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Introducción

¿Cuál es la temperatura en la habitación donde estás ahora mismo? Dudo mucho que sea exactamente 37.0 ∘C Sin
embargo, la temperatura de tu cuerpo tiende a estar muy cerca de este valor. De hecho, si la temperatura interna de tu
cuerpo no se mantiene dentro de límites relativamente estrechos, de 35 ∘C, o 41 °C, los resultados pueden ser
peligrosos o incluso mortales. La tendencia a mantener un ambiente interno estable y relativamente constante se
llama homeostasis. El cuerpo mantiene la homeostasis para muchas variables además de la temperatura.

La conservación de la homeostasis en la pérdida del calor


Los sistemas biológicos, como tu cuerpo, constantemente son llevados lejos de sus puntos de equilibrio. Por ejemplo,
cuando te ejercitas, tus músculos aumentan la producción de calor e incrementa la temperatura de tu cuerpo. Del mismo
modo, cuando bebes un vaso de jugo de frutas, tu glucemia sube. La homeostasis depende de la capacidad de tu
cuerpo para detectar y oponerse a estos cambios.

Para mantener la homeostasis se suelen usar ciclos de retroalimentación negativa. Estos ciclos actúan en
oposición al estímulo, o señal, que los desencadena. Por ejemplo, si la temperatura de tu cuerpo es demasiado alta,
actuará un ciclo de retroalimentación negativa para volver a disminuirla hacia el valor de referencia,

¿Cómo funciona esto? Primero, ciertos sensores detectarán la alta temperatura —principalmente las células nerviosas
con terminaciones en tu piel y cerebro— e informarán a un centro de control regulador de temperatura en tu cerebro.
El centro de control procesará la información y activará efectores, como las glándulas sudoríparas, cuya función es
oponerse al estímulo y reducir la temperatura del cuerpo.

(a) Un ciclo de retroalimentación negativa tiene cuatro partes básicas: un estímulo, un sensor, un centro de control y un
efector. (b) La temperatura corporal está regulada por retroalimentación negativa. El estímulo es cuando la temperatura
corporal excede los 37 grados centígrados, los sensores son las células nerviosas con terminaciones en la piel y el
cerebro, el centro de control es el centro de regulación de la temperatura en el cerebro, y los efectores son las glándulas
sudoríparas en todo el cuerpo.

Por supuesto, la temperatura corporal no solo puede exceder su valor nominal, también puede caer por debajo de este
valor. En general, los circuitos homeostáticos suelen utilizar al menos dos ciclos de retroalimentación negativa:

Uno se activa cuando un parámetro, como la temperatura corporal, es superior al punto fijo, y está diseñado para volver
a disminuirlo.

• Uno se activa cuando el parámetro es inferior al punto fijo y está diseñado para volver a aumentarlo.

Para concretar más esta idea, revisaremos los circuitos de retroalimentación opuestos que controlan la temperatura
corporal.

Respuestas homeostáticas en la regulación de la


temperatura
Si tienes mucho calor o mucho frío, sensores en la periferia y el cerebro le dicen al centro de regulación de la
temperatura en tu cerebro —una región llamada hipotálamo— que tu temperatura se ha desviado de su punto fijo.

Por ejemplo, si has hecho mucho ejercicio, tu temperatura corporal puede elevarse sobre su valor de referencia y
tendrás que activar mecanismos para refrescarte. El flujo sanguíneo hacia tu piel aumenta para acelerar la pérdida de
calor con tu entorno y además puedes empezar a sudar de forma que la evaporación del sudor en la piel puede ayudar
a enfriarte. Jadear también puede aumentar la pérdida de calor.

Imagen que muestra la regulación de la temperatura en respuesta a las señales del sistema nervioso. Cuando la
temperatura corporal cae, los vasos sanguíneos se constriñen, las glándulas sudoríparas no producen sudor, y el tiritar
genera calor para calentar el cuerpo. Esto hace que se conserve el calor y que la temperatura del cuerpo vuelva a la
normalidad.

Cuando la temperatura corporal es demasiado alta, se dilatan los vasos sanguíneos, las glándulas sudoríparas secretan
líquido y se pierde calor del cuerpo. Conforme el calor se pierde al ambiente, la temperatura corporal regresa a la
normalidad.

Por otra parte, si estás sentado en una habitación fría y no vistes prendas cálidas, el centro de la temperatura en el
cerebro tendrá que activar respuestas que ayuden a calentarte. El flujo de sangre hacia tu piel disminuye y podrías
empezar a temblar para que tus músculos generen más calor. También puedes tener piel da gallina, que eriza el vello
de tu cuerpo y atrapa una capa de aire cerca de tu piel, además de aumentar la liberación de hormonas que actúan
para aumentar la producción de calor.

De forma notable, el valor de referencia no siempre es rígido, e incluso puede ser un blanco móvil. Por ejemplo, la
temperatura corporal varía durante un período de 24 horas; alcanza su máximo hacia el final de la tarde y su mínimo al
comenzar la mañana.22squared. La fiebre también representa un aumento temporal en el punto fijo de temperatura, de
forma que las respuestas generadoras de calor se activan a temperaturas superiores al punto fijo normal.33cubed
Regulación de la glucosa.
La homeostasis depende de ciclos de retroalimentación negativa; por lo tanto, todo lo que interfiera
con los mecanismos de retroalimentación puede alterar la homeostasis, ¡y generalmente lo hará!
En el caso del cuerpo humano, esto puede conducir a enfermedades.

La diabetes, por ejemplo, es una enfermedad causada por un circuito de retroalimentación


descompuesto en el que participa la hormona insulina. El ciclo de retroalimentación que se
descompuso hace que sea difícil o imposible que el cuerpo disminuya una glucemia alta hasta un
nivel saludable.
Para apreciar cómo ocurre la diabetes, veamos rápidamente los fundamentos de la regulación del
azúcar en la sangre. En una persona sana, dos hormonas controlan la glucemia: la insulina y el
glucagón.

La insulina disminuye la concentración de glucosa en la sangre. Después de comer, tu


concentración de glucosa en sangre aumenta, lo que provoca que las células β del páncreas
secreten insulina. La insulina actúa como una señal que activa a las células del cuerpo, como las
células adiposas y musculares, para que tomen la glucosa y la usen como combustible. La insulina
también provoca que el hígado convierta la glucosa en glucógeno, una molécula de
almacenamiento. Ambos procesos retiran azúcar de la sangre, con lo que disminuye la
concentración de azúcar sanguínea, se reduce la secreción de insulina y todo el sistema vuelve a
la homeostasis.

Si la concentración de glucosa en sangre aumenta por encima del rango normal, se libera insulina, y como consecuencia las
células del cuerpo extraen glucosa de la sangre. Si la concentración de glucosa sanguínea cae por debajo de este rango, se libera
glucagón, que estimula a las células del cuerpo a liberar glucosa en la sangre.

Crédito de la imagen: versión modificada de El páncreas endocrino: Figura 2 por OpenStax College, Anatomy & Physiology, CC BY 4.0
El glucagón hace lo contrario: aumenta la concentración de glucosa en la sangre. Si no has
comido durante un rato, tu concentración de glucosa en sangre cae, lo que provoca que otro
grupo de células pancreáticas, las células α, liberen glucagón. El glucagón actúa sobre el hígado,
provoca que el glucógeno se descomponga en glucosa y la liberación de esta hacia el torrente
sanguíneo, lo que vuelve a aumentar la concentración de azúcar en la sangre. Esto reduce la
secreción de glucagón y devuelve el sistema a la homeostasis.
La diabetes ocurre cuando el páncreas de una persona no produce suficiente insulina o las
células del cuerpo dejan de responder a la insulina, o ambas situaciones. En estas condiciones,
las células del cuerpo no toman fácilmente la glucosa, por lo que la concentración de azúcar en la
sangre permanece elevada por un largo periodo de tiempo después de una comida. Esto es por
dos razones:
• Las células adiposas y musculares no reciben suficiente glucosa, es decir, combustible. Esto
puede hacer que la gente se sienta cansada e incluso causar la pérdida de tejido muscular y
adiposo.
• Una glucemia alta produce síntomas como sed, aumento de la micción e incluso deshidratación.
Con el tiempo, puede conducir a complicaciones más serias.

Regulación del volumen y la osmolaridad del líquido extracelular | Fisiología humana, 4e | AccessMedicina | McGraw

Hill Medical (mhmedical.com)


Regulación de líquidos y sales
El medio interno es básicamente una solución de agua y electrólitos, en continuo movimiento, a través de los di
versos compartimientos líquidos del organismo, que se mantiene en equilibrio dinámico con el exterior. El mant
enimiento del equilibrio hídrico en los organismos superiores implica la constancia de su composición y su volu
men, el agua corporal representa aproximadamente el 60% del peso corporal en un adulto sano y se distribuye
entre los dos principales compartimientos líquidos del organismo. Alrededor de dos tercios del agua total se loc
alizan en el líquido intracelular (LIC) y el tercio restante está contenido en el compartimiento del líquido extracel
ular (LEC).

La presencia en las membranas celulares de sistemas de transporte diversos, que activamente acumulan o expel
en solutos específicos hacia el exterior, hace que la distribución de solutos, entre los compartimientos de LIC y L
EC, difiera de forma considerable.
A pesar de la desigual distribución de solutos entre el LIC y el LEC, ambos compartimientos presentan una presió
n osmótica equivalente, asegurada por el movimiento libre de agua que se produce a través de la mayoría de las
membranas celulares.

El mantenimiento de una osmolaridad constante entre compartimientos determina que, ante cualquier increme
nto en la osmolaridad del LEC, se produzca un concomitante desplazamiento de agua, desde LIC a LEC y hasta al
canzar de nuevo el equilibrio. En este sentido, los mamíferos se engloban dentro de los organismos osmorregul
adores, los cuales han desarrollado adaptaciones homeostáticas ante las desviaciones osmóticas producidas, res
pecto a un valor normal de osmolaridad de LEC de aproximadamente 300 mosmo/L. Estas adaptaciones se reali
zan, ya sea por medio de la ganancia o pérdida de agua; o por la ganancia o pérdida de osmoles.

Regulación del balance de agua corporal y de la osmolaridad


El objetivo de la regulación del agua corporal es mantener constante la cantidad total de agua del organismo y su
distribución relativa entre compartimientos. Tanto células individuales, como órganos en su conjunto, regulan su
volumen en respuesta a cambios en la osmolaridad, al modificar las pérdidas de solutos y agua. De modo similar,
el organismo completo regula el volumen de LEC e intravascular, dentro de niveles normales.

El balance de agua en el organismo se logra gracias al mantenimiento de un fino equilibrio entre la ingesta y la
excreción de agua. La conservación del equilibrio hídrico requiere que el aporte y la pérdida de agua del
organismo estén bien compensados, además de conseguir que los ingresos diarios se igualen a las pérdidas. Si los
ingresos superan a las pérdidas, el balance de agua es positivo y la osmolaridad de los líquidos corporales
disminuye. Por el contrario, cuando las entradas son menores que las pérdidas, el equilibrio es negativo y la
osmolaridad aumenta.

En resumen, los componentes regulados del balance hídrico están constituidos por la secreción de vasopresina u
hormona antidiurética (ADH) —que regula la cantidad de agua excretada en la orina— y el mecanismo de la sed.
Estos mecanismos actúan, en caso necesario, para compensar las perturbaciones resultantes de las pérdidas o
ganancias no reguladas de agua corporal y mantener así la homeostasis de los líquidos corporales. Estos
mecanismos homeostáticos presentan además, una amplia capacidad de adaptación a situaciones excepcionales,
como la falta extrema de agua o las pérdidas masivas de ésta.

Hormona antidiurética o arginina vasopresina


Regulación de la secreción de ADH
Los factores fisiológicos más importantes que regulan la secreción de ADH desde la neurohipófisis son la
osmolaridad plasmática (regulación osmótica) y la presión y el volumen vasculares (regulación hemodinámica).
Adicional a ello, existen otros factores que afectan a la secreción de esta hormona, que pueden estimular su
liberación, como la náusea, hipoglucemia o el estrés. Además existen factores inhibidores de su secreción, como
son la ingestión de alcohol o de fármacos opiáceos.
En resumen, los principales efectos ejercidos por una hipovolemia moderada sobre la secreción de ADH y la sed
son efectos indirectos a través de la modificación de la respuesta osmorreguladora.

Mecanismo de la sed
La ingesta de líquidos es un componente indispensable del sistema homeostático que mantiene la osmolaridad
de los líquidos corporales. Dado que las pérdidas del agua corporal total, por evaporación y orina, no pueden
ser reducidas por debajo de las que aseguran la termorregulación y la excreción urinaria de sustancias de
desecho, es esencial asegurar que la pérdida obligatoria de agua sea diariamente reemplazada.

La sed puede definirse como la sensación subjetiva del deseo de beber. El factor más importante que
desencadena la sensación de sed en el organismo es el aumento de la osmolaridad o la presión osmótica
efectiva de los líquidos corporales. Este estímulo activa a ciertos osmorreceptores hipotalámicos diferentes,
aunque estructuralmente muy relacionados con los receptores que regulan la secreción de ADH.

El mecanismo de la sed conduce a la ingestión de fluidos, a menos que exista un impedimento físico para beber.
Tras 30 a 45 minutos de su ingestión, el agua es absorbida en el tracto gastrointestinal se distribuye con rapidez
entre los compartimientos de LIC y LEC, para diluirlos y restaurar su osmolaridad al valor normal. La cantidad de
fluido ingerida es proporcional a la elevación inicial de la osmolaridad y muy cercana al volumen necesario para
restaurarla.

Hormona antidiurética (ADH)[editar]


Los riñones controlan la excreción de agua en forma relativamente independiente de los solutos (como Na+, K+,
H+, urea). Por lo tanto, puede considerarse que la orina tiene dos componentes: 1) los solutos y el agua
asociada y 2) una cantidad de agua pura adicional. La hormona antidiurética (ADH) controla la magnitud de este
último componente.13

Control por retroalimentación negativa de la secreción de la hormona antidiurética (ADH)

La acción primaria de la ADH consiste en regular la permeabilidad al agua del conducto colector. Esta hormona
es producida por el hipotálamo del cerebro y es almacenada y secretada por el lóbulo posterior de la hipófisis en
repuesta a los cambios en la osmolaridad de los fluidos corporales (osmorreceptores) y, secundariamente, en el
volumen y presión del sistema vascular (receptores de volumen).22 Las células diana de la ADH se encuentran
en el túbulo contorneado distal y especialmente en el conducto colector del nefrón. La permeabilidad al agua del
conducto colector es proporcional a los niveles circulantes de ADH.
El mecanismo por el cual la ADH aumenta la permeabilidad tubular al agua involucra unas proteínas,
las acuaporinas-canales agua- que se expresan a nivel de las membranas del conducto colector medular. La
Esta respuesta provoca un aumento en la reabsorción de agua y la excreción de un pequeño volumen de orina
concentrada, disminuyendo la osmolaridad de la sangre. En ausencia de ADH, las acuaporinas se retiran de la
membrana celular. En consecuencia, los conductos colectores son impermeables al agua, por lo que casi toda
el agua que sale del túbulo contorneado distal es eliminada por la orina, produciéndose entonces una gran
cantidad de orina diluida y un aumento en la osmolaridad de la sangre.

Modelo del transporte celular en la reabsorción de sodio en una célula P sensible a aldosterona.

La aldosterona tiene como células diana a las células epiteliales de los túbulos contorneados distales de los
nefrones, y su principal función es aumentar la reabsorción de sodio y la secreción de potasio e hidrogeniones.
Como el agua sigue al sodio fuera de los túbulos por ósmosis, la aldosterona aumenta el volumen y la presión
sanguínea pero no aumenta la concentración de sodio. En las células principales (células P) de la última porción
del túbulo contorneado distal y del conducto colector la reabsorción de sodio está ligada a la secreción de
potasio.
Regulación de las hormonas
Cortisol y adrenalina: las hormonas de la
ansiedad
La ansiedad y el estrés cada vez se apoderan de más personas en el mundo, sin importar la edad, el
factor social o económico, pues las causas pueden ser múltiples. Pero, ¿será posible controlar el estrés? ¿Se
puede eliminar la ansiedad?

¿Cómo actúan las hormonas de la ansiedad?


Una vez que el cuerpo se apodera de la tensión, el hipotálamo ubicado en el cerebro envía una señal a las
glándulas suprarrenales, las cuales se ubican justo encima de cada riñón, para que procedan a librar varias
hormonas al torrente sanguíneo, entre ellas la adrenalina y cortisol.
Luego de unos segundos, casi de manera inmediata, el cuerpo aviva la respuesta física cuando se contraen
los vasos sanguíneos de todo el cuerpo y direcciona la sangre mediante el corazón, pulmones y los
grupos musculares más grandes. Eso permitirá generar una alerta física en poco tiempo.
El estrés a diferencia de la ansiedad, permite igualmente la liberación de las hormonas pero sin que exista
una necesidad extrema de peligro que invite a huir o que no pueda enfrentar, por lo que se crea una
predisposición de amenaza.

Consecuencias negativas de vivir con estrés y ansiedad


Eliminar la ansiedad se convierte una prioridad para muchas personas en sus vidas, ya que sus
consecuencias negativas pueden ser totalmente destructivas y limitantes.
Como es de esperar, luego de que el organismo aumenta su fuerza y rendimiento normal, se presentan
algunos síntomas que pueden durar hasta una hora, tras iniciar el estado de estrés o ansiedad. Tales
como los que leerás a continuación:

• Mareo.
• Visión borrosa.
• Irritabilidad.
• Necesidad de compañía.
• Inquietud.
• Estado de ansiedad.
• Presión arterial alta.
• Fallos cardíacos.
• Insomnio.
• Estrés crónico.
• Nerviosismo alterado.

¿Cuáles son los niveles normales estrés y ansiedad?


El índice de cortisol y adrenalina en la sangre dependerá de la actividad diaria que realices, de la mano con los
niveles de serotonino, que es la hormona del placer y bienestar. Así que, en las mañanas, es posible que los
niveles de estrés sean bajos, mientras que las personas que realizan actividades nocturnas con mayor frecuencia,
será el caso inverso.
Sin embargo, esto pudiera ocasionar algunos síntomas negativos que alertan en ambos casos:
Cortisol alto 6. Aumento de la presión arterial.
7. Menstruación irregular.
1. Pérdida de masa muscular.
2. Aumento de peso. Cortisol bajo
3. Dificultad de aprendizaje.
4. Aumento de la sed y frecuencia urinaria. 1. Depresión.
5. Aumento de azúcar en la sangre. 2. Fatiga severa.
3. Poca concentración. 6. Irritabilidad.
4. Debilidad muscular. 7. Pérdida del apetito.
5. Cansancio. 8. Debilidad.

¿Hay beneficios de tener estrés y ansiedad?


Aunque puede ser contradictorio, la verdad es que muchas situaciones de preocupación pueden generar
efectos positivos en muchos aspectos, ya que permite aprender a ver el panorama con mente positiva y
activa la creatividad en la búsqueda de resultados.
Así que, cambiar la perspectiva puede aportar salud y bienestar a tu cuerpo ante la tensión de estrés o
ansiedad que estés afrontando, y tal punto de experimentar estos síntomas:
• Activa la energía para afrontar desafíos.
• Prepara al organismo para la acción.
• Oxigena el cerebro tras la respiración.
• Crea más oportunidades de socialización.
• Estimula la creatividad.
• Estabilidad emocional.
Además, debes recordar que cuando vives una situación de estrés o ansiedad, aparte de cortisol y
adrenalina también se libera oxitocina, una hormona que se define como la hormona del abrazo, debido
incorpora en el organismo la necesidad de buscar ayuda en otras personas.
Pero esto no es todo, la oxitocina también protege al corazón de los factores negativos del estrés,
gracias a que relaja los vasos sanguíneos y regenera las células del órgano vital que han dañadas. No
tengas miedo y saca provecho a estos momentos para convertirte en una persona más saludable y
capaz.

¿Cómo controlar o eliminar la ansiedad y el estrés?


Las malas noticias y las preocupaciones difícilmente puedan eliminarse, y más en estos tiempos, por lo
que las situaciones de intranquilidad, ansiedad, preocupación o estrés, siempre van a estar presentes,
así como las hormonas de cortisol y adrenalina. Sin embargo, es posible aprender a controlar las
emociones y mantener la calma, de una manera natural. ¿Cómo hacerlo? Lo verás a continuación:

Meditación
Desde miles de años, esta tradición es muy empleada con la finalidad de mejorar el estado de ánimo y
llevar una vida más tranquila. En algunos casos, también se realiza para aliviar dolores o mejorar el
rendimiento cognitivo.
El método para la meditación consiste en ubicarse en un lugar cómodo, acostado o sentado en el piso,
cerrar los ojos y realizar varias sesiones de respiración profunda, procurando alejar cualquier tipo de
pensamiento. En otros casos, la oración es una actividad muy beneficiosa para liberar
preocupaciones y sentir tranquilidad.

Aplicación de aceites aromáticos


Es una práctica que ha prevalecido desde hace mucho tiempo, donde a través del sentido del olfato, se
abre una brecha de relación. Se trata de aplicar la sustancia en la sien, cuello, pecho o manos.
También puede emplearse durante la ducha. Una vez colocado, se realizan respiraciones profundas hasta
alcanzar un estado de relajación.

Escritura
Aunque no lo parezca, escribir es un excelente método para eliminar la ansiedad y el estrés, ya que
permite conocer un poco más las emociones, tanto positivas como negativas, e identificar cómo
actuar cuando se presenten situaciones de caos. Para ello es importante anotar cuáles pueden ser las
posibles soluciones y qué acciones puedes tomar de inmediato.
La Ósmosis.
¿Alguna vez has olvidado regar una planta por algunos días y al volver, la has encontrado toda marchita? Si
es así, ya sabes que el balance hídrico es muy importante para las plantas. Cuando una planta se marchita,
es porque el agua se mueve hacia afuera de sus células, provocando que pierdan la presión interna —
llamada presión de turgencia— que normalmente soporta a la planta.
Formalmente, la ósmosis es el movimiento neto de agua a través de una membrana semipermeable desde
una zona de baja concentración de solutos hacia otra de mayor concentración. Esto puede sonar extraño al
principio, ya que casi siempre hablamos de la difusión de solutos disueltos en agua, no del movimiento mismo
del agua. Sin embargo, la ósmosis es importante en muchos procesos biológicos y suele ocurrir al mismo
tiempo en que se transportan o difunden los solutos. Aquí, veremos con más detalle cómo funciona la
ósmosis, así como su importancia en el balance hídrico de las células.

Cómo funciona
¿Por qué el agua se mueve de las zonas donde los solutos están menos concentrados a otras donde están
más concentrados?
En realidad, se trata de una pregunta complicada. Para responderla, volvamos atrás y recordemos por qué
ocurre la difusión. En la difusión, las moléculas se mueven desde una región de mayor concentración hacia
otra de menor concentración, no porque sean conscientes de su entorno, sino simplemente como
consecuencia de la probabilidad. Cuando una sustancia está en forma líquida o gaseosa, sus moléculas
estarán en constante movimiento aleatorio; rebotan o se deslizan unas alrededor de otras. Si hay muchas
moléculas de una sustancia en el compartimiento A y ninguna molécula de esa sustancia en el
compartimiento B, es muy poco probable (imposible, en realidad) que una molécula se mueva aleatoriamente
de B a A. Por el contrario, es muy probable que una molécula se mueva de A a B: puedes visualizar todas
esas moléculas que rebotan en el compartimiento A y a otras que brincan hacia el compartimiento B. Así, el
movimiento neto de moléculas será de A a B, lo cual ocurrirá hasta que se igualen las concentraciones.
En el caso de la ósmosis, otra vez puedes pensar en moléculas —esta vez, en moléculas de agua— en dos
compartimientos separados por una membrana. Si ninguno de los compartimientos contiene un soluto, las
moléculas de agua tendrán las mismas probabilidades de moverse en cualquier dirección entre los
compartimientos. Sin embargo, si añadimos un soluto a uno de los compartimientos, esto afectará la
probabilidad de que las moléculas de agua salgan de ese compartimiento y que se dirijan hacia el otro; en
concreto, disminuirá esa probabilidad.

Ilustración de la ósmosis. Un vaso de precipitado se divide a la mitad con una membrana semipermeable.
En la imagen de la izquierda —inicial—, el nivel de agua es igual en ambos lados, pero hay menos partículas
de soluto a la izquierda que a la derecha. En la imagen de la derecha —final—, ha habido un movimiento
neto de agua de la zona de menor concentración de soluto a otra de mayor concentración, por lo que el nivel
de agua de la izquierda ahora es más bajo que el de la derecha, y las concentraciones de soluto en ambos
compartimientos son más similares.
Este proceso se ilustra en el ejemplo anterior del vaso de precipitado, donde hay un flujo neto de agua desde
el compartimiento de la izquierda hacia el compartimiento de la derecha hasta que las concentraciones de
soluto están casi equilibradas. No serán perfectamente iguales en este caso, porque la presión hidrostática
ejercida por la columna de agua ascendente a la derecha se opone a la fuerza osmótica, lo que crea equilibrio
que se detiene cerca del punto en que las concentraciones son iguales.

Osmolaridad
El término osmolaridad describe la concentración total de los solutos en la solución. Una solución con
osmolaridad baja tiene pocas partículas de soluto por litro de solución, mientras que una solución con alta
osmolaridad tiene muchas partículas de soluto por litro de solución. Cuando soluciones de osmolaridades
diferentes son separadas por una membrana permeable al agua, pero no al soluto, el agua se moverá desde
el lado con menor osmolaridad hacia el lado con mayor osmolaridad.

Tonicidad
En el ambiente de la atención a la salud y las prácticas de laboratorio, suele ser útil pensar en cómo las
soluciones afectarán el paso del agua hacia dentro y fuera de las células. La capacidad de una solución
extracelular para hacer que el agua entre o salga de una célula por ósmosis se conoce como su tonicidad..
Se usan tres términos —hipertónica, hipotónica e isotónica— para describir si una solución provocará la
entrada o salida de agua de una célula:
Si una célula se coloca en una solución hipertónica, habrá un flujo neto de agua fuera de la célula, y esta
perderá volumen. Una solución será hipertónica para una célula si su concentración de solutos es mayor que
la del interior de la célula, y los solutos no pueden atravesar la membrana.
Si una célula se coloca en una solución hipotónica, habrá un flujo neto de agua hacia dentro de la célula,
y esta aumentará su volumen. Si la concentración de solutos fuera de la célula es menor que la del interior
de la célula, y los solutos no pueden atravesar la membrana, entonces esa solución es hipotónica con
respecto a la célula.
Si una célula se coloca en una solución isotónica, no habrá un flujo neto de agua hacia dentro o fuera de
la célula, y el volumen de la célula seguirá igual. Si la concentración de solutos dentro de la célula es igual
al que hay dentro de la célula, y los solutos no pueden atravesar la membrana, entonces esa solución es
isotónica con respecto a la célula.

La tonicidad en los sistemas vivos


Si una célula se coloca en una solución hipertónica, el agua saldrá de la célula y la célula se encogerá. En
un ambiente isotónico, no hay ningún movimiento neto del agua, por lo que no hay cambios en el tamaño de
la célula. Cuando una célula se coloca en un ambiente hipotónico, entrará agua a la célula y esta se hinchará.

Diagrama de glóbulos rojos en solución hipertónica (arrugados), solución isotónica (normal) y solución
hipotónica (hinchados y reventados).
Crédito de la imagen: Mariana Ruiz Villareal

En el caso de un glóbulo rojo, las condiciones isotónicas son ideales, y el cuerpo tiene
sistemas homeostáticos (que mantienen la estabilidad) para garantizar que estas condiciones se mantengan
constantes. Si se coloca en una solución hipotónica, el glóbulo rojo se inflará y puede explotar, mientras que
en una solución hipertónica, se secará —lo cual puede volver denso al citoplasma y concentrar su
contenido— y posiblemente muera.
https://psiqueviva.com/cortisol-y-
adrenalina/#:~:text=Cuando%20te%20sometes%20a%20una%20situaci%C3%B3n%20de%20estr%C3%A9s%2C,los%2
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