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Crisis.

Clase 2

Hoy comenzaremos con uno de los marcos teóricos elegidos para pensar las situaciones de
crisis. Veremos a Henri Ey y su Tratado de Psiquiatría.

Primero me gustaría contextuar un poco la obra de Ey con algunas referencias biográficas y


su concepción órgano dinámica de las enfermedades mentales.

Henry Ey
Henry Ey nació en agosto de 1900 en un pueblo del sur de Francia. Muere en 1977, seis
años después de su retiro como profesional. Se gradúa en 1923 y comienza a trabajar
durante los primeros años haciendo sus prácticas en un hospital psiquiátrico de la Seine en
París. Más tarde se desempeña en Saint-Anne siendo compañero de los fundadores del
psicoanálisis en Francia y también compañero de Lacan, con quien forjó una gran relación a
lo largo de los años. Desde 1933 hasta su retiro en 1971 se desempeñó como médico jefe
del Hospital psiquiátrico de Bonneval. En esa época se dedicó a la docencia y a la escritura,
surgieron así sus principales obras. En 1961 aparece la primera edición del Tratado de
Psiquiatría que elaboró junto al psiquiatra clínico Bernard y al psicoanalista Brisset.

Fue un gran docente por su transmisión clínica y aunque nunca obtuvo una cátedra
universitaria, desplegó su pasión por la enseñanza en cursos de formación de posgrado.
Trabajó siempre en pos de separar la psiquiatría de la neurología, ubicando la especificidad
de la psiquiatría tanto en la teoría como en la práctica.

Respecto de su concepción órgano dinámica, es un modelo psicopatológico donde la


enfermedad mental, se sigue considerando “enfermedad” (en contra de la denominación de
“trastorno” por parte del DSM) Enfermedad determinada por una causa orgánica y depende
de una patología general. Y por otro lado el término “mental” hace referencia a una
regresión del aspecto psíquico del individuo. Propone una idea de un cuadro clínico que es
efecto de un proceso orgánico, pero entre lo orgánico y el cuadro resultante propone un
trabajo psíquico. Allí ubica entonces lo orgánico como causa, no obstante no reduce la
patología únicamente a lo orgánico, suma el aspecto dinámico del trabajo psíquico.
En resumen la propuesta de Ey para definir el objeto y el abordaje de la psiquiatría está más
cercana a la psicología del Yo que al psicoanálisis y la idea de sujeto propuesta por el
psicoanalista lacaniano de la misma época. Si bien en su obra menciona a Freud es una
lectura propia del psicoanálisis freudiano basado centralmente en la primera tópica, más
ligado al cuerpo y la conciencia, tomando para su clasificación la desestructuración del
campo de la conciencia para las enfermedades mentales agudas, y la desorganización del
ser consciente o patología de la personalidad para las crónicas.

En nuestra época podemos decir que la psiquiatría ha dejado de lado la psicopatología, las
grandes estructuras psicopatológicas, para centrarse en el diagnóstico y la
psicofarmacología como respuesta asistencial. Esto se debe a la pluralidad de paradigmas y
modelos, que empobrece la línea de trabajo actual, reduciendo el tratamiento de las
enfermedades mentales a una clasificación y a un tratamiento farmacológico. Basa su
reducción biológica de la enfermedad mental a una clasificación ateórica, empírica y
descriptiva del DSM V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales, de la
Asoc. estadounidense de Psiquiatría). Justamente la aplicación del DSM ha tenido un alto
impacto en el desarrollo de la psiquiatría desde su implementación en 1952 hasta hoy. Su
objetivo principal era mejorar la comunicación global respecto del diagnóstico de los
distintos trastornos mentales. Es decir se utiliza para diagnóstico en base a 5 ejes: I.
Trastorno psiquiátrico principal, II Trastorno de la personalidad de base, del desarrollo o
retraso mental, III Trastorno médico (orgánico), IV Situación psicosocial y V Situación global
del paciente.

En este sentido, más allá de su concepción organicista, Henri Ey es uno de los últimos
psiquiatras con una base de la psiquiatría clásica diacrónica, preocupado por la diacronía de
la enfermedad mental, su historia y, su evolución. Producto de estas ideas y con su
particular concepción órgano-dinámica, distingue las enfermedades mentales en agudas y
crónicas (de acuerdo al grado de desestructuración de la consciencia o desorganización del
ser consciente) aunque sigue sosteniendo los grandes cuadros clínicos.

La psiquiatría clásica: Antecedentes de la clínica psiquiátrica actual

Siguiendo los desarrollos de Paul Bercherie en su libro “Los fundamentos de la clínica:


historia y estructura del saber psiquiátrico”, podemos pensar dos clínicas fundantes. El
origen de la psiquiatría como tal, inaugurada con Pinel en el siglo XVIII, que abre el campo
de la observación, de la descripción y ordenamiento de los síntomas, conformando las
primeras nosografías.
Esta primera clínica psiquiátrica podemos denominar “sincrónica”, ya que refiere su análisis
de los fenómenos (síntomas) en un momento dado, un corte en el aquí y ahora de la
observación. Entonces tenemos una práctica clínica que propone la descripción y
evaluación del conjunto de síntomas en un momento determinado sin considerar su origen
ni evaluación.

Una segunda clínica psiquiátrica aparece de la mano de Falret, quien produce un giro
epistemológico, un cambio profundo en el modo de pensar la enfermedad mental y que
podemos denominar Clínica diacrónica. Aparece la idea de evolución de la enfermedad
mental haciendo posible no solo su clasificación, ya que desde esta perspectiva se puede
pensar en su evolución. Se basa también en la observación (clínica de la mirada) y la
descripción de signos y síntomas, pero aporta la idea de evolución, preocupación por el
origen y su desarrollo.

Según Georges Lantéri Laura en su “Ensayo sobre los paradigmas de la psiquiatría


moderna” (2001 versión en español), podemos pensar un tercer momento en la clínica
psiquiátrica, que sería el momento de las grandes estructuras psicopatológicas. En este
momento podemos ubicar a Henri Ey, junto a Bleuler y Clérambault entre otros.

En la actualidad se puede pensar un cuarto momento con la llegada y aplicación del DSM
que se utiliza esencialmente para el diagnóstico de distintos trastornos (no llamados
enfermedades mentales) y que prescinde de los cuadros psicopatológicos y de las teorías
que los fundamentan, ya que se propone como “ateórico”.

Tratado de Psiquiatría. estados agudos. La perspectiva De Henri Ey sobre las crisis.

Después de esta breve introducción para poner en contexto al autor que tomaremos para
pensar las crisis desde la perspectiva psiquiátrica, comenzaremos entonces con el punteo
respecto de la Tercera parte del Tratado de Psiquiatría, Estudio clínico de las Enfermedades
Mentales, y trabajaremos sobre el capítulo de “Generalidades”.

En este capítulo (que puede leerse con el capítulo 8 “La estructura de las Psicosis agudas y
la desestructuración del campo de la conciencia), Ey propone describir cómo piensa y
teoriza las enfermedades mentales. Comenta que “las enfermedades mentales
constituyen el objeto específico de la patología psiquiátrica del diagnóstico y del
pronóstico que el médico debe plantearse al respecto” (p.199).

En principio hace una aclaración respecto del concepto de “psicosis” y dice que debería
utilizarse esa noción para denominar a todas las enfermedades mentales (en contra de la
oposición clásica entre neurosis y psicosis). es decir que para Ey las psicosis son todas las
enfermedades mentales. ¿Y cómo puede sostener esto? porque su clasificación de las
enfermedades mentales se propone entre agudas (crisis) y crónicas. No habla de la
oposición neurosis/psicosis. De todas formas las menciona y dice “Todas ellas (psicosis y
neurosis) poseen algo en común” … “Uno de nosotros (Henri Ey) ha llamado la
atención en numerosas ocasiones sobre el carácter ‘anti nosográfico’ de dicha
concepción.” (p.199)
Por este motivo propone una clasificación de las enfermedades mentales (neurosis,
psicosis, demencias, oligofrenias) para definirlas caracterizadas únicamente por sus
síntomas o si se quiere por su estructura y su evolución, y de esta manera le resulta
necesario ajustarse a la fisonomía clínica de las mismas y a la evolución de los trastornos.
Entonces toma por un lado los síntomas y por otro lado su evolución (si remiten o
evolucionan en el tiempo. De esta manera propone una clasificación entre Enfermedades
mentales agudas o enfermedades mentales crónicas.

Las enfermedades mentales agudas (EMA) se caracterizan por tener un carácter transitorio,
que pueden ser crisis, accesos o episodios que presentan una tendencia a la remisión
(aunque pueden reproducirse)

Las enfermedades mentales crónicas (EMC) presentan una evolución contínua y


progresiva. No remite.

Comenta que la Psicosis Maníaco Depresiva (PMD) es una enfermedad crónica, n obstante
se considera como forma aguda por que se manifiesta a través de crisis tanto en su forma
maníaca como depresiva.

Finalmente propone un cuadro donde propone una clasificación según cada enfermedad.
1. Enfermedades mentales agudas (Desestructuración del campo de la
conciencia)
- Crisis emocionales (reacciones neuróticas agudas)
- Síndromes maniacodepresivos
- Síndromes delirantes y alucinatorios agudos
- Síndromes confuso oníricos

2. Enfermedades Mentales crónicas (Desorganización del ser consciente.


Patología de la personalidad)
- Neurosis (de angustia, fóbicas, obsesivas, histéricas)
- Psicosis delirantes crónicas: Sistematizadas (Paranoia), Fantásticas (Paranoia),
Autísticas (esquizofrenias)
- Demencias

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