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Eric HopsBawM LA ERA DEL IMPERIO, 1875-1914 CriTICa GRUPO EDITORIAL PLANETA BUENOS AIRES i LA ERA DEL IMPERIO, 18751914 ayencanvitoria envesio> pas sera —en palabras de Lloyd Goorse— ane seeaada para que en ells podieran vivir fos heroes, Los #0 ie Shtoy amor tran, ps, ender fs doce 9 ain aes monsequico, el rts y Ta batbare (sls hance»). Sera Bente a poe yuo alan decia defender Ios valores do orden, la ey en oe ls anouraiay Ta barbavie usa as perapecivas de con. 2 ct dnorandcimento imperialist poten proclmarce on Its gueras Frist Coan grandes confictos, aunque de hecho e508 tems cn ie pmbatins fos minieos de Asinos Exteriors. paran ee ads alemanes, frances y britnicos que acudiero & Las mae deo tat oton no come gurvere avenue, 00 eS Tar oe rcnas cules Paro ese mismo hecho damucsta ta necesidad la hans pur os gobiemos que actin en is sortedades democreas, Foe ee an efecto, solo cl semimiento de que la cause del 2 ee ae gaye propia pd movie a as mses; y en 1914, los tae a mane teian exe sentraiento, De eta forma Se ioe aecragus uit aos Ge tasucres sin provedents ye ejemplo de ove hana sivioron para qu comprendieran que Se haben equ vocedo. 7. QUIEN ES QUIEN O LAS INCERTIDUMBRES DE LA BURGUESIA, En el rentido més ampiio posible. el yo del hombre es 1 sums total de lo que puede llsmar suyo, no s6lo su cuerpo Y sus poderesfisloos, sino SUS fopas ¥ SU asa, su esposa y sus hijos, Sus antepasades y amigos, su reputaciOn y sus obras, sus ter88 y caballos y sus yates y sus cuentas bancariss ‘wetsam Tames! Con entusissmo extrsordinario ...comienzan a comprar ‘Se lanzan a ello como uno se lanza 8 una carrera; coxn0 clase ge bilan, seman y piensan en 0s posesiones. HG, Weuts, 1909" BI College ha sido fundedo par et consejo de la majer del fundador para permit ia mejor edacacion de la mujer de las clases alta y media al De la Foundation Deed of Holloway College, 1883 1 Centraremos ahora nuestra atencién en aquellos para quienes la democra- ‘izacién parecia ser una amenaza, En el siglo de la burguesta triunfante, los miembros de las exitosas clases medias se sentian seguros de su civilizacion, ‘confiados y sin dificultades econcmicas, aunque s6lo muy al final de 1a cen- {ura se sintieron confortables desde el punto de vista fisico. Haste entonces hhabian vivide bien, rodeados de una profusién de objetos séidos decorados, revestidos con grandes cantidades de tejidos, eapacitados para conseguir 10 {que consideraban adecuado para personas de su condicién inadecuado para los de posicién inferior, y consumiendo comida y Bebida en cantidades im- portantes, ¢ incluso excesivas, La comida y la bebida, al menos en algunos 176 1A ERA DEL IMPERIO, 16951914 paises, eran excelentes: la cuisine bourgeoise, cuando menos en Francia, era lun término de alabanza gastrondmica. En los dems lugares, eran abundantes ‘Un amplio conjunto de sirvientes compensaba las incomodidades de sus casas. Pero eso no servia para ccultarias. Sélo muy a finales de la centuria la sociedad bburguesa desarolls un estilo de vida y consiguié el equipamiento material ade- ‘cuado,ditigido a satisfacer las necesidades de la clase que se suponia que cons- ‘ituia su espina dorsal los hombres de negocios, ls profesiones liberals y los niveles mas elevados del funcionariado, que no aspiraban necesariamente & conseguir el estatus de la aristocracia ni las recompensas materiales de los mas eos, pero cuya posicin les situaba muy por encima de aquellos para quienes Comprar una cosa significaba tener que olvidarse de otras, La paradoja de la mas burguesa de las centurias fue que su forma de vida sélo Tlegé muy tarde a ser «burguesas, que esa transformacién se inici6 en ‘su periferia mis que en su centro y que, como una forma y un estilo de vida especificamente bargués, sdlo trianfé momenténeamente. Esta es tal vez la ra- z6n por la que los supervivientes miraban hacia atrds al perfodo anterior 1914, tantas veces y tan nostalgicamente, como a una belle épogue. Comen- ccemos el estudio de las clases medias en este periodo analizando esa paradoja. Ese nuevo estilo de vida se centraba en la casa y el jardin en un barrio residencial, que hace mucho tiempo han dejado de sex especifieamente «bur- ‘gueses», excepto como un indice de aspiracién. Como muchas otras cosas de la sociedad burguesa, esto procedia del pais clisico del capitalismo, Gran Biretafia. Lo detectamos por primera vez. en las barrios ajardinados construt- dos por arquitectos como Norman Shaw en el decenio de 1870, para las catas de la clase media, confortables pero no especialmente acomodadas (Bedford Park). Esos barrios, pensados por Io general para estratos de pablacién mucho ‘més acomodados que sus equivalentes britinicos, aparecieron en las afueras de las ciudades.centroeuropeas —el Cottage-Vieitel en Viena, Dahlem y el Griinewald-Viertel en Betlio— y finalinente descendieron en Ia eseala social hhasta los suburbios de clase media baja o el Iaberinto de no pla nificados en los limites de las grandes ciudades y, por ultimo, a través de cconstructores especuladores y de arquitectos idealisias desde el punto de vista social, alas calles y colonias semiseparadas que intentaban reproducir el es- pfrita de la aldea y la pequefia ciudad (Siedlungen 0 «asentamientos fue el Significativo término que se les apliod en alemsn) de algunas casas municipa- les para los trabajadores mejor sitwados a finales del siglo xx. La casa ideal de la clase media no se situaba ya en las calles de la ciudad, no era tina casa de ciudad» o su sustituto, un apartamento on un gran edifieio que aba a una calle de la ciudad y que protondia ser un palacio, sino mas bien luna casa de campo urbanizada 0 suburbanizada (la «villa» 0 incluso el cortaze) en un parque 0 jardin en miniatura y rodeado de espacio verde. Resultarfa ser un poderoso ideal de vida, aunque no aplicable todavia en la ‘mayor parte de las cindades no anglosajonas. La «villa» diferia de su modelo original, la casa de campo de la nobleza, fen un aspecto importante, aparte de su escala més mpodesta (y reducible). {LAS INCERTIOUMBRES DE LA RURGUESIA 7 Estaba diseflada para la vida privada y no para el brillo social y la lucha por el esiatus. El hecho de que esas colonias fueran comunidades formacas por miembros de una misma clase, aisladas topogrificamente del resto de ia sociedad, hacia mas facil concentrarse en las comodidades de la vida. Ese ais- Jamiento se producia incluso cuando no se intentaba: las «ciudades jardin y los sbarrios jardin» disefados por planificadores anglosajones socialmente. idealisas se realizaban de la misma forms que los barrios construldos espectfi- ccamente para apartar a las clases medias de las demés clases inferiores. En si ‘mismo, ese hecho indicaba cierta abdicacién de la burguesfa de su papel como clase dirigente. «Boston —deeian los hombres ricas a gus hijos en 1900— no tiene nada para ti, excepto fucrtes impuestos y el desgobiemo politico. Cuan- do te cases, elige un barrio para construir una casa, hazte miembro del Country (Club y organiza tu vida en tomo a tu club, tu casa y tus hijos.n? ‘Bota era la funcién opuesta de la casa de campo 0 el castillo tradicions- Tes, 0 incluso de su rival o imitador burgués, la gran mansién capitalista: la villa Hugel de los Krupp o la Bankield House y Belle Vue de los Akroyd y los Crossiey, que dominaban las vidas humeantes de la ciudad lanera de Halifax. Esos edificios eran los revestimientos del poder. Habfan sido disena~ dos para poner de relieve los recursos y el prestigio de un miembro de la elite dirigente ante los dems miembros y ante las clases inferiores y para organi- zar los negocios de influencia y direccién. Si se construian salas de teunién fen la casa de campo del duque de Omnium, John Crossley, de Crossiey's Carpets, invité al menos a 49 de sus colegas del Halifax Borough Council 1 pasar tres dias en su casa del Lake District con ocasién de st cincuenta cumpleatios y aloj6 al principe de Gales a rafz de la inauguracién del ayun- tamiento de Halifax. En esas casas la vida privada era inseparable de la vida ppblica con funciones publicas y, por asf decirlo, diplomaticas y politieas Feconocidas. Las exigencias de esas funciones tenfan prioridad sobre las co- ‘modidades del hoger. Uno no puede imaginarse que los Akroyd hubieran construido una gran escalera decorada con escenas de la mitologia cldsica, una sala de banquetes decorada con pinturas, un comedor, una biblioteca yuna seric de nueve salas de recepeisn, y asimismo un ala de sirvientes di- Sefiada para 25 personas de servicio, para uso de la familia El cabaliero de Ja casa de campo no podta evitar ejercer su poder e infiuencia en su conda- ddo, como tampoco el magnate de negocios local podia evitar hacerlo en Bury ‘© Zwickau. De hecho, cuando vivia en la ciudad, imagen por definicién de la jerarquia social urbana, ni siquiera el burgués medio poda evitar sefalar ‘—mejor dicho, subrayar— su lugar en ella mediante la elecci¢a del lugar de residencia, o ai menos por el tamafio de su apartamento y ef piso que ocupa- ‘ba en a! edificio, por el mimero de eriados que podia tener, las Formalidades {de su ropa y por sus relaciones sociales. La familia del agente de bolsa del reinado de Eduardo TI, que un hijo disidente recordaba més tarde, era inferior a los Forsyte, porque su casa no daba 2 Kensington Gardens, aunque no estaba Jo bastante alejada como para perder estatus. La London Season que- ‘daba mAs alld, pero la made estaba formaimente en acasa> por las tardes y 178 LA BRA DEL MMPERIO, 1675:1914 ‘omganizaba recepciones con.una paternalista del norte de Inglaterra, una cultura en la ‘que los trabajadores eran sindicaliseas, pero celebraban Ios cumpleafios de fus empresarios y hacian suyas sus tendencias politicas. Una de las razones por las que surgié un partido laborista a partir de 1900 es que los hombres de influencia de los distritos obreros, 1a burgues{a local, se habia negado a perder el derecho de nombrar a Jos «notables» locales, es decir, gente de su ‘clase, para el Parlamento y el gobierno local en el decenio de 1890. Cuando Ja burguesta conservé su poder politica fue, pues, porque utiliz6 su influen- cia y no porque padiera conseguir adeptos. [EL segundo factor fue cierto dehilitamiento de Tos 1azos entre la burgue- sia tiunfante y los valores puritanos que tan utiles habfan sido para Ia acu- mulacién de capital en el pasado y a través de los cuales In clase se habia identificado tan frecuontemente y habia marcado sus distancias respecto al aristécrata holgazan y disoluto y respecto a los trabajadores perezosos yy borrachos. En la burguesia instalada el dinero ya habfa sido conseguido. Podia proceder, no directamente de su fuente, sino como un pago regular ‘que reportaban unos fragmentos de papel que reprgsentaban «inversiones» LAS INCERTIDUMBRES DE LA BUROUESIA 179 ‘cuya naturaleza podia ser oscura, aun cuando no procedieran de alguna re- Iota regién del globo, muy lejos de tos-condados patrios que circundaban Londres. Con frecuencia, ese dinero era heredado o distibuido entre hijos y parientes femeninos que no trabajaban. En gran medida, 1a burguesfa de fina- Fes del siglo XIX era una «clase ociosa> cuyo nombre fue inventado en ese ‘época por un sociblogo independiente norteamericano de considerable origi- nalidad, Thorstein Veblen, que escribié una «teoria» al respecto,’ Pero inela- 50 algunos que sf ganaban dinero no tenian que dedicar mucho tiempo para conseguirlo, especialmente si lo obtenfan a través de las actividades banca- rigs, financieras y especulativas (en Europa). Ciertamente, en el Reino Uni Go, esas actividades dejaban mucho tiempo libre para otios propésitos. En Scfinitiva, gastar dinero pas6 ser una actividad Cuando menos tan impor tante como ganarlo, El gasto no tenfa que ser tan Iujoso como el de los superticos, clase bien representada en la belle épogue. Incluso los que eran feletivamente menos ricos aprendieron a gastar para conseguir comodidad y iversién, 'El tetcer factor fue cierto relajamiento de las estructuras de la familia, parguesa, que se reflej6 en cierta emancipacién de la mujer dentro de ella {aspecto que tratazemos en el prOximo capitulo) y en fa aparicién de grupos ‘de edad entre la adolescencia y el mawrimonio como una categoria separada Y mis independiente de «jévenes> que, a Sb vez, ejercieron un poderoso Influjo en el arte y la literatura (véase infra, capitulo 9). Las palabras juven td y modernidad llegaron a ser casi intercambiables en algunos casos, y si €l téemino modernidad quetia decir algo, significaba un cambio de gusto, de ‘ecoracién y de estilo. Ambos fendmencs comenzaron a apreciarse entre las clases medias acomodadas en la segunda mitad del siglo y se hicieron cevidentes en las dos sitimas décadas. No sélo adoptaron esa forma de ocio propia del turismo y las vacaciones —como muestra claramente la pelfeula Muerte en Venecia de Visconti, el gran hotel junto a la playa 0 la montafa, {que concci6 ahora su periodo de gloria, estaba dominado por la imagen de Jos huéspedes femeninos—, sino que inteasificaron enormemente 1a impor- tancia del hogar barguée como lugar de las mujeres de esa clase El euarto factor fue e} importante ineremento del niimero de aqueltos que pertenecian, afirmaban pertenecer 0 aspiraban apasionadamente a pertenecer fla burguesia: en definitiva, de la «clase media» como un todo. Una de las ‘cosas que vinculaban a los miembros de esa clase era ciesta idea de un esti lo de vida fandamentalmente doméstico, u La democratizacién, 1a aparicién de una clase obrera con conciencia de sf misma y la movilidad social plantearon un nuevo problema de identidad Social para aquellos que pertenecian o deseaban pertenecer a uno otro es- trato de esas cclases medias». Resulta muy dificil realizar la definicin de la 180 UA ERA DEL PERO, 18751914 (véase La era det capital, capitulo 13, Hl, IV) y esa tarea se vio dlificultada adn més cuando la democracia y la aparicién del movimiento ‘obrero condajeron a los que pertenecian a la burguesta (termino que adquitie ‘cada vez més connotaciones negativas) a negar su existencia como clase en publico, cuando no a negar la existencia de todas las clases, En Francia ‘¢ afirmaba que la revoluciGa habla abolido las clases; en el Reino Unide que las clases, si no eran castas cerradas, no existian, y en el dominio de la socio logfa se afirmaba que la estructura y la estratificacion social eran demasiado ‘complejos para que fuera posible hacer tales simplificaciones. En los Estados Unidos el peligro parecia radicar no tanto en el hiecho de que las mases udieran movilizarse como una clase e identificar a sus explotadores como otra clase, sino en el hecho de que, en el intento de aleanzar su derecho Cl carieter de Ia burguesia? ;Podta negarse'la pertenencia a esa clase a los tniembros de la segunda y tercera generaciones que vivian une vida de ocio fgracias a la fortuna familiar y que a veces reaccionaban contra los valores y Actividades que constitufan todavia la esencia de su clase? En el perfodo que estudiamos, esos problemas no conciernen al econo mista. Una economia basada en la empresa privada para la obtencion de be- heficios, como la gue sin duds dominaba en los paises desarrollados de Oceidente, no exige a sus analistas que especulen respecto @ qué individuos constinayen exactamente una . Su conszjo era el de iniirse en la pctcs de tos nogocis tomas pronto posible, tnsear a lgoien que pera presto ape= yo econdmico,obserar fos Fstaloe Unidos 9 acquit expen, dejando In educaién superior parse! «técnica cienfcamente preparadon, que podria ‘uultar dl parn el empresa, Desde el punto do vita de tow negocios onsojo er iotalments sesso, engue no satisfacia les cuadros teenie, {Los ingeniros alemanes se qujsban amargamente y exigfan «una postion sccial que covresponda ale imporanen qe tiene el ingeniro en i vin” ia eueteion servia sobre todo para fraqucar a entrada las nas media y alts de la sciedaay er el medio de preparar alos que ingresaban tm ead en ie costumes gue les haan de dstngur do Tos etamento re ferores. En algunos pees con servicio ltr obigtoio ncavo la edad ‘minima de esclariatiGn —en trmo los 16 ato-~ garanizaba a los mu Chachos else elanendos como oficiales porencales. La elucacion secur daria hasn In edad de 18 anor se generalize ene las clases meas, sepia hnormalimente por ana ensenanzauniversitaria una preparicin profestonal cicrads EH ndmero de excolarzados sigue sendo poqucti, aun oe inee- rent un tanto en la educacin secundaria y de fort acho mis ortnte en la ediceién sopesior Entre 1875 y 1912 el nomero de estudiantes sl tanes aument6 mis de taples ede eatudiantes Tranceses (1875-1910), en ins del cuddruple. Sin embargo, en Francia menos del por 100 de Tos srupos de edad entre rece y dlecinucre anos acudian Tae escuslas se Euncarias (77-500 en tial), $ slo el 2 por 100 sontinuaban hasta el exa- ton final, que aprobaben la itd de elle Alemania, con una polaciSn 4e 65 milones de habits, nis la primera gusta mundial coun cue o de 120.000 oficats de seserv, lo que suponta ell por 100 de los hom bres cuya edad osclaba entre los 20 y fos 43 anos" ‘ungue se tataba de clfrae modeta, eran moy superiores alas de ls clases digest anteriores: por ejemplo, las T.000 pettongs que ene! de- onto de 1870 posean el 80 por 100 e fa tera de propdad privada en el Reino Unido yas 70 familias que cstentaban la digided de pars, Cota sete, eran cifras demasiado clvads para que fuera posble la formacion de a redes informals y personales mediante las cuales la burguesta se aba SSiratorad en ora fates sntertones del sglo ts, en Fate pone Ta eo. nomi estaba my loalsadsy ambien, porgue los groper religiosoey Sn os minortares en tos que suscR6 na afnidad parse Gon el capt Timo (protestants frenceses,eaagueros, untae, gos, ado amen) 186 1A SRA DEL IMPERIO. 15751916 producfanredes de confianza, parentescoy transacciones de negacios que se Extendfan to largo de pases eneres, y también de continentes y cceanes = sas redesinformales podiin actuer inchs en la misma cima de ta scon- Inia nacional e internacional, porgue el nimero de individuos implicados era reducido y algunos sectores eeoncmicos, especialmente la banca y as finan das, estaban cada ver mds concentra en un puta de centrosfnanciros {por lo general la capitals de fos extados-nation més importantes). Hecie 1900, la comunidad bancara britinies, que controlaba de facto el negocio financiero mundial, estaba formada por unas pocas familias que vivian en una zona reducida de Londres, que Se conocian ente si, frecuentaban Tos tmismos clubs cfreios sociales y que se castban entre si El sinieao del fcero de Reahi- Westfalia, que alutinaba a ln mayor pate de la industria Blemana-del aero, estana formado por 28 empresas. El mis importante de todos los tase, a United States Stet, se consi en una serie de Comer. Sscionesinformales entre un grupo-ce hombres fnaimentetom6 forma en las comversaciones de sobremesa'y durante fos pertides de gol, En consecuoneia, Ie gran burgvesi, antigua 0 nueva, no tenia muchas di- ficutades para organizarse como une elite, pues pode wilzar métodos simi lores fos que utlizabe Te aristocracia, incluso —como ocuiria en Gran Bretala— los mismos mecanismos dels alstocracia, Desde lego alt donde ra posible, su objetivo, cada vez mas frectentemente, era coronar el éxito en tos negocios integrindose en a clase de ia nobleza, si menos através de ous hijot¢hijasy, no, adoptando el exo de vida aristocrdtico, Es un enor vor eh esto simplemente la abdicaci6n del burgués ante Toe viejos valores ay Tocris, Ene otras cosa la sosalizacion através de escucls de elite (© de cualquier tipo) no habia sido mas importante pare as afstocacias tradiionales que pera las burguesias, Cuando eso ocurrid ss como en Ins eesculas publics» briténicas, similé valores arsoertieos aun sistema tmoralpensado paren sociedad burguesay para su brocraci, Por ota pare tea peda de toque de los valores sristocrtioos paso a ser cada vez fads ti eno de vida dteotta Iujoro que exigia por encima de todo dinero, no importa de dande procedira. Por tanto, e! Siero se conven principio buatico. EI terreniente noble genuinamente tradicional, cuando. ho. pode. rantsner ese estilo de vida y las ctvidades asocndas con Si se vo extiad én un mundo provincial, lea, orglloso pero socielmente marginal, como los personajes de Der Stcitin de Theodore Fontane (1895), et inteasa elegia Ee Tos valores junker de Brandemburgo. La gran burguesiaublizaba el me- ‘cnikmo de la arstocracia,y los de eualguier otro grupo de elite, para sus propos objetivo. Sean anaiado muchas veces Is reznes de esa fini, sabre tod en el piso que srsiames, pr parte de fos eros alemanes (or emp, Max Weber y Were Sombar, ‘Scr eul fot la explicacin —y todo fo qu eta erupos denen en comin eal eae de mie ora, el hecho et gue los poutosgrpos de ei ipo, come los cuagcroe Winco, 1 fabian Convertdo cal cts en grupos de banquron,Comercgycsy empresaion LAS INCERTIDUMBRES DE LA BURGUESIA 187 Las escuelas y universidades realizaban su aut€ntico papel socializador centre aquellos que ascendian por la escala social y no para quienes ya habtan Iegado a sa cima. De esta forma, ef hijo de un jardinero inconformista de Salisbury se convirtié en profesor de Cambridge y su hijo, a través de Eton y del King's College, en el economista John Maynard Keynes, miembro tan tipico de una elite distinguida y segura de sf misma, que nos sorprende toda- ‘via pensar en la niftez de su madre entre los tabernéculos baptistas de provin- cas, y sin embargo, hasta el final, un miembro orgulloso de su clase, de to {gue més tarde Viamé xbarguesfa educadan.” Es cierto que el tipo de educacién que oftecta ta probabilidad e incluso la seguridad de alcanzar el estatus burgués se extendi6 para atender Ia de- mande de un ndmero cada vez mayor de quienes habfan conseguido riqueza pero no estatus (como el abuelo de Keynes), aquelios cuya propia posiciéa Parguesa dependia tradicionalmente de fa educacisn, como fos hijos del indi- gente clero protestante y los de las profesiones liberales, mejor cemuneradas, Yy las masas de padres «respetables» de menos categoria social que se sentian Ambiciosos respecto a sus hijos. La educacién secundaria, principal puert {de entrada, se expandié. Su nero de alumnos se multiplicé por dos en Bél- igica, Francia, Noruega y Holanda, y por cinco en Italia. EY ndimero de alum- hos de las wniversidades, que ofrectan una garantia de ingreso en la clése ‘media, se tiplioé en Ia mayor parte de los paises europeos entre los times tos del decenio de 1870 y 1913, (Bn las décadas anteriores habia permane- ‘ido més 0 menos estable.) De hecho, en el decenio de 1880 una serie de ob- servadores alemanes se mostraban preocupados acerca de Ia conveniencia de ladmitir més estudiantes universitarios de los que podia acomodar el sector fecandmica de Ia clase media, El problema de la auéntica «clase media alta» —es decir, «los seseata yy ocho grandes indusiriales» que entre 1895 y 1907 se unieron a los cinco ue ccupaban ya los lugares ms altos de Tos contribuyentes de Bochum (Gslemania)—" era que esa expansion general de la educacisn no proporcio- naba distintivos de estatus lo bastante exclusivos. Ahora bien, at mismo tiem- po la gran burguesia no podia separarse formalmente de las clases inferiores, porque su estructura debfe mantenerse abierza a nuevos contingentes —ess fra su naturaleza— y porque necesitaba movilizar,o al menos concilisr, alas Clases media y media baja contra la clase obrera, cada vez més active. De ahi Ie insistencia de los observadores no socialistas en el sentido de que «la clase media no solo estaba ereciendo, sino que haba alcanzado una dimensién enorme. El temible Gustav von Sehmoller, et mas destacado de los econo- ‘mistas alemanes, consideraba que constituia la cuarta parte de la poblacisn.”” pero incluia en ella no sélo a los nuevos «funcicnarios, cargos directivos Y t&enicos que cobraben salarios buenos, aunque maderados», sino tambien @ los capataces y obreros cualificados. De igusl forma, Sombart calculaba {ue la clase media estaba formada por 12,5 millones de personas, frente a los 35 millones de obreros.™ Estos ealculos Comespondian 2 votantes potencial- mente socialistzs. Una estimaci6n generosa no podria ir mucho més alld de | L 188 1A BRA DEL MMPERIO. 975.1914 Jos 300.000 que se calcula que habrian constituido el «publica inversor» en el Reino Unido de los tltimos aos del reinado de 1a reina Victoria, asf como el de Eduardo TL En todo caso, los miembros de las clases medias acomo- dadas no abrian, ni mucho menos, sus brazos de par en par a los estamentos Inferiores aunque étos llevaran camisa y corbata, Un observador ingles des. enaba a la clase media baja afirmando que, junto con los obreros, pertenecia ‘zal mundo de los internados».* As{ pues, en unos sisternas cuyo ingreso estaba abierto, habfa que esta: blecer circulos informales, pero definidos, de exclusividad. Esto era fécil en uur pafs como el Reino Unido, donde hasta 1870 no existié una educacion primaria de cardcter pablico (la asistencia a la escuela no seria obligatoria hasta veinte afios después), Ia educacion secundaria publics, hasta 1902, y donde, ademas, no existia précticamente educacién universitaria fuera de las dos antiguas universidades de Oxford y Cambridge-* A partir de 1840 se crearon para las clases medias muchas escuclas exréneamente amadas ‘eescuclas publicas» (public schools), segén el modelo de las nueve funda Clones antiguas reconocidas como tales en 1870 y que ya albergaban (espe- clalmente Eton) 2 la nobleza y a la gentry. En los primeros atlos del decent de 1900 la lista se habia ampliado para incluir —segtin el grado de exclusi vidad y esnobismo— entre 64y 160 escuclas mas 0 meno’ caras que tecla- rmaban ese estatus y que educaban deliberadamente a sus alumnos como miembros de Ja clase dirigente.” Una serie de escuelas secundarias similares, sobre todo en eI noreste de los Estadas Unidas, preparaban también a los hijos de las buenas —o cuando menos rieas— familias para recibir el lustre efinitivo de las universidades privadas de elite. En ellss, asf como en el seno del amplio grupo de estudiantes wniversi tarios alemanes, se reclutaban grupos todavia més exclusivos por parte de asociaciones privadas como los Korps estudiantiles o las mds prestigiosas fraternidades que adoptaban nombres del alfabeto griego. y cuyo lugar en las viejas universidades inglesas fue ocupado por los calleges residenciales. Asi puss, la burguesfa de finales del sigio xix era una curiosa combinacién de so- Ciedades educativamente abiertas y cerradas: abiertas, puesto que el ingreso ea posible por medio del dinero, o incluso (gracias a la existencia de becas 1 otros mecanismos para los estudiantes pobres) los méritos, pero cerradas porque se entendia claramente que algunos cfrculos eran mucho més iguales ‘que otros. La exclusividad era puramente social. Los estudiantes de los Korps falemanes, aficionados @ Ia cerveza y lenos de cicatrces, se"batian en duclo ue eso demostraba que, a diferencia de los estamentos inferiores, eran satisjktionsfahig, es decir, caballeros y no plebeyos. Las sutiles gradaciones de estatus entre las escuclas privadas briténicss se determinaban segtin las eseuelas que estaban dispuestas a participar en competiciones deportivas + Bl sistema escocts era algo mas global. peo los graduedoseseaceset que deeeaban Inbar su cite axel mindo consicerebansconsjable obtener ox to ex Oxide, coms Ion el pare de Keynes deste de habersegraduade en Lanes {LAS INCERTIDUMBRES DE LA BURGUESIA 189 (© sea, cuyas hermanas eran adecuadas pera el matrimonio). EI conjunto de tuiversidades norteamericanas de elite, al menos en el este, estaba definido, de hecho, por la exclusividad social de los deportes: jugsban unas contra ftras en Ta elvy Leagues (Liga de la Hiedra). Para aquellos que trataban de ascender hacia la gran burguesf, esos me- ceanismos de socializacién garantizaban la pertenencia segura de sus hijos 2 esa clase, Le educacion académica de las hijas era opeional y no estaba Barantizada fuera de los eirulos libetales y progresstas. Pero también tenia algunas ventajas pricticas innegebles. La insitueién de los «antiguos alien nose (Alte Herren, alunni), que se desarrollé con gran repidez a partir de 1870, puso de manifiesto que los productos de un establisloment educat- Yo constitufan una red que podia ser nacional e incluso internacional, pero tambien vinculaba las generaciones jévenes & las anteriores. En resumen, daba cohesicn social a unos elementos de procedencia heterogénes. También en este caso el deporte consttuia en gran medida el cemento formal. A través de ese sistema, una escuela, un college, un Korps o una fraternidad —de Jos que volvin a formar pare sus antiguos alumnnes, que con ffecuencia los financiaban— constitafan una especie de mafia potencial («amigos de ami- ‘20S) para la ayuda mutus, sobre todo en el mundo de los negocios, ¥, 4 vez, la red de esas «familias ampliadas» de personas cuyo esttus e2onémi C0 y secial equivalents podia asunirse, proporcionaba una serie de contactos ppotenciles mis alld del émbito de relaciones y negocios locales © regionales. Como se afirmabe en la guia de la frateridades de los colleges norteameri canos, reflexionando sobre el gran crecimiento de las asociaciones de los Antiguos slumnos —Beta Theta Pi tenfa asociaciones de antiguos alumnos en 16 cludades en 1889 y 110 en 1912—, formaban «cfrculos de hombres altivados que de otra forma no podrian conocerse>.™ El potencial préctco de exas redes en un mundo de negocios nacionales « intomacionales viene indicado por el hecho de que una de esas Faternida- es norteamericanas (Delta Kappa Epsilon) pods jactase en 1889 de contar con seis senadores, 40 miembros del Congreso, un Cabot Lodge y con ‘Theodore Roosevelt, mientras que en 1912 inciuta tambien a 18 bangueros Ge Nueva York (entre ellos a J.P. Morgan), aueve personajes importantes de Boston, tres directores de Ia Standard Oil y personas de importancia similar encl osste medio. Sin duda alguna, no debta de scr perjudiial para el futuro tmpresario de, por ejemplo, Peoria sufir los sigores de la inciacién en la fateraidad Delt Kappa Epsilon en un college adecuado de la Ivy League “Todo esto adquirio importancia econdmica y social conforme se fue in- tensificando la concentracion capitalista y se altos la industria puramente local o regional sin un lazo con otras redes més amplias, caso de los «bancos rurale» de Gran Bretaia, en répido delve. Pero si ol sistema escolar formal informal era adecuado para la elite econémica y social instalada, era funda~ rental sobre todo para quienes pretendianintegrarse en ella o conseguir que se sancionara su ellegada» mediante la asimilacion de sus hijos. La escuela cera Ia escala que permitia seguir atcendiendo a Jos hijos de los miembros

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