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Este comentario tiene como propósito reflexionar sobre el capitulo I. “La oralidad del lenguaje”
resulta importante preguntarnos cuál es el camino que debemos tomar en esta breve reflexión.
Si bien, tomaremos los contrastes entre lo oral y lo escrito, que Walter Ong ha trabajado en su
Walter Ong, nos ha hablado acerca de un despertar, que el mundo académico ha llevado a cabo,
del carácter oral del lenguaje al señalar que el lenguaje, e incluso el pensamiento, se relaciona
estrechamente con el sonido1 por lo que es un fenómeno netamente oral. Y él lo menciona así:
“El lenguaje es tan abrumadoramente oral que, de entre los muchos miles de lenguas -
posiblemente decenas de miles- habladas en el curso de sólo alrededor de 106 nunca han sido
plasmadas por escrito en un grado suficiente para haber producido literatura, y la mayoría de
ellas no han llegado en absoluto a la escritura. Sólo 78 tienen una literatura de las 3 mil
Por otro lado, W. Ong, nos ha referido a la escritura como “la consignación de la palabra en el
espacio”3, la cual, ha dotado al pensamiento de una nueva estructura; en este proceso los
dialectos pasarán a ser grafolectos y, de esta forma, la escritura pasará a tener un poder sobre
cualquier dialecto oral. Pero, no olvidemos lo que W. Ong ha mencionado a este respecto, pues
1
ONG, Walter J., “La oralidad del lenguaje” en Oralidad y escritura: tecnologías de la palabra.
Traducción de Angélica Sherp. México: Fondo de Cultura Económica, 2013, p. 16.
2
Ídem. P. 16 – 17
3
Ibidem. P. 17
“todos los textos escritos tienen relación directa o indirecta con el mundo del sonido (como
ambiente natural del lenguaje) para transmitir sus significados” porque leer significa convertir
en sonidos un texto.
Debido a lo anteriormente expuesto, podemos darnos cuenta acerca de lo difícil que es pensar a
ella, la escritura no podría existir debido a su condición como sistema secundario y dependiente.
Ong, lo ha afirmado de este modo: “la expresión oral es capaz de existir, y casi siempre ha
existido, sin ninguna escritura en absoluto; empero, nunca ha habido escritura sin oralidad.”4
Pero, ¿cómo nos explicamos que, a pesar de la importancia de la oralidad, el uso de la escritura
predominó en el campo de las ciencias y la cultura? W. Ong, nos explica algunas de las razones
antigua Grecia, por el habla oral; se menciona que con la creación de la retórica (considerada
como el arte de hablar o la oratoria) se dio paso a su organización escrita de sus principios para
dar forma a un cuerpo lógico y ordenado que ayudara a su estudio. Por lo que hay algunas
los académicos sobre los textos escritos, difundiéndose así la idea, entre la población, de que las
formas orales no son aptas para estudiarse seriamente. 5 En segundo momento, la imprenta
Si nos concentramos de nuevo en occidente, pareciera ser que ahí, la historia del humano es
digna de estudiarse en tanto que hay un vasto registro de producciones escritas. Pero, ¿qué
sucede si pensamos fuera de occidente, en las sociedades que cuentan con una tradición oral
4
Op. Cit, ONG, Walter J. P. 18
5
La Historia, en todo caso, se ha configurado como una disciplina que trabaja esencialmente con textos
escritos para registrar y analizar las acciones del humano en el pasado. En comparación con otras
disciplinas (como la lingüística, la antropología y la etnología, que se acercan más a lo oral, se marcará
un punto de separación importante, determinado por contextos históricos y geográficos específicos.
conformada por oralituras o testimonios verbales para narrar su historia? ¿estas sociedades en
realidad son pueblos sin historia como se ha llegado a afirmar? Estas preguntas nos remiten en
varios sentidos a África y podríamos decir que si bien, la maquinaria del colonialismo ha
descartar las fuentes no escritas. Sin embargo, África no se encuentra en un limbo histórico y
muchos menos es un monolito, porque al existir diversas evidencias sobre sus tradiciones
orales6 como memorias vivas y gracias a la figura del griot, como historiadores, narradores y
conciencia del pueblo, se puede decir que África tiene historia y está viva.
escrito sobre lo oral. De esta forma, es posible que nos acerquemos a la construcción o
comprensión de nuevos sentidos, inscritos en la diversidad cultural pues como W. Ong señala
Referencias:
Vansina, Jan. “La Tradición Oral”, Madrid: Labor, 1985, PP. 33 – 61.
ONG, Walter J., “La oralidad del lenguaje” en Oralidad y escritura: tecnologías de la
palabra. Traducción de Angélica Sherp. México: Fondo de Cultura Económica, 2013, p.
16.
6
Jan Vansina. “La Tradición Oral”, Madrid: Labor, 1985. p. 33.
7
Op. Cit, ONG, Walter J. p. 23