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RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS EN EL MANEJO

AMBIENTAL DE URABÁ

LUIS CARLOS ARIEL GONZÁLEZ TRIVIÑO

LUIS FERNANDO HERRERA FRANCO

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

FACULTAD DE DERECHO

ENERO DE 2020

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0

Internacional.
1

RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS EN EL MANEJO

AMBIENTAL DE URABÁ

TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR AL TÍTULO DE ABOGADO

Presentado por:

LUIS CARLOS ARIEL GONZÁLEZ TRIVIÑO

LUIS FERNANDO HERRERA FRANCO

Asesor Temático y Metodológico


HERNÁN ALFREDO NIETO URIBE

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

FACULTAD DE DERECHO - APARTADÓ

ENERO DE 2020
2

NOTA DE ACEPTACIÓN
3

DEDICATORIA

A Dios por la vida y la salud, que es la que me permite estar en este


momento.

A nuestras familias, el motor para ser mejores personas cada día

Luis Carlos Ariel y Luis Fernando


4

AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a Dios por Su presencia constante.

A nuestras familias por su apoyo incondicional.

A todos los profesores que desde la primaria, el bachillerato y ahora en la universidad han sido
parte de nuestra formación.

A cada uno/a de nuestros compañeros y compañeras a lo largo de este recorrido.

A cada una de las personas que han hecho parte este proceso.
5

TABLA DE CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 8

2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ........................................................................10

3. OBJETIVOS ..................................................................................................................14

3.1 Objetivo general: ..........................................................................................................14

3.2 Objetivos específicos: ...................................................................................................14

4. JUSTIFICACIÓN ...........................................................................................................15

5. MARCO REFERENCIAL ..............................................................................................18

5.1 Marco contextual ..........................................................................................................18

5.2 Marco conceptual .........................................................................................................20

5.3 Glosario ........................................................................................................................25

5.4 Marco normativo ..........................................................................................................32

5.4.1. Normatividad internacional: ......................................................................................32

5.4.2. Normatividad nacional: .............................................................................................34

5.5 Marco teórico ...............................................................................................................49

5.5.1 Responsabilidad penal de las personas jurídicas .........................................................49

5.5.2 Penalidad y delitos ecológicos....................................................................................68

5.5.3 Lo ambiental en la legislación internacional ...............................................................73

5.5.4 Desarrollos de la normatividad nacional ambiental.....................................................78

6. METODOLOGÍA...........................................................................................................88

6.1 Tipo de investigación. ...................................................................................................88

6.2 Técnica de investigación ...............................................................................................88

6.3 Instrumentos para la recolección de información. ..........................................................89


6

6.4 Población ......................................................................................................................94

6.5 Muestra.........................................................................................................................95

7. RESULTADOS ..............................................................................................................97

8. CONCLUSIONES ........................................................................................................ 127

9. RECOMENDACIONES ............................................................................................... 133

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1. Sistema Categorial 91

Tabla 2. Tabulación respuestas a encuestas 97

ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Ubicación geográfica de Urabá 19

Figura 2. Formato de encuesta 92

Figura 3. Ejerce la autoridad ambiental control judicial sobre las personas jurídicas 98

Figura 4. Imponen las instituciones ambientales las sanciones establecidas por la ley 99

Figura 5. Actúa la autoridad ambiental en beneficio de los ciudadanos y el bien común 100

Figura 6. Las instituciones de control ambiental promueven las acciones penales

señaladas por la ley 101

Figura 7. Prima el bien común frente al de las personas jurídicas 102

Figura 8. Existe sanción penal a los temas ambientales 103

Figura 9. Hay políticas penales claras sobre el tema ambiental 104

Figura 10. Se reconocen las autoridades penales como autoridades ambientales 105

Figura 11. Las personas jurídicas son conscientes del impacto ambiental que generan 106

Figura 12. Las personas jurídicas acatan las sanciones ambientales 107
7

Figura 13. Las personas jurídicas buscan evadir la sanción ambiental 108

Figura 14. Las autoridades ambientales promueven la responsabilidad penal de las

personas jurídicas 109

Figura 15. Las autoridades penales se articulan con las autoridades ambientales 110

Figura 16. Los fiscales tienen manejo de la problemática ambiental 111

Figura 17. Los jueces y los operadores judiciales son idóneos para realizar acciones

penales ambientales 112

Figura 18. Las autoridades ambientales son negligentes a la hora de controlar las

personas jurídicas 113

Figura 19. Las personas jurídicas buscan evadir su responsabilidad ambiental 114

Figura 20. Los jueces y fiscales no le dan importancia penal al tema ambiental 115

Figura 21. La impunidad ambiental es generalizada 116

Figura 22. Existe conciencia penal del delito ambiental 117

Figura 23. Se conocen los medios legales para proteger el ambiente 118

Figura 24. Las autoridades ambientales hacen cumplir la ley 119

Figura 25. Las autoridades penales sancionan los delitos ambientales de las personas

jurídicas 120

Figura 26. Las personas creen en las autoridades ambientales 121

Figura 27. Las personas creen en la justicia penal ambientales 122


8

1. INTRODUCCIÓN

El propósito específico de este trabajo de grado es indagar sobre la responsabilidad penal de

las personas jurídicas en el manejo ambiental, específicamente en Urabá, introduciendo

elementos que permitan dar cuenta de las condiciones de aplicación del derecho ambiental y su

campo normativo.

La responsabilidad y la toma de conciencia sobre el impacto ambiental generado por el ser

humano, no es algo que sólo le corresponda a unos pocos, ya que todas las acciones realizadas

por personas jurídica en virtud de su productividad y desarrollo -y en general cualquier actividad

humana- tienen un impacto1 sobre el medio ambiente, modificando el equilibrio de los

ecosistemas (Conesa, V. 1997).

En esta búsqueda consideramos necesaria la verificación de la aplicación que están teniendo

las normas ambientales por parte de las autoridades municipales y regionales, con miras a

esclarecer desde la mirada de los actores judiciales si se están cumpliendo los postulados de ley.

Es así que se abordan en el trabajo los distintos desarrollos normativos existentes, bajo el

contexto de la ley y de las obligaciones ciudadanas, en este caso, de las personas jurídicas y su

relación con la problemática ambiental, que de ser ignorada ha pasado a ser prioritario para las

comunidades y por lo tanto para el derecho.

1
“Las actividades ejercidas por el hombre, sea cual sea su naturaleza, ejercen un conjunto de alteraciones
medioambientales que denominamos impacto ambiental” (Fernández, V., 2009).
9

Se aplica una metodología descriptiva, con un muestreo por conveniencia y utilizando para

ello además de la exploración documental, la entrevista y la encuesta. Los resultados se

procesaron estadísticamente utilizando el programa SPSS y analizando sus resultados y

concluyendo desde allí la temática propuesta.

Se concluye con las más relevantes observaciones acerca de las responsabilidades penales de

las personas jurídicas en el manejo ambiental de Urabá y planteando algunas recomendaciones

para que las políticas ambientales se cumplan y sobre todo para que unos y otros, conjugados en

el respeto de la ley o bien haciéndola cumplir, seamos conscientes de que si disfrutamos de un

ambiente sano es para todos y no para un grupo en particular.


10

2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El propósito específico de este estudio es iniciar el proceso mediante el cual se pueda

impregnar de racionalidad ambiental otras ramas del derecho.

La contaminación ambiental y el uso no sustentable de los recursos naturales, es uno de los

mayores problemas que enfrenta la humanidad a nivel mundial, resultado de la inoperancia de las

políticas públicas, económicas y sociales frente al daño que ambientalmente se produce en el

planeta.

En este sentido se han creado diferentes mecanismos legales internacionales para el control

ambiental con el propósito de mitigar el daño ocasionado por la actividad humana y garantizar la

conservación de la vida en el planeta.

La Constitución Política Nacional en el artículo 79 establece el derecho a un ambiente sano,

poniendo en relevancia la facultad que se les otorga a los ciudadanos de exigir ante los

organismos jurisdiccionales su reconocimiento a través de acciones encaminadas a la prevención,

protección y restauración.

En este sentido, establecer la responsabilidad de las personas jurídicas en la aplicación de la

normatividad ambiental, apunta a la promoción de acciones que contribuyan a una reducción del

riesgo de daños ecológicos provocados por actividades “ilícitas” de entidades poderosas, como

pudieran ser las mismas empresas públicas, los grandes productores y las trasnacionales que al
11

ser personas jurídicas en la actualidad se encuentran fuera del ámbito de imputación penal

(Sampedro, C. 2000).

Esto se logra introduciendo elementos radicalmente nuevos en esquemas clásicos, buscando,

viabilizar el derecho ambiental2. El propósito, a largo plazo, es contribuir a un cambio de visión

en la que el derecho ambiental sea visto en otras áreas del derecho sin que esto signifique un

choque con los esquemas tradicionales.

En esta búsqueda consideramos necesario enmarcar el estudio en relación con el derecho

penal, ya que consideramos un reto la introducción de normas ambientales en un esquema en el

que imperan los postulados clásicos de esta rama.

Promover actividades de restauración, protección y conservación del ambiente, bajo la

perspectiva de un desarrollo sustentable no corresponde exclusivamente al sector público, sino

que es responsabilidad de la sociedad en su conjunto (Conesa, V. 1997).

En este mismo sentido, le corresponde a la autoridad ambiental, utilizar los mecanismos que le

ofrece la ley para garantizar un ambiente sano para todos y ser a la vez veedores de la puesta en

marcha de las acciones sociales pertinentes (Conesa, V. 1997).

2
Con esta idea se propone que el derecho ambiental no es un ente aparte del ordenamiento jurídico, sino que es
necesario verlo dentro de una perspectiva legal interdisciplinaria.
12

Todos tenemos la obligación de tomar conciencia del grave peligro representado por el

deterioro ambiental, el cual, solo se puede abordar de manera eficiente si su manejo se realiza en

forma conjunta.

PREGUNTAS PROBLEMATIZADORAS

Ante esta realidad socio jurídica, de amplia significación para la vida en general, es preciso

plantearse las siguientes preguntas problematizadoras:

 ¿Se puede asignar responsabilidad penal a las personas jurídicas por el inadecuado

aprovechamiento de los recursos naturales?

 ¿Es posible asignar la responsabilidad penal a las personas jurídicas en el manejo

ambiental?

 ¿Existen en Urabá las condiciones para garantizar el cumplimiento de la normatividad

ambiental?

 ¿Están los funcionarios de la rama judicial preparados para garantizar el cumplimiento de

la normatividad ambiental?

 ¿Cómo efectuar el control del cumplimiento de la responsabilidad penal a las personas

jurídicas en el manejo ambiental de Urabá?

 ¿De qué manera establecer la responsabilidad penal de las personas jurídicas en el manejo

ambiental de Urabá?
13

Es en este sentido que nos planteamos la siguiente pregunta: ¿De qué manera es posible

evaluar la responsabilidad penal que tienen las personas jurídicas en el manejo ambiental de

Urabá?
14

3. OBJETIVOS

3.1 Objetivo general:

Evaluar la responsabilidad penal que tienen las personas jurídicas en el manejo ambiental

de Urabá

3.2 Objetivos específicos:

1. Identificar las determinantes de responsabilidad penal que tienen las personas jurídicas en el

manejo ambiental.

2. Establecer un panorama de la aplicación de la normatividad ambiental a las personas

jurídicas en Urabá

3. Analizar la responsabilidad penal de las personas jurídicas en el tema ambiental.


15

4. JUSTIFICACIÓN

El progreso de la humanidad, enmarcado en la búsqueda de un desarrollo sostenible enfrenta

grandes retos jurídicos que es preciso estudiar para proponer alternativas de solución y de

gestión.

Si partimos del hecho de que el ambiente es un patrimonio de todas las generaciones,

conservarlo, protegerlo y mejorar su calidad es deber de todas las personas y organizaciones. De

hecho, es responsabilidad del Estado, promover el acceso a los recursos naturales renovables y

garantizar el uso racional de los mismos.

Todo lo anteriormente mencionado es también deber de las empresas privadas, públicas o

mixtas, las cuales deben cumplir con el propósito de garantizar la utilización racional de los

recursos naturales.

Es responsabilidad del Estado definir, educar y divulgar conocimientos empíricos, científicos

y técnicos respecto de la protección y uso de los recursos naturales, en forma planificada

(Cassola, G., 2007).

El análisis de las normas penales que se encargan de sancionar por los actos ilícitos que se

cometen en contra de la naturaleza, tienen como antecedente las normas, reglamentos y

Convenios Internacionales suscritos por el Estado colombiano en materia ambiental y son los que

regulan la gestión de las personas jurídicas tanto como de los organismos de control.
16

Sin embargo, antes de entrar al estudio de dichas normas, y de su cumplimiento, es necesario

hacer una revisión de algunos términos ambientales con el objeto de comprender mejor los

conceptos utilizados y así comprender el propósito de este trabajo de grado.

Si bien existe legislación ambiental desde las primeras elaboraciones jurídicas de la

humanidad (China, Egipto, Gracia, la Edad Media e incluso en las leyes de Indias en América); el

derecho ambiental es una rama jurídica nueva, con muy pocos años de construcción y en los que

se han ido definiendo sus objetivos, principios, teorías, doctrinas y jurisprudencia (López, C.,

2006).

En este tiempo, y dada la urgencia de desarrollos, se han alcanzado avances significativos,

tanto a nivel de conciencia ambiental con respecto al deterioro progresivo del entorno generado

por el uso incontrolado de la naturaleza y su impacto en todas las formas de vida y de la vida

humana en particular, llevando a la búsqueda de soluciones, entre las cuales, una de las más

importantes ha sido el derecho (De la Cuesta, J., 2009).

Es a partir de la Conferencia Mundial sobre el Medio Humano en 1972 cuando, ante la crisis

que ya estaba amenazando al planeta, el tema ambiental pasa a ser agenda de todo el mundo, y

trasciende la responsabilidad de los científicos y las instituciones (Cartea, P., 2006).

La toma de conciencia de la gravedad del deterioro ambiental que nos afecta a todos, pasa de

ser una cuestión personal y caprichosa, a ser una temática colectiva y prioritaria. Ya es evidente

que el despilfarro, el mal uso y agotamiento de los recursos naturales renovables, las dinámicas
17

urbanas y los procesos agroindustriales son generadores de problemas cada vez más graves de

contaminación, y, en general, de deterioro del ambiente (Calva, J. L., 2007).

Todos estos cambios se han hecho sentir en todos los órdenes de la vida personal y colectiva,

incidiendo en la gestión pública y privada, teniendo como consecuencia lógica, el ordenamiento

jurídico cada vez más complejo de una realidad tan compleja como es lo ambiental, y su

cumplimiento es lo que tratamos de estudiar.


18

5. MARCO REFERENCIAL

5.1 Marco contextual

Urabá se encuentra ubicada al extremo noroccidental del departamento de Antioquia y se

divide en dos grandes zonas, con sus particularidades y diferencias:

 El eje bananero: Turbo, Apartadó, Carepa, Chigorodó y Mutatá

 La zona caribe: Arboletes, San Juan de Urabá, Necoclí y San Pedro de Urabá

El eje bananero es la zona la más próspera en materia económica y con el cultivo de banano

como principal renglón de la economía. En la zona caribe, la ganadería es la principal actividad

(Pérez, G., 2007).

Urabá es reconocida como la región bananera y platanera más importante del país y desde

donde se abastecen varios mercados internacionales que generan una dinámica económica local,

regional y departamental muy particular (Parsons, J. 1996).


19

Figura 1. Ubicación geográfica de Urabá. (Camacho, A. 2014)

Urabá es la segunda región en población de Antioquia. La historia del banano está ligada a

esta región como referente de su evolución, así como la violencia que ha sido otro referente de la

región expresado en diversas formas: paramilitarismo, guerrillas como FARC, EPL, la ilegalidad

sea esta originada en el narcotráfico, el contrabando, la minería ilegal u otras (Parsons, J., 1996).

En Urabá, el sistema socioecológico está configurado por la influencia de este tipo de relación

de poblamiento existente, lo cual incide en la forma como los ecosistemas, las especies y los

procesos ecológicos y la dimensión socioeconómica se articulan (Sampedro, C., 2000).


20

Estas dinámicas poblacionales responden a los procesos de ocupación y los procesos de

producción, transformación e intercambio social y económico llevados a cabo por los diversos

grupos de pobladores independientemente de si son campesinos, negritudes, indígenas,

empresarios, colonos o pobladores urbanos entre otros grupos identificados por los estudios

demográficos (Sampedro, C., 2000).

Esta relación se materializa a través del conjunto de servicios ecosistémicos que de los

ecosistemas fluyen hacia el ambiente construido y hacia la sociedad en general y los cuales, a su

vez, se ven afectados por estos procesos sociales.

5.2 Marco conceptual

El derecho ambiental es un área relativamente nueva en el derecho, que consiste en un

conjunto de normas y reglamentos que se plantean con el propósito de ayudar a cuidar el medio

donde vivimos de modo que exista armonía entre los componentes de la naturaleza y el hombre,

con el fin de que perdure para las generaciones presentes y futuras.

Una definición para este tema es:

[…] Una nueva rama del Derecho que engloba una serie de leyes y normas que regulan la

conducta humana en interacción con el medio ambiente. Por su naturaleza, es una ciencia en

desarrollo que día a día alcanza mayor trascendencia por el carácter global de la actividad
21

económica y el rápido deterioro del medio ambiente que tiende a agravarse incluso poniendo en

peligro la propia supervivencia de la humanidad (Larrea, M., 2008).

Estas leyes buscan mejorar, controlar, regular las conductas y la interacción que tiene el ser

humano con la naturaleza, las cuales han deteriorado substancialmente la naturaleza, poniendo en

riesgo no solo la vida de los diferentes ecosistemas y sus componentes, sino también la calidad de

vida del hombre y por ende, la salud humana (Libster, M., 2000).

Ante esta situación, el mismo autor nos dice que la comunidad internacional ha venido

tomando conciencia, incluso hace más de tres décadas, de la urgencia por adoptar una serie de

principios, políticas y normas que sean asumidos por los estados para regular las relaciones entre

las actividades humanas y el entorno, dando lugar al derecho ambiental (Larrea, M., 2008).

Si a esto se le suman las medidas globales adoptadas por los Estados en materia ambiental,

que expresados en diferentes Instrumentos Internacionales como: convenios, conferencias,

tratados, etc., que han permitido generar principios fundamentales de derecho ambiental de

carácter global que han creado referentes normativos para la gestión y manejo ambiental.

En este sentido, Fernández (2004) nos dice que el Derecho Ambiental es:

“Un conjunto de principios, leyes, normas y jurisprudencia que regulan la conducta humana

dentro del campo ambiental entendido como un sistema global constituido por elementos naturales

y artificiales de naturaleza física, química, biológica o socioculturales en permanente modificación

por la acción humana o natural y que rige y condiciona la existencia y desarrollo de la vida en sus

múltiples manifestaciones” (Fernández, 2004: p. 61.)


22

Así pues, el derecho ambiental es la respuesta que a nivel jurídico realiza el ser humano con el

objeto de proteger su entorno natural y así evitar una degradación irreversible.

Sin duda, el ser humano es el principal depredador de la naturaleza, dado que sus conductas

están generando daños irreversibles en el planeta. Es por ello que las normas ambientales son un

instrumento fundamental para que las comunidades y las autoridades puedan controlar, mejorar y

mitigar los daños, modificar las conductas de las personas y colectivos, así como crear

consciencia de protección y conservación de la naturaleza (Meier, H., 2007).

Y es que los problemas ambientales están relacionados con las políticas de desarrollo: en lo

económico porque para lograr mayor producción se disminuye el control de la contaminación; en

lo político, porque los intereses individuales priman sobre las políticas públicas; y en lo social,

porque, el crecimiento poblacional se acompaña con el aumento de la de pobreza (Leff, E., 2002).

Es un hecho que no existen suficientes recursos económicos para alcanzar el desarrollo

integral en el país y a pesar de las normas, no existe el interés por parte de las autoridades

competentes para hacer cumplir las normas ambientales y si no existe una educación para la

democracia, es difícil promover el respeto de la naturaleza (Foy Valencia, P., 2010).

Foy, P. (2010) afirma que le corresponde al Estado como deber primordial el cumplir con las

exigencias que le demanda la legislación interna e internacional con el fin único de proteger el

medio ambiente toda vez que el progreso de la humanidad hoy está enmarcado en el logro de un

desarrollo sostenible.
23

Y como el ambiente es patrimonio de todas las generaciones y al conservarlo, protegerlo y

mejorar su calidad garantiza la vida de las generaciones futuras. Esto va unido a la

responsabilidad de promover el acceso a los recursos naturales y garantizar el uso racional de los

mismos como sustento de la integridad territorial del país.

La función de los organismos del Estado, así como de las empresas privadas, públicas o

mixtas, es la utilización racional de los recursos naturales. Es importante que éste defina y

divulgue conocimientos empíricos, científicos y técnicos respecto de la protección y uso de los

recursos naturales (Narváez, I., 2007).

La promover de actividades de restauración, protección y recreación del ambiente, no

corresponde exclusivamente al sector público, sino que es responsabilidad de la sociedad en su

conjunto y en particular de aquellas personas jurídicas que por su labor tienen una mayor

incidencia en la gestión ambiental (Cassola, G. 2005).

Aunque todos somos responsables de tomar conciencia ante el grave peligro que encierra la

contaminación, esta solo se puede conjurar de manera eficiente si la respuesta se plantea en forma

conjunta. La responsabilidad y la toma de conciencia sobre este deterioro no es algo que le

corresponda a unos pocos, sobre todo cuando las acciones realizadas por las empresas (personas

jurídicas) desde su afán de productividad y rentabilidad impone bajo la lógica del desarrollo la

impunidad ante los impactos ambientales (Cassola, G., 2007).


24

Al hablar de impacto ambiental se hace referencia a la alteración negativa en la calidad de los

distintos ecosistemas, afectando sus componentes o la relación entre los factores del medio en

relación con la calidad de vida del ser humano y de su entorno (Conesa-V. (1997).

Esto requiere la utilización de elementos jurídicos y legislativos que contribuyan a expandir el

derecho ambiental a otros escenarios de la vida cotidiana, buscando un cambio en la concepción

que se tiene del derecho ambiental y para este caso relacionarlo con el derecho penal, una de las

más antiguas ramas del derecho, en la que imperan los postulados clásicos (Quiñónez, I. y

Narváez, M., 2012).

Según el derecho penal, la moralidad pública, la reprobación y el castigo son los pilares

fundamentales son las bases de su operación, de manera que la clasificación como criminal tiene

connotaciones simbólicas que generan consecuencias que contribuyen a la tipificación del acto

delictivo para las actividades personales y organizativas de la sociedad (Morales, G., 2013).

El legislador, al incluir en el articulado penal los delitos ecológicos, está reconociendo en la

protección del medio ambiente un valor social fundamental como muestra de un cambio jurídico

en el que no se trata de penalizar conductas que afectan un bien jurídico – patrimonio sino que es

también una forma de represión (Libster, M., 2000).

En este contexto, el derecho ambiental no está aparte del ordenamiento jurídico, sino que

generan un escenario interdisciplinario que ha de buscar por medio del derecho, una alternativa

para que las personas (naturales y jurídicas) replanteen sus acciones (Cassola, G. 2007).
25

La integración del derecho penal con el ambiental se busca una reducción de los daños

ecológicos generados por las actividades ilícitas realizadas por las entidades poderosas (sean

empresas públicas, privadas y trasnacionales) que llevan el tema a la última ratio del sistema

jurídico (Morales, G., 2013). En este entorno, el alcance de los fenómenos ecológicos y

ambientales se refiere a los intereses colectivos y a vida misma, lo que hace que el derecho

represivo desempeñe un rol importante en la preservación del ambiente.

La perspectiva del derecho penal hace del medio ambiente un objeto de tutela jurídico penal,

de manera que se regule la acción como sujeto autónomo de protección (Bernate, F., 2006).

Bernate, F. (2006) sostiene que al ser reconocido como sujeto autónomo, no se requiere

afectación de la vida humana para que sea legitima su protección, para que las generaciones

futuras tengan un mundo que habitar.

5.3 Glosario

Dentro del desarrollo del presente trabajo investigativo se utilizó una terminología técnica,

propia de lo ambiental y de lo penal, por tal razón se hace necesario definir algunos términos

claves y actividades desarrolladas en cada una de las etapas del proceso penal.

Ambiente: El entorno, incluyendo el agua, el aire y el suelo, y su interrelación, así como las

relaciones entre estos elementos y cualesquiera organismos vivos. Decreto 775/90 por el cual se
26

reglamentan parcialmente los Títulos III, V, VI, VII y XI de la Ley 09 de 1979, sobre uso y

manejo de plaguicidas, derogada por el Decreto 1843/91 (Sigam, s. f.).

Amenaza: Peligro latente asociado con un fenómeno físico de origen natural, de origen

tecnológico o provocado por el hombre, que puede manifestarse en un sitio específico y en un

tiempo determinado, produciendo efectos adversos en las personas, los bienes, servicios y el

medio ambiente. Técnicamente se refiere a la probabilidad de ocurrencia de un evento con una

cierta intensidad, en un sitio específico y en un periodo de tiempo determinado (Sigam, s. f.).

Amenazas antropogénicas o antrópicas: Peligro latente generado por la actividad humana en la

producción, distribución, transporte y consumo de bienes y servicios y en la construcción y uso

de infraestructura y edificios. Comprenden una gama amplia de peligros tales como las distintas

formas de contaminación de aguas, aire y suelos, los incendios, las explosiones, los derrames de

sustancias tóxicas, los accidentes en los sistemas de transporte, la ruptura de presas de retención

de agua, etc. (Sigam, s. f.).

Amenazas naturales: Peligro latente asociado con la posible manifestación de un fenómeno físico

cuya génesis se encuentra totalmente en los procesos naturales de transformación y modificación

de la tierra y el ambiente; por ejemplo, un terremoto, una erupción volcánica, un tsunami o un

huracán y que puede ocasionar la muerte o lesiones a seres vivos, daños materiales o interrupción

de la actividad social y económica en general. Suelen clasificarse de acuerdo con sus orígenes

terrestres, atmosféricos o biológicos en la biosfera permitiendo identificar entre otras, amenazas

geológicas, geomorfológicas, climatológicas, hidrometeorológicas, oceánicas y bióticas (Sigam,

s. f.).
27

Aprovechamiento forestal: Es la extracción de productos de un bosque Decreto 2811/74 por el

cual se dicta el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio

Ambiente (Sigam, s. f.).

Bosque andino: En el sistema de clasificación de zonas de vida de Cuatrecasas, es la faja

altitudinal comprendida entre los 2.000 y los 3.000 m.s.n.m (Sigam, s. f.).

Calidad ambiental: Capacidad relativa de un medio ambiente para satisfacer las necesidades o los

deseos de un individuo o sociedad (Sigam, s. f.).

Calidad del agua: Condición general que permite que el agua se emplee para usos concretos. La

calidad del agua está determinada por la hidrología, la físicoquímica y la biología de la masa del

agua a que se refiera (Sigam, s. f.).

Conservación: Acción y efecto de mantener un ecosistema en un buen estado y gestión de la

utilización de la biosfera por el ser humano, de tal suerte que produzca el mayor y sostenido

beneficio para las generaciones actuales, pero que mantengan su potencialidad para satisfacer las

necesidades de las generaciones futuras (Sigam, s. f.).

Contaminante: Materiales, sustancias o energía que al incorporarse y/o actuar sobre el ambiente

degradan su calidad original a niveles no propios para la salud y el bienestar humano, poniendo

en peligro los ecosistemas naturales (Sigam, s. f.).


28

Culpabilidad: es el vínculo que existe entre sujeto, hecho y resultado en una acción que

acompaña una acción culpable. Es cuando un sujeto ha realizado la acción delictuosa y, es

responsable de ella, según las normas de derecho penal (Silva, A. 2007).

Degradación deterioro ambiental: Procesos inducidos por acciones y actividades humanas que

dañan la base de recursos naturales o que afectan de manera adversa procesos naturales y

ecosistemas, reduciendo su calidad y productividad. Los efectos potenciales son variados e

incluyen la transformación de recursos en amenazas de tipo socionatural. La degradación

ambiental puede ser la causa de una pérdida de resiliencia de los ecosistemas y del ambiente, la

cual las hace más propensos a sufrir impactos y transformaciones con la ocurrencia de un

fenómeno físico peligroso. La pérdida de resiliencia puede generar nuevas amenazas de tipo

socionatural (Sigam, s. f.).

Delito: es un hecho antijurídico, típico, culpable y punible establecido en el derecho positivo y

que se expresa en la lesión afectación a otro (Silva, A. 2007).

Delito ambiental: es un delito que implica la destrucción de los sistemas de relaciones hombre –

naturaleza – medio ambiente, esenciales para las actividades productivas y culturales, y que pone

en peligro las formas de vida (Silva, A. 2007).

Derecho ambiental: es un derecho que pertenece a los derechos sociales y busca la garantía social

a la par de la educación o de la salud pero relacionado con los recursos naturales y sus expresión

en la vida cotidiana (Silva, A. 2007).


29

Derecho penal ambiental: es un área del derecho que realiza funciones administrativas y que de

por sí solo carece de aptitud para ser un arma eficaz frente a las conductas de efectos negativos

para el entorno en general (Silva, A. 2007).

Desarrollo sostenible: Proceso de transformaciones naturales, económico-sociales, culturales e

institucionales, que tienen por objeto asegurar el mejoramiento de las condiciones de vida del ser

humano, la producción de bienes y prestación de servicios, sin deteriorar el ambiente natural ni

comprometer las bases de un desarrollo similar para las futuras generaciones (Sigam, s. f.).

Diagnóstico ambiental: Descripción del estado de situación ambiental de un área sobre la base de

la utilización integradora de indicadores con origen en las ciencias sociales, exactas y naturales

(Sigam, s. f.).

Ecosistema: Sistema natural resultante de la reunión de elementos de mutua interacción,

compuesto por organismos vivos y el ambiente físico en que se desarrollan (Sigam, s. f.).

Evaluación de impacto ambiental: Resultado de medir y ponderar los efectos de las actividades

del desarrollo humano o la carencia de acciones sobre distintos componentes del medio ambiente

durante una etapa de planeación (Sigam, s. f.).

Impacto Ambiental: Cualquier alteración en el medio físico, químico, biológico, cultural y

socioeconómico que pueda ser atribuido a actividades humanas relacionadas con las necesidades

del proyecto (Sigam, s. f.).


30

Inimputabilidad: falta de capacidad de querer y de entender el delito, ya sea por ser considerado

menor de edad ante la ley, por padecer trastornos mentales o por desarrollo intelectual retardado.

(Silva, A. 2007).

Línea de acción: Entendida como áreas temáticas prioritarias a las que se le fijan objetivos,

programas y proyectos a modo de perfil (Sigam, s. f.).

Manejo ambiental: Instrumento mediante el cual se intenta concretar, con respecto a nuestro

entorno, aquellas aspiraciones definidas como positivas por el sistema de valores representativos

de los intereses de la población afectada con las intervenciones que se llevan a cabo en el

ecosistema de gestión (Sigam, s. f.).

Norma penal ambiental: son las normas que sancionan conductas contrarias a la utilización

racional y sustentable de los recursos naturales (Silva, A. 2007).

Punibilidad en el delito: es aquella conducta a la que se tiene la posibilidad de aplicar una pena

(dependiendo de ciertas circunstancias), en el terreno de la coerción materialmente penal (Silva,

A. 2007).

Ordenamiento territorial: Tiene por objeto establecer las condiciones de uso y ocupación del

territorio y de sus componentes, de manera que dicho uso se realice de acuerdo con las

características ecológicas, económicas, culturales y sociales de estos espacios, teniendo en cuenta

la fragilidad, vulnerabilidad y endemismo de los ecosistemas y las especies, así como la erosión
31

genética, con el fin de obtener el máximo aprovechamiento sin comprometer su calidad y

sostenibilidad (Sigam, s. f.).

PMA Plan de Manejo Ambiental: Es una guía técnica para el desarrollo, interpretación,

conservación, protección, uso y manejo en general de los recursos naturales. Incluye las

zonificaciones respectivas. Se puede aplicar a las áreas protegidas del orden regional, para su

administración y conservación (Sigam, s. f.).

PRAE Proyecto Ambiental Escolar: Establecido en el Decreto 1743 de 1994, reglamento de la

Política Nacional de Educación Ambiental. Se elabora en cada institución educativa, para

fortalecer la cultura ambiental y consolidar acciones participativas que aborden la problemática

ambiental local (Sigam, s. f.).

Programa: Articulación de una serie de proyectos previstos en una área determinada (Sigam, s.

f.).

Recursos naturales: Elementos de la naturaleza que el hombre puede aprovechar para satisfacer

sus necesidades. Son el agua, el suelo, la flora, la fauna y el aire (Sigam, s. f.).

SINA Sistema Nacional Ambiental: Según el artículo 4 de la Ley 99 de 1993, es el conjunto de

orientaciones, normas, actividades, recursos, programas e instituciones que permiten la puesta en

marcha de los principios generales ambientales contenidos en ella; fue reglamentado

parcialmente por el Decreto 1600 de julio 27 de 1994 (Sigam, s. f.).


32

Sistema: Conjunto de elementos agrupados con un criterio determinado, las relaciones entre los

elementos del conjunto y las relaciones de éste con su entorno (Sigam, s. f.).

Sustentabilidad ecológica: Capacidad de un ecosistema de mantener su estado igual, o bien

equivalente, en el tiempo. Para lograrlo, se precisa el mantenimiento de ciertos parámetros, por

parte de la naturaleza a través de mecanismos de equilibrio dinámico (Sigam, s. f.).

5.4 Marco normativo

Aunque existe una amplia normatividad ambiental en el ordenamiento jurídico global, en esta

parte se recogen las más relevantes tanto a nivel internacional como nacional.

Ambos son referenciales para este ejercicio, toda vez que la normatividad penal es homogénea

para todo el país y la ambiental es de carácter glocal (global y local, simultáneamente).

5.4.1. Normatividad internacional:

 Legislación internacional adoptada por Colombia

 Convención sobre la plataforma continental, Ginebra, 1958

 Convenio internacional sobre responsabilidad por daños causados por la contaminación de

aguas del mar con hidrocarburos (1969) y protocolo "CLC 69/76 (1976)

 Convenio para la protección del patrimonio mundial, cultural y natural. París, 1972
33

 Convenio sobre el comercio internacional de especies amenazadas: fauna y flora silvestre.

Washington, 1973

 Convenio Internacional para prevenir la contaminación por buques, 1973.

 Protocolo relativo a la contaminación del mar (MARPOL) por buques 1978.

 Convenio sobre la constitución de un fondo internacional de indemnización de daños

causados por la contaminación del mar con hidrocarburos (1971) y su protocolo "El

Fondo 71/76" (1976)

 Acuerdo sobre la cooperación regional para el combate de la contaminación del Pacífico

Sudeste por hidrocarburos y otras sustancias nocivas, en caso de emergencia. Lima, 1981.

 Convenio de las Naciones Unidas sobre el derecho del Mar. Jamaica, 1982

 Protocolo de cooperación para combatir derrames de hidrocarburos en la región del Gran

Caribe. Cartagena, 1983

 Protocolo complementario del Acuerdo sobre la cooperación regional para el combate de

la contaminación del Pacífico Sudeste por hidrocarburos y otras sustancias nocivas, en

caso de emergencia. Quito, 1983.

 Protocolo para la protección del Pacífico Sudeste contra la contaminación marina

proveniente de fuentes terrestres. Quito, 1983

 Convenio para la protección del medio marino y la zona costera del Pacífico Sudeste –

Ley 45-85

 Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos

peligrosos y su eliminación. Basilea, 1989

 Protocolo para la conservación y ordenación de las zonas marinas y costeras protegidas

del Pacífico Sudeste. Paipa, 1989


34

 Protocolo relativo a las zonas protegidas del Convenio para la protección y desarrollo del

medio marino de la región del Gran Caribe. 1990

 Convenio sobre la diversidad biológica. Rio de Janeiro, 1992

 Protocolo sobre el programa para el estudio regional del fenómeno " El Niño" en el

Pacífico Sudeste. Lima, 1992

 Convenio relativa a los humedales de importancia internacional especialmente como

hábitat de aves acuáticas - RAMSAR (acogido por Colombia en 1997)

5.4.2. Normatividad nacional:

La Constitución Política de Colombia de 1991 elevó a norma constitucional el manejo y

conservación del medio ambiente, a través de los siguientes principios fundamentales:

Derecho a un ambiente sano: En su Artículo 79, la Constitución Nacional consagra que: ¨Todas

las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La Ley garantizará la participación de la

comunidad en las decisiones que puedan afectarlo. Es deber del Estado proteger la diversidad e

integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica y fomentar la educación

para el logro de estos fines¨.

Igualmente, impone al Estado y a las personas la obligación de proteger las riquezas culturales

y naturales (Art. 8), proteger los recursos naturales y de velar por la conservación del ambiente

(Art. 95).

En detalle, en la constitución se agregan los siguientes principios:


35

 Art. 7 - Diversidad étnica y cultural de la Nación - Hace reconocimiento expreso de la

pluralidad étnica y cultural de la Nación y del deber del Estado para con su protección.

 Art. 8 - Riquezas culturales y naturales de la Nación - Establece la obligación del Estado y

de las personas para con la conservación de las riquezas naturales y culturales de la

Nación.

 Art. 49 - Atención de la salud y saneamiento ambiental - Consagra como servicio público

la atención de la salud y el saneamiento ambiental y ordena al Estado la organización,

dirección y reglamentación de los mismos.

 Art. 58 - Función ecológica de la propiedad privada - Establece que la propiedad es una

función social que implica obligaciones y que, como tal, le es inherente una función

ecológica.

 Art. 63 - Bienes de uso público - Determina que los bienes de uso público, los parques

naturales, las tierras comunales de grupos étnicos y los demás bienes que determine la ley,

son inalienables, imprescriptibles e inembargables.

 Art. 79 - Ambiente sano - Consagra el derecho de todas las personas residentes en el país

de gozar de un ambiente sano

 Art. 80 - Planificación del manejo y aprovechamiento de los recursos naturales - Establece

como deber del Estado la planificación del manejo y aprovechamiento de los recursos

naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o

sustitución.

 Art. 88 - Acciones populares - Consagra acciones populares para la protección de derechos

e intereses colectivos sobre el medio ambiente, entre otros, bajo la regulación de la ley.
36

 Art. 95 - Protección de los recursos culturales y naturales del país - Establece como deber

de las personas, la protección de los recursos culturales y naturales del país, y de velar por

la conservación de un ambiente sano.

 Art. 330 - Administración de los territorios indígenas - Establece la administración

autónoma de los territorios indígenas, con ámbitos de aplicación en los usos del suelo y la

preservación de los recursos naturales, entre otros.

Dentro de las normas ambientales existentes, se encuentran las siguientes normas generales:

 Decreto ley 2811 de 1.974 - Código nacional de los recursos naturales renovables RNR y no

renovables y de protección al medio ambiente. El ambiente es patrimonio común, el estado y

los particulares deben participar en su preservación y manejo. Regula el manejo de los RNR,

la defensa del ambiente y sus elementos.

 Ley 23 de 1973 - Principios fundamentales sobre prevención y control de la contaminación

del aire, agua y suelo y otorgó facultades al Presidente de la República para expedir el Código

de los Recursos Naturales

 Ley 99 de 1993 - Crea el Ministerio del Medio Ambiente y Organiza el Sistema Nacional

Ambiental (SINA). Reforma el sector Público encargado de la gestión ambiental. Organiza el

sistema Nacional Ambiental y exige la Planificación de la gestión ambiental de proyectos.

Los principios que se destacan y que están relacionados con las actividades portuarias son: La

definición de los fundamentos de la política ambiental, la estructura del SINA en cabeza del

Ministerio del Medio Ambiente, los procedimientos de licenciamiento ambiental como

requisito para la ejecución de proyectos o actividades que puedan causar daño al ambiente y
37

los mecanismos de participación ciudadana en todas las etapas de desarrollo de este tipo de

proyectos.

 Decreto 1753 de 1994 - Define la licencia ambiental LA: naturaleza, modalidad y efectos;

contenido, procedimientos, requisitos y competencias para el otorgamiento de LA.

 Decreto 2150 de 1995 y sus normas reglamentarias. - Reglamenta la licencia ambiental y

otros permisos. Define los casos en que se debe presentar Diagnóstico Ambiental de

Alternativas, Plan de Manejo Ambiental y Estudio de Impacto Ambiental. Suprime la licencia

ambiental ordinaria

 Ley 388 de 1997 - Ordenamiento Territorial Municipal y Distrital y Planes de Ordenamiento

Territorial.

 Ley 491 de 1999 - Define el seguro ecológico y delitos contra los recursos naturales y el

ambiente y se modifica el Código Penal

 Decreto 1122/99 - Por el cual se dictan normas para la supresión de trámites.

 Decreto 1124/99 - Por el cual se reestructura el Ministerio del Medio Ambiente

Normatividad sobre participación comunitaria y patrimonio cultural

 Ley 21 de 1991 - Aprueba el Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales en países

independientes. Adoptado por la OIT en 1989

 Ley 24 de 1992 - Organización y funcionamiento de la defensoría del pueblo.

 Ley 70 de 1993 - Protección de la identidad cultural y derechos de las comunidades negras de

Colombia

 Decreto 1088 de 1993 - Creación de cabildos y autoridades indígenas.

 Ley 134 de 1994 - Participación ciudadana


38

 Decreto 1371 de 1994 - Comisión consultiva de alto nivel de que trata el artículo 45 de la Ley

70 de 1993

 Ley 199 de 1995 - Define funciones del Ministerio del Interior con relación a pueblos

indígenas y comunidades negras y establece cambios de estructura orgánica.

 Decreto 1745 de 1995 - Titulación de tierras de comunidades negras.

 Decreto 1277 de 1996 - Zonas de reservas campesinas

 Decreto 1397 de 1996 - Crea la Comisión nacional de territorios indígenas y la mesa

permanente de concertación con los pueblos y organizaciones indígenas

 Ley 397 de 1997 - Ley General de la Cultura. Área de protección arqueológica en la licencia

ambiental.

 Documento Conpes 2909-97 - Plan de desarrollo de las comunidades negras

 Ley 393 de 1998 - Acción de cumplimiento

 Ley 472 de 1998 - Acciones populares y de grupo

 Decreto 879 de 1998 - Reglamentación de Planes de ordenamiento territorial

 Decreto 1320 de 1998 - Reglamenta consultas previas a comunidades indígenas y negras

 Decreto 1504 de 1998 - Reglamenta el uso del espacio público en los planes de ordenamiento

territorial

 Decreto 1589 de 1998 - Sistema nacional de cultura

 Decreto 1818 de 1998 - Estatutos de mecanismos alternativos de solución de conflictos.

 Decreto 2001 de 1998 - Constitución de resguardos indígenas

 Decreto 150 de 1999 - Respecto a la vigencia de los Planes de ordenamiento territorial

 Decreto 1122/99 Artículo141 - Sobre la decisión que adopta la autoridad competente cuando

no se logra un acuerdo, en la consulta previa, con las comunidades indígenas y negras.


39

Normatividad sobre patrimonio natural y monumentos nacionales

 Decreto - Ley 2811 de 1974 Parte XII - Respecto a los recursos del paisaje y su protección

 Decreto 1715 de 1978 - Reglamenta la protección del paisaje en carreteras. Prohíbe la

alteración de elementos del paisaje.

 Decreto 3048 de 1997 - Consejo de monumentos nacionales

Normatividad sobre flora silvestre y bosques

 Ley 2 de 1959 - Reserva forestal y protección de suelos y agua

 Decreto 2811 de 1974 Libro II, Parte VIII - De los bosques, de las áreas de reserva forestal,

de los aprovechamientos forestales, de la reforestación.

 Art. 194 Ámbito de aplicación; Art. 195-199 Definiciones; Art. 196, 197, 200 y 241 Medidas

de protección y conservación; Art. 202 a 205 Áreas forestales Art. 206 a 210 Áreas de reserva

forestal; Art. 211 a 224 Aprovechamiento forestal

 Decreto 877 de 1976 - Usos del recurso forestal. Áreas de reservas forestales

 Decreto 622 de 1977 - Sobre Parques Nacionales Naturales PNN

 Decreto 2787 de 1980 - Reglamenta parcialmente el Decreto Ley 2811 de 1974

 Ley 29 de 1986 - Regula áreas de reserva forestal protectora

 Resolución 868 de 1983 - Sobre tasas de aprovechamiento forestal

 Ley 139 de 1994 - Crea el Certificado de Incentivo Forestal CIF

 Ley 299 de 1995 - Por la cual se protege la flora Colombiana.

 Decreto 1791 de 1996 - Régimen de aprovechamiento forestal y acuerdos regionales con este

fin.
40

 Documento Conpes 2834 de 1996 - Política de bosques

 Decreto 900 de 1997 - Reglamenta el Certificado de Incentivo Forestal CIF

 Resoluciones del Ministerio del Medio Ambiente (INDERENA) y Corporaciones Autónomas

Regionales - Establecen vedas de varias especies vegetales, a nivel nacional (INDERENA o

Ministerio del Medio Ambiente), o regional (Corporaciones Autónomas Regionales).

 Resolución 0316 de 1974

 Resolución 213 de 1977

 Resolución 0801 de 1977

 Resolución 0463 de 1982 - Veda indefinida de las especies vegetales: pino colombiano,

hojarasco, molinillo, caparrapí y roble

 Veda total de líquenes y quiches

 Veda permanente de helechos arborescentes

 Veda parcial de la especie vegetal Vara de la Costa Pacífica

Manglares

 Resolución 1602 de 1995

 Resolución 020 de 1996

 Resolución 257 de 1977

 Decreto 1681 de 1978 - Se dictan medidas para proteger y conservar las áreas de manglar.

 Aclara 1602-95. Establece PMA para aprovechamiento del manglar - Establece condiciones

básicas de sustentabilidad del ecosistema y zonas circunvecinas - Manejo y control de

recursos hidrobiológicos y del medio ambiente

Normatividad sobre el recurso atmosférico


41

 Decreto 2811 de 1974 - Código de recursos naturales y del medio ambiente

 Art. 33, 192, 193 Control de ruido en obras de infraestructura

 Ley 09 de 1979 - Código sanitario nacional

 Decreto 02 de 1982 - Reglamenta título I de la Ley 09-79 y el decreto 2811-74

 Disposiciones sanitarias sobre emisiones atmosféricas

 Art. 7 a 9 Definiciones y normas generales

 Art.73 Obligación del Estado de mantener la calidad atmosférica para no causar molestias o

daños que interfieran el desarrollo normal de especies y afecten los recursos naturales

 Art. 74 Prohibiciones y restricciones a la descarga de material particulado, gases y vapores a

la atmósfera

 Art. 75 Prevención de la contaminación atmosférica

 Ley 99 de 1993 - Creación del SINA y se dictan disposiciones en materia ambiental

 Art.5 Funciones de Minambiente para establecer normas de prevención y control del deterioro

ambiental

 Art. 31 Funciones de las CARs relacionadas con calidad y normatividad ambiental

 Decreto 948 de 1995 - Normas para la protección y control de la calidad del aire

 Resolución 1351 de 1995 - Se adopta la declaración denominada Informe de Estado de

Emisiones-IE1

 Resolución 005 de 1996 - Reglamenta niveles permisibles de emisión de contaminantes por

fuentes móviles

 Resolución 864 de 1996 - Identifica equipos de control ambiental que dan derecho al

beneficio tributario según art. 170, ley 223 de 1995


42

Normatividad sobre fauna silvestre y caza

 Decreto-Ley 2811 de 1974 Parte IX - Protección y conservación de fauna silvestre:

 Art. 247 Asegura la protección y manejo de la fauna silvestre

 Art. 248 Define el sistema de aplicación

 Art. 249 Definiciones

 Art. 258, (literales C y D) Facultades de administración para la protección de la fauna

silvestre

 Protección y conservación de pesca:

 Art. 266 Asegura conservación, fomento y aprovechamiento de los recursos hidrobiológicos

 Art. 270 Definiciones

 Art. 283, (literales B y C) Prohibiciones.

 Decreto-Ley 1608 de 1978

 Veda de especies faunísticas - Regula la preservación, conservación, restauración y fomento

de la fauna silvestre.

 Art. 1,2,3 Objetivos, ámbito de aplicación

 Art. 4 Definiciones

 Art.5 Especies que no cumplen todo su ciclo de vida en el medio acuático

 Art. 220 Prohibiciones generales.

 Existen más de 30 resoluciones donde se establecen vedas, prohibiciones y restricciones al

ejercicio de la caza.

 Ley 13 de 1990 - Estatuto general de pesca.

 Ley 84 de 1989 - Adopta el Estatuto nacional de protección de los animales


43

Normatividad sobre el recurso hídrico

 Decreto 2811 de 1974, libro II parte III - Artículo 99: Establece la obligatoriedad de tramitar

el respectivo permiso de explotación de material de arrastre

 Art. 77 a 78 Clasificación de aguas. Art. 80 a 85: Dominio de las aguas y cauces. Art. 86 a 89:

Derecho a uso del agua. Art.134 a 138: Prevención y control de contaminación. Art. 149:

aguas subterráneas. Art.155: Administración de aguas y cauces.

 Decreto 1449 de 1977 - Disposiciones sobre conservación y protección de aguas, bosques,

fauna terrestre y acuática

 Decreto 1541 de 1978 - Aguas continentales: Art. 44 a 53 Características de las concesiones,

Art. 54 a 66 Procedimientos para otorgar concesiones de agua superficiales y subterráneas,

Art. 87 a 97: Explotación de material de arrastre, Art. 104 a 106: Ocupación de cauces y

permiso de ocupación de cauces, Art. 211 a 219: Control de vertimientos, Art. 220 a 224:

Vertimiento por uso doméstico y municipal, Art. 225: Vertimiento por uso agrícola, Art. 226

a 230: Vertimiento por uso industrial, Art. 231: Reglamentación de vertimientos.

 Decreto 1681 de 1978 - Sobre recursos hidrobiológicos

 Ley 09 de 1979 - Código sanitario nacional

 Art. 51 a 54: Control y prevención de las aguas para consumo humano. Art. 55 aguas

superficiales. Art. 69 a 79: potabilización de agua

 Decreto 2857 de 1981 - Ordenación y protección de cuencas hidrográficas

 Decreto 2858 de 1981 - Modifica el Decreto 1541 de 1978

 Decreto 2105 de 1983 - Reglamenta parcialmente la Ley 09 de a 1979 sobre potabilización y

suministro de agua para consumo humano

 Decreto 1594 de 1984 - Normas de vertimientos de residuos líquidos


44

 Art. 1 a 21 Definiciones. Art. 22-23 Ordenamiento del recurso agua. Art. 29 Usos del agua.

Art. 37 a 50 Criterios de calidad de agua Art. 60 a 71 Vertimiento de residuos líquidos. Art.

72 a 97 Normas de vertimientos. Art. 142 Tasas retributivas. Art. 155 procedimiento para

toma y análisis de muestras

 Decreto 2314 de 1986 - Concesión de aguas

 Decreto 79 de 1986 - Conservación y protección del recurso agua

 Decreto 1700 de 1989 - Crea Comisión de Agua Potable

 Ley 99 de 1993 - Art. 10, 11, 24, 29: Prevención y control de contaminación de las aguas.

Tasas retributivas.

 Documento CONPES 1750-1995 - Políticas de maneo de las aguas

 Decreto 605 de 1996 - Reglamenta los procedimientos de potabilización y suministro de agua

para consumo humano

 Decreto 901 de 1997 - Tasas retributivas por vertimientos líquidos puntuales a cuerpos de

agua

 Ley 373 de 1997 - Uso eficiente y ahorro del agua

 Decreto 3102 de 1998 - Instalación de equipos de bajo consumo de agua

 Decreto 475 de 1998 - Algunas normas técnicas de calidad de agua

 Decreto 1311 de 1998 - Reglamenta el literal G del artículo 11 de la ley 373 de 1997

Normatividad sobre residuos sólidos

 Ley 09 de 1979 - Medidas sanitarias sobre manejo de residuos sólidos

 Resolución 2309 de 1986 - Define los residuos especiales, los criterios de identificación,

tratamiento y registro. Establece planes de cumplimiento vigilancia y seguridad.


45

 Resolución 541 de 1994 - Reglamenta el cargue, descargue, transporte, almacenamiento y

disposición final de escombros, materiales concreto y agregados sueltos de construcción.

 Ley 142 de 1994 - Dicta el régimen de servicios públicos domiciliarios

 Documento CONPES 2750 de 1994 - Políticas sobre manejo de residuos sólidos

 Resolución 0189 de 1994 - Regulación para impedir la introducción al territorio nacional de

residuos peligrosos.

 Decreto 605 de 1996 - Reglamenta la ley 142 de 1994. En cuanto al manejo, transporte y

disposición final de residuos sólidos

 Ley 430 de 1998 - Por la cual se dictan normas prohibitivas en materia ambiental referentes a

los desechos peligrosos y se dictan otras disposiciones.

 Decreto Reglamentario 2462 de 1989 - Reglamenta los procedimientos sobre explotación de

materiales de construcción.

 Resolución 0189 de 1994 - Regulación para impedir la entrada de residuos peligrosos al

territorio nacional.

Normatividad sobre el recurso suelo

 Decreto 2811 de 1974 parte VII - Del suelo agrícola y de los usos no agrícolas de la tierra.

 Decreto 2655 de 1988 - Código de Minas

 Decreto Reglamentario 2462 de 1989 - Sobre explotación de materiales de construcción.

 Ley 388 de 1997, Artículo 33 - Ordenamiento territorial, que reglamenta los usos del suelo

Normatividad sobre la administración de riesgos y prevención de desastres


46

 Norma sismoresistente 98 - Reglamenta la Ley 400/97 en lo que se refiere a la construcción

sismoresistente de edificaciones

 Ley 09 de 1979 - Código sanitario nacional

 Resolución 2400 de 1979 Ministerio de Trabajo - Por el cual se establecen algunas

disposiciones sobre vivienda, Higiene y seguridad en el trabajo.

 Ley 09 de 1979 artículo 491 - Atención en salud para personas afectadas por catástrofes.

 Decreto 3989 de 1982 - Conforma comités de emergencia en el ámbito nacional

 Ley 46 de 1988 - Sistema Nacional de Prevención y Atención de Emergencias.

 Decreto 2044 de 1988 - Acarreo de productos especiales. Disposición sobre el acarreo de

productos especiales, en vehículos de servicio público, para empresas de transporte de carga

por carretera.

 Decreto 919 de 1989 - Dirección Nacional para la Prevención y Atención de Desastres

 Directiva Presidencial 33 de 1989 - Responsabilidades de los organismos y entidades

descentralizadas del orden nacional del sector público, en el desarrollo y operación del

Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres

 Ley 09 de 1989 - Ley de Reforma urbana que define zonas de riesgo.

 Ley 99 de 1993: artículos 1, 5, 7, 9 y 12 - Crea el Ministerio del Medio Ambiente y la

estructura del Sistema Nacional Ambiental. Directamente relacionados con prevención de

desastres

 Decreto 1319 de 1994 - Reglamenta la expedición de licencias de construcción, urbanización

y parcelación. Cumplimiento de Ley 1400/84


47

 Ley 115 de 1994 Artículo 5 Numeral 10 - Ley general de educación, adquisición de

conciencia para la conservación, protección y mejoramiento del medio ambiente y prevención

de desastres

 Decreto 1865 de 1994 - Por el cual se regulan los planes regionales ambientales de las

corporaciones autónomas regionales.

 Resolución 541 de 1994 - Ministerio del Medio Ambiente, por medio del cual se regula el

cargue, descargue, almacenamiento, etc., de productos de construcción.

 Decreto 969 de 1995 - Crea la Red nacional de reservas para el caso de desastres

 Ley 400 de 1997 - Define la normatividad para construcciones sismoresistentes en Colombia.

 Ley 388 de 1997, Artículo 14 - Formulación de planes para el ordenamiento territorial.

 Decreto 879 de 1998, Artículo 11 - Reglamentación de planes de ordenamiento territorial

 Decreto 321 de 1999 - Por el cual se adopta el plan nacional de contingencias contra derrame

de hidrocarburos, derivados y sustancias nocivas.

Normatividad sobre mares y costas

 Ley 34 de 1971 - Crea la Dirección General de Navegación y Puertos

 Decreto 2811 de 1974 - Del mar y su fondo. Protección y permisos

 Ley 75 de 1978 - Asignó a la ARC funciones de control y vigilancia

 Decreto 1874 de 1979 - Protección y prevención de la contaminación del medio marino

 Decretos 1875/76 – 1979 - Se define el concepto de contaminación marina y se dictan normas

de protección

 Ley 10 de 1979 - Crea el cuerpo de guardacostas

 Ley 1 de 1991 - Estatuto portuario. Crea la Superintendencia General de Puertos


48

 Documento CONPES 2147–91 - Plan de expansión portuaria 91-93

 Decreto 2721 de 1991 - Reglamenta el manejo, transporte, descargue y almacenamiento de

productos químicos en puertos

 Decreto 838 de 1992 - Reglamenta parcialmente la Ley 1 de 1991. Régimen de concesiones y

licencias portuarias

 Resolución 153 de 1992 - Reglamentación técnica de la operación de puertos

 Documento CONPES 2688-93 - Plan de expansión portuaria 93-95

 Ley 99 de 1993 - Art. 5 Funciones del MMA. Art. 18 Del INVEMAR. Art. Competencias del

MMA en materia portuaria.

 Art. 103 Apoyo de Fuerzas Armadas. Art. 104 Comisión Colombiana de Oceanografía.

 Decreto 1753 de 1994 - Art. 7: Licencias ambientales de puertos, Art. 16: Competencias para

evaluación, control y sanciones

 Documento CONPES – 1996 - Plan de expansión portuaria 95-97

 Resolución 930 de 1996 - Reglamenta la recepción de desechos generados por los buques en

los puertos, terminales, muelles y embarcaderos

 Ley 300 de 1997 - Turismo

 Documento CONPES 2688- 1998 - Plan de expansión portuaria 97-99

 Seguridad Industrial - Resolución 2400 de 1979: Seguridad industrial en áreas de trabajo

 Resolución 1405 de 1980: Comité de Higiene y Seguridad industrial

 Decreto 614 de 1984: Sanidad portuaria y vigilancia epidemiológica en naves y vehículos

terrestres
49

5.5 Marco teórico

Durante el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre la prevención del delito y

tratamiento del delincuente realizado en La Habana en 1990 se discutió sobre el papel que le

corresponde al derecho penal en relación con la problemática del medio ambiente en el mundo

incorporando sanciones penales en las legislaturas de los diferentes países (Jurado, M., 2019).

En este evento se planteó que el derecho penal es una forma de protección del medio ambiente

que aunque se ha desarrollado poco, por consenso de los asistente se deberían imponer sanciones

penales para la protección ambiental y que debían desarrollarse ampliamente en las legislaciones

nacionales armonizándolas en el plano internacional (Jurado, M., 2019).

5.5.1 Responsabilidad penal de las personas jurídicas

Dentro de las temáticas que se trataron en el Congreso, según Libster (2000), la

responsabilidad penal de las empresas en contraposición con la de las personas y la

determinación de la acción penal relativa a actos que afectan recursos concretos en

contraposición a la relacionada con el medio ambiente en su conjunto. Además se reconoció que

el derecho penal tiene una función importante en la protección del medio ambiente y en el

derecho internacional.

La principal recomendación que se desprende de este Congreso en relación al medio ambiente

y el derecho penal consiste en que los estados miembros de la ONU deberán realizar un test
50

interno de razonabilidad para determinar la necesidad de implementar normas penales que

protejan de una manera efectiva al medio ambiente y la naturaleza (Libster, 2000).

Por otro lado, durante el Noveno Congreso de las Naciones Unidas Sobre Prevención del

Delito y Tratamiento del Delincuente – El Cairo, Egipto 1994 se llegó a la tipificación de los

elementos básicos del delito ambiental, a saber:

• El elemento mental: ya sea la intención, la imprudencia o la negligencia.

• La acción o la omisión.

• La forma del delito.

También se observó que entre los ejemplos de características del delito ambiental podían

figurar: el incumplimiento de la obligación de notificar a las autoridades un derrame de petróleo o

un accidente nuclear; el incumplimiento de la obligación de obtener un permiso y el

incumplimiento de la obligación de depurar el agua industrial antes de lanzarla a un arroyo.

“Para determinar la existencia de un delito hay que considerar la racionalidad, la previsibilidad y la

necesidad de la acción, teniendo en cuenta la importancia de establecer un equilibrio de interés entre

un medio ambiente limpio y el indispensable desarrollo industrial. Para ello, era necesario hacer

cambiar la idea del público de que los delitos ambientales no son auténticos, sino infracciones leves y

contravenciones de poca monta” (Libster, 2000, pg. 181).

En conclusión, los Estados apoyaron la introducción de la responsabilidad penal de los entes

colectivos en los países a fin de evitar que tanto las empresas como las autoridades cometiesen

abusos contra el medio ambiente. Igualmente, el texto trae una serie de recomendaciones sobre

las posibles sanciones que se les pueden imponer a las personas jurídicas (ONU, 2009):
51

• La imposición de multas elevadas.

• La disolución o el cierre de la entidad en cuestión.

• Su expulsión de los mercados públicos.

• El sometimiento de la empresa a supervisión judicial.

• La limitación de sus actividades.

• El decomiso del producto o instrumento utilizado en el delito y la publicación de la

decisión judicial contra la entidad.

• Obligación de reparar el daño causado al medio ambiente.

También establece que la responsabilidad penal de las personas jurídicas no exonera en la que

puedan incurrir los particulares culpables. Por lo anterior, podemos decir que en el derecho penal,

como una medida para la protección del medio ambiente por medio de la tipificación de nuevos

delitos ambientales, deberá tenerse en cuenta la necesidad de recursos para la aplicación de la ley,

además de fomentar la cooperación y coordinación entre los organismos de justicia penales y

administrativos (Libster, 2000).

Es importante aclarar que el término impacto no implica negatividad en sí mismo, ya que éste

puede ser positivo o negativo de forma que el impacto ambiental -la alteración, en la calidad

ambiental, en el comportamiento de los ecosistemas- debe ser entendido como el resultado de una

intervención (Fernández, V., 2009).

Frente a ello, el legislador incluye dentro del articulado penal la categoría de delitos

ecológicos, reconociendo la protección del medio ambiente como un valor social fundamental.

En consecuencia no sólo se trata de penalizar las conductas que afectan el bien jurídico ambiental
52

– patrimonio, sino que se plantea la represión por vía social no solo por medio del derecho, una

alternativa educativa para que las personas (naturales y jurídicas) replanteen sus acciones

(Libster, M., 2000). En este sentido, la moralidad pública, la reprobación y el castigo surgen

como acciones para enfrentar el acto criminal, según el nivel de influencia en las actividades

personales y organizativas (Colorado, D. y Giraldo, J. 2009).

Con el derecho penal aplicado a lo ambiental, lo que se intenta es al menos una reducción del

riesgo de daños ecológicos provocados por actividades ilícitas de entidades poderosas, que

pueden ser empresas públicas, privadas o trasnacionales (Libster, M., 2000).

En este sentido, el ordenamiento penal frente a los fenómenos ecológicos y ambientales se

mueve en torno a los intereses colectivos y la condición de vida misma. En consecuencia, el

derecho represivo tiene un rol fundamental en la preservación del medio ambiente dentro de un

marco de sostenibilidad (Libster, M., 2000).

Se trata de entender que el medio ambiente, desde la perspectiva del derecho penal, es un

sujeto autónomo:

“se entenderá por medio ambiente, como objeto de tutela jurídico penal, todo aquello que rodea al

hombre y que por tanto incluye el aire, el agua, la tierra, el paisaje, la flora y la fauna; siendo, en todo

caso, sujeto autónomo de protección y su afectación independientemente de la lesión o puesta en

peligro de la vida humana” (Bernate, F., 2006, pg. 325).

En este mismo sentido, Bernate, F. (2006) plantea:


53

“Al sostener que es un sujeto autónomo, estamos diciendo que para la protección del medio ambiente

no se requiere la lesión o peligro de vidas humanas, pues como lo trataremos más adelante la principal

preocupación ambientalista es la sostenibilidad para que las generaciones futuras tengan un mundo que

habitar. Por eso es que se sostiene que ―la tutela del medio ambiente [es] necesaria como mecanismo

de protección del hombre, pues su existencia depende del primero. Hoy en día gracias a la tesis que

sostiene que la protección del medio ambiente es autónoma respecto de la vida humana, y que está a su

vez constituye un sujeto autónomo de derechos, consideramos que es posible deslindar la afectación de

los recursos naturales frente a la tutela de la vida humana” (Bernate, F., 2006, pg. 324-325).

De hecho, en el Código penal se plantea que la responsabilidad en relación con daños

ambientales está sujeta a las personas naturales sea este el funcionario, agente o empleado del

ente colectivo; pero no tiene una responsabilidad clara la persona jurídica como tal (Nejer, C., y

Emperatriz, I., 2016).

Como plantea Libster (2000), el código penal actual sigue la referencia “societas delinquere

non potest” en el sentido de que quienes resultan afectados son los funcionarios que ejecutan la

decisión pero no la entidad, así esta sea realmente la causante del daño, bajo el principio de que

las personas jurídicas no delinquen.

Lo anterior se sustenta teóricamente en que las personas jurídicas no pueden asumir

responsabilidades por las acciones de sus funcionarios, pero que dentro de la doctrina moderna

esta afirmación ya no es tan cierta como lo era antes porque como afirma José Severo Caballero

citado por Libster (2000) la responsabilidad que tienen las personas jurídicas debe ser penal como

civil, y no ser solo de los directores o administradores. En tanto se acepte que los administradores
54

son los representantes de la persona jurídica, los actos que estos realicen deben considerarse

como efectuados por la misma persona jurídica, con total responsabilidad, tanto civil como penal

(Libster, 2000).

De hecho, en Colombia se han realizado esfuerzos por implantar la responsabilidad penal de la

persona jurídica, aunque en principio en campos distintos al de los delitos ecológicos, pero sí

relacionados, tal como aconteció con la ley que reguló el seguro ecológico o con el proyecto de

ley anticorrupción (Aldaz, T., 2014).

Esto quiere decir que la responsabilidad penal de las personas jurídicas se va dando, y que

cada vez más es posible sancionar tanto a las personas jurídicas como a las personas físicas que

hacen parte de los órganos de dirección (Narváez, J. 2001).

Aunque estos procesos se van a seguir dando, es necesario aclarar que en la actualidad,

Colombia sigue el principio según el cual las personas jurídicas no pueden ser sancionadas como

sujetos activos del delito (Días, C., y Lourdes, N., 2016). De hecho, el artículo 12 del Código

Penal estipula que sólo se podrán imponer penas por conductas realizadas con culpabilidad, es

decir, que la conducta debe tener la intención de actuar con dolo, culpa o preterintención (Código

Penal, 2002).

Sin embargo, ante la problemática actual, se está empezando a revaluar el principio societas

delinquere non potest que ha fijado diversas posiciones tanto a nivel doctrinal, como legislativo y

jurisprudencial al respecto (Días, C. y Lourdes, N., 2016).


55

Y considerando que con el avance de la industrialización, las empresas han alcanzado una

importancia significativa dentro del desarrollo de la sociedad así este crecimiento conduzca al

aumento de crímenes emergentes (principalmente económicos y ambientales)3.

Estos hechos han llevado a buscar la forma de responder jurídicamente por los delitos

ambientales y aunque la ausencia de imputación de responsabilidad penal a las personas jurídicas

se debe a la estructura actual del derecho penal, la cual se basa en la premisa de que sólo las

personas naturales pueden ser sujetos activos de delitos (Zanetti citado por Unifr, 2009).

Para enfrentar esta situación se requiere enfrentar la falta de capacidad de acción, la falta de

capacidad de culpabilidad y la falta de capacidad para sufrir la pena (Zanetti citado por Unifr,

2009).

Frente a estos puntos se ha planteado lo siguiente con el objeto una posible penalización del

delito ambiental:

a. Falta de capacidad de acción: hace referencia a la responsabilidad de las personas jurídicas

que está restringida a las personas naturales en tanto las primeras no son capaces de acción

por cuanto el derecho penal le reconoce al hombre capacidades volitivas y sensibles; mientras

que la persona jurídica, no presenta esas características, siendo sólo un ser abstracto (Unifr,

2009).

3
Se parte de la convicción, tal vez ingenua, de que las empresas no se crean con la finalidad de realizar conductas
delictivas, sino que dentro del desarrollo del objeto social de la persona jurídica se cometen conductas que pueden
ser penalmente sancionables.
56

Sin embargo, también se plantea que las personas jurídicas son capaces de acción en tanto

destinatarias de deberes jurídicos, pueden cumplirlos y también lesionarlos tal como lo

expone Guacaneme, M. (2005). Esta misma teoría es apoyada por Unifr (2009), al expresar

que el ordenamiento legal reconoce a las personas jurídicas discernimiento y libertad para

celebrar contratos con independencia y autonomía de las personas naturales que la integran.

Existe también la propuesta en donde la actuación criminal del órgano representante es

similar a la de la empresa, justificando el castigo a la empresa por la actuación de sus

empleados, quienes actuarían por delegación (Unifr, 1996).

Se plantea que las personas jurídicas, al igual que las físicas, son destinatarias directas de las

normas de conducta (mandatos y prohibiciones) en tanto las empresas tienen capacidad de

acción y son en consecuencia destinatarias de las normas de conducta (Unifr, 1996), en las

que se afirma que:

• La acción de los representantes de la empresa es de la propia persona jurídica.

• Una acción concretada en el nombre de la persona jurídica por un funcionario debe ser

considerada como acción propia de la misma.

Desde la perspectiva jurídica, la imputación no tiene como requisito que el sujeto de

amonestación esté compuesto por un sistema de psique y cuerpo, y puede estar determinada

por otros elementos, como lo son los estatutos y los órganos de dirección.

b. Falta de capacidad de culpabilidad: el mayor inconveniente para imputar algún tipo de

responsabilidad penal a las personas jurídicas es la incapacidad de culpabilidad surgida en

que para que se concrete un delito, es necesario que la conducta sea típica, antijurídica y

culpable. El problema está al establecer la culpabilidad y poder encuadrar la actuación típica

y antijurídica como una conducta dolosa, culposa o preterintencional a la persona jurídica.


57

Se proponen tres teorías para superar la culpabilidad como elemento de análisis de la

conducta criminal:

Teoría 1: cambia la categoría de culpabilidad por el principio de "interés público

preponderante" lo que implicaría renunciar a la garantía del Estado de derecho,

reflejada en el concepto de culpabilidad frente a los castigos inadecuados (Unifr,

1996).

Teoría 2: Esta tesis plantea que la imputación se sustenta en la "culpabilidad por un defecto

de la organización" (Unifr, 1996). Según esta teoría el fundamento de la

responsabilidad empresarial por el hecho delictivo o constitutivo de infracción

realizado por la persona titular tiene que ser concebidas como de la corporación, en

tanto ésta, por sus órganos o representantes, omitió la adopción de medidas de

precaución exigibles para garantizar el desarrollo ordenado y no delictivo de la

actividad de la empresa (Unifr, 1996).

Teoría 3: En esta se judicializa a las personas jurídicas pero sin tomar en cuenta su

culpabilidad afirmando la existencia de un interés público predominante que se

traduce en el estado de necesidad del bien jurídico (Unifr, 1996).

c. Falta de capacidad de sufrir pena: En este factor se trata de encontrar penas que la persona

jurídica sea capaz de soportar, no de aplicar las mismas que se le imponen a las personas

naturales, buscando sanciones adecuadas para cada uno (Unifr, 1996). Si sólo se sanciona a

las personas individualizadas como sucede actualmente en la legislación colombiana, la

responsabilidad nunca será asumida por la persona jurídica, con lo cual ésta podrá continuar

generando daños a causa de sus decisiones, evadir la responsabilidad o continuar con la


58

actividad sancionada como ilícita al no encontrar al agente responsable de la conducta, se

aumente la impunidad (Unifr, 1996).

Por todo lo anterior, y con el propósito de que no se ignoren las violaciones a la legislación

ambiental; se trata de identificar los beneficios económicos de la actividad ilícita (para poder

realizar una extinción de dominio) y cuantificar los daños que pudieran ocasionarse a la salud

colectiva y al medio ambiente.

En general, la sugerencia es abandonar la dogmática tradicional, que como plantea Unifr

(1996) es inadecuada para proteger a la sociedad:

“Mantener el arraigo dogmático del principio "societas delinquere non potest" propicia establecer un

régimen de privilegio a favor de esos entes jurídicos. Pues de esta manera, se viola un principio

fundamental de equidad social, que obliga a que todos los sujetos, en sentido lato, que participan de las

múltiples manifestaciones de la vida en comunidad, reciban el tratamiento que se merecen según

respeten o violen los valores generales, previstos o no en la ley. Y esto por cuanto, tanto las personas

naturales como las jurídicas son destinatarias de las normas que permiten la convivencia.” (Unifr 1996

pg. 44).

Un argumento en contra de la penalización de la conducta de la persona jurídica, es el de la

imposibilidad de que recaigan las consecuencias de la aplicación de la pena sobre un socio que

desconocía la realización del ilícito y se ve afectado por una actuación inadecuada:

“Puede ocurrir que miembros de alguno de los órganos componentes de una persona jurídica, por ella,

para o en función de ella, en beneficio de ella y con la autoridad suficiente como para generarle
59

consecuencias en una situación determinada, cometan un acto ilícito de cualquier especie‖” (Libster,

2000, pg. 208).

La discusión sobre la implantación en Colombia de una responsabilidad objetiva frente a los

administradores y gestores de personas jurídicas cuando se pruebe responsabilidad del ente

colectivo aplicar los siguientes supuestos: que el hecho punible sea imputable a la actividad de

una persona jurídica o, a la de una sociedad de hecho y que la conducta punible se realice en

forma clandestina o sin haber obtenido el correspondiente permiso, autorización o licencia de

autoridad competente.

“Es el juez quien debe aplicar las medidas coactivas como multas, cancelación del registro mercantil,

suspensión temporal o definitiva de la obra o actividad, así como el cierre temporal o definitivo del

establecimiento o de sus instalaciones; cuando encuentre que la sociedad tiene comprometida su

responsabilidad adicionalmente, crea la responsabilidad de los administradores de los entes colectivos”

(González, P., Regina, I., Mosquera Rentería, J. y Torres, L., 2014).

La Corte Constitucional encuentra viable la posibilidad de aplicar medidas represivas a la

persona jurídica por la aplicación indebida de la ley al no encontrar en la Constitución Política un

impedimento jurídico para esta acción sobre todo si se trata de avanzar en términos de justicia y

de mejorar los instrumentos de defensa colectiva‖ (Ríos, J. y Missas, J., 2016).

La Constitución de Colombia, respetando la tridivisión de poderes, y el Estado Social de

Derecho, en ninguna parte le prohíbe al legislador regular esta responsabilidad y da una libertad

normativa a su política sancionatoria, la cual hasta ahora se concentraba en torno a la persona

natural (Ríos, J. y Missas, J., 2016).


60

Es por lo anterior, que actualmente no está prohibido sancionar el abuso de la personalidad

jurídica. La utilización del esquema colectivo con móviles penales aparte de implicar para sus

gestores sanciones privativas de la libertad, da lugar a variadas reacciones del ordenamiento

jurídico en relación con los actos empresariales, el objeto social, su patrimonio o la persona

jurídica misma (González, P., Regina, I., Mosquera, J. y Torres, L., 2014).

Además de esto, Guerra, Y. (2009) plantea que esta modalidad de sanción no es nueva, como

tampoco lo es el darle capacidad de acción a la persona jurídica, pues en otras ramas de la

legislación colombiana diferente a la del derecho penal, se han implementado ciertas

responsabilidades, en materia civil con sanciones que ya están incluidas en el ordenamiento

jurídico y que no están en contravía de ningún principio que afecte el funcionamiento o actividad

de las personas jurídicas.

En materia de responsabilidad civil ambiental la Corte Suprema de Justicia en sentencia del 30

de abril de 1976, estableció que los daños ambientales en materia de responsabilidad civil se

consideran de carácter objetivo concentrándose en el contenido y la extensión de los perjuicios

sufridos por la victima haciendo abstracción de la conducta del agente:

“no hay responsabilidad sin daño y que cobija muy nítidamente la expresión quien contamina, paga y

en donde el nexo causal entre la acción y el daño tan sólo se rompe por intervención de una causa

extraña, la evidencia es que bajo un esquema de este tipo no bastaría probar la debida prudencia y

diligencia por el causante del daño para exonerarse de responsabilidad, sino que precisaría demostrar la

intervención de una causa extraña‖.”(Guerra, Y. 2009).


61

“Esta evolución en el tratamiento de la responsabilidad ambiental no ha sido pacífica y los defensores

de la denominada tendencia objetivadora, esgrimen que el desarrollo tecnológico e industrial ha

producido un aumento en el número de riesgos que gravitan sobre la actividad humana‖.”(Guerra, Y.

2009).

“Se apoya en el denominado riesgo de empresa, una variación moderna de la teoría del riesgo creado, y

con el cual se pretende significar que quienes derivan beneficio del desarrollo de una actividad

económica que presente notas particulares de azarocidad, deben responder por los perjuicios que

ocasionen y lo cual conlleva implícitamente una exigencia mayor de diligencia y prudencia.” (Guerra,

Y. 2009).

En relación con la afectación ambiental se ha venido planteando una teoría que si bien sería

“impensable” desde el derecho penal, hace referencia a la objetivización de la responsabilidad

por la falta de vigilancia del agente, refiriéndose a la “culpa in vigilando”, que no significa sino

haber omitido la obligación de fiscalizar adecuadamente a los subordinados de la persona

jurídica, a instancias de la cual cometen ilícitos que terminan responsabilizándola; omisión esta

que de no haberse producido, hubiera evitado la consecuencia disvaliosa (Libster, 2000):

“A pesar de estos desarrollos de la responsabilidad ambiental, no se consideran suficientes porque se

estima que la reparación tratándose del daño ambiental puro no siempre resulta satisfactoria; es en

ocasiones complejo volver las cosas al estado que tenían en el momento inmediatamente anterior al

daño‖.” (Narvaez, J.2001)

En materia de derecho administrativo, se identifican sanciones en caso de que las personas

jurídicas se aparten de sus mandatos.


62

“Para dotar de mayor poder intimidatorio a las sanciones administrativas de multa, con el fin de evitar

que las mismas resulten integrantes de los costos de producción de una empresa, se propone en el

derecho comparado el sistema utilizado en la legislación norteamericana llamado “non compliance

penalti” según el cual se busca garantizar que el infractor no obtenga ningún beneficio económico con

su infracción, de manera que la mínima sanción administrativa aceptable será el equivalente al

beneficio obtenido por el contaminador.” (Rodas. J. 1994, pg 154.

En materia penal, también es posible aplicar algún tipo de responsabilidad directamente frente

a las actuaciones del ente, como por ejemplo, la persona jurídica

“puede incurrir en el delito tipificado en el artículo 197 del C.P., por fabricar una sustancia tóxica sin

facultad legal para hacerlo, es posible que ello se realice por una persona jurídica, en cuyo caso de

acreditarse el nexo entre la conducta y la actividad de la empresa, el juez competente, según la

gravedad de los hechos, estará facultado para imponer a la persona jurídica infractora una de las

sanciones allí previstas.”

La posibilidad de poder extender la responsabilidad penal a las personas jurídicas se ve

necesaria en casos en los que se busca proteger a ésta, es el caso de delitos vinculados con:

• El lavado del dinero proveniente del enriquecimiento ilícito,

• Los delitos financieros que afectan a los pequeños ahorradores,

• Los delitos de peligro común o que puedan causar grave perjuicio para la comunidad,

• Los delitos que amenacen el ambiente o causen daños en él,

• Los delitos cometidos contra los consumidores.


63

Como ya lo habíamos anunciado, la conclusión a la que finalmente llega la Corte

Constitucional puede resumirse de la siguiente manera:

“La imputación de responsabilidad penal a la persona jurídica en relación con los delitos a que se ha

hecho mención, no viola la Constitución Política. (…) La persona jurídica no es un simple receptáculo

formal de acciones u omisiones. La ley recurre a la personificación jurídica con el objeto de satisfacer

específicas necesidades de organización y expresión de la acción colectiva orientada a la consecución

estable de fines lícitos. Si se examina con detenimiento el régimen jurídico que hace posible introducir

este actor de la vida social, se concluye que está dotado de instrumentos y mecanismos prudenciales

para controlar, dentro del campo en el que despliega su objeto, las acciones y omisiones, que le pueden

ser genéricamente imputadas, según sus consecuencias. En realidad, lo contrario no lo haría apto como

sujeto de derecho”. (Corte Constitucional. Sentencia 320 de 1998. M.P.: Eduardo Cifuentes Muñoz)

Adicionalmente, la Corte examinó el tema a la luz de la posibilidad que los administradores

respondan cuando la persona jurídica está actuando en contravía de la ley, frente a lo cual, no se

encontró ningún reparo, principalmente si es la teoría clásica bajo la cual estos tipos de entes

vienen respondiendo, máxime en una economía dominada por los grandes capitales, las acciones

sociales gravemente desviadas no pueden siempre analizarse a partir del agente individual, por

tanto:

“Corresponde a los administradores gestionar las empresas evitando que al abrigo de su objeto social se

violen las normas penales y se generen daños a la sociedad. Las ganancias de las personas jurídicas no

pueden perseguirse creando para la comunidad situaciones de peligro. Cuando ello ocurre sin duda

alguna se ha abusado de la personalidad jurídica y, por lo que respecta a los administradores, se ha

incurrido en una grave falta que puede tener connotaciones no sólo patrimoniales sino también

penales.” (Corte Constitucional. Sentencia 320 de 1998. M.P.: Eduardo Cifuentes Muñoz)
64

Frente a este punto, quisiéramos aclarar que no nos oponemos de ninguna manera a la

imputación de la conducta sobre los entes de control de las personas jurídicas, cuando sean éstas

exclusivamente quienes cometieron la acción sujeta de reproche; lo que proponemos, y en lo que

más adelante ahondaremos es en la posibilidad de imputar una acción delictiva al ente

empresarial lo cual amplía el espectro de la norma, con el fin de evitar la impunidad, proteger a

los perjudicados, y lograr una mayor eficacia en cuanto a la reparación.

Siguiendo con la línea argumentativa que trae la Corte, al examinar el tema de la imputación

de las personas naturales y jurídicas nos pone de presente que la ley ha dado mecanismos a los

directivos del ente jurídico, es decir a las personas físicas, para que éstas tengan la facultad de

ejercer este control de una manera apropiada y que de esa forma se cumpla con el objeto

adecuado y lícito de la sociedad.

La Corte Constitucional considera (y nosotros estamos de acuerdo), en que “la sanción penal

que se extiende a la persona jurídica la enfrenta a la censura social, puesto que ella lejos de

aparecer como simple víctima del administrador que ilegítimamente hizo uso de su razón social,

se muestra como autora y beneficiaria real de la infracción, por lo cual está llamada a responder.”

(Corte Constitucional. Sentencia 320 de 1998. M.P.: Eduardo Cifuentes Muñoz).

En el caso de que la conducta punible se realice en forma clandestina o sin haber obtenido el

correspondiente permiso, autorización o licencia de autoridad competente, y por tratarse de un

hecho y de una omisión que se predica de la persona jurídica o de la sociedad de hecho, la norma

autoriza al juez a presumir la responsabilidad objetiva del respectivo ente (Colorado, D. y

Giraldo, J., 2009).


65

Y dado que a la persona jurídica y a la sociedad de hecho, sujetas a una sanción penal, se les

debe garantizar el debido proceso - en los términos de la ley y en lo que resulte aplicable según su

naturaleza-, la Corte considera que la expresión "objetiva" que aparece en el último inciso del

artículo 26 del proyecto es inexequible (C-320-98 Corte Constitucional).

Posteriormente la Corte Constitucional, tuvo la oportunidad de volver a analizar el tema de la

responsabilidad penal de las personas jurídicas en la Sentencia C-843 de 1999, a causa de una

acción de constitucionalidad que instauró una ciudadana, en donde argumenta principalmente que

el artículo 26 de la ley 491 de 1999, es violatorio de la Carta Política, ya que hay la omisión

legislativa que afecta el debido proceso, teniendo en cuenta que el tipo penal no incluye las reglas

procedimentales que permitan su aplicación, y que no es posible subsanar esa falencia con las

disposiciones existentes en el ordenamiento.

Además, la Procuraduría considera que, fuera de lo anterior, esta norma desconoce el principio

de legalidad, pues enuncia las penas aplicables pero no establece los límites temporales para cada

una de ellas, ni en qué caso hay lugar a imponer una u otra medida, lo cual evidencia una total

ausencia de criterios de dosificación punitiva, que igualmente afecta el principio de

proporcionalidad (Corte Constitucional. Sentencia C-843/99 M.P.: Alejandro Martínez Caballero)

Este análisis jurisprudencial abre la posibilidad de que la ley imponga responsabilidad penal a

las personas jurídicas, que fue el asunto estudiado en las sentencias C-320 de 1998 y C-674 de

1998 y con ello se legitima su aplicación ante el delito ambiental.


66

En relación con las penas que se le imponen a los delitos cometidos por la persona jurídica, la

norma enuncia varias sanciones como la multa, la cancelación del registro mercantil, la

suspensión temporal o definitiva de la obra o actividad, o el cierre temporal o definitivo del

establecimiento o de sus instalaciones, sin embargo:

“En ningún momento la disposición señala cuándo debe el juez aplicar una u otra sanción, ni especifica

sus límites, pues no establece cuál es el término máximo de la suspensión de la obra o actividad, o del

cierre, ni el monto máximo o mínimo de la multa. Por consiguiente, (…) esa mera enunciación de

sanciones penales, sin definir límites y elementos ciertos de aplicación de las distintas penas, viola del

principio de legalidad, pues será el fallador, con criterios subjetivos, quien determine, con posterioridad

a la ocurrencia de los hechos, cuál es la pena aplicable.” (Corte Constitucional. Sentencia C 674 de

1998 M.P.: Eduardo Cifuentes Muñoz)

Y en el mismo sentido se pronuncia con las penas que se le imponen a las personas naturales

ya que la norma faculta para que el juez imponga sanciones a sus representantes legales,

directivos o funcionarios "involucrados", por acción u omisión, en la conducta delictiva,

sanciones privativas de la libertad, pero sin definir el máximo ni el mínimo de la pena, ni

tampoco la correspondencia entre cada una de los posibles castigos y las diversas conductas

contempladas en los artículos 189, 190, 191 y 197 del Código Penal de 1980.

Por lo anterior, en un Estado de Social de Derecho lo adecuado es que las penas -dados los

supuestos de los delitos a los que corresponden- se apliquen de la forma en la que la ley las

establece (en virtud del principio de legalidad); no que el juez decida discrecionalmente si las

aplica o no, y menos que pueda escoger la sanción aplicable a su arbitrio, entre varias posibles, ya
67

que esto le abre un espectro inmanejable al funcionario que como consecuencia genera

inseguridad jurídica (Barco, G., 2008).

La Corte considera, en relación con el procedimiento a seguir para el juzgamiento de personas

jurídicas, que actualmente en Colombia existe indeterminación en el procedimiento que debe

seguirse para sancionar a los entes colectivos, pues la ley no prevé un procedimiento especial

para tal efecto, y no es claro que pueda aplicarse íntegramente y de manera inequívoca el

procedimiento penal ordinario, designado básicamente para enjuiciar a las personas naturales.

“Esta indeterminación parcial del procedimiento para el juzgamiento de las personas jurídicas

también desconoce el debido proceso y el principio de legalidad, por la inexistencia o ausencia de

las "formas propias de un juicio" definidas en "leyes preexistentes", las cuales son necesarias para

poder investigar y juzgar a alguien -sea persona natural o persona jurídica- por la comisión de un

hecho punible”.

Y finaliza la Corte, sosteniendo que en ningún momento la falta de claridad y precisión

jurídica en la estructura del tipo penal que se declaró inexequible (artículo 26 de la ley 491 de

1999),

“(…) no implica, en manera alguna, un cambio de jurisprudencia en relación con las sentencias C-

320 de 1998 y C-674 de 1998, que señalaron que la ley podía imponer responsabilidad penal a las

personas jurídicas, ya que éstas pueden ser sujetos activos de distintos tipos penales, en particular

de aquellos que pueden ocasionar grave perjuicio para la comunidad, o afectar bienes jurídicos

con clara protección constitucional, como el medio ambiente”


68

Se concluye entonces que, la Corte Constitucional en ningún momento está negando la

posibilidad de poder imputar responsabilidad penal a las personas jurídicas, lo único que le da

como recomendación al legislador es que tenga en cuenta, la técnica, los principios y el

procedimiento, en el momento de regularla.

Basados en los argumentos esgrimidos anteriormente, vemos que la posición normativa en

Colombia sigue siendo la negativa a la penalización de los entes colectivos como sujetos activos

de las conductas delictivas. Sin embargo, la realidad social ha impulsado nuevas iniciativas

encaminadas a responder al fenómeno de la empresa como ente con capacidad de lesionar

intereses jurídicos.

5.5.2 Penalidad y delitos ecológicos

En el derecho moderno, se habla del “delito ecológico” para definir los actos que constituyen

un atentado al ambiente ejercidos con dolo y hacen referencia genérica a todas aquellas conductas

atentatorias del ambiente o capacidad de producir un daño en los recursos naturales,

fundamentándose, ya no en la intencionalidad del agente sino en la simple culpa al obrar

(Magaldi, J., 2013 y Patiño, 1985).

En este sentido, la evolución del derecho ha desembocado en el reconocimiento del delito

ecológico, el cual ya no se enmarca sólo en la regulación surgida entre los hombres, sino que

también hace referencia a las que surgen entre los hombres y las cosas (Magaldi, J., 2013).
69

Actualmente se busca ampliar la tutela jurídica de las actuaciones dolosas o culposas que

afectan el medio ambiente y resultan atentatorias de la calidad de vida de las personas, incidiendo

en las posibilidades de llevar una existencia sana en un ambiente sano. De hecho, se parte de que

estos dos últimos hechos deben estar reconocidos porque actualmente, se busca en todos los

países, es garantizar a sus habitantes un ambiente adecuado para el desarrollo de una existencia

saludable (Aparicio Miranda, D. E. y cols., 2016).

Por causa de los procesos de industrialización la forma como se debe proteger el ambiente se

ha convertido en un punto de discusión de los legisladores de forma que se han dado desarrollos

normativos orientados a la conservación de los ecosistemas en muchos casos a través de la

penalización de las conductas que resultan atentatorias de un desarrollo sostenible:

“No podemos más que estar de acuerdo con la Corte Constitucional, así como con la

doctrina y algunos otros estamentos, cuando afirman que es una verdad innegable que la

empresa hoy es partícipe en infinidad de hechos punibles, e inclusive llega en ocasiones a

ser instrumento sine qua non para algunas actividades delincuenciales‖ (Sanpedro, C.,

2000)

Frente a este objetivo (Aparicio, D. y cols., 2016) hacen un análisis en torno a la posibilidad o

no, de poder tipificar los delitos cometidos contra el medio ambiente, que se puede sintetizar de

la siguiente manera:

Argumentos en contra de la sanción penal del deterioro ambiental (Aparicio, D. y cols., 2016)

 El derecho penal no es adecuado para actuar con respecto al deterioro ambiental.


70

 El derecho penal dispone de un carácter residual frente al ilícito administrativo, que

resulta más eficiente para combatir este fenómeno.

 El derecho penal debe rechazar la protección de aquellos bienes jurídicos que no cuentan

con tales atributos, como sucede con el medio ambiente.

 El delito cometido por una persona jurídica siempre será realizado a través de una persona

natural (representante legal, gerente o por decisión de la junta o comité directivo).

 Siguiendo la teoría de la voluntad legal, las personas jurídicas sólo pueden ser sujetos

activos de contravenciones o faltas de carácter civil.

 A la persona jurídica le falta voluntad natural por lo que la ley debe reconocerle es una

voluntad legal.

 El Código Penal regula los hechos punibles y los clasifica de dos maneras: delitos en el

Código Penal y contravenciones al Código de policía. Y como los entes colectivos son

abstracciones no pueden cometer delitos propiamente dichos como lo haría una persona

natural, pero sí puede cometer contravenciones

Argumentos a favor de la protección del medio ambiente a través del derecho penal (Aparicio, D.

y cols., 2016)

 El deterioro ambiental generalizado ha creado la necesidad de contar con herramientas

que permitan enfrentarlo desde el derecho penal como una alternativa preventiva.

 El derecho penal se legitima socialmente al proteger el desarrollo de la sociedad sin

deteriorar las condiciones de futuro de sus habitantes.

 Existen diversos instrumentos internacionales de obligatorio cumplimiento orientados a la

protección del medio ambiente.


71

 El planteamient6o de que los agentes colectivos pueden ser sujetos activos de delitos. T

o El reconocimiento de la persona como sujeto de derechos implica necesariamente

que hayan sujetos de derechos diferentes al hombre.

o El concepto de sujeto se saca del ámbito de derecho privado y se lleva al derecho

público.

o Todas las personas públicas o privadas son realidades no ficciones jurídicas.

o Las personas colectivas pueden cometer delitos y están capacidad de obrar para

realizar contratos, cobrar obligaciones, exigir derechos y cumplirlos.

En este sentido, el Código Penal - Ley 599 de 2000 introdujo tipos penales nuevos y desarrolló

algunos ya existentes e introdujo un título independiente para este tipo de delitos.

Otro de los grandes avances presentes en la ley es el endurecimiento de la protección a través

de la ampliación de los verbos rectores y la consagración de la condición culposa. El tránsito

legislativo propone un desarrollo desde el punto de vista de la política criminal y de protección al

bien jurídico tutelado donde el derecho ambiental involucra distintas dimensiones de la vida

social y económica (Colorado Salamanca, D. C., & Giraldo Henao, J. D. 2009).

En este mismo sentido, más personas e industrias se preocupan por el desarrollo sostenible

como resultado de un cambio de visión sobre esta problemática y sus repercusiones en la vida

personal y colectiva.
72

De hecho, los tipos penales se han ido ajustando y alcanzando desarrollo doctrinal y

jurisprudencial en la medida que se reconoce que pueden ser cometidos por personas jurídicas

(Colorado, D. y Giraldo, J., 2009).

Es así como se plantea el concepto de sujeto activo que es el agente autor o actor de la

conducta tipificada por la ley. Aun cuando en ocasiones se le confunde con el destinatario de la

norma, el sujeto activo es quien realiza la acción (Pabón, P. 2005).

Mientras en el Código Penal anterior los delitos ambientales eran considerados de sujeto

activo indeterminado, en el actual ya se observan algunas conductas de sujeto activo determinado

como son las descritas en el artículo 329 -violación de fronteras para la explotación de recursos

naturales (Caldas, J. 2004).

Actualmente se ha reevaluado la idea de que la persona natural es el único sujeto capaz de

cometer conductas delictivas. La doctrina y la jurisprudencia actual precisan lo relacionado con la

responsabilidad penal de los agentes colectivos. De hecho, en Colombia el Código Penal

establece:

“Artículo 29. Autores. Es autor quien realice la conducta punible por sí mismo o utilizando a otro

como instrumento.

Son coautores los que, mediando un acuerdo común, actúan con división del trabajo criminal

atendiendo la importancia del aporte.

También es autor quien actúa como miembro u órgano de representación autorizado o de hecho de

una persona jurídica, de un ente colectivo sin tal atributo, o de una persona natural cuya

representación voluntaria se detente, y realiza la conducta punible, aunque los elementos


73

especiales que fundamentan la penalidad de la figura punible respectiva no concurran en él, pero

sí en la persona o ente colectivo representado.

El autor en sus diversas modalidades incurrirá en la pena prevista para la conducta punible.”

(Código Penal, 2000).

5.5.3 Lo ambiental en la legislación internacional

En Estocolmo en 1972, en el marco de la Conferencia de la Organización de las Naciones

Unidas (ONU) se expresa la toma de conciencia de la problemática ambiental en relación con el

cambio climático y se dan unas directrices en torno al tema

“La Conferencia de Estocolmo de 1972 centraba la atención internacional en temas medio

ambientales, especialmente los relacionados con la degradación ambiental y la 'contaminación

transfronteriza'. Este último concepto era muy importante, ya que señalaba el hecho de que la

contaminación no reconoce los límites políticos o geográficos y afectos a los países, regiones y

pueblos más allá de su punto de origen. Durante las décadas que siguieron a la Conferencia de

Estocolmo, este concepto se amplió para abarcar temas medio ambientales que son de verdadero

alcance transnacional y que requieren una acción conjunta de todos los países y regiones del

mundo para enfrentarse a ellos de un modo efectivo. Estos problemas medio ambientales

mundiales tan importantes incluyen, por ejemplo, todo tipo de contaminación, el cambio

climático, la reducción de la capa de ozono, el uso y administración de los océanos y los recursos

de agua dulce, la deforestación excesiva, la desertificación y la degradación de la tierra, los

vertidos peligrosos y la disminución de la diversidad biológica (ONU, 2002).


74

Este fue uno de los logros más importantes de los ecólogos, al lograr que los países

desarrollados analizaran el daño que se hacía al ambiente, reconociendo la importancia del medio

humano natural para la vida y su relación con el ejercicio de los derechos fundamentales, así

como la necesidad de proteger y mejorar el medio ambiente para las generaciones futuras,

reconocido como un deber de los gobiernos (Gligo, N., 2006).

Esta conferencia señala cómo los Estados, en el desarrollo de sus actividades, no puedan

causar daño al medio de otros estados o zonas fuera de toda jurisdicción; así, deben velar por la

conservación y beneficio de generaciones presentes y futuras. Específicamente, señala que se

debe detener la descarga de sustancias contaminantes para proteger la salud humana y los

ecosistemas (Gligo, N., 2006).

Por otro lado, se les asigna a los Estados el deber de cooperar con el desarrollo del derecho

internacional, responder a las necesidades en materia de conservación, asistencia financiera y

tecnológica para procurar que las políticas ambientales estén aumenten el potencial crecimiento

actual sin prejuicio del futuro (Sánchez, H., 2008).

Esta Conferencia señala el desarrollo de una labor de educación e información en cuestiones

ambientales dirigida a los distintos sectores de la población comprometida con el medio ambiente

para que también las comunidades aporten su cuota en el cuidado de este elemento vital en el

desarrollo y en la subsistencia de la humanidad (Sánchez, H., 2008).

Otro documento referencial en temática ambiental es el emitido por la Comisión Bründtland

(1983 – 1987) que fue la encargada de observar el tema del medio ambiente y el desarrollo de la
75

humanidad (ONU, 2009) y que elaboró la definición de desarrollo sostenible la cual consiste

básicamente en: “La satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de

las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades‖…”

Dentro de la definición encontramos dos conceptos básicos:

 El concepto de "necesidades", en particular las necesidades esenciales de los pobres del

mundo, superior a la que se debe dar prioridad, y

 La idea de limitaciones impuestas por el estado de la tecnología y la organización social sobre

la capacidad del medio ambiente para satisfacer las necesidades presentes y futuras.

A partir de este momento, el desarrollo sostenible se constituye en un referente en el que se

propone que la explotación de los recursos, la dirección de las inversiones, la orientación del

desarrollo tecnológico y el cambio institucional, están todas en armonía y favorecen el potencial

actual y futuro de satisfacer las necesidades y aspiraciones humanas (Gallego, L. y Sepúlveda, N.,

2012).

Llevar a cabo estas tareas requiere la reorientación de la tecnología, de forma que sea

mejorada especialmente en los países en desarrollo para que puedan responder más eficazmente a

los desafíos del desarrollo sostenible prestando una mayor atención a los factores ambientales

(ONU, 2009).

Así mismo, en el capítulo octavo, denominado Industria: Producir más con menos, el tema de

las responsabilidades, medidas y políticas públicas que deben adoptarse para preservar el medio

ambiente están en relación con las políticas públicas (posibilidad de dar incentivos y
76

desincentivos a las organizaciones según su conducta) y con la responsabilidad de las industrias

de hacer más eficientes el uso de los recursos, generar menos contaminación y residuos y el uso

de fuentes renovables que minimicen los impactos negativos sobre la salud humana y el medio

ambiente (ONU 2000).

En Rio de Janeiro 1992, se reunieron delegados de los gobiernos de los diferentes países,

representantes de los movimientos ambientalistas y de medios de comunicación de 178 naciones,

en la conferencia conocida como "Cumbre para la Tierra" con el objetivo principal de establecer

el concepto de "desarrollo sustentable" o “desarrollo sostenible” en todo tipo de acciones, con

miras a proteger el planeta de la degradación ambiental y de todo tipo de amenazas que se

reflejan en los cambios climáticos.

“En la Cumbre para la Tierra se reconoció internacionalmente el hecho de que la protección del medio

ambiente y la administración de los recursos naturales deben integrarse en las cuestiones socio-

económicas de pobreza y subdesarrollo. Esta idea ha sido recogida en la definición del término

‘desarrollo sostenible’ hecha por la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo (la

Comisión Bründtland) en 1987 como ‘el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin

comprometer la habilidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades’. Este

concepto fue diseñado para satisfacer los requisitos de los partidarios del desarrollo económico así

como los requisitos de los que están interesados principalmente en la conservación medio ambiental”

(ONU, 2009).
77

En esta conferencia fueron aprobados diversos documentos, dentro de los cuales encontramos

el plan para la aplicación de medidas a favor de un desarrollo sostenible y protección del medio

ambiente

“(…) los gobiernos trazaron pautas de acción detalladas con cuya aplicación el mundo podría

abandonar el modelo de crecimiento económico insostenible en favor de actividades que protegieran y

renovaran los recursos ambientales de los que dependían el crecimiento y el desarrollo. Los ámbitos de

acción incluían: la protección de la atmósfera; la lucha contra la deforestación, la destrucción del suelo

y la desertificación; la prevención de la contaminación del aire y el agua; el fin de la reducción de las

poblaciones de peces; y la promoción de la gestión segura de los desechos tóxicos‖” (ONU, 2009).”

En respuesta de estas directrices, por medio del Programa 21, se han venido adoptando

medidas para integrar el desarrollo sostenible a las políticas públicas incluyendo temas como la

generación de empleo, la asistencia para el desarrollo de ciertos sectores y auxilios para sectores

específicos como las mujeres, la infancia y las minorías buscando promover que el desarrollo se

haga de forma tal que se proteja el medio ambiente (ONU, 2009).

Y queda la Conferencia Naciones Unidas en Johannesburgo 2002, conocida como “Río + 10”

o “segunda Cumbre de la Tierra” donde se buscó evaluar los resultados de la cumbre de Rio de

Janeiro de 1992, básicamente en relación con aspectos como la pobreza y la contaminación

(ONU, 2009).
78

5.5.4 Desarrollos de la normatividad nacional ambiental

La legislación ambiental colombiana es muy abundante y se encuentra en diferentes

documentos y relacionada con diversas situaciones de regulación y control. Las más relevantes

tanto en lo ambiental como en lo penal empiezan por la Constitución Política de Colombia 1991

en la cual se consagra expresamente la protección al medio ambiente y lo eleva al nivel de

obligación del Estado y de los particulares, presentándolo como un derecho y un deber de

carácter colectivo.

Desde el preámbulo encontramos expresamente el sentido de la protección a la vida, lo que,

sin lugar a dudas, tiene relación directa con el derecho ambiental y con una responsabilidad

estatal con su protección.

En el Artículo 8 se habla de la protección de los recursos naturales y culturales, obligando al

Estado al desarrollo de políticas que reconozcan la riqueza cultural que reconoce asociada a la

riqueza natural.

El Artículo 49 habla del saneamiento ambiental como tarea estatal fundamental para entre

otras la conservación de la salud bajo principios de solidaridad, universalidad y eficiencia.

Por otra parte, el Artículo 58, se refiere a la función ecológica de la propiedad, indicando que

no se puede abusar de ésta causando afectando al medio ambiente y desconociendo los criterios

de desarrollo sostenible.
79

El Artículo 63 señala como bienes de uso público entre otros a los parques naturales,

definiéndolos como inalienables, imprescriptibles e inembargable sin vulnerar las tierras

adquiridas con anterioridad (portadoras de justo título).

Además, el Artículo 66 consagra la protección de la actividad agrícola, pecuaria, pesquera,

forestal y agroindustrial; regulada por el Estado y consecuente con los criterios ambientales.

Y en el Artículo 79, que surge como una norma sin antecedentes, presente en el capítulo III de

la Constitución, señala dentro de los derechos colectivos y del medio ambiente lo siguiente:

“Artículo 79. Todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La ley garantizará la

participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo.

Es deber del Estado proteger la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de

especial importancia ecológica y fomentar la educación para el logro de estos fines”

Esta norma hace referencia al derecho de las personas y comunidades a gozar en un ambiente

sano, y promueve la protección del medio ambiente y la labor de los ciudadanos para lograr tal

fin. En este capítulo se trata directamente de la protección de los denominados “derechos de

tercera generación o de los pueblos”, en donde el medio ambiente es considerado como un

derecho con todas las prerrogativas que esto implica para su protección (Rentería, Y. 2016).

En este sentido en la jurisprudencia nacional se señala:

“Los Derechos de Tercera Generación también conocidos como Derechos de Solidaridad o de los

Pueblos contemplan cuestiones de carácter supranacional como el derecho a la paz y a un medio


80

ambiente sano (Corte Constitucional. Sentencia T- 092 de. 1993, M.P.: Simón Rodríguez

Rodríguez).

Aunque el contenido de estos derechos no está totalmente determinado y se encuentran en

proceso de definición, están consagrados en diversas disposiciones de algunas convenciones

internacionales (Rentería, Y. 2016). y en general tratan de lo siguiente:

• Derecho a la autodeterminación

• Derecho a la independencia económica y política

• Derecho a la identidad nacional y cultural

• Derecho a la paz

• Derecho a la coexistencia pacífica

• La cooperación internacional y regional

• La justicia internacional

• El uso de los avances de las ciencias y la tecnología

• La solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y ecológicos

• El medio ambiente

• El patrimonio común de la humanidad

• El desarrollo que permita una vida digna

Este artículo 79 hace referencia a un derecho personal y común simultáneamente. Al mismo

tiempo que es básico para el goce de otros, como los económicos, los de la vida y los de la salud,

y que además es un valor fundamental para la protección de la biosfera como garante de la vida

en el planeta (Corte Constitucional. Sentencia T- 092 de. 1993, M.P.: Simón Rodríguez

Rodríguez).
81

El Artículo 80 incorpora el concepto de “desarrollo sostenible” en relación con el cuidado del

medio ambiente, el control del deterioro ambiental, la posibilidad de ejercicio de acciones legales

e inspección sobre el ambiente como garantes de la disponibilidad de estos recursos para las

generaciones futuras. Hace referencia al interés colectivo de responder a las necesidades de las

generaciones presentes con un desarrollo económico que garantice a las futuras un disfrute de

estos recursos como acción de la sociedad.

En este sentido, el Artículo 88 hace referencia a las acciones populares como recursos con que

cuenta la comunidad para la adecuada protección de los derechos colectivos en general y en

particular para la protección al medio ambiente. De hecho, este artículo ha recibido múltiples

pronunciamientos por parte de la Corte Constitucional validando ejercicios sociales para la

protección de estos derechos de tercera generación.

“Además, el derecho al ambiente sano se encuentra protegido por el Artículo 88 de la Carta por medio

de las acciones populares, que tienen procedencia en aquellos casos en los cuales la afectación de tal

derecho vulnera un derecho constitucional o legal. Esta regla general debe ser complementada con una

regla particular de conexidad, según la cual, en aquellos casos en los cuales, de la vulneración del

derecho a gozar del medio ambiente resulte vulnerado igualmente un derecho constitucional

fundamental, procede la acción de tutela como mecanismo judicial de protección del derecho colectivo

al medio ambiente. En estos casos, el juez, al analizar el caso concreto, deberá ordenar la tutela efectiva

que se reclama. Para determinar la conexidad entre el derecho al medio ambiente sano y el derecho

fundamental de aplicación inmediata se debe recurrir, inicialmente, al análisis del caso concreto. Es allí

donde el juez observa las circunstancias específicas del caso para apreciar el grado de afectación del

derecho fundamental. En estos casos la norma fundamental adquiere sentido jurídico cuando se

interpreta a través de las circunstancias fácticas y no como suele suceder con las normas que consagran
82

derechos subjetivos, en las cuales los derechos adquieren sentido a través de los elementos

interpretativos proporcionados por la norma” (Corte Constitucional. Sentencia SU-067 de 1993. M.P.:

Fabio Morón Díaz)

En el Artículo 95 se abordan los deberes y obligaciones del ciudadano, establece en el numeral

8 como deber del ciudadano el “proteger los recursos culturales y naturales del país y velar por la

conservación de un ambiente sano”.

Igualmente existen artículos como el 226 que se refiere a la internacionalización de los

deberes ecológicos, el 268 que trata de las funciones ambientales de la Contraloría General de la

Nación y en el numeral 7 sugiere la presentación de un informe periódico al Congreso de la

República sobre el estado de los recursos naturales y el 277 que hace referencia a la función de la

Procuraduría General de la Nación como defensora de los derechos de los ciudadanos, en este

caso en relación con lo ambiental.

En el artículo 300 numeral 2 establece las funciones ambientales de las asambleas

departamentales que se promueve por medio de ordenanzas.

“Expedir las disposiciones relacionadas con la planeación, el desarrollo económico y social, el apoyo

financiero y crediticio a los municipios, el turismo, el transporte, el ambiente, las obras públicas, las

vías de comunicación y el desarrollo de sus zonas de frontera‖.”

En el artículo 330, en el parágrafo, se expone las funciones ambientales de las comunidades

indígenas a las que se les reconoce por la preservación de los recursos naturales, aunque se aclara
83

que no son autoridad ambiental a pesar que pueden explotar recursos de los parques naturales

para su subsistencia y economía como alternativa para conservar su identidad cultural.

En el artículo 331 se le atribuye a la Corporación Autónoma Regional del Magdalena rango

constitucional; y se le encarga velar por el ordenamiento de la cuenca del río Magdalena y la

regulación de las concesiones que el Estado otorgue en su área de influencia.

El artículo 360 se refiere a los derechos de las entidades territoriales sobre la explotación de

los recursos naturales no renovables y regula el sistema de regalías por vía de la explotación de

dichos recursos.

Además de la constitución se cuenta con otros desarrollos normativos como lo es la Ley 23 de

1973 se le concedieron facultades extraordinarias al Presidente de la República para elaborar el

aún vigente “Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al medio

ambiente” cuyo objetivo es: “Prevenir y controlar la contaminación del medio ambiente y buscar

el mejoramiento, conservación y restauración de los recursos naturales renovables para defender

la salud y el bienestar de todos los habitantes del territorio nacional”.

Y es por medio del Decreto Ley 2811 de 1974 que incorpora diferentes corrientes ideológicas

que se formula el código de recursos naturales considerando que el ambiente es patrimonio

común de la humanidad y necesario para la supervivencia y el desarrollo económico y social de

los pueblos, que tiene por objeto:

1. Lograr la preservación y restauración del ambiente, la conservación, mejoramiento y

utilización racional de los recursos naturales renovables.


84

2. Asegurar el desarrollo armónico del hombre y de dichos recursos, la disponibilidad

permanente de éstos y la participación social, para beneficio de la salud y el bienestar de los

presentes y futuros habitantes del territorio nacional.

3. Prevenir y controlar los efectos nocivos de la explotación de los recursos naturales no

renovables sobre los demás recursos.

4. Regular la conducta humana, individual o colectiva y la actividad de la Administración

Pública y las relaciones que surgen del aprovechamiento y conservación de tales recursos y

del ambiente‖.” (Decreto Ley 2811 de 1974, artículo 2)

El código está dividido en dos partes: la primera relacionado con normas generales de política

ambiental, y la segunda con conceptos del ámbito internacional como los concernientes a la

responsabilidad, intercambio de información de los diferentes países, reglas preventivas y

mecanismos de solución de controversias en el contexto de que es necesario concientizar a los

gobiernos de que la problemática ambiental es una tema transfronterizo.

Y posteriormente a esto, se encuentra la Ley 99 de 1993 que fue creada bajo la influencia de la

Constitución Política de 1991 y la presión política de organismos internacionales en vía de una

actualización de la legislación interna en materia ambiental.

Es una ley modernizadora, que crea, extingue y modifica las instituciones existentes en vía de

una real armonía que logre la aplicación efectiva del derecho en relación con la protección

medioambiental y la introducción del concepto de desarrollo sostenible:

“Mediante la Ley 99 se crea: El Ministerio del Medio Ambiente, actualmente Ministerio de

Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial que es el encargado de la gestión y conservación del


85

Medio Ambiente y los recursos naturales renovables, junto con las Corporaciones Autónomas

Regionales (a las cuales les definió su naturaleza jurídica, dirección, funciones y patrimonio) y las

entidades territoriales.”

Por otro lado se reglamenta todo lo relacionado con las licencias ambientales, las tasas

retributivas y compensatorias.

“Se entiende por desarrollo sostenible el que conduzca al crecimiento económico, a la elevación de la

calidad de la vida y al bienestar social, sin agotar la base de recursos naturales renovables en que se

sustenta, ni deteriorar el medio ambiente o el derecho de las generaciones futuras a utilizarlo para la

satisfacción de sus propias necesidades”.

Es a través de la Ley 99 como se establecen los principios generales de política ambiental que

son los siguientes:

1. El proceso de desarrollo económico y social del país se orientará según los principios

universales y del desarrollo sostenible contenidos en la Declaración de Río de Janeiro de

junio de 1992 sobre el Medio Ambiente y Desarrollo.

2. La biodiversidad del país, por ser patrimonio nacional y de interés de la humanidad, deberá

ser protegida prioritariamente y aprovechada en forma sostenible.

3. Las políticas de población tendrán en cuenta el derecho de seres humanos a una vida

saludable y productiva en armonía con la naturaleza.

4. Las zonas de páramos, sub-páramos, los nacimientos de agua y las zonas de recarga de

acuíferos serán objetos de protección especial.

5. En la utilización de los recursos hídricos, el consumo humano tendrá prioridad sobre

cualquier otro uso.


86

6. La formulación de las políticas ambientales tendrá en cuenta el resultado del proceso de

investigación científica.

7. El Estado fomentará la incorporación de los costos ambientales y el uso de instrumentos

económicos para la conservación, la prevención, corrección y restauración del deterioro

ambiental de los recursos naturales renovables.

8. El paisaje por ser patrimonio común deberá ser protegido.

9. La prevención de desastres será materia de interés colectivo y las medidas tomadas para

evitar o mitigar los efectos de su ocurrencia serán de obligatorio cumplimiento.

10. La acción para la protección y recuperación ambientales del país es una tarea coordinada

entre el Estado, la comunidad, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado.

11. Los estudios de impacto ambiental serán el instrumento básico para la toma de decisiones

respecto a la construcción de obras y actividades que afecten significativamente el medio

ambiente natural o artificial.

12. El manejo ambiental del país, conforme a la Constitución Nacional, será descentralizado,

democrático, y participativo.

Para el manejo ambiental del país, se crea el Sistema Nacional Ambiental, SINA, cuyos

componentes y sus relaciones definen los mecanismos de actuación del Estado y la Sociedad

Civil (Ley 99/93).

Las instituciones ambientales del Estado se estructuran en torno a esta ley, teniendo como base

criterios de manejo integral del medio ambiente y su interrelación con los procesos de

planificación económica, social y física‖.


87

Es a partir de esta ley que se habla de una política ambiental en el contexto nacional y el

reconocimiento del enfoque ecológico de la constitución y que incorpora la dimensión ambiental

en el quehacer político, acogiendo convenios internacionales como referentes del quehacer

nacional.
88

6. METODOLOGÍA

6.1 Tipo de investigación.

El presente trabajo es de tipo CUALITATIVO de enfoque DESCRIPTIVO por cuanto asume

que tiene como objetivo fundamental facilitar una mayor comprensión por parte del investigador

del problema estudiado (Hernández-Sampieri, 2018).

Hernández-Sampieri (2018) afirma que estos estudios buscan especificar las propiedades, las

características y los perfiles que presentan personas, grupos, comunidades, procesos, objetos o

cualquier otra situación que se analiza. En este sentido, únicamente pretende recoger sobre los

conceptos o las variables a las que se refieren sin entrar a indicar cómo se relacionan éstas entre

sí.

En cuanto a la investigación sociojurídica es claro que ésta se refiere a cómo viene

funcionando el derecho con respecto a la temática estudiada y que en la modalidad descriptiva

hace referencia a la naturaleza de la misma, ya que lo que plantea es hacer visibles los factores

legales y doctrinales existentes y su aplicación práctica (Aguilar, A. y cols., 2018).

6.2 Técnica de investigación

La estrategia metodológica responde a la modalidad descriptiva y como tal se busca la

recopilación de información desde diversas perspectivas, partiendo de un análisis legal, teórico y


89

jurisprudencial sobre el delito ambiental y su relación con el código penal que permitan

evidenciar la forma como el derecho asume actualmente la contaminación y deterioro del

entorno.

El otro análisis realizado está referido a las posibilidades de sanción a las personas jurídicas

comprometidas en deterioro al medio ambiente establecidas en la jurisprudencia colombiana.

Finalmente, en un trabajo de campo efectuado a través de encuestas y entrevistas en el área

ambiental y penal, consultando funcionarios de las autoridades ambientales y penales o

relacionados, para que con sus aportes establecer la posibilidades reales de asignar

responsabilidad penal de las personas jurídicas en el manejo ambiental en Urabá.

6.3 Instrumentos para la recolección de información.

En desarrollo de este trabajo investigativo se realizó el análisis documental de la información

existente a nivel legal y jurisprudencial, como elemento base de todos los análisis a realizar.

A continuación se elaboró un sistema categorial con el objeto de ordenar el análisis conceptual

a realizar y para ello se definió el conjunto de categorías y sus relaciones que guían la

investigación y el análisis de los datos (Aristizábal, M. y Galeano, M., (2008).


90

Este sistema categorial apunta al cumplimiento de los objetivos de la investigación, pero

también muestra el proceso construcción de los instrumentos a utilizar, el sentido de los datos y el

proceso interpretativo a realizar orientando el proceso investigativo vivido.

Para Aristizábal, M. y Galeano, M. (2008) el sistema categorial es la técnica que ofrece pautas

para la construcción de los instrumentos de investigación y la interpretación del objeto de estudio

mencionando las categorías que constituyen las partes fundamentales en las que pueden dividirse

las cosas.

Galeano, M. y Vélez, O. (2002) plantean que el sistema categorial permite que los conceptos

utilizados por el equipo investigador estén más allá de sus prejuicios, creencias, formación y

aptitudes de manera que estos no influyan en sus observaciones y análisis, lo que puede

constituirse en una de sus limitaciones.

Galeano, M. y Vélez, O. (2002) conciben el sistema categorial como la herramienta que

permite orientar el diseño de los instrumentos de recolección de información y su manejo para los

respectivos análisis (Aristizábal, M. y Galeano, M. 2008) a través del cual se construyeron las

categorías de gestión del conocimiento y sus relaciones.

Es a partir de estos elementos que se construyeron la encuesta y la entrevista que se aplicó.

Estas herramientas fueron desarrolladas siguiendo los criterios de la investigación y atendiendo al

sistema categorial resultante, el cual se relaciona a continuación:


91

Categorías Subcategorías Descriptores Atributos Ítem Preguntas


1. ¿Ejerce la autoridad ambiental control judicial sobre las personas
jurídicas?
Evidencias de 2. ¿Imponen las instituciones ambientales las sanciones establecidas
Autoridad Se realiza gestión
afectación por la ley?
ambiental jurídica
ambiental 3. ¿Actúa la autoridad ambiental en beneficio de los ciudadanos y el
Normatividad y
bien común?
responsabilidad Cumplimiento de
4. ¿Las instituciones de control ambiental promueven las acciones
jurídica las normas de ley
penales señaladas por la ley?
ambiental
Identificación de 5. ¿Prima el bien común frente al de las personas jurídicas?
Autoridad Tipos de acción 6. ¿Existe sanción penal a los temas ambientales?
efectos nocivos a la
penal penal emprendidas 7. ¿Hay políticas penales claras sobre el tema ambiental?
ciudadanía
8. ¿Se reconocen las autoridades penales como autoridades
ambientales?
1. ¿Las personas jurídicas son conscientes del impacto ambiental que
generan?
Asume
Facilidad para la Atención a las 2. ¿Las personas jurídicas acatan las sanciones ambientales?
Perspectiva responsabilidades
atención al normas 3. ¿Las personas jurídicas buscan evadir la sanción ambiental?
Personas ambiental por asuntos
usuario ambientales 4. ¿Las autoridades ambientales promueven la responsabilidad penal
jurídicas y ambientales
de las personas jurídicas?
manejo
5. ¿Las autoridades penales se articulan con las autoridades
ambiental
Asumen quejas ambientales?
Valoración de las Respeto a las
Responsabilid con 6. ¿Los fiscales tienen manejo de la problemática ambiental?
normas normas
ad jurídica responsabilidad 7. ¿Los jueces y los operadores judiciales son idóneos para realizar
ambientales ambientales
institucional acciones penales ambientales?
1. ¿Las autoridades ambientales son negligentes a la hora de controlar
las personas jurídicas?
2. ¿Las personas jurídicas buscan evadir su responsabilidad ambiental?
3. ¿Los jueces y fiscales no le dan importancia penal al tema
ambiental?
Comportamiento
Reconocimiento Medios para lograr 4. ¿La impunidad ambiental es generalizada?
ciudadano frente Participación Respeto a la
penal de lo la defensa del 5. ¿Existe conciencia penal del delito ambiental?
al manejo ciudadana legalidad ambiental
ambiental ambiente 6. ¿Se conocen los medios legales para proteger el ambiente?
ambiental
7. ¿Las autoridades ambientales hacen cumplir la ley?
8. ¿Las autoridades penales sancionan los delitos ambientales de las
personas jurídicas?
9. ¿Las personas creen en las autoridades ambientales?
10. ¿Las personas creen en la justicia penal ambientales?
Tabla 1 - Sistema Categorial Elaboración propia
92

Con base en estos referentes se elaboró una encuesta que se presenta en la siguiente

figura:

Figura 2 - Formato de encuesta Elaboración propia


93

CUESTIONARIO ENTREVISTAS

Normatividad y responsabilidad jurídica ambiental de las autoridades en Urabá

1. ¿Ejerce la autoridad ambiental control judicial sobre las personas jurídicas?

2. ¿Imponen las instituciones ambientales las sanciones establecidas por la ley?

3. ¿Actúa la autoridad ambiental en beneficio de los ciudadanos y el bien común?

4. ¿Las instituciones de control ambiental promueven las acciones penales señaladas

por la ley?

5. ¿Prima el bien común frente al de las personas jurídicas?

6. ¿Existe sanción penal a los temas ambientales?

7. ¿Hay políticas penales claras sobre el tema ambiental?

8. ¿Se reconocen las autoridades penales como autoridades ambientales?

Personas jurídicas y manejo ambiental en Urabá

1. ¿Las personas jurídicas son conscientes del impacto ambiental que generan?

2. ¿Las personas jurídicas acatan las sanciones ambientales?

3. ¿Las personas jurídicas buscan evadir la sanción ambiental?

4. ¿Las autoridades ambientales promueven la responsabilidad penal de las personas

jurídicas?

5. ¿Las autoridades penales se articulan con las autoridades ambientales?

6. ¿Los fiscales tienen manejo de la problemática ambiental?

7. ¿Los jueces y los operadores judiciales son idóneos para realizar acciones penales

ambientales?
94

Comportamiento ciudadano frente al manejo ambiental en Urabá

1. ¿Las autoridades ambientales son negligentes a la hora de controlar las personas

jurídicas?

2. ¿Las personas jurídicas buscan evadir su responsabilidad ambiental?

3. ¿Los jueces y fiscales no le dan importancia penal al tema ambiental?

4. ¿La impunidad ambiental es generalizada?

5. ¿Existe conciencia penal del delito ambiental?

6. ¿Se conocen los medios legales para proteger el ambiente?

7. ¿Las autoridades ambientales hacen cumplir la ley?

8. ¿Las autoridades penales sancionan los delitos ambientales de las personas

jurídicas?

9. ¿Las personas creen en las autoridades ambientales?

10. ¿Las personas creen en la justicia penal ambientales?

6.4 Población

Si tenemos en cuenta la definición de Hernández-Sampieri (2011), la población “es el

universo de estudio de la investigación, sobre el cual se pretende generalizar los resultados,

constituida por características o estratos que le permiten distinguir los sujetos, unos de

otros”), que para el caso podría ser toda la comunidad de Apartadó.

Sin embargo, por las particularidades del ejercicio propuesto, y conscientes de la

importancia de definir adecuadamente la población, se trabajará con profesionales del


95

derecho que desarrollan sus labores en el campo ambiental o penal tales como abogados,

jueces penales, fiscales y con personal jurídico de CORPOURABA y la secretaria

municipal de agricultura y ambiente, por ser estos quienes tienen competencia en el tema de

estudio del presente trabajo.

6.5 Muestra.

El muestreo por conveniencia es una técnica de muestreo no probabilístico y no aleatorio

que se utiliza cuando hay dificultad para acceder la muestra (Hernández-Sampieri, 2018).

La facilidad de acceso, la disponibilidad de las personas de formar parte de la

investigación en un intervalo de tiempo breve y la particularidad del rema nos lleva a elegir

este método, considerando que en una muestra no probabilística los participantes

generalmente son seleccionados en función de su accesibilidad o a criterio personal e

intencional del investigador (Hernández-Sampieri, 2018).

En síntesis, en un muestreo por conveniencia, los sujetos de una investigación

específica, son seleccionados para el estudio sólo porque son más fáciles de involucrar y el

investigador no está considerando las características de inclusión de los sujetos que los hace

representativos de toda la población (Hernández-Sampieri, 2018).

Por esta razón, las entrevistas se les realizaron a diez abogados (tres ambientales, tres

penalistas, dos jueces penales del circuito y dos fiscales). Y las encuestas se aplicaron a
96

veinte abogados (tres ambientales, tres penalistas, dos jueces penales del circuito, dos

fiscales, dos defensores del pueblo y ocho litigantes).

Estos profesionales desarrollan sus labores en el campo ambiental o penal, por lo que

tienen pertinencia al momento de ser abordados como participantes de este estudio.


97

7. RESULTADOS

Se presenta la información recogida de la aplicación de los instrumentos diseñados,

empezando por el desarrollo de las encuestas y culminando con una síntesis de las

entrevistas.

De las encuestas

A continuación se presenta la tabulación de las respuestas dadas por las 20 personas a

quienes se aplicó la encuesta:

SUJETO
¿? 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
Normatividad y responsabilidad jurídica ambiental de las autoridades en Urabá
1 D TD D TA D A A D A D TD A D TD D D A D TA A
2 D D D TA TD D D D D D TD A TD TD A D D A TA A
3 D A D TD D A D D A D TD A D D D A D TA TD A
4 TD D A TD D D D D A D TD D TD D D D D A TD D
5 TD TD D TA D D D TD TD D D A D TD A D TD A TA A
6 A TA A TA TA A A D D A TD D TA A A TA A TA TA D
7 D A D TA D A A A D A TD D A A TA TA A A TA D
8 D D D TD TD D D D TD D TD D TD D TA D D D TD D
Personas jurídicas y manejo ambiental en Urabá
9 TA TD D D D A A A TD TD TD A D TA A D D TA D A
10 D D D D A D D D D TD TD D D D TD D D A D D
11 TD TA A D TA TA A TA TD TD TD A TD A A A A TA D A
12 TD D D D D D D D D D TD D TD TD A D D D D D
13 TD D D D TD A D D D D TD D TD TD D TD D D D D
14 TD D D TD D D D TD D TD TD D TD D D TD D A TD D
15 A D D TD TD D D TD D TD TD D TD A A A D A TD D
Comportamiento ciudadano frente al manejo ambiental en Urabá
16 D A A TD A TD A A TD TA TA A TD A A A A D TD A
17 TD A A TA TA TD A TA TD TA A A TD TA A A A D TA A
18 TA TA A TA TA TD TA TA TD TA TA A TD A D A D A TA A
19 TA TA A D TA TD TA TA D A TA A TD A A A A TA D A
20 D A D D TD TD A A D A A D TD TD A D D TA D D
98

21 TD A D TA D D D D TD D TA D TD D TA D D A TA D
22 D D D D D D TD TD D D A D TD TD D D D TA D D
23 D TD D D A D D TD D D TD D TD TD D D D TA D D
24 D D D A D D D TD D TD TD D TD TD D D TD TA A D
25 D D D D D D D TD D TD TD D TD TD D D TD A D D
Tabla 2 – Tabulación respuestas a encuestas. Elaboración propia

A continuación, se exponen las preguntas, con su respectiva gráfica e interpretación.

Normatividad y responsabilidad jurídica ambiental de las autoridades en Urabá

1. Ejerce la autoridad ambiental control judicial sobre las personas jurídicas

20 casos

Fig. 3 Ejerce la autoridad ambiental control judicial sobre las personas jurídicas. Elaboración propia
99

De las encuestas aplicadas se deduce que no hay claridad sobre si la autoridad ambiental

ejerce control judicial sobre las personas jurídicas (52% no cree – 40% en desacuerdo + 12

totalmente en desacuerdo, y 48% si lo cree- 40% en desacuerdo + 12 totalmente en

desacuerdo), evidenciando la confusión que existe sobre el tema, donde debería ser un

hecho que resultara claro para la sociedad, y no lo es.

2. Imponen las instituciones ambientales las sanciones establecidas por la ley

20 casos

Fig. 4 Imponen las instituciones ambientales las sanciones establecidas por la ley. Elaboración propia
100

Según los encuestados, las instituciones ambientales no imponen las sanciones

establecidas por la ley aplicadas (56% 40% opina totalmente en desacuerdo y 16% en

desacuerdo) si constituye un dato relevante sobre la gestión de las instituciones si tomamos

solo el dato del 40%.

Un 44% (sumando acuerdo 32% y totalmente de acuerdo 12%) opina que las

instituciones aplican las sanciones de ley en casos ambientales.

3. Actúa la autoridad ambiental en beneficio de los ciudadanos y el bien común

20 casos

Fig. 5 Actúa la autoridad ambiental en beneficio de los ciudadanos y el bien común. Elaboración propia
101

El 60% de los encuestados considera que la autoridad ambiental no actúa en beneficio de

los ciudadanos y el bien común (60%), 46% en desacuerdo y 14% totalmente en

desacuerdo.

Un 36% responde de acuerdo y un 4% totalmente de acuerdo, que evidencia una reserva

por parte de los encuestados sobre la forma como la autoridad ambiental desconoce el bien

común y el bienestar de los ciudadanos.

4. Las instituciones de control ambiental promueven las acciones penales señaladas

por la ley

20 casos

Fig. 6 Las instituciones de control ambiental promueven las acciones penales señaladas por la ley.
Elaboración propia
102

En esta pregunta, los encuestados evidencian que para ellos (un 56% en desacuerdo y un

20% totalmente en desacuerdo) las instituciones de control ambiental NO promueven las

acciones penales señaladas por la ley, con lo que generan impunidad y corrupción en este

ejercicio jurídico.

Solo un 24% está de acuerdo en que se adelantan acciones penales que muestran la

negligencia institucional para hacer cumplir la ley.

5. Prima el bien común frente al de las personas jurídicas

20 casos

Fig. 7 Prima el bien común frente al de las personas jurídicas. Elaboración propia
103

Para el 52% (desacuerdo) de los encuestados predomina el beneficio de las personas

jurídicas frente al bien común. Si le agregamos el 24% del totalmente en desacuerdo,

tendríamos un 76% de opinión orientada a que se perjudica el bien común en beneficio de

las personas jurídicas.

Esto es, que solo un 24% (16% de acuerdo y 8% de totalmente de acuerdo) opinan que

prima el bien común sobre el de las personas jurídicas.

6. Existe sanción penal a los temas ambientales

20 casos

Fig. 8 Existe sanción penal a los temas ambientales. Elaboración propia


104

60% de los encuestados (28% totalmente de acuerdo y 32% de acuerdo) expresan que

existe sanción penal a los temas ambientales, lo que refuerza el concepto de un campo

normativo sobre el tema. Solo un 40% (4% totalmente en desacuerdo y 36% en desacuerdo)

plantean que no existe esta sanción, lo cual evidencia que no es tan claro el tema de la

sanción penal sobre este tema y por lo menos la imprecisión existente al respecto.

7. Hay políticas penales claras sobre el tema ambiental

20 casos

Fig. 9 Hay políticas penales claras sobre el tema ambiental. Elaboración propia
105

Un 64% de los encuestados (44% de acuerdo y 20% totalmente de acuerdo) considera

que hay políticas penales claras sobre el tema ambiental, y un 36% (32% en desacuerdo y

4% totalmente en desacuerdo) responde que no, o no tan evidentemente.

Esto sustenta la existencia de las normas en ambos frentes el penal y el ambiental.

8. Se reconocen las autoridades penales como autoridades ambientales

20 casos

Fig. 10 Se reconocen las autoridades penales como autoridades ambientales. Elaboración propia

Para un 88% de los encuestados, sumando el 60% en desacuerdo y 28% en totalmente en

desacuerdo, no se reconocen las autoridades penales como autoridades ambientales. Esto


106

quiere decir que no hay un enfoque penal de las temáticas ambientales, y que la

responsabilidad ambiental recaería en la autoridad respectiva.

Personas jurídicas y manejo ambiental en Urabá

1. Las personas jurídicas son conscientes del impacto ambiental que generan

20 casos

Fig. 11 Las personas jurídicas son conscientes del impacto ambiental que generan. Elaboración propia

Un 48% de los encuestados (36% de acuerdo y 12% totalmente de acuerdo) opina que

las personas jurídicas son conscientes del impacto ambiental que generan, mientas que un

52% (32% en desacuerdo y 20% totalmente de acuerdo) consideran que no lo estarían. Esta

respuesta no aclara la situación y muestran una condición imprecisa de esta condición.


107

2. Las personas jurídicas acatan las sanciones ambientales

20 casos

Fig. 12 Las personas jurídicas acatan las sanciones ambientales. Elaboración propia

La respuesta más llamativa se refiere a que el 64% de respuestas a la encuesta que hacen

referencia a que las personas jurídicas acatan las sanciones ambientales.

En otro sentido, el 36% afirma que no se acatan las sanciones ambientales. Esto da lugar

a una contradicción, porque si es una sanción, debería cumplirse e incluso hacerse cumplir.
108

3. Las personas jurídicas buscan evadir la sanción ambiental

20 casos

Fig. 13 Las personas jurídicas buscan evadir la sanción ambiental. Elaboración propia

Esta afirmación recibió una respuesta muy dispersa por los encuestados. De una parte,

36% respondió de acuerdo y otro 20% totalmente de acuerdo. Y por otra, 24% en

desacuerdo y 20% totalmente en desacuerdo.

Este comportamiento refiere un predominio levemente superior de acuerdo en que las

personas jurídicas buscan evadir las sanciones ambientales.


109

4. Las autoridades ambientales promueven la responsabilidad penal de las personas

jurídicas

20 casos

Fig. 14 Las autoridades ambientales promueven la responsabilidad penal de las personas jurídicas.
Elaboración propia

80% de los encuestados están en desacuerdo con que las autoridades ambientales

promueven la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Si le agregamos el 16% de

totalmente en desacuerdo, tendríamos que un 96% no perciben que las autoridades

ambientales cumplan con su función de promover la responsabilidad penal de las personas

jurídicas, lo cual promueve el deterioro ambiental y la vulneración de derechos.


110

5. Las autoridades penales se articulan con las autoridades ambientales

20 casos

Fig. 15 Las autoridades penales se articulan con las autoridades ambientales. Elaboración propia

Para 96% de los encuestados hay un desacuerdo (72% y 24% de totalmente desacuerdo)

sobre el hecho de que las autoridades penales se articulan con las autoridades ambientales.

Solamente 4% considera que sí la hay (de acuerdo). Vacío muy significativo si se trata de

ver cómo se articulan las iniciativas sociales para la protección del ambiente.
111

6. Los fiscales tienen manejo de la problemática ambiental

20 casos

Fig. 16 Los fiscales tienen manejo de la problemática ambiental. Elaboración propia

99% de los encuestados considera que los fiscales no tienen manejo de la problemática

ambiental (64% en desacuerdo y 32% de totalmente en desacuerdo).

Perspectiva muy clara sobre los alcances que realmente puede tener la justicia penal

frente a la protección del ambiente.


112

7. Los jueces y los operadores judiciales son idóneos para realizar acciones penales

ambientales

20 casos

Fig. 17 Los jueces y los operadores judiciales son idóneos para realizar acciones penales ambientales.
Elaboración propia

En desacuerdo el 40% y totalmente en desacuerdo el 28% se suman en un 68% de

encuestados que consideran que los jueces y los operadores judiciales son idóneos para

realizar acciones penales ambientales. Solo 32% están de acuerdo en que si son idóneos.

Un resultado que resalta la necesidad de fortalecer la gestión judicial en torno al tema

ambiental.
113

Comportamiento ciudadano frente al manejo ambiental en Urabá

1. Las autoridades ambientales son negligentes a la hora de controlar las personas

jurídicas

20 casos

Fig. 18 Las autoridades ambientales son negligentes a la hora de controlar las personas jurídicas. Elaboración
propia

44% están de acuerdo y 8% totalmente de acuerdo (52%) en que las autoridades


ambientales son negligentes a la hora de controlar las personas jurídicas. Y por otro 24% en
desacuerdo y 24% en totalmente desacuerdo (48%) con que no lo son. Situación que no es
concluyente de la situación en que se encuentra esta gestión, pero que si es reveladora de la
falta de precisión al respecto.
114

2. Las personas jurídicas buscan evadir su responsabilidad ambiental

20 casos

Fig. 19 Las personas jurídicas buscan evadir su responsabilidad ambiental. Elaboración propia

El 52% de los encuestados está de acuerdo con que las personas jurídicas buscan evadir

su responsabilidad ambiental. Si le agregamos el 24% de totalmente de acuerdo llegamos a

un 76% que muestra esta tendencia a la falta de responsabilidad de las personas jurídicas

frente a los problemas ambientales que generan. Un 24% entre 4% en desacuerdo y 20% en

totalmente desacuerdo considera que si aceptan sus responsabilidades.

Triste realidad donde se asume que la actividad particular está por encima de la social.
115

3. Los jueces y fiscales no le dan importancia penal al tema ambiental

20 casos

Fig. 20 Los jueces y fiscales no le dan importancia penal al tema ambiental. Elaboración propia

Ante la pregunta sobre si los jueces y fiscales le dan importancia penal al tema

ambiental, 60% (36% TA y 24% A) de los encuestados están de acuerdo en que no le

brindan garantías a la comunidad en la aplicación de justicia sobre el tema. El 40% restante

(20% TD y 20% D) considera que sí.

En la aplicación de justicia se esperaría que la actitud de la comunidad fuera clara y no

ambigua.
116

4. La impunidad ambiental es generalizada

20 casos

Fig. 21 La impunidad ambiental es generalizada. Elaboración propia

60% de los encuestados, 32% de acuerdo y 28% totalmente de acuerdo, opinan que la

impunidad ambiental es generalizada. Solo un 40% está en desacuerdo con esta afirmación

(16% totalmente en desacuerdo y 24% en desacuerdo).

Esto evidencia que hay impunidad según la respuesta en la temática y solo en un 40% se

aplica la normatividad existente.


117

5. Existe conciencia penal del delito ambiental

20 casos

Fig. 22 Existe conciencia penal del delito ambiental. Elaboración propia

El 48% de los encuestados (24% de acuerdo y 24% totalmente de acuerdo) considera

que existe conciencia penal del delito ambiental. Mientras que 52% plantea que no existe

conciencia penal del delito ambiental (16% en totalmente desacuerdo y 36% en

desacuerdo).

Aunque no es mucha la diferencia, se nota que no hay credibilidad por parte de la

justicia.
118

6. Se conocen los medios legales para proteger el ambiente

20 casos

Fig. 23 Se conocen los medios legales para proteger el ambiente. Elaboración propia

Para un 64% de los encuestados el comentario es que no se conocen los medios legales

para proteger el ambiente (16% totalmente desacuerdo más 48% desacuerdo). 36% está de

acuerdo (entre 6% de acuerdo y 28% totalmente de acuerdo). Lo anterior manifiesta que

para los participantes no se conocen los medios legales para proteger el ambiente.
119

7. Las autoridades ambientales hacen cumplir la ley

20 casos

Fig. 24 Las autoridades ambientales hacen cumplir la ley. Elaboración propia

Con respecto a si las autoridades ambientales hacen cumplir la ley, el 72% de los

encuestados está en desacuerdo en que ellas cumplan con su función legal; 56% en

desacuerdo y 16% en totalmente desacuerdo. Solo un 28% dice que no se hace cumplir la

ley (24% de acuerdo y 4% totalmente de acuerdo).

Se evidencia que no se hace cumplir la ley por parte de las autoridades ambientales.
120

8. Las autoridades penales sancionan los delitos ambientales de las personas jurídicas

20 casos

Fig. 25 Las autoridades penales sancionan los delitos ambientales de las personas jurídicas. Elaboración
propia

El 92% de los encuestados, 72% en desacuerdo y 20% totalmente en desacuerdo,

manifiesta estar en desacuerdo con la afirmación de que las autoridades penales sancionan

los delitos ambientales de las personas jurídicas. 8% cree lo contario (4% de totalmente de

acuerdo y 4% de acuerdo).

La realidad que se evidenciaría es que las autoridades penales no sancionan los delitos

ambientales de las personas jurídicas.


121

9. Las personas creen en las autoridades ambientales

20 casos

Fig. 26 Las personas creen en las autoridades ambientales. Elaboración propia

El 88% de los encuestados está en desacuerdo con que las personas creen en las

autoridades ambientales (64% desacuerdo y 24% totalmente en desacuerdo). Mientras tanto

el 12% está de acuerdo (4% totalmente de acuerdo y 8% de acuerdo).

Se evidencia que las personas no creen en las autoridades ambientales lo cual a su vez

dificulta la gestión ambiental.


122

10. Las personas creen en la justicia penal ambiental

20 casos

Fig. 27 Las personas creen en la justicia penal ambiental. Elaboración propia

Ante la pregunta sobre si las personas creen en la justicia penal ambiental, el 52% de los

encuestados está en desacuerdo y un 24% más, está totalmente en desacuerdo; o sea que un

76% es incrédulo en la justicia penal ambiental.

Un 24% entre 4% de acuerdo y 20% totalmente de acuerdo considera que las personas si

creen en la justicia penal. Un bajo porcentaje para suponer que la autoridad es eso, un

referente del cumplimiento de las normas.


123

En síntesis, la información recogida sobre la percepción que se tiene en Urabá de la

responsabilidad penal de las personas jurídicas es la siguiente:

De las entrevistas

Del análisis de las entrevistas se resaltan las siguientes respuestas:

Sobre la normatividad y responsabilidad jurídica ambiental de las autoridades en Urabá:

“Aunque la autoridad ambiental ejerce control ambiental es poco lo que hace sobre

los responsables, en este caso, las personas jurídicas.” Entrevistado 1 – Funcionario

ambiental

“Las personas jurídicas en búsqueda de su beneficio particular se pasan por encima

del bien común y se apoyan en el manejo que hace de los funcionarios e

instituciones.”

“(…) las instituciones ambientales no imponen las sanciones establecidas por la ley

y eso promueve la impunidad, la corrupción y la negligencia generalizada.”

Entrevistado 3 – Funcionario ambiental

“En general las autoridades actúan en beneficio de los ciudadanos y el bien común.

Lo ambiental no es distinto.” - Entrevistado 8 – Juez penal


124

“Aunque existe enfoque penal sobre las temáticas ambientales ésta no se aplica por

la autoridad respectiva.”

“Las instituciones de control ambiental son descuidadas al momento de aplicar las

sanciones penales señaladas por la ley.” - Entrevistado 10 – Fiscal

Con respecto a la normatividad y responsabilidad jurídica ambiental de las autoridades en

Urabá los encuestados plantearon lo siguiente:

“Las personas jurídicas en Urabá son conscientes del impacto ambiental pero más

les interesan sus beneficios más particulares.” - - Entrevistado 3 – Funcionario

ambiental

“Las personas jurídicas en Urabá buscan evadir su responsabilidad ambiental.” – -

Entrevistado 5 – Abogado penalista

“Es un hecho que las autoridades ambientales en Urabá no cumplen con sus

funciones y dejan que las personas jurídicas permanezcan en la impunidad.” -

Entrevistado 7 – Juez penal

“En muchos casos hay enfrentamiento entre las autoridades penales y las

ambientales de Urabá.” - Entrevistado 8 – Juez penal


125

“El personal responsable de impartir justicia no está capacitado en temas

ambientales y en sus implicaciones penales - Entrevistado 9 – Fiscal

En relación con el comportamiento ciudadano frente al manejo ambiental en Urabá los

encuestados plantearon lo siguiente:

“(…) las comunidades en Urabá son incrédulas ante la aplicación de justicia frente a

lo ambiental. No se denuncia por miedo y no se sanciona a los responsable por lo

mismo.” Entrevistado 2 – Funcionario ambiental

“(…) la aplicación del derecho es muy limitada y no garantiza la gestión necesaria

para garantizar un ambiente sano en Urabá.” Entrevistado 4 – Abogado penalista

“Es necesario que las personas jurídicas sean objeto de los entes de control y que los

jueces como autoridades, las sancionen por las repercusiones que estas acciones u

omisiones están generando.” – Entrevistado 6 – Juez penal

“Me parece que las relaciones derecho – ambiente enfrentan una situación muy

delicada y no hay evidenciada de que estemos haciendo jurídicamente todo lo que

podríamos estar haciendo.”

“(…) El Estado en Colombia debe ser más coherente entre sus lineamientos y las

posibilidades de aplicación. La inseguridad promueve la corrupción y la

impunidad.”– Entrevistado 7 – Juez penal


126

“Es necesario que se adopten medidas judiciales más claras para proteger el medio

ambiente porque las que hay son aún imprecisas.”

“Es necesario educar a las personas, comunidades y organizaciones sobre la

importancia de hacer cumplir la normatividad ambiental y las implicaciones de no

hacerlo.”

“Lamentablemente no existe claridad de lo que quiere realmente decir de desarrollo

sostenible.” – Entrevistado 9 - Fiscal

“El Estado no está ejerciendo control sobre las actividades que atentan contra lo

establecido en la ley ambiental, y está dejando de sancionar utilizando la

normatividad vigente.” – Entrevistado 10 - Fiscal


127

8. CONCLUSIONES

Al analizar las relaciones derecho – ambiente no pensábamos que hubiera tanta distancia

considerando la delicada situación en que se encuentra la vida en el planeta, claramente

evidenciada por los procesos de contaminación y el deterioro generalizado de los

ecosistemas.

Realizar esta esta investigación nos permitió dar una mirada en torno a una problemática

que nos afecta a todos y la utilización del derecho para su adecuada gestión en torno a lo

ambiental y en particular en Urabá.

El primer hallazgo consiste en que los Estados y en particular el colombiano no puede

seguir siendo tan apático sobre el tema, ni ser reacio a adoptar medidas dentro de sus

legislaciones dirigidas a proteger el medio ambiente y poder ofrecer un futuro saludable a

las generaciones futuras.

Esto debe llevar a desarrollar el derecho ambiental y liberar la jurisprudencia de los

paradigmas clásicos sobre los cuales está construido todo el ordenamiento político y

legislativo de Colombia.

Aunque esto no es algo que se pueda lograr a corto plazo, si requiere que se inicie pronto

y a la vez educar a las personas, comunidades y organizaciones de la importancia de

respetar y hacer respetar las iniciativas que buscan la protección de la naturaleza y de sus

valores ecológicos por y para la vida.


128

Para conseguir este propósito, es necesario que las personas jurídicas, usualmente

representantes de los sectores industriales, agroindustriales, comerciales y estatales, que si

bien es cierto son el motor económico y social del país, no por ello deben tomarse la

temática ambiental como algo anecdótico. Es preciso, por lo menos, que los entes de

control y los jueces como autoridades, tomen conciencia de las repercusiones ambientales

que estas acciones u omisiones están generando en el planeta y en donde su actuación

determinará un predominio de los impactos positivos en la consecución de medidas

ambientalistas que desde el derecho sean protectoras de los recursos naturales.

Aunque la responsabilidad de aplicación de justicia está primero en las autoridades

ambientales y el control ambiental gira sobre los mayores contaminantes que serían los

sectores de la producción, los órganos estatales, que son los encargados de dar las

directrices y parámetros deben articularse a un mismo esfuerzo legislativo, ejecutivo y

judicial.

De la misma forma, corresponde al Estado ejercer estricto control sobre las actividades

que atenten contra lo establecido en la ley, y sancionar a aquellas empresas que no se

ajusten a la normatividad vigente. Este ideal sin embargo, dista mucho de ser aplicable

cuando las normas se vuelven inoperante por la intimidación, la corrupción y la violencia

generalizada.

Lo que se evidencia en el análisis documental y el material investigativo utilizado es que

posiblemente la solución no esté en la implementación de nuevas normas, ni en el


129

endurecimiento de las existentes, sino en un cambio en el pensamiento de los sectores

industriales para que conozcan y respeten las leyes que ya existen; un convencimiento de

las autoridades en su función de dar aplicación (y eficacia) a la legislación actual y generar

en las autoridades la concientización sobre el aprovechamiento racional y sostenible de los

recursos.

El reconocimiento de la responsabilidad penal de las personas jurídicas en el manejo

ambiental en Urabá impone también la apropiación por las personas jurídicas de su misión

para el control de los deterioros ambientales generados.

La armonización de directrices legales para garantizar al desarrollo sostenible obliga a

que el Estado se involucre activamente en su regulación y en la sanción, incluyendo a la

sociedad civil y respaldándola y no dejándola indefensa tal y como acontece con los líderes

sociales actualmente asesinados. La correcta utilización de los recursos naturales dependerá

de la articulación entre la conciencia ambiental y la aplicación de los recursos judiciales

para garantizar el acceso de estos a las generaciones futuras.

La asignación de responsabilidad penal a las personas jurídicas por actividades que

generan un riesgo al medio ambiente es lo primero, que no sea la solución más adecuada si

sólo se ejerce de forma aislada. Para lograr su eficacia y su fin, será necesario verla en

conjunto, pero es necesario que se fortalezcan las medidas represivas que ahora no aplican

tan directamente sobre estas.


130

Sin sanciones efectivas, la apropiación de la responsabilidad par a la minimización de

los impactos de la industria en el medio ambiente; seguirá siendo inoficiosa. Además del

desconocimiento, la negligencia, el miedo y la corrupción; la aplicación de las normas de

control ambiental es imprescindible para lograr a mediano y largo plazo una efectiva

protección a los recursos naturales, vitales para la conservación del medio ambiente.

Por lo anterior, el desarrollo normativo debe exigir a todas las empresas la adopción de

tecnologías ecológicas, mejorar los procesos de producción, contribuir a la protección del

ambiente, reducir los costos ambientales en la producción y garantizar las sanciones para

que los cumplan.

Sin un criterio judicial claro, las comunidades no promoverán el cumplimiento de la

norma, porque no encontrarán respaldo en ella y si posibles represalias que pueden incluso

amenazar su vida.

En síntesis, la responsabilidad penal de las personas jurídicas por daños generados al

medio ambiente ha tenido una lenta evolución jurisprudencial, tanto hacia el

reconocimiento de éste como sujeto de derechos como a la definición de éstas como

responsables del daño ambiental.

En síntesis se puede afirmar lo siguiente:

 Un ambiente sano es uno de los derechos constitucionales que poseen los ciudadanos, y

aunque este derecho no es fundamental y ha sido catalogado como un derecho


131

colectivo, la Corte Constitucional se establece que puede llegar a ser fundamental en

virtud del principio de conexidad.

 Existen mecanismos y acciones legales suficientes para la protección del medio

ambiente en concreto, y el ser humano, por virtud de los derechos que tiene a su

disposición, puede exigir este objetivo en planos individuales y colectivos.

 El ordenamiento jurídico colombiano prevé medios procesales para la protección del

medio ambiente e instrumentos jurídicos para la prevención o sanción de un daño al

entorno tales como la acción de tutela, la acción ordinaria civil, las acciones de grupo,

la acción popular y las acciones de cumplimiento.

 Aunque el sistema de responsabilidad civil por daños al medio ambiente en Colombia

(y en Urabá) está lo suficientemente solidificado para garantizar su protección cuando

una afectación causa daños individuales y personales, se requiere la existencia de

elementos más precisos para determinar la responsabilidad civil por daños al medio

ambiente: (i) el daño ambiental, (ii) la causalidad y (iii) el fundamento del deber de

reparar o imputación.

 El reconocimiento del medio ambiente como sujeto de derechos plantea la necesidad de

proteger el hábitat y de prevenir los daños que afecten el desarrollo de la humanidad,

con lo cual, el ejercicio normativo se legitima y la conciencia de la persona natural y

jurídica ha aumentado.

 La evolución jurisprudencial debe definir recursos por concepto de compensación por

los daños, mejoramiento de la situación actual y prevención de futuras consecuencias

ambientales, y de esclarecimiento de su marco jurídico para que el establecer

responsabilidad civil se resuelva de práctica y no solo ideal.


132

 Este enfoque presentan inconvenientes de tipo jurídico y sustancial, pues la

determinación del medio ambiente como sujeto de derechos, necesita que el Estado y

las comunidades asuman el régimen general de responsabilidad civil.

 Urabá como el resto del país, presenta contradicciones en la gestión jurídica del

ambiente. Estamos muy lejos de contar con un ambiente sano y sobre todo de que las

autoridades hagan lo que tienen que hacer con las personas jurídicas para que esto se

cumpla.
133

9. RECOMENDACIONES

Al analizar la responsabilidad penal de las personas jurídicas hemos encontrado que ya

algunos países han optado por su penalización como la alternativa más adecuada para la

protección del patrimonio y del medio ambiente.

Es fundamental promover la penalización de las personas jurídicas para así superar la

impunidad en los casos en los que los directivos y miembros de las organizaciones

implicadas en el ilícito evadan la justicia amparándose en el desconocimiento de la decisión

o en su falta de dominio del hecho. Y en caso de una sanción pecuniaria, ésta será

respaldada por el patrimonio de una persona jurídica y no solo en el de la persona natural.

Se sugiere la creación de secciones especializadas en los juzgados o tribunales, ocupadas

por jueces y fiscales calificados en la materia afirmando la importancia del tema para las

generaciones futuras coherente con lo expuesto por la Constitución Política en relación con

el principio de la solidaridad intergeneracional.

La creación de un registro especial para condenados por causa de la contaminación a

modo de antecedentes penales ambientales.

Actualizar los mecanismos de valoración de las empresas considerando con mayor

elaboración los activos inmateriales asociados a la actividad productiva humana.


134

Garantizar que las autoridades ambientales impongan al infractor de las normas sobre

protección ambiental o sobre manejo y aprovechamiento de recursos naturales renovables,

sanciones y medidas preventivas, multas, suspensión del registro o de la licencia, la

concesión, permiso o autorización; cierre temporal o definitivo del establecimiento,

edificación o servicio respectivo y revocatoria o caducidad del permiso o concesión;

demolición de obra, a costa del infractor, decomiso definitivo de individuos o especímenes

de fauna o flora o de productos o implementos utilizados para cometer la infracción.

Como medidas preventivas se recomienda utilizar amonestación verbal o escrita;

decomiso preventivo de individuos o especímenes de fauna o flora o de productos e

implementos utilizados para cometer la infracción; suspensión de obra o actividad.

Todo esto, debe estar enmarcado en derecho, para que sea cual sea la sanción o el sujeto

al que esté dirigida, la sanción obedezca a los criterios de necesidad, proporcionalidad y

razonabilidad establecidos por la norma.

Se debe propender por la concientización, la educación y el cambio de paradigma en la

concepción de los agentes involucrados en el proceso.

Dependiendo del caso se puede recurrir a un plan estratégico de exenciones fiscales para

la implementación de procesos “verdes”, auxilios, capacitaciones, incluso reconocimientos

públicos que motiven a preocuparse por el medio ambiente y por tener procesos industriales

y tecnológicos más limpios.


135

Debe haber, a nivel global, un cambio en los modelos productivos y asumir con rigor el

concepto de sostenibilidad, poniendo en cuestión el lema del progreso y el desarrollo de la

región o el país.

Y en caso de flagrante responsabilidad penal de las personas jurídicas, esta debe

aplicarse por encima de cualquier otra consideración ideológica porque lo que está en juego

es la vida en el planeta y no solo la eficaz protección de un bien jurídico.

Todo esto aplica también para Urabá. Solo sería fundamental que por lo menos se

aplique la ley, con ello, seguramente la realidad ambiental de Urabá sería distinta.
136

10. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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