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Tema 13

Física Médica y del Deporte

Cinética: las fuerzas


Índice
Esquema 3

Ideas clave 4
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

13.1 Introducción y objetivos 4

13.2 Tipos de fuerzas 5

13.3 Las leyes de Newton 29

13.4 Conclusiones 41

13.5 Referencias bibliográficas 42


Esquema

CINÉTICA: LAS FUERZAS

TIPOS DE FUERZAS

Gravedad Muscular Rozamiento Centrífuga Centrípeta Ascensional Resistencia Sustentación Acción Reacción

LEYES DE NEWTON

La primera ley de Newton La segunda Ley de Newton La tercera Ley de Newton

CONCLUSIONES
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Física Médica y del Deporte


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Tema 13. Las fuerzas
Ideas clave

13.1 Introducción y objetivos

En el tema anterior se ha estudiado la cinemática, parte de la biomecánica que


estudia la descripción del movimiento de los cuerpos. En este tema se estudiará la
cinética, parte de la biomecánica que explica las causas del cambio en el
movimiento de los cuerpos. Más concretamente, la cinética o variables cinéticas
están relacionadas con las fuerzas como variables responsables del cambio en el
movimiento de los cuerpos. De este modo, mediante la cinemática y la cinética se
obtiene un análisis completo de cualquier movimiento deportivo, objeto de estudio
de la biomecánica deportiva.

Por ello los objetivos del tema son:


 Conocer y describir los diferentes tipos de fuerzas y su efecto sobre las variables
cinemáticas en relación con la biomecánica deportiva.
 Aplicar correctamente las Leyes del movimiento de Newton en la biomecánica
deportiva.
 Describir y aplicar las relaciones y teoremas (p. ej. relación de impulso-
movimiento, principio de transferencia y conservación del movimiento) que
explican las causas del cambio en el movimiento de los diferentes cuerpos en la
biomecánica deportiva.
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Tema 13. Cinética: las fuerzas
13.2 Tipos de fuerzas

Las fuerzas son agentes que cambian o tienden a cambiar el estado de movimiento
y/o reposo de los cuerpos. Las fuerzas, en mecánica, son magnitudes vectoriales; no
se ven, sino que se observan sus efectos sobre los cuerpos. Estas pueden estar
relacionadas con: 1) la deformación de los cuerpos, 2) los estados de equilibrio y 3)
los cambios en el estado de movimiento. En el tema anterior, se ha propuesto que
el cambio de movimiento de un cuerpo viene determinado por el cambio en la
velocidad. Dado que la velocidad es una magnitud vectorial variable, una fuerza
dada aplicada sobre un cuerpo puede cambiar la magnitud o dirección de
movimiento de ese cuerpo, y en consecuencia producir una aceleración del mismo
(Robertson, Caldwell, Hamill, Kamen y Whittlesey, 2013).

Las fuerzas son magnitudes vectoriales que presentan un punto de aplicación, un


sentido, una dirección y un módulo. Estas fuerzas pueden ser categorizadas, de
manera muy general, en fuerzas de tensión y fuerzas de compresión. Las fuerzas de
tensión son aquellas en las que se ejerce un esfuerzo de tracción que intenta
separar las partículas de un cuerpo (p. ej. tiro con arco); por otra parte, las fuerzas
de comprensión son aquellas en las que se ejerce una acción de empuje o presión
que intenta juntar las partículas de un cuerpo (p. ej. deformación de una esponja).
En la biomecánica deportiva, un ejemplo claro sería en el ejercicio de sentadilla con
barra trasera. En la fase en la que el levantador se sitúa en el punto de descenso
más bajo (final de la fase excéntrica), los músculos extensores de rodilla
(principalmente) están elongados y generando tensión a nivel interno en un intento
de acercar los puntos de origen e inserción (teoría de los filamentos deslizantes) y
traccionar del músculo cuádriceps sobre el eje de la rodilla, para producir el
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movimiento de ascenso (fase concéntrica). A su vez, sobre la barra (y todo el


sistema) está actuando la fuerza de la gravedad, que al estar apoyada sobre los
hombros del ejecutante y este ejerciendo un esfuerzo de empuje sobre el suelo,
existe una fuerza de compresión en la columna vertebral y otras estructuras óseas,

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
musculares y tejidos blandos del ejecutante (Loudon, Manske y Reiman, 2013)
(Figura 1).

Fuerzas de
compresión

Fuerzas de
tensión

Figura 1. Representación gráfica de las fuerzas de compresión y tensión que se dan en la ejecución
de una tarea deportiva.

En la biomecánica deportiva es frecuente considerar las fuerzas internas, que son


aquellas asociadas con las contracciones musculares, y fuerzas externas, que son
aquellas relacionadas con la gravedad y el contacto con el medio terrestre, acuático
y aéreo (Figura 2). Además, algunas de estas fuerzas son constantes, mientras que
otras se consideran fuerzas no constantes. Por ejemplo, la fuerza de la gravedad
actúa de manera constante sobre los cuerpos, mientras que la fuerza que se ejerce
sobre el medio terrestre para impulsarnos en un salto, por ejemplo, se trata de una
fuerza no constante. Así, será crucial en la biomecánica deportiva cuantificar las
fuerzas constantes y no constantes para entender los cambios en la deformación de
los cuerpos, cambios en el estado de equilibrio y movimiento de los cuerpos
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(Blaszevich, 2011).

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
A DISTANCIA • GRAVEDAD

INTERNAS • MUSCULAR

EN EL CONTACTO TERRESTRE y • ROZAMIENTO


OTROS CUERPOS • ACCIÓN y REACCIÓN
• CENTRÍFUGA y CENTRÍPETA
EXTERNAS

ACUÁTICO Y • ASCENSIONAL
AÉREO • RESISTENCIA
• SUSTENTACIÓN
• CENTRÍFUGA y CENTRÍPETA

Figura 2. Esquema de clasificación de los diferentes tipos de fuerza que se entiendes desde la
disciplina de la biomecánica deportiva.

Fuerzas a distancia
En mecánica, no se consideran fuerzas a distancia; sin embargo, en física, es
obligatorio considerar la fuerza de la gravedad. La fuerza de gravedad tiene su
origen en la “Ley de gravitación universal” formulada por Sir Isaac Newton y
recogida en su libro “Philosophiae Naturalis Principia Mathematica”, publicado en
1687. Una vez más, queda reflejado el carácter interdisciplinario de la biomecánica.
Esta ley establece que: “todos los cuerpos en el universo se atraen entre sí con una
fuerza proporcional al producto de las dos masas e inversamente proporcional al
cuadrado de sus distancias”, que se expresa matemáticamente (Ecuación 1):
𝒎𝟏 𝒎𝟐
𝑭=𝑮
𝒓𝟐
Donde F es fuerza, G sería la constante de gravitación universal de 6,67 x 10-11 N
(m/kg)2, m1 y m2 son las masas de los cuerpos que se estuvieran analizando, y r es la
distancia entre el núcleo central de ambos cuerpos (Figura 3). Dado que el planeta
Tierra es la masa más prominente (5,972 x 1024 kg), en multitud de ocasiones,
aunque en teoría debieran de existir diferencias cuando un objeto (balón, pelota,
flecha, etc.) o la propia masa corporal son proyectados hacia el aire a diferentes
alturas (aumento o disminución de la distancia entre los cuerpos), se puede ignorar
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esa diferenciación en la proyección, puesto que es una diferencia despreciable en


comparación con el radio de la tierra (6,38 x 106 m), asumiendo una fuerza de
atracción constante de cualquier cuerpo en la superficie hacia el centro de la Tierra
de -9,81 m/s2 (Blaszevich, 2011).

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
m1

r
G
m2

Figura 3. Representación gráfica de la Ley de gravitación universal entre los


cuerpos del planeta Tierra y la Luna. G sería la constante de gravitación
universal de 6,67 x 10-11 N (m/kg)2, la m1 es de 7,349 x 1022 kg, la m2 es
5,972 x 1024 kg, r es la distancia entre los núcleos de ambos cuerpos, no
desde la superficie. De esta manera, se establece que el planeta Tierra y la
Luna se atraen con una fuerza proporcional al producto de sus masas e
inversamente proporcional al cuadrado de las distancias que los separa.

En biomecánica deportiva, se pueden utilizar las bases de esta fórmula, junto con la
2ª Ley de Newton para determinar la magnitud de atracción entre la masa de un
atleta, por ejemplo, y el planeta Tierra. Así, es frecuente escuchar a nivel coloquial
que un atleta pesa 75 kg. Sin embargo, esto no es correcto desde el punto de vista
de la biomecánica, pues si bien la masa corporal se mide en kg, el peso corporal
representa la fuerza con la que la masa corporal del atleta es atraída y/o acelerada
hacia el centro del planeta Tierra y se mide en Newtons (N). De este modo, un
atleta con una masa corporal de 75 kg tendría un peso corporal de 735,75 N.
Además, esta ecuación se puede reorganizar sabiendo que, si no conocemos la
masa corporal del atleta, pero conocemos el peso corporal (735,75 N) y lo dividimos
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por la aceleración que supone la fuerza de la gravedad (9,81 m/s2), daría como
resultado los 75 kg de masa corporal del atleta (Blaszevich, 2011).

Fuerzas en el contacto: internas

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
Las fuerzas en el contacto son estudiadas desde la mecánica y englobarían, de
forma más general, fuerzas internas y fuerzas externas. Las fuerzas internas
podemos interpretarlas como las del propio sistema neuromuscular, en definitiva:
la fuerza muscular.

La fuerza muscular
La fuerza muscular se define como la capacidad del sistema neuromuscular de
generar tensión; que, en su integración o aplicación sobre un objeto externo, será la
capacidad del sistema neuromuscular de aplicar fuerza para deformar un objeto y/o
modificar su estado de reposo o movimiento” (Enoka, 2008). En cualquier tarea
deportiva, el sistema neuromuscular genera tensión y se produce la contracción
muscular en la unidad funcional más pequeña, el sarcómero, mediante la bien
establecida teoría de los filamentos deslizantes de actina y miosina (Figura 4).

Filamentos
Sarcómero deslizantes de
actina y miosina
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Figura 4. Representación gráfica de la estructura jerárquica del músculo que se descompone en


fascículos, fibras musculares, miofibrillas, y éstas, a su vez, en filamentos o miofilamentos (actina y
miosina) que se organizan en una estructura denominada sarcómero (unidad funcional de la célula
muscular). Los filamentos de actina y miosina tienen propiedades contráctiles, donde las cabezas de
miosina se adhieren a las cadenas de actina y traccionan de ellas consiguiendo un acortamiento del
sarcómero, en el mecanismo conocido como ciclo de puentes cruzados de actina y miosina o teoría
de los filamentos deslizantes (Kenney, Wilmore y Costill, 2015).

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
La capacidad del sistema neuromuscular para generar tensión y aplicar una fuerza
para deformar o modificar el estado de reposo de un cuerpo es dependiente de
diferentes factores morfológicos, mecánicos y fisiológicos de los tejidos y
mecanismos que engloban el sistema neuromuscular (Enoka, 2008). En lo que
compete a la biomecánica, la contracción muscular atiende a factores propios de la
mecánica muscular. La mecánica muscular explica las propiedades y características
específicas de funcionamiento para desarrollar tensión/fuerza y finalmente,
producción de movimiento. Todos los elementos que conforman la mecánica
muscular están adaptados a las funciones específicas de contracción muscular que
han de cumplir dentro del sistema neuromuscular, como si se tratase de una
máquina perfectamente diseñada. Cuando una o varias fibras musculares son
activadas en un músculo concreto, realizan una acción de acortamiento de estas, a
lo largo del eje longitudinal. Este fenómeno, trasladado al músculo en su totalidad,
implica que la fuerza está siendo ejercida hacia la porción medial de la estructura
del músculo, en un intento por tensionar y juntar ambos extremos (origen e
inserción) del músculo que están unidos al hueso. La naturaleza de este
comportamiento, ligado a otros factores mecánicos como la relación de longitud-
tensión y la relación inversa de fuerza y velocidad, desvela que la cantidad de
fuerza y/o tensión que un músculo puede genera en una contracción muscular, está
influenciada por el cambio de longitud del músculo (estiramiento y/o
acortamiento) y la velocidad a la que el músculo cambia dicha longitud. Además,
estos factores intervienen y afectan en una estructura jerárquica que comienza en
la unidad funcional más pequeña (sarcómero) y presenta un comportamiento
similar a nivel de la fibra muscular, músculo, hasta complejas acciones
multiarticulares que engloban un grupo de músculos (Enoka, 2008; Kenney,
Wilmore y Costill, 2015).
a) Relación de longitud-tensión: La capacidad del sistema neuromuscular para
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generar tensión/fuerza es dependiente de la longitud del sarcómero. A nivel


del sarcómero, el mayor potencial para la generación de tensión se da
cuando la longitud del sarcómero proporciona una óptima superposición
entre los filamentos de actina y miosina (Figura 5). Este proceso da como
resultado que los músculos sean capaces de generar diferentes tipos de

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
tensión para una gran variedad de longitudes musculares. Sin embargo, el
comportamiento de la relación longitud-tensión en el sarcómero no es
exactamente igual en todos los niveles de la jerarquía: fibra muscular,
músculo o grupo de músculos. Esto es debido a que el músculo esquelético
contiene elementos elásticos pasivos que rodean y separan estas estructuras
jerárquicas (p.ej. el tejido conectivo de las fascias y aponeurosis, epimisio,
perimisio, endomisio, que desembocan en la base para la formación del
tendón en ambos extremos) que influyen directamente en la tensión
generada (véase vídeo 1: Evaluación del momento de fuerza en el sistema
músculo-esquelético).

Figura 5. Relación de longitud-tensión a nivel del sarcómero. A) Desarrollo de


niveles de fuerza sub-máximos, dado que los filamentos de actina se superponen
dificultando la interacción con los filamentos de miosina. B) Superposición
óptima de los filamentos de actina y miosina, esta será la longitud óptima para
registrar los valores de tensión más altos. C) Desarrollo de niveles de fuerza
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submáximos dada la escasa interacción de los filamentos de actina y miosina,


consecuencia del exceso de estiramiento en el sarcómero que dificulta el ciclo de
puentes cruzados.

b) Relación inversa de fuerza-velocidad: es una propiedad característica e


inherente del músculo esquelético que dicta su capacidad de producir

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
potencia muscular. En la misma línea que la relación de longitud-tensión,
esta relación de fuerza-velocidad ha sido investigada a diferentes niveles;
desde la fibra muscular, el músculo, hasta acciones musculares
multiarticulares. La curva presenta un modelo hiperbólico, basada en los
estudios del modelo de mecánica muscular del Dr. Archibald Vivian Hill, que
explica la relación inversa de estas variables en acciones musculares
concéntricas. Si el músculo es activado a nivel constante, genera menores
niveles de fuerza conforme aumenta la velocidad de acortamiento (Figura
6):
1) El número total de puentes cruzados activos (unión de actina y miosina)
disminuye conforme la velocidad de acortamiento aumenta.
2) La producción de fuerza disminuye conforme la velocidad de
acortamiento aumenta.
3) La potencia muscular (P) está determinada por los parámetros de la
relación de fuerza-velocidad (Fmax, Vmax, F0 y V0).
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Figura 6. Relación inversa de fuerza-velocidad y la resultante generación de


potencia muscular. La curva de fuerza-velocidad posee un carácter hiperbólico
basado en estudios realizados en fibras musculares. Este efecto consigue que la
generación de potencia se sitúe en valores óptimos de fuerza y velocidad;
aproximadamente a un 30% de la Vmax o Fmax. Sin embargo, en acciones multi-

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
articulares, donde grandes masas musculares son movilizadas en coordinación, se
ha demostrado una relación quasi-lineal o lineal de la relación de fuerza-velocidad,
con la curva de potencia desplazada hacia el centro, o incluso hacia la derecha,
dependiendo del tipo de ejercicio o tarea realizada (Jaric y Markovic, 2009).

c) Especificidades de la contracción muscular: la magnitud de fuerza y/o


tensión que un músculo puede generar en una contracción muscular, está
influenciada por el cambio de longitud del músculo, tanto si se produce un
estiramiento o un acortamiento (relación de longitud-tensión) y la velocidad
a la que el músculo cambia dicha longitud (relación de fuerza-velocidad). La
combinación de estos factores mecánicos da lugar a los diferentes tipos de
contracción muscular: contracción isométrica, concéntrica y excéntrica
(Figura 7). Dada la estructura muscular y cómo esta cambia su longitud para
desarrollar tensión, la cantidad de fuerza que se puede producir, está
íntimamente relacionada con la velocidad a la que el músculo cambia su
longitud (estiramiento y/o acortamiento).
1) Cuando la potencia o velocidad es positiva, se denomina contracción
concéntrica.
2) Cuando la potencia o velocidad es 0, se denomina contracción
isométrica. El músculo está desarrollando tensión independientemente
de que no se produzca movimiento alguno a nivel externo.
3) Cuando la potencia o velocidad son negativas indican que el músculo se
está estirando a la vez que genera tensión, se denomina contracción
excéntrica.
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Tema 13. Cinética: las fuerzas
Figura 7. Representación gráfica de la generación de fuerza y/o tensión muscular en función del
cambio de longitud en el músculo (estiramiento o acortamiento). En este ejemplo, se ve
claramente como la acción excéntrica es capaz de generar unos mayores niveles de
tensión/fuerza, seguida por la acción isométrica y finalizando en la acción concéntrica. Sin
embargo, en la acción concéntrica muscular es donde nos interesará conocer la relación de
fuerza-velocidad y resultante capacidad para generar potencia.

En resumen, dado que la fuerza muscular es dependiente de diferentes factores


morfológicos, mecánicos y fisiológicos de los tejidos y mecanismos que engloban el
sistema neuromuscular, en la disciplina de la biomecánica será crucial tener una
visión global de los mismos, incidiendo especialmente en los factores relacionados
con la mecánica muscular (Enoka, 2008; Kenney, Wilmore y Costill, 2015).

Fuerzas en el contacto: externas con el medio terrestre y otros cuerpos


Anteriormente, se han definido las fuerzas en el contacto internas, específicamente,
la fuerza muscular. En las fuerzas externas, podemos separarlas didácticamente
entre aquellas que resultan de la interacción con el medio terrestre y otros
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cuerpos, o aquellas que resultan de la interacción con el medio aéreo y acuático.


Así, podríamos destacar de las fuerzas externas que resultan de la interacción con el
medio terrestre y otros cuerpos las: fuerzas de rozamiento, acción y reacción,
centrífuga y centrípeta.

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
Fuerzas de rozamiento
Las fuerzas de rozamiento tienen su origen en el contacto e interrelación entre las
moléculas de la superficie de dos cuerpos. También se han definido como la fuerza
que se opone al movimiento de dos superficies en contacto entre sí. La dirección de
los vectores suele ser tangencial a las dos superficies que entran en contacto,
mientras que el sentido es el contario u opuesto al avance de una de las superficies.
Además, sabemos que existen dos tipos de rozamiento, la fuerza de rozamiento
estático, que es la necesaria para iniciar el deslizamiento en un cuerpo dado; y la
fuerza de rozamiento cinético, que es la fuerza necesaria para seguir produciendo
movimiento en un cuerpo que ya está en movimiento. Esta última suele ser menos
costosa, puesto que es más sencillo mantener el deslizamiento (rozamiento
cinético) que iniciarlo (rozamiento estático) (Blaszevich, 2011). Un ejemplo claro
sería el deporte del bobsleigh (Figura 8). en este deporte, cuatro integrantes tienen
que acelerar desde parado el trineo de competición que, además de su inercia
(masa), presenta la fuerza de rozamiento estático; sin embargo, conforme el trineo
vaya adquiriendo movimiento, el rozamiento, ahora cinético, será inferior a la
fuerza de rozamiento estático inicial. De este modo, podríamos asegurar que, en la
primera fase de empuje, la proyección del trineo hace más sencilla la labor de
deslizamiento de este. Obviamente, cuando todos los integrantes se encuentren
dentro del trineo, dado que ya no existirá una fuerza de empuje, será el rozamiento
cinético el principal protagonista, que llevará al trineo a perder velocidad y,
finalmente, detenerse.

La magnitud de la fuerza de rozamiento entre dos cuerpos en contacto es


proporcional a la normal (perpendicular) entre los dos cuerpos. Por ello, la
ecuación de la fuerza de rozamiento está dictada por dos factores: 1) el coeficiente
de rozamiento (diferenciar entre estático y cinético), el cual nos aporta información
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sobre la facilidad o dificultad en el deslizamiento de dos superficies; y (2) la fuerza


de reacción normal, que nos aporta información sobre la fuerza normal
(perpendicular) que tienen entre sí ambas superficies (Ecuación 2).
𝑭𝒓 = 𝝁𝑵

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
Donde Fr es la fuerza de rozamiento, el coeficiente de rozamiento se representa
con la letra griega μ y describe la tendencia de dos superficies a no deslizarse entre
sí. Un número alto, supone una menor tendencia a que dos superficies se deslicen
una sobre la otra. N es la fuerza normal, que es una fuerza de reacción (aplicar la
fuerza de atracción por gravedad). Esta ecuación presenta dos extensiones, en
función de si tratamos con el coeficiente de rozamiento estático (μe) (Ecuación 2.1)
o cinético (μc) (Ecuación 2.2).
𝑭𝒓 = 𝝁 𝒆 𝑵
𝑭𝒓 = 𝝁 𝒄 𝑵

��= e�

��= c

Figura 8. Representación gráfica del deporte del bobsleigh. Al inicio del movimiento, los integrantes
del equipo se encontrarán con que además de vencer la inercia del trineo en posición de parado, el
coeficiente de rozamiento estático (μe) suele ser superior, modificando así la fuerza de rozamiento
(Fr ). Sin embargo, cuando el trineo haya adquirido el cambio en movimiento (inercia) aportado por
el impulso de los integrantes del equipo, la (Fr ) se habrá modificado en base a dos factores. El
primero viene en relación al coeficiente de rozamiento que, ya no será un rozamiento estático (μe),
sino que se tratará de un rozamiento dinámico o cinético (μc); el segundo viene determinado por la
fuerza de reacción normal (N), perpendicular que habrá entre el trineo y la pista de hielo, que habrá
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aumentado dado que los cuatro integrantes están dentro del trineo, sumando su peso a las fuerzas
de reacción entre ambas superficies e incrementando el rozamiento cinético que, en otras
condiciones, suele ser inferior al rozamiento estático.

Además, para determinar las fuerzas de rozamiento, se debe de tener en cuenta


que éstas no dependen del tamaño de la superficie de contacto entre dos cuerpos,

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
pero sí dependen de cuál sea la naturaleza de esa superficie de contacto
(rugosidad, irregular, etc.). Esta información podemos usarla estratégicamente, por
ejemplo, para la elección de las botas que se utilizan en los deportes de fútbol y
rugby, donde esos tacos puntiagudos permitirán “clavar” sobre la superficie de
césped natural y tener una mayor estabilidad y no resbalar. Así mismo, en el
deporte del curling, los jugadores intentan variar estratégicamente y en tiempo
real, el resultado del lanzamiento de precisión mediante el lijado o fricción de la
superficie, para disminuir el coeficiente de rozamiento de esta sobre la piedra
lanzada.

En resumen, las fuerzas de rozamiento están presentes en todas aquellas


situaciones en las que dos cuerpos contactan, algo característico en multitud de
deportes. Se puede utilizar esta información para potenciar el rendimiento y
prevenir lesiones. Por ejemplo, se pueden emplear diferentes materiales para
dificultar o facilitar una tarea (p. ej. pavimentos, botas deportivas, etc.), se puede
mejorar el calzado, calcetines y otras prendas deportivas para disminuir las fuerzas
de rozamiento en sitios anatómicos específicos que puedan provocar lesiones por
rozadura (p. ej. el talón, las caras interiores del muslo, etc.), así como entrenar a un
deportista específicamente para las fuerzas de rozamiento a las que se va a
enfrentar, aumentando su rendimiento específico y disminuyendo el riesgo de
lesión (p. ej. tenis en césped, pista dura o tierra batida) (Nigg y Segesser, 2006).

Fuerzas de acción y reacción


Las fuerzas de acción y reacción con el medio terrestres y con otros cuerpos son
explicadas mediante las Leyes de Newton. Los lectores son referidos al apartado
13.3 para obtener un conocimiento profundo y extenso de las mismas.
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Fuerzas centrípeta y centrífuga


Las fuerzas centrífuga y centrípeta son básicas para entender los movimientos
angulares y circulares. La dirección de ambas es radial, perpendicular a la velocidad
del movimiento. Así, en un movimiento circular, la fuerza que permite realizar un
tipo de trayectoria circular que, cambia constantemente la dirección del

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
movimiento, apunta hacia el centro o eje de rotación y se denomina fuerza
centrípeta. Por otra parte, en ese mismo movimiento circular, la fuerza centrífuga
se opone a la fuerza centrípeta, huyendo del centro o eje de rotación. Este
comportamiento que ocurre en los movimientos circulares y relacionado con la
fuerza centrífuga, también se le denomina efecto centrífugo (Blaszevich, 2011).

En la mecánica clásica, la fuerza centrípeta se considera una fuerza real y


responsable de aplicar la aceleración centrípeta para mantener el movimiento
circular; por el contrario, la fuerza centrífuga se considera una fuerza ficticia. Por
fuerza ficticia, entendemos que no representa ninguna interacción entre cuerpos y
su uso es destinado a la descripción de un movimiento con respecto a un sistema de
referencias en rotación. Así, en un sistema de referencias en rotación y no inercial,
el observador que describe el movimiento “imaginaría” la fuerza centrífuga para
explicar la fuerza centrípeta (Figura 9).

A) B)

Fuerza Fuerza Fuerza


centrípeta centrípeta centrífuga

Figura 9. Representación gráfica de la fuerza centrípeta y centrífuga. En la imagen A), existe un


observador externo que describe el movimiento. El observador externo que describe el
movimiento únicamente capta la fuerza centrípeta que está realizando el motorista y, que, es
además aquella que le conduce a tomar esa curva cerrada. En la imagen B) no hay observador
externo. El movimiento es descrito por el propio motorista quien percibe cómo al tomar la curva,
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la inercia asociada a su masa y la de la motocicleta se opone a cualquier cambio de dirección en el


movimiento, induciéndole a continuar su trayectoria rectilínea y, generando ese efecto centrífugo
o fuerza centrífuga que desplaza al motorista y la motocicleta hacia la derecha. Sin embargo, el
motorista intentará neutralizar este efecto centrífugo mediante la inclinación de la motocicleta y
fuerza centrípeta que ejercerá hacia el eje de rotación en la curva.

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
En general, la fuerza centrípeta y fuerza centrífuga se expresan con las siguientes
ecuaciones (Ecuación 3 y Ecuación 4):
𝒗𝟐
𝑭𝒄𝒑 = 𝒎𝒂 = 𝒎
𝒓
𝒗𝟐
𝑭𝒄𝒇 = −𝒎𝒂 = 𝒎
𝒓
Donde Fcp es fuerza centrípeta, m es masa, a es aceleración lineal, v es velocidad, r
es radio, Fcf es fuerza centrífuga; y tiene una unidad de medida en el sistema
internacional de kg.m∙s-2N. De estas ecuaciones podemos interpretar que, a mayor
velocidad y masa, mayor será el efecto o fuerza centrífugos y mayor será la fuerza
centrípeta necesaria para continuar con el movimiento angular. Además, cuanto
menor sea el radio, mayor será tanto la fuerza centrífuga como centrípeta. En el
ejemplo del motorista (Figura 9), suponiendo que la masa de este y de la
motocicleta son constantes y no cambian, cuanto más cerrada (menor r) sea la
curva y más rápido (mayor v) se disponga a tomarla, mayor será tanto la fuerza
centrífuga que perciba, como la fuerza centrípeta necesaria para tomar la curva
correctamente.

En resumen, las fuerzas centrípetas y centrífugas están implícitas en multitud de


ejemplos deportivos en los que se dan movimientos angulares y circulares. Algunos
de ellos: los lanzamientos de peso y martillo (Figura 10) en el atletismo, el ciclismo
en pista, los deportes con vehículos a motor como el motociclismo, el eslalon
característico de los deportes de invierno como el esquí o snowboard y también en
una gran variedad de tareas de velocidad y/o aceleración angulares, implícitas en
deportes individuales y de quipo como el fútbol, rugby, balonmano o las carreras de
200 y 400 metros lisos en el atletismo (Alt, Heinrich, Funken y Potthast, 2015; Filter
et al., 2020; Onhuma, Tachi, Kumano y Hirano, 2018).
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Tema 13. Cinética: las fuerzas
Fuerza
centrífug Eje de
a rotación
r
m
Fuerza
Velocidad centrípe
ta

Figura 10. Representación gráfica de las fuerzas que actúan sobre el movimiento angular de un
lanzador de martillo. Siendo el propio lanzador quien explica las fuerzas, enmarcado en un sistema
de referencia no inercial, sobre la masa del martillo y sobre su propio cuerpo actúa una fuerza
centrífuga mientras está realizando los giros, además, cuanta más velocidad sea capaz de imprimir
en esos giros, más pesada sea la masa del martillo y menos radio (r) exista entre el eje de rotación y
el centro de masas del martillo (longitud de la cuerda), más fuerza centrífuga percibirá el lanzador.
Para contrarrestar este efecto centrífugo, el lanzador puede presentar ciertas características
morfológicas y optar por varias estrategias que incrementen el valor de su fuerza centrípeta, entre
ellas: disponer de una gran masa corporal e inclinar el cuerpo hacia el eje de rotación.

Fuerzas en el contacto: externas con el medio aéreo y acuático


Una vez definidas las fuerzas externas en el contacto con el medio terrestre y otros
cuerpos, podemos dar paso a aquellas que resultan de la interacción con el medio
aéreo y acuático. Es cierto que las fuerzas que ya han sido previamente definidas
como la fuerza centrípeta y centrífuga también tienen protagonismo en este
apartado; de hecho, los modos de aplicación y entendimiento son exactamente los
mismos. Por lo tanto, más específicamente de la interacción con el medio aéreo y
acuático nos centraremos en: las fuerzas de resistencia, ascensional y de
sustentación.

Las fuerzas de resistencia


Los factores de rendimiento en la mayoría de los deportes que implican recorrer
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una distancia dada en el mínimo tiempo posible, ya sea en el medio acuático


(natación) o en el medio terrestre (carreras, deportes con vehículos a motor,
ciclismo, etc.), o aquellos que implican lanzar un implemento o proyectil
(lanzamiento de disco, jabalina, béisbol, etc.), están dictados por las fuerzas que se

Física Médica y del Deporte


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Tema 13. Cinética: las fuerzas
oponen al movimiento (fuerzas de resistencia; p. ej.: viento, oleaje, etc.) así como
por las fuerzas que colaboran en el movimiento (fuerzas de propulsión; p. ej.: fuerza
muscular, fuerza derivada de un motor electromecánico, etc.). Dado que ya nos
hemos centrado anteriormente y, además, nos centraremos posteriormente en las
fuerzas de propulsión (apartado 13.3), son las fuerzas de resistencia las
protagonistas de este apartado.

Las fuerzas de resistencia tienen su origen en el avance de un cuerpo con las


moléculas de un fluido (entendiendo por fluido todo el medio que se mueve; p. ej.
aéreo, acuático) que chocan con el cuerpo y le roban parte de su energía
(Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015). Todo objeto en movimiento, por
ejemplo, un ciclista montado en una bicicleta posee energía cinética. Si se pierde
energía, dado que la masa del ciclista y la bicicleta no cambian, implica que la
velocidad disminuye. La dinámica de fluidos establece que, el fluido, tiene una
cierta cantidad de energía que se mantiene constante, formando varias capas (flujo
laminar); aunque, al pasar junto a un cuerpo, cambia de dirección y, por tanto, de
velocidad (separación de flujo), y así adquiere energía. La energía adquirida por el
fluido siempre equivale a la energía perdida por el cuerpo, siguiendo las leyes de la
termodinámica (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015). Finalmente, a este nuevo
flujo se le conoce como flujo turbulento (Figura 11).

Flujo laminar

Fuerzas de
resistencia
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Movimiento

Flujo turbulento
Separación
de flujo

Figura 11. Representación gráfica de la dinámica del fluido en el medio aéreo (el aire) en
interacción con otros cuerpos (ciclistas). El flujo del aire representa la principal fuerza de

Física Médica y del Deporte


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Tema 13. Cinética: las fuerzas
resistencia que es opuesta a la dirección del movimiento de los ciclistas. En la situación inicial en
la que no existe contacto, se conoce como flujo laminar; en el contacto del fluido con el cuerpo
de los ciclistas, las partículas del fluido chocarán contra el cuerpo del ciclista (que tiene distintas
formas en su área de superficie: casco, la bicicleta, el cuerpo del ciclista, las ruedas, etc.) y
cambiarán de dirección y de velocidad alrededor del cuerpo, a esto se le conoce como separación
de flujo; por último, como consecuencia de la aceleración, cambio de dirección y de velocidad de
las partículas que componían la masa del fluido (aire) al contactar con el cuerpo, se crean zonas
donde esta partículas que han cambiado su velocidad de forma muy variada, colisionan formando
un flujo turbulento (Debraux, Grappe, Manolova y Bertucci, 2011). Es importante apreciar que el
ciclista está “rompiendo” las fuerzas de la resistencia del fluido en primera línea; este, sin duda,
tendrá que ejercer un gran esfuerzo que conllevará un mayor gasto energético relativo a el ciclista
que tiene justamente detrás, quien va en una posición de “rebufo” y que encuentra una
disminución significativa en las fuerzas de resistencia (Blocken y cols., 2018).

Un cuerpo dado ejerce una fuerza en dirección opuesta a la del fluido; así, cuanto
más fluido haya, más veloz sea ese fluido o mayor sea el área de contacto con el
cuerpo, más fuerza de colisión existirá entre ambos. Dado que normalmente los
fluidos de los medios aéreos y acuáticos poseen un menor momento, dado que
poseen una menor masa, en la colisión contra el cuerpo, las fuerzas de estos fluidos
cambian radicalmente de dirección (opuesta), al tiempo que el cuerpo pierde
energía cinética y, por tanto, velocidad. En la mayoría de deportes se va a optar por
estrategias de aerodinámica e hidrodinámica que influyen a nivel de estructura,
equipamiento, postura y técnica de los deportistas, con el fin de reducir estas
fuerzas de resistencia al mínimo posible y crear una mayor diferenciación (positiva)
entre las fuerzas de propulsión y las fuerzas de resistencia (Toussaint y Beek, 1992;
Blocken y cols., 2018; Debraux, Grappe, Manolova y Bertucci, 2011; Gourgoulis,
Aggeloussis, Vezos, Kasimatis, Antoniou y Mavromatis, 2008). Los factores que
afectan a las fuerzas de resistencia son (Blaszevich, 2011):

1. El área de contacto; reduciendo el área de contacto disminuye la cantidad


de fluido cuya velocidad cambia durante la colisión con el cuerpo y, por
tanto, se reduce la pérdida de energía del cuerpo (Figura 11).
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Tema 13. Cinética: las fuerzas
Figura 12. Representación gráfica de la dinámica del fluido en el medio acuático. En
la imagen A) se aprecia perfectamente una mayor fuerza de resistencia (Fd) relativa
a la imagen B); esto se produce principalmente porque existe una mayor área
relativa de superficie (A) donde las partículas del fluido acuático (agua) contactan
con el cuerpo del nadador. Esto, asumiendo que en ambas imágenes tanto el cuerpo
como el fluido presentan la misma velocidad de avance (v2) y que la forma del
cuerpo es la misma (k), determina la mayor pérdida relativa de energía cinética del
nadador de la imagen A) en comparación a la imagen B).

2. La forma del cuerpo; afecta el grado en que el flujo laminar se convertirá en


turbulento. Así, si el borde de ataque o frontal es más puntiagudo, la
dirección del fluido que golpea el cuerpo cambiará con más lentitud que si el
fluido golpea contra una forma plana de manera brusca. Igualmente,
importa si el fluido choca con el cuerpo en diversos ángulos (dirección del
fluido con respecto al cuerpo). Donde un ángulo mayor producirá una menor
pérdida de energía en comparación a un ángulo menor. Por otra parte, si el
borde de fuga o posterior también tiene una forma puntiaguda, o bien un
sobresalto como un alerón, reduce el flujo turbulento que se produce como
consecuencia del cambio de presiones por el avance del cuerpo en el fluido
(Figura 12).
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Tema 13. Cinética: las fuerzas
Figura 13. Representación gráfica de la dinámica de fluidos en
interacción con otros cuerpos. En la imagen A) se aprecia
perfectamente una mayor fuerza de resistencia (Fd) relativa a la
imagen B); esto se produce principalmente porque existe una
modificación en la forma del cuerpo (k) donde el borde de fuga en la
imagen B) tiene un sobresalto que permite disminuir la zona de baja
presión, disminuyendo el flujo turbulento. Esto, asumiendo que en
ambas imágenes el cuerpo como el fluido presentan la misma
velocidad de avance (v2) y que el área del cuerpo es la misma (A),
determina la mayor pérdida relativa de energía cinética del coche de la
imagen A) en comparación a la imagen B).

3. La velocidad relativa del cuerpo y el fluido; obviamente, cuanto mayor sea


la velocidad del fluido, el cuerpo, o ambos, las colisiones entre ambos serán
de mayor magnitud.

De este modo, se pueden definir las fuerzas de resistencia mediante la siguiente


ecuación (Ecuación 5):
𝑭𝒅 = 𝒌𝑨𝒗𝟐

Donde Fd es la fuerza de resistencia (d viene del término en inglés “drag”, que


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significa arrastre), k es el coeficiente de la forma del cuerpo, A es el área superficial


frontal del objeto y v es la velocidad relativa del cuerpo respecto al fluido. Esta
información es muy importante para la creación de equipamiento (p. ej. cascos
especiales de velocidad en el ciclismo de contrarreloj; https://www.swissside.com),
vehículos (p. ej. coches de fórmula 1, trineos de bobsleigh, etc.), o las propias

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Tema 13. Cinética: las fuerzas
estrategias de competición como la posición utilizada en el deporte de invierno del
“skeleton”, “el rebufo” en el ciclismo (ver Figura 11), la posición de nado en las
distintas variantes de la natación y un largo etcétera.

Por último, existen otros tipos de resistencia que pueden ser manipulables para
asegurar una ventaja competitiva; estas son: la resistencia de superficie y la
resistencia del oleaje (Blaszevich, 2011). La resistencia de superficie está marcada
por la rugosidad de las superficies, tratándose de nuestro cuerpo en contra de un
fluido serían la piel y la ropa. Si existen pequeñas irregularidades en dicha superficie
(p. ej. bello corporal, ropa de algodón porosa, etc.), estas atrapan el fluido con el
que se ha entrado en contacto y supone una mayor fuerza de resistencia y una
consecuente pérdida de energía. La resistencia del oleaje se origina cuando un
cuerpo se mueve en fluidos de distinta densidad. Por ejemplo, las olas que se crean
cuando el cuerpo de una nadadora se mueve actuando contra el agua y el aire. De
este modo, la ola aplicaría una fuerza opuesta a la nadadora y la turbulencia
generada le restaría energía (velocidad). El conocimiento de estas fuerzas de
resistencia, pese a no ser tan significativas como las de la resistencia de forma, han
permitido la producción de materiales específicos para aminorarlas: los trajes de
neopreno o de nylon para la natación, las telas sintéticas en contraposición al
algodón en los corredores y ciclistas; o la importancia de la depilación del bello
corporal en los nadadores.

La fuerza ascensional y de sustentación


Las fuerzas ascensionales y de sustentación son importantes en una gran variedad
de deportes como: los deportes acuáticos, los llamados deportes de riesgo (p. ej.
salto en paracaídas, parapente, etc.) y aquellos que implican el vuelo o lanzamiento
de proyectiles como el lanzamiento de jabalina en el atletismo. La fuerza
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ascensional y de sustentación se puede explicar mediante principio de Arquímedes,


las Leyes de Newton y, más recientemente, por el principio de Bernoulli.

El principio de Arquímedes establece que: “un cuerpo sumergido total o


parcialmente en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al

Física Médica y del Deporte


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Tema 13. Cinética: las fuerzas
peso del fluido desalojado”. Arquímedes, que principalmente desarrolló sus
investigaciones en el medio acuático, denominó a esta fuerza como: empuje
hidrostático. Este empuje depende de la densidad del fluido, del volumen del
cuerpo y de la fuerza de la gravedad. Así, el empuje que experimenta un cuerpo no
siempre es suficiente para desplazar dicho cuerpo; por ejemplo, si el cuerpo en
cuestión es más denso que el fluido, este se hundirá, a pesar de experimentar dicho
empuje vertical. Además, es importante señalar que las fuerzas que actúan en dicho
empuje hidrostático sobre un cuerpo lo hacen distribuidas sobre toda el área de
superficie del cuerpo; no obstante, la resultante de fuerzas se ubicará en el centro
de gravedad del cuerpo, con dirección ascensional y sentido vertical (Figura 14).
Además, pese a que los estudios de Arquímedes están basados principalmente en el
medio acuático, son perfectamente aplicables al medio aéreo, siendo un ejemplo
claro: el globo con empuje aerostático.

Empuje hidrostático

Peso

Figura 14. Representación gráfica de las fuerzas


ascensionales y de sustentación. Las fuerzas de
sustentación (empuje hidrostático) consecuencia del
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fluido desalojado actúan repartidas sobre toda el área


de superficie. Sin embargo, la resultante de fuerzas
(vector) del empuje hidrostático se sitúa en el en centro
de gravedad o centro de masas de dicho cuerpo.

Las leyes de Newton no describieron específicamente las fuerzas ascensionales y de


sustentación; no obstante, se pueden usar sus principios para explicar estos

Física Médica y del Deporte


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Tema 13. Cinética: las fuerzas
agentes. Cuando el aire pasa por encima de un cuerpo que tiene cierta angulación,
como un parapente, este es capaz de invertir la dirección de la masa de aire hacia
abajo, cambiando su velocidad y, por lo tanto, acelerando (Figura 15). El
movimiento descendente del aire manifiesta que debe estar actuando una fuerza
descendente sobre la masa del aire. Así, aplicando la tercera ley de Newton y el
principio de conservación del momento, se debe de haber creado simultáneamente
una fuerza igual y opuesta: la fuerza ascensional; a la vez que, si una masa de aire
se ha desplazado hacia abajo, otra masa ha de desplazarse hacia arriba:
conservación del momento. Este fenómeno también explicaría las turbulencias
aerodinámicas que se generan detrás de los cuerpos en el medio aéreo (Blaszevich,
2011; Gutiérrez-Dávila 2015).

Cambio de dirección de
la masa de aire

Turbulencias aerodinámicas

Flujo del aire

Fuerza ascensional
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Figura 15. Representación gráfica de la fuerza ascensional mediante las leyes de Newton. En la
imagen se observa como el flujo de aire pasa por encima del parapente, que tiene cierta angulación
y, ésta invierte la dirección de la masa de aire hacia abajo, acelerando y cambiando su velocidad. Así,
aplicando la tercera ley de Newton y el principio de conservación del momento, se debe de haber
creado simultáneamente una fuerza igual y opuesta: la fuerza ascensional.

Física Médica y del Deporte


27
Tema 13. Cinética: las fuerzas
El más reciente de todos sería el principio de Bernoulli que establece que: “Cuando
la velocidad de un fluido es alta, la presión resulta menor, y cuando la velocidad es
baja, la presión mayor. La diferencia de presiones existente hace que se origine una
fuerza perpendicular al flujo relativo, hacia arriba”. Esto, llevado al ejemplo del
parapente implicaría que el aire de la superficie se desplaza más rápido, originando
una presión más baja que en la región inferior del parapente, donde el aire se
desplaza con una celeridad relativamente más lenta. Así, la diferencia de presiones
resultante empuja el alerón hacia arriba generando la fuerza ascensional.

El principio de Bernoulli se basa en la idea de que la energía de un fluido es


inmutable; siendo su energía total, proporcional a su energía cinética, su energía
potencial y su presión. De este modo, si la energía cinética aumenta (normalmente
por incrementos en la velocidad), entonces su presión debe de disminuir (a menos
que se reduzca la energía potencial, por ejemplo, por el fluido que recorre una
pendiente). De hecho, otra teoría bastante aceptada es que estos cambios en las
presiones se originan por la generación de vórtices (remolinos) que hacen rotar el
aire en la parte delantera y trasera de un cuerpo (Figura 16) (Blaszevich, 2011;
Gutiérrez-Dávila, 2015).

Aire más rápido


Presión más baja

Fuerza ascensional

Aire más lento


Presión más alta
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Física Médica y del Deporte


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Tema 13. Cinética: las fuerzas
Figura 16. Representación gráfica de las fuerzas de ascensión y flotación con el principio de
Bernoulli en un lanzamiento de frisbee. En esencia, cuando se lanza el frisbee la velocidad
del cuerpo atravesando el fluido (flujo del aire) es mayor, lo que originará una presión más
baja en la parte superior del frisbee y, consecuentemente, una presión más baja en la parte
inferior. Estos cambios en las presiones pueden originarse por la generación de vórtices
que hacen rotar el aire en la parte delantera y trasera del frisbee. La diferencia de
presiones existente hace que se origine una fuerza perpendicular al flujo relativo del aire
hacia arriba. Por otra parte, conforme el frisbee vaya perdiendo energía cinética (velocidad)
a causa de las fuerzas de resistencia del aire, éste irá perdiendo altura (fuerza ascensional y
de sustentación) y, progresivamente, se aproximará al suelo a causa de la atracción de la
fuerza de la gravedad (Baumback 2010; Motoyama, 2002).

En resumen, la fuerza ascensional y de sustentación se encuentran presentes en


multitud de deportes. El principio de Arquímedes ha sido realmente útil para
explicar el fenómeno de la flotación en los deportes acuáticos, así como para
desarrollar y perfeccionar paracaídas, globos aerostáticos o parapentes. En base a
las leyes de Newton y el principio de Bernoulli; en esencia, la fuerza ascensional se
genera cuando el aire o cualquier otro fluido gira, haciendo cambiar la velocidad del
aire y, finalmente, produciendo cambios en las presiones de las superficies de un
cuerpo que contacta con un fluido. El entendimiento de estas fuerzas es importante
para la producción de equipamientos más aerodinámicos (p. ej. diseño de
parapentes, alerones, etc.) y para el uso de estrategias específicas de lanzamiento
de proyectiles como la rotación sobre el eje en el lanzamiento de un balón de rugby,
el disco y la jabalina en el atletismo, fútbol americano o el frisbee (Blaszevich, 2011;
Gutiérrez-Dávila, 2015).

Por último, el efecto magnus es otra de las fuerzas que actúa resultante de la
interacción de un cuerpo con la dinámica de fluidos, específicamente, en el medio
aéreo. No obstante, los lectores interesados en el conocimiento del efecto magnus,
son dirigidos hacia manuales específicos de biomecánica deportiva (Blaszevich,
2011; Gutiérrez-Dávila, 2015).
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13.3 Las leyes de Newton

Las leyes de Newton dan soporte al análisis mecánico del movimiento de los
cuerpos, explicando las fuerzas, o agentes de cambio, que actúan sobre ellos. En

Física Médica y del Deporte


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Tema 13. Cinética: las fuerzas
biomecánica, las leyes de Newton explican los efectos de las fuerzas sobre los
cuerpos, tanto en la estática, como en la dinámica; esto quiere decir que las leyes
de Newton serán cruciales para explicar el movimiento humano y, por supuesto, el
rendimiento deportivo (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015). Sir Isaac Newton
fue capaz de explicar la deformación de los cuerpos, toda causa en el cambio en
movimiento y estado de reposo de un cuerpo en sólo tres leyes, de formulación
clara y sencilla. Éstas son recogidas en el libro “Philosophiae Naturalis Principia
Mathematica”, publicado en 1687 (Figura 17).

Figura 17. Imagen del libro “Philosophiae Naturalis Principia


Mathematica” donde Sir Isaac Newton redactó y formuló sus tres
leyes fundamentales de la mecánica Newtoniana.

La primera ley de Newton


La primera ley de Newton establece que: “en ausencia de fuerzas exteriores, todo
cuerpo tiende a permanecer en estado de reposo o en movimiento rectilíneo
uniforme (a una velocidad constante), a menos que una o varias fuerzas actúen
sobre él”, por esto, también es llamada la Ley de la Inercia. La inercia es la
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propiedad de los cuerpos de resistirse al cambio del movimiento; es decir, es la


resistencia al efecto de una fuerza que se ejerce sobre ellos. Esta ley señala dos
aspectos básicos para entender las causas del movimiento: por una parte, la
importancia de la inercia de los cuerpos y, por otra parte, la importancia de las

Física Médica y del Deporte


30
Tema 13. Cinética: las fuerzas
fuerzas como causa de cualquier cambio de velocidad (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-
Dávila, 2015).

Todo cuerpo con una masa posee inercia y la inercia es proporcional a la masa. En el
movimiento lineal, un cuerpo con más masa tendrá una mayor inercia (resistencia
al cambio de velocidad), tanto si es para pararlo, como para acelerarlo. Es decir, en
cualquier caso, tendremos que ejercer más fuerza sobre él. Así, la ecuación en el
movimiento lineal de la primera ley de Newton se representa (Ecuación 6):

𝑰 ∝𝒎

Donde I es inercia, ∝ es un símbolo que significa “proporcional”, y m es la masa del


cuerpo (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015). Por ejemplo: imaginemos dos
jugadores de rugby con diferentes masas corporales, 120 y 80 kg respectivamente;
asumiendo que ambos jugadores se mueven en línea recta a una misma velocidad,
habrá que ejercer mucha más fuerza para parar al jugador con mayor masa
corporal, consecuencia de tener una mayor inercia.

En el movimiento angular, la inercia no sólo depende de la masa sino también del


radio de distribución de la masa respecto al eje de giro, donde la inercia angular es
la resistencia que un cuerpo opone a ser rotado sobre su eje. Así, la ecuación en el
movimiento angular de la primera ley de Newton se representa (Ecuación 7):

𝑰 = 𝒎𝒓𝟐

Donde I es inercia, m es la masa y r es el radio del cuerpo (Blaszevich, 2011;


Gutiérrez-Dávila, 2015). El conocimiento de la inercia angular tiene importantes
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aplicaciones en muchos deportes. Por ejemplo, en los deportes gimnásticos,


artísticos, la danza o el recién incorporado “break dance”, los deportistas aumentan
o disminuyen su inercia variando su radio, dado que su masa no se modifica. Para
ello, emplean estrategias como abrir los brazos y las piernas (aumento del radio)

Física Médica y del Deporte


31
Tema 13. Cinética: las fuerzas
mientras que giran en el eje longitudinal, encogerse mientras que giran en el eje
mediolateral (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015) (Figura 18).
A) B) C)

I = mr2 I = mr2 I = mr2


Figura 18. Representación gráfica de la inercia angular de un gimnasta en el plano transversal y el
eje mediolateral. En la imagen A) existe una menor inercia en comparación al resto de imágenes
(B y C). Dado que la m se mantiene constante en las tres imágenes, el r será la variable que el
gimnasta puede modificar activamente para aumentar o disminuir su inercia.

Además, la primera ley de Newton no sólo tiene aplicaciones en las estrategias que
los deportistas pueden adquirir para aumentar o disminuir la inercia en la
realización de gestos deportivos. Ésta también ha sido utilizada para la creación de
equipamiento e implementos como: bates de béisbol y cricket, palos de golf,
raquetas de tenis, etc. Por ejemplo, en el golf, en función del tipo de golpeo que la
jugadora quiera realizar, existen diferentes tipos de palos, en los que se ve
modificada no sólo la forma, sino también la masa de la cabeza del palo; algo que
también hará variar su inercia y permitirá que el golpeo tenga una mayor potencia
y/o precisión (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015).

La segunda ley de Newton


La segunda ley de Newton establece que: “la aceleración de un cuerpo es
directamente proporcional a la fuerza neta que actúa sobre él e inversamente
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proporcional a la masa del cuerpo, o bien, la fuerza que actúa sobre un cuerpo es
directamente proporcional al producto de su masa y aceleración”, por esto, también
es llamada la Ley de la aceleración o movimiento (Blaszevich, 2011). Esta ley nos
muestra que, si aplicamos el doble de fuerza sobre un cuerpo, siempre y cuando no

Física Médica y del Deporte


32
Tema 13. Cinética: las fuerzas
varíe su masa, la aceleración se duplicará. Sin embargo, si aplicamos una misma
fuerza sobre el doble de masa, se producirá la mitad de aceleración.

La fuerza y la aceleración, en esta ley, son magnitudes vectoriales que poseen un


sentido y dirección, algo crucial para entender correctamente la aplicación al
deporte. Así la ecuación de la segunda ley de Newton en el movimiento lineal es
(Ecuación 8):

⃗𝑭 = 𝒎𝒂

Donde ⃗𝑭 fuerza, m es masa y 𝒂


⃗ es aceleración (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila,
2015; Cleather, 2020). Es necesario resaltar la especificación de “fuerza neta”, pues
sobre un cuerpo, pueden actuar diferentes fuerzas a la vez (acción), donde lo
importante será visualizar una fuerza resultante, producto de todas las fuerzas que
actúan en la misma dirección y con el mismo sentido (Figura 19). En el ejemplo
mostrado en la figura 19, cualquiera de los equipos posee varias estrategias para
ganar la competición: a) pueden decidir aumentar su masa total y para pesar más y
que el otro equipo requiera de la realización de una mayor fuerza para revocar su
inercia y acelerarlos; b) pueden entrenar una tracción eficaz, donde todos los
miembros del equipo aúnen fuerzas y traccionen en la misma dirección y sentido,
sin perder eficacia por distintas angulaciones en la tracción; c) pueden intentar
hacer una combinación de ambas estrategias, donde el equipo que mayor ventaja
competitiva tendría sería aquel que posea un mayor sumatorio de las masas y,
además, sean capaces de realizar una aplicación de fuerza más efectiva. Existen
otros muchos ejemplos deportivos, tanto individuales como colectivos, análogos al
anteriormente citado: el “scrum” en rugby, cualquier disciplina de lanzamiento, la
halterofilia, etc. Por último, en todas estas disciplinas se deben de valorar otras
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fuerzas como las fuerzas de rozamiento con otras superficies, la gravedad y/o las
fuerzas de resistencia ante los fluidos del aire o el agua (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-
Dávila, 2015).

Física Médica y del Deporte


33
Tema 13. Cinética: las fuerzas
Figura 19. Representación gráfica de la segunda ley de Newton en la actividad del soga-tira. Cada
uno de los participantes de ambos extremos presenta un vector de fuerza, la suma de estos vectores
(la fuerza que aplique cada participante) dará como resultado una fuerza resultante con el mismo
sentido y dirección que la suma de todos los vectores por separado. Así, cuanto más eficaz sea esa
aplicación de fuerzas (mismo sentido y dirección) y más magnitud aporte cada uno de los
integrantes, mayor y más eficaz será el vector de la fuerza resultante.

En el movimiento angular, existiría una equivalente denominada momento de


rotación, o la tendencia que un cuerpo tiene a rotar (Ecuación 9):

⃗⃗⃗ = 𝒊𝒂
𝑴 ⃗

⃗⃗⃗ es momento de rotación, i es inercia y 𝒂


Donde 𝑴 ⃗ es aceleración angular. En el
movimiento angular es importante señalar que se sustituye m por i, y es que a pesar
de que un cuerpo pueda tener la misma masa, en función de cómo esta esté
distribuida puede generar mayor o menor inercia (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-
Dávila, 2015). Un ejemplo sería cuando se fuerza a un atleta a utilizar tobilleras
lastradas, como estrategia de entrenamiento, dado que éstas aumentan el
momento de rotación y suponen un esfuerzo extra sobre los flexores y extensores
de cadera. El motivo principal es que no sólo aumenta la masa de la extremidad
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inferior, al situar una cantidad de masa dada (normalmente 1 o 2 kg) en el extremo


de esta extremidad, el momento de rotación aumenta considerablemente.

Física Médica y del Deporte


34
Tema 13. Cinética: las fuerzas
Implícita en esta segunda ley de Newton, se hayan una serie de principios que nos
ayudan a entender las bases de la dinámica en el deporte: el principio de impulso-
momento, principio de transferencia y conservación del movimiento (Blaszevich,
2011; Gutiérrez-Dávila, 2015; Cleather, 2020).

El principio de impulso-momento, establece una relación causal y


matemáticamente irrefutable entre el impulso mecánico (I) y el cambio en la
cantidad de momento (P, momento cinético o cantidad de movimiento). Así, la
ecuación que definiría esta relación de impulso-momento es (Ecuación 10):

⃗𝑭𝒕 = 𝒎𝒗

Donde el impulso mecánico está formado por la aplicación de la magnitud vectorial


⃗ ) y el tiempo (t) y, por otra parte, el momento es el producto de la masa
de fuerza (𝑭
⃗ ). Este principio establece que el impulso mecánico es la
(m) por la velocidad (𝒗
magnitud vectorial que describe la cantidad de movimiento transferida a un cuerpo
(Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015; Cleather, 2020). En el deporte es
frecuente querer cambiar el momento de un cuerpo (p. ej. un proyectil, un rival, un
balón, etc.), para ello, se aplica una fuerza sobre ese cuerpo, durante un tiempo
dado, es decir, se aplica un impulso. En el deporte, prácticamente no ocurre nunca
la situación en la que se aplique una fuerza constante durante un lanzamiento,
propulsión, batida o golpeo. De hecho, lo frecuente es que el nivel de fuerza
aplicada varíe a lo largo del tiempo (consecuencia del propio momento en la
articulación y/o momento de fuerza; véase vídeo 2: evaluación de la fuerza
muscular). Por lo tanto, el impulso se obtiene de la gráfica de fuerza y tiempo,
donde el impulso total será aquel que integre el área en la curva de fuerza-tiempo
(Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015; Cleather, 2020).
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Física Médica y del Deporte


35
Tema 13. Cinética: las fuerzas
RFD

Impulso

RFD

Impulso

Figura 20. Representación gráfica de el área en la curva de fuerza-tiempo para una acción de
empuje bilateral con las extremidades inferiores sobre unas plataformas de registro de fuerzas
(imagen extraída y modificada de: Maffiuletti, Aagaard, Blazevich, Folland, Tillin y Duchateau,
2016). En la imagen se muestra el impulso como el área total que se haya bajo la curva de fuerza
tiempo y que explicaría los prerrequisitos del cambio en el momento. De este modo, el momento
equivaldría a integrar esa fuerza ejercida durante el tiempo de aplicación total. Por otra parte,
tenemos otro concepto reflejado en la imagen: RFD por sus siglas en inglés “rate of force
development” que, se traduce como la tasa de desarrollo de fuerza en la unidad de tiempo. Una
diferencia entre el impulso y el RFD, es que en el RFD necesariamente se delimita el tiempo hasta
el que integras la aplicación de fuerza. Por ejemplo: RFD 0-50 implica que solamente se tendrá en
cuenta la fuerza aplicada en esa franja de tiempo. Esto, permite la comparación entre deportistas
de cómo aplican y/o manifiestan la fuerza, así como evaluar el cambio en el rendimiento
neuromuscular tras periodos de entrenamiento (véase vídeo 2: evaluación de la fuerza
muscular). Sin embargo, cuando esto lo traspasamos al rendimiento deportivo, la variable que va
a dar una información más precisa sobre el cambio en el momento y, por tanto, rendimiento en
tareas deportivas como el salto o los desplazamientos es el impulso (Cleather, 2020).

El impulso mecánico debería de ser la principal variable para medir la cantidad de


movimiento que va a suceder, por ejemplo: saltos, levantamiento, lanzamientos,
desplazamientos, etc. El impulso mecánico aporta información suficiente sobre los
prerrequisitos del movimiento y, es, además, matemáticamente irrefutable. Cuanto
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mayor sea el impulso aplicado sobre ese cuerpo mayor será el cambio en el
movimiento que, dado que la masa del cuerpo no suele cambiar, el cambio de
movimiento se producirá por un aumento de velocidad (Cleather, 2020; Turner et
al., 2020). No obstante, para cambiar el movimiento de un cuerpo se pueden usar
diferentes estrategias de impulso: 1) aplicar una gran magnitud de fuerza en un

Física Médica y del Deporte


36
Tema 13. Cinética: las fuerzas
periodo de tiempo muy breve o 2) aplicar una magnitud de fuerza dada en un
periodo de tiempo más extenso (Cleather, 2020; Turner et al., 2020) (Figura 20).

En biomecánica deportiva esto tiene importantes aplicaciones para entender las


estrategias de aplicación de fuerza y el tipo de entrenamiento que tienen que seguir
los deportistas. En la gran mayoría de eventos deportivos influye enormemente la
rapidez o celeridad con la que se hace una tarea; así, un gran número de tareas
deportivas tienen una duración predefinida e inherente a la propia tarea. Por
ejemplo: el tiempo de contacto de un velocista, la batida de un salto de longitud o
el lanzamiento de jabalina se sitúa un periodo de tiempo realmente escaso (0.1 –
0.15 m·s-1) (Cleather, 2020; Turner et al., 2020; Zatsiorsky, Kraemer y Fry, 2020).
Velocistas, lanzadores y saltadores deberán de entrenar una aplicación de fuerza
efectiva en el escaso periodo de tiempo del que disponen, donde aquellos que sean
capaces de aplicar una mayor magnitud de fuerza en ese periodo de tiempo,
siempre y cuando esa una aplicación de fuerza sea efectiva (dirección y sentido
adecuados), tendrán una ventaja competitiva. Es común escuchar en la jerga
deportiva, términos como “fuerza explosiva” o “explosividad”, estos términos se
refieren a la estrategia en que los deportistas aplican el impulso.

El principio de transferencia del movimiento establece que: la cantidad de


movimiento puede transferirse, parcial o totalmente entre cuerpos o entre
segmentos de un mismo cuerpo. Este principio podríamos observarlo en las cadenas
cinéticas corporales, por ejemplo: cuando un tenista va a realizar un servicio, el
movimiento nace en las extremidades inferiores que transmiten la fuerza generada
a la extremidad superior, a través del tronco, para finalmente golpear la pelota de
tenis con la raqueta. Esta concatenación de fuerzas da como resultado una
resultante de fuerzas superior para golpear la pelota de tenis y, en consecuencia,
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una mayor transferencia del movimiento (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015).


En el movimiento lineal y en la misma dirección el impulso se puede utilizar para
provocar cambios en el movimiento de un cuerpo que, asumiendo que la masa de
dicho cuerpo no varía, se producirían cambios en la velocidad. Un ejemplo serían las
zancadas de un velocista, pues cada una de ellas impulsan, aceleran y hacen avanzar

Física Médica y del Deporte


37
Tema 13. Cinética: las fuerzas
y proyectan el cuerpo del velocista en la carrera, es decir, le transfieren un mayor
movimiento. Este mismo principio puede ser reversible y es cuando se establecen
las llamadas colisiones. Pues si intentamos frenar o cambiar la dirección de un
cuerpo (en el movimiento lineal) con un gran movimiento, ya sea porque posee una
gran masa (inercia), va a una gran velocidad o una combinación de ambos, habría
que aplicar un impulso proporcional a la cantidad de movimiento que presenta. Así,
tras la colisión se transferirá la resta de las cantidades de movimiento que tenían los
cuerpos previamente y será en el sentido del movimiento del cuerpo que tenía
mayor movimiento (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015). Algunos ejemplos
claros serían las colisiones experimentadas entre dos jugadores de rugby en el
llamado “tackle”, los bloqueos en el fútbol americano o el baloncesto, y los empujes
en los deportes de lucha como el sumo.

El principio de conservación del movimiento establece que: “el impulso mecánico


se convierte en cantidad de movimiento y la cantidad de movimiento perdura a lo
largo del tiempo (inmutable), a no ser que aparezcan otras fuerzas que lo eviten”. En
el movimiento lineal, como ejemplo a este principio, cuando aplicamos un impulso
con el pie sobre un balón (un chut), transmitimos movimiento a este balón que,
debería de mantener un movimiento rectilíneo uniforme, en la dirección en la que
hemos aplicado ese impulso, eternamente. Sin embargo, esto obviamente no
sucede así. La principal explicación es que se producen pérdidas en el movimiento
del balón que vienen dadas por otras fuerzas como: la fuerza de la gravedad, las
fuerzas de resistencia en el choque con otros fluidos como el aire, las fuerzas de
rozamiento y fricción con la superficie (césped), o una transformación de esta
energía en calor (Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015). De hecho, a nivel
deportivo, no se puede hacer nada más que seguir aplicando impulsos para
mantener la conservación del momento, de lo contrario, tarde o temprano este
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cuerpo se detendrá. Algunos ejemplos claro serían los impulsos de un “skater” con
las piernas para no perder movimiento sobre el “skateboard”, las brazadas de un
nadador o las remadas de un remero.

Física Médica y del Deporte


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Tema 13. Cinética: las fuerzas
En el movimiento angular, al menos en materia deportiva, los deportistas en
multitud de disciplinas pueden optar por estrategias especiales para modificar su
radio de giro y, aumentar o disminuir el momento de inercia (Blaszevich, 2011;
Gutiérrez-Dávila, 2015). Por ejemplo: los gimnastas pueden optar en una voltereta
por agruparse más, disminuyendo el radio de giro, y aumentando
considerablemente la velocidad angular. Sin embargo, si deciden abrirse más,
aumentará el momento de inercia y disminuirá la velocidad angular (Figura 18).
Además, se puede transferir y conservar el momento entre las extremidades
inferiores y superiores de manera que se muevan unos u otros en vez del giro de
todo el cuerpo a la vez, un ejemplo claro sería el estilo mariposa en la natación, los
“kipping pull-ups” de los gimnastas, o el movimiento compensatorio que hacen los
saltadores de longitud con las extremidades en la fase aérea.

La tercera ley de Newton


La tercera ley de Newton establece que: “por cada fuerza que actúa sobre un
cuerpo, éste realiza una fuerza de igual módulo y dirección, pero de sentido opuesto
sobre el cuerpo que la produce”, se conoce como la ley de acción-reacción. Esta ley
nos muestra un principio muy básico: no puede existir una fuerza sin una
contrafuerza; es decir, si el cuerpo sobre el que se pretende aplicar una fuerza no
ofrece resistencia, será imposible ejercer la fuerza deseada (Blaszevich, 2011;
Gutiérrez-Dávila, 2015; Cleather, 2020).
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Tema 13. Cinética: las fuerzas
Figura 21. Representación gráfica de un velocista ejerciendo fuerzas sobre la superficie de la
tierra para garantizar el desplazamiento, en este caso horizontal. El vector rojo señalaría las
fuerzas que se están realizando contra el suelo, es decir, el impulso o la acción del velocista. Estas
fuerzas serán devueltas en igual magnitud, pero en sentido contrario (vector verde). La
aplicación de fuerzas será efectiva, cuando el vector de reacción tenga un equilibrio entre la
aplicación de fuerzas horizontales (vector lila) y fuerzas verticales (vector azul).

En la biomecánica deportiva, la tercera ley de Newton es clave para entender el


movimiento humano, las destrezas deportivas, e incluso las propias evaluaciones de
fuerza. En disciplinas como en el atletismo, los atletas han de aplicar su fuerza
contra la superficie del planeta Tierra, ya sea para impulsarse en la batida de un
salto o mediante el contacto de las zancadas de desplazamiento (Figura 21). Por
eso, una evaluación muy común es medir las fuerzas de reacción al suelo, en inglés
“ground reaction forces”, mediante una plataforma de fuerzas (Blaszevich, 2011;
Gutiérrez-Dávila, 2015; Cleather, 2020). De esta manera, se consigue averiguar el
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potencial neuromuscular que tiene el atleta de ejercer una acción contra el suelo
(impulso) y la posterior reacción (véase vídeo 2: evaluación de la fuerza muscular).

La tercera ley de Newton está enmarcada en el principio de transferencia y


conservación del movimiento. Así, cuando las deportistas ejercen una fuerza contra

Física Médica y del Deporte


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Tema 13. Cinética: las fuerzas
la superficie, si esta es rígida, permite una buena transmisión de fuerzas; por el
contrario, si esta se deforma, parte de la fuerza de acción se pierde en la
deformación y la fuerza de reacción es menor. Un claro ejemplo sería el voleibol en
pista polideportiva, en comparación con el voleibol playa. En la playa, el terreno
arenoso se deforma fácilmente ante las fuerzas de acción de los deportistas que, da
como resultado unas menores fuerzas de reacción. Esto puede traducirse en
disminuciones en la altura del salto, pérdida de velocidad en las carreras, cambios
de dirección y aceleraciones relativamente más lentas. Por otra parte, en los
movimientos que se desarrollan en el medio aéreo y acuático, al no haber un apoyo
firme, a todo movimiento de uno o varios segmentos de un cuerpo en un sentido le
corresponde el movimiento en sentido contrario de otro u otros segmentos
(Blaszevich, 2011; Gutiérrez-Dávila, 2015). Pensemos en el momento del golpeo de
un libre directo en fútbol, siguiendo estrictamente las leyes de Newton, la fuerza de
acción que hagamos sobre el balón en el momento del contacto con el pie (chut),
será devuelta en igual magnitud, pero en sentido contrario. De esta forma, la
futbolista deberá de realizar un movimiento compensatorio con las extremidades
contralaterales, con el fin de estabilizarse en la acción dada la transferencia y
conservación del momento. Esto mismo puede verse reflejado en lanzamientos
como en el balonmano, waterpolo, el golpeo de tenis, béisbol, entre otros.

13.4 Conclusiones

En este tema nos hemos centrado en la cinética, parte de la biomecánica que


explica las causas del cambio en el movimiento de los cuerpos. Más concretamente,
se han tratado situaciones de aplicación práctica de cómo las fuerzas internas o
musculares y, las fuerzas externas como la fuerza de gravedad, las fuerzas de
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rozamiento, centrípeta, centrífuga, fuerzas de acción reacción, las fuerzas de


ascenso, sustentación y resistencia influyen en el rendimiento humano y deportivo
en diferentes modalidades y disciplinas deportivas. En la mayoría de las disciplinas,
el movimiento se verá influenciado por más de una fuerza actuando al mismo
tiempo, por lo tanto, se deberá de hacer un análisis biomecánico exhaustivo que

Física Médica y del Deporte


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Tema 13. Cinética: las fuerzas
permita entender las causas del movimiento desde un punto de vista holístico y
multifactorial.

Para concluir el tema, te recomendamos visualizar los siguientes vídeos:

13.5 Referencias bibliográficas

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Vídeo 1: Evaluación del momento de fuerza en el sistema músculo-esquelético


Duración:
Contenido: Momento de fuerza aplicado a las tareas deportivas
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Vídeo 2: Evaluación de la aplicación de fuerza


Duración: 5 min
Contenido: Evaluación cinética de la fuerza muscular mediante un test isométrico

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Tema 13. Cinética: las fuerzas

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