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Ideas clave 4
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
13.4 Conclusiones 41
TIPOS DE FUERZAS
Gravedad Muscular Rozamiento Centrífuga Centrípeta Ascensional Resistencia Sustentación Acción Reacción
LEYES DE NEWTON
CONCLUSIONES
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Las fuerzas son agentes que cambian o tienden a cambiar el estado de movimiento
y/o reposo de los cuerpos. Las fuerzas, en mecánica, son magnitudes vectoriales; no
se ven, sino que se observan sus efectos sobre los cuerpos. Estas pueden estar
relacionadas con: 1) la deformación de los cuerpos, 2) los estados de equilibrio y 3)
los cambios en el estado de movimiento. En el tema anterior, se ha propuesto que
el cambio de movimiento de un cuerpo viene determinado por el cambio en la
velocidad. Dado que la velocidad es una magnitud vectorial variable, una fuerza
dada aplicada sobre un cuerpo puede cambiar la magnitud o dirección de
movimiento de ese cuerpo, y en consecuencia producir una aceleración del mismo
(Robertson, Caldwell, Hamill, Kamen y Whittlesey, 2013).
Fuerzas de
compresión
Fuerzas de
tensión
Figura 1. Representación gráfica de las fuerzas de compresión y tensión que se dan en la ejecución
de una tarea deportiva.
(Blaszevich, 2011).
INTERNAS • MUSCULAR
ACUÁTICO Y • ASCENSIONAL
AÉREO • RESISTENCIA
• SUSTENTACIÓN
• CENTRÍFUGA y CENTRÍPETA
Figura 2. Esquema de clasificación de los diferentes tipos de fuerza que se entiendes desde la
disciplina de la biomecánica deportiva.
Fuerzas a distancia
En mecánica, no se consideran fuerzas a distancia; sin embargo, en física, es
obligatorio considerar la fuerza de la gravedad. La fuerza de gravedad tiene su
origen en la “Ley de gravitación universal” formulada por Sir Isaac Newton y
recogida en su libro “Philosophiae Naturalis Principia Mathematica”, publicado en
1687. Una vez más, queda reflejado el carácter interdisciplinario de la biomecánica.
Esta ley establece que: “todos los cuerpos en el universo se atraen entre sí con una
fuerza proporcional al producto de las dos masas e inversamente proporcional al
cuadrado de sus distancias”, que se expresa matemáticamente (Ecuación 1):
𝒎𝟏 𝒎𝟐
𝑭=𝑮
𝒓𝟐
Donde F es fuerza, G sería la constante de gravitación universal de 6,67 x 10-11 N
(m/kg)2, m1 y m2 son las masas de los cuerpos que se estuvieran analizando, y r es la
distancia entre el núcleo central de ambos cuerpos (Figura 3). Dado que el planeta
Tierra es la masa más prominente (5,972 x 1024 kg), en multitud de ocasiones,
aunque en teoría debieran de existir diferencias cuando un objeto (balón, pelota,
flecha, etc.) o la propia masa corporal son proyectados hacia el aire a diferentes
alturas (aumento o disminución de la distancia entre los cuerpos), se puede ignorar
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r
G
m2
En biomecánica deportiva, se pueden utilizar las bases de esta fórmula, junto con la
2ª Ley de Newton para determinar la magnitud de atracción entre la masa de un
atleta, por ejemplo, y el planeta Tierra. Así, es frecuente escuchar a nivel coloquial
que un atleta pesa 75 kg. Sin embargo, esto no es correcto desde el punto de vista
de la biomecánica, pues si bien la masa corporal se mide en kg, el peso corporal
representa la fuerza con la que la masa corporal del atleta es atraída y/o acelerada
hacia el centro del planeta Tierra y se mide en Newtons (N). De este modo, un
atleta con una masa corporal de 75 kg tendría un peso corporal de 735,75 N.
Además, esta ecuación se puede reorganizar sabiendo que, si no conocemos la
masa corporal del atleta, pero conocemos el peso corporal (735,75 N) y lo dividimos
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por la aceleración que supone la fuerza de la gravedad (9,81 m/s2), daría como
resultado los 75 kg de masa corporal del atleta (Blaszevich, 2011).
La fuerza muscular
La fuerza muscular se define como la capacidad del sistema neuromuscular de
generar tensión; que, en su integración o aplicación sobre un objeto externo, será la
capacidad del sistema neuromuscular de aplicar fuerza para deformar un objeto y/o
modificar su estado de reposo o movimiento” (Enoka, 2008). En cualquier tarea
deportiva, el sistema neuromuscular genera tensión y se produce la contracción
muscular en la unidad funcional más pequeña, el sarcómero, mediante la bien
establecida teoría de los filamentos deslizantes de actina y miosina (Figura 4).
Filamentos
Sarcómero deslizantes de
actina y miosina
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��= e�
��= c
Figura 8. Representación gráfica del deporte del bobsleigh. Al inicio del movimiento, los integrantes
del equipo se encontrarán con que además de vencer la inercia del trineo en posición de parado, el
coeficiente de rozamiento estático (μe) suele ser superior, modificando así la fuerza de rozamiento
(Fr ). Sin embargo, cuando el trineo haya adquirido el cambio en movimiento (inercia) aportado por
el impulso de los integrantes del equipo, la (Fr ) se habrá modificado en base a dos factores. El
primero viene en relación al coeficiente de rozamiento que, ya no será un rozamiento estático (μe),
sino que se tratará de un rozamiento dinámico o cinético (μc); el segundo viene determinado por la
fuerza de reacción normal (N), perpendicular que habrá entre el trineo y la pista de hielo, que habrá
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aumentado dado que los cuatro integrantes están dentro del trineo, sumando su peso a las fuerzas
de reacción entre ambas superficies e incrementando el rozamiento cinético que, en otras
condiciones, suele ser inferior al rozamiento estático.
A) B)
Figura 10. Representación gráfica de las fuerzas que actúan sobre el movimiento angular de un
lanzador de martillo. Siendo el propio lanzador quien explica las fuerzas, enmarcado en un sistema
de referencia no inercial, sobre la masa del martillo y sobre su propio cuerpo actúa una fuerza
centrífuga mientras está realizando los giros, además, cuanta más velocidad sea capaz de imprimir
en esos giros, más pesada sea la masa del martillo y menos radio (r) exista entre el eje de rotación y
el centro de masas del martillo (longitud de la cuerda), más fuerza centrífuga percibirá el lanzador.
Para contrarrestar este efecto centrífugo, el lanzador puede presentar ciertas características
morfológicas y optar por varias estrategias que incrementen el valor de su fuerza centrípeta, entre
ellas: disponer de una gran masa corporal e inclinar el cuerpo hacia el eje de rotación.
Flujo laminar
Fuerzas de
resistencia
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Movimiento
Flujo turbulento
Separación
de flujo
Figura 11. Representación gráfica de la dinámica del fluido en el medio aéreo (el aire) en
interacción con otros cuerpos (ciclistas). El flujo del aire representa la principal fuerza de
Un cuerpo dado ejerce una fuerza en dirección opuesta a la del fluido; así, cuanto
más fluido haya, más veloz sea ese fluido o mayor sea el área de contacto con el
cuerpo, más fuerza de colisión existirá entre ambos. Dado que normalmente los
fluidos de los medios aéreos y acuáticos poseen un menor momento, dado que
poseen una menor masa, en la colisión contra el cuerpo, las fuerzas de estos fluidos
cambian radicalmente de dirección (opuesta), al tiempo que el cuerpo pierde
energía cinética y, por tanto, velocidad. En la mayoría de deportes se va a optar por
estrategias de aerodinámica e hidrodinámica que influyen a nivel de estructura,
equipamiento, postura y técnica de los deportistas, con el fin de reducir estas
fuerzas de resistencia al mínimo posible y crear una mayor diferenciación (positiva)
entre las fuerzas de propulsión y las fuerzas de resistencia (Toussaint y Beek, 1992;
Blocken y cols., 2018; Debraux, Grappe, Manolova y Bertucci, 2011; Gourgoulis,
Aggeloussis, Vezos, Kasimatis, Antoniou y Mavromatis, 2008). Los factores que
afectan a las fuerzas de resistencia son (Blaszevich, 2011):
Por último, existen otros tipos de resistencia que pueden ser manipulables para
asegurar una ventaja competitiva; estas son: la resistencia de superficie y la
resistencia del oleaje (Blaszevich, 2011). La resistencia de superficie está marcada
por la rugosidad de las superficies, tratándose de nuestro cuerpo en contra de un
fluido serían la piel y la ropa. Si existen pequeñas irregularidades en dicha superficie
(p. ej. bello corporal, ropa de algodón porosa, etc.), estas atrapan el fluido con el
que se ha entrado en contacto y supone una mayor fuerza de resistencia y una
consecuente pérdida de energía. La resistencia del oleaje se origina cuando un
cuerpo se mueve en fluidos de distinta densidad. Por ejemplo, las olas que se crean
cuando el cuerpo de una nadadora se mueve actuando contra el agua y el aire. De
este modo, la ola aplicaría una fuerza opuesta a la nadadora y la turbulencia
generada le restaría energía (velocidad). El conocimiento de estas fuerzas de
resistencia, pese a no ser tan significativas como las de la resistencia de forma, han
permitido la producción de materiales específicos para aminorarlas: los trajes de
neopreno o de nylon para la natación, las telas sintéticas en contraposición al
algodón en los corredores y ciclistas; o la importancia de la depilación del bello
corporal en los nadadores.
Empuje hidrostático
Peso
Cambio de dirección de
la masa de aire
Turbulencias aerodinámicas
Fuerza ascensional
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Figura 15. Representación gráfica de la fuerza ascensional mediante las leyes de Newton. En la
imagen se observa como el flujo de aire pasa por encima del parapente, que tiene cierta angulación
y, ésta invierte la dirección de la masa de aire hacia abajo, acelerando y cambiando su velocidad. Así,
aplicando la tercera ley de Newton y el principio de conservación del momento, se debe de haber
creado simultáneamente una fuerza igual y opuesta: la fuerza ascensional.
Fuerza ascensional
Por último, el efecto magnus es otra de las fuerzas que actúa resultante de la
interacción de un cuerpo con la dinámica de fluidos, específicamente, en el medio
aéreo. No obstante, los lectores interesados en el conocimiento del efecto magnus,
son dirigidos hacia manuales específicos de biomecánica deportiva (Blaszevich,
2011; Gutiérrez-Dávila, 2015).
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Las leyes de Newton dan soporte al análisis mecánico del movimiento de los
cuerpos, explicando las fuerzas, o agentes de cambio, que actúan sobre ellos. En
Todo cuerpo con una masa posee inercia y la inercia es proporcional a la masa. En el
movimiento lineal, un cuerpo con más masa tendrá una mayor inercia (resistencia
al cambio de velocidad), tanto si es para pararlo, como para acelerarlo. Es decir, en
cualquier caso, tendremos que ejercer más fuerza sobre él. Así, la ecuación en el
movimiento lineal de la primera ley de Newton se representa (Ecuación 6):
𝑰 ∝𝒎
𝑰 = 𝒎𝒓𝟐
Además, la primera ley de Newton no sólo tiene aplicaciones en las estrategias que
los deportistas pueden adquirir para aumentar o disminuir la inercia en la
realización de gestos deportivos. Ésta también ha sido utilizada para la creación de
equipamiento e implementos como: bates de béisbol y cricket, palos de golf,
raquetas de tenis, etc. Por ejemplo, en el golf, en función del tipo de golpeo que la
jugadora quiera realizar, existen diferentes tipos de palos, en los que se ve
modificada no sólo la forma, sino también la masa de la cabeza del palo; algo que
también hará variar su inercia y permitirá que el golpeo tenga una mayor potencia
y/o precisión (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015).
proporcional a la masa del cuerpo, o bien, la fuerza que actúa sobre un cuerpo es
directamente proporcional al producto de su masa y aceleración”, por esto, también
es llamada la Ley de la aceleración o movimiento (Blaszevich, 2011). Esta ley nos
muestra que, si aplicamos el doble de fuerza sobre un cuerpo, siempre y cuando no
⃗𝑭 = 𝒎𝒂
⃗
fuerzas como las fuerzas de rozamiento con otras superficies, la gravedad y/o las
fuerzas de resistencia ante los fluidos del aire o el agua (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-
Dávila, 2015).
⃗⃗⃗ = 𝒊𝒂
𝑴 ⃗
⃗𝑭𝒕 = 𝒎𝒗
⃗
Impulso
RFD
Impulso
Figura 20. Representación gráfica de el área en la curva de fuerza-tiempo para una acción de
empuje bilateral con las extremidades inferiores sobre unas plataformas de registro de fuerzas
(imagen extraída y modificada de: Maffiuletti, Aagaard, Blazevich, Folland, Tillin y Duchateau,
2016). En la imagen se muestra el impulso como el área total que se haya bajo la curva de fuerza
tiempo y que explicaría los prerrequisitos del cambio en el momento. De este modo, el momento
equivaldría a integrar esa fuerza ejercida durante el tiempo de aplicación total. Por otra parte,
tenemos otro concepto reflejado en la imagen: RFD por sus siglas en inglés “rate of force
development” que, se traduce como la tasa de desarrollo de fuerza en la unidad de tiempo. Una
diferencia entre el impulso y el RFD, es que en el RFD necesariamente se delimita el tiempo hasta
el que integras la aplicación de fuerza. Por ejemplo: RFD 0-50 implica que solamente se tendrá en
cuenta la fuerza aplicada en esa franja de tiempo. Esto, permite la comparación entre deportistas
de cómo aplican y/o manifiestan la fuerza, así como evaluar el cambio en el rendimiento
neuromuscular tras periodos de entrenamiento (véase vídeo 2: evaluación de la fuerza
muscular). Sin embargo, cuando esto lo traspasamos al rendimiento deportivo, la variable que va
a dar una información más precisa sobre el cambio en el momento y, por tanto, rendimiento en
tareas deportivas como el salto o los desplazamientos es el impulso (Cleather, 2020).
mayor sea el impulso aplicado sobre ese cuerpo mayor será el cambio en el
movimiento que, dado que la masa del cuerpo no suele cambiar, el cambio de
movimiento se producirá por un aumento de velocidad (Cleather, 2020; Turner et
al., 2020). No obstante, para cambiar el movimiento de un cuerpo se pueden usar
diferentes estrategias de impulso: 1) aplicar una gran magnitud de fuerza en un
cuerpo se detendrá. Algunos ejemplos claro serían los impulsos de un “skater” con
las piernas para no perder movimiento sobre el “skateboard”, las brazadas de un
nadador o las remadas de un remero.
potencial neuromuscular que tiene el atleta de ejercer una acción contra el suelo
(impulso) y la posterior reacción (véase vídeo 2: evaluación de la fuerza muscular).
13.4 Conclusiones
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