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Los robots también sueñan con ser poetas, pero... ¿lo lograrán?

Entre las novedades que trajo el ChatGPT está la creación literaria; si


la inteligencia artificial ya nos gana al ajedrez, ¿creará la poesía del
mañana? (pregunta retórica)

Opinión en La Nación

26 de febrero de 2023
***
En 1950, el científico informático Alan Turing propuso su famoso test de inteligencia artificial
hoy conocido como “Prueba de Turing”, según el cual una máquina podría estar “pensando” si puede
hacerse pasar un humano en una conversación por escrito. Aunque todos conozcan la historia, tal vez
no todos sepan que Turing imaginó que su prueba comenzaba con un pedido literario: “Por favor,
escribí un soneto con la temática de Forth Bridge”. Turing predijo que la respuesta de las
computadoras del futuro sería evasiva, pero muy humana: “De esta, yo paso. Nunca pude escribir
poesía”. Lo mismo que habría dicho la gran mayoría de los humanos.
Pero la semana pasada le hice el mismo pedido a ChatGPT, el bot conversacional de inteligencia
artificial de la empresa OpenAI. “Sobre el estuario de Forth / un puente se alza hasta hoy”, arrancó la
respuesta, y en menos de un minuto el programa generó un soneto rimado y completo de estilo
shakespeariano. Con excepción de temas controvertidos que son bloqueados por sus filtros de
contenidos, ChatGPT compone poemas sobre cualquier tema: amores perdidos, llaves perdidas,
empleos perdidos por la automatización (enumeración)… Las herramientas como ChatGPT están
destinadas a cambiar el mundo de la poesía, y tantas cosas más, pero los poetas también tienen mucho
para enseñarnos. Si los algoritmos son cada vez mejores en la escritura de poesía, se debe en parte a
que la poesía siempre fue un asunto algorítmico.

Hasta los poetas más rebeldes siguen más reglas de las que les gusta admitir. Un buen poeta
entiende las reglas gramaticales y sabe cuándo y cómo romperlas. Algunos poemas tienen rima
consonante, otros, rima asonante, y otros no riman para nada. Las sutiles reglas de la poesía parecen
difíciles de programar, pero sin algunas normas básicas sobre lo que es poesía, no seríamos capaces de
reconocer o de escribir un poema. En la escuela, cuando les enseñan a imitar la estructura de un haiku
o del pentámetro yámbico, los chicos efectivamente están aprendiendo a ceñirse a restricciones
algorítmicas. ¿Por qué sorprendernos, entonces, de que la computadora también pueda hacerlo?
(pregunta retórica)

Adivinanzas

Pero teniendo en cuenta cómo funciona ChatGPT, su capacidad para seguir las reglas de escritura
de un soneto resulta bastante impresionante, porque son reglas que nadie le enseñó. Una tecnología
anterior, llamada “IA simbólica” (aclaración), programaba previamente las computadoras con axiomas
para temas específicos, como la biología molecular o la arquitectura. Esos sistemas funcionaron bien
en áreas acotadas, pero carecían de una capacidad de adaptación más general. ChatGPT se basa en un
tipo más nuevo de IA conocido como “modelo de lenguaje de gran tamaño” (LLM, por su sigla en
inglés). Simplificando al extremo, los LLM analizan ingentes cantidades de textos humanos y
aprenden a predecir, según cada contexto, cuál debería ser la siguiente palabra en una cadena de texto.
Este método de adivinación de palabras permite que la IA escriba ensayos y monografías
universitarias, tratamientos preliminares de guiones cinematográficos, y hasta sonetos shakespearianos
sobre los puentes en Escocia, (enumeración) temas no programados directamente.

Una crítica frecuente a los LLM es que no entienden lo que escriben: simplemente son excelentes
para adivinar la siguiente palabra. Los resultados son verosímiles, pero no suelen dar en el blanco. Si le
pedimos a ChatGPT, por ejemplo, que explique este chiste: “¿Qué es lo más positivo de Suiza? ¡Su
bandera!”, responde que la “referencia a la bandera” es graciosa porque “contradice la expectativa de
que la respuesta sea algo relacionado con las cualidades positivas del país”. Conclusión: se le escapa el
juego de palabras con la cruz o signo “más” de la bandera helvética, que es el núcleo del
chiste. Algunos académicos afirman que los LLM desarrollan conocimientos sobre el mundo, pero la
mayoría de los expertos dicen lo contrario: si bien lo que escriben estas tecnologías es coherente, del
otro lado sigue sin haber nadie.

Pero lo mismo ocurre con el lenguaje mismo. Como decía el poeta modernista norteamericano
William Carlos Williams: “Un poema es una pequeña (o enorme) máquina hecha de palabras”. Cuando
un apasionado verso de Keats o Emily Dickinson nos hace sentir que el poeta nos habla directamente,
estamos experimentando los efectos de una tecnología llamada lenguaje. Los poemas están hechos de
tinta y papel, o actualmente de electricidad y de luz. Pero no nos equivoquemos, así como “dentro” de
un poema de ChatGPT no hay nadie, dentro de un poema de Dickinson tampoco…

Por supuesto que cada poema de Dickinson refleja su intención de crear significado. ChatGPT junta
palabras una detrás de la otra, sin intención de nada. Algunos argumentan que los textos de LLM, por
lo tanto, no tienen significado: solo aparentan tenerlo. Si en el cielo veo una nube que parece una
jirafa, lo reconozco como un parecido accidental. Según ese razonamiento, la escritura producida por
ChatGPT debe ser considerada simplemente como una apariencia de lenguaje real, textos aleatorios y
sin sentido como las formas de las nubes.

Bolsa de palabras

Los escritores experimentales vienen dando razones para dudar de esta teoría desde principios del
siglo pasado, cuando Tristan Tzara y otros poetas intentaron eliminar de su trabajo las decisiones
conscientes. Hoy sus técnicas parecen versiones rudimentarias de los principios detrás de los LLM:
para componer un poema, Tzara sacaba palabras de un sombrero. En la década de 1950, William S.
Burroughs popularizó el “método de corte”, que consiste en recortar palabras de las páginas de los
diarios y reordenarlas en forma de texto literario. Casi al mismo tiempo, los lingüistas desarrollaron un
abordaje conocido como “bolsa de palabras”, que modela el texto contando cuántas veces aparece cada
palabra.

Entre los investigadores de IA existe un viejo chiste: “inteligencia artificial” es todo eso que las
computadoras todavía no pueden hacer. El ejemplo clásico es el ajedrez. El sueño de automatizar el
ajedrez se remonta a 1770, cuando un jugador robótico llamado Mechanical Turk deslumbró a las
cortes de Europa… gracias a un jugador humano escondido debajo de la mesa. En 1948, Turing
escribió un programa de ajedrez, pero era demasiado complejo para ejecutarlo con el hardware
disponible en la década de 1940. Finalmente, en 1997, al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov
fue derrotado por una supercomputadora. Actualmente, las computadoras son tanto mejores que los
humanos; el actual campeón mundial de ajedrez, Magnus Carlsen, considera que enfrentarlas es inútil
y hasta deprimente. Tal vez hoy en día nos resulte menos mágico que antes que una computadora nos
gane al ajedrez, pero ahora que la IA escribe cada vez mejor poesía, vale la pena recordar que el
ajedrez sigue siendo un juego disfrutable para millones de humanos.

Los LLM representan una nueva fase en la escritura asistida por computadora, pero los próximos
pasos de la poesía escrita por la IA no son claros. Al igual que Turing, el experto de internet Gwern
Branwen usa la poesía como una prueba y le pide a la IA que imite a Shelley, Yeats y otros. Este sería,
por ejemplo, el sucedáneo de Whitman: “¡Oh tierras! ¡Oh tierras! ¡navegar en un crucero, desembarcar
en el mar! / ¡Luego seguir hasta el Niágara, y más allá y más allá!” A medida que mejora la IA,
también lo hacen estas imitaciones.

Cuando les mostré a mis amigos el soneto sobre Forth Bridge escrito por ChatGPT, lo calificaron de
“desalmado y estéril”. A pesar de seguir todas las reglas de la forma soneto, el poema es un predecible
cliché. Pero atención, ¿acaso el soneto de un humano promedio es mejor? Turing imaginaba pedirle
poesía a una computadora para ver si podía pensar como un humano. Si ahora esperamos que las
computadoras no solo escriban poemas, sino buenos poemas, quiere decir que tuvimos que correr la
vara y colocarla mucho más alto.

Trabajo práctico de diagnóstico escrito y grupal (hasta cinco personas):

1.Reconocer los paratextos y ponerles el nombre. ¿Qué función cumplen en un texto?

2. Antes de leer, hagan una pre-lectura visual o exploratoria. Para ello, miren todo el texto e indiquen:

a. ¿A qué género creen que pertenece el mismo? ¿cómo se dan cuenta de eso?

b. ¿Creen que se trate de un texto de divulgación masiva o especializada? ¿por qué?

3. Una vez que leyeron el texto, expliquen:

a. Cuál es el tema del mismo

b. ¿Qué opina el autor sobre este debate? Intenten enunciarlo en una oración con sujeto y predicado.

c. Marquen con un color los recursos expositivos que encuentren e indiquen sus nombres.

d. Marquen los conectores y ordenadores de la información que recuerden haber visto en clases e
intenten escribir sus nombres. Les recomiendo usar distintos colores para identificarlos.

e. Expliquen lo que quiere decir el siguiente párrafo: […] “Por supuesto que cada poema de Dickinson
refleja su intención de crear significado. ChatGPT junta palabras una detrás de la otra, sin intención de
nada. Algunos argumentan que los textos de LLM, por lo tanto, no tienen significado: solo aparentan
tenerlo. Si en el cielo veo una nube que parece una jirafa, lo reconozco como un parecido accidental.
Según ese razonamiento, la escritura producida por ChatGPT debe ser considerada simplemente como
una apariencia de lenguaje real, textos aleatorios y sin sentido como las formas de las nubes”.

4. ¿Qué sustantivos propios aparecen en el texto? Hagan una lista con ellos. ¿Qué función creen que
cumplen en este texto? ¿Por qué se los incluye?

5. Después de haber leído el texto las veces que fuera necesario, escriban su opinión sobre el tema en
cuestión. (No menos de ocho renglones).

6. Reflexionando sobre lo que aprendieron en Lengua y Literatura durante años anteriores, ¿a qué
género pertenece la problemática de la Inteligencia Artificial y la posibilidad de que los robots
suplanten a los humanos? Justifiquen su respuesta y den ejemplos de libros, películas o series que
hayan visto.

7. Lista creativa:

Escriban las diez consecuencias de que la inteligencia artificial supere a la inteligencia humana en 20
años:

Por ejemplo:

- No habrá más escuelas ni profesores


- Podrán enviarse imágenes olfativas
- etc

Fecha de entrega:

El primer lunes después del paro durante la clase de Lengua y Literatura.

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