Está en la página 1de 2

Iglesia A/D Alfa Siloé Pastor Isaí Roca

Lección Nº 1:
EL VERBO DIVINO
Juan 1: 1-18

La Palabra divina
Juan 1: 1-2

Debemos entender Verbo como la Palabra…La gran idea de Juan es que Jesús es la Palabra creadora,
vivificadora e iluminadora de Dios, y la Razón de Dios que sostiene el mundo, que ha venido a la Tierra en
forma humana y corporal.
Aquí, al principio, Juan dice tres cosas acerca de la Palabra, es decir, acerca de Jesús.
-La Palabra ya estaba allí en el mismo principio de todas las cosas; es parte de la eternidad y estaba con
Dios antes que empezaran el tiempo y el universo.
Si la Palabra estaba con Dios antes que empezara el tiempo, esto quiere decir que Dios ha sido siempre
como Jesús.
Dios siempre ha sido, y es, y será como Jesús. Pero la humanidad no lo podía saber ni se podía dar cuenta
hasta que vino Jesús.
-Juan sigue diciendo que la Palabra estaba con Dios. Siempre ha habido la más íntima conexión entre
Jesús y Dios. Eso quiere decir que nadie nos puede decir cómo es Dios, cuál es la voluntad de Dios para
nosotros, cómo son el amor y el corazón y la Mente de Dios nada más que Jesús.
-Por último, Juan nos dice que la Palabra era Dios. El griego, la lengua en que escribió Juan, tiene una
manera de decir las cosas que es diferente del español. Cuando Juan dijo que la Palabra era
Dios, no estaba diciendo que Jesús es el mismo que Dios, sino que Jesús es lo mismo que Dios.
Así pues, al principio mismo de su evangelio Juan asegura que en Jesús, y sólo en Él, se ha revelado
perfectamente a la humanidad todo lo que Dios ha sido siempre y siempre será, y todo lo que siente sobre
los hombres y desea para ellos.

El Creador de todas las cosas, la Vida y la Luz


Juan 1: 3-5
En los tiempos de Juan se habían extendido mucho creencias erradas que amenazaban la sana doctrina…
Por eso Juan destaca la obra de Jesús en la creación. De hecho, la relación de Jesús con la creación es
algo que se repite en el Nuevo Testamento (Colosenses 1:16; 1 Corintios 8: 6; Hebreos 1: 2)
El Cristianismo siempre ha creído en lo que se llama la creación partiendo de la nada. Nuestra fe es que
detrás de todo está Dios, y sólo Él y Dios está íntimamente comprometido con el mundo; lo que no está
como es debido en el mundo se debe al pecado humano y cree que Cristo fue colaborador de Dios cuando
el mundo fue creado… En Jesús Dios está tratando de recuperar algo que fue siempre suyo.
Vida y luz son dos de las grandes palabras básicas sobre las que se construye el Evangelio de Juan;
empieza y termina con la vida (20:31).
En el evangelio la palabra vida (zóé) aparece más de treinta y cinco veces, y el verbo vivir o tener vida
(zén) más de quince. Así pues, ¿qué es lo que quiere decir Juan con vida?
Es la voluntad del Padre que envió a Jesús que todos los que le ven y creen en Él tengan vida (6:40).
Jesús da la vida a todos los que el Padre le ha dado (17:2).
Una y otra vez el Evangelio usa la frase vida eterna. La palabra que usa Juan para eterna es aiónios, es el
adjetivo que se usa a menudo para describir a Dios; por tanto, vida eterna es la vida de Dios. Lo que Jesús
nos ofrece de Dios es la misma vida de Dios.
Cuando vino Jesús ofreciendo a los hombres la vida eterna, estaba invitando a todo el mundo a entrar en la
misma vida de Dios.
Iglesia A/D Alfa Siloé Pastor Isaí Roca
Luz aparece en el Cuarto Evangelio nada menos que veintiuna veces. Juan afirma que Jesús es la luz de
los hombres. Cuando Jesús amanece en la vida de una persona, viene la luz. Uno de los miedos más
antiguos del mundo es el miedo a la oscuridad.
- La luz que trae Jesús es una luz reveladora, que muestra cómo son las cosas en su verdadero carácter y
en su valor real. Nunca vemos cómo son nuestras vidas hasta que las vemos a la luz de Jesús.
-La luz que trae Jesús es una luz que guía. El que no tiene esa luz anda en tinieblas y no sabe adónde va
(12:36). Cuando uno recibe esa luz y cree en ella, ya no anda en tinieblas (12:46). Sin Jesús somos como
los que van a tientas por una carretera desconocida en un apagón. Con Él, el camino es claro.
Para Juan La luz brilla en la oscuridad, que, por mucho que lo intente, no puede extinguirla. El hombre
pecador ama la oscuridad y odia la luz, porque la luz descubre demasiadas cosas.
Pero hay un poder en Jesús que es invencible. La oscuridad le puede odiar, pero nunca se librará de Él…
Jesús vino con su luz para que los hombres no tuvieran que vivir en la oscuridad (12:46).

El testigo
Juan 1: 6-8
Juan el Bautista era una voz profética; hacía cuatrocientos años que no se había escuchado la voz de la
profecía, y en Juan volvió a resonar. Juan tiene cuidado de especificar que el lugar de Juan el Bautista en
el plan de Dios era alto, pero subordinado al lugar de Cristo. Aquí especifica que Juan no era la luz, sino
solamente un testigo de la luz (1:8). En alguna parte de la Iglesia había un grupo de personas que querían
darle a Juan el Bautista una importancia excesiva. Es más importante fijarnos en que en este pasaje
encontramos otra de las grandes palabras clave del Evangelio: la palabra testigo. Juan nos presenta un
testigo tras otro del supremo puesto que corresponde a Jesucristo…
Juan dio testimonio de haber visto descender sobre Jesús al Espíritu Santo. Aquél en el que culminaba el
testimonio de los profetas fue el que dio testimonio de Jesús como aquél al que señalaban con su
testimonio todos los profetas…

Luz para todos y rechazo


Juan 1: 9-11
Aquí Juan usa una palabra muy significativa para describir a Jesús: dice que Jesús era la luz real (aléthés,
que quiere decir verdadero como opuesto a falso) … Sólo Jesús es la luz genuina, la luz real que guía a las
personas en su camino. Su venida disipó las sombras de la duda, las sombras de la desesperación y las
tinieblas de la muerte. Gracias a Jesús la amargura de la muerte puede haber pasado para todos los seres
humanos… Por eso Jesús es la luz que alumbra a todas las personas que vienen a este mundo… Sólo el
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo tiene un corazón suficientemente grande para albergar a todo el
mundo. La Palabra creadora y dinámica de Dios había hecho que el mundo llegara a existir al principio; y
desde entonces siempre había sido la Palabra, la Razón de Dios, que ha mantenido el universo como un
conjunto ordenado y al ser humano como una persona racional. Si la humanidad hubiera tenido sentido
para verle, siempre se le hubiera podido reconocer en el universo (Romanos 1:19-20). Pero, aunque la
acción de la Palabra estaba a la vista de todo el mundo, la humanidad no la reconoció nunca. Juan dice
que la Palabra vino a su propio hogar, pero los suyos no le dieron la bienvenida. Vino a Palestina, que era
la tierra de Dios en un sentido especial, y a los judíos, que eran el pueblo escogido de Dios (Zacarías 2:12;
Oseas 9: 3; Jeremías 2:7; 16:18; Éxodo 19:5; Salmo 135:4)… Era de esperar que aquella nación le
hubiera recibido con los brazos abiertos como a un rey que llegara a su nación... Pero le rechazaron. Le
recibieron con odio en vez de con adoración. Aquí tenemos la tragedia de un pueblo que había sido elegido
y preparado para una tarea, y que se negó a cumplirla. Es terriblemente patético lo que se dice aquí: “A lo
suyo vino, y los suyos no le recibieron”… Eso le sucedió a Jesús hace mucho... y le sigue sucediendo en el
corazón de muchos hombres hoy en día.

También podría gustarte