la química cerebral, la atracción a primera vista.
DIMENSIÓN AFECTIVA. Implica involucrarnos
emocional y afectivamente con el otro.
DIMENSIÓN PERSONAL.Cuando se pasa del vínculo
emocional afectivo y se compromete la persona. La voluntad
DIMENSIÓN TRASCENDENTE. Cuando se logra Una
relación con Dios seria, estrecha y disciplinada.
Por tanto El amor es la suprema expresión de la
voluntad. Consiste como dijo Aristóteles: “en querer el bien para alguien”.
Pero si hablamos de la santificación del amor
humano, no solo hablamos del amor conyugal que es la maxima expresión del amor humano, hablamos también de las otras dimensiones del amor humano. Y por tanto vamos a empezar con la biológica y allí les tengo una noticia.
Nos vamos a poner viejas. Es una realidad.
Afrontémosla. Y por viejas no me refiero solo a arrugadas. Para eso muchas encontrarán solución en el quirófano por ejemplo.
Me refiero a que con los años, la salud disminuye o
incluso a algunas se nos puede desmejorar ahora de jóvenes y bellas.
Y es en esos momentos de debilidad física donde se
nos debe notar más que somos hijas de Dios y la filiación divina.
Antes que nada es importante que seamos
consientes que somos templo del Espíritu Santo. Que el señor habita en nosotros y por tanto como buenas anfitrionas debemos Brindar a este majestuoso huésped toda la atención que merece. Pero bueno eso como se hace y que tiene que ver con que me ponga vieja o me enferme??
San José Maria en amigos de Dios nos dice:
“Sólo si aprovechamos con rectitud — cristianamente— las épocas de bienestar físico, los tiempos buenos, aceptaremos también con alegría sobrenatural los sucesos que la gente equivocadamente califica de malos”
Tantas veces la enfermedad nos debilita y en lugar
de ofrecer lo que sufrimos en señal de mortificación, Nos volvemos como pesados bultos de pollos llorones, difíciles de cargar para nuestros seres queridos o para quienes nos cuidan.
Nos volvemos súper Sensibles, o más Bien
insensibles. incomprendidos.
Nos parece que no nos cuidan lo suficiente, que no
se preocupan por nosotros y que no nos atienden como nosotros lo haríamos con ellos. O sentir Que no les importamos.
Ante eso San José Maria nos dice también en
amigos de Dios. “El diablo, que anda siempre al acecho, ataca por cualquier flanco; y en la enfermedad, su táctica consiste en fomentar una especie de psicosis, que aparte de Dios, que amargue el ambiente, o que destruya ese tesoro de méritos que, para bien de todas las almas, se alcanza cuando se lleva con optimismo sobrenatural —¡cuando se ama!— el dolor.” Les cuento una experiencia personal que me pasó justo la semana pasada y que preparar la charla me ayudó muchísimo. Fue como Señor gracias por enviarme este tema. Lo necesitaba. Así son los caminos de Dios.
Mi hijo menor sufre de alopecia arresta desde los 8
años. Al comienzo las primeras crisis fueron muy fuertes, lo llevamos a varios médicos en Bogota, Medellín, Miami hasta que por fin encontramos un tratamiento que lo ayudó y llevaba 2 años sin entrar en crisis. Yo me sentía que habíamos ganado esa batalla, qie se me había hecho el milagro. Hace una semana empezó nuevamente la alopecia. Y en ese momento tambalee, dude, me falto y ponerme en manos del señor para entregárselos todo a él, para cumplir solo su voluntad sabiendo que el no nos Abandona nunca.
En las noches me entraba la duda de como seria
esta vez, será suave, será agresiva, renegué de porque otra vez y de pronto el domingo recibimos la noticia de que un compañerito del colegio que estaba con leucemia y lo tenían en Medellin había fallecido. Todo se me Derrumbó. Había pasado noches pensando en mi hijo y en él porque porque porque. Y en otro lado del mundo muy cerquita a mi. Una mamá perdía a su único hijo después de años de lucha de enfermedad. Y yo. Estaba preocupada por algo físico y renegando a Dios por eso ???
Puse los pies en la tierra y con ayuda del padre
Javier, recordé que el señor nos quiere a cada uno y no nos desampara a pesar que nosotros creamos lo contrario y que en momento de dolor el señor nos permite que le acompañemos en la cruz. Comprendí o mas bien recordé 2 cosas. Primero, siempre poner todo en manos de Dios. y segundo. confiar en su voluntad y tratar de salirme de mi egoísmo, mi dolor, mis angustias, mis problemas para orar y ofrecer mortificación por el dolor ajeno.
Porque Dios nos quiere que vivamos cada día con
desapego de lo terreno, de nosotras mismas y incluso de los demás. Esa madre tiene que entregar a su único hijo, un chico de 12 años y confiar en Dios. Como se hace eso?? Como le dices a una madre que confíe ?? la única que la puede ayudar es nuestra madre que entrego a su único hijo, a la muerte y desprecio más cruel que un ser humano puede vivir. Entrego a su hijo único que venía a salvarnos, y todos los que curo, los que alimento, a los que enseño, lo despreciaron le voltearon la cara en el calvario y gritaron crucificale!!! Pensemos. Cuantas veces con mis actitudes no entierro también los clavos en las manos Del Señor?
Cuantas veces mi forma de actúar no se convierte
en una bofetada para el señor?
El Señor nos pide que aprovechemos los momentos
de la vida diaria para hacer pequeñas mortificaciones, pequeñas Privaciones, pero también que en la hora del dolor nos pongamos en sus manos y confiemos plenamente en El.
Ahora bien hablando del amor conyugal, debemos
saber que
Es al interior del hogar donde nos conformamos
como “Ecclesia domestica”, así está definida en el concilio Vaticano.
Pues es en el hogar donde como dice el catecismo
de la iglesia : “se aprende la paciencia y el gozo del trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso, incluso reiterado, y sobre todo el culto divino por medio de la oración y la ofrenda de la propia vida.” Entonces es a través de nuestra vida cotidiana y en nuestro hogar donde debemos aprender y enseñar a ser verdaderos hijos de Dios.
Recordemos la parábola del hijo pródigo
El hijo vuelve al padre primero por interés. De que su podré lo reciba como jornalero y luego su padre lo sorprende con tanta generosidad de perdonarle todo y restituirlo en su lugar de hijo.
Así mismo debe ser nuestro trato en el hogar. Entre
esposos, con la suegra, la cuñada., el hermano, el marido. Siempre con corazón generoso. No importa la dificultad, no importa la circunstancia. Como nos pide San José Maria “hogares luminosos y alegres, para ser sembradores de paz y alegria”
San José Maria nos invita a cuidar el matrimonio y
nos dice
Que os queráis mucho, el amor de los cónyuges es
como el vino, que se mejora con los años, y gana valor... Pues el amor vuestro es mucho más importante que el mejor vino del mundo. Es un tesoro espléndido, que el Señor os ha querido conceder. Conservadlo bien. ;No lo tiréis! ;Guar-dadlo! Recordemos que los hijos son prestados y algún día se van y volveremos a quedar como al principio, como cuando éramos novios por tanto el amor de esposos se debe cuidar muy bien. Y como se cuida.?
Pues con amor y sacrificio. Y toda dirán. Que qué???
Yo ya me sacrifique teniendo a los hijos que se sacrifique El Pero no. Nos toca a nosotros. no hay de otra.
San José Maria en una tertulia le contesta a una
señora que pregunta cómo mantener el matrimonio. “saber que él es tuyo y tú eres de él; si recuerdas que tienes la obligación de hacerlo feliz, de participar de sus dichas y de sus penas, de su salud y de su enfermedad...”
Ojo. Nos dice obligación. no nos dice. Si queremos,
si estamos de ánimo, si nos queda tiempo. Si me conviene o si me da la gana. Si se porta bien
Y para rematarlas les dice:
“Cuando viene el marido del trabajo, de su labor, de su tarea profesional, que no te encuentre a ti rabiando. Arrégla-te, ponte guapa, y cuando pasen los años, arregla un poquito más la fachada, como se hace con las casas. ;El te lo agradece tanto!” Bueno al fin algo de alegría. Ósea. Si a los retoques donde él cirujano. No mentira pero todo en su justa medida
Y yo pensaba bueno. Ajá. lo doy todo yo y...... para
que ?? Que voy a lograr ?? Que voy a tener al final ? Es decir Si hago Caso, si actúo así, y además pongo Toda mi vida en manos del Señor. Que pasara??
San José Maria nos responde.
En los momentos de dificultad, el vendrá a ti y encontrará paz y no pensará en ir a otro lado a buscar esa paz.
Es decir. Mi familia debe encontrar en mi, en cada
una de nosotras ese refugio. Ese lugar donde llegar a sentirse segura. Ese espacio donde puedan confiar, donde sepan con seguridad qie no serán juzgados ni maltratados, Pero para eso mi actitud debe ser de apertura, de amor, de comprensión.
No quiere decir que ahora no vamos a corrige a
nuestros hijos para que encuentren paz en nosotros. O no discutir con él marido un tema en el que no estamos de acuerdo y es entonces Simplemente bajar la Cabeza. No....es muy distinto. Esos momentos nos son la cotidianidad de nuestra vida. Nuestra vida es levantarnos y dar buenos días con una sonrisa aunque el despertador no haya sonado y estemos tarde.
Es ayudar al marido a escoger con palabras bonitas
que camisa se le ve mejor para Esa reunión que tiene. Así sea con una mujer que nos cae gorda.
Es preguntarle en la noche qué tal Estuvo su día, no
para averiguar porque no contesto el teléfono cuando le llamamos sino con verdadero interés por sus cosas.
Es cuando llega un día tarde y la empleada ya está
acostada prepárale algo de comer y hablar juntos en la Cocina mientras se calienta, en lugar de levantar a la empleada o molestarnos porque no llego temprano y ahora nos toca hacerlo a nosotras.
Es acompañar a los hijos hasta el ascensor o hasta la
puerta en la mañana y darles una bendición en lugar de gritarle que se apure porque va tarde.
Es recibir a los hijos colegio con una sonrisa y no
hablando por celular o escribiendo en el celular. Sino detenernos un momento mirarlos a los ojos, darles un beso y preguntarles como les fue. Ya podrás en un rato regresar la llamada a tu amiga o ver el Chat que te enviaron.
Convertir nuestro hogar En hogar luminoso y alegre.
Así el amor humano, el amor de aquí abajo en la tierra cuando es verdadero, nos ayuda a saborear el amor divino. Y Entonces seremos más compasivas, más generosas, más entregadas.
Pidamos a María que nos dé luces seguir su ejemplo