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Principios

del acto quirúrgico

En toda intervención quirúrgica debe-


mos tener siempre presente los tres tiem-
pos fundamentales: la incisión, la opera-
ción propiamente dicha, o técnica operato-
ria. y por último la sutura. Este capítulo lo
dedicaremos a la primera y a la última de
estas etapas.

La incisión es la maniobra mediante la Figura 7.1. Al comienzo y al final de la incisidn el bisturi


cual procedemos a la apertura de los teji- debe adoptar una posición completamente perpendicular
dos, la piel o las mucosas. para poder llegar a la pie\.
a los planos más profundos, o bien para de-
limitar lesiones tumorales y poder realizar, ble continuar, completar o aumentar la in-
de esta manera, el propio objetivo de la in- cisión con una tijera, de hoja recta o cur-
tervención quirúrgica. va.
El instrumento por excelencia para reali-
zar este tipo de maniobra es el bisturí, de
hoja rect'a y de punta roma aguda; general-
mente se usa el número 15 de Bard-Parker.
Debe ser tomado por la mano a manera de
lapicero. La incisión debe tomenzar y ter-
minar con el bisturí en posición vertical
con respecto a la piel (fig. 7.1) con el fin !
dejar unos bordes limpios y fáciles de coap-
tar. Cuando la incisión, se hace sobre una
zona donde exista pelo, debemos realizarla
siguiendo una dirección paralela al tallo de
Figura 7.2. Cuando la lncisidn se practica sobre zonas
los pelos (fig. 7.2) para no lesionar los fo- donde exista pelo, cuero cabelludo, cejas, barba; ésta
liculos pilosos. debe seguir una dirección paralela al tallo del pelo, para
En contadísimas circunstancias es posi- evitar la sección de los foliculos pilosos.
202 ClRUGlA ORAL

El sitio donde se vaya a hacer la incisión


debe ser planeado y estudiado detenida-
mente con atención, dependiendo del tipo
de intervención que se vaya a realizar y si-
guiendo siempre directrices ya estableci-
das.
En la piel e n general y en la cara e n par-
titular debemos seguir las líneas de menor
resistencia. llamadas líneas de Langer.
Hace más de un siglo Carl Von Edemberg
/; ! Langer (1819-1887)observó que si a la piel
de los cadáveres se la puncionaba con u n
objeto redondo, los orificios formados
adoptaban imagen oval cuyo eje mayor se-
guia diferentes trayectos según las regiones
Figura 7.3. Lineas de menor tensi6n de la piel de fa del cuerpo. se debe a que la piel, por
cara (Iineas punteadas) que corresponden a las amigas.
Lineas de Langer. su organización de fibras colagenas, pre-

Figura 7.4. Los esquemas representan la localización de las diferentes incisiones utilizadas en cirugía oral y maxilo-
facial.
1, 2 y 3. Incisiones frontales.
4 y 5. lncisiones en ceja.
6. lncisiones glabelares o del entrecejo.
7. Incisiones para el acceso a la Sutura fronto-matar y malar.
8. Incisiones de acceso a la glandula lagrimal.
9 y 10. lncisiones paranasaks. Acceso al ángulo interno palpebraI.
11. Incisión subpalpebral.
12. Incisión peri o narinana.
13, 14 y 15. Acceso a los músculos orbiculares de los labios para fijaciones de fascia lata en las par&lisis facionales.
16. Incisión geniana baja. para las adenitis supuradas.
17. lncisiones para abordajes de la aniculación temporo-mandibular y arco cigomitifico.
18. 19 y 20. Diferentes incisiones para el acceso a las ramas ascendentes y horizontal de la mandíbula.
21. Incisión submental media, para flemones del suelo de boca.
22. Incisión de acceso a la glandula submaxilar. Submaxilectomias.
PRINCIPIOS DEL ACTO QUlRURGlCO 203

senta zonas donde la tensión es mayor y la


elasticidad de la piel. por tanto, será me-
nor.
Naturalmente. estas lineas de menor
tensión de la piel, o lineas de Langer
(fig. 7.3) corresponden a las arrugas y son
perpendiculares a la contracción de los
músculos de la zona. Siguiendo este con-
cepto de menor tensión, conseguiremos dos
cosas importantes: primera, que la herida
no tienda a abrirse cuando quitemos los
puntos y por tanto la cicatrización sea me-
jor y más rápida; y segunda, que la cicatriz
sea menos llamativa, pasando incluso desa-
percibida, lo que nos agradecerá el enfer-
Figura 7.6. Vias de acceso endobucales en el maxilar
mo (fig. 7.4). superior.
En cuanto a las incisiones en la cavidad
oral, no se plantearán estas dificultades y
sólo habrá que tener presente las condicio- Hasta aquí hemos visto qué es, dónde y
nes anatómicas de la región en la que se va cómo debemos hacer una incisión, pero tan
a intervenir, como vemos en los esquemas importante como esto son las condiciones
de las figuras 7.5, 7.6 y 7.7. Sí debe mencio- que debe reunir toda incisión.
narse sin embargo en estos casos que la in- Una incisión, y el colgajo que se forma a
cisión debe llegar en profundidad hasta el expensas de ella, debe reunir una serie de
hueso, seccionando el periostio. condiciones para que, una vez repuesto
Todas las incisiones limitan trozos de éste en su lugar, conserve toda su vitalidad
piel, mucosa o fibromucosa, que son des- y se reincorpore a sus funciones lo antes
prendidos de sus inserciones profundas, fa- posible. Estos principios o postulados han
cilitando el campo operatorio, y que luego sido muy bien recogidos por Ries Centeno,
serán suturadas para reponer los tejidos a que los resume en los siguientes puntos:
su situación primitiva. 1.O) La incisión y el colgajo que ésta cir-

Figura 7.5. Diferentes vías de acceso lntrabucales en Figura 7.7. Vias de acceso endobucales en el maxilar
el maxilar superior. superior.
204 ClRUGlA ORAL

cunscribe deben tener una base lo sufi-


cientemente ancha como para asegurar
una vascularización adecuada, evitando
trastornos nutritivos y por consiguiente la
necrosis. Por tanto debemos tener muy
presente el recorrido de los vasos sangui-
neos arteriales evitando su sección.
2.9 Buena visualización del objeto que
se va a operar, trazando la incisión de tal
manera que la favorezca y no se oponga a
las distintas maniobras de cada operación
en particular. Figura 7.8. Vias de acceso endobucales en el maxilar
inferior.
3.0) La incisión debe ser lo suficiente-
mente extensa para permitir un colgajo
que descubra ampliamente el campo ope- de las superficies linguales o bucales, sec-
ratorio, evitando desgarros y roturas de te- cionando las papilas dentarias en su base
jidos que dificultan y complican la cicatri- (fig. 7.8). La vascularización de la papila
zación de la herida. viene del hueso subyacente y del perio-
4.0) La incisión debe ser hecha de un donto y, al dejar el espacio interdentario li-
solo trazo, correcto, rectilíneo, sin líneas bre, no comprometemos su vasculariza-
secundarias y con un bisturí bien cortante; ción.
de esta manera la adaptación de los colga- La incisión festoneada, por el contrario
jos y la cicatrización de la herida será ex- (fig. 7.9). se utiliza en pacientes con perio-
celente. dontitis crónicas ya que con las bolsas pro-
5 . O ) La incisión debe trazarse de tal ma- fundas la vascularización procedente del
nera que, cuando volvamos a adaptar los hueso y del ligamento periodontal esta se-
colgajos en su sitio, la linea de sutura debe riamente comprometida. De esta manera
reposar sobre tejido duro óseo o subyacen- permitimos una mejor visualización del
te subcutáneo sano e integro, y no dejarla hueso marginal para hacer cualquier tipo
sobre cavidades ya que en estos casos los de intervención quirúrgica parodontal y fa-
puntos de sutura se desprenderán y el col- cilitaríamos la gingivectomia en caso nece-
gajo se hundirá en la cavidad o bien queda- sario.
rá una dehiscencia en la sutura que lleva- La incisión angular consiste en una inci-
ría a los consiguientes trastornos en la cica- sión marginal combinada con una oblicua
trización de la herida quirúrgica. (fig. 7.10), generalmente hacia mesial, para
No queremos terminar este apartado de
incisiones sin enumerar, al menos, las más
importantes y las de mayor uso e n esta ci-
rugía.
La incisión lineal es la más frecuente,
como hemos visto en el apartado anterior,
utilizándola preferentemente en la piel,
aunque también la usamos e n la boca.
La incisión lineal sobre la encía es la más
sencilla de las que utilizamos en cirugía
oral. La hoja del bisturi se coloca e n el sur-
co gingival y su trazado secciona las fibras Figura 7.9. Vias de acceso endobucales en el maxilar
periodontales que se extienden a lo largo inferior.
PRINCIPIOS DEL ACTO QUlRURGlCO 205

Figura 7.10. Figura 7.12.

facilitar el campo operatorio que llega has- de Wassmund, similar a la anterior


ta el fondo del vestíbulo, y forma un ángu- (fig. 7.12) pero en la que el trazo horizontal
lo obtuso en la base de una papila in- no llega a la encía marginal, quedándose
terdentaria con el fin de facilitar poste- aproximadamente a un centímetro de ella.
riormente la sutura. Se usa para interven- Se pueden utilizar indistintamente una u
ciones a colgajos sobre las caras vestibula- otra, con las indicaciones ya mencionadas
res de los maxilares. permitiendo un am- para las incisiones marginales y festonea-
plio campo operatorio y una excelente vas- das. Existe otra incisión de Wassmund mo-
cularización. Es el que usamos normal- dificada, en la que se suprime el trazo ver-
mente para la extracción de los cordales tical posterior. Se usa cuando con los otros
incluidos, tanto superiores como inferiores. dos trazos se consigue un buen abordaje.
La incisión trapezoidal es una incisión La incisión curvilínea sería la incisión de
marginal combinada con dos oblicuas. Se Partsch, como una modificación de la inci-
utiliza en las zonas anteriores de ambos sión de Wassmund. ya que forma un arco
maxilares e n los casos e n los que es necesa- de concavidad hacia la raíz de los dientes
ria una amplia exposición del hueso. como (fig. 7.13). Se usa para intervenciones muy
por ejemplo en 10s quistes (fig. 7.11). Las localizadas, en uno o dos dientes como má-
dos incisiones oblicuas deben hacerse en ximo, generalmente para apicectomías, ya
sentido divergente con el fin de aumentar que si la hacemos más grande la transfor-
la base del colgajo y favorecer de esta ma- mamos en una lineal y en estos casos sería
nera su vascularización. Existen funda- más conveniente hacer cualquiera de las
mentalmente dos tipos que varían según la dos anteriores.
zona del trazado de la incisión horizontal. Por último mencionaremos la incisión
La incisión de Elkan-Neumann, conocida eliptica, que se emplea en la exéresis de
más por el nombre del segundo autor, Neu- pequeños tumores en cualquier parte de la
mann, que consiste e n una incisión festo- región (fig. 7.14). Consiste en u n trazado de
neada con dos trazos oblicuos. Y la incisión dos incisiones curvas que se unen en sus

Figura 7.11. Figura 7.13.


retardada por la presencia de secreciones
naturales (saliva, moco).
Cuando las heridas son más grandes, de-
bemos empezar las suturas por puntos ana-
tómicos conocidos, generalmente arrugas o
borde rojo del labio, o mejor aún, en el pro-
pio momento de la incisión de la piel, tener
la precaución de hacer unas pequeñas seña-
les para favorec'er después la exacta coloca-
ción de los colgajos en su sitio primitivo.
Se deben eliminar todos los espacios
muertos empleando para ello suturas pro-
fundas, tantas como sean precisas para de-
jar un buen sustento a la piel. Toda tensión
Figura 7.14. de la herida debe eliminarse también con
puntos profundos de aproximación. Los
músculos de la cara y el tejido celular sub-
extremos y en profundidad contactan for- cutáneo se deben aproximar con puntos de
mando un ángulo agudo, y de una longitud catgut.
lo suficientemente amplia, dependiendo de La exacta aposición de la piel es un fac-
la anchura de la lesión que se va a extirpar, tor muy importante en la reparación de la
que permita una buena adaptación de los herida. Los bordes cutáneos deben quedar
bordes sin tensión. ligeramente evertidos para vencer la nor-
mal contracción'de la cicatriz durante la
curación de la herida.
SUTURAS Un punto apretado que blanquee la piel
producirá una necrosis local, dejando una
Son las maniobras que tienen por objeto señal. En las heridas de la cara casi nunca
reunir los tejidos separados por la incisión se emplean drenajes, sin embargo pueden
o por traumatismos diversos. Es por tanto ser necesarios en heridas muy contamina-
una maniobra indispensable en toda ciru- das o infectadas.
gía y concretamente en cirugia oral y ma-
xilofacial. Cuando uno de los objetos del
cirujano es obtener una herida lo más esté- MATERIALES
tica posible, la sutura se convierte en un
arte, en un proceso extremadamente preci- Cada cirujano tiene sus preferencias per-
so, no siendo posible esperar buenos resul- sonales en cuanto a los materiales de sutu-
tados si no se dominan estas técnicas. ra elegidos. No obstante, lo que sí debe co-
En las heridas que comunican con las ca- nocerse para poder utilizar correctamente
vidades nasales y oral no es aconsejable los distintos materiales son sus propieda-
utilizar suturas profundas permanentes, es des, que serán las que indiquen, en parte,
preferible el uso de materiales absorbibles cuál es más apropiado en cada momento.
ya que, en caso de desarrollar una infec- Los materiales más utilizados son:
ción, lo que no es demasiado improbable, La seda trenzada. Es el material más usa-
son absorbidas, mientras que las de tipo do en cirugía oral y maxilofacial, ya que es
permanente se expulsan como cuerpos ex- de fácil manejo. Su superficie es lo bastan-
traños, lo que dificulta y retarda la cicatri- te rugosa como para anudar sin que se aflo-
zación, que en estos lugares se ve de por sí je el nudo, sobre todo si se efectúa un doble
PRlNClPlOS DEL ACTO QUlRURGlCO 207

nudo inicial, como veremos más adelante. ción de los tejidos en profundidad. La des-
Es impermeable al agua y, al no ser ab- ventaja de este material es la de tener poca
sorbible, reduce la reacción tisular alrede- fuerza de tracción, rompiéndose con relati-
dor de los puntos de sutura. El único defec- va facilidad, y la de ser absorbido pronto
to que tiene es su relativa poca fuerza de por reacción hística del organismo.
tensión. Si necesitamos mucha tensión No se utiliza nunca para suturar la piel,
para cerrar la herida, como por ejemplo en aunque puede utilizarse e n pequeíias heri-
las suturas de compresión, es posible que el das de la mucosa oral y de la lengua usan-
hilo se rompa. No obstante, ya hemos di- do diámetros finos de 4 a 400.
cho que en estas zonas del cuerpo debemos
suturar sin tensión por los posibles defectos
cicatriciales, de forma que su rotura puede MATERIALES SINTETICOS PARA
indicarnos la existencia de tensión excesi- SUTURAS
va, y permitirnos modificar así la técnica
de cierre de la herida. Debido a las desventajas ya mencionadas
En general, cabe decir que cuanto más de los materiales naturales, la industria ha
fino sea el hilo de sutura, mejores serán los estado buscando otro tipo de compuestos
resultados estéticos. Usamos la seda mon- que, dotados de las mismas ventajas que
tada en aguja curva atraumática general- estos, carezcan de sus desventajas. Como
mente de 1,s cm y de un grosor de 2 ó 3 cc. consecuencia, existen e n el mercado una
A veces está indicado el uso de agujas más gran variedad de materiales con distintos
pequeñas, de 1,O cm, o más grandes, de componentes, tales como el nailon, el po-
2,s cm; el grosor de la seda también puede lietileno, el poliestireno, el dacrón y el te-
variar entre los 2 y los 7 cc dependiendo de flón, entre otros.
la región de la cara y de las tensiones de la En general, cabe afirmar que cuanto más
herida. se asemejen a la seda tanto mayor será la
El lino es otro material natural cuya as- aceptabilidad de estos materiales. Su uso
pereza es mayor que Ia de la seda, hacien- dependerá de la preferencia personal de
do que las cualidades de su manejo sean cada cirujano.
menos satisfactorias que las de aquélla, Sus principales diferencias con la seda y
pero que, sin embargo. exhibe una fuerza el lino son su mayor resistencia a la fuerza
de tensión mucho mayor. La aspereza de de tracción y una menor reacción hística,
su ,superficie y su mayor fuerza de tracción producida por la proliferación epitelial que
hacen que las propiedades del anudado sigue a la sutura de la herida. Son muy úti-
sean mayores que las de la seda. Lo mismo les cuando se dejan durante u n período de
que ésta, no es un material absorbible. tiempo mas largo que el habitual, normal-
En general, cabe decir que es el cirujano mente de 5 a 7 días; de ahí que estos tipos
general quien tiene más predilección por de sutura sean mas utilizados e n cirugía
utilizar el lino que la seda y que el primero general, donde hay una mayor tensión en
no suele usarse en las regiones de la cara y las heridas y no importa demasiado su ci-
la boca, aunque debe tenerse presente por catrización estética.
si en alguna circunstancia especial fuera También se han ideado materiales sinté-
necesario su empleo. ticos absorbibles para corregir y mejorar
El catgut es otro material natural por ex- las desventajas del catgut: el Vicryl poli-
celencia utilizado en todo tipo de cirugía. glactín, el Dexon-ácido poliglicólico y el
Son suturas que se reabsorben pronto, por PDS.
lo que únicamente se utilizan para hacer Recientemente se han añadido a los ma-
hemostasia y para dar puntos de aproxima- teriales sintéticos tradicionales otros siste-
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mas, algunos de los cuales exponemos a máquinas grapadoras para hacer microsu-
continuación. turas (Coimffman, 1986).
Uno de ellos es el esparadrapo quirúrgico Otra técnica de unión de los bordes de la
microporoso (Steri-Strip), que se ha popula- herida sin practicar suturas externas es el
rizado mucho en los últimos años como un uso de pegantes de piel (cianocrilato ácido
intento de cierre de las heridas sin usar su- de butilo) todavía no muy extendidos aun-
turas superficiales, manteniéndolo durante que ya se están usando en varios países, es-
largos períodos ya que no se desprende con pecialmente en EE. UU. en algunos tipos
las secreciones ni con el agua, permitiendo de intervenciones. Estos productos favore-
así un cierre rápido y evitando las marcas cen grandemente la cicatrización porque
en la piel de los puntos de sutura conven- no traumatizan nada los bordes. Lo que sí
cionales, pero que requiere puntos de apro- es necesario es acompañar este procedi-
ximación en planos profundos para quitar miento con suturas profundas que dejen
tensión a la piel. También se usa este pro- los bordes de la herida abocados y sin nin-
cedimiento para proporcionar un soporte guna tensión.
más prolongado de aquellas heridas consi- Quizá estemos a punto de ver hecho rea-
deradas más problemáticas o con cicatriza- lidad el sueño de curar las heridas sin de-
ción más comprometida. jar cicatrices, uniendo la piel mediante es-
Otro sistema que se está poniendo en tos u otros tipos venideros de adhesivos de
boga es el de las cosedoras manuales de los tejidos vivos.
grapas, para acelerar el proceso de sutura
de las heridas, que siempre es el más largo Instrumental
(fig. 7.15). No obstante, este sistema no po-
drá sustituir nunca al trabajo cuidadoso y El instrumental que nos concierne para
delicado que algunas heridas merecen, ni este tipo de intervención es sencillo y poco
oodrá usarse este tipo de suturas en las numeroso, reduciéndose a un porta-agujas
mucosas. Las grapas empleadas son de recto, unas pinzas de disección con dientes
alambre, sin los inconvenientes de los anti- y sin dientes (tipo Adson), dos erinas o se-
guos agrafes. Se sirven en grapadoras este- paradores cutáneos, unas tijeras rectas de
rilizadas y con las grapas montadas en nú- punta roma para cortar hilos y unas tijeras
mero de 35 a 40 unidades. Son de un solo rectas de punta afilada para recortar los
uso, por lo que una vez terminada la carga bordes de la herida y quitar los puntos
de grapas, la máquina debe tirarse, cir- cuando haya pasado el tiempo prudencial
cunstancia que encarece en gran medida necesario.
este sistema de sutura. Existen también No vamos a ocuparnos de las agujas

Figura 7.15. Cosedora manual de grapas


para acelerar el proceso de suturas. Usa
grapas de alambre sin los inconvenientesde
los antiguos agrafes. Se sirven estériles con
una carga de 35 a 40 grapas no recarga-
bles, tirtindolas ~ ~ S D Ude~su
S uso.
PRINCIPIOS DEL ACTO QUlRURGlCO 209

puesto que todo el material de sutura para


cirugía oral y maxilofacial se sirve e n agu-
jas montadas atraumáticas de diferentes ta-
maños, como ya hemos citado.
Al hacer los nudos debemos usar prefe-
rentemente el método de sutura instru-
mental ya que, a diferencia de lo que suce-
de en cirugía general. solemos emplear
agujas e hilos de diámetro muy fino que di-
ficultan en gran medida el anudado a
mano. por lo que el porta-agujas no debe
ser excesivamente grande de forma que
podamos usarlo con mayor facilidad y pre- Figura 7.16. Forma de coger el porta-agujas y la aguja
cisión. con el hilo ya enhebrado para la realizacion de unq sutura
O de un punto suelto.

Técnica de sutura
mano y dirigido por el pulgar, por un lado,
El objeto final de toda sutura es conse- y el corazón y anular, por el otro (fig. 7.16).
guir una coaptación absolutamente precisa El dedo indice se apoya contra el instru-
y atraumática de los bordes de la herida. mento sirviendo de director del porta-
Como veremos más adelante, hay varios agujas.
tipos de puntos de sutura, pero todos pre- Cogidas de esta forma la aguja y el porta-
tenden que ésta quede inicialmente con los agujas, perforamos con la primera la piel
bordes evertidos, no dejando espacios de un lado, ayudándonos con una pinza de
muertos por debajo de la piel. disección con dientes e n la mano izquierda
El lugar adecuado para poner un punto (fig. 7.17). La aguja se ve entre los labios de
es un hábito que se adquiere, pero en gene- la herida: ahora perforamos el otro borde
ral cabe afirmar que el más apropiado para hasta que aparezca la punta de la aguja por
clavar la aguja es a 2 ó 3 mm del borde de la superficie de la piel. En este momento,
la herida. retiramos el porta-agujas de la aguja y la
El cirujano debe estar en una posición volvemos a coger del otro lado de la herida
confortable y relajada. Los codos apoyados ayudándola a pasar tirando de ella de for-
contra el cuerpo y sostenidos de tal manera ma que describa el último trazo de su reco-
que el movimiento quede limitado sola- rrido.
mente a nivel de la muñeca y los dedos. La El paso de la aguja por los bordes de la
estabilidad de esta postura permite movi- herida no siempre se hace en un solo tiem-
mientos más suaves y precisos. po, sobre todo en la cavidad oral y en zonas
La aguja, al ser curva, se mueve con ma- con dificultades inherentes al sitio donde
yor facilidad en círculos. La muñeca debe se ha efectuado la intervención, debiendo
adaptarse libremente a esta característica, realizarse en estos casos la maniobra en
de tal manera que la inserción y la tracción dos tiempos, atravesando primero un lado,
de la aguja sobre la piel
'
sigan la dirección tomando la aguja nuevamente con el por-
de la curva de ésta. ta-agujas y volviéndola a pasar por el otro
La aguja enhebrada con el hilo escogido lado de la herida.
se coge con las caras palmares de los dedos Hasta aquí hemos hablado de la técnica
indice y pulgar de la mano izquierda. El básica de cómo tomar un porta-agujas y de
porta-agujas se toma con la mano derecha, cómo pasar la aguja por los bordes de la he-
cómodamente aplicado en el hueco de la rida para realizar la sutura. Existen dos for-
210 ClRUGlA ORAL

Figura 7.17. Paso de la


aguja por uno de los bordes
de la herida ayudado por el
porta-agujas tanto para
clavarla como para terminar
de retirarla, en uno o dos
tiempos

mas de sutura, la discontinua y la conti- mos. Vemos cómo el hilo del lado derecho
nua, y existen además una serie de puntos de color más negro, lo hemos pasado, en el
que veremos a continuación y cuyo conoci- primer tiempo, hacia el lado contrario para
miento es fundamental para realizar una lo cual hemos cruzado las manos tal como
buena sutura. se ha indicado. En el segundo tiempo, no
La sutura habitual es la discontinua con hace falta cruzar las manos puesto que, al
puntos simples lazo, o técnica del nudo, correr los hilos, el porta-agujas se irá hacia
llamado de cirujano, con un porta-agujas. el lado derecho. Esto que parece algo tri-
Cuando el hilo ya ha atravesado los dos vial, es fundamental para que el nudo, una
bordes de la herida (fig. 7.181, se toma con vez terminado, no se deshaga, ya que de lo
la mano izquierda el extremo del hilo don- contrario. es decir, si anudamos como he-
de se halla la aguja enhebrada y se hace mos dicho pero sin cruzar las manos lo que
correr el hilo de tal manera que en el otro estamos haciendo es u n nudo corredizo, o
extremo no quede un largo superior a unos lo que es lo mismo, un nudo que puede
4 ó 5 cm. Se coloca la parte dista1 del porta- aflojarse con gran facilidad.
agujas, sostenido por la mano derecha, so- Una vez concluido el nudo. cortamos los
bre la parte del hilo sostenida por la mano hilos aproximadamente a 1 cm del nudo,
izquierda. para facilitar después su retirada.
Con un movimiento de rotación combi- Si es importante conocer la técnica del
nado con porta-agujas y mano izquierda en anudado, no lo es menos conocer la técnica
el sentido de las agujas del reloj, aparece de pasar la aguja por los tejidos. Ya hemos
un primer bucle alrededor del instrumento dicho que la sutura habitual es la disconti-
y luego u n segundo, e inmediatamente nua con puntos simples. Para que una cica-
buscamos, en el otro lado de la herida, el triz quede evertida. que es lo ideal, la aguja
extremo más corto del hilo. Tiramos luego debe tomar más cantidad y volumen de te-
de los dos extremos sobre uno de los bor- jido e n profundidad que e n superficie
des de la herida. Atamos cruzando las ma- (fig. 7.19). Obsérvese la dirección con la
nos, la izquierda por encima de la derecha, que penetra la aguja: oblicua hacia afuera
de esta manera dejamos un nudo doble que de la incisión, con el objeto de tomar ma-
es más dificil que se afloje. yor cantidad de tejido en profundidad que
En el segundo tiempo, soltamos el extre- e n superficie. La cantidad de piel tomada a
mo más corto tomado con el porta-agujas y cada lado de la herida debe ser igual tanto
quedamos e n la misma posición pero ya en superficie como en profundidad para
con un doble nudo hecho. Volvemos a ha- que no quede un solapamiento de los bor-
cer un bucle alrededor del instrumento des. A los pocos días, gracias a la elastici-
con un movimiento de rotación combina- dad de la piel y a su poder de contracción,
do, como en el primer tiempo, pero ahora la cicatriz se aplanará.
en el sentido inverso al de las agujas del re- Por el contrario, si el punto de sutura
loj. Asimos el extremo más corto y anuda- toma más tejido en superficie que en pro-
PRINCIPIOS DEL ACTO QUlRURGlCO 21 1

Figura 7.18. Manera de hacer correctamente un nudo. El hilo del lado derecho debe pasar al lado izquierdo en el
primer nudo (A). En el segundo nudo (B) debemos cnizarlos nuevamente hacia los lados opuestos. respectivos.
derecho e izquierdo. Por el contrario en (C), si mantenemos tenso uno de los lados o brazos del primer nudo, los
demás nudos que se hagan sobre él. por muchos que sean. quedardn corredizos y se soltaran. Obsé~eSeque un
brazo del nudo, el negro, deslizara fácilmente a pesar del gran numero de nudos hechos sobre él. Es un nudo inco-
rrecto.
212 ClRUGlA ORAL

Figura 7.19.

fundidad, la cicatriz se invaginará, lo cual incisión asienta sobre una cavidad, como
es desfavorable. Con la retracción natural sucede tras una extracción o e n una quis-
de la cicatriz, esta invaginación o depre- tectomia, se puede utilizar el punto Ilama-
sión de la piel se acentuará. Las cicatrices do de colchonero horizontal o punto en U
deprimidas o invaginadas, al igual que las (fig. 7.20). Este tipo de sutura evita que los
elevadas Ihiuertróficas
. o aueloideasl. son bordes de la herida de la mucosa aboquen
más visibles y por tanto más inestéticas. al interior de la cavidad, como podría suce-
Por otra parte, una cicatriz plana, aunque der con la utilización de los puntos sim-
sea hipocrómica, puede ocultarse o camu- ples. Al mismo tiempo, al aumentar la su-
flarse más fácilmente con cosméticos. perficie de contacto entre las dos márgenes
Además de1 punto simple que acabamos de la herida. se favorece más la cicatriza-
de ver, existen otros puntos más especiales ción.
que debemos conocer porque en ciertas Sin embargo, cuando estos puntos se
ocasiones es necesaria su utilización. usan sobre piel, y para evitar que queden
Así, cuando, por ejemplo, la herida de la señales e n ella por la fuerte tracción que
hace el hilo visible paralelo a la herida, se
emplea el llamado punto e n U horizontal
semienterrado (fig. 7.21). De esta manera,
sólo queda como zona de tensión sobre la
piel u n lado de la herida, que es donde el
hilo queda anudado y el efecto de conten-
ción de fuerzas es exactamente igual. Seria

Figura 7.21. Punto de colchonero en U semienterrado.


Son utilizados en la piel para no dejar señal sobre ella al
Figura 7.20. Punto de colchonem horizontal muy acon- quedar visible solamente el punto en un lado de la herida
sejable cuando la herida asienta sobre una cavidad. Pro- a diferencia del clásico en el que el hilo aparece en am-
porciona una buena superficie de contacto. No son muy bos lados. El esquema representa el trazado de los pun-
aconsejables sobre piel porque dejan mayor cicatriz d e tos sin haber sido apretados para que se vea como van
bido a la anchura de la sutura en su porción cutánea. cogidos en el interior, a los bordes de la herida.
PRINCIPIOS DEL ACTO QUlRURGlCO 213

Rgura 7.22. Punto de colchonero o punto de Blair-Donati, utilizando cuando existe cierta tensión en las heridas,
aproximando tanto el tejido superficial como el profundo. A lo largo de la herida se colocan varios puntos de estos
para quitar tensión y se completa la sutura con puntos simples.

una variante de la sutura de tres puntos, de hilo sobre la piel, deja más cicatriz que
que veremos más adelante, pero de sólo aquéllos.
dos puntos. El punto de Ebani es una modificación
El punto de colchonero o de Corachan, o del anterior ya que, siguiendo el mismo sis-
punto de Blair-Donati, es un punto en U tema, la relación de la colocación del punto
vertical que, con relación a los bordes de la con respecto a los bordes de la herida es de
herida, se da ((lejos-lejos-cerca-cerca». Es ((lejos-cerca-lejos*(fig. 7.23). Tiene las mis-
decir, comenzamos en un lado de la herida mas indicaciones que el anterior. Son pun-
(fig. 7.22), a unos 5 mm del borde, y saca- tos para quitar tensión en las heridas.
mos la aguja por el otro borde, también a Cuando el cierre de la herida cutánea
5 mm. Volvemos a introducir la aguja por entraña una cierta tensión mayor de lo ha-
e l borde de la herida por el que empeza- bitual, se usa la sutura con botones
mos pero ahora a tan sólo 2 mm de él y lo (fig. 7.24). Se dan unos puntos en U hori-
volvemos a sacar por el otro borde también zontales paralelos a la herida y, para evitar
a 2 mm. Se anuda quedando los bordes la cortadura de la piel después del cierre.
muy bien afrontados y en ligera eversión. se hace pasar el hilo de cada lado de la he-
Es un punto que se utiliza cuando existe rida por los orificios de un botón, como
cierta tensión en los bordes de la herida. muestra la figura. Tiene muchos inconve-
Aguanta mucho más que los simples, pero
al tener mayor tensión y mayor superficie

Figura 7.24. Esquema de c6mo se realiza una sutura


con botones. empleada cuando en la herida existe ten-
sión en los bordes. La colocación de los botones en el
Rgura 7.23. Punto de Ebahi. Es una variante del ante hilo de sutura impide que la piel pueda desgarrarse por
rior y tiene las mismas indicaciones que el. tensión.
ORAL

Puntos de pliegue. Se emplea este tipo de


sutura cuando queremos hacer un pliegue
natural, por ejemplo, un surco naso-genia-
no. Sobre uno de los bordes de la herida. a
2 ó 3 mm de él (fig. 7.261, pasamos un hilo
cutáneo-cutáneo de delante a atrás, en una
extensión aproximada de 1 cm. Pasamos
Figura 7.25. Punto capitonb para mantener un colgajo
un puente al otro borde de la herida, sobre
adaptado a manera de paquete compresivo. la piel, y volvemos a introducir el hilo en
ella también a 1 ó 3 mm. frente al primero
de los puntos y ahora de atrás hacia delan-
nientes, ya que si están a una tensión exce- te, luego anudamos este p i n t o e n U hori-
siva, efectivamente la piel no se desgarra- zontal, realizando el pliegtie deseado.
rá, pero el botón producirá una lesión so- Punto en espolón o sutura de tres puntos.
bre ella que en ningún caso es deseable. Es Cuando tenemos que adaptar un colgajo
un procedimiento que está en desuso, pero triangular, resulta a veces difícii colocar el
quizá en alguna ocasión pueda y deba extremo del colgajo en la posición adecua-
usarse. por lo que creemos que debe cono- da. y si suturamos por separado cada ver-
cerse. tiente por puntos simples, nos exponemos
En algunas ocasiones, en cirugía bucal a que la punta del colgajo se nos necrose
usamos el «punto capitoné)), que no tiene (fig. 7.27), o que se produzca una elevación
otra misión que la de mantener un colgajo de la punta del colgajo. En estas situacio-
pegado al plano profundo, evitando que, nes, la sutura de los tres puntos impide la
debido a hemorragias o secreciones, se des- necrosis d e la punta del colgajo, al tiempo
pegue de la situación en que lo colocamos que mantiene su extremo e n la posición
(fig. 7.25). Consiste en atravesar u n trozo adecuada. Para ello hacemos pasar el hilo
de gasa con un hilo, para que al anudar lo más atrás posible e n el lado de recepción
éste sobre la superficie que deseamos, se del colgajo y horizontalmente e n el espesor
forme una especie de paquete compresivo del colgajo para volverlo a sacar sobre el
sobre el colgajo, inmovilizándolo y mante- lado receptor a la misma altura que co-
niéndolo pegado a los planos profundos. menzamos a dar este punto. De esta mane-
ra conseguimos una buena adaptación del
colgajo y seguridad en su compromiso vas-
cular. liberando los bordes de tensiones.

Figura 7.28. Punto de pliegue usado para rehacer un


surco natural. Consiste en la realización de un punto en
U horizontal. pero al contrario del punto normal, es decir.
atravesamos primero un lado de la herida y luego a ma-
nera de puente lo hacemos en el otro lado de la herida,
con el fin de que al apretar el nudo la herida se quede Figura 7.27. Punto en espolón o sutura de tres puntos
invaginada y poder rehacer el pliegue natural. para resolver la adaptaci6n de un colgajo triangular.
PRINCIPIOS DEL ACTO QUlRURGlCO 215

Este principio de sutura de tres puntos apretada y no a un defecto del método en


puede ser aplicado a cualquier caso e n el si.
que los colgajos sean aproximados a un ter- La sistemática para realizar una sutura
cer lado de una herida convirtiendo la «VN continua cruzada es la siguiente (fig. 7.28).
en una «Y» o en una «T». El primer punto que se da en un extremo
Cuando se cierran incisiones largas, pue- de la herida es semejante al punto simple
den utilizarse las suturas continuas, en lu- que hemos visto en la sutura discontinua,
gar de las discontinuas, que hemos visto pero aquí solamente se corta el extremo li-
hasta ahora. Las más utilizadas son las de bre del hilo. El otro extremo de la sutura,
puntos entrelazados o cruzados y la conti- el que lleva la aguja enhebrada, continúa
nua simple. Naturalmente estas suturas no la intervención.
pueden ser usadas de u n modo preciso Tras atravesar la aguja ambos bordes de
como las discontinuas, pero cuando no es la herida, se forma un lazo con los dedos de
necesaria una cicatriz perfecta ahorra mu- la mano izquierda al mismo tiempo que se
cho tiempo operatorio. Se ha dicho en va- tracciona sobre él con el fin de que la sutu-
rias ocasiones que la sutura continua tien- ra ya hecha no se afloje. Se pasa el porta-
de a estrangular el borde de la herida, pero agujas a través de este lazo para coger la
esto es debido a que está excesivamente aguja y sacarla. Se tensa la sutura con la

figura 7.28. Esquema que representa sutura continua.


216 ClRUGlA ORAL

mano izquierda apretando bien los cruza-


mientos para que todos los nudos estén a
un mismo lado de la incisión.
Para terminar la sutura, después de ha-
ber pasado el último punto sin cruzar, se
tira con suavidad del hilo, de manera que
forme un asa de lados iguales. En el otro Figura 7.30. Esquema que representa la realizaci6n de
una sutura intrad8rmica wntinua. una vez realizada.
extremo de la sutura, donde está la aguja, pero sin tensar ni anudar.
se hace un doble bucle alrededor del porta-
agujas, como hacíamos con el punto simple
de la sutura discontinua, y terminamos la rupción de la herida y posiblemente una
sutura con un segundo nudo realizado so- segunda sutura.
bre el anterior. La sutura intradérmica continua tiene la
En la sutura continua simple, el punto ventaja de poder quedar in situ durante un
inicial se da cpmo en la anterior, pero sin período de tiempo más prolongado que la
entrecruzar los hilos, de tal manera que los sutura simple, sin dejar marca alguna. Se
puntos se van dando como si fueran sim- realiza con cualquier tipo de material para
ples, con una separación de aproximada- suturar, seda, catgut, nailon u otro material
mente 1 cm, pero sin anudarlos (fig. 7.29). sintético. La sutura se inicia e n una de las
El hilo va recorriendo todo el largo de la comisuras de la herida (fig. 7.30),dando un
herida e n espiral. Una vez que se ha com- punto simple aproximadamente a medio
pletado la sutura, se remata el anudado centímetro de ella. Cortamos el extremo
como indicamos e n la sutura continua cru- terminal del hilo dejando el que lleva la
zada. La diferencia entre una y otra radica aguja. Introducimos ésta en la piel y la sa-
e n el reforzamiento que se hace de la sutu- camos por la epidermis lo mas cerca posi-
ra en la entrecruzada, dándola una mayor ble de la superficie. Alternativamente va-
rigidez a toda ella. mos cargando en uno y otro lado de la heri-
Tienen los inconvenientes, sobre las su- da procurando que los puntos estén a una
turas simples, de que cualquier fallo e n su profundidad y a un nivel de afrontación
ejecución o la necesidad de hacer un dre- idénticos. Esto es muy importante ya que
naje después de la intervención por alguna de lo contrario, cuando tensamos el hilo
complicación quirúrgica, representa la dis- para suturar en el otro extremo de la heri-
da, la piel se quedará fruncida, elevada o
deprimida en cualquier punto mal dado.
Terminamos la sutura sacando el hilo por
la comisura del otro extremo de la herida,
también aproximadamente a medio centi-
metro, y rematamos con u n nudo simple
como indicamos en las suturas continuas.
Para realizar este tipo de suturas, es im-
prescindible dar puntos e n planos profun-
dos y quitar de la superficie toda tensión.
La sutura intradérmica se usa. y se reco-
mienda en todos los libros de texto, pero su
valor es muy limitado, ya que generalmen-
te se utiliza para quitar tensión a los pun-
Figura 7.29. Esquema que representa sutura continua tos simples en las suturas discontinuas, y
simple. actualmente el dominio de las técnicas de
PRINCIPIOS DEL ACTO QUlRURGlCO 217

las plastias en Z son más efectivas cuando tisfactoriamente, es el hematoma. Actúa de


se emplean junto con una amplia disec- una manera desastrosa para la cicatriza-
ción. ción y de diferentes formas: aumentando la
Para concluir las suturas continuas, tensión general de la herida y actuando
mencionaremos los cementos quirúrgicos como u n cuerpo extraño que tendrá que
cuyo uso se va extendiendo paulatinamen- ser evacuado, u organizado, y origina con
te. Estos cementos están fabricados a base frecuencia una excesiva fibrosis cicatricial.
de cianocrilatos que polimerizan a la tem- Por otra parte, e l hematoma constituye
peratura ambiente, formando una especie un excelente medio de cultivo para los or-
de capa transparente sobre la herida a ma- ganismos que en su ausencia serían sola-
nera de costra. mente comensales, y que de esta manera se
Para realizar este tipo de suturas es tam- convierten rápidamente en una colección
bién imprescindible liberar a la piel de de pus. En el caso de que hubiéramos reali-
toda tensión usando puntos en profundi- zado alguna trasposición de colgajos, el he-
dad o cualquiera de los sistemas hasta aho- matoma evita la rápida formación de cone-
ra mencionados. La herida entonces se ten- xiones vasculares entre las superficies
sa por sus extremos y se aplica al cemento cruentas. Lo mismo cabe afirmar de los in-
quirúrgico líquido que viene contenido en jertos, constituyendo un importante factor
unas ampollitas. Es importante que este ce- en relación con su fracaso.
mento no penetre entre los labios de la he- Es generalmente cierto que en una heri-
rida. ya que su presencia impediría la cica- da con vascularización adecuada y sin
trización de los tejidos en esa zona. En ge- fuente de contaminación obvia, la apari-
neral, cabe decir que este procedimiento ción de infección se debe casi siempre a la
produce un buen afrontamiento cutáneo presencia de un hematoma. Es notable la
superficial, no dejando marca alguna. cantidad de contaminación que una herida
Cuando la herida está cicatrizada, esta cos- puede tolerar sin sepsis clínica. siempre y
tra transparente se retira fácilmente. cuando no haya hematoma.
Debido a todas estas circunstancias, es
mucho mejor prevenir que curar. Las si-
Consideraciones generales guientes medidas preventivas ayudarán a
En cirugía maxilofacial, las partes blan- combatir su aparición; meticulosa hemos-
das tienen un valor inestimable; hay que tasia de la herida; supresión de todos los
ser económico hasta la avaricia y no despil- espacios muertos haciendo una sutura mi-
farrar tejidos sin necesidad. La calidad de nuciosa desde la profundidad a la superfi-
la cicatriz es de una gran importancia, tan- cie y no acercando sino los planos anatómi-
to desde el punto de vista estético como cos que se corresponden, muscular, apo-
funcional. neurótico, subcutáneo, etc.; uso de drena-
Por tanto, la primera consideración que jes con o sin aspiración cuando su coloca-
debemos tener siempre presente es la de ción es considerada como inevitable.
no hacer sacrificios cutáneos inútiles, ni No debemos traumatizar excesivamente
tampoco suturas de más e n un tejido en los tejidos, para ello debemos usar ganchos
vías de esfacelos, porque corremos el riesgo o pinzas de disección poco agresivas.
de una dehiscencia rápida de la herida. Debemos cuidar, e n particular, el arreglo
La segunda gran consideración es la de de las comisuras a nivel de los orificios na-
hacer una cuidadosa hemostasia. El princi- turales.
pal factor que origina complicaciones y re- Cuando consideramos la necesidad de
sultados deficientes, cuando por otro lado extirpar tejido celular subcutáneo, vol-
la cirugía ha sido planeada y ejecutada sa- viendo a cerrar la herida sin más corremos
218 ClRUGlA ORAL

el riesgo de dejar una cicatriz deprimida. ta conveniente dirigir la cicatrización sutu-


Este inconveniente puede evitarse reali- rando los colgajos que se corresponden y
zando un despegamiento de los bordes de dejando los tejidos más o menos abocados,
la herida (fig. 7.31) y abordando en profun- para hacer una reconstrucción de los mis-
didad uno de los lados de la herida, el teji- mos e n un segundo tiempo, mediante in-
do celular subyacente, con un punto de jertos o colgajos.
catgut. Sacamos el catgut en Ia parte media Existen dos inconvenientes que suelen
y abordamos el otro lado de la misma ma- presentarse a menudo en el cierre de las
nera. Así, después de apretar este punto, el heridas: las llamadas ((orejasde perro» y las
tejido subcutáneo se quedará abombado y heridas oblicuas, que debemos saber resol-
hará desaparecer la depresión inicial. ver satisfactoriamente.
Si la extirpación subcutánea es más im- Cuando se extirpa una lesión oval o cir-
portante, o si debemos afrontar dos zonas cular y su defecto se cierra mediante sutu-
cutáneas de espesor desigual, debemos evi- ras directas, la cicatriz resultante será
tar toda depresión inconveniente utilizan- siempre considerablemente mayor que la
do cualquier procedimiento de colgajos de lesión original. Cuando esta elipse debida a
deslizamiento del tejido celular subcutá- la excisión es suturada, invariablemente
neo de los empleados habitualmente en las quedará en cada extremo de la herida una
técnicas de cirugía plástica (procedimiento sobreelevación de la piel que se ha dado en
de Gillies o de Kazanjian y Convers) para llamar ((oreja de perro» por la similitud con
corregirlos. la del animal. Para eliminarla, debe sutu-
Cuando el dado cutáneo va acompadado rarse la herida hasta donde se acentúa la
de una importante pérdida de sustancia y elevación (fig. 7.32). Una erina colocada en
no es posible cerrar por completo la herida la extremidad, tensa dicha elevación. la
en el curso del tratamiento primario, resul- cual es entonces excindida solamente por

Figura 7.31. Manera de evitar la fonación de una cicatriz deprimida mediante la liberacjón de los bordes de la
herida y la aplicación de un doble punto de catgut en profundidad.
PRINCIPIOS DEL ACTO QUlRURGlCO
219 ~

Figura 7.32. Manera de resecar una orela de perro o mamelón terminal de piel. Una vez tensado el mamelón
procedemos a la incisión de una vertiente. Se tracciona del colgajo as¡ formado hacia la parte de la herida y cortamos
la parte de piel sobrante adaptándola correctamente a la herida

uno de sus lados. El colgajo así obtenido, es dadosa que hagamos la sutura, siempre nos
desplazado sobre la herida de manera que quedará una cicatriz deprimida por retrac-
la cantidad de piel sobrante pueda ser defi- ción de la propia herida (fig. 7.33). Debe-
nida y cortada, para terminar a continua- mos evitar este inconveniente, haciendo
ción la sutura normalmente. dos incisiones perpendiculares a ambos la-
Cuando nos encontremos ante una heri- dos de la herida y suprimiendo todo el teji-
da oblicua o en bisel y suturemos sobre ella do entre ellas.
sin hacer ningún preparativo, por muy cui- Por último, unos consejos sobre el modo

Figura 7.33. 1. Corrección inconecta de una herlda en bisel. II. C o m ' ó n de la herlda oblicua en una perpendicular
para solucionar correctamente este tipo de heridas.
220 ClRUGlA ORAL

de realizar una sutura en una herida nor- terminadas circunstancias. Pero es posible
mal (fig. 7.34). Siempre debemos seguir un utilizar ambos a la vez, quitanto la aspira-
orden, comenzando justamente e n el pun- ción cuando el drenaje liquido cede, y el
to medio de la longitud de la herida. Cada vendaje compresivo cuando la sutura esté
espacio restante se va dividiendo en dos dispuesta para su retirada.
por medio de puntos de sutura simples. De Los vendajes compresivos alrededor de
esta manera. no nos sobrará piel e n uno u la boca son más un inconveniente que una
otro lado de la herida y todos los puntos es- ventaja, debido a la facilidad con que se
tarán equidistantes. contaminan con saliva y comida, llegándo-
se a la conclusión de que e n estos casos es
Cuidados post-operatorios
más satisfactorio dejarla herida expuesta.
En general, diremos que la herida debe
El-objeto de un buen tratamiento post- mantenerse seca y libre de coágulos, hasta
operatorio es el de prevenir el hematoma. que la fina capa de fibrina que la cubre sea
proporcionar inmovilidad para la buena ci- firme y esté seca.
catrización de la herida y, por último, im- Debe colocarse sobre la piel un tul graso
pedir las marcas de sutura. En la práctica, de malla ancha que permita el paso de la
esto se consigue mediante el vendaje, el exudación, y después la retirada del ven-
cuidado durante la retirada de los puntos y daje sin que las gasas se adhieran a la su-
un posterior soporte de la herida. perficie cutánea. Sobre este tul se coloca-
En el pasado, el vendaje compresivo, rán gasas o compresas, dependiendo del
acompañado o no de drenaje, era el méto- tipo de herida, y todo ello se mantendrá
do más usado. Dicho vendaje, aparte de mediante un vendaje tubular de malla tipo
prevenir el hematoma, ofrece la inmovili- Elastofix. Estos vendajes deben conservar-
zación y la fijación de la herida, creando se hasta la retirada de los puntos. No obs-
las mejores condiciones para una rápida tante, como la herida debe mantenerse
curación y evitando también, e n parte, el seca y limpia, se cambiarán tantas veces
edema. Actualmente, el drenaje con aspi- como sea necesario para conservar aquélla
ración tiende a reemplazar los vendajes en las condiciones más óptimas para su ci-
compresivos ya que impide mejor la forma- catrización.
ción del hematoma. Además, puede usarse La retirada de los puntos debe hacerse
con la herida expuesta, lo que a su vez tan pronto como sea posible, lo cual depen-
puede ser considerado una ventaja e n de- de de muchos factores: grado de tensión,

Figura 7.34. Orden en el que se deben de aplicar los puntos de sutura en una hetida cutánea. La primera sutura se
coloca en el punto medio de la longitud de la herida. Cada espacio restante se va dividiendo en dos mediante puntos
de sutura simple hasta terminar de cerrar toda la herida. Los nudos de la sutura deben quedar en el lado de la herida
de mejor irrigación o donde menos se note la cicatriz.
PRINCIPIOS DEL ACTO QUlRURGlCO 221

localización, línea de la herida, etc.; por herida sin fuerza de contención, de manera
ello, no es posible establecer unos límites que un brusco movimiento de tensión pue-
fijos para su ejecución. Normalmente exis- de causar su dehiscencia. Debido a ello, y
te una pauta de retirada de puntos en de- dependiendo del lugar y de la precocidad
terminados dias y en distintas localizacio- con que se retiren los puntos, podemos pro-
nes, pero creemos que, en general, este es teger la herida con unos puntos de espara-
un mal sistema. drapo quirurgico tipo Steri-Strip, que man-
La experiencia clínica es la única que in- tendremos durante unos días. Pasado este
dica al cirujano cuándo una sutura debe tiempo de protección, el soporte de la heri-
ser retirada sin problemas. Pero en térmi- da es de poco o de ningún valor.
nos generales cabe afirmar que, salvo algu-
nas complicaciones, los puntos pueden ser
retirados entre los 5 p los 7 dias.
La técnica de retirada de los puntos debe
ser correcta ya que de lo contrario nos La cicatrización es el resultado de la re-
arriesgamos a dificultar su cicatrización. generación de los tejidos y del cierre de
La sección de la sutura se debe hacer por una herida. Su evolución está condiciona-
debajo del nudo de forma que sólo una pe- da por una serie de factores bioquimicos a
queña cantidad del hilo que ha estado ex- nivel de la solución de continuidad que re-
puesto recorra el interior de los tejidos presenta la lesión, por unos cambios en las
(fig. 7.35). La tracción para extraer la sutu- estructuras tisulares y por una serie de
ra se hace hacia la cicatriz, en la dirección procesos a nivel tisular, que determinarán
que indica el esquema. Si se efectúa aleján- la formación de la cicatriz.
donos de la cicatriz, nos exponemos a que
ésta se abra por la tracción ejercida sobre
uno de los bordes. No debemos olvidarnos
de aplicar un antiséptico suave sobre la
parte expuesta de la herida. que debemos En toda regeneración de tejidos van a
suponer contaminada, antes de proceder a existir dos fases diferenciadas con el fin de
retirar los puntos. Olvidar este detalle puede restaurar las estructuras dañadas. Una pri-
facilitar la siembra bacteriana profunda en el mera fase de regresión (fase R) seguida de
trayecto de la sutura al ser ésta retirada. una segunda fase progresiva de diferencia-
Una vez retirados los puntos, dejamos la ción y crecimiento (fase P) (Bondia).

Figura 7.35. Manera de retirar un punto de sutura. La sección del hilo debe de hacerse por debajo del nudo. Al
retirar el punto lo debemos hacer traccionando sobre la herida y no alejandonos de ella para evitar que la cicatriz se
abra.

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