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Cantares 1:6 No reparéis en que soy morena, porque el sol me miró,

los hijos de mi madre se airaron contra mí. Me pusieron a guardar las


viñas y mi viña que era mía no la guarde.
La primera prueba de aceptación que todos debemos pasar es
aceptarnos a nosotros mismos tal como Dios nos hizo, y a amarnos
como Él nos ama.
La segunda prueba es cuando queremos ser aceptados por los
demás. Esta es la prueba que vemos en el versículo 6. (no me
critiquen por como estoy, no me critiquen como veo) la mujer
sulamita, la preocupa la apariencia, el qué dirán. La mujer sulamita
no quería que los demás la juzgaran por su apariencia, y dice:
(Cantares 1:6) No reparéis en que soy morena, porque el sol me
miró…
Ella estaba pidiendo que no la juzgaran por las apariencias...pero eso
irreal. La gente no puede ver nuestras intenciones, sino sólo nuestras
acciones o nuestro pasado. Los demás juzgan por las apariencias,
mientras que Dios ve el corazón. 1 Samuel 16:7 Y Jehová respondió
a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura,
porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre;
pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová
mira el corazón.
La clave para pasar esta segunda prueba no es esconderse de los
demás, ni forzarlos a que vean lo que somos por dentro. Más bien,
debemos superar el deseo de quedar bien con los demás.
La sulamita aprendió esa lección pronto…
QUISO QUEDAR BIEN
La mujer de Cantares quería quedar bien con todos, y así cayó en
una trampa que le afectó su vida personal.
(Cantares 1:6) No reparéis en que soy morena, porque el sol me miró.
Los hijos de mi madre se airaron contra mí. Me pusieron a guardar
las viñas; y mi viña, que era mía, no guardé.
Al principio, ella quería que los demás obviaran sus faltas exteriores.
Quería quedar bien con sus hermanos. Pero en lugar de aceptación,
encontró rechazo.
Ellos eran “hermanos”, pero estaban amargados; eran religiosos,
pero habían perdido su primer amor. Consideraban la labor, mas
importante que el amor, consideraban el trabajo más importante que
el afecto, por lo tanto, la ponen a trabajar y a servir.
Ella acepta porque quería ser útil y quiere quedar bien con hermanos.
Pero ¿a qué costo? Descuidó su propia viña. Se fue apagando el
fuego de su primer amor. Perdió de vista al Pastor. Ella sirvió a otros,
pero descuidó su propio corazón.
La clave no está en “servir o no servir”, sino en cuidar lo que Dios nos
ha dado, en hacer lo que Él nos ha encomendado. Al final, debemos
escoger entre quedar bien con los demás o quedar bien con Dios, al
final debes escoger entre quedar bien con el mundo o agradar a tu
familia
CUIDA TU VIÑA
Definitivamente muchos de nosotros podemos sentirnos identificados
con lo que este texto nos dice: Me pusieron a guardar las viñas, y mi
viña que era mí no guarde. Hoy en día es muy común que los padres
y las madres de familia, los esposos y las esposas pasen la vida muy
afanados cuidando otras viñas, pero su viña, es decir su familia, no
la están cuidando.

¿Cuáles son las viñas que muchos de nosotros cuidamos a veces


aún más que nuestra propia viña? el trabajo, los amigos, los
negocios, las relaciones sentimentales, el deporte, los estudios, y aun
los ministerios de la iglesia.

Es triste reconocerlo, pero muchas veces el éxito laboral, el éxito


financiero, el éxito académico, muchas veces va acompañado de
fracasos en la familia y eso no debe ser así en la vida de un hijo de
Dios.

¿Qué tenemos que hacer para no descuidar nuestra familia?


I)DEBEMOS TENER BIEN CLARAS CUALES SON NUESTRAS
PRIORIDADES (VS 16 A)

Hay una gran diferencia entre “las viñas” y “mi viña” tenemos que
comprender que Dios nos pedirá cuenta de lo que él nos ha dado a
nosotros.

Tenemos que reconocer ¿qué es más importante: El trabajo o MI


familia, La universidad o MI familia, El negocio o MI familia, etc.

Nuestra prioridad número uno tiene que ser agradar a Dios, y


tenemos que reconocer que si algo no le agrada a Dios es que
queden familias desamparadas (Salmo 68:6)

II)TENEMOS QUE APRENDER A TOMAR DECISIONES


VALIENTES EN BENEFICIO DE NUESTRA FAMILIA.

En el texto encontramos una frase que nos debe hacer reaccionar


“Me pusieron a guardar las viñas”, es decir que muchas veces
nosotros descuidamos nuestra familia por la presión de otros, pero a
esos otros no les interesa nuestra familia sino sus propios objetivos,
LOS QUE TENEMOS QUE APRENDER A DECIR “NO” SOMOS
NOSOTROS.

Lastimosamente muchas veces nos preocupa no quedar mal con los


demás, pero no nos importa quedar mal y hacer sentir mal a nuestra
propia familia. Tenemos que reconocer que todos somos
reemplazables en un trabajo, en un equipo de fútbol, en un negocio,
pero en nuestra familia dejamos un gran vacío cuando ya no
estamos.

REFLEXION: AHORA QUE YA MORÍ.

¿Qué sucede? no entiendo, solo sentí un dolor fuerte en la cabeza,


mareos y ahora estoy tan confundido. ¿Qué pasa? porque mi esposa
corre y llora. Dicen que morí, pero no, estoy aquí, pero ellos no me
ven y no puedo abrazarlos. Oh ya veo, están trasladando a alguien
en una carroza fúnebre, soy yo mismo, que extraño.

Veo a mi familia con gran dolor, todos lloran, pero yo solo veo, ya no
siento dolor ni tristeza, es como ser un espectador. Pasan los días,
mi familia regresa a casa sin mí, les dejo un gran vacío.
Ya alguien ocupa mi puesto de trabajo, todo vuelve a ser como antes,
corren, atienden llamadas, hacen pagos, envían documentos, firman
planillas, en fin, es como si nunca hubiese faltado yo, que bien,
algunos compañeros se acuerdan de mi a ratos y lamentan que ya
no esté. Sin embargo, en mi familia, el vacío persiste, mi esposa llora,
esta confundida, no sabe cómo hacer sin mí, mi hijo pequeño
pregunta: - Donde este papá? y mi esposa le dice que, en el Cielo,
mi hija mayor acaba de comprender dolorosamente lo que es la
muerte, no deja de llorar, no quiere ir a clases, no se puede
concentrar, tampoco come. Mi perro se paro en la puerta y de ahí no
hay quien lo saque, come, bebe agua y regresa a su puesto de
espera.

Pasa el tiempo, mi hijo cumple cuatro años y yo no estoy, él se aferra


a su mamá, se ha vuelto tímido y retraído, no hay una figura paterna
para él, ya papá no está...

Mi hija ya de 11 años casi no habla, a veces su mama la encuentra


llorando, bajó mucho las notas y no muestra interés por nada.

Mi querida esposa, con toda la carga sobre sus hombros, la


responsabilidad de dos hijos pequeños tiene que sonreír a los niños
para darles fortaleza. Ya pasaron siete años y todo sigue igual, en
casa el vacío, la tristeza, en la empresa donde trabajaba ya nadie me
nombra y todo sigue igual sobre la marcha.

¿Sabes que dijo el forense? Que morí por stress, en mi cerebro se


reventó una vena por una subida de tensión que me dio, cuando me
llamaron de mi trabajo y me dijeron que de los 10 camiones que
solicite solo llegaron 7. Y todo acabo... Ahora me doy cuenta que para
la empresa que trabajaba siempre era uno más, completamente
reemplazable en cualquier momento, pero que para mi familia era
único e irreemplazable. por favor dedícate a lo que de verdad es
importante, todos necesitamos un trabajo que nos permita cubrir
nuestras necesidades básicas, pero no te entregues a una empresa,
entrégate a tus seres queridos... abraza a tus hijos, besa a tu esposa,
llama a tus amigos, es a estos seres a quienes de verdad le harás
falta cuando ya no estés... y demuéstrales tu amor no con dinero sino
con detalles de amor.

RECUERDA QUE ERES MUY IMPORTANTE....CUIDA A TUS


HIJOS SI LOS TIENES Y RECUERDA EN CASA SIEMPRE HAY
ALGUIEN ESPERÁNDOTE.
III)TENEMOS QUE RECONOCER QUE NO CUIDAR NUESTRA
FAMILIA SIGNIFICA DEJAR UNA PUERTA ABIERTA PARA
SATANÁS (1 PEDRO 5:8) Sed sobrios, y velad; porque vuestro
adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a
quien devorar;

Si descuidamos nuestra viña, satanás vendrá a sembrar su cizaña en


ella (Mateo 13:24-27) el refirió otra parábola, diciendo: El reino de los
cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su
campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y
sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió la hierba y dio
fruto, entonces apareció también la cizaña. Vinieron entonces los
siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena
semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? Y esa cizaña
se manifiesta en pleitos, en celos, dudas, y falta de paz en el hogar.

Si descuidamos nuestra viña nuestro hogar se volverá un lugar donde


ya no será agradable estar: (Proverbios 24:30-32) Este texto nos dice
que en la viña abandonada habían crecido los espinos, es decir todo
aquello que lastima, que hiere, así como el mal carácter, los
comentarios hirientes, la rebeldía de los hijos.

Pero también había crecido ORTIGAS, La ortiga es el nombre común


de las plantas del género Urtica, todas ellas caracterizadas por tener
unos pelos urticantes que liberan una sustancia ácida que produce
picazón e inflamación en la piel. Es una de las "malas hierbas" más
habituales, bien conocida por sus cualidades urticantes. Es decir que
cuando abandonamos nuestra viña el ambiente familiar se vuelve
molesto, no será agradable y siempre las personas van a preferir
estar en cualquier otro lado que en su propia casa.

CONCLUSIÓN: Aunque nos pongan a cuidar las viñas ajenas,


nosotros siempre tenemos que reconocer que la principal viña que
tenemos que cuidar es la nuestra, la que Dios nos ha dado, nuestra
familia, nuestro matrimonio y nuestros hijos, pues la palabra de Dios
es verdadera y nos dice que es bueno y delicioso habitar juntos y en
armonía (Salmo 133:1)

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