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LABORATORIO

BASES BIOLÓGICAS DEL NEURODESARROLLO

Lina Marcela Contreras Arias


Autor

Dra. Zulay A. Montenegro R.

Módulo de Bases Neurobiológicas del Desarrollo


Especialización en Psicología Clínica y Desarrollo Infantil
16 de septiembre de 2022

LABORATORIO BASES BIOLÓGICAS DEL NEURODESARROLLO

Cresta y Tubo Neural


Son las estructuras embrionarias base de Sistema Nervioso y se forman durante el

proceso de neurulación primarias (Rodríguez et al., 2015).

Cresta Neural
La cresta neural es una estructura transitoria de origen embrionario (ectodermo),

producto de la invaginación de la placa neural, las células que la integran migran a diferentes

destinos ubicados en el mesodermo subyacente al tubo neural para contribuir con la formación

de una serie de estructuras principalmente de la cabeza (neurocráneo y viscerocráneo)

(Pachajoa y Moreno, 2015).

Tubo Neural

El tubo neural es el resultado de la elevación y pliegue de los bordes laterales, hacia la

línea media, de la placa neural, que se presenta durante la tercera semana de desarrollo

embrionario (Sadler, 1991). Inicialmente, el tubo es una capa de epitelio neuro germinal, es

decir, una capa de células madre neurales que progresivamente se empezarán a especificar,

que cuando ya no se puede dividir más, migran del tubo neural y se diferencian en neuronas o

células gliales para constituir la medula espinal (Bayona, 2012).


Tomado de:
http://Paax3CDVC3U/TZIuXmRoWXI/AAAAAAAAAA4/76PAO3dQKY8/s1600/Estrucuturas+de
rivadas+de+las+ves%25C3%25ADculas+primarias.JPG

Como se observa en la imagen, el telencéfalo es la parte más anterior del sistema

nervioso, está conformado en su parte externa por sustancia gris, donde se encuentran los

somas de las neuronas y que forman la corteza cerebral, y un centro de sustancia blanca

(Luque, 2021). Esta dispuesto en dos hemisferios cerebrales, conectados entre sí por el

cuerpo calloso (Martínez, 2018). El telencéfalo inicia el movimiento voluntario, interpreta la

información sensitiva y media procesos cognitivos complejos, tales como hablar, aprender,

organizar, planear y solucionar problemas (Sadler, 1991).

En la imagen se reconoce el diencéfalo como parte del encéfalo, ubicado entre el tronco

encefálico y los hemisferios cerebrales. Esta dividido en cuatro (4) zonas: tálamo, hipotálamo,

subtálamo y epitálamo (Martínez, 2018). Se le atribuye una función integradora, es decir, el

análisis de la información sensitiva (procedente de órganos de los sentidos), su procesamiento

y la transmisión a las zonas de la corteza cerebral correcta (Sadler, 1991).


El mesencéfalo, al estar conformado por dos regiones principales, el téctum y el

tegmentum, vinculados con la función auditiva (tubérculos cuadrigéminos inferiores) y función

visual (tubérculos cuadrigéminos superiores). Se le reconocen como componentes importantes

del sistema sensitivo-motor (Lat, s.f.).

El Rombencéfalo como lo expone la imagen, es la vesícula encefálica más caudal y está

compuesto por el mielencéfalo y el metencéfalo. El mielencéfalo, que dará origen al bulbo

raquídeo, actúa como puesto de control de todas las señales entre el resto del encéfalo y el

cuerpo, tiene a cargo funciones como reflejos respiratorios, cardiacos, circulatorios, el sueño, la

atención, el movimiento y el mantenimiento del tono muscular. El metencéfalo, forma dos

componentes: el cerebelo, que actúa como centro de coordinación para la postura y el

movimiento, y la protuberancia, que funciona de vía para las fibras nerviosas entre la medula

espinal y la corteza cerebral y cerebelosa (Sadler, 1991).

Principales alteraciones del cierre del tubo neural

Las fallas en el cierre de tubo neural generan anomalías en el desarrollo del

sistema nervioso, algunas de ellas no compatibles con la vida extrauterina. Cuando

falla el cierre de la región caudal (neuroporo posterior) genera espina bífida,

meningocele, mielomeningocele o raquisquisis. Cuando la falla es en la región cefálica

(neuroporo anterior) se presentan alteraciones como: encefalocele, anencelafia, acracia

(Rodríguez et al., 2015).


Referencias

Bayona, F. (2012). Desarrollo embrionario del sistema nervioso central y órganos de los
sentidos: revisión. Universitas Odontológica, 31(66).
Lat, E. (s. f.). Sustancia negra: funciones, anatomía y enfermedades.
Luque, R. (2021). Introducción a la anatomía. Universidad del Rosario.
Martínez, E. (2018). Manual de prácticas de Neuroanatomía 2da edición. Laboratorio de
morfología: Vol. SEGUNDA EDICIÓN. Universidad del Norte.
Pachajoa, H., y Moreno, F. (2015). Células de la cresta neural: Evolución, bases embrionarias y
desarrollo cráneo-facial. Revisión sistemática de la literatura. Rev Estomatol
Colombia, 23(2), 45-56.
Preatoni, A. (2003). Anatomía del desarrollo del sistema nervioso. El Cid Editor. https://elibro-
net.ezproxy.unbosque.edu.co/es/ereader/unbosque/31768?page=6
Rodriguez, A., Domínguez, S., Cantín, M. y Rojas, M. (2015). Embriología del sistema
nervioso. Int. J. Med. Surg. Sci, 2(1), 385-400.
Sadler, T. W. (1991). Embriología médica [de] Langman (p. 353-987). Editorial Médica
Panamericana.

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