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Significado de Resiliencia
La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia,
amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de
relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o
financieras.
El punto de inflexión lo da Michael Rutter, que postula que es posible tener una
vida sana en un entorno “insano”. ¿Por qué? Porque el proceso de resiliencia se
caracteriza por la constante interacción entre los factores de riesgo y los de
protección que lo facilitan o dificultan (Rutter, 1993).
De esta forma la resiliencia permite una nueva epistemología del desarrollo humano,
que enfatiza el potencial de la persona y la sociedad, es específica de cada cultura, y
hace un llamado a la responsabilidad colectiva, jerarquiza enfoques comunitarios, sin
desligar a la sociedad y al Estado de sus responsabilidades por el bienestar colectivo.
Trasmite un optimismo realista y una mirada esperanzadora, necesaria en un mundo
globalizado y e injusto.
¿Cuáles son los tipos de resiliencia?
Resiliencia natural
La resiliencia natural se refiere a la capacidad de resiliencia con la que uno nace. Se trata
de la fuerza vital y forma parte de la naturaleza humana.
Este es uno de los tipos de resiliencia que se aprecia en las experiencias como jugar,
aprender y explorar. Y se identifica en las personas al poner en acción todas sus
competencias; incluso, cuando fracasan.
De este modo, la resiliencia natural es uno de los tipos de resiliencia que consiste en
el proceso de adaptación, recuperación y superación de las adversidades que causan
estrés. Este estrés puede provenir de diferentes áreas de la vida, como problemas
familiares, financieros o laborales, por mencionar algunas.
2. Resiliencia adaptativa
Entre los tipos de resiliencia, se encuentra la resiliencia adaptativa, que se presenta cuando
las circunstancias requieren aprendizaje, cambio o adaptación.
Como afirma un estudio de Infobae, ante la irrupción de situaciones conflictivas y que
generan una disrupción en nuestra vida, la mejor decisión es la aceptación. En efecto, es
esencial abrazar lo incierto desde la esperanza, creyendo que tenemos las habilidades
necesarias para salir airosos frente al contexto que abruma. Y como consecuencia,
podremos llevar a cabo la transformación de los momentos negativos en oportunidades de
crecimiento mediante la capacidad de resiliencia.
Así, los golpes de la vida pueden ayudar a construir una resiliencia adaptativa. Es
importante mencionar que, en todos los tipos de resiliencia, no se trata de ser duro y
bloquear las sensaciones de dolor o tristeza. En efecto, el concepto de resiliencia,
generalmente, está ligado con el estrés y la tensión emocional. Y al atravesarlos, la
persona se convierte en un ser resiliente que cultivará una mentalidad de superación.
3. Resiliencia aprendida
En este post sobre los tipos de resiliencia, no podemos dejar de abordar la importancia de la
resiliencia aprendida. Una de las características de la resiliencia aprendida es
que incentiva el aprendizaje de las experiencias; y al mismo tiempo, permite desarrollar
nuevos pensamientos y comportamientos para recuperarse de eventos estresantes que
acontecen en la vida.
Las personas con una resiliencia baja pueden sentirse cansadas, deprimidas,
desconectadas o estresadas. Pero la buena noticia es que los tipos de resiliencia se pueden
desarrollar.
4. Resiliencia corporal
A la hora de enfrentar las dificultades de la vida, tener una adecuada resiliencia corporal es
esencial. Hay personas que tienen una amplia capacidad de resiliencia emocional. Pero no
sucede lo mismo en relación con otros tipos de resiliencia, como el caso de la resiliencia
física. Somos mente y cuerpo; y por eso, se vuelve imprescindible desarrollar la
resiliencia corporal.
Dentro de este contexto, una opción para fortalecer esta capacidad de resiliencia corporal
implica hacer ejercicio. De hecho, la actividad física brinda una gran oportunidad para
reducir el estrés. Hacer cualquier tipo de ejercicio como caminar o practicar yoga, te
ayudará a lidiar mejor con el cansancio y la fatiga.
Por otra parte, en este estudio sobre los tipos de resiliencia, te recomendamos que escuches
música cuando hagas ejercicio. Y también, que te desconectes de los dispositivos
móviles y de la tecnología en general, para encontrarte contigo mismo y alcanzar la
resiliencia física que estás buscando.
Esto puede ayudarte a mejorar aún más la experiencia deportiva y tu resiliencia corporal.
Así, podrás conectar con tus emociones y pensamientos con mayor facilidad.
5. Resiliencia laboral
Este es uno de los tipos de resiliencia más importantes porque permite que un determinado
colaborador pueda superar las presiones que tanto se presentan en el contexto actual del
trabajo.
En simples palabras, este tipo de resiliencia se trata de aquella capacidad que tiene un
trabajador de recuperarse frente a los cambios que pudiesen acontecer en el ámbito de
trabajo en el que está inmerso. Ante ello, con un pensamiento resiliente, es capaz de salir
fortalecido, por medio de la transformación de situaciones negativas en positivas.
A continuación, en esta guía sobre los tipos de resiliencia, te presentamos los rasgos y
cualidades que las personas con resiliencia laboral van a demostrar:
Tienen la capacidad de adaptarse al cambio.
Se diferencian por desarrollar en forma constante, su inteligencia
emocional.
Mantienen relaciones estrechas y duraderas con sus compañeros
de trabajo: generalmente, las personas resilientes se rodean de sujetos
positivos, con quiénes pueden vincularse sin problemas. Su nivel de
comunicación es excelente y buscan siempre el crecimiento personal, a
partir de un feedback con aquellos que forman parte de su entorno.
Pueden sobrellevar los obstáculos.
Los seres resilientes tenen un sentido humorístico al ver las cosas.
Se caracterizan por una actitud autocrítica y buscan en todo
momento, aspectos a mejorar de su personalidad: el desarrollo de
los tipos de resiliencia implica una adaptación con mayor facilidad a los
cambios que se presenten.
Se recuperan rápido ante las dificultades.
Saben que las cosas suceden por alguna razón.
Dan su mejor esfuerzo pase lo que pase en todas las tareas
asignadas.
Los individuos resilientes tienen un buen desempeño laboral.
Confían en que pueden lograr sus objetivos.
Saben dónde pueden buscar ayuda: confían en sus líderes ante
situaciones conflictivas.
Piensan con claridad bajo presión.
Toman la iniciativa para resolver un problema.
No se desaniman ante el fracaso.
Ser resiliente incluye pensar en sí mismos como personas fuertes.
Toman decisiones difíciles.
Actúan, muchas veces, aplicando la intuición, pero sin abandonar
del todo su pensamiento lógico.
Tienen un fuerte sentido de propósito.
Sienten cierto control en su vida.
A los que han adoptado alguno de los tipos de resiliencia que
existen, les gustan los retos.
Trabajan para lograr sus metas.
Se enorgullecen de sus logros.
GRUPO 5