Está en la página 1de 10

APUNTES

LA GENÉTICA Y
EL AMBIENTE Y SUS
IMPLICANCIAS EN LOS
PROCESOS PSICOLÓGICOS

Sáez, M. (2021). La genética y el ambiente y sus implicancias


en los procesos psicológicos [Apunte]. UNAB.
Organizadores gráficos
PSIA106 - Procesos Psicológicos y Neurociencias

LA GENÉTICA Y EL AMBIENTE Y SUS IMPLICANCIAS EN LOS PROCESOS PSICOLÓGICOS

En la historia de la Psicología han existido múltiples explicaciones dicotómicas acerca de los procesos
psicológicos. La explicación binaria es el resultado de la construcción de explicaciones expresadas como
definiciones adversarias en polos extremos, divergentes, antagónicos y excluyentes. En otras palabras, las
dicotomías ofrecen dos respuestas distintas a una misma cuestión, que al ser expresadas como opuestos,
crean, consecuentemente, controversias en sus planteamientos polarizados.
Una de las dicotomías que abordaremos en esta oportunidad, trata de la explicación del comportamiento
y de los procesos psicológicos como heredados genéticamente o bien, si éstos son adquiridos mediante la
experiencia.
Durante siglos, muchos pensadores han discutido sobre si las capacidades de comportarnos tanto humanos
como otros animales, se deben a la genética o a lo que aprendemos. Este es el debate herencia – ambiente.
Durante largo tiempo se pensó que los procesos psicológicos específicamente humanos se generaban
genéticamente. Con este fundamento surge la denominada Genética de la conducta, la cual se configuró
como un campo de interés para muchos investigadores desde finales del siglo XIX. Fue Francis Galton quien
comenzó a plantearse, a partir de su estudio acerca de la Teoría de la Evolución de Charles Darwin, sobre
si la evolución y la herencia afectarían a la conducta humana. Con esta idea, sugirió métodos de estudio
posteriormente implementados en genética de la conducta humana, como estudios sobre familia, estudios
de gemelos y diseños de adopción y realizó los primeros estudios sistemáticos con familias que mostraron
cómo ciertos rasgos de comportamiento podrían ser transmitidos de generación en generación.
Con este fundamento, la genética de la conducta inició sus primeras publicaciones en artículos apareci-
dos en los años 60. Basándose en estudios de gemelos y de adopción, sus autores llamaron la atención
sobre la importancia que los factores genéticos podían tener en relación con el coeficiente de inteligencia
o coeficiente intelectual (CI), como por ejemplo L. Ehrlenmeyer-Kimling y L. F. Jarvik en 1963 y algunas
psicopatologías de tipo psiquiátricas como la esquizofrenia (Heston 1966).
En 1969, Jensen publicó un artículo en donde sugería que las diferencias en el CI medio entre negros y
blancos podían ser debidas, en parte, a diferencias genéticas, siendo centro de atención de las ciencias
sociales y del comportamiento, generando diversas reacciones, acusaciones y descalificaciones que ame-
nazó la propia continuidad de la genética de la conducta como disciplina. Posteriormente, las diferencias
raciales dejaron de ser objeto preferente de estudio y la investigación aportó nueva información sobre la
influencia de los factores genéticos en las diferencias individuales en cuanto a personalidad, capacidades
cognitivas y psicopatología.
Para determinar la contribución relativa de los genes y de la experiencia al desarrollo de diferencias en los
atributos psicológicos, los genetistas de la conducta se centraron en estudiar a individuos con un grado
de semejanza genética conocida. Por ejemplo, a menudo comparan gemelos univitelinos (gemelos mo-
nocigóticos, también llamados como gemelos idénticos, los cuales se han desarrollado a partir del mismo
Organizadores gráficos
PSIA106 - Procesos Psicológicos y Neurociencias

cigoto y, por lo tanto, son genéticamente idénticos) con gemelos bivitelinos (gemelos dicigóticos, también
llamados gemelos fraternales, que se han desarrollado a partir de dos cigotos y, por lo tanto, no tienen más
semejanzas entre ellos que cualquier par de hermanos. Los estudios sobre parejas de gemelos univitelinos
y sobre gemelos bivitelinos que han sido criados por separado durante su infancia al haber sido adoptados,
aportaron mucha información sobre la contribución relativa de la genética y de la experiencia al desarro-
llo de las diferencias psicológicas humanas. Uno de los más amplios fue el Estudio Minnesota de gemelos
criados por separado. En líneas generales, se comprobó que los gemelos univitelinos adultos eran bastante
más similares entre sí en todas las dimensiones psicológicas de lo que eran los gemelos bivitelinos adultos,
ya hubiesen sido criados o no los dos gemelos de la pareja en el mismo entorno familiar (Turkheimer, 2000).
El atributo psicológico más estudiado de los gemelos ha sido el nivel de inteligencia general, evaluado me-
diante la Escala de Inteligencia para Adultos de Wechsler.
Por otra parte, Psicólogos experimentales estadounidenses eran serios defensores del factor medioam-
biental y del aprendizaje. Un ejemplo de esto es el planteamiento de John Watson, padre del Conductismo
quien señaló:
“No tenemos ninguna prueba auténtica de la herencia de los rasgos [comportamentales]. Tendría
plena confianza en el pronóstico final favorable de un bebe sano, de buena constitución, educado
con esmero, aunque descienda de una larga estirpe de pillos, asesinos ladrones y prostitutas. ¿Quién
tiene alguna prueba de lo contrario?... Denme una docena de niños sanos, de buena constitución, y
mi propio mundo específico donde criarlos y les garantizo que puedo tomar a cualquiera de ellos, al
azar, y formarle para que llegue a ser un especialista en cualquier campo que yo elija: medico, abo-
gado, artista, empresario o sí, incluso mendigo o ladrón”. (Watson, 1930, pp. 103-104)
Con el incremento de la Psicología Experimental en Estados Unidos, surgen otras disciplinas como la etología
cuyo objeto de estudio es el comportamiento animal en el hábitat natural, disciplina que se convertiría en
el enfoque dominante del estudio de la conducta en Europa. La etología europea, se centró, principalmente
en el estudio de las conductas instintivas que son aquellas conductas que presentan todos los miembros
afines de una especie, incluso aunque parezca que no han tenido la posibilidad de aprenderlas y resaltó el
papel de lo innato, o de los factores hereditarios, en el desarrollo de la conducta. Puesto que no parece que
las conductas instintivas sean aprendidas, los primeros etólogos supusieron que eran por completo de ca-
rácter hereditario. Hoy en día podemos decir con propiedad que esta postura era equivocada, pero también
lo estaban las ideas de los psicólogos experimentales.
Como hemos revisado, el debate histórico de la herencia frente a medio ambiente presentó múltiples
inconvenientes, ya que pensar la biología de la conducta en términos de las dicotomías tradicionales ge-
neraba conclusiones incorrectas. Sin embargo, la historia de si había una influencia de la herencia o del
medio ambiente en el comportamiento humano generó amplio debate y cada vez se fue desacreditando,
pero se seguiría desarrollando de forma algo modificada. Primeramente, se comprobó que, además de la
genética y el aprendizaje, hay otros factores que influyen en el desarrollo de la conducta. Se demostró que
también influyen factores tales como el medio ambiente fetal, la alimentación, el estrés y la estimulación
Organizadores gráficos
PSIA106 - Procesos Psicológicos y Neurociencias

sensorial. Esto llevó a ampliar el concepto de medio ambiente de modo que incluyera una serie de factores
relacionados con la experiencia, además del aprendizaje. De hecho, hizo que la dicotomía “herencia o medio
ambiente” pasara de referirse a factores genéticos o aprendizaje a aludir a los factores como la experiencia,
incorporando al ambiente en un sentido mucho más amplio.
Posteriormente, se argumentó de modo convincente que la conducta siempre se desarrolla bajo el control
conjunto de la “herencia y del medio ambiente” y no bajo el control de uno o de otro factor. Frente a este
descubrimiento, muchos simplemente sustituyeron un tipo de ideología “herencia o medio ambiente” por
otra similar. Dejaron de preguntarse si un determinado fenómeno era genético o era resultado de la expe-
riencia y empezaron a plantearse en qué medida el fenómeno en estudio estaba influenciado por la genética
y en qué medida era resultado de la experiencia. Al igual que las primeras versiones de la pregunta heren-
cia o ambiente, la versión de cuánto es genético y cuánto es resultado de la experiencia se considera en la
actualidad como básicamente mal planteada. El problema es que se basa en la premisa de que los factores
genéticos y los relacionados con la experiencia o factores de tipo ambiental se combinan de forma aditiva.
Esto quiere decir, por ejemplo, que un proceso psicológico, como la inteligencia, se genera combinando o
mezclando tantas partes de genética y tantas de experiencia, en lugar de por la interacción de la genética
y la experiencia.
Aun cuando este planteamiento sobre procesos psicológicos, conductas y alteraciones psicopatológicas tuvo
considerable auge, hoy se plantea que no tiene sentido tratar de comprender la interacción entre estos dos
factores preguntándose cuánto contribuye cada uno. La pregunta en este caso está enfocada en conocer la
naturaleza de esta interacción. En esta pregunta radica la importancia de pensar de este modo interactivo
acerca del desarrollo neural y de los procesos psicológicos. Un ejemplo es la activación de las neuronas, las
cuales se activan mucho antes de haberse desarrollado por completo y que el curso posterior de su desa-
rrollo, como las conexiones que establecen o su sobrevivencia depende en gran parte de su actividad, la
cual se desencadena por las experiencias que el organismo tiene en su relación con su medio ambiente.

Para comprender esta forma de pensar, se presentará a continuación el modelo interactivo planteado por
Kimble (1989). Este modelo plantea la premisa de que toda conducta es resultado de la interacción entre
tres factores: (1) la dotación genética del organismo, que es producto de su evolución; (2) su experiencia
con su medio ambiente; y (3) su percepción de la situación actual (Ver figura 1).
Organizadores gráficos
PSIA106 - Procesos Psicológicos y Neurociencias

Figura 1: Modelo interactivo Kimble

Pinel, 2007
Organizadores gráficos
PSIA106 - Procesos Psicológicos y Neurociencias

Evolución de la conducta: interacción de factores genéticos y de la experiencia

En el estudio de la interacción entre factores genéticos y del ambiente, se han desarrollado investigaciones
clásicas que ejemplifican cómo se desarrollan estos factores en la ontogenia de la conducta, la cual se define
como el desarrollo del individuo a lo largo de su vida; en contraposición a la filogenia que corresponde al
desarrollo evolutivo de la especie. En el siguiente ejemplo se puede observar cómo este tipo de investigacio-
nes ha ejercido una influencia especialmente importante que se manifiesta en los puntos de vista actuales
respecto al desarrollo ontogenético del comportamiento.
Crianza selectiva de ratas “brillantes” y ratas “torpes” en laberinto: Como se planteó inicialmente, la
mayoría de los primeros psicólogos asumieron que, en gran medida, la conducta se desarrollaba gracias
al aprendizaje. En 1934 Tryon desacreditó esta idea demostrando que los rasgos conductuales pueden se-
leccionarse mediante crianza selectiva. Tryon centró sus experimentos acerca de la crianza selectiva en la
conducta en que se habían centrado los primeros psicólogos al estudiar el aprendizaje: cómo recorren un
laberinto las ratas de laboratorio. Empezó por entrenar a un gran grupo heterogéneo de ratas de laboratorio
en recorrer un laberinto complejo; las ratas recibían comida como refuerzo cuando alcanzaban la meta. Luego
apareaba a aquellos que entraban con menor frecuencia en los brazos equivocados del laberinto durante
el entrenamiento, ratas a las que llamó “brillantes” en el laberinto. Adicionalmente emparejó entre sí a las
hembras y los machos que entraban con más frecuencia en los brazos equivocados del laberinto durante el
entrenamiento, ratas a las que llamó “torpes” en el laberinto.
Cuando las crías, tanto de las ratas brillantes como las de las torpes en la tarea se hicieron adultas, se evaluó
su rendimiento en el aprendizaje del laberinto. Entonces se cruzó entre sí a las más brillantes y a las más
torpes. Al cabo de ocho generaciones, el rendimiento en el aprendizaje del laberinto de las dos líneas de
ratas apenas se solapaba. Salvo unas cuantas excepciones, las peores de la línea de ratas brillantes en el
laberinto cometieron menos errores que las mejores de la línea de ratas torpes.
Los estudios de crianza selectiva han demostrado que los genes influyen en el desarrollo de la conducta.
Esta conclusión no implica en modo alguno que la experiencia no lo haga. Cooper y Zubek (1958) hicieron
posible entender este punto en un estudio de ratas brillantes y torpes en el laberinto. Los investigadores
criaron los dos tipos de ratas en uno de dos ambientes: un ambiente con pocos estímulos o un ambiente
rico en estímulos. Se observó que la crianza en un ambiente enriquecido en las primeras etapas de vida
puede hacer que se superen los efectos negativos de unos genes desfavorables. En efecto, las ratas criadas
en ambientes enriquecidos desarrollan una corteza cerebral más gruesa que las criadas en ambientes empo-
brecidos, lo que indicaría que estas diferencias en el desarrollo cortical que son inducidas por la experiencia
están mediadas por cambios en la expresión genética.
Organizadores gráficos
PSIA106 - Procesos Psicológicos y Neurociencias

Sobre el concepto de Epigenética

El término epigenética fue acuñado por en 1939 por Waddington, quien la definió como el estudio de todos
los eventos que llevan al desenvolvimiento del programa genético del desarrollo o el complejo proceso que
media entre genotipo y fenotipo (Bedregal, Shand, Santos y Ventura-Juncá, 2010).
Como hemos revisado, antes del surgimiento de la epigenética, el debate se había centrado en un deter-
minismo genético y posteriormente en la relación entre genes y ambiente. Ambos tienen sus orígenes en
el concepto de epigénesis y de preformismo, entre los siglos XVII y XIX. Posteriormente, prevaleció la con-
cepción de que, tanto el desarrollo como el fenotipo estaban definidos casi exclusivamente por los genes.
En las últimas décadas, sus planteamientos se han retomado en una nueva perspectiva. Actualmente se
reconoce el papel fundamental que el ambiente extranuclear, extracelular y social ejerce en la modulación
de la actividad genética, considerando que los modelos simples aditivos que sugieren que el fenotipo es la
suma de los efectos de los genes y del ambiente, no dan respuesta a la realidad. De esta manera, se propone
que los sistemas genéticos son dinámicos o cibernéticos.
A modo de ejemplo, investigaciones han demostrado cómo el nivel socioeconómico modifica la heredabi-
lidad del CI de manera no lineal.
El concepto de epigenética y su investigación, han instalado un paradigma nuevo que supera la dicotomía
genética y ambiente a favor de modelos de desarrollo humano más holísticos, bioecológicos, que consideran
que, tanto los factores genéticos como ambientales se vinculan de manera probabilística y dinámica a lo
largo de la vida, por lo que se hace fundamental conocer cómo se da esta relación en diferentes contextos.
Esto da una mirada más comprensiva sobre las problemáticas asociadas a la salud y a las diferencias en las
trayectorias individuales del desarrollo de los seres humanos. Esta relación tendría un carácter dinámico y
no estático como se planteaba en la antigua dicotomía. (Bedregal, Shand, Santos y Ventura-Juncá, 2010).
Organizadores gráficos
PSIA106 - Procesos Psicológicos y Neurociencias

Referencias Bibliográficas

Bedregal, P., Shand, B., Santos, M. J. y Ventura-Juncá, P. (2010). Aportes de la epige-


nética en la comprensión del desarrollo del ser humano. Revista médica de
Chile, 138(3), 366-372.

DeFries, J. C., McClearn, G. E., Plomin, R. y Plomin, R. (1984). Genética de la conducta.


Alianza.

Erlenmeyer-Kimling, L., & Jarvik, L. F. (1963). Genetics and intelligence: A review.


Science, 142(3598), 1477-1479.

Heston, L. L. (1966). Psychiatric disorders in foster home reared children of schizophre-


nic mothers. British journal of Psychiatry, 112(489), 819-825.

Kimble, G. A. (1989). Psychology from the standpoint of a generalist. American Psy-


chologist, 44, 491-499.

Pinel, J. P., Platón, M. J. R., y García, M. N. (2007). Biopsicología. Pearson Educación.

Turkheimer, E. (2000). Three laws of behavior genetics and what they mean. Current
directions in psychological science, 9(5), 160-164.

Watson, J. (1930). Behaviorism. W.W. Norton.


Organizadores gráficos
PSIA106 - Procesos Psicológicos y Neurociencias

Guía de estudio

1. Lee atentamente las alternativas antes de contestar.


La Genética de la Conducta, se originó considerando cuál de las siguientes Teorías:
a. El Conductismo
b. La Teoría de la Inteligencia
c. La Teoría de la Evolución
d. Ninguna de las anteriores

2. Completa la oración.
Los Psicólogos experimentales en EE. UU., consideraron tanto ___________________ como
________________ como factores relevantes en el estudio de los procesos psicológicos y de
la conducta.

3. Lee atentamente las alternativas antes de contestar.


Considerando el estudio de la inteligencia, ¿Cuál era el método de estudio implementado por los
genetistas de la conducta?
I. Hermanos criados separadamente
II. Gemelos criados juntos
III. Gemelos criados separadamente

a) Sólo I
b) Sólo II
c) Sólo III
d) I y III
e) II y III

4. Caracteriza las antiguas formas de pensar sobre la biología de la conducta, destacando los prin-
cipales errores.

5. Entrega un ejemplo de cómo explica el comportamiento el modelo interactivo planteado por Kimble
(1989).
Organizadores gráficos
PSIA106 - Procesos Psicológicos y Neurociencias

6. Elabora un esquema en el cual se evidencie la relación entre Ontogenia y Filogenia considerando


el desarrollo humano.

7. ¿Qué conclusiones principales se pueden extraer de la crianza selectiva con ratas de ejecución
“brillante” y “torpe” en la tarea de laberinto desarrollado por Tryon (1934)?

8. La siguiente afirmación, ¿es verdadera o falsa?


La Psicología plantea que las conductas son adquiridas por medio de la experiencia de los indi-
viduos con el ambiente

9. La siguiente afirmación, ¿es verdadera o falsa?


El estudio de Cooper y Zubek (1958) demuestra la importancia del ambiente en el desarrollo
cognitivo.

9. Refiérete a los conceptos clave que definen la epigenética:

10. ¿Cómo propone la epigenética la relación entre herencia y ambiente?

11. Desde lo que hemos aprendido, ¿Podemos señalar que una patología como la depresión es
determinada genéticamente? Explica brevemente.

También podría gustarte