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Enrique LEFF*
RESUMO
Diversidade cultural e preservação das identidades dos povos são fundamentais para viabilizar o desen-
volvimento sustentável em escala local e global. Estilos étnicos organizam as práticas de uso da natureza
e das populações indígenas e das sociedades camponesas. Assim, a cultura aparece revalorizada como
um recurso para o desenvolvimento sustentável. O presente artigo pretende repensar o espaço e o tempo,
através de uma racionalidade ambiental que ressignifique a natureza e a cultura, como uma alternativa
ao logocentrismo da racionalidade científica e a globalização homogeneizante dominantes.
RESUMEN
La diversidad cultural y la preservación de las identidades de los pueblos son fundamentales para viabilizar
el desarrollo sustentable a escala local y global. Los estilos étnicos organizan las prácticas de uso de la
naturaleza de las poblaciones indígenas y de las sociedades campesinas. Así, la cultura aparece revalorizada
como un recurso para el desarrollo sustentable. El propósito del presente artículo es repensar el espacio
y el tiempo a través de una racionalidad ambiental que resignifique a la naturaleza y a la cultura, en
oposición al logocentrismo de la racionalidad científica y a la globalización homogeneizante dominantes.
ABSTRACT
Cultural diversity and the preservation of peoples identities are fundamental for making sustainable
development at local and global levels viable. The practices of nature use by indigenous people and
peasant societies are organized by ethnic styles. Thus, culture acquires new value as a resource for
sustainable development. The purpose of this article is to rethink space and time, and to resignify nature
and culture in the perspective of an environmental rationality, as an alternative to logocentrism in scientific
rationality and dominant homogeneizing globalization.
1“La cultura es el complemento de los recursos naturales en los sistemas productivos campesino-indígenas; la cultura orienta el uso de los
recursos, mientras que éstos condicionan, hasta cierto grado, las opciones de vida del grupo étnico. Así concebida, la cultura es un recurso
social, capaz de usarse destructiva o racionalmente, de perderse o desarrollarse.” (Varèse; Martin, 1993, p. 738).
Latinoamérica aparece como una parte integral de su desarrollaron importantes tecnologías agrícolas y trabajos
patrimonio de recursos naturales, definido a través de públicos para el uso sustentable de recursos hidrológicos
las relaciones simbólicas y productivas que han guiado y para el incremento de la fertilidad de la tierra a través
la coevolución de naturaleza y la cultura a través del de técnicas para la conservación de agua y la prevención
tiempo. La organización cultural de las etnias y de las de erosión, así como de variadas innovaciones y
sociedades campesinas tradicionales establece un siste- estrategias agroecológicas: terrazas, chinampas, andenes
ma de relaciones sociales y ecológicas de producción y camellones (Murra, 1975; Romanini, 1876; Denevan,
que da soporte a las prácticas de manejo integrado y 1980a, 1980b; Masuda et al., 1985; CEPAL/PNUMA,
sustentable de los recursos naturales2. 1983; de la Torre y Burgoa, 1986; Uribe, 1988; San
Varios autores han estudiado el funcionamiento de Martín Arzabe, 1990, Altieri y Nicholls, 2000). Este
la racionalidad ecológica de las prácticas productivas vasto repertorio de conocimientos técnicos y prácticas
arraigadas el “estilo de desarrollo prehispánico” (Gligo productivas permitió el desarrollo y guió la evolución
y Morello, 1980), el “modo de producción campesino” de las diferentes culturas que habitan la región andina y
(Toledo, 1980), las “complementariedades eco- las zonas tropicales americanas.
simbióticas verticales” (Condarco y Murra, 1987) y la
“utopía andina” (Burgoa y Flores Galindo, 1982). Las
culturas prehispánicas habían internalizado las bases y Complementariedades ecológicas, temporalidades
las potencialidades ecológicas a sus formas de culturales e identidades étnicas.
organización productiva para el uso sustentable de la
tierra y de los recursos naturales. Estas prácticas tomaron Las estrategias productivas desarrolladas por di-
en cuenta las complementariedades de la diversidad eco- ferentes culturas indígenas americanas implicaron el
lógica y los espacios geográficos, integrando regiones desarrollo de prácticas específicas de uso de los recur-
que se extendían más allá de los territorios de un grupo sos de cada grupo étnico. Esta “cultura ecológica” fue
étnico particular. Esta estrategia permitió optimizar la integrada en las relaciones sociales y las fuerzas
oferta ecológica de diversas geografías, del uso estacional productivas de las sociedades rurales “tradicionales”. El
de diferentes de los espacios productivos y de la fuerza ordenamiento ecológico de procesos productivos operó
de trabajo, de los ciclos y pisos ecológicos, así como de a través de la complementariedad de espacios territoriales
la fertilidad de la tierra y los procesos de regeneración y ciclos ecológicos para el manejo sustentable y
de los recursos, para ensayar diferentes estrategias de productivo de recursos naturales: estaciones de lluvia y
policultivos, integrando la producción local al espacio sequía; distribución anual de diferentes cosechas
territorial a través del comercio interregional y el seleccionadas por patrones de crecimiento diferencia-
intercambio intercomunal de excedentes económicos. dos y por las condiciones climáticas de cada estación; el
Los espacios étnicos de la América Tropical fueron uso integral de plantas específicas y el manejo integrado
y continúan siendo escenarios de estrategias de de variedades genéticas de diferentes especies (maíz,
supervivencia y de etno-eco-desarrollo mediante la papas), dependiendo de las condiciones topográficas y
adaptación y transformación del ambiente; allí se la calidad del suelo; de diferentes estrategias de uso fi-
2 “El patrimonio cultural es un recurso importante para la región. El logro de la sustentabilidad en las grandes estrategias agrícolas de los
Andes, en las selvas tropicales y en las tierras anegadizas, requerirá la incorporación de tecnologías mayas, incaicas y preincaicas, aztecas y de
otras etnias. Tales etnias campesinas poseen un riquísimo patrimonio tecnológico, cuyo su deterioro ha provocado enormes costos ecológicos
en numerosos países, especialmente en México y Perú. Ellos lograron resolver problemas en los que la tecnología del Norte ha fracasado […]
como en articular el policultivo agrícola en pequeños desmontes con el uso extensivo de la selva contigua (lo hacen los descendientes de los
mayas); manejar rodeos mixtos multipropósito para sobrevivir en climas semiáridos de alta variabilidad (los aymaras y los quechua en Bolivia);
manejar la selva caducifolia para trasformarla en ecosistema poliproductivo, incluso en épocas de sequías extraordinarias; desarrollar germoplasma
que responda a climas de baja predectibilidad y de lluvias (variedades de maíz y frijol de ciclos muy cortos, cortos y largos); desarrollar
variedades adaptables a distintos pisos altitudinales (incas, mayas) y al gradiente latitudinal (pueblos andinos, mayas)... (Morello, 1990).
territorio, cada ecosistema, cada cultura y cada individuo, y de su irrupción repentina e inesperada al fin del siglo
las políticas de la localidad están construyendo una XX, con la revalorización del etnicismo y la
globalidad alternativa desde la especificidad de los reivindicación de la autonomía de los pueblos indios.
ecosistemas, la diversidad cultural y la autonomía de las Así, el conocimiento pasado, dominado y oprimi-
poblaciones locales, sustentadas en una racionalidad do, es reconstruido por un nuevo saber local y personal,
ambiental. hibridizado con los nuevos discursos de la globalización
Para construir esta racionalidad ambiental es y de la sustentabilidad, con la ciencia y la tecnología
necesario desenterrar las condiciones ecológicas de modernas, abriendo sendas inéditas en la historia. La
sustentabilidad y descongelar el tiempo en el que han sustentabilidad es una cuestión del ser y del tiempo, y no
quedado adormecidos los sentidos culturales, negados y de la economización de la naturaleza. El devenir no es la
desconocidos por el egocentrismo y la megalomanía de evolución de una esencia genética y de racionalidades
la racionalidad económica. Esta defensa de medio am- preestablecidas, sino la actualización de identidades que
biente local no solo depende de la valoración económica buscan vencer las formas de poder que han sujetado sen-
de la naturaleza y de la cultura, sino de la actualización tidos civilizatorios alternativos, para redescubrir los
y reconfiguración de las identidades y la emergencia de mundos ocultados, las prácticas sepultadas y los saberes
nuevos actores sociales que puedan construir una nueva subyugados, para reconducir la historia por los cauces
racionalidad productiva, basada en los potenciales eco- de la diversidad cultural.
lógicos de la naturaleza y en los significados culturales La globalización guiada por una racionalidad
de los pueblos. tecnológica unidimensional y por la racionalidad
Esto abre la pregunta sobre la relación entre signi- económica orientada hacia la maximización del benefi-
ficado y conocimiento. Los seres humanos indagan la cio económico en el corto plazo, ha resultado en un pla-
realidad y van a la conquista del mundo investidos de neta contaminado, en un mundo saturado y en una
cosmovisiones e ideologías; observan con lentes economía insustentable. Desde los límites de esta
conceptuales y armaduras paradigmáticas. El saber racionalidad de la modernidad, la historia se está
ambiental no está construido por la objetividad de la reabriendo a un futuro sustentable, fertilizado por los
naturaleza aprehendida a través de un orden económico flujos divergentes del ser y del tiempo. La emergencia
preconcebido. Es sobre todo la reconstrucción del de la complejidad, la diferencia y la autonomía están
conocimiento desde nuevas visiones, potencialidades y confrontando las concepciones ontológicas y
valores, guiados por nuevas significaciones y sentidos epistemológicas de la civilización occidental desde el
civilizatorios (Leff, 1998). pensamiento metafísico de la Antigua Grecia, hasta el
El conocimiento local no es solamente el arsenal “iluminismo” científico que inaugura la modernidad,
de técnicas y saberes construidos por la práctica. El llevando a la tecnologización del mundo y a la
conocimiento local no suma las condiciones empíricas a capitalización de la naturaleza que marcan la era actual
estudios abstractos. No es la sumisión de particularida- de globalización hegemónica.
des locales a racionalidades universales dominadoras y El renacimiento de las etnias y la revalorización
hegemónicas. El conocimiento local está construido por de la diversidad cultural está generando una nueva
significados elaborados a través de procesos simbólicos comprensión de las relaciones de lo uno y lo otro, de lo
que configuran estilos étnicos de apropiación del mun- objetivo y lo subjetivo, de lo real y lo simbólico, de la
do y de la naturaleza. Esto conduce a desentrañar los cultura y la naturaleza. Este crisol cultural, donde se
sentidos del tiempo en la forja, sedimentación y funden lo ideal y lo material (Godelier, 1984), ha cons-
actualización de las identidades y formaciones culturales truido diversos mundos de vida, a través de significados
—de las diversas formas culturales del ser— enraizadas diferenciados y del posicionamiento del ser en diversos
en significados y paisajes, en diferentes épocas y luga- ambientes.
res, de sus flujos a través del curso de la historia pasada Las sociedades tradicionales y las economías
locales no producen solo valores de uso y de cambio; La ecología, propuesta como la ciencia por
también producen “significados de uso” que reflejan la excelencia de las interrelaciones biofísicas, de hecho es
compleja relación del orden simbólico-natural en las re- un paradigma no espacial, una lógica que carece de
laciones de producción económico-políticas. La referencias geo-gráficas para concretar el espacio y el
naturaleza no está solamente codificada por un lenguaje lugar. De tal manera, Tricart (1978, 1982) advirtió la
y guiada por una racionalidad económica dominante. Las necesidad de integrar la ecología con una geografía más
invenciones de la humanidad, grabadas en la memoria descriptiva en un paradigma interdisciplinario eco-geo-
colectiva de los pueblos, ya no sólo son interpretadas gráfico. La emergencia de la geo-referencialidad es la
por los antropólogos; hoy reemergen como un proceso necesidad de enraizar la sustentabilidad en condiciones
de resignificación, reafirmación y actualización de las locales, pero que ignora que estos referentes provienen
identidades de los pueblos, como una “relocalización” de la significación que imprime la cultura en la naturaleza.
de sus mundos de vida. “Los entes culturales” pasados El espacio y el lugar están siendo “reinventados”
no sólo son recordados sino recodificados, recobrando desde las identidades culturales para enraizar y especifi-
aquello que alguna vez fue depositado en la memoria de car las condiciones de sustentabilidad, allí donde las
cultura, desenredando la madeja del tiempo y forjando construcciones del logocentrismo de las ciencias se han
una nuevo vínculo entre el pasado y el futuro. extraviado, perdiendo sus referentes geográficos y sus
El tiempo es dinero en un mundo economizado. El sentidos culturales. Sin embargo, no sólo se trata de la
significado forja al tiempo en la realidad simbólica de la necesidad de dar soporte empírico y referencias locales
cultura y la historia. El tiempo no es una sucesión de a una racionalidad globalizadora y globalizante, de en-
eventos. La densidad del destino y la elasticidad del contrar el balance y la simetría entre lo global y lo local,
tiempo simbólico en la consciencia humana y sus el punto de equilibrio entre conservación y crecimiento
acciones sociales, provienen de significados enraizados económico. Los procesos donde arraiga la sustentabilidad
en identidades culturales diversas que se transfieren a no son sólo de carácter “material-objetivo”, sino “sim-
través de generaciones, generando una genealogía de bólico-subjetivo”, marcados por principios, valores y
racionalidades diferenciadas. La cuestión de espacio y significados diferenciados.
lugar no es solamente la de un sincretismo cultural y un Desde la consciencia de la finitud de la existencia,
tiempo sincrónico, sino la de una diacronía marcada por damos significado a los eventos de nuestras vidas; en
la supervivencia enigmática y la actualización de cultu- forma similar, la muerte de la naturaleza y la cultura ha
ras tradicionales; de su resistencia y asimilación con otras reactivado sus historias diferenciadas. La construcción
culturas; de su encuentro, hibridación y demarcación hoy de una racionalidad ambiental entraña el resurgimiento
frente al discurso y las políticas de la globalización. y resignificación de la naturaleza y de la cultura para
El logocentrismo de la racionalidad científica so- liberarse de la opresión que sobre el saber y la acción
bre la que está suspendida la globalización, se dirige hacia ejercen la economización y la tecnologización del mun-
la búsqueda de una base pragmática, sustantiva y do. El renacimiento de las identidades es la precipitación
empírica de las acciones para asegurarse el transito hacia de los tiempos contenidos por una historia de
la sustentabilidad. Sin embargo, los procesos ecológi- homogeneización y dominación de la diversidad y de la
cos y los valores culturales son inconmensurables con la diferencia.
racionalidad económica. El mercado es incapaz de Desde la perspectiva de una política del espacio,
asignar valores reales a los servicios ecológicos y a las del lugar y del tiempo, la autonomía de la gente no puede
condiciones comunales para la sustentabilidad debido a ser concebida como el “empoderamiento desde arriba”
su estructura teórica mecanicista, a la imposibilidad de de los oprimidos. La autonomía cultural no puede ser
reducir futuros sustentables y las diversas y heterogéneas graciosamente otorgada a quienes han quedado
condiciones de sustentabilidad a los valores unitarios del marginados y excluidos de las razones que han organi-
mercado. zado y legitimado al mundo actual, aún en esta era de
democracia, ciudadanía y derechos humanos. El derecho los límites del crecimiento, lo local es el espacio donde
a la autonomía es el reclamo de las “localidades” opri- emergen las sinergias positivas de la racionalidad
midas: culturas locales, conocimiento local, gente local. ambiental.
Estas demandas sociales surgen de la actualización de El espacio es el punto de encuentro de procesos
las identidades, la hibridación en tiempo y espacio de sincrónicos y diacrónicos, donde se precipitan tiempos
diferentes formas del ser. La resistencia a la capitalización y momentos diferenciados. Lo local es el lugar en donde
de la naturaleza es la expresión de la resiliencia cultural se articulan identidades culturales y potencialidades eco-
que reacciona para preservar sus identidades frente a las lógicas. Es pues el lugar de convergencia de los tiempos
perturbaciones externas. Es a través de la reconstrucción de la sustentabilidad: los procesos de restauración y
del ser que la autonomía puede dirigirse hacia la productividad ecológica; de innovación y asimilación
autogestión de las condiciones de vida de la gente. tecnológica; de reconstrucción de identidades culturales.
Siguiendo a Evans Pritchard, el tiempo se estructura
alrededor de eventos significativos, tanto sociales como
La política del lugar y del espacio, el derecho a la económicos. De esta manera, cada cultura, define sus
identidad y la cuestión del ser y el tiempo “temporalidades” a través de su cosmología y sus siste-
mas simbólicos (Pitt, 1985). El tiempo no es solo la
La política del lugar y el espacio está emergiendo medida de eventos externos (fenómenos geofísicos, ci-
como un reclamo social, movilizada por los nuevos clos ecológicos, procesos de degradación y regeneración
derechos a la identidad cultural de los pueblos (CNDH, de la naturaleza), sino el flujo de eventos internos signi-
1999; Sandoval y García, 1999), legitimando reglas más ficativos, la permanencia de “presencias” a través de la
plurales y democráticas de convivencia social. La historia, la actualización de las identidades étnicas y “se-
reafirmación de la identidad es también la manifestación res culturales”. El tiempo libera a la naturaleza de-signada
de lo real y de lo verdadero frente a la racionalidad y fijada a visiones predeterminadas, abriendo los cauces
económica que se ha constituido como el más alto grado para la construcción de una naturaleza resignificada por
de racionalidad del ser humano, ignorando a la naturaleza los sentidos de la identidad y la cultura.
y a la cultura, generando la hiperrealidad entrópica Una nueva política del espacio, del lugar y el ser
insustentable que gobierna nuestra existencia. está siendo construida a partir del sentido del tiempo en
El lugar es el territorio donde la sustentabilidad se las luchas actuales por la identidad, por la autonomía y
enraíza en bases ecológicas e identidades culturales. Es por el territorio. Es una política del ser lo que subyace al
el espacio social donde los actores sociales ejercen su clamor por el reconocimiento de los derechos a la
poder para controlar la degradación ambiental y para supervivencia, a la diversidad cultural y la calidad de
movilizar potenciales ambientales –la sinergia generada vida de los pueblos; es una política del devenir y la
por procesos sincrónicos y diacrónicos— en proyectos transformación, que valoriza el significado de la utopía
autogestionarios generados para satisfacer necesidades, como el derecho de cada individuo y cada comunidad
aspiraciones y deseos de la gente, que la globalización para forjar su propio futuro. Los territorios culturales
no puede cumplir. están siendo fertilizados por un tiempo pleno de signifi-
El lugar es el locus de las demandas y los reclamos cados. No es sólo la reivindicación de los derechos
de la gente por la degradación ambiental, así como sus culturales que incluyen la preservación de los usos y
capacidades de reconstruir sus mundos de vida. El nivel costumbres de sus lenguas autóctonas y sus prácticas
local es donde se forjan las identidades culturales, don- tradicionales, sino una política cultural para la
de se expresan como una valorización social de los re- reconstrucción de identidades y significados
cursos económicos y como estrategias para la existenciales, para proyectar sus seres colectivos
reapropiación de la naturaleza. Si la globalización es el trascendiendo un futuro prefijado y excluyente; es
espacio donde las sinergias negativas hacen manifiestos resistencia a la hegemonía homogeneizante y afirmación
de la diversificación creativa de la vida, construida des- De esta manera, las poblaciones indígenas están
de la heterogénesis cultural-ecológica. generando nuevos derechos culturales para recuperar el
Las identidades nunca son idénticas. Al contrario, control sobre su territorio como un espacio ecológico,
el clamor por la igualdad y la sustentabilidad desde esta productivo y cultural para reapropiarse un patrimonio
política cultural por la identidad es una lucha por la de recursos naturales y significados culturales. La
diversidad, por el derecho de ser diferente. Es el derecho racionalidad ambiental está siendo internalizada por
a la singularidad y a la autonomía frente al forzamiento nuevos actores sociales, expresándose como una deman-
de la universalidad impuesta por una globalización da política que guía nuevos principios para la
dominadora. valorarización del ambiente y para la reapropiación de
Esta política del ser y el devenir, está emergiendo la naturaleza, y arraigándose en nuevos territorios y
en la reconstitución de las identidades y la innovación nuevas identidades (Leff, 1995).
de proyectos culturales en el tránsito a la democracia y a La política cultural está emergiendo junto con la
la sustentabilidad. La construcción de una nueva construcción de un conocimiento del ambiente donde el
racionalidad ambiental se está forjando en movimientos tiempo-significante habita el ser (Leff, 2000). La políti-
emergentes de los pueblos indígenas. Esta es una políti- ca cultural se está forjando en el crisol de la diferencia y
ca que “enfatiza el devenir más que el ser; que implica la diversidad, de actores sociales que incorporan dife-
un posicionamiento más que un esencialismo, la rentes significados y prácticas culturales, en la
discontinuidad tanto como la continuidad”. (Escobar, hibridación de diferentes procesos materiales y simbóli-
1997a:18). cos, en la actualización de seres hechos de tiempo, de
Esta política cultural esta siendo forjada por vida y de historia. Estamos atestiguando la “conjunción
movimientos emergentes de las comunidades indígenas, de diferentes regímenes históricos y epistémicos”, el
como el movimiento negro reciente en la Costa del Pa- despertar de tradiciones y la supervivencia de significa-
cífico en Colombia (Grueso, Rosero y Escobar, 1997): dos. Para entender esta resiliencia cultural como
expresión del tiempo en las identidades, tendremos que
Los principios primordiales del movimiento para la “dilucidar la genealogía de sus diferentes racionalidades”
organización política [son] el derecho a una identidad, esto (Escobar) y comprender su articulación en la forja de la
es, el derecho a ser negro de acuerdo a la lógica cultural y racionalidad ambiental.
la visión del mundo arraigada en la experiencia negra [...]
para la reconstrucción de la propia consciencia negra y el
rechazo del discurso dominante de la “igualdad” con su El tiempo, la identidad y la forja de la racionalidad
obliteración concomitante de la diferencia. Segundo, el ambiental.
derecho a un territorio como un espacio para ser y como
elemento esencial para el desarrollo de la cultura. Tercero,
el derecho a una autonomía política como un prerequisito
La historia está hecha de tiempo; es la emergencia
para la práctica de ser, con la posibilidad de promover la y la expresión de tiempos inmemorables, de tiempos
autonomía social y económica. Cuarto, el derecho de cons- congelados. La historia guarda sus innovaciones en se-
truir su propia visión del futuro, del desarrollo y de sus creto. Así, los 60’s fueron el tiempo de la irrupción del
prácticas sociales basadas en los usos y costumbres en la pensamiento de la complejidad y de la democracia, al
producción y la organización social. Quinto, el principio tiempo que la crisis ecológica y la explosión demográfica
de solidaridad con las luchas de las poblaciones negras del marcaron los límites del crecimiento. 1989 fue la caída
mundo en busca de visiones alternativas [...] Los activistas del socialismo real; 1992 fue la emergencia de la
conceptualizan el territorio como un espacio para la
sustentabilidad en la saturación racionalidad económica
creación de futuros, para la esperanza y la continuación de
la existencia.” (Escobar, 1997a: 14-16)
global y el despertar de una nueva conciencia de los
pueblos indios americanos luego de 500 años de con-
nueva racionalidad, capaz de resignificar y reabrir los fenomenológico: el tiempo que construye la historia, el
cauces de la historia (Leff, 1994b, 2000). La diversidad tiempo que da forma a diferentes mundos de vida, el
y la diferencia se convierten en principios que trascienden tiempo que toma cuerpo en identidades que configuran
a la negatividad dialéctica de oposiciones y antagonis- sentidos existenciales, que movilizan procesos sociales
mos dentro del sistema de poder establecido. La y emancipan voluntades de cambio; el tiempo que
racionalidad ambiental abre la lógica de la unidad hacia desencadena al mundo con nuevos significados que
el sentido de la identidad como un sistema de diferenci- organizan lo simbólico y lo material en el encuentro de
as donde sea posible el reconocimiento del otro, la la ecología y la cultura.
alteridad y el advenimiento de “lo que aún no es” El proyecto civilizador que pretende unificar al
(Levinas, 1977). En este sentido se están constituyendo mundo está muerto: el Dios único, la idea absoluta, la
las nuevas identidades y racionalidades como fuente y unidad de la ciencia y la globalización del mercado. La
soporte de nuevos saberes, nuevos territorios y nuevos historia se abre a una diversidad de modos de vida y
seres. racionalidades productivas, marcadas por los límites y
El tiempo que forja un futuro sustentable no es sólo potencialidades de la naturaleza y por los sentidos del
aquella dimensión del tiempo inherente a eventos y tiempo.
procesos externos y objetivos, sino un tiempo
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