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Abogado Universidad de Medellín. Especialista en Derecho Penal y Criminalística UdeM. Especialista en
Derecho Procesal Contemporáneo UdeM. Candidato a Magister en Derecho Procesal UdeM. Abogado
Litigante en Materia Penal. Docente de Tiempo Completo Universidad Autónoma Latinoamericana
(UNAULA) Área penal. Correo de contacto: andresfelipearango@gmail.com
PALABRAS INTRODUCTORIAS
Aun cuando la originaria idea del legislador al plasmar la ley 906 de 2004 ha sido
continuamente deteriorada, viniéndose a menos el principio acusatorio inicialmente
pensado1 se debe partir de la base de que ningún otro ordenamiento penal en
Colombia había materializado el principio de la libertad, como aun lo sostiene el actual
sistema de procesamiento criminal.
Toda persona es libre. Nadie puede ser molestado en su persona o familia, ni reducido a prisión
o arresto, ni detenido, ni su domicilio registrado, sino en virtud de mandamiento escrito de
autoridad judicial competente, con las formalidades legales y por motivo previamente definido
en la ley.
La persona detenida preventivamente será puesta a disposición del juez competente dentro de
las treinta y seis horas siguientes, para que éste adopte la decisión correspondiente en el
término que establezca la ley.
En ningún caso podrá haber detención, prisión ni arresto por deudas, ni penas y medidas de
seguridad imprescriptibles2
1
Corte Suprema De Justicia. Sala de Casación Penal. Sentencia del 5 de Noviembre de 2008. M.P. Dr. José
Leónidas Bustos Martínez. Radicado 29.053: “Lo anterior, sin perjuicio de advertir cómo de manera paulatina
últimamente el principio acusatorio se ha venido a menos, a través de la introducción de múltiples
excepciones a la que, en un comienzo, no solamente se consideró como regla general sino también columna
vertebral del nuevo sistema de procesamiento penal, esto es, la posibilidad de lograr el proferimiento de
fallos de conformidad con el acusado, el allanamiento a cargos o la celebración de acuerdos y preacuerdos
con la Fiscalía, cuyos fines, a términos del artículo 348 de la Ley 904 de 2004, no eran otros que los de
“humanizar la actuación procesal y la pena; obtener pronta y cumplida justicia; activar la solución de los
conflictos sociales que genera el delito; propiciar la reparación integral de los perjuicios ocasionados con el
injusto y lograr la participación del imputado en la definición de su caso” y sobre los cuales se desarrolló y se
puso en funcionamiento el modelo, bajo la idea de alcanzar mayores grados de una justicia material,
restaurativa, pronta y eficaz”
2
Constitución Política Colombiana de 1991. Art. 28
3
Declaración Universal de Derechos Humanos Aprobada y proclamada por la Asamblea General en
su resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948
4
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Aprobado y abierto a la firma, ratificación y adhesión
por la Asamblea General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966 entrada en vigor: 23 de
marzo de 1976, de conformidad con el artículo 49 del mismo texto.
procedimiento establecido en ésta. 2. Toda persona detenida será informada, en el
momento de su detención, de las razones de la misma, y notificada, sin demora, de la
acusación formulada contra ella. 3. Toda persona detenida o presa a causa de una
infracción penal será llevada sin demora ante un juez u otro funcionario autorizado por
la ley para ejercer funciones judiciales, y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un
plazo razonable o a ser puesta en libertad. La prisión preventiva de las personas que
hayan de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su libertad podrá estar
subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del acusado en el acto del
juicio, o en cualquier momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la
ejecución del fallo. 4. Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detención o
prisión tendrá derecho a recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad
posible sobre la legalidad de su prisión y ordene su libertad si la prisión fuera ilegal.
5. Toda persona que haya sido ilegalmente detenida o presa, tendrá el derecho efectivo a
obtener reparación.
CUARTA ENMIENDA
El derecho de los habitantes de que sus personas, domicilios, papeles y efectos se hallen a
salvo de pesquisas y aprehensiones arbitrarias, será inviolable, y solo se expedirán al
5
Reseña histórica que puede ser consultada en http://en.wikipedia.org/wiki/Miranda_v._Arizona
6
MUÑOZ NEIRA, Orlando. “Sistema penal acusatorio de Estados Unidos” Primera edición 2006, Editorial
LEGIS. “En marzo de 1971, cuando los individuos de apellido Pugh Y Henderson fueron arrestados en el
condado de Dade, donde está ubicada la ciudad de Miami. En el evento de Pugh la fiscalía lo acechaba por
cargos que daban lugar posiblemente a cadena perpetua y en ese evento la fiscalía podría mantenerlo
privado de la libertad sin lugar a control posterior
efecto mandamientos que no se apoyen en un motivo verosímil, estén corroborados
mediante juramento o protesta y describan con particularidad el lugar que deba ser
registrado y las personas o cosas que han de ser detenidas o embargadas.
A partir del precedente GERSTEIN en los estados Unidos de Norte América, toda
captura debe someterse a control posterior ante el Magistrado del condado
competente.
Todos estos precedentes son tenidos en cuenta por el legislador Colombiano, quien
dado el giro Constitucional incorporado por el Acto Legislativo 03 de 2003, perfilo
nuestro sistema de enjuiciamiento criminal para ser compatible con el modelo
Constitucional.
RÉGIMEN DE LA PRIVACIÓN DE LA LIBERTAD.
Aunque obedecen a un mismo bien jurídico tutelado (La libertad Personal) las
instituciones de la captura y de la privación preventiva de la libertad, apuntan a
distintos objetivos. El objeto de la captura, por regla general 7 será el de garantizar la
comparecencia del imputado al acto de formulación de imputación (Art. 286 y ss. Del
C.P.P.) También podrá ordenarse una captura con la finalidad de cumplir con la
imposición de la medida de aseguramiento o de la condena, pero se reitera, la regla
general de la Captura obedece a la necesidad de que el imputado comparezca al acto
de imputación de cargos.
7
Artículo 298. Modificado por la Ley 1453 de 2011, artículo 56. Contenido y vigencia. Parágrafo. La persona
capturada en cumplimiento de orden judicial será puesta a disposición de un Juez de Control de Garantías
en el plazo máximo de treinta y seis (36) horas para que efectúe la audiencia de control de legalidad, ordene
la cancelación de la orden de captura y disponga lo pertinente con relación al aprehendido. Lo aquí
dispuesto no se aplicará en los casos en que el capturado es aprehendido para el cumplimiento de la
sentencia, caso en el cual será dispuesto a disposición del juez de conocimiento que profirió la sentencia.
8
A quien agradezco la autorización para difundir la idea de su autoría.
R .Objetivos = Requisitos objetivos (Art. 313)
R. Subjetivos = Requisitos Subjetivos (Numerales 1,2 y 3 del Artículo 308,
desarrollados por los artículos 309, 310, 311 y 312 de la ley 906 de 2004.
IRAP= Inferencia Razonable de Autoría o Participación (Cuerpo primero del Art.
308)
T de P = Test de Proporcionalidad. (Arts. 295 y Bloque Constitucional)
Artículo 313. Modificado por la Ley 1453 de 2011, artículo 60. Procedencia de la detención
preventiva. Satisfechos los requisitos señalados en el artículo 308, procederá la detención
preventiva en establecimiento carcelario, en los siguientes casos:
2. En los delitos investigables de oficio, cuando el mínimo de la pena prevista por la ley sea o
exceda de cuatro (4) años.
3. En los delitos a que se refiere el Título VIII del Libro II del Código Penal, cuando la
defraudación sobrepase la cuantía de ciento cincuenta (150) salarios mínimos legales
mensuales vigentes.
4. Cuando la persona haya sido capturada por conducta constitutiva de delito o contravención,
dentro del lapso de los tres años anteriores 9, contados a partir de la nueva captura o
imputación, siempre que no se haya producido la preclusión o absolución en el caso precedente.
Aun cuando el numeral 4to de la norma en comento ya fue analizado por la corte
Constitucional Colombiana en sentencia C-425 de 2008, se seguimos sosteniendo
que se trata de un aspecto objetivo, que dista mucho de los postulados
Constitucionales sobre el derecho penal de Acto (Contrapuesto al de autor) por
cuanto el mero hecho de que un ciudadano se haya capturado, no puede implicar
que se le pueda afectar con medida restrictiva de la libertad.
Pese a ello, se puede afirmar que el contenido del artículo 313 es cotejable de
manera objetiva y por ello se han denominado requisitos de índole objetiva.
9
La modificación incorporada por el legislador en el artículo 60 de la ley 1.453 de 2011, solo atañe al
aumento temporal al que aludía el artículo 26 de la ley 1.142 de 2007, en donde se indicaba que Cuando la
persona haya sido capturada por conducta constitutiva de delito o contravención, dentro del lapso del año
anterior, contado a partir de la nueva captura o imputación, siempre que no se haya producido la preclusión
o absolución en el caso precedente, en lo demás se conserva la misma estructura normativa
De los requisitos subjetivos
Son enunciados por el artículo 308, numerales 1,2 y 3 de la ley 906 de 2004, y
desarrollan los contenidos Constitucionales de la detención preventiva.
Artículo 308. Requisitos. El juez de control de garantías, a petición del Fiscal General de la
Nación o de su delegado, decretará la medida de aseguramiento cuando (…) siempre y
cuando se cumpla alguno de los siguientes requisitos:
1 Que la medida de aseguramiento se muestre como necesaria para evitar que el imputado
obstruya el debido ejercicio de la justicia.
Artículo 296. Finalidad de la restricción de la libertad. La libertad personal podrá ser afectada
dentro de la actuación cuando sea necesaria para evitar la obstrucción de la justicia, o para
asegurar la comparecencia del imputado al proceso, la protección de la comunidad y de
las víctimas, o para el cumplimiento de la pena.
Artículo 306. Modificado por la Ley 1453 de 2011, artículo 59.(…) indicando la persona, el
delito, los elementos de conocimiento necesarios para sustentar la medida y su urgencia, los
cuales se evaluarán en audiencia permitiendo a la defensa la controversia pertinente.
Con ello se quiere significar que al fiscal le corresponde acreditar, de cara a los
medios cognoscitivos previstos en la ley10 acreditar tanto la inferencia razonable de
10
Art.275 de la ley 906 de 2004. Elementos materiales probatorios y evidencia física. Para efectos de este
código se entiende por elementos materiales probatorios y evidencia física, los siguientes:
a) Huellas, rastros, manchas, residuos, vestigios y similares, dejados por la ejecución de la actividad delictiva;
b) Armas, instrumentos, objetos y cualquier otro medio utilizado para la ejecución de la actividad delictiva;
c) Dinero, bienes y otros efectos provenientes de la ejecución de la actividad delictiva;
d) Los elementos materiales descubiertos, recogidos y asegurados en desarrollo de diligencia investigativa
de registro y allanamiento, inspección corporal y registro personal;
e) Los documentos de toda índole hallados en diligencia investigativa de inspección o que han sido
entregados voluntariamente por quien los tenía en su poder o que han sido abandonados allí;
f) Los elementos materiales obtenidos mediante grabación, filmación, fotografía, video o cualquier otro
medio avanzado, utilizados como cámaras de vigilancia, en recinto cerrado o en espacio público;
autoría o participación, así como los fines Constitucionales para la imposición de la
medida de aseguramiento. Por ello, aunque estos requisitos son de naturaleza
subjetiva, no basta su mera enunciación y requieren su acreditación por parte del
ente fiscal, o de la víctima, quien desde la sentencia C-209 de 2007 adquiere
facultades para solicitar la imposición de la medida de aseguramiento, potestad ahora
subordinada, conforme al artículo 59 de la ley 1.453 de 2011, al silencio del fiscal
sobre dicha materia.
La obstrucción a la justicia
No bastan pues, meras especulaciones sobre este particular, como las que
comúnmente se esbozan en sede preliminar con argumentos deleznables como “La
distinguida posición del imputado le permitiría eventualmente obstruir a la justicia” o
“Debe privarse de la libertad al imputado pues gozando de la misma podría alterar los
medios de conocimiento”
Situaciones como las que se indicaron, ocurren continuamente ante los funcionarios
de control de garantías desconociendo el mandato legal que exige que los motivos
sean serios y fundados, y que los mismos se soporten en elementos materiales
probatorios, en evidencia física y en información legalmente obtenida.
g) El mensaje de datos, como el intercambio electrónico de datos, internet, correo electrónico, telegrama,
télex, telefax o similar, regulados por la Ley 527 de 1999 o las normas que la sustituyan, adicionen o
reformen;
h) Los demás elementos materiales similares a los anteriores y que son descubiertos, recogidos y
custodiados por el Fiscal General o por el fiscal directamente o por conducto de servidores de policía judicial
o de peritos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, o de laboratorios aceptados
oficialmente.
Peligro para la comunidad
Artículo 310. Reformado por la Ley 1142 de 2007, artículo 24. A su vez modificado por la
Ley 1453 de 2011, artículo 65.). Peligro para la comunidad. Para estimar si la libertad del
imputado resulta peligrosa para la seguridad de la comunidad será suficiente la gravedad y
modalidad de la conducta punible, además de los fines constitucionales de la detención
preventiva. Sin embargo, de acuerdo con el caso, el juez podrá valorar adicionalmente alguna
de las siguientes circunstancias:
“5. La modalidad y gravedad de la conducta no pueden ser los criterios prevalentes para
determinar la necesidad de la imposición de una medida restrictiva de la libertad.
Empero, las preceptivas ahora demandadas de los artículos 24 y 25 de la Ley 1142 de 2007, no
atienden la jurisprudencia de esta corporación, a pesar que dentro del trámite legislativo se
asegure lo contrario.
La Corte Constitucional mediante sentencia C-774 de 2001 previamente referida, reiteró que la
potestad de configuración legislativa, en materia de la aplicación de la detención preventiva,
tiene como límites los criterios de razonabilidad y proporcionalidad, además de los fines que
aquélla persigue, no sólo para evitar que se desoriente su carácter preventivo-no sancionatorio-
, de modo que esa medida no pueda convertirse en un mecanismo indiscriminado, general y
automático. Bajo tales supuestos se especificó que para la procedencia de tal medida “no sólo es
necesario que se cumplan los requisitos formales y sustanciales que el ordenamiento impone,
sino que requiere, además, y con ineludible alcance de garantía, que quien haya de decretarla
sustente su decisión en la consideración de las finalidades constitucionalmente admisibles para
la misma”.
11
El texto inicial del articulo 301 indicaba: artículo 310: “Peligro para la comunidad. Para estimar si la
libertad del imputado resulta peligrosa para la seguridad de la comunidad, además de la gravedad del
hecho y la pena imponible, deberán tenerse en cuenta las siguientes circunstancias:
las garantías fundamentales del sindicado, el ejercicio de esta atribución impone la necesidad
de investigar lo favorable como desfavorable al acusado”.
5.3. Así, la preceptiva del artículo 24 de la Ley 1142 de 2007, según la cual para estimar si la
libertad del imputado resulta peligrosa para la seguridad de la comunidad, será suficiente la
gravedad y modalidad de la conducta punible, pero que, de acuerdo con el caso, el juez podrá
valorar adicionalmente las demás circunstancias allí contenidas, no atiende los criterios de
necesidad y proporcionalidad de la medida de aseguramiento. Al establecer como suficientes la
gravedad y la modalidad de la conducta se desconocen esos criterios y con ello el principio de
libertad que cobija el proceso penal y el de legalidad de la medida preventiva para su privación,
pues se olvida que no es suficiente ese criterio para determinar la procedencia o no del decreto
de la misma, es imperativo que se consulte su necesidad, la cual no puede estar determinada en
esos dos criterios objetivos, máxime cuando en Colombia no existe una política criminal clara
que determine cuales son realmente las conductas graves.
12
Corte Constitucional Colombiana. Sentencia C-1198 de 2008. M.P. Nilson Pinilla Pinilla. 4 De Diciembre de
2008.
13
68 Una de las dimensiones de la presunción de inocencia, tal como se dejó establecido en los fundamentos
jurídicos 30 a 36 es la necesidad de que las personas sometidas a proceso penal, sean tratadas de manera
distinta a aquellas sobre las cuales ya pesa una sentencia condenatoria, por haber sido oídas y vencidas en
un proceso surtido conforme a la ley. Se desconoce este aspecto de la garantía de inocencia presunta cuando
a decisiones provisionales y precarias sobre la probable responsabilidad penal de una persona, se le
imprimen efectos negativos extraprocesales, cual si se tratara de una sentencia condenatoria en firme, y a la
manera de un antecedente penal, se presentan como indicativas de peligrosidad.
69. De forma consistente, y como una afirmación de la libertad y de la presunción de inocencia que ampara a
[94]
la persona sometida a proceso penal, la jurisprudencia de esta Corte ha destacado la importancia de que
la decisión acerca de la imposición de una medida de aseguramiento de detención preventiva tome en
cuenta la necesidad e idoneidad que esta ofrezca para asegurar los fines constitucionales del proceso, y que
esté mediada por criterios de razonabilidad. Esta valoración debe efectuarse en concreto, en relación con las
características específicas del proceso en el cual se examina la posibilidad de adoptar una medida de
aseguramiento, y no tomando en cuenta circunstancias que ya fueron objeto de valoración a la luz de los
fines específicos de otro proceso.
70. Al declarar la exequibilidad de la medida de detención preventiva frente al principio de presunción de
inocencia, la Corte puso el acento en que “El propósito que orienta la adopción de este tipo de medidas es de
[95]
carácter preventivo y no sancionatorio.” El hecho de hacer producir efectos negativos a una medida de
aseguramiento en otro proceso penal, diferente a aquel en el que fue proferida, desvirtúa su naturaleza
preventiva y su propósito de salvaguardar los fines del proceso que le dio origen, adquiriendo connotaciones
de sanción. Esta percepción se ratifica con la equiparación que hace la norma acusada, imprimiéndole los
4. La existencia de sentencias condenatorias vigentes por delito doloso o preterintencional.
mismos efectos a situaciones completamente disímiles como el “estar disfrutando un mecanismo sustitutivo
de la pena privativa de la libertad” (núm. 3º), o “la existencia de sentencias condenatorias vigentes por delito
doloso o preterintencional” (núm. 4º).
71. Además de violatorio del principio de presunción de inocencia (art. 29) y de la prohibición constitucional
de considerar como antecedentes penal un acto distinto a la sentencia condenatoria en firme (Art. 248), el
segmento acusado quebranta el principio de proporcionalidad, toda vez que le da el mismo peso para efectos
de una negativa de libertad a los siguientes hechos: “estar disfrutando de un mecanismo sustitutivo de la
pena privativa de la libertad por delito doloso o preterintencional”; “la existencia de sentencias
condenatorias vigentes por delito doloso o preterintencional”; o “estar acusado o encontrarse sujeto a
alguna medida de aseguramiento”. En este último caso, no hace distinción acerca de si esa medida es
privativa de la libertad o no, y tampoco la limita, como en los otros eventos en que hay condena, a los delitos
dolosos o preterintencionales. En estas condiciones, el legislador, sin justificación alguna, coloca en una
misma situación a quien soporta una medida de aseguramiento o es acusado por cualquier delito, incluso
culposo, y a aquel que ya fue condenado por un delito doloso o preterintencional, lo cual resulta en efecto
desproporcionado.
El hecho de que la valoración de la existencia de una medida de aseguramiento o una acusación, como
criterio para inferir la peligrosidad, sea adicional a las pautas establecidas como principales-la gravedad y
modalidad de la conducta y los fines constitucionales de la detención preventiva-, no corrige la
inconstitucionalidad que se advierte. Sea como criterio principal o con criterio subsidiario, la norma permite
que el juez encargado de aplicarla, tome en cuenta una circunstancia que afecta el principio de presunción
de inocencia, comoquiera que asimila y le imprime los mismos efectos, indicativos de peligrosidad, a una
condena, que a una medida preventiva y provisional como la de aseguramiento, y precaria como es la
acusación.
72. Por las consideraciones precedentes, y en consonancia con la postura defendida por los ciudadanos que
intervinieron a nombre de la Policía Nacional, el ICBF y la Academia Colombiana de Jurisprudencia, la
Corte declarará la inexequibilidad de la expresión, “estar acusado o de encontrarse sujeto a alguna medida
de aseguramiento, o de”, contenida en el numeral 3º del artículo 310 del Código de Procedimiento Penal, tal
como fue modificado por el artículo 65 de la Ley 1453 de 2011. En consecuencia el texto del numeral
declarado parcialmente inexequible quedará así: “3. El hecho de estar disfrutando de un mecanismo
sustitutivo de la pena privativa de la libertad, por delito doloso o preterintencional.”Corte Constitucional
Colombiana. Sentencia C-121 de 2012. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. 22 De Febrero de 2012. “
lo cual, naturalmente, desdice de la función cautelar de la medida de aseguramiento.
Artículo 311. Peligro para la víctima. Se entenderá que la seguridad de la víctima se encuentra
en peligro por la libertad del imputado, cuando existan motivos fundados que permitan inferir
que podrá atentar contra ella, su familia o sus bienes.
Es por ello que las recurrentes afirmaciones al “temor que actualmente siente las
victimas” o “La posibilidad de que el imputado o sus familiares nuevamente atenten en
su contra” no son de recibo al momento de proferir la medida de aseguramiento, pues
exige la ley, que quien alega esta causal acredite su existencia, cuando menor en
informe de policía judicial, declaración jurada de testigo o informante (Siempre y
cuando exista de ello un soporte probatorio) o en elementos materiales probatorios o
evidencia física.
No Comparecencia
Artículo 312. Reformado por la Ley 1142 de 2007, artículo 25. No comparecencia. Para
decidir acerca de la eventual no comparecencia del imputado, se tendrá en cuenta, en especial,
la gravedad y modalidad de la conducta y la pena imponible, además de los siguientes factores:
(Nota: La expresión sub rayada fue declarada inexequible por la Corte Constitucional en
la Sentencia C-1198 de 2008.)
14
Artículo 221. Respaldo probatorio para los motivos fundados. Los motivos fundados de que trata el
artículo anterior deberán ser respaldados, al menos, en informe de policía judicial, declaración jurada de
testigo o informante, o en elementos materiales probatorios y evidencia física que establezcan con
verosimilitud la vinculación del bien por registrar con el delito investigado.
En este evento le corresponde a la fiscalía determinar si aunado a la gravedad y
modalidad de la conducta se cumple con cualquiera de estas consideraciones, caso
en el cual la medida de aseguramiento será procedente
2. La gravedad del daño causado y la actitud que el imputado asuma frente a este.
Vale la pena resaltar que son dos situaciones diferentes las de: (i) A quien no se le ha
podido verificar el arraigo, ya sea porque se niega a proporcionar datos de familiares
y/o conocidos, así como del lugar de residencia o porque definitivamente no se ha
podido dar verificación a los datos de arraigo que se han soportado por el imputado,
de quien (ii) definitivamente ha sido imputado de una conducta de especial gravedad
y no goza de un arraigo dentro de la comunidad.
Corresponde al juez, en cada caso verificar las razones del arraigo, y allí la defensa
cumple un papel vital para acreditar el arraigo de su pupilo, o las razones por las
cuales no ha sido posible su acreditación.
Frente a la gravedad del daño causado, debemos resaltar que se trata de una
disposición por lo menos extraña al principio de presunción de inocencia15, puesto
que si del mandato Constitucional al procesado se le trata y se le presume como
inocente mientras no exista sentencia ejecutoriada en su contra, extraño resulta que
se aluda a la gravedad del daño causado y la actitud que asuma el imputado frente a
ella, puesto que la Constitución y la ley presumen la inocencia del mismo frente a los
hechos investigados-si es que ellos existieron- y adicionalmente el silencio16 o la
15
Art. 29 Constitución Política Colombiana. (…)Toda persona se presume inocente mientras no se la haya
declarado judicialmente culpable (…)
16
Art. 33 Constitución Política Colombiana. “Nadie podrá ser obligado a declarar contra sí mismo o contra su
cónyuge, compañero permanente o parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad, segundo de
afinidad o primero civil” Art. 8 Código de Procedimiento Penal. Defensa. En desarrollo de la actuación, una
vez adquirida la condición de imputado, este tendrá derecho, en plena igualdad respecto del órgano de
persecución penal, en lo que aplica a:
a) No ser obligado a declarar en contra de sí mismo ni en contra de su cónyuge, compañero permanente o
parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o civil, o segundo de afinidad;
b) No autoincriminarse ni incriminar a su cónyuge, compañero permanente o parientes dentro del cuarto
grado de consanguinidad o civil, o segundo de afinidad;
c) No se utilice el silencio en su contra;
mentira17 de este no pueden ser utilizados en su contra, por ello la causal en mención,
salvo mejor posición se torna en atentatoria contra el derecho a la defensa, al silencio
y la no autoincriminación, salvo eventos que se vislumbren dentro del desarrollo
mismo de la audiencia preliminar o en procedimientos anteriores que permitan
edificar la falta de interés en el procesado para comparecer a la actuación.
17
“4.3. No obstante lo dicho, la norma acusada admite también una interpretación distinta a la anterior y
acorde con la Constitución Política. Así, si se entiende que el juramento que se exige al acusado y coacusado
que ofrecieren declarar en su propio juicio, es una formalidad previa a la declaración, pero de la cual no se
puedan derivar consecuencias jurídico-penales adversas al declarante cuando su declaración verse sobre su
propia conducta, desaparece entonces la coacción que priva de libertad y espontaneidad a su dicho y, en
tales circunstancias, queda entonces libre ya del temor a incurrir en otro delito a propósito de haber prestado
el juramento y rendido su propia versión sobre los hechos que se le imputan, aun en el caso de que calle total
o parcialmente si así lo considera necesario en pro de su defensa material. Es entonces el juramento, un
llamamiento solemne a que declare la verdad, pero sin que se pueda entender en ningún caso como una
coacción con consecuencias penales. Siendo ello así, aunque subsista esa formalidad, se garantiza la plena
vigencia de las garantías constitucionales al derecho de defensa y a la no autoincriminación.
No es suficiente, sin embargo, con despojar al juramento así prestado como formalidad previa a la
declaración, de sus consecuencias jurídico-penales para garantizar el amparo que la Constitución otorga al
derecho de defensa, a la libertad y a la dignidad de la persona que se juzga por el Estado. Es necesario que el
sindicado sea plenamente enterado por el juez de que podrá declarar con entera libertad y sin el temor de
incurrir en otro delito con motivo de su declaración respecto de su propia conducta. De igual modo, resulta
indispensable que desaparezca la disyuntiva inconstitucional de poner al sindicado a escoger entre su propia
defensa y la posibilidad de resultar doblemente enjuiciado. Por ello, para que las garantías constitucionales
al derecho de defensa y a la no autoincriminación queden a salvo, será un deber del juez advertir previa y
claramente a quien ofreció su declaración como acusado o coacusado en su propio juicio, que ese juramento
queda desprovisto de las consecuencias jurídico-penales adversas que podrían derivarse en contra suya como
consecuencia de la prestación del mismo que antecede a la declaración; es decir, que al sindicado le asiste
total libertad respecto del contenido mismo de aquella, así como es legítima su negativa a responder total o
parcialmente, ya sea a las preguntas que se le formulen por el juez o a las que se le hagan por la Fiscalía y la
defensa en el interrogatorio cruzado propio de un proceso adversarial y de partes, como el que establece el
sistema penal acusatorio”. Corte Constitucional Colombiana. Sentencia C-782 de 2005. M.P. Alfredo Beltrán
Sierra. 28 de Julio de 2005.
la imposición de la medida y; (v) Su urgencia; Urgencia entendida como actualidad, sin
la cual, pese a que proceda la medida se torna improcedente. Y por ultimo (vi)
permitiendo a la defensa la controversia pertinente; Lo que evidencia que de todas las
audiencias preliminares, la de imposición de medida de aseguramiento es la que
conlleva mayor debate demostrativo – por no utilizar el vocablo probatorio, propio
del juicio oral.
En otras palabras, si para formular imputación, el fiscal solo debe convencer al juez de
la existencia de elementos materiales probatorios que permiten la inferencia
razonable de autoría o participación, para imponer la medida de aseguramiento se
requiere la presencia física de aquellos con los cuales el fiscal soporta su inferencia,
permitiendo la controversia de la defensa.
En sede preliminar, la fiscalía – o porque no, la víctima- legitima sus peticiones en los
medios de conocimiento existentes hasta ese momento procesal. Recuérdese que al
tenor de lo dispuesto en el artículo 16 del C.P.P, Solo es prueba la que se practica en
audiencia de Juicio Oral y Público
18
Artículo 286.Concepto. La formulación de la imputación es el acto a través del cual la Fiscalía General de
la Nación comunica a una persona su calidad de imputado, en audiencia que se lleva a cabo ante el juez de
control de garantías.
19
Artículo 287. Situaciones que determinan la formulación de la imputación. El fiscal hará la imputación
fáctica cuando de los elementos materiales probatorios, evidencia física o de la información legalmente
obtenida, se pueda inferir razonablemente que el imputado es autor o partícipe del delito que se investiga.
De ser procedente, en los términos de este código, el fiscal podrá solicitar ante el juez de control de
garantías la imposición de la medida de aseguramiento que corresponda.
20
Artículo 288. Contenido. Para la formulación de la imputación, el fiscal deberá expresar oralmente: (…) 2.
Relación clara y sucinta de los hechos jurídicamente relevantes, en lenguaje comprensible, lo cual no
implicará el descubrimiento de los elementos materiales probatorios, evidencia física ni de la información
en poder de la Fiscalía, sin perjuicio de lo requerido para solicitar la imposición de medida de
aseguramiento.
Al respecto la Honorable Corte Suprema de Justicias, en sede de casación penal ha
sostenido:
“A la luz de los artículos 382 y 379 del C. de P.P., en concordancia y de conformidad con las técnicas
de indagación e investigación (Libro II, Títulos I y II del C. de P.P.; artículos 200 al 285) los
elementos materiales probatorios y la evidencia física (Art. 275 ib.) que recauden quienes fungen
como órganos de indagación e investigación son medios de conocimiento y tienen vocación
probatoria siempre que su aducción al proceso penal se haga respetando los principios rectores y
las garantías procesales y constitucionales.
La validez de la prueba así obtenida está supeditada a que se reciba y recaude en el marco de la
legalidad (artículos 276 al 281); en tales condiciones, son pruebas del proceso y por ende,
apreciables de conformidad con el artículo 273 ib.; por manera que su apreciación se regula de
conformidad con los criterios establecidos en la ley para cada prueba legalmente establecida,
porque de principio “Toda prueba pertinente es admisible...” (Artículo 376 ib.) y apreciable (art.
380 ib.) según los criterios establecidos en el respectivo capítulo21”
21
Proceso numero 26.411 Corte Suprema de Justicia. Sala Casación Penal. Sentencia del 8 de Noviembre de
2007. M.P. Alfredo Gómez Quintero.
participación, difícilmente se podrá considerar que el imputado no
comparezca al proceso – al cual no se encuentra vinculado- sea un peligro
para victimas o comunidad-puesto que nada se puede inferir en su contra- o
obstruya la administración de justicia- puesto que si no existe inferencia que
lo vincule a la actuación, como será posible que constituya una amenaza para
la administración de justicia.
El test de proporcionalidad.
El artículo 295 de la codificación adjetiva reúne los requisitos que deben cumplirse
para que sea procedente la imposición de una medida de aseguramiento restrictiva de
la libertad así:
Artículo 295. Afirmación de la libertad. Las disposiciones de este código que autorizan
preventivamente la privación o restricción de la libertad del imputado tienen carácter
excepcional; solo podrán ser interpretadas restrictivamente y su aplicación debe ser
necesaria, adecuada, proporcional y razonable frente a los contenidos constitucionales.
Verbo y gracia: Si lo que se busca es proteger a la víctima (Art. 311) por cuanto la
libertad puede ser peligrosa para el imputado, y ella se encuentra por fuera del
país, sin que se conozca de su paradero, pues difícilmente el mantener privado de
la libertad al imputado constituirá una medida adecuada para la protección de la
víctima, pues esta de suyo, no se encuentra amenazada por la libertad del
imputado.
URGENCIA-ACTUALIDAD
La medida es urgente cuando de la mano de su finalidad y eficacia, nos
encontramos garantizando la Vigencia y Actualidad de la medida.
Verbo y Gracia: Si se imputa que para el año 2008, el señor Juan Pérez atentó
contra la vida de Pedro Inocencio, causándole heridas mortales, pudiendo
averiguarse lo sucedido solo hasta 2012, sin que la victima haya tenido noticias o
contacto posterior con el presunto atacante. ¿Podrá alegarse que existe un riesgo
para la victima? La respuesta debe ser negativa, por cuanto el articulo 311 exige
que se tengan motivos fundados que den cuenta de la posibilidad de que la libertad
del imputado de lugar a atentados contra la seguridad de la víctima o de sus
familiares, y en el caso hipotético planteado, se desconocen de amenazas por parte
del imputado hacía la víctima o atentados contra sus familiares o esta.
Una adecuada praxis en punto a este principio, exige del juez un análisis sobre la
actualidad y vigencia de la medida, que ya ha considerado necesaria y adecuada,
pues sobra advertir que de no ser necesaria la medida, inocuo es pronunciarse
sobre su adecuación y urgencia.
DECISIÓN
A1 A2
ARGUMENTO CENTRAL
Ratio decidendi máxima razón de
Convicción.
A3 A4
Por un lado el derecho a la libertad del imputado y por el otro los fines de la
administración de justicia, quizás junto a los derechos de la víctima, la protección
de la comunidad etc.
PRINCIPIO DE GRADUALIDAD
Una vez se ha determinado por el Juez que resulta la medida Necesaria, adecuada,
urgente, razonable y proporcional, debe preguntarse si la medida solicitada por el
fiscal-o la víctima (Recientemente el Tribunal Superior de Bogotá, en sala de Tutelas,
resolvió la acción impetrada por la representación del Ministerio Publico, quien
considero que se soslayaban sus derechos como interviniente Constitucional al no
permitirle la solicitud directa de imposición de medida de aseguramiento , los
argumentos expuestos por el tribunal se traen a colación en la nota al pie22), es la
22
Tribunal Superior de Bogotá, - sala Penal Función de de decisión de tutelas, sentencia del 26 de
Septiembre de 2011. M.P. Alberto Poveda Perdomo. Radicado 11001220400020122704 0071. Reglas a
tener en cuenta: De lo expuesto se obtienen las siguientes reglas:
(i). El titular de la acción penal es la Fiscalía General de la Nación y la imputación es un acto de parte[44];
(ii). Las imposición de una medida de aseguramiento procede a petición de los sujetos procesales legitimados
para ello: Fiscalía y víctima;
(iii). El Juez de Garantías es la única autoridad que puede imponer la medida de aseguramiento de detención
preventiva en el proceso penal colombiano[45].
(iv). El Juez de Garantías no puede decretar medidas de aseguramiento más allá de lo peticionado por los
sujetos autorizados para ello, pero sí puede degradar la clase de medida de aseguramiento solicitada.
(v). Si el Juez de Garantías impone una medida de aseguramiento a petición de un sujeto procesal diferente
a la Fiscalía o la víctima, desborda el ámbito de su competencia.
(vi). Cuando el Juez de Garantías impone una medida de aseguramiento privativa de la libertad a petición de
un sujeto procesal distinto de la Fiscalía o la víctima, la privación de la libertad es irregular y mediante el
hábeas corpus se puede recuperar el disfrute del derecho fundamental agraviado,
(vii). Ninguna norma legal faculta al Ministerio público para solicitar al juez de Garantías, en forma directa y
autónoma, una medida de aseguramiento;
(viii). Dado que la facultad de solicitar medidas cautelares constituye una intromisión en el disfrute de
derechos fundamentales, toda interpretación debe hacerse por vía restrictiva”
UNICA que cumple con las finalidades invocadas por el solicitante, a efectos de
determinar si no existe una medida menos gravosa para el imputado.
Falso resulta a nuestro juicio que el juez se encuentre limitado frente a la posición de
quien solicita la medida, no pudiendo degradar la mismas, por cuanto atendiendo al
principio de Gradualidad la judicatura puede imponer una o varias de las medidas
que establece el código, ya como principales o ya como sustitutas, privativas o no
privativas de la libertad, siempre y cuando ello atienda a consideraciones pro
homine que morigeren la situación del afectado con la medida.
De acuerdo con este principio “el juez podrá imponer una o varias medidas de aseguramiento,
conjunta o indistintamente, según el caso, adoptando las precauciones necesarias para
23
La Ley 600 de 2000 contemplaba como única medida de aseguramiento la detención preventiva. La Ley
906 de 2004 flexibilizó las posibilidades de aseguramiento, así en el artículo 307 de la Ley 906 de 2007
estableció: “Medidas de aseguramiento. Son medidas de aseguramiento :
A. Privativas de la libertad. 1. Detención preventiva en establecimiento de reclusión. 2. Detención
preventiva en la residencia señalada por el imputado, siempre que esa ubicación no obstaculice el
juzgamiento.
B. No privativas de la libertad. 1. La obligación de someterse a un mecanismo de vigilancia electrónica.
3. La obligación de someterse a la vigilancia de una persona o institución determinada. 4. La obligación de
presentarse periódicamente o cuando sea requerido ante el juez (ante sí mismo) o ante la autoridad que él
designe. 4. La obligación de observar buena conducta individual, familiar y social, con especificación de la
misma y su relación con el hecho. 5. La prohibición de salir del país, del lugar en el cual reside o del ámbito
territorial que fije el juez. 6. La prohibición de concurrir a determinadas reuniones o lugares. 7. La
prohibición de comunicarse con determinadas personas o con las víctimas, siempre que no se afecte el
derecho a la defensa. 8. la prestación de una caución real adecuada, por el propio imputado o por otra
persona mediante depósito de dinero, valores, constitución de prenda o hipoteca, entrega de bienes o la
fianza de una o más personas idóneas. 9. La prohibición de salir del lugar de habitación entre las 6 p.m. y las
6 a.m.”
asegurar su cumplimiento. Si se tratare de una persona de notoria insolvencia, no podrá el juez
imponer sanción prendaria”24.
(…) El funcionario queda obligado a realizar en cada caso un pronóstico a partir de las
condiciones personales, laborales, familiares o sociales del procesado, que armonice con los
fines y las funciones que la medida restrictiva de la libertad está llamada a cumplir, de tal
manera que su aplicación responda a la idea según la cual, al tiempo que se asegura la
comparecencia del sindicado al proceso, la eventual ejecución de la pena, y se impide la
continuación de su actividad delictual, se propende por garantizar la intangibilidad de la
prueba y el normal desarrollo de la actividad probatoria por el órgano judicial.”(…)
“(…)(L)o que la ley le exige - al funcionario judicial- es el análisis individual del caso, de acuerdo
a las particularidades que presente, para determinar si el procesado comparecerá al proceso;
no ocultará, destruirá, deformará o entorpecerá la actividad probatoria; y no pondrá en peligro
la comunidad mediante la continuación de su actividad delictual (..) 25” (Énfasis fuera del
original).
24
Inciso final artículo 307 de la Ley 906 de 2004.
25
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, Radicado. 17.392. Auto de enero 17 de 2002. Este
criterio ha sido reiterado en varias oportunidades por esa Corporación, entre otras en la sentencia de
casación de Julio 16 de 2002 en la que señaló: El juez deberá establecer “bajo un pronóstico racional,
proporcional, y especialmente motivado que se cumplen los fines y objetivos de la misma (de la medida de
aseguramiento), es decir que el procesado comparezca en cualquier tiempo al proceso, bien sea para la
instrucción, el juzgamiento o la ejecución de la pena, que preservará la prueba, esto es, no ocultará,
destruirá o deformará elementos relevantes para el proceso”.
26
Corte Constitucional, Sentencia C-774 de 2001.
27
Corte Constitucional Colombiana. Sentencia C-318. 9 de Abril de 2008. M.P. Jaime Córdoba Triviño.
“La permisión de la libertad frente a las conductas punibles establecidas en el artículo 199 de la
Ley 1098 de 2006 pone en riesgo la integridad fiscal y mental de los menores, distanciándose del
deber que asiste a los funcionarios judiciales de adoptar medidas en aras de su protección y
seguridad. Con mayor razón en este caso porque se posibilitaría el retorno del sindicado al entorno
familiar, pues no debe olvidarse que se trata del padrastro de las menores, quien puede tomar
retaliaciones en su contra.
“II. La posibilidad de que una persona procesada por un delito sexual cometido contra
menores, permanezca indefinidamente en detención preventiva
Cuando tanto se avanzado en la definición del contenido central que comporta erigirse en
Estado social de derecho y bien claro se tiene que la libertad, en países que se precian de
respetar los derechos humanos, comporta bien máximo e inestable, mal puede aceptarse, lo
digo con el mayor de los respetos, que se entronicen criterios absolutos para su restricción,
incluso pasando por alto el necesario balanceo que en caso de confrontación de garantías de
similar tenor, busca hacer operante su ejercicio evitando extremos que terminen por
sacrificar mínimos irreductibles.
28
Sentencia del 30 de Mayo de 2012. Corte Suprema De Justicia, Sala De Casación Penal. M.P María Del Rosario
GonzálezMuñoz. Radicado37.668
Es ello lo que sucede cuando, como en la decisión de la que me aparto, de manera inflexible
se anota que ese derecho a la libertad no solo se limita sino que, en la práctica, se impide
absolutamente para alguien que, debo relevarlo, sigue cobijado por la presunción de
inocencia pero puede estar detenido indefinidamente, no en razón de cualesquiera de las
finalidades que habilitan la medida, sino por virtud del tipo de delito que se le endilga.
Sólo en las horas más aciagas de la represión penal, creo recordar, se ha llegado al extremo
de impedir a cualquier costo la libertad provisional, facultando detenciones ilimitadas.
(…) Es cierto que la Ley 1098 de 2006 –Código de la Infancia y la Adolescencia- , en su artículo 199,
prohíbe otorgar, en los casos de delitos sexuales contra menores, beneficios o subrogados judiciales
o administrativos, pero resulta bastante extensiva –prohibida si es contra rei- la interpretación que
remite también la negativa al derecho (que no beneficio ni subrogado judicial o administrativo) a
la libertad, que se obtiene cuando los términos se exceden sin justificación29
Artículo 199. Beneficios y mecanismos sustitutivos. Cuando se trate de los delitos de homicidio
o lesiones personales bajo modalidad dolosa, delitos contra la libertad, integridad y
formación sexuales, o secuestro, cometidos contra niños, niñas y adolescentes, se aplicarán
las siguientes reglas:
1. (I) Si hubiere mérito para proferir medida de aseguramiento en los casos del artículo
306 de la Ley 906 de 2004, (II) esta consistirá siempre en detención en establecimiento de
reclusión. (III) No serán aplicables en estos delitos las medidas no privativas de la
libertad previstas en los artículos 307, literal b), y 315 de la Ley 906 de 2004.
De allí que sin imputación no puede existir medida de aseguramiento, para que
esta se imponga deben existir medios de conocimiento que soporten la inferencia
razonable de autoría o participación y los fines de la misma, y la medida debe ser
urgente. No basta pues el mero acto de imputación para que la libertad del
imputado se torne en improcedente, como tristemente lo considera nuestra
29
Sentencia del 30 de Mayo de 2012. Corte Suprema De Justicia, Sala De Casación Penal. S.V. Sigfredo
Espinoza Pérez. Radicado37.668
máxima corte.
(III) Indica el artículo 315 de la ley 906 de 2004, reformado por la ley 1.142 de
2007 en su artículo 28 las medidas de aseguramiento no privativas de la libertad
tienen aplicación cuando:
“Se proceda por delitos cuya pena principal no sea privativa de la libertad, o por delitos
querellables, o cuando el mínimo de la pena señalada en la ley sea inferior a cuatro (4) años,
satisfechos los requisitos del artículo 308, se podrá imponer una o varias de las medidas
señaladas en el artículo 307 literal b), siempre que sean razonables y proporcionadas para el
cumplimiento de las finalidades previstas.”
A. Privativas de la libertad
1. Detención preventiva en establecimiento de reclusión.
2. Detención preventiva en la residencia señalada por el imputado, siempre que esa ubicación
no obstaculice el juzgamiento;
B. No privativas de la libertad
1. La obligación de someterse a un mecanismo de vigilancia electrónica.
2. La obligación de someterse a la vigilancia de una persona o institución determinada.
3. La obligación de presentarse periódicamente o cuando sea requerido ante el juez o ante la
autoridad que él designe.
4. La obligación de observar buena conducta individual, familiar y social, con especificación de
la misma y su relación con el hecho.
5. La prohibición de salir del país, del lugar en el cual reside o del ámbito territorial que fije el
juez.
6. La prohibición de concurrir a determinadas reuniones o lugares.
7. La prohibición de comunicarse con determinadas personas o con las víctimas, siempre que no
se afecte el derecho a la defensa.
8. La prestación de una caución real adecuada, por el propio imputado o por otra persona,
mediante depósito de dinero, valores, constitución de prenda o hipoteca, entrega de bienes o la
fianza de una o más personas idóneas.
9. La prohibición de salir del lugar d e habitación entre las 6:00 p.m. y las 6:00 a.m.
No es posible pasar por alto, que conforme los dispone el artículo 314 de la ley 906
de 2004, primero modificado por el artículo 27 de la ley 1.142 de 2007, y luego por
el artículo 39 de la ley 1.474 de 2011, no debe confundirse la sustitución de la
medida, con la posibilidad de imponer la menor gravosa, por cuanto se sustituye la
medida impuesta (Art. 318 o en los mismos eventos a petición del fiscal) por
cuanto han aparecido nuevos motivos o desaparecido los que existían, empero el
juez en función de control de garantías conforme al inciso final del artículo 307,
está facultado para imponer, como principal una de las medidas consagradas en el
literal A., ya sea privativa de la libertad en centro carcelario o en el domicilio del
imputado; O bien puede conjugar la de detención preventiva en el lugar de
domicilio del imputado, presentando las no privativas como accesorias a esta.
No obstante, por ahora podemos concluir, que por expresa prohibición de la ley
1098 de 2006, en su artículo 199, no puede el juez aplicar las medidas no
privativas de la libertad consagradas en los artículos 307 Literal B y 315 de la ley
906 de 2004.
La prohibición del artículo 199 de la ley 1098 de 2006, y porque no, del artículo 26
de la ley 1.121 de 2006, imponen al juez la carga – susceptible por demás de
excepción de inaplicabilidad Constitucional (Control Constitucional Difuso) – de
abstenerse de dar aplicación al principio de gradualidad cuando encuentren
satisfechas las exigencias para imponer la medida de aseguramiento, más no
exigen al juez, imponer las mismas por el mero hecho de formularse imputación al
ciudadano.
Por el contrario, la Constitución exige que la medida se funde en motivos que justifiquen su
necesidad en el caso concreto a partir de los hechos específicos de cada situación fáctica.
Esta necesidad no es política ni estratégica sino jurídica, es decir, relativa al logro de los
objetivos del proceso penal en general y a los fines de cada medida cautelar en especial.
Es necesaria la medida cuando ésta es indispensable para alcanzar tales objetivos generales y
fines específicos, a los cuales ya se ha referido esta Corporación 30 (Subrayas de quien escribe)
Finalizo esta breve reflexión dejando sentando que la discusión es mucho más
compleja, y no alcanza a bordarse por el limitado objeto de esta disertación, no
obstante la propuesta presentada permite conjugar los fines Constitucionales de la
medida de aseguramiento, con los propósitos propios del Constitucionalismo
moderno, mismo que no puede abandonarse por las falsas bondades del arsenal31
normativo y represivo que bajo el sofisma de combate a la criminalidad, termino por
desconocer las garantías legales y constitucionales de nuestro “nuevo sistema
acusatorio”
30
Corte Constitucional Colombiana. Sentencia C-805 de 2002. M.P. Jaime Córdoba Triviño
31
Entrevistas del entonces Ministro del Interior Germán Vargas Lleras consultable en
http://m.eltiempo.com/opinion/columnistas/otroscolumnistas/seguridad-para-todos/9709944/1 a
propósito de la implementación de la ley 1.453 de 2011 conocida como ley de seguridad ciudadana.