Ciencias
·Médicas Panindio, los investigadores quisieron compro-
bar si la energía que el yoga postulaba podía o no de
verdad estimular la capacidad de aprendizaje y de per-
cepción. Hicieron pruebas con seres humanos y con ani-
males. ¡Pusieron incluso a las ratas a hacer ejercicios
de yoga, colocándolas cabeza abajo en cilindros de cris-
tal! Llegaron a la conclusión de que los ejercicios vigo-
rizantes del yoga permitían superar la fatiga y favore-
cían el aprendizaje.
Científicos coreanos que buscaban pruebas de una
energía no identificada que circulaba por el cuerpo in-
yectaron fósforo radiactivo a varios sujetos. Siguieron
su ruta a lo largo de los conductos de la acupuntura,
supuestamente inexistentes. Intentó algo parecido un fa-
moso científico japonés, el doctor Hiroshi Motoyama.
Colocó tiras de éristal líquido "s~ venden en Estados
Unidos para medir la fiebre) en toi brazos de los suje-
tos. Aplicó calor a un punto de acupuntura y observó
que los conductos energéticos se «encendían» con los
86
cambiantes colores del cristal líquido, sensible al calor.
Algunos destacados científicos norteamericanos, que
no intentaban desentrañar los antiguos conceptos de la
acupuntura y el prana, se han inclinado también por la
idea de que hay otras energías que circulan por el cuer-
po. La doctora Barbara Brown, fisióloga, pionera de la
biorrealimentación (biofeedback), descubrió en sus tra-
bajos que, tal como habían proclamado los yoguis, el
ser humano puede aprender a controlar funciones or-
gánicas involuntarias .. Pero, ¿cómo actúa la mente so-
bre el cuerpo y lo controla?, se pre~ta la doctora
Brown. «¿ Es posible que, sea el que sea el mecanismo
del proceso biorrealimentador, vaya acompañado de una
energía aún no identificada?», se pregµnta en New
Mind, New Body (Nueva mente, nuevo cuerpo). «No
debería sorprendernos que se descubriesen formas nue-
vas y distintas de energía corporal.»
El doctor Harold Burr, de Yale, descubrió hace va-
rias décadas, que todas las cosas vivas están rodeadas
de una red de energía, de unos campos electrodinámi-
cos que pudo medir con un voltímetro. Estos «campos
de vida», como les llamó, son la conexión entre mente,
cuerpo y cosmos, según Burr. E.l y sus colegas midieron
estados alterados de conciencia a través de estos cam-
pos. En este aspecto, el doctor Burr descubrió algo de
suma importancia para comprender la vida en general,
y para entender en concreto el superaprenclizaje. Des-
cubrió que los cambios del interior del cuerpo, los cam-
bios de las ondas cerebrales o del ritmo cardíaco, eran
resultado de cambios en esos campos energéticos, y no
a la inversa. Esos campos de vida son, según su opinión,
los medios por los que la mente influye en el cuerpo.
Hay cada vez más pruebas, procedentes de campos
diversos, de que existe un continuo intercambio de ener-
gía dentro de nosotros y entre nosotros y el medio, en
contra de lo que se ha sostenido en general en Occi-
dente. Esta energía muestra, hasta ahora, una asom-
brosa semejanza con esa energía básica y luminosa que
siempre se admitió en Oriente. El pandit Gopi Krishna
habla por muchos filósofos orientales cuando dice que
esta energía está en la base de la vida; es la fuerza nu-
tricia del genio y de la máxima eficacia. Se puede «re-
cargar» o incrementar esta energía mediante la respi-
ración, el ritmo y el sonido; en eso están todos de acuer-
do. El superaprendizaje utiliza la respiración, el ritmo
87
y el sonido para activar la supermemoria y las faculta-
des supranormales. Si tienes anhelos de genio, quizá te
resultase fructífero estudiar todo lo que estimula, se-
gún dicen, esta energía «distinta» (campos magnéticos
modulados, respiración, alimentos «vivos», sonido, luz)
para ver si estimulan el aprendizaje y cómo.
Como tan lúcidamente nos muestra el físico F. Ca-
pra en su libro Tao of Physics (El Tao de la física), la
física moderna y la filosofía oriental están empezando
a encontrarse. Los antiguos dogmas de Oriente están
convirtiéndose en las proposiciones de los físicos de
Occidente. Hoy no es raro ya que se considere el yoga
como una ciencia, algo que los que lo practican siem-
pre sostuvieron.

La música como puente para la conciencia


Quizá haya un elemento más, aún no desvelado, tras
el hecho de que se utilice un tipo concreto de música
en las sesiones de aprendizaje, la de los compositores
barrocos. La idea de la música como puente para llegar
a la conciencia interna nos lleva a las fuentes ocultas
de la propia música. Está en la base de las leyendas de
Orfeo, que empleaba la música como medio para «en-
cantar» a los seres vivos.
Al llegar informes de Bulgaria sobre los efectos de
la música, nos extrañamos, en principio. Con unos mi-
nutos al día de aquella música barroca, los que seguían
las clases de Lozanov empezaban a hablar no sólo de
conciencia ampliada y de mejor memoria sino también
de toda una serie de beneficios para la salud. Se sentían
restaurados, potenciados, centrados. La tensión y la fa-
tiga desaparecían. Se esfumaban jaquecas y dolores. Los
impersonales gráficos fisiológicos eran otra prueba:
disminución de la presión sanguínea, de la tensión mus-
cular, pulso más lento. ¿Es sólo el compás de la música
lo que aminora los ritmos mente/cuerpo hasta niveles
más saludables, o hay algo más en esa música deter-
minada que la hace especialmente vitalizadora?
Mientras se estudiaban las cualidades benéficas de
la música barroca en Bulgaria y en la URSS, se empren-
día en otros países otro tipo de investigación sobre
este mismo tipo de música y sus efectos. Científicos de
todo el mundo empezaban a descubrir los asombrosos

88
efectos de determinados tipos de música en células vi-
vas elementales: en las plantas.
Esta ola de descubrimientos se inició después de
que una investigadora californiana, Dorothy Retallack,
revelase los resultados de sus años de investigación CQn
las plantas. Sometió a conciertos de diferentes tipos
de música, desde rock a música barroca, a plantas cul-
tivadas en cámaras científicamente controladas. Las
plantas de las cámaras en que se emitía música barroca
de Bach y música india de Ravi Shankar crecían depri-
sa, lozanas y frondosas y con grandes raíces. Las plan-
tas se inclinaban hacia la fuente de la música «hasta
casi abrazar el altavoz». Algunas se desviaron hasta se-
senta grados. Las plantas de la cámara de música rock
se marchitaron y murieron.
¿Qué pasaba? Los investigadores probaron con otro
tipo de música. Las plantas no mostraron reacción al-
guna a la música country-western. Dorothy Retallack
era personalmente partidaria de la música de Debussy.
Las plantas no reaccionaron con un mejor crecimiento
y se apartaron de la música hasta diez grados. El jazz
tuvo efectos algo mejores. Las plantas se inclinaban
hacia los altavoces unos quince grados y crecieron más
frondosas que en cámaras sin música.
En el transcurso de los años, al hacerse los mismos
experimentos con plantas en universidades y centros
de investigación, se hizo patente el mismo hecho: las
plantas reaccionaban y crecían frondosas y más lozanas
en un medio sónico de música clásica o india que con
otros tipos de música o en silencio.
Si distintos tipos de música pueden causar efectos
distintos en las plantas, ¿qué no será con los seres hu-
manos? se preguntaba Dorothy Retallack. Quizá los búl-
garos pudiesen haberle contestado.
¿Cuál era el «ingrediente secreto» que añadían esos
primeros compositores clásicos a su música para ha-
cerla tan saludable para las plantas y los seres huma-
nos? ¿Eran los instrumentos que utilizaban? ¿La combi-
nación de sonidos? ¿ Qué era exactamente?
Un pequeño buceo en las fuentes ocultas de la mú-
sica muestra que el arte de la música estuvo en tiempos
ligado a la medicina y a la ejecución de supuestos «ac-
tos s<;>brenatur~les». ~e. ªtx:ib~Y.,Cll. ~-~ ?=n.ntegisto
dos libros ded1cados a la mus1ca. Ef enundo 10s prm-
dpios de una filosofía rt!ta"danada con la música que
89
se transmitió durante siglos a través de grupos secretos
y de gremios de músicos, albañiles y arquitectos.
Su filosofía se basaba en la existencia de una armo-
nía y una correspondencia entre todos los distintos ti-
pos de fenómenos del universo (los giros de l~s plano-
tas, las mareas de la Tierra, el crecimiento de la vegeta-
ción, las vidas de los animales y de los seres humanos).
Todo está relacionado. Todo lo que es en el universo
emana de la misma fuente, según la filosofía herméti-
ca, y, en consecuencia, se aplican a cada unidad las mis-
mas leyes, principios y características: «Como arriba,
abajo.»
Los antiguos matemáticos estudiaron el universo,
descubrieron las relaciones de los diferentes ciclos pla-
netarios, contaron las periodicidades rítmicas de la na-
turaleza, calcularon las proporciones del cuerpo huma-
no. Estructuraron una «geometría sagrada», una serie
de relaciones y proporciones matemáticas. Creían que
estas relaciones y proporciones, que se utilizaban en la
música y en la arquitectura, resonarían a compás con
las fuerzas vitales del universo y estimularían así la vida.
Cuando se pulsa ~11:ª. nota. de u.n. pi.ll!J..O en µp :recmio
lleno de pianos, resuena la misma P.Qta .en los '1~»,!ás
mstí"lltnentes; aumentando así el poder de la única no'ta
Bastlr U!nar todo el recinto. Asimismo, los antiguos
creían que tocando ciertas armonías y combinaciones
de notas habría una resonancia con otros elementos del
universo conectados a la misma escala. A través de esta
resonancia podríamos conseguir, a voluntad, potenciar
nuestras «notas únicas». Podríamos así equilibrarnos
y curarnos a nosotros mismos y «armonizar» con las
energías del planeta hasta activar nuestros poderes na-
turales. Esas energías del universo incluían, también, la
idea de prana, de una energía omnipresente.
En nuestro universo todo se halla en un estado de
vibración. La materia está formada por ciertos tipos
de ondas en vibración palpitante. Hay una unidad entre
las vibraciones de una nota musical, un color y los enla-
ces de una sustancia química o la vibración de los elec-
trones de un átomo. Cada cosa vibra a su frecuencia
concreta según una proporción. La por debajo de do me-
dia vibra a 213 ciclos por segundo, y se relaciona con
el color rojo anaranjado y con un metal, el cobre. Si
bajo do, a 240 ciclos por segundo, se relaciona con el
amarillo y con el zinc. El doctor Donald Hatch Andrews,
90
especialista en química, dice: « ...estamos descubriendo
que el universo no está compuesto de materia sino de
música».
No hace sino reflejar lo que ya dijo ,el escritor in-
glés Thomas Carlyle: «Si ves en lo profundo / verás mu-
sicalmente; el corazón del ser de la naturaleza/ es todo
música. / Pero has de saber descubrirlo.»
Las antiguas escuelas de música creían que ésta era
el puente que lo ligaba todo. Siguiendo las ideas de Pi- .
tágoras, elaboraron en su música un «canon sagrado»
de estas armonías concretas, intervalos y proporciones:
éstos serían los sonidos ligaáores. Pensaban que cuan-
do la gente oyese sonidos según proporciones específi-
cas, los ritmos de sus células, cuerpos y mentes se sin-
cronizaría a los mismos ritmos que los planetas y las
plantas, que la tierra y el mar. Se disolverían en el
cuerpo/mente las pautas desincronizadas e inarmónicas.
Creían que estos sonidos y ritmos concretos enalte-
cían la vida y la hacían más sana y fecunda. La música
era el puente que unía con el cosmos, que abría mente
y cuerpo a poderes más altos y a una conciencia ampli-
ficada. A través de la música podían conectarse micro-
cosn;ios y :macrocosmos.
Estas ideas llegaron hasta los compositores de la mú-
sica barroca. A los músicos de aquella época les enseña-
ban a utilizar estos números y pautas de armenia, con-
trapunto, ritmo y compás en su música y los utilizaban.
Esta música barroca «matemática» pretendía afectarnos
ligando, ajustando y sincronizando nuestras mentes y
cuerpos a pautas más armónicas. Pero ¿hay algo más
en el asunto? De momento este género concreto de mú-
sica ejerce, al parecer, un efecto positivo en las plantas
y en los seres humanos. ¿Qué efectos ejerce sobre 1a
materia misma?
En la actualidad, una ciencia nueva, la cimática, crea-
da por el doctor Hans Jenn1, nos permite ver realmen-
te qué efectos producen diferentes sonidos y música
diversa sobre diversos tipos de materia: limaduras me-
tálicas, arena, líquidos, etc. Hay ritmos que fuerzan a
las limaduras metálicas a adoptar formas orgánicas,
como los erizos marinos o las espirales de las medusas.
Los mantras (cantos de meditación) producen pautas
precisas, equilibradas, geométricas.
Los laboratorios Delaware de Inglaterra analizaron
los frentes de onda que generaban distintos tipos de
91
música emitidos a través de un solenoide, un imán. Lo-
graron captar sorprendentes indicios de la idea de una
pauta clásica subyacente. Lo__s frentes ..d.e Qllda ~ coro
finaLdeJ M,e sías _de Hander prod;µJe.ro_p_.. una vez tx:~-
~ I supe:rnue~fos, una estrerra úe cinco pµntas ne_r-
feda. ·-· ¡:
¿Por qué y cómo exactamente ayuda este tipo con-
creto de música barroca a activar la supermemoria en
los seres humanos y .enaltece su salud y la de las plan-
tas? ¿Participan en ello además «otras» energías o cam-
pos magnéticos? Lozanov cree que participan todos los
elementos de la estética. Al explorar la supermemoria,
el laberinto nos lleva más allá, hacia el lado misterioso
de los números y de la música.
Como dice el famoso compositor y director Alan
Hovhaness: «Cuando la música era melodía y ritmo,
cuando cada combinación melódica era un don de los
dioses, cada combinación rítmica un mantra que acti-
vaba una clave de poder en la naturaleza, la música era
uno de los misterios de los elementos, de los sistemas
planetarios, de los mundos visibles e invisibles.»

Holografía y supermemoria

¿Cómo funciona la supermemoria? Conocemos cier-


tos factores que la activan. Se están investigando otros
posibles factores menos visibles. Se sabe lo bastante
para empezar a activar y usar este potencial. Pero,
¿cómo funciona la supermemoria? Lo mismo que nadie
sabe aún, en realidad, cómo funciona la propia memo-
ria, nada sabemos de la supermemoria. En fechas re-
cientes, los especialistas que intentan desvelar los mis-
terios de cómo recordamos tienden a utilizar un nuevo
modelo de la memoria y el cerebro: el modelo holo-
gráfico.
El uso más corriente de la holografía es la fotogra-
fía tridimensional. Si has visitado alguna vez el Museo
Holográfico de Nueva York, verías la imagen de una
pequeña bailarina. Puedes dar una vuelta a su alrede-
dor, verla por el lado izquierdo, por detrás, con el ca-
bello recogido en un moño, por el lado derecho. A dife-
rencia de una foto normal, allí está toda la bailarina.
Parece real, salvo por el hecho de que puedes atravesar-
la con el dedo. Allí no hay más que dos frentes de on-
92
das de luz que se cruzan y crean en aquel punto una
imagen, una bailarina.
La halo¡r.afia es también otro descubrimiento de la
ciencia contemporánea que parece hacerse eco en for-
ma moderna de una viejp. idea: el todo en uno, el uno
en todo. s~ p~de cqrtar ®ª,,.PJªca_hQlo¡rafit:a en_ »_é-
q,µeno~_!tagmentos y cada frasmento dimiiruto contie-
,pe la ima.gi:n ~Ma.
Un neurocientífico de Stanford, el doctor Warl Prib-
ram tiene pruebas de toda una década de que ~truc-
tur..a, .del cerebro es. bolo~áf}fª· El cer~bro, igual que 71
holograma, tren.e mformac10n esparcida por todo el,
tiene todos los recuerdos distribuidos por todo el sis-
tema, y cada fragmento está codificado de modo que
emita la información del conjunto.
Hace poco tiempo, el doctor Pribram, y un físico
inglés, el doctor David Bahm, enunciaron una nueva
teoría de cómo funcionamos nosotros y el universo. Se-
gún informaban en el Brain/Mind Bulletin: «Nuestros
cerebros construyen matemáticamente una realidad
«concreta» interpretando frecuencias de otra dimensión,
un reino de realidad primaria significativa y pautada
que trasciende tiempo y espacio. El ce.rebro es un ho-
lograma que interpreJa_un universo hofográtfco.»
La hofografia rrabaJa en toaos, no en partes o en
progresiones graduales. Abarca relaciones de frecuencia
y fase, como las sincronías rítmicas de la supermemo-
ria. En el fondo, quizá veamos más claro lo que pasa
exactamente en programas balísticos que como el su-
peraprendizaje, activan más facultades de la mente,
cuando los especialistas construyan su modelo holográ-
fico del cerebro y de la memoria.

93
6
LA PERSONALIDAD SIN TRABAS

La personalidad sin trabas, una personalidad libe-


rada de las viejas limitaciones, que goce del libre fluir
de sus energías, una personalidad capaz de desplegar
más de sí misma al sol de cada día, es el auténtico obje-
tivo general del superaprendizaje. Para lograr esa per-
sonalidad hemos de prescindir de las indicaciones que
nos han encajonado en una imagen limitada de nosotros
mismos. El doctor Lozanov cree que la historia y la so-
ciedad pulsan constantemente sugerencias sobre nues-
tras capacidades, y estas sugerencias subestiman radi-
calmente lo que podemos ser. El creer en límites, dice,
crea individuos limitados. O, como dice un cartel con-
temporáneo: «¡Puedes volar, pero has de abandonar ese
capullo!»
Muchos de los hilos que nos atan son sugestiones in-
conscientes. Desde que nacemos empezamos a recibir
sugestiones de los que nos rodean sobre cómo actua-
mos y cómo hemos de ser. Si hemos de volar, tenemos
que hacernos con los controles y tomar conciencia de
las cosas que nos influyen, para así poder coger lo que
queremos y librarnos del resto.
A este proceso de intentar superar las ideas precon-
cebidas respecto a las limitaciones de nuestra persona-
lidad y nuestra capacidad es a lo que Lozanov llama
desugestión. Lozanov ha esbozado tres bloaueos o.sü;o-
lógicos principales que tiene la gente respecto al apren-
dizaJe rapido y a la apertura de las reservas de la
mente.
94
Bloqueos psicológicos del superaprendizaje
y qué hacer respecto a ellos

1) EL BLOQUEO LóGICO/CRÍTICO

Basándose en un razonamiento. mti~, algunos in-


dividuos se manifiestan inmediatamente escépticos. «El
superaprendizaje tiene que ser un bulo. Es un disparate.
L'.l gente se engafia si cree que tiene alguna base esa
idea de las reservas de la mente.» O: «La historia mues-
tra que la capacidad de los seres humanos no ha cam-
biado nunca.»
La segunda parte de la barrera lógica dice así: «Qui-
zá resulte con otras personas, pero conmigo no resul-
taría. Nunca he aprendido de forma rápida y fácil. ¿Por
qué habría de sucederme ahora?,. O: «Ya aprendo con
rapidez, ¿cuánto podría mejorar?»
Todos tenemos una «norma» de aprendizaje que nos
han sugerido la sociedad y la experiencia. Destacados
especialistas han cambiado ya de parecer sobre las pau-
tas de aprendizaje del ser humano. Han acabado con-
cluyendo que apenas utilizamos el diez por ciento de
nuestra mente; un noventa por ciento espera a que Stl
le libere.
El doctor Frederic Tilney, destacado neurólogo fran-
cés, cree: «Desarrollaremos, por orden consciente, cen-
tros cerebrales que nos permitirán utilizar potenciali-
dades que hoy ni siquiera podemos imaginar.»
El doctor Jerome Bruner de la Universidad de Har-
vard, dice: «Nos hallamos aún en el umbral del cono-
cimiento del ámbito de educabilidad del hombre, de la
perceptibilidad del hombre. Jamás habíamos abordado
este problema.»
Jack Schwarz, especialista psicofísico, dice: «Posee-
mos una capacidad potencial tan grande que resulta
casi increíble.»
Muchos miles de individuos han demostrado satis-
factoriamente tener reservas notables de memoria. El
mejor modo de satisfacer el juicio crítico personal res-
pecto a si uno puede beneficiarse personalmente de la
supermemoria es comprobarlo personalmente. Los es-
cépticos miembros de las comisiones oficiales de Bul-
garia descubrieron que la sugestopedia también funcio-
naba en su caso. Ensaya una sesión y haz pruebas, antes

95
y después, para ver si empiezas a aprender con más fa-
cilidad y perfección.
2) EL BLOQUEO EMOTIVO/INTUITIVO

A partir de experiencias previas, especialmente de


fracasos repetidos, el individuo puede haber aceptado
emotivamente una valoración reducida de su capacidad
de apreri01:za3e y, en consecuencia, puede faltarle con-
fianza. Los comentarios de padres, hermanos, profeso-
res, amigos y autoridades diversas a lo largo de los años
pueden atar a una persona a la idea de que no es bas-
tante inteligente para ac~ bien, o que su capacidad
se reduce a un área única. En la infancia, por ejemplo,
un padre pudo haber dicho muchas veces: «Eres un
desastre en aritmética.» Esta sugestión neiativa puede
haber sido aceptada sin más por un niño sm capacidad
crítica y que luego confirma que es cierta. Las mate-
máticas serán para él siempre un espantajo. Los sus-
pensos, las notas bajas en los exámenes de acceso a un
trabajo, la aparente incapacidad para mantenerse al
mismo nivel intelectual que los amigos ... hay una serie
de cosas 4.ue pueden reforzar el sentimiento de inferio-
ridad del mdividuo respecto a su capacidad de apren-
dizaje y, por supuesto, esta creencia, cargada de emo-
tividad, reduce aún más las posibilidades de aprendi-
zaje.
A veces, la falta de confianza se debe a las circuns-
tancias: «Hace ya años que dejé de estudiar. Nunca
seré capaz de volver a hacerlo.»
Incluso para individuos que parecen aprender con
facilidad, hay a veces materias que les provocan angus-
tia.
El método del superaprendizaje tiene elementos in-
corporados que ayudan a combatir la inquietud, la ten-
sión y la angustia. Una vez eliminada la tensión, se hace
más fácil aprender porque no existe bloqueo. Aumenta
con ello el rendimiento, y pronto empiezas a sentir con-
fianza en tu capacidad de aprendizaje. Los sistemas de
superaprendizaje utilizan también normalmente el re-
fuerzo como parte de su método de adiestramiento. Las
~acion~sitivas auto.imouestas, cuando se hacen
de forma adecuaáa, taíhoíén a;xudan a disolv;f,g~loq_ues
y a eliminar la falta de confianza. {Ver pág. .

96
3) EL BLOQUEO ~TICO/MORAL

Muchas personas tienden a pensar, condicionadas


por su educación, que el estudiar ha de ser trabajo
duro, monotonía y aburrimiento. «Quien algo quiere,
algo le cuesta», razonan. Muchos creen también que
enseñar a base de sufrimiento, privaciones y buenos
coscorrones es la mejor manera de fol"Dlar ..el..~ter.
Están convencidos de que el aprendizaje sin un esfuer-
zo agotador hace perezoso al individuo.
En realidad, con el,s.uD.et.a.m-~e, lejos de no ha-
cer ningún esfuerzo, eres, de hedí.o, superdiligente. Es-
tás haciendo. e_l uso_ :mis.. e~9n~micq _posible ge Jol_ re-
c~s- enera,eücos de _tu, _ or,&.anismo. El cuerpo obtiene
el suministro d"'xado ·c:r-e comoustible de los nutrientes
consumi~os. S.i se ~asta inútilm':!nte.. w,ia cuantía.e!,.evªda
d~ _ene!'_gxa OJ:",aru.ca ~n Jensiol!,_~wa_ 'K. flburr:umento,
s1e!UJ?-1·t:: fla'bra menos~n~tia.. pat.t e'(iipreJ;l~lizaJe. Para
aprender a locar e1 piano o a oucear, lían Je 1r elimi-
nándose gradualmente .los movimientos innecesarios.
Bucear y tocar el piano pronto parecen no exigir es-
fuerzo alguno, porque todos los movimientos son pro-
ductivos.
La apariencia de ausencia de esfuerzo del aprendi-
zaje se deriva de que todos los elementos pasan a ser
productivos, prácticos y eficientes. «El conocimiento ha
de nacer sin dolor», dice el doctor Lozanov.
El esfuerzo realizado es agradable y, como es eficaz,
aprendes más que con la misma cuantía de esfuerzo
que antes.
Según quienes han utilizado la técnica en la Univer-
sidad de lowa, el modo más efectivo de superar los tres
bloqueos mentales es inundarlos: Empezar desde la pri-
mera sesión por lo menos con cien palabras o frases
nuevas para poder ver los resultados de inmediato.
«Las barreras desugestivas quedan simplemente
inundadas cuando el estudiante descubre en la primera
sesión que está aprendiendo mucho más que nunca»,
dicen los profesores Schuster, Gritton y Benítez-Bordón.
«En cuanto esto ocurre, se produce un efecto de bola
de nieve: en la primera sesión, el estudiante aprenderá
más fá~lmente que antes, pero no se aproximará a la
perfección. Durante la segunda clase y las siguientes, el
estudiante medio descubre que puede aprender el ma-

'J"/
terial con casi un cien por cien de retención. 11ste es el
efecto .. bola de nieve" de la operación.•
Se trata realmente de aprender a aprender. Los in-
vestigadores eslavos descubrieron que la capacidad de
aprendizaje de los estudiantes aumentaba sustancial-
mente a final de curso.

Relación consciente-inconsciente
Otro aspecto psicológico de la sugestopedia es el que
se relaciona con algo particularmente fascinante de los
métodos de superaprendizaje. ct\rmo~ª1J.do esi,dos ll!!e-
rado_s__ de conciencia, recitado n.muco. reso1raC16n y
müiica...c._~scenc.femos en espiral' has~ ~s,reservas de la
mente. una vez esl'a'blecTdá esta conexión, llega l'a con-
dentia de ella. La esfera de percepción consciente se
amplia. «Por medio de la conciencia ampliada podemos
controlar y seleccionar las percepciones que queramos
-dice Lozanov-. Nos hacemos auto-desarrollados.»
La sugestolog{a pretende tender un puente entre
consciente e inconsciente. No ha de sorprendemos que
ésta sea también la base del raja yoga, «la ciencia que
pretende establecer una unión o lazo entre la mente
consciente y la mente subconsciente, produciendo así
un tercer estado que se convierte en Superconciencia».
(Ver Psychosomatic Yoga [Yoga psicosomático], de John
Mumford.)
«Cuando estoy dando una conferencia en un audito-
rio -dice Lozanov- no sé cuántas luces hay en el te-
cho. Pero si me hipnotizan y me lo preguntan, lo sé.
Como estoy centrado en otra cosa, estos aspectos peri-
réficos quedan fuera del umbral de la atención cons-
ciente. Pero aun así, el individuo está recogiendo cons-
tantemente esta información.»
El superaprendizaje utiliza de modo positivo esta
información periférica que recibimos continuamente.
Ayuda también a establecer un tráfiéo en dos direccio-
nes en la conexión consciente-inconsciente, de modo que
podamos evocar lo que percibimos.
En una clase recogemos gran cantidad de informa-
ción no verbal del profesor y del entorno. El propio li-
bro de texto nos da, por ejemplo, sugestiones incons-
cientes. La profesora podría decir as sus alumnos:
«Aprendan una lección del libro de francés para ma-
98
ñana.» Los estudiantes quizá refunfuñasen, pero casi
todos lo harían. Pero si la profesora dijese: «Quiero
que aprendan siete lecciones para mañana», se rebe-
larían. El libro, dividido en lecciones, les ha sugerido
«límites razonables». Los textos de sugestología están
estructurados de modo que sugieran una capacidad am-
pliada. Hay también otros elementos del entorno y de
la conducta del profeso1· que se orquestan para crear
una atmósfera positiva que estimule el aprendizaje.
Está luego el tema concreto que uno quiere apren-
der. También eso está estructurado para ambos niveles
de la mente, para lo consciente y lo inconsciente, a la
vez. Los datos históricos, por ejemplo, se estructuran
para la mente consciente; los ritmos y las entonaciones
se orquestan sin embargo, para atraer la atención de la
mente inconsciente.
«Uniendo los estímulos conscientes e inconscientes,
estimulamos de modo global la personalidad -dice Lo-
zanov-... la personalidad total holisticamente... el he-
misferio cerebral izquierdo y el hemisferio cerebral
derecho simultáneamente.»
En la conferencia que dio en Iowa en 1977, surgió
el tema del lavado de cerebro. En opinión del doctor
Lozanov, la sugestopedia es un medio de contrarrestar
el lavad.o de cerebro y otras técnicas subliminales utili-
zadas para influimos, sobre todo, en Occidente, a través
de la publicidad. El superaprendizaje amplia la esfe-
ra de conciencia. «Comunica las percepciones subcons-
cientes con la :mente consciente», dice. El individuo co-
bra conciencia de las influencias subconscientes que le
introducen.
Los estudiantes búlgaros examinados después de cur-
sos de aprendizaje rápido mostraban que se habían
hecho menos sugestionables. Su actividad intelectual
aumentaba y, a cada curso que hacían, los exámenes
indicaban que eran cada vez menos sugestionables y
que era menos probable que les embaucasen con pro-
posiciones equívocas.
Cuando alguien desea influimos suhliminalmente,
dice Lozanov, pretende afectamos sin nuestro conoci- ·
miento, sin nuestra aceptación, sin nuestro consenti-
miento consciente a que nos influyan.
Como indica Wilson Key en Subliminal Seduction
(una exposición de cómo manipulan nuestra mente los
medios de comunicación para sacarnos el dinero):
99
«Todo lo que se percibe conscientemente puede eva-
luarse, criticarse, discutirse, rebatirse y quizá rechazar-
se, mientras que la información que se percibe de modo
inconsciente no encuentra ninguna resistencia ni valo-
ración intelectual.»
Key expone algunas de las claves subliminales que
los publicitarios introducen en sus anuncios para atraer-
nos inconscientemente hacia los productos anunciados:
Cráneos en cubitos de hielo en los anuncios de bebidas
alcohólicas; palabras obscenas en anuncios de juguetes
de niños; pautas sexuales en diversas obras de arte;
órdenes subaudibles de «compra compra» en anuncios
televisivos. Sería interesante determinar si, después de
pasar por el superaprendizaje, podría identificar la gen-
te las influencias publicitarias subliminales que le lle-
gan.
Lozanov sostiene también que sería inútil utilizar su
sistema para bombear información en la gente en con-
tra de su voluntad. Los estudiantes están totalmente
alerta durante el curso; perciben incluso cambios mi-
núsculos en el contenido del curso y en la forma de
recitar el material. Si no fuese así, no podrían apren-
der idiomas. Las percepciones inconscientes se hacen
conscientes y el intelecto crítico opera constantemente
con ello.
Los que organicen el curso por su cuenta, quizá no
tengan problemas, porque poseen un absoluto control
del material que utilizan.

El placer de aprender
«La vida debería ser un torrente incesante de dicha
-dijo en una ocasión Lozanov-. Y, sin embargo, las
vidas de muchas personas están dominadas por el mie-
do ... el miedo crea tensiones y envenena la vida del in-
dividuo.» Lozanov suele decir también que «muchos so-
mos víctimas de los métodos de enseñanza». En reali-
dad, Lozanov se dedicó a la enseñanza con el propósito
de curar una enfermedad didactogénica.
El placer de aprender es otro principio básico de
los métodos de superaprendizaje. Quizás esta sensación
de entusiasmo sea una norma más que hemos olvidado.
Los niños muy pequeños tienen esta alegría de forma
natural; si no la tuviesen, jamás aprenderían a andar,
100
a hablar o a alimentarse por sí mismos. Pero luego que-
dan atrapados en lo que Alan Watts llamaba «la cons-
piración. para que no sepas quién eres». O, como decía
Wordsworth en términos del siglo x1x: «Las sombras
de la cárcel empiezan a cernerse sobre el niño que cre-
ce ... »
Los métodos de superaprendizaje pretenden que el
conocimiento nazca sin dolor, sin tensiones, sin preo-
cupación ni aburrimiento. En ellos te dicen que esforzar-
se demasiado sólo obstaculizará el aprendizaje. Por que
el superaprendizaje es algo. libre de tensión y de esfuer-
zo. Aprender es en realidad un placer, no un problema.
«Los estudiantes de nuestras primeras clases vuelven
normalmente al Instituto a explicarnos que fue la épo-
c.1 más feliz de su vida», dice Lozanov. Quizá continúen
pensando lo mismo toda la vida. En las serias estadís-
ticas de los informes sobre sugestopedia de varios paí-
ses, aparecen continuamente las palabras «gozo» y «libe-
ración» y «eliminación de represiones».

101
7
CóMO LOGRAR UN SUPERAPRENDIZAJE

Si quieres aumentar el coeficiente intelectual y disfru-


tar haciéndolo, hay algunas técnicas simples que pueden
ayudarte a conseguirlo. Han operado con éxito con in-
numerables personas, y lo harán también en otros ca-
sos. Independientemente de lo que se quiera aprender
(tocar la guitarra o derecho inmobiliario) se hará me-
jor si uno sabe relajarse y fortalecer las capacidades
positivas. Todos los sistemas de aprendizaje de este
libro (mentales, físicos o intuitivos) utilizan estados al-
terados de conciencia para aliviar la tensión y abrir la
conciencia. Como el autor de lnner Tennis, Timothy
Gallwey, señala: «El éxito es la secuela inevitable y
natural de la conciencia.»
El siguiente minicurso de relajamiento ayudará en
cualquier programa de aprendizaje. Los ejercicios son
de particular importancia si se quiere fortalecer la me-
moria y acelerar el aprendizaje de datos objetivos. Tó-
mese un tiempo, una semana al menos, para practicar
estos ejercicios y familiarizarse con ellos, antes de ini-
ciar el programa de memoria. La inversión rendirá bue-
nos dividendos en capacidad de aprendizaje.
Los ejercicios preliminares que han de realizarse
para ponerse en forma con vistas a la supermemoria
son:
1) relajamiento (ejercicio A o B) con afirmaciones
2) calma mental
3) recordar la alegría de aprender
102
4) respirar rítmicamente
Hemos agrupado la siguiente serie de ejercicios, par-
tiendo de las investigaciones realizadas por los usuarios
de técnicas de superaprendizaje de Europa y América de
más éxito.

Ejercicio de relajamiento (A)


Repase las instrucciones unas cuantas veces y tome
nota de los puntos principales. Repita luego en silencio
las instrucciones para sí .mientras hace el ejercicio. Si
quiere, puede grabar las instrucciones y oírlas mientras
hace el ejercicio o hacer que alguien se las lea. Pueden
conseguirse los ejercicios sobre «El arte de aprender•,
en una cinta grabada de veinte minutos, de Superlear-
ning Inc. Practique con regularidad. Puede llevarle más
o menos una semana llegar a familiarizarse de verdad
con estas técnicas antes de poder seguir utilizándolas
con programas de aprendizaje. Descubrirá poco a poco
que puede cambiar engranajes mentales y alcanzar un
estado de relajamiento sin tener que recorrer paso a
paso un proceso.
Los el!lr~icios de relai~o no sólo avudan_ íl li-
berar e1 cuerpo de ta fens1on sino que también· son un
primer paso para ,establf:c,er .t,Jna línea. de comunicacio-
nes con la piente_ SUl>COnsci.en.t.e. Una vez establecida
esta li'ilea áe conciencia, puedes borrar la tensión a vo-
luntad. Y esto es valioso en todos los aspectos de la
vida. Como decía un hombre cuando se relajó por pri-
mera vez en muchos años: «Siento como si volviese a
ser otra vez yo mismo.»
Aunque los ejercicios puedan parecer largos en le-
tra impresa, pueden hacerse en unos minutos.
Esta técnica de relajamiento está destinada a ayudar
a eliminar la tensión muscular. Las partes en que se
han de tensar los músculos no deben hacerse con el
mismo vigor que si fuesen ejercicios físicos. Antes de
empezar, conviene estirarse un poco y hacer unos giros
de cuello muy suaves, para mejorar la circulación de la
cabeza. Apoye la barbilla en el pecho y haga girar la ca-
be2:a en un círculo completo a derecha e izquierda.

Busque un lugar donde esté libre de interrupciones


y molestias. Póngase cómodo en el asiento o túmbese
103
si lo prefiere en un sofá o en el suelo. Afloje la ropa
que pueda apretarle. Póngase lo más cómodo posible.
Piense en sus huesos y músculos y sienta su peso sobre
la superficie en que se apoya. Con los ojos cerrados,
haga una inspiración lenta y profunda. Espire. Al espi-
rar, sienta cómo la tensión empieza a desvanecerse y
ordénese relajarse. Haga una segunda inspiración muy
lenta y profunda y, al espirar, sienta que la tensión
huye de usted con el aliento. Relájese. Haga una tercera
inspiración lenta, regular, profunda. Espire. Imagine
que la tensión abandona sus músculos. D1gase a sí mis-
mo que debe relajarse.
Estire al máximo posible los dedos de los pies. En-
cójalos al máximo. Manténgase esta sensación tensa y
crispada en los dedos de los pies mientras cuenta lenta-
mente de uno a cinco. Relaje luego los dedos. Relájelos
completamente y aprecie la diferencia.
Tense luego los dedos de los pies, los pies y los
músculos de la parte inferior de las piernas. Ponga esos
músculos en tensión, muy tensos, pero mantenga relaja-
do el resto del cuerpo. Mantenga esa sensación tensa
mientras cuenta lentamente hasta cinco. Luego relájese.
Saboree esa sensación de verse libre de la tensión.
Tense luego los músculos de la parte superior de las
piernas así como los de los dedos de los pies, los pies
y la parte inferior de las piernas. Tense esos músculos
al máximo. Un poco más. Sienta esa tensión con el cuer-
po y con la mente y cuente despacio de uno a cinco.
Luego relájese. Sienta cómo se desmadejan y apaci-
guan esos músculos, se desmadejan y apaciguan. Ordene
luego a esos músculos que se relajen aún más.
Tense luego las nalgas. Mantenga esa tensión mien-
tras cuenta lentamente hasta cinco. Relájese.
Tense los músculos de la parte inferior de la espalda
y del abdomen. Perciba la sensación que produce el
tener todo el cuerpo absolutamente tenso. Tense esos
músculos más, incluso mientras cuenta despacio de uno
a cinco. Relájese, déjese ir, sosiéguese y relájese. Deje
escapar la tensión de todos los músculos. Libérese de
todo su peso. Dígale a su cuerpo que relaje esos múscu-
los un poco más. Perciba lo que es esa sensación de
relajamiento.
Tense ahora los músculos de la parte superior del
torso. Encoja los hombros. Tense los músculos del pe-
cho y de la espalda. Ténselos un poco más. Sienta real-
104
mente esa tensión mientras cuenta despacio hasta cin-
co ... y relájese. Espire y sienta todos esos músculos del
pecho y de la espalda relajarse. Sienta cómo se relajan
todos esos músculos, se sosiegan, se apaciguan. Sienta
cómo desaparecen la tensión y la rigidez. Deje que sus
músculos se relajen_ un poquito más. Tense luego los
brazos cerrando ambos puños. Sienta de verdad esa
tensión, mientras cuenta despacio hasta cinco. Luego
relájese. Deje los brazos inertes. Disfrute de la desapa-
rición de la tensión.
Crispe luego todos los músculos de la cara. Tense
todos los músculos de la cara que pueda. Tense las man-
díbulas. Apriete los dientes, tense el cuero cabelludo,
entrecierre los ojos y bizquee. Mantenga la tensión
mientras cuenta hasta cinco. Relájese luego. Relaje los
músculos de la frente, relaje el cuero cabelludo, los
ojos, la boca, la lengua y la garganta. Elimine todo es-
fuerzo y tensión. Relaje todos los músculos faciales.
Sienta de veras la diferencia.
Tense luego todos los músculos del cuerpo. Empiece
por los dedos de los pies. Vaya subiendo por las pier-
nas el abdomen y la espalda. Luego el pecho y los hom-
bros, los brazos y los puños, el cuello y la cara. Pón-
gase tan tenso como pueda. Contraiga todos los múscu-
los del cuerpo. Mantenga esa tensión mientras cuenta
despacio de uno a cinco. Relájese luego. Déjese ir. Re-
lájese. Sosiéguese. Déjese ir. Perciba la agradable sen-
sación relajante que se extiende por todo su cuerpo:
una cómoda y agradable sensación de relajamiento. Per-
ciba lo que es estar totalmente relajado. Con fos _o.j,os
de la.lllente rec.o:rra. .su cuerpo de la cabeza_a los mes.
Si hay algún músculo que'Jlo este r"Najado, tenselo,
mantenga la tensión y luego relájelo. Ahora tiene el
cuerpo completamente relajado.
Deje que la agradable sensación de relajamiento flu-
ya de la cabeza a los pies y de los pies a la cabeza.
Saboréela de veras. Perciba lo que es la relajación com-
pleta. Apacibles o!as de relajaci_ó1l_{Juy~n_libremente de
la cabeza , los..J?1es y_ ae fos..1?1es a la ~za. :saboree
esa·~ac1ón. Mientras se relaja ahora, puede adminis-
trarse algunas de las afirmaciones de aprendizaje y de
memoria (ver pág. 109).
Dígase luego que cuando cuente de uno a cinco,
abrirá los ojos. Y, al hacerlo, se sentirá alerta, refres-

105
cado fortalecido y libre de tensiones ... 1, 2, 3, 4, 5. Abra
los ojos.
Cada nueva práctica de relajamiento le resultará más
fácil y rápida. Descubrirá que es capaz de pasar muy
deprisa a UD; estado· de rela,.mmiento en el que desa_pa-
_rece. .la.. tensión muscu.lár~ Cuanto más practique más
fficilmente se relajará. Unos minutos de relajamiento
ayudan a aliviar la tensión y la fatiga y ayudan a la
mente a mantenerse alerta, activa, y con mayor capa-
cidad de concentración.
RELAJAMIENTO! VERSIÓN RESUMIDA

Una versión resumida de lo anterior es iensar cada


uno de los grupos de músculos mencionados, de ~ pies
a la cabeza, uno por uno, hasta que esté tensado todo
et cuel'p(). Se ~~ntiene lueg.2.l~ fensi.~n. un... par de se-
¡g._ndos y se cfe!J~ que una ola. ae relaJamlenttr ~ a
el. cu~. rpo en oirecéión in.ver.sa. ,.· de Ja cab.e~ a los J>l~s.
ae.
Dos o tres _cícl<l.§ d~. <:s.w.. .olli.: ~~ t.ditia!D-iento
pueden hacerse hasta contar 41:1111c~, despacio.

Relajamiento PS.iculó.i!i&.q (13)

A muchas personas les resulta más fácil relajarse


mediante la imaginación que con tensión y relajamiento
físicos (relajamiento progresivo). En tal caso, puede
utilizarse este otro ejercicio. Léalo extrayendo la esen-
cia, apréndalo luego, o grábelo.
Póngase lo más cómodo posible. Siéntese en un si-
llón o túmbese en un sofá o en el suelo. Afloje la ropa
que le apriete. Póngase muy cómodo.
«Cierro los ojos y hago varias inspiraciones lentas,
profundas y regulares. Mientras respiro sosegada y pro-
fundamente, me proyecto hasta la séptima planta de un
edificio. Las paredes están pintadas de un color rojo,
intenso y cálido. Bajo por este pasillo rojo hasta el
final, donde llego al pie de una escalera automática
que indica "bajada". Es una escalera automática de co-
lor plateado muy especial. Una escalera automática sua-
ve, silenciosa y totalmente firme y segura. Entro en ella
y siento que empiezo a deslizarme. Apoyo las manos en
las barandillas y voy bajando sin ruido, muy despacio ...
muy seguro ... absolutamente seguro. Sigo descendiendo

106
así en una bajada muy tranquila, hasta el nivel interno
principal, donde sé que puedo hacer transbordo. Sigo
bajando, sintiendo que me relajo y me sosiego ... me re-
lajo y me sosiego.
»Inspiro profundamente. Mientras espiro, repito va-
rias veces "7". Visualizo ese número siete grande alzado
ante m pliredes de un rojo _intenso de la séptima plan-
ta. El color rojo parece pasar flotando ante mí mien-
tras continúo mi relajante descenso. He llegado ya a la
sexta planta. Salgo de la escalera automática y veo un 6
impreso en las paredes naranja claro de la sexta planta.
Rodeado por este color naranja claro sigo hasta el prin-
cipio de la siguiente escalera automática de bajada.
Entro en ella y empiezo a deslizarme de nuevo muy des-
pacio.
»Hago una inspiración profunda y mientras espiro,
repito varias veces «~n y veo claramente a mi alrededor
las agradables ~dé-s nar@ja. Me siento sosegado y re-
lajado mientras desciendó suavemente hasta una zona
aún más apacible y agradable. He llegado ya a la quinta
planta. Veo el letrero de la quinta planta y advierto que
las paredes son de un color amarillo oro de lo más
delicioso. Dejo la escalera y recorro el descansillo do-
rado hasta la siguiente escalera automática de bajada.
Hago una profunda inspiración y, mientras espiro vi-
sualizo el número 5. Repito mentalmente "'s• varias ve-
ces, mientras :saboreo este bello y alegre .a>lar ,í¡marillo
dorado. Entro en la escalera automática siguiente y sigo
flotando hacia abajo. Me siento muy cómodo, muy a
gusto, mientras me dejo ir y me limito a disfrutar de
los colores. Veo el letrero de la cuarta planta y veo
que las paredes son de un verde yerba lozano y tran-
quilizante. Dejo la escalera automática en la cuarta
planta y cruzo por entre este color verde esmeralda
claro hasta la escalera automática siguiente.
»Hago una profunda inspiración y mientras espiro
visualizo el número 4. Repito mentalmente "4" varias
veces. Disfrúfü dél· 1oz.1 no y claro color verde que me
rodea, mientras entro en la escalera automatica siguien-
te y me deslizo tranquilo hacia abajo entre el maravi-
lloso verde, hasta llegar a una zona aún más agradable
y apacible. Llego hasta el letrero de tercera planta y
veo que las paredes son de un hermoso color azul. Me
siento saturado de este azul calmo y apacible. Me sien-
to rodeado de azul. Me detengo unos instantes en la

'107
t~;rcera planta y visualizo una escena tranquila de la na-
turaleza: un lugar donde crea haber estado muy rela-
jado... un lago azul o un océano azul y tranquilo o
campos o montañas cubiertas por un amplio cielo azu-
lado. Percibo de nuevo la misma sensación de armonía,
de profundo relajamiento que sentía entonces. Disfruto
del color azul fluido que me rodea y tengo una sensa-
ción muy agradable, muy apacible, muy relajante.
»Hago una profunda inspiración y mientras espiro
visualizo el número 3. Repito mentalmente "3" varias
veces. Entro-en Ta siguiente escalera de bajada y empie-
zo de nuevo a bajar deslizándome suave y plácidamente
hasta una zona aún más agradable y apacible de color
tranquilizante y suave.
»Veo el letrero de la segunda planta y veo que las
paredes de esta planta son de un color púrpura rico y
vibrante. Dejo la escalera. Hago una profunda inspira-
ción y mientras espiro visualizo el número 2. Repito
mentalmente ''.2" Yacias. yeces. Saboreo este r.im ~
púroura que I?e rodea y me s~ento maravillos~m~nte
Cómocro y relaJado. Cruzo este.purpura hasta la siguien-
te escalera automática de bajada, descendiendo a tra-
vés del púrpura hasta una zona de color aún más rela-
jante y agradable. Veo el letrero de "primera planta".
Y veo que esta planta es de un color ultravioleta bri-
llante. La escalera automática se desliza suavemente ha-
cia abajo y salgo en la planta primera.
»Hago una profunda inspiración y mientras espiro
visualizo el número uno y repito "1" varfas_veces. Dis-
fruto del luminoso .color u.11rallioleTa que me rodea. He
alcanzado ya un estado de gran relajamiento. Me siento
muy descansado, restaurado, tranquilo. Estoy ahora en
mi primer piso interno. En esta planta puedo conectar
fácilmente con otras áreas de conciencia de mi mente.
Sigo descansando y gozando de un relajamiento comple-
to y respiro profundamente. Durante un minuto o así
estoy completamente relajado (pausa).
(Mientras está relajado, es el momento ideal para
repetirse algunas afirmaciones positivas.)*
»Para dejar este primer piso interno, cuento de 1 a

* El entrenamiento autogénico probablemente sea el método


más completo para conseguir el relajamiento. En cuanto lo do-
mine, se le permitirá relajarse siempre que quiera y en cual-
quier lugar.
3. Al llegar a tres, abro los ojos y me siento alerta,
centrado, refrescado, y libre de todas las tensiones.»

La técnica de la afirmación de sí mismo


Cuandu alcanza el estado de relaiamiento a través de
cualquiera de los métodos anteriores iusto -~ ~
abrir los.oios procure afirmar su propia caoacidad. Las
aft'rmaciones pueden. temrrn:r r,¿neficiosas en cualquier
momento, pero serán mucho más eficaces en este esta-
do sereno y relajado.
Elija un par de las frases siguientes. Puede también
elaborar alguna que se ajuste a su propia circunstan-
cia. Procure que sean breves y rítmicas. Use la alite-
ración y la rima si le agrada. Repita en silencio sus
afirmaciones para sí mismo, con énfasis, cuatro o cinco
veces.
Puedo hacerlo
Estoy logrando ya mis objetivos
Aprender es algo de lo que disfruto enormemente
Aprender y recordar son cosas fáciles para mí
Mi mente actúa con efectividad y eficacia
Estoy absolutamente tranquilo
Antes de un examen:
Identifico las respuestas correctas en su momento
Recuerdo todo lo que necesito saber
Estoy absolutamente tranquilo y seguro
Tengo la memoria alerta y una inteligencia poderosa

Visualizaciones para calmar la mente


El objetivo de este eJercicio es adg_uirir práctica en
lJJ. ~.ualjzaci§n, y al mismo tiempo calmar la rnent~.
Se ha descubierto que las escenas nafurales de palsaJes
tranquilos y apacibles son especialmente útiles para
eliminar preocupaciones y distracciones. Puede imagi-
nar un paseo por un parque o por un bosque, que está
sentado junto a un lago, que pasea por una colina o
una montaña, un paisaje invernal, una playa en verano,
o cualquier lugar que conozca que tenga para usted un
109
efecto particularmente calmante. Algunas personas iina-
ginan también para este ejercicio obras de arte o un
museo. Daremos un ejemplo. Se incluyen ejercicios su-
plementarios de visualización en la Sección de Ejerci-
cios (pág. 267). Relájese con su método preferido y
luego:
Visualícese en una hermosa playa:
Sienta el calor del sol.
Camine por la playa y baje hasta el borde del agua.
Sienta la arena caliente bajo los pies y la fina arena
que se mete entre los dedos al caminar.
Goce del azul del cielo y del azul del agua.
Mientras camina al borde del agua perciba cómo las
olas le cubren suavemente hasta los tobillos.
Sienta una leve brisa y que preocupaciones y cuida-
dos le abandonan suavemente.
A lo lejos, puede oír a las gaviotas llamándose en-
tre sí.
Contemple el cabrilleo de los rayos del sol sobre el
agua.
Disfrute de la escena lo más posible. Cuando se pre-
pare para iniciar una sesión de superaprendizaje, tó-
mese unos segundos e Íma.,gine ese 1ugar ayacib]e a fin
de calmar la mente y líberarse de preocupaciones, cui-
d?ldos y presiones que ·puedan distraer1e; ·
Nota: Para evitar la monotonía, pueden variarse los
ejercicios de relajamiento mental de un día a otro. Ade-
más de las técnicas suplementarias para tranquilizar la
mente de la Sección de Ejercicios, puede también cal-
marse la mente con discos como la serie The Enviro-
ment o discos de relajamiento como Spectrum Suite
(Halpern-Spectrum Research lnstitute, Palo Alto, C.A.).

Para recordar el placer de aprender


Para establecer líneas de comunicación entre lo cons-
ciente y lo inconsciente, ha de procurar que los mensa-
jes mentales se entreguen a la mente interna, de modo
que sus instrucciones se pongan en práctica. El que se
diga simplemente «aprendo con facilidad; recuerdo per-
fectamente», no basta para impulsar la memoria a que
lo haga realmente. El «correo» g_l!e a:yu.da a enJr~¡r
el mensaje_. en la comunicaci6n con· la merite Tnterna,
es la emoción.
110
V11elva J ~mío, .pe!'fodo .d~ su vi~ en el QJl_e ~
~ se. :wmesc. a. ¡w.tQ l}Or un wto en fos ~tuw()I~
R.e_cu~r<le ª1_¡_t.ma_ exe._eriencia en la_que clis{~ta~ ,!l)ren-
diend<>, 9 t!J.l_monien(Q m .el _qu~~ fa . memona 1~ . fue
:realmente útil. Puede ser algo rec1enfe o algo ele .hace
mucho tíempo. Puede ser recordar la sensación de triun-
fo que sintió al recordar una palabra clave que resolvió
un crucigrama difícil, el gozo de aprender algo de una
película o de un programa de televisión, de descubrir
algo fascinante o emocionante en un libro, de memori-
zar un guión, o puede ser una experiencia infantil: el
dia que montó por primera vez en bicicleta, o una vez
que se sintió emocionado y satisfecho, en la escuela o
en la universidad, por algo que aprendió o logró.
Recupere la sensación de aquella experiencia positi-
va. Recorra los detalles de aquella experiencia agradable
de aprendizaje con la mayor exactitud posible. Imagí-
nese de nuevo en aquella situación. Recuerde exacta-
mente dónde estaba. ¿Había más gente? ¿Cómo sentía
el cuerpo? Considere lo que sentía en la cabeza, en las
manos, en el estómago. Recuerde sus pensamientos y
actitudes. Saboree la sensación de entusiasmo y emo-
ción que le producía aprender. Saboree el placer de
percibir su mente y su memoria funcionando con flui-
~ez. ~Jérr~se. a es. t.e .s enti·m . , ¡aj ,.y q~$ ~ . le
. ien. tc.> e.s_E~
di~l!e. aJ. xelru.ar.se 4u.rai:it~ una ses.1Qn de su,p~.rapren-
Je.

Cómo respirar 1itmicamente


El objetivo de este ejercicio es aprender a x:_e_spirar
rttmif~e~_y, a través. del control rítmico de la res-
p1rac1on, ammorar los r!!m<>s mei;i~/cueil)o.
Siéntese cómodamente o tiéndase en un sofá o en
una cama. Relájese mucho. Cerciórese de que todas las
partes de su cuerpo están relajadas. Cierre los ojos y
haga una inspiración muy lenta y profunda por la nariz.
Inhale el máximo que pueda retener cómodamente. Pro-
cure inhalar una pizca más de aire. Ahora espire lenta-
mente. Perciba una profunda sensación de relajamiento
mientras espira. Cuando crea que ha expulsado todo el
aire de los pulmones, procure forzarse a expulsar una
pizca más. Practique con estas inspiraciones y espiracio-
nes profundas un poco. Inspire todo el aire que pueda.

111
Distienda el abdomen. Espire lentamente. Meta el abdo-
men. Haga otra profunda inspiración, absorba el máxi·
mo de aire posible. Reténgalo hasta contar tres y espire
muy despacio. Relájese. Procure inspirar aire de forma
muy regular y constante.
Procure ahora que su respiración sea rítmica. Ins-
pire hasta contar cuatro; retenga el aire hasta contar
cuatro; espire hasta contar cuatro; haga una pausa has-
ta contar cuatro.
Inspire - 2, 3, 4;
Retenga - 2, 3, 4;
Espire - 2, 3, 4;
Pausa - 2, 3, 4.
Repita cuatro cadencias de esta pauta rítmica. Re-
lájese.
Intente esta vez hacer más lenta aún su respiración
rítmica, intentando llevar la cuenta hasta seis.
Inspire - 2, 3, 4, 5, 6;
Retenga - 2, 3, 4, 5, 6;
Espire - 2, 3, 4, 5, 6;
Pausa - 2, 3, 4, 5, 6.
Repita cuatro cadencias.
Pruebe ahora a hacer más lenta la respiración rítmi-
ca contando hasta ocho.
Inspire - 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8;
Retenga - 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8;
Espire - 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8;
Pausa - 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8;
Repita cuatro cadencias de esta pauta de respiración
rítmica.
Este ejercicio de control respiratorio puede hacerse
todos los días. Se dice que ayuda a resincronizar proce-
sos mente/cuerpo desincronizados y a relantizar los rit-
mos mente/cuerpo. Se dice también que aumenta el
suministro de prana, o fuerza vital, al organismo.
Nota: Deberían ejecutarse varias cadencias de este
ejercicio respiratorio antes de una sesión de superapren-
112
dizaje para ayudar a reducir los ritmos mente/cuerpo
hasta niveles de máxima eficacia.

Aprendizaje en una sesión de supermemoria


Si ha hecho los ejercicios anteriores, debe saber ya
situarse en un estado armónico de la mente y el cuerpo
favorable para el aprendizaje. Sólo necesita· saber otra
cosa si quiere intentar ampliar la memoria. $incroni•
zar la resJ?iración con. el material recitado durante una
sesión ªyuda a desarrollªr el contról c:J.e liJnemorta.
PARA SINCRONIZAR LA RESPIRACIÓN

Es muy fácil. Durante los cuatro segundos en que se


recita el material, contenga el aliento. Durante la pausa
de cuatro segundos que sigue, espire e inspire y dis-
póngase a retener el aliento de nuevo cuando se recite
la frase siguiente. No tiene que pensar en ello, basta
que lo recuerde: Reten~r siem,pre .el aliento cuando se
recita el material a Io largo de una cuenta-ele cuatIJ>.
frase recitada - 4 segundos I pausa - 4 segundos
la mansión-casa-la maison
retenga el aliento 1, 2, 3, 4 I espire, 1, 2/inspire 1, 2
Todo el :piaterjal recitado e-5tá cronometrado .exacta-
men!e . ~ti. un ckw <le.ocho s~gos~. . a.& _m.odo..~
....... \u
respmu;M),o entre. di modo natural en wia. pWJ.ta útmi-
ca de:
retenga 4; expulse 2: insoire 2.
(Antes de su primera sesión de supermemoria, sería
conveniente que intentase hacer unos cuantos ensayos
prácticos de esta pauta respiratoria rítmica. Contenga
el aliento hasta la cuenta de cuatro. Espire hasta la de
2; inspire hasta la de 2, etc.)
LA SESIÓN DE MEMORIA

Antes de iniciar la sesión de supermemoria, es im•


porftnte repasar el material que desea aprender y revi-
sarlo lo más detenidamente posible. Puede incluso in-
113
tentar repasarlo como un juego, una interpretación o un
diálogo. Para la sesión en concreto, basta una grabado-
ra (de cassette o de las otras) y/o alguien que le lea el
material en voz alta.
~ sesio~es de super~emoria tiene!1 dos partes. En
la pnmera, lea. en sile11c10 a:1 mismo. flem¡o que le re-
cita]} el material. En la .seglllÍg.a parte, c1egt.: }os ojos
y escuche el mismo material recitado de nuevo, esta Vez
con ffl.US1~ de fondo. (Si quiere saber cómo se escn"be
o se ltaba preViamente el material que quiere aprender,
consulte el Capítulo 8.)
Antes de iniciar la primera parte, haga sus ejercicios
d~ relajamiento. Tómese unos cinco minutos. Refuerce
su capacidad de aprendizaje. Imagínese por un instante
al aire libre, en algún lugar que le guste mucho; em-
piece a sentir cómo surge en su interior ese sentimien-
to alegre y dichoso que le embarga cuando aprende algo
satisfactoriamente. Haga unas cuantas inspiraciones y
espiraciones profundas. Inicie luego la primera parte.
Ponga en marcha la cinta de supermemoria o haga que
alguien le lea el material.
PRIMERA PARTE • SIN MÚSICA

Sólo tiene que hacer dos cosas: Leer en silencio el


material mientras una voz lo recita rítmicamente. Se-
gundo, procurar respirar rítmicamente en el ciclo de
8 compases. Como podrá observar, la voz del profesor
se detiene cada cuatro segundos, luego recita la infor-
mación durante los cuatro segundos siguientes, luego
hace una pausa de cuatro segundos, etc. Inspire y es-
pire en los períodos de silencio. Contenga la respiración
cuatro segundos, mientras recitan el material. Es lo úni-
co que tiene que hacer.
Supongamos que oír todo el material de una vez exi-
ge quince minutos. En quince minutos puede asimilar
de 80 a 100 nuevos elementos de información. La mayo-
ría de las personas empiezan con 40 a 50 términos
nuevos.
SEGUNDA PARTE • CON MJ1SICA

Independientemente después de recorrer todo el ma-


terial una vez, deje el papel, amortigüe las luces, tién-
dase y cierre los ojos. Escuche el mismo material
114
recitado de nuevo, pero esta vez con música. Preste aten-
ción a lo que se dice. Respire al ritmo del recitado, es-
pirando e inspirando en las pausas, y reteniendo la res-
piración mientras se transmite información. Cuando
empiece a dominar la técnica, procure visualizar el ma-
terial para asimilar aún más el recuerdo. Pero no se
esfuerce. Limítese a escuchar las palabras y a respirar, y
repase imágenes del material.
DESPUÉS

La gente suele hacerse un pequeño examen después


de la sesión. Considérelo como un instrumento de rea-
limentación, que le ayuda a seguir. Puede añadir cual-
quier elemento perdido a su programa siguiente. Es im-
portante procurar utilizar el material nuevo que ha
aprendido dentro de los próximos días, para hacerlo
rt'.almente suyo. Recuerde que el superaprendizaje tiene
un efecto de bola de nieve. No se rinda antes de probar
el sistema por lo menos durante varios días. El proceso
de aprender a aprender, como cualquier arte, tiende a
mejorar y a hacerse más fácil y rápido. Lo lógico es
que en la séptima sesión, por ejemplo, se aprenda más
que en la primera. Y, además, como han descubierto
en San Francisco y en Sofía, muchas veces no te das
cuenta de que estás aprendiendo.
En cuanto haya aprendido a aprender, probable-
mente descubra que no necesita escuchar una lección
más que unas cuantas veces.
A diferencia de otras formas de aprendizaje, el pro-
ceso de superaprendizaje es beneficioso por sí solo. Ob-
tiene beneficios saludables y un alivio de la tensión sólo
con relajarse y oír el programa de música.
Algunas personas que han seguido estas sesiones de
supermemoria durante varios meses, o un año, han des-
cubierto que desarrollaban una capacidad memorística
semifotográfica, de modo que bastaba con que mirasen
la página de un libro para aprenderla.

115
8
COMO PREPARAR UN PROGRAMA PROPIO

Lo mismo que puede prepararse uno mismo un pro-


grama de material para el aprendizaje en el sueño,
puede prepararse una sesión de supermemoria. Basta
grabar la propia voz leyendo el material en voz alta con
fondo musical según los intervalos marcados de ritmo
lento. Al igual que se pone la cinta del sueño más tarde,
cuando se está relajando y entrando en la fase de «en•
sueño» del sueño, puede ponerse la cinta de superme•
moria más tarde, cuando esté en un estado de «ensue•
ño» de relajamiento mental. (Leer el material en voz
alta para grabarlo no constituye sesión de supermemo•
ria, por supuesto.)
Como alternativa a la grabación, puede trabajar con
un amigo o pariente. Cuando ha seguido las técnicas de
relajamiento mental para alcanzar el estado alterado
(ritmos mente/cuerpo ralentizados) y respira rítmica•
mente, un amigo puede leerle el material en voz alta
con la música según los intervalos de ritmo lento pres•
critos.
Lo único que tiene que hacer para preparar un pro-
grama de supermemoria es: Grabar unos cuantos minu•
tos de la música prescrita; grabarse a sí mismo leyendo
en voz alta según los intervalos de ritmo lento exigidos
con el fondo musical.
El material que quiera memorizar puede consistir en
cualquier tipo de datos objetivos.
La primera etapa es grabar parte de la música. Hay
personas que encuentran la audición de esta música
116
una experiencia tan equilibradora y tranquilizante que
les gusta escucharla sólo por eso. «Es tan confortante
como acurrucarse frente a un crepitante fuego un atar-
decer de invierno», nos explicó una persona.

Cómo hacer una grabación musical


Si está aprendiendo por su cuenta, tiene que prepa-
rar de quince a v~inte minutos de «música para recor-
dar» del tipo prescrito. ·
En cuanto tenga la grabación, podrá utilizarla cuan-
tas veces quiera y con matt>,ial distinto. Para hacer la
grabación, elija entre las selecciones musicales enume-
radas, u otras similares.
Cada selección tiene un ritmo lento y pausado de
unas sesenta unidades por minuto y &eneralm.e11te S5?n
un corn~ ~ 4/ 4 _o 3/4. Estas selecciones son normal-
mente breves, dé un promedio de entre dos y cuatro
minutos, así que puede llegar a necesitar hasta seis o
siete. Puede utilizar la misma selección breve, también,
g1 abándola más de una vez. Para introducir cierta varie-
dad en la grabación, elija selecciones que incluyan dis-
tintos instrumentos (violín, clavicordio, flauta, mando-
lina, guitarra) y diferentes claves, mayores y menores.
Esta música lenta y majestuosa se utiliza en el super-
aprendizaje para mantener un estado de concentración
relajada. Para los dos últimos minutos de grabación,
añada un par de minutos de música estimulante y brio-
sa, más rápida (movimientos de allegro) para suavizar
la salida del estado de relajamiento. Quizá desee hacer
varias grabaciones musicales para utilizarlas según los
días. Grabe a poco volumen, para que la música no do-
mine al texto que ha de leer con ella.
Como ayuda para controlar las estructuras tempo-
rales de cuatro segundos pueden darse golpecitos con
una varita de madera cada cuatro segundos mientras
se graba.
(Para facilitar la parte musical, puede obtener una
cinta grabada especialmente para el superaprendizaje
con una Cara Dos en la que se enseña cómo aprender
el ciclo de ejercicios) de Superlearning Inc., 17 Park
Avenue, Suite 4 D, Nueva York, Nueva York 10016, 15
dólares.

117
LISTA DE SELECCIONES MUSICALES
Bach, J.S.
- Largo from Concerto in G Minor for Flute and Strings
(Largo del Concierto en sol menor para flauta y
cuerda), BWV 1056 (2:53)
Bach and Telemann Flute Concertos (Conciertos de
flauta de Bach y Telemann).
Jean-Pierre Rampal, Saar Radio Chamber Orchestra,
Odyssey - Columbia Records.
Aria (o Saranbande) to The Goldberg Variations
(Aria, o zarabanda para las Variaciones Goldberg),
BWV 988.
Millicent Solver, harpisichord (clavicordio), Saga Re-
cords.
Largo from Harpsichord Concerto in F Minor (Lar-
go del Concierto de clavicordio en fa menor), BWV
1056 (2:40).
Greatest Hits of 1720 (Los mayores éxitos de 1720).
Judith Norell, hapsichord (clavicordio), Philarmonia
Virtuosi of New York, Columbia Records.
Largo from Solo Hapsichord Concerto in C Minor
(Largo del Concierto de solo de clavicordio en sol
menor), BWV 975.
6 Concerti after Vivaldi (6 Conciertos a la manera
de Vivaldi).
Janos Sebestyen, clavicordio, Turnabout, Vox Re-
cords.
-- Largo from Solo Harpsichord Concerto in C Major
(Largo del Concierto de solo de clavicordio en do
mayor), BWV 976.
6 Concerti after Vivaldi
Janos Sebestyen, harpsichord, Turnabout, Vox Re-
cords.
- Largo from Solo Harpsichord Concerto in F Major
(Largo del Concierto de solo de clavicordio en fa
mayor), BWV 978.
6 Concerti a/ter Vivaldi
Janos Sebestyen, Harpsichord, Turnabout, Vox Re-
cords.
Corelll, A.
- Sarabanda (largo) from Concerto n. 0 7 in D Minor
(Zarabanda (largo) del Concierto n.º 7 en re menor).

118
Corelti: 12 Concerti Grossi op. 5.
(Violín, violonchelo y clavicordio).
Gli Accademici di MiJano, Vox Records.
- Preludio (largo) y Sarabanda (largo) from Concerto
n. 0 8 en mi menor.
Corelli: 12 Concerti Grossi op. 5
Gli Accdemici di Milano, Vox Records.
- Preludio (largo) from Concerto n.0 9 in A Major (Pre-
ludio -largo- del concerto n.0 9 en La mayor.
- Zarabanda (largo) from Concerto n.0 10 in F Major
(Zarabanda -largo- del Concierto n.0 10 en fa ma-
yor), ambos de Corelli: 12 Concerti Grossi op. 5.
Vox Records.
Corelli: 12 Corcerti Grossi, op. 6, puede utilizarse
cualquiera de los movimientos largos.
Haendel, G. F.
- Largo from Concerto n.0 1 in F (brass) (Largo del
Concierto n.0 1 en fa -instrumentos metálicos de
viento).
de Music for the Royal Fireworks.
London Symphony Orchestra, Angel Records.
- Largo from Concerto n.0 3 in D (brass) (Largo del
Concierto n.0 3 en re (instrumentos metálicos de
viento) de Music for the Royal Fireworks.
London Symphony Orchestra, Angel Records.
- Largo from Concerto n. 0 1 in B-flat Major op. 3
(Woodwinds and strings). (Largo del Concierto n.0 1
en si bemol mayor opus 3, instrumentos de viento,
de madera, y cuerda).
Haendel: Concerti Grossi op. 3.
Mainz Cham.ber1'rt!fiestra, 1umabout, Vox Records.
Haend~l: 12 CDticerti prpssi op. 6, puede utilizarse
cualqwera de los movumentos largos.
Telemann, G.
- Largo from Double Fantasía in G Major for Harpsi-
chord. (Largo de Fantasía Doble en sol mayor para
clavicordio).
Telemann: 6 Fantasías for Harpsichord (6 fantasías
para clavicordio). Leonard Hokanson, harpsichord,
World Series: Philips.
- Largo from Concerto in G Major for Viola and String
Orchestra (largo del concierto en sol mayor para
viola y orquesta de cuerda) from Telemann.
119
Wurttemberg Chamber Orchestra, Turnabout, Vox
Records.
Vlvaldl, A.
- Largo from «Winter».
From The Four Seasons (largo del «Invierno», de Las
cuatro estaciones).
Lola Bobesco, violín, The Heidelberg Chamber Or-
chestra, Peerles Records.
_. Largo from Concerto in D Major for Guitar and
Strings from Baroque Guitar Concerti (largo del Con-
cierto en ;re mayor para guitarra y cuerda de los
Conciertos flarrocos para Guitarra).
~onrad Ragossnig, guitar; and the Southwest Ger-
man Chamber Orchestra, Tumabout, Vox Records.
- Largo from Concerto in C major for Mandolin,
Strings and Harpsichord (largo del Concierto en do
mayor para mandolina, cuerda y clavicordio), P. 134
(1: 55).
- Largo from Concerto in D Minor for Viola D'Amore,
Strings and Harpsichord (largo del Concierto en re
menor para viola d'amore, cuerda y clavicordio), P.
288 (2: 15).
- Largo from Concerto in F Major for Viola D'Amore,
Two Oboes, Basson, Two Concertos for Mandolin (Vi-
valdi: Tres conciertos para viola d'amore, dos con-
ciertos para mandolina).
The New York Sinfonietta, Odyssey Records.
- Largo from Flute Concerto No. 4 in G Major (largo
del concierto de flauta n.0 4 en sol mayor).
Vivaldi: 6 Flute Concerti Opus 10 (Vivaldi: 6 concier-
tos de flauta, opus 10).
Jean-Pierre Rampal, Flauta, Louis de Froment Cham-
ber Ensemble, Turnabout, Vox Records.

Aclaraciones sobre la música


La gente pregunta mucho sobre la música, así que
intentaremos dar algunos datos más. ¿Han de inter-
pretar las selecciones musicales intérpretes u orques-
tas concretos como los que figuran en la lista? En tér-
minos generales, no. La interpretación musical puede
ser de cualquier orquesta buena. La mayoría de las
tiendas de música y de bibliotecas tienen el Catálogo

120
Schwann1 que enumera bajo el nombre del compositor
las diversas composiciones musicales que ha escrito, las
distintas orquestas e intérpretes que las han grabado y
P.l sello comercial. Pueden utilizarse conciertos de di-
versos compositores barrocos.
Al elegir una grabación de un movimiento lento,
compruebe simplemente que el compás sea de unas se•
senta unidades por minuto. Cuando un compositor es-
cribe una pieza de música, indica la velocidad a la que
quiere que se interprete cada una de las distintas par-
tes o movimientos. Estas indicaciones suelen darse, ge-
neralmente, en italiano. (Las verá muchas veces en los
distintos movimientos de un concierto.) Allesi:o, por
ejempl9,jndica un compás de 120 a 168 unicfad'es por
nunuto, and'anfe entre 76 y I'OS', adagio entre 66 ,y 76..,,
larghetfo entre 60 y 66 y largo de 40" a 60 uni~des. por
)!llllUto. Algunos intérpretes y directores pueden esta-
btecer un compás más rápido o más lento que lo indi-
cado por el compositor. Para comprobar el compás de
una interpretación grabada y asegur.ar.&e de. qw¡. ronda
las 60 . unidade_s P.QJ: minuto, puede coruprobarlo con
tin metrónomo o con un reloj que tenga segundero.
Si toca usted mismo un instrumento musical como
el piano, el órgano o la guitarra clásica, puede grabar
la~ selecciones adecuadas a las sesenta unidades pres-
critas por minuto interpretándolas usted mismo.
¿Puede substituirse esta música por otra? No. No
substitu:ya el tipo de música. La elección de la música
no tiene nada que ver con gustos personales. No es
simple música de fondo. Esta. música bªJ:TQCa concreta
es ~comq llD m.ant;ra Y,, ~e uñliza p~ri pr<>vocar UJl estaao
ps1cofi.S!CQ concreto ele concentracioñ :tªfil~.
Investigadores geri:nm0-0nental.es ele sugestopedia
de la Universidad Karl Marx de Leipzig (que han infor-
mado de un extraordinario éxito con el método) com-
probaron que los movimientos lentos de música iDst.ru-
ment¡L barroca para mstrumenfos de cuerda son los
que dan Jl1-e\an:s-I.e&yltaáos. La música vocal o los can-
tos quedaban descartactos porque la letra compite con
el texto que se quiere aprender. La música de un ritmo
lento, constante, monótono, de una estructura melódica
que no distrae (no del tipo canturreo), y pautas armó-
nicas basadas en relaciones específicas, han dado hasta
ahora los mejores resultados.
En Norteamérica necesitamos hacer muchas más in-
121
vestigaciones fisiológicas sobre otros tipos de música
que podrían servir también a este fin, por ejemplo la
música de Asia, la del Oriente, la de la India y la de
Oriente Medio. (La vilambita india, por. ejemplo, tiene
el ritmo prescrito de sesenta unidades por minuto.} LOs
efectos psicollsicos de los disñn:tos ritmos, claves tem-
porales y estructuras armónicas determinan la utilidad
de una composición en la concentración relajada. De
momento, es mejor atenerse a la música que se ha
comprobado.
En Bulgaria, han compuesto música especial que
reúne estas condiciones, destinada concretamente a es-
timular el aprendizaje con este sistema. Podría hacerse
lo mismo en Occidente.
En general, al elegir la música a utilizar en super-
aprendizaje, elij¡ movimientos de adagio. larghetto o
lar~ de conclcrtos de compositores . barrocos y cmn-
pruebe ~ue ·tenp.n un ritmo de sesenla unidades. por
mlntrí<>. Otras composiciones, es decir, suifes o varia-
dones, pueden tener también el mismo ritmo. La clave
de tiempo debería ser 4/4 (cuatro compases por barra)
para ajustarse a la respiración rítmica y a la pauta del
recitado. Siempre que utilice un medidor de tiempo
para regular la lectura en voz alta, es también válido
el compás de 3/4.
(Lo más común es que la música utilice 2, 3 ó 4 uni-
dades por barra. La clave de tiempo se escribe como
una fracción: es decir, 3/3, 4/4 ó 2/2. El número de
arriba indica el número de compases por barra. El
de abajo indica la duración del sonido de la nota. 4/4
significaría, por ejemplo, 4 compases formados por cua-
tro negras. 3/4 significa 3 compases de 4 negras. 2/2
significa 2 compases de dos blancas.)
Si tiene alguna duda sobre las diversas selecciones
o para identificar la parte concreta de un disco, con-
sulte en una biblioteca musical o a un profesor de mú-
sica (algunas personas han grabado inadvertidamente
movimientos rápidos de concierto y luego se han visto
obligadas a agotarse a velocidad triple).

¿Para. qué se puede utili1.ar ta supermemoria?


Puede asimilar una serie de datos sobre cualquier
materia. El superaprendizaje es particularmente útil en
122
la enseñanza básica. Además, le ayudará a aprender ma-
terias como anatomía, geografía, historia o biología, en
las que es preciso recordar términos extraños. Por su-
puesto, es ideal para los idiomas.
El superaprendízaje pueae ayudarle a conseguir algo
más que triunfos académicos. Piense en su trabajo o en
sus aficiones. Puede memorizar listas de precios, ma-
nuales de radar, términos técnicos, números de teléfo-
no. Si es «observador de pájaros», podrá memorizar
descripciones de los diversos pájaros. Si es deportista,
las posibilidades de diferentes tácticas en situaciones
específicas.
Podría recordar las propiedades de cada vitamina y
dónde encontrarlas. O memorizar discursos y. versícu-
los bíblicos. O podría aprender las tablas astrológicas o
astronómicas. Si lo que le interesan son los deportes
o coleccionar bagatelas, todo le sería mucho más fácil.
Podría empezar con el Guinness Book of World Records
y hacer una grabación propia.
LA LECTURA EN VOZ ALTA

El superaprendizaje utiliza un ciclo de ocho segun-


dos para espaciar los datos leídos a intervalos lentos.
Imagine el ciclo de ocho segundos como dos barras
de cuatro compases o dos estructuras de cuatro segun-
dos cada una. Cada compás es un segundo.
1 2 3 4 1 2 3 4
Ha de recitar los fragmentos de información dentro
de este ciclo de. ocho
.. segundos. 'No tiene aue r!etfar a
rttmp fºn los compase1 (le mú.sica o C::J>n ~1 metrónomo.
Lo ,un1co que ha de hacer .es _e~paciar lo que qwere
aec1r en un cie(to período de tiempo.
Por ejemplo, digamos, para entenderlo mejor, que
va a aprender las tablas de multiplicar. Utilice un reloj
o, a ser posible, otro tipo de medidor del tiempo. Los
tictacs son uno por segundo. Durante los cuatro• pri-
meros del ciclo _permanece callado. 1'\J.rante los cuatro
st~ehtes dice los datos.
Por nuestra parte, hemos descubierto que una «gra-
bación de control cronométrico» es una gran ayuda para
pautar el material. Basta grabar una cinta de clicks
cronometrados: un click cada cuatro segundos. Ponga

123
luego la cinta para saber cuándo debe leer en voz alta
y cuándo debe guardar silencio.

1 2 3 4 1 2 3 4
silencio 2 X 2 = 4
silencio 2 X 3 = 6
silencio 2 X 4 = 8
silencio 2 X 5 = 10

O; para el vocabulario francés, por ejemplo:

1 2 3 4 1 2 3 4
silencio conejo, lapin
silencio cama, lit
silencio libro, livre

No ha de recitar al ritmo del tictac. p.rocure simple-


mente ateners.e a .decir ro ~ue tiene que decir en un mar-
c:o temporal de cuatro segundos. Si sólo tiene que decir
uli par de palabras, puede hablar despacio. Cuando haya
más material, hable más deprisa. Descubrirá que, sin
parecer el Pato Donald, puede incluir bastante informa-
ción en cuatro segundos. Puede hacerse a la idea de que
habla por un teléfono de contestador automático. Cuan-
do suene el clic que abre el segundo período del ciclo,
hable.
La antigua forma de contar segundos, «una patata,
dos patatas, tres patatas, cuatro patatas», da una idea
de cuántas palabras caben en cuatro segundos. Si habla
deprisa, pueden caber más. (Mire una página de un
manual de lenguaje, por ejemplo.)

ENTONACIÓN

Los búlgaros descubrieron que para mantener cen-


trada la atención es útil variar el tono de la voz, según
se pasa un ciclo de información tras otro. ·Ellos utilizan
tres tonos de voz: la voz normal de la conversación,
el susurro suave, la ~z sonora e imperativa. Los repi-
ten una y otra vez. .

124
1 2 3 4 1 2 3 4 Tono de Voz
silencio 2 X 6 12 Normal
silencio 2 X 7 14 Suave
silencio 2 X 8 = 16 Alto
silencio 2 X 9 = 18 Normal
O para el vocabulario francés:
silencio maquinar, machiner normal
silencio una tienda, un magasin suave
silencio comer, manger alto
Si utiliza la entonación, compruebe su material pre-
viamente en series de tres para poder pasar así con
facilidad por los tonos normal, suave y alto mientras
recita. (No intente ajustar el tono al sentido, no es ne-
cesario.) Algunos han hecho superaprendizaje con éxito
sin entonación. Parece ser un componente optativo.
Pero, no se le olvide, cuantos más elementos compo-
nentes use más aprenderá.
Este es el ciclo básico de superaprendizaje. Hace
falta un poco de práctica para recitar con facilidad en
el ciclo de ocho compases, pero aquí también verá muy
pronto que su sentido de la coordinación se hace bas-
tante automático. Le resultará fácil recitar a compás
del tictac del medidor de tiempo. En los cursos de su-
peraprendizaje, cuando se han acostumbrado al método,
los alumnos suelen aprender entre cincuenta y ciento
cincuenta nuevos elementos de información por sesión.
A ese ritmo, podrían aprenderse las tablas básicas de
multiplicación en una sesión o dos.
Con este método puede aprender material práctico
por muy difícil que sea y aprender cualquier idioma
hablado. Podría interesarle aprender, por ejemplo, la
tabla periódica de los elementos. Podría disponerla para
el superaprendizaje dando en cada fragmento de infor•
mación el número atómico, el nombre y el símbolo.
1 2 3 4 1 2 3 4 Tono de Voz
silencio uno ... hidrógeno ... H normal
silencio dos ... helio ... HE suave
silencio tres .. .litio ... LI alto
silencio cuatro ... berilio ... BE normal

125
silencio cinco ... boro... B suave
· silencio seis ... carbono... e alto
A lo mejor es aficionado al cine y le gustaría recor-
dar a los ganadores del Osear. Para los Premios al Me-
jor Actor podría distribuir así la información: año,
actor, película que interpretaba.
1 2 3 4 1 2 3 4 Tono de Voz
silencio 70 ... John Wayne ...True Normal
Grit
silencio 71.. .George D. Scott... Suave
,Patton
silencio 72 ... Gene Hackman... Alto
French Conection
silencio 73 ... Marlon Brando... Normal
El Padrino
silencio 74 ... Jack Lemmon... Suave
Save the Tiger
silencio 75 ... Art Camey... Alto
Harry and Tonto
MATERIAL MÁS LARGO

En Bulgaria, para aprender material más largo, sue-


len utilizar las dos últimas unidades de la primera es-
tructura. El material clave a aprender queda encerrado
en la segunda estructura. Podría querer utilizar esto
para aprender frases en otro idioma, por ejeµiplo. La
traducción a su idioma la diría bastante deprisa entre
la tercera y la cuarta unidad de la primera estructura.
1 2 3 4 1 2 3 4 Tono de Voz
silencio siento llegar Je regrette d' normal
tarde etre en retard
silencio noventa y ocho Quatre-vingt- suave
dix-huit
silencio ¡Ya tengo J'ai déja faim! alto
hambre!
Si le interesase la historia del arte, podría recordar
escultores y sus obras principales. Diga el nombre del
artista, el nombre de la obra, y una corta descripción.

126
1234 1234 Tono de Voz
silencio Lorenzo Puertas de bron- normal
Ghiberti ce, baptisterio
de Florencia
silencio Miguel Angel David, desnudo, suave
dispuesto para
la acción
silencio Benvenuto Perseo, soste- alto
Cellini niendo la cabeza
cortada de
Medusa

Los investigadores búlgaros descubrieron que, en el


estudio de idiomas, se aprendía con mucha_ más facili-
dad el material de vocabulario presentado en trases bre-
ves que el presentado en fragmentos largos. -Pero .para
aprender reglas, principios matemáticos, definiciones o
prqpos1c,iones largas, es mejor no cortar la id.ea o el
concepto en fragmentos breves. ~e memonzan las defi-
níciones largas con mayor facilidad cuando se incluye
toda la idea en. una frase muy larga y se lee shnplemen-
te sobre la mustca abarcando cuantas unidades sean
necesanas..

El CICLO DE DOCE UNIDADES

En Norteamérica se ha utilizado también con éxito


un ciclo de doce unidades. Consiste simplemente en
tres estructuras de cuatro segundos cada una. Quizá
quiera experimentar con él. Para aprender pronuncia-
ción y vocabulario podría operar del siguiente modo:

1234 123 4 1 2 3 4
dislexia d-i-s-1-e-x-i-e capacidad disminui-
(deletree 1a da para leer o es-
palabra) cribir
hipócrita h-i-p-ó-c-r-i-t-a falso
taxonomía t-a-x-o-n-o-m-í-a la ciencia de la
clasificación

A muchos les gustaría ser capaces de conocer menús


extranjeros. Podría diferenciar la categoría general del
127
contenido del plato, su nombre y una breve descrip-
ción. Pensemos, por ejemplo, en un plato chino
1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4
pollo y Monn Goo Guy Bolas de pollo
verduras Kew rebozadas y fritas
Sin embargo, si lo piensa un poco, descubrirá que
puede adaptar la mayoría de las cosas que desea apren-
der al ciclo de ocho. (Nota: si utiliza el ciclo de doce
unidades, el rittno respiratorio es: inspirar contando
hasta cuatro; retener hasta contar cuatro; espirar con-
tando hasta cuatro.)
CUANDO SE SABE LEER EN VOZ ALTA

En cuanto sepa recitar según el ciclo de ocho uni-


dades, leer en voz alta resulta simple. Utilice un reloj
o ponga el metrónomo y vaya leyendo sus ciclos de
información. Si es posible, utilice la entonación. Haga
entre diez y quince minutos de material.
Luego, haga lo mismo de nuevo, sólo que esta vez
ponga además la música barroca lenta a poco volumen.
Ajustándose a su ciclo de ocho segundos, limítese a leer
sobre la música. Si es posible, procure empezar con la
primera unidad de su ciclo cuando empiece el primer
compás de la música... o con un compás musical acen-
tuado. Pero no se preocupe demasiado por eso. Asegú-
rese de que se le oye claramente por encima de la mú-
sica.
Si está aprendiendo solo, grabe su información en un
cassette de treinta minutos. Recite todo el material una
vez. Luego vuelva a hacerlo con música. Guarde la cinta
hasta que esté preparado para entrar en un estado de
relajamiento mental «tipo ensueño» para escucharla.
En vez de leer los datos en voz alta por segunda vez
con la música, puede también limitarse a utilizar dos
grabadoras cuando esté preparado para escucharlas.
Ponga la cinta grabada con la música en una de las
. grabadoras y la cinta con los datos en la otra. No es
necesario sincronizar exactamente el ritmo de la música
y· el de los datos. (La música variará de ritmo de cuan-
do en cuando.}
Si está aprendiendo con otra persona y le toca a

128
usted leer en voz alta, limítese a pasar por el material:
(a) recitación y (b) recitación-música.
El ciclo de doce unidades se hace del mismo modo,
se recita una vez sin música y otra vez con ella.

CÓMO SE ORGANIZA EL MATERIAL DEL CURSO

He aquí cómo puede distribuirse una secuencia de


varias frases en el ciclo de ocho segundos. Se trata
de un curso de inglés para búlgaros.
A. 2 seg. B. 2 seg. C. 4 seg.
segundos
Pausa Traducción Frase inglesa Entonación
al búlgaro
» » «There is a Tono normal,
gramophone práctico
with records.»
» » «There are no Tono
chairs in the cuchicheante,
classroom, are conspiratorio
there?»
,. lt «No, there are Tono alto,
only armchairs conminatorio
here.»
,. » «Are there any Normal
desks?»
» » «No, there is a Cuchicheante
square table.»
» » «There is a Alto
blackboard on
the wall.»
(Nota: En Bulgaria, en el procedimiento original, sólo
se entonaba el material a aprender y no su traducción.)
En la estructura temporal de cuatro se~dos caben,
como media, un máximo de nueve palabras breves. Pue-
de dividir su material en fragmentos de nueve palabras
o menos. La gente descubre que las listas de vocabula-
rio se prestan magníficamente a la estructura del su-
peraprendizaje.
En el ciclo de ocho segundos, puede abarcar siete
unidades y media de datos (frases o palabras) por minu-
129
to. Un centenar_de palabras ocupa unos trece minutos.
Suele recomendarse la sesión de veinte minutos.
Una cinta de música de veinte minutos (la longitud
más utilizada) podría funcionar del modo siguiente:
Cuatro minutos de música introductoria
Trece minutos (cien ciclos de ocho segundos)
Tres minutos de música rápida para terminar la sesión
de concierto
En unos seis minutos y medio pueden abarcarse cin-
cuenta palabras de vocabulario. Ochenta palabras lle-
ban unos diez minutos.
Los libros de frases de idiomas extranjeros para tu-
ristas tienen organizado el material en frases breves y
pueden adaptarse muy bien al superaprendizaje. Otros
materiales fácilmente adaptables son los preparados
para otro sistema de aprendizaje rápido, el aprendizaje
en el sueño. (Sleep-Learning Research Association, Olim-
pia, Washington.)

Espacio a explorar
Cuando empieza a explorar en el superaprendizaje,
salen a la luz muchas cosas fascinantes respecto a cómo
actúan los distintos elementos de modo conjunto para
producir supermemoria y estimular la capacidad men-
tal. Cuando descubre lo que puede hacer por sí cada
una de las distintas variables, puede conectarlas a sus
exigencias individuales para una mayor eficacia, en vez
de repetir como un esclavo todo un ritual.
Puede descubrir, por ejemplo, que un elemento espe-
cífico, como el hacer previamente ejercicios respirato-
rios, incrementa notablemente su eficacia; o que si pres-
ta más atención al relajamiento obtiene mejores resul-
tados; o que los refuerzos para un mejor aprendizaje
pueden ayudarle mucho. Poner de nuevo la música du-
rante el examen puede ayudar a recordar.
Schuster y Benítez-Bordón, los investigadores de
Iowa, han intentado analizar los distintos elementos por
separado, para ver qué hacía cada uno en favor de una
memoria inmediata y a largo plazo. Decidieron que los
refuerzos para aprender mejor mejoraban un 60 por
ciento los resultados. El sincronizar la respiración a la
130
lectura de datos a ritmo lento por encima de la música
awnentaba la eficacia de modo inmediato en un setenta
y ocho por ciento. Los grupos a los que se aplicaban to-
dos los elementos en un tono suavemente orquestado
alcanzaban una mejora de un 141 por ciento. Todos los
elementos interactúan acumulativamente, según las in-
formaciones.
Doug Shaffer descubrió en sus investigaciones que
la respiración sincronizada parecía un elemento clave
para conseguir los máximos resultados. Al mismo tiem-
po, investigadores de Georgia descubrieron que muchos
niños no captaban el ritmo respiratorio, lo cual podía
compensarse con un buen relajamiento.
Cuantos más elementos pueda utilizar :rne,j.ores.__serán
los resultados.
Es necesario investigar mucho más para analizar los
efectos psicofísicos de los diversos elementos del sis-
tema: los varios tipos de música; los diferentes ciclos
rítmicos para la repetición verbal y la respiración; dis-
tintas claves musicales de tiempo; la relación de la
respiración rítmica con la memoria, el aflujo del oxí-
geno al cerebro y el aprendizaje; etc.
En Occidente, pocos han investigado los límites de
las posibilidades del sistema en supermemoria: las po-
sibilidades de programas muy extensos de un día. ¿Po-
dría funcionar el sistema en una base de dos canales,
por ejemplo, con dos idiomas al mismo tiempo?
El aprendizaje rápido se ha utilizado hasta ahora
en educación en Estados Unidos principalmente en
áreas urgentes: para ayudar a alcanzar los niveles bá-
sicos.
Es necesario trabajar para determinar la plena ca-
pacidad del método. Nuestro sistema menosprecia a
menudo a los niños dotados. A veces, por su cuenta,
descubren por casualidad medios de concentrarse o de
desarrollar memoria fotográfica, pero estas técnicas
de «aprender a aprender» no suelen orquestarse con la
capacidad potencial máxima. En algunos experimentos
escolares búlgaros, en vez de hacer profundizar a los
estudiantes en los cursos, de modo que superen con
mucho su nivel, se amplía la educación de modo que
cubra el mayor número de materias distintas {más idio-
mas, varios campos), con un enfoque más renacentista,
para un conocimiento equilibrado en vez de la especia-
lización excesiva.

131
La sugestopedia es, sin duda, un sistema esencial•
mente auditivo y, por tanto, inadecuado para quienes
tengan trastornos auditivos. De cualquier modo, en Bul-
garia ya han creado un sistema visual. Se emite, por
ejemplo, una ópera compuesta especialmente para el
aprendizaje rápido, basada en un cuento de hadas de
Grimm, que tiene material aritmético relacionado con
el argumento que palpita visualmente en un rincón de
la pantalla.
A medida que aumente el número de investigadores
del aprendizaje rápido, se irán descubriendo muchas
más cosas que estimulen nuestra capacidad natural de
aprendizaje.

132
9

PARA PREPARAR A LOS NIAOS

Unas cuantas sesiones de supermemoria pueden ser un


fácil medio para ayudar a un niño a estudiar las lec-
ciones y mejorar las calificaciones. Quiera o no probar
con sesiones de supermemoria, siempre puede hacerle
un favor a su hijo enseñándole las técnicas básicas del
superaprendizaje: relajar el cuerpo y la mente y aplicar
refuerzos positivos; visualizar y experimentar la gozosa
sensación de aprender con éxito. Estas habilidades le
servirán para toda la vida y le ayudarán a aprender
mucho mejor en cualquier situación.
Educadores del Departamento de Educación del es-
tado de Georgia, que obtuvieron excelentes resultados
utilizando métodos de aprendizaje rápido para niños
con problemas de lectura, dicen ahora que seguramen-
te todo el mundo aprendería antes a leer si se le adies-
trase en el relajamiento. «Es muy probable que el do-
minio de algún tipo de técnica de relajamiento pase a
formar parte normal de la experiencia educativa de un
niño ... » afirman.
A veces, un niño rinde poco por el nerviosismo que
le producen los exámenes en sí. La angustia y el es-
fuerzo por recordar acaban por producir un bloqueo
de la memoria durante el examen. El aprender a apren-
der también puede ayudar a aliviar este problema.
La supermemoria se relaciona concretamente con el
aprendizaje de datos, y la educación consiste, por su-
puesto, en mucho más que en convertirse en un alma-
cén de datos. Sin embargo, si un niño es capaz de captar

133
las cuestiones básicas con rapielez y segurielael y aelqui-
rir una confianza creciente en su capacidad de aprendi-
zaje, puecle eledicar más tiempo y esfuerzos más con-
cretos a apreneler a razonar, a analizar, a experimentar,
a sintetizar y a crear.
Si va a probar usteel sesiones ele supermemoria, pro-
bablemente su objetivo al querer ayuclar a sus hijos
sea ciar un buen empujón a una memoria eleficiente me-
cliante la pronunciación, la aritmética, el vocabulario
ele otro iclioma y otros cursos escolares, más que inten-
tar enseñar una asignatura desele el principio. Los pa-
dres o profesores interesados en los procedimientos de
• enseñanza en clase que acompañan a la sesión de su-
permemoria, que consulten el Apéndice.
Los norteamericanos que utilizan los sistemas de
supermemoria descubren que los niños parecen apren-
der más deprisa y con óptimos resultados si han sido
bien adiestrados en el relajamiento, la visualización y
la respiración. Los ejercicios preliminares para ponerse
en forma y ser un superestudiante y, si se desea, con-
seguir supermemoria, están en el Capítulo 7. En el Ca-
pítulo 19 hay ejercicios especialmente estructurados y
formulados para niños. Si trabajas con estudiantes jó-
venes: para el relajamiento, mira en la pág. 296, para
los refuerzos, pág. 109; para la visualización y para so-
segar la mente, pág. 300; para la alegría del aprendizaje,
pág. 110. Una de las autoras de este libro, Nancy, que
tiene experiencia en estos ejercicios para niños, des-
cubrió que la mayoría de los niños disfrutan realmente
con ellos. El único ejercicio de aprendizaje que a veces
les resulta difícil a los niños es la respiración rítmica.
En la· página 298 se dan instrucciones especiales. Si va
a hacer sesiones de supermemoria, procure, si es posi-
ble, enseñar a su hijo a respirar del modo adecuado.
Para enseñar ejercicios de aprendizaje general, lo
mejor es hacer que los niños se sienten en un asiento
cómodo, o se echen en una tumbona o en la cama, en
un sofá o en el suelo. Puede guiarles durante el ejer-
cicio, mientras se relajan. O puede grabar los progra-
mas y hacer que los niños los pongan. Haga estos ejer-
cicios preliminares de aprendizaje con su hijo con una
semana de antelación. Espere hasta que considere que
su hijo consigue ya relajarse bien y puede hacer la res-
piración rítmica para el aprendizaje rápido antes de
intentar reforzar la memoria.
134
Para captar el interés
Para que el niño se interese por esta idea de apren-
der de una forma nueva, es importante crear una at-
mósfera positiva de expectación, diferente de su entomo
habitual de la clase o de los deberes que hace en casa.
Prepare el escenario para algo distinto.
Informe primero de los antecedentes y de los proce-
dimientos del superaprendizaje. Puede explicar que ha
estudiado las investigaciones realizadas sobre un gran
descubrimiento en educación que permite acelerar el
aprendizaje y hacerlo más fácil, mejor y más divertido.
Esta investigación muestra que la capacidad de apren-
dizaje de los seres humanos es muy superior a lo que
se creía posible. Basta con que sepas cómo hacerlo.
Como te permite utilizar una mayor parte de la mente,
este método de superaprendizaje da mejores resultados
con el mismo esfuerzo. Podría explicar, por ejemplo:
«Son técnicas nuevas de la era espacial, y puedes utili-
zarlas ya.» Explique lo agradable que es aprender a rela-
jarse, lo interesante que resulta ver películas mentales
y aprender visualización. Es el tipo de adiestramiento
mental y físico que hacen los atletas olímpicos y hasta
los astronautas (ver Capítulo 10). La pedagogía de la era
espacial elimina el aburrimiento. Puedes disfrutar apren-
diendo, porque comprobarás lo bueno que eres en rea-
lidad. Han probado el sistema todo tipo de estudiantes.
Y a todos les ha sorprendido. Descubrieron que era
fácil aprender independientemente de las dificultades
que antes tuvieran. Incluso los que no se hicieron con
el asunto a la primera tentativa o a la segunda, lo lo-
graron a la vez siguiente y los resultados tendieron poco
a poco a ser mejores. Aunque pienses que ya te has
esforzado todo lo posible, no te preocupes. Muchos cien-
tíficos dicen que utilizamos sólo, normalmente, un diez
por ciento de nuestra capacidad cerebral. Estos nuevos
métodos pueden ayudarte a establecer una conexión
con sectores que normalmente no utilizas. Descubrirás
que estás mucho más equipado para el aprendizaje de
lo que creías.
Si el estudiante plantea pegas o interrogantes, com-
pruebe los bloqueos psicológicos básicos del aprendi-
1.aje que se enumeran en la pág. 95. La táctica de intro-
ducción es: (a) desugestionar al alumno de la idea de
13S
una capacidad de aprendizaje limitada; (b) estimularle
y (e) elevar su capacidad de esperanza.

Para ayudar a hacer los deberes


Antes de iniciar la sesión de supermemoria propia-
mente dicha, procure repasar el material de los deberes
para hacer en casa con la mayor atención posible. Pro-
cure convertirlo en un juego. Las tiendas de juguetes
venden diversos libros ilustrados de aprendizaje y jue-
gos didácticos, y también puede probar con un juego
que haga que el material resulte más divertido. Los
juegos de bingo o de combates navales pueden utilizarse
:para aprender colores y números de vocabularios extran-
Jeros. Pueden adaptarse también para deletrear pala-
bras. Puede utilizar una serie de cartas o tarjetas que
haga usted mismo, o utilizar naipes normales para jue-
gos aritméticos. Puede distribuir las cartas e intentar
ajustar los números a las respuestas correctas.
Otra técnica de preparación, que según muchos fun-
ciona realmente, es hacer simular a los niños que están
haciendo un anuncio comercial de televisión para el
material de los deberes y que intenten visualizarlo o
representarlo.
Otra técnica que suele utilizarse en la situación peda-
gógica tipo Lozanov es la interpretación de papeles ...
interpretar un papel de una persona relacionada con lo
que sea la materia de estudio: un geólogo que explora
buscando minerales; un piloto de avión que calcula un
plan de vuelo; un turista en un país extranjero que
pide la cena.
Si quiere repasar palabras de vocabulario, usted y
el niño pueden intentar idear algunas imágenes que pue-
dan asociarse con cada palabra, imágenes vívidas que
hagan más fácil recordar. Un medio fácil de hacer una
lista de palabras es pronunciar una palabra, deletrear-
la, intentar crear una imagen o idea a su alrededor, y
utilizarla en una frase (para más detalle, ver los Ejer-
cicios, pág. 272).
Después de revisar el material de los deberes case-
ros, empieza la sesión de supermemoria, según las ins-
trucciones del Capítulo 8 sobre cómo organizar y recitar
el material. Durante los preliminares del relajamiento,
han de dársele al niño muchos refuerzos de fácil apren-
136
dizaje. Luego empieza la lectura del material en voz
alta a intervalos de ritmo lento. Recite sin música la
información una vez, mientras su alumno sigue leyendo
en silencio los datos para sí. Luego, lea de nuevo el mis-
mo material con la música. Esta vez el estudiante está
tendido, cómodo, con los ojos cerrados y asimilando la
información. Durante ambas facetas, los estudiantes de-
berían procurar respirar adecuadamente, es decir, con-
tener la respiración mientras usted habla y respirar du-
rante las pausas. Si está trabajando con palabras de
una lista, puede organizarlo así:
1 2 3 4 1 2 3 4 Tono de Voz
silencio a-c-e-p-t-a-r normal
aceptar
silencio p-o-s-t-r-e postre suave
silencio e-l-e-g-i-b-1-e alto
elegible
silencio f-e-r-o-z feroz normal
silencio s-o-1 sol suave
silencio r-e-c-i-b-i-r alto
recibir
Deletree la palabra, pronúnciela, haga una pausa; de-
letree la palabra, pronúnciela, pausa; etc. Cincuenta pa-
labras le llevarán unos trece minutos, leyéndolas dos
veces, una sin música y otra con ella.
Enumere las cosas a aprender como pronunciación,
aritmética, vocabulario, nombres científicos, etc., y será
muy fácil enseñarlas. Pero puede reforzar cualquier in-
formación práctica, aunque se trate de materias comple-
jas, siempre que divida el material en frases breves.
Por ejemplo, su hijo puede estar estudiando distintos
países del mundo. Imaginemos que el país es, por ejem-
plo, Nigeria. Podría estructurar la información así:
1 2 3 4 1 2 3 4 Tono de Voz
silencio Nigeria, costa oeste normal
de A.frica
silencio Nigeria, república suave
africana
silencio Población, setenta y alto
cinco millones

137
silencio Capital, Lagos normal
silencio Idioma oficial, suave
inglés
silencio Principal exporta- alto
ción, petróleo
Después de la sesión, que el chico haga un examen
y compruebe él mismo los resultados. Los exámenes
sirven de punto de referencia para ver el progreso que
logran. Cuando empiezan a ver que cada día aprenden
más, los exámenes se convierten en una experiencia
agradable. A algunos niños les ayudaba, según ellos,
poner la música durante el examen, pues con música
recordaban mucho mejor.

Una, sesi6n de muestra


Charles Gritton, profesor de lowa, era tutor de dos
alumnos de octavo grado, un chico y una chica, que,
según sus profesores y sus padres, tenían problemas
de aprendizaje. No sabían hacer fracciones ni porcenta-
jes, no sabían pronunciar correctamente ni deletrear las
palabras y los estudios no les importaban ya lo más
mínimo. Trabajando en la sala de su propia casa, Grit-
ton dedicó un tiempo a enseíiarles relajamiento y a ha-
blar sobre el nuevo sistema de aprendizaje. Les pidió
que hiciesen una prueba previa de pronunciación y arit-
mética. Hicieron los dos la prueba de pronunciación,
pero se negaron a hacer la de matemáticas.
Gritton empezó con una sesión de aprendizaje rá-
pido de cincuenta palabras deletreadas de su lista más
dura. Los dos corrigieron sus propios ejercicios. Empe-
zaron a mostrarse sorprendidos. En la prueba previa
habían conseguido promedios del treinta y veinte por
ciento. Ahora, ambos tenían un noventa por ciento de
respuestas correctas. Y muy pronto, a medida que con-
tinuó la aplicación del sistema, los dos niños con pro-
blemas de aprendizaje le decían a gritos: «aprender es
divertido, y es fácil, no tiene ningún problema». Des-
cubrieron que era muy fácil recordar el material si so-
naba la música durante el examen.
Gritton revisó los ejercicios de matemáticas que an-
tes se habían negado incluso a intentar hacer. Los hicie-
ron rápidamente. Su aceptación de sí mismos era muy
138
alta y estaban muy emocionados y satisfechos con la
posibilidad de aprender. Fueron capaces de resolver to-
dos los problemas sin ninguna dificultad.
Al día siguiente, estudiaron otras cincuenta palabras
de difícil pronunciación. La chica obtuvo un cien por
cien en el examen. El chico quedó atónito al descubrir
que lo había hecho casi todo bien. Su imagen de sí mis-
mo como individuo incapaz de pronunciar correctamen-
te estaba tan grabada en su mente que insistía en bo-
rrar palabras correctas y escribirlas mal.
Al día siguiente, aprendieron otras cincuenta pala-
bras difíciles de pronunciar y más matemáticas: «Es
muy fácil», decían, y pidieron a Gritton que siguiese
con fracciones y cosas más difíciles. Recordaban las
matemáticas, explica Gritton; con «asombrosa facilidad».
Al cabo de cuatro días, se habían invertido por comple-
to sus actitudes respecto a sí mismos. También Gritton
estaba sorprendido. Era una de sus primeras pruebas
del sistema. El método, dice, «funcionó muy por encima
de lo que yo había esperado».
Las notas de los dos estudiantes fueron éstas: Pro-
nunciación: prueba previa, treinta por ciento y veinte
por ciento. Primera sesión: noventa por ciento y noven-
ta por ciento. Segunda sesión: cien por cien y sesenta
por ciento (el muchacho borró las respuestas correctas).
Tercera sesión: cien por cien y sesenta por ciento (el
muchacho borró también).
Matemáticas: Prueba previa: cero y cero. Primera
sesión: noventa por ciento y noventa por ciento: Se-
gunda sesión: cien por cien y noventa por cien. Tercera
sesión: ochenta por ciento y noventa por ciento.

Recapitulación de una sesión de supermemoria


- Asegúrese previamente de que el niño sabe rela-
jarse y hacer los otros ejercicios de aprendizaje.
- Repase los deberes de casa con la mayor retención
posible.
- HaJ?a que el niño se relaje, refuerce su capacidad
de aprendizaje y hágale experimentar de nuevo, por un
instante, la agradable sensación que produce el apren-
der con éxito.
- lea el material al ritmo adecuado mientras el
niño lo sigue, leyendo para sí.

139
---- Vuelva a leer el mismo material, esta vez con
música, mientras el niño, relajado y con los ojos cerra-
dos, se limita a escuchar.
- Haga un examen y deje que el propio niño lo
puntúe.

140
EPÍLOGO (1979)
Otros innovadores, sistemas similares
Las técnicas del superaprendizaje florecen en varios
países. Si se observan las raíces de este nuevo floreci-
miento, se descubrirá normalmente que no nos condu-
cen a Bulgaria ni al bloque comunista. Cuando más se
examina la situación, más extraña parece ... extraña sal-
vo por el hecho de que todos conocemos esa idea cuyo
momento ha llegado.
En las últimas décadas, individuos de varios países,
con total independencia entre sí y sin conocimiento de
la tarea de los otros, se sintieron súbitamente impul-
sados a explorar las mismas raíces ( antiguas técnicas
de la India y de Oriente, a las que se atribuía la capa-
cidad de estimular las facultades físicas y mentales del
ser humano) y, tras años de investigación, crearon nue-
vas técnicas de aprendi:-'.lje basadas en los mismos prin-
cipios.
Uno de los sistemas de superaprendizaje más desta-
cados, creado en un país occidental, es el llamado so-
frología. Los cursos de sofrología para el aprendizaje
y la memoria, hace ya años que se utilizan en universi-
dades y escuelas ~º~·
L. Alfonso CayceO,-octor en medicina, colombiano
de origen, creó la sofrología y expuso sus principios
cuando era profesor de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Madrid. Siendo un _joven médico espe-
cializado en neuropsiquiatría, Caycedo quedó fascinado
por la hipnosis. Esto le llevó a investigar las técnicas
modernas y antiguas que permiten al individuo modi-
ficar estados de conciencia, y actuar así sobre el cuer-
po o la mente. Como Lozanov, Caycedo pasó a intere-

141
sarse profundamente por el raja yoga, la ciencia de la
concentración, y se fue a la India a estudiar a algunos
de los raja yogui más famosos. Fue también a Japón
a estudiar zen. En el Tíbet, el Dalai Lama le autorizó a
vivir en un lamansterio para estudiar determinadas téc-
nicas budistas. Caycedo regresó a España después de
dos años, con la idea de que Occidente aún estaba en
la etapa neolítica en el conocimiento de la conciencia
humana.
Decidió tirar por la borda toda la vieja terminología,
pues existían ideas preconcebidas respecto a ellas. Ini-
ciaría una nueva «logía» derivada del griego: Sofrolo-
gía, de sos, armonía, y fren, conciencia o mente. Es de-
cir, el estudio de la armonía de la conciencia.
Al igual que Lozanov, el doctor Caycedo, con un equi-
po de especialistas en fisiología, hizo estudios de labo-
ratorio de todos los ejercicios orientales a los que se
atribuía la propiedad de provocar estados «distintos»
de conciencia. Él y sus colaboradores desmitificaron y
modernizaron esos métodos. Extrajeron la esencia acti-
va, liberándola de siglos de tradiciones arcaicas. Estu-
diaron también los enfoques occidentales del conjunto
mente/cuerpo. Luego, seleccionaron las técnicas que
consideraron mejores, métodos que ayudan a una per-
sona enferma a curarse física y mentalmente, métodos
que ayudan a un individuo sano a mejorar su eficiencia
mental y física.
El Centro de Sofrología se fundó en Barcelona, Es-
paña, en 1960. El doctor Caycedo utilizó, en principio,
la sofrología en el campo de la medicina (lo mismo que
había utilizado Lozanov la sugestología en diversas áreas
que incluían la gastroenterología, la psiquiatría y la
obstetricia). La sofrología, dice, es en realidad una for-
ma de enseñanza. « Enseñamos a la gente a respirar
como es debido, a anestesiarse por sí mismos y a rela-
jarse. Reforzamos la capacidad de control del individuo
y, en consecuencia, su capacidad de esperanza.»
La sofrología pasó de la medicina a los deportes y
a la educación porque Caycedo, como Lozanov, se dio
cuenta de que la gente alcanzaba la hipermnesia, o su-
permemoria, mediante ciertos métodos de raja yoga.
En 1970, se celebró en Barcelona la primera confe-
rencia internacional de sofrología, a la que asistieron
1.400 especialistas de 42 países. La segunda conferencia
mundial se celebró en 1975, con 1.500 delegados de 55

142
países. También se han celebrado conferencias en Fran-
cia.
Al parecer, sin que ninguno de los dos conociese el
trabajo del otro, Lozanov y Caycedo siguieron rutas pa-
ralelas, más o menos al mismo tiempo, en el estudio y
creación de sistemas derivados del yoga, con nombres
similares. La sofrología se ha encauzado hacia la me-
dicina, los deportes y la educación. La sugestología, ha-
cia la medicina y la educación. Los dos médicos traba-
jaban en países regidos por dictaduras.
Cuando nos pusimos en contacto con el doctor Cay-
cedo, descubrimos que la «Oficina de coincidencias»
parecia estar trabajando horas extras. El primer nom-
bre del doctor L. A. Caycedo, es Lozano.
Caycedo, un hombre apasionado, sólido, de calva pre-
matura, de cuarenta y siete años, que se ve obligado a
llevar constantemente gafas oscuras pues tiene la vista
muy débil, es famoso por su dedicación a la medicina
y su capacidad para trabajar intensa e incesantemente.
Dieciocho años investigando la supennemoria y la con-
centración agudizada por medio del raja yoga y el zen,
llevando a Caycedo a crear el sistema de sofrología de
la memoria y un sistema de aprendizaje sofrológico
(con técnicas destinadas tanto a los niños normales
como a los «problemáticos», los que tienen trastornos
del aprendizaje y dificultades de coordinación).
El doctor Caycedo nos explicó que desde hace varios
años, entre 30 y 40 profesores españoles de centros edu-
cativos de Madrid, Barcelona, Valencia, Gijón y Málaga,
han utilizado regularmente el sistema de aprendizaje
sofrológico. Los estudiantes realizan determinados ejer-
cicios todas las mañanas durante quince minutos antes
de empezar las clases diarias, para que puedan utilizar
después durante el día y en todas las materias estas
técnicas de «aprender a aprender». Los profesores in-
forman que los resultados son excelentes. ·
Caycedo ha sido homenajeado en varios países de
Sudamérica en los que se utiliza la sofrología para el
aprendizaje normal, así como para reeducar a los de-
lincuentes juveniles.
También en Francia se está extendiendo la sofrolo-
gía, con profesores del Liceo de Calais, el Liceo Voltai-
re y la Escuela de Periodismo de París, que utilizan el
método e informan de buenos resultados en clases de
inglés y escenografía.

143
Los resultados con niños retrasados y con dificul-
tades de aprendizaje han sido asombrosos. En Madrid,
el pediatra doctor Mariano Espinosa ha utilizado el sis-
tema de educación sofrológico con niños problemáticos
de toda España y de América del Norte y del Sur. Los
especialistas se quedaron atónitos con lo que vieron en
su institución. Jóvenes retrasados, con problemas gra-
ves de falta de coordinación motora, realizaban ejer-
cicios físicos de sofrología con extraordinaria habilidad
y, ademas, tras varios meses adiestrando mente y cuer-
po como un todo, su coeficiente de inteligencia subió
espectacularmente. El doctor Espinosa recibió la me-
dalla de oro internacional de pediatría en 1974, por sus
logros con la sofrología.
El sistema sofrológico aplicado al entrenamiento de-
portivo, tal como se describe en el próximo capítulo,
ha producido una revolución en el atletismo europeo.
La sofrología de Caycedo, lo mismo que la sugesto-
logía de Lozanov, no sólo proporciona beneficios en el
campo del aprendizaje, sino también beneficios tera-
péuticos adicionales: incrementa la confianza del indi-
viduo en sí mismo, la creatividad, el desarrollo emocio-
nal y la capacidad de expresión y el individuo se libera
de ideas limitadoras respecto a sus posibilidades.
Si se observa una clase de aprendizaje sofrológico,
se ve a los estudiantes practicando ejercicios de visua-
lización y de relajamiento. Luego, mientras los estu-
diantes se hallan en estado de meditación (llamado so-
froliminal) y respirando rítmicamente, el profesor lee
el texto rítmicamente con entonaciones específicas.
El principio básico es idéntico en ambos sistemas:
crear un puente entre la mente consciente y la mente
tnc::onsciente. Este lazo de comumcac::ión lleva al con-
trol va.luntarto del cuerpo y de la memoria. Ayuda a
alcanzar una concentración agudizada y a aliviar la ten-
sión. Los dos sistemas utilizan un estado alterado de
conciencia para crear este puente entre la mente y el
cuerpo: un estado de concentración relajada. Lozanov
le llama «estado seudopasivo». Caycedo le llama «estado
de sofronique». Este estado superior de aprendizaje se
caracteriza no sólo por la aminoración de los ritmos
mente/cuerpo, sino por ritmos mente/cuerpo sincroni-
zados.
Esto se logra en el sistema de Lozanov utilizando
música de ritmo lento para atenuar y sincronizar los
144
ritmos mente/cuerpo, y leyendo los materiales del curso
rítmicamente con la música de fondo para .estimular
simultáneamente ambas hemisferios cerebrales,
El sistema de Caycedo ,u tiliza eiercicios de visualiza-
ción para crear un estado de relajamiento con ritmos
mente/cuerpo aminorados. Consigue la sincrontzact6n
efe 10s ritmos mente/cuerpo mediante ejercicios espe-
cíficos de respiración rítmica. El sistema de Caycedo
utiliza también el sonido, µero, con la. ::v.oz numana en
lugar de una orquesta. Se estimulan globalmente ambos
hemisferios cerebrales, hacienda.. leer él material didac-
tico casi en un canturreo. con un ritmo y una entona-
cion especiales. Caycedo llama a esta técnica «Terpnos
lagos» y se remonta a los antiguos irie¡os. Platón lo
describió como un tono especial de la voz: un tono sua-
ve, acariciador, monótono y melodioso como un encan-
tamiento. Dijo que actuaba sobre mente y cuerpo pro-
duciendo un estado de calma, tranquilidad y suma con-
centración. Muchas madres utilizan instintivamente este
tono de voz acariciadora para confortar a un hijo. In-
vestigaciones fisiológicas, como las del fisiólogo ruso
K. Platonov, parecen apoyar el aserto de que un timbre
y un tono de voz concretos pueden ejercer efectos po-
sitivos definidos en el cuerpo. Los profesores de sofro-
logía pasan por un curso de adiestramiento de la voz,
parecido al de los actores y cantantes.
El sistema general de aprendizaje de Caycedo utiliza
el «método de relajamiento dinámico» del propio doc-
tor y una amplia variedad de ejercicios físicos y men-
tales extraídos del raja yoga y del zen para ayudar al
relajamiento, reducir la tensión, mejorar la visualiza-
ción y la concentración. Lozanov también utilizó, en
principio, ejercicios de relajamiento.
Ambos doctores insisten, por último, en que el medio
ambiente donde se desarrolla el aprendizaje, tanto en el
aspecto físico como en el social, debe ser positivo, y
que ha de haber una buena relación en la «alianza»,
como dice Caycedo, entre profesor y alumno.

Sistema de memork de la sofrología


El sistema de _nemoria de la sofrología de Caycedo
es un curso de cuatro días. Los alumnos, después,prac-
tican las técnicas en casa y van alcanzando gradual-
145
mente hipermemoria. Los resultados indicaban que los
alumnos progresaban notablemente en su aprendizaje
debido a que se multiplicaba su capacidad para recor-
dar el material didáctico.
«Muchos años de investigación me han indicado que
la gente posee, en forma de recuerdos positivos, una
reserva emotiva de extraordinario valor, no sólo para
el desarrollo de la memoria sino para el desarrollo de
toda la personalidad», dice Caycedo.
Acudieron a él pacientes que aún padecían traumas
debidos a la guerra civil española. Según dice, y a tra-
vés de su terapia de la memoria, logró restaurar com-
pletamente su salud mental.
El sistema de adiestramiento de la memoria de Cay-
cedo se deriva del zen japonés, que el doctor considera
«un perfeccionamiento del raja yoga», así como de su
propia técnica de «relajamiento dinámico».
En la raíz misma de su sistema de adiestramiento
de la memoria hay una ampliación del Recuerdo de la
alegría de aprender del Capítulo 7. «Divida su vida en
tres secciones y seleccione un recuerdo positivo de cada
una de ellas», le pide a los alumnos. Una vez seleccio-
nados estos recuerdos positivos, se les pide que los pa-
sen por cinco etapas:
1) Evocación (evocar el recuerdo positivo)
2) Fijación (concentrarse en esa sensación positiva)
3) Asociación (asociar colores, objetos, personas,
con esta sensación positiva)
4) Repetición (repetir la sensación positiva hasta
que quede grabada en la mente)
5) Presentación (amplificar esta sensación positiva
de una forma oral o escrita)
El doctor Caycedo cree que lo físico y lo psicológico
están inseparablemente unidos y que el cuerpo es el
instrumento ideal para desarrollar o adiestrar la me-
moria. El doctor Caycedo insiste en:
a) Respiración abdominal rítmica;
b) Coordinación de la respiración con los recuer-
dos, los pensamientos o el material a memorizar;
e) Ejercicios para mejorar la circulación y el su-
:mimstro de oxígeno a la cabeza;
a) Tres posturas concretas del zen japonés, desti-
nadas aestimular el relajamiento y la concentración.
146
Se utiliza una posición especifica para las diversas
funciones de la memoria y, como ha demostrado la in-
vestigación fisiológica realizada por el propio doctor
Caycedo y sus colaboradores, esta postura puede ayudar
a alcanzar niveles alterados de conciencia.
El sistema de Lozanov también utilizaba en princi-
pio posturas, sobre todo la postura de relajamiento del
yoga llamada savasana. Y el Instituto tenía tumbonas
especiales como ayuda.
La doctora Jane Bancroft investigó las escuelas es•
pañolas que utilizaban programas de memoria y de
aprendizaje sofrológico y confirma los buenos resulta-
dos. Fotografió a estudiantes de sofrología en colegios
religiosos; hizo el curso de memoria de cuatro días en
una sesión en la Costa Brava. Según sus informes, des-
pués del curso, los alumnos podían asimilar y recordar
espontáneamente gran cantidad de datos del encerado,
e informó también que la concentración y la memoria
mejoraban y que la tensión se aliviaba.
Según ella, «los sistemas de Caycedo y de Lozanov
son prácticamente iguales». Si bien estos doctores abor-
daron las disciplinas orientales desde un punto de vista
filosófico distinto ( Caycedo desde la fenomenología
europea y el catolicismo latino y Lozanov desde el mar-
xismo y la psicoterapia soviética), ambos estudiaron fi.
siológicamente las técnicas orientales con el objeto de
identificar los elementos activos. «Los dos doctores han
recorrido el camino real del yoga y los dos han reci-
bido notable influencia de las tradiciones orientales
-dice la doctora Bancroft-. Bajo nombres distintos
v distintos términos, encontramos las mismas ideas (o
ideas similares) en la sofrología y en la sugestología y
en las aplicaciones pedagógicas de ambos sistemas.»
A Caycedo le sorprendieron mucho tales similitudes
cuando la doctora Bancroft se las comentó en Barcelona
en 1979.
-Nunca he estado en contacto con el doctor Loza-
nov -dijo-. Me llamo Lozano porque ése era el ape-
llido de soltera de mi madre. Puede que seamos parien-
tes lejanos -añadió sonriendo.
Los estudiantes búlgaros y españoles no son los úni-
cos europeos que han llegado a comprender que apren-
der no tiene por qué significar sentarse erguido y ma-
chacar sobre los textos. Hace unos años, en Alemania
Occidental, otro individuo emprendió también un cami-
147
no familiar, con total independencia de los dos ante-
riores. El profesor Friedrich Doucet empezó a elaborar
técnicas de superapren([izaje a partir de antiguas fuen-
tes orientales. Investigó primero las posibilidades de
mejorar la educación adiestrando a los estudiantes en
autogenia (un famoso programa de relajamiento ale-
mán) para que pudieran lograr el control voluntario del
cuerpo y de la memoria y aumentar así su capacidad de
aprendizaje. En su instituto de Munich, Avalon, este psi-
cólogo, terapeuta y escritor, siguió estudiando no sólo
los ejercicios orientales sino también la música oriental.
Su investigación se basa en la antigua sabiduría encar-
nada en la música, centrándose en los efectos de las di-
versas armonías sobre cuerpo y mente.
Doucet combinó sus descubrimientos sobre los efec-
tos internos de la música con autogenia para crear un
nuevo método de enseñanza. La televisión alemana expu-
so su sistema y parece ser similar al de Lozanov. Los
estudiantes, una vez relajados, oyen los textos de idio-
mas que se leen con un fondo de música oriental cuida-
dosamente seleccionada. Al parecer, el método estimula
realmente el aprendizaje y se dice que Deutsche Gram-
mophon está negociando los derechos de grabación de
la «Pedagogía autogénica» del profesor Doucet.
En Francia, por otra parte, hay un médico que ha
abierto una nueva vía de investigación científica a tra-
vés del estudio de los efectos del sonido en los seres
humanos. El doctor Alfred Tomatis, director de la Aso-
ciación Internacional de Audiopsicofonología alcanzó
fama internacional por sus trabajos innovadores para
ayudar a los niños disléxicos con terapia sónica. Utiliza
música barroca porque, según dice, es rica en frecuen-
cias más altas. Hace poco, se adaptó el método de mú-
sica barroca del doctor Tomatis a la enseñanza de idio-
mas. Mejoraba la capacidad de aprendizaje.
En Suiza, por otra parte, un profesor, Jacques de
Coulon, se incorporó también al campo del superapren-
diza,ie. En vez de investigar en las remotas tradiciones
de Oriente, De Coulon inició su persecución arqueoló-
gica de las claves de la supercapacidad estudiando los
anales de otra cultura antigua: Egipto. A partir de sus
investigaciones, elaboró ejercicios para la concentración
interna/externa, pautas de respiración y mejores postu-
ras corporales para la concentración. Como imaginará
el lector, De Coulon ideó luego un método de enseñanza

148
basado en estas técnicas. Descubrió, en concreto, que
si los alumnos respiraban rítmicamente con una recita-
ción de los textos de matemáticas o de lectura, se pro;
ducía un gran avance en el aprendizaje.
Estos europeos y otros no mencionados, han creado
sistemas de enseñanza completos. Y hay muchas perso-
nas más, tanto en los Estados Unidos como fuera de
ellos, fundiendo elementos nuevos en programas de cla-
ses para crear más métodos de educación balística. Va-
mos a citar sólo un ejemplo, el de Marjorie King, del
Instituto de Enseñanza Media Unión de Sacramento,
California, y Joane Kamiya, del Instituto Neuropsiquiá-
trico Bangley-Porter, que han ayudado a introducir el
biofeedback en las escuelas públicas. En vez de hacer
ejercicios de relajamiento, los niños utilizan estos «apa-
ratos gimnásticos biológicos», como denomina un cien-
tífico a estas máquinas para aprender a reducir la ten-
sión. El biofeedback es una forma más de establecer
un puente entre consciente e inconsciente y lograr el
control voluntario del conjunto mente/cuerpo. Los niños
aprenden a mejorar la atención y la creatividad y a su-
perar los bloqueos del aprendizaje. El beneficio más
importante que ha podido constatarse es una imagen
de sí mismo mucho mejor, lo cual, a su vez, estimula
notablemente la capacidad de aprendizaje del niño.

,:Vna carrera por el primer puesto?


La revista Psychology Today, al analizar las implica-
ciones de los avances del mundo comunista en el apren-
dizaje a través de la sugestología, plantea esta cuestión:
¿Hay una carrera por el primer puesto en lo que se re-
fiere a los superpoderes de la mente entre las superpo-
tencias? Da la sensación de que la guerra fría política
ha añadido la formación en el campo de los deportes
como otro campo de lucha entre el Este y el Oeste, con
secretos y sistemas de ocultamiento.
Informes internos de los centros de sugestología de
la Alemania Oriental y de la URSS revelan resultados
sorprendentes. Los soviéticos están utilizando la ense-
ñanza de las técnicas de relajamiento y el programa
búlgaro original. El educador búlgaro Aleko Novakov
creó cursos para ellos. Un informe especial sobre los
avances soviéticos en el campo del aprendizaje, elabo-

149
rado por Rupprecht S. Baur y P. G. Rühl, de la Uni-
versidad de Hamburgo, indica resultados soviéticos di-
fíciles de creer, basados en los diez años de ventaja que
nos llevan. Por ejemplo, en centros como la Universidad
de Tiflis, en la Georgia soviética, se informa de apren-
dizaje acelerado sin tensión con pruebas de idiomas
que alcanzan un índice del cien por cien.
Los soviéticos han creado sus sistemas a partir de
los métodos originales búlgaros. ¿Los métodos origina-
les búlgaros? En los últimos años, los búlgaros han
estado exportando una versión «nueva» de la sugesto-
pedia. Esta versión parece desviarse de la sincroniza-
ción mente-cuerpo, para concentrarse en lo que podría-
mos llamar enseñanza carismática. La nueva versión,
comparada con las técnicas documentadas que aparecie-
ron en el propio libro de Lozanov, y que data de finales
de 1979, incluye los siguientes cambios: 1. Omisión del
estado alterado de concentración relajada. «Para los
estudiantes el relajamiento se encarna en la persona del
profesor», dice ahora Lozanov. 2. Omisión de las ento-
naciones. 3. Omisión del ritmo. 4. Omisión de los ejer-
cicios respiratorios. 5. Omisión de la música lenta. El
lema actual es «sustituir a Beethoven, Wagner y Cho-
pin». ¿Qué es lo que queda? Básicamente, una exposi-
ción muy teatral, muy imperiosa y muy compleja, hecha
por el profesor con música de fondo, con una insisten-
cia mayor en la atmósfera psicológica de la clase ...
el papel que juega el alumno, la decoración sugerente.
Hasta ahora, no se han publicado datos científicos que
demuestren que este método produce los extraordina-
rios resultados del original. No hay ninguna prueba
documentada de que la nueva versión búlgara acelere
el aprendizaje o amplíe la memoria. Los elementos de
ambos procedimientos son fácilmente comprobables y
no tienen por qué ser cuestión de opinión. Por ejem-
plo, Jean Cureau, de París, hizo pruebas comparativas
con la «nueva» lista de música. Al sustituir la música
barroca lenta por Wagner, los resultados fueron desas-
trosos. También la Universidad de Toronto obtuvo re-
sultados negativos al sustituir la música barroca por
música rápida. El motivo de que se introdujesen en
Bulgaria estos cambios, tan drásticos en apariencia, es
un interrogante aún no aclarado, un interrogante que
quizá tenga muchas respuestas, algunas de las cuales
pueden relacionarse o no con motivos políticos ocultos.

150
Esto fue lo que les facilitaron a los profesores cana-
dienses. Como ya dijimos, su programa del servicio
civil en que se invirtieron muchos millones de dólares
terminó en «fracasos generalizados». Después de fir-
mar un contrato con el Instituto Max Boltzmann, de
Austria, el gobierno búlgaro envió al doctor Lozanov
y a Evelina Gateva a Viena con los nuevos métodos.
El doctor Franz Beer, director del instituto, informa
de que el programa de italiano fracasó. Fue, según dice,
carísimo y lo cierto es que no fue posible adiestrar
adecuadamente a profesores austríacos. A los austría-
cos les fue mejor con un programa búlgaro destinado
a los niños. Hubo prob]emas al principio: el material
didáctico impreso era inadecuado, las videocintas conte-
nían propaganda comunista y los búlgaros, probable-
mente sin captar la ironía del asunto, enviaron a los
vieneses música de vals. Pero los profesores vieneses
cogieron el programa por su cuenta, añadieron ejerci-
cios de visualización y de relajamiento similares a los
utilizados en Iowa, y los resultados mejoraron. En cuan-
to a los aspectos positivos, muchos de estos profesores
quedaron muy complacidos con el enfoque psicológico
y holístico de Lozanov.
Todo el que haya ido a la escuela agradecería una
enseñanza más humana, creadora e interesante. Pero,
en lo que a Estados Unidos se refiere, diffcilmente pue-
de considerarse una innovación el nuevo sistema de en-
señanza al estilo búlgaro. Algunas de las ideas has estado
presentes aquí desde los tiempos de John Deway,
nuestro educador más famoso, cuya influencia se ex-
tendió en las escuelas en las primeras décadas del si-
glo. En época más actuaJ, se están impartiendo ense-
ñanzas de carácter holístico para profesores, con un
buen nivel, en lugares como el Instituto de Educación
Holística de Massachussetts. Y el enfoque de la ense-
ñanza de otros idiomas, mediante un procedimiento ex-
traordinariamente interesante, ha llegado a desarrollar-
Si! magníficamente a través de sistemas como el Dart-
mouth Intensive Language Model, de gran éxito, y que
se utiliza ya en 58 instituciones norteamericanas (1.000
paJabras de vocabulario en 14 días). Siguiendo con esto,
cuando Lozanov y Gateva expusieron su programa en
conferencias profesionales internacionales en Suecia y
Suiza, muchos educadores tuvieron la sensación de que
el «nuevo» método búlgaro parecía «completamente an-

1S1
ticuado». Por otra parte, los que siguieron cursos en
el Instituto de Aprendizaje Lozanov de Estados Unidos
parecían, en general, complacidos con la experiencia, y
estaban convencidos de que habían aprendido bien.
Esta empresa está interesada en el desarrollo y la in-
vestigación y espera tener pronto datos científicos sobre
sus métodos.
En París se están utilizando ambos enfoques. Fanny
Saferis, profesora de reconocidos méritos, compró los
derechos del nuevo sistema búlgaro y ha obtenido resul-
tados realmente buenos en la enseñanza del inglés ha-
blado. Por otra parte, en el Liceo Voltaire, Jean Cureau
lleva varios años enseñando inglés con métodos eclécti-
cos de superaprendizaje, con resultados espectaculares:
una aceleración de 10 a 1 en el aprendizaje, con una at-
mósfera positiva y libre de tensión. Cree que son de
gran importancia la música barroca lenta, el relajamien-
to y las entonaciones suaves .y acariciadoras de la so-
frología.
El sistema de superaprendizaje que se explica en
este libro no es, por supuesto, el búlgaro. Pero tiene ele-
mentos extraídos de las fuentes originales del raja yoga
y de las investigaciones positivas de innovadores de
varios países, incluida Bulgaria. Se incluyen algunos
elementos dobles «a prueba de fallos», porque no todo
el mundo reacciona del mismo modo a los mismos es-
tímulos.

Las maquinaciones que puedan tener lugar en Bul-


garia, las disputas sobre modelos de enseñanza, no sig-
nifican gran cosa para la vida de la mayoría de nosotros.
La verdadera noticia se relaciona con algo que sí tiene
que ver con nuestra vida. Esa corriente que parece estar
aportando técnicas que nos lleven hasta las reservas no
utilizadas que hay en nuestro interior. Son cada vez más
las personas que utilizan estas técnicas. Son cada vez
más los que experimentan lo~ros más amplios. La doc-
tora Bancroft ha transmitido a sus alumnos los frutos
de sus largos años de invest{gación. En 1978, ella y la
doctora Eleanor Irwin, de la Universidad de Toronto,
obtuvieron «resultados espectaculares» con alumnos que
estudiaban griego, por el simple procedimiento de poner
cintas del curso leídas en pautas rítmicas, con un fondo
de música barroca lenta. Actualmente, la doctora Ban-
1S2
croft está utilizando superaprendizaje grabado en cinta
para su curso de francés universitario. En los exámenes
de la universidad, se reflejan claramente las ventajas de
este procedimiento. También son patentes otros bene-
ficios adicionales de los programas de relajamiento gra-
bados que utiliza la doctora Bancroft. Muchos alumnos
proclaman entusiasmados que han superado problemas
de salud relacionados con la tensión gracias a esos pro-
gramas. Muchos dicen que ha aumentado su confianza
en sí mismos y que tienen una idea más amplia de lo
que pueden lograr.
La doctora Bancroft utiliza los cursos grabados si-
guiendo el método búlgaro primitivo. Graduados del
Instituto de Psicología nos dijeron que, en principio, los
alumnos escuchaban material de supermemoria de dos
grabaciones, una de la música, la otra del material di-
dáctico del curso. Esto aseguraba una presentación
idéntica para todas las clases, y aliviaba el trabajo de
los profesores.
En Canadá, por otra parte, a principios de 1979, una
importante empresa, Canadian Pacific, reveló que utili-
zando un programa elaborado con el asesoramiento de
la doctora Bancroft y de Charles Schmid, sus empleados
lograron acelerar su aprendizaje del francés en más
del doble. Los cursos continúan.
En Jowa, la Sociedad de Aprendizaje Acelerado Pro-
fesional, SALT, crece, y publica informes de profesores
de todo el país que están probando las nuevas técnicas
en sus aulas. El sistema abarca ya mucho más que la
enseñanza de idiomas. Por ejemplo, en la universidad
estatal de Jowa, en 1977, se enseñó en la mitad del tiem-
po un curso de sistemas de armamento naval, que tenía
fama de ser especialmente árido, utilizando aprendizaje
acelerado. El profesor E. E. Peterson dijo que los guar-
diamarinas «habían aprendido ~1 arte de aprender» por
experiencia.
A medida que la noticia se propaga, parece que des-
pierta ese ingenio y ese espíritu innovador que hicieron
famosos en otros tiempos a los norteamericanos. Pro-
fesores mercantiles, asesores de motivaciones, terapeu-
tas de todo tipo, profesores de todos los niveles, estu-
diantes, se aferran a las técnicas de superaprendizaje.
Las prueban, experimentan y adaptan por su cuenta a
sus objetivos concretos. Sólo a través de Superlearning
Inc. hemos recibido cientos de cartas indicando resul-

153
tados positivos. Para citar sólo un caso documentado,
hablemos del experimento en curso del doctor Donald
Vannan del Bloomsberg State College de Pennsylvania.
El doctor Vannan enseña un curso de Métodos Cien-
tíficos Elementales. ¿Funcionarán las técnicas de apren-
dizaje acelerado tan bien en el caso de las ciencias como
se dice que funcionan con los idiomas?, se preguntó el
doctor. Para comprobarlo, Vannan enseñó su curso se-
gún el método habitual en tres semestres distintos en
1975. ~ste sería su grupo de control. En 1976, adiestró
a sus alumnos en métodos de relajamiento. Luego, en
vez de la lectura habitual, después de una sesión de pre-
guntas hizo que sus alumnos relajados leyesen en silen-
cio mientras escuchaban el material recitado con ento-
naciones de la cinta. Tras otra sesión de preguntas, les
dijo a sus alumnos que se pusieran cómodos, cerraran
los ojos y escucharan la misma recitación grabada con
música de fondo.
En este curso, los exámenes son absolutamente de
fiar; la mayoría de las preguntas aluden a datos obje-
tivos y la puntuación la establece una computadora. Van-
nan enseñó en 1975 a doscientos veinte alumnos, el 11
por ciento de los cuales recibió una calificación de A.
En 1976, dio clases aproximadamente al mismo número
con técnicas aceleradas. Obtuvo una calificación de A el
7S por ciento. Vannan ha encontrado un nuevo método
de enseñanza. En 1977, de los tres semestres de alum-
nos, el 84,6 por ciento consiguió una A y en 1978 el 82,9
por ciento. Es evidente que los alumnos de Vannan
aprendieron los datos y los recordaron. Y lo consiguie-
ron sin tensión ni agobio.
El ingenio es una de las mejores cualidades que pue-
de fortalecer el superaprendizaje. Pese a todos los resul-
tados aparentemente espectaculares, no estamos, en
realidad, sino empezando a asomarnos a las inmensas
reservas no utilizadas del ser humano. No hemos hecho
más que cruzar la línea de salida. Abraham Maslow, el
padre de la psicología humanista, dijo: «Cuando la úni-
ca herramienta que tienes es un martillo, todos los pro-
blemas empiezan a parecer un clavo.» Hemos utilizado
hasta el presente el 10 por ciento de nuestra capacidad.
Ahora disponemos de algunas herramientas más. Po-
drían utilizarse para ayudarnos a construir otras aÚB
mejores ... a un ritmo acelerado, por supuesto.

154
SECCIÓN 2

SUPER-RENDIMIENTO
10

SUPER-RENDIMIENTO EN J.OS DEPORTES

El escenario es Lausanne, Suiza, el consultorio de un


cirujano dentista. Una joven está sentada en una de las
salas observando un espectáculo luminoso de colores
que danza en una pared. Hace muecas, luego estira los
brazos hacia adelante, gira la cabeza en todas direccio-
nes. Luego se echa hacia atrás y se relaja. Imagina que
siente el brazo muy pesado. Siente una brisa fresca en
la frente. Cuando se siente completamente relajada,
llega a la habitación, con una pequeña pantalla de tele-
visión, la voz melodiosa del médico. Y la joven repite
las fórmulas de refuerzo que él le transmite:
«El relajamiento dinámico mejora mi forma esquian-
do. Soy más agresiva. Tengo confianza en mi capacidad
como esquiadora. Me concentro desde el principio. No
me dan ningún miedo el público, las cámaras de tele-
visión, el cronómetro ni la posibilidad de accidente.»
Esa mujer es una esquiadora europea que se pre-
para para un importante acontecimiento. Ahora se ima-
gina con todo detalle la inminente competición. Siente
los esquíes en los pies, siente que su cuerpo se inclina,
ve ante sí la pista cubierta de nieve. Debe ejecutar en
su imaginación todas las maniobras perfectamente. Si
cae o comete un error, debe volver a la cima de la pista
y repetirlo todo a la perfección.
En otra habitación hay un joven tendido en un sofá,
relajándose. Por el corte de pelo y la ropa, parece un
hombre de éxito, y lo es: a sus veinticinco años dirige
una empresa distribuidora europea. La voz del médico

157
llega por la pantalla de televisión y el joven ejecutivo
repite sus palabras: «Tengo confianza en mí mismo. Los
otros no me asustan. Me gusta hablar en público. Hablo
perfectamente y dejo complacidos y satisfechos a mis
oyentes.»
El joven está en . el consultorio del médico porque
le inquieta un poco el tener que exponer un asUJ1to a
hombres de negocios mucho mayores que él. Aunque su
salud es perfecta, le da miedo actuar en público, hasta
el punto de que a veces se pone tan nervioso que tar-
tamudea. Después ue unas cuantas sesiones, podrá decir-
le adiós al miedo a hablar en público, sin tartamudear.
Estas personas practican un tipo de adiestramiento
autogénico modificado que ha hecho a varios miles de
europeos mejores atletas, mejores oradores y mejores
artistas... prácticamente, ha mejorado su eficacia en
cualquier campo. Se trata del consultorio del doctor
Raym~nd Abrezo!, un comunicativo cirujano dental de
cuarenta y ocho años, que ha sido toda la vida un apa-
sionado de los deportes. En Abrezo! se unen el depor-
tista y el médico. ¿Por qué no enfocar al atleta como a
una persona completa? ¿Por qué no hacer holístico el
entrenamiento deportivo? El doctor Abrezo! es, en gran
parte, responsable de una importante tendencia del
mundo deportivo europeo: el adiestramiento tanto de
la mente como del cuerpo. Por su consultorio han pa-
sado muchos individuos que se convirtieron en célebres
campeones, y mucha gente normal de diversos campos
profesionales, que descubrió que esta técnica. poclría ilu-
minar sus vidas. ·
El entrenamiento autogénico fue . creado en la dé-
cada de -1930 por e¡ psiquiatra alemán Johannes R.
,;is;llJJ.ltz y se ha utilizado ampliamente en clínicas euro-
peas para gran número de trastornos provocados por
la tensión. La autogenia enseña a controlar consciente-
mente varias funciones orgánicas supuestamente invo-
luntarias, como el metabolismo y los latidos cardíacos.
La visualización y los refuerzos también forman parte
del adiestramiento.
El doctor Abrezol no llama autogenia a su programa
de adiestramiento. «El programa de Abrezol para los
deportes, se basa en una versión modificada de la auto-
genia y del yoga, llamada sofrología, creada y desarro-
llada por el doctor Alfonso Caycedo en España.» La so-
1S8
tro1ogía es un término bastante común en Europa, pero
casi totalmente desconocido en Norteamérica.
A principios de la década de 1960, cuando el doctor
Abrezo! empezó a experimentar con la sofrología, tra-
bajó con esquiadores y tenistas aficionados. Les enseñó
a aprender a eliminar condiciones mentales obstaculi-
zadoras que debilitaban su capacidad: nerviosismo an-
tes o durante un partido o una competición, falta de
concentración, falta de combatividad, falta de confianza,
fatiga, miedo a los errores y miedo a la derrota. En 1967,
cuando Peter Baumgartner, del equipo nacional suizo
de esquí, se enteró de los notables resultados que estaba
obteniendo Abrezo! con su programa de ~ntrenamiento
deportivo mente/cuerpo, le pidió que trabajase con el
equipo suizo. Por entonces, los equipos suizos no do--
minaban precisamente en las olimpiadas.
Utilizaron la sofrología en sus entrenamientos cuatro
esquiadores (Madeleine Cuyot, Fernande Bochatay, Wil-
ly Fabre, Jean-Daniel Daetwyler) y empezó a observarse
algo nuevo en las competiciones internacionales. De es-
tos cuatro esquiadores, tres ganaron medallas en las
olimpiadas de invierno de Grenoble en 1968. Empezaron
a circular rumores en los ambientes deportivos. ¿Qué
habían descubierto los suizos? ¿Una nueva megavita-
mina, un nuevo tratamiento físico? ¿O acaso el adies-
tramiento mental podía dar lugar a una superforma?
El equipo suizo siguió con la sofrología. Cuatro años
después, en las olimpíadas de invierno de Sapporo, Ja-
pón, en 1972, los suizos consiguieron otras tres nuevas
medallas: las de Marie-Therese Nadig, Roland Collum-
bin y Bernard Russi.
Abrezo! cree que sus programas mentales liberan
a los deportistas de un miedo inconsciente, que puede
significar varias centésimas de segundo... y una pres-
tigiosa medalla.
Y el método no sólo resultaba con los esquiadores.
El adiestramiento autogénico modificado ayudó a Fritz
Charlet, boxeador que estaba a punto de abandonar la
carrera. Tras pasar por el adiestramiento mental, se
convirtió en campeón europeo de los pesos pluma.
En Europa hay muchos, muchísimos atletas y espe-
cialistas en sofrología que trabajan en el adiestramiento
mental para un mejor rendimiento atlético: especialis-
tas en salto, patinadores, luchadores, deportistas náu-
ticos, equipos de acrobacia aérea, futbolistas. Siempre

159
que un deportista trabaje seriamente en sus ejercicios,
dice el doctor Abrezol, acelera su progreso y_ mejora
su rendimiento. fara la práctica mental es básica la vi-
sualización, pasar por tocla el proceso con el máximo
detalle. «La imaginación es más poderosa que la volun-
tad», dice Abrezol. El intentar eliminar el nerviosismo
basándose en la voluntad no hace más que añadir más
angustia a la tensión que el individuo ya sufre.
En Francia, cuando los médicos probaron y valora-
ron el entrenamiento sofrológico con sus atletas, los
doctores H. Boon, Y. Davron y J. C. Macquet informa-
ron: El adiestramiento mejoraba la precisión de movi-
mientos, economizaba el gasto de energía y permitía
controlar mejor las posiciones. Desde un punto de vista
psicológico, el adiestramiento mental mejoraba la con-
centración y la atención y estimulaba la percepción. Me-
joraba las relaciones del individuo con sus compañeros
y entrenadores. Eliminaba el miedo, la tensión, el ner-
viosismo, la inquietud ante los posibles errores, etc.
Los análisis médicos mostraban que después de la com-
petición, la recuperación se aceleraba ... lo cual permitía
a los atletas realizar varias competiciones seguidas. En
casos de dolores o contracciones musculares provoca-
das por el ejercicio, las técnicas sofrológicas eran de
gran ayuda. El control del dolor puede ser, sin duda, un
gran beneficio para cualquiera, no sólo para los atletas
(ver Capítulo 12).
El doctor Abrezol indica que los programas mentales
como la sofrología pueden aliviar también varios tras-
tornos físicos: problemas vasculares y respiratorios,
problemas de pies, insomnio, jaquecas, y puede incluso
ayudar a controlar el índice de colesterol. Las investi-
gaciones de laboratorio muestran que con métodos de
tipo autogénico se puede aprender a controlar la po-
tencia muscular, el flujo sanguíneo, la temperatura de
la piel, las ondas cerebrales y el metabolismo. ~se es el
motivo de que, en Europa y en la URSS, la autogenia
modificada sea una de las formas más populares de
terapia médica, que suele preferirse a los fármacos.
También es preferible a los fármacos en el caso de las
personas sanas que sufren de temblores de piernas y de
manos y que pierden la voz cuando se sienten observa-
das por mucha gen te.
Hasta los individuos más famosos y notables en su
campo pueden sentirse nerviosos por tener que hablar

160
en público, cuando han de aparecer en un programa na-
cional de la radio o la televisión, dice el doctor William
Kroger, que trata a estas celebridades. Es una crisis de
miedo a hablar en público y nace de la idea de que están
observándote literalmente millones de personas. Los sín-
tomas son «pánico, trastornos estomacales, sudores, aga-
rrotamiento de la laringe, circulación deficiente, pulso
rápido e incluso vómitos ... todo ello acompañado de un
fuerte deseo de huir».
La autogenia podría permitir a estos individuos «in-
tegrar sus actos» y dejar que el talento, la mente y el
cuerpo trabajasen por ellos. Quienes han aprendido a
comunicarse con el cuerpo mediante la autogenia dicen
que es como si el cuerpo hubiera estado siempre en
piloto automático y de pronto descubrieses que podías
tomar tú los controles.
El médico alemán Hannes Lindemann descubrió que
podía hacerse cargo de los controles lo bastante bien
como para hacer con su canoa la travesía del Atlántico.
«Una gracia especial», le llama él. «Pero también una
obligación.» Para cumplir con esa obligación, da clases
de autogenia. «Como remedio, parece el método ideal
-dice el doctor- para aumentar la capacidad del indi-
viduo y mejorar su salud ... » Por salud, Lindemann en-
tiende algo más que ese estado indefinido de no sentirse
mal, que muchos tomamos por salud. Entiende también
la capacidad para tener relaciones sanas y no pernicio-
sas con los demás y con la sociedad. «Somos tan inma-
duros y estamos tan subdesarrollados psicosocialmente,
que tendría que ser deber de todos pasar por un adies-
tramiento autogénico.» Ayuda a los atletas a lograr una
mayor eficacia, dice, y puede aumentar asimismo la efi-
cacia de negociantes, profesionales y trabajadores.
Algunas organizaciones comerciales alemanas, como
la Cámara de Comercio, han iniciado programas auto-
génicos. Los hombres de negocios que han realizado los
e.iercicios con regularidad informan de una mejora sig-
nificativa en la creatividad y en la producción, de menor
absentismo, menos accidentes, mejor salud y mejores
relaciones interpersonales.
:estos son algunos de los beneficios atribuidos al
adiestramiento autogénico. Se atribuyen también a la
sofrología. Algunas técnicas básicas son las mismas: re-
lajamiento y control del cuerpo, uso de refuerzos y vi-
sualizaciones. Sin embargo, la sofrología del doctor Cay-

161
cedo desarrolló métodos posteriores entre los que se
incluía una «relajación dinámica» especial. La contri·
bución del doctor Abrezo! consistió en comenzar a utili-
zar la sofrología en los deportes.

Los resultados
Mucho antes de que Europa Occidental captase la
idea, los soviéticos habían investigado y descubierto
que músculo-más-cerebro era una combinación ganado-
ra en deportes.
Son los programas de desarrollo mental los que han
ayudado a los atletas soviéticos a convertirse en super-
ases y a acaparar casi todas las medallas de oro en las
olimpiadas, según los especialistas occidentales. El doc-
tor Richard Suinn, jefe del departamento de psicología
de la Universidad estatal de Colorado, comenta: «Sus
atletas (los soviéticos) consideran el deporte una carre-
ra, y conceden gran importancia al éxito atlético deter-
minado por la mente.» Gracias a estas técnicas, los rusos
obtuvieron el primer lugar en la olimpiada de Montreal
de 1976 y los alemanes orientales el segundo. Rusia ganó
cuarenta y siete medallas de oro y un país pequeño
como Alemania Oriental cuarenta.
El profesor Suinn, que creó un programa de adies-
tramiento mental para el equipo olímpico de esquí nor-
teamericano de 1976, dice que Estados Unidos, y lama-
yoría de los restantes países, no han hecho más que
empezar a vislumbrar las posibilidades del poder men-
tal en los deportes.
Un norteamericano que al parecer ha vislumbrado
tales posibilidades, es Charles Tickner, el individuo que
le arrebató inesperadamente la medalla de oro al cam-
peón soviético en patinaje artístico en marzo de 1978.
Los periodistas habían oído que utilizaba un programa
mental. Tickner, estudiante de segundo curso en la Uni-
versidad de Nevada, explicó que todas las mañanas se
pone en estado de relajamiento. «Mt: basta repetir unas
cuantas palabras para cimentar la confianza en mí mis-
mo durante unos minutos.»
El mentalista Kreskin, aparte de mostrar sus técni-
cas mentales en su programa de televisión, participa
también en programas de investigación psicológica en
el Seton Hall College de Nueva Jersey. Kreskin tuvo
162
acceso a informes soviéticos sobre adiestramiento men-
tal e hizo un estudio detallado de los programas atlé-
ticos. l!l cree que los rusos llevan experimentando con
el poder mental en atletismo desde la década de los
cuarenta. « Y eso ha significado su gradual superioridad
en los últimos años en los juegos olímpicos de invier-
no y de verano y en otras competiciones deportivas
mundiales», dice. Los alemanes orientales, según Kres-
kin, han introducido también estos programas en sus
equipos deportivos nacionales.
En las olimpiadas de verano de 1976, hubo un largo
minuto que mantuvo tensos los músculos colectivos de
millones de espectadores. Vasily Alexeyev se inclinó para
alzar un peso superior al que hubiera alzado nunca un
ser humano. Las tensiones se liberaron en una gran
marea de aplausos, cuando Alexeyev se irguió triunfal
con los brazos extendidos y aquel aplastante peso bien
alto sobre la cabeza. Vasily Alexeyev practica el adies-
tramiento mental. Le sucedió algo muy interesante en
el terreno de la sugestión, en su preparación para lograr
la medalla de oro. En el levantamiento de peso, los
doscientos kilos llevaban siendo mucho tiempo una ba-
rrera infranqueable que ningún ser humano podía sobre-
pasar, así como los cuatro minutos por milla lo habían
sido para los corredores. Alexeyev y otros alzaban peso
justo por debajo de este punto crucial. En una ocasión,
sus entrenadores le dijeron que superaría su récord
mundial, 199 ,96 kgs. Lo hizo. Luego le mostraron el
peso y era, en realidad, de 200,6 kgs. Pocos años des-
pués, en la olimpiada, Alexeyev logró levantar 225,6 kgs.
Entre los secretos del sistema de adiestramiento so-
viético, según Kreskin, figura el aprender a borrar men-
talmente errores pasados y el miedo al fracaso y apren-
der también a imaginar mentalmente el desenlace posi-
tivo de una actividad. No se trata de decirle a la mente
lo que uno quiere. Se le dice que !o que . tú quieres lo
tienes ya. Como en el caso de la sofrología, se entrena
a los atletas en concentración, de modo que puedan
desconectarse del ruido y la confusión del público que
les observa y centrarse únicamente en triunfar.
Muchos científicos del deporte soviético creen hoy
que el atleta medio no da ni la mitad de su rendimien-
to potencial si no utiliza el poder mental. Según los
psicoterapeutas doctor W. Rozhnov y doctor A. Alexiev,
del Instituto Superior de Formación Médica, los rusos
163
trabajan en métodos ampliados para dar a los atletas
poder cerebral sobre los músculos. Cuando enseñas al
cerebro a «mandar» al cuerpo, todos los órganos cor-
porales se movilizan para actuar coordinados del modo
más eficaz. Rozhnov y Alexiev, ambos autoridades en
educación deportiva holística, sostienen que es necesa-
rio también adiestrar las emociones. El objetivo es mo-
vilizar todas las fuerzas del individuo, de modo que
el poder del cuerpo pueda expresarse por sí mismo ple-
namente.
Al parecer, antes de salir al cuadrilátero, algunos
boxeadores soviéticos hacen un programa mental de
diez minutos, para liberarse de tensiones y tener los
nervios preparados para reacciones muy rápidas. Jóve-
nes buceadores soviéticos, que se ponían nerviosos e in-
cluso se dejaban dominar por el pánico antes de una
competición, utilizan ahora técnicas de relajamiento
méntal para restaurar la confianza, y de visualización
para lograr el funcionamiento óptimo del cuerpo.
Según Rozhnov y Alexiev, se utiliza hoy en gran
escala en Rusia el adiestramiento triple. Incluye atleta,
entrenador físico y entrenador mental. Se utiliza tam-
bién ampliamente el mismo enfoque en las artes: en el
ballet y en la música, por ejemplo. Se adiestra en las
técnicas mente/cuerpo incluso a los cosmonautas sovié-
ticos. Los programas soviéticos, como la sofrología, son
autogenia modificada. Los métodos han sido adaptados
a una práctica simple y gradual que lleva sólo unos
minutos diarios. No se necesita ningún equipo especial.
No son necesarios ejercicios físicos agotadores, ni es-
fuerzos especiales. Ni una fe especial en lo que se hace.
Las dos claves son práctica e imaginación. Poco a poco,
mediante la práctica, se establecen líneas de comunica-
ción con el inconsciente para aprovechar las reservas
de la mente. Poco a poco, se desarrolla el control cons-
ciente de las llamadas funciones involuntarias. Poco a
poco, el relajamiento de la tensión se hace automático.
En cuanto el cuerpo está bajo control autogénico,
son particularmente eficaces los refuerzos para un me-
jor rendimiento. En el estado autogénico relajado, los
competidores recorren vívidas películas mentales. La ex-
periencia muestra que esta práctica mental puede ser
tan eficaz como la práctica física. El profesor Suinn, de
Colorado, ha hecho que los esquiadores olímpicos se
imaginen a sí mismos esquiando, corrigiendo mental-
164
mente los errores que han cometido en la práctica fí-
sica. Las repeticiones mentales, según él, ejercen un
efecto positivo en la actuación siguiente. De treinta a
cuarenta años de investigación de soviéticos y europeos
muestran que la práctica mental puede ayudar en todos
los campos de la actividad humana, desde la interpre-
tación de un concierto al tiro con arco o al tenis.
Las películas mentales como clave para alcanzar el
estado óptimo físico no son ninguna novedad para cam-
peones norteamericanos como Jack Nicklaus. Según él,
su éxito se debe enteramente al hecho de que practica
la concentración y la visualización. Nicklaus ha hecho la
sorprendente revelación de que sus partidos de golf
sólo dependen en un diez por ciento de la práctica con-
creta. El lograr golpes determinados, dice Nicklaus, es,
en un cincuenta por ciento, imagen mental y en un cua-
renta por ciento posición. ¿Su técnica? Primero, se des-
conecta del mundo. Se sitúa en un estado de concen-
tración; luego hace una película mental de toda la
jugada, clara y precisa, con acercamientos y alejamien-
tos. «Jamás lanzo un golpe sin esta película en color»,
dice. En su libro Golf My Way (Golf a mi manera} Nic-
klaus revela: «Primero "veo" la pelota donde quiero que
acabe, linda y blanca y alzándose sobre la brillante yerba
verde. Luego, la escena cambia rápidamente y "veo" la
pelota yendo hacia allí: su camino, trayectoria y forma,
incluso lo que hará al caer en tierra. Luego, hay una
especie de apagón y en la escena siguiente aparezco
dando el tipo de golpe que hará realidad las imágenes
anteriores.»
Tony Jacklin, ganador del Open norteamericano, y
del inglés, considera que cuando es capaz de desarrollar
«la concentración del gusano en su capullo» durante
un partido de golf, puede conectar y saber lo que tiene
que hacer y cómo hacerlo.
El levantador de pesos Arnold Schwarze.ne~r.,, cinco
veces Mister Universo, cuatro veces Mister Olimpia, y
protagonista de la película Pumping /ron, sostiene que
en el levantamiento de peso todo es «Mente sobre ma-
teria». «Mientras la mente pueda imaginar el hecho de
que puedes hacer algo, puedes hacerlo... Y o me visua-
lizaba a mí mismo ya allí, habiendo logrado el objetivo.»
La ejecución, dice, es el movimiento complementario, un
reoordatorio de la visión en la que has estado contem-
plándote.

165
Actividades creadoras
No sólo los atletas trabajan siguiendo una visión. La
capacidad adiestrada de imaginar vívidamente es tam-
bién uno de los circuitos del genio creador y de la
práctica creadora. Una visualización que había de afec-
tamos decisivamente a todos se iluminó una tarde de
febrero al oscurecer, cuando un científico alto, de cabe-
llo oscuro, cruzaba un parque de Praga con su ayudante.
Empezó a recitar un poema de Goethe sobre el cre-
púsculo. De pronto, se quedó quieto, mirando fijamente
al sol.
-¿No lo ves? -preguntó a su desconcertado acom-
pañante-. Está justo ahí, delante de mí. Mira, funciona
perfectamente.
Cogió un palo y empezó a trazar círculos de un dia-
grama en el suelo. Aquel hombre era Nicola Tesla. Lo
que dibujaba en el suelo era algo que· se·llevaba bus-
cando mucho tiempo, el sistema de corriente alterna
de generación de energía. Fue este descubrimiento lo
que le permitió aprovechar las Cataratas del Niágara
y proporcionarnos la era de la electricidad.
Tesla es, en nuestro siglo, uno de los mejores ejem-
plos de personalidad global y sin bloqueos. El alcance
de su capacidad no cabe fácilmente en compartimentos
habituales, y ése quizá sea el motivo de que, hasta fecha
reciente, haya sido uno de nuestros genios más olvi-
dados.
Tesla adiestró sus facultades de visualización hasta
tal punto que podía construir mentalmente un invento
con todo detalle. Luego, como si tuviese realmente ante
sí el equipo y el laboratorio, podía poner en marcha
su imaginado artilugio y predecir exactamente cómo
funcionaría una vez construido. A Tesla, el sistema de
tanteo que utilizaban hombres como Edison, le parecía
un desperdicio y una pérdida de tiempo.
Tesla era capaz de hacer operaciones matemáticas
instantáneas como una calculadora electrónica. Apren-
dió rápidamente dos idiomas. Tenía memoria fotográ-
fica. Era capaz de recordar, según sus ayudantes, todos
los detalles de más de cinco mil experimentos realiza-
dos a lo largo de cincuenta años. Sus empleados insis-
tían en que tenía poderes «sobrenaturales» y era capaz
de leerles el pensamiento. El propio Tesla indicó que
tenía facultades telepáticas y en una ocasión recibió
166
imágenes mentales de su madre desde muy lejos. Tesla
atribuye a su madre el desarrollo de esta capacidad ex-
cepcional. Siendo niño, en Yugoslavia, ella le adiestraba
a propósito y metódicamente a visualizar con una varie-
dad de juegos que inventaban. También practicaban
juegos de percepción extrasensorial.
El rendimiento de Tesla fue prodigioso. Entre sus
setecientos inventos se incluyen el voltaje de alta fre-
cuencia, la iluminación fluorescente y de neón, la bobina
Tesla, el oscilador (la base de nuestra emisión radio-
fónica y televisual), nuestros motores eléctricos bási-
cos, instrumentos de control remoto y otras innovacio-
nes extraordinarias que han permanecido en el olvido
si no en el secreto ... un sistema energético planetario
para producir energía barata, un rayo energético defen-
sivo, rayos energéticos sin cables para proporcionar com-
bustible a los aviones e incluso un sistema de comuni-
cación interplanetario.
Los poderes de visualización de Tesla eran tan se-
guros que sus mecánicos, que eran individuos muy es-
pecializados, decían que si quisiese inventar una tur-
bina nueva, un motor solar o algún tipo de equipo eléc-
trico, era capaz de establecer cada una de las medidas
mentalmente, incluyendo dimensiones de dit::zmilésimas
de pulgada.
Aunque fue un creador de un tipo distinto, Thomas
Wolfe, como Tesla, era capaz de ver las cosas con tanta
precisión con la mente como con los ojos. En sus me-
morias, Wolfe habla de esta capacidad que tan útil le
resultaba escribiendo.
«Por ejemplo, yo estaba sentado en la terraza de un
café... y de pronto recordaba la barandilla de hierro
del paseo de tablas de Atlantic City. Podía verlo tal
como era, podía ver aquel grueso tubo de hierro, apre-
ciar su aspecto tosco, ver los engastes de las juntas.
Todo era tan vívido y preciso que podía sentir mi mano
sobre la baranda y saber sus dimensiones exactas: ta-
maño, peso y forma.»
Parece ser que los que destacan con la mente y los
que destacan con el cuerpo utilizan algunas fuentes co-
munes, como si partiesen de una imagen mental deli-
cadamente conectada ... aunque probablemente ninguno
de los dos grupos percibe la similitud. Como dice Geor-
ge Leonard: «Atletas e intelectuales suelen vivir en mun-
dos distintos, en detrimento de ambos.» En The Ulti-

167
mate Athlete, Leonard indica que el enfoque global y
combinado mente/cuerpo para los deportes es parte
integral de la acrobacia oriental del aikido, del kung fu
y otras artes marciales. Opina que la separación entre
mente y cuerpo en el atletismo occidental es un error
que ha de subsanarse. Según él, cuando se recupera la
totalidad, los deportes pueden ser una vía para la ilu-
minación personal: el proceso de práctica del deporte,
el proceso del movimiento, el proceso de percibir nues-
tro cuerpo ligado a las fuerzas del universo, cobrarían
tanta importancia como la tiene ganar en la época ac-
tual. Con este enfoque, en vez de ignorar o sobrevalorar
lo físico, uno experimenta y glorifica el espíritu a través
del cuerpo.
Las perspectivas empiezan por fin a cambiar y a am-
pliarse en el deporte norteamericano. Existe una ten-
dencia hacia deportes para toda la vida. Hay un mayor
interés por el proceso, más que por la competición, y
sobre todo por el lazo mente/cuerpo como medio de
lograr mayor gozo y una ejecución trascendente. Ana-
lizan este enfoque libros como The Zen of Running de
Fred Robe, Inner Tennis, de Tim Gallwey, The inners-
pace of Running de Mike Spino, Inner Skying de Gall-
wey y Kriegel y The Centered Skier de Denise McClug-
gage. Hay lugares de entrenamiento de un nuevo estilo
para jugadores de golf y de tenis, esquiadores, donde
se insiste especialmente en el relajamiento, el equilibrio,
la visualización y la percepción del flujo de la energía
interna.
Hemos empezado a aprender de Oriente. Parece ser
que podríamos aprender también de Occidente. Los pro-
gramas de entrenamiento mental han sido la clave para
estimular la salud y el rendimiento máximos de cientos
de miles de soviéticos y europeos. Sin drogas ni fárma-
cos y sin un costoso equipo de biorrealimentación, el
individuo está aprendiendo a controlar su propia fisio-
logía. Aparte de atletas e intérpretes, en Europa se usa
profusamente el adiestramiento en autogenia modificada
para curar el cuerpo y también la mente, hasta el punto
de que sólo le supera en cuanto a aplicación la psico-
terapia convencional. A mediados de los años setenta
había más de dos mil quinientas publicaciones cientí-
ficas sobre adiestramiento autogénico y sus numerosí-
simos beneficios, pero eran muy pocas las que estaban
en inglés.
168
Conseguimos y tradujimos uno de los programas tí-
picos de adiestramiento mental soviético, de los que
muy pocos han llegado a Norteamérica, si es que ha
llegado alguno. Forma la mayor parte del capítulo si-
guiente y, según nosotros mismos hemos podido averi-
guar, es un medio satisfactoria para lograr relajamiento
autogénico básico y control.

169
11

UN PROGRAMA sov1i11co DE
RENDIMIENTO MÁXIMO

Aprender el :programa básico mente/cuerpo es fácil y


supone poqmsimo tiempo al día. Puede hacerlo cual-
quiera, salvo los niños muy pequeños. La investigación
y la experiencia muestran que sólo es cuestión de prác-
tica. Haz los ejercicios en sesiones de siete a diez mi-
nutos (algunos han hecho tan poco como dos minutos)
y tarde o temprano aparecerán los efectos deseados. Con
el tiempo, la reacción se hace casi refleja y cuando apa-
rece la tensión la eliminas, volviendo a armonizar el
conjunto mente/ cuerpo.
En 1971, un médico soviético (A. G. Odessky) elaboró
una guía diaria para rusos de todos los tipos que qui-
siesen dominar las técnicas autogénicas que ayudaban
a triunfar brillantemente a bailarines y atletas. La auto-
genia proporciona esa medida extra, indica Odessky,
que te permite dar lo mejor de ti mismo, triunfar en
cualquier deporte, «acrobacia aérea, natación o balon-
volea». Entre los deportes, Odessky incluye una activi-
dad favorita de los rusos: el ajedrez. Pero no sólo sirve
para los atletas, dice. «Es importante para cualquiera,
y sobre todo para profesores, actores, bailarines, mili-
tares, cosmonautas y» -el doctor Odessky, que es mé-
dico, remata así la lista-: «incluso para los médicos.»
«La palabra auto-genous procede del griego auto (yo)
y genous (dar nacimiento, ser nacido, productivo). Todos
estos significados se aplican a nuestro programa de
adiestramiento. Es un método activo que el propio indi-
viduo dirige.» El programa ruso, como la sofrología, se
170
basa en el descubrimiento original del doctor Johannes
Schultz, publicado en 1932. Odessky prosigue: «Nues-
tro entrenamiento desarrolla en el individuo la capa-
ci<lad para controlar conscientemente sus diversos
procesos fisiológicos, para controlar, por ejemplo, la
digestión, la respiración, la circulación de la sangre, el
metabolismo y también para controlar emociones, esta-
dos de ánimo, y para @ctiv~ la, at_en..c;ión.»
Los soviéticos han estudiado ampliamente las prác-
ticas yoguis y han llegado a la conclusión de que pueden
controlar también estados internos. El yoga contiene
muchas cosas útiles, dice Odessky, pero también plan-
tea problemas. Para los soviéticos existe el problema
del «misticismo e idealismo». Y para casi todo el mundo
se plantea el problema de «hacer duros ejercicios físicos,
que exigen mucho tiempo, y vivir una vida de privacio-
nes». La autogenia modificada permite que la inmensa
y ajetreada mayoría logre el control de sus estados in-
ternos. «A veces -comenta Odessky-, le llamamos gim-
nasia psicológica, mediante la cual una persona puede
conseguir el control absoluto de su psique.»
En la URSS, la autogenia juega un papel preponde-
rante en psicoterapia. Odessky la considera remedio para
fobias, neurosis, obsesiones, incontinencia nocturna, tar-
tamudeo, tics involuntarios, alcoholismo crónico y, apar-
te las enfermedades, constituye una gran ayuda en el
parto sin dolor. Los especialistas occidentales añadirían
que es sumamente útil para resolver problemas sexuales,
entre ellos la impotencia y la frigidez, y también para
controlar el peso. El doctor Paul Grim, uno de los rela-
tivamente escasos psicólogos norteamericanos que uti-
lizan normalmente el adiestramiento autogénico en su
práctica y que está familiarizado con las investigacio-
nes mundiales en este campo, comenta: «Los pacientes
con antecedentes de suicidio informan de que el pdies-
tramiento les proporciona algo tangible para poder com-
batir la desesperación. Un año de práctica con un grupo
de estos pacientes demostró que ninguno había vuelto
a recaer en la depresión.»
Grim respaldaría las afirmaciones europeas y sovié-
ticas de que la autogenia cura también la enfermedad
orgánica. En Rusia, entre las enfermedades orgánicas
tratadas, Odessky cita parálisis espasmódica de colon,
trastornos cardíacos, asma bronquial, úlc_eras y trastor-
nos de la vesícula biliar. Pero quizá la mejor aportación

171
de la autogenia, a la larga, resulta ser su capacidad para
prevenir la enfermedad y favorecer una notoria longe-
vidad.
El doctor Schultz fue, al principio de su vida, un
típico niño frágil agobiado por la enfermedad y las pro•
hibiciones. En una ocasión, comentó que su padre, que
era teólogo, trabajaba para salvar almas, mientras que él
quería salvar cuerpos. Quizás haya acabado haciendo
ambas cosas. Schultz, por su parte, vivió y trabajó hasta
los ochenta y seis años.
Aunque la autogenia está empezando a cobrar todo
el aspecto de una panacea, Odessky declara enseguida
que no hay nada sobrenatural en el programa. Muchos
años de investigación atestiguan esos efectos; los cien-
tíficos han determinado, al menos en parte, cómo se
producen. (Para más documentación, consúltese una bi-
blioteca médica. Véase también Apéndice.) Aunque pa-
rezca simple, un elemento capital que _justifica la capa·
cidad de curación de la autogenia, incluso la curación
de graves trastornos, es el relajamiento. Al parecer,
cuando nos liberamos de las tensiones que nos agobian,
cuerpo y mente tienden a la normalización y toda cura•
ción es básicamente autocuración.
El doctor Odessky aconseja practicar la autogenia
médica normal en combinación con un especialista. Pero
esto deja aún muchas otras cosas que puede hacer cual-
quiera. Por citar sólo una, continúa el doctor Odessky,
podemos liberarnos de todas esas emociones y sensa-
ciones negativas que suelen surgir cuando nos enfren-
tamos a un acontecimiento importante. <<Exámenes,
apariciones en público, competiciones, una operación
quirúrgica, negocios importantes y encuentros perso-
nales.»
La autogenia, o gimnasia psicológica, corno le llama
Odessky, tiene dos niveles de adiestramiento. Varios de
los logros mencionados pueden alcanzarse con la base
exclusiva del adiestramiento. Si haces ejercicio diario
o deporte, o interpretas música de modo regular, te re•
sultará especialmente fácil incorporar estos escasos mi-
nutos de adiestramiento corno una rutina diaria. Los
ejercicios del segundo nivel suponen técnicas con las
que ya estás familiarizado: visualización y sugestión au-
torr~lada.
Cuando terminas el curso puedes provocar el estado
autogénico atento y relajado en un tiempo que oscila
172
de los treinta segundos al minuto, en cualquier lugar y
en cualquier circunstancia. Pero, para aprender, elige
un lugar cómodo y tranquilo. «Los ejercicios autogénicos
son buenos en cualquier momento -explica Odessky-.
Pero resultarán mucho mejor si esperas por lo menos
hora y media después de las comidas.» (Los médicos
franceses Boon, Davron, y Macquet informan que no se
han derivado nunca efectos nocivos de los ejercicios
autogénicos.)
La autogenia puede ser útil de formas casi infinitas:
incrementa tu capacidad y el disfrute de cualquier cosa,
desde los deportes a los negocios o a la aventura extra-
sensorial. Pero hay algo más. Gran parte del gozo con-
siste en el llegar allí. Te sientes mejor, más feliz, hacien-
do los ejercicios. Se produce la sorprendente sensación
de liberarte de la pesadez y el agobio. Las siguientes
instrucciones se basan en el programa del doctor Odes-
sky.

Posición
Adopte una de las siguientes posiciones, la que esté
más de acuerdo con las circunstancias.
1. EL COCHERO: Piense en un antiguo cochero que se
relaja durante un largo viaje. Siéntese en una silla o en
un taburete. Deje colgar ligeramente la cabeza hacia
adelante, con manos y antebrazos apoyados flojamente
sobre los muslos, las piernas en una posición cómoda,
con los pies apuntando ligeramente hacia fuera. Ha de
tener los ojos cerrados.
2. EL SILLÓN: Siéntese cómodamente en un sillón, apo-
yando la cabeza en el respaldo. Ponga brazos y manos
sobre los brazos del sillón o apoyados en los muslos;
coloque las piernas y los pies en posición cómoda, con
los pies ligeramente vueltos hacia fuera. Ha de tener los
ojos cerrados.
3. TENDIDO: Tiéndase boca arriba, con un cojín no muy
grueso para apoyar la cabeza. Los brazos, ligeramente
doblados por los codos, descansando con las palmas ha-
cia abajo, a los costados. Las piernas están relajadas
y no se tocan entre sí; los pies apuntan ligeramente

173
hacia el lado. (Si los pies apuntan en línea recta hacia
arriba, no está relajado.) Los ojos han de estar cerrados.

Calentamiento
El calentamiento, como todo en la autogenia, es sim-
ple. Debe colocarse su «máscara de relajamiento» y un
ciclo de respiración.
Imagine que se está poniendo una máscara de rela-•
jamiento, esa máscara maravilloisa elimina el ceño y las
arrugas provocados por la tension. Todos los músculos
de la cara se relajan, se distienden. Se le cierran los
párpados y descansan suavemente, con los ojos enfo-
cados hacia la punta de la nariz. Cuelga flojo el mentón
la boca está un poco entreabierta, la lengua toca las
encías de los dientes de arriba (pronuncie silenciosa-
mente do t).
Inicie ahora un ciclo suave de respiración profunda
sin esforzarse. Se trata de «respiración abdominal».
Cuando entre el aire, sentirá el abdomen llenarse e hin-
charse. Al expulsar el aire, perciba cómo se hunde. Res-
pire despacio. Ha de tardar el doble en espirar que en
inspirar. A cada respiración, la duración aumenta. Por
ejemplo, inspire, dos, tres; espire, dos, tres, cuatro, cin-
co, seis. Inspire, dos, tres cuatro; espire dos tres, cuatro,
cinco, seis, siete, ocho. Empiece con una unidad y siga
luego recorriendo la escala hasta llegar a seis o así. ..
no se esfuerce.
Luego invierta el ciclo. Inspire seis unidades y espire
doce. Inspire cinco y espire diez, y siga así hasta llegar
a uno.
Dedique de dos a tres minutos a este calentamiento.
Luego pase directamente a los ejercicios.

Primer ejercicio: pesadez


Aprenderá a despertar una deliciosa sensación de pe-
sadez en su cuerpo. Empiece por el brazo derecho. (Si
es zurdo, por el izquierdo.) Mentalmente y con inten-
sidad, repita la fórmula:
Siento el brazo derecho inerte y pesado 6-8 veces
Noto el brazo derecho cada vez más pesado 6-8 veces
174
Noto el brazo derecho pesadísimo 6-8 veces
Me siento absolutamente tranquilo 1 vez
Abra luego los ojos y libérese de la pesadez. Doble
el brazo un par de veces, haga unas cuantas inspira-
ciones profundas. Compruebe su posición y su máscara
de relajamiento; luego empiece otra vez el ciclo. Dedique
a éste de 7 a 10 minutos, dos o tres veces al día, inclu-
yendo el calentamiento.
Repita ligeramente la fórmula. Háblese en el tono
adecuado e imagine que su brazo es cada vez más pesa-
do. Céntrese en el ejercicio, pero no se esfuerce dema-
siado, no lo haga cuestión de voluntad. Como dijo al-
guien, basta abandonarse a las palabras y a la sensación
de pesadez. Si tiene problemas para imaginar la pesa-
dez, coja entre sesiones algo pesado, aprecie esa pesadez
y diga en voz alta: noto el brazo cada vez más pesado.
El efecto es acumulativo. La persistencia rinde. Si hace
el ejercicio regularmente, aparecerá la pesadez.
Haga el ejercicio de pesadez con el brazo derecho
tres días. Después, siga con la misma fórmula exacta con
la siguiente sustitución: a saber, en vez de «brazo dere-
cho», durante los tres días siguientes dirá «brazo iz-
quierdo».

Siento el brazo izquierdo inerte y pesado, etc. 3 días


Siento los dos brazos inertes y pesados 3 días
Siento la pierna derecha inerte y pesada 3 días
Siento la pierna izquierda inerte y pesada 3 días
Siento las dos piernas inertes y pesadas 3 días
Siento los brazos y las piernas inertes y
pesados 3 días

~!-~t!fci~i~-2.~~~.~dez.. !!~Y~ Y~_l!til!!:1;5!.í~s. Si aparece


antes una sensac1on clara de pesadez, puede pasar al
ejercicio dos. En general, es mejor disponer de una base
firme y tomarse todo el tiempo prescrito. Puede ser de
gran ayuda para no perder ritmo ir comprobando las
etapas sobre la marcha. La práctica regular aporta los
resultados más rápidos. Algunas personas consiguen el
control practicando una sola vez al día, aunque normal-
mente lleva más tiempo. Si es constante, acabará apa-
reciendo el efecto deseado.

175
Segundo ejercicio: calor
Ha de aprender a despertar en usted mismo, a volun-
tad, una sensación de calor. Empiece con su calenta-
miento durante unos dos minutos. En el programa auto-
génico siempre recapitule el ejercicio previo para con-
tinuar. Haga un ciclo de la última fórmula para pesadez
en brazos y piernas, que deberá durar de unos cuarenta
y cinco segundos a un minuto. Creada la pesadez, inicie
el ejercicio de calor, que sigue la misma fórmula ge-
neral:
Noto el brazo derecho inerte y caliente 6-8 veces
Noto el brazo derecho cada vez más caliente 6-8 veces
Tengo el brazo derecho completamente
caliente 6-8 veces
Siento una tranquilidad absoluta 1 vez
Utilice la imaginación mientras repite la fórmula del
calor.
Siguiendo el mismo sistema, caliente el brazo dere-
cho tres días, otros tres días el brazo izquierdo, y otros
tres días ambos brazos, la pierna derecha, la pierna iz-
quierda, ambas piernas, y brazos y piernas. Luego apli-
que la fórmula final que resume los dos primeros ejer-
cicios. Ya no tiene que hacer antes el ciclo «pesadez».
Noto los brazos y las piernas inertes,
pesados y calientes 6-8 veces
Siento los brazos y las piernas cada vez
más pesados y calientes 6 veces
Tengo los brazos y piernas completamente
pesados y calientes 6-8 veces
Siento una tranquilidad absoluta 1 vez
Entre los ciclos de la fórmula del calor, abra los
ojos, muévase y sacuda la pesadez y la calidez. Repita
luego. Mientras dice mentalmente la fórmula, utilice la
imaginación para recuperar el momento en que tenía el
brazo caliente. Visualice, si quiere, su brazo inmerso
en una bañera de agua caliente o recuerde la sensación
del sol de la playa cayendo sobre usted y calentándole
el brazo. En caso necesario, para conseguir esta sensa-
ción, entre sesiones, coloque el brazo en agua caliente,
diciendo en voz alta: cada vez se me calienta más el
176
brazo. Puede también imaginar que envía calor interno
a sus extremidades. No empiece a aplicar la fórmula
del calor a ninguna extremidad si no la siente pesada.
Si no lo está, ha de decir las palabras adecuadas hasta
que aparezca la pesadez.

Tercer ejercicio: Un corazón sereno


Aprenderá luego a tener unos latidos cardíacos fir-
mes y serenos. Haga el ejercicio de precalentamiento.
Repita en forma breve la fórmula pesadez/calor, reci-
tando cada frase tres o cuatro veces. Haga este ejercicio
tumbado boca arriba, al menos al principio. Intente
sentir mentalmente sus latidos cardíacos. Percíbalos en
el pecho, la garganta o donde quiera. (Pero si tiene ja-
quecas no lo busque en la cabeza.) Quizá prefiera colo-
car la mano derecha sobre el punto del pulso de la
muñeca izquierda o sobre el pecho. Lo normal es que
er. estado de relajamiento pueda sentir los latidos del
corazón. Luego, repita mentalmente:
Noto el pecho cálido y agradable 6-8 veces
Mi corazón late sereno y firme 6-8 veces
Siento una tranquilidad absoluta 6-8 veces
Haga este ejercicio dos o tres veces al día, de siete
a diez minutos, durante dos semanas. Son pocas, poquí-
simas, las personas que no llegan a dominar este ejer-
cicio. Si le sucediese esto después de varios intentos,
continúe con el siguiente.

Cuarto ejercicio: Respiración


Aprenderá ahora a tener un mejor control sobre el
ritmo de su respiración. Haga el precalentamiento. Re-
pita en forma breve lo siguiente:
Noto las piernas inertes, pesadas y
calientes 1-2 veces
Noto los brazos y las piernas cada vez
más pesados y calientes 1-2 veces
Tengo los brazos y las piernas
completamente pesados y calientes 1-2 veces

177
Mi corazón late sereno y firme 1-2 veces
Siento una tranquilidad absoluta 1 vez
Mi respiración es totalmente sosegada 6-8 veces
Siento una tranquilidad absoluta 1 vez
Haga este ejercicio para poder controlar la respira-
ción catorce días, de siete a diez minutos, dos o tres
veces al día. Se considera dominada la técnica cuando
se es capaz de respirar rítmica y pausadamente, a vo-
luntad, después de una ligera actividad psíquica o algún
tipo de estimulación nerviosa. En vez de decir el «siento
una tranquilidad absoluta» habitual al final del ejerci-
cio, el doctor Schultz prefería decir: «Me vivifica.»

Quinto ejercicio: Estómago


Ha de aprender a crear una agradable sensación de
calidez en el plexo solar (la zona situada entre la cin-
tura y las costillas). Haga el precalentamiento. Repita
en forma breve la fórmula pesadez/calor, y luego la del
corazón y la de la respiración. Después:
Siento el estómago suave y caliente 6-8 veces
Siento una tranquilidad absoluta 1 vez
Si lo desea, puede apoyar la palma derecha en el
plexo solar durante el ejercicio. Experimentará gradual-
mente una sensación clara de calor. En vez de la fórmu-
la indicada, algunos prefieren decir: «Mi plexo solar
irradia calor». Si le resulta más fácil de imaginar y de
visualizar esto, utilícelo. Haga esto de siete a diez mi-
nutos, dos o tres veces diarias durante dos semanas.
Se considera dominado el ejercicio cuando se tiene una
sensación clara y definida de calor.

Sexto ejercicio: Frente fresca


Ha de aprender a experimentar una sensac1on de
frescor en la frente. Haga el precalentamiento. Repita,
como siempre, en forma breve la fórmula de la pesadez,
el calor, el corazón, la respiración y el estómago. Luego:
Tengo la frente fresca 6-8 veces
Siento una tranquilidad absoluta 1 vez

178
Imagine que una brisa fresca le acanc1a la frente
y las sienes. Si es necesario para captar la sensación,
colóquese, en tres sesiones, frente a un acondicionador
de aire o un ventilador, diciendo en voz alta: Mi frente
· está fresca. El ejercicio se considera dominado cuando
experimenta repetidamente un frescor definido. Hágalo
dos o tres veces al día durante un período de siete a
diez minutos, catorce días.
No salga bruscamente de una sesión. Abra los ojos
y empiece a moverse poco a poco. Estírese, flexione las
articulaciones, libérese de la pesadez y póngase de nue-
vo en marcha.

Recapitulación:
Repita todas las fórmulas literalmente, pero no ma-
quinalmente. Dígalas con atención, con intensidad y emo-
ción, de modo que se fundan en su conciencia. Combine
las sugestiones con la imaginación. Las fórmulas pesa-
dez/ calor suelen producir un estado de somnolencia su-
mamente agradable, que indica que se dominan correc-
tamente. Sin embargo, no se duerma. Si se durmiese,
aprenda de la experiencia. Quizá debiese hacer el ejer-
cicio incorporado. Quizá tenga que dejar vagar el pen-
samiento y/o la imaginación. El objetivo de la autogenia
es la consciencia relajada. Y su conciencia debería agu-
dizarse con la eliminación de tensiones. Imagine que
retiene un centro de conciencia durante las sesiones.
Si dormirse constituye un verdadero problema, sugié-
rase: «Puede dormir mi cuerpo, pero mi conciencia per-
manece alerta y despierta.»
Ya habrá dicho lo que es en realidad su fórmula final.
Noto los brazos y las piernas pesados y calientes
Me palpita el corazón y respiro con tranquilidad y
firmeza
Tengo el estómago suave y caliente, la frente fresca
Siento una tranquilidad absoluta
La mayoría de la gente acaba utilizando sólo una o
dos repeticiones para lograr el estado autogénico con-
trolado y agradable. Este estado se fortalece si se utili-
za la técnica de modo habitual, siempre que necesite
relajarse y estar en las mejores condiciones. La dosis

179
de mantenimiento es practicar dos veces al día durante
cinco .minutos. Una vez que la técnica se controla bien,
el individuo descubre que puede decir sencillamente:
«Brazos y piernas pesados, calientes; corazón y respira-
ción tranquilos, firmes; estómago caliente, frente fresca,·
calma» y pasar al estado autogénico.
El doctor Odessky pone fin a su programa en este
punto. Después de una breve mención a la autogenia
a un segundo nivel (ver pág. 182), pasa a otros trucos
terapéuticos soviéticos, como la terapia musical.
Con estos seis ejercicios simples, se dominan las
bases de la autogenia. Si es usted como la mayoría de
las personas, habrá empezado a percibir sus efectos hace
mucho. El doctor Lindemann descubrió en sus clases
que era corriente que la gente se sintiese aliviada de
diversos trastornos mucho antes de terminar el pro-
grama. Cita como caso típico a un oficial de cincuenta
y tantos años que, cuando había conseguido controlar
el tercer ejercicio, descubrió que podía deiar de tomar
fármacos contra la jaqueca, cosa que no había podido
hacer desde la niñez. Al entrar mente y cuerpo en mayor
comunión, parecen disolverse no sólo las viejas tensio-
nes físicas, sino también trabas y cristalizaciones psi-
cológicas. Como atestiguan Odessky, Lindemann y otros,
lo típico es que el individuo sienta un incremento de
confianza en sí mismo, disminución de los miedos y
preocupaciones. Tiene el medio de equilibrarte siem-
pre que sea necesario.
Después de controlar la técnica, ya no hace falta de-
dicar mucho tiempo a fórmulas de adiestramiento al
practicarla. Puede aprovechar al máximo lo que se
llama «fórmulas de resolución». El control autogénico
es como buena tierra fértil. Potencia cualquier semilla
que quieras plantar. Las fórmulas de resolución son
afirmaciones hechas a medida para ayudar al individuo
a afirmarse y potenciarse en un aspecto u otro. La sim-
plicidad de la práctica falsea su poder. Es el tipo de
ejercicio que puede convertir a un tartamudo de sudo-
rosas palmas en un orador elocuente, o guiar a Linde-
mann a través del Atlántico.

Fórmulas a medida
Es evidente que todos tenemos que abordar circuns-
tancias distintas, aspectos distintos de nuestra perso-
180
nalidad o distintas facultades que deseamos estimular.
Con fórmulas hechas por uno mismo, adquieres el con-
trol consciente de las sugestiones que moldean tu
conducta. Desvías la atención y las energías de hábitos
que han ido formándose inconscientemente a lo largo
de los años. Mencionaremos ahora algunas sugerencias
genrales para ayudarle a elaborar sus propias fórmu-
las.
En el estado autogénico relajado, repita sus fórmulas
hechas a medida durante 3-4 minutos dos veces al día.
Al principio, por lo menos, refiérase a un solo tema
cada vez. Espere a que empiece a experimentar el efecto
deseado antes de pasar a otras cosas. Si tiene temblo-
res internos, por ejemplo, cuando ha de tocar el piano
en público, puede decir: «Disfruto tocando el piano en
público. Me satisface compartir mi talento con otro ... »
o si lo que le gusta es jugar al béisbol: «Siento plena
confianza cuando me lanzo a batear.» O: «Tiro con flui-
dez y potencia.» Procure dar la máxima intensidad y
autenticidad a lo que dice cuando recite sus fórmulas.
Elimine el escepticismo. Actúe como si todo lo que
está diciendo fuese realmente cierto.
Las sugestiones pueden ser breves y concretas: «Ten-
go los ojos fijos en la pelota.» «Al sumergirme recojo
la barbilla.» O pueden ser alimento más general para
toda la persona: «Me perdono a mí mismo todos los
errores del pasado. Soy libre. Estoy en paz conmigo
mismo y con el mundo.» Es buena una combinación de
ambas cosas, y, al terminar la sesión, afirmar que llevas
ya esas cualidades al mundo contigo.
Procure que las frases sean breves. El ritmo y la
aliteración ayudan a arraigar las ideas en la mente.
Puede hacer frases rimadas, en consecuencia. No se
preocupe por su valor literario. Las frases pueden ser
horrorosas con tal de que sean pegadizas.
Elabore sus fórmulas con cuidado. La mente profun-
da se atiene a la letra. En vez de decir: «Ensayaré con
entusiasmo y gozo», diga: «Ensayo con entusiasmo v
gozo.» Formu.k.las fras~l!!P.2....R~l!te, pues el
futuro si'éÍnpre esafgopor veni~que nunca llega. So-
bre todo, procure que tengan un sentido positivo. Evite
decir: «Yo no pierdo la concentración ... yo no olvido
mi discurso ... » Diga: «Mi concentración es completa
y firme. Recuerdo fácilmente mi discurso.» Hay que
eliminar las negaciones. Para ello, algunos prefieren ca-

181
lificar algunas cosas de «insustanciales». Por ejemplo:
«Fumar es insustancial. Respiro fresco y libre. Me sien-
to satisfecho.»
Resumiendo: diga sus fórmulas con atención e in-
tención. Procure que sean breves. Asegure sus deseos
en el «ahora» de una estructura positiva. Y háblese con
amabilidad a sí mismo.
Si tuviese un programa de trabajo agotador o mu-
chas responsabilidades, un descanso autogénico puede
hacerle mucho más bien que un descanso para tomar
café. En cuatro o cinco minutos puede hacerlo en cual-
quier sitio, en la oficina, en un taxi o en el avión. Tó-
mese un minuto para entrar en un estado autogénico
de relajamiento total. Use entonces una fórmula de este
tipo: «Estoy fresco y despejado y de buen humor. Me
desembarazo de las tensiones.» Si hace falta, diga: «Ten-
siones y cóleras desaparecen.»
En cuanto a las decisiones, ha de pensar en la acti-
vidad y el rendimiento en su sentido más amplio. Apun-
tálese bien y valórese antes de exámenes, entrevistas de
trabajo o cualquier enfrentamiento personal. Con un
poco de creatividad, puede elaborar frases que estimu-
len la capacidad y las relaciones sexuales, uso bastante
corriente de las decisiones autogénicas en Europa. Al-
gunos han utilizado también la autogenia para superar
el hábito compulsivo de fumar o de beber. Es una no-
vedad como sistema para los que quieren hacer dieta,
porque no se basa en la fuerza de voluntad, sino en la
imaginación. Puede aprovechar esta técnica siempre que
se crea en situación de desventaja: si está en minoría,
de la clase que sea, si sigue un curso de reorientación
profesional, si es una mujer que se reincorpora al mun-
do laboral... en cualquier caso, las resoluciones autogé-
nicas, si se usan como es debido, pueden contribuir a
facilitar las cosas.

Autogenia de segundo nivel


La autogenia de segundo nivel adiestra y agudiza la
imaginación, convirtiéndola en un instrumento suma-
mente poderoso. Puede proporcionar destreza ejecutiva
en cualquier campo y mejorar las relaciones y el ca-
rácter. Se trata nuevamente de seis ejercicios. Ha de
dominar la técnica de imaginar claramente un color,

182
de imaginar objetos, de experimentar mentalmente con-
ceptos abstractos, como valor o compasión, mejorar la
propia imagen, considerar las relaciones con otras per-
sonas, y, por último, recibir soluciones de las facultades
ampliadas de la conciencia. Esto último puede ser de
gran ayuda a la hora de resolver problemas personales
y profesionales. Supone llegar al conocimiento del sub-
consciente y del supraconsciente para obtener solucio-
nes. Algunos lo conciben como una comunicación con
el superyo. Otros lo llaman llegar al yo superior, a los
sabios ancianos para tener consejo. El doctor H. Hengst-
mann, médico alemán, considera la autogenia de segun-
do nivel la «forma más pura de comt.µlicación psicoló-
gica en profundidad que puede alcanzar un individuo
consigo mismo y con los demás».
Encontrará los ejercicios destinados a fortalecer cada
una de estas seis capacidades autogénicas en la Sección
de Ejercicios (pág. 296).
Como hemos visto, los atletas, y no sólo ellos, utili-
zan películas mentales para agudizar su destreza. Evi-
dentemente, si quiere ser fabricante de películas men-
tales, el tener buenos poderes de visualización e ima-
ginación ayuda mucho. Si no lo tiene, los ejercicios de
autogenia del segundo nivel y el yoga mental pueden
proporcionárselos.

Películas mentales
Un famoso jugador de baloncesto está bajo de forma.
Durante los dos días siguientes, cuando los demás ju-
gadores del equipo practican, él se une a ellos, siguiendo
cuidadosamente las diversas jugadas y tiros ... mental-
mente. Esta forma de mantener las facultades agudiza-
das les ha sido muy útil a los atletas europeos. Incluso
estando en plena forma, muchos encuentran que el de-
sarrollar películas mentales les es mucho más útil que
dedicar ese tiempo adicional a la práctica concreta. Se
puede seguir cualquier actividad de este modo, sea pú-
blica o privada, aprender a conducir por una autopista
o el truco de un nuevo paso de baile.
Al cabo de unos minutos de relajamiento autogénico,
empieza la película mental. Sígala paso a paso, y haga
en ella una ejecución absolutamente perfecta. Ha de ver-
se a sí mismo actuando con una técnica sosegada y per-

183
fecta. (Sabe de antemano, por supuesto, cuál es la técni-
ca correcta. No debe introducir información errónea.)
Si es jugador de bolos, por ejemplo, ha de verse a sí
mismo sujetando la bola, dando los pasos hasta la línea,
soltando la bola, siguiéndola suavemente... tiene que
ver rodar la bola por la bolera, alcanzando el primer
bolo justo en el ángulo correcto para conseguir una
gran jugada. Ensaye con varios tiros. Si se trata de una
reunión de negocios, concéntrese en verse a sí mismo
entrar en la sala de conferencias. Ha de verse haciendo
una exposición bien acogida.
Utilice todos sus medios como fabricante de pelícu-
las. Acérquese rápidamente a los puntos importantes y
aléjese luego rápidamente de ellos, como hace Jack
Nicklaus en sus visualizaciones del golf. Mire desde
varios ángulos. Ponga la película en cámara lenta. Esto
es especialmente útil en una actividad que requiera un
cronometraje de décimas de segundo como la gimnasia
o el salto de trampolín. Si comete un error, vuelva atrás
y filme de nuevo esa parte correctamente. Después de
observarse a sí mismo actuando a la perfección, vuelva
a su interior en la película. Sienta en la mano el palo
de golf o la bola. Recorra todos los pasos que ha dado
sintiendo su identificación con esa actividad. Si ha de
pronunciar m.a conferencia, ha de ver al público, ob-
servar las caras atentas. Sentir que la relación se inten-
sifica. Disfrutar usted mismo.

Para deportes en concreto


La práctica autogénica regular mejora la capacidad fí-
sica y mental, la coordinación y los movimientos muscu-
lares en general. Existen ciertas técnicas autogénicas
concretas que, según opinión acorde de gran número
de atletas, ayudan a obtener un máximo rendimiento.
Por ejemplo, pueden utilizarse afirmaciones para man-
tener firmes las motivaciones, para cimentar el entu-
siasmo por el buen adiestramiento y la práctica diaria.
Pueden utilizarse también, claro está, para ayudar a eli-
minar gran número de ansiedades o bloqueos psicoló-
gicos: miedo al fracaso o a hacerse daño, nerviosismo,
falta de concentración, irritación contra los compañeros
de equipo, disminución del rendimiento siempre que
un adversario logra situarse mejor. Respecto a esto úl-

184
timo, podría afirmar: «Los adversarios son insustancia-
les. Calma y confianza, lo hago bien.» Los entrenadores
que utilizan la sofrología suelen unir estas afirmaciones
a una respiración rítmica. Con cada respiración, se
repite una decisión breve. Lo mismo que la práctica con-
tinua de la autogenia reduce las lesiones deportivas por•
que es menos probable que el individuo practique ner•
vioso y con los músculos tensos, muchos atletas exaltan
las excelencias del sistema en cuanto a los poderes de
recuperación que proporciona. Después de un partido
o de un acontecimiento especial, colóquese lo antes po-
sible en el estado autogénico para reequilibrar cuerpo
y mente y conseguir que descansen.
Los que utilizan la sofrología en el entrenamiento de
los atletas, hacen uso de la autogenia más una amplia
gama de ejercicios extraídos de fuentes como el zen y el
yoga. Muchos de ellos son similares a ejercicios de otras
partes de este libro. Aunque la sofrología intenta hacer
un programa concreto para cada individuo, se puede
obtener cierta idea general del tipo de técnicas que po-
drían ser útiles. Los entrenadores que utilizan la sofro-
logía suelen sugerir, por ejemplo, el relajamiento gra-
dual como ejercicio básico (Capítulo 7). Se les dice a
los atletas que se centren en la contracción y la dis-
tensión de cada grupo de músculos corporales y que
intenten captar una imagen firme de toda su configu-
ración corporal. Para fortalecer aún más la conciencia
de todo el cuerpo, de sus campos energéticos y de la
expansión y la contracción de esos campos, los sofrólo-
gos utilizan un ejercicio como el que hemos llamado
Conciencia del campo energético, incluido en el Capí-
tulo 17.
Un aficionado al tiro al plato que practicaba de for-
ma regular el relajamiento progresivo de la sofrología
informaba que durante una competición el tiempo pa-
reció ampliarse. Aunque sólo tenía ocho décimas de
segundo para ver el blanco, su creciente capacidad para
concentrar mente y cuerpo hacía que le pareciese que
tenía tiempo de sobras para apuntar y disparar. Para
la descripción de otra técnica que teóricamente puede
proporcionar esta capacidad de experimentar la vida
real en cámara lenta, ver el Ejercicio de movimiento
y color del Capítulo 17. Los sofrólogos prestan también
mucha atención a los ejercicios respiratorios para adap-
tarse a situaciones específicas (ver Capítulos 7 y 17).

185
En el aspecto psicológico, en los deportes, los sofró-
logos utilizan los diversos ejercicios que desarrollan la
concentración y estimulan la percepción y la capacidad
de relación (ver Capítulo 18). A la persona que ha te-
nido una racha de fracasos, podrían prescribirle un ejer-
cicio para mejorar la imagen propia, con el objeto de
transformar las imágenes de fracaso en otras de éxito.
Para preparar acontecimientos futuros, los sofrólogos
utilizan el método de las películas mentales. Los atletas
se imaginan mentalmente, con todo detalle, una pelícu-
la de la inminente competición, se imaginan su propia
actuación sumamente brillante, luego procuran sentir
con la mayor precisión posible las sensaciones físicas
y mentales que acompañan a esta imagen de triunfo. Se
les ordena, por último, que reproduzcan esta sensación
cuando el acontecimiento concreto tenga lugar. Ver Re-
cuerdo de la alegría de aprender, en el Capítulo 7, que
puede utilizarse también como alegría de triunfar o
alegría de una actuación inmejorable.
La autogenia, una vez dominada, es un medio y un
vehículo. Sencilla, aunque poderosa, puede permitir que
uno se desenvuelva con gran estilo en cualquier activi-
dad que elija. Si está aprendiendo a tener un brazo
cada vez más pesado, o está en plena película de sen-
sorama, no se esfuerce demasiado. Si tiene una volun-
tad de acero, déjela a un lado y utilícela para otras co-
sas. Como canta Mack el Navaja: «Es inútil, es inútil,
esforzarse no basta». Y, como escribió el abuelo de to-
dos los sistemas modernos de sugestión, Émile Coué:
«Cuando imaginación y voluntad chocan, siempre gana
la imaginación ... En el choque entre voluntad e imagina-
ción, la fuerza de la imaginación está en proporción di-
recta con el cuadrado de la voluntad.»
Un individuo que tenga miedo a actuar en público o
que tema perder en una competición deportiva, tiene una
imagen mental de fracaso. Cuanto más se esfuerce la
voluntad por combatir esta imagen, más fuerte se hace
la imagen. «La atracción fatal del obstáculo para el ju-
gador de golf nervioso, se debe a la misma causa -dice
Coué-. Con sus ojos mentales, ve caer la pelota en el
punto más desfavorable. Puede utilizar el palo que quie-
ra, puede hacer un lanzamiento largo o corto, mientras
la idea del obstáculo domine su mente, la pelota hallará,
inevitablemente, su camino hacia él. Cuanto más invoque

186
a su voluntad para que le ayude, probablemente, peor
será su suerte.»
Nuestra imaginación puede actuar en nuestro favor
o en contra. Utilizando las técnicas de la sofrología y
lo autogenia, podemos disponer de ese poder transfor-
mador para conseguir más de nosotros mismos. Es un
acto creador.
Un reducido grupo de individuos han aprendido a
utilizar el potencial humano tan bien que parecen haber
dado un salto evolutivo adelantando a todos los demás.
Uno de ellos es un hombre que puede lograr lo extraor-
dinario en muchos campos, pero muestra lo que una
personalidad sin trabas puede hacer más claramente en
lo que se refiere a su propia carne. Es un hombre equi-
librado y centrado en más de un sentido.

187
12

PARA AMINORAR EL DOLOR

Un hombre alto y nervudo, de perilla plateada, parece


un punto inmóvil en el centro de un círculo de otros
hombres que le observan con una atención casi audible.
Con un brillo más bien irónico en los ojos, el hombre
alto contempla una aguja de doce centímetros y medio
de longitud que le atraviesa el brazo. Una vez extraída,
no queda rastro de sangre ni marcas visibles del pincha-
zo. Luego, uno de los hombres del círculo, lenta y deli-
beradamente, aprieta la punta roja y humeante de un
cigarrillo contra la piel del hombre alto. No grita, ni
siquiera pestañea. Es como si no sufriese. No aparecerá
ninguna señal que lo indique. Jack Schwarz no está pa-
deciendo tortura, aunque descubrió la fuerza de su ca-
pacidad para controlar el dolor y sanar su cuerpo a
voluntad en celdas de tortura nazis cuando luchaba en
la resistencia holandesa.
Con el carisma de un actor o de un soberbio pro-
fesor, Schwarz da la sensación de poder interpretar el
mago de una película de Ingmar Bergman. Pero, en la
vida real, es demasiado expansivo, jovial y simpático
para recordarnos a un melancólico mago.
Jack Schwarz es hoy un destacado luchador en pro
de la incorporación de los nuevos métodos de control
del dolor, curación y conservación de la salud a la prác-
tica gener8cl de la medicina y al uso público.
Han examinado a Schwarz varios famosos científicos
y varias instituciones de renombre, entre ellas el Ins-
tituto Neuropsiquiátrico Langley Porter de la facultad

188
de medicina de la universidad de California, el instituto
Max Planck de Munich y, especialmente, la Fundación
Menninger de Topeka, Kansas. Allí, hace unos años, el
doctor Elmer Green y su esposa, Alice Green, empeza-
ron a analizar con equipo imparcial las afirmaciones de
generaciones de yoguis. Los Green rompieron con la ter-
ca tradición occidental de insistir en que cualquiera que
afirmase controlar procesos corporales «involuntarios»
era, sin lugar a dudas; un farsante que no merecía cré-
dito. Los Green descubrieron que Schwarz y otros eran
realmente dueños de sí mismos. «Jack Schwarz posee,
en el terreno de los controles voluntarios, uno de los
mayores talentos del país, y probablemente del mundo»,
informa el doctor Green. Schwarz y algunos otros indi-
viduos a los que examinaron los Green, son capaces
de hacer cosas tales como dirigir la circulación sanguí-
nea, alterar los latidos cardíacos, elevar y disminuir la
temperatura de varias zonas del cuerpo, bloquear el
dolor, controlar las hemorragias y acelerar drásticamen-
te el proceso de curación. Un individuo, Swami Rama,
fue incluso capaz, a petición de los Green, de crear una
pequeña protuberancia carnosa en una mano. Fue tam-
bién capaz de hacer que se disolviese tal .protuberan-
cia. En su constante esfuerzo por abrir las reservas de
la mente, Jack &cilwarz se ha atribuido muchas otras
habilidades. IIa aprendido a ver e interpretar la fluc-
tuante bioenergia que rodea el ort!anísmo del ser bu-
mano: el aura. Los médicos de la Fundación Menninger y
otrós mvestigadores descubrieron que los diagnósticos
de Schwarz, tras estudiar este aura, coincidían con los
realizados mediante análisis convencionales, e incluso
tenían en cuenta cuestiones que se habían pasado por
alto. Jack Schwarz ha estado enseñando durante cinco
años a los médicos a desarrollar el control del dolor
y otras capacidades ocultas. Es asesor de la Fundación
Menninger y dirige la Fundación Aletheia, de Grants
Pass, Oregón. Proyectó durante mucho tiempo un com-
plejo educativo y terapéutico donde se pudiese trabajar
mediante el conocimiento del potencial pleno de los se-
res humanos: «La salud espiritual, psicológica y física.»
Su organización cuenta ya con 118 acres de terreno bos-
coso y la idea es abandonar los tableros de dibujo. Está
prevista la inauguración, a finales de 1978, de una clí-
nica holística de pacientes externos en la que Schwarz
189
pueda trabajar diariamente con profesionales de la
salud.
Mientras Schwarz profundiza más en la enseñanza
de profesionales, hay otro hombre que aporta su cuer-
po y sus extremidades intentando mostrarnos algo. Si
hay que ser el detentador de un récord mundial para
atraer la atención hacia lo que cree, se dijo Vernon E.
Craig, yo lo seré. Craig es un hombre algo grueso, de
estatura media, cuya apariencia es una tentación a vol-
ver a los cuentos de infancia y llamarle el alegre que-
sero suizo. Vive en Obio y es quesero de profesión.
En su tiempo libre, Craig se convierte en Komar, con
turbante y todo, el pecho desnudo y bombachos. Con un
aire algo absorto, Komar se pasea descalzo a lo largo
de metros de carbones encendidos. Figura en el Guin-
ness World Record: un paseo de ocho metros sobre
carbones encendidos a una temperatura de 1.494 grados
Fahrenheit.
Craig empezó a convertirse en Komar (a subir es-
caleras de espadas, a soportar que hombres fuertes ma-
chacasen con un mazo rompiéndole losas de hormigón
en el pecho) cuando actuó por primera vez en una fun-
ción benéfica para ayudar a los retrasados. Poco des-
pués, empezó a pensar que todos somos retrasados ...
desarrollamos tan poco nuestra capacidad natural...
«Sólo soy un hombre normal. Lo que puedo hacer yo,
puedes aprender a hacerlo tú», insiste Komar. Siendo
muchacho, encontró un texto de yoga y decidió ver si
podía aprender a controlar el dolor, tal como decían los
yoguis.
«Sólo soy un hombre normal», repite al público cuan-
do se tiende sobre un lecho de clavos de quince centí-
metros. Luego baja otra tabla con clavos que le queda
colocada sobre el torso, convirtiéndose en el relleno de
un bocadillo de clavos. Seis de los asistentes más pe-
sados del público salen para sentarse sobre el bocadillo.
Komar bromea: «No sean delicados, siéntense bien, to-
dos a la vez.» Lo hacen, y el quesero de Ohio sonríe.
Cuando sale de allí, no aparece rastro de sangre, ni he-
ridas, ni magulladuras. Por eso ostenta otro record:
457 kgs. de peso sobre su doble lecho de clavos.
Para Komar, estas teatrales exhibiciones se deben a
una razón que supera el puro interés mercantil o teatral.
«Lo que más me interesa, claro está, es todo el campo
del control mental, del desarrollo del potencial huma-

190
no -dice Craig-. Utilizo la demostración de control del
dolor porque es espectacular. Da un indicio de lo que
una persona normal puede aprender a hacer. Podría
hacer que la gente empezara a pensar.»
Komar llama cada vez más la atención del público.
Habla ya ante consejos profesionales de médicos y cien-
tíficos. También él ha pasado por los laboratorios. El
doctor C. Norman Sheal, director del centro de rehabi-
litación del dolor de La Crosse, Wisconsin, le examinó
con diversos métodos que se utilizan para medir la to-
lerancia de un individuo al dolor. Tranquilo y sonriente,
Komar superó el máximo de la escala. Aunque le conge-
laron, le golpearon y utilizaron descargas eléctricas con
agua, Sheal y los otros médicos no pudieron, al parecer,
hacer daño a Vemon Craig. El objetivo básico de Craig
es eximir también a otros del dolor. Con ese fin, ha
publicado el programa de control del dolor que él mis-
mo siguió.
Los fisiólogos han hecho comprobaciones, claro está,
para ver si Schwarz y Komar tienen una sensibilidad
normal al dolor cuando no se hallan en un estado alte-
rado que activa las reservas de la mente. ¿Cómo se des-
conectan instantáneamente del dolor individuos como
Jack Schwarz y Vernon Craig? Estos individuos han
aprendido a controlar procesos orgánicos y, por último,
a situarse a_sí mismos en otro lugar, Schwarzc dice:
«Salgo de mí mismo y me imagino que estoy de pie \un-
to a mi cuerpo. No clavo una aguja en mi brazo -dice-,
clavo una aguja en un brazo.» Esto recuerda un comen-
tario que una vez hizo Nijinsky. Alguien le dijo en cierta
ocasión al gran artista del ballet: «Es una lástima que
no puedas verte bailar.» «No, pero si me veo -contestó
él-. Estoy fuera de mí mismo, observando y dirigien-
do.»
«La capacidad y las habilidades que demuestro en los
experimentos, están al alcance de cualquiera», dice
Schwarz, explicando que brotan de la armoniosa inte-
racción de cuerpo y mente. Para lograr esta armonía,
«has de desarrollar un punto de vista desligado, una
conciencia del propósito de la vida, y un flujo de ener-
gía o conciencia que no esté trabado por el miedo ni
por emociones reprimidas».
Schwarz enseña que esto se puede lograr mediante
la meditación activa y creadora ... no un sistema cerra-
do, sino una serie de técnicas e instrumentos para ar-
191
monizar la mente y el cuerpo. Varios de estos instru-
mentos se perfilan en este libro, pero en el núcleo cen-
tral de la doctrina de Schwarz hay un tema que sólo
hemos rozado en términos directos. Algunas personas
lo verán, indirectamente, a lo largo del libro, como el
agente oculto de los poderes supranormales. Este agente
es una energía: bioenergía, energía sutil, prana, kunda-
lini, la energía que constituye la base y la cima de la
filosofía oriental y de la ciencia yoqui.
Séhwarz enseña a ejercitar esta energía, considérese
«real» o «imaginaria», para armonizar y fortalecer los
centros energéticos del cuerpo. :esta es la energía que
el pandi Gopi Krishna llama «la energía del genio». In-
cluso en Occidente, hay cada vez más motivos para pen-
sar que es parte de los medios sutiles, parte del poder
transductor que nos permite lograr cosas que están
fuera de lo común, desde un cinturón negro de kárate
a la supermemoria. Schwarz explica cómo ejercitar esta
energía en su libro V oluntary Controls (Controles vo-
luntarios).
En una ocasión, cuando estuvimos con Jack Schwarz
en la Costa Oeste, se nos acercaron furtivamente un par
de individuos y nos comunicaron un secreto: «Jack no
es humano en realidad.» Corrían rumores de que quizá
fuese de Plutón. Era lógico, dado lo que era capaz de
hacer... Después de considerar este punto, hemos de
decir que Jack Schwarz y Vemon Craig son humanos.
Si se piensa un poco en ello, podría decirse que incluso
son más humanos que los demás, pues pueden desarro-
llar más facultades propias de nuestra especie que los
restantes miembros de ella.
Todo aquel que utilice los métodos de superapren-
dizaje y superforma que se explican en este libro, no
tardará en descubrir que entre los beneficios secunda-
rios figuran mejor salud y cotral sobre diversos sínto-
mas. Se puede aprender a ampliar estas técnicas para
ayudarse a controlar el dolor ... en el dentista, o por ten-
siones o calambres provocados por el exceso de ejercicio
en los deportes o en el baile. Como ya se dijo en el Ca-
pítulo 2, uno de los primeros campos en los que el doc-
tor Lozanov utilizó la sugestología fue en el control del
dolor, incluso como anestesia en operaciones importan-
tes. Una de las principales aplicaciones de la sofrología
es, también, el parto sin dolor.
El neurólogo y neurocirujano C. Norman Shealy es

192
un individuo insólito, otro adelantado en esta tendencia
en pro de una medicina holística, Shealy es el tipo de
individuo que un día decide: «Tiene que haber un me-
dio mejor», y se lanza a buscarlo. Se le ocurrió que la
aplicación continua de drogas y fármacos a los que pa-
decen un dolor crónico y el tranquilizar químicamente
a las personas alteradas, en realidad no es una forma
de curación. Por propia experiencia, sabía que la ciru-
gía y, en su campo, las peligrosas pruebas que suelen
acompañarla, no siempre eran la solución.
Hoy, el doctor Shealy y sus colaboradores han ideado
una serie de tratamientos no tóxicos para liberar a las
personas del confinamiento solitario del dolor crónico
y prolongado. (Ver Bibliografía.) Por experiencia prác-
tica, el doctor Shealy ha desarrollado también un pro-
grama completo para ayudar a cualquiera a descubrir
nuevas dimensiones de bienestar. En el fondo, se trata
de «biogenia», un método de autogenia notablemente
ampliado, al que Shealy denomina «enfoque holístico
de la vida y de la salud que se puede revalorizar cons-
tantemente y ampliar con la práctica». Como dice el
doctor Shealy: «Uno mismo crea su propia realidad.»
Espera que un día los principios autogénicos se ense-
ñen en las escuelas del país.
La autogenia, el autocontrol, es algo básico en mu-
chos programas de autocuración y de reducción del do-
lor. Basándose en el yoga y en otras tradiciones, Jack
Schwarz y Vernon Craig aprendieron por sí mismos.
Ambos constituyen una prueba espectacular de que son
habilidades asequibles.
En cuanto se haya dominado la autogenia básica y se
sepa visualizar e imaginar claramente, ya se está en
posesión de las técnicas necesarias para aprender a con-
trolar el dolor y a curarse por sí mismo. Programas dia-
rios como los de Schwarz, Craig y Shealy son libros por
si solos. Sólo podemos dar aquí unos cuantos ejerci-
cios iniciales. (Por supuesto, si no conoces el motivo
de determinado dolor, consulta siempre con tu médico.)

Eliminar el dolor mediante la respiración


Los métodos modernos de control del dolor han be-
bido en varias fuentes de experiencia yogui. Hacia el
cambio de siglo, el versado y culto yogui Ramacharaka

193
publicó un lúcido texto destinado a hacer asequible al-
gunos de estos ejercicios tradicionales a la «mente occi-
dental, eminentemente práctica».
Uno de ellos se basa en la «respiración rítmica». El
ritmo en este caso varía con el individuo. Refuerza el
ritmo del propio cuerpo y se basa en los latidos cardía-
cos.
En estado de relajamiento, palpe el pulso. Cuente en
voz alta durante el tiempo suficiente para llegar a cap-
tar de veras el sentido del ritmo, de modo que puede
respirar a compás sin concentrarse en él. A la mayoría
de los principiantes les resulta cómodo inspirar hasta
contar seis pulsaciones. Contenga el aliento después has-
ta contar tres; espire hasta contar seis, haga una pausa
de tres y empiece de nuevo. Puede que descubra que le
resulta más fácil respirar con una cuenta más larga.
(Respire siempre por la nariz, a menos que se indique
lo contrario.)
Para controlar el dolor, siéntese con la espalda recta
o túmbese boca arriba. Respire rítmicaroente a compás
del pulso el tiempo suficiente para introducirse bien en
el ritmo de éste. Mientras lo hace, hágase a la idea de
que está inspirando prana: energía absoluta, el principio
absoluto de la vida. Una fuerza luminosa y vital. Inhale
prana. Cuando espire, envíe mentalmente el prana a la
parte dolorida para restablecer una circulación adecua-
da y corrientes nerviosas. Inhale luego prana otra vez,
pero ahora con la idea de utilizar esta energía para ex-
pulsar el dolor. Espire pensando que el prana está li-
brándole ya del dolor. Alterne estas dos ideas; fortale-
cer las fuerzas curativas del cuerpo; expulsar el dolor.
Haga esto siete veces y descanse luego. Para el descanso,
Raroacharaka sugiere un ejercicio respiratorio de lim-
pieza yogui. Haga una profunda inspiración, llenando el
abdomen y la parte inferior y superior de los pulmones.
Retenga el aliento unos segundos. Frunza los labios
como si fuese a silbar, pero mantenga las mejillas lisas.
Expulse el aire en soplos breves y enérgicos, por la boca.
Si es necesario, repita ciclos de siete. De nada servirá
ejercitar la voluntad o intentar forzar el asunto, dice
Ramacharaka; el control tranquilo y una buena imagen
mental serán la solución.

194
Luz
Es otra técnica tradicional yogui para controlar el
dolor, relajar tensiones o fortalecer partes del cuerpo.
Hay que tomar luz pura y vigorizante de una gran bate-
ría del plexo solar ( el estómago por encima de la cin-
tura y un poco por debajo de las costillas) y transfe-
rirla adonde moleste o duela, por ejemplo a la cabeza.
Imagine la poderosa energía alimentada por el sol
de la propia vida. Siéntese erguido o tiéndase boca arri-
ba. Los nudillos mirándose, los dedos doblados, coloque
las manos y las yemas de los dedos levemente apoyados
sobre el plexo solar. Inicie una respiración lenta, suave
y profunda. Imagine que está inspirando luz blanca, lu-
minosa y vital, como el núcleo del sol. Imagine que esta
energía luminosa va fluyendo hacia su abdomen y luego
hacia su pecho, al expandirse los pulmones. Espire des-
pués.
Una vez conseguido el ritmo, al inhalar imagine esa
gran luz que fluye hacia abajo a través de su plexo solar
y penetra en las yemas de sus dedos cargándole las
manos; retenga el aliento y mueva lentamente las ye-
mas de los dedos hasta la frente. Espire luego despacio,
visualizando la energía luminosa que fluye de sus dedos
y atraviesa el centro de su frente hasta que toda su ca-
beza queda inundada de luz. Cuando haya expulsado
todo el aire, haga una pausa mientras mueve las manos
de nuevo hasta el plexo solar. Luego, inicie otra vez el
ciclo.
Jack Schwarz recomienda visualizar esta luz no sólo
llenando la cabeza, sino también fluyendo a través de
la frente, como si se llevase un casco de minero con un
foco.
Haga este ejercicio veintiuna veces. Repita, si es ne-
cesario, tras un descanso. Es importante la visualización
constante y vívida de la luz blanca. Procure imaginar un
sol brillante iluminando nieve blanca y pura. Según los
yoguis, se tarda un tiempo en dominar esta técnica
vigorizante. Como se usa también para relajar tensio-
nes, quizá sea buena idea practicarla una vez al día
durante un tiempo, antes de que se dé el asalto de un
dolor concreto.

195
El «Toque adormecedor» para dominar el dolor

Expondremos a continuación una técnica de control


del dolor que una de las autoras de este libro descu-
brió que podía ser muy útil en todo tipo de situaciones.
Como estudiante de control voluntario practicó, como
cientos de personas más, y aprendió rápidamente a do-
minar este simple método para dominar el dolor. Más
tarde pudo hacer una demostración de esta forma de
control voluntario ante médicos y ver cómo lo refleja-
ban los instrumentos de control. Descubrió que era su-
mamente beneficioso en muchas circunstancias, como
por ejemplo en una pequeña intervención quirúrgica o
en la retirada de puntos de sutura. Muchos descubren
que es muy útil también después de visitar al dentista
cuando los efectos de la anestesia se desvanecen. Puede
ser útil también en dolores y tensiones producidas por
un esfuerzo excesivo en los deportes; de hecho, para
cualquier tipo de dolor o molestia que pueda aliviarse
mediante un efecto anestésico.
Si ha ensayado los ejercicios básicos de adiestra-
miento mental (capítulo 11) y ha aprendido a hacer pe-
sados los brazos y las piernas a voluntad, debería do-
minar esta etapa muy fácilmente. Para ello, es necesario
aprender a cambiar la temperatura de las manos. Utilice
su método preferido de relajamiento para colocarse en
un estado cómodo y relajado, y respire suave y profun-
damente. Dígase entonces que siente la mano derecha
pesada, fría e inerte.
Imagine que hunde la mano derecha en un cubo de
hielo. Sienta cómo va poniéndose azul y fría. Sienta
cómo se adormece. Visualice la mano fría y helada.
Diga para sí: «Siento la mano derecha pesada, fría
y adormecida.» Practique unos minutos.
Cuando sienta la mano derecha fría y adormecida,
toque la parte superior de la mano. izquierda con los
dos dedos primeros de la mano derecha. Oiga: «El pun-
to que estoy tocando con la mano derecha también se
está poniendo frío e inerte.» Compruebe el adormeci-
miento apretando con las uñas en el punto adormecido.
Practique hasta que pueda crear a voluntad frialdad y
adormecimiento en la mano izquierda.
Diga por último que cualquier zona de su cuerpo
que toque con la mano adormecida y fría quedará tam-
bién anestesiada, fría y completamente adormecida,

196
como si le hubiesen puesto una inyección de novocaína.
Después de una visita al dentista, por ejemplo, puede
poner la mano derecha fría y adormecida y aliviar la
desazón aplicando el «toque adormecedor» a las dolo-
ridas encías.
Con la práctica, debería poder provocar frialdad y
adormecimiento cuando lo necesitase, en un tiempo muy
breve. Toda técnica de control del dolor debe aprender-
se y practicarse, claro está, previamente, en vez de espe-
rar a estar ya afectado por el dolor.

Otros medios de eliminar el dolor


1. Se ha descubierto que las jaquecas se dominan con
un enfoque ligeramente distinto. Los que han investi•
gado el biofeedback descubrieron que para los dolores
de cabeza, el control voluntario de la temperatura en
las manos debería pasar a caliente más que a frío. Uti-
lice el mismo método de antes, pero visualice y sienta
ambas manos y ambos brazos pesados y calientes. Diga:
Frente fresca, brazos y manos calientes.
En caso necesario, imagínese sentado con una bolsa
de hielo en la cabeza y las manos metidas en agua ca-
liente. ·
Al programar, céntrese siempre en el objetivo de res-
taurar la salud ... no en el problema. Diga: «Tengo la
cabeza despejada, me siento refrescado y alerta.»
2. Otra técnica útil para la tensión y los dolores uti-
liza un tipo de visualización distinto. Colóquese en es-
tado de relajamiento. Imagine mentalmente frente a
usted una gran pelota. La pelota ha de ser de cualquier
color que le atraiga en ese momento concreto. Su color
personal. Sostenga la pelota en las manos. Visualícela
empequeñeciéndose. Tírela luego.
(La clave de este ejercicio es que su mente incons-
ciente seleccionará por usted el color correcto, relacio-
nado con la forma concreta de tensión que genera sus
dolores, sean debidos a tensión mental, cólera, tensión
emocional o cualquier otra causa.)
3. Otro método para eliminar dolores consiste en pen-
sar en un dolor como un cortocircuito de un aparato
eléctrico. La energía tiene que circular de nuevo. Ima-
gínese piernas y pies como cables de tierra de un apa-
rato eléctrico. Ponga luego una mano en el plexo solar

197
(la palma lisa), ponga la otra mano en la parte de atrás
del cuello (palma lisa). Haga que el dedo meñique toque
la vértebra atlas, la más alta, y que los cuatro dedos
restantes toquen las vértebras siguientes. Mantenga las
manos en esa posición tres minutos.
Coloque luego la mano derecha donde tiene la iz-
quierda y la izquierda donde la derecha y repita du-
rante tres minutos. ·
Visualice la energía que fluye a través de usted y
saliendo por su frente.
Con esta técnica puede percibir que los dedos del
cuello empiezan a calentarse, mientras que la mano que
está en el plexo solar está menos caliente, y también
puede sentir una leve sensación de agitación.
Mientras respira lenta, firme y regularmente, imagine
que la energía fluye entrando y saliendo, entrando y
saliendo, entrando y saliendo, eliminando cualquier cor-
tocircuito y dejando salir el dolor.

Alivio autogénico

Si no ha practicado lo suficiente y le asalta el dolor,


procure ir con él. No se oponga al dolor, déjese ir.
Procure relajarse y concentrarse en una respiración fir~
me y regular. Procure expulsar el dolor respirando. Se
trata de captar la nota discordante exacta y convertir-
la lentamente en armonía.
La doctora Elmer Green, hablando de la autocura-
ción realizada en un estado de relajamiento profundo,
dice: «La creatividad en términos de proceso fisioló-
gico significa curación física, regeneración física. La
creatividad en términos emotivos consiste, pues, en es-
tablecer, o crear, cambios de actitud mediante la utili-
zación práctica de emociones saludables: emociones cu-
yos correlatos neurológicos son los que establecen una
armonía en el hemisferio intuitivo del cerebro ... » Eso
es, pues, la autocuración: un acto creador. Con la visión
holística puede empezar a percibir que su poder de
creación está ahí. Demasiadas veces lo hemos utilizado
en el pasado, inconsciente y negativamente, para crear
enfermedad.
El método práctico general para la aplicación de los
principios autogénicos es el siguiente: cuando. el dolor
sea exterior (piel, dientes, cabeza, dedos de los pies)
198
envíe frialdad.. I'ara un dolor profwl(lo asentado en los
ór.ganos internos, envíe calox. Pero procure que un pro-
fesional determine siempre la causa del dolor. Según el
doctor Shealy, con la «biogenia» pacientes con dolor
crónico perdían las sensaciones desagradables durante
el relajamiento profundo. Con la práctica, podían arras-
trar parte de este bienestar al volver a Ja vida activa.
Se puede controlar el dolor de otro modo con la
autogenia, utilizando toda la fuerza del método para
mantener y estimular la salud, para resolver problemas
pequeños antes de que se agranden. Si los problemas
han evolucionado ya, la autogenia (que aún se usa prin-
cipalmente en medicina) es una terapia suplementaria
eficaz. Hay, por ejemplo, fórmulas de curación para
trastornos específicos. El doctor Shealy incluye algunas
en su libro 90 Days to Self-health (Autosalud en 90 días),
al igual que el doctor Lindemann en su Relieve Tension
the Autogenic W ay (Elimine la tensión por el sistema
autogénico). La fórmula para el reumatismo y la artritis
podría incluir, como ejemplo general: frases que alivia-
sen la cólera en particular y las tensiones en general.
Refuerzos de paz, de flexibilidad y comodidad en las
articulaciones; afirmaciones de que una rodilla o un
codo se hallan libres de dolor; y enviar calor a la ar-
ticulación dolorida.
El dolor indica malestar, disarmonía. En el Centro
de Rehabilitación del Dolor, Shealy ha agrupado auto-
genia de primero y de segundo grado para crear un pro-
grama destinado a devolver a los pacientes a un estado
de armonía física, mental, emotiva y espiritual. Según
dice, puede dar ejemplos de casos de casi todas las en-
fermedades en que la biogenia ha resuelto el problema
y también de casos de casi todas las enfermedades en
los que emociones negativas agravaron notablemente el
mal. Si las emociones pueden _provocar una enfermedad,
concluye Shealy, «controlando mentalmente el exceso
emotivo~ uno puede aprender a comrotar·1a ma~tm .de
los síntomas y la mayoría de los procesos patoló¡ico.s.»
Es una afirmación muy rotunda tratándose de un mé-
dico. Pero son muchos los médicos que empiezan ya a
adoptar un punto de vista holístico y que comprenden,
como nunca antes, que la mente puede curar y puede
dañar. Están atentos a la obra de médicos como Carl
Simonton, de Austin, que está adiestrando a pacientes
de cáncer en técnicas concretas de meditación y de vi-
199
su.alización. Cuando se aplican estas técnicas holísticas,
algunos pacientes diagnosticados como «deshauciados»
dejan de serlo.
Wilhelm von Humboldt, científico y diplomático y
uno de los fundadores de la Universidad de Berlín,
dijo, al parecer, que creía que llegaría el día en que se-
ría vergonzoso estar enfermo, pues la enfermedad se
considerara consecuencia de ideas perversas. No tene-
mos por qué sentirnos turbados aún. No sólo no nos
enseñaron jamás a estar bien en este sentido, sino que,
en muchos casos, nuestro entorno nos enseña, en rea-
lidad ... a estar malos. :ese es el motivo de que el doctor
Shealy, el doctor Lindemann y otros doctores famosos
crean que la enseñanza de las técnicas de adiestramien-
to autogénico en los primeros años escolares sería una
de las fórmulas más valiosas de educación... algo que
nos aseguraría una vida sana. «Si se enseñase en las
escuelas la técnica autogénica, el mundo podría curarse
a sí mismo», dice el doctor Lindemann. No llegaremos a
un nirvana libre de enfermedades, concluye, «pero creo
que el adiestramiento autogénico podría evitar más en-
fermedades y conductas alteradas que los médicos, que
continuarán interesándose más, y quizá de forma jus-
tificable, en curar que en prevenir».
Junto con sus técnicas, los médicos autogénicos es-
tán planteándonos un desafío implícito. Quieren depo-
sitar la responsabilidad de la salud de nuevo en nuestras
manos y en nuestras mentes. Nos retan así a ejercitar
otra facultad potencial: la salud.

200
SECCIÓN 3

SUPERARMONÍA
13

POSIBILIDADES FUTURAS

Se avecinan cambios «de mucho mayor alcance que los


derivados de las revoluciones copernicana, darwiniana
y freudiana», dice el doctor Willis Harmon, antiguo di-
rector del Centro Investigador de Política Educativa
de Estados Unidos. Según él, está en marcha un impor-
tante cambio en la forma de enfocarnos a nosotros mis-
mos y de enfocar el mundo, que afectará cada vez más
a la educación, al trabajo y a la vida en general. Hay,
según Harmon, varios presagios de este cambio pro-
fundo. Uno es nuestra capacidad cada vez mayor para
controlar estados internos. Esto incluye la capacidad
para aprender a aprender como una técnica en sí mis-
ma.
Como hemos visto, este aprendizaje se convierte en
superaprendizaje al incluir a toda la persona. Parte de
ese todo son las capacidades del hemisferio .cerebral
derecho, según la denominacion popular: ifituici6n.crea-
tivicbui, iinaginací6n y clarividencia espiritual. Tambien
en este área hay algunas capacidades «distintas» que
han vuelto a admitirse recientemente en los círculos
intelectuales cultos. Por ejemplo, según el doctor Har-
mon, que dirige hoy el Departamento de Política Social
del Instituto de Investigación de Sttanford, hay algo
más que está ayudando a modelar nuestro futuro: la
parapsicología. Este médico ha estudiado la investiga-
ción contemporánea. Y según comenta «... probable-
mente acabemos descubriendo que todas las personas
poseen potencialmente, y captan cJe modo inconsciente,
toda la gama de fenómenos psíquicos ... »
203
:estas son las facultades «distintas» que empiezan
a aflorar, listas, al parecer, para que las dominemos y
utilicemos conscientemente. Si te interesa la intuición,
la creatividad o las llamadas percepciones extrasenso-
riales, las técnicas de relajamiento y visualización que
se han podido ver expuestas en este libro forman un
equipo de probada eficacia para lograr una ventaja ini-
cial en el aprendizaje de estas futuras capacidades.
Incluso si lo que a uno le interesa son las percep-
ciones extrasensoriales, es muy probable que no· sea el
primero del vecindario que se interese por ellas. Los
que están familiarizados con el campo de lo psíquico,
Harmon incluido, dirán que individuos normales con
tales facultades las han puesto de manifiesto en número
sin precedentes durante la última década. Hay entre
esas personas ingenieros y agricultores, profesores, fí-
sicos y médicos. Algunos no han decidido lo que van a
hacer porque sólo tienen ocho años, y otros son presi-
dentes de grandes empresas.
Entre los hombres de negocios que han manifestado
públicamente que las percepciones extrasensoriales ju-
garon un papel en su éxito figuran, por ejemplo, Ale-
xander M. Poniatoff, fundador y presidente honorífico
del consejo de administración de la Ampex Corporation;
William W. Keeler, presidente honorífico del consejo
de administración de Phillips Petroleum; y John L. Tish-
man, miembro del consejo de administración y vicepre-
sidente ejecutivo de Tishman Reality and Construction
Company.
En 1969, la Asociación Norteamericana para el Pro-
greso de la Ciencia, reconoció la parapsicología como
campo concreto de investigación científica. Actualmente,
hay más de cien universidades que dan cursos de estas
disciplinas paracientíficas. Y de un tiempo a esta parte
parece como si los anuncios de las últimas páginas de
las revistas de ocultismo hubiesen pasado a ocupar las
primeras páginas de las noticias: «Los poderes psíqui-
cos consiguen lo imposible en el laboratorio naval»,
«Probable asignación de fondos del gobierno para el
proyecto de investigación telepática». Tenemos cultos,
cursos, gurus, a veces con poca ciencia y menos arte.
Hay quien teme que estemos deslizándonos de nuevo
por la resbaladiza pendiente del irracionalismo y la
superstición.
Como la mayoría de quienes han analizado la cues-

204
tión, el doctor Lozanov no piensa así. Un periodista de
Sofía le preguntó si este interés por lo psíquico no po-
dría ser en vez de una posibilidad positiva un retroceso
a un terreno que sería mejor dejar a los primitivos.
«Todo lo contrario --contestó Lozanov-. Son los
tipos de personalidades artísticas y más cultivadas, los
pintores, escritores y artistas, los que tienen esta capa-
cidad. En el caso del hombre moderno, el captar la
conexión telepática es más que nada cuestión de ins-
piración artística.»
Personas de la talla del eminente psicólogo doctor
Carl Rogers, en vez de considerar que se trata de un
retroceso, son capaces de considerar esta tendencia
como un «salto adelante». Rogers cree que podemos en-
contrarnos en una etapa evolutiva de transición, tan de-
cisiva como la que impulsó a las criaturas a salir del
mar y a extender la vida por la tierra. «¿Evolucionamos
hacia nuevos espacios, hacia nuevos modos de ser?»
pregunta. «¿Descubriremos nuevas energías, nuevas fuer-
zas?» Rogers sugiere que utilizando la capacidad del he-
misferio cerebral derecho, la potencialidad psíquica,
quizá lleguemos a conocer directamente un universo
distinto, un universo no lineal, como el que nos descri-
ben nuestros físicos.
Si hay algún peligro de superstición en el campo
de lo psíquico, quizá se encuentre menos en los yoyós
psíquicos que en los pensadores anticuados que miran
con ojos decimonónicos un mundo mecanicista en el
que no puede existir lo psíquico. Esto es hoy supersti-
ción. Hace mucho que los físicos desmontaron la «má-
quina» y pasaron a desmaterializar la materia. Lo psí-
quico se encuentra en el reino de lo posible.
El miedo impidió a las autoridades de la época de
Galileo contemplar el sistema solar a través de su te-
lescopio. Irónicamente, algunos tienen hoy miedo a mi-
rar por el otro extremo del telescopio, hacia el interior
de nosotros mismos, donde quizá la ciencia, la religión
y las humanidades se unan de nuevo. Quizá no impor-
tase mucho si afectase sólo a esas superestrellas que
«nublan las mentes de los hombres» o hacen correr un
salero por la mesa sólo con mirarlo. Pero la promesa
de lo psíquico no se halla sólo en esas exhibiciones. Los
investigadores comunistas, entre ellos el doctor Loza-
nov, fueron los primeros en considerar facultades hu-
manas generales a las facultades psíquicas, que muchas
205
personas podían aprender a utilizar. :e.sa es la autén-
tica noticia de los últimos diez años. Hombres y mu-
jeres de todo tipo han estado ejercitando y utilizando
en sus actividades diarias estas otras nuevas formas de
conocimiento, integrándolas en su yo total, no para re-
emplazar a la razón sino para trabajar con ella.
La Sección I trata del aprendizaje objetivo de datos.
Esta sección abarca brevemente unas cuantas técnicas
que pueden ayudar a sacar el máximo provecho de los
datos, que pueden ayudar a poner en marcha la creati-
vidad y la intuición. Pueden proporcionar también nue-
vos accesos (asombrosos y atractivos) a ese mundo vasto
e íntimo que queda más allá de los hechos en que se
vive la mayor parte de la vida.

206
14
EL BARRUNTO PONDERADO
EN EL CAMPO PROFESIONAL
Y EN EL PERSONAL

«Solía empujarme a actuar un sentimiento, una intui-


ción impulsora», explica el hotelero Conrad Hilton. Al-
gunas veces, las «corazonadas de connie», como les
llamaban los competidores, parecían casi una ventaja
injusta. Consideremos el caso de la Stevens Corpora-
tion. Los depositarios la pusieron en venta y solicitaron
ofertas en sobre cerrado. Hilton hizo precipitadamente
su primera oferta, 165.000 dólares. «Luego, tenía una
sensación desagradable. Había otra cifra que se me ve-
nía constantemente al pensamiento: 180.000 dólares. Me
pareció mejor. Cambié la oferta basándome en aquella
corazonada. Cuando abrieron, la oferta más próxima a la
mía era de 179.800 dólares.» Gracias a su presentimien-
to, Hilton ganó por sólo 200 dólares. «Más tarde, esta
operación me proporcionó un beneficio de dos millo-
nes», informa Conrad.
Pero no hace falta ser millonario. Que se lo pregun-
ten si no a Lawrence Tynan. En el verano de 1971, con-
templó su agencia de automóviles de Middletown, New
Jersey, y se preguntó por qué había llegado al borde de
la bancarrota. Aquella primavera había comprado cinco
veces más coches de lo habitual. Había sido una corazo-
nada. Luego, el presidente Nixon anunció su plan de
reducción para los compradores de coches nuevos. Ty-
nan pronto tuvo, en vez de coches, cinco veces más
beneficios de lo habitual. «Después del discurso de Ni-
xon, jamás habría comprado tantos coches», comenta.
Desde muy temprana edad, padres, profesores y la
207
cultura que nos rodea nos han imbuido con gran in-
tensidad, la idea de que no debemos actuar guiados por
presentimientos, por corazonadas, como hicieron Hilton
y Tynan. La gente responsable no actúa así. Eso no es
racional, nos decían directa e indirectamente. En reali-
dad, nos decían que fuésemos medio tontos. Los que
utilizan toda su inteligencia abarcan dos vías de cono-
dmiento: la anafüíco-racional y la intuítivo-creadora.
Este capítulo se propone estimular al máximo la for-
ma intuitiva de pensar y de reaccionar. Fortalecer la
capacidad intuitiva es, de por sí, la utilización de una
mayor cantidad de nuestra capacidad potencial. Cada
día es más patente que el Siglo de las Luces sólo ilu-
minó el aspecto racional de nuestra naturaleza, dejando
en la oscuridad la otra mitad. Al mismo tiempo, se ha
hecho también patente que los que triunfan y destacan
entre los demás, han intentado ser individuos comple-
tos, aunque suelan inventar explicaciones «racionales»
para sus procesos intuitivos. Un individuo que ha utili-
zado, sin lugar a dudas, ambas vías de ¡,ensamiento .con
un esplendor renacentista es Buckminster Fuller. «To-
dos poseen esta intuición que es muy poderosa, podero-
sísima -dice Fuller-. Pero la mayoría quedamos hoy
tan frustrados que aprendemos a no escuchar a nuestra
intuición.»
Sería lógico que la intuición brillase en las artes
o en los asuntos amorosos. Pero no parecería tan lógico
que lo hiciese en el duro y complejo campo de las deci-
siones de alto nivel de la industria pesada. Y sin em-
bargo ahí la encontramos, en las entrevistas que hici-
mos para Executive ESP (un libro sobre toma de deci-
siones). Hablamos también con profesores, defensores
del consumidor, informadores, vendedores, meteorólo-
gos. Los situados en los puestos más altos casi siempre
decían «Claro, lo utilizo». Llamaban «lo» a las corazo-
nadas, los presentimientos, la intuición o, a veces, las
percepciones extrasensoriales directas.
La intuición puede aliviar el peso de cualquier tarea
que se haga, desde la arqueología a la xerografía. Ches-
ter Carlson, el abogado-inventor de Xerox, estaba muy
interesado en la intuición y en lo psíquico. ¿Por qué?
. Porque lo utilizaba. Carlson estaba tan interesado que a
principios de los años sesenta subvencionó investigacio-
nes sobre percepción extrasensorial (ESP) en el Insti-
tuto de Tecnología de Nueva Jersey, escuela de ingenie-

208
ría que ocupa, por su tamaño, el cuarto puesto del país.
El doctor Douglas Dean y el doctor John Mihalasky,
que trabajaban allí en el Proyecto de Comunicaciones
Psíquicas, se preguntaron: Cuando todo se suma (edu-
cación, inteligencia, experiencia). ¿cuál es el factor X
que marca la diferencia entre un logro bueno y uno
extraordinario? Tuvieron la corazonada de que la res-
puesta podía ser la percepción extrasensorial... la per-
cepción extrasensorial en términos generales y, en con-
creto, la precognición, literalmente la capacidad de pre-
_conocer.
Examinaron a unos siete mil ejecutivos para deter-
minar su capacidad de precognición. «Queremos que
elija usted un número de cien cifras -le dijeron-.
Después, una computadora seleccionará un número para
cada uno de ustedes. Intenten predecirlo.» De nada ser-
vían la educación, la razón y la experiencia. Pero mu-
chos hombres y mujeres pudieron, al parecer, utilizar
la precognición. Sus aciertos superaban el porcentaje
de aciertos casuales. Lo más intrigante fue la actua-
ción de treinta y seis presidentes de empresas. El resul-
tado fue el siguiente:
De 21 presidentes que habían más que doblado los
beneficios de sus empresas los últimos cinco años:
decinueve alcanzaron una media alta en precog-
nición
dos no superaron la media normal
De 15 presidentes de empresa a quienes no les había
ido tan bien:
cinco mostraron un índice elevado de precogni-
ción (resultó que éstos habían aumentado los be-
neficios de la empresa entre el 51 y el 100 por
cien)
dos no superaron la media
ocho obtuvieron una media baja
También se les hizo una prueba a los conserjes del
Instituto de Tecnología de Nueva Jersey. «Los que al-
canzaron unos resultados superiores al resto --dice el
doctor Mihalasky- resultaron ser aquellos que según
sus colegas habían triunfado en la vida.» Parece ser que
la intuición es parte de la persona total. Estamos do-
tados de intuición por una razón: para ayudarnos a
crear vidas más prósperas para nosotros y para los de-

209
más, estemos donde estemos. Es perfectamente razona-
ble que utilicemos en cualquiera de las decisiones de la
vida, desde la educación de los hijos a la compra de
una casa, todas nuestras facultades para elegir las me-
jores opciones.
Intuición es una palabra llena de magnetismo que
une una serie de factores, entre los que la percepción
extrasensorial es sólo uno más. Es probable que el he-
cho que Conrad Hilton pudiese utilizar la percepción
extrasensorial directa en caso necesario se debiera a
que estaba acostumbrado a actuar a nivel cotidiano con
la parte intuitiva de su mente. Antes de intentar educar
la capacidad precognitiva pura, hay que procurar ejer-
citar la intuición. Serviría de ayuda en las decisiones.
Es también la base de la creatividad. Bucky Fuller ha-
bla de un estudio sobre diarios de científicos famosos
en que todos ellos indicaban que el elemento singular
más importarite relacionado con su gran descubrimien-
to era la intuición. Ocupaba el lugar inmediato en im-
portancia una segunda intuición que alumbraba unos
treinta segundos después de la primera y les mostraba
cómo probar y llevar a la práctica su descubrimiento.

Cómo estimular la intuición


No hay que olvidarlo. La intuición es una facultad
humana y usted la posee. Al utilizar y fortalecer esta
parte de su mente está fortaleciendo, en cierto modo,
la integridad de su naturaleza como ser humano. Exa-
mine sus sentimientos y sus ideas sobre la acción intui-
tiva. ¿Confía de veras en su intuición? Si confía sólo
en algunas cosas, ¿por qué no en otras? ¿Qué prejuicios
culturales ha recibido respecto a la intuición? Rastréelos
y haga una lista. Cuando encuentre prejuicios negativos,
procure eliminarlos. En caso necesario, puede utilizar
resoluciones neutralizadoras (pág. 109). Por último, pro•
cure recordar alguna ocasión en la que la intuición le
fuese útil. ¿Qué sensación tuvo?
Una vez aclarados sus pensamientos y sentimientos,
empiece a ejercitar su intuición en cuestiones pequeñas.
Juegue consigo mismo. Intente, por ejemplo, adivinar
cuál es la mejor ruta para volver a casa en la hora pun-
ta, o la mejor esquina para coger un taxi. Utilice la
intuición para encontrar aparcamiento. ¿Puede adivinar

210
el color del coche junto al cual aparcará? Si está espe-
rando un ascensor en un lugar donde hay varios, inten-
te adivinar cuál llegará primero. ¿ Y la previsión meteo-
rológica? ¿Cree realmente que debería cambiar sus
planes porque hayan previsto ventisca o tiene la sensa-
ción de que tal previsión no va a materializarse? Si se
basa en la intuición en cuestiones relativamente secun-
darias, acabará acostumbrándose a acceder a esa parte
de su mente.
En cuanto sienta que la intuición fluye, determine
cómo actúa en su caso. ¿Tiene una sensación de una
parte de su cuerpo, recibe imágenes o voces mentales,
hace que se despierte por la noche? ¿ O sus corazonadas
funcionan al revés? Hay personas que giran casi inva-
riablemente a la derecha, cuando debieran hacerlo a la
izquierda. Pero esa intuición nefasta puede utilizarla
también en cuanto sabe cómo funciona.
Procure percibir qué es lo que desorganiza so. pen-
samiento intuitivo. Los doctores Mihalasky y Dean des-
cubrieron que la tensión agobiante (dolor, agotamiento,
crisis emotiva) tiende a eliminarlo. Para aliviar la ten-
sión, puede utilizar ejercicios autogénicos u otros ejer-
cicios de relajamiento. Los investigadores de Nueva Jer-
sey descubrieron también, estudiando a miles de indi-
viduos, una síngularidad extraña e inexplicable. Formar
parte de una minoría muy definida dentro de un grupo
tiende a anular la capacidad intuitiva en ese grupo.
Las importantes investigaciones del doctor Manfred
Clynes permiten determinar otras claves para revalori-
zar la intuición. Clynes, a quien algunos consideran uno
de los intelectos multidisciplinarios más creadores y
profundos que trabajan hoy en el campo científico, ha-
bla de alcanzar un estado concreto que nos permite ser
«cazadores» de nuevas ideas. No tenemos clara concien-
cia del enorme volumen de trabajo que se desarrolla
bajo la superficie cuando nos hallamos en tal estado.
Aparecen completas ideas nuevas y fecundas. Una vez
captadas, podemos utilizar nuestras facultades conscien-
tes para analizarlas. Pero Clynes nos advierte que no
debemos rechazar las ideas antes de que nazcan. El
rechazo se produce cuando no establecemos nosotros
mismos ese estado que propicia su nacimiento.
La actitud psicológica ha de ser de apertura, de es-
pera atenta y, sobre todo, de confianza. No tiene que
haber miedo alguno, y debemos creer de verdad que las
211
ideas que van a llegar serán buenas, valiosas y dignas
de retenerse. Clynes ha descubierto que cuando los in-
dividuos se hallan en ese estado abierto y creador, físi-
camente suelen tener la cabeza levemente inclinada ha-
cia la derecha y alzada, sienten el cuerpo ligero y hay
una sensación característica de presión expansiva en la
frente, entre las sienes. La inhalación es lenta y firme
y la espiración rápida. Clynes descubrió que se trataba
de un estado programado genéticamente. Y dice que,
una vez identificado de modo consciente, puede apren-
derse y cultivarse. (Para más información, ver el Apén-
dice.)

Uso de la intuición
La técnica práctica de la toma de decisiones intuiti-
vas y la solución de problemas mediante la intuición
no pueden determinarse ni con experimentos de labora-
torio ni con recetas rígidas. Pero pueden esbozarse
algunas directrices partiendo de individuos famosos que
la hicieron compañera de sus aventuras. La técnica si-
guiente ha funcionado bien en la mayoría de los casos.
Reúna toda la información que pueda sobre su pro-
blema. Consiga datos, asimile información, considérela y
olvídela luego. Haga sus ejercicios de relajamiento v
trasládese en un viaje mental a algún paisaje o lugar
que le agrade. Imagine que se estira, que contempla
cómo van formándose las nubes y disolviéndose lenta-
mente. Muchas veces la solución aparecerá de pronto,
cuando esté así tendido. Pero si no aparece, no se preo-
cupe. El objeti.vo prin
. ci_pal de esta técni.ca.. e.s estab.lecer
un eortocircu!tQ WJ,e bfoquee la mente raci011ar y. deje
re:posar él .problema. Muchas personas descubren que
son capaces de dar con una solución más fácilmente
cuando pasan a centrar la atención en otra cosa. El
presentimiento pleno, la solución intuitiva, tiende a apa-
recer en los momentos más insólitos, cuando uno está
a punto de servir la sopa o bajar del autobús.
En cuanto a otro enfoque, Jack Schwarz tiene una ,
sugerencia, en el caso de que se medite con regularidad.
Defina el problema antes de entrar en meditación, lue-
go dígase a sí mismo que considerará la solución, pero
no la buscará. Si el problema existe ya, lo mismo suce-
derá con la otra cara de la moneda: la solución.
212
La autogenia ofrece amplias posibilidades, demostra-
das sobradamente, para la intuición y la solución fe-
cundas de problemas. En el último y definitivo ejerci-
cio autogénico «asciendes la montaña y hablas con el
sabio». En otras palabras, utilizando. la rela.iación pro-
funda y _la imaginación dirígida, uno intenta conectar
recurs<?.s _d_e la conciencia .con los_ !=JUe no s~el~ haber
c.omumcac1ón. En autogema se ut1hza esta tecmca des-
pués de haber llegado a dominar el resto del programa.
Pero se la podría probar simplemente desde un estado
de relaiamiento profundo. (Para instrucciones, véase
pág. 293.)
La idea de personificar y sostener un diálogo con el
«conocimiento» se ha utilizado desde hace mucho tiem-
po en los cursos de motivación profesional, sobre todo
por mentores de éxito tan duradero como Napoleón
Hill y W. Clement St1JDe. Andrew Carnegie · encargó
a Hill qué descubriese y facilitase ·al público métodos
prácticos y eficaces para lograr el éxito en la vida. Como
se puede imaginar, aprender a utilizar todos los recur-
sos de la mente fue uno de tales métodos.
Hill explica que fue a ver al doctor Elmer Gates,
inventor, científico y profesor. Su secretaria le dijo que
Gates estaba ocupado y que honradamente no podía
saber cuánto tardaría ... unos minutos o unas horas. Es-
taba, según ella «sentado, esperando una solución». Más
tarde, Gates le explicó a Hill que siempre que tenía que
tomar una decisión difícil o dar con la solución de un
problema, se encerraba en una habitación a oscuras,
una habitación insonorizada, despejaba el pensamiento
y se centraba en un solo punto. Luego, se limitaba a
esperar a que la solución apareciese. No se interrogaba
ni pensaba ni calculaba, sólo esperaba. Y tarde o tem-
prano, la solución aparecía. Entonces, encendía las luces
y tomaba nota de ella.
«¿Y de dónde vienen esas soluciones?» preguntó Hill.
«De tres fuentes», di_jo Gates: Primero, de la propia ex-
periencia y del propio conocimiento acumulados. Segun-
do, del conocimiento de otros recogido telepáticamente:
y por último, dice Gates, «del gran almacén universal
de Inteligencia Infinita. .. con el cual podemos entrar
en contacto a través de la parte subconsciente de la
mente».
El doctor Gates es proµietario de muchas patentes.
Unas doscientas de ellas fueron inventos iniciados por
213
otros que los abandonaron al ver que no podían resol-
ver un punto crucial. Gates consiguió hacer que sus
ideas fructificaran utilizando la técnica intuitiva de «es-
perar sentado una respuesta».
Al Pollard, un asesor comercial de Arkansas, antiguo
presidente del Consejo de la Reserva Federal del Dis-
trito Octavo, es muy conocido por sus cursos de direc-
ción. En el área concreta de la resolución de problemas,
subraya que uno debe saber cuál es realmente el pro-
blema. No suele ser lo que pensamos que es. Para des-
cubrirlo, aconseja Pollard, pregunta a tu subconsciente.
Cuando te halles en un estado de meditación y relaja-
miento, pregunta: «Me pregunto... cuál es, o será, el
problema». Según Pollard «la palabra importante es pre-
gunto, que desata una reacción en cadena que pone en
marcha nuestros procesos intuitivos». Si la intuición se
ilumina, se hace una lista de las ideas que afloren. Po-
llard ayuda también a los altos ejecutivos a utilizar la
intuición en una dirección distinta. «Intentamos tantear
e! futuro y traer soluciones al presente, comprendiendo
que en el reino de la mente no hay tiempo ni distancia.•
La intuición puede servir también como sistema de
autocorrección para ayudar a seguir en marcha y a loca-
lizar errores una vez que se ha tomado una decisión.
El abogado y hombre de negocios neoyorquino Richard
T. Gallen habla de utilizar su intuición de este modo.
Millones de aficionados que ven el fútbol por televisión
disfrutan con la gracia y el colorido de las animadoras
de los Cowboys de Dallas. Se han convertido en una es-
pecie de celebridad. Gallen, que dirige su propia empre-
sa, decidió hacer un calendario con grandes fotos en
color de las animadoras de Dallas. Estableció los con-
tactos necesarios. Pronto llegaron de Dallas los fotógra-
fos de Gallen y extendieron cientos de fotografías sobre
su mesa. Eran buenas fotografías en color tipo Norman
Rockwell: una animadora del equipo jugando con un
perro, otra arreglando un coche. Pero Gallen empezó a
sentirse incómodo mientras las miraba. Eran fotograñas
bien enmarcadas, de especialista, fáciles de reproducir.
No se le ocurría nada que reprocharles.
«Al cabo de unos días, desperté a mitad de la no-
che. Había algo mal en el proyecto de las animadoras.
Cuando sucede este tipo de cosas, sé que mi intuición
intenta decirme algo. Es entonces cuando tengo que
pasar del hemisferio cerebral derecho al izquierdo y de-
214
terminar racionalmente en qué lugar está el problema.»
Repasó el esquema que había hecho del proyecto.
Cuando llegó a las fotos, percibió que eran éstas las
causantes de aquella sensación de inquietud. El proble-
ma estaba allí, pero ¿cuál era? Gallen comprendió por
último que lo que le interesaba al público, lo que él
quería vender, eran las animadoras con todas sus galas
en plena actuación, y no jovencitas guapas en escenas
caseras, por muy atractivas que fuesen. Con esta idea,
desapareció la sensación de inquietud. Gallen pudo en-
viar de nuevo a sus fotógrafos a Dallas para que capta-
sen a las animadoras en acción y continuó con su pro-
yecto. Es un buen ejemplo de cómo colaboran razón e
intuición para lograr un resultado positivo. Pudieron
hacerlo porque Gallen, como Hilton, actuaba a impulsos
de su intuición.
La intuición puede ayudar a captar la idea para un
proyecto, a tomar decisiones, a resolver problemas y
puede también advertir de posibles errores sobre la
marcha. Los especialistas en tomar decisiones no tienen
miedo a cometer ciertos errores, tienen previsto que
los cometerán. Pero procuran utilizar todos los recur-
sos de su inteligencia para tomar más decisiones buenas
que malas. John E. Fetzer, propietario de los Detroit
Tigers y presidente de Fetzer Broadcasting Company, es
otro ejecutivo que habla de la ayuda que le han pro-
porcionado las percepciones extrasensoriales y la intui-
ción en su vida profesional.
«El éxito es algo que he dado siempre por supuesto
-explicó a los directores de N ew Realities-. Y yo diría
que se debe a que confío en la intuición hasta el punto
de que no cometo tantos errores en mis decisiones
como para socavar un buen porcentaje de éxitos.»

Aprovechamiento máximo de los sueños


José era el despensero porque prestaba atención a los
sueños. Siete vacas gordas desfilaron por el sueño del
faraón, seguidas de siete vacas flacas. Lo mismo que
con sus propios sueños, José utilizó la información, al-
macenó suministros y salvó a Egipto del hambre. Pro-
bablemente, mucho antes de José, y desde luego siempre
a partir de él, gentes de todas las culturas han sosteni-
do que habían tenido vislumbres del futuro en sus
sueños.

215
La precognición es la experiencia extrasensorial más
enigmática, y, sin embargo, los investigadores descubren
que es la más común. Suele presentarse con mayor fre-
cuencia en los sueños. Los doctores Montague Ullman
y Stanley Krippner, de la Sección de Parapsicología y
Psicofísica del Hospital Mainonides de Brooklyn, idea-
ron ingeniosos experimentos controlados para ver si po-
dían captar en el laboratorio sueños precognitivos. No
buscaban profecías que se cumpliesen. Querían descu-
brir si un individuo era capaz de soñar una experiencia
futura; una experiencia que fuese elegida por él por
azar el día después del sueño. Descubrieron también que
había individuos que a veces podían lograr en sus sue-
ños un asidero en el futuro.
En los sueños podemos averiguar cosas sobre noso-
tros mismos y sobre nuestras relaciones. Podemos cap-
tar también información extrasensorial. Los sueños han
demostrado a lo largo de la historia ser un buen terre-
no para obtener ideas y soluciones creadoras. Los bu-
distas, más adelantados en este campo por tradición,
han. dicho que si uno aprende a controlar sus sueños,
a soñar conscientemente, tendrá grandes ventajas en
la próxima vida.

Para recordar los sueños


Para recordar lo soñado, tenga junto a la cama pluma
y papel o una grabadora ... una sugestión material.
Antes de ir a dormir, repita por lo menos quince
veces: «Recuerdo mis sueños esta noche.» Refuerce tam-
bién la idea durante el día, cuando piense en ella. Anti-
cipe y espere ilusionado la aventura.
Nada más despertarse, sea de noche o por la mañana,
anote su sueño. No se dé la vuelta y se duerma pen-
sando que ya se acordará. La mayoría no lo recuerda.
Por lo menos tome nota.
Extiéndase en sus notas, siempre que sea práctico.
Anote la sensación que le produce el sueño. Su colorido
emotivo y las imágenes, las voces y la trama. Incluya
detalles aparentemente triviales.
Si al principio no logra recordar sus sueños, procu-
re inventar uno cada mañana, el primero que le venga
a la cabeza. Esto puede estimular la memoria. Como
truco para recordar, la investigadora del sueño Patricia
216
Gardfield, en su libro Creative Dreaming, sugiere que se
adopte de nuevo la posición exacta en que se estaba al
despertar. Pueden adoptarse también otras posiciones
de sueño para ver si provocan otros sueños.
El ritual parece afectar a una parte de nosotros. Se
puede intentar trucos tan viejos como el de beber medio
vaso de agua antes de irse a dormir, diciéndose que
recordará el sueño al beber el resto nada más despertar.
Si le atrae, puede entrenarse mediante sugestión
para despertar después de cada sueño.

Utilidad de una colección de sueños


Puede utilizar una creciente colección de sueños de
modo muy diverso. Revise sus sueños, más o menos,
cada dos o tres semanas. ¿Ha captado algún fragmento
del futuro? Tal como dice el escritor J. B. Priestley, es-
tas vislumbres del futuro suelen ser triviales o terri-
bles... predominando lo trivial. Se puede ver de pronto
un hombre extraño que verá en la realidad pintado
en un camión durante el día, o puede ver previamente
a un conocido al que hace mucho que no ve y con el
que se tropezará más tarde.
Si captase en sus sueños un fragmento del futuro,
procure preguntarse qué fue distinto, si lo fue, en ese
sueño. Los sueños precognitivos suelen ser vívidos.
¿Quién más figuraba en el sueño? Con el tiempo, puede
conseguir identificar los sueños precognitivos cuando
aparecen, y, al igual que José, actuar basándose en ellos,
en caso necesario.
No le ponga un tiempo límite a la precognición. El
doctor Hans Bender documentó en la Universidad de
Friburgo sueños vívidos que resultaron ciertos cinco,
quince e incluso veinticinco años después.
Preste atención a otro tipo de información extrasen-
sorial. También en este caso, los experimentos contro-
lados y las historias documentadas muestran que se pue-
den captar los pensamientos de los otros en sueños, o
conectarse con toda precisión con un lugar distante.

La resolución de problemas en el sueño


Para resolver un problema en sueños, lo mismo que
con la intuición, hágase con todos los datos que pueda

217
sobre el problema. Sugestionarse antes de dormir con
que soñará esto y aquello. Pida una solución. Siga es-
forzándose. Tenga confianza. Después de todo, sus sue-
ños no proceden en realidad de Morfeo. Los ha creado
usted.
Son muchas las personas de éxito que se han acos-
tumbrado a anotar rutinariamente las ideas que les sur-
gen en los sueños. Napoleón Hill comprobó en una oca-
sión lo poderoso y útil que puede ser este hábito. R. G.
Le Tourneau invitó .a Hill a que le acompañase en su
avión privado. Le Tourneau construía equipo pesado de
movimiento de tierras y participaba en proyectos como
la Presa Hoover. Poco después de despegar, Le Tour-
neau se quedó dormido. Como una media hora después,
Hill se dio cuenta de que pronto abría un cuaderno,
anotaba algo, y al, parecer, seguía durmiendo. Cuando
aterrizaron, Hill le preguntó si se acordaba de la nota
que había tomado. No se acordaba. Sacó rápidamente
el cuaderno.
-¡Aquí está -exclamó Le Tourneau-. Llevo varios
meses buscándolo.
Era la solución a un problema que le había impe-
dido completar una nueva pieza de equipo.
Al anotar sus sueños, preste atención a los detalles;
un detalle de un sueño nos proporcionó la máquina de
coser. Elias Howe se debatía con el problema de conec-
tar aguja, hilo y material. Una noche, agotado por tantas
tentativas frustradas, se quedó dormido y se puso a so-
fiar que le habían capturado unos canfbales. Metido en
una olla y con fuego debajo, Howe supo que le devora-
rían si no era capaz de resolver el problema de la má-
quina de coser. Un sueñ.o angustioso, pero con un feliz
desenlace. Cuando los caníbales bailaban a su alrededor,
alzó la vista hacia sus lanzas. Vio agujeros en las pun-
tas. Entonces despertó y comprendió que si enhebraba
la aguja en la punta, en vez de en el extremo opuesto, la
máquina de coser funcionaría. Así lo hizo; y funcionó.

Soñando con un amigo


Recientemente, han empezado a formarse grupos de
sueño. Si quiere explorar los sueños con amigos, estu-
dien primero juntos el tema. Luego, comparen sueiios,
asegurándose siempre de fecharlos. Por los informes de
218
los grupos de suefio, parece como si a veces los amigos
estuviesen en el mismo «lugar» del sueño, o incluso
como si se comunicasen en el sueño. Pueden surgir co-
sas que, por una u otra razón, no se han manifestado cla-
ramente en la vigilia. Algunos grupos intentan soñar
sobre temas concretos, a veces sobre el grupo mismo,
una noche determinada.
Lo más importante para explorar los sueños es re-
chazar las limitaciones. No permita que se conviertan
en una limitación. La mayoría de los sueños no son pre-
cognitivos, sobre todo los sueños de muerte. Y todos
conocemos la profecía que se cumple por sí sola. Si ha
de ser in?ulgente, procure serlo sólo con sus buenos
sueños.

Precognición
La precognición puede parecer algo muy espectacular,
pero es una facultad que todos intentamos utilizar al
menos cada vez que decimos: «Apuesto a que ... » Uno
de los mejores medios de aprender algo es jugar. Puede
jugar a la precognición solo o con un amigo. Apártese
del tipo de amigo que dice «apuesto a que no lo con-
sigues». En general, las. sugestiones negativas. pueden
congelar la capacidad de a¡>rendizaje. l'ueden ser más
peligrosas aun cuando se ~intenta desarrollar un nuevo
o sexto sentido. La confianza y la convicción son im-
portantes, como en todo aprendizaje. No olvide que,
aunque pueda parecer extraño, la precognición es la ex-
periencia psíquica más común. Y, según las nuevas teo-
rías propuestas por la física cuántica, vivimos en un
universo donde la precognición no sólo es posible sino
además probable. Al parecer, el futuro arroja sus som-
bras sobre el presente, y pueden algunos, a veces, per-
cibirlas.
Esta sección no pretende ser un manual de inves-
tigación psíquica que detalle las muchas incursiones
científicas serias en ese. terreno. Si no está familiarizado
con ellas, lea algunos de los libros que se enumeran en
el Apéndice: Las técnicas que incluimos no están conce-
bidas como experimentos científicos. Su objetivo es ayu-
darle a aprender y a que se haga una idea de ciertas
formas de conocer y de reaccionar. En cualquier otro
campo, desde la aritmética a tocar el piano o a nadar,
219
primero se aprende y luego, si se desea, se practica,
No hay razón para invertir el proceso en este caso.

Ver el futuro en una pantalla


No sólo se intenta prever el futuro en los juegos,
sino en muchas situaciones de la vida. Quizá le resulte
útil tener una «pantalla del futuro», una ayuda visual
y mental que le permita dar mayor entidad a esas pre-
visiones. A muchos les gusta imaginar una pantalla de
televisión con los ojos mentales, una pantalla que pueda
mostrarles las imágenes deseadas. Hay quien imagina
su pantalla como un espejo antiguo, un estanque, o in-
cluso un banco de niebla personal. En un estado plácido
y relajado, diga: «¿En qué tipo de pantalla podré vis-
lumbrar mejor el futuro?» Espere luego, hasta que apa-
rezca en su imaginación la pantalla del futuro. Si le
gusta, utilícela a partir de ahora. El clásico experimento
de precognición en laboratorio consiste en preguntar a
un sujeto cuál de los cinco objetos de símbolos cono-
cidos será elegido más tarde por azar como objetivo.
Si le agrada, puede hacerlo en casa. Reúna una serie
de, por ejemplo, cinco imágenes vívidas y claramente
distintas. Numérelas de uno a cinco. Relaje el cuerpo
y la mente, imagine su pantalla del futuro y pregúntese
qué imagen saldrá elegida después, tirando un dado.
Tómese tiempo hasta que aparezca algo. Al principio,
puede ayudar el tirar el dado después de cada previsión
para conseguir una realimentación rápida. Si ha acerta-
do y ha aparecido parte de la imagen correcta, o toda
ella, reflexione y piense en cómo se sentía el conjunto
mente-cuerpo al percibir la imagen. Intente reproducir
ese estado cuando vuelva a intentarlo. Compruebe si hay
diferencias cualitativas entre las imágenes correctas y
las erróneas.
A algunas personas les van mejor los números, los
nombres o los colores. Algunos no «ven», sino que cap-
tan una voz que da la respuesta. Otros ven simbólica-
mente. Esto puede aportar interesantes indicios sobre
el funcionamiento de su mente, pero, si es posible, pro-
cure adiestrarse, literalmente, en «ver». La interpreta-
ción lleva oscureciendo las profecías desde los tiempos
de Delfos.
_ El mayor obstáculo para estudiar la precognición en
220
el laboratorio es el aburrimiento. Al aumentar la mo 0

notonía, disminuyen las percepciones extrasensoriales.


Practique la precognición con algo que le guste. Puede
adaptar partes de juegos normales de cartas o bingo.
O utilice las carreras de caballos; lea el periódico antes
de una carrera y calcule quién va a ganar y qué puesto
va a ocupar cada uno. Si inventa usted mi$mo los jue-
gos, aprenderá más de los trucos de la precognición que
si sigue las normas de un libro.

Para ver los titulares de mañana


Una famosa economista inglesa, Juliet, Lady Rhys-
Williams, leyó en dos ocasiones, y un poco a su pesar,
noticias que aún no habían sido impresas. La sociedad
de investigaciones psíquicas más antigua del mundo, la
Society for Psychical Research, sociedad centenaria de
Londres, estudió su caso. Esta economista «oyó» con
todo detalle un noticiario de la Voz de América antes
de que lo emitiesen. Ni siquiera estaba intentándolo.
Algunas personas han intentado la experiencia y les pa-
rece un medio satisfactorio para adiestrar su percep-
ción extrasensorial.
Si quiere lograr un avance de las noticias, haga pri-
mero los ejercicios habituales de relajamiento para si-
tuarse en un estado propicio. Antes de iniciar el expe-
rimento vuelva a experimentar, si puede, con la imagi-
nación la sensación que tuvo alguna vez que vislumbró
el futuro. Embárquese luego en un viaje mental. Con los
ojos de la mente siga su ruta normal hasta el periódico
matutino. Acomódese en su lugar de siempre. Abra el
periódico e imagínelo todo ante usted.
No tenga prisa. Visualice el nombre del periódico,
la fecha; luego, lentamente, contemple toda la página.
Anote después lo que brote en su imaginación: fotos,
titulares, temas. Puede empezar con un día de antela-
ción, pero procure practicar enseguida, para evitar que
otros medios le sugestionen demasiado, con una sema-
na al menos de anticipación.
Si quiere puede engañarse a sí mismo, desde luego,
al decir por ejemplo: «Bueno, preveo noticias sobre el
Oriente Medio»; pero si quiere, también puede captar
la diferencia entre un vislumbre de sucesos inesperados
o únicos y las noticias en curso.
221
Lotería
El doctor Milan Ryzl es el primer parapsicólogo que
conocemos que combinó un verdadero juego con la in-
vestigación de laboratorio. Le gusta ser el primero. Fue
el primer puente entre la parapsicología del Este y la
del Oeste. Fue el primero que se embarcó en un gran
programa de adiestramiento psíquico. Y fue uno de los
primeros en percibir que debía equilibrarse el aspecto
serio de la vida de laboratorio con algunos experimen-
tos más agradables. Por ello, cuando tuvimos un breve
encuentro, poco después de que llegara a Estados Uni-
dos, preguntó lo siguiente: ·
-¿Cómo es la lotería en el estado de Nueva York?
En Praga tenemos una en la que uno mismo puede elegir
los números. Es perfecta para los experimentos de pre-
cognición. Esas cosas llevarían a la gente al laboratorio.
Por desgracia, en Nueva York no había por entonces
ese tipo de lotería. Pero ahora, al igual que en algunos
otros estados, hay una lotería legal de ese tipo, cuyos
números ganadores se comunican a diario y semanal-
mente. Si hay una lotería de este género en el lugar
donde vive, es un instrumento ideal para practicar la
precognición. Y, por supuesto, no tiene por qué jugar
para hacer ese magnífico ejercicio de percepción extra-
sensorial.
Ryzl utilizó en Praga un grupo de personas a quie-
nes había adiestrado como «psíquicos•. Tradujo a nú-
meros los símbolos que estaban utilizando para trabajar.
Luego, les pidió que predijesen los seis números gana~
dores del sorteo. Ryzl combinó sus previsiones ... es de-
cir, si una mayoría situaba la cifra «2• en un lugar con-
creto, quería decir que ése era un número probable.
En la mayoría de las loterías estatales ganan núme-
ros de tres o cuatro cifras. Intente este ejercicio solo
o, como los sociables checos, en grupo. Si no tiene sen-
sibilidad para los números, asigne a cada uno un sím-
bolo que le guste. El grupo de Ryzl mejoró con la prác-
tica y acabó ganando «una buena suma». Es muy
probable que, por azar, y al mismo tiempo, según pare-
ce, por percepción extrasensorial, consiga captar los nú-
meros correctos, aunque en un orden incorrecto.
«Si tiene tantos poderes psíquicos, ¿cómo no se ha
hecho rico?» Empieza a parecer que muchos de los «psí-
quicos• lo son... sólo que se hacen llamar cosas como
222
«director de investigación» o «presidente del consejo de
administración». Otros son ricos de distintos modos,
sobresalen en lo que más les gusta hacer. En realidad,
el propósito no es cultivar la capacidad precognitiva
para establecerse como adivinador del futuro o para
hacer saltar la banca de un casino.
Cuando el doctor Ryzl adiestraba a la gente para
desarrollar sus poderes psíquicos, se proponía equiparles
con un auténtico sexto sentido ... si no a nivel biológico,
al menos a un nivel análogo muy próximo. Quería que
fuesen capaces de relacionarse de modo más consciente
con el amplio mundo que queda más allá de los cinco
sentidos. Los ejercicios precognitivos se proponen atraer
la atención hacia esta percepción del futuro y estimu-
larla, dar al individuo una sensibilidad para captar las
diversas texturas temporales ... una sensibilidad que po-
dría fortalecer y suplementar la forma intuitiva de
pensar.
Pero ¿y si tienes una visión lúgubre del futuro? ¿Y si
lo que prevés es un desastre? Hay individuos que han
vislumbrado el avión que explotaría o el candelabro
que caería sobre la cuna del niño. Como regla práctica,
si tiene una premonición clara, trátela como una pieza
más de información a contrastar con otros factores.
La capacidad extrasensorial es un canal suplementario
de información. Pero si tiene una premonición profunda
y abrumadora, la práctica indica que debe tenerla en
cuenta. Quizá quede en nada y crea haber actuado ton-
tamente, pero siempre tendrá tiempo de analizarlo.
Cuanto más se introduzca en el ritmo del pensa-
miento intuitivo, más se dará cuenta, en términos ge-
nerales, de que a muchos de .nosotros nos imbuyeron
una idea falsa. Lo intuitivo no se opone a lo racional,
son elementos complementarios. Como dijo alguien, al
centrar toda nuestra atención en lo racional hemos crea-
do una cultura descabezada. La solución no es inclinar-
se en el sentido contrario, sino fomentar una armonía,
un equilibrio, de modo que podamos funcionar como in-
dividuos completos con más banderas al viento.

223
15

•UNA SEGUNDA VISION•

«¡Cuidado ¡No queráis crearles a los ciegos falsas es-


peranzas!», nos previnieron amigos y entrevistadores
cuando mencionamos públicamente el éxito de los ex-
perimentos soviéticos de visión sin vista. Pero, de vez
en cuando, mencionamos esta capacidad para percibir
colores y figuras geométricas sin utilizar los ojos. La
práctica de la visión sin ojos demostró ser a veces un
camino real para la apertura de un amplio campo de
capacidades psíquicas, al menos para los videntes. En
cuanto a los ciegos, lamentamos a veces haber sacado
el tema a colación, porque no había lugar alguno donde
pudiesen adiestrarse en esta técnica.
Eso era antes de que algo absolutamente extraordi-
nario empezase a suceder en Buffalo, Nueva York ...
algo que ilumina hoy, literalmente, el mundo de los cie-
gos. En lo que cuenta, en la experiencia diaria, hom-
bres y mujeres ciegos están aprendiendo a utilizar estas
capacidades de reserva. En este momento, los ciegos
están guiando a los «ciegos», abriendo vías para todos
nosotros. Ninguno de nosotros hubiese estado tan se-
guro de ello hace cinco o seis años.
Cuidado con las falsas esperanzas... quizás algo de
eso palpitara en el pensamiento de Bill Focazio una
noche de 1973, cuando se reunió con otros' diecinueve
ciegos para un nuevo programa: El Proyecto Conciencia
Ciega. Focazio, un individuo moreno y corpulento de
cincuenta y pocos años, propietario de una sastrería
de caballeros en Niágara Falls, reúne todas las condi-
224
ciones necesarias para ser considerado un ciudadano
serio. Fue funcionario de una asociación local para cie-
gos, y, por eso había acudido... aunque no estaba seguro
de lo que iba a aprender. Primero hubo de responder
a cuestionarios y luego cruzar pór un laberinto de sillas
para demostrar su habilidad. Al menos, parecía que par-
ticipaban en el experimento algunos científicos: el doc-
tor Sean Zieler, psicólogo del Hospital de Veteranos de
Buffalo; Samuel Lentine, físico, y ciego, por otra parte;
y .el doctor Douglas Dean, electroquímico y parapsicó-
logo del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey.
Por fin, Focazio se sentó en una mesa con una vi-
dente voluntaria. ~sta le dijo que iba a colocar ante él
piezas de colores: blanco y negro, rojo y verde. Guió
sus manos unos centímetros sobre las piezas de colo-
res. ¿Podía apreciar alguna diferencia? ¿Era negro?
¿Era blanco? Focazio se dio cuenta de que por tanteo
tenía un cincuenta por ciento de posibilidades de acer-
tar. Eso fue exactamente lo que creyó que estaba
haciendo, tanteando. Lo que hizo que su escepticismo sal-
tase un par de grados fueron las palabras de la profe-
sora, Carol Ann Liaros. Tranquila y persistentemente,
con su acento provinciano, esta mujer aseguró al grupo
que podían activar un nuevo sentido. Podían acertar los
colores la mayoría de las veces, e incluso todas. Podían
aprender también a percibir muchas otras cosas, pró-
ximas y lejanas, les explicó Liaros, y volver a sentirse
a gusto en el mundo.
Bill Focazio no era el único que sentía grandes re-
servas al iniciarse el Proyecto Conciencia Ciega. «La pér-
dida de la visión fue para mí un golpe terrible», admite
Lola Reppenhagen. ¿Podría volver a experimentar de
nuevo la iniciación de los colores? ¿Podría saber real-
mente lo que había ante ella, si era un cubo o una pe-
lota? No era una idea fácil de asimilar. Lola Reppen-
hagen, una mujer pequeña y dinámica, madre y esposa,
disfruta relacionándose con la gente y había sido fun-
cionaria de una asociación para ciegos de Buffalo. Se
había incorporado al grupo, en una actitud típica de su
carácter, «porque me gusta participar en cosas nuevas».
Pero tuvo de enfrentarse con más de lo que esperaba.
«Ni que decir tiene que me sentía muy escéptica.»
Podemos hablar de conciencia y de sugestión y de
vencer las limitaciones que se nos han sugerido. Pero
si hay algo que parezca una limitación inequívoca es que

225
se te borre el mundo, que te digan que estás ciego para
siempre. El salón se convierte· en una carrera de obs-
táculos, escalones y bordillos de acera acechan en lo
desconocido. ¿Vas bien peinado, tienes migas en la bar-
billa? No puedes mirarte al espejo para comprobarlo.
Hay cambios más sutiles, según el padre Schommer,
jesuita de Canisius College. «La dificultad está, sobre
todo, en el aspecto emocional, en la profundidad de los
propios sentimientos, así como en tu identidad como
individuo.» Esto es particularmente cierto si te quedas
ciego de adulto, como le sucedió al padre Schommer.
«Tenía la sensación de estar encerrado en un armario
del que no podía salir. Tienes inmediatamente la sen-
sación de no pertenecer ... de que perteneciste, pero ya
no. Yo dependía mucho de la vista... La gente puede
decirte, "oh, me agradas, te queremos". Tú dices: "Sí,
muchísimas gracias", pero por dentro no te lo crees ...
Hasta que consigues un instrumento que te permite sen-
tir que estás realmente en contacto con. todo el mundo,
incluido el mundo material, el amor y la buena voluntad
de los demás no parecen "sonar" como es debido. Es
como un piano con una nota grave que no va, no hay
resonancia».
El viejo camino de rosas. Una cosa es reunirse una
tarde para jugar a la telepatía y otra asegurar alegre-
mente a un grupo de personas como el padre Schommer,
Lola Reppenhagen y Bill Focazio que pueden activar
un nuevo tipo de capacidad que les ayude a superar sus
problemas ... Ante esto se hubieran encogido la mayoría
de los parapsicólogos. Pero Carol Liaros lo hizo. Si te-
nía dudas, no las comunicaba... sólo reflejaba sosiego,
calma y seguridad. Liaros, una mujer atractiva de cua-
renta y pocos años, lleva su «melena» rubia recortada
y aún tiene un cierto aire arrogante. Es del tipo de per-
sona que dirías que debe dirigir una reunión; que ha
de salir a la pista la primera al iniciarse una fiesta. Es
una de esas personas que dominan una situación.
La primera persona de la que se hizo cargo fue ella
misma, cuando Hugh Lynn Cayce, escritor e hijo del
psíquico Edpr Cayce, le dijo que tenía un verdadero
talento psíquico, auténtico y «natural». Liaros cerró su
salón de peluquería, se desvinculó de todos sus intereses
profesionales y ernpez6 a adiestrarse afanosamente. En
1973 eran muchos en Buffalo los que conocían a Carol
Ann Liaros como psíquica y profesora. Había trabajado
226
con algunos de los mejores científicos de la especiali-
dad, había dirigido un programa de televisión sobre
«facultades psíquicas», y había dado cursos en lugares
como el Instituto de Dimensiones Humanas del Rosary
Hill College.
Pero, a menos que hubiesen oído hablar de Liaros,
los ciegos que se reunieron para este estudio piloto no
tenían idea de que fuesen a intentar despertar capaci-
dades psíquicas. Liaros continuó su curso de percep-
ción extrasensorial y eliminó toda mención a lo psíquico
para que los prejuicios no se interpusieran. Reunió tam-
bién a veinte voluntarios videntes. Una vez a la semana
les instruía en la enseñanza de las técnicas de relaja-
miento que parecen estimular lo psíquico. Una segunda
noche por semana trabajaba con los ciegos.
Con cierta ansiedad, aferrados a su escepticismo, Bill
Focazio, Lola Reppenhagen, el padre Schommer y otros
siguieron con Liaros y con los voluntarios. Siguieron
practicando el relajamiento, visualizando los biocampos
de energía que rodean el cuerpo, percibiendo cofores
hasta convertirse poco a poco en parte de una profun-
da revolución, o quizá mejor evolución. Lo paranormal
empezó a crecer mientras hablaban del equipo de bolos
de ciegos y recordaban lo que había pasado en la par-
tida de herraduras que jugaron aquella vez que llovió
cuando salieron a comer al campo el verano anterior.
Cuando llegaron a comprender que hasta sus limitacio-
nes podían no ser tan reales como ellos creían, estos
ciegos y ciegas empezaron a hacer cosas que todos ellos
admiten, gustosamente, que «parecen increíbles».
Algunos empezaron a identificar colores al otro lado
de la habitación. El mundo empezó a volver «a la vista»
de un modo que les resultaba muy difícil expresar...
Estaban otra vez conectados, pero de una forma nueva.
Algunos decían que era como si tuvieran una luz en la
cabeza, donde antes sólo había oscuridad. Un individuo
prescindió de su bastón blanco, pues de algún modo
percibía las farolas, los salientes de los escaparates, los
escalones, los bordillos. Una mujer completamente cie-
ga «vio» una fotograña. «Es una mujer, pero ¿qué es
eso redondo que lleva en la cabeza?» En la foto apa-
recía la especialista en dietética Adelle Davis, que lleva-
ba el pelo recogido en un moño grande y redondo en la
parte superior de la cabeza. Al continuar el relajamien-
to y el adiestramiento, estos serios ciudadanos empeza-

227
ron a aprender a viajar con sus ojos mentales a habi-
taciones, casas y oficinas lejanas .. .lugares en los que
jamás habían estado... y cuyas características, sin em-
bargo, podían describir. En la jerga de la parapsicología
lo suyo es clarividencia pura y simple. Sin embargo, es
difícil encuadrar a estos individuos en la imagen del
«psíquico» habitual. Además ellos mismos jamás se con-
sideraron psíquicos.
Por ejemplo, Lola Reppenhagen, después de ocho
meses de aprendizaje, escribió: «Me cuesta trabajo
creer lo que está pasando. Aún no he aprendido a dife-
renciar cada color y algunos los distingo peor que otros,
pero llega. He tenido también cierto éxito en el viaje
mental. La conciencia de mi campo energético aumenta.
Tengo la sensación de poder ver cómo trabajan mis ma-
nos, veo mi cuerpo, veo imágenes y sombras y, al pare-
cer, casi soy capaz de ver lo que hay en una habitación.
Parece que realmente lo veo, aunque no lo veo. Estoy
completamente ciega».
Se conservan testimonios escritos, grabados y foto-
gráficos de las sesiones del Proyecto Conciencia Ciega.
Tenía razón Bill Focazio cuando dijo, aquella primera
noche, que sólo estaba tanteando. Las estadísticas mos-
traban, sin que nadie se sorprendiera por ello, que el
nivel de aciertos que alcanzaban los ciegos al elegir los
colores era de puro azar. Luego, empezaron el adiestra-
miento en visualización, relajamiento profundo y en
técnicas de sensibilidad. Los ciegos posaron sus manos
una y otra vez sobre el negro y el blanco, el rojo y el
verde. Al cabo de siete sesiones, hicieron más pruebas.
Según informa el doctor Zieler: «Cuanto más lo hacían,
mejores resultados lograban: de un 65 a un 70 por cien-
to de aciertos, como media, y algunos alcanzaban un
nivel perfecto».
El doctor Dean, que fue presidente de la Asociación
de Parapsicología profesional, comprobó dos mil tenta-
tivas de distinguir entre negro y blanco y otras dos mil
entre rojo y verde. Las posibilidades de que los ciegos
obtuvieran los resultados que obtenían por puro azar
eran de diez mil contra uno. Los resultados fueron tam-
bién prometedores en los intentos de distinguir objetos
y fotografías. Dean dijo que, en conjunto, «como expe-
rimento para ver si las percepciones extrasensoriales
pueden ayudar a los ciegos, fue fabuloso». El doctor
Zieler informa que «pasaron algunas cosas asombrosas».
228
Lo que asombraba a los científicos asombró más to-
davía a los estudiantes cuando empezaron a pasar aque-
llas cosas que «parecían increíbles». Siguiendo con el
proyecto, Bill Focazio estaba sentado una tarde en su
sastrería. «De pronto me di cuenta de que podía "ver"
cosas. No claramente, por supuesto, pero podía distin-
guir los perfiles borrosos del quicio de una puerta y de
ia mesa.» ¿Acaso estaba recuperando la vista? Se tapó
los ojos con las manos. La escena seguía siendo visible.
«Era como si las imágenes penetrasen por un lado de
mi cabeza.»
Lola Reppenhagen estaba en casa y entró su hija
Robín en la habitación. Lola alzó la vista. Empezó a ob-
servar el aspecto de los pantalones rojos y la chaqueta
blanca que veitía Robin. Entonces recordó que llevaba
años sin poder ver a su hija y sin poder ver una prenda
de ropa... y seguía siendo imposible que lo viese con
los ojos.
Barbara Engels se incorporó al Proyecto Conciencia
Ciega con «huellas de amargura». Tenía poco más de
veinte años y era profesora, estaba iniciando su carrera
y de pronto se quedó ciega. Volvía a ser estudiante,
ahora con Liaros. Trabajó con las nuevas técnicas. Y una
noche se quedó deslumbrada ... ante una imposibilidad.
De pronto vio toda su habitación iluminada por un suave
brillo color cñartreu~. «Podía ver los perfiles de la
cama y de los armarios y de los demás muebles.» Y, al
parecer, tampoco aquí intervenían los ojos. «Era algo
que llegaba a través de mi cabeza.» Se sentó y gozó de
aquella visión durante la media hora que duró. Esta
iluminación se repitió una y otra vez. «Grandes espe-
ranzas» es lo que esta antigua profesora siente respecto
al curso del Proyecto Conciencia Ciega. «Po(.i.ría conducir
a algo que nos ayude a abrirnos camino en el mundo.»
Carol Liaros y sus alumnos no descubrieron la vi-
sión sin ojos. El asunto llevaba funcionando mucho
tiempo, lo cual, paradójicamente, hace mucho más no-
table su logro. En la década de 1920, el escritor francés
Jules Romains llegó a entusiasmarse tanto por la visión
sin ojos que abandonó durante un tiempo sus novelas
para escribir un notable estudio sobre el tema. Aquello
podía ayudar a los ciegos. Las críticas fueron tan viru•
lentas que Romains no volvió a hablar del asunto hasta
los años sesenta, en que los soviéticos comunicaron que
en un par de sus instituciones de formación de profe-
229
soraclo habían estado adiestrando a algunos estudian-
tes, ciegos y videntes, en visión sin ojos. Todo había
empezado con una sencilla joven, Rosa Kuleshova. Rosa,
que vivía en un pueblo fabril de los Orales, llevaba una
vida tan sencilla y práctica como las ropas que cubrían
su tosca figura. Lo único interesante de su semana era
ayudar a los ciegos en un centro local. Aprendió a leer
por el método Braille. Un día se le oCUITió de pronto
una idea extraña. Empezó a pensar que podía percibir,
sin Braille, con los dedos, e incluso con la frente, colo-
res y formas. Luego, se le ocurrió una idea simple. Esta
capacidad podía serles muy útil a sus amigos ciegos.
Pero Rosa acabó convittiéndose en un testimonio
apreciado en las conferencias científicas desde Tagil a
Sverdlovsk, y acabó en la Academia de Ciencias de
Moscú, hasta que sufrió 1iila crisis nerviosa total.
Aun así, la idea de que esta capacidad de Rosa pudie-
se ayudar a los ciegos indujo a los científicos soviéticos
a seguir experimentando. Como era de esperar, el doctor
Lozanov, con su continua insistencia en la apertura de
las reservas de la mente, empezó a estudiar la visión
sin ojos en 1964. Trabajó con sesenta niños que habían
nacido ciegos o habían perdido la vista en la infancia.
Aun así, respetando el protocolo científico, les tapó los
ojos y puso una pantalla entre éstos y las manos cuando
les pidió que practicaran la visión sm ojos.
Y se llevó una sorpresa. Tres de los niños pudieron
distinguir inmediatamente colores y formas geométri-
cas. «Pero el factor más importante es que los setenta
y cinco niños restantes podían ser adiestrados para
aprender a ver por la piel... Poco a poco, estos niños
ciegos aprendieron a distinguir colores, formas geomé-
tricas e incluso a leer», informaba Lozanov en un ar-
tículo científico. Estos niños demostraron también sus
habilidades parapsicológicas recién descubiertas. ante
médicos y psiquiatras.
«La parapsicología puede aplicarse en el campo pe-
dagógico, -dijo el doctor Lozanov-. Puede ayudar a
superar defectos de lenguaje, audición o visión, y puede
utilizarse en psicología y medicina. Puede aportarnos
w1 material nuevo y muy rico que nos permita familia-
rizamos con posibilidades secretas y desconocidas de
la personalidad humana.»
A partir de entonces, sobre todo en Francia, pero
también en otros países, entre ellos Estados Unidos,
230
los científicos han estudiado y ensayado la visión sin
ojos. Pero de un modo u otro, algo siguió quedando
marginado en el laberinto académico.
Por último, Carol Ann Liaros y sus voluntarios res-
pondieron de la promesa y están haciéndola realidad a
una escala cada vez más amplia. A medida que el Pro-
yecto Conciencia Ciega crece, va conociéndose a nivel
nacional y a nivel internacional. Atrae cada vez mayor
atención de los médicos y de otros profesionales. En el
verano de 1977, se celebró el primer curso para instruc-
tores, con el fin de adiestrar a personas que puedan
iniciar proyectos similares en otras ciudades y estados.
(Bill Focazio fue uno de los instructores graduados.)
Ese mismo año, se inició el Proyecto Conciencia Ciega
para niños, al parecer con gran éxito. El Proyecto Con-
ciencia Ciega ha permanecido fiel a lo largo de los años
a su idea original de ofrecer programas gratuitos a los
ciegos. Los gastos se cubren con aportaciones de Liaros
y sus voluntarios y ahora de otras personas. (Para más
información ver la Sección de Fuentes.)
El Proyecto Conciencia Ciega sigue acumulando datos
científicos. Y está logrando algo más. Para el padre
Schommer, «abrió el mundo». «El Proyecto Conciencia
Ciega me abrió la puerta del armario en el que estaba
encerrado. Sentí que era parte de la sociedad humana
igual que antes, aunque tenga un estatus distinto.» Le
ayudó a volver a conectarse con el mundo entero, par-
ticularmente con el mundo material.
«Era un nuevo enfoque de la vida ... Descubres cosas
diferentes de las cosas cerebrales ordinarias; me dio
una sensación de consciencia.» Y ayudó en las relacio-
nes. «Ya no estás detrás de un muro o de una cortina.
Se trata del contacto inmediato con la gente. Aprendes
a entrar en contacto con las cosas y a reaccionar a ellas,
descubriendo que hay un cierto elemento de la vida que
jamás pensaste que pudiera ser tuyo.»
Conocer a Lola Rettenhagen es sentir un contacto
inmediato, tan fuerte como si te mirase directamente a
los ojos. Parece haber desarrollado un tipo especial de
relación humana. «El curso Conciencia Ciega me dio a
conocer todo el universo de una forma que nunca había
imaginado que fuese posible. El objetivo es un fantás-
tico relajamiento y una sensibilidad iluminada para los
propios sentimientos y las propias emociones. En mi
caso se ha abierto todo un nuevo mundo. Siento una

231
gran afinidad con todo el universo material. Ya no me
desalienta mi ceguera.»
Hay algo impresionante en la experiencia de estos
neoyorquinos. Salvo por su ceguera, son individuos
como la mayoría de nosotros. No anhelan extraños po-
deres esotéricos, ni demostrar algo sobre la naturaleza
de la realidad. Lo asombroso no es tanto que distingan,
en ocasiones, un color, vean un aura, capten una visión
clarividente de lo que pasa en otro lugar. Lo que des-
taca es algo distinto. Cuando aprendieron a desarrollar
esas vías distintas de conocimiento, llamadas psíquicas,
cambió su relación con el mundo y con los demás. Se
amplió, se hizo más rica, pudieron actuar y reaccionar
de modo más satisfactorio. :esta es la promesa implíci-
ta de lo psíquico de la que tanta gente habla en para-
psicología desde hace muchísimo tiempo. El problema
es que resulta difícil de ejemplificar. Los del Proyecto
Conciencia Cieg~ lo están ejemplificando, un poco al
menos, porque enfocan lo psíquico como una parte in-
tegrada de sí mismos. Un mundo completamente nuevo,
dicen continuamente. ¿ Qué podríamos lograr los demás
si cobráramos mayor conciencia de estas otras vías de
conocimiento? La Sección siguiente puede ayudar a des-
cubrirlo.

Para aprender visión sin ojos


Según demuestra la experiencia, el obtener cierta per-
cepción de la visión sin ojos suele abrir el camino a
otras posibilidades. Empezando con lo práctico e in-
mediato, puede uno pasar a percibir lo no tan inme-
diato, las bioenergías que rodean el cuerpo de otros, por
ejemplo; o puede uno trasladarse lejos y ver lo que hay
en una habitación al otro extremo de la ciudad.
Lo psíquico suele adoptar dos formas: facultades
energéticas, como ver el aura, adivinar, curar, PK (pa-
rakinesis) o control mental de la materia; y las per-
cepciones extrasensoriales clásicas, entre las que se in-
cluyen la precognición, la telepatía y la clarividencia.
Los individuos que pretenden dominar alguna de estas
facultades descubren que la visión sin ojos es un buen
punto de partida.
Una de las claves del éxito del Proyecto Conciencia
Ciega es un buen adiestramiento en la técnica de relajar
232
la mente y el cuerpo. Si no sabe hacerlo, aprenda con
alguno de los ejercicios que se explican en este libro.
Siempre que intente aprender visión sin ojos, haga pre-
viamente ejercicios de relajamiento.
Ya sabemos lo que puede lograr la sugestión a todos
los niveles. Ni que decir tiene que el Proyecto Concien-
cia Ciega rodea a los individuos de una atmósfera cálida,
positiva y tranquilizante. Aborda la visión sin ojos como
las demás formas de superaprendizaje. Una vez relajado,
inmediatamente antes de iniciar la visión sin ojos, prac-
tique unos cuantos refuerzos positivos de éxito seguro.
Luego dedique unos instantes a experimentar la alegría
del aprendizaje. Al principio, recuerde cualquier caso de
aprendizaje positivo. En cuanto haya tenido algún éxito
con la visión sin ojos, procure volver a experimentar la
sensación. Elimine, en la medida de lo posible, la ten-
sión en las sesiones de aprendizaje. Abórdelas con espí-
ritu alegre y deportivo.

Para percibir bioenergía


Una de las primeras cosas que Liaros obliga a hacer
a sus alumnos es intentar percibir bioenergía, una espe-
cie de campo de fuerza que rodea al cuerpo humano.
Uno de los componentes de esta energía que rodea el
cuerpo es el calor. Los científicos tuvieron que investi-
gar los campos que rodean a los seres humanos para
preparar los viajes espaciales: son reales. Póngase fren-
te a otra persona, con los ojos cerrados para evitar
distracciones. Vaya bajando lentamente las manos si-
guiendo el cuerpo de la otra persona a unos ocho cen-
tímetros de distancia. ¿Puede percibir diferencias, cam-
bios de temperatura sobre todo? Repítalo despacio va-
rias veces. Imagine el cuerpo de la persona (garganta,
pecho, estómago) mientras mueve las manos. Con un
poco de práctica, son muchos quienes se sorprenden al
descubrir que pueden percibir algo palpable mientras
mueven las manos.

Para visualizar bioenergía


En un estado relajado y contemplativo, visualice su
propio cuerpo. También la imagen e imagine alrededor

233
de su cuerpo una especie de halo de energía. Imagínelo
como luz. Obsérvelo, disfrútelo. Siéntalo, si puede.
Imagínese luego con alguien a quien quiere. Ima-
gine su campo energético. Imagine que avanza hacia esa
persona. ¿Qué sucede en sus dos campos de energía?
Visualice después un color en cualquier forma que
le guste: cuadros, círculos o un tulipán rojo fuerte, un
mar de narcisos, un vestido de terciopelo azul brillante.
Como sabe, en realidad los colores son luz que vibra
con frecuencias distintas. Imagine que puede ver esas
ondas de color diferente lo mismo que puede ver surgir
el calor en la carretera en verano. Imagine de nuevo
su mano, la energía moviéndose a su alrededor. Vea
su mano moviéndose hacia uno de esos colores vibran-
tes y palpitantes. Imagine sus bioenergías combinándose
con las ondas de color. Siéntalo. (Ver también los ejer-
cicios de color y energía de las págs. 274, 277.)

Ojos abiertos
Al principio, es más fácil ver esta bioenergía con
los ojos abiertos, frente a un fondo oscuro. Cuando esté
tumbado en la cama de noche, ponga las manos levan-
tadas frente a usted. Relaje los ojos. ¿Puede percibir
un borde difuso de luz alrededor de las manos? Apro-
xime las puntas de los dedos. ¿Puede percibir algo que
fluye entre ellas? ¿Puede ver una especie de estela de
luz, como la de un reactor, frente a la oscuridad mien-
tras separa las manos lentamente?

Para practicar la visión sin ojos


Es más fácil trabajar con otra persona para practicar
con el color. Empiece con dos series de papel coloreado:
blanco y negro, y rojo y verde. Véndese los ojos con
algo (puede servir una mascarilla de las que se usan
para dormir), y procure evitar que se filtre la luz. Dado
que pretende activar otro sistema de «visión», es con-
traproducente ir pasando entre una tentativa y otra a
la visión normal.
Antes de empezar, use las técnicas de relajamiento
profundo y preste atención especial al relajamiento de
los ojos. Concédales unas vacaciones durante estos ex-
perimentos.
234
Su compañero colocará la serie blanco y negro y
guiará su mano hasta situarla a unos centímetros por
encima de ella. Procure percibir una diferencia. Indique
el color que le parezca y que su compañero le diga a
continuación si ha acertado o no. Registrará también
los aciertos y los fallos. Mezcle los papeles coloreados
e inténtelo otra vez.
Déjelo antes de que se canse o aburra. Recuerde que
la gente de Buffalo al principio sólo obtenía resultados
atribuibles al azar. Hace falta práctica.
Puede intentar también mover la mano a diversas
alturas. Los alumnos soviéticos decían que los colores
parecían «radiar» hasta diferentes niveles. Las ondas
azules se elevaban más que las rojas, por ejemplo.

Dedos pegajosos
El método soviético para adiestrar tanto a los viden-
tes como a los ciegos consiste en colocar las manos del
individuo directamente sobre la superficie coloreada y
moverlas luego suavemente sobre toda ella. (Evidente-
mente, hay que utilizar el mismo material para los di-
versos colores, de modo que no haya ninguna diferencia
de textura.) Los alumnos soviéticos acusaban, después
de cierta práctica, sensaciones distintas v definidas se-
gún los colores. Estas sensaciones «táctiles» persistían
incluso cuando se cubría con un cristal la superficie co-
loreada.
Se acepta de modo casi unánime que los colores se
dividen, según las sensaciones que producen, en suaves,
pegajosos y ásperos. El más suave es el azul claro. El
amarillo es muy resbaladizo v no tan suave.
El rojo, el verde y el azul oscuro son pegajosos. El
verde es más pegajoso que el rojo, pero no tan áspero.
El azul marino es aún más pegajoso, pero más duro·
que el rojo y el verde.
El naran.fa Produce una sensación áspera, tosca y
enmarañada. El violeta produce un efecto aún más
enmarañado que parece ~nar la mano y resulta aun
más áspero.
El negro es el más pegajoso, enmarañado y viscoso
de todos. El blanco es suave, pero más áspero que el
amarillo.
Si quiere comprobarlo, empiece con una serie de
amarillo y azul marino.
235
La técnica de Foos

El difunto reverendo William A. Foos ideó un mé-


todo simple pero eficaz para el aprendizaje de la visión
sin ojos. El reverendo Foos advirtió que algunos niños
parecían mucho más hábiles que otros en estas prue-
bas con los ojos vendados. Era hombre amigo de expe-
rimentos e ideó juegos para probar y adiestrar este
talento consiguiendo con el tiempo que su hija Margaret
y su nieta adquiriesen una notable habilidad para la
visión sin ojos. El reverendo Foos hizo que sus alum-
nos mostraran sus habilidades ante científicos e intentó
aplicar este sistema a los ciegos.

Haga estos ejercicios diariamente de diez a quince


minutos. Recapitule en forma breve, como en la auto-
genia, los pasos anteriores antes de dar uno nuevo. Si
es pósible, trabaje con un compañero que le hable du-
rante los ejercicios. Póngase en un estado receptivo de
relajamiento antes de empezar.
1. Siéntese a una mesa con los ojos vendados. Pon-
ga la palma a unos centímetros de la cara. Imagínela,
siéntala, véala. Mueva la mano de lado a lado frente a
usted; perciba esa mano, visualícela en su movimiento.
Pruebe con la otra mano.
2. Dele la mano a su compañero, alrededor de un
minuto, palma contra palma. Su compañero le cogerá
la mano por la muñeca y moverá de nuevo su palma de
lado a lado delante de su cara. Ha de animarle a per-
cibir, imaginar y ver su mano.
3. Dele la mano a su compañero. Luego, su compa-
ñero ha de colocar la palma frente a la cara de él. Per-
cíbala. Véala. Su compañero moverá la mano adelante
y atrás. A veces, la detendrá. Le pedirá que siga la di-
rección de la mano y que sonría. Siga imaginando, vi-
sualizando su mano, mientras se mueve adelante y atrás.
4. Levántese, ponga las manos a los lados. Va a
jugar un juego. Su compañero le levantará las manos
unidas y las colocará en el centro de su cuerpo. Le dirá
que el sector de la cintura, de lado a lado, es el área
del juego. Repita el proceso. Luego, su compañero le
colocará 1a mano ante la frente. Visualícela. Lentamente,
irá moviendo la mano hacia abajo. Como si hablase con
un avión desde una torre de control, le dirá que vea

236
su mano, que su mano baja; que la tiene usted a la altu-
ra del pecho. Por último, se detendrá, con la palma
hacia arriba, a la altura de la cintura, en algún punto
de la zona del juego y le dirá: «¡Toca!» Sin pensarlo,
choque su palma contra la de él. Si no acierta, ¿qué
más da? Siga practicando.
5. Juegue al mismo juego en una mesa. Su compa-
ñero le pondrá las manos a los lados de la mesa e irá
acercándolas hasta unirlas en el centro y luego volverá
a llevarlas hasta los lados de la mesa, para mostrarle
la zona de juego. Repita el proceso. Luego, su compa-
ñero, hablando con usted, moverá la mano desde la
frente de usted hacia abajo, hasta algún punto de la
mesa situado entre sus manos. Cuando diga «¡Toca!»,
choque su palma contra la suya.
6. Cuando haya logrado cierto éxito con esta nueva
percepción, dispóngase a pasar de manos a objetos. El
sistema de Foos sugiere objetos blandos y coloreados,
como una esponja de baño, por ejemplo. Su compañero
coloca la esponja en la mesa. Luego le alzará la mano
con la palma hacia abajo. Sujetándola por el lado del
pulgar, la hará pasar lentamente por encima del borde
de la mesa, de la mesa misma, de la esponja, del otro
lado de la mesa, hablando continuamente, diciéndole
dónde está, pidiéndole que perciba diferencias. Procure,
durante todo el proceso, percibir por encima de qué
está pasando su mano. Visualícelo.
7. Su compafiero, diciéndole siempre lo que está
haciendo, moverá ahora ante la cara de usted la esponja
adelante v atrás. La sostendrá ante la frente de usted,
la moverá luego hacia abajo v la situará sobre la mesa
en un punto indeterminado. Luego dirá: «Cógela».
Puede seguir con más de una esoonia y luego con
otros objetos y formas. (Esta descripción del sistema
de Foos se basa en el libro Eyeless Sight: A How to
Manual -Visión sin ojos: Manual práctico, Simone Pu-
blications, Stanton, California.)

Para sextlar una foto


Antiguamente, los campesinos sagaces afirmaban que
podían adivinar el sexo de una futura ave colocando un
péndulo, o las manos, sobre el huevo. En este eiercicio,
utilice una foto de una mujer y otra de un hombre.
237
Intente luego, con los ojos vendados y las fotografías
boca abajo, percibir una diferencia. Hágalo como con
los colores. Añada periódicamente nuevas fotografías.

Círculo, cuadrado o eureka


Algunos participantes en el Proyecto Conciencia Cie-
ga decían que empezó a aparecer una luz en su cabeza,
donde antes sólo había oscuridad. Primero dijeron luz
y luego dijeron que parecía como si las imágenes atra-
vesasen su frente. La frente se utiliza para percibir ob-
jetos en las tentativas iniciales.
Para este ejercicio coja un cubo, una canica y una
bombilla. Con los ojos vendados pase por la frente cada
uno de estos objetos, rozándola, un par de veces. Haga
luego que su compañero sostenga uno de los objetos a
una distancia de treinta a sesenta centímetros de la
cabeza de usted. ¿Qué es?"Recuerde que en todos estos
ejercicios ha de utilizar su método favorito para colo-
carse antes de empezar en un estado positivo de rela-
jamiento.

Clarividencia viajera
Percepción extrasensorial, clarividencia, capacidad
para ver a través del tiempo y del espacio... ¿Signifi-
carán realmente todas estas cosas un avance notable
para la humanidad? La respuesta a esta pregunta nos
llega de una fuente inesperada e insólita: Charles Lind-
bergh. Lindbergh ayudó a iniciar y apoyó fielmente el
programa espacial norteamericano. Cuando se estaban
preparando hombres para viajar a la Luna,. Life le pidió
a. Lindbergh que escribiese sus pensamientos sobre el
futuro de las naves espaciales y del viaje espacial. Con-
testó que no podía. Sus razones resultaban tan intri-
gantes que Life decidió, de todos modos, publicarlas.
Lo que Lindbergh tenía que decir quizá sorprenda a
ciertas personas. Y, sin embargo, Charles Lindbergh, más
que ningún otro individuo de este siglo, encamó el es-
píritu pionero de millones de seres y lo elevó e intro-
dujo en una nueva era. Estaba acostumbrado a llevar
consigo el futuro.
Debido a la duración del viaje, parece evidente que
238
nuestras exploraciones espaciales no pasarán de los pla-
netas más próximos. Nuestras posibilidades chocan con
una barrera automática. ¿Nos empujará esta limitación
a entrar en una era nueva, se pregunta Lindbergh, una
era muy por encima de la era de la ciencia, tan por
encima como la ciencia de la superstición? Según su
opinión, nos esperan aventuras inconcebibles para nues-
tra racionalidad propia del siglo veinte... aventuras más
allá del sistema solar, a través de lejanas galaxias, qui-
zás a través de fronteras ajenas al tiempo y el espacio.
Podemos saltar más deprisa hasta esa era, dice Lind-
bergh, si aplicamos nuestra ciencia, no a vehículos, sino
a la vida, «a las cualidades infinitas y en infinita evo-
lución» de los seres humanos .. Este estudio, según su
opinión, no·se plantea sólo para futuras aventuras, sino
que lo exigirá nuestra propia supervivencia en ese futu-
ro. Considerando lo que puede ser la capacidad ilimitada
de los seres humanos, Lindbergh dice que cuando recla-
memos eso para nosotros mismos y la conciencia crezca
cada vez más, la humanidad «puede fundirse con lo
milagroso... y en esta fusión, percibida desde hace mu-
cho por la intuición pero sólo vagamente percibida aún
por la razón, la experiencia puede viajar sin necesidad
de acompañar a la vida (ñsica).
»Descubriremos que sólo sin naves espaciales pode-
mos llegar a las galaxias; que sólo sin ciclotrones po-
demos conocer el interior de los átomos. Para aventu-
rarnos más allá de los fantásticos descubrimientos de
esta era físicamente fantástica, debemos combinar per-
cepción sensorial y extrasensorial ... » Y si avanzamos
por estas vías, encontraremos, según Lindbergh, las
grandes aventuras del futuro.
Quizá la aventura haya empezado ya. En marzo de
1974, iba camino de Mercurio la sonda espacial Ma-
riner II. Dos psíquicos norteamericanos, Ing Swann y
Harold Sherman, intentaron una sonda psíquica. Inten-
tarían viajar por clarividencia hasta Mercurio y volver
con la información que obtuviesen. Controló el experi-
mento la psicóloga Janet Mitchell, asesora de la So-
ciedad Norteamericana de Investigación Psíquica. Mit-
chell y otros investigadores que participaron, se llevaron
una pequeña sorpresa. Aunque Swann estaba en Nue-
va York y Sherman en Arkansas, los informes de am-
bos coincidían en puntos decisivos, aunque discrepaban
de lo que esperaban hallar los astroñs1cos.
239
Dos semanas y media después de que se cerrasen y
archivasen los informes psíquicos, el Mariner II empezó
a transmitir los primeros datos de Mercurio. Eran datos
inesperados. Apoyaban lo que habían dicho los clarivi-
dentes, no las tesis académicas de los científicos.
Vuelos de inspección a Mercurio, viajes más allá de
la galaxia, todo esto quizá parezca demasiado grandio-
so. Los ciegos de Buffalo trabajaban en un tipo de cla-
rividencia más práctica y normal. Sin embargo, quienes
tuvieron más éxito entre ellos decían: «Establecí una
relación completamente nueva con el mundo material.»
¿Qué significa eso? El descubrirlo es una buena razón
para dedicar un poco de tiempo a investigar la capaci-
dad clarividente de conocer lugares y objetos a distan-
cia. El negativo de una foto holográfica tridimensional
puede cortarse en fragmentos pequeños y, sin embargo,
cada fragmento sigue conteniendo toda la imagen. Como
individuos, estamos separados de gran parte del mundo
por muros y kilómetros y por toda una serie de barre-
ras aparentes distintas. Pero si logras tener una expe-
riencia clarividente de «otros sitios» empiezas a hacerte
preguntas.
Y, por supuesto, si tienes dotes psíquicas naturales
y deseas practicar, te sería muy útil, y ni que decir tie-
ne que te resultaría muy atractivo poder despertar la
clarividencia. Escudriña el interior de tu coche para ver
si hay alguna avería, comprueba lo que hay en el fondo
del lago. ¿Te dejaste el gas encendido? ¿Estarán real-
mente patinando en el piso de arriba? La idea seduc-
tora de ser una mosca en la pared es la savia vital de
ensueños e historias. Quizá por eso algunos principian-
tes logren con sorprendente facilidad imaginarse que
están en otra parte. Lola Reppenhagen intentó este tipo
de ensueño dirigido. Lo insólito es que sus imaginacio-
nes resultan a veces reales. Lo certifican testimonios
firmados: uno de Jeff Kaye, que fue durante mucho
tiempo entrevistador de la WBEN de Buffalo; otro de
Steve Wilson, de Eyewitness News WKBW-TV. No son
demasiado frecuentes, por otra parte, los testimonios
de los profesionales de los medios de difusión.
Wilson le pidió a Lola que viajase mentalmente a una
casa donde estaba prevista una reunión. Filmó la des-
cripción de Lola. «No había estado antes en aquella
casa e inmediatamente después de nuestra entrevista
la acompañé yo allí. La film.amos entrando en la casa

240
.......
·y luego filmamos lo que resultó set'~ctamente lo que
ella nos había descrito antes. Sé que Lola hizo también
demostraciones de esta "sensibilida4"tsuya para otros
medios de información de la zona de Buffalo y no sé
de nadie que mantuviese su escepticismo después de
presenciar la demostración.»
Jeff Kaye quedó sobrecogido. «Lola viajó mental-
mente hasta la casa de Jeff antes de una entrevista. Su
exactitud al emplazar los objetos en su lugar corres-
pondiente en las diversas habitaciones resultaba abso-
lutamente increíble. Había un dibujo de un cardo que
le pareció que tenía una significación especial. La tiene.
Es un dibujo a pluma y tinta que hizo uno de mis hijos
y que me regaló en un cumpleaños hace ya tiempo. Por
otra parte, es uno de los diversos cuadros que hay en
esa pared.
»En fin ... interrogué a mi esposa para saber si había
estado en casa algún extraño o algún amigo y había
hecho comentarios sobre el cuadro y la respuesta fue
negativa. Estoy totalmente convencido de que las im-
presiones de Lola eran auténticas y que no obtuvo la
información de modo clandestino. Carol Ann Liaros pa-
rece haber convertido a Lola Reppenhagen en un ver-
dadero genio, enseñándole a viajar mentalmente. En
general, los demás alumnos ciegos no lograron un éxito
tan espectacular. Logran captar sin embargo informa-
ción y una especie de sensación de lugar nuevos. Eso
les ayuda a desenvolverse con más seguridad en el mun-
do.»
La clarividencia de este tipo quizá parezca algo de-
masiado difícil para un principiante, pero cuando el
doctor Milan Ryzl ideó un programa intensivo para
adiestrar y desarrollar las capacidades psíquicas obtuvo
también éxito guiando a sus alumnos por Praga con sus
ojos mentales. En el Instituto de Investigación de
Stanford, el famoso tanque de pensar de California, si-
guen haciéndose experimentos sobre esta especie de te-
levisión mental. Los ñsicos doctor Hal Puthoff y Rus-
sell Targ pensaron al principio que sólo quienes tenían
capacidades psíquicas especiales conocidas tendrían po-
sibilidad de ver lo que estaba pasando en otro lugar.
Descubrieron que personas normales, incluso escépti-
cas, emplazadas en el medio adecuado, podían ver cosas
a distancia... al menos un poquito.

241
Para ~ wt viaja clarividente

Para un~ infqrJnación inmediata es mejor llevar a


cabo esta 'exper1encia con otra persona. ¿Puede descri-
bir su casa? Si ha estado en ella, haga que le dé la
dirección de algún lugar que él conozca bien y que
usted no conozca.
Relájese profundamente, cuerpo y mente. Luego sal-
ga de sí mismo ... con calma. Imagine que ha salido de
su cuerpo y está de pie junto a él. Contémplese. Com-
pruebe su ropa, cabello, posición. Contemple su cuerpo
descansando cómodo y seguro.
Imagine ahora que viaja hacia arriba atravesando el
techo, que sale por el tejado. Mire hacia abajo y con-
temple el edificio que acaba de abandonar. Imagine
luego que se está proyectando, que está queriéndose,
deseándose en la dirección elegida. Tómese tiempo para
contemplar a vista de pájaro el barrio. ¿Ve los jardines,
los aparcamientos, las tiendas, el tráfico? Absorba cuan-
to pueda. No se limite a mirar, procure poner en acción
todos los sentidos. ¿Oye los sonidos del parque infantil,
oye ladrar a los perros? Tómese su tiempo, empápese
de la sensación del barrio.
Imagine luego que está ante la puerta de entrada.
Contémplela. ¿De qué color es, tiene algún adorno, cómo
es el puño? ¿Está de pie allí en los escalones, hay a su
lado matorrales? Tómese de nuevo el tiempo suficiente
para examinarlo todo con detenimiento.
Entre. ¿Está en un vestíbulo, en un recibidor? ¿Se
abre la puerta directamente a una habitación? Mire a su
alrededor despacio, con detenimiento, luego entre en el
salón. ¿ Qué colores predominan, de qué estilo es el mo-
biliario, cómo está dispuesto? Compruebe los adornos
de las paredes y las ventanas, ¿hay un piano o una chi-
menea? ¿Hay estanterías de libros o flores en la habi-
tación? ¿Qué tipo de atmósfera predomina? ¿Es una
casa tranquila o una casa ruidosa? Fíjese en concreto
en los olores de la casa, compruebe si h1.y algún olor
especial. Procure percibir cuántas habitaciones hay y
cómo están distribuidas con relación al salón. ¿Cree
que hay animales domésticos o personas en la casa? No
se precipite. Compruebe si hay algo que parezca espe-
cial en el salón. Si lo hay, examínelo con más deteni-
miento. Recuerde dónde está situado.
En cuanto haya percibido el máximo posible, vuelva
242
a salir por la puerta y échele un último vistazo a la casa.
Vuelva luego al lugar en que dejó su cuerpo descansan-
do cómodamente. Sienta los pies, las piernas, el tronco,
los brazos, la cabeza. Haga unas cuantas inspiraciones
profundas; abra los ojos despacio. Describa o anote
toda la información que pueda sobre el lugar que ha
visitado. A veces resulta útil hacer un croquis. No eli-
mine detalles aparentemente estúpidos o incongruentes,
como una bañera en la cocina, no es infrecuente en
zonas viejas de Manhattan, por ejemplo.
Algunas personas prefieren describir lo que ven so-
bre la marcha, a otras esto les distrae. Algunos prefie-
ren que les guíen cuando viajan. Puede pedir ayuda a
un amigo que vaya siguiendo más o menos las instruc-
ciones indicadas, o puede grabarlas usted mismo pre-
'Viamente. De cualquier modo, asegúrese de que hay
pausas, muchas pausas que le concedan tiempo suficien-
te para asimilar una información antes de pasar a Ja si-
guiente.

Variaciones
Carol Ann Liaros sugiere que después de haber exa-
minado detenidamente el salón, dejemos la mente libre.
Hemos de dejar que la arrastre y magnetice la habita-
ción favorita del amigo (si se trata de su casa). ¿Cómo
es esa habitación? ¿Puede percibir por qué es especial
para él?
El doctor Ryzl guiaba a veces a sus alumnos en
viajes mentales a lugares Que conocían, incluso a sus
propias casas. Les hacía viajar mentalmente por las ca-
lles desde su consultorio al punto marcado. Dentro, les
pedía que mirasen a su alrededor y observasen lo que
pasaba. ;_De Quién era la casa, cómo vestían, qué esta-
ban haciendo? ¿Había algo haciéndose en la cocina,
hablaba alguien por teléfono?, si la televisión está en-
cendida, ;_ve lo que hay en la pantalla? En una oca-
sión, utilizó también esta técnica para ayudar a una
alumna a encontrar algo que había perdido en la casa.
Le pidió que mirase dónde estaba, que fuere allí y bus-
case el objeto.
Este tipo de viaje mental es más difícil de verificar,
pero puede hacerse. Si no practica con un comoañero,
puede intentar acercarse. mentalmente y por adelantado
243
a cualquier lugar al que le hayan invitado, pero que aún
no conoce. O probar con un lugar público y comparar
luego sus impresiones con las cosas reales.
Hay auténticos clarividentes en el mundo... y están
apareciendo muchos más, desde Río de Janeiro a Tokio
o a Buffalo. Nuestros primeros cinco sentidos nos dan
mucha y buena información. Sin embargo, ¿se unirán
el tiempo y el espacio a esa creciente lista de limitacio-
nes que son más sugeridas que reales, cuando active-
mos más nuestro sistema de circuitos?

244
16

BIOCONCORDANCIA

La música, el ritmo, las cadencias periódicas favorecen


las técnicas que se utilizan para abrir las reservas de la
mente, incluida la telepatía. La idea de que la música
puede ponernos en contacto con un ser más amplio
no habría sorprendido en absoluto a Pit:4ggras, ni hoy,
quizás, al doctor Charles Muses. «Todas las cosas del
universo fueron creadas, en último término, por ondas
estacionarias», nos dice el matemático Muses. Para dar-
nos una idea de lo que pretende decir con esto, indica
que podemos traducir estas ondas a ondas sonoras y
descubrir «que es literalmente cierto ... que todas las
formas naturales fueron engendradas y son mantenidas
por... música o canción, en el sentido más profundo».
En el mundo selecto en que habitan pensadores como
Muses, ha estado circulando la idea de que el universo
es un musicosmos. Dicen que es la música, más que la
mecánica o el azar, lo que mejor describe el funciona-
miento de nuestro cosmos y nuestras propias conexio-
nes con él.
Tener en cuenta los elementos de la música (ritmo,
armonía, resonancia) puede ayudarnos a comprender lo
que es la bioconcordancia. k bio1;:oncordancia e.s cl. tér-
mino que utilizan 1P~ mviéticos. :pªra referirse a la tele-
paíü:t. y la telepatía, como casi todo el mundo sabe, es
ftansmisión de pensamiento, comunicación sin utilizar
los cinco sentidos. En la actualidad, es cada vez más
evidente que la telepatía supone mucho más que un pen-
samiento en forma de pera que se ilumina en la mente
de un individuo y luego en la de otro.
245
Este «algo más» tiene mucho que ver con la reapa-
rición de una idea que estuvo muy extendida cuando
los filósofos le encontraban sentido a la «música de las
esferas». Es la idea de que todo es uno, de que de algún
modo, en algún lugar, en lo prófundó, todo está conec-
tado, se comunica, comulga, resuena. Nuevos campos
de estudio, como la psicología transpersonal y la -parap-
sicología empiezan a revelar los perfiles de esta cone-
xión. En el sentido más amplio, parece correr por venas
telepáticas. Esta conexión resonante puede manifestarse
de formas sorprendentemente íntimas, incluso en los
ritmos de nuestro cuerpo.
Se manifestó, por ejemplo, una noche en que un
grupo de mujeres acudieron a un laboratorio de la Uni-
versidad de Montana para participar en un experimento.
George · Rice, en vez de decirles de qué se trataba, se
limitó a conectarlas con máquinas que medían las alte-
raciones en la reacción dérmico-galvánica (utilizada a
menudo para detectar mentiras). Entretanto, se llevó
a sus maridos a otra estancia alejada. Rice los separó
en dos grupos. Uno de ellos sólo tenía que observar.
A los del otro se les pidió que, en nombre de la ciencia,
sumergieran los pies en cubos de agua helada. Un hom-
bre hundió los pies en aquel agua fría y, al mismo tiem-
po, en la otra habitación, el medidor indicó cambios en
la piel de su esposa. Las mujeres cuyos maridos metie-
ron los pies en el agua mostraron una reacción signifi-
cativamente mayor que fas de los que no lo hicieron.
Al parecer, las parejas activaban otro tipo de conexión.
Pasó algo similar en el Hospital Estatal de Rockland,
Nueva York; en este caso los voluntarios no llevaron
a sus esposas sino a sus perros. Cuando el amo era
«atacado» (cubitos de hielo por sorpresa cuello abajo)
en una habitación separada, los instrumentos indica-
ban una alteración en los procesos orgánicos del perro.
Parece ser que 1a relación va más allá de la red pura-
mente humana.
En el Instituto de Tecnología de Nueva Jersey, el
doctor John Mihalaskv, como muchos otros después.
descubrió que era telépata. Le conectaron a una má-
quina: que registra las variaciones en el volumen de san-
gre de las manos. Mihalasky sabía Que alguien inten-
taba, en otra habitación, proyectar hasta él nombres
de personas ... a algunas de las cuales conocía y a otras
no. De cualquier modo, no captaba el mensaje. Pero
246
su cuerpo sí. El gráfico indicaba que cuando el expe-
rimentador se centraba en alguien a quien Mihalasky
quería o temía, había un cambio en su cuerpo: el volu-
men de sangre ·de las manos cambiaba. Y cuando se
trataba de nombres desconocidos, no se producía nin-
gún cambio. Era como si una especie de pantalla de
radar inconsciente recogiese las unidades de informa-
ción pertinentes. El doctor Douglas Dean, que ideó las
pruebas, ha comprobado que esta telepatía visceral no
sólo se produce de habitación a habitación, sino de con-
tinente a continente, e incluso cuando el emisor es un
buceador que está a diez metros por debajo del agua.
Estos ejemplos, y muchos otros registrados, parecen
mostrar que, de vez en cuando, emitimos y recogemos
mensajes telepáticos. El doctor Rex Stanford, de la Fa-
cultad de Medicina de la Universidad de Virginia, ideó
un ingenioso sistema para comprobar si hay algo de-
trás del lapsus cuando nos olvidamos de echar una carta
al correo, o en la llamada que hacemos de modo casi
involuntario ... cuando, inesperadamente, este olvido
resulta ventajoso para el idividuo. Ha llegado a la con-
clusión de que a veces nos vemos impulsados a com-
portarnos de determinado modo por información tele-
pática inconsciente.
Los investigadores comunistas tienen sus razones
para llamar bioconcordancia a la telepatía. Parece ser
que en este lazo vivo no sólo participa la mente sino
toda la persona. No ha de sorprendernos que la telepatía
pueda aprenderse, hasta un grado u otro, si tenemos en
cuenta que de todos modos se produce. En cuanto a por
qué podría un individuo querer adiestrarse en biocon-
cordancia~ .t;l padre de la parapsico1,ogía soviética, doctor
L. L. Vas11íev, qwza tenga la meJor respuesta.
Vasffiev, fisiólogo de fama internacional, trabajó en
algunos proyectos de investigación psíquica, proyectos
toscos y de orientación pragmática que su gobierno le
encargó, pero la telepatía, que era lo que más le inte-
resaba personalmente, tenía muy poco que ver con las
reacciones de las masas. La telepatía consciente podía,
según él, ofrecemos la experiencia directa de otra per-
sona. Podía ser un puente que no sólo salvase kilóme-
tros sino la distancia que media entre las psiques y la
barrera de los cuerpos. Podía añadir nuevas dimensio-
nes de concordancia.
Pensando en ambientes más conocidos, un ruso más

247
famoso aún, el doctor K. Tsiolgovsky, creador del pro-
grama espacial soviético, afirmó hace mucho que ten-
dríamos que desarrollar la telepatía, no sólo para
explorar el espacio sino también para afrontar la sobre-
carga de información de la era espacial en la Tierra.
La telepatía o bioconcordancia es otro canal de in-
formación. Cobrar conciencia de ello puede proporcio-
narnos sugerencias respecto a cómo se conectan nues-
tros pensamientos con la red. Puede también hacernos
cobrar más conciencia de. sutiles sugerencias que nos
llegan del medio. Algunos tienen razones especiales para
investigar este campo. A los gobiemos les interesan los
sistemas de comunicación psíquica para utilizarlos en
caso de emergencia en el espacio o en submarinos y
están investigando también cómo podría utilizarse la
red psíquica en el espionaje y en el control mental.
A un nivel más mundano, un mensaje mental puede
impulsar a tu hermana a telefonear. Y abundan los
testimonios del SOS telepático en caso de urgente nece-
sidad. Pero, prescindiendo de que puedas captar o no
mensajes telepáticos, el tener una idea de lo que es la
telepatía puede darte noción de esa profunda concor-
dancia. Para algunos, calma los ruidos parásitos de la
alienación y así pueden interpretar más annoniosamen-
te sus piezas en el musicosmos.

El ritmo telepático
El ritmo sostenido es el meollo del su_per~~ndi-
zaie. · Modular . eimensaje puede facilüa:c también el
aprenc:Üza.i.e de la telepatía. Hablando con Ios rusos
oímos decrr esto muchas veces. De acuerdo con la idea
d.! concordancia, intentaron convertir en «gemelos> a
las parejas telepáticas. Intentaron sincronizar la caden-
cia de los ritmos orgánicos para estimular la comunica-
ción. Y utilizaron el ritmo de forma menos sutil. En el
Instituto Popov de Moscú, Vladimir Fidelman se dedi-
caba a preparar a individuos para transmitir números
mentalmente. La música podía obstaculizar la transmi-
sión del mensaje. Fidelman recurrió a la electricidad
para crear un nuno. Puso un número, el tres por ejem-
plo, sobre una luz que lo mostraba parpadeando una
y otra vez al transmisor. «Repite tres, tres, a ritmo con
la luz, hasta que puedas visualizar .,tres" con una clari-
248
dad absoluta en una pantalla imaginaria de tu mente»,
les dijo a los transmisores. Fidelman descubrió que en
una serie de 134 números los transmisores lograron
transmitir correctamente cien a un individuo situado a
casi kilómetro y medio de distancia. Un resultado muy
brillante.
En Estados Unidos se han adaptado y ampliado va-
rios descubrimientos de la parapsicología soviética.
Pero la cadencia, la idea del poder del ritmo, se ha
:pasado por alto. Antes del trabajo soviético, el neuró-
logo norteamericano doctor André Puharick utilizó lu-
ces destelleantes. Hizo parpadear un estroboscopio ante
los ojos cerrados del psíquico Peter Hurkos. nste era
capaz de ajustar el estroboscopio a cualquier velocidad
que «le agradase». Con aquella luz palpitante e intensa,
Hurkos experimentó «un incremento verificable de su
capacidad de telepatía y clarividencia», según informó
Puharick. (No es aconsejable que se intente este expe-
rimento por cuenta propia; si la velocidad no es la ade-
cuada, puede producir un ataque.) Puharick, sin duda,
conocía las investigaciones que indicaban que en algu-
nos gemelos idénticos, si la luz parpadeante alteraba
los ritmos cerebrales de uno de ellos, se alteraban si-
multáneamente los del otro, aunque estuviese en otra
habitación. Pero Puharick, como Lozanov, se interesó
también desde un principio por los chamanes y los yo-
guis para los que el ritmo de la conexión mental es
sabiduría antigua, muy antigua.
El yogui Ramacharaka, por ejemplo, en su libro
Hindu Yoga Science of Breath (Ciencia de la respira-
ción del yoga hindú), escribe: «El ritmo incrementará
la fuerza de emisión del pensamiento en varios tantos
por ciento.» Transmite después de respirar rítmicamen-
te, aconseja. Esto entraña respirar a compás con el
propio pulso. (Ver pág. 193 para instrucciones.) Los
yoguis idearon también, hace mucho, velas especiales
que producen un efecto de fluctuación rápida para alte-
rar estados de conciencia. Los grupos esotéricos occi-
dentales han insistido también siempre en el ritmo ...
en elevar el propio voltaje con ritmo y ponerse a ritmo
con alguien con quien deseas conectar a distancia.

249
Aprendiz.aje - Qué contribuye a ello
Se sabe más sobre el aprendizaje de la telepatía que
sobre el de las demás facultades psíquicas. Es intere-
sante destacar que los trabajos independientes sobre
Jo que puede estimular la relación telepática indican
casi .las mismas c;ondidones que se requieren para el
C~1~srá/at~J Jnar:x~~r:n~~W:=e:f:¡
doctor Lozanov, partiendo de las raíces de la tradición
hermética occidental y del yoga, abordó primero la te-
lepatía o bioconcordancia y luego el aprendizaje rápido.
La telepatía y la supennemoria sólo son dos facultades
de toda una larga serie que, según la tradición, podían
desarrollarse por los mismos procedimientos.
Antes de iniciar una experiencia de telepatía, como
con cualquier sistema de superaprendizaje, es impor-
tante relajar el cuerpo y la mente, emplazarlos en un
estado de serenidad. Ayuda también la respiración rítmi-
ca. También en telepatía es útil la capacidad de visua-
lizar bien, sobre todo si vas a ser el emisor de imágenes.
Modular la información en períodos rítmicos parece
facilitar la reéepción. La atmósfera ha de ser positiva,
como en las sesiones de supennemoria. Procure captar
la sensación de juego, la alegría de la aventura y el
aprendizaje. Y también ayuda pensar que eres capaz
de hacerlo. Esto puede parecer demasiado obvio, pero,
respecto a la telepatía, años de experimentos científicos
demostraron sobradamente este punto. A algunos indi-
viduos les resulta útil representar papeles, esto estimu-
la sus facultades psíquicas, como sucede en las clases
de aprendizaje rápido. Si le atrae la idea, fabríquese
otra identidad, alguien que sea especialista en el tema,
por ejemplo. Puede volar a corta distancia o recorrer
los espacios interestelares, o ser miembro de la compa-
ñía de Merlin que monta un número mental para al-
guien. De ese modo, además, no le serán atribwdos sus
errores.
Antes de iniciar una sesión telepática, tómese siem-
pre dos o tres minutos para relajar el cuerpo y calmar
la mente. Afirme que puede aprender e intente volver a
experimentar la sensación agradable que produce el
aprendizaje positivo.

250
Para captar la sensación
La telepatía exige, por definición, más de una mente;
en consecuencia, hace falta un compañero. Como lo que
se pretende es una conexión directa con otro ser hu-
mano, elija a alguien con quien tenga una relación fuer-
te ... una concordancia, bio o de otro tipo. Túrnense al
principio enviando y recibiendo telepáticamente. Quizá
descubra que se le da mejor una cosa que otra.
Hay varias vías para empezar en telepatía. Parece
que una ¡;le las vías más fáciles es, paradójicamente, in-
tentar comunicar información sobre un tema muy com-
plejo: otra persona, por ejemplo. Frances Brown Zeff,
que fue presidente de la Sociedad de Investigación Psí-
quica del sur de California, enseña parapsicología en el
Programa para adultos del Ciprus College. Aparte de la
investigación, a los estudiantes les gusta captar la sen-
sación de lo que es la telepatía. Zeff, como otros profe-
sores, considera que los principiantes de su curso suelen
responder bien cuando intentan captar impresiones te-
lepáticas de una persona desconocida. Para hacerlo, el
emisor sencillamente piensa en alguien a quien conoce
bien. Se concentra en él, y procura enviar una imagen
de alguien. El receptor intenta describir a la persona,
sus características psíquicas y cualquier otra cosa res-
pecto a ella que le llegue.
Frances Zeff, de nuevo al igual que otros, considera
que los principiantes suelen comunicar muy bien tele-
páticamente los sabores. El emisor elige algo que tenga
un sabor peculiar: Un trozo de caramelo, una rodaja
fresca de limón. Sin que el receptor lo vea, prueba el
caramelo, por ejemplo, saboreando la sensación dulce y
azucarada en su propio cuerpo mientras procura trans-
mitir el gusto, la textura y el aroma al receptor. Según
Zeff, la gente lo hace mejor cuando tiene hambre, y no
parece captar los sabores enseguida si ha acudido a
clase inmediatamente después de comer.
Otro enfoque del mismo principio consiste en inten-
tar comunicar una imagen desconocida. Las obras de
arte son buenas para esto porque tienen unos perfiles
claros, emoción, y, con frecuencia, contenido mítico. El
emisor se limita a colocar ante sí la imagen sin que la
vea el receptor. La contempla, la visualiza claramente,
procurando que participen al máximo sus sentidos, y
la envía al receptor. Ha de procurar captar cuanto pue-

251
da de la imagen: tema, colores dominantes, una forma
o una línea que resalten, la atmósfera emotiva, lo que
sea. Puede descubrir que le es útil bosquejar impresio-
nes. Puede ser interesante ver qué elementos llegan a
transmitirse.
Tarde o temprano, muchas personas quieren probar
el experimento clásico de percepción extrasensorial, que
consiste en comunicar un objeto conocido de cinco se-
leccionados, sean símbolos, cartas, números o imágenes.
Elija con su compañero cinco elementos. Si le gustan
las letras, pruebe con B A Z O W. Si lo que le gusta son
los números pruebe con 4 5 6 7 8.
Cuando los dos se hayan tomado unos minutos para
hacer ejercicios respiratorios y relajarse, el emisor ele-
girá al azar (con un dado, por ejemplo) un objeto de
la serie de cinco ... por ejemplo, un vaso de vino de un
grupo de cinco objetos distintos.
El emisor ha de contemplar el vaso, visualizarlo cla-
ramente en su pensamiento, procurar que participen
otros sentidos en la operación, tocarlo, palpar su perfil,
percibir la frialdad del cristal mientras va enviando
la imagen a su compañero. En cuanto al ritmo de emi-
sión, quizá fuera útil servirse un poco del yoga y mo-
dularla más o menos según el ritmo del propio latido
cardíaco. Hay personas que prefieren emitir una vez
por segundo, sesenta veces por minuto. Se puede utili-
zar un metrónomo o una luz parpadeante para reforzar
el ritmo y probar variaciones de velocidad para ver si
alteran la capacidad de comunicación. Imagine luego
que está viendo el vaso de vino por los ojos de su com-
pañero. Proyecte la imagen de un minuto a un minuto
y medio.
Si es el receptor, ha de colocarse en una posición
cómoda y con los ojos cerrados. El objetivo es un esta-
do de «conciencia relajada». No baraje las posibilidades
en su mente. Si las imágenes parpadean en su pantalla
mental, espere a que se estabilicen.

Corrección
En este marco básico, debería acertar una vez de
cada cinco por puro azar. No se preocupe por eso al
principio. Procure determinar cómo se siente, qué ve,
cuándo emite y cuándo recibe, cuándo llega el mensaje.

252
¿Puede percibir la diferencia entre un barrunto y la
percepción extrasensorial? Suele suceder que sólo lle-
gue una parte del objeto ... ¿Por qué esa parte? ¿Trans-
mite más emoción, más acción, más calor, tiene una
forma más definida? Procure cambiar de objeto antes
dt: llegar a aburrirse.
Repitámoslo: las claves son relaiamiento, wualiza-
ción y _práctica. Son muchas las personas, por desgracia,
que abordan por primera vez las percepciones extrasen-
soriales en una situación de prueba para ver si las «tie-
nen». Si después de una o dos sesiones no se manifiesta
la telepatía, lo dejan. Con esta actitud jamás se podría
aprender a leer, a nadar, a multiplicar ni se adquiriría
ningún otro talento o capacidad.

Relojes
Aunque hay más elecciones posibles a muchos prin-
cipiantes les va bien con la esfera del reloj, quizá por-
que estemos acostumbrados a visualizar los relojes y a
fijarnos en ellos. Si quiere probarlo, utilice un reloj
normal. Elija al azar una hora (de una a doce), coloque
las manecillas y transmita mentalmente, centrándose
en el ángulo. Si quiere convertirlo en un juego, utilice
un sistema de puntos tomado de un famoso experimento
inglés: doce puntos para la hora exacta; seis para una
imagen invertida (las nueve en punto en vez de las tres
en punto, por ejemplo); cuatro puntos por la hora en
cualquier lado del tiempo marcado. Es bastante co-
rriente que se capte el lado correcto del reloj, derecha
o izquierda.

Concordancia cinética
Los que son poco hábiles para enlazar con imágenes
suelen serlo más cuando intentan comunicar movimien-
tos corporales. El receptor pasa a otra habitación donde
puede realizar un movimiento. Pruebe con algo rítmico,
como una danza de guerra india, o los movimientos del
patinaje sobre hielo, balancéese de lado a lado, imagi-
ne que está patinando.
Si logra ciertos éxitos con este tipo de comunicación,
quizá intente guiar los movimientos de su receptor.

253
Para ello tienen que estar los dos en la misma habita•
ción. El receptor ha de dar vueltas a un mueble; por
ejemplo, a una mesita de café. Después de dar la pri•
mera vuelta, mientras está dando la segunda, ordénele
mentalmente que se pare en un punto concreto. Pro-
cure guiarle por la habitación, haciéndole ir hacia ade-
lante, hacia la izquierda, erguirse, agacharse. Intente
guiarle hasta un objeto oculto en algún lugar de la ha·
bitación. Este procedimiento, del tipo de la «caja de
tesoro», funciona bien con algunos principiantes, y, al
principio, puede proporcionar realimentación sobre la
marcha. El receptor de este tipo de concordancia· ciné•
tica ha de cerrar o semicerrar los ojos para evitar dis•
tracciones. Debe procurar sentir el cuerpo, relajarse y
dejarse ir con la marea, dejar que la ola le lleve; si
capta una sensación de contracorriente que le arrastra
hacia atrás, debe pararse.
El emisor o proyector ha de ordenar mentalmente a
su compañero que avance hacia adelante o hacia la iz-
quierda, o que pare, ha de visualizar y procurar que
participen sus propios músculos. Ha de procurar sen•
tirio en su propio cuerpo.
El ritmo y la concordancia eran los puntos básicos
en que apoyaba el doctor Lozanov su sistema de tele-
patía más demostrable y de más éxito, que despertó
gran interés en el mundo comunista. Un receptor telepá-
tico tiene una llave telegráfica emplazada a su derecha
y otra a su izquierda. El emisor, en una habitación ale-
jada, está sentado junto a un metrónomo en marcha.
Siguiendo el ritmo que marca el metrónomo, el emisor
sugiere telepáticamente: «Pulsa a la derecha, derecha».
O «izquierda, izquierda», según un mensaje raya-punto
codificado. Ha de repetir cada orden diez veces. El re-
ceptor ha de captar seis de cada diez para considerar
recibido el símbolo.
Con esta forma rítmica de percepción extrasensorial
cinética, los búlgaros consiguieron sistemáticamente una
exactitud del setenta al ochenta por ciento en miles de
pruebas de este tipo. Lograron transmitir correctamente
largos fragmentos de información. «La telepatía puede
utilizarse en la práctica -dice Lozanov-. La telepatía
y la clarividencia pueden cultivarse y fomentarse me-
diante la sugestología.»
Si desea ensayar esta percepción extrasensorial
muscular, podría utilizar un metrónomo con un ritmo
254
de sesenta compases por minuto, setenta y dos por mi-
nuto, o el ritmo de su propio pulso. Lozanov no reveló
el ritmo concreto utilizado. Podría utilizarse incluso un
teclado de piano dividido en dos en vez de las claves
telegráficas. En vez de pulsar a la derecha, se dará una
nota aguda, y el equivalente a pulsar a la izquierda será
una nota grave.

Concordancia onírica
«Te veré en mis sueños» puede querer decir más de
lo que cree, según toda una década de trabajos de labo-
ratorio sobre los sueños. Al parecer, es posible ser ha-
cedor de sueños y enviarle un sueño a alguien.
Para probar este ejercicio, busque un compañero
propicio, a ser posible alguien que lleve ya un diario
de sueños y esté acostumbrado a recordar sueños. En el
laboratorio se despierta a los sujetos nada más termi-
nar cada sueño, para anotar las impresiones. Tendrá
que confiar en la disciplina y ]a voluntad de su soñador.
Elija diez fotografías, unas con fuerte contenido emo-
tivo y otras con acción. Según los experimentos, y no es
sorprendente, los temas eróticos y violentos se transmi-
ten mejor.
No le diga a su compañero qué fotografías ha ele-
gido. Si no viven en la misma casa, espere hasta estar
seguro de que el compañero está dormido. Anote en-
tonces la hora y empiece a emitir el tema de su sueño.
Sumérjase usted mismo en la imagen, en las emociones.
¿ Es capaz de percibir las sensaciones táctiles? Después
de un rato, interprételo; si hay baile, baila, si hay un
combate de boxeo, boxee con un adversario imaginario.
Nada más despertar, el receptor ha de anotar todo
lo que ha soñado. Cuando se encuentre con él, mués-
trele las fotografías y pregúntele cuál se relaciona con
sus sueños, si es que alguna se relaciona con ellas. Exa-
mine sus anotaciones y compruebe si hay varios niveles
de posible correspondencia.
Un medio más antiguo y más simple de practicar la
telepatía nocturna es intentar despertar a alguien. Cuan-
do esté seguro de que su compañero está dormido,
anote la hora y empiece a intentar despertarle mental-
mente. Ordene, llame, visualice, etc. Anote la hora en
que acabe, y el receptor debe anotar el momento en que

255
despierta durante la noche. En este caso, probablemente
baste una vez por noche.
En una ocasión, en un viaje, las tres autoras de este
libro tuvieron la experiencia de un despertar mental de
este género. Jack Schwarz había prometido telefonear
para despertarnos porque teníamos una cita muy tem-
prano. Lo cierto es que aproximadamente a la hora pre-
vista, Nancy, que había trabajado varios años con
Schwarz, se despertó del todo con un sueño. En este
sueño, Jack le decía que se despertase: no esperes la
llamada de Jack. La reunión es en el hotel. Resultó
que el teléfono estaba estropeado y Jack no podía tele-
fonear, así que decidió hacer una llamada mental mien-
tras alguien cruzaba la ciudad para llamar a la puerta.
Si fue coincidencia, no hay duda de que fue más oportu-
na de lo que suele serlo.

¿Cómo se llama esa melodía?


«¡Estaba pensando exactamente en eso!» Es posible
que te digan esto a veces cuando empiezas a tararear
o silbar una melodía. La música, con sus movimientos,
su ritmo, su melodía, su emoción, parece ser un medio
excelente de poner en contacto mentes, pero se ha in-
vestigado muy poco sobre este asunto.
Pruébelo usted mismo. Elija cinco frases musicales
claras que usted y su compañero conozcan bien. Selec-
cione una al azar y empiece a tararear mentalmente.
Si es capaz de conjurar toda una orquesta mentalmente,
escúchela y emítala.

Padres e hijos
La concordancia suele ser mucho más acusada entre
padres e hijos. Y es una conexión de varias notas. Hay
una concordancia biológica profunda que puede hacer
reaccionar el cuerpo de un niño pequeño en el momento
en que su madre, que está en otra sección del hospital,
sufre un súbíto dolor. Hay una concordancia emotiva
a distancia, unas veces sostenida y otras no. En un caso
sumamente interesante, un paciente del psiquiatra
Bethold Schwarz se vio asaltado por un súbito e inten-
so dolor de muelas. Fue enseguida al dentista. J!ste no
256
pudo encontrar la causa del dolor, aunque era evidente
que el dolor existía. Por último, el dolor cesó con la
misma brusquedad con que había surgido. Esa noche,
la madre del paciente telefoneó desde otro estado. Ha-
bía tenido una muela infectada que le había dolido mu-
cho y que le habían extraído aquel mismo día. Era la
misma muela. El doctor Schwarz constató gran número
de casos de dolores y crisis emotivas «por simpatía»
entre parientes próximos y amigos íntimos. Este doctor,
que además era padre, acabó escribiendo un libro sobre
la telepatía entre padres e hijos.

Un diario de familia
A algunos padres y madres les resulta muy útil llevar
un pequeño diario con fenómenos telepáticos, aparente-
mente espontáneos·, entre ellos y sus hijos. Schwarz y
otros descubrieron que los niños pequeños pueden ver-
balizar de pronto sus pensamientos, e incluso interpre-
tarlos. Puedes estar, por ejemplo, en la mesa del despa-
cho buscando una grapadora que hace dos meses que
no usas. Al poco rato, puede aparecer tu hijo con ella
en la mano y preguntarte para qué sirve. :estos son pe-
queños ejemplos, pero en cuanto empiezas a recoger
unos cuantos empiezas a hacerte una idea de cómo circu-
la el pensamiento en una familia, cómo influimos qui-
zás, y nos influyen, más allá del campo de las palabras
o de la acción.
Los niños parecen tener una capacidad psíquica na-
tural más acusada que los adultos, quizá porque aún
no han recibido sugestiones que la anulen. Un profesor
de California empezó a interesarse en el asunto cuando
dos muchachos de un campamento de verano comen-
taron que sabían que estaba enfadado porque veían
que cambiaba la energía o el aura que le rodeaba. El
profesor empezó entonces a hacer preguntas discretas
a los demás niños. Muchos de ellos habían tenido expe-
riencias que podríamos llamar psíquicas. Lo que más
mencionaban eran cosas como ver auras, saber lo que
iba a pasar antes de que pasara y, curiosamente, por-
que es algo que la parapsicología sólo está empezando
a estudiar, la sensación de flotar fuera del propio cuer-
po. Los niños no solían hablar de estas experiencias por
dos razones: habían recibido la sugestión de que tales
257
cosas no eran del todo «correctas», o bien sencillamente
suponían que tales cosas les pasaban a todos y que no
merecía la pena comentarlas.
Si el tema le interesa, hable con los niños sobre los
fenómenos psíquicos. No les sugiera que deben tener
experiencias ps1quicas. Limítese a abordarlo como algo
natural que puede suceder o no. Quizá desee jugar a
juegos psíquicos con ellos para intentar captar las «fu-
turas facultades» de los futuros ciudadanos. He aquí
algunos por los que puede empezar.

Juegos para niños

UNA CUENTA PENDIENTE

Objetivo:
Estimular la concentración y 1a telepatía.
Elementos necesarios:
Una tarjeta para cada jugador. Dibuje un pez en dos
de ellas. Un trébol de cuatro hojas en las demás.
Instrucciones:
Los niños se sientan en círculo.
Se barajan las tarjetas.
Se entrega una a cada niño, que la colocará con el
dibujo mirando hacia sí.
Se explica a los niños el objetivo del juego: el trébol
representa buena suerte. El pez algo pendiente. De-
ben intentar determinar telepáticamente qué perso-
na tiene «algo pendiente» con cada uno.
Emisor:
Cada niño se concentra y procura emitir el pensa-
miento mediante la imagen y formulando, una y otra
vez, mentalmente el nombre del símbolo de su tar-
jet~. Deben procurar emitir rítmicamente la imagen.
Receptores:
Mientras el emisor hace lo indicado, los demás niños
del círculo cierran los ojos, hacen una inspiración
profunda, se quedan quietos, encienden sus pantallas
mentales y esperan a que en la pantalla aparezca
uno de los dos símbolos. Han de intentar también
258
determinar telepáticamente si hay «alguna cuenta
pendiente» con la persona y anotarlo en la parte pos-
terior de su tarjeta.
Ganador:
Cuando todos hayan sido emisores, han de mostrar
sus tarjetas.
Puede adjudicarse puntos a los ganadores.
DETECTIVE PSÍQUICO

Objetivo:
Estimular la concentración y la telepatía.
Se necesitan:
Tarjetas de papel, una por jugador.
En una tarjeta escriba: Cara Feliz - Testigo.
En otra tarjeta escriba: Cara Triste - Delincuente.
Las demás tarjetas quedarán en blanco.
Instrucciones:
Los niños se sientan en círculo.
Se entrega a cada uno una tarjeta, que sólo ve la
persona que la recibe.
Se explican los objetivos del juego. Sólo hay una
Cara Feliz-Testigo. Sólo hay una Cara TrisU?Delin-
cuente.
Los niños anotan sus nombres (o un número deter-
minado) al pie de la tarjeta.
El niño que tiene la tarjeta «Testigo» se identifica
al resto del grupo.
Los demás doblan las tarjetas y se las entregan al
Testigo.
El Testigo las abre y descubre el nombre de la per-
sona que recibió la tarjeta de Delincuente.
Emisor:
El Testigo o emisor habrá de concentrarse entonces
en el nombre de la persona que recibió la tarjeta
Delincuente, visualizándola con la mayor claridad po-
sible y repitiendo mentalmente el nombre una y otra
vez, de forma rítmica.
Receptores:
Mientras el emisor lo hace, los demás han de cerrar

2S9
los ojos, quedarse relajados y quietos y esperar a
que en su pensamiento brote el nombre del Delin-
cuente.
Ganadores:
Anote los nombres. Pueden darse puntos a los ga-
nadores.
SILLAS MUSICALES PSÍQUICAS

Elementos:
Numere un grupo de sillas.
Ponga tarjetas de papel con números correspondien-
tes a los de las sillas en un sombrero.
Cada jugador ha de tener una tarjeta y un lápiz.
Instrucciones:
Los jugadores se sientan en las sillas y eligen un
emisor.
Emisor:
Pone música. Luego extrae un número del sombrero
y lo proyecta mentalmente al grupo.
Receptores:
Cada jugador anota un número recibido telepática-
mente.
Cuando la música cesa, todos muestran sus números.
Ganadores:
Los jugadores que tengan los números correctos de-
jan sus sillas.
Repítalo hasta que sólo quede una persona en el
«asiento psíquico caliente».

Semáforo mental y metáfora

Emitir y recibir: estos términos proceden de los


primeros tiempos de la radio, cuando empezó a exami-
narse por primera vez la «radio mental» o telepatía. Si
tiene cierta inclinación a ello, puede profundizar su sen-
sibilidad para lo psíquico haciendo una lista en la que
describa lo que cree que está haciendo cuando participa
en experiencias telepáticas. ¿Puede encontrar términos
260
más contemporáneos, palabras que quizá describan me-
jo,~ lo que sucede que emisor y receptor? ¿Viaja real-
mente el mensaje de un lugar a otro como la radio?
¿Penetra de algún modo en un espacio distinto, en otro
estado de conciencia y simplemente lo sabe? ¿Se parece
más a la experiencia del compositor y el intérprete, y el
receptor está en realidad ayudando a recrear el impulso?
¿Tiene esto algo que ver con la idea de crear nuestra
propia realidad? ¿Qué puede decir de ese tipo de concor-
dancia telepática profunda que, según las investigacio-
nes, se extiende hasta los animales e incluso quizás
hasta las plantas? ¿Intervienen en ello algún tipo de
energía? ¿Son aplicables los conceptos de yin y yang?
¿Y la resonancia?

Fe Fi Fo Fum
Hay un experimento, simple como una parábola, que
puede hacer realidad esa idea de estar verdaderamente
conectado con la vida... tan animado y vivo como un
tallo de fríjol que crece al sol.
Elija semillas corrientes, las de judías o cebada va-
len. Coja tres macetas y plante diez semillas en cada
una. Designe las tres macetas del siguiente modo: Amor,
Control y Odio. Durante las semanas siguientes, tratará
las tres macetas del mismo modo material, proporcio-
nándoles la misma cantidad de agua, luz, etc.
Dos veces al día, por espacio de cinco a diez minutos,
comuníquese o contacte con la maceta Amor. Mental-
mente o en voz alta transmita a esas semillas ideas po-
sitivas y alentadoras. Rece por ellas, bendígalas si quie-
re. Dígales que son las mejores semillas del mundo, que
s~ convertirán inevitablemente en unas plantas grandes
y hermosas. Procure sentir concordancia y amor hacia
ese frescor desplegado y maravilloso. Visualícelas cre-
ciendo sanas y frondosas mientras les habla.
No haga nada con la maceta de Control. Utilice la
maceta Odio para vofcar sus frustraciones del día. Di-
rija su cólera contra esas semillas. Desanimelas. Díga-
les: «No sois buenas, no servís para nada. Nadie os quie-
re. El mundo no es bueno, no va a gustaros. Da igual
que os esforcéis ... » ¿Le suena esto a algo familiar? Vi-
sualtcelas como algo débil y raquítico.
Al cabo de unas semanas, compare las macetas. Com-
261
pruebe la altura, la frondosidad, las raíces. ¿Hay dife-
rencias? Muchos tipos de personas, desde escolares a
congregaciones eclesiásticas o científicas descubren que,
utilizando este sencillo experimento, de un modo u otro,
sus pensamientos ejercen una influencia palpable.

Grupos
Cuando se unen dos o tres personas en un pensa-
miento, el voltaje parece crecer geométricamente. Haga
que un grupo envíe mensajes mentales a una sola per-
sona situada en otra estancia. Los miembros del grupo
han de procurar actuar al unísono. Es un ejemplo espe-
cialmente aclecuado para utilizar el ritmo. Pueden utili-
zarse sesenta compases por minuto mientras todos emi-
ten al unísono. Durante un experimento, un grupo se
concentró en una parecl. No llegaba nada, así que se les
pidió que escribiesen su visualización y surgió todo des-
de la pared empapelada del comedor a la Gran Muralla
china. Si se trata de algo visual, haga que todos tengan
una foto que puedan mirar mientras emiten.
Cuando se emite a varias personas, hay que estar pen-
diente de si aparecen dos que den la misma respuesta
equivocada, como si pasase de uno a otro. Quizá sean
gemelos telepáticos naturales, individuos que se encuen-
tren en la misma «longitud ele onda» y que podrían ac-
tuar muy bien como equipo.
El doctor A. Esser, del Hospital Estatal de Rockland,
demostró lo íntimamente que participa la bioconcordan-
cia en nuestras relaciones. En un experimento con pa-
rejas, conectó a varias mujeres a instrumentos de con-
trol físico. En una habitación alejada, sus maridos exa-
minaban mientras tanto una serie de fotografías entre
las que había algunas de antiguas novias. Cuando un
marido contempló la fotograña de su primer amor, el
cuerpo de su esposa registró un cambio indicado por
lo~ instrumentos. No percibía conscientemente que su
marido se estuviese concentrando en su primer amor ...
pero su cuerpo sí lo percibía.
En la telepatía de grupo, procure emitir nombres o
rostros de personas con las que el receptor tenga una
relación fuerte. Pruebe con fotografías o colores, sím-
bolos, .anuncios, emociones o sabores. El grupo también
puede integrarse mentalmente cuando cada miembro del
mismo se encuentra en su casa.
262
Carisma
Todos deberíamos saber ya que cuando entramos en
un lugar donde hay extrafios nos tratarán tal como no-
sotros esperamos que nos traten. Y, como dicen los
rusos, la bioconcordancia es la base de ese chispazo
súbito, positivo o negativo, que sentimos con ciertas
personas. Procure experimentar utilizando diferentes
actitudes, emociones, ideas, e introduciéndolas en la red
telepática cuando conoce a alguien o cuando está en un
grupo, en relaciones de trabajo o sociales. También pue-
de ensayar con conocidos. Compruebe si lo que envía
al exterior vuelve a usted.
La realidad de la bioconcordancia se hizo patente
para la actriz y autora Naura Hayden cuando estudiaba
las técnicas mentales de interpretación para ayudarse
a proyectar el carácter de los personajes. Trabajó en
concreto con el carácter expansivo, alegre y abierto de
una ingenua extrovertida y también con el carácter re-
traído y reservado de una joven reprimida. Parecía que
las técnicas mentales no le proporcionaban exactamente
la realidad del personaje que deseaba. Leyó un libro so-
bre ejercicios físicos para actores y empezó a hacer ejer-
cicios de distensión y también otros en los que tenía
que encogerse como un feto.
«Después de practicar mis ejercicios más o menos
una semana, hice que un amigo se sentara en mi sofá
y me situé dándole la espalda. Sin mover un músculo,
empecé a abrirme y cerrarme mental y emotivamente,
y él lo "percibió" cada vez que lo hice. Acertó veinti-
cinco veces de veinticinco intentos, con lo cual quedé
convencida de que el sistema funcionaba.» Hayden dice
en su libro Everything you always wanted to know about
energy but were too weak to ask (Todo lo que siempre
deseaste saber sobre energía y no te atreviste a pre-
guntar): «Empecé a ver que la mente, las emociones y
el cuerpo eran uno.» La bioconcordancia, los mensajes
que palpitan en círculos crecientes brotando del con-
junto global del individuo, probablemente sean el núcleo
de lo que llamamos carisma. :esta es la comunicación
entre líneas de los grandes artistas y dirigentes y de los
grandes maestros. Es lo que hace que el mensaje llegue,
que nos alcance y nos arrastre, incluso a las barricadas.
Está empezando a parecer que por debajo de la apa-
rente separación de las cosas, existe una conexión, una

263
red dinámica, que destella con incontables mensajes por
todas partes, quizá más deprisa que la velocidad de la
luz. El tiempo y el espacio parecen no afectar a estas
señales de la vida. No hemos hecho más que empezar a
comprender cómo influimos y somos influidos con pen-
samientos y sentimientos que recorren esa red. Se trata
de algo que sin duda han de investigar los diversos
especialistas, pero no sólo ellos. Como el antiguo sis-
tema telefónico, se trata de una línea colectiva y todos
estamos en ella. O quizá podamos utilizar una imagen
más amplia que la de línea. Como dijo Donald Hatch
Andrews: «Al cambiar la base de nuestra concepción
del universo del campo de la mecánica al de la música,
entramos en una filosofía de la ciencia totalmente nue-
va... » y se inicia para el resto un modo nuevo de mirar
las cosas. En ese sentido, formamos la resonancia, so-
mos el mensaje y la música.

264
SECCIÓN 4

EJERCICIOS
17
YOGA MENTAL V EJERCICIOS DE CONCENTRAClóN

«Es necesario que los alumnos comprendan que una


visualización adecuada y la confianza en lo que quieren
hacer y comprender es una gran ayuda para lograr sus
objetivos.it Esto lo dice Al Pollard, de Little Rock, fun-
dador de una empresa de asesoramiento empresarial de
notable éxito. Al Pollard, pionero de fama internacional
en el desarrollo del comercio de exportación de su es-
tado, se dedica a ayudar a los hombres de negocios a
establecer contacto con su intuición, su creatividad y las
llamadas facultades extrasensoriales. Se dedica también
a introducir en la educación técnicas de ampliación de
la mente. «Tenemos que comprender que la gente busca
y anhela nuevas experiencias.it Según él: «El aprendizaje
es el único proceso que nos permite tener siempre ex-
periencias nuevas. Y el sistema educativo es una expe-
riencia instructora y motriz con un tremendo potencial
para proporcionar a alumnos y profesores la fuerza di-
námica necesaria para lograr lo que desean, y deberla
ser una experiencia fecunda y agradable para todos.»
Una de las fuerzas dinámicas Q.UC uudan a lqgrar lo
que se desea es la ca\)acidad 11ara visualizarlo.
1..a visualizadón y la concentrac16n son ef nervio y el
músculo que alimentan las hazañas mentales de indi-
viduos como Nikola Tesla y las hazañas físicas de Jack
Nicklaus, y pueden aprenderse a cualquier edad. Pueden
ayudarte a desplegar una nueva capacidad en educación
y en deportes, en control del dolor y en intuición. Pue-
den liberar nuevas fuerzas en una amplia gama que
267
abarca desde los descubrimientos científicos- al mundo
de los negocios, desde la literatura a la política.
Al raja yoga, o yoga mental, se le suele llamar «cien-
cia de la concentración». Los que lo practican afirman
que a través de etapas graduales de visualización es po-
sible mejorar la concentración, estimular las facultades
mentales y desarrollar memoria fotográfica.
Algunos de los siguientes ejercicios proceden de los
ejercicios clásicos de visualización del raja yoga, des-
tinados a mejorar las facultades mentales.

Mejor concentración a través de la respiración


Este ejercicio utiliza la respiración para desarrollar
un nexo de comunicaciones entre la mente y el cuerpo.
Ayuda a fortalecer la capacidad de concentración y vi-
sualización por el procedimiento de centrar la atención
en el intercambio energético que se produce en la res-
piración. Puede también ayudar a desarrollar la con-
centración, según la teoría oriental, acumulando bioener-
gías al aumentar la ingestión de oxígeno y de prana.
Este ejercicio clásico, llamado «polarización», es tam-
bién, según se dice, una especie de regalo para los preo-
cupados. Los que practican el yoga afirman que puede
ayudar a romper el «círculo obsesivo» y a eliminar an-
siedades, al aumentar el suministro de energía nerviosa.
Podrá apreciar si saca algo en limpio o no con este
ejercicio de concentración después de haberlo practica-
do un tiempo, comprobando si siente o no que una es-
pecie de corriente energética cosquilleante le recorre
el cuerpo con cada inspiración y espiración.
Todos los ejercicios mentales han de hacerse siem-
pre con suavidad. ·
1. Busque un lugar apartado y tranquilo, en el que
no le molesten. Tiéndase boca arriba en un sofá, en una
cama o en el suelo, con los pies hacia el sur y la cabeza
hacia el A,Orte, de modo que quede alineado con el catn-
po ma¡né.tico de la Tierra.
2. Una los pies y coloque las manos, con las palmas
hacia. arriba, tocando los costados del cuerpo.
3. Haga una inspiración lenta, regular y profunda
(por la nariz) y visualice.llWl energía ama.r.illo oro y cá-
lida, penetrando poi; la parte superior de la cabeza, re-
268
corriendo todo su cuerpo y saliendo por las plantas de
los pies. Considere esta energía amarilla que entra en
usted como una corriente positiva.
4. Mientras espira, lenta :y regularmente, visualice
una energía lunar fresca y az_ur que penetra por Tas plan-
tas de sus pies y recorre su cuerpo: ll' _saie _por la parte
superior de su cabeza. Considere esta energía azul como
una corriente neg,ativa.
5. Siga durante · unos quince minutos inspirando
.a marillo y espirando azul. Procure imaginar cómo reco-
tren estas energfas polarizadas el cuerpo igual que -una
corriente eléctrica. Deje que la inspiración amarilla vi-
bre a su través de la cabeza a los pies. Deje que la es-
piración azul vibre a su través de los pies a la cabeza.
Procure mantener sincronizadas respiración, visualiza-
ción y percepción interna de energías.
6. Se considera intensificada la capacidad de con-
centración cuando se siente una sensación clara de es-
tar «cargado» con una corriente energética que recorre
el cuerpo con cada inspiración y con cada espiración.

Decorado interior para la mente


La visualización, la imaginación y la estimulación de
la memoria tienen mucha relación con el hecho de cen-
trar la mente. Lo de centrar la mente debería hacerse
con suma delicadeza y suavidad, con la misma suavidad
con que se ajusta y se centra un microscopio de gran
potencia. Antes de hacer un ciercicio .de concentración
utili~e uno de ros ejercicios de relajamiento, con el fin
de s1foarse en un estado libre · de tensiones. El forzar
o imponer un estado asi solo bloquea el estado mental
necesario para la concentración.
DIBUJOS MENTALES

Estos ejercicios que fomentan la facultad de concen-


tración se realizan con diversas figuras geométricas que
pueden hacerse de papel o de cartón. Algunas personas
fijan estos dibujos en las paredes e incluso los enmar-
can. Estas imágenes tienen entonces una doble ventaja:
son un elemento decorativo, además de ser amplifica•
dores mentales.
En Oriente, llamall yantras a estas formas geométri•

269
cas; y algunas de las más perfectas pueden , adquirirse
como transparencias para la decoración de ventanas.
CÓMO SE HACEN nmu1os PARA LA MBNTB

Modelo 1: Corte un cuadrado de cartón nel11'.<> de 37,5


x 37,5 cms. Corte un cuadrado de cartón blanco de
5 X 5 centímetros. Pegue el cuadrado blanco exactamen-
te en el centro del negro.
Modelo 2: Corte un cuadrado de cartón. negro de 37,5
X 37,5 cms. Corte una estrella de cinco purilas de 27,5
cms. de ancho de cartón blanco. Pegue la estrella blanca
en el centro del cuadrado negro.
Modelo 3: Corte un cuadrado de ·c artón blanco de 37,5
X 37,5 centímetros. Corte un círculo de cartón esmalte
de cobaUo de 12,5 centímetros de diámetro. l'egue el
círculo cobalto exactamente en el centro del cuadrado
blanco.

Primer ejercicio de concentración


Este ejercicio es útil para (a) la facultad de concen-
tración y (b) la facultad de visualización ... y las estimu-
la ayudando a transferir formas exteriores a los ojos
internos de la mente.
1. Fije el modelo 1 (cuadrados negro y blanco) en
una pared de color claro. Sitúelo a una altura que deje
centrado el cuadrado blanco al nivel de sus ojos, sen-
tado usted en una silla. Asegúrese de que hay luz bas-
tante para ver claramente la figura.
· · 2. Siéntese enfrente en una silla, a unos noventa
centímetros de distancia.
3. Colóquese en un estado centrado o relajado, por
medio de su método preferido de relajamiento.
4. Cierre los ojos y, durante dos minutos, imagine
una pantalla de una negrura cálida y aterciopelada. Si
brotan imágenes que le distraen, déjelas pasar flotando
e imagine de nuevo la pantalla negra, exactamente igual
que una pantalla de televisión antes de encenderla.
S. Abra los ojos y mire al centro de la figura duran-
te unos tres minutos. Mírela fijamente. Procure no pes-
270
· tañear, pero no se esfuerce. Siga contemplándola hasta
que empiece a ver que se forma alrededor del cuadrado
blanco un borde coloreado.
6. Aparte despacio los ojos de la figura y fíjelos
en la pared en blanco. Ha de aparecer en la pared una
postimagen (un cuadrado negro). Contemple la imagen
consecutiva todo el tiempo que pueda verla. Si empieza
a desvanecerse, imagine que aún sigue allí.
7. Cuando haya desaparecido por completo la post-
imagen, cierre los ojos y recréela con los ojos mentales.
Procure mantenerla con la mayor coherencia posible
en la pantalla de su mente.
8. Repita todo el proceso.
Los ejercicios 1 y 2 pueden prolongarse hasta quince
minutos. Practique más o menos durante una semana
antes de hacer el ejercicio de la memoria fotográfica.

Segundo ejercicio de concentración

l. Fije la figura estrellada en la pared.


2. Siéntese en una silla a unos 90 cms. de .distancia.
3. Colóquese en estado de relajamiento.
4. Cierre los ojos e imagine en su mente una pan-
talla negra.
5. Mire la figura estrellada. Mírela durante dos mi-
nutos.
6. Desplace los ojos hacia la pared y contemple la
postimagen de la estrella.
7. Cierre los ojos y procure ver en la pantalla de
su mente la figura estrellada.
Puede practicarse también el mismo tipo de ejerci-
cio de concentración con la propia sombra, al aire libre
o en el interior. Colóquese, de pie o sentado, frente a la
luz, de modo que proyecte sombra. Mire el cuello de su
sombra durante dos minutos aproximadamente, y mire
luego una pared de color claro (si es al aire libre, al
cielo) y contemple la postimagen de su propia sombra.
Cierre los ojos y contemple su sombra con sus ojos
mentales.

Después de haber practicado un tiempo esta técnica


de concentración, puede utilizarla para hacer «instan•

211
tá,,eas mnemotécnicas» de gráficos o pá.¡jnas de libros.
Procure ver todo el gráfico con claridaa con los ojos
cerrados, en la pantalla de su mente.

Ejercicio de movimiento, color y forma


La capacidad de crear imágenes mentales vívidas es
una de las claves l?ara tortafecer la memoria y para
nie~orar la ef!cacia en !os depa.r~es. Hay tres elementos
bas1cos, lo nusmo que en publicidad o en las peiicutas,
que hacen vívidas las imágenes: tamaño. color y movi-
miento. Es como si pusieses las cosas que has de reeor-
dar en un inmenso tablero de vívidos colores y con lu-
ces parpadeantes.
1. Fije el modelo 3 (cuadrado blanca. con círculo
azul) en la pared al ntvel de sus ojos.
2. Colóquese en un estado de relajamiento y medi•
tación.
3. Cierre un minuto los ojos e imagine una pantalla
negra.
4. Abra los ojos y contemple la figura. Céntrese en
el círculo azul. Imagine luego que lo ve a través del
objetivo de distancia focal variable de una cámara cine-
matográfica. Aproxime rápidamente la cámara al círcu-
lo azul hasta que sea enorme y ocupe toda la pantalla
de su mente. Aléjese rápidamente de él otra vez hasta
que recupere su tamaño normal. Aléjese y acérquese de
este modo varias veces a la imagen.
5. Añada ahora más emoción a la visualización. Re-
corra con la vista el borde exterior del círculo azul en
el sentido de las agujas del reloj. Hágalo unas cinco
veces. Recorra luego con la vista el círculo azul en di-
rección contraria a las agujas del reloj unas cinco ve-
ces. Siga dando vueltas y aumente poco a poco la velo-
cidad hasta que el círculo .parezca girar como .UDa ,peon-
: ~ imagen parezca casi tridimensional. Luego, vaya
endo de nuevo la velocidad poco a poco.
Este .ejercicio puede hacerse durante unos cinco mi-
nutos cada vez. La forma estrellada puede utilizarse
también para practicar la concentración, el acercamien-
to y el alejamiento rápidos y el giro. Mire .las puntas
de la estrella contando hasta cuatro en cada uno. Dé
272
vueltas a su alrededor primero en el sentido de las agu-
jas del reloj y luego en el contrario. Aumente luego la
velocidad, redúzcala después.
La práctica de este ejercicio de movimiento, color
y tamaño puede hacerse también con otros objetos. Una
cerilla por ejemplo. Contémplela, cierre luego los ojos
un momento y visualice mentalmente esa cerilla tan
grande como un poste de teléfonos. Aprecie su· enorme
tamaño. Aprecie luego que esa inmensa cerilla se en-
ciende. Visualice la gigantesca llama roja.
Cualquier deporte que suponga objetos y movimien-
to puede beneficiarse de la práctica de la visualización
del tamaño, el color y el movimiento. Un especialista en
tiro al plato, por ejemplo, que practica el adiestramien-
to mental, lo aplica a la práctica de su deporte. Se colo-
ca en un estado mental centrado y relajado. Luego vi-
sualiza su objetivo, el plato, con todo detalle.
Utilice luego la técnica de visualización tipo obje-
tivo de distancia focal variable, de modo que los platos
parecen muy grandes y muy fáciles de ver. Luego, utiliza
la técnica de movimiento lento, de modo que parecen
moverse lenta y perezosamente por su línea de visión
y tiene tiempo de sobra para apuntarles con la escopeta.
Según dice, mejoró su nivel de eficacia ya en el primer
intento y ha ayudado a otros a conseguir lo mismo con
estas fáciles técnicas de visualización.

Ejercicio de memoria fotogrdfica


Este ejercicio está destinado a desarrollar la concen-
tración y la visualización, y los yoguis dicen que, tras
cierta práctica, puede ayudar a desarrollar memoria fo-
tográfica. Puede utilizarse también para ayudar a recor-
dar material que se ha olvidado estimulando lineas de
comunicación con el banco de la memoria.
Antes de iniciar este ejercicio, debe haber practica-
do ya por lo menos una semana con la técnica de con-
centración con los modelos de que hemos hablado.
1. Localice un lugar retirado donde nadie le mo-
leste y ponga las luces muy bajas. Tiéndase boca arriba
en un sofá, una cama o en el suelo.
2. Haga un ejercicio de relajamiento.
3. Cierre los ojos y cree una pantalla mental de una
negrura cálida y aterciopelada.

273
4. Visualice sobre esta pantalla negra. centrado, ya.
cuadro de papel blanco de 30 X 30 ccntírnetros a unos
treinta centímetros de sus ojos. Procure mantener esta
imagen firme, no deje que se mueva. (Es el mismo tipo
de figura o modelo con que ha trabajado anteriormente.)
S. Imaiine el cuadro blanco sobre el fondo negro,
luego íma~me un circulo ne¡ro del tamaño de una mo-
neda de cmcuenta centavos JUSto en medio del cuadra-
do blanco.. Concentrese en el círct.tlo negro del centro
deI cuadrado blanco. sobre el fondo negro.
6. Abandone bruscamente toda la visualización. Dé-
jela desvanecerse por completo. Observe luego qué tipo
de imágenes brotan súbitamente y recorren su mente.
Este ejercicio ayuda a relajar la tensión y a «des-
bloquear» las comunicaciones entre la mente consciente
y el banco de la memoria, estableciendo un flujo de aso-
ciaciones libres en ambos sentidos. Según los yoguis, la
práctica de este ejercicio puede servir para ayudarnos
a recordar cosas cuya memoria se ha desvanecido ... dón-
de has guardado esos documentos que no encuentras,
ese nombre que te esfuerzas por recordar, los temas
que has estudiado en un examen, etc. Para utilizar este
ejercicio con el objeto de recordar, cierre los ojos y
ordénese mentalmente: «recordaré {nombre, hechos, lu-
gar)». Haga luego el ejercicio de la memoria. Mantenga
varios segundos la visualización, libere la imagen y es-
pere con los ojos cerrados de diez a· quince segundos
para ver si sale a la superficie, en la mente consciente,
la información buscada.

Ejercicio de conciencia del campo energético


Este ejercicio de visualización del campo energético
es un elemento básico para adquirir conciencia corporal
y percepciones ampliadas y se utiliza, además, en el en-
trenamiento deportivo «interno» para los deportes en
que hay contacto corporal o para otros, como el tenis,
con el fin de ampliar el control sobre la raqueta.
El cuerpo irradia diferentes tipos de energía que
pueden medirse con modernos instrumentos. En primer
lugar, hay una especie de capullo de calor que rodea
el cuerpo y que puede controlarse mediante un ter-
mostato. Hay también un campo electromagnético que
274
está ligado a los latidos cardíacos. Este campo puede
medirse a varios centímetros de distancia del cuerpo.
También hay una nube de iones (partículas cargadas)
que rodea el cuerpo, que miden instrumentos electros-
táticos. Aparte de estas energías, parece ser que hay
biocampos adicionales, que empiezan a poder observar-
se ya en la investigación actual con técnicas especiales
como la fotografía Kirlian. Poder percibir estas energías
que irradiamos amplía nuestro campo de conciencia y
aumenta el control.
1. Siéntese o tiéndase en un lugar tranquilo y apar-
tado y relájese según su método preferido.
2. En este estado de relajamiento y sosiego, procure
percibir o sentir la energía que irradia su cuerpo. Ima-
gine, mientras se relaja, que su conciencia es un instru-
mento muy sensible y delicado que puede captar esta
energía que irradia su propio cuerpo físico. Lo mismo
que su cuerpo físico está controlado por su mente, esta
energía que irradia, también se halla bajo la dirección
de la mente.
3. Si parece que al principio no percibe esa ra-
diante energía que su cuerpo emite, conciba dicha ener-
gía en términos metafóricos y finja que la percibe. Ima-
gine o visualice ese capullo energético rodeándole por
todas partes.
4. Empiece ahora a ampliar su entorno energético.
Imagínelo irradiando hasta casi un metro de su cuerpo.
5. Amplíe luego aún más este campo energético.
Déjelo irradiar hasta una distancia de casi tres metros
de su cuerpo. Si es capaz de sentir este campo, procure
ver realmente las ondas de energía que salen de usted.
Si no percibe las ondas de energía, visualícelas e ima-
gínelas desprendiéndose de usted. Déjelas ir hasta casi
tres metros a todo su alrededor.
6. Deje luego que su biocampo se extienda aún más
allá. Deje que llene toda la habitación. Déjelo extenderse
hasta por lo menos cinco metros de usted.
7. Con los ojos de la mente, empiece a atraer de
nuevo hacia su cuerpo el halo energético. Procure per-
cibir la sensación distinta que le oroduce el expandirlo
y el contraerlo. Recójalo y atráigalo hacia usted de nue-
vo hasta unos cuatro metros. Percíbalo y visualícelo
como una nube chispeante que le rodea por completo.
8. Utilice luego la imaginación para recoger el cam-
275
po energético hasta una distancia de unos dos metros
de su cuerpo.
9. Recoja luego, con sus ojos mentales, el biocam-
po energético y atráigalo lo más posible a su cuerpo.
Procure reducir la irradiación alrededor de todo su
cuerpo hasta que sea lo más pequeña posible.
10. Relájese y deje que el entorno energético welva
a su tamaño habitual.
Cuando practique este ejercicio, descubrirá que co-
bra creciente conciencia del sistema energético que !e
rodea y de los sistemas energéticos de otras personas.

276
18
EJERCICIOS AUTOG~NICOS Y DE VISUALIZACIÓN

lntroducci6n
Los siguientes ejerc1c1os pueden utilizarse individual-
mente para visualizar, calmar la mente o practicar la
concentración.
Puede utilizarse también todo el conjunto para cu-
brir la segunda etapa de la autogenia. La autogenia de
segunda etapa o nivel abarca el siguiente proceso: (a)
visualizar colores; (b) visualizar objetos; (e) considerar
ideas abstractas; (d) experimentar estados de ánimo
determinados (cambio de la imagen de sí mismo); (e)
visualizar a otras personas y las relaciones para con
ellas; (f) visualizar la recepción de soluciones y respues-
tas del inconsciente.
Estos ejercicos pueden hacerse muy fácilmente le-
yéndolos con detenimiento y extrayendo la esencia de
la técnica, relajándose luego y llevándolos a la práctica.
Pueden también grabarse para luego escucharlos mien-
tras uno se relaja, o puede leerlos un amigo. Ninguno
de estos ejercicios tendría que llevar más de unos veinte
minutos al día.

Choques de color
El objetivo de este ejercicio es practicar la visuali-
zación y sosegar la mente.
Colóquese en una postura cómoda. Cierre los ojos
277
y elévelos ligeramente hacia arriba. Haga una inspira-
ción profunda por la nariz y, mientras espira lentamen-
te, sentirá una oleada de cálido relajamiento que inunda
lentamente todo su cuerpo, de tos pies a la cabeza. Uti-
lice su método preferido de relajación o autogenia para
alcanzar ese cómodo estado de relajamiento. Visualizará
uno a uno puntos de luz coloreada suspendidos en el
espacio a corta distancia de usted. Al centrarse en cada
uno de los puntos de color, le parecerá que crecen y se
hacen mayores, que se acercan más y más, se hacen
luego más pálidos y se desvanecen gradualmente flotan-
do en el espacio.
Visualice mentalmente un punto de luz roja frente
a usted: una luz roja, clara y vívida. Fíjese cómo va
creciendo y haciéndose mayor. Imagine esta luz roja
apretándose cada vez más. Ahora el rojo se vuelve cada
vez más pálido. Empieza a desvanecerse a lo lejos poco
a poco.
Imagine el punto de luz siguiente. Es de color naran-
ja. Imagine la luz de un naranja intenso y profundo acer-
cándose cada vez más y creciendo como un foco. Luego,
la luz naranja va empalideciendo y se convierte poco a
poco en una especie de nube de luz, al desvanecerse a
lo le_ios.
Visualice ahora el color amarillo. Un punto amarillo
de luz. Exactamente igual que el rayo de un foco, va
acercándose cada vez más y haciéndose cada vez más
grande y brillante. Tómese un minuto y tuéstese en este
círculo dorado de luz amarilla. Visualice el empalideci-
miento gradual de dicha luz. ·
Visualice el color verde, un claro rayo verde esme-
ralda de luz. Observe cómo se acerca y le envuelve cada
vez más el verde esmeralda. Visualice luego la luz verde
empalideciendo hasta que se pierda de vista.
Visualice el color azul, un punto de luz de un azul
claro y suave. Observe cómo se va acercando la luz
azul y haciéndose mayor y rodeándole hasta envolverle
por completo. Le alza suavemente, cada vez más brillan-
te, y luego va empalideciendo hasta formar una flotante
nube de luz blanca.
Imagínese flotando arriba, en el cielo, en esa maravi-
llosa nube de luz blanca. Fíjese en las otras nubes ante
las que pasa flotando. Goce de la tranquila sensación
de paz y felicidad que impregna todo su cuerpo.
Puede recordar siempre que quiera esta sensación
278
relajada. Puede recordar esta sensación tranquila y cen-
trada antes de entrevistas o encuentros o en cualquier
ocasión en que pueda ayudarle. Se siente relajado, tran-
quilo, sano, competente.
Empiece a regresar ya, poco a poco. Aprecie que re-
gresa lentamente a su entorno habitual y a un yo más
consciente. Abra despacio los ojos, haga unas cuantas
inspiraciones profundas, estírese y ponga en marcha
todas las conexiones de su cuerpo. Se siente centrado
y descansado.

Práctica de la concentración
OBJETOS

Utilice objetos reales para practicar este ejercicio.


Algunos atletas utilizan implementos deportivos )?ara
practicar la concentración. Billie Jean King, por eJem-
plo, utiliza una pelota de tenis. Contempla una pelota
de tenis que tiene en la mano y asimila los detalles de
sus costuras, el pelo apelotonado, la forma, el color y
la textura. En esta práctica de la concentración se uti-
lizará una _Piedra, una fruta :y un transistor ~ueño.
Pueden utilizarse muchos otros objetos del mismo modo.
Relájese del modo que prefiera.
l. PIEDRA

Coja una piedra en la mano. Dele vueltas y vueltas,


aprecie su textura. ¿Es áspera o suave? ¿Dura o porosa?
¿Tiene olor? Pruébela. ¿Tiene sabor?
Relájese luego aún más, cierre los ojos y, en su ima-
g.in,ación, sienta que es pequeño, muy pequeño, lobas-
tante para poder meterse dentro de la piedra y mirar
a su alrededor. Imagine ahora que es la piedra. ¿Qué
sensación tiene al ser piedra? ¿Se siente pesado o livia-
no, grande o pequeño? Luego, mientras siga siendo aún
esa piedra, finja que está tirado en un prado. Imagine
que cae sobre usted una lluvia suave. ¿Cómo le afecta
la lluvia? ¿Se producen cambios en el suelo donde está?
Imagine ahora que la lluvia ha cesado. Sale el sol. Sien-
ta el calor de los rayos del sol cayendo sobre usted
mientras está allí tirado en el prado. Imagine ahora que
sale del interior de la piedra y vuelve lentamente a su
219
tamaño y estado normales. Puede recordar todo lo que
ha experimentado. Cuente de 1 a 5 y, cuando llegue a
cinco, abra los ojos y siéntase fresco y despejado.
2. FRUTA (NARANJA)

Relájese por el método que prefiera.


Coja la naranja en la mano. Dele vueltas y vueltas,
perciba su textura, huélala y recuerde cómo le afectaba
su olor.
Sienta que se relaja aún más e imagine que está em-
pequeñeciéndose, que llega a ser lo bastante pequeño
como para poder meterse dentro de la naranja y explo-
rarla. ¿Qué parece y qué sensación da el interior del
fruto? Saboree el fruto por dentro y recuerde cómo
sabe. ¿Es una naranja fresca? ¿Parece igual el color
desde dentro que desde fuera?
Ahora, imagínese que está saliendo del interior de
la naranja y volviendo a su tamaño normal. Recuerde
todo lo que vio, sintió, saboreó y experimentó.
Cuente de 1 a 5 y, cuando llegue a cinco, siéntase
fresco y despejado.
3. TRANSISTOR

Relájese según su método preferido.


Coja en la mano un pequeño transistor. Dele vueltas
y vueltas, captando su peso y su forma. Fíjese bien en la
sensación que produce. Huélalo. ¿A qué huele? Relájese
aún más. Imagine que es pequeño, muy pequeño y que
puede meterse dentro del transistor a echar un vistazo.
Está ya dentro del transistor. Mire a su alrededor. ¿De
qué color son las distintas piezas? ¿Qué aspecto tiene
el interior y qué sensación da? ¿Está atestado y no hay
sitio? Recorra las distintas piezas del transistor.
Imagine ahora que abandona el interior de la radio
y vuelve a su tamaño normal. Recuerde todo lo que sin-
tió y experimentó en su viaje.
Cuente de 1 a 5 y, al llegar a cinco, siéntase descan-
sado y fresco.
Puede utilizar otros objetos para practicar la con-
centración, por ejemplo una moneda de plata, una plan-
ta, ·una semilla, una tela, algodón en rama, un cubito
de hielo.

280
Soy una cdmara

Hay ejercicios de visualización para mejorar la con-


centración y la memoria. Póngase cómodo y utilice su
método favorito para alcanzar un estado de relaja-
miento.

INTRODUCCIÓN A LA PANTALLA MENTAL

Imagine que su cabeza es una cámara.


Imagine que sus ojos son las lentes de la cámara.
Va a hacer unas cuantas tomas mentales.
Concéntrese en varios de los objetos que haya en la
habitación.
Una lámpara
Una silla
Un libro
Una alfombra
Una planta
Centre luego la atención en un espacio despejado
de la pared.
Finja que su cabeza es un proyector.
Esas imágenes están ahora en su cabeza.
Proyéctelas sobre la pared.
Esto se hace con los ojos abiertos.

SUGESTIÓN

Al principio, debe operarse con cada uno de los ob-


jetos por separado para captar más detalles. Luego hará
el ejercicio con dos objetos e irá añadiendo otros gra-
dualmente. Procure conseguir una bandeja llena de ob-
jetos y sacar una instantánea mental rápida de ellos.
Proyéctela en la pared para intentar recordar con deta-
Ile todo los objetos.
Luego cierre los ojos e imagine ante usted una pan-
talla blanca grande. Jlsta es la pantalla mental.
Abra los ojos y contemple de nuevo los diversos ob-
jetos. Cierre los ojos y proyecte las imágenes de los
objetos en la pantalla mental. Empiece con un objeto
y vaya aumentando el número de ellos.
Practique esta técnica por su cuenta. Haga una toma
de un amigo ... en su casa o en casa del amigo. Puede
hacer tomas así cuando quiera, puede practicar mien-

281
tras hace cola o espera a que se despeje el tráfico. Es-
timulará su memoria y su capacidad de concentración.

Sueño despierto
Este ejercicio, que combina el relajamiento y la vi-
sualización, ayuda a abrir el sector creador de la mente
así como a percibir y sentir conceptos abstractos como
la paz y la serenidad.
Póngase en una posición cómoda. Cierre los ojos v
levántelos un poco hacia arriba. Haga una profunda
inspiración por la nariz y, mientras expulsa despacio el
aire, sienta fluir lentamente por todo su cuerpo, de los
pies a la cabeza, una oleada de cálido relajamiento. Uti-
lice su método preferido de relajamiento o de autoge-
nia para alcanzar un estado de relajamiento.
Imagine que va caminando por un tortuoso sendero
en un zona verde y frondosa de bosque. Hay ante usted
una pequeña colina cubierta de yerba. Despacio y sin
esfuerzo, empiece a subir la colina. Fíjese en las flores
silvestres que hay entre la yerba a lo largo del camino.
Oiga rechinar las piedrecitas cuando las pisa. Párese
al llegar a la cima de la colina. Abajo, al pie de la coli-
na, ve un riachuelo. Baje despacio la ladera hacia él.
Al caminar siente bajo los pies la yerba fresca y suave.
Siga bajando por el sendero hasta llegar de nuevo a la
parte llana y a la orilla del río. Examine la orilla y con-
temple los esbeltos sauces que se inclinan sobre el agua.
Contemple la tierra húmeda y oscura de la orilla. Con-
temple los remolinos de luz que se reflejan en el agua
clara y fresca que corre ante usted. Al llegar a la orilla
del río, ve una balsa.
Examine la balsa. Está hecha con maderos muy grue-
sos, tiene la superficie suave y pulida. Está cubierta
por una sábana de musgo acolchado y suave. Advierte
que se trata de una· balsa sólida y segura. Aproxímese
y suba a la balsa. Apártese de la orilla. Acomódese en
la balsa y sienta cómo le envuelve una oleada de cálido
, relajamiento mientras se aleja flotando.
Perciba el suave movimiento de las olas. Tome con-
ciencia del movimiento balanceante y suave mientras
sigue deslizándose lentamente. Oiga el chapoteo leve del
agua en los costados de la balsa. Saboree el relajamien-
to total mientras flota corriente abajo hacia un pequeño
282
túnel, un túnel seguro y familiar donde estará protegido
de] sol durante un rato. Al entrar en el túnel, ve refle-
jarse en el agua la luz al otro extremo. Es un túnel de
sueño. Al entrar en la cómoda oscuridad del túnel, deje
que venga el sueño. Mire hacia la oscuridad. No tenga
prisa, deje que lo que quiera aparecer aparezca y se
despliegue en su mente.
Al salir del túnel, siéntase bañado por la claridad
luminosa y cálida del sol. Sienta al sol darle energía
y gozo.
Huela los frescos aromas campestres del río y la
yerba, al levantarse una brisa suave. Abra todos sus sen-
tidos, todos sus poros, a la naturaleza que le rodea. Asó-
mese por un lado de la balsa y contemple el pececillo
multicolor que nada a su lado. Perciba los diversos co-
lores y formas mientras el pez se mueve y centellea.
Contemple luego las orillas y aprecie las ramas tron-
dosas que caen sobre el río y mire los pájaros que se
mueven entre las hojas. Mire luego hacia arriba, hacia
el cielo. Siéntase lleno de satisfacción y serenidad mien-
tras sigue navegando pacíficamente, bogando como las
blancas nubecillas del cielo, deslizándose sin esfuerzo
por el azul. Sienta la calma que le rodea. Dedique un
momento a contemplar la tranquilidad, la armonía y la
paz. Puede considerar también otras ideas abstractas:
compasión, fe, justicia, piedad, etc.
Sienta que el calor del sol envuelve su cuerpo. Cobre
plena conciencia de estar dentro de esta experiencia, del
movimiento fluyente de la balsa, el calor, los olores,
los sonidos que produce el deslizarse por el río: déjese
fundir con las sensaciones que le rodean.
Salga de esta experiencia suavemente. Cuente de 1 a
S. Vaya cobrando poco a poco conciencia de su entorno
real. Sienta cómo se conecta su cuerpo mientras abre
muy despacio los ojos y mira a su alrededor. Estírese
y haga unas cuantas inspiraciones profundas. Se siente
descansado y centrado.

Un manantial salutífero para la mente

V~ usted_ a crear _en su mente un lugar especial, un


e~pae10 teórico: servirá para ayudarle a centrar la aten-
ción con vistas a la visualización y la concentración.
Se trata de su propio espacio creador, un lugar privado

283
adonde puede ir para relajarse, para resolver proble-
mas, para tomar decisiones. En medio de nuestras di-
versas actividades no solemos tener tiempo para reti-
rarnos. Pero cualquiera puede creax:se UD Iu¡¡ar pro12io
de «retiro» mental. Es un espacio habitablé para usted,
donde ¡:,uede pensar y sentir claramente, aislado de las
distracciones y ritmos del mundo circundante.
Se puede crear este espacio de retiro en cualquier
lugar que se desee: un lugar de pesca favorito, una
playa, las montañas, el fondo del mar, en este mundo
o fuera de él. Se diseña mentalmente una habitación, o
varias si así se quiere, y se pondrán allí cosas que se
puedan utilizar después.
Póngase cómodo. Cierre los ojos y álcelos ligera-
mente hacia arriba. Respire lenta y profundamente por
la nariz. Haga luego una profunda inspiración; mientras
expulsa el aire despacio. Sienta que una oleada de cáli-
do relajamiento recorre poco a poco todo su cuerpo de
los pies a la cabeza.
Utilice su técnica preferida de relajamiento o auto-
genia.
En cuanto se sienta totalmente relajado, visualícese
mentalmente entrando en un jardín, un parque o un
campo. Fíjese en los árboles y en los arbustos ante los
que pasa. Ante usted hay un pequeño claro y un árbol
muy grande y muy viejo. Al aproximarse, ve las gruesas,
fuertes y viejas ramas del árbol. De una rama cuelga un
sólido columpio. Acérquese y súbase al columpio.
Empiece a columpiarse despacio, adelante y atrás,
adelante y atrás. Haga una profunda inspiración cuando
se columpie hacia atrás. Expulse el aire cuando ~ co-
lumpie hacia adelante. Siga haciéndolo, adelante y atrás,
siguiendo la respiración, columpiándose suavemente,
cada vez más arriba, sintiéndose cada vez más ligero.
Haga otra inspiración profunda mientras se columpia
más alto aún y fíjese en una nube grande, blanca y es-
ponjosa que flota justo frente a usted. Haga otra pro-
funda inspiración y, al columpiarse hacia adelante, lán-
cese hasta esa nube suave y algodonosa. Esa nube le
llevará sin problemas adonde quiera ir. Elévese en el
aire y luego comience a descender despacio, en un arco
amplio y suave, hasta que sus pies toquen de nuevo el
suelo en el punto que ha elegido para construir su lugar
de retiro. (Pausa.)
Cuando trabaja mentalmente, la construcción es tan
284
fácil como decir 1, 2, 3. Dígase a sí mismo que cuando
haya contado hasta tres, aparecerán ·la habitación o las
habitaciones que desea. Pueden tener cualquier forma,
estilo, color o decoración. Cuando haya contado tres y
haya aparecido lo que desea, eche un vistazo, asegúrese
de que todo le gusta, haga los cambios que juzgue nece-
sarios.
Luego, añadirá algunos objetos concretos a este lugar
privado. Utilice de nuevo el método 1, 2, 3. Cuando
cuente tres, creará una alfombra del tamaño, la forma
y el diseño que guste. Cerciórese de que está colocada
en el suelo como es debido. Siéntese en ella. Puede sen-
tarse en esta alfombra siempre que quiera y sentirse re-
lajado de inmediato. Cuando se siente en esta alfombra,
le proporcionará de modo automático energía suficiente
para aesarrollar cualquier proyecto.
Necesita también varios asientos cómodos. Elija un
par de asientos que le gusten. Una vez aparezcan los
asientos al contar hasta tres, asegúrese de que son exac-
tamente lo que quiere. (Pausa.)
Utilizando su método de construcción 1, 2, 3, cree
una mesa. Es una mesa de escritorio grande, atractiva,
bien ordenada. Instale una televisión grande que pueda
ver desde la mesa. Convenientemente situado junto a la
mesa hay un cuadro de mandos para la televisión, que
incluye tres botones: encendido-apagado, pantalla. en
blanco y cambio. Visualícelo todo claramente.
Coloque una hilera de botellas y un vaso grande en
la mesa. Lo utilizará más tarde. Cree luego una puerta
especial en su habitación privada, una puerta a través
de la cual, cuando quiera, pueda entrar gente a ayu-
darle en un proyecto. Cree luego un espejo de cuerpo
entero del estilo que quiera. Cuélguelo en la pared.
Examine de nuevo su habitación, asegurándose de
que ha colocado en ella todo lo que quería. Pasee por
ella, empiece a sentirse en casa. Siéntase y dígase unas
cuantas veces que siempre que desee venir a este lugar
por su cuenta, puede hacerlo relajándose y visualizando
lentamente los colores: rojo, naranja. amarillo, verde,
azul, añil~ viQleta. Cuando complete el arco iris, imagí-
nese en la alfombra en su lugar de retiro, y allí estará.
Salga de allí siempre desde la alfombra también.
Cuando esté preparado, vuelva a su e1,1tomo normal.
Cuente de 1 a 5. Mientras cuenta, sienta que vuelve des-
pacio a su entorno normal y a un yo más consciente.
285
Cuando llegue a cinco, abra los ojos muy despacio,
haga varias inspiraciones muy profundas, estírese y sién•
tase descansado y vigorizado.

Para mejorar la imagen de sí mismo


En este ejercicio hay que echarse un vistazo honrado
a sí mismo para ver quién y qué se es en realidad. Lue-
go se crea una imagen perfeccionada de uno mismo con
todo lo que a uno le gustaría ser.
Póngase cómodo. Cierre los ojos y álcelos ligeramen-
te hacia arriba. Respire lenta y profundamente por la
nariz. Haga luego una inspiración profunda y, mientras
expulsa el aire despacio, sienta una oleada de cálido
relajamiento inundar poco a poco todo su cuerpo, de
los pies a la cabeza.
Siga su técnica preferida de relajamiento o autoge-
nia.
Una vez se sienta totalmente relajado, visualícese en
una hermosa playa. Sienta el calor del sol que cae lu-
minoso sobre usted. Recorra la playa y acérquese a la
orilla del agua. Sienta la calidez de la arena bajo sus
pies y los finos granos que se introducen entre los de-
dos al caminar. Al seguir por la orilla del agua, sienta
cómo lamen las olas suavemente sus tobillos. A lo lejos,
oye a las gaviotas llamándose entre sí. Delante, cerca,
medio enterrado en la arena, hay un objeto de brillan-
tes colores. Acérquese a él y cójalo. Verá que es un
balón de playa: Un balón de playa grande, redondo,
multicolor. Tírelo al aire y cójalo. Cada vez que tire el
balón al aire, irá más arriba y se sentirá cada vez más
relajado. Vuelva a tirar el balón. Fíjese en cómo res-
plandecen los colores al sol. Aprecie cómo giran los co-
lores mientras el balón surca el aire. Inhale profunda-
mente cada vez que tire el balón al aire. Expulse el aire
cuando el balón descienda y lo coja.
Haga esto varias veces. Haga otra profunda inspira-
ción y tire el balón otra vez más ... alto, muy alto en el
aire, tanto que desaparece entre las nubes. Tiéndase en
la arena suave y caliente '/ relájese. Cuanto más rela•
jado esté, más liviano sentirá el cuerpo, cuanto más re-
lajado, más liviano, más ingrávido a cada respiración.
Más y más, hasta sentirse lo bastante ligero para flotar
en el au-e.

286
Para relajarse aún más, visualice un arco iris de siete
colores. Trace mentalmente cada banda de color del
arco iris, una a una. Cuando complete el arco iris, estará
en su lugar especial de retiro. Rojo ... anaranjado ... ama-
rillo ... verde ... azul ... añil... violado. Está ya en su habi-
tación especial, en su lugar de retiro.
Siéntese allí en su alfombra, relájese y póngase có-
modo. Piense en usted mismo... ¿ qué clase de persona
cree ser? Empiece a examinar todas sus actitudes ac-
tuales que considere negativas o limitadoras. Considere
el efecto que produce en otras personas. Empiece a
verse como le ven los demás, no como usted cree que
le ven o como le gustaría que le viesen.
Ser honrado consigo mismo es una etapa necesaria
para ajustar actitudes, experiencias y planteamientos
negativos, de modo que su yo sin trabas pueda mani-
festarse. Puede utilizar la técnica de «pantalla de tele-
visión mental» para reelaborar cualquier experiencia
que quiera desbloquear (sea de la vida personal, de los
deportes, del trabajo o de los estudios), acontecimientos
que le produzcan miedo (deportes, exámenes), turbación
(pruebas de cualquier tipo), falta de confianza (apren-
dizaje, estudio), timidez, etc. Seleccione unos- cuantos
cada vez que haga el ejercicio. Dedique sólo unos mi-
nutos a cada uno. He aquí unos ejemplos:
Levántese ya de la alfombra y acérquese al escrito-
rio. Siéntase cómodamente. Vuelva con el pensamiento
a un momento en que se sintiese furioso. Pulse el botón
de encendido en el cuadro de mandos que controla su
gran pantalla de televisión, y aparecerá la escena ante
usted como una película. Reviva por un instante los
efectos que tuvo la cólera en usted. Observe luego los
efectos que tuvo en la gente que le rodeaba.
Después de haber hecho esto, pulse el botón de pan-
talla en blanco, borrando instantáneamente esta imagen
de la pantalla y de su mente. Límpiese de la sensación
negativa. Pulse el botón de cambio y vuelva a conjurar
la escena, esta vez reviviéndola como debería haber sido.
En vez de sentirse furioso, da amor y comprensión.
Pulse el botón y aclare la pantalla.
Proyecte otra experiencia en la pantalla: una expe-
riencia en la que sintiense celos o envidia de un amigo.
Recuerde lo que sentía en su interior cuando estaba
celoso qe otro. Piense en cómo afectan sus sentimientos
a la gente que le rodea. Después de hacer esto un mo-

287
mento, pulse el botón de pantalla en blanco, borrando
estas experiencias de la pantalla y de su mente. Límpie-
se de todos estos sentimientos negativos. Pulse el botón
de cambio y vuelva a proyectar la escena, modificando
la experiencia y reviviéndola como debiera haber sido.
En vez de celos o envidia, siente alegría y deseos de
apoyar la felicidad del otro. Confíe en los demás.
Proyecte otra película en la pantalla. Recree una
situación en la que otra persona le ofendió. Reviva la
experiencia y sienta el efecto que le produjo. Examine,
por un instante, el efecto que produjo el hecho en Ja
otra persona. Contemple cómo reaccionaron otras per-
sonas. Pulse el botón de pantalla en blanco. Borre la
experiencia de su mente y límpiese de los sentimientos
negativos. Pulse el botón de cambio. Vuelva a conjurar
la escena y cambie la experiencia, reviviéndola esta vez
tal como debía haber sido. Contémplese confiado, sere-
.no y sin aceptar la ofensa.
Reviva cualquier momento en el que sintiese lástima
de sí mismo, o se sintiese desplazado o en que acusase
a otro de los defectos o maldades de usted. Pulse el bo-
tón de ·encendido y sitúe esa experiencia en la pantalla.
Recuerde lo que sentía cuando hacía esto. Contemple
cómo reacciona ante sus acciones la gente qt.J,e le rodea:
su familia, amigos, compañeros. Pulse el botón de pan-
talla en blanco. Borre esos sentimientos negativos y de-
sagradables. Pulse el botón de cambio y recree la escena
introduciendo una sensación de pertenencia, bienestar
y armonía en la situación que aparece en la pantalla.
Apague la pantalla.
Levántese de la mesa y siéntese en la alfombra. Ima-
gínese que hay una especie de túnel que va de la parte
superior de su cabeza y va subiendo, subiendo, hasta
el infinito. A través de ese túnel, va derramándose en el
interior de su cabeza una energía limpiadora y purifican-
te. Esa energía blanca y pura, al derramarse por su in-
terior, penetrando por su cabeza y recorriendo todo su
cuerpo, va arrastrando y llevándose la energía muerta
de las viejas heridas, la vieja cólera, las envidias y ce-
los, las reacciones negativas, los viejos planteamientos.
Sienta cqmo penetra en su cabeza la energía, cómo pasa
por su cuello y recorre su pecho. Cómo baja por los
brazos y llega a las manos y va penetrando por cada
dedo. Siéntala fluir por el torso y bajar a las piernas,
a los pies, a los dedos. Esta energía purificadora limpia

288
todo el interior y el exterior de su cuerpo, y al trans-
formarse las energías negativas en energías positiws,
siente que su yo real va haciéndose cada vez más claro.
Siéntase lleno a rebosar de esta energía purificante.
Irradia ya por todos los poros de su cuerpo. Cualquiera
que sea el tipo de sensación negativa, sea miedo, cólera,
culpa, soledad o pensamientos y emociones negativos
de otros dirigidos hacia usted, esta energía puede neu-
tralizarla. Contemple, como si estuviese mirando una
película, cómo fluye la energía a través de usted, puri-
ficando y limpiando. Si alguna parte de su cuerpo pa-
rece no estar conforme, imagine que la energía converge
en esa zona. Observe cómo cambia. Visualice esa zona
del cuerpo en perfecto estado, sana y vigorosa.
Cuando se sienta limpio del todo, perciba la sensa-
ción de libertad, alegría y poder que le llena. Puede
utilizar esta técnica siempre que quiera limpiar senti-
mientos e impresiones negativos.
Acérquese luego a su mesa y siéntese frente a la hile-
ra de pequeñas botellas y el vaso. Esas botellas contie•
nen simbólicamente todas las cosas que le gustaría ha-
cer. Contienen características como autoaceptación, con-
fianza en uno mismo, amor, comprensión, sinceridad,
alegría, belleza, bondad, libertad, cordialidad, energía,
vigor, seguridad ... Prepare una especie de compuesto
mental mezclando las características que desea en el
vaso y bebiendo el líquido. Mientras bebe, sienta todas
las características que ha puesto en el vaso fluir a tra-
vés de todo su cuerpo. Siéntalas impregnar su piel por
todo su cuerpo y convertirse en usted. Cuando haya aca-
bado de beber del vaso levántese y vaya ante el espejo
de cuerpo en tero.
Mientras se contempla, mírese y siéntase convirtién-
dose en la persona que le gustaría ser, y perciba que ya
es esa persona. Piense que tendrá éxito en cualquier
cosa que quiera hacer. Convénzase de que ya es la per-
sona que desea ser.
Si quiere equilibrar su peso, alcance a verse con su
peso ideal. Si quiere dejar de fumar, se verá disfrutando
sin un cigarrillo. Si quiere verse libre de preocupaciones
económicas, imagínese gozando de abundancia y segu-
ridad. Si no tiene confianza en sí mismo o se siente im-
potente, proclame su propio poder y percíbase confia-
do y seguro.
Sienta cómo se convierte en una persona totalmente

289
equilibrada. Déjese convertir en la persona que quiere
ser. Y convénzase ya de que es esa persona.
Comprenda que, después, la bebida que bebió se-
guirá produciendo efectos dentro de usted y todas las
cosas que deseaba seguirán siendo parte de usted.
Cuando esté listo, vuelva a su mundo normal. Cuente
de 1 a S. Mientras cuenta, ha de sentirse volviendo len-
tamente a su entorno habitual y a un yo más consciente.
Cuando llegue a cinco, abra los ojos muy despacio, haga
varias inspiraciones, estírese y siéntase vigorizado y des-
cansado.

Comunicaciones: relaciones
Este ejercicio puede servir de ayuda para mejorar
su comunicación con familiares, amigos y otras perso-
nas con las que se relaciona en su vida diaria.
Póngase cómodo. Cierre los ojos y álcelos levemente
hacia arriba. Haga una profunda inspiración por la na-
riz; mientras exhala muy despacio perciba una oleada
de cálido relajamiento que fluye lentamente por todo
su cuerpo, de los pies a la cabeza.
Póngase en un estado cómodo de relajamiento por el
método que prefiera.
Visualícese luego mentalmente en un parque. Anoche-
ce y va a haber una exhibición de fuegos artificiales.
Extienda una manta en la yerba y tiéndase en ella. Se
siente muy relajado y muy cómodo. Contemple el cielo
claro de la noche. Se oyen las primeras explosiones y un
cohete rojo asciende en la negra oscuridad. Se despa-
rrama en el cielo un torrente de un rojo brillante. Sa-
boree el hermoso espectáculo. Sube otro cohete. Un
despliegue luminoso de resplandor naranja llueve bri-
llantes chispas.
Se siente más relajado con cada color. Silba una
candela romana y cascadas de amarillo oro se desplie-
gan en la oscuridad. Se siente cada vez más tranquilo y
centrado. Ahora es un cohete verde. Sube al cielo ilu-
minándolo todo con un vivo verde esmeralda. Se siente
ahora muy cómodo y relajado, muchísimo. Sube un co-
hete azul. Se ilumina el cielo con chorros de tembloroso
azul. Disparan luego una candela romana. Llenan el cielo
fuentes de color púrpura. Se siente muy relajado, su
respiración es profunda y descansada. Estalla en el cie-
290
lo oscuro la última serie de fuegos artificiales. Son de
un hermoso color entre violeta y rosa. Galaxias de luz
violeta iluminan la noche. Contempla las últimas chis-
pas color violeta que se desvanecen en la oscuridad.
Sintiéndose muy relajado, cuenta de uno a tres y se
imagina descansando en su alfombra, en su lugar de
1etiro, en su propia habitación. Se levanta y se sienta
en uno de los sillones.
Habrá de elegir entonces a una persona con la que
quiera lograr una mejor comunicación. Puede ser un
amigo, un familiar, un profesor, un compañero de tra-
bajo o un jefe con quien pueda tener problemas de re-
lación. Puede ser cualquiera con quien desee establecer
una comunicación más eficaz y entenderse mejor.
Cuente de uno a tres y la persona que ha elegido
cruzará la puerta y entrará en su habitación. Se abre
la puerta y la persona entra en su habitación. Después
de entrar, cierra la puerta y se acerca y se queda de pie
delante de usted.
Examine a esta persona. Empiece a verla como pró-
jimo suyo, como un ser humano con sentimientos, acti-
tudes y emociones. Céntrese en todos los detalles de la
persona: la cara, el cabello, la frente, las mejillas, los
labios, los ojos, las orejas ...
Los dos se acercarán luego a la mesa y se sentarán
frente a frente.
Luego, con las palabras que usted elija, explíquele
a esa persona lo que considera causa de la falta de co-
municación o de entendimiento entre ambos. Sea claro
y exhaustivo y sincero en la descripción de este pro-
blema. No tenga prisa. (Pausa.)
Haga luego que la otra persona le explique con sus
propias palabras cuál es, según su opinión, el problema.
Escuche atentamente lo que le dice. Esfuércese por en-
tender y sentir lo que está sintiendo la otra persona.
0

Si desea ayuda, pida a una tercera persona que acuda


también, como testigo imparcial. Esta tercera persona
cruzará también la puerta y entrará en la habitación.
Pregúntele su opinión.
Vuélvase luego a la otra persona y, esta vez, actuan-
do como tercero completamente objetivo, exprese la
situación tal como la entiende ahora. Sea lo más sin-
cero y claro que pueda. (Pausa.)
Usted y la otra persona se levantan. Se miran frente
a frente y verá usted con los ojos de la mente que tie-

291
nen ya el tipo de comunicación y entendimiento que
son ambos capaces de tener. Se ve a usted l a la otra
persona comprendiéndose totalmente; advierta cómo
la sensaci(>n de ofensa, la cólera y los malentendidos
se disuelven mientras le sonríe. Si le cuesta trabajo
adoptar una actitud amistosa, pida consejo a otra per-
sona o a un especialista.
En el futuro, siempre que desee alcanzar un enten-
dimiento más profundo con ese individuo o con cual-
quier otro, no tiene más que llevarle a su lugar de retiro.
Contemple y aprecie a esa otra persona. Hágase más sen-
sible a sus sentimientos y actitudes. Procure entender
su punto de vista y darse cuenta de que también él
quiere alcanzar una mejor comunicación.
Luego, despídase. Cuando vuelva a ver a esa persona,
o a pensar en ella, la experiencia le ayudará a entenderla
mejor y a que se comuniquen mejor. La persona debe
salir ya del lugar de retiro.
Cuando haya salido, cuente despacio de 1 a S. Sienta
que welve, lentamente, mientras cuenta, a su entorno
habitual y a un yo más consciente. Puede aprovechar
esas energías y esas sensaciones que siente ahora, en el
futuro, en cualquier momento. Cuando llegue hasta 5,
abra muy despacio los ojos, haga varias inspiraciones
profundas, est1rese y siéntase vigorizado, centrado y des-
cansado.
Cuando desee aumentar su conocimiento o compren-
sión de cualquier relación o problema, introduzca men-
talmente a la persona en su lugar de retiro y llame
también a un especialista. Comuníquese con ellos y há-
gales las preguntas que desee. ·
Acostúmbrese a hacer una revisión del día por la
noche, justo antes de dormir. Relajado y sin tensiones,
revise todos los incidentes de la jornada y, si le com-
place en especial cualquier acción o reacción, entrégue-
se a ella y grábela con fuerza en su mente.
Si ha reaccionado de un modo que no le agrada,
repase detenidamente todo el incidente. Después de re-
vivir su acción negativa, bórrela de su mente. Reviva
luego la experiencia tal como debería haber sucedido.
Contéml'lese a usted mismo actuando tal como le gusta-
rla en el futuro. Esta· «contabilidad» nocturna del día
tendrá un profundo efecto en su vida.

292
Comunicaciones: para resolver problemas,·
para obtener soluciones
El objetivo de este ejercicio es abrir los recursos
de la mente interna para conseguir información, resol-
ver problemas de modo creador, obtener respuestas a
interrogan tes.
Póngase cómodo. Cierre los ojos y elévelos ligeramen-
te hacia arriba. Inspire profundamente por la nariz y,
mientras expulsa despacio el aire, sienta cómo fluye por
todo su cuerpo, muy despacio, de los pies a la cabeza,
una oleada de cálido relajamiento.
Utilice su método preferido de autogenia, para situar-
se en un cómodo estado de relajamiento.
Visualícese mentalmente en su lugar de relajamiento
favorito: su habitación, sentado en la playa, o donde
se sienta más cómodo. Luego, sentado o tumbado en el
suelo, sienta que su cuerpo va haciéndose poco a poco
tan liviano como un globo. Siéntalo hacerse más y más
ligero, y a medida que aumenta su ingravidez, sienta
que empieza a elevarse poco a poco del suelo. Hágase
aún más liviano y empiece a flotar por la habitación.
Flote luego aún más alto hasta que salga de la habita•
ción, y siga haciéndolo hasta salir del edificio. Flota
ahora por encima del edificio. Mira alrededor y ve otros
edificios. Ve coches pasando por las calles, gente cami-
nando por las aceras. Experimente una sensación de
libertad, comodidad y seguridad mientras flota. Puede
estar en cualquier sitio al que quiera ir, sólo con pen-
sar en él.
Suba ahora flotando más alto, hasta que no pueda
ya ver la ciudad debajo. Puede proyectarse a cualquier
lugar del pasado, el presente o el futuro. Basta para
ello con que se haga tan ligero como un globo y se
eleve en el aire. Siga elevándose hasta que ya no pueda
ver la tierra debajo. Luego decida mentalmente qué
tiempo y qué lugar le gustaría visitar. Puede entonces
volver a la tierra en ese tiempo y espacio concretos.
Cuando haya recogido la información que quería, y
desee volver al tiempo presente, no tiene más que con-
vertirse de nuevo en algo tan liviano como un globo.
Elévese flotando hasta que abajo ya no pueda ver la
tierra. Establezca el destino al que quiere volver. Des-
cienda de nuevo despacio al suelo, y se verá otra vez
en el tiempo y el espacio actuales. Mientras flota sua-
293
vemente, mire a su alrededor con sus ojos mentales y
aprecie todo lo que le atraiga. Vuelva luego despacio
a la habitación.
Se siente ahora muy relajado, muchísimo, tanto física
como mentalmente. Siempre que tenga un problema
concreto al que esté dando vueltas, cree y proyecte
mentalmente una imagen de ese problema en su pan-
talla de televisión mental, y analícelo entonces. Examí-
nelo sólo una vez. Después de haberlo examinado dete-
nidamente, bórrelo de la pantalla mental y, a partir de
entonces, procure no pensar en él. En su lugar, utili-
zando el botón de cambio, cree y proyecte mentalmente
la imagen del resultado final que desea en la pantalla.
Deje siempre que ésta sea su imagen final. Refuerce y
visualice este resultado final deseado durante varios
minutos por lo menos, tres veces al día. Sienta que está
ya logrado el objetivo. Esta técnica estimulará a lamen-
te interna a hallar soluciones fecundas para alcanzar
el objetivo. Las soluciones pueden brotar de pronto en
la mente cuando menos lo espere.
Los pensamientos constructivos reforzados P,Or la
concentración ttevan a la plasmación de los resultados
deseado$.
Es posible que su problema sea uno de esos que
exigen el asesoramiento de un especialista o un enten-
dido en la materia. Va usted a conocer ahora a alguien
que tiene el tipo de soluciones que necesita. Este «ser
sabio» puede ser una persona viva o una figura de la
historia. Puede ser incluso un animal o un ave. Algunos
imaginan a este asesor solícito como un «viejo sabio•
o una «vieja sabia». Es una forma de imaginar la «fuen-
te interior» de la propia mente.
Imagínese que está en el campo, al aire libre. Puede
ser un jardín frondoso, o la ladera de una colina, o el
claro de un bosque o la cima de un monte. O puede en-
contrarse con que se ha visto arrastrado a un templo
antiguo, a un lugar submarino o incluso a un centro de
datos de la era espacial para encontrar a su sabio ase-
sor. A algunos les gusta esperar a su asesor en su lugar
de retiro. Tómese un momento para averiguar el lugar.
(Pausa.)
Alguien viene a verle. Espere a esa persona o a ese
ser. Cuando se acerca, mire claramente hasta ver qué
aspecto tiene la persona. Hable con ella. Converse con
ella. Formule su pregunta. Tenga confianza en que tra-
294
bajará con usted de todas las formas posibles para ayu-
darle a resolver el problema con que se debate. Le pro-
porcionará toda la información y el asesoramiento que
desee. Permanecerá a su lado como asesor hasta que
todo esté resuelto. Espere la solución. Espere la res-
puesta. (Pausa.)
Si necesita aclaración, llame a otra persona que pue-
da ayudarle más. Espere la respuesta. Las respuestas
pueden expresarse verbalmente o en forma de símbolos
visuales. Puede aclarar un problema o dar nuevas cla-
ves. (Pausa.)
Ahora va a volver a su mundo normal; para ello,
cuente de 1 a 5. Mientras cuenta, sienta que vuelve poco
a poco a la habitación y a un yo más consciente. Cuando
llegue a cinco, abra poco a poco los ojos, haga varias
inspiraciones profundas, estírese y siéntase vigorizado
y descansado. Anote todas las respuestas o símbolos re-
cibidos durante la sesión.

29S
19
EJERCICIOS PARA NIAOS

lntroducci6n a ta relajación muscular para niños


A los alumnos más jóvenes puede iniciárseles en el re-
lajamiento muscular del siguiente modo:
:aste es un ejercicio que nos permite relajar el cuer-
po y la mente. Tensamos y relajamos los músculos de
los pies a la cabeza. En cuanto aprendamos a sentir lo
que es estar relajados, no tendremos que perder ener-
~ a causa de la tensión muscular. Siempre que nos
pase algo que nos haga sentirnos tensos o angustiados,
podemos utilizar esta forma de relajamiento para sen-
tirnos tranquilos. De ese modo, no tendremos por qué
ponernos nerviosos antes de un examen o de una entre-
vista o de un acontecimiento especial.
Sentado o tendido ponte muy cómodo. Cierra los
ojos. Empieza a relajar todo el cuerpo. Piensa en los
dedos de los pies (piensa en los huesos y en los múscu-
los que hay en ellos), siente su peso. Ahora, tensa cuan-
to puedas los dedos de los pies. Mantén esa tensión en
los dedos hasta que cuentes, despacio, hasta cinco ...
Relaja ahora los dedos. Relájalos completamente. Apre-
cia la diferencia.
(Continúa con el resto del cuerpo, siguiendo el ejer-
cicio de la página 103.)

296
Ejercicios introductorios de respiración para niilo8
Los alumnos más pequeños, los de menos de diez
afios, puede que necesiten un poco de práctica de ejer-
cicios respiratorios antes de intentar la respiración rít-
mica. Es útil empezar con un análisis de cómo respira
la gente..
Examinemos ahora cómo respiramos. Vamos a hacer
un experimento. Pon la mano derecha sobre el corazón.
Haz una inspiración profunda. Contén el aliento unos
segundos. Expulsa luego el aire sonoramente. ¿Notas
los latidos del corazón? ¿Percibes alguna otra sensa-
ción?
Inclínate y apoya las palmas en el suelo. Estírate
y alza los brazos con las palmas hacia el techo. Haz este
ejercicio de doblarte y estirarte un par de veces.
Para ya· y comprueba tu respiración. ¿Notas los lati-
dos del corazón? ¿Notas algo más?
Imagina que es un día frío y que puedes ver con-
densarse el aliento en el aire. ¿Forma una nube grande?
Intenta respirar ahora utilizando la tripita. Imagínate
el pecho como un gran acordeón que se abre y se cierra.
Al inspirar, se estira el acordeón.
Al espirar, el acordeón se encoge.
Hincha la tripa al inspirar.
Métela al expulsar el aire.
Haz esto unas cuantas veces. Debes procurar respirar
por la nariz. Pon una mano en el estómago. Observa
cómo sube y baja la mano mientras inspiras y espiras.
Practica: inspiración - espiración (repetir varias ve-
ces). Practica: inspiración - retención - expulsión (re-
petir varias veces).

RESPIRACIÓN ALTERNADA

Ejercicio práctico: Inspira con suavidad a través de


la ventanilla izquierda de la nariz, mientras tapas la ven-
tanilla derecha presionándola ligeramente con el pulgar.
Cuenta 1, 2.
Pon el dedo corazón sobre la ventanilla izquierda de
la nariz y aprieta suavemente mientras separas el pul-
gar de la otra ventanilla y expulsa por ella el aire. Ex-
pulsa el aire despacio hasta contar 1, 2, 3, 4.
Haz el ejercicio contrario, inspirando por la ven-

2'11
tanil1a ·derecha y expulsando el aire por la izquierda.
Repítelo varias veces. ·
RESPIRACIÓN RfTMICA

Después de practicar un poco la respiración, com-


prueba si puedes respirar rítmicamente. Cuando inspi-
res, di «dentro». Al espirar, di «fuera».
(Si tienes un metrónomo, ponlo a sesenta pulsaciones
por minuto. De lo contrario, usa un reloj con minutero
y cuenta los segundos en voz alta.)
Ejercicio prdctico: Respira: dentro 2, 3, 4; fuera
2, 3, 4. Repítelo varias veces.
Si los niños no tienen problema para respirar rítmi-
camente, intenta esta forma: dentro 2; retención, 2, 3, 4;
fuera, 2.
Nota: El doctor Allyn Pritchard descubrió en su expe-
riencia enseñando respiración práctica a niños pequeños
en Georgia que a los niños que estaban por debajo del
nivel de 5.0 grado les resultaba difícil respirar siguiendo
el esquema dentro, 2; retención, 2, 3, 4; fuera, 2.
Hasta el nivel de tercero o cuarto grado, se propo-
nían básicamente que los niños procurasen respirar rít-
micamente utilizando el esquema dentro, 2, 3, 4; fuera,
2, 3, 4.
Todos los ejercicios de respiración han de hacerse
con suavidad y nunca deben forzarse.
Practica esta respiración rítmica unos cuantos minu-
tos por día durante varios días antes de intentar prac-
ticar la respiración rítmica al compás de la música.

Relajamiento y sosiego mental


El objetivo de este ejercicio es aumentar la visuali-
zación y practicar el relajamiento y el sosiego mental.
Sentado o tendido, ponte lo más cómodo posible.
Cierra los ojos y haz una profunda inspiración. Deja
que se relajen por completo el cuerpo y la mente. Ins-
pira de nuevo y, al espirar, siéntete cada vez más rela-
jado. Desconecta todos los interruptores del cuerpo, sal-
vo los oídos. Sigue respirando profundamente una vez
te sientas relajado del todo, como si fueras una nube
298
suave y esponjosa flotando en el aire. Todo resulta muy
agradable y apacible y tranquilo. Tómate un momento
para apaciguarte por completo interiormente.
Vas a crear ahora con los ojos mentales una escena
campestre.
Visualiza un pajar de un rojo brillante. Contémplate
como si estuvieses en una película, caminando hacia ese
pajar. A medida que te aproximes a él, ve examinando
mentalmente todo el edificio. ¿Es un pajar grande o
pequeño?
Fíjate en las paredes. ¿Son de ladrillo o de madera,
son lisas o ásperas? Mira más arriba, al tejado. ¿Es
liso o acaba en punta? ¿Hay un enil?
Acércate más al pajar. Al llegar a la entrada, abre
la puerta y entra. ¿Qué hay allí? ¿Hay paja en el suelo?
¿De qué es el suelo? Haz otra inspiración profunda y
aprecia el olor del pajar. Echa un último vistazo a tu
alrededor ... Luego, al volver hacia la puerta, contempla
el amplio seto de flores color rosa que hay junto al
pajar. Acércate a esas plantas floridas y examínalas
detenidamente. Tienen todas el mismo tono de rosa?
¿Tienen tamaños distintos? Haz una profunda inspira-
ción y huele el aroma perfumado de las flores. Siente la
suavidad de los pétalos. Dedica un último instante a
gozar de estas encantadoras flores rosas.
Camina un poco más y aprecia lo verde que es la
yerba a tu alrededor. Quítate los zapatos y anda so-
bre la yerba. Siente cómo la yerba suave y fresca se
convierte en una especie de esponja aterciopelada cuan-
do la pisas. Siente las hoias de yerba entre los dedos.
Túmbate boca abajo en la yerba y huele su limpieza
y su frescor debajo. Date la vuelta y ponte de espaldas,
tumbado en la yerba. Siente las hojas de yerba frescas
y suaves contra la piel.
Haz una profunda inspiración y mira el sol, cálido
y amarillo. Siente sus rayos. Siente que el sol te calien-
ta los brazos y las piernas. Siente el calor del sol en
todo el cuerpo.
Aún tendido allí, mira hacia arriba, mira el cielo
claro y azul. Haz una profunda inspiración y aspira el
aire limpio y refrescante. Siéntelo recorrer tu cuerpo
de la cabeza a los pies. Mientras contemplas el cielo,
fíjate en si hay pájaros surcando el aire, o si pasa al-
guna nube.
Mientras estás allí tendido, el sol se pone y el cielo

299
se va haciendo poco a poco de un azul más intenso;
haz una profunda inspiración y percibe que la claridad
del día se ha desvanecido ya casi y que el cielo se ha
hecho de un azul violeta intenso. Empiezan a aparecer
las estrellas. Aprecia su forma y su distribución. Con-
templa el firmamento.
Siente la paz, la serenidad y la felicidad inundar tu
cuerpo. Estás relajado del todo en este cómodo paisaje
de tu mente. Va a ser divertido volver aquí otra vez.
Siempre que lo desees, puedes evocar esta sensación de
equilibrio y de sosiego. Puedes recordar esta tranquili-
dad antes de un examen, o de ir al médico o al dentista,
siempre que quieras.
Empieza ahora a regresar despacio. Cobra concien-
cia de tu postura y de tu entorno. Percibe tus pies, las
rodillas, las manos, la cabeza. Activa todas las conexio-
nes del cuerpo. Estírate, abre los ojos... te sentirás
tranquilo y centrado.
Nota: Para evitar la monotonía, pueden variarse de
cuando en cuando los ejercicios de visualización y so-
siego mental. Pueden utilizarse visualizaciones de dis-
tintos ejercicios de este libro y de otros.
Para sosegar la mente, Charles Gritton, profesor de
Iowa, recomienda muy especialmente una colección
de discos llamada The Environment (El medio ambien-
te). Los üiscos realizarán la tarea de leer a los niños
el ejercicio de visualización, ahorrándole ese trabajo,
Estos discos ambientales son muy estimados por sus
alumnos. Incluyen visitas a lugares como un río en
pleno campo, el océano, un aviario, etc. Según él, a los
niños les gusta sobre todo imaginar un viaje a un pan-
tano.

Sosiego mental y visualización


Siéntate o túmbate y ponte muy cómodo. Cierra los
ojos y haz una inspiración profunda. Deja que se relajen
completamente cuerpo y mente. Haz otra inspiración
profunda y, al expulsar el aire, siéntete progresivamente
relajado. Sigue respirando profundamente, sintiéndote
ya completamente relajado, como si flotaras en una gran
nube blanca algodonosa. Todo resulta muy agradable
y apacible.

300
Imagina mentalmente una galería o una m \ co,.
mercial. Imagina que estás allí en este momento.1asas
delante de varios escaparates llenos de vistosos jugue-
tes y ante ti aparece una heladería. Entras. Hay grandes
fotos de helados de cucurucho en las paredes. Hay un
simpático hombrecito vestido de blanco, con un gran
gorro blanco, detrás del mostrador. Es el hombre de los
helados y va a hacerte ahora mismo un helado de cu-
curucho muy especial. Será un helado de cucurucho
gigante con siete paletadas de helado. Te acercas al mos-
trador a mirar.
El hombre de los helados coge un cucurucho gigante
y una gran paleta metálica de helados. Abre el primer
depósito de helados. Es un helado de cereza de un rojo
brillante. Fíjate en la paletada de helado rojo mientras
la coloca en el cucurucho. Abre eL depósito siguiente.
Hunde la pala en él y el helado es naranja. Coloca 1a
paletada de helado naranja encima de la de helado rojo.
Abre ahora el depósito siguiente. El helado es ama-
rillo. Es helado de limón. Allá va la paletada de helado
de limón amarillo encima del cucurucho, justo sobre el
helado de naranja.
Te acercas más para ver qué hay en el siguiente de-
pósito redondo. ¡Helado fresco y verde de lima! ¡Piensa
en su sabor acre! El hombre de los helados da vuelta
a todo el depósito recogiendo una gran paletada de he-
lado verde de lima. La coloca sobre la paletada ama-
rilla, coronando el gigantesco cucurucho.
¿Qué viene ahora? El hombre de los helados corre
la tapa del depósito siguiente. Mete la paleta en él y
saca una paletada de jugoso helado azul de arándanos.
Se ven los arándanos entre el helado. Fíjate en la pa-
letada azul de helado de arándanos sobre la verde lima
coronando el cucurucho.
Pasa ahora al depósito siguiente. Saca una cucharada
de helado púrpura ... de refrescante helado de uva. El
helado púrpura de uva queda colocado sobre la paletada
azul del helado de arándanos.
Y ahora llega la coronación final de este asombroso
helado. El hombre de los helados abre el depósito. In-
troduce en él la paleta. Es un helado de frambuesa de
un tono rosa-púrpura claro. Pone la oaletada sobre to-
das las demás. ¡Qué combinación! Siete paletadas de
siete colores en un cucurucho gigante. Es un cucurucho
de helado como el arco iris. Imagínalo por un momento.
301
Imagina que saboreas todos aquellos diferentes sabores.
Cuenta ahora despacio de 1 a 5 y abre los ojos. Es-
tás otra vez en tu medio habitual. Estírate y activa todas
las conexiones de tu cuerpo. Te sientes descansado y
centrado.

Ejercicio pa.ra centrarse y fortalecerse


El objeto de este ejercicio es experimentar energía
y engendrarla.
Siéntate con las piernas cruzadas en el suelo, las ma-
nos descansando sobre las rodillas, con las 'J)almas hacia
arriba. La columna vertebral ha de estar derecha. (Si
son varios los niños que hacen este ejercicio, puede
disponérseles en círculo.)
Para centrarte, imagina que la energía fluye suave-
mente a través de tu cuerpo de la parte inferior (abdo-
men), que es vuestro centro, hasta el pecho y la cabeza,
y que sale luego por la parte superior de ésta. Imagina
que la luz recorre tu cuerpo y se derrama como una
fuente por la parte superior de la cabeza.

Una caja misteriosa


Este juego infantil está destinado a estimular la sen-
sibilidad táctil y a estimular la imaginación.
PREPARATIVOS: Prepare una caja de zapatos. Decore
el exterior y corte un círculo en un extremo, lo bastante
grande para que pueda pasar la mano y la muñeca de
un niño. Ponga dentro de la caja de zapatos objetos,
uno cada vez. Coloque otra vez la tapa para que los
niños no puedan ver los objetos. Haga que los niños,
uno después de otro, metan la mano en la caja y tan-
teen lo que hay dentro.
Para mantener ocupados a todos los niños, haga que
uno de ellos actúe como «perceptor». Este niño ha de
hacer una descripción verbal de lo que toca. No ha
de nombrar el objeto, aunque crea saber lo que es. Los
demás niños intentarán hacerse una imagen mental del
objeto oculto, basada en lo que dice el perceptor. Cada
niño dirá lo que cree que es el objeto. Esto puede ha-
cerse verbalmente o escribiéndolo en una hoja de papel.
302
Deje que cada niño experimente con varios objetos.
Puede utilizarse el mismo objeto más de una vez. Apre-
cie las diferencias en la descripción.
OBJETOS QUE SE SUGIEREN: Una piña, una bola de algo-
dón, un borrador, una piedra, un cuadro metálico, una
esponja, una concha, una pluma.
Nota: Pueden adaptarse para niños otros ejercicios de
los que figuran en la Sección de Ejercicios.

303
20
LAS POTENCIALIDADES HUMANAS...
¿SON YA POSIBLES?

Aprender más deprisa y eliminar cualquier tensión en


el aprendizaje, nadar con mayor potencia, esquiar con
más ímpetu, librarse del dolor, dejar que la intuición
enriquezca las relaciones ... muchas son las promesas
que nos brindan los diversos sistemas de superapren-
dizaje. Llevando aún más allá las promesas, mientras
sincronizas y armonizas, supuestamente, las fuerzas del
conjunto mente/ cuerpo para seguir una dirección, el
ritmo puede llevarte a una vida más desinhibida y libre
en diversos campos. Es posible profundizar y hacer más
fecunda la experiencia de estar vivo. El mayor atractivo
de las promesas de los nuevos sistemas de a{>rendizaje
es que conectan el imi_iulso de la expEU1sión interior con
el impulso de W'la actuación exterior satisfactoria. Unen
la conciencia y la sensibilidad ampliada con resultados
prácticos aqu1 y ahora. Son tan atractivas las promesas
que resulta diflcil no pensar que son demasiado buenas
y demasiadas para ser ciertas. Y quedan más allá de lo
posible, a menos que aceptemos la premisa implícita
en todas las promesas; según las palabras de la pionera
de la biorrealimentación, la doctora Barbara Brown;
«Los seres humanos poseen una capac1dad mental que
está literalmente por encima de la genialidad.»
Los científicos lie han unido a los humanistas para
sefialar las estremecedoras posibilidades de lo que po-
dría significar ser plenamente humano. Parece como si
todos pudiéramos convertirnos en magos y hacer nues-
tra la Ciudad Esmeralda de Oz. Para hacer nuestra esa
304
ciudad, tenemos que llegar a ella. Hay cada vez más
individuos que empiezan a sintetizar la sabiduría de
Oriente y la de Occidente, lo viejo y lo nuevo, la cien-
cia y las artes, para proporcionamos esa vía que nece-
sitamos. Pero para entrar en ella hemos de aceptar que
hay algún sitio adonde ir.
La doctora Brown, notable científica de fama inter-
nacional, acaba de culminar años de investigación con
una nueva teoría y un nuevo Jibra: Supermind (.Super-
mente). Nuestras facultades intelectuales más elevadas
y notables yacen ocultas y sin identificar, según ella,
en lo que llamamos el inconsciente. Para Brown, estas
facultades humanas han permanecido ocultas durante
mucho tiempo porque la ciencia no ha consagrado sus
energías a analizar lo que significa ser humano.
A nivel personal, tampoco hemos explorado gran cosa
estas posibilidades. Nos hemos convencido engañosa-
mente de que somos lo que no somos. Cada día se hace
más patente que nos limitamos sin necesidad y que te-
nemos una imagen demasiado limitada de nosotros mis-
mos. Así como Brown ha agitado y estremecido al mun-
do de la ciencia (lanzando «una especie de proclamación
de la Emancipación de la Mente»), podríamos intentar
hacer también nosotros nuestra propia «declaración de
independencia». Podríamos intentar pasar más allá del
objetivo de la vida, la libertad y la persecución de la
felicidad y embarcarnos en la persecución de nosotros
mismos, de nuestros posibles yos.
Nadie sabe dónde podría llevarnos esa empresa, pero
podemos tener una idea de dónde podríamos estar en
seis meses o dos años si nos preocupamos de intentarlo.
La experiencia de miles de individuos que lo han inten-
tado y se han convertido en «magos» en uno u otro cam-
po, da fe de los recursos asequibles en este momento.
Por ejemplo, el doctor Lozanov, después de los años
que ha estado trabajando con alumnos de todas las eda-
des, ha venido a decir que la capacidad humana de re-
cordar y de aprender parece casi ilimitada.
No hay punto de desconexión visible en el recuerdo.
Da la sensación de que si quisiéramos romper nuestra
rutina y salir de ella, podríamos aprender los elementos
básicos, los datos que necesitamos conocer, sin esfuerzo.
Podemos tener fácil acceso a otros idiomas, podemos
controlar memoria.
Además, parece ser que también a nivel físico hay
30S
recursos a nuestra disposición. Parece lógico pensar,
por ejemplo, que Vasily Alexeyev, que ha superado
ochenta records mundiales de levantamiento de peso, ya
no pueda desarrollar más su potencial. Pero Yuri San-
dlov. un famoso entrenador soviético, considerando la
actuación de Alexeyev, decía recientemente que tenía
que haber límites en algún punto. «De todos modos
-concluyó- es demasiado pronto para hablar de ello.•
Según la posición soviética actual, un enfoque sinc¡oni-
zado mente/cuerpo en los deportes, puede aumentar la
capacidad de los individuos en un· cuarenta por ciento.
Los records posibles aún no han empezado a rozarse.
En lo que respecta a la eficacia del cuerpo, están
empezando a desaparecer otros límites, límites que te-
nemos profundamente enraizados todos nosotros. «Las
expectativas de nuestra sociedad son muy reducidas»,
dijo en una conferencia médica .reciente, patrocinada
por la Facultad de Medicina Albert Einstein, el doctor
R,obert Ormstein, autor de The Psychology <if Conscious-
ness (La psicología de la conciencia). El doctor Robert
añade: «... el control mental de los estados físicos pue-
de mostrar a los individuos que su cultura les ha im-
buido una subvaloración radical de sus posibilidades».
Especialistas como Ormstein y Brown concuerdan en
que es posible empezar a hacerse con el control de lo
que sucede dentro de nuestro organismo, y que se puede
llegar a controlar hasta una célula aislada. Se está
abriendo en estos momentos una frontera que podría
acabar llevándonos a un mundo liberado de las molestas
limitaciones del dolor y de la enfermedad.
Utilizando reservas olvidadas, los financieros y hom-
bres de negocios descubrieron que podía reducirse otro
tipo de limitación aparente (inflación, tiempos difíciles,
inseguridad respecto al futuro), utilizando la intuición
y aprovechando al máximo la mente metafórica. Utili-
zando las mismas facultades, los ciegos descubrieron,
por una vía muy distinta, que podian añadir nuevas
dimensiones a sus vidas, que podían estimular las· rela-
ciones con el mundo pleno de vida que les rodeaba.
Las facultades del hemisferio cerebral derecho, tanto
tiempo eludidas por la ciencia, están afirmándose rápi-
damente. De pronto, gente de disciplinas muy distintas
empieza a creer__ que es ahí donde ha de aplicarse real-
mente la acción humana, que es ahí donde aguardan
los descubrimientos más revolucionarios, o incluso «evo-
306
lucionarios». Muchos se harían eco de lo que dijo Char-
les Lindberg cuando aludió a la amplitud de estas fa-
cultades: «A través de su conciencia evolutiva y su
conciencia de esa conciencia, el hombre puede fundirse
con lo milagroso ... »
Según dice también el :propio Lindberg, todas ~
épocas se marcan sus propias metas y éstas «no pue-
den alcanzarse con éxito basándose en métodos del pa-
sado». Los tiempos exigen teorías más amplias, mayores
perspectivas. Es esto lo que impulsó a Marilyn Fergu-
son, directora de Brain/Mind Bultetin, a preguntarse si
los soviéticos no tendrían un «arma» que estábamos me-
nospreciando al preocupamos por las complejidades de
la vigilancia electrónica, el control mental y el equilibrio
nuclear. Sería algo que podríamos tener también no-
sotros sin gastar un céntimo del presupuesto de defensa.
«Se trata de un enfoque holístico, libre e interdiscipli-
nario de la ciencia.> Este punto de vista teórico abierto,
que permite una comunicación entre las especialidades
y los especialistas, subyace al tipo de ensefianza holística
que utilizaron Rusia y sus aliados en las últimas dos
décadas en escuelas y centros de enseíianza, deportes
y centros sanitarios. Como indica Ferguson, la ciencia
norteamericana supera a la soviética en cantidad y ca•
lidad de datos, pero se ha impedido florecer la com-
prensión de nuestra acumulación de datos al centramos
en fragmentos, al mantener a los especialistas incomu-
nicados y al no proporcionar fondos a los pensadores
holistas. Ferguson, cuya visión de la ciencia y la inves-
tigación actuales es una de las más penetrantes y am-
plias, informa que los descubrimientos realizados en «la
investigación cerebral, la investigación de la conciencia,
la física, la parapsicología y la biología molecular están
convergiendo hacia una visión nueva y radical del mun-
do». Al mismo tiempo, los investigadores norteamerica-
nos más innovadores advierten que la política científica
imperante está frustrando la aventura más emocionante
de este siglo y de cualquier otro: «La investigación de
lo que significa ser humano.» Y, continúa, «Sólo a noso-
tros mismos podremos culpamos si no utilizamos el
"arma" psíquica más potente que tenernos a nuestra dis-
posición: la imaginación.»
Sólo estamos empezando a aprender a aprender. Los
sistemas de superaprendizaje son una caja de herra-
mientas para principiantes. Aun así, parece evidente que

307
podrían ayudamos a eliminar mucha de la tensión y la
angustia de nuestra época. Si nos molestamos en in-
tentarlo. Algunas personas nos han dicho que estos mé-
todos quizá funcionen bien en Rusia o en Suiza. Pero
no son para Norteamérica, dicen. Los norteamericanos
quieren soluciones instantáneas, píldoras mágicas.
Muchos de nosotros actuamos así, efectivamente, la
mayoría de las veces. Pero también somos -muchos los
que estamos ya hartos de las alegrías de la satisfacción
instantánea. Somos muchos los que empezamos a sen-
tirnos presionados en todas direcciones. Empezamos a
comprender que lo que está fuera de nosotros mismos,
sea una píldora o un político, no va a resolvernos las
cosas a la larga. El impulso de reclamar la capacidad
para actuar, la capacidad de ocuparnos de nosotros mis-
mos y de otros, está dando nuevo vigor a otra caracte-
rística norteamericana: la confianza en uno mismo.
·Como tan acertadamente ha dicho el historiador Ken-
neth Demarest: «La única élite auténtica que ha existido
es la élite de los que lo intentaron de ve.tas. El acceso
a esta eme~ paladojfcamente, está abierto a todos, y su
saludable destino es convertirse cada día menos en éli-
te, a medida que sea mayor el número de personas que
alcancen el nivel que pueden alcanzar los seres humanos
cuando lo intentan de verdad y decididamente.•
El" superaprendizaje no ofrece nada que puedas to-
mar y pueda hacer que te sientas omniscente durante
una hora, que pueda hacerte ganar una carrera o incluso
quitarte la jaqueca antes de que termine el anuncio.
No hay píldoras mágicas. Pero hay, en este momento,
aquí y ahora, a nuestra disposición, medios para nutrir
esas semillas vivas que habitan en nuestro interior, de
empezar a crecer y desarrollamos en nuestra propia
época, en nuestros propios cuerpos y mentes, para lle-
gar a ser ese individuo más pleno, ese ser humano po-
sible. Basta con que queramos intentarlo.

308
APÉNDICES
Recapitulación
El superaprendizaje es un medio fácil y cómodo de
aprender que acelera el aprendizaje 2, 5, 10 o más veces,
y que posee muchos de los beneficios salutíferos que
proclaman los cursos de meditación y relajamiento. Este
método modernizado y occidentalizado de aprendizaje
acelerado recurre a las reservas de la mente para libe-
rar aptitudes mentales superiores, la supermemori~ y
otros poderes. Moviliza parte de ese 90 por ciento del
potencial del cerebro que raras veces utilizamos. Esta-
blece líneas de comunicación: Líneas que comunican
cuerpo y mente, líneas que comunican consciente e in-
consciente. Es una forma global y holística de aprender,
utilizando simultáneamente el hemisferio cerebral de-
recho y el izquierdo y abarcando a toda la persona.
El superaprendizaje es aprendizaje sin tensión. Uti-
liza los recursos del cuerpo económica y eficazmente.
Es aprendizaje sin esfuerzo, sin fatiga m tensión. «Es-
forzarse al máximo» bloquea el libre flujo de energía
necesario para que la mente funcione. El superaprendi-
zaje utiliza «la preservación de la energía humana» para
conseguir resultados.
COMUNICACIÓN MENTE-CUERPO

¿Cómo funciona esta conexión? Un tipo muy con-


creto de música produce un efecto psicofísico y crea

311
un estado meditativo y relajado del cuerpo. La investi-
gación fisiológica mostró que esta música concreta ate-
núa los ritmos corporales llevándolos a niveles de mayor
eficacia. Este relajamiento provocado por la música
aporta beneficios para la salud. Elimina la fatiga y es-
tunula el bienestar físico y emotivo. Es un poco como
una meditación con mantra, pues constituye una línea
de conexión entre la mente y el cuerpo que ayuda a abrir
la conciencia interna. La investigación fisiológica mues•
tra también que este estado de sosiego del cuerpo faci-
lita el funcionamiento de la mente y el aprendizaje. El
cuerpo utiliza menos ener-&fa; en consecuencia, la mente
a1spone de ,ruí.s. Esta mú51ca concreta twuce un estado
de relaiamicnto despierto: la mente está alerta y el
cuerpo está relajado.
¿Cómo puedes, a voluntad, recordar lo percibido? La
respuesta es el ritmo. La conexión se hace a través de
ritmos sincronizados. Los datos a aprender se recitan
con entonaciones rítmicas a compás con la música. El
alumno va respirando ritmicamente en un estado de
relajamiento. Así pues, los datos, las entonaciones, la
música, la respiración y los ritmos corporales están to-
dos sincronizados en un ciclo rítmico específico y con-
creto. El ritmo, las entonaciones, la música y la respi-
ración establecen lineas de conexión con el inconsciente,
mientras los datos se conectan simultáneamente con la
mente consciente. Los ritmos armonizados fortalecen la
señal de información. La captación consciente de per-
cepciones inconscientes se abre mediante esta línea de
conexión, de modo que percibes lo que hay en el banco
de tu memoria.
Por último, el superaprenclizaje consiste en aprender
a aprender. En cuanto empiezas a utilizar las técnicas,
se produce un efecto de bola de nieve. ¿ Cómo puedes
hacer superaprendizaje por tu cuenta? El proceso es
muy simple: consigue antes la música, organiza el mate-
rial y grábalo. Léelo en voz alta a intervalos de ritmo
lento con el acompañamiento de una música específica.
Luego, no tienes más que relajarte y escuchar el mate-
rial, respirando a ritmo con la música.

Elementos pedagógicos
La enseñanza con el sistema de sugestopedia supone
un conjunto de métodos que los búlgaros tomaron de
312
varios sistemas. Se utilizan algunos elementos similares
a los métodos de Montessori y las lecciones se ofrecen
de un modo vívido y dramático, como en Sesame Strut
y The Electric Company.
El lenguaje corporal y otras claves no verbales que
un estudiante capta de su maestro deben organizarse
de modo que estimulen el aprendizaje en vez de obstacu-
lizarlo. El profesor debe procurar crear un medio agra-
dable, positivo y cálido. Para ayudar a orquestar la co-
municación no verbal en la enseñanza, se da a los pro-
fesores la comunicación en técnicas psicoterapéuticas,
teatro, canto, etc. (Ver Telepatía, pág. 263.) También es
importante crear imágenes mentales vívidas y adiestrar
la imaginación y la capacidad de visualizar.
En nuestra opinión, para una buena comunicación,
es básico que exista una afinidad. Como las sesiones de
supermemoria tienden a ampliar por parte del estudian-
te la conciencia de claves que les llegan de sus profe-
sores (miedos, actitudes, ideales), estos elementos no
verbales han de tenerse en c1,1enta y organizarse para
estimular el interés. Por ejemplo, si un profesor no pue-
de soportar realmente a un alumno concreto, es muy
probable que ese alumno lo advierta, lo cual puede afec-
tar a su rendimiento. En las clases búlgaras, se conside-
ra tan importante esa afinidad entre estudiante y pro-
fesor que se anima a los alumnos a que cambien de
clase para estar con un profesor con el que se sientan
más afines.
La teoría de Lozanov destaca también la «infantiliza-
ción», sobre todo para los adultos. Se trata, ni más ni
menos, de restaurar esa facilidad con que aprenden los
niños pequeños, y esa espontaneidad, receptividad y ca-
pacidad de memorizar del niño.
En las lecciones, se hace a los alumnos representar
papeles. Se les dan nuevas identidades para que se preo-
cupen menos por los errores que puedan cometer, se
representan pequeños cuadros, se organizan juegos, se
canta y se procura utilizar todas las artes. Se utilizan
además muchas técnicas de los anuncios de televisión
para que las lecciones atraigan la atención de los alum-
nos.
También se descubrió que la autoridad ayuda a la
memoria. Se dio a dos grupos de estudiantes las mis-
mas palabras para memorizar. A un grupo se le dijo

313
que las palabras eran de Ja obra de un poeta favorito.
Ese grupo aprendió casi todas las palabras.
Otro principio· pedagógico es la realimentación. Se
utiliza para reforzar la confianza en la capacidad de
superaprendizaje. Ver que hemos mejorado fortalece
nuestra creencia en que de verdad tenemos una capa-
cidad extraordinaria y que podemos utilizarla. Puede
lograrse una realimentación de los resultados con prue-
bas frecuentes. Ir siguiendo constantemente los progre-
sos, mejora, convence y motiva.
La organización del material del curso tiene mucho
en común con los cursos concebidos para el aprendiza-
je en el sueño.
Sugestología, el libro del doctor Lozanov, esboza su
teoría de la sugestión basada en descubrimientos cien-
tíficos de autoridades eslavas en la materia. Ritmo, en-
tonación, música, todo se encuadra en su teoría bajo
la clasificación de sugestión.
Los profesionales interesados en la teoría y en la
enseñanza con el método hallarán fuentes de informa-
ción en la sección de referencias.
Dos de los procedimientos pedagógicos básicos de
Lozanov incluyen: 1) terapia de la propia imagen para
los alumnos y 2) organización de claves no verbales.
Para los occidentales, muchas de las otras ideas peda-
gógicas búlgaras son perfectamente conocidas y se han
utilizado aquí desde hace años, me refiero a los juegos
y a las representaciones. La tendencia hacia una educa-
ción transpersonal y holistica es también fuerte en Nor-
teamérica. Muchos de estos enfoques educativos se de-
rivan de la obra de otro psiquiatra, un italiano, Roberto
Assagioli, creador de la ps1cosíntesis. Estos enfoques
se centran en armonizar los aspectos físico/sensitivos,
emotivos, intelectuales, imaginativos e intuitivos de la
personalidad en el proceso de aprendizaje.
Rudolf Steiner, austriaco, fundador de la antroposo-
fía, autor de Educación curativa y creador de las Escue-
las Waldorf por toáo el mundb, ideó también técnicas
pedagó¡pcas destinadas a estimular «el florecer natural
del genio en todos los nifios».
El objetivo búlgaro es utilizar estas diversas técnicas
pedagógicas holfsticas para con ello ampliar y consoli-
ctar mejor las facultades ampliadas de los alumnos que
se abren a través de las sesiones de supermemoria.
La principal diferencia pedagógica del método de
314
Lozanov respecto a otros métodos es que, tras un cierto
número de semanas o meses de supermemoria, los es-
tudiantes realmente empiezan a adquirir una especie de
memoria semifotográfica o, al menos, a mejorar nota-
blemente la memoria, de modo que ya resultan innece-
sarias muchas de las viejas formas de aprendizaje basa-
das en la repetición. La enseñanza se convierte en una
frontera fecunda y puede ir bastante más allá del sim-
ple manejo de información.
Las sesiones de supermemoria pueden llevar por sí
solas a una considerable aceleración del aprendizaje.
Si se combinan con ellas métodos holfsticos de ense-
ñanza, pueden aumentar el ritmo de aprendizaje y ayu-
dar a ampliar aún más las facultades.
Si, por ejemplo, se utilizan los materiales del curso
de modo que formen un cuadro específico y constituyan
un proceso concreto que estimule la visualización, aún
serán mayores los adelantos. Los búlgaros han prepa-
rado cursos en forma de diálogos y escenas que siguen
un orden concreto (para más información, puede poner-
se en contacto con Superlearning Corp., 128 East 56th
Street, 4th floor, New York, N.Y. 10022).
Y para más información sobre sistemas de aprendi-
zaje holístico, póngase en contacto con el lnstitute for
Wholistic Education, Box 575, Amherst, Mass, 01002.
Para más información sobre las Escuelas Waldorf,
póngase en contacto con la Rudolf Steiner Library, 211
Madison Ave., New York, N.Y. 10016.

Esquema de la clase
Antes de iniciar un curso de sugestología en Bulgaria,
los alumnos tenían que pasar, en principio, cuatro días
de preparación que incluían ejercicios de sugestión de
capacidad limitada de aprendizaje. Un
materia concreta duraría unos treinta ·.
'J:~ sobre una
, cuatro ho-
ras al día con un descanso. Cada sesión tiene tres par-
tes: t) una revisión en forma de charla sobre material
ya aprendido, utilizando los mejores elementos de los
métodos oral y audiovisual; 2) una exposición de mate-
rial nuevo, en forma de diálogos: se representan situa-
ciones de la vida real; 3) una sesión de fortalecimiento
de la memoria. Esta seccion de fortalecimiento de la
memona se realiza en dos partes: una activa y otra pa-

315
siva. En la parte activa, los alumnos siguen el texto
mientras se lo leen. Se l'elajan y respiran profundamen-
te, mientras el profesor lee las. frases en las tres ento-
naciones de ritmo preciso en el ~cla -de ocho segundos.
No se pone música alguna durante esta lectura del
material. Los alumnos siguen el material del texto y re-
piten las frases mentalmente.
En la parte pasiva de la sesión de memoria, los alum-
nos se relajan, cierran los ojos y escuchan la música
barroca e• intentan visualizar el material mientras el
profesor hace una lectura de las frases muy teatral y
«artística», siguiendo el ciclo de ocho segundos al com-
pás de la música.
PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO

Muchos usuarios norteamericanos del método han


comprimido las dos partes de la sesión de fortaleci-
miento de la memoria en una sola, y siguen consiguien-
do, pese a ello, un aumento de seis a uno en el ritmo de
aprendizaje. El procedimiento simplificado de fortaleci-
miento de la memoria es, pues, como sigue: los alum-
nos se relajan y respiran profunda y rítmicamente al
compás de la música. El profesor recita o canta el ma-
terial en un ciclo de doce o de ocho segundos, al compás
de la música, utilizando tres entonaciones diferentes.
El procedimiento occidentalizado de organización del
curso empieza con una semana aproximadamente dedi-
cada a adiestrar a los alumnos en ejercicios de relaja-
miento, visualización y respiración. El material a apren-
der se presenta de una forma vívida y espectacular, con
juegos, representaciones, diálogos, lectura. Antes de la
sesión del concierto, dedican de cinco a diez minutos a
ejercicios físicos simples de distensión, visualización, re-
lajamiento y respiración y refuerzos positivos para un
aprendizaje fácil y eficaz, un rendimiento excelente y
una buena salud. Deben hacerse pruebas a diario para
advertir los progresos.
En principio, en la versión búlgara, las clases eran
reducidas (doce alumnos), y se disponían cómodos asien-
tos formando un círculo. La versión norteamericana pre-
fiere hacer que los alumnos se relajen tendidos en este-
rillas en el suelo. «Si hay asientos cómodos, magnífico
-dice Lozanov-. Si no hay asientos, da igual. El méto-
do ha de ser flexible y adaptable.»
316
ANTECEDENTES DE LAS SESIONES DE AMPLIACIÓN
DE LA MEMORIA

Como ya hemos indicado, debido a consideraciones


políticas ha habido gran confusión y ocultamiento en lo
que respecta a los aspectos del sistema de Lozanov re-
lacionados con la expansión de la memoria. Los diferen-
tes países parecen haber elaborado versiones completa-
mente distintas, y esto se aplica también dentro del
bloque &'Oviético. Una fuente opina que Alemania Orien-
tal pagó por el método y obtuvo todos los detalles, mien-
tras que otros países no.
(Ya en 1970, el jefe del Centro nemológico de la Uni-
versidad Karl Marx de Leipzig, el doctor Jemicke, pro-
clamó que habían realizado ya experimentos con el mé-
todo sugestopédico búlgaro. En un experimento típico,
los alumnos aprendieron 3.182 unidades léxicas y frases
hechas en treinta días con una retención del 94 por
ciento.)
El gobierno húngaro aún no había pagado por el
método en 1978 y sólo disponían de ciertas partes, pero
no se les permitió examinar todas las investigaciones
búlgaras ni· 1es aclararon todas sus dudas. Ni siquiera
a los occidentales que pagaron les dieron todos los de-
talles.
En 1978, se informó de que el Instituto de Sugestolo-
gía de Bulgaria había sido ocupado por miembros del
partido comunista y que habían sido expulsados los
profesores innovadores que habían elaborado los méto-
dos básicos de la sugestopedia. Al parecer a los profe-
sores adiestrados por estos nuevos dirigentes del Insti-
tuto sólo se les daba información parcial. A menos que
tuvies~n ya un conocimiento profundo de alguno de los
sistemas originales de los que se derivó la sugestopedia
(raja yoga, autogenia, etc.) no lograban buenos resul-
tados.
En el instituto búlgaro, a algunos occidentales les
dieron listas de música de compositores del siglo XIX
y les indicaron que leyesen el material con ella. Sin com-
prender la razón de lo que hacían, los profesores leye-
ron obedientemente el material del curso por encima
de conciertos completos, gritando a pleno pulmón para
que pudiesen oírles en las partes más atronadoras de la
música. Aunque los estudiantes alcanzasen realmente
un estado de conciencia alterado con ritmos mente/
317
cuerpo aminorados, semejante lectura les habría saca-
do de él.
El principio que hay tras la sesión musical está de
acuerdo con la investigación sobre aprendizaje acelerado
y percepción ampliada del tiempo que iniciaron en Es-
tados Unidos hace décadas los doctores Cooper y Erick-
son. Incluía sesenta compases por minuto y ciclos de
actividad de diez segundos. Los sesenta compases por
minuto reducen los ritmos mente/cuerpo, de modo que
los compases los percibe el individuo como si fuesen
más lentos de lo que en realidad son. Debido a esta
percepción aminorada del tiempo, pueden realizarse
gran número de actividades mentales y creadoras en
muy poco tiempo de reloj, porque el tiempo en sí pare-
ce ampliarse.
Los doctores Houston y Masters han realizado inves-
tigaciones recientes sobre este principio de la distor-
sión del tiempo en el aprendizaje. Demostraron que los
alumnos podían mejorar su dominio de las artes gráfi-
cas en unas horas, podían conseguir en esas horas lo
que normalmente llevaría un semestre de trabajo en
clase. Gay Luce, (Body Time -Tiempo corporal-) in-
dica: «Los estudios de la distorsión del tiempo subra-
yan lo limitada que puede ser nuestra visión cultural
del "sentido del tiempo", y pueden ofrecemos medios
para enriquecer la educación de los jóvenes introducien-
do más aprendizaje en los primeros años escolares.»
Reducir los ritmos mente/cuerpo para ampliar el
tiempo parece ser la base biológica para un mejor apren-
dizaje también en el caso de los animales. Cuando se
aminoraban los ritmos de las ondas cerebrales de los
animales de laboratorio mediante inducción eléctrica
duplicaban su ritmo de aprendizaje (ver The .Brain-
Changers de Maya Pines, New York, Harper & Row,
1973).
En la adaptación que hace Lozanov de este principio
de aprendizaje acelerado a un ambiente normal, se uti-
liza la música con este ritmo de sesenta compases por
minuto para reducir los ritmos mente/cuerpo y, literal-
mente, «ampliar el tiempo».
Según nos dijeron, para asegurarse de que la música
puede lograr realmente este objetivo, en Bulgaria sue-
len comprobar la sensibilidad de los alumnos a la mú-
sica. Si el individuo no es muy sensible a la música,
pueden utilizarse otros medios para reducir los ritmos
318
mente/cuerpo, como, por ejemplo, ejercicios respirato-
rios o autogenia o técnicas de biorrealimentación. (Se ha
descubierto que algunas personas reaccionan negativa-
mente ante la música, y estas personas podrían utilizar
un metrónomo de sesenta compases por minuto en vez
de música.)
Los búlgaros han facilitado recientemente detalles de
una sesión de concierto adicional. Se trata de un con-
cierto suplementario y que no sustituye al concierto
barroco. Su audición es anterior. La lista de piezas mu-
sicales incluye compositores del siglo XIX: Concierto en
re mayor para violín de Brahms; Concierto en si be-
mol para piano de Chaikovsky; Concierto Emperador
para piano de Beethoven. Los movimientos lentos de
cada concierto (algunos de los cuales tienen un compás
de unos sesenta por minuto) pueden separarse y unirse
para una sesión de concierto. El material puede leerse
con la música siguiendo el ciclo de ocho segundos. El
volumen debe mantenerse bajo para lograr un estado
de descanso parecido al ensueño en los alumnos. De-
bido a que hay con frecuencia ritmos fluctuantes en la
música clásica más moderna comparada con la barroca,
se da a los profesores un esquema a seguir en la lectura
con la música y se les indica que no deben leer durante
ciertos pasajes. Este tipo de sesión de concierto es bas-
tante difícil para el profesor.
A este concierto adicional le sigue el concierto ba-
rroco para la supermemoria que describimos en el Ca-
pítulo 8.

319
FUENTES
SECCIÓN 1

Para más información sobre sugestologfa y sugestopedia,


le serán muy útiles las siguientes publicaciones:
Suggestion in Psychology and Education, George Lozanov,
publicado por Gordon & Breach (1 Park Avenue, New
York, N.Y., 10016), 1978; es una adaptación americanizada
de la tesis que el doctor Lozanov publicó en Bulgaria con
el título de Sugestología.
Las actas de las sesiones de la Conferencia de sugestolo-
gía de 1971 son asequibles en un volumen de 669 páginas,
Problems of Suggestology, que puede pedirse al Instituto
de Sugestología, Calle Budapest, 9, Sofía, Bulgaria. Contie-
ne las investigaciones realizadas tanto en el bloque sovié-
tico como en los países occidentales sobre sugestología y
aprendizaje rápido.
The Suggestology and Suggestopedia Journal podía con-
seguirse en Haemus Foreing Trade C., 6 Russki Blvd., So-
fía, Bulgaria. (Sólo han llegado hasta ahora tres números
a Occidente.)
El folleto de la doctora Jane Bancroft, The Lozanov
Language Class, expone varias de las ideas básicas de la
sugestopedia y algunos de los elementos ocultos. Da tam-
bién detalles prácticos. Puede conseguirse en microficha en
el Centre for Applied Linguistics, 1611 N. Kent St., Arlington,
Va., 22209. Aparece también en el Journal of Suggestive-
Accelerative Learning and Teaching, Vol. 1, 1, Spring 1976.
Otros dos artículos útiles de la doctora Bancroft son:

320
«The Lozanov Method and its American Adaptations•, Mo-
dern Language Journal, April 1978; «The Psychology of Sug-
getospedia: Or Learning Without Stress•, Educational Cou-
rier, 42, 4, feb. 1972 (Suite 315,207 Queen's Quay West,
Toronto, Canadá.)
Don Schuster, Ray Benítez-Bordon y Charles Gritton han
compilado un manual para profesores: Suggestive, Accele-
rative Learning and Teaching: A Manual of Classroom
Procedures Based on the Lozanov Method (1976), que puede
conseguirse en SALT, Iowa.
Journal of Suggestive-Accelerative Learning and Teaching
(SALT), y Newsletter son publicaciones de la Society for
Suggestive-Accelerative Learning and Teaching, 2740 Ricll-
mond Ave., Des Moines, Iowa, 50317.
Los datos sobre los programas de preparación de pro-
fesores pueden pedirse a SALT.
El método de Lozanov expuesto desde un punto de vista
interno por un búlgaro que trabajó con el sistema, aparece
en La Suggestologie et La Suggestopédie, por la doctora Ba-
griana Bélanger, publicado en 1978 por Editions Retz, 114
Champs-Elysées, París, Francia 7S008.
La doctora Belanger, casada con un canadiense, vive ac-
tualmente en Ottawa. Su familia y la familia de Lozanov
fueron durante mucho tiempo vecinas y amigas. Sus amis-
tades íntimas de la Universidad se convirtieron en pioneros
d~ las técnicas pedagógicas de Lozanov, y la propia doctora
Belanger aprendió el método en Bulgaria. Se hallaba pues,
en una posición única para conocer los elementos internos
que ayudaron a modelar las ideas de Lozanov, y aporta in-
formaciones fascinantes de la parapsicología búlgara y de
las tradiciones de las que surge.
Para más información, véase The ESP Papers, de S. Os-
trander, y L. Schroeder, 1976, Bantam Books, 414 East Golf
Road, Des Plaines, Ill. 60816. Incluye la traducción de los
artículos originales de la URSS y Bulgaria sobre sugesto-
pedia, la obra del doctor Lozanov y viajes a la India.
Las investigaciones del doctor Lozanov sobre parapsico-
logía y su papel en el desarrollo de la sugestopedia se tra-
tan en Psychic Discoveries Behind the Iron Curtain (Ban-
tam Books, 1971). The Handbook of Psychic Discoveries
(1974, Berkley Publishing, 200 Madison Ave., New York) da
información práctica sobre muchos aspectos de las investi-
gaciones realizadas en el bloque soviético en el campo de la
sugestologia y de lo psíquico, e incluye equipo para poder
investigar por cuenta propia los efectos de la música en

321
·tas plantas y en los seres humanos, fotografías del aura,
desanollo de lo psíquico, etc.
La aplicación de la sugestoped.ia a las clases para alum-
nos con problemas de lectura se analiza en los artículos de
Allyn Prichard y Jean Taylor: «An Altered-States Approach
to Reading», publicado en Educational Courier, feb., 1976
(Suite 315, 207 Queen's Quay West, Toronto, Canadá). «Adap-
ting the Lozanov Method for Remed.ial Reading Instruc-
tion», apareció en Joumal of SALT, Summer, 1976.
Puede solicitarse material sobre educación holistica al
Institute for Wholistic Education, Box 575, Amherst, Mas-
sachusetts, 01002. A Guide to Resources in Humanistic and
Transpersonal Education enumera unas quinientas fuentes
y también datos para encontrar organizaciones de educa-
ción holistica y humanística. The lnner Classroom: Teaching
with Guided Fantasy and Wholistic Bducation, de Jack Can-
field y Paula Klimek, trata de la educación de la Nueva Era.
«Learning, Education, Creativity, Suggestology and Lear-
ning Disorders» es una visión general del tema que puede
cc.nseguirse en Brain/Mind Bulletin, P. O. Box 4221'1. Los
Angeles, California, 90042.
Videocintas: Una cinta de las clases de Lozanov en el
Instituto Pedagógico de Lenguas Extranjeras de Moscú con-
tiene las clases que dio Galina Kitaigorodskaya en enero
de 1974 y descubre algunos de los elementos de enseñanza
de la sugestopedia.
Entrevista con el doctor Lozanov, 8 de mayo, 1975, Was-
hington D. C. Estas y otras cintas pueden conseguirse en
Dimitri Devyatkin, 134 Haven Ave., New York, N.Y. 10032.
Cintas y videocintas de presentaciones y demostraciones
del doctor Lozanov y sus colegas en la Conferencia interna-
cional celebrada en Iowa en •1977, sobre aprendizaje suges-
tivo-intensivo, pueden conseguirse en:

The Office of Extension Courses and Conferences


102 Scheman Continuing Education Building
Iowa State University
Ames, Iowa 50011
La Sophrologie: Une Revolution en Psychologie, Pedago-
gie, Medicine?, por los doctores H. Boon, Y. Davrou, J.-C.
Macquet, publicado en 1976 por Editions Retz, 114 Champs-
Elysées, París, Francia, abarca el desarrollo de la sofrología
en diversos campos, desde la medicina a los deportes y la
educación. Editions Retz ha publicado también Le Guide

322
Pratique de la Sophrologie, de Davron y Macquet, que in-
cluye 50 ejercicios prácticos de sofrología. En Le Proffcsseur
Caycedo, Pere de la Soph,·ologie Raconte sa Grande Aven-
ture (Retz, 1978), se da un informe personal de los viajes de
Caycedo por la India y Oriente. Sophrologie dans notre Ci-
vilisation, de Raymond Abrezol, Inter Marketing Group,
Neuchatel, Suiza, 1973, ofrece información médica básica
sobre sofrología. La obra más importante de Caycedo es
La India de los Yoguis (Editorial Andes Internacional, Bar-
celona, 1977). El sistema de la memoria de Caycedo está
resumido en: «Curso de Entrenamiento Sofrolójpco de .la
Memona», Barcelona, Unidescb. 1979. El informe de la doc-
tora Jane Bancroft que analiza las similitudes entre el sis-
tema de Caycedo y el de Lozanov, es: «Caycedo's Sophro-
logy and Lozanov's Suggestology - Mirror Images of a Sys-
tem•. Puede pedirse a ERIC Documents on Foreing Langua-
ge Teaching and Linguistics, 1979 (1611N. K.ent St., Arlington,
Va., 22209). .
El método de enseñanza creado por Jacques de Coulon,
que incluye ejercicios de concentración y técnicas respirato-
rias para el aprendizaje intensivo, puede encontrarse en
Eveille et Harmonie de la Personalité, Editions Signal, Lau-
sanne, Suiza, 1977.
Para más información sobre la forma activa de enseñanza
utilizada en el Dartmouth lntensive Language Model, véase
TIME, 16 de julio, 1979.
Para más información sobre cómo pueden conseguir los
estudiantes un rendimiento mucho mayor con métodos de
superaprendizaje, véase «Adapted Suggestology and Student
Acbievement», de Donald A. Vannan, Journal of Research
in Science Teaching, Vol. 16, n.0 3, pp. 263-267 ('1979). Puede
consultarse también, sobre el mismo tema, la obra del mis-
mo autor, «Adapted Suggestology and Elementary Science
at Bloomsburg State College• • ERIC Resources in Educa-
tion, ED 152 520, agosto, 1978, p. 141.
Lista parcial de organizaciones

Superleaming TM lnc.,
Suite 4D
17 Park Avenue,
New York, N.Y. 10016
(Pedidos por correo: cintas/materiales útiles)
Cintas: 1) Música para Superaprendizaje/Ejercicios de
relajamiento.

323
2) Instrucciones, con lección muestra/Cinta cronómetro.
12$ p. (N.Y. 8 % imp)
Society for Accelerated Learning and Teaching (SALT),
P.O. Box 1216, Welch Station,
Ames lowa 50010
(Programas de formación para profesores, informes cien-
tíficos, procedimientos.)
Lozanov Learning TM lnstitute lnc.,
Suite 1215,1110 Fidler Lane,
Silver Spring, Maryland 20910
Sleep-Learning Research Association,
Box 24, Olympia, Washington
Win, Wenger, Ph. D.
Psychegenics
Box 332
Gaithersburg, Maryland 20760
(Aprendizaje en el sueño, Talleres de creatividad)
Relaxation Response Inc.,
858 Eglinton Ave. W. 108,
Toronto, Ontario, Canadá M6C 2B6
(Programas de entrenamiento en relajación)
Institute for Wholistic Education,
Box 575,
Amherst, Mass. 01002
(Adiestramiento de profesores en técnicas y métodos ho-
lísticos)
Biofeedback Society of America,
4200 East Ninth Ave., C268,
Denver, Colorado 80262
(Biorregeneración educativa: métodos y materiales para
las clases.)
Instituto Alfonso Caycedo,
Balmes 102,
Barcelona 8, España
(Programas de sofrología para enseñanza.)
Sophrology Centre,
Centre du Lambermont,

324
61 rue Richard Vandevelde,
Bruselas 1030. Bélgica
Kundalini Research Foundation,
Gene Kieffer, Director,
10 East 39th Street,
New York, N.Y. 10016
(Investigación sobre campos energéticos y capacidad de
aprendizaje.)

Yoga Teacher's Association,


Box 11476, Chicago, Ill. 60611

Asesoramiento
Dra. W. Jane Bancroft, Universidad de Toronto, Scarborough
College, West Hill, Ontario, Canadá MlC 1A4 (Asesoramiento
sobre Superaprendizaje.)
Dr. Allyn Prichard, Rte. 8, Univeter Road, Canton, Georgia
30114. (Corrección de problemas de lectura, aplicando téc-
nicas de superaprendizaje.)

Dra. Bagriana Belanger, e/o University of Ottawa, Ottawa


Ontario, Canadá. (Asesoramiento sobre sugestología. Autora
de La Suggestologie.)

Algunas conferencias recientes


1971: Primera Conferencia Internacional sobre Problemas
de Sugestología, Varna, Bulgaria. 1974: Conferencia sobre
hipnopedia y sugestopedia de Moscú. 1975: Conferencia so-
bre sugestopedia en Alemania Oriental. 1975: Congreso In-
ternacional sobre la psicología de la conciencia y sugesto.:.
logia, Pepperdine University, Los Angeles. 1975: Simposium
internacional sobre sugestología - La psicología de la su-
gestión; patrocinado por Mankind Research Unlimited, Wash-
ington D. C. 1976: Conferencia sobre la sugestopedia en
Budapest, Hungría. 1976: Premier congres mondial d'hypno-
pédie et de suggesto-hoynopédie, París, 1976: Primera confe..
rencia internacional sobre sugestología y aprendizaje y en-
señanza sugestiva-intensiva, Des Moines, Iowa. 1977 y 1978:
Segunda y tercera conferencia de Iowa. (Se han celebrado
325
también conferencias sobre sugestopedia en Ottawa, Canadá,
en los últimos seis años.) 1978: Congreso europeo de hipno-
sis, psicoterapia y medicina psicosomática (Sección de su-
gestopedia), Malmo, Suecia.

SECClóN 11

Para más información sobre autogenia:


The Psychosomatic Medicine Clinic
2510 Webster Street
Berkeley, California 94705
Vera Fryling, M.D.
6401 Broadway Terrace
Oakland, California 94618 .
(Cintas y seminarios sobre autogenia por un destacado es-
pecialista que estudió en Berlín con el doctor Johannes
Schulz.)
Para la obra de Jack Schwarz (medicina holistica, con-
trol del dolor, preparación de profesionales de la salud)
contactar con:
Aletheia Psycho-Physical Foundation
515 N.E. 8th Street
Grants Pass, Oregon 97526
Para todo tipo de información y cintas sobre terapia su-
plementaria de visualización/meditación en los ca$0S de
cáncer, contactar con:
Carl Simonton, M.D.
Cancer Counseling and Research Center
Suite 710
1300 Summit Avenue
Fort Worth, Texas, 76104
(817-926-7821)

Para biogenia y control del dolor, ponerse en contacto


con:

326
C. Norman Shealy, M.D.
Pain Rehabilitation Clinic
Route 2-Welsh Coulee,
La Crosse, Wisconsin
USA
Para investigación psicológica; control de estados inter-
nos; efectos de la música sobre el organismo, etc., ponerse
en contacto con:
The International Kirlian Research Association,
IKRA Communications
411 ~ast 7th Street
Brooklyn, New York 11218
USA

SECCIÓN 111

Para más información sobre el Proyecto conciencia


ciega:
Carol Ann Liaros
Project Blind Awareness
3329 Niagara Falls Blad.
North Tonawanda, New York 14120
Si quiere saber qué centros de enseñanza ofrecen cursos
psíquicos:
Mrs. J.E. Nester, ASPR
lnfonnation Service for Psi Education
5 West 73rd Street
New York, New York 10024 (2 dólares, pero sujeto a cambio)
USA

Para información y cintas sobre Sentics, del doctor Man--


fred Clynes:

American Sentic Association,


P.O. Box 2716,
La Joya, California 92038
USA

327
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