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COUNSELLING: PACIENTE CON DEPRESIÓN

Hace tres meses asistió a la consulta un señor llamado Juan Manuel de 58 años
de edad quejándose de su tristeza y soledad tras el fallecimiento de su mujer el
año pasado. Desde hace cuatro meses empezó a dejar de realizar actividades
que solía realizar antes con su mujer. Ya que en todas las actividades se
acordaba de ella. Además, no salía de su casa porque no quería ver a nadie, no
socializaba con nadie. Ni siquiera veía a sus propios hijos.
Le realizamos un par de pruebas, y efectivamente tenía una gran depresión tras
la pérdida. Entonces consulté con el psicólogo del hospital y decidimos realizar
un par de actividades para ver si así su depresión se reducía. Pensamos en tres
actividades que le podía ayudar.
La primera actividad que le aconsejamos era ir a caminar por el campo. Era una
actividad que se podía realizar de manera individual o en grupo. El psicólogo y
yo pensamos que era mejor para Juan Manuel ir individual con el monitor. En el
campo además de caminar y ver el paisaje, también haría actividades de
relajación, por ejemplo, yoga. Pero desde el principio Juan Manuel, el paciente,
se negaba a realizar cualquier tipo de actividad. Porque todo lo que tenía relación
con el campo se acordaba de su mujer. Debido a que antes de que falleciese,
alquilaron una casa en el campo donde estuvieron los últimos meses juntos.
La segunda actividad que pensamos era realizar manualidades como la
papiroflexia. Ya que es una actividad que se puede realizar en una clase con
más gente. Así en esa clase puede socializar más. Es una actividad que se
necesita mucho tiempo y paciencia, y eso le podía servir para dejar de pensar
en sus problemas. A Juan Manuel no le convencía mucho esta actividad, pero lo
prefería antes de ir a caminar por el campo.
La tercera actividad era realizar actividades deportivas. Pensamos en el pádel,
ya que es una actividad que el paciente puede desahogarse dando a pelotas con
toda la fuerza que el quisiese. Es una de las actividades deportivas más
recomendadas por los psicólogos. Fue de todas las actividades que le
propusimos, la que más le gustaba.
A la semana siguiente, empezó a ir poco a poco a clases de papiroflexia y a
clases de pádel. La clase de papiroflexia le sirvió mucho para socializar con sus
compañeros. Aunque le gustó mucho más las clases de pádel, incluso nos pidió
si podía hacer más clases a la semana porque le estaba funcionando. Nosotros
por supuesto le dijimos que sí, ya que es una gran evolución que el propio
paciente nos diga que quiere realizar más actividades de las que va. Ya que en
general, los pacientes no van muy animados a las clases. En el caso de Juan
Manuel le está yendo genial. El otro día tuvo una consulta con nosotros y vimos
como mejoró tanto físicamente como mentalmente. Empezó a socializar más y
nos agradeció que le descubriésemos el pádel, ya que se siente mucho mejor
con esas clases.

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